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Reiniciación Cristiana | Discernimiento

1er TRIMESTRE
Renacer desde Cristo
“Nacer de lo alto” Jn 3, 1-8
Objetivo:
Que el seminarista tome conciencia de su ser cristiano, partiendo de su
realidad como bautizado, reafirmará que es hijo de Dios, llamado a vivir en
libertad, formando una comunidad, unido a Cristo y a la Iglesia.
1ª MEDITACIÓN: ¿QUIÉN SOY YO?
“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Mt 16, 15
I. Primera respuesta.
Hay aspectos externos (nación, lenguaje, sociedad, familia) e internos
(temperamento, cualidades, sentimientos) que de alguna manera marcan
nuestro ser como personas, los cuales nos ayudan a descubrirnos quiénes
somos.
i. Soy una persona.
Un ser con capacidad de raciocinio que posee conciencia de sí
mismo y que cuenta con su propia identidad.
- Capacidad. Es un conjunto de cualidades o aptitudes.
- Conciencia de sí mismo. Es el conocimiento que tengo de mi
propia existencia, estados y actos.
- Identidad. Son todas las características de mi persona que me
hacen propio y distinto de otro.
ii. Soy un ser humano.
Una especie animal vinculada al homo sapiens el cual es superior a
todas las demás especies.
- Superioridad. Por un lado, es un valor, pero por otro lado un
valor que me compromete y me hace responsable con toda la
humanidad.
iii. Soy un hombre.
- Un ser vivo que tiene la capacidad para razonar, fabricar objetos
que le son útiles.
- Un ser que puede dialogar. El diálogo es una forma de entablar
una relación y así favorecer la comunicación.
- Un ser vivo con sentimientos, afectos, emociones y sexualidad.
- Un ser vivo con valores y retos.

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II. Facultades del ser humano.


Facultad. Es la capacidad o aptitud natural, física o moral que tiene la persona
para hacer las cosas. Hay 4 facultades muy importantes en el ser humano:
i. Inteligencia (el hombre puede pensar-descubrir)

- Es la capacidad que tiene el hombre de pensar, buscar y hallar la


verdad a través de la razón.
- Con esta capacidad el hombre puede: entender, aprender,
imaginar, memorizar, hacer descubrimientos, inventar, mejorar el
mundo y conocer la verdad.

ii. Voluntad (el hombre que puede buscar lo que le atrae)

- El hombre busca aquello que le atrae.


- Es la capacidad que tiene el hombre para moverse hacia un bien
que desea.
- La voluntad busca un bien que ha sido pensado.

iii. Libertad (el hombre que puede decidir)

- Es la capacidad que tiene el hombre para actuar o no actuar, para


hacer eso o aquello, de acuerdo a la inteligencia y a la voluntad.
- Es la capacidad que tiene el hombre para escoger o decidir.
- La libertad va de la mano con la responsabilidad, es decir,
responder por los actos que realizamos.
- Hay tres tipos de libertad:
a. Movimiento. Es la libertad para moverse de un lugar a otro.
b. Acción. Es la libertad de elegir una cosa u otra.
c. Moral. Es la libertad que elige entre el bien o el mal.
- Sin embargo, la libertad está limitada por las leyes humanas y
naturales que deben respetarse.
Conclusión:
- La inteligencia, voluntad y libertad deben actuar siempre juntas.
- La inteligencia hace que el hombre descubra el BIEN.
- La voluntad mueve al hombre para que busque el BIEN.
- La libertad permite al hombre decidir si se mueve o no para
alcanzar el BIEN.

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iv. Capacidad de amar.

- Ésta brota debido a nuestra libertad.


- Es la capacidad inteligente, voluntaria y libre de darse-entregarse
uno mismo al prójimo sin condiciones.
- El amor es una actitud y el enamoramiento s un sentimiento.
- Amar es desear para el amado lo mejor de todo, no para su
satisfacción personal, sino para la del amado.
- En el amor no cabe el egoísmo, sólo la generosidad.

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2ª MEDITACIÓN: SOY HIJO DE DIOS


“Tú eres mi Hijo amado, mi preferido” Mc 1, 6-11
I. Mentalidad del mundo.
Nuestro mundo se dejar llevar por las modas, las formas de pensar que de
alguna manera observamos todos los días en la televisión, medios de
comunicación social (redes sociales), todo esto de alguna manera influye
enormemente en la sociedad, su manera de ser y actuar.
Nuestro mundo piensa que una persona vale por lo que puede tener, lo que
puede hacer y lo que puede disfrutar. Son los tres malestares: tener, poder y
placer. Por lo tanto, mientras más tengamos, podamos o disfrutemos, es más lo
que valemos.
Sin embargo, el mayor regalo que podemos tener es: SER HIJO DE DIOS, es
nuestro mayor valor.
II. ¿Tengo un Padre…?
- A lo largo de nuestra vida hemos crecido con muchas imágenes
confusas no del todo adecuadas acerca de Dios Padre.
- También influye de otra manera la imagen que tenemos de
nuestro padre de sangre (si es mala inconscientemente
imaginamos a Dios como un padre malo)
- Jesús nos revela la imagen auténtica de Dios Padre:

1º Un padre que ama (es lo propio, nos ama con un amor


incondicional). Vivir y sentirme amado por Dios, soy hijo
predilecto de Dios.
2º Un padre que es cariñoso.
3º Un padre lleno de bondad, misericordia y compasión (Lc 15,
1-1-10 la oveja perdida y 11-32 el padre bondadoso)

- La auténtica imagen de Dios nos lleva a una confianza radical en


Él.
- Tenemos un padre que nos acoge, atrae y que busca a todos sus h
hijos.
- Tener un padre significa:

a. Sabernos acogidos por Él.


b. Sentirnos consolados en el dolor y la tristeza.
c. Reconocernos perdonados totalmente.

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d. Sentirnos fortalecidos en la impotencia o fracaso.


e. Vernos impulsados a amar y dar la vida como Él.

III. Rasgos del hijo.


El Hijo por excelencia es Jesús, es el hijo natural. Nosotros somos hijos
adoptivos.
- Ga 3, 36 “Pues son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”
- Rom 8, 15 “…recibieron el Espíritu de hijos adoptivos, que nos
hace exclamar Abbá, Padre”
Ser hijo de Dios implica:
1) Nueva vida.
- Es el inicio de una nueva vida, se trata de “nacer de lo alto” Jn 3,
1-8.
- Todo inicio implica un dejar atrás lo malo, dejar el viejo yo.
- La novedad estará en la actitud que tomemos ante la vida.
- Se trata de comenzar una vida digna, vivir realmente mi dignidad
como hijo de Dios.

2) Escuchar.
- Estar atentos a la voz de Dios.
- Para escuchar la voz del Padre ocupamos el silencio interior y
exterior.
- Se trata de vivir en una permanente escucha.
- “Habla Señor que tu siervo escucha” 1 S 3, 9

3) Transformarnos.
- Estamos llamados a transformar nuestra vida a través del
encuentro con Dios.
- Esto nos lleva a renovar nuestra manera de pensar y vivir nuestra
fe.
- Es parecernos cada día más al Hijo por excelencia que es Jesús.
- Estoy llamado a identificarme y a imitar a Dios (de tal palo tal
astilla)
- 2 Cor 3, 18 “…y nos vamos transformando a imagen suya”
- Ef 5, 1 “sean ustedes pues imitadores de Dios, como hijos
queridos”.

4) Vivir mi fe.

