Sei sulla pagina 1di 11

4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD

Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

EL SITIO, LOS CULTIVOS Y LA ARQUITECTURA VERNÁCULA


Ricardo Antonio León Hernández I

Sección 4. Educación, Patrimonio cultural y Tecnología

Resumen
Al recorrer diversas comunidades rurales del país se observan múltiples ejemplos de arquitectura
vernácula. De esas observaciones se identifican diferencias tipológicas entre los asentamientos y sus
grupos étnicos. El sitio está en función de los objetivos, ideales y valores del propio pueblo acorde a la
época, siendo un factor presente en el proceso de definición cultural. Por ello se pretende brindar
elementos teóricos que permitan reflexionar sobre la relación entre la arquitectura vernácula, su
conformación y el sitio. A partir de un recorrido a una población rural, se seleccionaron 10 viviendas con
características constructivas tradicionales. De esa selección se realizaron levantamientos arquitectónicos y
fotográficos pudiendo determinar la tipología de vivienda existente. Así mismo se abordó al sujeto de
estudio para indagar sobre sus elementos de identidad con la población. Los datos obtenidos en campo se
ordenaron y clasificaron en cuadros estadísticos para establecer los resultados. Con base en lo anterior, se
afirma que en la conformación de la arquitectura vernácula inciden aspectos de orden económico, entre los
que se incluye la agricultura. El tipo desarrollado, así como los cultivos tradicionales fungen como
elementos de identidad conformando una parte del sitio. De ese modo es posible afirmar que el sitio como
imagen de identidad se liga con la forma de conducta (modo de vida), la función para la satisfacción de las
necesidades y la memoria histórica de los elementos de identidad en los miembros de la comunidad.

Palabras Clave: Sitio, Arquitectura Vernácula, Agricultura.

Introducción
La limitación en la generación de conocimiento teórico en el quehacer arquitectónico ha propiciado un
fenómeno al que Cervantes (2001) denomina de inconsistencia. La inconsistencia se explica en función a
que los arquitectos han marginado a la mayoría de la sociedad en su quehacer, llegando a producirse
arquitectura deficiente, la cual no llega a “satisfacer lo específico de las demandas” (CERVANTES, 2001:
17). Esa inconsistencia se refleja en la carencia de alternativas arquitectónicas que sean respetuosas con el
medio ambiente y generen condiciones de habitabilidad. La generación de los conocimientos necesarios
en la arquitectura contribuirá a disminuir estas limitaciones.
La vivienda rural, entre las que se incluye la vernácula, es una parte de la expresión cultural de la
población que la habita. Los elementos culturales inciden en el proceso de configuración y conformación
de la vivienda. No obstante, el desconocimiento teórico en los aspectos de estudio, así como los
fenómenos implícitos a la globalización, son factores incidentes que son identificables como problemática


I
Ing. Arq. (2012), (a) M. Sc. ESIA – Instituto Politécnico Nacional rleonh1201@egresado.ipn.mx
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

en los procesos de deterioro, destrucción y transformación de la arquitectura tradicional.


Cervantes (2001) menciona que la investigación científica posibilita conocer la dinámica para la
construcción del campo científico que explique la problemática y que funja como base para la solución de
los problemas que la sociedad demanda, dentro de las que se incluyen a la habitabilidad II. La
habitabilidad es una de las cualidades del espacio arquitectónico y urbano que consiste en brindar
condiciones de bienestar acordes al modo de vida del ser humano, a los recursos de los que disponga,
relacionándolo a sus metas e ideales.
Esa situación refleja una capacidad para la generación de identidad. Ese planteamiento se basa en la
relación entre cultura y construcción. Rapoport (1972) menciona que la vivienda, vista como resultado de
las influencias culturales, tenderá a ser clara, sencilla y fácil de entender para todos los individuos del
grupo cultural. Contrario a ese planteamiento, existen elementos culturales dentro de los que se incluyen
los elementos simbólicos que ponen en duda esa afirmación III.
El tamaño, esquema y relación de la vivienda, “estará condicionado por las tradiciones”
(RAPOPORT, 1972: 67). A partir de esa idea es posible comprender un nivel incidente respecto a las
variaciones que se pueden producir a través del tiempo. El grupo social y cultural brinda un patrón de
asentamiento al cual se le denomina tipología dentro de un emplazamiento geográfico.
El objetivo del presente trabajo es brindar elementos teóricos que permitan reflexionar sobre la
relación entre la arquitectura vernácula, su conformación y el sitio. Para ello es importante conocer los
elementos que han incidido en la determinación de un modelo tipológico de la vivienda tradicional. A
partir de ello, se ha identificado al medio de producción como elemento incidente dentro de ese proceso.
Tomando como base el análisis de los medios de producción de dos comunidades rurales, se busca
establecer una relación entre el espacio arquitectónico, la actividad económica tradicional y la identidad.

