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Historia de la educación en

Guatemala
Educación en la colonia
La educación durante la época colonial en
Guatemala estuvo a cargo de la Iglesia
Católica y favorecía casi exclusivamente a los
hijos de los españoles y criollos. En
1597, el anciano obispo Gómez Fernández de
Córdoba y Santillán autorizó la fundación del
primer centro educativo en Guatemala: el
Colegio y Seminario Tridentino de Guatemala.
Para entonces otras instituciones similiares
-llamadas seminarios tridentinos o seminarios
conciliares- habían tenido muchas dificultades
para establecerse: por ejemplo, el colegio
tridentino de Quito había pasado a manos de
la Compañía de Jesús y ya no formaba curas
seculares menos de treinta años después de
su fundación; el de Santa Fe, que fue fundado
en 1586, pasó también a los jesuitas en 1605,
y el de Lima, que seguía abierto a pesar de la
oposición del cabildo y las órdenes religiosas.

En Guatemala, la fundación del Seminario de


Nuestra Señora de la Asunción fue rápido y
relativamente fácil: pronto contó con rentas
estables, alojó estudiantes internos en el
edificio propio e impartió cátedras. Durante el
período virreinal nunca fue forzado a cerrar ni
a pasar a manos de los jesuitas. Esta situación
favorable se debió a que el seminario
guatemalteco surgió después de los otros ya
mencionados, y sus fundadores utilizaron las
experiencias de dichos seminarios, además de
legislación que se había aprobado para
favorecer a las instituciones de este tipo: para
1598, aparte de las directivas canónicas del
Concilio de Trento existían también reales
cédulas que especificaban claramente y
restringían la jurisdicción de los virreyes y
Audiencias reales y de los obispos en el
manejo de los colegios. Además, también
existían leyes que obligaban a los cabildos
catedralicios y a las órdenes religiosas a
sufragar los gastos de funcionamiento del
seminario. De esta cuenta, el Colegio y
Seminario de Nuestra Señora de la Asunción
gozó de una gran autonomía desde su
fundación.

El seminario de Nuestra Señora de la Asunción


fue una obra del cabildo de la ciudad de
Santiago de los Caballeros, de la Audiencia
real y de un grupo de eclesiásticos y
pobladores de la ciudad, que se vio favorecido
por las intenciones del extinto obispo
Francisco Marroquín de solicitar a la Corona
que se instituyera un centro educativo en
Guatemala.
Exterior del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús en
2010.

Arzobispo Cayetano Francos y Monroy. Llegó a


Guatemala en 1779 e impulsó la educación de la
Capitanía General de Guatemala. Es el fundador del
Colegio San José de los Infantes.
El Colegio de la Compañía de Jesús fue creado
a través de Real Cédula del 9 de agosto de
1561. Esta manzana jesuítica, donada en parte
por el cronista Bernal Díaz del Castillo,
comprendía tres claustros y un templo, y
llegaron a vivir hasta doce jesuitas. Funcionó
como Colegio de San Lucas de la Compañía de
Jesús desde 1608 hasta la expulsión de la
orden en 1767: «El Colegio adquirió gran fama
y no tenía rival en cuanto a la enseñanza de
primeras letras y gramática. A él acudía lo más
florido de la sociedad de Santiago, tales como
Francisco Antonio Fuentes y Guzmán, el
cronista Francisco Vázquez, Pedro de
Betancourt y Rafael Landívar.»[5]

Cayetano Francos y Monroy llegó a Guatemala


como arzobispo en 1779 con la misión de
retomar el control del clero guatemalteco y
destituir al arzobispo Pedro Cortés y Larraz
quien se aferraba al puesto.[6] Francos y
Monroy estaba muy involucrado con las
corrientes liberales de los filósofos ingleses y
de Juan Jacobo Rousseau que proporcionaron
nuevos lineamientos en la pedagogía y la
formación intelectual de las nuevas
generaciones.[4] Francos y Monroy inició en la
Nueva Guatemala de la Asunción una reforma
educativa, pues a su llegada solamente estaba
la escuela de Belén, la que era incapaz de
atender a todos los escolares, pues la
población ascendía a veinte mil habitantes.[4]
Las escuelas no funcionaban porque los
jesuitas habían sido expulsados en 1767 y el
resto de entidades civiles y religiosas estaban
trabajando arduamente en construir sus
nuevos edificios tras el traslado desde la
ciudad de Santiago de los Caballeros de
Guatemala en 1776.[4] Francos y Monroy
fundó dos escuelas de primeras letras, la de
San José de Calasanz y la de San Casiano,
fundó un nuevo colegio que llamó «San José
de los Infantes» y contribuyó
económicamente para finalizar la
construcción del Colegio Tridentino, y otros
establecimientos.[4]

La nueva orientación pedagógica de Francos y


Monroy tenías tres objetivos: ciencias,
costumbres y religión. De esta forma, se dio
conocimiento a los niños adecuado a su edad
y se les proporcionaron principios que poco a
poco fueron desarrollando ciudadanos con
mentalidad distinta a la acostumbrada y
quienes en años posteriores serían
protagonistas de los movimientos
independentistas.[4]
Gobierno liberal de Mariano Gálvez

El Dr. Mariano Gálvez se preocupó por


readecuar el sistema educativo de Guatemala
y convertirlo en un sistema laico. En 1835 se
principió a ensayar el famoso sistema
lancasteriano, que por aquella época era
tenido como el óptimo, y que es bien
conocido por el auxilio que el maestro se
hacía dar por sus discípulos aventajados, que
recibían el nombre de "monitores". También
se dieron las becas de Guadalupe costeadas
por el Estado y que eran para niños
procedentes de los departamentos, siendo
condición expresa que cinco de las becas
favorecieran a niños indígenas. También se
ordenó la creación de una escuela de
mineralogía, la creación del Museo Nacional,
la de una escuela de niñas -en las que se
enseñaba a leer, escribir, contar y los
principios básicos de las labores de una mujer
de la época- y la de la primera Escuela Normal
de Profesores. Finalmente, se fundó la
Academia Nacional de Ciencias, la cual vino a
llenar que el vacío educativo que existía
cuando fue cerrada la Real y Pontificia
Universidad de San Carlos Borromeo tras la
expulsión de las órdenes del clero regular
luego de la derrota del partido conservador.[a]
[cita requerida]

Régimen de los 30 años


Véanse también: Manuel Francisco Pavón Aycinena, Rafael
Carrera y Clan Aycinena.

Artículo 2 del Concordato de 1854 en que se otorgaba la


educación a la Iglesia Católica.[7]

En 1840, se formó nuevamente la


Pontificia Universidad de San Carlos Borromeo
con las facultades que hasta entonces
formaban la Academia de Ciencias laica que
había fundado el Dr.
Mariano Gálvez. El primer rector de la
Universidad fue el Dr. y sacerdote Juan José
de Aycinena y Piñol -quien ya había sido
rector de la misma entre 1825 y 1829quien
además fungía como Ministro de Asuntos
Eclesiásticos del gobierno. Aycinena también
convenció a Carrera de permitir de nuevo el
acceso de la Compañía de Jesús para
encargarse de la educación en Guatemala.

Manuel Francisco Pavón Aycinena, uno de los


líderes del Clan Aycinena y consejero del
presidente Rafael Carrera fue responsable del
sistema educativo durante el régimen de los
30 años;[8] tanto así que los historiadores
liberales que surgieron a partir de 1871 lo
acusaron de ser el responsable del
movimiento pedagógico retrógado que se
vivió en Guatemala durante ese tiempo.[8] Las
ideas de Pavón entregaron la enseñanza a la
tutela de la Iglesia Católica por medio de la
Ley de Pavón, que se promulgó el 16 de
septiembre de 1852; de acuerdo a los
liberales, este instrumetno legal significó un
retroceso en la educación guatemalteca ya
que otros pueblos seguían las ideas de la
Ilustración que se inició a finales del siglo .[8]
La ley no indicaba de manera precisa el
sistema gradual de la enseñanza primaria,
pretendía que el poder era de origen divino y
por ello los niños debían absoluto respeto a
sus superiores, y no contenía los principios
necesarios para aprender de ciencias
naturales ni sociales.[8] Además no enseñaba
Economía, Historia ni Geografía y no
contemplaba una educación gratuita,
obligatoria ni laica; era pues, un retorno a la
educación contemplada en las antiguas leyes
de
España en cuestiones de Instrucción
Pública.[8]

La Ley de Pavón enfatizaba que el fundamento


de una sólida enseñanza consistía en el
aprendizaje de la doctrina de la religión y la
moral inculcándole a la juventud desde sus
primeros años, así como inculcar el respeto
que deben observar para con sus mayores, a
los funcionarios y a las autoridades. La ley fue
revisada por el Consejo de Ministros y
aprobada por el arzobispo metropolitano.[9] La
ley establecía en cada parroquia por lo menos
dos escuelas de primeras letras, una para
niños y otra para niñas, tenían el nombre de la
parroquia que las albergaba y eran
inspeccionadas por una comisión compuesta
del cura párroco, de una persona nombrada
por el Ayuntamiento y un vecino del lugar
electo por el cura párroco y por el miembro
nombrado por el Ayuntamiento.[9] La comisión
era la encargada de nombrar a los maestros
quienes debían luego ser aprobados por el
gobierno, previo consentimiento del
corregidor, de la dirección de las escuelas y de
la administración de fondos; también le
correspondía a la comisión vigilar el buen
funcionamiento de las escuelas.[9] La ley
especificaba que los maestros debían ser
ejemplo para los alumnos y recomendaba que
los escogidos fueron de reconocida
religiosidad, buenas costumbres, instrucción
suficiente, carécter moderado y trato cortés;
[10]
y por otro lado, no especificaba el nivel de
preparación pedagógica que debían tener los
maestros.[10] Es más, la Ley de Pavón no
contempló la formación de maestros en
ningún tipo de escuela específica para su
preparación lo que generó un estancamiento
educativo que solamente los autodidactas
lograron traspasar con
éxito.[10]

La ley contemplaba un sistema de celadores


que controlaba la disciplina, la asistencia y las
cuestiones de salud; en caso de inasistencia,
los celadores averiguaban la razón de la
misma e incluso visitaban la residencia de los
niños para informase mejor al respecto. Estos
celadores aseguraban la regularidad de los
cursos y ayudaban a mantener la disciplina, la
puntualidad y la salud de las escuelas,
manteniendo a la vez un lazo de unión entre
las familias y las escuelas.[9] En cuento a los
fondos, estos provenían del corregidor
departamental, de las municipalidades y de
un impuesto mensual que recibía la comisión
de cada parroquia de los vecinos pudientes;[10]
estos fondos no eran fijos y dejaban a las
escuelas en precarias condiciones
económicas.
Los efectos de la ley fueron beneficiosos para
el gobierno conservador, pues alcanzó un
efectivo adoctrinamiento que prácticamente
cayó en un fanatismo católico que obstaculizó
el desarrollo de nuevas ideas.[10]

En 1854 se estableció el Concordato entre el


presidente de la República de Guatemala -
capitán general Rafael Carrera- y la Santa
Sede, el cual fue suscrito en 1853 y ratificado
por ambas partes en 1854. Por medio de este,
Guatemala otorgaba la educación del pueblo
guatemalteco a las órdenes regulares de la
Iglesia Católica definitivamente, se
comprometía a respetar las propiedades y los
monasterios eclesiásticos, autorizaba el
diezmo obligatorio y permitía que los obispos
censuraran lo que se publicaba en el país; a
cambio de ello, Guatemala recibía gracias
para los miembros del ejército, permitía que
quienes hubiesen adquirido las propiedades
que los liberales habían expropiado a la Iglesia
en 1829 las conservaran, percibía impuestos
por lo generado por las propiedades de la
Iglesia, y tenía el derecho de juzgar con las
leyes guatemaltecas a los eclesiásticos que
perpetraran crímenes. El concordato
mantenía la relación estrecha entre Iglesia y
Estado y estuvo vigente hasta la caída del
gobierno conservador del mariscal Vicente
Cerna y Cerna.[11]