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- “La fe es suficiente luz como para soportar las oscuridades”


Romano Guardini.
- Nuestra fe no es una obediencia ciega, sin fundamentos ni bases.
- La fe es docilidad incondicional.
- Gen 15, 6 Abraham… “creyó él en Yahvé”.

5) Vivir la esperanza.
- “Sin la esperanza se apaga el entusiasmo, decae la creatividad y
mengua la aspiración hacia los grandes valores” san Juan Pablo
II.
- Os 12, 7 “Y tú conviértete a tu Dios, observa amor y equidad y
espera en tu Dios siempre”

6) Vivir el amor.
- “Cuando uno ama, todo habla de amor, hasta nuestros trabajos
que requieren nuestra total atención pueden ser un testimonio de
nuestro amor” S. Margarita María Alacoque.
- Vivir y sentirme amado por Dios, somos los hijos predilectos de
Dios.
- 1 Jn 4, 8 “quien no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es
amor”

7) Fidelidad.
- Ser hijos fieles, es decir, fiel a sus consejos, ejemplo y
testimonio.
- Fidelidad es comprometernos con lo que asumimos.
- La fidelidad nos llevar a ser servidores de Dios.
- Mt 25, 21 “…¡Bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco,
te pondré por eso al frente de lo mucho”

“En el futuro será difícil que haya cristianos si no han tenido una experiencia
personal de sentirse hijos de Dios o hijas amada por Dios” P. José Antonio
Pagola.

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3ª MEDITACIÓN: LLAMADO A SER LIBRE Y NO ESCLAVO


“En verdad, en verdad les digo: el que vive en el pecado es esclavo del
pecado. Pero el esclavo no se quedará en la casa para siempre; el hijo, en
cambio, permanece para siempre. Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes
serán realmente libres” Jn 8, 34-36
I. Introducción. ¿esclavo o libre?
Unos siglos atrás el rey Carlos V de España hizo una visita oficial a
Barcelona. En el puerto había un barco de remos, una galera, con prisioneros
condenados a remar, castigo usual de para la época.
El rey se acercó a los prisioneros y les preguntó: ¿qué había pasado, que los
había llevado a estar ahora en esa situación? Así escuchó de primera voz las
terribles historias.
El primer hombre dijo que estaba allí porque un juez aceptó un soborno de sus
enemigos y lo condenó injustamente.
El segundo dijo que sus enemigos habían pagado a falsos testigos para que lo
acusaran.
El tercero dijo que había sido traicionado por su mejor amigo, quien escapó de
la justicia dejándolo.
Finalmente, el rey dio con un hombre que le dijo: “mi Señor, yo estoy aquí
porque lo merezco. Necesitaba dinero y le robé a una persona. Estoy aquí
porque merezco estarlo”.
El rey se quedó absolutamente anonadado y volviendo sobre el capitán del
navío de esclavos dijo:
“Aquí tenemos a todos estos hombres que son inocentes, están aquí por
injustas causas, y aquí este hombre malvado en medio de todos ellos. Que lo
liberen inmediatamente, temo que pueda infectar a los demás”.
De esta manera el hombre que se había confesado culpable fue liberado y
perdonado, mientras aquéllos que continuaban excusándose a sí mismos
volvieron a los remos y remaron por el resto de sus vidas.
II. ¿Esclavos o libres?

1) Soberbia.

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Gen 3, 5 “es que Dios sabe muy bien que el día que coman de él, se les abrirá
a ustedes los ojos, entonces ustedes serán como dioses…”
Soy soberbio cuando:
- Quiero imponer mi forma de pensar consciente o
inconscientemente.
- Cuando me hace falta tolerancia.
- Cuando no acepto correcciones.

2) Envidia (cainismo)
Gn 4, 5.8 “…Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso…Caín se lanzó
contra su hermano y lo mató”.
Soy envidioso cuando:
- Mi enojo me lleva hacerle daño al hermano con palabras,
sentimientos u obras.

3) Homicidas (cainismo)
Soy homicida cuando:
- Mis palabras hieren y lastiman al hermano.
- Murmurar: es decir algo cierto, pero que no tenemos derecho de
divulgarlo.
- Difamar: es decir una cosa falsa de otro, o quitarle la fama.
- Nos excusamos diciendo… ¿acaso soy guardián de mi hermano?

4) Idolatría.
Ex 32, 1 “Fabrícanos un dios que nos lleve adelante”
- Donde está tu tesoro ahí está tu corazón Mt 6, 21
- Puede haber ídolos materiales, mis gustos, redes sociales.
- Un ídolo es todo aquello que me lleva a separarme de Dios.
5) Indiferencia o falta de caridad.
Lc 10, 25-36 “…pasaba un sacerdote, lo vio, tomó otro camino y siguió…
levita; lo vio, tomó el otro lado y pasó a lo largo”
- Es una manera indirecta de hacerle daño al hermano.
- A veces vamos por la vida y no nos importa lo que pueda pasar al
hermano.

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6) Hipocresía o mentira.
Lc 11, 39 “ustedes limpian por fuera las copas y los platos, pero el interior de
ustedes está lleno de rapiñas y perversidades”
- Lo peor que podemos hacer es mentirnos a nosotros mismos.
- Es vivir una doble vida, para quedar bien frente al otro.
- Recordemos Dios es el que nos está observando.

III. Liberados por Cristo, con Él y en Él.


El sacramento del Bautismo nos ha limpiado de toda maldad, sin embargo,
cada día hemos de hacer una purificación profunda, esto lo hacemos en
nuestro examen de conciencia.
Es importante pasar:
- De la soberbia pasar a la humildad.
- De la envidia pasar a la generosidad.
- De la muerte pasar a ser generadores de vida.
- De los ídolos superficiales pasar al Dios del amor.
- De la indiferencia pasar a la caridad desinteresada.
- De la hipocresía pasar a ser personas auténticas.

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4ª MEDITACIÓN: LLAMADO A LA UNIDAD CON CRISTO


“Permanezcan en mí como yo con ustedes” Jn 15, 4
I. Introducción: Unidad cristiana.
Es muy bueno y delicioso
habitar en comunión; es
divino, es hermoso ser de
un solo corazón.

No buscando ya lo nuestro,
sino el bien de los demás; el
ejemplo del Maestro,
imitarlo más y más.

Perdonando las ofensas y


olvidándolas también
deben ya quedar suspensas
procurémonos el bien.

Reduciendo a la memoria al
divino y buen Jesús; no
buscó jamás su gloria,
prefiriendo aun la cruz.

El pecado dividiónos, tristes


huellas nos dejó, mas el
Cristo restaurónos, con su
amor nos vinculó.

Arturo Borja Anderson (1892-1912 poeta ecuatoriano)


Maneras de alcanzar la unidad. Significado de cada párrafo:
1. Comunión. Un solo corazón.
2. Buscar el bien de los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús.
3. Perdonando.
4. No soberbia, a ejemplo de la cruz.
5. El pecado dividió, pero Cristo restauró.

II. Tengan todos los mismos sentimientos de Cristo Flp 2, 5

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Lo primero que necesitamos es aprender a sentir, pensar y actuar como Jesús.


