Corpus Christi (Tomado de: Vidas de Santos) hacia mi lado para así facilitar el paso del desconocido a quien
litar el paso del desconocido a quien no tardé en
(un éxtasis) identificar. El hombre, envuelto en trapos alguna vez nobles, náufrago en alcohol barato, se colgó de mi cuello gritando como un simio tres palabras Rodrigo Fresán que me helaron la sangre. "¡Lo he probado!", aulló el infeliz y lo que llamó mi atención fue que, bajo esa superficie de tosquedades y cenagosa verborragia, la voz del pordiosero se las arreglaba para mantener prisionero un acento texano y Una Biblia Gideon en un cajón en una cómoda en una habitación en el seco como latigazo domado con la férrea elegancia de los mejores colleges Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra. de Boston. El hombre era, claro, el presidente de mi club. El hombre era Dijo Mateo: Durante la cena Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo Thomas "Bull" Hubbard, heredero universal de Hubbard Oils Inc., Gran dio a sus discípulos, diciendo: "Tomad y comed, este es mi cuerpo". Cabecera de Mesa y presidente honorario de The Big Table, el club de Y es por ese cuerpo y sólo por ese que abandoné el tuyo, querida mía. gastrónomos más prestigioso y selectivo de todo el planeta. Pero quizás deba explicarme. Es justo que así sea aunque no me lo pidas, aunque hasta el recuerdo de tu voz se me vuelva más difuso que una postal apresurada: una vista de los jardines donde nos besamos por *** primera vez, un plano detallado para llegar al perfecto diamante de tu sexo, aquella cama inicial que nada me cuesta equiparar al Arca de la Una Biblia Gideon en un cajón de una cómoda en una habitación en el Alianza. Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra. Leo y copio cada palabra Sé que no serán éstas la clase de explicaciones a las que estás como si se trataran, todas ellas, de frágiles pedazos de madera con los acostumbrada. Todo es difuso aquí, salvo la pasión y la velocidad que me que algún día alcanzaré a completar la balsa que me llevará a buen arrojan a este viaje. Por eso sólo te diré, sin ayuda de brújula alguna, que puerto, la balsa que me llevará hasta tu orilla, querida mía. Escribo sobre todo comenzó en la última piedra del Pont Neuf o en la primera viga del el terso papel carta del Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra (sin Brooklyn Bridge. En realidad, ni el lugar ni el puente son importantes. dirección; apenas el nombre y ese grabado casi infantil de una aureola Dentro de flotando sobre la silueta del hotel, burlándose de todo lo que pueda leerse una historia compuesta por aromas y gustos, la geografía es el más a continuación); escribo y comparo y vuelvo a escribir, pensando, crédulo, accesorio de los ingredientes, la capacidad de orientación el más que alguna vez llegarás a leer todo esto y podrás entenderme, si no prescindible de todos los condimentos. perdonarme. Escribo todo esto en un cuarto del Sagrado Hotel de Todos los Santos El horror de saberme cercano al final de mi búsqueda parece fortalecer, en la Tierra. En un lugar llamado Canciones Tristes que no, ni siquiera con cada noche que paso aquí, mi capacidad para invocar visiones inéditas intentes buscarlo: ha escapado a la mordaza de los mapas y los sextantes o para corregir el cauce de mis recuerdos. para aparecer y desaparecer, aquí y allá, en diferentes playas del planeta En ocasiones, toda la pantalla de mi sueños parece estar colmada por dejando tras de sí la insuficiente espuma de las preguntas. ¿Es el mar o el las pupilas de Tom "Bull" Hubbard girando en órbitas inexplicables aun desierto lo que escucho desde mi ventana? ¿O es acaso la inmemorial para el astrónomo más versado. Su5 ojos desembocan en un rostro respiración de un ser superior, de alguien que lo conoce todo porque es desencajado, apenas reconocible, y una cosa es clara por encima de la quien dicta las instrucciones para que nosotros las sigamos con festiva oscuridad de la noche: a Bull le quedan pocos minutos de vida; está como resignación de corderos? ¿Me encuentro próximo al rumor de pacíficas nos gustaba precisar en la jerga del club "listo para servirse". Vuelvo a ver aguas, de arenas bautismales o se trata, apenas, del clamoroso rugido de a Tom "Bull" Hubbard en mis sueños. Campeón nacional de rodeo, las fuentes que alimentan al Nilo de mi locura? millonario impredecible, único hombre que pudo someter la fría belleza de En el Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra los cuartos son Brigitta Lafenov, cabecera imprescindible y comensal número uno de la buenos, la atención tan esmerada como silenciosa y en el tiempo ¿días? Big Table. ¿meses? ¿años? que llevo aquí, difícilmente me he cruzado con alguien por Sí, recuerdo y vuelvo a ver a Tom "Bull" Hubbard, así lo veo: los pasillos. Atisbo apenas sombras sin nombre, transparencias que nada presidiendo nuestra mesa, los brazos abiertos, los ojos apuntando me cuesta superponer a las de los ángeles. Todavía no he tenido la resignados hacia el centro de los cielos, mientras yo no puedo evitar ocasión de probar la comida y lo importante en el principio, insisto, es pensar que la delicada estructura de esa cúpula pintada de pálidos colores aquella figura solitaria, plantada en el paisaje vacío como ese detalle difícilmente soportará el paso de los siglos y el castigo por la soberbia de aparentemente nimio pero que, si se lo estudia con un poco de respeto, mis pecados. acaba apuntalando toda la catedral de la perspectiva. El hombre, recuerdo, vino hacia mí con andar vacilante pero con *** determinación final. El puente a nuestros pies pareció inclinarse apenas Una Biblia Gideon en un cajón de una cómoda en una habitación en el "camarada" que llevaría prendido en mi memoria como una medalla hasta Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra. el fin de mis días. Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Me quité el abrigo y se lo acomodé bajo su cabeza cansada. Tom "Bull" ¿Serán ellos los invisibles huéspedes de este lugar que, en las horas Hubbard se aferró a mi corbata y, con una voz espantosa, gimió: más afiladas de la. noche, parece poblarse de gritos, de trompetas e Existe, existe... intempestivos batir de alas? Los escucho discutir, robarse ideas y ¿Quién? ¿Qué?casi grité. corregirse mutuamente los manuscritos de sus buenas nuevas, con Tom "Bull" Hubbard cerró los ojos y dejó escapar lo que me pareció un carcajadas sarcásticas: "No, idiota, así no fue... Fue así?". último suspiro. Me estaba quitando el sombrero en señal de respeto Mientras tanto, yo con una paciencia que lejos está de la santidad, cuando volvió a abrirlos. espero la llegada de aquel que me revele el secreto de todas las cosas, Corpus...murmuró el disparo de una sonrisa final que no hubiera estado sonrío fiebres a esas voces que parecen transpiración de las paredes, y te de más en una chica desplegable de revista prohibida. escribo con la tibia esperanza de que todo esto tenga algun sentido por Palidecí como un pavo que mira el almanaque y descubre que, sí, escrito. mañana es el Día de Acción de Gracias. Ahora era yo quién sacudía a Tom La Tierra gira alrededor del Sol, la Tierra gira sobre sí misma como esas "Bull" Hubbard. bellas sureñas temblando su primer vals, y con las sombras llegan las ¿Qué Corpus? ¿CORPUS CHRISTI? visiones. Y con las visiones me cubre la posibilidad de un mundo Bingo. Justo en el centro del asunto, camarada. Bingo. Tom "Bull" alternativo. Hubbard mostró los dientes; y como prueba de su increíble afirmación me Mira: tendió una servilleta sucia que exhalaba un aroma tan delicioso como La Ultima Cena y el Juicio de Jesucristo tienen lugar en el vestíbulo, una inclasificable. El aroma, descubrí, se desprendía de una solitaria migaja larga habitación creciendo al sudeste del juzgado que alguna vez funcionó que enseguida me arrebató un cambio del viento. Una última convulsión como santuario. Y, sí, lo sé, todos los evangelios afirman que la crucifixión cruzó el cuerpo de Hubbard como barco permisivo que no piensa volver a y los acontecimientos que la precedieron tuvieron lugar en un sitio llamado puerto. Arranqué la servilleta del abrazo de sus dedos y me la guardé en el Jerusalén; pero, como es bien sabido, poco y nada saben los evangelios bolsillo. sobre distancias y situaciones. Tom "Bull" Hubbard estaba muerto y yo, querida mía, estaba De ahí que la voz en mis sueños su lengua desenrollándose como uno condenado. de esos manuscritos elaborados en piel y cueros de torsos consagrados me asegure que todo ocurrió en las afueras de Qumrán, sí, en el sitio exacto *** donde hoy se alza Canciones Tristes, y el Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra, y la habitación donde ahora sueño, y la cómoda y el Una Biblia Gideon en un cajón en una cómoda en una habitación en el cajón y la Biblia Gideon, que ahora me pide a gritos que no escuche la voz Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra. del demonio, me ruega que la saque de ahí para encontrar fortaleza en el Dice Mateo: A la hora determinada se puso a la mesa con los discípulos. efímero papel de sus páginas demasiado editadas donde apenas se intuye Y les dijo: "He deseado vivamente comer esta pascua con vosotros antes una pálida silueta de Los Hechos. de mi pasión. Os digo que ya no la comeré hasta que se cumpla en el La abro al azar e intento la lectura de alguno de sus párrafos. reino de Dios. Luego tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Las letras bailan el más perverso de los minués ante mis ojos. "Esto es mi. cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en Tengo Hambre. recuerdo mío". El mejor médico forense adjudicaría la pasión y muerte de Hubbard, sin *** dudar un instante, al sismo maleducado de un paro cardíaco. Pero estaría equivocado. Yo, que paladeaba la verdad, decidí entonces mi destino: Entonces Tom "Bull" Hubbard se derrumbó a mis pies. continuar la empresa en honor a Tom "Bull" Hubbard, querida mía. La Lo he probado... Lo he probado, camarada dijo una vez más, pero sin la verdad era que el ya de por sí exigido organismo de Tom "Bull" Hubbard excitación de reconocer una cara familiar. Su aliento era ahora pesado y no pudo resistir los fulgores y el éxtasis del Corpus Christi, pan sagrado húmedo como el soufflé que solía preparar mi abuela por parte materna. con que el Mesías convidó a sus discípulos. Aun así, un ramalazo de emoción me cerró la boca del estómago: ahí Yo en cambio era un hombre joven y sano. Un elegido. Un cruzado. estaba el legendario Tom "Bull" Hubbard malgastando los últimos Lo único que necesitaba era una pista, un hilo de aroma que me segundos de su vida para decirme "camarada". Lamenté no tener una condujera al único sitio donde hoy, casi dos mil años más tarde, se cámara fotográfica para registrar la caída de un grande y, me cuesta un conservaba viva la receta del Corpus Christi. poco confesarlo, un grabador para registrar aquel fraternal e irrepetible Me abalancé sobre un Hubbard ya frío y revisé los bolsillos de lo que, hacía mucho tiempo, podría haber pasado por un exclusivo trench coat. *** Una medalla de San Cristóbal, una liga de strip-teaser y al fondo de todo una tarjeta del restaurante de un hotel. Sagrado Hotel de Todos los Santos La búsqueda de un restaurante en el Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra, leí. Comprobé si tenía encima mi arsenal de tarjetas de en la Tierra. crédito. Detuve un taxi. No tarda en detenerse mi reloj. El folleto junto al teléfono ofrece la Al aeropuerto dije. parcialidad de un plano en mínima escala no hay señales de la existencia de un restaurante en él pero por ningún lado aparece un índice telefónico. *** Aquella tarde presioné números al azar, querida mía, y sólo conseguí entrometerme en conversaciones ajenas. Voces que parecen haber Un sueño en una cama en una habitación en el Sagrado Hotel de Todos descendido siglos atrás desde los cielos y que ahora no pueden encontrar los Santos en la Tierra. el camino de vuelta. No tardo en comprender que aquí el tiempo es otra Querida mía, sueño que en los últimos minutos de una tarde, trece cosa y está bien que así sea. hombres se acercan a una mesa y ocupan sus lugares. El orden en que se Las primeras incursiones por los pasillos no son de gran ayuda. ubicarán ha sido meticulosamente establecido de antemano; cada uno de Sombras y susurros y escaleras comulgando con otras escaleras y puertas los