Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El hilo conductor del documento es el pasaje bíblico del Evangelio de San Lucas
en el capítulo 24 sobre los discípulos de Emaús. En un primer momento el
documento analiza el contexto en el que viven los jóvenes, destacando sus puntos
de fortaleza y los desafíos. Todo debe iniciar con la escucha empática que, con
humildad, paciencia y disponibilidad, permita dialogar verdaderamente con la
juventud, evitando “respuestas pre confeccionadas y recetas ya preparadas”. Los
jóvenes, intactos, quieren ser “escuchados, reconocidos, acompañados” y desean
que su voz sea “considerada interesante y útil en el campo social y eclesial”.
Otro tema importante presente en el Documento tienen que ver con la familia,
principal punto de referencia para los jóvenes, primera comunidad de fe, “Iglesia
doméstica”: el Sínodo recuerda, en particular, el papel de los abuelos en la
educación religiosa y en la transmisión de la fe, y advierte sobre el debilitamiento
de la figura paterna y de los adultos que asumen estilos de vida “juveniles”.
Se recuerda que Dios habla a la Iglesia y al mundo a través de los jóvenes, que
son uno de los “lugares teológicos” en los que el Señor se hace presente.
Respecto a la vocación se recuerda que “cada vida es una vocación en relación
con Dios”, se invita al acompañamiento por parte de la Iglesia a modo personal y
grupal. Se advierte que La Iglesia es el ambiente para discernir y la conciencia es
el lugar donde se capta el fruto del encuentro y de la comunión con Cristo. Otros
temas como: el desafío digital, el reconocimiento y el valor de la mujer en la
sociedad y la Iglesia, el cuerpo, la sexualidad y la afectividad, el discernimiento
vocacional y el llamado a la santidad.
Oremos continuamente por los jóvenes del mundo entero, en especial por los de
nuestra diócesis, para que por la acción del Espíritu Santo y por nuestra oración
comprenda la importancia de responderle abiertamente a Dios, y que nosotros los
ministros, nos esforcemos por crear ambientes juveniles en cada una de las
parroquias, para que así, logremos tener una Iglesia joven, joven Iglesia.