En 1869, siendo aún estudiante de la


Pontificia Universidad de San Carlos el
hondureño Marco Aurelio Soto, siendo
secretario de la Sociedad Económica de
Amigos de Guatemala, promovió el ingreso al
país de educación primaria y secundaria de
carácter positivista.[12]
Perspectiva liberal de la educación
conservadora

El escritor liberal Ramón A. Salazar describió la


aplicación de la Ley de Pavón, ya que él fue un
estudiante durante esos años; en la ciudad de
Guatemala existían por entonces tres
escuelas, bajo la advocación de «San Casiano»
y la de «San José Calazáns» las dos primeras,
que fueron fundadas por el arzobispo
Cayetano de Francos y Monroy y la otra de
Betlén por el Hermano Pedro de San José de
Betancur.[13] Dichas escuelas eran costeadas
con fondos municipales, y a los maestros que
las regentaban tenían un sueldo de $16. Los
maestros tenían ingresos extras exigiendo á
los alumnos una candela de sebo los jueves, y
un cuartillo de real los sábados.[14]

La ley de Pavón prescribía como únicas


materias de enseñanza primaria la lectura, la
escritiura y las cuatro primeras reglas de la
aritmética, aprendidas maquinalmente, sin
ejemplos ni explicaciones. Por otra parte,
había también ejercicios de doctrina de
considerable dificultad.[15]

El bolzón de cuero que colgaba de uno de los


hombros de los estudiantes guardaba el
material completo de enseñanza que era
costeado por los padres de familia y consistía
de:
la cartilla de San Juan, que contenía la efigie
del Evangelista, grabado sobre madera
el catón cristiano la moral de José de
Urcullú el catecismo del padre Ripalda
plumas de avestruz una navaja para
tajarlas cuadernillos de papel en blanco
una barra de plomo con qué rayar el
papel[15]
Lo único que proporcionaba la escuela eran
las pautas, tablas de madera á las cuales
estaban encolados unos hilos, y las que
puestas bajo el papel y con ayuda del plomo
susodicho rayaban la hoja en que debía el
escolar escribir su plana. Se comenzaba por
los palotes, se seguía con los perfiles, se
pasaba á primera y así sucesivamente hasta
llegar a ser experto de letra española.[15]

Al llegar á la puerta de la escuela


acostumbraban los alumnos santiguarse.[15]
Hecho esto se encaminaba el niño, en
llegando al Salón, hacia la imagen del Santo
patrono de la escuela, y allí, de rodillas,
invocaba su auxilio para que le iluminase el
entendimiento.[16]

Y entonces comenzaban las tareas. Había


hasta doscientos alumnos, para los cuales no
había más que un solo maestro; de allí que
este tuviese que valer- se de los niños
mayores de la escuela, quienes en la
nomenclatura de la época se denominaban
monitores; esos muchachos eran más crueles
aún que el mismo maestro.[16]

Duraba la clase cuatro horas seguidas por la


mañana y tres por la tarde, sin descanso; el
estudio se hacía en voz alta, y de ese modo se
daba la lección.[16]

Dar la lección era repetir de memoria


textualmente un trozo del libro al Monitor;
había que saberla de corrido. Al medio día, los
Monitores daban cuenta de sus tareas; a esa
hora, a los alumnos desaplicados les daban de
azotes con calzón bajo, dados á los niños,
cargados sobre las espaldas de sus
compañeros más fuertes; entonces era el
momento de los palmetazos, que hacían
brotar sangre de las manos y que causaban el
desmayo de muchos.[17]
Se exponía á los desaplicados en las puertas ó
las ventanas que daban á la calle, coronados
con unas largas orejas de burro; se les hincaba
en medio de sus compa- ñeros, con los brazos
en cruz y dos pesadas piedras en las manos y
granos de maíz en las rodillas por horas
enteras; se les obligaba á detenerse en un pie
por largo tiempo y se empleaban otros
medios parecidos; los pellizcos y los tirones de
orejas y estrujones se propinaban con tanta
frecuencia que casi ya no se contaban en el
número de los castigos.
A los alumnos más aventajados se les daba el
honor de servir de acólitos en la Catedral
Metropolitana.[17]

Reforma Liberal

General Justo Rufino Barrios, presidente de Guatemala de


1873 a 1885.
Los gobiernos liberales, especialmente el de
Justo Rufino Barrios, emprendieron un vasto
programa de reformas que abarcaron, entre
otros aspectos, a la Iglesia, la economía y la
educación. Los siguientes fueron los
postulados liberales del gobierno de Barrios:
[18][ 19]

Separación definitiva de la Iglesia y del


Estado
Supresión de diezmos y primicias
obligatorios, a fin de restarle poder
económico al clero secular, el cual dependía
de los diezmos y no había sido expulsado del
país. Extinción de las cofradías
Instauración del matrimonio civil
Secularización de cementerios
Creación del registro civil
Instauración de la enseñanza laica en todos
los colegios de la república
Instauración de la escuela primaria gratuita
y obligatoria
Reorganización de la universidad, para
eliminar los cursos de teología.[18]

Sobre la base de estos preceptos, se


expropiaron numerosos bienes a las órdenes
del clero regular de la Iglesia católica, ya que
era uno de los principales terratenientes y
encomenderos conservadores; de esta forma,
se eliminaba el poder del clero regular con la
expulsión de las órdenes monásticas, se
restringía el poder del clero secular y los
arzobispos con la eliminación del diezmo
obligatorio y los bienes se traspasaban a los
líderes liberales.[20] Los gobiernos liberales
expropiaron los siguientes monasterios a las
órdenes del clero regular, luego de derogar el
Concordato de 1854 en el que el Estado
guatemalteco se había comprometido a
resguardar la propiedad privada de la Iglesia
Católica:[21][ 22]

Colegio y Seminario Tridentino de Nuestra


Señora de la Asunción: convertido en el
Instituto Nacional
Central para Varones
Colegio Mayor de los Paulinos:
convertido en la Escuela Normal Central
para Varones y posteriormente en la
Escuela Facultativa de Medicina del Centro
Convento de Belén: convertido en el
Sección Normal del Colegio de Niñas
Convento de la Recolección: convertido en la
Escuela Politécnica
Convento de Santa Teresa: convertido en
cárcel de mujeres[23]

Convento de San Francisco: convertido en


cárcel para hombres y cuartel de policía[23]

Convento de Santo domingo: convertido en


el Conservatorio Nacional de
Música[24] y luego en la Dirección
General de Rentas Internas[25]

Escuela eclesiástica de primeras letras


«San José de Calazans»: Colegio «El
Progreso» y luego la Escuela Nacional de
Música y Declamación.[26]

En enero de 1875 se fundó el Instituto


Nacional Central para Varones Nota de
wikipedista: existe mucha confusión en la
literatura consultada entre la Escuela
Normal para Varones y el Instituto
Nacional Central para Varones en lo que a su
fundación se refiere. En este artículo se ha
seleccionado referir al Instituto Central, ya que
en el artículo del mismo se hace referencia a la
Escuela Normal.</ref> con las asignaturas de
gramática y literatura, aritmética,
trigonometría y topografía, dibujo lineal,
teneduría de libros, física, mecánica,
agricultura, historia natural, anatomía,
fisiología e higiene, anatomía y fisiología
comparadas, filosofía y pedagogía, latín,
francés e inglés, derechos y deberes del
ciudadano y calistenia; un programa positivista
completo.[27][ 28]
El movimiento del positivismo
afectó a toda la población culta porque estaba
dirigido tanto a la escuela primaria como a la
secundaria, y la ley disponía que la primera
fuese obligatoria, laica y gratuita. En la Escuela
Politécnica se establecieron carreras de
topógrafo, ingeniero de minas, ingeniero de
montes, agrimensor, arquitecto, telegrafista y
tenedor de libros.[29] El movimiento educativo
positivista se completó con la publicación y
traducción de importantes obras de texto y con
la publicación de periódicos como La educación
del pueblo y El Instituto
Nacional.[29]

Marco Aurelio Soto


Ramón Rosa

El despacho de Educación estuvo en manos de los


intelectuales hondureños Marco Aurelio Soto y
Ramón Rosa, quienes alternaban sus funciones
entre el y su despacho de Relaciones
Exteriores.[30] El pensamiento de ambos
intelectuales liberales, fuertemente anticlerical,
quedó reflejado en las reformas liberales en
educación y religión en Guatemala, y se resume
en estas líneas escritas por Rosa en 1882:

«En América, en donde la instrucción popular


se difunde con la celeridad de la luz, y en
donde no existen, como en Europa, muy
arraigados y tradicionales intereses religiosos,
que dan poder y privilegios a numerosas
clases sociales; en nuestra América, en donde
la libertad de conciencia es ya una conquista
definitiva: todas, todas las religiones positivas
tienen que desaparecer, en no remoto día, con
sus artificiosos y contradictorios dogmas, con
sus litúrgicos aparatos teatrales, con sus
sangrientas historias, con sus egoístas y mal
disfrazados intereses mundanos, con sus
hipócritas santidades, con sus privilegiadas y
ensoberbecidas castas, y con sus execrables
tiranías [...]».[31][ 32]

En 1876, ambos serían instalados por Barrios en


Honduras como Presidente y secretario General de
Gobierno, respectivamente, y gobernaron hasta
1883 cuando el mismo
Barrios atacó a Honduras.[18]
En julio de 1875 Barrios extinguió la Pontificia
Universidad de San Carlos Borromeo y en su lugar
creó la Universidad Nacional de
Guatemala, con las Facultades de
Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales, y
Medicina y Farmacia; la ley orgánica y
reglamentaria de instrucción pública decretaba
que, en esta última, el estudio de la fisiología debía
efectuarse de una manera filosófica, con todas las
teorías modernas sobre la ciencia y, en cuanto
fuese posible, de modo experimental.[29] En 1877 el
gobierno fundó la Universidad de Occidente, la cual
contaba con la Escuela Facultativa de Derecho y
Notario de Occidente.[33][ 34] En 1879 fundó la
Biblioteca Nacional de Guatemala[35][ 36] y las
facultades de Ingeniería, Filosofía y Literatura. El
plan de estudios de la facultad de Literatura incluía:
psicología y lógica, ética e historia de la filosofía,
lengua y literatura latina, gramática castellana,
literatura española y americana y literatura inglesa
y alemana.[29]

Uno de los mayores expositores de la filosofía


positivista del régimen liberal fue el profesor
español Valero Pujol, quien en 1885 publicó
su Compendio de la historia de la filosofía, por
encargo del gobierno y constituyó el primer
resumen global de filosofía positivista.[37]

Niños en la escuela de San Antonio Palopó en 1895. Los


niños asistían a clases por tres horas diarias, ataviados
igual que sus padres, a pesar de que no hablaban español
ni el maestro ladino hablaba su lengua indígena.
Fotografía de Alfred Percival Maudslay.[38]

Durante el gobierno de del general José


María Reyna Barrios Guatemala había
alcanzado algunos progresos en el orden
intelectual, sobre todo en ideas escritas. Un
gran número de periódicos se publicaban en
la capital y en numerosas poblaciones de la
república, aún en algunas
predominantemente indígenas y que apenas
eran algo más que aldeas. En los comienzos
de su gobierno, le dio un impulso poderoso a
la enseñanza. Las escuelas normales fueron
objeto de sus atenciones y su trabajo, aunque
no tuvo tiempo de culminar esta obra. Al final
de su primer año de gobierno, el presidente
hizo una visita de pueblos (visitas que los
presidentes de guatemaltecos realizaban con
cierta frecuencia hasta 1944) y recogió
muchos muchachos de las escuelas públicas
de los pueblos y a los mejores les dio becas
para la Escuela Normal de la Antigua. Esta
escuela funcionó en los conventos de San
Sebastián y luego en el de la Compañía de
Jesús.[39]

El 21 de marzo de 1893 el decreto legislativo


193 dispuso que las juntas directivas de las
facultades de la Universidad Nacional serían
nombramientos del ejecutivo lo mismo que
los catedráticos de las escuelas facultativas.
Las facultades no procederían a elegir sus
juntas directivas, y no podían sacar cátedras a
oposición.[40] Ese mismo año se creó el
Instituto Agrícola de Indígenas que se
estableció originalmente en la finca Aceituno
en 1894 bajo la dirección de Adolfo Vendrell.
[41]
En esa escuela se impartía tecnología
agrícola y también gramática castellana e
instrucción en el Sistema Métrico; luego, en
abril de 1896, la escuela fue trasladada a su
nuevo edificio, construido en los campos de
La Reforma en donde estuvo a cargo del
director José María Fuentes.[41]

