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Figuras del Proceso de Partición

Figuras del Proceso de Partición

Daisy López Nieto


Alynn Carina Paulino

La sucesión es definida como la “ Transmisión a título universal, a una o varias personas vivas
del patrimonio dejado por una persona fallecida".[1] A dicho patrimonio se reconoce como
sucesión o herencia, la cual será percibida por aquellos que se estiman herederos o sucesores.
El derecho sucesoral tiene un carácter tanto social, económica como político, además de
su estrecha relación con el derecho de propiedad, donde se evidencia que las sucesiones
influyen notoriamente en la repartición de la tierra y de otros bienes inmuebles.

Esta transmisión sucesoral a la que nos referimos precedentemente, suele manifestarse a través
de alguna disposición legal, aquellas que operan sin testamento, mejores conocidas como “ab
intestato”, también por efecto de un acto jurídico unilateral que emana de la voluntad del
difunto, o en virtud de un contrato del cual el causante instituye a un heredero, sucesión
contractual o donación de bienes futuros.

Para que pueda suscitarse la transmisión sucesoral, es fundamental identificar en primera


instancia, quienes tendrán la calidad para suceder, ya que retratado este aspecto, se dará lugar
a la partición de bienes, la cual busca distribuir equitativamente la masa sucesoral, obviamente,
en los casos en que exista más de un sucesor. La concurrencia de varios herederos a recibir una
herencia produce entre ellos un estado de comunidad, el cual se genera al momento del
fallecimiento, ausencia o desaparición del sujeto. Circunstancias únicas que dan lugar a la
apertura de la sucesión.

LA PARTICION

Es conocida como el proceso mediante el cual se pone fin a la indivisión de una masa de bienes.
Henri Capitant en su diccionario jurídico, la define como “Operación por la cual los
copropietarios de un bien determinado o de un patrimonio ponen fin a la indivisión,
sustituyendo en favor de cada uno la parte que tenía sobre la totalidad del bien o patrimonio
por una parte material distinta de aquella”. La partición puede presentarse en diferentes
modalidades, tanto de forma compleja como sencilla, dependiendo del caso en particular.

Todas las personas tienen un patrimonio, y su propiedad puede ser adquirida y transmitida por
sucesión, por donación entre vivos o testamentaria, y por efecto de obligaciones, conforme al
Artículo 711 del Código Civil. Ponerle fin a la indivisión de una masa de bienes es de orden
público, por lo que no se admite que sea derogado arbitrariamente por ningún tribunal.
1.1 TIPOS DE PARTICIONES

Es pertinente destacar que la herencia está integrada tanto por los bienes y derechos del difunto
como por sus deudas, y que éstas se transmiten a los herederos al igual que los bienes. Por
tanto, en la partición deberán inventariarse y ser objeto de adjudicación todos los activos y
pasivos.

Se entiende que cuando la propiedad es adquirida por sucesión, la masa de bienes del
causahabiente al momento de su muerte, está indiviso y debe ser repartido mediante el
procedimiento de partición para que la propiedad de los bienes sea transmitida a los herederos.
“A nadie puede obligarse a permanecer en el estado de indivisión de bienes, y siempre puede
pedirse la partición, a pesar de los pactos y prohibiciones que hubiere en contrario.”[2]

La partición de ascendientes, contemplada en el Código Civil Dominicano, Artículos del 1075 al


1080, se manifiesta cuando el propio ascendiente por sí mismo procede a la partición de su
herencia entre sus descendientes, herederos presuntos estando en vida. Esta partición puede
realizarse como donación entre vivos o por testamento. La partición de ascendientes es un poco
compleja, ya que combina donación con partición. La ventaja de este tipo de partición es la
avenencia entre los herederos y los resultados después de fallecido el ascendiente; para los
menores de edad evita inconvenientes y el ascendiente se libera de la administración de su
fortuna.

