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CAÍDA LIBRE

Escrita por: Andrés Ramírez


“¿Quién está dirigiendo la ciencia y la tecnología si no una
democracia que no sabe nada sobre estas? Esta mezcla de
combustible de ignorancia y poder tarde o temprano va a
explotar en nuestras caras”.
Carl Sagan.
ESPACIO:
Casa de citas. Cuarto de prácticas Bdsm y cuarto privado de
Lilith, la gerente.
PERSONAJES
EVA
ADAN
LILITH
ABEL
ESCENA ÚNO
Cuarto de prácticas BDSM. En lugar de cama hay un baúl sillón
capitoneado. Pegada a la pared izquierda de la habitación hay
una cruz de San Andrés con cadenas y grilletes. También hay
un mueble con esposas, fustas y demás elementos propios de
las prácticas.
Un grupo de billetes esparcido por el suelo. Aunque el lugar
luce perfecto para la función que desempeña hay una gotera
cayendo en una esquina. Cerca de la entrada de la habitación
hay una maleta de viaje.
Adán está escondido detrás del baúl sillón, el público lo ve
cuando se arrastra con sigilo por el suelo para mirar debajo
de la puerta. Adán solo lleva puesta su ropa interior.
Después de mirar bajo la puerta, Adán regresa sigilosamente
hasta el lugar de donde salió.
Adán recoge su pantalón que está en el suelo. Del porta armas
saca la pistola y le quita todas las balas. Piensa.
Adán vuelve a poner solo una bala dentro de la pistola y el
resto dentro de uno de los bolsillos de su pantalón.
Después de ponerse el pantalón, Adán levanta la tapa del baúl
sillón.
ADAN:
Las cosas se van a poner peor, tenemos que irnos. ¿Me
escuchaste?
EVA:
Vete.
ADAN:
¿Entonces por qué me llamaste?
EVA:
¡Ni que fuera la primera vez!
ADAN:
Pensé que querías que viniera por ti.
Eva sale del baúl. Está vestida con un vestido de látex para
prácticas de BDSM.
EVA:
Entendiste lo que quisiste, yo no tengo nada que ver con eso.
¿En algún momento dije: Adán por favor ven por mí?
ADAN:
Dijiste muchas cosas, no supe cómo interpretarlas todas.
EVA:
Si viniste fue por decisión tuya, a mí no me eches la culpa
Adán comienza a recoger los billetes que hay en el suelo.
Eva se lanza por uno de ellos.
ADAN:
Dijiste que ya no te servirán para nada.
Eva se guarda el billete entre los senos y se va sentarse en
el sillón. Ante el silencio y la indiferencia de Eva, Adán le
tira en la cara los billetes que recogió.
ADAN:
Al menos dame una mamada.
EVA:
¡No me trates así!
Eva intenta empujarlo, Adán le aprisiona las muñecas con sus
manos.
ADAN:
Se acabó el juego, ahora mando yo.
Eva se ríe.
EVA:
Este juego nunca se acaba Adán, por eso estás aquí.
Eva besa a Adán. La tensión entre los dos disminuye.
EVA:
Lo lamento. Solo me gusta tomar a los hombres entre mis
brazos, subirlos al cielo y luego dejarlos caer para ver cómo
se quiebran.
ADAN:
Me vuelves loco.
EVA:
Lo sé. Es el fin del mundo y el último lugar al que acudes es
a éste.
ADAN:
¿Qué te hace pensar que será el último?
EVA:
-Señalándole el antebrazo-
Ése mordisco que tienes ahí.
ADAN:
No es un mordisco, ya te lo dije.
EVA:
Pues a mí me parece un mordisco y he visto muchos, créeme.
ADAN:
¿Como este?
Adán recoge nuevamente los billetes.
EVA:
¿Ves? es un mordisco.
ADAN:
¿Estás celosa?
EVA:
¿Por qué te mordió un zombi? No.
ADAN:
¿Y si era una zombi tetona y seductora?
EVA:
(Ríe falsamente)
Ridículo. No me darían celos ni aunque estuviera viva la
tetona esa. Tú eres un cliente nada más.
ADAN:
Me gusta cuando te dices mentiras en voz alta.
EVA:
¿Crees que me darían celos de una tontería como esa?
ADAN:
Creo que no soy un cliente y nada más.
EVA:
-señalando las manos de Adán-
Esos billetes dicen otra cosa. ¿Sabes cuantos de los que
vienen aquí se “enamoran” de mi?
Adán se acerca a Eva, le entrega el grupo de billetes.
ADAN:
Entonces súbeme al cielo y déjame caer… Prefiero morir así.
Eva observa los billetes pero antes de pueda tomarlos, Adán
los tira sobre el baúl y se abalanza sobre ella. Eva toma el
control y desarrollan una escena de sumisión en la que las
muñecas de Adán quedan impedidas con un par de esposas.
Vibra el celular de Adán interrumpiendo la escena.
EVA:
¡Te he dicho que apagues eso antes de entrar!
Ella lo castiga. Vibra el celular de Adán tres veces más.
ADAN:
¡Cinco veinticinco! ¡Cinco veinticinco!