Por esa época visitaron Guatemala el


arqueólo Alfred Percival Maudslay y su esposa
Anne Maudslay, quienes describen así la
educación guatemalteca en su libro A glimpse
at Guatemala (español: Un vistazo a
Guatemala): «El maestro ladino nos relató
que las clases consistían en que los niños
indígenas [de San Antonio Palopó,
departamento de Sololá] llegaran a clase y
luego de pasar lista estuvieran con la cara
cubierta por sus libros de trabajo durante tres
horas; luego nos confesó que era el mejor
método, ya que ni él sabía la lengua de los
niños, ni ellos sabían nada de idioma español.
A pesar de los esfuerzos hechos por el
gobierno guatemalteco, esta era una situación
común en el país; incluso supimos de un caso
en el que el Jefe Político descubrió que el
maestro de una localidad era analfabeto y
amenazó con destituirlo en el acto, pero los
padres de los niños le rogaron que no lo
hiciera, porque así los niños estaban ocupados
y tranquilos por las mañanas, mientras sus
madres podían dedicarse tranquilamente a
hacer las tortillas para las comidas.»[42]

A principios de 1897, la revista cultural La


Ilustración Guatemalteca empezó a publicar
artículos sobre los estudiantes más
aventajados de los colegios e institutos del
país. En la edición del primero de enero de
ese año, hicieron un reconocmiento a tres
estudiantes del Instituto Agrícola: Victoriano
Abac, Evaristo Manuel T. y Pedro Bertrán, de
quienes publicaron escritos autobiográficos
en castellano y su fotografía. La introducción
que se hizo a dichos escritos, es
representativa de lo que se pensaba de los
indígenas en Guatemala en ese tiempo:
Los indios que se redimen

Estudiantes aventajados del Instituto Agrícola de Indígenas.


Ellos son: Victoriano Abac, Evaristo Manuel T. y Pedro
Bertrán.[43]

En nuestra galería de los alumnos más


aprovechados durante el año de 1896 en los
establecimientos de enseñanza, ocupan simpático
lugar tres indios, como representantes de la raza
desventurada durante tres siglos de colonia y
setenticinco años de república, hasta que el actual
gobernanete
guatemalteco fundó un Instituto especial para
redimirla con las luces del siglo. Tres años lleva
apenas de existencia aquel colegio, y ya los 205
inditos que allí se educan, entre otras ventajas
obtienen la inapreciable de habler y escribir el
idioma nacional. Como muestra de que en tan poco
tiempo logran adelantos, y para que el lector
patriota goce con la ingenua expresión de nuestros
aborígenes que se regeneran con la enseñanza,
publicamos las autobiografías de los que figuran en
nuestro grabado. No les hemos hecho la más leve
corrección; van como han salido de aquellos
cerebros donde un claro de luz comienza a borrar
atavismos y a dar energías que, en no lejano
tiempo, harán de ellos fuerzas útiles a la patria.
—La Ilustración Guatemalteca, 1 de enero de
1897.[43]
Sacerdote Ignacio Prado. Vicario general de la
Arquidiócesis de Guatemala; reinició las actividades del
colegio San José de los Infantes y fundó un nuevo
seminario en 1897, luego de que se le permitió regresar a
Guatemala junto con el arzobispo Ricardo Casanova y
Estrada.[44]

Leyendo las biografías de los estudiantes


indígenas se obtiene una descripción de la
situación de los aborígenes guatemaltecos a
finales del siglo : en perfecto castellano
escriben de donde son originarios y las
condiciones en que se encontraba su familia.
Victoriano Abac, originario de Momostenango
cuenta que fue imposible para su padre
ponerlo a la par de los adelantos del siglo
porque su triste profesión de tejer y preparar
la lana para la fabricación de varias telas no se
lo permitía; a los siete años Abac fue a la
escuela elemental de niños en el pueblo, pero
al cabo de dos años su madre lo sacó del
plantel para que ayudara a su padre en
trabajos de jornalero que este tenía que hacer
en la costa sur para poder subsistir.[43] En
cuanto a Evaristo Manuel T., este era
originaro de la aldea Pichec en el municipio de
Rabinal, Baja Verapaz; desde temprana edad
ayudó en las tareas del hogar, principalmente
pastoreando el ganado y haciendo
encomiendas para sus padres. Esta actividad
la realizó hasta cumplir los once años de edad,
cuando las autoridades de Pichec le exigieron
a sus padres que lo llevaran a la escuela de la
aldea; allí estuvo hasta que sufrió un
accidente y se fracturó un brazo, lo que lo
forzó a abandonar la escuela y a regresar con
sus padres y ayudarlos en las tareas agrícolas;
[45]
al año siguiente logró continuar sus
estudios en Cobán, a cambio de servir al
Inspector de Instrucción Pública como
sirviente en su despacho, pero nuevamente
tuvo que dejar de estudiar para ayudar a sus
padres hasta que, finalmente, obtuvo una
beca para estudiar en el Instituto Agrícola en
1894. Por último, escribe Pedro Bertrán,
originario de la aldea El Chol, en Baja Verapaz,
quien cuenta que logró estudiar porque ya
existía la ley del general Justo Rufino Barrios
que obligaba a los padres de familia a enviar a
sus hijos a las casas de instrucción; a los ocho
años de edad empezó a estudiar en la escuela
de El Chol; interesado en progresar, quiso
solicitar una beca para estudiar en la Ciudad
de Guatemala, pero no tenía el material
necesario para solicitarlo ya que sus padres no
podían proporcionárselo por la pobreza en
que se encontraban. Afortundamente para él,
el gobierno de
Reina Barrios le otorgó una beca para el
Instituto Agrícola.[46]

En marzo de 1897, el gobierno del general


Reina Barrios otorgó una amnistía que
permitió a algunos miembros del clero secular
-incluyendo al arzobispo Ricardo Casanova-
regresar a Guatemala; entre quienes
retornaron estuvo el sacerdote Ignacio Prado,
quien fue nombrado como vicario general de
la Arquidiócesis de Guatemala quien fundó el
Colegio San
José de los Infantes -llamado también colegio
de letras sagradas y profanasadjunto a la
Catedral.[44]
En 1897, debido a la crisis económica derivada
del embellecimiento de la infraestructura y el
fracaso de la Exposición Centroamericana,
Reina Barrios se vio forzado a ahorrar en
educación, cerrando las escuelas y la
Universidad Nacional.[47] La inestabilidad
política de Guatemala luego de las
revoluciones de Oriente y Occidente tras la
extensión forzada del mandato presidencial
del general Reina Barrios, la aguda crisis
económica derivada del fracaso de la
Exposición Centroamericana y de la caída de
los precios del café, y el cierre de la
Universidad, no fomentaban un ambiente
propicio para la educación.[48] Pero tras la
muerte de Reina Barrios el 8 de febrero de
1898, el gobierno decretó la apertura de los
establecimientos públicos de enseñanza,
aduciendo que la instrucción era la base de las
instituciones liberales.[48]

Gobierno de Estrada Cabrera

Ejercicios de artillería de los alumnos del Hospicio


Ejercicios de artillería de los alumnos del Hospicio durante
las Fiestas Minervalias de 1907. Toda la educación para
varones estaba militarizada por el gobierno de Estrada
Cabrera.[49]
El gobierno de Manuel Estrada Cabrera
decretó la apertura de las escuelas públicas,
cerradas provisionalmente por Reyna Barrios
en tanto que se procedía a reorganizarlas, y
convirtió a las Escuelas Normales de Reyna
Barrios en Escuelas de Oficios.[50] Mediante el
decreto emitido 16 de junio de 1900, Estrada
Cabrera militarizó todos los centros
educativos. Los estudiantes universitarios
recibían instrucción militar durante los
primeros seis meses del primer año de su
carrera.[51]

La educación primaria continuaba dividida en


elemental y complementaria; con
anterioridad a 1901 solamente existían
algunas secciones de Kindergarten anexas a
las escuelas primarias, las cuales carecían de
orientación moderna que iba tomando la
educación parvularia en otras partes del
mundo. En 1902 se creó el «Kindergarten
Nacional», cuyo objetivo era establecer en la
Ciudad de Guatemala una escuela para niños
de 4 a 7 años de edad en donde se
conglomeren las pequeñas secciones en
kindergarten que en existían en los
establecimientos nacionales de enseñanza.[52]

La cantidad de estudiantes que tenían acceso


a las principales entidades educativas era
minúscula; por ejemplo, en la memoria de la
Secretaría de Instrucción Pública de 1907, el
ministro Ángel M.
Bocanegra reporta que en el Instituto
Nacional Central para Varones había ciento
ochenta y un estudiantes inscritos en
secundaria y setenta y dos en primaria, y que
se graduaron diecisiete educandos el año
anterior. Por su parte, en el Instituto Nacional
Central de Señoritas había setenta y nueva
estudiantes de secundaria y trescientas
ciencuenta y cinco de primera, con
únicamente diez egresadas de maestras y dos
de bachilleres en
Ciencias y Letras.[53] Finalmente, la Escuela
Normal Central para Varones tenía dieciséis
estudiantes normalistas y ciento veinte
estudiantes en las escuelas de aplicación y
graduó tan solo a tres maestros.[54]

En la educación departamental, el Instituto de


Señoritas de Orienta graduó a cinco maestras
y el Instituto de Varones de
Oriente graduó a un maestro y a ocho
bachilleres.[53]
Por último se menciona la educación superior,
la cual estaba en ese entonces adscrita al
ministerio bajo su cargo. Bocanegra, en su
reporte, informa que la [[Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de la Escuela de Derecho y
Notariado tenía sesenta y cinco estudiantes, y
que graduó a trece; por su parte, la Escuela de
Medicina y Farmacia tenía noventa y siete
estudiante de medicina y cuarenta y cuatro de
farmcia, otorgándo título profesionales a
trece médicos y nueve farmacéuticos; el
Instituto Dental tenía solamente cuatro
estudiantes, y no graduó a ninguno en 1906;
la Escuela de Comadronas tenía ocho
estudiantes y graduó a dos y, finalmente, la
Escuela de Ingeniería tenía catorce
estudiantes y graduó a dos en ese año.[54]

Escuelas prácticas

Clase práctica de cocina en la Escuela Práctica para


Señoritas «Estrada Cabrera» en 1907.[55]

El gobierno de Estrada Cabrera creó las


escuelas prácticas para señoritas y para
varones. En la Escuela Práctica para Señoritas
«Estrada Cabrera», se enseñaba a las
educandas cocina, costura y otras labores
domésticas; por su parte, a los varones se les
enseñaba carpintería, tipografía,
encuadernación, esgrima, equitación, manejo
de lanzas, tiro al blanco, natación, calistenia e
incluso béisbol.[56]

Fiestas Minervalias

Véase también: Rafael Spínola


La diosa Atenea muestra a Estrada Cabrera el producto
de su labor educativa y le agradece por las Fiestas
Minervalias.
El 28 de octubre de 1899 se decretó que se
destinara el último domingo de octubre de
cada año para la celebración de una solemne
fiesta popular en toda la república,
consagrada a ensalzar la educación de la
juventud. Estas fiestas, conocidas como
«Fiestas Minervalias» fueron magníficas y se
constituyeron en magnas asambleas para
glorificar al presidente; como evidencia
quedan los lujosos ejemplares de los Álbumes
de Minerva.[57] La idea de estas fiestas fue del
secretario de Fomento del gobernante,
Rafael Spínola.[58]
Las «Fiestas Minervalias» se conducían en
honor a la «Juventud Estudiosa» del país, y
eran la principal asamblea propagandística del
presidente. Como parte de estas
celebraciones, se erigieron templos a la diosa
griega Minerva en todas las cabeceras
departamentales del país que corrieron por
cuenta de los vecinos de cada localidad. Los
templos más impresionantes fueron el de
Quetzaltenango -tierra natal del presidente- y
el de la Capital de
Guatemala, el cual fue construido en 1901 y
se encontraba donde actualmente se
encuentra el Diamante de Béisbol «Enrique
Torrebiarte» y a la par del Mapa en Relieve en
la zona 2 de la Ciudad de Guatemala.[b]

Templo de Minerva

Templo de
Minerva de la ciudad
de
Guatemala en
1905, durante las
Fiestas de
Minerva de ese año.
Vista parcial del
Hipódromo del
Norte: Avenida
Simeón Cañas,
Parque de
Béisbol y
Templo de
Minerva en
1905.