Aprender: es adquirir un conocimiento de algo o de Alguien por medio del
estudio, del ejercicio y de la experiencia.
1) Pensar como Cristo.
Conformar nuestro modo de pensar, decidir y actuar como Jesús.
- Un profundo amor al Padre. Heb 10, 7 He aquí que vengo a
hacer tu voluntad
- Amor a los hombres. Sus entrañas se conmovían al contemplarlos
que andaban como ovejas sin pastor Mt 9, 36
- Perdón. Con tal de ganar un alma más para su reino, estuvo
dispuesto a perdonar al ladrón un poco antes de su muerte cfr. Lc
23, 43
- Oración. Con su oración atrae a la oración Cfr. Lc 11, 1
- Justicia. Ayudar al que es más sencillo, buscar siempre el camino
para que el otro se acerque a Dios.
- Alegría y gozo pro la vida. Cfr. Mt 5, 1-12 bienaventurados,
felices, alegres los que:

+los pobres de espíritu.


+los que tienen hambre y sed de justicia.
+los que lloran.
+los pacientes.
+los compasivos.
+los de corazón limpio.
+los que trabajan por la paz.
+los perseguidos a causa del bien.
- Viviendo la humildad. Despojándose a sí mismo tomó la
condición de siervo.

III. Ejercicio de oración y meditación comunitaria Jn 11, 1-45


(resurrección de Lázaro).
“Señor Jesús, dame conocimiento interno de ti, que por mí te has hecho
hombre, para que más te ame y te siga” san Ignacio de Loyola.
Tratemos de asimilar y responder las siguientes cuestiones:
a. ¿Quién es Jesús y qué está haciendo?
b. ¿Cómo piensa Jesús?

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c. ¿Cómo siente Jesús?


d. ¿Cómo actúa Jesús?
Oración final.
Señor, enséñame a ser generoso a dar sin calcular, a devolver bien por mal, a
servir sin esperar, recompensa, a acercarme al que menos me agrada, a hacer
el bien, al que nada puede retribuirme, a amar siempre gratuitamente, a
trabajar sin preocuparme del reposo.
Y, al no tener otra cosa que dar, a donarme en todo y cada vez, más aquél que
necesita de mí esperando sólo de ti la recompensa. O mejor: esperando que tú
mismo seas mi recompensa. Amén
Ignacio Larrañaga

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5ª MEDITACIÓN: LLAMADO A FORMAR COMUNIDAD CON


TODA LA IGLESIA.
“La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma.
Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo lo tenían en común” Hc 4, 32
I. Decálogo para formar una buena comunidad.

1. Crear un clima favorable al compartir y a la corresponsabilidad.


2. Suscitar la aportación de todos a las cosas de todos.
3. Animar a los hermanos a asumir y respetar sus responsabilidades.
4. Suscitar la obediencia, en el respeto a la persona humana.
5. Escuchar gustosamente a los hermanos.
6. Promover su colaboración concorde.
7. Practicar el diálogo y ofrecer momentos de encuentro.
8. Infundir esperanza y coraje en los momentos difíciles.
9. Mirar al futuro para abrir nuevos horizontes a la misión.
10.Mantener el equilibrio entre los diversos aspectos de la vida
comunitaria: entre oración y trabajo, entre apostolado y formación,
entre esfuerzo y descanso (Cfr. Para una vida fraterna, Pier Giordano
Cabra)

II. Algunas citas bíblicas sobre la comunidad.

 “Vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos” Mt 23, 8


 “Amaos unos a otros como yo os he amado” Jn 15, 2
 “Ve primero a reconciliarte con tu hermano; vuelve entonces y presenta
tu ofrenda” Mt 5, 24
 “No seamos ávidos de glorias vacías, provocándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros” Ga 5, 26
 “Dad gracias por todo, sin cesar, a Dios Padre” Ef 5, 20
 “Cada cual considere humildemente que los otros son mejores que él”
Flp 2, 3
 “Dichosos los que trabajan por la paz” Mt 5, 9

III. Conclusión.
 La vida fraterna requiere un largo camino de liberación interior, que va
de la esclavitud del hombre viejo, deseoso de poseer y de ser servido
---al hombre nuevo capaz de practicar un servicio desinteresado.

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 Esto comporta aceptar la ley del grano de trigo, que para dar fruto debe
caer en tierra y morir.
 El amor de Dios, que me ama y por el que me siento amado, me
impulsa a amar a mis hermanos como Él me ha amado y los ha amado a
ellos.

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6ª MEDITACIÓN: LLAMADO A VIVIR MI BAUTISMO

MEDITACIÓN SÍNTESIS COMPROMISO


1ª ¿Quién soy yo? Soy una persona,
con inteligencia,
voluntad, libertad y
sobre todo con
capacidad de amar y
de llegar a Dios.
2ª Soy hijo de Dios Tengo un Padre que
me ama. Ser hijo de
Dios implica: ser y
tener nueva vida,
escuchar,
transformarnos, vivir
(fe, esperanza y
caridad) y ser fiel al
Padre.
3ª Llamado a ser Mis esclavitudes:
libre y no esclavo soberbia, envidia,
cainismo, ídolos,
indiferencia, mentira
etc.
4ª Llamado a la Aprender a sentir,
unidad con Cristo actuar y pensar
como Cristo para
lograr la unidad con
Él cfr. Flp 2, 5
5ª Llamado a formar A partir del decálogo
comunidad con toda visto lograr la
la Iglesia unidad.

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2º TRIMESTRE
Llamados a ser testigos
“Y ustedes también darán testimonio de mío” Jn 15, 47
Objetivo:
Que el seminarista reavive su ser cristiano como confirmado que le impulsa
bajo la acción del E.S (con sus dones y frutos) a ser testigo de Cristo en el
mundo y la Iglesia.
1ª MEDITACIÓN: EL ESPÍRITU EN MI VIDA
“Y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre
con ustedes” Jn 14, 6
I. Algunos ejemplos relacionados con el Espíritu Santo.
Los seres humanos aprendemos de todo lo que nos rodea. Desde que estamos
en el vientre de nuestra madre comenzamos a conocer los ruidos que están en
el exterior.
Así también, en nuestra vida como cristianos con la educación religiosa que
hemos recibido de nuestra familia, catequistas y parroquia aprendemos las
verdades fundamentales de la fe.
Una de ellas es la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, sin embargo,
con el paso del tiempo se nos puede olvidar, el hecho de cómo Él ha idos
actuando en nuestra vida. Para recordar un poco su presencia vamos a realizar
la siguiente dinámica.
Instrucciones:
- Formar 4 grupos.
- A cada grupo se le dará una cartulina con una palabra alusiva al
E.S (fuego, agua, aire y óleo).
- De cada palabra sacarán los sinónimos que más puedan.
- Buscar una cita bíblica que hable de esto.
- ¿En qué momento concreto han visto que el E.S ha actuado de
esa manera?
II. Manifestaciones del E.S en mi vida.
El E.S se ha manifestado en mi vida como:

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1. Protector.
- Es aquél que ayuda o favorece con su fuerza o influencia a
alguien para que esté en buenas condiciones.
- Es aquél que está velando por el bien de otro.
- Es aquél que impide que una persona reciba algún daño.

¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi protector?

2. Consolador.
- Es aquél que alienta en los momentos de dificultad.
- Es aquél que convierte en mi apoyo.
- Es aquél que me da palabras sabias de esperanza y amor cuando
más se necesita.

¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi consuelo?


3. Abogado o defensor.
- Es aquél que se convierte en mi amparo o refugio.
- Es aquél que me auxilia en un momento de debilidad.
- Es aquél que es mi benefactor, que da toda clase de bienes al
necesitado.

¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi defensor?


4. Maestro.
- Es el experto en sabiduría.
- Es el que me enseña en la vida diaria.
- Es aquél instructor o educador que va moldeando al discípulo.

¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi maestro?


5. Juez.
- Es el árbitro en el mejor sentido posible, que me ayuda a ver los
errores de mi conciencia y me da la oportunidad de corregirlos.

