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Podemos decir que las primeras medidas de una política de contrainteligencia deben ser la
identificación y la salvaguarda de los documentos que forman la inteligencia vital de una
organización. Pero los documentos vitales difieren según el tipo de organización e, incluso, son
específicos de cada organización concreta. Asimismo, las medidas técnicas a adoptar para su
protección son distintas ya que dependen de los modos de creación y de circulación de los
documentos, los soportes en los que se encuentran, la localización y la concentración o
dispersión de las unidades productoras.
Sin embargo, es posible fijar un método común de protección de los documentos vitales
basado en la auditoría de los recursos de información y la implantación de medidas de
conservación de los soportes y de acceso a la información en el marco de un plan de gestión de
documentos y dentro de un sistema de gestión documental desarrollado a partir de las
directrices de la norma ISO 15489: Records Management.
ELIMINACIÓN DE DOCUMENTOS.
Para determinar el valor de sus documentos muchas empresas los analizan y clasifican de
acuerdo con las leyes existentes, de la siguiente manera:
Una vez que se ha determinado el valor de los documentos, es necesario decidir la cantidad de
tiempo que van a ser conservados o en el periodo de retención. Los factores que influyen
sobre esta decisión son: las leyes existentes al respecto, la naturaleza del negocio, el tipo de
documentos que se manejan y la información que se deriva de ellos.
a). Se podrán destruir a los cuatro años de la fecha indicada en el documento lo siguiente:
d). Personal
PROCEDIMIENTO
Los documentos enumerados no podrán ser destruidos sin levantar un Acta de Expurgo.
Para ello será necesario ponerlo en conocimiento del Archivo, cuyo responsable levantará
dicha Acta, en la que deberá constar una relación de la documentación destruida, así como la
fecha, la firma de los responsables de la documentación, del Archivero de Gestión, y el visto
bueno del quien produce la información.