Medallón
conmemorat ivo
al
presidente Estrada
Cabrera, por
el
decimoquint o
aniversario de
las Fiestas de
Minerva.

Parque de béisbol
«Enrique
Torrebiarte»
(entonces
Diamente Minerva)
antes de la
construcción de la
tribuna principal.
Templo de Minerva
de la ciudad de
Quetzaltenango, Guatemala en 2014.
Obsérvese el deterioro
y que la inscripción del
presidente Estrada
Cabrera ha sido removida.

El Templo de Minerva de la Ciudad de Guatemala fue


construido en 1901 en el Hipódromo del Norte de la
Ciudad de Guatemala para celebrar las «Fiestas
Minervalias». Fue demolido en 1953, durante el
Gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán. El resto de templos
de las cabeceras departamentales todavía se encuentran
en pie, siendo el principal el de la ciudad de
Quetzaltenango.

Las fiestas minervalias contaban con


contribuciones de los mejores poetas y
escritores nacionales y extranjeros. En 1902
José Santos Chocano escribió un poema
llamado «Pro-Minerva» y Rubén Darío otro
llamado «Pallas Athenea», ambos dedicados a
Estrada Cabrera. Por su parte, el escritor
guatemalteco Enrique Gómez Carrillo escribió
un artículo celebrando como, mientras otros
países celebran fiestas en honor a Marte, en
Guatemala se hacían en honor a Minerva y la
educación.[59]

Además de las fastuosas fiestas Minervalias,


las artes fueron promovidas en el régimen de
Estrada Cabrera : por ejemplo, en marzo de
1907, el diario oficial El Guatemalteco publicó
una nota en la
que se autorizaba la contratación de una
compañía de ópera Italiana para trabajar en el
teatro Colón,[60] aunque, por otra parte, a raíz
del atentado de los cadetes en 1908, Estrada
Cabrera mandó a llamar a todos los
profesores y los reprendió severamente
indicándoles que no iba a tolerar que
estuvieran «educando a conspiradores». Los
maestros tuvieron que asistir
obligatoriamente a esta reprimenda, puesto
que fueron enviados por el ministro de
Instrucción del presidente.[61]

Fue tal la fama que adquirieron estas fiestas


que vinieron visitantes de otros países para
aprender de los progresos de Guatemala en
materia de educación. Pero se encontraban
con que las fiestas eran únicamente
propaganda del Gobierno y que en realidad
las escuelas eran de escasa calidad y servían
únicamente como «semilleros de
aduladores». Al final del gobierno de Estrada
Cabrera, el analfabetismo alcanzaba el 93 %
de la población, debido principalmente a que
los campesinos no podían estudiar ya que
estaban obligados a trabajar en las fincas de
los terratenientes por el «Reglamento de
Jornaleros» instituido por Justo Rufino
Barrios.[62][ 20]
Gobiernos de José María Orellana y
Lázaro Chacón

El proyecto educativo que inició el gobierno


de José María Orellana y que tuvo como base
fundamental la
«desanalfabetización», es decir, la eliminación
del analfabetismo, continuó durante el
gobierno de Chacón
González.[63] El gobierno, al igual que el de
Orellana, realizó varios concursos para elegir
a los más aventajados estudiantes que
culminaban su carrera como maestros y
otorgarles una beca que les permitiera
continuar sus estudios en otros países
convirtiéndose en profesionales de la
pedagogía para que, de vuelta a
Guatemala, pudieran encargarse de formar a
los nuevos maestros.[c][ 63]

Teosofismo durante el gobierno de


Lázaro Chacón

Una serie de pensadores extranjeros


estrechamente vinculados a las redes
teosóficas latinoamericanas, tuvieron especial
influencia en el proyecto educativo
guatemalteco. Tal es el caso del mexicano
José Vasconcelos, la chilena Gabriela Mistral,
el salvadoreño Alberto
Masferrer, entre otros. [d]
Alberto Masferrer -pensador salvadoreño que
desarrolló un proyecto muy elaborado cuyo
objetivo era la transformación de la sociedad-
actuó como mediador de la red teosófica en
Guatemala, a través de su trabajo intelectual y
de sus estrechos lazos familiares que
resultaron fundamentales en el gobierno de
Chacón, cuando el proyecto tuvo más impulso
y un intento serio por ser llevado a la
práctica.[e][ 64]

La vinculación de Masferrer con


Guatemala, producto del matrimonio de su
hermana Teresa y el periodista guatemalteco
José A. Miranda, se estrechó cuando se creó la
Sociedad Vitalista de Guatemala, al tiempo
que fundaba en su país el Partido Vitalista de
El Salvador. La sociedad vitalista de
Guatemala reunía a un amplio grupo de
personas simpatizantes de la doctrina del
mínimum vital; su trabajo no era solamente la
difusión teórica de sus ideas sino la lucha por
su aplicación. Entre sus principales proyectos
de labor social incluían el establecimiento de
una biblioteca pública, la recaudación de
dinero para crear un programa de desayunos
escolares, la petición que hicieron ante la
Asamblea Nacional Legislativa para regular la
renta de las bebidas alcohólicas.[64]

Una de las primeras acciones en favor del


proyecto educativo fue la reimpresión de dos
libros-ensayo en los que Masferrer se adentra
en los problemas educativos y sus propuestas
de solución: «Leer y escribir» y «La cultura por
medio del libro», de los cuales se hicieron
cinco mil ejemplares y se distribuyeron de
manera gratuita a través de la Universidad
Popular. En 1929, Masferrer visitó Guatemala
y terminó su visita en Quetzaltenango en
donde se imprimió de otro libro suyo: Dinero
maldito que en cierta forma completa el
programa educativo que inicia en los
anteriores y planea la educación desde la
perspectiva moral; todo este recibimiento y
apoyo oficial se debía a que, en buena
medida, el proyecto social y educativo que
estaba intentando llevar a cabo el gobierno
guatemalteco estaba basado en la doctrina
del mínimum vital.[64]

Desde su perspectiva, toda transformación


social pasa primero por el eje educativo
porque la condición primaria para transformar
las estructuras sociales es conformar una
nación o lo que él llama «pueblo». Ningún
grupo social puede conformarse como nación
si es ignorante y analfabeta, por lo tanto la
alfabetización reside en la base de su
proyecto. Para Masferrer, es deber del Estado
proveer educación, sin embargo, si los
gobiernos invierten dinero y esfuerzos en
educación y el pueblo sigue siendo ignorante,
si tanto esfuerzo es poco productivo, es
porque no hay una intervención social.
Educación para los niños comprende, según
Masferrer, el acceso a la escuela primaria
garantizándoles las instalaciones, los
materiales, los maestros y en ciertas áreas
incluso el desayuno del que muchos de ellos
carecen en sus hogares. Y para los adultos la
desanalfabetización y a partir de ella el
aumento de su nivel cultural por medio de
lecturas apropiadas, conferencias, escuelas
para adultos (Universidad Popular), etcétera.
Como complemento, la educación cívico-
moral dirigida a los niños en sus asignaturas
escolares y para los adultos en conferencias,
cartillas cívicas y, en buena medida, en la
educación para la lucha contra el alcoholismo.
[64]

En «Dinero maldito» Masferrer concluyó que


el dinero que se obtiene de la venta del
alcohol está maldito porque está manchado
con la sangre de las personas que son presa
del vicio del alcoholismo. Los vitalistas
pidieron la reducción en el horario de venta
de alcohol y en los incentivos publicitarios en
los lugares de expendio, pláticas e
información escrita sobre los peligros del
alcoholismo, clínicas especializadas para tratar
el problema y contrarrestar la falta de
expendios de alcohol como medios de
diversión. Un proyecto educativo no podía
prosperar a menos que se atacara el vicio del
alcohol.[64]

Para fortalecer y apoyar este proyecto fueron


invitados otros personajes a dar conferencias
sobre el tema educativo, relevante entre ellos
nos parece el presidente de la Sociedad
teosófica de la época, Curupumulage
Jinarajadasa.[f]

Los planteamientos de Jinarajadasa hacían


una crítica al sistema tradicional, memorista,
de herencia medieval, y proponía un nuevo
sistema basado en el respeto a los intereses y
vocación de los estudiantes. Jinarajadasa dictó
sus conferencias, principalmente en logias
masónicas, pero también fue invitado por
miembros de la Asociación El Derecho a dictar
una conferencia en la Universidad Nacional.

Cambios iniciados en su gobierno

El gobierno de Lázaro Chacón intentó realizar


estos cambios en el sistema educativo
guatemalteco:

Decreto 1500 del 3 de mayo de 1927:


establecía el Consejo Nacional de Educación
con carácter de Cuerpo
Técnico Consultivo de la Secretaría de
Educación Pública. Sus objetivos eran todos
los trabajos técnicos de reforma,
organización y reglamentación, relativos a
las enseñanzas primaria, normal,
secundaria y especial. Una de las primeras
tareas del Consejo fue recopilar todas las
leyes, que en materia educativa, habían
sido dictadas para conseguir su unificación
y crear así la
«Ley Orgánica de Educación Pública».[65]

Ley Orgánica y Reglamentaria del


Personal Docente de la República de
Guatemala: la educación se enfrentaba en
estos momentos al grave problema de la
falta de maestros calificados. En el gobierno
anterior se había hecho el cálculo de unos
cuatrocientos cuarenta y cinco maestros
titulados, y 2652 maestros empíricos. Para
1927, si bien había habido un aumento, la
magnitud del problema no permitía que el
cambio fuera significativo. Se calculaba
para entonces setecientos veintiocho
maestros titulados y 2,856 empíricos.
Esta ley orgánica constituyó el antecedente
de la Ley de Escalafón que se decretaría
años más tarde en el gobierno del doctor
Juan José Arévalo. El objetivo de ella era
formar categorías entre los maestros, de
acuerdo a su tiempo de servicio y aptitudes,
y por supuesto, incrementos salariales[g]

Creó nuevos centros educativos como la


Escuela Normal de Maestras para párvulos.
Creó el Instituto Técnico Industrial con el
objeto de tecnificar a los obreros.[66]

Reabrió la Universidad Nacional: la


Universidad había sido cerrada por el
gobierno de Orellana para controlar la ola
de protestas y descontentos por parte de
los estudiantes ante las políticas del
gobierno, sobre todo el entreguismo al
capital estadounidense. Eso supuso para el
gobierno de Orellana la falta de apoyo por
parte de la red de intelectuales.[66]

Dirección general de cultura indígena: el


ministro de Educación, Dr. Carlos Federico
Mora,[h] fundó esta dirección general para
hacerse cargo de la alfabetización.[67]
Escuela Normal Superior: la reforma a la
Ley Orgánica de fecha 11 de mayo de 1929,
comprendía la creación de la Escuela
Normal Superior y los reglamentos de julio
de ese mismo año establecían sus
finalidades y su plan de estudios. En el
acuerdo de la creación se estableció como
requisito esencial, para inscribirse y
matricularse en el establecimiento, poseer
el título de Maestro de Educación Primaria
y al terminar los estudios correspondientes
el derecho de obtener el título de Profesor
Normal.[52] En su primer año, se inscribieron
44 hombres y 29 mujeres. Un profesor
normal tenía derecho para ocupar los
puestos
siguientes: [52]
direcciones de Escuelas Normales e
Institutos de Secundaria cátedras en dichos
establecimientos jefaturas de secciones en
los departamentos escolar y administrativo
del Ministerio de Educación Pública
inspecciones técnicas[i][ 52]

Muchos de los cambios que el gobierno del


general Lázaro Chacón intentó no pudieron
llevarse a cabo, principalmente por problemas
económicos: a Chacón le tocó, durante su
administración, sufrir los primeros embates
de la Gran Depresión de 1929.
Gobierno de Jorge Ubico
Véase también: Luis Martínez Mont
Cuando Jorge Ubico tomó la presidencia en
1931, acabó con todas las novedades en
materia educativa y dificultó seriamente las
condiciones para el magisterio nacional ya
que su enfoque principal era mantener la
estabilidad económica de Guatemala frente a
la Gran Depresión.

