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______________________________________________________________Plagas.

Capítulo XI

CAPÍTULO XI

PLAGAS

N. VALENCIAGA Y A. BARRIENTOS

Contenido Página
Introducción 243
Generalidades 244
Falso medidor de los pastos 244
Palomilla del maíz 249
Bórer 250
Crisomélido o comedor de hojas 250
Salivita o salibazo de los pastos 251
Afidos o pulgones 252
Guagua javanesa 252
Trips 252
Patógenos 252
Consideraciones generales 253
Referencias 254

Los organismos nocivos tales como insectos, enfermedades y malezas, que pueden aparecer
en el cultivo del king grass no son, hasta el momento, una limitante para la obtención de
buenos rendimientos. Con respecto a los insectos que en él pueden habitar, sólo tienden a
provocar daños en períodos muy marcados del cultivo o en momentos en que las condiciones
del ecosistema son favorables para el incremento de la población de determinado insecto.
Por ello, el objetivo del presente capítulo es informar acerca de las principales plagas que
pueden aparecer durante la explotación de Pennisetum.

Generalidades

En la tabla 1 se muestran los insectos-plagas asociados al género Pennisetum. En Cuba, el


insecto-plaga que mayor daño causa a este cultivo pertenece al género Mocis y existen tres

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especies fundamentales: Mocis latines (Guenné), Mocis remanda (F) y Mocis
disseverans (Walk) conocidos comúnmente como falso medidor de los pastos. Otros insectos
se presentan como plagas pero en menor proporción, tales como: palomilla del maíz, bórer,
crisomélido y salivita. Además, se mencionan otros que aunque se pueden encontrar
asociados al cultivo, casi nunca causan problemas fitosanitarios como: áfidos o pulgones,
guagua de la caña y trips.

Tabla 1. Insectos-plagas asociados al cultivo de king grass.


Lugar de la
Orden Familia Nombre Nombre vulgar Planta
científico que atacan
Noctuidae Mocis spp. Falso medidor Hojas
de los pastos
Lepidoptera Noctuidae Spodoptera Palomilla del Hojas centrales
frugiperda maíz
(Smith)
Pyrallidae Diatraea sp. Bórer Tallos
Coleoptera Chrysomelidae Colaspis Crisomélido o Hojas
brunnea Fabr. comedor de
hojas
Hemiptera Cercopidae Monecphora Salivita Base del tallo
bicincta
fraterna Uhler

Falso medidor de los pastos

Los ataques de larvas de Mocis son esporádicos y su cuantía y daños son variables. Sin
embargo, en ocasiones pueden provocar la pérdida del 100 % de las hojas. La primera
manifestación del ataque se aprecia durante el inicio de la estación lluviosa (desde finales de
abril hasta mediado de mayo), y se establecen varias generaciones hasta el mes de octubre.
Al principio el nivel de la plaga se mantiene bajo, con daños de poca cuantía, pero la primera
generación asegura el suficiente número de progenitores para las siguientes generaciones.

Generalmente el ataque de este insecto no comienza en los límites de las áreas de pastos
(caminos, carreteras), sino en las partes centrales de éstos. Al inicio del ataque se hace difícil
su localización, debido al diminuto tamaño de las larvas, su coloración y la ubicación en el
suelo o muy próximo a éste, ya que los primeros daños aparecen en las hojas más bajas. La

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plaga se aprecia fácilmente cuando sus larvas han alcanzado un tamaño de 0.5 a 1.0 cm,
período en el cual devoran la mayor cantidad de hojas y los ataques se producen siempre con
un gran número de larvas que se mueven preferiblemente en dirección norte.

La intensidad de la plaga varía cada año debido a la influencia de los factores bióticos y
climáticos. Generalmente, aunque se conoce que la aparición de la plaga se corresponde con
el aumento de la temperatura, la humedad relativa y las lluvias primaverales, no alcanza en
todos los años pérdidas económicas ya que se ha demostrado que el insecto parece tener ciclos
de poblaciones trienales.

No obstante, se ha constatado que la aparición como plaga severa en king grass está asociada
a cuatro condiciones favorables:

 Que el cultivo se encuentre en fase de establecimiento o de rebrote en campos ya


establecidos.

 Que el cultivo tenga márgenes colindantes o muy próximas a áreas de pastos de


crecimiento estolonífero, principalmente pasto estrella (Cynodon nlemfuensis).

 La presencia de malas hierbas de gramíneas.

 Que exista alto grado de fertilización nitrogenada en el suelo donde se desarrolla el


cultivo.