La partición de ascendientes hace la entrega absoluta de los bienes divididos; transmisión


irrevocable, la aceptación de los herederos, no someterse a condiciones potestativas del
disponente y se limita a los bienes presentes. Según la jurisprudencia, “el finado en vida hizo el
reparto de sus propiedades entre sus ocho hijos. La renuncia que hicieron después de su muerte
algunos de sus herederos no fueron renuncias a poner fin al estado de indivisión, sino renuncias
a reclamaciones contra el reparto de los bienes efectuado por su causante. B.J. 1048.571”[3]

Se reconoce del mismo modo la acción en partición en los casos de divorcios. “La acción en
partición de comunidad por causa de divorcio, prescribirá a los dos años a partir de la publicación
de la sentencia, si en este término no ha sido intentada la demanda.”[4] Sin embargo, la acción
en partición de comunidad por causa de divorcio, prescribirá a los dos años a partir de la
publicación de la sentencia, si en este término no ha sido intentada la demanda. Se considerará,
que la liquidación y partición de la comunidad, después de la disolución del matrimonio por el
divorcio,
ha sido efectuada, si dentro de los dos años que sigan a la publicación de la sentencia de divorcio,
ninguno de los cónyuges asume la condición de parte diligente para hacerla efectuar. Cada
cónyuge conservará lo que tenga en su posesión. Para las acciones en partición de comunidad
por causa de divorcio, pronunciados y publicados con anterioridad a la presente ley y que no se
hubiesen iniciado todavía, el plazo de dos años comenzará a contarse desde la fecha de la
publicación de esta ley.”[5]

La partición entre socios de una sociedad civil o de compañías de comercio emerge cuando
ponen fin a sus actividades y operaciones ya sea por razones estatutarias, legales, voluntarias o
judiciales, corresponde a la masa social de sus activos después de saldados los pasivos.
Asímismo, tenemos la partición de condominios rurales o urbanos.
Cuando todas las partes mayores de edad se ponen de acuerdo en cuanto a la distribución y
adjudicación de los bienes se dice que estamos en presencia de una partición amigable. Incluso
dicha partición puede hacerse verbalmente. Pero cuando existe controversia y desacuerdo
entre las partes interesadas o cuando existen menores de edad, interdictos o herederos
ausentes, tendremos un procedimiento más complejo conocido como la partición judicial,
donde intervienen los tribunales con el fin de proteger los intereses de estos últimos.

PROCEDIMIENTO DE PARTICION JUDICIAL

El artículo 823 del Código Civil establece que cuando no hay partición amigable se comisionan
los funcionarios de lugar para proceder a la partición judicial.
“Art. 823.- Si uno de los coherederos se negase a aprobar la partición, o se promueven
cuestiones sobre la forma de practicarla o de concluirla, el tribunal pronunciará su fallo
sumariamente; o comisionará, si procediese, un juez para las operaciones de partición: con el
informe de éste el tribunal resolverá las cuestiones pendientes”.

El procedimiento judicial tendrá dos fases: la demanda y las operaciones propiamente dichas.
En la primera fase de la demanda el juez apoderado ordena o rechaza la partición. En la segunda
etapa es cuando se designa el notario y el juez comisario. Es entonces cuando se conocen en el
proceso las siguientes aspectos;

1.2.1 La demanda

La demanda es el acto jurídico por el cual una persona somete al juez una pretensión. Es
considerada también como el derecho de pedir una pretensión y ser escuchado sobre el fondo,
si hay lugar, y por sentencia se establezca si la acción está bien o mal fundada, y el derecho de
discutir el fundamento de la pretensión.[6] Esta puede ser iniciada por la parte interesada. En
caso de los herederos no presentes, si entre los herederos hay menores de edad o personas
sujetas a interdicción, la demanda la interpone el fiscal del Tribunal de Primera Instancia, o de
oficio por el Juez de Paz del lugar de la sucesión.

La demanda se realiza mediante emplazamiento notificado a las partes. Asímismo, el Artículo


46 contentivo en el Reglamento de los Tribunales Superiores de Tierras y de Jurisdicción Original
de la Jurisdicción Inmobiliaria, establece que se notifican por acto de alguacil las demandas en
partición y determinación de herederos.

La demanda se interpone ante el tribunal de la apertura de la sucesión, si este no existe el lugar


del último domicilio de la persona fallecida (Art 110 del Código Civil). La demanda puede llevarse
ante un tribunal donde no se haya abierto la sucesión, pero esta incompetencia no es absoluta,
deberá solicitarse la declinatoria. Existe una excepción, cuando hay Litis sobre inmuebles que ya
se han repartido, se puede llevar ante el tribunal donde esté ubicado el inmueble o el tribunal
del domicilio del difunto por ser una acción mixta.

“La competencia del tribunal de primera instancia es atributiva tanto en la demanda en


partición, como a todas las operaciones o contestaciones que surjan en el curso de la ejecución
de la partición, y de las que puedan nacer posteriormente, tales como serían la acción en
rescisión o recurso de garantía, entre otras.”[7] “Ante este mismo tribunal se procederá a la
licitación, y se discutirán las demandas relativas a la garantía de los lotes entre los copartícipes,
y las de rescisión de la partición.”[8]

1.2.2 La sentencia

El tribunal dicta una sentencia ordenando la partición ya sea en naturaleza o venta en pública
subasta de los bienes que no pueden partirse o se hace difícil su partición. Sin la sentencia del
tribunal no se puede iniciar las operaciones de registrar la partición de los bienes, especialmente
de los inmuebles.

1.2.3 Comisión de un juez comisario

La sentencia designa a un JUEZ COMISARIO o más bien se autodesigna juez comisario ya que
nuestros tribunales civiles son unipersonales. El Art. 823 del Código Civil señala: “Si uno de los
coherederos se negase a aprobar la partición, o se promueven cuestiones sobre la forma de
practicarla o de concluirla, el tribunal pronunciará su fallo sumariamente; o comisionará, si
procediese, un juez para las operaciones de partición: con el informe de éste el tribunal
resolverá las cuestiones pendientes.” El Art. 969 del Código de Procedimiento Civil establece:
“Por la sentencia que recaiga sobre una demanda en partición se comisionará, si hubiere lugar,
un juez con arreglo al artículo 823 del Código Civil y al mismo tiempo un NOTARIO. Si durante el
curso de la partición el juez o el notario tuvieren algún impedimento, el presidente del tribunal,
previa instancia proveerá a su reemplazo, por medio de un auto que no será susceptible ni de
oposición ni de apelación.” Según estos artículos, el nombramiento de un juez comisario es
facultativo y su función principal es vigilar las operaciones y presentar informe de estas
operaciones al tribunal.

1.2.4 Comisión de uno o tres peritos

El artículo 971 del Código de Procedimiento Civil establece que el tribunal puede comisionar uno
o tres PERITOS, que se juramentarán y sus informes se realizarán según las formalidades
establecidas en el título de los Informes de Peritos. El informe del perito debe contener las bases
de la estimación de los bienes a partir. La persona que pide la partición debe pedir la ratificación
del informe y notificará de abogado a abogado. Las partes pueden designar los peritos y si no
se ponen de acuerdo, el juez los nombrará de oficio. Los peritos no siempre son necesarios, si
las partes ante notario hacen la división de lugar.

1.2.5 Comisión de un Notario Público

Como parte del proceso de partición, las partes deben comisionar un notario público o sino el
juez de oficio lo nombrará. Este notario se comisiona al mismo tiempo que se nombra el juez
comisario. “Una vez estimados y vendidos los bienes muebles o inmuebles, el juez comisionado,
si procede, mandará a los interesados ante el notario que ellos mismos hayan designado, o que
haya sido nombrado de oficio, si sobre este punto no hubiere habido acuerdo. Ante este oficial
público se procederá a la dación y liquidación de las cuentas que los copartícipes puedan tener
entre sí, a la formación de la masa general de bienes; al arreglo de los lotes o hijuelas; y a las
cantidades que hayan de suministrarse a cuenta, a cada uno de los interesados.”[9] “En todos
los otros casos, y especialmente cuando el tribunal hubiere ordenado la partición, sin necesidad
de informe pericial, el promovente hará intimar a los copartícipes para que comparezcan el día
indicado por ante el notario que estuviere comisionado, con el objeto de proceder al arreglo de
cuentas, colación, formación de la masa, deducciones de valores, arreglo de lotes y suministros:
todo como está mandado en el Código Civil, artículo 828. Se procederá del mismo modo,
después que haya tenido lugar la licitación, si el precio de la adjudicación debe confundirse con
otros objetos en una masa común de partición, para formar el balance entre los diversos
lotes.”[10]

FIGURAS DE LA PARTICION

PARTE INTERESADA

Son parte interesada para interponer una demanda en partición los descendientes y herederos
del de cujus. No obstante, también son considerados parte interesada aquellos terceros con un
interés jurídico, tales como el comprador de un bien de la sucesión o un acreedor hipotecario.