¿En qué momento de mi vida el E.S me ha ayudado como juez?

6. Espíritu de verdad.

- Es el que nos va guiando a la certeza plena.

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- Es el instrumento para llegar a la sinceridad y efectividad.


- Es el que me conduce por un camino fiable o auténtico.

¿En qué momento de mi vida el E.S me ha llevado a la verdad?

III. Conclusión y reflexión.

- ¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi protector?


- ¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi consuelo?
- ¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi defensor?
- ¿En qué momento de mi vida el E.S ha sido mi maestro?
- ¿En qué momento de mi vida el E.S me ayudado como juez?
- ¿En qué momento de mi vida el E.S me ha llevado a la verdad?

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2ª MEDITACIÓN:
EL ESPÍRITU SANTO ME REGALA SUS DONES
“Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo”
1 Cor 12, 4
1. Don de sabiduría.

- Es la gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios.


- Esto no se aprende, sino que es un regalo del E.S.
- Se trata de mirar con los ojos de Dios, sentir con el corazón de Dios y
hablar con las palabras de Dios.
- San Pablo: “Para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” Flp 1,
21

2. Don de inteligencia.

- Es el don que nos hace entender las cosas como las entiende Dios y no
con la inteligencia humana.
- Es el don con el que el E.S nos introduce en la intimidad con Dios y nos
hace partícipes del diseño de amor que Él tiene para nosotros.
- Así se podrá entender las enseñanzas de Jesús, su palabra, su
evangelio…todo esto con la ayuda de la fe.
- San Pablo: “Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el
vínculo de la perfección” Col 3, 14

3. Don de consejo.

- Es el don por el cual el E.S capacita a nuestra conciencia para hacer una
opción concreta en comunión con Dios, según la lógica de Jesús y su
evangelio.
- Dice el papa Francisco es importante decirle al Señor: “Señor ayúdame,
aconséjame, ¿qué debo hacer ahora”.
- San Pablo: “Para ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues, firmes
y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud” Ga 5,
1

4. Don de fortaleza.

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- Con este don el E.S libera el terreno de nuestro corazón, lo libera de la


tibieza, de las incertidumbres, impedimentos y de todos los temores que
pueden frenarlo.
- San Pablo: “Todo lo puedo en aquél que me conforta” Flp 4, 13

5. Don de ciencia.

- Este don nos hace ver la belleza de todo que ha creado Dios, cuando
Dios terminó de crear dijo: “vio que era bueno”, en cambio con el
hombre dijo: “muy bueno”.
- San Pablo: “Bendito sea Dios, padre de nuestro Señor Jesucristo” Ef 1,
3-14 es un himno de alabanza.

6. Don de piedad.

- Este don se trata de una relación vivida con el corazón: es nuestra


amistad con Dios, que nos dona Jesús, una amistad que cambia nuestra
vida y nos llena de alegría.
- El don de piedad suscita en nosotros la gratitud y la alabanza.
- El don de piedad significa ser capaces de gozar con quien experimenta
alegría, llorar con quien llora, estar cerca de quien está solo o
angustiado, corregir a quien está en el error, consolar a quien está
afligido, acoger y socorrer a quien pasa necesidad.
- San Pablo: “Estad siempre alegres en el Señor” Flp 4, 4

7. Don del temor de Dios.

- No significa tenerle miedo a Dios.


- Este don nos recuerda cuán pequeños somos ante Dios y su amor, y que
nuestro bien está en abandonarnos con humildad, con respeto y
confianza en sus manos que nos ama mucho.
- Este don nos hace sentirnos niños en los brazos de nuestro papá
- San Pablo: “Él temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo
haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo
que debes de hacer” Hc 9, 6

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3ª MEDITACIÓN: EL E.S ME ENTREGA SUS FRUTOS


“…para que vivan de una manera digna del Señor, agradándolo en todo,
fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios” Col
1, 10
I. Frutos del E.S Ga 5, 22; 2 Cor 6, 6

1. Caridad Mc 12, 30
- Aprender a mirar al pobre desde su pobreza, al enfermo desde su
enfermedad o al marginado desde su marginación, es el objetivo
principal de una caridad bien entendida (P. Luis Carlos Aparicio
Mesones S.M)
- La caridad es el centro que une a la comunidad con Dios y con los
demás (San Vicente Paul)
- La cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo, la caricia de la madre a
la Iglesia a su hijos, la ternura, la cercanía (Papa Francisco).

2. Gozo Flp 4, 4
- El gozo del Señor, que es mucho más que alegría, es fortaleza, es saber
que no estoy solo, Dios está conmigo.
- El gozo levanta en la lucha, te ayuda a atravesar las aguas profundas de
las pruebas, el gozo del Señor te fortalece (Mery Bracho)

3. Paz Mt 5, 9
- La paz del corazón brota de un corazón limpio.
- La paz produce tranquilidad, serenidad, disposición para que entre Dios
a nuestras vidas.
- La paz sólo la puede dar Dios, la mayor paz que puedes tener, es a Dios
en su interior.

4. Paciencia Prov 16, 32


- La paciencia no es la capacidad de esperar, sino la habilidad de
mantener una buena actitud mientras esperas.
- Algún día todo tendrá sentido, así que, por ahora, ríete ante la
confusión, sonríe a través de las lágrimas y síguete recordando que todo
pasa por una razón.
- Las cosas buenas siempre aparecen, sólo se necesita de un poco de
paciencia para saber esperarlas.

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5. Bondad Flp 4, 5
- Cuando veas a un hombre bueno, piensa en imitarlo; cuando veas uno
malo examina tu corazón.
- La bondad es la única inversión que nunca quiebra.
- No basta con hacer el bien: hay que hacerlo bien.
- Ningún acto de bondad, por pequeño que sea, es una pérdida de tiempo.

6. Benignidad Prov 15, 1


- Bene=bueno Genere=engendrar. Es el que engendra algo bueno.
- La benignidad es un bálsamo sanador que une a medida que
aprendemos a apreciarnos mutuamente.

7. Mansedumbre Mt 5, 4
- La mansedumbre es la virtud que tiene por objeto moderar la ira según
la recta razón.
- “Cualquiera puede enojarse. Eso es algo muy sencillo. Pero no enojarse
con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno,
con el propósito justo y en el modo correcto, eso ciertamente no resulta
sencillo” Aristóteles.
- La mansedumbre nunca será debilidad, es la virtud de los fuertes que
saben dominarse en busca de un bien mayor.

8. Longanimidad/perseverancia Jn 8, 31; 1 Cro 16, 11; Rom 8, 35-36


- La persona longánima se propone metas altas, a la medida del querer de
Dios.
- Ésta nos ayuda a mantenernos fieles al Señor a largo plazo.
- Este fruto del E.S da al alma la certeza plena que si pones lo que está de
tu parte, se realizarán los propósitos a pesar de los obstáculos y
dificultades.

9. Fe Gn 15, 5-6; Heb 10, 38; Mt 15, 28


- Por la fe el hombre se entrega libremente a Dios y por ella se esfuerza
por conocer y hacer la voluntad de Dios.

10. Modestia Lc 1, 48; Ef 5, 21


- La modestia nos regla una profunda paz: es el don de la presencia de
Dios en cada uno.
- La modestia regula los movimientos del cuerpo, los gestos y palabras.
- Lo contrario de la modestia es la arrogancia, que nos separa de Dios y
de los hombres.

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- La modestia incluye humildad.