Estas condiciones parecen favorecer que las larvas de Mocis recién eclosionadas de sus
huevos, encuentren hojas suaves y tiernas para su desarrollo inicial y cuando alcanzan el
segundo o tercer estadio, están en condiciones de consumir las hojas de esta gramínea. Otra
razón que puede confirmar este hecho, es que en las hojas superiores del cultivo establecido,
no es frecuente encontrar larvas de los dos primeros estadios de esta plaga.

La asociación del king grass con otras gramíneas o leguminosas intercaladas, provoca cierto
desequilibrio en los índices de Mocis. De esta manera, se evidenció que el número de larvas
de esta plaga fue mayor cuando este cultivo estuvo asociado con dólico (figura 1) o con

millo forrajero, mientras que cuando se intercaló maíz o no se intercaló otro cultivo, el
número de larvas/m2 fue menor.

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Este comportamiento parece estar determinado por el enhierbamiento que aparece cuando son
intercalados cultivos de porte bajo y como se señaló anteriormente, siempre que existan otras
gramíneas rastreras o de hábito de crecimiento de baja altura, lo que condiciona que las
larvas se desarrollen con facilidad y después del 2 do ó 3er estadio se trasladan hacia las hojas
del king grass.
Figura 1. Indice de larvas de Mocis en king grass con diferentes cultivos intercalados.

30

25
A King grass

20 B King grass + maíz


No. larvas/m2

D King grass + millo


15
C King grass + Dolichos
10

0
A B C D

Como medidas de combate contra Mocis tradicionalmente se han empleado medios químicos,
biológicos y culturales, en dependencia del estado fenológico del cultivo atacado. Sin
embargo, la tendencia consiste en recomendar el manejo integrado de plagas donde se
combinen, de forma armónica, estos métodos de control. Con este manejo el método
químico justifica su empleo cuando el ataque de Mocis es masivo y el índice de plaga es de 10
a 20 larvas/m2 y la aplicación del producto debe ser dirigida hacia los focos de mayor
concentración de larvas. Sólo es factible la aspersión del insecticida cuando la planta no
sobrepasa la altura de 1 m, excepto en áreas muy extensas donde se puede hacer uso y
justifique la aspersión aérea.

En este caso, puede emplearse cualquier insecticida de ingestión y de contacto en dosis de 2,5
a 3 kg s.a/ha disuelto en 600 L de agua, aunque se prefiere utilizar insecticidas piretroides que
resultan menos tóxicos y más eficaces en el control de insectos-plagas, cuyas dosis no

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sobrepasen los 0,5 L s.a./ha y entre los que se puede recomendar: Decis, Cypermetrina,
Permetrina y Karathe.

Resulta de gran efectividad en el combate del estado adulto, el uso del método de control
químico preventivo mediante la aplicación de cebo envenenado en bandas. La composición
del cebo es de 5 kg de un insecticida inodoro más 20 litros de melaza, disueltos ambos en 600
L de agua (Barrientos y Mora 1989). La aplicación del cebo se realiza en bandas de 10 m y
separados entre sí a 50 m. Bajo pastoreo se harán aplicaciones en cuartones alternos, tomando
en este caso, las medidas necesarias para evitar la intoxicación de los animales.

Su acción en la plaga se logra por la atracción de las polillas o insectos adultos hacia las
bandas tratadas, donde al alimentarse de esta solución, mueren por efecto de ingestión. Con
este método se logra la muerte inmediata del 80 % de la población de larvas, por lo que se
recomienda sólo cuando la plaga sobrepase los valores críticos de infestación y cuyo ataque
constituya un peligro que pudiera devastar las plantas.

Algunos productores han obtenido buenos resultados al hacer aplicaciones frecuentes de este
cebo alrededor de las áreas forrajeras, creando así una barrera donde son atraídos y mueren
los adultos de Mocis. Este método requiere la utilización de trampas-miel (figura 2) para
determinar los índices de plaga antes y después del tratamiento. Un índice de 5
mariposas/trampa/semana, es el que debe tenerse en cuenta para realizar el tratamiento.

Posteriormente, Ayala et al. (1996) recomiendan sustituir los insecticidas químicos aplicados
en franjas, por biopreparados de hongos entomopatógenos (Metarhizium y Beauveria), lo cual
evita la contaminación ambiental.

Los métodos de control biológico han mostrado ser eficaces contra Mocis. Las liberaciones
de Trichogramma minutum o T. pretiosum contra el estado de huevos reducen sensiblemente
las poblaciones de esta plaga. Las liberaciones deben ser de 5 mil individuos/ha y dosis de
hasta 30 mil cuando el índice de Mocis adulto es superior a dos por trampa (Anon 1987).