La jurisprudencia dominicana ha manifestado en suscitadas ocasiones el alcance de dicho


interés, particularmente en su Sentencia No.12 del 28 de noviembre de 2007 BJ 1164, donde
fue declarada inadmisible una demanda en partición, en virtud de que la demandante no pudo
probar su condición de hija natural reconocida del de-cujus, por lo que no tenía calidad para
demandar en justicia.”[11] Siendo esto un reflejo de que deben cumplirse todas las condiciones
de lugar para que la partición sea reconocida.

Se reconocen también jurisprudencias sobre la acción en partición que puede ejercer un


acreedor hipotecario, la sentencia No. 3 del 5 de diciembre de 2007 BJ 1165, donde un padre
apoderó a uno de sus hijos a hipotecar un inmueble indiviso, después de fallecida la madre. El
banco ejecutó la hipoteca pero solamente se le concedió la mitad del inmueble, ya que la madre
no había consentido en vida esta hipoteca y el esposo como administrador del inmueble
permitió la hipoteca después de fallecida la madre. En este caso, los demás hijos de la señora
resultaban perjudicados, por lo que se demandó la partición del inmueble. La hipoteca procedía
por la mitad del inmueble, la porción correspondiente al padre y la porción correspondiente al
hijo que hipotecó el inmueble, pero no a los demás herederos de la madre.

TRIBUNAL COMPETENTE

Según la jurisprudencia dominicana, “el único juez competente para conocer de la partición es
el juez de primera instancia en atribuciones civiles, quien, si ha lugar, puede comisionar a un
juez comisario para hacer un informe al tribunal sobre la consistencia de los bienes a partir y las
contestaciones que puedan producirse. B.J.1052.79”[12] Sin embargo, la Ley 108-05 le confiere
competencia al Tribunal de Jurisdicción Original cuando se trate de partición de inmuebles
únicamente, refiriéndose particularmente al artículo 56 “ccualquier copropietario, coheredero
o copartícipe de un derecho registrado indiviso puede solicitar la partición al Tribunal de
Jurisdicción Original correspondiente”.

Cuando se trate exclusivamente de una sucesión de inmuebles o de partición de unos inmuebles


de cualquiera de los tipos de particiones, se puede apoderar el tribunal de jurisdicción original
conforme a la Ley 108-05.[13] Pero el artículo 56, Párrafo IV de dicha Ley estipula: “Cuando una
partición se torne litigiosa, y una de las partes solicite la declinatoria por estar la jurisdicción
ordinaria conociendo del caso, la Jurisdicción Inmobiliaria debe declinar el mismo.”

“En el ámbito de la jurisdicción civil y de tierras, la función del juez es simplemente autorizar la
partición. No debe resolver los diferendos que se producen en su transcurso, como la de saber
si determinado bien está o no incluido en la masa a partir”[14], esta es la función del juez
comisario.

JUEZ COMISARIO

El juez comisario debe determinar si el bien está o no incluido en la masa a partir, junto con el
notario. En las operaciones propias de partición el juez comisario vigila las operaciones de la
partición junto con el notario de hacer el inventario y la distribución del patrimonio, la forma en
que se van a dividir si es posible división en naturaleza.

PERITO

“La tasación de los bienes inmuebles se verificará por peritos designados por las partes; y si estos
se niegan, nombrados de oficio. Las diligencias de los peritos deben contener las bases del
avalúo; indicarán si el objeto tasado es susceptible de cómoda división, de qué manera ha de
hacerse ésta y fijar, por último, en caso de proceder a la misma, cada una de las partes que
puedan formarse, y su respectivo valor.”[15]

Cuando la partición incluye menor de edad, el perito es nombrado por el Tribunal de Primera
Instancia donde se abre la sucesión. Los peritos presentan al tribunal su juramento de
desempeñar bien y finalmente su encargo. El perito debe formar los lotes que sacará por suerte
a presencia de un miembro del tribunal o notario asignado al caso para que haga entrega de los
lotes.

La parte que presenta la demanda debe adelantar el costo del perito. Cuando se trate de
partición por ascendientes y uno de los descendientes impugne la partición, este deberá
adelantar los gastos de la tasación y las costas del pleito, los cuales le serán reembolsados si su
reclamación tiene fundamento.

AGRIMENSOR

Cuando se trate de la partición de sucesión de un inmueble registrado, debe designarse un


agrimensor para que haga el deslinde, en una función que se puede comparar con el juez
comisario. El proceso del deslinde está contemplado en la Ley 108-05 de Registro Inmobiliario.