hombres va directamente a su lugar y nadie tropieza con nadie. Jesús, que no dan a ningún lado. La perversa arquitectura del espanto parece como rey, en el oeste; y Jonathan, como sacerdote, en el este. Ambos crecer en todos los rincones para sostener estos cimientos. A partir de lo están levemente elevados por encima de los demás en asientos con que creo es mi segundo día en el Sagrado Hotel de Todos los Santos en la almohadones y un poco separados de la mesa. Tierra, ato el extremo de un ovillo de lana al picaporte de la puerta de mi La comida dura cerca de cuatro horas, según la costumbre esenia habitación y parto en husca de mi Samarkanda, Eldorado, Polo Norte, del dedicando las dos primeras a satisfacer el hambre y las dos restantes a Estrecho de Magallanes o de la cumbre de la montana más alta. llevar a cabo el ritual sagrado. Veo a Jesús partir su cuerpo y dividirlo Cualquiera de esos lugares especiales donde pararme y abrir mis brazos entre sus discípulos. Su cuerpo pasa de mano en mano, sin apuro. Me en una parodia de triunfo. despierto con un grito ahogado al descubrirme a mí mismo en un extremo Lo más terrible ocurre, querida mía, cuando, al abrir una puerta o de la mesa. cruzar un pasillo me encuentro con mi propio rastro. Lo más terrible, querida mía, ocurre cuando regreso al relativo refugio de mi habitación y descubro que alguien ha cortado el extremo del ovillo. *** Tengo hambre, necesito alirmentarme. Sólo me sostiene la idea de que estoy purificando mi cuerpo para ser digno del relámpago Corpus Christi. Una Biblia Gideon en un cajón en una cómoda en una habitación del Escribo todo esto, creo, minutos antes de perder el conocimiento. Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra. Dice Juan: Después de lavarles los pies, se puso el manto, se sentó de *** nuevo a la mesa y les dijo: "El que come conmigo se ha vuelto contra mí. Os lo digo ahora antes que suceda, para cuando creáis que yo soy el que soy. Os aseguro que el que reciba al que yo envíe me recibe a mí, y el que Espejos que copulan con otros espejos para parir un infinito de me recibe al que me ha enviado". superficies falsas, íconos y estatuas sacras, el omnipresente perfume de Querida mía, en la puerta del Sagrado Hotel de Todos los Santos en la las velas y el baile pesado de cortinas de terciopelo. Tierra me recibió un hombre demasiado parecido a Cristo como para Me despierto sentado a una mesa del restaurante del Sagrado Hotel de sentirse cómodo con la similitud. Por eso, tal vez, el hecho de que Todos los Santos en la Tierra. No hay menú, lo que simplifica las cosas y escondiera sus ojos tras un par de anteojos negros y llevara el pelo me convence de que tanto sufrimiento no ha sido en vano: este recogido en una trenza. Un oscuro látigo de cabello caía sobre la espalda restaurante puede ser. después de todo, el perfecto equivalente de este- de una campera de colores tan fuertes que me obligaron a desviar los es-un-pequeño-paso-para-un hombre-pero -un-gran-paso-para-toda-la- ojos, para que no se desprendieran mis retinas fatigadas por tanto viaje. humanidad. Estábamos esperándolo, me dijo con una sonrisa manchada donde El maitre es el mismo individuo que ¿horas, días, meses, años atrás? faltaban algunos dientes. me dio la bienvenida y me acompañó a mi habitación para después Mala alimentación, recuerdo haber pensado. Y entré al Sagrado Hotel de desaparecer con la velocidad de un suspiro. No me asombra descubrir que Todos los Santos en la Tierra pensando que ingresaba en un edificio ya no se parece tanto a Cristo, que la sonrisa afilada que me dedica cuando, en realidad, estaba siendo devorado por una ballena. estaría de más en el rostro de cualquier mártir. Por favordigo cuando se acerca a mi mesa, tenga a bien traerme un plato de Corpus Christi... El hombre me dedica entonces la más irónica de las reverencias y se porque, bueno, el hombre no tiene nada que hacer aquí arriba. retira después de chocar los talones de sus botas de alpinista siguiendo la Entonces recorro habitaciones para distraerme. En ocasiones, congelado costumbre prusiana. por la desesperación, inicio un fuego en algunas de ellas, las que menos Creo que han pasado varios días, querida mía, y todavía lo estoy me gustan. Hay tantas para elegir y no hay apuro: el Sagrado Hotel de esperando sentado aquí, en una mesa del Sagrado Hotel de Todos los Todos los Santos en la Tierra tardaría años en quemarse; arderá hasta el Santos en la Tierra. fin de los tiempos. Cientos de habitaciones para recorrer cada día y cada una de esas habitaciones compaginadas como episodios desordenados de *** una serie, como escenas de películas diferentes adheridas azarosamente con un nuevo golpe de timón al argumento, con un nuevo e imprevisible núcleo de final. Me asomo a las ventanas y ya no me asusta el constante Las últimas páginas de una Biblia Gideon en un cajón en una cómoda en descubrimiento de paisajes diferentes. A veces me golpea la bofetada una habitación del Sagrado Hotel de Todos los Santos en la Tierra. húmeda de una jungla subtropical bordada de mosquitos; otras veces cae Ya sabes, querida mía; esas últimas páginas de una Biblia, páginas en una nieve densa y en blanco y negro y veo a un hombre correr en la nieve, blanco donde bajo el rótulo de Pensamientos uno debe anotar nombres de gritando algo que no alcanzo a oír. abuelos, padres, hijos, gente que vuelve al polvo; se recogen Una noche me encuentro con un joven diminuto que sólo habla en letras pensamientos junto a fechas de nacimientos y de muertes generados por mayúsculas. la lectura de lo divino en este libro. QUE LOS ANGELES TE GUIEN AL PARAISO me dice. Yo le agradezco y Querida mía, habiendo agotado mi reserva de papel con membrete, te anoto cada una de sus palabras sabiendo que ya no volveré a verlo, que escribo esta carta en las últimas páginas libres de mi Biblia, te escribo nunca más volveré a esa habitación donde lo descubrí adorando un desde Canciones Tristes, desde una habitación en el Sagrado Hotel de maniquí sin brazos vestido de rojo. Todos los Santos en la Tierra. ¿Te escribo ahora en la cubierta de un lanchón, alucinado, mi escritura ¿La recibirás algún día? Quién sabe. De algún modo y no me pidas que