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TEMA 8. EL DELITO DE SIMULACION DE HECHO PUNIBLE.

ELEMENTOS.

TIPOS.

LA CALUMNIA.

AGRAVANTES.

ATENUANTES.

TITULO IV

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA

CAPITULO II

De la simulación de hechos punibles

El delito de simulación de hecho punible consiste en denunciar ante la


autoridad judicial o funcionario instructor, que ha ocurrido un hecho punible a
sabiendas que es falso o imaginable, o en simular los indicios de un hecho punible
ocurrido, o inculparse así mismo de un delito o falta que no ha cometido o que ha
sido cometido por otro sin su ayuda.

Los delitos contra la Administración de Justicia, en su heterogeneidad, son


verdaderos cimientos del Estado Social y Democrático de Derecho, pues en ellos
se sustenta la posibilidad de evitar una actuación penalmente responsable de una
persona que contaminaría el buen nombre de la Justicia.

Artículo 239 del Capítulo II del Código Penal

Cualquiera que denuncie a la autoridad judicial o a algún funcionario de instrucción


un hecho punible supuesto o imaginario, será castigado con prisión de uno a
quince meses. Al que simule los indicios de un hecho punible, de modo que dé
lugar a un principio de instrucción, se le impondrá la misma pena.

El que ante la autoridad judicial declare falsamente que ha cometido o ayudado a


cometer algún hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de instrucción,
a menos que su declaración sea con el objeto de salvar algún pariente cercano,
amigo íntimo o a un bienhechor, incurrirá igualmente en la propia pena.
La calumnia

El Código Penal venezolano tipifica este delito, en su artículo 240, el cual es del
tenor siguiente:

El que a sabiendas de que un individuo es inocente, lo denunciare o acusare ante


la autoridad judicial, o ante un funcionario público que tenga la obligación de
transmitir la denuncia o querella, atribuyéndole un hecho punible, o simulando las
apariencias o indicios de un hecho punible, incurrirá en la pena de seis a treinta
meses de prisión.

EI culpable será castigado con prisión de dieciocho meses a cinco años en los
casos siguientes:

1º Cuando el delito imputado merece pena corporal que exceda de treinta meses.

2º Cuando la inculpación mentirosa ha causado la condenación a pena corporal de


menor duración.

Si la condena Impuesta ha sido pena de presidio, deberá Imponerse al


calumniante la pena de cinco años de prisión.

DIFERENCIAS ENTRE CALUMNIA Y SIMULACION

 Si el hecho delictuoso simulado se imputa a una persona determinada con


la intención de hacerla condenar, sabiéndola inocente se comete el delito
de calumnia.
 Cuando alguien agrega por fines privados, denuncia falsamente que ha sido
víctima de un delito, pero sin hacer recaer la acusación sobre individuos
determinados y sin la intención de hacer condenar a un inocente, tenemos
el título especial de simulación de delito.

LA SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE PUEDE SER: objetiva y subjetiva

 OBJETIVA

La primera se clasifica en directa o formal, que ocurre cuando el agente informa o


comunica a la autoridad judicial o a algún funcionario de instrucción, un delito
supuesto o imaginario, vale decir: que no ha sucedido; e indirecta o material, que
es la cometida por quien simula los indicios de un hecho punible de modo que dé
lugar a un principio de instrucción.

LA SIMULACIÓN FORMAL COMPRENDE:


1º) una denuncia formulada ante la autoridad judicial o ante un funcionario
de instrucción.

2º) La declaración ante la autoridad o el funcionario predicho de que se ha


cometido un delito que en realidad no ha sido consumado. Debe ser «un delito
supuesto o imaginario», como dice la disposición legal en estudio.

Supuesto es lo falso, lo fingido; Imaginario, lo que sólo existe en la imaginación.

Y el delito denunciado será imaginario, si el hecho que lo constituye no se ha


efectuado de ninguna manera, como si el denunciado es esencialmente distinto
del hecho perpetrado.

La simulación real o material el sujeto activo

ha de simular las huellas de un delito, debiendo entenderse por éstas los rastros
materiales que ordinariamente quedan en el lugar en donde se perpetra un hecho
delictuoso.

 Como sangre, las señales de haberse arrastrado un cadáver, fractura de


una puerta, ganzúa o el instrumento llamado pata de cabra o bien cizallas,
o escalas de cuerdas, etc.
 Simular dice tanto como fingir, aparentar.

Simular los indicios de un delito

Quiere decir dar apariencia de dichos indicios a lo que en modo alguno puede
tenerse como tales. Se requiere, además, en la última de las expresadas
simulaciones, que los indicios simulados presenten tal grado de verosimilitud que
den lugar a un principio de instrucción.

Si no llega a iniciarse la averiguación, porque los rastros fingidos sean por demás
burdos, como cuando se deja en un lugar adecuado, cubierto de sangre uno de
esos cuchillos de plástico, flexible, con los que juegan los chicos, o si el líquido
rojo con el que se ha querido representar la sangre tiene el olor característico de
anilina, o si por cualquier otro medio se descubre que aquéllos son fingidos, no
podrá considerarse consumada la simulación.

El principio de instrucción sumarial constituye una condición objetiva de


punibilidad.