Desarrollo
El medio geográfico natural tiene aspectos característicos que el hombre, a través de la observación y del
uso de la razón, conoce y del cual recurre para su beneficio. Ello es explicable a partir del conocimiento
del entorno natural. De la localización geográfica existen formas que explican su elección. El grupo social
asume su propia forma de ocupación, apropiación y representación del espacio arquitectónico en función
de la identidad.
Esa relación entre el lugar y la forma de apropiación o distinción de otros grupos se denomina sitio.
El sitio, acorde con Viario (1991) está en función de los objetivos y valores de un pueblo y su época, así
como de los valores de contexto. El sitio es la proyección sobre el terreno de la imagen que una
comunidad tiene de si misma, fungiendo como la representación del pensamiento del pueblo en un periodo
de tiempo. El sitio está en función de los objetivos, ideales y valores del propio pueblo acorde a la época,
siendo un factor presente en el proceso de definición cultural.
El espacio arquitectónico configurado responde a las necesidades que el grupo identifica en función
del modo de vida. Las necesidades arquitectónicas, acorde con Yáñez (1997), son las condiciones físicas

II
De los aspectos de estudio de la habitabilidadse mencionan: FISICOS (factores lumínico, acústico, térmico, visual, entre otros), SOCIALES
(modo de vida), PSICOLÓGICOS (funcionalidad, seguridad, salud, satisfacción)
III
Para ahondar en la comprensión sobre la relación entre los aspectos simbólicos en la configuración espacial de la vivienda vernácula, revisar el
trabajo de Torres (2009).
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

que deben reunirse para realizar una actividad. A partir de ello es posible entender que las actividades son
“el conjunto de actos, operaciones o movimientos encaminados a un objetivo” (YAÑEZ, 1997: 24).
La forma de la arquitectura vernácula se comenzó a explicar a partir de las características climáticas
de las regiones en donde eran edificadas. Rapoport (1972) sugirió la existencia de otras fuerzas que
cuestionaban la visión del determinismo climático y su incidencia en el espacio. Posteriores
investigaciones (Torres, 2009; Oliver, 1993; López, 1993; Prieto, 1994) han permitido identificar diversos
factores incidentes en la estructuración de la tipología de la vivienda vernácula. Tales son: los físicos,
como el clima, la topografía, el tipo de suelo y la vegetación; los culturales y sociales, como las
tradiciones, la lengua, las fiestas, los ritos y costumbres locales, así como los medios productivos y sus
actividades.
Al recorrer diversas comunidades rurales del país se observan múltiples ejemplos de arquitectura
vernácula. De esas observaciones se identifican diferencias tipológicas entre los asentamientos y sus
grupos étnicos. En las diferencias observables, como se ha descrito en párrafos anteriores, actúan factores
de diversa índole. El medio económico social, como factor incidente en la conformación de la vivienda
tradicional respecto a las actividades humanas, presenta características y objetivos diferentes “no sólo en
relación con el medio natural sino en consonancia con el nivel cultural y la organización económica social
de los grupos en que se producen esas actividades” (YÁÑEZ, 1997: 24-25).

____________________________
Imagen 1 – Ricardo A. León, Vivienda tradicional y actividad económica [fotografía]. San Felipe Ixtapa, Oaxaca. 2011.

