Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Noticias CTS+I
El gobierno Lula tomó toda una serie de medidas para intentar frenar la
ocupación ilegal de la selva amazónica amenazada. Para ello incentivó un
sistema modernísimo de vigilancia aérea, capaz de detectar los incendios, la
deforestación y la ocupación ilegal. Exigió el empadronamiento de todos los
propietarios de más de 300 hectáreas para demostrar que eran tierras
legítimamente adquiridas y no bajo la ilegalidad. Se dispuso a conceder 13
millones de hectáreas de áreas públicas de la Amazonia para un uso
económico sostenible en diez años, para intentar evitar las invasiones ilegales
y la ocupación de tierras públicas. Y al mismo tiempo se planteó la creación
de decenas de parques naturales, dentro de la selva amazónica, para blindarlos
del pillaje. Los resultados, sin embargo, tardan en aparecer.
La ministra Silva, que ha perdido casi todas las batallas dentro del Gobierno y
del Parlamento, comenzando por la guerra contra los transgénicos, prefirió
tras el anuncio de los últimos datos sobre destrucción de la naturaleza echar la
culpa a la sociedad civil tanto brasileña como extranjera, que, según ella,
"critica la deforestación de la Amazonia, pero continúa consumiendo
productos que contribuyen a dicha deforestación".
Lo
que le
Internacionalizar el santuario
Interrogado por este periódico sobre si, tras la pérdida de 26.000 kilómetros
cuadrados más de selva en 2004, sigue manteniendo su rechazo a la
internacionalización, Buarque dijo: "Empiezo a tener dudas, porque esa
destrucción significa la incapacidad de todos nuestros gobernantes para
defender semejante patrimonio nacional y mundial".