Soporte del recipiente

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Soporte de trampa
Altura = 1,5 m Vista lateral Tapa
Altura 50 mm
Recipiente
Aro
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Trampa
instalada

Diámetro165 mm
Dimensiones del recipiente

Vista superior

Solución. Agregar ½ del volumen del recipiente, 75 % de melaza y 25 % de agua

Figura 2. Trampa de melaza para la captura de adultos del falso medidor de los pastos.

El comienzo de las liberaciones se efectúa en el mes de abril y la frecuencia sucesiva de


aplicaciones será aproximadamente de 10 días. Las liberaciones frecuentes garantizan que
este agente se establezca y colonice las zonas tratadas, permaneciendo su acción por un
tiempo relativamente prolongado, siempre que no se intervenga con medios químicos de
control u otros que afecten su hábitat.

El combate mediante el insecticida biológico Bacillus thuringiensis estará dirigido contra las
larvas. La dosis indicada es de 4 L/ha diluidos en 450 L de agua a una concentración de 108
esporas⁄mL. Los criterios para su aplicación están basados en índices superiores a 2 larvas/m 2
y deben repetirse las aspersiones cada 7 días, si el índice de plaga se mantiene o aumenta.

Las aplicaciones se realizarán en horas de la tarde pasadas las 4:00 ó 5:00 pm, para evitar que
la bacteria se dañe por efecto de la intensidad de los rayos solares y de la elevada temperatura

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y que por ende, pueda influir en su efectividad. La bacteria logrará efectividades superiores al
90 % al cabo de los 10 días de aplicado el producto.

La bacteria tiene la capacidad de infectar a las larvas de Mocis y causar su muerte. Su acción
sobre este estado biológico de la plaga brinda la posibilidad de combatir las poblaciones
residuales de larvas, que pudieran escapar de los métodos anteriores y también se puede
utilizar independientemente de ellos. Puede permanecer en los campos tratados por un
tiempo relativamente prolongado y tiene la ventaja de ser inocuo para el hombre y los
animales.

Además, se pueden aplicar otros biopreparados basados en el hongo Metarhizium anisopliae


en dosis de 3 kg/ha, y se logran efectividades similares al Bacillus. Estos microorganismos
entomopatógenos, además de ejercer control en las larvas, reducen las poblaciones y la
fecundidad de los adultos, con menores riesgos para la entomofauna beneficiosa.

El estado fenológico del cultivo puede determinar, en algunas circunstancias, el método de


combate que se emplea. Es recomendable que cuando la plantación sobrepase la altura de 1m
se realice un corte o un pastoreo profundo si es inminente un ataque masivo de Mocis y
posteriormente, realizar la aplicación de un insecticida químico o biológico contra las larvas
que escapen al corte o pastoreo. También, el corte de las áreas de mayor índice de larvas que
constituyen los focos de propagación principales, reduce la posibilidad de daño. En este
último caso es imprescindible la aplicación, posterior al corte, de insecticida de forma
inmediata.

Palomilla del maíz

La palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda J. E. Smith) puede ser considerada como
dañina durante el período de establecimiento o de rebrote en plantaciones ya establecidas. Su
hábito de alimentación en el king grass lo realiza igual que en el maíz, al localizar sus larvas
alojadas en las hojas centrales y en la región de su crecimiento. Sus larvas nunca se
encuentran sobre las hojas ni comiendo en éstas, así como tampoco en plantas con altura
superior a 1m.

Son más probables los ataques en el período de inicio de la época de lluvia y aún durante ésta,
pero en poca abundancia cuando las precipitaciones son continuadas y de gran intensidad.

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Durante la estación seca y de bajas temperaturas, puede haber pequeños brotes
indistintamente. Hasta el momento, no se ha observado que el ataque de Spodóptera cause
daños económicos de significación. No obstante, si fuera necesario regular sus poblaciones
resultan igualmente efectivos el empleo de los métodos de control descritos para el falso
medidor.

Bórer

El bórer de los tallos (Diatraea saccharalis Fabr.) constituye una plaga ocasional del king
grass. Las larvas de este lepidóptero se alojan y realizan su daño en el interior del tallo donde
hacen galerías, similar al daño que ocasiona en la caña de azúcar. Su presencia es más
frecuente en plantas con más de tres nudos, que en los períodos de establecimiento o de
rebrote. Aunque el bórer comúnmente se encuentra en este cultivo, hasta el momento, no ha
sido preocupante su presencia debido a que no han reflejado daños manifiestos, por lo que no
es necesario utilizar ningún método de combate. Por otra parte, el corte frecuente a que son
sometidas las plantaciones de king grass, constituye un método mecánico de control, tanto
para la palomilla como para el bórer.