11.Continencia Mt 19, 10-12


- Forma parte de la templanza, consiste en la capacidad de dominar,
controlar y orientar los impulsos de la persona integral (carácter sexual).
- Ésta nos permite ser donación para los demás.
- Sólo en la entrega generosa de la persona, se puede lograr.

12.Castidad 1 Tim 4, 12; Jud 16, 22


- Está en contra del egoísmo, no se trata de una represión.
- No significa absolutamente rechazo, ni menosprecio de la sexualidad
humana: significa más bien energía espiritual que sabe defender el amor
de los peligros del egoísmo y de la agresividad y sabe promoverlo hacia
su realización plena (Familiaris Consortio 33) Juan Pablo II.

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4ª MEDITACIÓN: EL ESPÍRITU SANTO REFUERZA MI UNIÓN


CON CRISTO Y CON LA IGLESIA
“Los invito hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que
tengan todos un mismo sentir, y no haya entre ustedes disensiones; antes bien,
vivan bien unidos en un mismo pensar y un mismo sentir” 1 Cor 1, 10
I. El E.S me une más con Jesucristo.

1. Nos inspira pensamientos y sentimientos conformes con los de


Jesucristo.
2. El Espíritu Santo ora en nosotros y por nosotros.
3. El E.S forma en nosotros las virtudes de Jesucristo.

II. El E.S me une más con la comunidad-Iglesia.

1. A mayor amor, mayor crecimiento en la comunidad.

2. Se trata de crecer en la acogida fraterna, frente al anonimato.

3. Es progresar en la comunión de corazones.

-Presente desde el AT Lv 19, 18


-Presente en el NT Hc 4, 32

4. La comunión no es un mero sentimiento de simpatía o una uniformidad


monolítica. Es un nuevo nivel de realidad.

-Supone una nueva creación, un nuevo ser, una participación


comunitaria que brota de que Dios es Trino y Amor.

5. La comunión implica unidad en la diversidad.

6. CEC 951 La comunión de los carismas: En la comunión de la Iglesia, el


Espíritu Santo "reparte gracias especiales entre los fieles" para la
edificación de la Iglesia (LG 12). Pues bien, "a cada cual se le otorga la
manifestación del Espíritu para provecho común" (1 Co 12, 7).

III. ¿Cómo se da este refuerzo?


Se da porque el E.S es:

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1. Huésped divino del alma.

“Es preciso notar que la inhabitación del Espíritu Santo que santifica a todo el
hombre, alma y cuerpo confiere una dignidad superior a la persona humana, y
da nuevo valor a las relaciones interpersonales, incluso corporales, como
advierte San Pablo en el texto de la Primera Carta a los Corintios que
acabamos de citar (1 Cor 6,19)” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan
Pablo II)

2. Principio de vida nueva con la abundancia de dones.


“Se trata de la vida que se desarrolla no sólo por las facultades naturales del
hombre entendimiento, voluntad, sensibilidad, sino también por las nuevas
capacidades adquiridas (superadditae) mediante la gracia, como explica Santo
Tomás de Aquino (S. Th., I-II, q. 62, aa. l, 3). Ellas dan a la inteligencia la
posibilidad de adherirse a Dios-Verdad mediante la fe; al corazón, la
posibilidad de amarlo mediante la caridad, que es en el hombre como «una
participación del mismo amor divino, el Espíritu Santo» (II-II, q. 23, a. 3, ad
3)” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan Pablo II”
3. Raíz de la vida interior.
“El Espíritu Santo desarrolla en el creyente todo el dinamismo de la gracia que
da la vida nueva, y de las virtudes que traducen esta vitalidad en frutos de
bondad. El Espíritu Santo actúa también desde el «seno» del creyente como
fuego, según otra semejanza que utiliza el Bautista a propósito del bautismo:
«Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego» (Mt 3,1); y Jesús mismo sobre su
misión mesiánica: «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra» (Lc 12,49).
Por ello, el Espíritu suscita una vida animada por aquel fervor que San Pablo
recomendaba en la Carta a los Romanos: «sed fervorosos en el Espíritu»
(12,11). Es la «llama viva de amor» que purifica, ilumina, abrasa y consume,
como tan bien explicó San Juan de la Cruz” (Catequesis sobre el Espíritu
Santo de Juan Pablo II).
4. Es el autor de nuestra oración.
“La oración es la primera forma de vida interior y la más excelente. Los
doctores y maestros del espíritu están tan convencidos de esta verdad, que con
frecuencia presentan la vida interior como vida de oración. El autor principal
de esta vida es el Espíritu Santo, que fue también el de la de Cristo. En efecto,
leemos en el evangelio de San Lucas: «En aquel momento, se llenó de gozo

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Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: "Yo te bendigo, Padre, Señor de del cielo y
de la tierra"» (Lc 10,21). Es una oración de alabanza y de acción de gracias
que, según el evangelista, brota del gozo interior de Jesús «en el Espíritu
Santo»” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan Pablo II)
5. Luz del alma.
“El Espíritu Santo fue Luz y Maestro interior para los Apóstoles que debían
conocer a Cristo en profundidad, a fin de poder llevar a cabo la tarea de ser
sus evangelizadores. Lo ha sido y lo es para la Iglesia y, en la Iglesia, para los
creyentes de todas las generaciones; de modo particular para los teólogos y los
maestros del espíritu, para los catequistas y los responsables de comunidades
cristianas. Lo ha sido y lo es también para todos aquellos que, dentro y fuera
de los límites visibles de la Iglesia, quieren seguir los caminos de Dios con
corazón sincero y, sin culpa, no encuentran quien los ayude a descifrar los
enigmas del alma y a descubrir la verdad revelada. Ojalá que el Señor conceda
a todos nuestros hermanos millones, es más, millares de millones la gracia del
recogimiento y de la docilidad al Espíritu Santo en los momentos que pueden
ser decisivos en su vida”. (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan Pablo
II).
6. Principio vital de la fe.
“La fe es el don fundamental que concede el Espíritu Santo para la vida
sobrenatural. El autor de la Carta a los Hebreos insiste mucho en este don,
cuando escribe a los cristianos atribulados por las persecuciones: «La fe es
garantía de lo que se espera; la prueba (o convencimiento) de las realidades
que no se ven» (Heb 11,1)” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan Pablo
II)”
7. Principio vital del amor nuevo.
“La caridad es, por tanto, el valor central del hombre nuevo, «creado según
Dios, en la justicia y santidad de la verdad» (Eph 4,24; cfr Gal 3,27; Rom
13,14). Si se compara la vida cristiana a un edificio en construcción, es fácil
reconocer en la fe el fundamento de todas las virtudes que lo componen. Es la
doctrina del Concilio de Trento, según el cual «la fe es el comienzo de la
salvación humana, fundamento y raíz de toda justificación» (cfr DS 2532).
Pero la unión con Dios mediante la fe tiene por finalidad la unión con Él en el
amor de caridad, amor divino del que participa el alma humana como fuerza
operante y unificadora” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan Pablo II)
8. Fuente de la paz.