EVA:
Habla.
ADAN:
Quiero ver si es ella.
Eva levanta la tapa del sillón, busca el celular en los
bolsillos de un chaleco de policía.
EVA:
Tienes un mensaje de voz. ¿Lo escuchamos?
ADAN:
Si.
EVA:
-Castigándolo-
Si ¿Qué?
ADAN:
Si señora.
Eva marca para escuchar el mensaje. Suena en off el mensaje
de voz.
ESPOSA: Adán, mi amor, ¿Dónde estás? Estoy esperándote en el
lugar que me dijiste. Acaba de llegar la policía y nos dicen
que debemos evacuar. Los niños y yo te amamos, queríamos
escucharte. Según tus compañeros la ruta que me indicaste
tampoco está libre. No vayas por allá, los infectados están
por todas partes. Espero que estés bien, comunícate pronto
con nosotros. (Voz de una niña) “Te amo papi”. Debo colgar.
Por el amor de Dios espero que estés bien. (Voz de una niña)
“Adiós papi”
Adán intenta aguantar las lágrimas. Se ve incómodo.
ADAN:
Suéltame. ¡Suéltame!
Eva lo libera y le entrega el celular. Adán contiene sus
lágrimas con una mueca profunda y terrible, busca en su
pantalón un gramo de cocaína y aspira un poco, se limpia las
lágrimas. Le ofrece a Eva, ella niega y va a encender la luz.
Adán mira la gotera.
ADAN:
Encontré a Lilith muerta en la bañera.
Eva se acerca a la gotera.
EVA:
Cuando entré aquí vi la gotera. Me pareció raro. Lilith no
usa esa bañera desde hace años porque tiene filtraciones.
Subí a ver qué pasaba y ahí estaba ella, muerta, con la
sangre saliéndole de las venas. Cuando la descubrí me quedé
parada mirándola por no sé cuánto tiempo sin saber qué hacer
hasta que escuché gritos. Bajé hasta el primer piso y vi a
las otras chicas corriendo por todas partes como gallinas sin
cabeza. Entendí de inmediato lo que estaba pasando.
ADAN:
Poniéndose la camisa.
Se notaba lo mucho que Lilith te quería.
Eva llora. Adán se acerca a ella.
EVA:
Gracias a ella soy algo. Es lo más cercano que tuve a una
madre. No entiendo por qué se suicidó.
Adán la consuela. Segundos de silencio.
ADAN:
La infección es un ataque del gobierno a los terroristas.
Quizás ella lo sabía.
EVA:
¿Lo que está pasando no es culpa de los terroristas?
ADAN:
No. Este gobierno decidió combatir el terror con más terror.
EVA:
Pero en las noticias dijeron que era un ataque terrorista.
ADAN:
Pero no fueron ellos quienes lanzaron el ataque biológico,
fuimos nosotros a ellos. Luego apareció ese huracán de un
momento a otro, la cola del huracán trajo las lluvias, las
lluvias trajeron eso hasta aquí… Nadie se lo esperaba.
Piensa: Lilith no se suicidaría así no más. Quizás mi jefe se
lo contó después de revolcarse con ella. Posiblemente ya
sabía que esto no tenía remedio.
Adán ajusta el cargador de su pistola.
ADAN:
Debemos irnos ya.
Adán termina de ponerse su uniforme de policía mientras los
dos personajes sostienen la siguiente conversación.
EVA:
¿Y qué le piensas decir a tu mujer? ¿O ella qué papel juega
en ese plan que tienes en tu cabeza?
ADAN:
No tengo por qué darle explicaciones.
EVA:
Amor, te presento a esta linda señorita que me encontré en el
camino. Jaja ¡Y yo con esta cara de puta que tengo!
ADAN:
No estoy de acuerdo.
EVA:
Adán, las mujeres olemos a las putas, sabemos quien es una
puta aunque no viva de serlo. Esas son las peores.
ADAN:
Es una situación extrema. Soy un policía, debo salvar a
quien deba salvar.
EVA:
Yo no quiero que me salves de nada.
Se escucha un fuerte ruido en las afueras de la habitación.
Adán se apresura a apagar la luz. Eva busca inconscientemente
la protección de Adán. Ambos se quedan quietos.
Por los pasillos se pasea un zombi. Es un hombre vestido con
un overol de mecánico, el overol tiene un rótulo con su
nombre: ABEL.
Lentamente Adán y Eva retroceden para acurrucarse en una
esquina.
Después de unos minutos el zombi se va. Adán va arrastrándose
para mirar bajo la puerta. Regresa al lugar donde está Eva,
le habla susurrando.
ADAN:
La infección está en el aire, no se contagia por la saliva –
señalando su herida en el antebrazo- o cualquier otro fluido.
EVA:
Eso no es lo que dijeron en las noticias.
ADAN:
Olvida lo que dijeron en las noticias esto es información
oficial.
Eva extrae los billetes que tenía guardados entre sus senos y
se los entrega.
EVA:
Vete.
ADAN:
¡No seas terca! vámonos. Tengo la moto afuera con el tanque
lleno.
