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Profesor:
GUÍA ESTRATEGIA “APRENDO EN CASA” N°: 2
Cristian Escobar Casallas
GRADO: SEXTO ASIGNATURA: MÚSICA
SEDE: A JORNADA: MAÑANA-TARDE
SEMANA DEL: 13-19 DE ABRIL
En realidad, Roma no aportó demasiado a la música griega, ya que, aunque conquistaron sus territorios, la
cultura griega siempre fue más importante. Eso sí, los romanos adaptaron la música griega a su carácter.
Parece ser que el estado o los propios mandatarios romanos no estaban de acuerdo en valorar la música,
algunos la condenaban y decían que había que tocar poco y con moderación, tal es el caso de Tulio
Cicerón.
Los virtuosos de la música eran respetados y considerados en todo el Imperio. Estudiaban bajo la tutela de
memorables maestros; debían llevar una vida metódica y sana; realizaban giras de conciertos por el
Imperio y recibieron pagos importantes y numerosas familias patricias continuaron la práctica que se había
iniciado con los famosos Gracos, Tiberio y Cayo Sempronio hacia el 110 a.C., de enviar a sus hijos a las
escuelas de música y de danza.
Entre estos virtuosos, destacaban los griegos como: Terpnos, gran citarista (maestro de Nerón) Polón y
Mesomedes de Creta, entre otros.
En el origen de Roma, aparecen los ludiones, actores de origen etrusco que bailaban al ritmo de las tibiae,
un tipo de oboe, instrumento parecido al aulós griego, a veces acompañado de canto vocal.
Otros artistas, bailarines, reciben el nombre de histriones, que significa bailarín en etrusco.
De estos tipos de música no nos queda prácticamente nada, excepto breves fragmentos, que Terencio usó
en una de sus representaciones teatrales. El Carmen Saecularis, canto en estrofas para coro de niños y
niñas, se estrenó en el año 17 a. C.
Durante el reinado de Servio Tulio (578-534 a.C), sexto rey de Roma, fueron instituidos los Grupos de
músicos en las Legiones Romanas. Se establecieron así, los Cornicem (tocadores del Cornu) y los
Tubicem (tocadores de la Tuba). Tenían graduación de suboficiales del ejército, lo mismo que los
abanderados. Posteriormente, hacia el año 400 a.C., estos grupos militares y ceremoniales romanos
estarán integrados por flautas, cornos y trompetas de muy variadas formas y tamaños e instrumentos
peculiares como la flauta Siringa (Syrinx) y el Lituo (Lituus) o trompeta curva.
Lucio Cornelio Sila (138-80 a.C) tuvo entre sus servidores al rico liberto Crisógono, el cual contaba entre
sus propios esclavos a un gran número de instrumentistas y cantantes que se encargaban diariamente de
mantener un permanente ambiente musical en su residencia. En general muchos esclavos eran entrenados
como músicos.
Según el historiador Paul Henry Láng, el emperador Calígula escuchaba música de orquesta, mientras
navegaba por la bahía de Nápoles. (Pompeya) y Nerón, además de exhibir sus propias cualidades de
citarista, implantó en el año 60 los Festivales Sagrados, en ellos la música cumplía un importante papel.
Más tarde, el emperador Tito Flavio Domiciano estableció los Juegos Capitolinos, en los cuales se premió
la actuación de instrumentistas, músicos, cantores y poetas. Convirtiéndose así la música en espectáculo.
Más tarde, con las conquistas romanas, la música se enriquece gracias a las aportaciones de Egipto, Siria
e Hispania. Vuelven a aparecer la citarodia, versos recitados con cítara, y otras veces, un virtuoso tocaba la
cítara en concierto, lo que se conoce como citarística. Se sabe que había concursos de estas modalidades.
En tiempos del Emperador César Augusto (63 a.C-14 d.C.), el Aulos, instrumento heredado de los griegos,
aumentó sus dimensiones y llegó a ser un instrumento del tamaño similar al de las tubas. Y el historiador
Ammiano Marcelino (340-400 d.C.), nos habla del uso, de grandes liras que debían transportarse en carros.
Y también aumentó el número de ejecutantes, de manera que formaban conjuntos de músicos
impresionantes, tradición que ya existía en Egipto. Lucio Anneo Séneca, preceptor de Nerón habla de la
cantidad de instrumentos, incluido el hydraulis.
Pero quizá donde mejor se puede apreciar el género musical es como acompañamiento al teatro, en
lugares como circos, teatros y anfiteatros, como en Grecia. Al contrario que en Grecia, las partes de coro
no eran tan importantes en Roma. Había partes cantadas con acompañamiento de tibiae generalmente,
que podían ser simples o dobles, repitiéndose éstas dos veces. Las pares tenían una afinación igual a las
otras. En Roma, las partes recitadas, llamadas deverbia iban seguidas de cantica o partes cantadas por un
solista o un dúo. En los intermedios se ofrecían recitales.