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“Según la doctrina revelada, este principio es el Espíritu Santo, que comunica


a los hombres la paz espiritual, la paz íntima, que se expande como paz en la
sociedad.
Es Jesús mismo, hablando a los discípulos con el don del Espíritu Santo, que
establece en los corazones dicha paz. En efecto, en el texto de Juan la promesa
de la paz sigue a la promesa de la venida del Paráclito (cfr Ioh 14,26). La obra
pacificadora de Cristo se realizará por medio del Espíritu Santo, enviado para
llevar a pleno cumplimiento la misión del Salvador” (Catequesis sobre el
Espíritu Santo de Juan Pablo II)
9. Fuente de la verdadera alegría.
“Sólo el Espíritu Santo da la alegría profunda, plena, duradera, a la que aspira
todo corazón humano. El hombre es un ser hecho para la alegría, no para la
tristeza. Pablo VI recordó esto a los cristianos y a todos los hombres de
nuestro tiempo en la exhortación apostólica Gaudete in Domino. Y la alegría
verdadera es don del Espíritu Santo” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de
Juan Pablo II)
10. Generador de la fortaleza cristiana.
“Los hombres de hoy, particularmente expuestos a los asaltos, insidias y
seducciones del mundo, tienen especial necesidad del don de la fortaleza; es
decir, del don del valor y la constancia en la lucha contra el espíritu del mal
que asedia a quien vive en la tierra, para desviarlo del camino del cielo.
Especialmente en los momentos de tentación y de sufrimiento, muchos corren
el riesgo de vacilar o de ceder” (Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan
Pablo II)
11. Fuente de esperanza y perseverancia final.
La esperanza cristiana, aunque incluye el movimiento psicológico del alma
que tiende al bien arduo, se coloca en el nivel sobrenatural de las virtudes que
derivan de la gracia (cfr S. Th., III, q. 7, a. 2), como don que Dios hace al
creyente para la vida eterna. Es, por tanto, una virtud típica del homo viator, el
hombre peregrino que, aunque conoce a Dios y la vocación eterna por medio
de la fe, no ha llegado aún a la visión. La esperanza, en cierto modo, lo hace
«penetrar más allá del velo», como dice la Carta a los Hebreos (cfr 6,19)”
(Catequesis sobre el Espíritu Santo de Juan Pablo II)
Nota: Los textos están tomados de algunas audiencias generales del papa Juan
Pablo II del año 1991.

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5ª MEDITACIÓN: LLAMADOS A SER TESTIGOS DE CRISTO Y SU


EVANGELIO
“Ustedes son mis testigos” Is 43, 10
I. Somos testigos de Jesús.
El Espíritu Santo nos ha confirmado en testigos de Cristo, pero en, ¿qué
consiste ser testigos de Jesús?
a) La fe cristiana ha nacido del encuentro sorprendente que ha vivido un
grupo de hombres y mujeres con Jesús.
b) Todo comienza cuando estos discípulos (as) se ponen en contacto con
Él y experimentan “la cercanía salvadora de Dios”.
c) Esta experiencia liberadora, transformadora y humanizadora que viven
con Jesús es la que ha desencadenado todo.
d) Su fe se despierta en medio de dudas, incertidumbres y malentendidos
mientras lo siguen por los caminos de Galilea.
e) Si no hay testigos capaces de contagiar algo de lo que se vivió al
comienzo con Jesús, falta lo esencial, lo único que puede mantener viva
la fe en Él.
f) Estamos necesitados de testigos de Jesús, que abran camino en medio
de la oscuridad a ejemplo de Juan el Bautista.
g) Necesitados de cristianos que, con su experiencia personal, su espíritu y
palabra, faciliten el encuentro con él.
h) Seguidores de Jesús que lo rescaten del olvido para hacerlo más visible
entre nosotros.
i) Testigos humildes que, a ejemplo de Juan el Bautista, no se atribuyan
ninguna función, sino que centren de todo es Cristo, único protagonista.
j) Los testigos de Jesús no hablan de sí mismos.
k) En realidad, el testigo no tiene palabra, es solo una voz, que anima a
todos a allanar el camino que nos lleva a Jesús.

II. Vocación a ser testigos del Maestro.


Estamos llamados como seminaristas a parecernos cada día más al Maestro,
Jesús, el único que nos ha llamados. Sin embargo, esto implica ser testigos de
Él.
a) Testigos de la fe.
Estamos llamados a ser creyentes que despierten el deseo de Jesús y hagan
creíble su mensaje. Por un lado, tenemos como primera tarea hacer que toda

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persona se sienta atraída por Jesús, el único que es nuestro camino, verdad y
vida y por otro lado la mejor forma de hacer creíble su mensaje es
practicándolo.
b) Testigos de luz.
En medio de la oscuridad de nuestro tiempo necesitamos testigos de luz. Que
ante la oscuridad de la muerte hablemos de la luz de la vida, que ante la
oscuridad de los vicios hablemos de la luz de las virtudes de Cristo, que ante
la oscuridad del rencor hablemos de la luz del perdón, que ante la oscuridad
del consumismo hablemos de la luz de la generosidad.
c) Testigos del servidor.
Mt 20, 28 “Así como el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y
para dar la vida en rescate de muchos”. Aquí tenemos dos compromisos muy
concretos:
- Servir es poner en primer plano el bien del otro, es dejar, mi
comodidad, mi individualismo, mi egoísmo para ir en busca del
hermano que me necesita.
- Dar la vida. Es la entrega generosa de todos los días. Dar la vida en la
amabilidad con mis hermanos, dar la vida en el respeto, dar la vida
sacrificándome, dar la vida visitando a un enfermo, dar la vida
consolando al triste. Y así estaremos glorificando a Dios.

d) Testigos de amor.
Jn 15, 13 “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”. El amor
se vive en lo más ordinario de la vida, Jesús así lo ha hecho.
- El amor de Jesús, lo llevó a hacerse hombre. Es decir, Jesús es el
primero que ha vivido la empatía con el hombre, excepto el pecado.
- El amor de Jesús, lo llevó a ser migrante. Es decir, salir de su tierra para
llevar la Buena Nueva a todos.
- El amor de Jesús, lo llevó a ser humilde. Desde su nacimiento en un
pesebre hasta llegar al pesebre de la cruz.
- El amor de Jesús, lo llevó a luchar por los desprotegidos: niños, viudas,
mujeres, leprosos etc.

e) Testigos de esperanza.
“El mundo de hoy no necesita más palabras, teorías y discursos. Necesita más
vida, esperanza, sentido y amor. Hacen falta testigos más que defensores de la

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fe. Creyentes que nos puedan enseñar a vivir de otra manera porque ellos
mismos están aprendiendo a vivir de Jesús” (P. Antonio Pagola)
Esto fue lo que hizo Jesús a lo largo de su ministerio, inyectó esperanza,
sentido de vida, motivó al pueblo para llegar a Dios. Lo hizo con la adúltera,
con los leprosos, con la samaritana, los apóstoles, con los discípulos de
Emaús.
f) Testigos de misericordia.
El discípulo de Cristo debe ser testigo de la misericordia… ¿cómo? Viviendo
las parábolas de la misericordia.
- Ir a buscar la oveja perdida a causa de las drogas.
- Rescatar al hijo que se ha perdido. Recibir con los brazos abiertos al
preso, al joven sin sentido, a la madre soltera, al matrimonio que ha
fracasado.
- Practicando la alegría de la misericordia, más que condenar y juzgar al
hermano, ayudarlo, reintegrarlo con el bálsamo misericordioso de la
alegría y gozo, porque hay más alegría por un pecador que se arrepiente
que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.

g) Testigos de verdad.
Jn 18, 37 “Todo el que es de la verdad escucha mi voz”. El seguidor de Jesús
no es guardián de la verdad, sino “testigo”.
- Su quehacer no es disputar, combatir y derrotar a los adversarios, sino
vivir la verdad del evangelio y comunicar la experiencia de Jesús, que
está cambiando su vida.
- El cristiano tampoco es “propietario” de la verdad, sino testigo.
- No impone su doctrina, no controla la fe de los demás, no pretende
tener la razón en todo.
- Vive convirtiéndose a Jesús, contagia la atracción que siente por Él,
ayuda a mirar hacia el evangelio, pone en todas partes la verdad de
Jesús.
- La Iglesia atraerá a la gente cuando vean que nuestro rostro se parece al
de Jesús, y que nuestra vida recuerda a la suya.

h) Testigos de la paz.
“La paz les dejo, mi paz les doy” Jn 14 27. Éste era el saludo de Cristo. Sólo
los hombres que poseen la paz pueden ponerla en la sociedad.