EVA:
Te gastaste las balas buscándome por todo el lugar. ¿Y si
salimos y hay más? Quizás están quietos esperando algún ruido
fuerte que los atraiga. ¿Ah? ¿Cómo nos vamos a defender?
ADAN:
Aun me queda una bala.
EVA:
¡La gran cosa!
ADAN:
Eva
– Ella mantiene su mirada en el suelo-
ADAN:
Mírame.
–Ella le ofrece una mirada tediosa-
Todos somos portadores de la infección.
EVA:
No entiendo nada de lo que estás diciendo.
-Eva huye la mirada-
ADAN:
Que no hace falta que nos muerdan. En unos la infección es
activa, en otros como tú y yo las cosas son diferentes. Los
infectados activos se encargan de matar a los portadores como
nosotros. Una vez estemos muertos, sea como sea, nos
convertiremos en uno de ellos.
La escena se congela.
Se enciende una luz cenital en otro lugar de la habitación.
Eva se levanta y camina hasta la luz, le habla al público.
Adán permanece estático.
EVA:
Creo que soy algo que él quiere alcanzar, pero que cuando lo
tenga ya no lo va a querer. Uno sigue siendo la puta al
final. Por eso no sé qué quiere ni de que está hablando. Si
no me da la gana, no nos vamos. Si grito o me opongo haciendo
ruido todo se va a la mierda. Estaba lista para irme antes de
que toda esta pendejada llegara hasta aquí. El caos en que
está el país era la oportunidad perfecta. ¡Estuve tan cerca!
Si todo lo que acaba de decir es cierto estoy jodida. Quizás
por eso Abel no llegó por mí, ni me llama, ni da señales de
vida el malparido ese y yo aquí haciendo tiempo como una
estúpida. Créanme que entiendo al idiota de Adán porque yo
también estoy enamorada. Pero siempre escojo al hijo de puta
que menos me conviene. Ahora dice que Abel se quedó con la
plata y me dejó metida. Pero si es así, más le vale que yo no
salga viva de aquí.
Este dijo que aún le queda una bala… ¿Cómo le quito esa
pistola?
Eva regresa a ocupar la misma posición frente a Adán antes de
que la escena se congelara.
Cambio de luces. La escena se reanuda.
EVA:
¿Es como el Antrax?
ADAN:
-Sonríe-
Más o menos.
EVA:
¿Por qué te ríes?
ADAN:
Por nada.
EVA:
Cuando digo que no entiendo lo que dices no es porque sea
estúpida.
ADAN:
Yo no creo que seas estúpida.
EVA:
Enséñame a disparar. No voy a salir de aquí sin saber cómo
defenderme. Cuando probemos que el estúpido eres tú y te
coman los zombis yo voy a usar el arma.
ADAN:
-Sonríe- Oquei.
EVA:
Deja de reírte.
ADAN:
Oquei.
-Adán desenfunda la pistola-
ADAN:
-Explica sin entregársela-
Debes tomarla así. Presta atención a los brazos, debes
agarrarla firme. Esta es una pistola semiautomática, eso
quiere decir que empuja automáticamente cada casquillo a la
recamara y expulsa los casquillos vacios después de cada
disparo. Pero, el primer casquillo debes empujarlo halando la
corredera de esta forma.
-Adán hala la corredera-
ADAN:
Así está lista para disparar.
Adán le entrega la pistola a Eva, ella apunta a la puerta.
ADAN:
Fuerza en las muñecas.
EVA:
¿Tengo que bajarle esto otra vez?
ADAN:
Si no disparas, no.
EVA:
¿Está lista para disparar?
ADAN:
Si disparas nos jodemos.
EVA:
¿Entonces está lista?
ADAN:
Entrégamela.
Eva apunta hacia Adán, Él retrocede.
EVA:
Tranquilo. Sé que no está lista, tiene puesto el seguro.
Eva le quita el seguro.
ADAN:
-Gritando-
¡Eva!
Eva dispara. Adan cae al suelo de espaldas al público.
EVA:
Definitivamente crees que soy estúpida.
ESCENA DOS.
DOS horas antes.
HABITACIÓN DE LILITH
Un tocador y una silla. Una ventana redonda. Un mueble con un
tornamesa y una colección de acetatos.
Lilith sube el volumen de la canción que suena en el
reproductor que hay sobre su tocador. Lleva puesto un vestido
en látex amarillo. Toma su gran monedero y deposita adentro
dos fajos de billetes y 30 monedas plateadas que agrupó
previamente sobre su tocador en tres grupos de 10.
Lilith hace la mímica de la canción que suena:
LILITH:
Componerte una canción amiga mía
Es componerle una canción a la vida
Reconocer que tu presencia no es extraña
Es como el dulce sabor de la bebida
II
Otrora quise componerle al desengaño
Ahora entiendo sin dolor las despedidas
Porque este tiempo, este dolor y estos años
Ya me acarician con amor la cara fría
CORO
Descuida corazón descuida
No tengo más dolor no tengo más salida
Que aniquilar con un perdón
La pena que se pierde en mi sonrisa
III
Me diste tu pasión tu fiel engaño
Abriste puerta a puerta la mentira
Creando sin pensar caminos al azar
De espejos en los que ella me mira
IV
Y no me deja sola tu partida
La muerte es benigna amiga mía
Brindamos por tu amor
Por tu dura pasión en una copa rota pero fina.