Estudiantes de la Escuela Normal para Varones desfilando


el 30 de junio en 1939. En ese tiempo, la escuela estaba
militarizada.
Cuando Jorge Ubico tomó la presidencia en
1931, acabó con todas las novedades en
materia educativa y dificultó seriamente las
condiciones para el magisterio nacional. El
proyecto educativo permaneció dormido
hasta que fue retomado por el gobierno de
Juan José Arévalo -beneficiario de una de las
becas que el gobierno otorgó y que le
permitió doctorarse en el extranjero-. Arévalo
llevó a cabo todos los cambios que Chacón
solamente pudo intentar. El pedagogo Luis
Martínez Mont, amigo personal de Arévalo y
quien había regresado a Guatemala luego de
realizar estudios avanzados de psicología
infantil en Suiza con el famoso psicólogo
infantil Jean Piaget se hizo cargo de la
dirección de la escuelas normales del país.[68]
Finalmente, Ubico mantuvo la Universidad
Nacional dentro de la jurisdicción del
Ministerio de Instrucción Pública eliminando
incluso la autonomía para elegir sus
autoridades y derogó la Ley de Educación
impulsada por el presidente Lázaro Chacón.

El 27 de abril de 1932, emitió el Ejecutivo el


decreto 1264 por el cual se establecía el pago
de cuotas en la enseñanza secundaria normal
en especial. El referido decreto aduce razones
de carácter económico y considera que "por
otra parte, el Estado tiene obligación de
costear solo la instrucción primaria, por ser
base imprescindible y de suma necesidad para
la preparación del pueblo y el ensanche de la
cultura nacional.[52]

Aplicó las siguientes medidas:[69]

Prohibió el trabajo magisterial a la mujer


casada.
Fomentó la delación y el espionaje entre los
maestros, tácticas que ya habían
sido utilizadas antes en Guatemala, durante
el gobierno de Estrada Cabrera.
Promovió numerosos actos públicos de
felicitación al presidente y al Partido Liberal
Progresista. En los desfiles marchaban
también los maestros portando uniforme al
estilo militar y sujetos a una drástica
disciplina.[52]

Redujo las jubilaciones de algunos maestros


retirados a cantidades de hasta dos
quetzales mensuales, que por ende
resultaban insuficientes para subsistir.
Organizó mediatizadas exposiciones
escolares.
Implantó la educación militarizada en los
centros de segunda enseñanza y
semimilitarizada en las escuelas primarias.
Los centros de segunda enseñanza fueron
sujetos a un régimen semimilitar desde el
año de 1932, nombrándose como
inspectores a militares que tenían
generalmente el grado de tenientes
capitanes; el inspector general de cada
establecimiento tenía un grado que
oscilaba entre el de mayor y el de coronel.
Los medios disciplinarios que empleaban
consistían en arrestos, plantones y
expulsiones temporales y definitivas.
Al principio de su gobierno, debido a los
efectos de la Gran Depresión de 1929,
pospuso la construcción de nuevas escuelas
públicas primarias y la reparación de las ya
existentes. No obstante, esto cambió hacia
1943, cuando se fomentó la construcción.
Invirtió grandes sumas de dinero en miles de
uniformes escolares y banderas de colores.
Promovió concursos atléticos interescolares.
[69]
La educación física fue objeto de un gran
incremento que era por lo general
apreciado en los aniversarios de la
independencia patria -15 de septiembre- y
de la Revolución Liberal -30 de junio-.[52]

En 1939 el ejecutivo dictó un decreto por el


cual se disponía la militarización de toda la
segunda enseñanza, incluyendo las escuelas
normales. Para el efecto fueron nombrados
militares de alta graduación como directores
de todos los establecimientos y el número de
alumnos se redujo a lo que es en lenguaje
militar una compañía. Un cuerpo de oficiales
tenía a su cargo el mantenimiento de la
disciplina, en tanto que los alumnos estaban
divididos en soldados, cabos y sargentos.[52]
Gobiernos revolucionarios

Profesora María Chinchilla Recinos en 1940. Su muerte


durante la manifestación del 25 de junio de 1944
precipitó la renuncia del presidente Jorge Ubico.

El proyecto educativo permaneció dormido


hasta que fue retomado por el gobierno de
Arévalo quien llevó a cabo todos los cambios
que Chacón solamente pudo
intentar.[70]

Arévalo inicio la construcción de la Biblioteca


Nacional y del Archivo General de Gobierno
-actualmente llamado Archivo General de
Centro América[j] del Conservatorio Nacional
de Música y la reorganización del Ballet
Guatemala, la Orquesta Sinfónica Nacional y
del Coro
Nacional[71]

En la capital se fundó el Instituto Normal de


Señoritas "Centroamérica" (INCA), el Instituto
Normal Mixto "Rafael Aqueche", el Instituto
Normal Mixto Nocturno, la Escuela Normal
Rural Alameda y de las Escuelas Tipo
Federación.[71] El número de alumnos
aumentó en gran medida en los
establecimientos ya existentes.[52]

En 1944 funcionaban trece centros oficiales


de educación secundaria y normal en que se
atendían 1861 alumnos.[52] En 1954, el número
de escuelas había ascendido a veintidós y el
número de alumnos que se atendía fue
elevado a 7098, que significa un incremento
del 281%. Este aumento significa que se
amplió de manera considerable la formación
de maestros, y que el número de aspirantes a
ingresar a la Universidad también se había
elevado a una cifra sin precedentes.[52]
Durante el periodo presidencial del Coronel
Jacobo Arbenz Guzmán se siguió con la misma
tónica educativa que en el gobierno de
Arévalo. Durante el Gobierno de Arbenz se
incrementó en gran manera la educación rural
y la alfabetización. Se incrementó la
educación prevocacional. El plan inicial de l la
Escuela Normal Rural se extendió con la
regionalización de las escuelas rurales de las
cuales se fundaron seis en distintos rumbos
del país. Los postulados pedagógicos de la
revolución se mantuvieron vigentes por 10
años cuando se dio a la educación un carácter
democrático desde los jardines de niños a la
Universidad, surgieron: el periodismo escolar,
el auto gobierno y las asociaciones de
estudiantes se generalizaron en todas las
escuelas secundarias. El anteproyecto de la
Ley Orgánica de 1952 instaló un moderno
sistema educativo acorde con la realidad
pedagógica del país. Este estatuto no tuvo
vigencia total.

La educación mantuvo el carácter de laica,


gratuita y obligatoria para un mínimo de
escolaridad. Las guarderías infantiles
proliferaron y los niños huérfanos y
desamparados fueron atendidos con sistemas
modernos. Se permitió al magisterio
organizarse sindicalmente, fundándose el
STEG. (sindicato de trabajadores de la
educación en Guatemala). El STEG tuvo como
contraparte al Colegio de Maestros, el cual
era totalmente opuesto a la sindicalización del
magisterio nacional.[k] El máximo dirigente del
STEG fue el profesor Víctor Manuel Gutiérrez
Garvín -miembro del entonces legalizado
Partido Guatemalteco del Trabajo de
orientación comunistaaunque él no era de la
línea pro-soviética stalinista stalinista de los
dirigentes del PGT. La capacidad dirigencial de
sus directivos, posibilitaron que el STEG
llegara a ser la más poderosa organización
sindical del período y que sus planteamientos
fueran esencialmente políticos.[72]

En 1953 se graduaron cuatrocientos cuarenta


maestros de educación primaria urbana y
veintisiete de educación rural, cifras que si
son comparadas con los ciento setenta
maestros que se graduaron en 1944
representan un aumento del 147%. Tanto el
gobierno de Arévalo como el de Arbenz
buscaban una solución gradual a la falta de
maestros en el país, y habían empezado a
poner énfasis en la formación de maestros
rurales.[52]

A partir de 1953, se crearon las escuelas pre-


vocacionales -de carácter experimental-, cuyo
nivel era anterior a la preparatoria
universitaria, a la normal y a las carreras
técnico-vocacionales.[52]
Con la llegada al poder de la
Contrarrevolución junio de 1954, casi todas
las organizaciones sindicales fueron
proscritas, según Decreto No. 21 del 16 de
julio de 1954 de la Junta de Gobierno
liberacionista. Varios dirigentes magisteriales
departamentales fueron encarcelados, otros
fueron expulsados del país y más de 3,000
maestros fueron destituidos de sus puestos.
Desaparece pues, el STEG, aunque su
personería jurídica mantuvo vigencia pues la
Liberación no la dejó sin efecto.[72]
Tras la Liberación Nacional

El decreto 27 del gobierno liberacionista


suspendió el escalafón magisterial y facultó a
los gobernadores departamentales, de
acuerdo con los vecinos leales al Movimiento
de
Liberación Nacional, para que nombrasen y
destituyesen maestros. Los despidos no se
hicieron esperar: entre agosto de 1954 y abril
de 1955 fueron destituidos dos mil doscientos
treinta y seis docentes.[73]

Como parte de la política macartista del


nuevo gobierno hubo cierre o suspensión de
centros educativos[l] Gran parte de la
generación de artistas de ese período se
perdió culturalmente al dispersarse o
abandonar el arte y desaparecieron las
bibliotecas mínimas y las bibliotecas móviles.
Numerosas publicaciones fueron destruidas
por considerarlas comunistas;[74] por la misma
razón el gobierno suprimió las revistas El
Maestro y Guatemala y la revista infantil
Alegría. Esta nueva política también suprimió
las misiones ambulantes de Cultura Inicial y
otros programas de educación popular y
canceló la Campaña Nacional de
Alfabetización. El impulso a la educación
parvularia y de la educación popular quedó
detenido.[75]
Resurgimiento de la educación
eclesiástica

Véanse también: Mariano Rossell y Arellano e Iglesia católica


en Guatemala.

la Iglesia Católica recuperó parte del poder


que había tenido durante el gobierno
conservador del Rafael Carrera en el siglo XIX;
[76]
así pues, la educación religiosa privada
tuvo un auge a partir de 1955, con la
fundación de varios colegios elitistas para
varones[m] los cuales absorbieron a los
estudiantes de élite que anteriormente
hubieran atendido clases en las instituciones
gubernamentales laicas como el Instituto
Nacional Central para Varones, Escuela
Normal para Varones o el Instituto Normal
Central para Señoritas Belén.