NOTARIOS

En la aplicación del derecho, existe la figura del notario público, oficial público quien tiene dentro
de sus funciones las siguientes: Directiva (asesoría a las partes respecto al acto que realizarán),
modeladora (tiene que velar por que se aplique el principio de la legalidad), autenticadora (el
notario está investido de fe pública por lo que se presume que sus actos son verdad). La fe
pública “es la creencia de lo que se dice u orden en virtud del testimonio de la autoridad o
funcionario que lo refrenda”.[16]

La Ley 301-64 sobre Notarios en su artículo 1 dice: “ Los Notarios son los Oficiales Públicos
instituidos para recibir los actos a los cuales las partes deban o quieran dar el carácter de
autenticidad inherente a los actos de la autoridad pública y para darles fecha cierta, conservarlos
en depósito y expedir copias de los mismos. Tendrán facultad además, para legalizar las firmas
o las huellas digitales de las partes, en la forma establecida por la presente ley.” Los notarios
son auxiliares de la justicia porque en adición a lo establecido en la Ley de Notariado, el Código
de Procedimiento Civil le confiere otras funciones incluyendo la partición y liquidación de bienes,
representar de los ausentes en los inventarios, venta de bienes de menores y las licitaciones.

En la vida civil de los particulares, el notario público se encuentra involucrado en innumerables


actos como oficial público. El Código Civil, así como otras leyes dominicanas, expresamente
requieren que para el cumplimiento de determinadas formalidades los actos auténticos estén
realizados por notarios. Igualmente, además de los notarios públicos, los actos auténticos
pueden ser emitidos por Secretarios de los Tribunales y alguaciles de estado civil, cada uno
dentro de sus atribuciones.

Un acto auténtico notarial descansa sobre dos principios básicos: Principio de Rogación y
Principio de Inmediación. El artículo 1 de la Ley 301-64 expresamente establece que las partes
deben solicitar al notario su gestión profesional, de ahí el principio de rogación. En cuanto al
principio de inmediación, se refiere a que una vez el notario es convocado por las partes, todo
el proceso de su gestión de iniciar y culminar en el cierre del acto: el acto escrito, identificación
y la firma de las partes y testigos se realizan en una secuencia inmediata.

El notario junto con el juez comisario deben hacer el inventario y la distribución del patrimonio,
la forma en que se van a dividir si es posible división en naturaleza, tal y como señalamos
anteriormente.

Las partes interesadas en el proceso serán los responsables de cubrir los honorarios de los
notarios. Quien interpone la demanda adelanta los costos y luego se reembolsa de la repartición
de bienes.

CONCLUSION

El proceso de partición, en aplicación del artículo 815 del Código Civil Dominicano, busca
romper el estado de indivisión existente entre los coherederos, copropietarios o coparticipes. El
código civil dominicano dispone un conjunto de pasos que constituyen el procedimiento de
partición de derecho común; éste será utilizado para la partición de bienes muebles e inmuebles
intentada por ante el Tribunal de Primera Instancia. Este procedimiento se usará siempre que la
partición no pueda conseguirse por la vía amigable.

Ahora bien, cuando el proceso de partición involucre inmuebles registrados (es decir,
inmuebles que posean un Certificado de Título, una Constancia Anotada en un Certificado de
Título en ocasión de haber sido sometidos al proceso de Saneamiento o se trate de inmuebles
en proceso de saneamiento) la ley 108-05 de Registro Inmobiliario permite realizar del proceso
de partición por ante el Tribunal de Jurisdicción Original que territorialmente corresponda al
inmueble, según lo establece el artículo 55 de la ley 108-05 y difiere, sustancialmente, del
procedimiento que contempla el Código Civil para la partición en sentido general.

En este mismo sentido, es pertinente destacar que estos procedimientos que analizamos
anteriormente garantizan el debido proceso y el derecho que tiene toda persona de no
permanecer en un estado de indivisión con relación a bienes que le han sido heredados,
tendiendo así los coherederos la facilidad de acudir a cualquiera de las de vías de distribución
que describimos precedentemente dependiendo la naturaleza de los bienes y las circunstancias
que se presentan, tomando en cuenta el grado de acuerdo y desacuerdo que exista entre los
coherederos.

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