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Practica la meditación con regularidad. Aunque solo sea unos momentos cada día
mientras esperas en un semáforo, esta costumbre es vital. Dedica un rato a estar en
silencio y repite el sonido de Díos como un mantra interno. La meditación te permite
el contacto consciente con tu Fuente y recuperar la fuerza de la intención
ayudándote a cultivar una receptividad que se corresponde con la fuerza de la
creación.
Toma conciencia de los alimentos que consumes. Hay alimentos de baja y de alta
energía. Los alimentos a los que se han aplicado sustancias químicas tóxicas te
debilitarán aunque no sepas que condenen toxinas. Las sustancias artificiales,
como los edulcorantes, son producios de baja energía.
Por lo general, los alimentos de elevada alcalinidad, como las frutas, las verduras,
los frutos secos, la soja, el pan sin levadura y el aceite de oliva virgen se consideran
de alta energía y fortalecedores de los músculos, mientras que los alimentos de alto
porcentaje ácido, como los cereales con base de harina, las carnes, los lácteos y los
azúcares se sitúan en la categoría de las energías más bajas, que debilitan. No es
una verdad absoluta, aplicable a todo el mundo, pero puedes comprobar cómo te
sientes tras haber consumido ciertos alimentos, y, si te sientes débil, aletargado y
cansado, puedes tener la seguridad de que has consentido convertirte en un
organismo de baja energía, que atraerá a tu vida más baja energía.
Toma conciencia de los niveles energéticos del entorno de tu casa. Las oraciones,
los cuadros, los cristales, las estatuas, las frases espirituales, los libros, las revistas,
los colores de las paredes de tu casa e incluso la disposición de los muebles crean
una energía a la que te ves abocado al menos durante la mitad del tiempo que
pasas despierto. Si bien puede parecer una estupidez, te ruego que trasciendas tu
pensamiento condicionado y abras tu mente a todo.
El antiguo arte chino Feng shui es conocido desde hace miles de años y es un
regalo de nuestros ancestros. Describe diferentes formas de aumentar el campo
energético de nuestra casa y nuestro lugar de trabajo. Debes tomar conciencia de
cómo afecta un ambiente de alta energía al fortalecimiento de nuestra vida y la
eliminación de barreras para conectarnos a la intención.
Reduce el contacto con las cadenas de televisión comerciales y por cable, de muy
baja energía. En Estados Unidos, los niños ven doce mil simulacros de asesinatos
en el televisor de su casa antes de cumplir catorce años. Las noticias de la
televisión se empeñan en llevarte lo malo y lo feo a tu casa y, en gran medida, se
olvidan de lo bueno. Es una constante corriente de negatividad que invade el
espacio vital y atrae otro tanto a tu vida. La violencia es el principal ingrediente de
los programas, y entre medias te ofrecen anuncios patrocinados por las grandes
empresas farmacéuticas que intentan convencerte de que se puede encontrar ía
felicidad en sus pildoras. Se les dice a los espectadores que necesitan toda clase
de medicinas de baja energía para superar cualquier enfermedad física y mental
conocida por la humanidad.
Yo he llegado a la conclusión de que la mayoría de los programas de televisión
proporcionan un flujo continuo de baja energía. Es una de las razones por las que
he decidido dedicar gran parte de mi tiempo y de mis esfuerzos a apoyar la
televisión pública no comercial y contribuir a sustituir los mensajes de negatividad,
desesperanza, violencia, grosería y falta de respeto por los principios más elevados
que concuerdan con el principio de la intención.
Amplía tu campo energético con fotografías. A lo mejor te cuesta trabajo creer que
la fotografía es una forma de reproducción de la energía y que toda fotografía
contiene energía. Compruébalo situando estratégicamente fotografías tomadas en
momentos de felicidad, de amor y receptividad hacía la ayuda espiritual en tu casa,
en tu lugar de trabajo, en tu coche o incluso en tu ropa o en la billetera. Pon
fotografías de la naturaleza, de animales, de expresiones de alegría y amor en tu
entorno y la energía irradiará hacia tu corazón y te donará su alta frecuencia.
Controla tus actividades y dónde se desarrollan. Evita los campos de baja energía
donde haya demasiado alcohol, consumo de drogas o conducta violenta, así como
las reuniones centradas en exclusiones de tipo religioso, étnico o por prejuicios.
Estos actos te influirán para que no eleves tu energía y también para que te
correspondas con la energía más baja, la debilitadora. Sumérgete en la naturaleza,
aprecia su belleza, vete de acampada, de excursión, a nadar, disfruta de la
naturaleza. Asiste a conferencias sobre la espiritualidad, a clases de yoga, da o
recibe masajes, ve a monasterios o centros de meditación y ayuda a los demás,
visitando a los ancianos de centros geriátricos o a niños enfermos en los hospitales.
Toda actividad tiene su campo energético. Elige los lugares en los que los campos
de energía reflejen las siete caras de la intención.
Prodiga actos de bondad sin pedir nada a cambio. Presta ayuda económica
anónimamente a los desfavorecidos, y hazlo por bondad, sin siquiera esperar que te
den las gracias. Activa tu obsesión de esplendidez aprendiendo a ser bondadoso
mientras te desprendes por completo de tu ego, que espera que te digan lo
maravilloso que eres. Se trata de una actividad fundamental para conectar con la
intención, porque el Espíritu universal y omnicreador devuelve los actos de bondad
con la siguiente pregunta: «¿En qué puedo servirte?».
Recoge algo que te encuentres tirado por la calle, deposítalo en un contenedor de
basura y no se lo cuentes a nadie. Aún más: dedica varias horas a limpiar y recoger
desechos que tú no has tirado. Cualquier acto de bondad que se extienda hacia ti
mismo, hacia los demás o hacia tu entorno te corresponderá con la bondad
inherente a la fuerza universal de la intención. Es energético y hace que esta clase
de energía vuelva a fluir hacia tu vida.
El conmovedor relato «The Valentine» [«El regalo del día de san Valentín»], de Ruth
McDonald, ilustra la forma de dar que yo sugiero. El niño simboliza la obsesión de
esplendidez que acabo de mencionar.