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DIOS NOS SACA DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO Y NOS LLEVA AL

DESIERTO

Ex 13,17
Cuando Faraón despidió al pueblo, Dios no lo llevó por el camino del
país de los filisteos, que era más corto. Pues Dios pensaba: «Si hay
que combatir, tal vez el pueblo se asuste y vuelva a Egipto». 18 Por
eso los llevó rodeando por el camino del desierto hacia el mar Rojo.
Todo el pueblo salió de Egipto bien ordenado. 20 Partieron de Sucot y
acamparon en Etam, que está en la proximidad del desierto. 21 Yavé
iba delante de ellos señalándoles el camino: de día iba en una
columna de nube; de noche, en una columna de fuego, iluminándolos
para que anduvieran de noche como de día. 22 La columna de nube
no se apartaba de ellos durante el día, ni la columna de fuego de
noche

Ez 20,10
Los saqué de Egipto y los llevé al desierto.

Sal 78,52
Sacó como un rebaño a su pueblo, los guió como un hato por el
desierto;

Lc 4,1
Jesús, lleno de Espíritu Santo, se alejó del Jordán y se dejó llevar por
el Espíritu al desierto,

Mt 4,1
Entonces Jesús, movido por el Espíritu, se retiró al desierto para ser
tentado por el Diablo.

Jn 11,54
Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que
se marchó a una región próxima al desierto, a un pueblo llamado
Efraín, y se quedó allí con los discípulos.

Sal 136,16
El conduce a su pueblo por el desierto, porque es eterna su
misericordia.
Éx 19,1
Aquel día, al cumplir tres meses de salir de Egipto, los israelitas
llegaron al desierto del Sinaí;

Ez 20,35
Y os llevaré al desierto de los pueblos para pleitear allí con vosotros
cara a cara.

Éx 4,27
El Señor dijo a Aarón: ---Sal al desierto a recibir a Moisés. Él fue, lo
encontró en el monte de Dios y lo besó.

EN EL DESIERTO DIOS NOS HABLA

Os 13,5
Yo te conocí en el desierto, en tierra abrasadora.

Lc 3,2
la Palabra del Señor se dirigió a Juan, hijo de Zacarías, en el
desierto.

Os 2,16
Por tanto, mira, voy a seducirla, llevándomela al desierto y
hablándole al corazón.

Hch 7,38
en el desierto, trataba con el ángel que le había hablado en el monte
Sinaí a él y a nuestros padres; el que recibió palabras de vida que
luego nos comunicó.

Hch 8,26
El ángel del Señor dijo a Felipe: ---¡En pie! Dirígete al sur, al camino
que conduce de Jerusalén a Gaza --un camino desierto--.

Nm 3,14
El Señor hablo a Moisés en el desierto de Sinaí:

EL SEÑOR NO DESAMPARA A SUS FIELES EN EL DESIERTO

(El que tenga sed que venga a mi y que beba)

Jn 4,14
el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed
Nm 13,22
Subieron por el desierto y llegaron hasta Hebrón

Dt 1,31
Y en el desierto ya has visto que el Señor, tu Dios, te ha llevado
como padre a un hijo por todo el camino hasta llegar aquí.

Dt 2,7
Pues el Señor, tu Dios, te ha bendecido en todas tus empresas, os ha
atendido en el viaje por ese inmenso desierto; durante los últimos
cuarenta años el Señor, tu Dios, ha estado contigo y no te ha faltado
nada.

Jr 31,2
---Así dice el Señor: El pueblo escapado de la espada alcanzó favor
en el desierto: Israel camina a su descanso,

Is 32,15-16
Hasta que se derrame sobre nosotros un aliento de lo alto; entonces
el desierto será un vergel, el vergel contará como un bosque,
en el desierto morará la justicia, y el derecho habitará en el vergel,

Is 35,1
El desierto y el yermo se regocijarán, el páramo de alegría florecerá,

Is 35,6
saltará como ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará; brotará agua
en el desierto, torrentes en la estepa,

Is 41,18-19
Alumbraré ríos en las dunas; en medio de las vaguadas, manantiales;
transformaré el desierto en estanque y el arenal en fuentes de agua;
pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos, y olivos; plantaré
en la estepa cipreses, junto con olmos y alerces.