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- No se puede sembrar paz con el corazón lleno de resentimiento,


intolerancia.
- La paz se construye en clima amistoso de entendimiento, mutua
aceptación y diálogo.
- El testigo de la paz, busca el bien de todos, no excluye a nadie, respeta
las diferencias, no alimenta la agresión, fomenta lo que une, nunca lo
que enfrenta.
- Si los seguidores de Jesús, no llevan paz en su corazón, ¿entonces qué
es lo que llevan? (miedos, intereses, ambiciones, irresponsabilidad).

i) Testigos del resucitado.


Dice María Magdalena: “He visto al Señor” Jn 20, 18. Somos testigos del
viviente, del que ha vencido las cadenas de la muerte.
- Quien ha experimentado a Jesús “lleno de vida” siente la necesidad de
contarlo a otros.
- Contagia lo que vive, no se queda mudo y se convierte en testigo.
- Es hermoso el testimonio de Pablo, ya no vivo yo, es Cristo quien vive
en mí.
- El testigo comunica su propia experiencia. No cree teóricamente cosas
sobre Jesús; cree en Él porque lo siente lleno de vida.
- No sólo afirma que la salvación del hombre está en Cristo; sino que él
mismo se siente sostenido, fortalecido y salvado por Él.
- Su unión con Jesús resucitado no es una ilusión; es algo real que está
transformando poco a poco su manera de ser.
- No es una teoría vaga, es una experiencia concreta que motiva e
impulsa su vida.

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6ª MEDITACIÓN: LLAMADO A VIVIR MI CONFIRMACIÓN

MEDITACIÓN SÍNTESIS COMPROMISO


1ª El Espíritu Santo Como seminarista
en mi vida descubro que el
Espíritu Santo ha
estado presente en mi
vida como mi
protector, maestro y
consolador.
2ª El Espíritu Santo Amo y doy gracias al
me regala sus dones E.S por los dones que
me ha dado: sabiduría,
inteligencia, consejo,
fortaleza, ciencia,
piedad y temor de
Dios
3ª El Espíritu Santo Me gozo en los frutos
me regala sus frutos del E.S: caridad, gozo,
paz, paciencia,
bondad, benignidad,
mansedumbre,
longanimidad, fe,
modestia, continencia
y castidad.
4ª El Espíritu Santo El E.S me une a
refuerza mi unión Cristo y a la Iglesia,
con Cristo y con la porque habita en mí,
Iglesia es fuente de paz, luz
del alma y generador
de fortaleza.
5ª Llamados a ser Tengo una misión
testigos de Cristo y como cristiano y
evangelio seminarista: ser
testigo de Cristo, que
es luz, verdad, amor,

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Reiniciación Cristiana | Discernimiento

vida.
3º TRIMESTRE
“Yo soy el vivo bajado del cielo” Jn 6, 41
Objetivo:
Que el seminarista ame la Eucaristía como banquete y sacrificio, para que
pueda alimentarse de ella, adorarla, celebrarla y vivirla.

1ª MEDITACIÓN: LA EUCARISTÍA EN MI VIDA


“Después mandó a la multitud sentarse en la hierba, tomó los cinco panes y
los dos pescados, alzó la vista al cielo, dio gracias partió el pan y se lo dio a
sus discípulos; ellos se los dieron a la multitud”
Mt 14 19
Introducción: leer y compartir el pasaje Mt 14, 13-21
I. Retroalimentación comunitaria.
Se trata de que el seminarista exprese cuál ha sido su experiencia que ha
tenido con el sacramento de la Eucaristía.
- ¿Para ti qué significa la Eucaristía?
- ¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de este sacramento?
- ¿Tus padres de familia, cuál es la relación que tienen con este
sacramento?
- ¿Recuerdas algún consejo de algún familiar acerca de la Misa?
- ¿Cómo viviste tu primera Comunión?
- ¿Cuál fue el impacto que tuvo en tu persona al comulgar por primera
vez?
- ¿Tu padrino te siguieron acompañando en tu vida como cristiano?
- ¿Cuál fue el sacerdote que te dio tu primera comunión?
- ¿Recuerdas a tu catequista que te preparó…qué experiencia te queda del
Catecismo que aprendiste?

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2ª MEDITACIÓN: LA EUCARISTÍA ALIMENTO NECESARIO


El mejor Banquete
“Mientras cenaban, Jesús tomó pan (vino), pronunció la bendición, lo partió
y se lo dio a sus discípulos…”
Mt 26, 26.27
I. Introducción.
“Asimismo, en esta noche –continuó el Maestro como ensimismado en sus
pensamientos-, por mi presencia en el pan y en el vino quiero constituirme
como compañero inseparable de toda soledad humana hasta el fin de los
tiempos. Entraré en las frágiles cabañas habitadas por el dolor velaré el sueño
de los huérfanos y me sentaré a su sombra con entrañas de madre; infundiré un
soplo fresco de alegría en el corazón de las viudas que lloran a sus hijos
muertos. Para los heridos al borde del camino seré un delicado hálito de brisa,
y un firme báculo para los encorvados por el peso de la edad. En fin, seré una
isla en el océano de la soledad y un oasis en el desierto de la Humanidad.
Desde esta noche nadie tendrá derecho a lamentarse su soledad o su orfandad.
Soy para todos presencia resucitada de pan y vino”
Cfr. El pobre de Nazaret, Ignacio Larrañaga, p. 293
II. Reflexiones de la Eucaristía como banquete.

- “Cada celebración eucarística es aún hoy el mismo banquete que


celebró Jesús con sus discípulos, y al mismo tiempo la anticipación del
banquete que el Señor celebrará con los redimidos al final de los
tiempos. No somos nosotros los hombres los que hacemos la
celebración, es el Señor quien convoca a ella y está presente en ella de
modo misterioso” YOUCAT 212
- La Eucaristía es el banquete sagrado de la comunión en el Cuerpo y la
Sangre del Señor CEC 1382
- El altar representa dos aspectos: el altar del sacrificio y la mesa del
Señor CEC 1383
- El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento
de la Eucaristía CEC 1384

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- Para responder a esta invitación debemos prepararnos para este


momento tan grande y tan santo CEC 1385 ¿Cómo me preparo como
seminarista?
- Ante la grandeza de este sacramento se requiere mucha humildad para
acercarnos a él, como el Centurión CEC 1386
- “Cristianos, ¿quién hará mejor vuestros negocios Dios Padre o
vosotros? Juntaos con Jesucristo nuestro Señor, aparejaos para bien
comulgar; y recibiéndolo a Él, y junto con Él, os recibirá su Padre por
hijos, y se encargará de vuestros negocios, como miembros vivos de
quien tanto ama” San Juan de Ávila.