ondulante? ¿O te escribo en las últimas páginas de una Biblia Gideon en un lo explique, el que esto llegue a tus manos y me justifique ante los otros cajón en una cómoda en una habitación del Sagrado Hotel de Todos los mortales no me parece demasiado importante. Estoy más allá de toda Santos en la Tierra, mientras vuelvo a leer una y otra vez las últimas posibilidad de redención. La estupidez que puso en marcha toda esta letras del Apocalipsis? empresa así como la estupidez de todos aquellos que construyen el Leo y es como si leyeras conmigo, aquí, a mi lado, mi mano sedienta desierto de sus vidas con el falso follaje del hedonismo y el espejismo de buscando el consuelo de tu jugo: Luego vi el cielo abierto, y apareció un las pasiones del cuerpo, ahora lo comprendo, no despertaría la piedad de caballo blanco; el jinete se llama el fiel, el veraz, y juzga y lucha con ningún jurado. justicia. Sus ojos son como una llama de fuego; sobre su cabeza tiene Maldito sea entonces este hombre que se apartó de tu lado por la más muchas diademas; tiene un nombre escrito, que sólo él conoce... Después imbécil de las quimeras. vi al ángel puesto de pie sobre el sol, que gritó con voz potente a todas las Pero, hay momentos, querida mía, en que todo este largo peregrinaje aves en el cielo: "Venid y reuníos para el gran banquete de Dios, para que parece recuperar cierto sentido, cierta inequívoca coherencia. comáis la carne de los reyes, la carne de los generales, la carne de los Aquí estoy, aquí estuve, aquí estaré, querida mía. Mapas cuya batería valerosos, la carne de los caballos y de sus jinetes, la carne de todos, se ha agotado por completo y billetes de papel de arroz desvaneciéndose libres y esclavos, pequenos y grandes". . . Y todas las aves se saciaron de entre mis sus carnes. dedos afiebrados. Nombres impronunciables, kilómetros, transpiración Querida mía, hay quienes aseguran que el fruto del árbol de la sabiduría de neones bajo la lluvia, pipas de opio y jeringas, millas náuticas. Lo en los primeros tramos bíblicos es una cómoda vulgarización anticipatoria, alcanzaré en X. Casi me matará en X. Por momentos, querida mía, un hors d'oeuvre de lo que sería el Corpus Christi, el manjar que fulmina a Canciones Tristes parece todos los lugares y ninguno, moviéndose por el todo aquel que no es digno de morderlo, aquel que descalifica sirenas y atlas como la copa enloquecida de un medium, y las nociones de carcajadas al concursante en el programa de preguntas y respuestas. perseguidor y perseguido se confunden en una sola, y huyo, y sigo, y cada Cuando las nubes negras comienzan a ubicarse en la línea de partida vez es más verde o más gris el paisaje que alguien proyecta sobre un del horizonte, cuando cierro mis ojos "como una llama de fuego" para telón azul de mi desorientación y mi euforia hecha movimiento. negarlas, me gusta, querida mía, recuperar algo de coraje pensando que Existe una terrible posibilidad. El hecho de que tal vez haya probado el yo soy ese jinete"el fiel, el veraz", me gusta pensar que después de todo Corpus Christi y que su sabor fuera de este mundo haya anulado mi razón tengo un lugar privilegiado en la mesa de esta historia. y mis sentidos. Descarto esta idea como quien niega a creer lo que ven Pienso que la ingestión del Corpus Christi va a ser mi gloria y no mi sus ojos al otro lado de la ventanilla del avión, la imagen de ese motor en perdición. el ala deteniéndose ante nuestra mirada aérea resignada a lo que vendrá Volveré a tu lado, querida mía, con la receta y la luz. Abriré sin aviso la puerta de tus aposentos y ahí estarás, toda curvas y sonrisas apenas vestidas por la suave cáscara de sábanas de seda. La primera edición de Kristus och Judas lleva este categórico epígrafe, Entonces tu rostro se alzará hacia el mío, una de tus cejas bailará experta cuyo sentido, años después, monstruosamente dilataría el propio Nils y con esa voz que me sostiene y me fortalece aquí, tan lejos de todo, en Runeberg: No una cosa, todas las cosas que la tradición atribuye a Judas este lugar olvidado por Dios y por el hombre, me dedicarás la innecesaria Iscariote son falsas (De Quincey, 1857). Precedido por algún alemán, De orden de una sola palabra. Quincey especuló que Judas entregó a Jesucristo para forzarlo a declarar "Cómeme", dirás mientras me pierdo y me encuentro único invitado a su divinidad y a encender una vasta rebelión contra el yugo de Roma; este gran banquete de Dios una y otra vez en el abrazo de tus piernas. Runeberg sugiere una vindicación de índole metafísica. Hábilmente, empieza por destacar la superfluidad del acto de Judas. Observa (como ________________________________ Robertson) que para identificar a un maestro que diariamente predicaba en la sinagoga y que obraba milagros ante concursos de miles de hombres, no se requiere la traición de un apóstol. Ello, sin embargo, Tres versiones de Judas ocurrió. Suponer un error en la Escritura es intolerable; no menos [Cuento. Texto completo] tolerable es admitir un hecho casual en el más precioso acontecimiento de la historia del mundo. Ergo, la traición de Judas no fue casual; fue un Jorge Luis Borges hecho prefijado que tiene su lugar misterioso en la economía de la redención. Prosigue Runeberg: El Verbo, cuando fue hecho carne, pasó de There seemed a certainity in degradation. la ubicuidad al espacio, de la eternidad a la historia, de la dicha sin límites -T. E. Lawrence: Seven Pillars of Wisdom, ciii a la mutación y a la carne; para corresponder a tal sacrificio, era necesario que un hombre, en representación de todos los hombres, hiciera un sacrificio condigno. Judas Iscariote fue ese hombre. Judas, único entre los En el Asia Menor o en Alejandría, en el segundo siglo de nuestra fe, apóstoles, intuyó la secreta divinidad y el terrible propósito de Jesús. El cuando Basílides publicaba que el cosmos era una temeraria o malvada Verbo se había rebajado a mortal; Judas, discípulo del Verbo, podía improvisación de ángeles deficientes, Niels Runeberg hubiera dirigido, con rebajarse a delator (el peor delito que la infamia soporta) y ser huésped singular pasión intelectual, uno de los coventículos gnósticos. Dante le del fuego que no se apaga. El orden