Is 42,11
Alégrese el desierto con sus tiendas, los poblados que habita Cadar;
exulten los vecinos de Petra, clamen desde la cumbre de las
montañas;

Is 43,19-20
mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré
un camino por el desierto, ríos en el yermo;
me glorificarán las fieras salvajes, chacales y avestruces, porque
ofreceré agua en el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed de
mi pueblo, de mi elegido.

Is 58,11
El Señor te guiará siempre, en el desierto saciará tu hambre,
hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial
de aguas cuya vena nunca engaña,

Job 39,6
Yo le he dado por casa el desierto y por morada la llanura salada;

EN EL DESIERTO VEMOS SIGNOS Y SEÑALES

Is 48,21
No pasaron sed cuando los guió por el desierto, agua de la roca hizo
brotar, partió la roca y brotó agua.

Sal 105,41
Hendió la peña y brotó agua, que corrió hecha un río por el desierto

Jn 6,31
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito:
Les dio a comer pan del cielo.

Hch 7,36
Él los sacó realizando milagros y señales en Egipto, en el Mar Rojo y
cuarenta años en el desierto.

Hch 7,30
Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto del
monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía.

Sal 107,35
Transforma el desierto en estanques y el erial en manantiales..

Gn 36,24
Hijos de Sibeón: Ayá y Aná. Aná es el que encontró aguas termales
en el desierto cuando pastoreaba los asnos de su padre Sibeón.

Nm 24,1
Viendo Balaán que el Señor se complacía bendiciendo a Israel, no
anduvo como las otras veces en busca de presagios, sino que se
volvió hacia el desierto,

LA VIRGEN MARIA ESTA CON SUS HIJOS EN EL DESIERTO


Ap 12,6
La mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios
para sustentarla mil doscientos sesenta días

Ap 12,14
A la mujer le dieron las dos alas del águila gigante, para que volase a
su puesto en el desierto,

Cant 3,6
¿Quién es ésa que sube del desierto como columna de humo, como
nube de incienso y de mirra y perfumes de mercaderes?

Cant 8,5
¿Quién es ésa que sube del desierto apoyada en su amado

LA FALTA DE PERSEVERANCIA NOS APARTA DE DIOS

Jr 2,2
---Ve, grita, que lo oiga Jerusalén: Así dice el Señor: Recuerdo tu
cariño de joven, tu amor de novia, cuando me seguías por el
desierto, por tierra sin cultivar.

Jr 2,6
Ya no preguntan: ¿Dónde está el Señor, el que nos sacó de Egipto y
nos condujo por el desierto, por estepas y barrancos, por tierra
sedienta y sombría, por tierra que nadie atraviesa, y por donde nadie
habita?

Sal 107,33
Transforma los ríos en desierto, y los manantiales en sequedal;

EN EL DESIERTO SE LIBRAN LAS GRANDES LAS BATALLAS

Jn 3,14
Como Moisés en el desierto levantó la serpiente, así ha de ser
levantado este Hombre,

Gn 21,20
Dios estaba con el muchacho, que creció, habitó en el desierto y se
hizo un experto arquero;
Lc 1,80
El niño crecía, se fortalecía espiritualmente y vivió en el desierto
hasta el día en que se presentó a Israel.

Am 2,10
Yo os saqué a vosotros de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta
años, para que conquistarais el país amorreo.

EL DESIERTO NOS LLEVA A UNA REAL CONVERCION


Dt 8,2
Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos
cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y
conocer tus intenciones, y ver si eres capaz o no de guardar sus
preceptos.

Jn 15,2
Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.
2 Toda rama que no da fruto en mí, la corta. Y toda rama que da
fruto, la limpia para que dé más fruto.
Mc 1,4
Así se presentó Juan en el desierto, bautizando y predicando un
bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados.

Jn 1,23
Respondió: ---Yo soy la voz del que grita en el desierto: Allanad el
camino del Señor, según dice el profeta Isaías.

Lv 7,38
El Señor se lo mandó a Moisés en el monte Sinaí, cuando mandó a los
israelitas en el desierto Sinaí que le ofrecieran oblaciones.