Crisomélido o comedor de hojas

Colaspis brunnea Fabr. coleóptero comedor de hojas que es frecuente encontrarlo presente en
este cultivo durante todo su período de desarrollo, aunque su población casi nunca sobrepasa
el umbral de daño económico. De elevar sus poblaciones, el insecto es capaz de provocar
daños considerables entre los 10 y 20 días después de haber sido plantado el cultivo.

Los daños se caracterizan por perforaciones irregulares a ambos lados del nervio central del
limbo o en sus bordes. El estadio adulto de esta plaga es el que realiza dicho daño, ya que sus
larvas viven en el suelo, se alimentan de raíces de esta planta forrajera y de otras gramíneas
asociadas, sin causar daños visibles.

Valores de hasta 20 insectos/m2 se han encontrado en áreas de king grass 20 días después del
rebrote. Los daños que causa no han sido valorados debido a su aparición de forma errática.

Generalmente, su presencia esporádica y en poblaciones bajas, no requiere de la aplicación de


medidas de control.

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Salivita o salivazo de los pastos

Monecphora bicincta fraterna Uhler, salivita de los pastos, adquiere su nombre común debido
a la característica que posee el insecto de formar una masa espumosa alrededor de su cuerpo,
similar a la saliva, que le sirve de medio de protección, desarrollo y hábitat. A pesar que
constituye una plaga importante en numerosas gramíneas, en plantaciones de Pennisetum
como el king grass se presenta de forma ocasional, y es más frecuente después del corte,
aunque se ha observado en plantas de porte de 2,50 m y sus ninfas se encuentran en las raíces
adventicias, cerca del suelo. En los campos sometidos a corte se ubican entre las raíces
alrededor del plantón y a nivel del suelo.

Los restos de hojas y la sombra que le brindan los nuevos rebrotes permiten que este insecto
encuentre el hábitat apropiado para desarrollarse. Su daño se manifiesta en el campo en
forma de manchas de tamaño variable. Los plantones atacados pueden tener un índice de
hasta 10 ninfas, que provocan la marchitez de la planta y su muerte paulatina. Otra
manifestación del daño aparece en su sistema radical, por lo que las plantas dañadas pueden
ser arrancadas con facilidad. Las áreas dañadas rebrotan lentamente y se observa en ellas la
amarillez característica que provoca esta plaga en las hojas de las plantas atacadas.

Con la información que se conoce hasta el momento, no se considera que la salivita sea una
limitante para el cultivo del king grass, excepto que se obtengan nuevos clones de mayor
susceptibilidad.

Algunas de las medidas de control consisten en el corte del pasto y la aplicación de


insecticidas en una solución final de 600 L⁄ha. Para lograr mayor control se recomienda
emplear insecticidas sistémicos los que poseen doble acción: por contacto y por ingestión.
Esta última es la vía más efectiva al envenenar la savia de la planta de la cual se alimenta,
mediante su aparato bucal picador y chupador.

En el caso de las áreas forrajeras sometidas a cortes periódicos no es necesario realizar


control, porque el corte por sí sólo, reduce la población de insectos a valores bajos. El empleo

de hongos entomopatógenos como Metarhizium anisopliae, resulta efectivo contra ninfas y


adultos de la plaga.

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Afidos o pulgones

Se ha informado ataque de pulgones (Sipha flava y Rhopalosiphum maidis) en Pennisetum,


los que se localizan cerca de los brotes por el envés de las hojas, donde viven en colonias que
succionan la savia de la planta. No obstante, no constituyen un problema fitosanitario. En el
CUBA CT-115 se ha observado muy poco la presencia de S. flava. y R. maidis.

Guagua javanesa

La guagua javanesa de la caña (Odonaspis saccharieaules (Zehntner) ha sido informada por


Bruner et al. (1975) en tallos de Pennisetum y tiene la característica general de adherirse a la
planta de la que succiona la savia. Su presencia es esporádica y en el CUBA CT-115 no se ha
observado. No se recomienda la aplicación de medidas de lucha, debido a que su aparición es
de forma errática.