inferior es un espejo del orden hubiera destinado, tal vez, un sepulcro de fuego; su nombre aumentaría superior; las formas de la tierra corresponden a las formas del cielo; las los catálogos de heresiarcas menores, entre Satornilo y Carpócrates; algún manchas de la piel son un mapa de las incorruptibles constelaciones; fragmento de sus prédicas, exonerado de injurias, perduraría en el Judas refleja de algún modo a Jesús. De ahí los treinta dineros y el beso; apócrifo Liber adversus omnes haereses o habría perecido cuando el de ahí la muerte voluntaria, para merecer aun más la Reprobación. Así incendio de una biblioteca monástica devoró el último ejemplar del dilucidó Nils Runeberg el enigma de Judas. Syntagma. En cambio, Dios le deparó el siglo veinte y la ciudad universitaria de Lund. Ahí, en 1904, publicó la primera edición de Kristus Los teólogos de todas las confesiones lo refutaron. Lars Peter Engström lo och Judas; ahí, en 1909, su libro capital Den hemlige Frälsaren. (Del acusó de ignorar, o de preterir, la unión hipostática; Axel Borelius, de último hay versión alemana, ejecutada en 1912 por Emili Schering; se renovar la herejía de los docetas, que negaron la humanidad de Jesús; el llama Der heimliche Heiland.) acerado obispo de Lund, de contradecir el tercer versículo del capítulo 22 del Evangelio de San Lucas. Antes de ensayar un examen de los precitados trabajos, urge repetir que Nils Runeberg, miembro de la Unión Evangélica Nacional, era hondamente Estos variados anatemas influyeron en Runeberg, que parcialmente religioso. En un cenáculo de París o aun en Buenos Aires, un literato podría reescribió el reprobado libro y modificó su doctrina. Abandonó a sus muy bien redescubir las tesis de Runeberg; esas tesis, propuestas en un adversarios el terreno teológico y propuso oblicuas razones de orden cenáculo, serían ligeros ejercicios inútiles de la negligencia o de la moral. Admitió que Jesús, «que disponía de los considerables recursos que blasfemia. Para Runeberg, fueron la clave que descifra un misterio central la Omnipotencia puede ofrecer», no necesitaba de un hombre para redimir de la teología; fueron materia de meditación y análisis, de controversia a todos los hombres. Rebatió, luego, a quienes afirman que nada sabemos histórica y filológica, de soberbia, de júbilo y de terror. Justificaron y del inexplicable traidor; sabemos, dijo, que fue uno de los apóstoles, uno desbarataron su vida. Quienes recorran este artículo, deben asimismo de los elegidos para anunciar el reino de los cielos, para sanar enfermos, considerar que no registra sino las conclusiones de Runeberg, no su para limpiar leprosos, para resucitar muertos y para echar fuera demonios dialéctica y sus pruebas. Alguien observará que la conclusión precedió sin (Mateo 10: 7-8; Lucas 9: 1). Un varón a quien ha distinguido así el duda a las “pruebas”. ¿Quién se resigna a buscar pruebas de algo no Redentor merece de nosotros la mejor interpretación de sus actos. creído por él o cuya prédica no le importa? Imputar su crimen a la codicia (como lo han hecho algunos, alegando a Juan 12: 6) es resignarse al móvil más torpe. Nils Runeberg propone el secreto. Runeberg comprendió que no era llegada la hora: Sintió que móvil contrario: un hiperbólico y hasta ilimitado ascetismo. El asceta, para estaban convergiendo sobre él antiguas maldiciones divinas; recordó a mayor gloria de Dios, envilece y mortifica la carne; Judas hizo lo propio Elías y a Moisés, que en la montaña se taparon la cara para no ver a Dios; con el espíritu. Renunció al honor, al bien, a la paz, al reino de los cielos, a Isaías, que se aterró cuando sus ojos vieron a Aquel cuya gloria llena la como otros, menos heroicamente, al placer1. Premeditó con lucidez tierra; a Saúl, cuyos ojos quedaron ciegos en el camino de Damasco; al terrible sus culpas. En el adulterio suelen participar la ternura y la rabino Simeón ben Azaí, que vio el Paraíso y murió; al famoso hechicero abnegación; en el homicidio, el coraje; en las profanaciones y la blasfemia, Juan de Viterbo, que enloqueció cuando pudo ver a la Trinidad; a los cierto fulgor satánico. Judas eligió aquellas culpas no visitadas por ninguna Midrashim, que abominan de los impíos que pronuncian el Shem virtud: el abuso de confianza (Juan 12: 6) y la delación. Obró con Hamephorash, el Secreto Nombre de Dios. ¿No era él, acaso, culpable de gigantesca humildad, se creyó indigno de ser bueno. Pablo ha escrito: El ese crimen oscuro? ¿No sería ésa la blasfemia contra el Espíritu, la que no que se gloria, gloríese en el Señor (I Corintios 1: 31); Judas buscó el será perdonada (Mateo 12: 31)? Valerio Sorano murió por haber divulgado Infierno, porque la dicha del Señor le bastaba. Pensó que la felicidad, el oculto nombre de Roma; ¿qué infinito castigo sería el suyo, por haber como el bien, es un atributo divino y que no deben usurparlo los descubierto y divulgado el horrible nombre de Dios? hombres2. Ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las Muchos han descubierto, post factum, que en los justificables comienzos calles de Malmö, rogando a voces que le fuera deparada la gracia de de Runeberg está su extravagante fin y que Den hemlige Frälsaren es una compartir con el Redentor el Infierno. mera perversión o exasperación de Kristus och Judas. A fines de 1907, Runeberg terminó y revisó el texto manuscrito; casi dos años Murió de la rotura de un aneurisma, el primero de marzo de 1912. Los transcurrieron sin que lo entregara a la imprenta. En octubre de 1909, el heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó al concepto del Hijo, que libro apareció con un prólogo (tibio hasta lo enigmático) del hebraísta parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio. dinamarqués Erik Erfjord y con este pérfido epígrafe: En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció (Juan 1: 10). El 1. Borelius interroga con burla: ¿Por qué no renunció a renunciar? ¿Por argumento general no es complejo, si bien la conclusión es monstruosa. qué no a renunciar a renunciar? Dios, arguye Nils Runeberg, se rebajó a ser hombre para la redención del 2. Euclydes da Cunha, en un libro ignorado por Runeberg, anota que para género humano; cabe