Eva aparece en escena caminando por los pasillos trayendo en
la mano la misma maleta que había en el cuarto de prácticas
BDSM. Trae en la otra mano una manzana. Eva deja la maleta en
el pasillo antes de entrar a la habitación de Lilith.
Lilith baja la música cuando Eva entra a su habitación. La
mira con desprecio.
LILITH:
¿Qué fue?
LILITH pone el monedero en una esquina de su tocador
alejándolo de la puerta.
EVA:
¿Me mandaste llamar?
LILITH:
No.
EVA:
¿Qué pasa?
LILITH:
¿De qué?
EVA:
Alguna vez nos dijiste a todas que cuando te murieras te
pusiéramos ese vestido.
LILITH:
Si mi vida pero no voy a guardarlo hasta ese día.
EVA:
Nunca te lo había visto puesto.
LILITH:
Pues disfrútalo mi amor –da un giro- Ya te puedes ir.
EVA:
Dime la verdad. ¿Debemos preocuparnos? Me refiero a las
noticias.
LILITH:
Siempre debemos preocuparnos querida, siempre.
EVA:
¿Te dijo algo el jefe de policía?
LILITH:
¿Qué parte de “No te mandé llamar” no te quedó clara?
EVA:
Disculpa.
Eva se queda en silencio mordiendo la manzana.
LILITH:
Eva, no sé más de lo que ustedes saben si es a eso a lo que
te refieres.-Incisiva- Al parecer hay muchas cosas que no sé.
EVA:
Lilith, Sé que no me crees pero estoy arrepentida. De verdad
lo siento mucho.
LILITH:
Me alegra.
– Lilith Continúa maquillándose-
LILTH:
¿Por qué sigues aquí?
EVA:
Me gusta trabajar aquí.
LILITH:
¡Qué respuesta tan estúpida! Tengo clarísimo que sigues aquí
porque no tienes en qué caerte muerta. Me refiero a ¿Por qué
no te vas de este lugar, de este cuarto, si te dije que no
te mandé a llamar?
-Eva agacha la cabeza, muerde la manzana-
LILITH:
Creo que te dejaste manipular, por eso sigues aquí. Que lo
sientas tanto como dices… eso sólo lo sabes tú. –Se acerca a
Eva- Es la primera vez que le doy una segunda oportunidad a
alguien. Espero que la sepas aprovechar.
-Eva asiente, muerde la manzana otra vez-
EVA:
Necesito pedirte un favor.
Lilith apaga el reproductor.
EVA:
Necesito dinero.
LILITH:
¿Qué pasó con todo el que me robaste?
EVA:
Sé que tengo una deuda, pero el porcentaje que sacas de mi
salario para cubrirla está demasiado alto.
LILITH:
Entre tú y ese hijo de puta de Abel se robaron una gran
tajada de mis cuentas. Tú sigues aquí, él se fue. Date por
bien servida.
EVA:
Y estoy agradecida, pero tengo muchos años por delante para
pagarte, solo te pido un diez por ciento menos.
LILITH:
¿Crees que el porcentaje que te estoy cobrando es un
capricho? Pues no Eva, es lo que necesito para tapar el
mierdero que ustedes dos hicieron aquí. Que te sirva de
escarmiento para que aprendas a no morder la mano que te da
de comer.
EVA:
¿Es un no?
-Lilith la toma de la mano brusca y sorpresivamente. La
manzana cae al suelo-
LILITH:
Bajé la guardia. Puse mi confianza en vos y bailaste sobre
ella. ¡Robarme a mí, que he sido como una madre para ti! ¿En
qué putas estabas pensado? ¡Te recogí de la calle y me
agradeces traicionándome! ¿Eso es lo que yo valgo para ti
Eva? ¿Una mierda? ¿Así se le agradece al lugar que te lo ha
dado todo? He metido la mano al fuego por ti, te he
defendido, protegido, alimentado y tu ni siquiera me has dado
una razón, una puta razón que justifique tus actos.
-Silencio-
EVA:
Estoy enamorada.
LILITH:
¡Enamorada! Ja,ja. ¡La vida siempre termina dándome la razón!
¿Cuántas veces hablamos de eso Eva? ¿Cuántas? ¿No te dije que
el amor nos hace cometer estupideces? El amor se va, se acaba
con el paso del tiempo y cuando nos despertamos de esa
borrachera es como despertarse con un guayabo ni el
hijueputa. ¿Yo que hice? Nos preguntamos cómo imbéciles. ¿Qué
hizo? ¡Se dejó llevar!
¿Por qué crees que vienen aquí tantos hombres casados a
pagarnos a nosotras teniendo con quien en la casa? ¿Eres una
puta y no te has hecho esa pregunta?
–Eva desvía la mirada-
LILITH:
Es el tiempo mi vida, el tiempo acaba con todo.