Aunque el Arzobispo de Guatemala, Mariano


Rossell y Arellano publicara un escrito
respecto a que la Iglesia Católica no buscaba
privilegios en su lucha contra el gobierno de
Arbenz,[77] consiguió que el gobierno del
coronel Castillo Armas incorporara en la
Constitución de 1956 lo siguiente:

la capacidad jurídica de la Iglesia Católica -y


las de todos los otros cultospara adquirir,
poseer y disponer de propiedades, siempre y
cuando se destinen para fines religiosos, de
asistencia social o a la educación.[78] que se
declarara optativa la educación religiosa en
locales oficiales: en el artículo 97 de la
Constitución se indica que la ley regularía lo
relativo a la enseñanza religiosa en locales
oficiales y que el Estado no la impartiría pero
la declaraba optativa. También garantiza la
libertad de enseñanza en todos los otros
establecimientos.[79] que el Estado
contribuyera al sostenimiento de la
educación religiosa:
en el artículo 111 se indica que las
instituciones privadas que impartan
educación gratuita serán exoneradas de
determinados impuestos fiscales y
municipales en compensación por sus
servicios.[80]
que se declarara la posibilidad de que
hubiese universidades privadas en
Guatemala, siempre y cuando sus
actividades académicas y títulos fueran
aprobados por la Universidad de San Carlos
de Guatemala.[81]

Ese año también se emitió la Ley Orgánica de


Educación Nacional, con carácter
anticomunista. Dicha ley debilitó la
coordinación de las instituciones educativas;
el 25 de febrero de 1956 se establece la nueva
ley, contenida en el Decreto Gubernativo 558
que consolidó los dos ciclos de que se
compone la educación media: el pre-
vocacional y el diversificado denominándolo
ciclo de cultura general en 1958. De esta ley
surgieron los institutos básicos por
cooperación y los institutos básicos con
orientación ocupacional.[52]

El seminario de maestros de escuelas


normales rurales tuvo lugar del 3 al 12 de
enero de 1956 en la Escuela Normal Rural de
la Alameda "Dr. Pedro Molina"; en este
seminario los participantes examinaron los
objetivos de la educación rural, la estructura y
organización de los establecimientos de esta
índole, la conveniencia de reformar el plan de
estudios que regía las escuelas normales
rurales del país, y reconocieron la necesidad
de una educación para la salud, el
aprovechamiento de las horas libres y la
educación para la recreación.[52]

En 1957 el Consejo Técnico del Ministerio de


Educación creó el departamento de
Orientación Escolar y Vocacional, con el
propósito de mejorar la formación de los
educandos.[52]

Descuido sistemático de la
educación pública

A partir de la década de 1960 se fue


descuidando paulatinamente la educación
pública en el país; instituciones que
antiguamente habían sido rectoras de la
educación media de Guatemala como el
Instituto Nacional Central para Varones o la
Escuela Normal para Varones fueron
perdieron su prestigio aceleradamente, al
punto que para la década de 1980 eran más
reconocidos por su participación en protestas
contra el gobierno que por sus logros
académicos.

En 1985, durante el gobierno de Oscar


Humberto Mejía Víctores cobró una fuerza
considerable la Coordinadora de Estudiantes
de Educación Media -CEEM-, formada por
esstudiantes del Instituto Nacional Central
para Varones, el Instituto
Normal Central para Señoritas Belén y el
Instituto Rafael Aqueche. Para entonces, las
élites se habían retirado de estos institutos
educativos localizados en el Centro Histórico
de la Ciudad de Guatemala y los estudiantes
de los mismos ahora eran de las áreas medias
y bajas de la ciudad. La CEEM organizó
masivas protestas en septiembre de 1985 en
contra del alza de los precios de los
transportes públicos. Al menos diez personas
murieron en la Ciudad de Guatemala en la
oleada de disturbios urbanos más extensos
desde las protestas contra el gobierno de
Fernando Romeo Lucas García en agosto de
1978. Los disturbios se iniciaron con
manifestaciones populares contra el alza del
precio del transporte público pero luego se
generalizaron contra la situación económica
que vivía el país en ese momento. Incendio de
autobuses urbanos, toma de calles y
manifestaciones masivas que resultaron en
destrozos de la infraestructura pública
ocurrieron casi
todos los días.[cita requerida]

El gobierno respondió con tres mil soldados


del Ejército, apoyados por blindados ligeros, y
con fuerzas del pelotón antimotines de la
Policía Nacional, quienes fueron desplegados
en áreas céntricas y periféricas de la ciudad.
También, la noche del 3 de septiembre la
Universidad de San Carlos de Guatemala fue
ocupada militarmente y se dijo que en su
interior se encontró un polígono de tiro
subterráneo y propaganda subversiva.[82]
Varios centenares de personas fueron
detenidas y el general Mejía Víctores se dirigió
al país mediante una alocución
radiotelevisada en la que anunció medidas
para atajar la agitación social reinante. El
general Mejía anunció el cierre de centros
docentes hasta nuevo aviso y la congelación
de precios de los artículos de consumo;[82] al
final, como parte de la solución del proceso se
otorgó un bono estudiantil para que los
estudiantes de educación primaria y media se
transportaran gratuitamente en los buses
urbanos.
Pero los maestros continuaban en huelga;
para disolver el movimiento ya que había
paliado la situación con los estudiantes, Mejía
Víctores ofreció Q50 de aumento, que el
magisterio inicialmente rechazó, pidiendo que
dicha cantidad fuera sumada a la base y no a
la bonificación, lo cual enfureció a Mejía
Víctores y a la entonces ministra de
Educación, Aracely Samayoa de Pineda, quien
mostraba pasividad ante el movimiento.[83]
Ante esto, Mejía Víctores emitió el 24 de
septiembre de ese año el Acuerdo 685-85,
sobre promoción automática de grado, y
anunció en cadena nacional que el ciclo
lectivo terminaba el 25 de septiembre, a las 8
horas.[83]
Los maestros, que habían estado en asamblea
permanente en el Instituto Nacional Central
para Varones, pidieron que no se aplicara
dicha medida, y advirtieron que no
entregarían registros de calificaciones de los
alumnos hasta que el Ejecutivo diera marcha
atrás con dicho acuerdo; pero el 3 de octubre,
Mejía Víctores rompió el diálogo con los
maestros y manifestó que no derogaría el
acuerdo 865-85, y además advirtió que el
Gobierno no estaba en disposición de otorgar
más de Q50 de aumento. La Asociación de
Periodistas de Guatemala (APG), que sirvió de
intermediaria entre el gobernante y los
maestros, vio frustrado su intento de conciliar
a ambas partes debido a que Mejía Víctores
fue recalcitrante y dijo que el diálogo se había
roto, y que la promoción automática estaba
en marcha, declarando en forma tajante: «No
será derogado tampoco el acuerdo
gubernativo que da lugar a la promoción
automática de los estudiantes».[83]

Respecto de los graduandos, la ministra de


Educación mostró los títulos que serían
otorgados, los cuales eran similares a los
entregados en años anteriores; pero para que
la disposición fuera acatada, Samayoa de
Pineda ordenó a los supervisores que todos
los cuadros finales de evaluación llevaran un
sello que decía «Promovido según Acuerdo
685-85».[83] El Magisterio se mostró indignado
ante la disposición del jefe de Estado, pero
tuvo que aceptar la promoción por decreto y
retornar a sus bases prácticamente con las
manos
vacías.[83]

Tras una nueva huelga que fracasó, esta vez


contra el gobierno del presidente Marco
Vinicio Cerezo Arévalo en 1989, el magisterio
guatemalteco perdió su fuerza y prestigio y
sus principales líderes sindicales obedecen
más a intereses políticos que sociales.[83]

Educación universitaria
Instituciones de la
Universidad de San Carlos de Guatemala
Facultades
Agronomía
Ciencias Económicas
Derecho
Ingeniería
Medicina
Veterinariay Zootecnia
Escuelas
Ciencias de la Comunicación
Actividades
Huelga de Dolores
Personalidades
Alumnosy profesores célebres
Emeritissimum de la Universidad
Luego de iniciada la colonización en el siglo
se comenzaron a fundar las primeras
universidades por órdenes Reales y Pontificias
en diversos puntos de lo que hoy es
Latinoamérica. Las universidades eran
principalmente de orientación teológica.

El primer obispo de Guatemala, Francisco


Marroquín, envió al Monarca Español una
carta en 1548, en que solicitó la fundación de
una universidad en la Ciudad de Guatemala,
esta solicitud no tuvo respuesta. Hacia el final
de su vida, en 1562, Marroquín decidió dejar
en su testamento un caudal para fundar un
colegio, el de Santo Tomás de Aquino, en
donde se impartieran cátedras de gramática,
artes o filosofía y teología. Los beneficiarios
de esta obra pía sería los hijos de españoles
pobres, ya que estos no podían trasladarse a
ciudades donde había universidades reales,
como México. La heredad del obispo ha sido
interpretada también como el origen de la
universidad. Sin embargo, el prelado tenía
muy clara la diferencia entre un colegio
-residencia de estudiantes, con o sin cátedras-
y un a universidad o Estudio General, donde
se otorgaban grados. Al respecto, el
historiador John Tate Lanning afirma que:
«Este testamento es tan bien conocido
que algunos que ni siquiera lo han visto han
leído en él muchas cosas que no están allí. En
ninguna parte menciona Marroquín una
universidad, mucho menos declara intención
de establecer alguna...»[84] Lo que sí está
documentado es que el alcalde Pedro Crespo
Suárez al morir, donó 20,000 pesos para la
institución de cátedras de la universidad
«que se está gestionando».[85]

Los jesuitas se interpusieron a la fundación de


la Universidad, ya que no les parecía que las
órdenes regulares de los mercedarios,
franciscanos y dominicos tomaran la iniciativa
en cuestiones religiosas y educativas.[85]
Después de varias décadas, alegatos y
peticiones, el rey Carlos II expidió una real
cédula, con fecha de 31 de enero de 1676,
que dio licencia a la capital del Reino (situada
entonces en la Antigua Guatemala) para
fundar una universidad real o Estudio General,
como también se les denominaba a este tipo
de instituciones. Esta sería la tercera
universidad real y pública de la
América hispánica, y la segunda en la Nueva
España.[n] Después de un conflictivo proceso
de organización, cinco años después de
expedida la cédula real, la Universidad de San
Carlos inició las lecciones de cinco de sus
nueve cátedras, el 7 de enero de 1681, con
más de sesenta estudiantes matriculados y
siendo el
Rector el Doctor José de Baños y Soto
Mayor, arcediano de la Catedral,
Predicador del Rey de España y Doctor de la
Universidad de Osuna.[85][ o] La universidad fue
inaugurada bajo el patrocionio de San Carlos
Borromeo, dictando sus estatutos don
Francisco Saraza y Arce, copia de los de
México que, a su vez, eran adaptación de los
de la Universidad de Salamanca en España.

Algunos de los catedráticos electos no


tomaron posesión de sus sillas, debido a sus
ocupaciones como procuradores y su pronta
salida del reino, otros porque consideraron
que su nueva categoría, como "interinos" y no
como "propietarios" de la cátedra, no eran
digna de su prestigio, y uno más, el
catedrático de medicina, nunca llegó a
Guatemala porque se encontraba en la Real
Universidad de
México leyendo otra cátedra.[p]

La constitución universitaria exigía la libertad


de cátedra, asimismo obligaba a que se
leyesen doctrinas filosóficas contrarias para
motivar la dialéctica y la discusión de ideas.
Las primeras cátedras de la Universidad de
San Carlos fueron:

Cánones
Leyes
Medicina
Teología Escolástica
Teología Moral
Dos cursos de lenguas

La universidad San Carlos de Guatemala


recibió la aprobación papal por bula del 18 de
junio de 1687, 10 años después de su
fundación y 6 años después de que
comenzaran las clases.

Fray José Antonio de Liendo y Goicoechea, fraile


franciscano, reformó la educación en la Universidad de
San Carlos. Fue profesor de todos los líderes de la
Independencia de Centroamérica.

En 11 de julio de 1,717, treinta años después


de su aprobación papal, se presenta el primer
candidato de Doctor en Medicina, Vicente
Ferrer González. El siguiente doctor, Pedro
Palacios y Cóbar se presentó a examen
dieciséis años después; cuarenta y siete años
después de este se presentó a examen el
insigne doctor José Felipe Flores.