conjeturar que fue perfecto el sacrificio obrado por el heresiarca de Canudos, Antonio Conselheiro, la virtud «era una casi él, no invalidado o atenuado por omisiones. Limitar lo que padeció a la impiedad». El lector argentino recordará pasajes análogos en la obra de agonía de una tarde en la cruz es blasfematorio3. Afirmar que fue hombre Almafuerte. Runeberg publicó, en la hoja simbólica Sju insegel, un asiduo y que fue incapaz de pecado encierra contradicción; los atributos de poema descriptivo, El agua secreta; las primeras estrofas narran los impeccabilitas y de humanitas no son compatibles. Kemnitz admite que el hechos de un tumultuoso día; las últimas, el hallazgo de un estanque Redentor pudo sentir fatiga, frío, turbación, hambre y sed; también cabe glacial; el poeta sugiere que la perduración de esa agua silenciosa corrige admitir que pudo pecar y perderse. El famoso texto Brotará como raíz de nuestra inútil vio-lencia y de algún modo la permite y la absuelve. El tierra sedienta; no hay buen parecer en él, ni hermosura; despreciado y el poema concluye así: El agua de la selva es feliz; podemos ser malvados y último de los hombres; varón de dolores, experimentado en quebrantos dolorosos. (Isaías 53: 2-3), es para muchos una previsión del crucificado, en la hora 3. Maurice Abramowicz observa: “Jésus, d'aprés ce scandinave, a toujours de su muerte; para algunos (verbigracia, Hans Lassen Martensen), una le beau rôle; ses déboires, grâce à la science des typographes, jouissent refutación de la hermosura que el consenso vulgar atribuye a Cristo; para d'une réputabon polyglotte; sa résidence de trente-trois ans parmi les Runeberg, la puntual profecía no de un momento sino de todo el atroz humains ne fut en somme, qu'une villégiature”. Erfjord, en el tercer porvenir, en el tiempo y en la eternidad, del Verbo hecho carne. Dios apéndice de la Christelige Dogmatik refuta ese pasaje. Anota que la totalmente se hizo hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación crucifixión de Dios no ha cesado, porque lo acontecido una sola vez en el y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que tiempo se repite sin tregua en la eternidad. Judas, ahora, sigue cobrando traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o las monedas de plata; sigue besando a Jesucristo; sigue arrojando las Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue Judas. monedas de plata en el templo; sigue anudando el lazo de la cuerda en el campo de sangre. (Erlord, para justificar esa afirmación, invoca el último En vano propusieron esa revelación las librerías de Estocolmo y de Lund. capítulo del primer tomo de la Vindicación de la eternidad, de Jaromir Los incrédulos la consideraron, a priori, un insípido y laborioso juego Hladík). teológico; los teólogos la desdeñaron. Runeberg intuyó en esa indiferencia ecuménica una casi milagrosa confirmación. Dios ordenaba esa FIN indiferencia; Dios no quería que se propalara en la tierra Su terrible La Biblioteca de Babel puede dudar. El hombre, el imperfecto bibliotecario, puede ser obra del azar o de los demiurgos malévolos; el universo, con su elegante dotación El universo (que otros llaman la Biblioteca) se componte de un número de anaqueles, de tomos enigmáticos, de infatigables escaleras para el indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de viajero y de letrinas para el bibliotecario sentado, sólo puede ser obra de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier un dios. Para percibir la distancia que hay entre lo divino y lo humano, hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente. La basta comparar estos rudos símbolos trémulos que mi falible mano distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos garabatea en la tapa de un libro, con las letras orgánicas del interior: anaqueles por lado, cubren todos los lados menos dos; su altura, que es la puntuales, delicadas, negrísimas, inimitablemente simétricas. de los pisos, excede apenas la de un bibliotecario normal. Una de las caras libres da a un angosto zaguán, que desemboca en otra galería, idéntica a El segundo: El número de símbolos ortográficos es veinticinco. Esa la primera y a todas. A izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes comprobación permitió, hace trescientos años, formular una teoría general minúsculos. Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer las necesidades de la Biblioteca y resolver satisfactoriamente el problema que ninguna finales. Por ahí pasa la escalera espiral, que se abisma y se eleva hacia lo conjetura había descifrado: la naturaleza informe y caótica de casi todos remoto. En el zaguán hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias. los libros. Uno, que mi padre vio en un hexágono del circuito quince Los hombres suelen inferir de ese espejo que la Biblioteca no es infinita (si noventa y cuatro, constaba de las letras MCV perversamente repetidas lo fuera realmente ¿a qué esa duplicación ilusoria?); yo prefiero soñar que desde el renglón primero hasta el último. Otro (muy consultado en esta las superficies bruñidas figuran y prometen el infinito... La luz procede de zona) es un mero laberinto de letras, pero la página penúltima dice «Oh unas frutas esféricas que llevan el nombre de lámparas. Hay dos en cada tiempo tus pirámides». Ya se sabe: por una línea razonable o una recta hexágono: transversales. La luz que emiten es insuficiente, incesante. noticia hay leguas de insensatas cacofonías, de fárragos verbales y de incoherencias. (Yo sé de una región cerril cuyos bibliotecarios repudian la Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud; he supersticiosa y vana costumbre de buscar sentido en los libros y la peregrinado en busca de un libro, acaso del catálogo de catálogos; ahora equiparan a la de buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de la que mis ojos casi no pueden descifrar lo que escribo, me preparo a morir a mano... Admiten que los inventores de la escritura imitaron los veinticinco unas pocas leguas del hexágono en que nací. Muerto, no faltarán manos símbolos naturales, pero sostienen que esa aplicación es casual y que los piadosas que me tiren por la baranda; mi sepultura será el aire libros nada