-Lilith vuelve a su tocador para ponerse labial-
-Eva recoge la manzana del suelo. Llora.-
LILITH:
De verdad me das lástima, pero no Eva, no voy a prestarte el
dinero. Esta es una empresa como todas las demás pero sin
tanta hipocresía. No hay memorandos, hay castigos. No hay
llamados de atención, solo despidos. Y cuando al jefe, en
este caso a mí, me molesta un empleado, no sueño con
deshacerme de él: lo hago. Despedí a Abel y te conservé a ti,
como ya te dije: date por bien servida.
EVA:
¡Lo siento mucho, de verdad, me dejé llevar… me dejé llevar!
¡Quería una vida fuera de aquí! Soy una estúpida, lo sé. Pero
necesitaba darme cuenta por mí misma, necesitaba equivocarme.
Ahora valoro todo esto y maldigo el momento en que me atreví
a soñar con otras cosas. ¡Perdóname por favor! ¡Me siento muy
mal!
-Eva se arrastra hasta los pies de Lilith-
LILITH:
¡Levántate! ¡Ya fue suficiente!
-Eva se levanta entre sollozos-
LILITH:
¿Sabes que pude cobrarle con su vida?
Silencio.
LILITH:
No lo hice por ti. Porque sabía que estás enamorada de él y
no quería joderte más la vida pero, el día que se te pase la
pendejada o te haga algo, veremos qué hacer con ese imbécil.
Está de mecánico otra vez ¿No?
EVA:
Eso me dijo.
LILITH:
¿Cuándo se vieron?
EVA:
Solo hemos hablado por teléfono. Estuvo escondiéndose porque
pensaba que de verdad lo ibas a matar.
LILITH:
No es inteligente. Podría estar aquí ganando más dinero y
viéndote todos los días. Eso demuestra que no sabe pensar en
el futuro, que no tiene visión. ¿Para qué sirve un hombre sin
visión en la vida de una mujer? Ya te dije que el tiempo todo
lo corrompe, pero que por lo menos no falte el pan en la mesa
cuando el hijo de puta se esté acostando con otra mientras tú
cuidas a tus hijos. Un hombre debe cumplir con su deber, se
le debe ir la vida en eso si es un hombre de verdad. Lo demás
no importa. Que lo meta donde quiera mientras pague las
cuentas y sepa darte tu lugar.
Ya que estás aquí ponme uno de mis discos.
-Eva va hasta el mueble donde está el tornamesa y la
colección de acetatos. Reproduce un disco de Beethoven. Luego
va a mirar por la ventana-
LILITH:
¡Cómo han cambiado las cosas! Cuando no era nadie se burlaban
de mí porque me creía “Una puta fina” por escuchar a
Beethoven. Yo me burlo de la gente que no aprecia que la
música detiene el tiempo. Beethoven escribió esa música hace
muchos años y es la misma música, son las mismas notas y se
toca de una manera en la que se tiene que tocar Beethoven.
Eso es lo que yo entiendo de la música clásica y con eso me
basta porque la música no hay que entenderla. La música es un
pedazo del tiempo que solo suena. ¿Muy fina? No sé. Pero el
tiempo me dio la razón ¿Dónde están todas las que se burlaban
de mí? Hoy en día, mi amor, hay que ser fina hasta para ser
puta. ¿Entiendes de lo que te estoy hablando?
EVA:
Sí.
LILITH:
¡Qué vas a entender vos! ¿Cómo va la limpieza y el surtido
del bar?
EVA:
La limpieza ya la acabamos y antes de subir vi que estaban
llenando las neveras.
LILITH:
Debemos tener mucho cuidado con los clientes que entren hoy.
Al parecer hubo un brote de la infección en la ciudad.
EVA:
¿Hoy?
LILITH:
Eso me dijeron. He tratado de comunicarme todo el día con el
jefe de policía para verificar el chisme pero ha sido
imposible.
EVA:
El primer brote fue en un campamento guerrillero en la selva.
¿Cómo va a llegar a esta ciudad en menos de dos días?
LILITH:
Fueron las lluvias. El Huracán no tocó tierra pero nos dejó
estas lluvias que no han parado de caer. Me di cuenta que
nadie sabe a ciencia cierta qué pasó y nadie nos va a decir
la verdad. La vida mi niña no es más que un “sálvese quien
pueda”
-Lilith Le ofrece una peinilla a Eva-
LILITH:
Ayúdame con las puntas.
-Lilith se sienta frente a su tocador y mira una revista
mientras Eva le peina las puntas de su largo cabello rojo-
-Eva deja caer la peinilla, se pone en cuclillas para
recogerla pero no lo hace, en cambio saca de su bota un
cuchillo y al incorporarse se lo clava dos veces a Lilith en
la espalda-.
EVA:
Lo siento Lilith, este paraíso es mío.
-Lilith bota sangre por la boca, se ahoga. Eva deja el puñal
enterrado en la espalda de Lilith-
EVA:
Hay algo para lo que sirven los hombres sin visión: para
manipularlos. La idea de robarte fue mía. La idea de
escaparme con Abel es mía.
-Eva toma el monedero, revisa el dinero que hay adentro-
EVA:
Cuando descubran tu cadáver yo voy a estar muy lejos. Aunque
confío en que todo se vaya a la mierda antes de que te vengan
a buscar. Te van a encontrar metida en la bañera con las
muñecas cortadas.
-Mientras se Lilith se desangra por la boca, Eva toma el
monedero que estaba sobre el Tocador y lo guarda en la Maleta
que dejó en el corredor antes de entrar, luego regresa y
retira el puñal de las entrañas de Lilith-
EVA.
¡Vamos a montar toda una escena!
-Eva toma las muñecas de Lilith y hace un corte en ellas-
ESCENA TRES
Adán está tirado en el piso de espaldas al público en el
cuarto de prácticas BDSM. Una luz cenital se abre lentamente
sobre él.
ADAN:
(Voz en Off)
En mis sueños hay un hombre que no tiene mi cara pero sé que
soy yo. Ese hombre es capaz de hacer todo lo que yo no puedo
porque es invencible. ¿Y cómo no serlo? Si ese hombre no le
teme a morir ni a fracasar. Yo le temo a eso, sobre todo a
fracasar. Ese profundo miedo no me congela, me impulsa, me
hace reaccionar sin medir las consecuencias y ahí está el
error. En cambio ese hombre calcula cada paso, no se altera y
por ende no fracasa.
Ese hombre siempre lleva puesta una máscara de conejo.
-Adán gira su cuerpo hacia el público, lleva puesta una
máscara negra de conejo en cuero brillante-
ADAN:
(Voz en off)
Por momentos he logrado convertirme enteramente en él, no en
mis sueños, sino en la vida. Me pongo esta máscara imaginaria
y atravieso las miradas de las personas hasta encontrar su yo
más profundo haciendo cosas para que me muestren quienes son
en realidad. Es un juego peligroso, hay que tener paciencia,
pero siempre da resultado porque nadie es alguien para
siempre.
-Adán se pone pie, le habla al público-
ADAN:
En la esquina de esta calle hay un auto con el parabrisas
roto. A unos metros, frente a la entrada a esta casa ubicada
en la zona industrial de la ciudad, hay un charco de sangre.
A poca distancia del charco de sangre hay una moto del
tránsito y entre ella y la ambulancia dejé mi moto de
patrullero. La peor señal de que todo se había jodido aquí
fue que la puerta estaba abierta, entonces mi mente armó de
inmediato una cadena de acontecimientos:
1. El auto en la esquina atropelló a una persona.
2. El cuerpo de esa persona voló por los aires y se estrelló
contra el pavimento, justo frente a la entrada de esta casa.
3. El golpe hizo que las chicas salieran a ver qué ocurría.
4. La persona atropellada murió en el acto y veinte minutos
después… se levantó.
Cuando llegué todo estaba en silencio, eso solo indicaba una
cosa: Los zombis estaban en reposo y los recién muertos a
punto de despertar. Cuando terminan de matar se quedan en
reposo girando en un mismo punto a la espera de algún ruido o
de ver algún movimiento. Algo así (Imita la actitud de los
zombis presentando espasmos y da un giro lento de 360°) De
vez en cuando y cada cierto tiempo alguno hace una especie de
ronda.
Lo primero que vi fueron los cadáveres de tres chicas en el
Bar que hay justo después de atravesar el corredor de
entrada. En la mitad del bar y de espaldas a mí vi un zombi
con un overol de mecánico. Por la herida en su cabeza y la
mancha de sangre en su espalda deduje que era la víctima del
accidente que había iniciado todo esto. ¡La vida sí que sabe
cómo irse a la mierda en un segundo!
Conozco bien este lugar, así que giré a la derecha para subir
las escaleras evitando hacer ruido y aprovechando que el
zombi no podía verme. Lo primero que vi en el segundo piso
fue el cuerpo del agente de tránsito empuñando una pistola.
¿Cómo obtuvo esa pistola? ¡Quién diablos sabe! Pero esto es
un prostíbulo, pudo salir de cualquier parte.
Pretendía venir hacia los cuartos masoquistas pero vi la
sombra de un zombi venir por el pasillo, era una de las
chicas. Entonces giré a la izquierda y llegué al tercer piso.
Pensé que si alguien estaba vivo, ese era el lugar donde
mejor podía esconderse. Todas las puertas estaban cerradas,
menos la última, la habitación de Lilith, la dueña de la
casa. Escuché un ruido extraño, acuático. Entré al cuarto y
vi a Lilith saliendo de la bañera, completamente mojada y
ensangrentada. Por la forma en que se movía supe que era un
zombi.
Regresé rápidamente por donde había ido y al bajar las
escalas para irme vi a Eva. Ella era la sombra que venía por
el pasillo. Había venido a buscarla y ahí estaba, pálida,
asustada.
-Cambio de tiempo y de luces: el interior del cuarto se
oscurece. Adán se quita la máscara. Se encienden las luces de
los pasillos. Adán y Eva se encuentran-
ADAN:
Salté el cadáver del tránsito, me guardé la pistola y tomé a
Eva de la mano para traerla hasta este cuarto. Si ella había
salido por este pasillo, eso quería decir que el lugar estaba
limpio.