El estudio de la vivienda está vinculada al estudio del ámbito social y económico del grupo humano. Con
base en lo anterior, cada grupo humano asentado en una región desarrolla una actividad económica
generalmente relacionada con el sector primario en origen. Así, esa actividad económica se incluye dentro
de los factores incidentes dentro del proceso configurativo de la tipología de la vivienda. Las actividades
humanas son factibles de cambios al existir una variación en las formas de producción. A partir de ese
medio de producción se genera el medio económico – social, que funge como marco para las necesidades
arquitectónicas.
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

Bajo esa visión, es posible conceptualizar a la vivienda como el espacio que cumple con los
requerimientos mínimos de índole social (cultural), psicológicos, económicos, funcionales, entre otros,
para ser habitado. Torres (2003) propone el concepto de vivienda como “el lugar en que se vive […] (p.
14). Concluye que obtiene la categoría de vivienda al cumplir con las necesidades mínimas dentro del
espacio, sin necesariamente cumplir sus aspiraciones.
Basado en los estudios donde se analiza el componente cultural como factor incidente en la
configuración y conformación del tipo arquitectónico, es necesario relacionarlo al efecto de la
localización. El emplazamiento o localización de la población no obedece únicamente a aspectos físicos,
sino responde a un componente social, entre los que se incluyen lo simbólico y lo cultural.

____________________________
Imagen 2 – Ricardo A. León, Vivienda tradicional y espacios simbólicos [fotografía]. Yecapixtla, Morelos. 2013.

Para Duarte (1991), vivienda es el conjunto que satisface las necesidades de habitación y medios de vida
cotidianos de aquellos por quienes es concebida y materializada. La vivienda, menciona, es producto de
un sistema de valores que corresponde al conjunto de prácticas sociales, económicas y culturales. Es
posible concluir respecto a que a la vivienda se le ha asignado un valor de aspiración para la satisfacción
de las necesidades del habitante. No obstante, el espacio vivienda visto como resultado de esa aspiración,
funge como el marco de desarrollo para la ejecución de las actividades que permitan satisfacer las
necesidades del ser humano.
De los párrafos anteriores es posible extraer una idea pertinente respecto a la identidad. Dentro del
estudio de la vivienda, el valor de identidad relacionado a una forma de expresión cultural estará
preponderantemente ejemplificado en el estudio de la arquitectura vernácula. Por ello se considera
necesario ampliar un panorama que permita comprender algunas características aplicables al enfoque del
presente estudio, tales como el modo de reproducción social (modo de vida) relacionado a la práctica de
actividades económicas tradicionales. Es importante mencionar que, dentro del desarrollo de esas
actividades, la comunidad hace uso de los recursos propios de la región.
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

____________________________
Imagen 3 – Ricardo A. León, Vivienda tradicional y recursos disponibles [fotografía]. Cd. Obregón, Sonora. 2013.

La identidad funge como una creación de límites y fronteras. A partir de esas fronteras el individuo o el
grupo reconoce los elementos comunes. La identidad actúa en principio por la idea de diferencia, y esa
necesidad “obedece a la lógica del más de uno” (Stuart, 1996: 16), consolidándose el proceso al quedar
fuera o constituyendo un exterior entre los elementos.
Dentro de los alcances de este trabajo, se conceptualiza a la vivienda rural cómo el espacio
arquitectónico en el cual se desarrollan actividades económicas rurales (preponderantemente del sector
primario). De igual modo, acorde con Concheiro (1991) ese mismo concepto cumple la función para la
reproducción social de la fuerza de trabajo (descanso, reproducción, alimentación, entre otros). Así, es
posible identificar dos funciones de la vivienda rural ligadas al desarrollo de las actividades productivas:
la función arquitectónica, misma que determina la configuración arquitectónica, y la función social
(protección y descanso).
Dado a que el proceso evolutivo de las necesidades de la sociedad está ligado a los cambios
implícitos a la globalización, la importancia del estudio sobre la arquitectura vernácula radica en dar
lectura a las características de los espacios que los grupos culturales han configurado. Los mismos generan
condiciones de habitabilidad, fungiendo como marco para la reproducción o recreación del modo de vida
tradicional, haciendo uso de los recursos disponibles del entorno natural y social.

Para Duarte (1991), la economía es una forma de interacción social, la cual se liga directamente a los
aspectos culturales de la población que la reproduce. Ejemplo de ello es su conjugación a aspectos
litúrgicos. El sentido simbólico del proceso productivo en las comunidades rurales de México está
relacionado directamente con la celebración de danzas. Se infiere por medio de la observación, que a
través de la conformación urbana existen relaciones de orden litúrgico y productivo. Debido a que las
celebraciones religiosas y las actividades productivas tienen una relación calendárica, ello permite
establecer una conexión entre los aspectos simbólicos de la comunidad con el medio de producción.
Beutler (1973) brinda un ejemplo de las costumbres simbólicas al inicio de las cosechas. Describe el
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

cómo en la comunidad de Tepoztlán entre 1943 y 1948, se mantenía la costumbre de bendecir las espigas
para la siguiente siembra el día de San Isidro (15 de mayo). Describe cómo “Unas doscientas mujeres
llevan escogidas mazorcas a la iglesia, donde el párroco las bendecía, mientras que las campesinas
quemaban copal. Las espigas consagradas se enterraban en las milpas para el buen éxito de la cosecha”
BEUTLER, 1973: 93) IV.
Lo rural debe ser visto no sólo a través de las actividades económicas que en esa región se
desarrollan, sino que abarca una dimensión cultural que involucra el comportamiento (modo de vida) y el
conocimiento. Con ello, es posible determinar una relación entre los componentes culturales y económicos
en la arquitectura de la región. Es importante señalar que la visión en la que se percibe al medio rural
como satisfactor y promotor de las actividades del sector primario, ha incidido en un proceso de influencia
cultural. Así, describe Warman (1983), se comienza a eliminar lo existente para ser sustituido por
elementos del mundo industrial, tanto en producción, consumo y la relación entre la gente.
Dado a que la vivienda rural se inserta en las relaciones sociales de producción, es necesario tomar en
cuenta el sistema de interacción hombre-producción-medio ambiente, para comprender el mecanismo que
opera en la creación y concepción de los modelos tipológicos de la vivienda tradicional.
García (2010) explica que, al modificarse la estructura física de las poblaciones, se modifica la
imagen del asentamiento tradicional, siendo el cambio tipológico consecuencia del primero. Debido a que
la identidad es factor resultante del proceso compositivo de la vivienda tradicional, “al reconocerse el
habitante, se identifica con la forma en que se vive y así se arraiga. […] al perder identidad se desarraiga
el individuo” (TORRES, 2003: 17).
Al relacionar ambos puntos, se describe una relación entre la transformación tipológica y la ruptura
del lenguaje entre los integrantes de la comunidad. Al existir una pérdida de cohesión o identidad cultural,
los grupos más jóvenes quedan supeditados al reconocimiento de nuevos valores culturales.

____________________________
Imagen 4 – Ricardo A. León, Publicidad como lenguaje arquitectónico [fotografía]. San Felipe Ixtapa, Oaxaca. 2011.


IV
Unos ejemplos sobre discursos ceremoniales para el inicio de las actividades productivas están contenidos en Sa'vi: Discursos ceremoniales de
Yutsa To'on (Apoala) (López, 2007).
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

Rapoport (1972) explica que la orientación compositiva y cultural de la arquitectura vernácula, así como
su naturaleza tradicional y simbólica tiende a funcionar como lenguaje dentro del grupo social. La
modificación de ese lenguaje podría obedecer a la existencia de cambios en el modo de vida (el sistema
social espacial, la comunicación espacial, el medio ambiente, cambios en las actividades productivas
tradicionales y el paisaje, entre otros).
A partir de tres recorridos al mismo número de poblaciones en distintas regiones de la República
Mexicana, se seleccionaron aleatoriamente 10 viviendas con características constructivas tradicionales. La
actividad económica desarrollada dentro del conjunto arquitectónico fue independientemente dentro de esa
selección. Algunos casos corresponden al sector primario, mientras que otros responden al sector terciario.
En el desarrollo del texto, únicamente se describen 4 casos significativos del total de la muestra, ya que en
general se repite el desuso del elemento arquitectónico y su conservación por el uso de la memoria
histórica y el valor de la identidad.
De esa selección se realizaron los levantamientos arquitectónico y fotográfico, pudiendo dar lectura a
través de algunos elementos arquitectónicos, la relación implícita entre la actividad y su configuración.
Así mismo se abordó al sujeto de estudio para indagar sobre sus elementos de identidad con la población.

La primera población de estudio se ubicó en la población de San Miguel Tlacotepec, perteneciente al


municipio del mismo nombre, ubicado en la región Mixteca en el estado de Oaxaca. En esa población se
identificaron viviendas de adobe a dos aguas con teja de barro rojo recocido. La actividad económica que
se desarrolla en la primera vivienda de estudio corresponde al sector terciario. De la lectura al inmueble se
percibe un corredor como elemento tipológico. Dado a que ese elemento arquitectónico no es frecuente en
las viviendas de la comunidad, es probable su función como signo.
La vivienda al estar emplazada en la esquina de la manzana, presenta un corredor en cada uno de los
frentes que conducen al interior [IMAGEN 5]. La relación espacial como lenguaje de identidad relacionado a
la actividad económica, se denotan al reproducir elementos formales de la tipología tales como el tipo de
cubierta, la proporción entre el vano y el macizo y la forma de los arcos, entre otros. Lo característico en
la vivienda es la forma en el uso del corredor ya que funge como espacio para la convivencia.
Apoyado en relatos de los pobladores de mayor edad, el corredor de esa vivienda es un elemento
sobre el que la población se ha identificado históricamente, dado a que ha fungido como espacio de
reunión. En ese corredor, relatan, se han llagado a acuerdos entre los pobladores. De igual modo, se han
llevado a cabo reuniones para comentar los acuerdos posteriores a las asambleas municipales.
Un caso similar se documentó en la población de San Felipe Ixtapa, perteneciente al municipio de
San Pedro y San Pablo Teposcolula en la misma región del estado de Oaxaca. En esa población se
identificó una vivienda en la que se efectúa la venta de abarrotes y bebidas [IMAGEN 4]. Dado a que el
corredor no fue un elemento tipológico tradicional en el periodo en que se edificó la vivienda, la
convivencia se desarrolla en las bancas adosadas al frente del comercio.
De ambos casos es importante observar la relación entre el comercio y el nivel de permanencia en el
espacio arquitectónico. El testimonio de las personas mayores sirve como parámetro para comprender esa
relación formal con lo funcional y el desarrollo de las actividades económicas. Ya que en la región
Mixteca la población ha tendido a emigrar, son pocos los pobladores que aún llevan a cabo esas reuniones.
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

No obstante, el espacio arquitectónico al ser parte de la memoria histórica de la población permanece


como elemento de identidad.

____________________________
Imagen 5 – Ricardo A. León, Tienda con corredor como espacio de identidad [fotografía]. San Miguel Tlacotepec, Oaxaca. 2012.

Tomando como referencia al sector primario, se ubicaron nuevamente dos viviendas en las que un
elemento del conjunto correspondía directamente a la actividad económica. El elemento descrito en ambas
viviendas es el granero. La primera vivienda se ubica nuevamente en la población de San Felipe Ixtapa.
De ella podemos observar un conjunto lineal sobre el costado izquierdo del predio. Existen tres bloques
arquitectónicos, de los cuales el primero corresponde al granero o troje [IMAGEN 6]. Ya que la vivienda
data de la primera mitad del siglo XX, el propietario decidió mantener el elemento arquitectónico como
testimonio del conjunto.
Es importante mencionar que pese a que el troje es un elemento arquitectónico subutilizado su
presencia responde a una actitud de respeto por la identidad. Cabe señalar que el propietario actual no es
originario de la comunidad, lo cual acentúa aún más la actitud de respeto por los elementos
arquitectónicos representativos.
El segundo caso se ubica en la población de Zahuatlán, perteneciente al municipio de Yecapixtla en
el estado de Morelos. En esa población se pudo observar una vivienda que en su conjunto se aprecia un
cuexcomate [IMAGEN 7]. Las dimensiones y la ubicación del mismo son características que denotan su
importancia. Al poder conversar con el propietario de la vivienda no pudo responder con claridad el
porqué de su ubicación y forma, sin embargo, reconoció que en su sola existencia existe un valor de
respeto por la tradición, ya que “son ya pocos los cuexcomates que quedan”.
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

____________________________
Imagen 6 – Ricardo A. León, Troje mixteco [fotografía]. San Felipe Ixtapa, Oaxaca. 2011.

Así como en el primer caso, es importante observar la relación entre la actividad económica y el elemento
arquitectónico, el cual cubre una función importante en el proceso productivo. Dado que el alimento
representa el sustento de la familia que habita en el conjunto, su posición dentro del conjunto es
significativa y sirve de lenguaje simbólico dentro de la comunidad. Así en el conjunto arquitectónico
mixteco se observa en primer plano respecto al umbral de acceso al troje como primer objeto, mientras
que, en la vivienda morelense, el cuexcomate, pese a ubicarse en un segundo plano, se ubica al centro del
patio resaltando su importancia.