significan en sí. Ese dictamen, ya veremos no es del todo insondable; mi cuerpo se hundirá largamente y se corromperá y disolverá falaz.) en el viento engendrado por la caída, que es infinita. Yo afirmo que la Biblioteca es interminable. Los idealistas arguyen que las salas Durante mucho tiempo se creyó que esos libros impenetrables hexagonales son una forma necesaria del espacio absoluto o, por lo correspondían a lenguas pretéritas o remotas. Es verdad que los hombres menos, de nuestra intuición del espacio. Razonan que es inconcebible una más antiguos, los primeros bibliotecarios, usaban un lenguaje asaz sala triangular o pentagonal. (Los místicos pretenden que el éxtasis les diferente del que hablamos ahora; es verdad que unas millas a la derecha revela una cámara circular con un gran libro circular de lomo continuo, que la lengua es dialectal y que noventa pisos más arriba, es incomprensible. da toda la vuelta de las paredes; pero su testimonio es sospechoso; sus Todo eso, lo repito, es verdad, pero cuatrocientas diez páginas de palabras, oscuras. Ese libro cíclico es Dios.) Básteme, por ahora, repetir el inalterables MCV no pueden corresponder a ningún idioma, por dialectal o dictamen clásico: La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es rudimentario que sea. Algunos insinuaron que cada letra podía influir en la cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible. subsiguiente y que el valor de MCV en la tercera línea de la página 71 no era el que puede tener la misma serie en otra posición de otra página, A cada uno de los muros de cada hexágono corresponden cinco anaqueles; pero esa vaga tesis no prosperó. Otros pensaron en criptografías; cada anaquel encierra treinta y dos libros de formato uniforme; cada libro universalmente esa conjetura ha sido aceptada, aunque no en el sentido es de cuatrocientas diez páginas; cada página, de cuarenta renglones; en que la formularon sus inventores. cada renglón, de unas ochenta letras de color negro. También hay letras en el dorso de cada libro; esas letras no indican o prefiguran lo que Hace quinientos años, el jefe de un hexágono superior dio con un libro tan dirán las páginas. Sé que esa inconexión, alguna vez, pareció misteriosa. confuso como los otros, pero que tenía casi dos hojas de líneas Antes de resumir la solución (cuyo descubrimiento, a pesar de sus trágicas homogéneas. Mostró su hallazgo a un descifrador ambulante, que le dijo proyecciones, es quizá el hecho capital de la historia) quiero rememorar que estaban redactadas en portugués; otros le dijeron que en yiddish. algunos axiomas. Antes de un siglo pudo establecerse el idioma: un dialecto samoyedo- lituano del guaraní, con inflexiones de árabe clásico. También se descifró el El primero: La Biblioteca existe ab alterno. De esa verdad cuyo colorario contenido: nociones de análisis combinatorio, ilustradas por ejemplos de inmediato es la eternidad futura del mundo, ninguna mente razonable variaciones con repetición ilimitada. Esos ejemplos permitieron que un bibliotecario de genio descubriera la ley fundamental de la Biblioteca. Este pensador observó que todos los libros, por diversos que sean, constan de A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión elementos iguales: el espacio, el punto, la coma, las veintidós letras del excesiva. La certidumbre de que algún anaquel en algún hexágono alfabeto. También alegó un hecho que todos los viajeros han confirmado: encerraba libros preciosos y de que esos libros preciosos eran inaccesibles, No hay en la vasta Biblioteca, dos libros idénticos. De esas premisas pareció casi intolerable. Una secta blasfema sugirió que cesaran las buscas incontrovertibles dedujo que la Biblioteca es total y que sus anaqueles y que todos los hombres barajaran letras y símbolos, hasta construir, registran todas las posibles combinaciones de los veintitantos símbolos mediante un improbable don del azar, esos libros canónicos. Las ortográficos (número, aunque vastísimo, no infinito) o sea todo lo que es autoridades se vieron obligadas a promulgar órdenes severas. La secta dable expresar: en todos los idiomas. Todo: la historia minuciosa del desapareció, pero en mi niñez he visto hombres viejos que largamente se porvenir, las autobiografías de los arcángeles, el catálogo fiel de la ocultaban en las letrinas, con unos discos de metal en un cubilete Biblioteca, miles y miles de catálogos falsos, la demostración de la falacia prohibido, y débilmente remedaban el divino desorden. de esos catálogos, la demostración de la falacia del catálogo verdadero, el evangelio gnóstico de Basilides, el comentario de ese evangelio, el Otros, inversamente, creyeron que lo primordial era eliminar las obras comentario del comentario de ese evangelio, la relación verídica de tu inútiles. Invadían los hexágonos, exhibían credenciales no siempre falsas, muerte, la versión de cada libro a todas las lenguas, las interpolaciones de hojeaban con fastidio un volumen y condenaban anaqueles enteros: a su cada libro en todos los libros, el tratado que Beda pudo escribir (y no furor higiénico, ascético, se debe la insensata perdición de millones de escribió) sobre la mitología de los sajones, los libros perdidos de Tácito. libros. Su nombre es execrado, pero quienes deploran los «tesoros» que su frenesí destruyó, negligen dos hechos notorios. Uno: la Biblioteca es tan Cuando se proclamó que la Biblioteca abarcaba todos los libros, la primera enorme que toda reducción de origen humano resulta infinitesimal. Otro: impresión fue de extravagante felicidad. Todos los hombres se sintieron cada ejemplar es único, irreemplazable, pero (como la Biblioteca es total) señores de un tesoro intacto y secreto. No había problema personal o hay siempre varios centenares de miles de facsímiles imperfectos: de mundial cuya elocuente solución no existiera: en algún hexágono. El obras que no difieren sino por una letra o por una coma. Contra la opinión universo estaba justificado, el universo bruscamente usurpó las general, me atrevo a suponer que las consecuencias de las depredaciones dimensiones ilimitadas de la esperanza. En aquel tiempo se habló mucho cometidas por los Purificadores, han sido exageradas