El franciscano José Antonio de Liendo y


Goicoechea a finales del siglo , reformó la
educación de la Universidad al introducir la
ciencia —química, física, anatomía y
matemática— y la tecnología de su época.[86]
Dr. José Felipe Flores, eminente médico (1751-1814).
Llegó a ser protomédico de la Capitanía General de
Guatemala y médico personal del Rey de España.
Después de los terremotos de 1751, se
renovaron muchos edificios y se construyeron
numerosas estructuras nuevas en la ciudad de
Santiago de los Caballeros de Guatemala, de
tal modo que para 1773 daba la impresión de
que la ciudad era completamente nueva. La
mayoría de las casas particulares de la ciudad
eran amplias y suntuosas, al punto que tanto
las puertas exteriores como las de las
habitaciones eran de madera labrada y las
ventanas eran de finos cristales y tenían
portales de madera labrada. Era frecuente
encontrar en las residencias pinturas de
artislas locales con marcos recubiertos de oro,
nácar o carey, espejos finos, lámparas de
plata, y alfombras delicadas.[87] Y los templos
católicos eran magníficos: había 26 iglesias en
la ciudad, y 15 ermitas y oratorios; la catedral,
era la estructura más suntuosa: tenía tres
espaciosas naves, con dos órdenes de capillas
a los lados, con enormes puertas de acceso
que eran labradas y doradas,[88] . Los
principales edificios públicos de la ciudad no
se quedaban atrás en lujo y ostentación: el
Palacio de los Capitanes Generales, el
Palacio Arzobispal, la Casa de Cabildo y la
Casa de Moneda. Asimismo estaba la Real
Universidad de San Carlos, dos seminarios de
niños, un seminario de niñas, la Real aduana,
ocho conventos de monjes y cinco de monjas,
tres beaterios, dos hospitales, dos cárceles de
varones y una de mujeres.[89]

La Real y Pontificia Universidad de San


Carlos, reconocida en todo el Reino de
Guatemala por el notorio nivel académico de
sus estudiantes, estaba conformada por ocho
preceptores que regenteaban las cátedras en
las diversas facultades y tres rectores: dos
franciscanos y un dominico.[90]
Los Terremotos de Santa Marta de 1773
destruyeron la capital del reino de Guatemala
y el Capitán General Martín de Mayorga
decidió el traslado de la capital a un nuevo
solar. Las autoridades universitarias se
opusieron al traslado a una nueva ciudad,
debido a que todos los bienes de la institución
estaban en la antigua capital del reino, y un
traslado significaría una considerable pérdida
económica;[85] el edificio de la Universidad y
Colegio Tridentino, construidos por el Dr. Juan
González Batres sufrió pocos daños, los cuales
se pudieron reparar. El único peligro que tenía
la estructura era la pared sur de la Catedral,
apenas del otro lado de la calle, y que había
quedado inclinada hacia la Universidad.[91]

No obstante, el Capitán ordenó el traslado a la


capital y en 1776 la universidad empezó la
enseñanza en la Nueva Guatemala de la
Asunción. Como no disponía de bienes en la
nueva ciudad, la Universidad requirió de
donaciones para construir un nuevo edificio,
el cual quedó a medias cuando sobrevino la
independencia en septiembre de 1821.[85]

Tras la Independencia de América Central en


1821 la Universidad de San Carlos Borromeo
quedó en una situación precaria, ya que su
nuevo edificio estaba en construcción y el
ambiente político de la región
centroamericana era muy inestable. Tras la
derrota de los conservadores y expulsión de
las órdenes regulares, en 1834, siendo Jefe del
Estado de Guatemala el doctor Mariano
Gálvez, se creó la Academia de Ciencias en el
Estado, sucesora de la Universidad en
Guatemala, eliminando la educación religiosa
completamente, e implantando la enseñanza
de Álgebra, Geometría, Trigonometría y Física;
y también se comenzaron a otorgar títulos de
Agrimensores. La Academia de Ciencias
funcionó hasta 1840, año en que con el
triunfo de los conservadores y bajo el
gobierno de Rafael Carrera volvió a
transformarse en Universidad teológica y se
llamó «Universidad Nacional de
Guatemala».[92]

La Revolución de 1871, la derrota de los


conservadores hizo tomar un rumbo distinto a
la enseñanza técnica superior: nuevamente se
expulsaron las órdenes regulares y se
confiscaron sus bienes y la educación tomó un
carácter laico que perduró hasta 1944. Se
fundó la Escuela Politécnica en 1873 para
formar ingenieros militares, topógrafos y de
telégrafos, además de oficiales militares; por
su parte en la Universidad Nacional las
unidades académicas se transformaron hasta
haber únicamente dos Escuelas Facultativas:

Escuela Facultativa de Derecho y


Notariado
Escuela Facultativa de Medicina y Farmacia

En 1877, Justo Rufino Barrios fundó la


Universidad de Occidente, la cual contaba con
la Escuela Facultativa de Derecho y Notario de
Occidente.[33] .
El gobierno de Manuel Estrada Cabrera
maniató la educación superior: en abril de
1899 la Asamblea Legislativa envió al
presidente un decreto declarando la
autonomía de la Universidad Nacional para
elegir a sus autoridades; Estrada Cabrera
respondió a la Asamblea que dicho decreto no
procedía porque «[...] no cabía la autonomía
de las Facultades ya que el Estado proveía a
su sostenimiento y manejo en todo sentido
[...] por lo que eran dependencias oficiales del
gobierno
[...]»[93] }}

Así entonces, las Facultades de la


Universidad siguieron dependiendo del
Ejecutivo completamente (lo cual se había
iniciado en 1893 por decreto de Reyna
Barrios). El secretario de Instrucción Pública
incluía a las Facultades de educación superior
en su reporte anual a la Asamblea Legislativa,
y el presidente designaba a los docentes de
las mismas. En ese tiempo, las Escuelas
Facultativas eran:

Escuela de Derecho y Notariado (70


estudiantes)
Escuela de Medicina y Farmacia (150
estudiantes)
Instituto Dental (5 estudiantes)
Escuela de Comadronas (10 estudiantes)
Escuela de Ingeniería (15 estudiantes)

Universidad popular

Esta institución, fundada en 1922, estaba


encargada de la educación popular,
indispensable para sentar las bases de una
nueva era educativa. Durante el gobierno de
Chacón, sobre todo los primeros años, recibió
apoyo e impulso económico y se convirtió en
la principal propulsora de los nuevos cambios.
Distribuyó libros publicados por el gobierno,
abrió sus puertas para que conferencistas
nacionales y extranjeros, disertaran temas
sobre educación y promovió una campaña,
apoyada también por el oficial Diario de
Centroamérica a favor de la
desanalfabetización.[q][ 94]

La Universidad Popular pretendía promover la


participación de profesionales, quienes habían
sido educados y colocados en la posición
privilegiada en la que se encontraban con el
dinero del Estado, y quienes por lo tanto
debían devolverlo en efectivo o con su
trabajo. De esta manera, profesionales de
varias áreas impartieron clases ad honórem.[95]

Los objetivos fundacionales de la


Universidad Popular en Guatemala se
centraban en los tres aspectos fundamentales
del problema educativo:
1. Enseñar a leer y escribir.
2. Enseñar el círculo de conocimientos
generales a aquellas personas que por
circunstancias de la fortuna no habían
podido adquirirlas.
3. Difundir en el pueblo las nociones más
importantes de higiene, de instrucción
cívica y moral, para obtener un
mejoramiento en las condiciones físicas
y espirituales de la gran masa.[r][ 94]
La institución fue cerrada en 1932 por el
gobierno del general Jorge Ubico y no fue sino
hasta 1945 cuando el presidente Juan José
Arévalo -uno de sus otrora profesores ad
honórem- la reabrió.[95]
Los estudiantes de la generación del 20
hicieron contribuciones notables a
Universidad Popular, pero es importante
destacar que las opciones para colocarse,
ascender y publicar en Guatemala de
entonces eran limitadas, ya que la vieja
guardia de escritores e intelectuales esperaba
de las generaciones jóvenes deferencia y
respeto; ante esa situación la generación del
20 trató de ampliar el mercado cultural,
creando la Universidad Popular en 1922 para
aumentar la instrucción del obrero
guatemalteco y acercándose al socialismo
para criticar el orden establecido. La cuestión
social del indígena guatemalteco y el papel
que debía jugar la educación como una vía de
redención de los ectores populares fueron dos
de los ejes principales de los estudiantes y
profesionales jóvenes en la década de 1920.[96]
Este compromiso con los intereses de los
obreros e indígenas fue únicamente una
estrategia para colocarse políticamente en la
esfera pública; la Generación del 20 compartía
con la vieja guardia liberal cabrerista
desprecio y temor por las culturas populares.
Esto fue evidente a medida que los jóvenes
escalaron puestos en la jerarquía estatal, ya
que poco a poco fueron abandonando su
ideario radical e incluso hubo algunos que
colaboraron con las dictaduras subsiguientes,,
[96]
especialmente la del general Jorge Ubico
Castañeda.
Estructura e integración
La estructura del sistema educativo nacional
se integra por los siguiente componentes,
según el artículo 5 de la ley respectiva:
1. El Ministerio de Educación
2. La Comunidad Educativa
3. Los Centros Educativos

Ministerio de Educación

El Ministerio de Educación es la institución del


Estado responsable de coordinar y ejecutar las
políticas educativas, determinadas por el
Sistema Educativo del país. En lo respectivo a
la Ley de
Educación Nacional todo lo relacionado al
funcionamiento del ministerio dentro del
sistema está regulado desde el artículo 8 al
16. El ministro de Educación es la máxima
autoridad del ramo y junto con el Consejo
Nacional de Educación es el encargado
establecer las política educativas del país y
todo lo relacionado a la misma. El Consejo de
Educación Nacional es un órgano
multisectorial educativo encargado de
conocer, analizar y aprobar conjuntamente
con el ministro de Educación, las principales
políticas, estrategias y acciones de la
administración educativa, tendientes a
mantener y mejorar los avances que en
materia de educación se hubiesen tomado.
Comunidades educativas

Es la unidad que ínter relacionando los


diferentes elementos participantes del
proceso enseñanza aprendizaje coadyuva a la
consecución de los principios y fines de la
educación, conservando cada elemento su
autonomía. Se integran por educandos,
padres de familia, educadores y las
organizaciones con fines educativos. Su
fundamento son los artículos 17 y 18 de la ley
respectiva.
Centros educativos

Los centro educativos son establecimientos de


carácter público, privado o por cooperativa, a
través de los cuales se ejecutan los procesos
de educación escolar. El fundamento para los
centros públicos, privados o por cooperativas
son los artículos desde el 19 al 27 de la
respectiva ley. Estos centros están integrados
por los educandos, los padres de familia, los
educadores y el personal técnico,
administrativo y de servicio.

Ahora bien, el sistema de educación nacional


se conforma por dos subsistemas de acuerdo
al artículo 6, así:
1. Subsistema de Educación Escolar.
2. Subsistema de Educación Extraescolar o
Paralela.

Subsistema de Educación Escolar

Para la realización del proceso educativo, en


los establecimientos escolares, está
organizado en niveles, ciclos, grados y etapas
en educación acelerada para adultos, con
programas estructurados en los currículos
establecidos y los que se establezcan, en
forma flexible, gradual y progresiva para hacer
efectivos los fines de la educación nacional.[97]

1. Primer nivel: Educación inicial.


2. Segundo nivel: Educación preprimaria
(Párvulos 1, 2, y 3).
3. Tercer nivel: Educación primaria
(primero al sexto grado y educación
acelerada para adultos de la primera a la
cuarta etapa).
4. Cuarto nivel: Educación media (ciclo de
educación básica y de educación
diversificada).

Educación pre-primaria
Profesora y escritora Natalia Górriz de Morales en 1896.
Fue pionera de la educación de maestras de primaria y
pre-primaria en Guatemala.[98]

La educación infantil en Guatemala se inició


en 1875, cuando la educadora suiza Matilde
Wealuer formó un kindergarten anexo al
Colegio Nacional de niñas, que
posteriormente fue convertido en el Instituto
Normal Central para Señoritas
Belén.[99] Poco después se organizaron
secciones anexas a algunas escuelas
primarias, llamadas «grados preparatorios» y
se crearon el
Kindergarten Nacional N.º 1 y el
Kindergarten Nacional N.°2.[99] En cuanto a la
formación de maestras especializadas en nivel
parvulario, esta se inició formalmente el 28 de
junio de 1928 y su primer plan de estudios
incluía: Fundamentos del Método Parvulario,
psicología del niño, música, dibujo, trabajo
manual y juegos educativos.[98] Entre los
primeros catedráticos que sirvieron
gratuitamente estaban: Natalia Górriz de
Morales, Edelberto Torres, Jorge Luis
Amoli y Yolanda Von Kaenel de Argueta.[98] Este
nivel constitucionalmente no es obligatorio,
pero igualmente se imparte en tres
modalidades: 1) la modalidad parvulario, 2) la
pre-primaria bilingüe y 3) pre-primaria
acelerada. Las dos primeras están conformadas
por un ciclo de 3 años, donde la promoción es
automática entre los años. La única diferencia
entre estas dos modalidades es que la primera
se da en castellano sin importar el idioma
materno del estudiante y la segunda se
desarrolla en el idioma materno del estudiante
y se enfoca en desarrollar la interculturalidad.
La tercera modalidad es una alternativa para
aquellos niños que no cursaron ninguna de las
dos primeras modalidades, usualmente los
niños más pobres, y se imparte en 35 días. El
objetivo de este nivel es desarrollar el
adiestramiento necesario para ingresar a
primero primaria cómo también habilidades de
socialización.
Los estudiantes son promovidos
automáticamente, pasan al siguiente nivel
(primero primaria) al cumplir, como mínimo, 6
años con 6 meses al iniciar el período lectivo
(Artículo 22, Acuerdo Ministerial 1171-2010).