2 Mac 5,27
Mientras tanto, Judas el Macabeo se retiró al desierto con nueve
hombres; viviendo con sus compañeros por los montes, como los
animales salvajes, sin comer nada más que hierbas, para no incurrir
en ninguna impureza.
(es necesario apartarnos de la mundanidad del pecado. especial
mente en comunidad para hacer mas fácil el transito por el desierto

EN EL DESIERTO MUEREN LOS INFIELES


Nm 14,22,23
la desgracia caerá sobre esa gente. Porque vieron mi Gloria y mis
maravillas, vieron lo que hice en Egipto y en el desierto, y a pesar de
eso me tentaron más de diez veces y no me escucharon. 23 Por eso
no verán la tierra que prometí a sus padres con juramento; ninguno
de los que me menospreciaron la verá.

Nm 14,16
El Señor no ha podido llevar a este pueblo a la tierra que les había
prometido; por eso los ha matado en el desierto.

Éx 14,11-12
Y dijeron a Moisés: ---¿No había sepulcros en Egipto? Nos ha traído al
desierto a morir. ¿Qué nos has hecho sacándonos de Egipto?
¿No te decíamos ya en Egipto: Déjanos en paz, y serviremos a los
egipcios?; más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto.

Job 6,18
cambian las sendas de su curso, se adentran en el desierto y
desaparecen.

Jn 6,49
Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron.

Sal 106,14
Su apetito era insaciable en el desierto y tentaron a Dios en la
estepa.

Sal 78,19
Hablaron contra Dios, dijeron: ¿podrá Dios poner la mesa en el
desierto?

Heb 3,17
¿Con quiénes se indignó durante cuarenta años? Cierto, con los
pecadores, cuyos cadáveres cayeron en el desierto.

Ez 33,28
Convertiré el país en desierto desolado y así terminará su terca
soberbia. Quedarán desolados los montes de Israel, sin nadie que los
transite.

Hch 7,42
Así que Dios decidió entregarlos al culto de los astros del cielo, como
está escrito en los libros proféticos: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y
sacrificios estos cuarenta años en el desierto, Casa de Israel?

Heb 3,8
no endurezcáis el corazón como cuando lo irritaron, el día de la
prueba en el desierto,

Dt 9,7
Recuerda y no olvides que provocaste al Señor, tu Dios, en el
desierto; desde el día que saliste de Egipto hasta que llegasteis a este
lugar habéis sido rebeldes al Señor;

1 Cor 10,5
Pero la mayoría no agradó a Dios y quedaron tendidos en el desierto.
,
Sab 5,7
nos enredamos en los matorrales de la maldad y la perdición

recorrimos desiertos intransitables, sin reconocer el camino del Señor.

Éx 3,1
Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de
Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a
Horeb, el monte de Dios.

Éx 5,1
Después Moisés y Aarón se presentaron al faraón, y le dijeron: ---Así
dice el Señor Dios de Israel: Deja salir a mi pueblo, para que celebre
mi fiesta en el desierto.

Éx 7,16
Y dile al Faraon: El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado a ti
con este encargo: deja salir a mi pueblo para que me rinda culto en
el desierto;

Éx 8,23
tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para
ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios, como nos ha mandado.
(Tres dias de retiro)

Éx 15,22-25
Moisés hizo partir a los israelitas del Mar Rojo y los llevó hacia el
desierto del Sur; caminando tres días por el desierto sin encontrar
agua23 Llegaron a Mará, pero no pudieron beber de sus aguas porque
eran amargas. Por esto se llamó aquel lugar Mará, esto es,
Amargura. El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: «¿Qué
beberemos?» Y como Moisés invocara a Yavé, le enseñó cierto
madero; Moisés lo echó en las aguas, y se endulzaron.

(cuando las aguas del desierto se tornan amargas debemos abrazar


el madero de la cruz y las aguas se endulzan).

Éx 16,2-4
La comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón en el
desierto, diciendo: ---¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor
en Egipto, cuando nos sentábamos junto a la olla de carne y
comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto
para matar de hambre a toda esta comunidad.
Pero Yavé dijo a Moisés: «Ahora les hago llover pan del cielo; salga el
pueblo y recoja lo que necesita para cada día. Y yo voy a probar si se
ajusta o no a mi enseñanza... 5 El día sexto prepararán lo que les
envíe, y será el doble de la ración diaria.» 6 Entonces Moisés y Aarón
dijeron a toda la gente de Israel: «Esta tarde ustedes reconocerán
que Yavé es el que los ha sacado de Egipto, 7 y por la mañana sus
ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes
murmuraron contra él. Pues sus quejas no se dirigían a nosotros,
¿qué somos nosotros? 8 Esta tarde, Yavé les dará carne para que
coman, y por la mañana, pan a saciedad. Esa es la manera como les
contestará porque le han criticado a él y no a nosotros. Pues
nosotros, ¿qué somos?» 9 Moisés dijo a Aarón: «Di a todos los hijos
de Israel: Vengan, preséntense a Yavé, porque ha oído las quejas de
ustedes.» 10 Y mientras Aarón hablaba al pueblo, miraron hacia el
desierto: la Gloria de Yavé se apareció en medio de la nube. 11 Yavé
habló a Moisés diciendo: 12 «He oído las quejas de mi pueblo. Diles:
por la tarde comerán carne y por la mañana se saciarán de pan; así
sabrán que yo soy Yavé, el Dios de ustedes.» 13 Aquella misma
tarde llegaron codornices, que cubrieron el campamento. Y, por la
mañana, en torno al campamento, había una capa de rocío. 14 Al
evaporarse el rocío, apareció sobre el suelo del desierto una cosa
menuda, como granos, parecida a la escarcha. 15 Cuando los
israelitas vieron esto, se dijeron unos a otros: «Manha», o sea:
«¿Qué es esto?» Pues no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: «Este
es el pan que Yavé les da para comer.

Ex 17,1-6 Al salir la comunidad de Israel del desierto de Sin,


dispusieron sus etapas según Yavé les ordenaba. Acamparon en
Refidim donde el pueblo, sediento, no encontró agua. 2 Le
reclamaron a Moisés, diciendo: «Danos agua para beber.» Moisés les
contestó: «¿Por qué me reclaman ustedes a mí?, ¿por qué tientan a
Yavé?» 3 Allí el pueblo, atormentado por la sed, murmuró contra
Moisés: «¿Por qué nos has hecho salir de Egipto? ¿Para que ahora
muramos de sed con nuestros hijos y nuestros animales?» 4 Entonces
Moisés llamó a Yavé y le dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo?;
por poco me apedrean.» 5 Yavé respondió a Moisés: «Preséntate al
pueblo, lleva contigo algunos jefes de Israel, lleva también en tu
mano el bastón con que golpeaste el río Nilo. 6 Yo estaré allá delante
de ti, sobre la roca. Golpearás la roca y de ella saldrá agua, y el
pueblo tendrá para beber.»

Éx 18,5
Jetró fue a ver a Moisés, con la mujer y los hijos de éste, al desierto
donde acampaban, junto al monte de Dios.
(Mi casa y yo serviremos al señor dice la palabra de Dios)