por el horror que de las Vindicaciones: libros de apología y de profecía, que para siempre esos fanáticos provocaron. Los urgía el delirio de conquistar los libros del vindicaban los actos de cada hombre del universo y guardaban arcanos Hexágono Carmesí: libros de formato menor que los naturales; prodigiosos para su porvenir. Miles de codiciosos abandonaron el dulce omnipotentes, ilustrados y mágicos. hexágono natal y se lanzaron escaleras arriba, urgidos por el vano propósito de encontrar su Vindicación. Esos peregrinos disputaban en los También sabemos de otra superstición de aquel tiempo: la del Hombre del corredores estrechos, proferían oscuras maldiciones, se estrangulaban en Libro. En algún anaquel de algún hexágono (razonaron los hombres) debe las escaleras divinas, arrojaban los libros engañosos al fondo de los existir un libro que sea la cifra y el compendio perfecto de todos los túneles, morían despeñados por los hombres de regiones remotas. Otros demás: algún bibliotecario lo ha recorrido y es análogo a un dios. En el se enloquecieron... Las Vindicaciones existen (yo he visto dos que se lenguaje de esta zona persisten aún vestigios del culto de ese funcionario refieren a personas del porvenir, a personas acaso no imaginarias) pero remoto. Muchos peregrinaron en busca de Él. Durante un siglo fatigaron en los buscadores no recordaban que la posibilidad de que un hombre vano los más diversos rumbos. ¿Cómo localizar el venerado hexágono encuentre la suya, o alguna pérfida variación de la suya, es computable en secreto que lo hospedaba? Alguien propuso un método regresivo: Para cero. localizar el libro A, consultar previamente un libro B que indique el sitio de A; para localizar el libro B, consultar previamente un libro C, y así hasta lo También se esperó entonces la aclaración de los misterios básicos de la infinito... En aventuras de ésas, he prodigado y consumido mis años. No humanidad: el origen de la Biblioteca y del tiempo. Es verosímil que esos me parece inverosímil que en algún anaquel del universo haya un libro graves misterios puedan explicarse en palabras: si no basta el lenguaje de total; ruego a los dioses ignorados que un hombre - ¡uno solo, aunque los filósofos, la multiforme Biblioteca habrá producido el idioma inaudito sea, hace miles de años! - lo haya examinado y leído. Si el honor y la que se requiere y los vocabularios y gramáticas de ese idioma. Hace ya sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros. Que el cielo cuatro siglos que los hombres fatigan los hexágonos... Hay buscadores exista, aunque mi lugar sea el infierno. Que yo sea ultrajado y aniquilado, oficiales, inquisidores. Yo los he visto en el desempeño de su función: pero que en un instante, en un ser, Tu enorme Biblioteca se justifique. llegan siempre rendidos; hablan de una escalera sin peldaños que casi los mató; hablan de galerías y de escaleras con el bibliotecario; alguna vez, Afirman los impíos que el disparate es normal en la Biblioteca y que lo toman el libro más cercano y lo hojean, en busca de palabras infames. razonable (y aun la humilde y pura coherencia) es una casi milagrosa Visiblemente, nadie espera descubrir nada. excepción. Hablan (lo sé) de «la Biblioteca febril, cuyos azarosos volúmenes corren el incesante albur de cambiarse en otros y que todo lo afirman, lo niegan y lo confunden como una divinidad que delira». Esas palabras que no sólo denuncian el desorden sino que lo ejemplifican también, notoriamente prueban su gusto pésimo y su desesperada ignorancia. En efecto, la Biblioteca incluye todas las estructuras verbales, todas las variaciones que permiten los veinticinco símbolos ortográficos, pero no un solo disparate absoluto. Inútil observar que el mejor volumen de los muchos hexágonos que administro se titula «Trueno peinado», y otro «El calambre de yeso» y otro «Axaxaxas mlo». Esas proposiciones, a primera vista incoherentes, sin duda son capaces de una justificación criptográfica o alegórica; esa justificación es verbal y, ex hypothesi, ya figura en la Biblioteca. No puedo combinar unos caracteres dhcmrlchtdj que la divina Biblioteca no haya previsto y que en alguna de sus lenguas secretas no encierren un terrible sentido. Nadie puede articular una sílaba que no esté llena de ternuras y de temores; que no sea en alguno de esos lenguajes el nombre poderoso de un dios. Hablar es incurrir en tautologías. Esta epístola inútil y palabrera ya existe en uno de los treinta volúmenes de los cinco anaqueles de uno de los incontables hexágonos, y también su refutación. (Un número n de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en algunos, el símbolo biblioteca admite la correcta definición ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales, pero biblioteca es pan o pirámide o cualquier otra cosa, y las siete palabras que la definen tienen otro valor. Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?).
La escritura metódica me distrae de la presente condición de los hombres. La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma. Yo conozco distritos en que los jóvenes se prosternan ante los libros y besan con barbarie las páginas, pero no saben descifrar una sola letra. Las epidemias, las discordias heréticas, las peregrinaciones que inevitablemente degeneran en bandolerismo, han diezmado la población. Creo haber mencionado los suicidios, cada año más frecuentes. Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana - la única - está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta.
Acabo de escribir infinita. No he interpolado ese adjetivo por una costumbre retórica; digo que no es ilógico pensar que el mundo es infinito. Quienes lo juzgan limitado, postulan que en lugares remotos los corredores y escaleras y hexágonos pueden inconcebiblemente cesar, lo cual es absurdo. Quienes la imaginan sin límites, olvidan que los tiene el número posible de libros. Yo me atrevo a insinuar esta solución del antiguo problema: La biblioteca es ilimitada y periódica. Si un eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo de los siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que, repetido, sería un orden: el Orden). Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza.