Lea cuidadosamente el relato 19 A veces todo lo que se requiere para resolver aparentes contradicciones es leer con cuidado el relato y razonar sobre lo que se dice. Nos encontramos con un ejemplo de esto en los Evangelios. Sobre cuando se llevaban a Jesús para darle muerte, el Evangelio de Juan dice: “Cargando el madero de tormento para sí mismo, él salió”. (Juan 19:17.) Sin embargo, Lucas dice: “Ahora bien, al llevárselo de allí, echaron mano de Simón, cierto natural de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima el madero de tormento para que lo cargara detrás de Jesús”. (Lucas 23:26.) ¿Quién cargó el instrumento de muerte?, ¿Jesús, o Simón? 23 Es evidente que al comienzo Jesús cargó su propio madero de tormento, como señala Juan. Pero después, como testifican Mateo, Marcos y Lucas, se obligó a Simón de Cirene a que lo cargara por Jesús el resto del camino hasta el lugar donde Jesús fue ejecutado.
*** w91 15/4 pág. 28 ¿Recuerda usted? ***
¿Qué quiso decir Jesús cuando, en camino a ser ejecutado en el madero, dijo: “Si hacen estas cosas cuando el árbol está húmedo, ¿qué ocurrirá cuando esté marchito?”. (Lucas 23:31.) Jesús aludía aquí al árbol de la nación judía. La nación todavía tenía un poco de humedad de vida porque Jesús estaba entre ellos junto con un resto que creía en él. Sin embargo, cuando todos estos fueran sacados de la nación, solo quedaría un árbol espiritualmente muerto, una organización nacional marchita.— 15/1, página 9. *** w08 1/6 pág. 27 ¿Lo sabía? *** ¿Por qué sintió miedo Poncio Pilato cuando oyó la acusación de que Jesús se había declarado “hijo de Dios”? (Juan 19:7.) Hay que tener en cuenta que, después de su muerte, Julio César había sido elevado al rango de dios por el Senado romano. A partir de entonces, su hijo adoptivo y sucesor, Octavio, fue declarado divi filius, es decir, “hijo de Dios” o “hijo de un ser divino”. Tal designación latina se convirtió en un título solemne de los emperadores, lo cual se puede comprobar en numerosas inscripciones grabadas en altares, estatuas, monedas y templos romanos. Así que cuando los judíos dijeron que Jesús se había declarado “hijo de Dios”, prácticamente lo estaban acusando de adoptar un título oficial, y hacer eso equivalía a traición. Para cuando Jesús fue procesado, Tiberio ya había heredado el título divi filius. Este temido emperador tenía la reputación de asesinar a cualquiera que considerara su enemigo. No es de extrañar que Pilato sintiera “mayor temor” cuando los judíos le insinuaron que sería desleal a César si no condenaba a Jesús. Finalmente, este gobernador romano cedió a la presión y ordenó la ejecución de Jesús (Juan 19:8, 12-16).
*** w08 15/4 pág. 32 párr. 5 Puntos sobresalientes del libro de
Juan *** Juan 19:11. Al hablarle a Pilato del hombre que lo había entregado, ¿se refería Jesús a Judas Iscariote? En lugar de pensar en Judas o en alguna otra persona específica, parece que Jesús estaba incluyendo a todos los que compartían la culpa de su asesinato. Entre ellos estaban Judas, “los sacerdotes principales y todo el Sanedrín” y hasta “las muchedumbres” que se dejaron convencer y pidieron a Barrabás (Mat. 26:59-65; 27:1, 2, 20-22). *** it-1 pág. 466 César *** (Jn 19:12.) La expresión “amigo de César” era un título honorífico que a menudo recibían los gobernadores de las provincias; no obstante, es probable que en esta ocasión los líderes religiosos lo hayan usado en un sentido general, dando a entender que a Pilato mismo se le podía acusar de tolerar alta traición. El temor a un emperador receloso fue un factor importante para que Pilato dictase sentencia de muerte contra un hombre inocente.
*** w91 15/4 pág. 28 ¿Recuerda usted? ***
¿Cómo puede seguir gozoso el cristiano mientras se enfrenta a pruebas como las enfermedades físicas, la depresión y los problemas económicos? La Palabra de Dios suministra el consuelo y la dirección que se necesitan. El leer los salmos o escuchar su lectura puede suministrar mucho refrigerio. David nos aconsejó: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará”. También nos aseguró que Jehová en verdad es el “Oidor de la oración”. (Salmo 55:22; 65:2.) La organización de Jehová siempre está lista para ayudarnos a resolver nuestros problemas mediante sus publicaciones y los ancianos de la congregación.—1/1, páginas 14, 15.