Neh 9,6-29
ORACIÓN DE ESDRAS 6 Entonces Esdras dijo: «Tú, Yavé, tú solo
hiciste los cielos, el cielo de los cielos y todo su ejército, la tierra y
cuanto hay en ella, los mares y todo lo que contienen. A todos tú les
das vida, y a ti te adoran todos los ángeles del cielo. 7 Tú, Yavé, eres
el Dios que elegiste a Abraham, lo sacaste de Ur, de Caldea, y le diste
el nombre de Abraham. 8 Lo hallaste fiel para contigo e hiciste
Alianza con él para entregarle el país del cananeo, del heteo, del
amorreo, del fereceo, del jebuseo y del guirgaseo a él y a sus
descendientes. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo. 9 Tú
viste la aflicción de nuestros padres en Egipto y escuchaste su clamor
cerca del mar Rojo. 10 Obraste milagros y prodigios contra el faraón,
contra sus ministros y todo su pueblo, pues supiste que nos habían
tratado duramente, y te has hecho famoso hasta el día de hoy. 11
Dividiste el mar ante nuestros padres, que pasaron por medio de él
sin mojarse los pies. Hundiste en sus profundidades a sus
perseguidores, como piedra que cae en las profundas aguas. 12 Tú
los guiaste de día con una columna de nube, y de noche con una
columna de fuego, para alumbrar ante ellos el camino por el desierto
donde tenían que seguir. 13 Bajaste al monte Sinaí y con ellos
hablaste desde el cielo; les diste leyes justas, normas que expresan
la verdad, preceptos y mandamientos excelentes. 14 Les enseñaste a
consagrar a ti el sábado; les ordenaste mandamientos, preceptos y la
Ley, por mano de Moisés, tu siervo. 15 Del cielo les mandaste el pan
para su hambre; hiciste brotar para su sed agua de la roca y les
mandaste ir a apoderarse de la tierra que tú juraste darles mano en
alto. 16 pero Nuestros padres se pusieron orgullosos, endurecieron su
cabeza y no escucharon tus mandatos. 17 No quisieron escucharte ni
recordaron todos los prodigios que hiciste para ellos. Endurecieron su
cabeza como rebeldes y quisieron volver a la esclavitud de Egipto.
Pero tú, Dios del perdón, misericordioso y clemente, lento para
enojarte y rico en bondad, no los abandonaste. 18 Ni siquiera cuando
se fabricaron un becerro y dijeron: «Este es tu Dios, Israel, que te
sacó de Egipto», despreciándote profundamente. 19 Tú, en tu
inmensa bondad, no los abandonaste en el desierto; la columna de
nube no se apartó de ellos durante el día ni la columna de fuego
durante la noche, sino que les enseñó la ruta por donde debían
caminar. 20 Les diste tu Espíritu bueno para instruirlos; les diste
maná para que tuvieran de comer, y agua para calmar su sed. 21
Cuarenta años los cuidaste en el desierto y nada les faltó; ni sus
ropas se gastaron ni se hincharon sus pies. 22 Les diste reinos y
países; les repartiste las tierras vecinas, se apoderaron del país de
Sijón, rey de Jesbón, y del país de Og, rey de Basán. 23 Y
multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, llevándolos a la
tierra que prometiste a sus padres. 24 Sus hijos entraron y se
apoderaron del país. Tú, ante ellos, aplastaste a sus habitantes, los
cananeos, y los pusiste en sus manos con sus reyes y todos sus
habitantes. Hicieron de ellos lo que quisieron. 25 Conquistaron
ciudades fortificadas y una tierra fértil; se apoderaron de casas bien
abastecidas, pozos ya hechos, viñas, olivares y árboles frutales de
toda clase y en gran abundancia; comieron, se saciaron y
engordaron, y vivieron cómodos por tu inmensa bondad. 26 Pero
después, indóciles, se rebelaron contra ti, se echaron tu Ley a la
espalda, mataron a los profetas que los invitaban a volver a ti, y
cometieron contra ti grandes pecados. 27 Tú los entregaste en poder
de sus enemigos, que los oprimieron. Durante su opresión clamaban
a ti y tú los escuchabas desde el cielo; así que, por tu inmensa
bondad, les mandabas salvadores que los libraron de sus opresores.
28 Pero, cuando respiraban de nuevo, hacían el mal contra ti, y tú
otra vez los dejabas en manos enemigas que los oprimían. Ellos de
nuevo clamaban hacia ti, y tú escuchabas desde el cielo y por tu gran
bondad los salvaste muchas veces. 29 Les pediste con mucha
insistencia que volvieran a tu Ley.
(Toda la vida Dios nos acompaña aunque no sintamos su presencia.)

2 Cr 20,20
De madrugada se pusieron en marcha hacia el desierto de Tecua.
Cuando salían, Josafat se detuvo y dijo: ---Judíos y habitantes de
Jerusalén, escuchadme: confiad en el Señor, vuestro Dios, y
subsistiréis; confiad en sus profetas, y venceréis.
En el desierto fue donde Dios se le manifestó a Elías atravez
el ángel
1 Re 19,3-5 Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida. Al llegar a
Bersebá de Judá dejó allí a su muchacho. 4 Caminó por el desierto
todo un día y se sentó bajo un árbol. Allí deseó la muerte y se dijo:
«Ya basta, Yavé. Toma mi vida, pues yo voy a morir como mis
padres.» 5 Después se acostó y se quedó dormido debajo del árbol.
Un ángel vino a tocar a Elías y lo despertó diciendo: «Levántate y
come.» 1 Re 19,15

