El pensamiento sistémico es la actitud del ser humano, que se basa en
la percepción del mundo real en términos de totalidades para su análisis, comprensión y accionar, a diferencia del planteamiento del método científico, que sólo percibe partes de éste y de manera aislada. El ecológico es un pensamiento joven y fresco, no violento. Su propuesta es detener tantas “ansias de dominación” a través de una comunicación efectiva, de un diálogo franco entre los seres humanos y la Naturaleza. El pensamiento ecológico también es integrador e incluyente; aspira a interconectar diversas tendencias, ideologías y corrientes políticas. Dicho esto, se podría afirmar que el pensamiento ecológico es una invitación a reflexionar seriamente sobre cómo oponernos al consumismo mientras abrazamos la multiplicidad, a extender ese “puente” que reconcilie a los seres humanos con la Naturaleza.
Afectiva: Le permiten adquirir conciencia y valoración de sí
mismo y de los otros. Cognitiva: Le permite ejercitar la reflexión crítica, el análisis y la síntesis para construir su propia representación de la realidad. Corporal: Para que asuma con responsabilidad su cuerpo y pueda expresarse creativamente. Intelectual: Persona que razona sus actos frente a una comunidad. EL VALOR DEL AGRADECIMIENTO.
La gratitud es un valor propio de almas grandes. Agradecer
significa encontrar un motivo para dar gracias. Y encontrarlo es posible si tenemos los ojos bien abiertos y el corazón despierto para descubrir los miles de gestos que nos brindan los demás a todas horas.
Nuestro mundo necesita una buena dosis de gratitud y un
poco menos de reclamaciones. Sí: hay que pedir lo que nos falta y nos corresponde, pero sin olvidar que también hay que agradecer lo que a veces “nos ha sobrado” y lo que más valía: el amor que muchos nos regalan cada día: padres, hermanos, familiares, amigos…
También cuando quizá perdimos la ruta: hasta el criminal
más perverso puede recordar el amor que le dio su madre envejecida y temblorosa. También cuando nos abandonó la suerte y caímos “en desgracia”, y nos abandonó un ser querido, el esposo o la esposa, un hijo o una hija. También cuando nos cerraron las puertas y todo parecía oscuro. Sólo quien haya experimentado en esos momentos de prueba la fuerza del amor de Dios y de los que son realmente amigos puede comprender lo que significa poder decir, hoy y siempre, simplemente esta breve y joven palabra: ¡gracias!.
La solidaridad es el apoyo o la adhesión circunstancial a una
causa o al interés de otros, por ejemplo, en situaciones difíciles. Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común, se habla de solidaridad.
Saber escuchar. ...
Cuidar a los animales. ... Hacer trabajos de voluntariado. ... Prestar ayuda de primeros auxilios. ... Ceder el asiento. ... Colaborar en actividades infantiles. ... Destinar ayudas económicas sin fines de lucro.
Solidaridad como valor
La solidaridad es un valor por excelencia que se caracteriza por la colaboración mutua que existe entre los individuos, lo que sin duda permite lograr la superación de los más terribles desastres, como guerras, pestes, enfermedades, entre otros, aplicarlo también con nuestros familiares, amigos y/o conocidos que se encuentren en situaciones difíciles y con la ayuda recibida permita salir adelante y mejorar en cierto modo la situación.
La solidaridad entre los seres vivos permite resistir las adversidades
que se presenta a lo largo de la vida. La persona solidaria no duda en colaborar y apoyar a todos aquellos individuos que se encuentran en situaciones desfavorecidas, lo que permite distinguirse de las personas indiferentes, egoístas ante sus compañeros.
Es importante fomentar la solidaridad desde la infancia ya que puede
ser vista como la base de otros valores humanos que logra desarrollar valiosas relaciones de amistad, familiares y/o sociales basadas en la ayuda, apoyo, respeto y tolerancia. Actividad
Escribe en el cuaderno de ética el titulo relacionado al tema, las
dimensiones que se encuentran señaladas con puntos, el concepto de dimensión corporal, dimensión cognitiva, el concepto de agradecimiento y solidaridad.