Así, en México se tienen múltiples realidades, aun en la misma Entidad Federativa,

existe una gran diversidad social, con diferentes costumbres y tradiciones. De esta manera,
la estrategia de aplicar un solo curriculum oficial para todo el país resulta ineficaz para
satisfacer las demandas de educación de excelencia y calidad hasta en las instituciones más
remotas del país.
Las autoridades educativas federales y estatales se han enfocado más en el trabajo
burocrático y en mostrar resultados de eficacia del sistema educativo, en informes de
evaluación propios de un país desarrollado, que en el acompañamiento pedagógico y el
fortalecimiento del servicio público de la educación; sin embargo, las problemáticas del
sector educativo no solo tienen su origen en un sistema de administración, sino que, como
se mencionó anteriormente, la educación está sujeta a los cambios de la dinámica social.
El aumento de la corrupción y el crecimiento de la inseguridad en el país, han
modificado el terreno en el que se aplican los principios filosóficos de la educación. En
México se atraviesa por una crisis social generada por una ola de criminalidad que provoca
temor en la comunidad en general. Esta situación conlleva a situar a la escuela como el
centro de la sociedad y como un espacio que permita reafirmar los valores morales y
cívicos para que no se pierdan ante el auge de la violencia que se vive en distintas partes del
país.
Ahora bien, la violencia y la inseguridad no son los únicos factores que pueden
influir en la transformación de la escuela, sino que la desigualdad de oportunidades
determina quienes de los educandos permanecerán en los centros educativos y quienes
optarán por la deserción. El principio filosófico de la gratuidad de la educación no garantiza
la permanencia del alumno en condiciones de pobreza extrema.
Por ello, el desafío más grande para el gobierno y las autoridades educativas locales
será el de construir una creciente ola de oportunidades que permitan elevar los ingresos de
las familias en condiciones de pobreza, de tal forma que, todos los educandos tengan la
facilidad de estar en las mismas condiciones para permanecer durante el período de
escolarización.
Por otra parte, la reforma educativa del sexenio del expresidente Enrique Peña
Nieto, trajo descontentos en una parte del magisterio del país que obligó a celebrar jornadas
de protesta y un paro de labores. El motivo principal, fue la polémica evaluación de
permanencia que se establecía en la Ley General del Servicio Profesional Docente. El
objetivo de aquel paquete de reformas en materia educativa era el de elevar la calidad del
servicio que se ofrecía en el país.
El principal blanco estas reformas era el docente, quien debía pasar continuas
evaluaciones para permanecer en funciones, lo contradictorio, es que el Sistema Educativo
Nacional no se compone solo del profesorado y los alumnos, sino también los contenidos
curriculares y las instalaciones para la enseñanza, por lo que, al evaluar el desempeño del
docente se requiere, previamente, haber dotado de insumos suficientes a las escuelas para
impartición de clases.