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3ª LA EUCARISTÍA COMO SACRIFICIO


“Este es mi cuerpo que va a ser entregado por ustedes…”
Lc 22, 19
I. Introducción.
“El crucificado iba sumergiéndose en las vastas soledades de la agonía, y en
su entorno comenzó de improviso a declinar la luz solar, y las tinieblas
comenzaron a extenderse sobre la faz de la tierra (Mt 27, 45). En medio de
esta oscuridad cósmica, el Pobre de Dios fue sumergiéndose lentamente en
otra tiniebla interior, densa y desolada, en cuyas corrientes se sentía ahogar.
Debido a su posición corporal en la cruz, ningún músculo descansaba. Y, así,
al dolor físico se agregaba una indecible fatiga muscular. Iba perdiendo
incesantemente la exigua capacidad de resistencia que le quedaba, y las
últimas gotas de sangre. A fuerza de sufrir, la capacidad de sufrimiento de
Jesús se fue embotando cada vez más, entrando en un oscuro enervamiento
general, los ojos se le llenaron de niebla, y, a causa de altísima fiebre, su
mente comenzó a entrar en una nube confusa”
Cfr. El Pobre de Nazaret, Ignacio Larrañaga, p. 343
II. Reflexiones.
+ El sacrificio de Cristo es:
- Una auto-donación voluntaria de su propia vida.
- Es el sacrificio por excelencia
- El sacrificio que actualiza y presencializa el sacrificio de Cristo en la
cruz, que se hace presente en la Eucaristía.
+ Santo Sacrificio, Santa Misa, Sacrificio de la Misa: el único sacrificio de
Cristo, que completa y supera todos los sacrificios, se hace presente en la
Eucaristía. La Iglesia y los creyentes se incluyen a sí mismos, con su entrega,
en el sacrificio de Cristo. YOUCAT 212.
+ La Eucaristía es un sacrificio de acción de gracias al Padre, una bendición
por la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a Dios por todos sus
beneficios CEC 1360
+ La Eucaristía es también el sacrificio de alabanza por medio del cual canta
la gloria de Dios en nombre de toda la creación CEC 1361
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+ La Eucaristía es, pues, un sacrificio porque representa (hace presente) el


sacrificio de la cruz, porque es su memorial CEC 1366 (En la cruz fue un
sacrificio cruento y en la Eucaristía es incruento)
+ La Eucaristía es el sacrificio de la Iglesia. Con Cristo ella se ofrece
totalmente. Se une a su intercesión ante el Padre por todos los hombres. En la
Eucaristía, el sacrificio de Cristo se hace también el sacrificio de los miembros
de su Cuerpo.
La vida de los fieles, su alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se
unen a los de Cristo y a su total ofrenda y adquieren así un valor nuevo.
El sacrificio de Cristo presente sobre el altar da a todas las generaciones de
cristianos la posibilidad de unirse a su ofrenda CEC 1368

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4ª MEDITACIÓN: LA PRESENCIA REAL DE LA EUCARISTÍA


Que me lleva a la adoración
“Tenemos mucho trabajo. Nuestros hospitales y nuestras casas de
moribundos están llenas en todas partes. Cuando comenzamos a tener la
adoración diaria, nuestro amor a Cristo se volvió más íntimo, nuestro amor
mutuo, más comprensivo, nuestro amor a los pobres, más misericordioso y el
número de vocaciones se ha duplicado”
Santa Teresa de Calcuta
Introducción.
“Jesucristo está presente en la Eucaristía de un modo único e incomparable.
Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo
y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero. Dios y
hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las
especies eucarísticas del pan y del vino”
/Síntesis del CEC, 282
1ª Presencia única e incomparable:
- Porque se trata de una presencia personal.
- No se trata de una presencia de un objeto o de alguna cosa.
- Sino es la presencia de Jesucristo resucitado vivo y verdadero.
- Con el que podemos interactuar.
2ª Presencia verdadera:
- No es meramente metafórica (figurada), ni es presencia meramente
intencional.
3ª Presencia real:
- Es decir, hay una identidad entre Jesús de Nazaret muerto y resucitado
con el Jesús eucarístico.
4ª Presencia sustancial:
- Es decir, en la Eucaristía está Jesús con su Cuerpo, Alma y Divinidad.
- Está todo entero su naturaleza humana y divina (hombre-Dios)
5ª Presencia sacramental:
- Es decir, que está presente bajo las especies de pan y vino.

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- La materia-sustancia es la que cambia y los accidentes permanecen


(transubstanciación)
6ª Presencia permanente:
- No es una presencia transitoria.
- Permanece en cuanto duren las especies del pan y del vino sin echarse a
perder.
7ª Presencia relacional:
- No encerrada en sí misma.
- Sino conectada con los demás, porque también Cristo está presente en
el otro (prójimo), ahí está también la presencia de Dios.

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5ª MEDITACIÓN: LOS FRUTOS DE LA EUCARISTÍA


Que me llevan a la Comunión
“…el que coma de este pan vivirá para siempre”
Jn 6, 51
Introducción: lectura del texto bíblico Jn 6, 48-58
I. Fruto, unión con Cristo.

- Acrecienta nuestra unión con Cristo.


- Se trata de una unión íntima con Cristo.
- La vida que tenemos en Cristo, encuentra su fundamento en el Banquete
de la Eucaristía.

II. Fruto, unión con el E. Santo.

- Cada comunión nos comunica al E. Santo.


- En la “epíclesis” la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu para que
el pan y el vino se conviertan en el cuerpo y la sangre de Cristo.
- Quienes toman parte de la Eucaristía estamos llamados a formar un solo
cuerpo y un solo espíritu.
III. Fruto, unión con la Iglesia.

- La Eucaristía es el centro de toda la vida de la Iglesia.


- La Eucaristía hace a la Iglesia.
- La Eucaristía es la fuente y el culmen de toda la vida de la Iglesia.
- La Eucaristía renueva, fortifica y profundiza nuestra incorporación a la
Iglesia realizada ya por el Bautismo.
- La Eucaristía nos une especialmente con los pobres y nos compromete
con ellos.
IV. Fruto, aumenta nuestra salvación.

- En cada Eucaristía se aumenta la Gracia (Cristo mismo)


- Se aumentan y se refuerzan las virtudes teologales.

V. Fruto, nos perdona los pecados.

- Se nos perdonan y purifican los pecados veniales.


- Nos separa del pecado o nos preserva de futuros pecados mortales.

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Reiniciación Cristiana | Discernimiento

VI. Fruto, nos hace pregustar el cielo.

- La Eucaristía es la anticipación de la gloria celestial.


- La Eucaristía es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, sino
para vivir en Jesucristo.
- Nos fortalece en la peregrinación de la vida terrena.
- Nos une con la Iglesia triunfante.

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Reiniciación Cristiana | Discernimiento

6ª MEDITACIÓN: LLAMADOS A VIVIR LA EUCARISTÍA


(COMPROMISO)

MEDITACIÓN SÍNTESIS COMPROMISO


1ª La Eucaristía en Como seminarista
mi vida descubro cuál ha
sido mi
experiencia con/en
la Eucaristía
2ª La Eucaristía La Eucaristía tiene
como Banquete esta dimensión de
Banquete, que me
invita a
prepararme de la
mejor manera
3ª La Eucaristía En cada Eucaristía
como Sacrificio se actualiza el
misterio pascual
de Cristo
4ª Los frutos de la La Eucaristía
Comunión ofrece
muchísimos
regalos.
Una común unión
especial con
Cristo.
5ª La presencia Jesús está presente
real de Jesús en la en la Eucaristía de
Eucaristía manera real,
personal
permanente,
sacramental, que
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Reiniciación Cristiana | Discernimiento

me lleva a
reconocerle.

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