1 Sm 23,14-15
David se instaló en el páramo, en los picachos, en la montaña del
desierto de Zif. Saúl andaba siempre buscándolo, pero Dios no se lo
entregaba. 15 David tuvo miedo de Saúl, que lo andaba persiguiendo
para quitarle la vida, por eso siguió viviendo en el desierto

2 Sm 16,1-4 Apenas pasó David la cumbre, vino a su encuentro


Sibá, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con
doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la
estación y un botellón de vino. 2 Como el rey le preguntaba qué iba a
hacer con eso, respondió: «Los burros son para que monte en ellos la
familia del rey; el pan y las frutas, para que se alimenten los jóvenes;
el vino, para que beban los que se cansen en el desierto.» 3 El rey
preguntó: «¿Dónde está el hijo de tu señor?» Sibá respondió: «Se
quedó en Jerusalén, pues se dijo: Hoy la gente de Israel me
devolverá el reino de mi padre.» 4 Entonces el rey dijo: «Todo lo que
posea Mipibaal ahora es tuyo.» Y Sibá, arrodillándose, le dijo: «¡No
sé cómo agradecértelo, oh rey, mi señor

Jos 5, 5-6 todos los hombres de Israel que salieron de Egipto estaban
circuncidados, pero murieron durante su peregrinación en el desierto.
Al contrario, los nacidos en el desierto no estaban circuncidados. 6
Pues los israelitas anduvieron cuarenta años por el desierto, hasta
que murieron todos, toda esa generación que no obedeció a Yavé,

Jos 24,7-8 Entonces clamaron a Yavé y él puso densas tinieblas entre


ustedes y los egipcios; hizo retroceder el mar sobre ellos y los
sumergió. Ustedes han presenciado todas estas cosas que hice en
Egipto y, después, estuvieron mucho tiempo en el desierto. 8 Luego
los llevé al país de los amorreos que viven al este del Jordán. Ellos
pelearon, pero yo los entregué en manos de ustedes; los destruí, y
ustedes se apoderaron de sus tierras.
.
Dt 1,19
Así pues, dejamos el Horeb y nos encaminamos a las montañas
amorreas, atravesando aquel inmenso y terrible desierto que
vosotros habéis visto, y cumpliendo las órdenes del Señor llegamos a
Cades Barne.

Dt 2,26
Desde el desierto de levante despaché mensajeros a Sijón, rey de
Jesbón, con propuestas de paz:

Dt 8,15-16
que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de
serpientes y alacranes, un sequedal sin una gota de agua; que te
sacó agua de una roca de pedernal;
que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus
padres: para afligirte y probarte y para hacerte el bien al final.

Dt 9,7
Recuerda y no olvides que provocaste al Señor, tu Dios, en el
desierto; desde el día que saliste de Egipto hasta que llegasteis a este
lugar habéis sido rebeldes al Señor;

Nm 32,15
Pues si os apartáis de él, otra vez los dejará en el desierto y vosotros
seréis los causantes de la destrucción de este pueblo.

Nm 21,5
y habló contra Dios y contra Moisés: ---¿Por qué nos has sacado de
Egipto, para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos
da náusea ese pan sin cuerpo.

Nm 14,33
Vuestros hijos serán pastores en el desierto durante cuarenta años y
cargarán con vuestra infidelidad, hasta que se consuman vuestros
cadáveres en el desierto.

,
Tob 14,4
y parte enseguida para Media. Porque yo me fío del oráculo divino
que pronunció el profeta Nahún contra Nínive; todo eso se cumplirá y
le sucederá a Asiria y Nínive. Se cumplirá todo lo que dijeron los
profetas de Israel enviados por Dios, sin que falle una profecía; todo
sucederá a su tiempo, y en Media se estará más seguro que en Asiria
o en Babilonia. Lo sé y estoy convencido: todo lo que dijo Dios
sucederá y se cumplirá sin que falle un oráculo. Y nuestros hermanos
que viven en tierra de Israel serán dispersados y deportados de
aquella tierra buena, y todo Israel quedará desierto; Samaría y
Jerusalén quedarán desiertas, el templo será incendiado y quedará
algún tiempo en estado lamentable.

Hch 7,44
Nuestros padres en el desierto tenían la tienda del Testimonio, según
las instrucciones que mandó a Moisés: fabricarla conforme al modelo
que le había mostrado.(Obediencia en el desierto)

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