Educación primaria

La educación primaria es obligatoria para la


población entre 7 y 14 años, está conformada
por dos ciclos. El primero es de educación
fundamental y el segundo de educación
complementaria. Los contenidos que se
imparten en primaria están regidos por el
Currículo Nacional Base (CNB), que define un
80% de lo que se debe de impartir a nivel
nacional, el otro 20% corresponde a los
contenidos locales y regionales. El CNB define
las áreas y subáreas, como las competencias
que los estudiantes deben alcanzar por ciclo y
grado. Finalmente también presenta
propuestas de indicadores de logro que
permiten observar si el estudiante ha
alcanzado las competencias por grado.

Ciclo de educación fundamental:

1°. Primaria
2°. Primaria
3°. Primaria

Ciclo de educación complementaria:


4°. Primaria
5°. Primaria
6°. Primaria

La aprobación de las áreas y subáreas es si los


estudiantes logran una nota mínima de 60
puntos de 100. Y la promoción entre cada
grado se da si el estudiante logra aprobar
todas las áreas y subáreas que recibió en el
grado. En la primaria como en la pre-primaria
existe un profesor de grado, que imparte la
mayoría de las áreas y subáreas, las únicas
áreas que pueden tener un profesor diferente
son: educación musical, educación física.

Educación secundaria
La educación básica abarca lo que es la
Educación Secundaria o también llamado Ciclo
de Cultura General Básica, abarca lo los
grados de:

1°. Básico.
2°. Básico.
3°. Básico.

También se le llama educación media. Una vez


finalizada la etapa de Educación Básica se
continua con el Ciclo Diversificado.

Ciclo diversificado

El ciclo del diversificado o como se le conoce


en Guatemala: carrera, dependiendo de la
carrera puede durar dos o tres años los grados
son:

4°. Diversificado.
5°. Diversificado.
6°. Diversificado.

Las carreras que más se estudian o comunes


en Guatemala son:

Magisterio para párvulos.


Perito Contador.
Bachillerato en Ciencias y Letras.
Bachillerato en Computación.
Secretariado.
Subsistema de Educación Extra-
escolar o Paralela

El subsistema de educación extra-escolar o


paralela, es una forma de realización del
proceso educativo, que el Estado y las
instituciones proporcionan a la población que
ha estado excluida o no ha tenido acceso a la
educación escolar y a las que habiéndola
tenido desea ampliarlas.

La educación extra-escolar o paralela, tiene


las características siguientes:

a) Es una modalidad de
entregaeducacional enmarcada en
principios didáctico-pedagógicos.
b) No está sujeta a un orden rígido
degrados, edades ni a un sistema inflexible
de conocimientos.
c) Capacita al educando en el desarrollode
habilidades y destrezas, hacia nuevos
intereses personales, laborales, sociales,
culturales y académicos.

Función fundamental
La función fundamental del sistema educativo
es investigar, planificar, organizar, dirigir,
ejecutar y evaluar el proceso educativo a nivel
nacional en sus diferentes modalidades.
Otros estudios
Hay otras instituciones como el Instituto
Técnico de Capacitación y Productividad
mejor conocido como INTECAP el cual imparte
no solo carreras o cursos especializados en
Computación sino más enfocado a las áreas
industriales en los cuales podemos
mencionar: Electricidad, Mecánica
Automotriz, Repostería, Cocina entre otras,
además hay colegios especializados en
Diplomados Técnicos.si

Educación universitaria
La educación terciaria se encuentra bajo la
rectoría de la Universidad de San Carlos de
Guatemala -USAC- única universidad pública y
estatal en Guatemala. También existen 14
universidades privadas para la educación
superior del país.

En este nivel existen carreras técnicas


superiores de tres y medio años de duración,
donde se tienen 6 semestres de cursos y 1
semestre de práctica. También están las
carreras con el grado de Licenciaturas o
Ingenierías, las cuales tienen entre 9 y 12
semestres de cursos, y al finalizar existen
diferentes procesos para lograr obtener el
grado: ejercicios profesionales supervisados,
exámenes generales de grado y la elaboración
de trabajos de tesis. Estos procesos hacen que
la duración de una Licenciatura o Ingeniería
varíe y sea mayor a 6 años. Todos los títulos
brindados por las universidades en pregrado
son a nivel Licenciatura. En este nivel de
educación también existen los grados de
Maestría y Doctorado. Las Maestrías son de
especialización en temas específicos y el
tiempo de estudio es de 2 a 5 semestres, esto
depende del programa.

Establecimientos educativos
Los centros educativos para los niveles de pre-
primaria, primaria y secundaria están bajo la
normativa del Ministerio de
Educación de Guatemala y las
Instituciones de Educación Superior están
bajo la aprobación de la USAC y el
reconocimiento del Consejo de la
Enseñanza Privada Superior (CEPS).
Establecimientos públicos: aquellos que
tienen un presupuesto asignado por parte
del Gobierno por medio del Ministerio de
Educación.
Establecimientos privados: aquellos que no
cuentan con ayuda Gobierno por medio del
Ministerio de Educación pero si están
autorizados para impartir clases en
cualquier departamento del país dentro de
los cuales están:

Tipo
Público Complejo Escuela
Educativo Carlos Nacional de
Benjamín Paiz Ciencias
Ayala Comerciales

Escuela América
(ENCCA)
Nacional Central de
Formación Escuela Norma
Secretarial Intercultural
(ENI)
Escuela
Nacional de Escuela Norma

Ciencias Central para

Comerciales Varones

(Escuela de Instituto
Comercio) Experimental D

Establecimientos educativos de Guatemala L


Instituto Normal Instituto Norma
Centro América para Varones d
(INCA) Oriente (INVO)
Instituto Normal Instituto Norma
Mixto Alejandro para Varones d
Córdova(INMAC) Occidente
Instituto Normal para (INVO)
Señoritas de Instituto Norma
Oriente (INSO)
Rafael Aqueche
Instituto para

Señoritas Vícto
Véase también
Portal:Guatemala. Contenido relacionado
con Educación.
Ministerio de Educación de Guatemala
Concordato de Guatemala de 1852
Consejo de la Enseñanza Privada
Superior (CEPS)
Ley de Pavón
Universidades de Guatemala
Notas y referencias
1. Las órdenes regulares eran
principalmente los dominicos,
franciscanos, mercedarios y jesuitas.
Estas órdenes eran propietarias no
solamente de fastuosos conventos e
iglesias, sino que también de doctrinas,
encomiendas, ingenios azucareros y
haciendas; eran los más grandes
terratenientes del partido conservador,
además de que ostentaban un gran
poder político y económico en el Estado
de Guatemala.
2. Este Templo de Minerva fue dinamitado
durante el Gobierno del coronel Jacobo
Arbenz Guzmán, como una muestra de
repudio al Gobierno de Estrada Cabrera.
3. La repercusión más importante de esta
decisión fue la formación de Juan José
Arévalo Bermejo quien viajó a Argentina
con una de estas becas tras graduarse
de maestro en la Escuela Normal para
Varones y fue quien finalmente pudo
llevar a la práctica el proyecto y hacer
los cambios más importantes que ha
recibido la educación en Guatemala
cuando fue presidente de 1945 a 1951
4. Gabriela Mistral estuvo vinculada a una
red de intelectuales mujeres que llevaba
su nombre: Sociedad Gabriela Mistral y
a la Sociedad vitalista guatemalteca
fundada y dirigida por Alberto
Masferrer.
5. La obra clave de Masferrer -«El
mínimum vital»- contiene el
fundamento teórico básico de su
propuesta, que abarcaba la sociedad en
su conjunto y que establecía los
lineamientos para cada una de sus
instituciones. Entre ellas, la educación a
la que consideraba uno de los pilares
que iban a sostener la sociedad
vitalista. Cuando se refiere al vitalismo,
está aludiendo al valor supremo que le
concede a la vida
como el fundamento de la existencia
humana. Y propone un sistema social
que garantice la vida de todos los seres
en general y principalmente de todos los
seres humanos. Y cuando habla de vida,
se refiere a vida material y los
satisfactores primordiales que la
garantizan con un mínimo de dignidad.
6. Jinarajadasa era un conocido teósofo
hindú y su visita a Guatemala tuvo
como objetivo una serie de conferencias
sobre teosofía y educación.
7. Estos aumentos salariales no se hicieron
realidad durante este gobierno debido a
la Gran Depresión.
8. miembro de la generación del 20 y del
grupo Vida, fue también fundador y
redactor de la revista del mismo
nombre, y cofundador de la Universidad
Popular.
9. La declaración de los derechos que se
obtendrían con el título aludido, levantó
mayor interés entre los maestros
aspirantes, pero sembró también la
enemistad entre los que sin poseer los
estudios correspondientes detentaban
aquellos cargos, especialmente en el
Ministerio de Educación Pública.
10. Esta obra no la continuó su sucesor, el
coronel Jacobo Arbenz por el énfasis del
gobierno de este en la Reforma Agraria,
pero sí fue terminada por el gobierno
del coronel Carlos Castillo Armas,
11. El aparecimiento del Colegio de
Maestros como entidad con personería
jurídica es un importante de la
democracia que vivía Guatemala en esa
época.
12. Como la escuela de Artes Plásticas y la
sección de Danza y Teatro del
Departamento de Educación Estética y
la disolución del Grupo Saker-Ti
Amanecer-, que había surgido en 1946 y
que estaba integrado por artistas y
escritores.
13. Liceo Javier, Colegio Salesiano Don
Bosco, Colegio Monte María, Instituto
Experimental La Asunción y el Liceo
Guatemala, entre otros.
14. Acerca del proceso previo a la
expedición de la cédula real de la
fundación de San Carlos, puede
conocerse a través de distintas fuentes
documentales, entre las más
importantes se encuentra el legajo
373 del Fondo Audiencia de Guatemala
en el Archivo General de Indias.
15. Sobre la matrícula inicial de la
universidad, las noticias son poco
precisas y contradictorias. El cálculo se
ha realizado con base en los datos
registrados en el acervo universitario
que se encuentra en el Archivo General
de Centro América [En adelante AGCA].
AGCA. A1. Leg. 1885, Exp. 12245.
16. Entre 1677 y 1678 se llevaron a cabo los
concursos de oposición para ocupar las
sillas o cátedras en la universidad. La
convocatoria se publicó tanto en
Guatemala, como en México, desde
donde se envió también a Puebla de los
Ángeles. El proceso le llevó a la
universidad un año, pero debido a los
desacuerdos sucedidos entre quienes
debían elegir a los catedráticos, el rey
decidió anular los nombramientos,
dejando en sus cargos a los catedráticos
pero en calidad de interinos y con la
mitad del salario estipulado. Los
concursos de oposición se encuentran
en AGCA. A1. Legs. 1898, 1899 y 40422.
La cédula real de la anulación data del 6
de junio de 1680 y se encuentra en
AGCA. A1. Leg. 1885, Exp. 12245.
17. La desanalfabetización se definía como
el único camino para hacer de un
territorio poblado por muchos
habitantes, sin mayores anhelos y sin
una civilización uniforme una patria
verdadera, en donde todos los
elementos que la integran se
encuentren solidarizados por la
comunidad de aspiraciones.
18. Como la desanalfabetización ocupaba el
primer lugar en virtud de su
importancia como el elemento
primordial de la educación, después
de aprender a leer y escribir era
indispensable que los obreros tuvieran
acceso a una serie de conocimientos
generales que les permitieran completar
una mínima formación.

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Enlaces externos
Universidades de Guatemala

Datos: Q6129891

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