Trips

El trips (Chirothrips mexicanus) es otro de los fitófagos asociados a esta planta, cuyas ninfas
y adultos se alimentan de la savia, en las hojas nuevas recién abiertas o próximas a abrirse.
Como consecuencia de estas lesiones, las hojas nuevas se enrollan y las que aún no han
abierto, no logran hacerlo. Solo cuando el ataque es intenso se detiene el crecimiento de las
plantas, las que toman coloración amarilla y necrótica. El insecto puede ser abundante en
período de seca cuando las temperaturas son frescas, aunque hasta el presente no se considera
de importancia económica para este cultivo.

Patógenos

Con respecto a los patógenos asociados a Pennisetum y al CUBA CT-115, en la tabla 2 se


resumen los organismos que han sido informados causantes de enfermedades al cultivo.

Tabla 2. Patógenos causantes de enfermedades foliares asociados al CUBA CT-115


e informados en Pennisetum.

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Incidencia en el
Agente causal Cuba CT-115 Referencias
Enfermedad
Helminthosporium Manchas en la hojas No se ha observado Seidel (1976)
giganteum
Helminthosporium
sp
Pyricularia Mancha pardo rojiza Poca en período seco Mayea (1983)
grisea con centro gris en las
hojas
Scolecotrichum Pequeñas manchas No se ha observado
graminis pardas con centro gris
en hojas y vainas
Septoglocum Manchas pardas- No se ha observado Günter (1986)
oxysporum rojizas con centro
blanco en las hojas
Septoria Pequeñas manchas Poca en
penniseti pardas en las hojas período seco
Puccinia penniseti Roya Poca en período seco

Como se aprecia, la mayoría de los posibles patógenos en Pennisetum constituyen manchas


foliares que sus síntomas se manifiestan por el haz de las hojas, con excepción de la roya
(Puccinia penniseti), que aunque se observan manchas cloróticas por el haz, es por el
envés donde persisten sus esporas de color oscuro. En el CUBA CT-115 sólo se han
observado durante la época seca y en poca cuantía los patógenos: Pyricularia grisea,
Septoria. penniseti y Puccinia penniseti.

Como medida de control se recomienda la eliminación de las hojas maduras infectadas por los
patógenos, para evitar que caigan en el suelo y puedan constituir fuentes de inóculo en el
período de lluvia y propiciar nuevas generaciones. No se considera necesaria la utilización de
plaguicidas químicos para disminuir el ataque de estos patógenos, excepto si las infestaciones
son elevadas.

Consideraciones generales

La presencia de plagas y enfermedades en el género Pennisetum, aunque no constituye en


Cuba, un problema fitosanitario que impidan extender las siembras de esta planta como fuente
de alimento para el ganado vacuno, requiere mantener chequeos periódicos con vistas a

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reconocer los organismos nocivos más frecuentes en las diferentes épocas del año y
desarrollar métodos de evaluación que permitan, de forma oportuna, identificar el inicio de la
colonización, sitios de preferencia para su desarrollo y épocas críticas de ataques. Todos
estos aspectos posibilitarán poner en práctica el manejo fitosanitario adecuado, mediante la
integración de diversos métodos de control.

Referencias

Anon 1987. Subprograma de lucha integrada contra Mocis sp. Centro Nacional de Sanidad
Vegetal, La Habana. p. 12
Ayala, J., Castro, S.E. y Monzón, S. 1996. Evaluación de las posibilidades de control de
Mocis latines (Guenée) con diferentes entomopatógenos. XIV Forum de Ciencia y
Técnica. IV Encuentro Científico-Técnico de Bioplaguicidas. IV ExpoCREE.
Memorias. INISAV. Ciudad de la Habana. p. 56.
Barrientos, A. y Mora, C. 1989. Metodología para el muestreo y estimación de la población
de Mocis sp. mediante la utilización de trampas de miel. En: Resultados del trabajo de
control dirigido de malezas y control integrado de plagas en pastos durante 1988 en la
empresa pecuaria José Martí. MINAG, Matanzas, Cuba. p. 37.
Bruner, S.C., Scaramuzza, L.C y Otero, A.R. 1975. Catálogo de los insectos que atacan a las
plantas económicas de Cuba. Segunda edición. Academia de Ciencias de Cuba. p.
245.
Günter, R. W. A. 1986. Lista de hongos fitopatógenos de Cuba. Editorial Científico-técnico.
Ciudad de la Habana. p. 163.
Mayea, S. 1983. Enfermedades de las plantas para pastos y forrajes. En: S. Mayea, L.
Herrera y C. M. Andreu Rodríguez (Eds). Enfermedades de las plantas cultivadas en
Cuba. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. p 409.
Seidel, D. 1976. Lista preliminar de hongos fitopatógenos de Cuba. Editorial Pueblo y
Educación. La Habana, Cuba. p 79.

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