Adán guarda su pistola y toma a Eva de la mano para correr
con ella hasta entrar nuevamente en la habitación.
ADAN:
No podemos irnos, el primer piso está lleno de muertos.
EVA:
Escuché disparos.
ADAN:
Fui yo buscándote por todo el lugar, tuve que matar a
algunos.
EVA:
¿Y el resto de la ciudad?
ADAN:
Vuelta mierda.
EVA:
¿Qué vamos a hacer?
ADAN:
Calmarnos, ya veremos cómo podemos salir de aquí. ¿Y esto?
Adán señala la maleta de viaje.
EVA:
No sé, estaba aquí.
ADAN:
¿La revisaste?
EVA:
No. ¿Qué haces aquí?¿Tu mujer y tus hijos están bien?
ADAN:
Si mi mujer hizo lo que le dije, entonces sí.
EVA:
¿Qué hay que hacer para estar bien?
ADAN:
Te traje el dinero que necesitas.
Busca en su bolsillo. Saca un gran fajo de billetes.
ADAN:
Tómalo, es tuyo.
EVA:
¿De dónde lo sacaste?
ADAN:
Eso no importa.
EVA:
¿Lo robaste?
ADAN:
No es mío pero al dueño tampoco le va a servir.
EVA:
¿Fue el que te mordió?
ADAN:
Esto no es un mordisco.
EVA:
Guárdalo, no lo quiero. Tienes que irte.
ADAN:
Vámonos juntos.
EVA:
No, afuera no hay nada para mí.
ADAN:
Estamos a tiempo de escapar. Traje la moto.
EVA:
Esperemos que alguien venga y nos rescate.
ADAN:
Yo vine a eso.
EVA:
¡Te marqué por equivocación!
ADAN:
Baja la voz, nos van a escuchar.
EVA:
Tienes que irte. Piensa en tu mujer, en tus hijos.
ADAN:
Eso lo tengo bajo control.
EVA:
Eso es lo que quieres, tenerme a mí bajo tu control.
Eva golpea la mano de Adán que tiene los billetes logrando
que todos caigan al suelo.
EVA:
Conozco a los tipos como tú, sé que quieren de mí.
ADAN:
¿Los tipos como yo?
EVA:
Los que te quieren sacar de puta.
ADAN:
¿Y eso está mal?
EVA:
Mira, una cosa es que vengas y pasemos un buen rato y otra -
Adán la interrumpe-
ADAN:
Dejaste de cobrarme. Me dijiste muchas cosas.
EVA:
¿Y? Deberías darte por bien servido. ¿Tenemos que decirnos
gracias? Pues gracias, la pasé muy bien. ¿Tú también? Me
encanta.
-Adán se queda mirándola fijamente. Eva esquiva su mirada-.
EVA:
¿Crees que tu comportamiento es normal? ¿Crees que eres
Con…Cor…
ADAN:
¿Coherente? Nadie es coherente. No se puede ser siempre
coherente.
EVA:
Me emputa cuando hablas así. ¡Compórtate como un policía
normal!
ADAN:
Lo que te emputa es que tengo la razón.
-Adán toma a Eva de la barbilla con su mano-
ADAN:
Te calienta que sea básico, pero te enamora que tenga dos
dedos de frente. Te gusta que te folle como un animal y que
después podamos tener una conversación. Es lo mismo que
quiero de ti, que seas una puta y después una señora porque
no me da miedo ¿Entiendes? No me da miedo amar a una mujer
que siempre quiera más de la vida. Porque quizás eso es lo
que quiero, una puta, una puta que no pueda controlar.
-Adán lanza a Eva contra el sillón. La escena se congela.
-Una Luz cenital se abre en otro lugar del cuarto. Adan va a
ubicarse bajo la luz, le habla al público-
ADAN:
Después de eso vino todo lo demás incluyendo el disparo. Eva
cayó en mi trampa y me dejó claro que no siente lo mismo por
mí.
Lo siento por ella. Ya no hay vuelta atrás.
Luego del disparo tengo aproximadamente un minuto antes de
que los zombis lleguen hasta aquí.
-Cambio de luces. La escena se reanuda a la vista del
público. Adán y Eva retoman la misma posición que tuvieron en
la ESCENA UNO antes de empezar el siguiente dialogo:-
EVA:
¿Es como el Antrax?
ADAN:
-Sonríe-
Más o menos.
EVA:
¿Por qué te ríes?
ADAN:
Por nada.
EVA:
Cuando digo que no entiendo lo que dices no es porque sea
estúpida.
ADAN:
Yo no creo que seas estúpida.
EVA:
Enséñame a disparar. No voy a salir de aquí sin saber cómo
defenderme. Cuando probemos que el estúpido eres tú y te
coman los zombis yo voy a usar el arma.
ADAN:
-Sonríe- Oquei.
EVA:
Deja de reírte.
ADAN:
Oquei.