____________________________
Imagen 7 – Ricardo A. León, Cuexcomate [fotografía]. Zahuatlán, Morelos. 2013.

Conclusiones
A partir de los resultados obtenidos, se afirma que en la conformación de la arquitectura vernácula inciden
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

aspectos de orden económico, entre los que se incluye la agricultura y el comercio, entre otros. El tipo
arquitectónico desarrollado, así como los cultivos tradicionales y las actividades que desarrollan los
pobladores, fungen como elementos de identidad histórica. De ese modo es posible afirmar que el sitio
como elemento de identidad, se liga con la forma de conducta (modo de vida), la función para la
satisfacción de las necesidades y la memoria histórica en los miembros de la comunidad.
Acorde con Yáñez (1997), las relaciones entre las bases de las actividades económicas y el ámbito
cultural “no son obvias ni fácilmente desentrañables” (YÁÑEZ, 1997: 27). Tomando como referencia el
cuexcomate de la vivienda morelense en el municipio de Yecapixtla, es posible identificarlo a él como un
elemento arquitectónico significativo de la identidad de la comunidad. Su significado simbólico, tomando
como ejemplo al cincolote en la población de Xalatlaco acorde con Torres (2009), refiere al sustento. La
forma arquitectónica del cuexcomate, su dimensión y su emplazamiento dentro del conjunto, sugieren una
preponderancia en relación a los demás elementos de la vivienda.

Imagen 8 – Raymundo Alonso, Luis C. Cruz, Ricardo A. León, Vivienda y cuexcomate [dibujo]. Yecapixtla, Morelos. 2013.

La subutilización de un elemento en el conjunto arquitectónico es susceptible a ser transformado o


destruido. Sin embargo, al poseer ese elemento un factor reconocible de identidad, es susceptible a
permanecer dentro del conjunto. La presencia de cuexcomates en viviendas en las que se observan
transformaciones arquitectónicas, están en función al reconocimiento del elemento como valor cultural.

Referencias
Beutler, G., 1973. Algunas oraciones y ceremonias relacionadas con el cultivo del maíz en México. In Indians of
Mexico - Rites and ceremonies. Berlin: Ibero-Amerikanisches Institut Preussischer Kulturbesitz. pp.93-111.
Cervantes, H.A., 2001. Arquitectura sin Ciencia: Inconsistencia. México, D.F., México: Instituto Politécnico
Nacional.
Concheiro, L., 1991. Producción agropecuaria y vivienda rural. In V. Guzmán Ríos, ed. Vivienda rural y producción.
México, D.F., México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. pp.47-68.
Duarte, S., 1991. Vivienda rural en Sinaloa. In V. Guzmán Ríos, ed. Vivienda rural y producción. México, D.F.,
México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. pp.129-40.
García, F., 2010. Arquitectura vernácula del Sotavento. México: Ediciones del Programa de Desarrollo Cultural del
Sotavento.
Hall, S., 91996. Introducción: ¿quién necesita identidad? In S. Hall & P. du Gay, eds. Cuestiones de identidad
cultural. Buenos Aires: Amorrortu editores. pp.13-39.
4º FORO INTERNACIONAL DE MULTICULTURALIDAD
Taxco, Guerrero, México 22 – 26 Octubre 2013

López García, U., 2007. Sa'vi: Discursos ceremoniales de Yutsa To'on (Apoala). Doctoral Thesis. Leiden: Leiden
University Leiden University.
López Morales, F.J., 1993. Arquitectura vernácula en México. 3rd ed. México: Trillas.
Oliver, P., 1993. La importancia del estudio de la arquitectura vernácula. Vivienda, 4(2-3), pp.71-79.
Prieto, V., 1994. Vivienda campesina en México. 2nd ed. México: INFONAVIT-SEDESOL.
Rapoport, R.A., 1972. Vivienda y cultura. Barcelona: Gustavo Gili.
Torres, G., 2003. Atlas de la vivienda rural del estado de Tabasco. México: CYTED-IPN-UJAT-Gob. Edo. Tabasco.
Torres, G., 2009. La arquitectura de la vivienda vernácula. México: Plaza y Valdés.
Viario, M.A. & Ziegler, A., 1983. Habitat traditionnel dans le monde: éléments pour une approche. París, Francia:
UNESCO.
Warman, A., 1983. Tierra y desarrollo. Vivienda, 8(4), pp.398-415.
Yáñez, E., 1997. Arquitectura: teoría diseño y contexto. México, D.F.: Limusa - Noriega Editores.

Potrebbero piacerti anche