Sei sulla pagina 1di 2

Según Santo Tomás de Aquino (1567) “el amor ocupa el sitio que el conocimiento deja”.

Es decir, relaciona los dos aspectos dicotómicos de los antiguos griegos (Platón,
Aristóteles, Sócrates, entre otros) y, el creacionismo.

Así, los griegos enunciados soslayaban el criterio de que el hombre fue creado por un
Dios, más bien ellos enfatizaban y se referían a Dios como un “principio, como el bien
supremo y como la existencia de dioses”.

Según Angelis y Zordán (2012) es preciso recalcar la divergencia de criterios sobre el


alma, incluso en los mismos griegos, así; para Platón el cuerpo era la prisión del alma y
ameritaba liberarse, mientras que para Aristóteles el alma descansa en el cuerpo es su sede
natural. También, Aristóteles indica que el hombre posee tres tipos de almas, estas son:
vegetativa, sensitiva y la racional.

El cristianismo tiene la visión del alma como una parte del hombre que es inmortal y que
se encuentra junto al cuerpo y espíritu.

Al respecto cómo se cito en la Biblia Reina Valera (1960) “1ra. a los Tesalonicenses.
5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

También se recalca la diferencia de concepción del hombre por los griegos y el


cristianismo, así para los primeros “los dioses hacen parte integrante de la naturaleza; de
ahí que una de las corrientes hermenéuticas más frecuentes en relación con los mitos
griegos sea aquélla que les atribuye el carácter de discursos racionalizadores de la
experiencia cotidiana de la naturaleza y sus fenómenos” (Saavedra, 2007, p. 219).
Mientras que el cristianismo atribuye la creación del mundo y por ende del hombre al
“recogimiento de la divinidad, o el relato bíblico del génesis a partir de un acto deliberado
de un Creador, Dios” (Saavedra, 2007, p. 219).

Tanto los griegos como en el cristianismo se refirieron a la grandeza del hombre, claro
está con significado diferente, así; en el cristianismo el hombre es el resultado de la imagen
y semejanza de Dios, mientras que para los griegos el hombre se debía a la voluntad de los
dioses o de los reyes.
Referencias bibliográficas

Angelis, B y Zordan, P. (2012). Antropología. Universidad Técnica Particular de Loja.


Loja.
Saavedra, J ( 2007). Las ideas sobre el hombre en la Grecia antigua. Revista Facultad de
Ciencias Económicas. Colombia.
Recuperado en https://www.redalyc.org/pdf/909/90915212.pdf

Potrebbero piacerti anche