-Adán desenfunda la pistola-
ADAN:
-Explica sin entregársela-
Debes tomarla así. Presta atención a los brazos, debes
agarrarla firme. Esta es una pistola semiautomática, eso
quiere decir que empuja automáticamente cada casquillo a la
recamara y expulsa los casquillos vacíos después de cada
disparo. Pero, el primer casquillo debes empujarlo halando la
corredera de esta forma.
-Adán hala la corredera-
ADAN:
Así está lista para disparar.
Adán le entrega la pistola a Eva, ella apunta a la puerta.
ADAN:
Fuerza en las muñecas.
EVA:
¿Tengo que bajarle esto otra vez?
ADAN:
Si no disparas, no.
EVA:
¿Está lista para disparar?
ADAN:
Si disparas nos jodemos.

EVA:
¿Entonces está lista?
ADAN:
Entrégamela.
Eva apunta hacia Adán, Él retrocede.
EVA:
Tranquilo. Sé que no está lista, tiene puesto el seguro.
Eva le quita el seguro.
ADAN:
-Gritando-
¡Eva!
-Eva dispara. Adan cae al suelo de espaldas al público-
EVA:
Definitivamente crees que soy estúpida.
-Se escucha el grito de un Zombi. Eva reacciona al grito del
zombi y baja el arma, corre a esconderse en el baúl.-
-Un par de segundos después Adán se levanta tapándose la
herida que Eva le propinó en el estómago y que ya comienza a
sangrar-
-Abel corre por los pasillos-
- Adán levanta la tapa del baúl y toma a Eva-
-El Zombi llega ante la puerta y comienza a golpearla-
- Adán arrastra a Eva hasta la Cruz de San Andrés y la amarra
a ella usando los grilletes-
-Lilith aparece corriendo por el pasillo, también golpea la
puerta-
ADAN:
Toc, toc, toc. ¡Adivina quién está tocando la puerta! ¿Abel
es su nombre? ¿Lo estabas esperando? Sigues creyendo que es
mejor que yo ¿No?. Muy bien, eres toda suya.
-Adán deja a Eva, corre a esconderse en el baúl-
Eva grita.
Los zombis destruyen la puerta y van directo hacia Eva.
Gritos Interminables.

ESCENA CUATRO

Cuarto de prácticas BDSM. El cuerpo ensangrentado y sin vida


de Eva. Lilith parada en otro lugar de la habitación girando
en un mismo punto. Abel afuera de la habitación girando en un
mismo punto.
Adán abre lentamente la tapa del baúl sillón dentro del cual
se esconde. Lleva puesta la máscara de conejo. Con sigilo se
incorpora y apunta a la cabeza de Lilith. Le dispara. Lilith
cae al suelo. Abel entra a la habitación y Adán le dispara en
la cabeza.
Adán mira su camisa ensangrentada, la mancha de sangre ha
crecido mucho. Hace una mueca de dolor. Sale del baúl y
reacciona al escuchar explosiones a lo lejos y algunos
disparos.
Con premura Adán sale de la habitación. Las explosiones y
disparos se escuchan más cerca.
Adán corre hasta la habitación de Lilith y mira por la
ventana. Toma su celular para llamar a su mujer. Se quita la
máscara. Otra mueca de dolor.
ADAN:
¿Aló? Amor…amor…tranquila, déjame hablar.
¿Dónde están?... quédate con ella. Ella sabe qué hacer.
No, no. Escúchame: tienen que irse ya.
No importa. Las buscaré.
Si puedes, si puedes, tienes que poder.
Piensa en la niña, no puedes pensar en mí, nosotros no
importamos.
Escúchate, esa no eres tú. Tú sabes qué hacer, siempre
tuviste más sentido común que yo.
No te voy a decir donde estoy. No…escucha…oye…No te voy a
decir. ¡Escuchaaaa! Me estoy desangrando.
Estoy cansado, me quiero ir.
Pásame a la niña.
-Se escucha una explosión más cercana.-
ADAN:
Preciosa, mi preciosa. ¿Estás asustada?
No te asustes, tu eres fuerte, más fuerte que papá.
No mi preciosa, yo llego después, hazle caso a mami y a tu
madrina. Piensa que cuando crezcas vas a cuidar a la gente
como ella.
¿Cómo yo? No, tú vas a ser mejor que yo. Eres mejor que yo.
Lloro porque te quiero mucho.
Cántame una canción y ya no lloro más. ¿Me cantas la canción?
-Adán se recuesta en el piso, pone el teléfono en Altavoz.
Por la ventana entran las luces de las explosiones-
NIÑA:
(Canta. Canción de cuna. Voz en off)
Duérmete, duérmete pajarito
Duerme mi niño bonito
Mira que hoy es domingo
Y Dios está descansando
Tic tac, tic tac, tic tac…Tic tac, tic tac, tic tac.
Que Dios está descansando
Cuenta, cuenta ovejitas
Para que no te sientas solito
Sueña, no seas malito
Escucha el tiempo pasando
Tic tac, tic tac, tic tac…Tic tac, tic tac, tic tac.
Que Dios está descansando.

Eva comienza a despertarse, es un zombi. Las explosiones


crecen. Adán muere viendo entrar por la ventana la luz de las
explosiones.

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