La simulación formal o directa, como la indirecta o material,

son delitos de sujeto activo indeterminado: «Cualquiera que…» dice el artículo que
es objeto del presente comentario.
El objeto específico que este artículo protege es el interés por el funcionamiento
útil de la autoridad judicial y el mantenimiento del acatamiento debido a esa misma
autoridad, porque él tiende a impedir que, mediante simulaciones de algún
despreocupado, pueda ser determinada aquélla a la averiguación de un delito que
no ha sido perpetrado.

En el aparte del artículo 242. Código Penal, Del Falso Testimonio, se establece
que «el que ante la autoridad judicial declare falsamente que ha cometido o
ayudado a cometer algún hecho punible, de modo que dé lugar a un
principio de Instrucción, a menos que su declaración sea con el objeto de
salvar a algún pariente cercano, un amigo íntimo o a su bienhechor incurrirá
igualmente en la propia pena».

Este es el delito de simulación subjetiva, que la doctrina llama autocalumnia,


porque el agente se atribuye haber cometido él mismo, o haber ayudado a
cometer un hecho punible. Si la autocalumnia se comete con el objeto de salvar a
un pariente cercano, a un amigo íntimo o a un bienhechor, no será punible, o por
mejor decir: no constituirá delito alguno.

La simulación formal y la real o material se consuman en el mismo momento en


que el agente formula la denuncia de que se ha cometido un delito que en realidad
no se ha ejecutado, sino que ha sido supuesto o imaginado por él, o cuando son
advertidos o descubiertos los indicios o huellas de ese delito inexistente.

En la subjetiva, cuando el sujeto activo se atribuye falsamente la comisión de


un delito o el haber ayudado a cometerlo.

En la primera parte del artículo 240 protege el normal funcionamiento de los


órganos del Poder Judicial, los Tribunales en lo Penal, puesto que es preciso
impedir que éstos puedan ser desviados de su fundamental función de administrar
justicia, e inducidos, por la mala fe de los particulares, a instaurar procesos
infundados contra personas inocentes. En ocasiones podrá resultar protegido
también el derecho a la libertad individual de esas personas indebidamente
incriminadas.

Este interés protegido es precisamente lo que determina la distinción entre la


calumnia y la difamación, por cuanto, si bien este último delito se consuma por la
imputación de un hecho determinado capaz de exponer al desprecio o al odio
público a la persona a la que aquel hecho se imputa, sigue siendo un agravio a la
personalidad moral del individuo, una ofensa a su honor o reputación, en tanto que
la calumnia que atribuye un delito y no un simple hecho difamatorio por grave que
sea ultraja o afrenta, a la administración de justicia.
El sujeto activo de la calumnia es indeterminado, como que puede ser cometida
por cualquiera, menos el propio denunciante, o acusador, porque si así ocurriera,
se tratan a del delito de simulación subjetiva o autocalumnia.

Esta figura penal comprende dos especies:

 la calumnia verbal o directa, llamada también formal, y la indirecta o real


que algunos denominan material.

Son elementos integrantes de la primera (la calumnia verbal o directa)

a) La imputación de un delito. (Imputación es la acción y efecto de imputar; e


imputar dice tanto como atribuir a un individuo determinado una culpa, un delito o
una acción).

La calumnia indirecta se perpetra mediante la simulación de las


apariencias o indicios materiales de un delito, en forma tal que resalte el propósito
de implicar a una persona determinada en la comisión del mismo. Esta simulación
sustituye la denuncia o acusación de la calumnia formal.

La consumación ocurre, respecto de la calumnia formal o directa, en el


momento y en el lugar en que la autoridad judicial o el funcionario público que
tenga la obligación de transmitir la denuncia o querella, haya recibido una u otra
de éstas.

La indirecta o material se consuma cuando la autoridad judicial tiene


conocimiento de las huellas simuladas.

No es posible, concebir la tentativa.

El delito de calumnia

es imputable a título de dolo genérico, representado por la voluntad


consciente y libre de denunciar o acusar a un individuo determinado, a
pesar de conocer la total inocencia del inculpado; vale decir: la acusación o
denuncia debe ser mal intencionada, no meramente irreflexiva o
imprudente.

No es posible concebir la calumnia culposa, puesto que la buena


fe y el error del agente excluyen el dolo.

La disposición legal que se examina contempla 3 circunstancias


agravantes, aunque en sólo dos ordinales:
La primera para «cuando el delito imputado merece pena corporal que
exceda de treinta meses».

La segunda, para «cuando la inculpación mentirosa ha causado la


condenación a pena corporal de menor duración: en ambos casos se impondrá al
culpable prisión por tiempo de dieciocho meses a cinco años».

La tercera señala pena fija de cinco años de prisión para cuando la pena
impuesta haya sido de presidio.

Por último, el artículo 241 prescribe:

Las penas establecidas en el artículo precedente, se reducirán a las dos


terceras partes, si el culpable del delito especificado se ha retractado de sus
imputaciones o si ha revelado la simulación antes de cualquier acto de
enjuiciamiento contra la persona calumniada. Las penas dichas sólo quedarán
reducidas a la mitad si la retractación o revelación intervienen antes de la
sentencia que recaiga con motivo de la inculpación mentirosa.

Al parecer, el legislador tuvo la intención de graduar la reducción de las penas


según la mayor o menor prontitud con que el calumniador se retractara de la falsa
imputación o revelara la simulación.

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