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Centración con Arquetipos.

Una aplicación para favorecer


estados de centración personal
Jessica Cabrera Cuevas

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se centra en una reflexión teórico – práctica de


procesos creativos con arquetipos y su aplicación para favorecer estados de
centración personal y ampliación de conciencia.
Para ello, hemos de recurrir a la memoria de nuestro inconciente colectivo, esa
energía noosférica que nos envuelve y que nos afecta -a la vez que nosotros la
afectamos a ella-, y manifestarlo en nuestra vivencia interna a fin de equilibrar nuestro
estado de ser y estar en el mundo.
Tomaremos el inconsciente y sus símbolos naturales, -imágenes arquetípicas
esenciales- como vía de desarrollo al proceso de individuación, como referente para
nuestra, centración interior, ampliación de conciencia y favorecer nuestra evolución.

I FUNDAMENTACIÓN

1.1 Los arquetipos

La idea de los arquetipos es propuesta por C. G. Jung, psicólogo, antropólogo y


hermeneuta. Sus temáticas se centran en el estudio sobre el inconsciente, los
símbolos, tipos psicológicos, psicología y alquimia, entre otros.
En su búsqueda por comprender al hombre, Jung crea la noción de arquetipo,
como una estructura psíquica heredada, que da la forma y no los contenidos
específicos a nuestra vivencia interna. Son fuerzas síquicas vivas, que toman
contenido a través de nosotros y que trascienden nuestra historia personal,
nuestra pertenencia a una familia, y van más allá, son parte de la herencia como
especie, del inconsciente colectivo. Los arquetipos crean un puente entre la vida
personal y el colectivo y viven a través de todos nosotros, trascendiendo los límites
culturales, del lenguaje y sociedad. Son representaciones que actúan en la
profundidad de nuestra conciencia (J. Riveri, 2006).
Los arquetipos son una conjunción de lo conciente y lo inconsciente, de
naturaleza y cultura. Los arquetipos remiten a lo común de modo individuado. El
sentido, remite a lo trascendente, nos vincula a las fuentes del Ser y explicar de qué
manera una cosa participa de la otra. (Ortiz-Osses, 1988, adaptado).
Jung considera el inconsciente personal, como una capa proveniente de lo
transpersonal y colectivo, en que se estructura la experiencia colectiva de la
humanidad en su contenido filogenético esencial. Podría darse una relación al campo
de la noosfera que nos habla Theilard de Chardin, esa capa de pensamiento
humano que se ve afectada por los ritmos de sociedad, por su tecnología, por
su desequilibrio, evidencia constatada en la resonancia Shumann tan elevada de
nuestro planeta desde hace unos años.
Jung, ha considerado el inconsciente colectivo como un gran receptáculo o
vasija contenedora de los arquetipos, apareciendo como una significación unificadora
de nuestros modos de ser, por cuanto albergan las tramas de la existencia en un mar
de caminos de sentido. La primera representación sería el “sí mismo”.
Arquetipo remite a Typos (hendidura, tipo, cicatriz) y Arjé (elemento fundante y
potencia seminal), es decir, elementos de todo devenir, o en otras palabras, huellas de
sentido.
Desde la perspectiva del autor, los arquetipos son como pautas de
comportamiento típicos y en sus palabras, son “conformaciones energéticas” o
“configuraciones de la pulsión”. También las define como imágenes primordiales,
imágenes virtuales cargadas de energía libidinal o “mana” (energía matriarcal
femenina), y protoformas en donde forma y fondo se unen, así como estructuras
abiertas y ordenadoras de la pulsión/tensión relacional, determinadas por nuestra
imaginación e intuición.
Algunos arquetipos más estudiados son el ánima, animus, la sombra y el
sí mismo, reconocidos en diversas figuraciones como los mitos, sueños, cuentos,
relatos, leyendas, fantasías, así como en filmes, videos entre otros.

Algunos arquetipos reconocibles según Ortiz-Osés, son:


El Héroe (personificación del Yo); El Dragón (personificación del inconsciente);
Mago (ambivalente); Dios (sentido); Diablo (sinsentido); Merlín (espíritu natural),
como en general todos los dioses y héroes que arquetipifan una parte de nuestra
pisque, como Eros, el Amor; Dionisio, la Pasión; Apolo, lo Racional; etc.

Tanto la enfermedad como la sanación, tendrían relación con arquetipos o


prototipos del inconsciente colectivo. Para interpretar el inconsciente, necesitamos
un código que podamos traer al conciente, algo que de imagen y sentido a lo
imaginario, esto es: el símbolo, definido por Jung, como “transformador de
energía”, considerado un relevante medio terapéutico.
Para tener una distinción de los arquetipos y los símbolos, hemos de decir que
un arquetipo es la configuración primordial, así, por ejemplo, el arquetipo de la
Gran Madre encuentran su expresión en figuras como Isis, Remeter, Mari, la Virgen.
El símbolo por su parte, es una expresión visible particular de un arquetipo, en
este caso, la Gran Madre, encuentra parcialización simbólica en la cueva, la flor de
loto, el mar, las conchas, lo redondo, la noche, etc. Así, diremos que el arquetipo
es el Tipo que se multiplica en sus símbolos como encarnaciones o experiencias de su
sentido. (Ortiz-Osés).
Los símbolos son productos naturales y espontáneos, siempre representa
algo más que su significado evidente (Jung, 2002). Muchos símbolos no son
individuales, sino colectivos en su naturaleza y origen, por ejemplo, las imágenes
religiosas. A decir de Jung, los arquetipos pueden variar mucho en detalles, pero no
pierden su modelo básico de imagen primordial.
Existe una diferencia entre los arquetipos universales y los culturales. Así
lo explica Perez-Camarero (2002). “El arquetipo universal, el concepto junguiano que
explica un sistema de proyecciones en las que la cultura afecta a las formas de
los envases del símbolo, siendo este, en su fondo constante. Los arquetipos
culturales pueden ser útiles para comprender lo que una sociedad establece como
sus códigos de valores, pero se cierran en significado, están cargados de
prejuicios de clase, de género, de edad etc. Frente a ellos el arquetipo universal
aparece como el receptáculo generoso y pleno de contenidos, si bien con el peligro
que entraña la interpretación de lo ambiguo”.
Los arquetipos trascienden la existencia, son fenómenos de proyección,
simbolización y herencia, influyendo en la formación mental, emocional y ética
del individuo y sus relaciones con su entorno. Y como dice Pérez, se manifiestan
por diferentes canales: “A lo largo de la historia de la humanidad encontramos
representaciones muy diversas del mundo de lo arquetípico, la religión, el mito, el
folklore reciben estos materiales y los expresan en forma de leyendas, poemas,
cuentos, a veces los conceptos se definen en imágenes, que es el envase favorito del
arquetipo universal por el grado de ambigüedad y pluralismo que posibilita”

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Los arquetipos vienen a ser como una memoria de la humanidad, y esto,
por cierto incluye no sólo lo bueno de ella, sino que también el lado más oscuro y
lamentable de los seres humanos, su sombra.

1.2 La Sombra

La sombra representa atributos pocos conocidos del ego, aspectos que


podrían ser concientes y que pertenecen a la esfera personal. Aunque también
puede constar con factores colectivos.
Von Franz, plantea que un individuo que intenta ver su sombra, se avergüenza
de impulsos que niega de sí mismo y sin embargo puede ver claramente en otras
personas como por ejemplo: egotismo, pereza mental, cobardía, ambición desmedida,
intriga, entre otros tantos. La sombra, dice, no consiste sólo en omisiones,
también da cuenta del acto impulsivo o impensado, aquellas decisiones y
reacciones que no se hubieran querido hacer, ni se desean concientemente.
“Que la sombra se convierta en nuestro amigo o en nuestro enemigo depende
en gran parte de nosotros mismos”.
Todas las personas participan del proceso de hacer consciente lo inconsciente
y en este viaje al interior, el individuo se encontrará con su sombra y los complejos que
aparecen sin dar aviso. “el que va hacia sí mismo, corre el riesgo de encontrarse
consigo mismo”, dice Jung, allí donde no hay máscaras ni corazas. Sin embargo,
considerar a la sombra como contenedora de esos impulsos irresistibles, no quiere
decir que sea reprimida, ya que puede contener fuerzas valiosas y vitales que tienen
que ser asimiladas e integradas y no reprimidas. He aquí la importancia del camino de
individuación, que plantea Jung.
En cuanto al desarrollo de la sombra de la sabiduría, ésta nos aleja del
proceso de individuación y plenitud. El sabio interior actúa desde la sombra
cuando estamos desconectados de la realidad, vemos los hechos externos o
propios a mucha distancia. Podemos registrar lo que ocurre pero no lo sentimos.
Con frecuencia aparece una adicción a ser perfecto y correcto, intolerancia a los
sentimientos humanos y vulnerabilidad. Espíritu crítico en extremo. Nada es
suficientemente bueno. En ese contexto, somos capturados por la sombra de la
sabiduría al estar sobrepasado por el relativismo, lo que nos impide actuar. Somos
capturados por pensamientos obsesivos y circulares. Con frecuencia se limita la
percepción de la realidad a una sola manera de ser. El conocimiento es usado para
mostrar superioridad a los demás. El reto será caminar hacia una comprensión de
la verdad, cultivando el conocimiento y la sabiduría, ser capaz de percibir la base de la
realidad y captar lo esencial. (J. Riveri, 2006).
Se puede concluir que Jung intenta una concienciación de nuestro
inconsciente (personal y colectivo) a través de la integración de sus contenidos
energéticos. Se ha de procurar el equilibrio entre la enajenación de sus proyecciones
inconscientes como de la inflación de la psique, asimilando la sombra; desligándose
del complejo parental (integrando ánima y ánimus) y adaptar el ego o yo conciente al
equilibrio interno (personal) y externo (colectivo).
En palabras de von Franz, no hay leyes que rijan la forma específica en que
puede aparecer un arquetipo, sólo hay tendencias que nos hablan de probabilidades,
así como en la física las partículas aparecen con cierto orden, pero no podemos saber
lo que realmente es ni como se comportará dado el infinito campo de posibilidades.
Lo que sí sabemos, es que alineados en un campo de valores humanos, de
creatividad (entendida constructivamente), con conciencia ecológica, el camino
a la evolución nos llevará a la autorrealización y a una conciencia expandida.

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“Lo importante es no dejar de cuestionar… la curiosidad tiene su propia razón de existir. No se
puede hacer más que contemplar con reverencia los misterios de la eternidad, de la vida, de la
maravillosa estructura de la realidad. Ya es bastante si sólo se intenta de comprender un poco
de ese misterio cada día.”
Albert Einstein

1.3 El camino del héroe

El mito del héroe es el más común y conocido, Se encuentra en la mitología


clásica de Grecia y Roma y en la Edad Media, en el lejano Oriente y entre las
contemporáneas tribus primitivas. Su modelo es universal auque hayan sido
desarrollados por grupos o individuos sin ningún contacto cultural directo. (Henderson,
J. 2002)
Para Jung, el Héroe es aquel que se confronta a su propio
inconsciente. Es el representante del yo conciente en lucha con el inconsciente
(representado por el dragón). Tiene mucho significado para el individuo que se
dedica a descubrir y reforzar su personalidad, y agregaría, la evolución de su Ser.

La imagen de héroe, va evolucionando de manera que va reflejando la etapa


de la evolución humana, y al desarrollo de la conciencia de su ego. El Dr. Radin,
(citado en Henderson) señala cuatro ciclos en la evolución del mito del héroe, lo
cual representa los esfuerzos por resolver el problema del crecimiento:
Trickster (granuja): corresponde al período de vida más primitivo y menos
desarrollado. Los apetitos físicos dominan su conducta, interesa como diría Maslow,
en la satisfacción de las necesidades primarias.
Hare (liebre): Aún no ha alcanzado la estatura del hombre maduro, no obstante
aparece como el fundador de la cultura, el transformador. Se transforma en un ser
socializado que corrige las ansias primitivas e infantiles anteriores.
Red Haron (cuerno rojo): Pasa por pruebas como demostrar su valor para las
batallas. Con él, se ha alcanzado el mundo del hombre, aunque un mundo arcaico,
donde se necesitan poderes sobrehumanos o de dioses tutelares para asegurar la
victoria del hombre sobre las fuerzas del mal que lo asedian. Tal parece que en esta
etapa se está en la marcada dualidad y la lucha contra ella. El peligro para la
felicidad y la seguridad del hombre comienza ahora a estar en el hombre mismo.
Twin (gemelos). Se dicen que eran hijos del sol, y juntos forman una sola persona.
¿Será que en esta etapa hablamos de ese proceso de equilibrio entre nuestras
pulsiones externas e internas?. Representan dos fuerzas, uno con dulzura e
iniciativa, y el otro con el dinamismo y la rebeldía. Una mezcla entre lo introvertido
de la reflexión, y lo extrovertido de las grandes hazañas.

El peligro ante esta fuerza invencible, es el poder, el ego de la


superioridad. Para curar esto, es necesaria la muerte del héroe, lo que para un
individuo puede ser “tocar fondo” o “tocar techo” y donde se hace necesario un
Renacer.
La evolución de un individuo no descartará sus hazañas, sino serán su
recipiente de aprendizajes, cuyo valor estará incluido en su camino de espiral
evolutivo. La vida adquiere un carácter de teatro donde el protagonista, encarna
diversos sentidos, autoproyectándose en ella, donde nuestra imaginería incide en lo
imaginario y viceversa, movidas por impulsos aventureros en la búsqueda de sentido,
del amor y de la felicidad.
Víktor Frankl, (1999) señala en sus postulados de logoterapia “El interés
principal del hombre no es encontrar el placer, o evitar el dolor, sino encontrarle un
sentido a la vida, razón por la cual el hombre está dispuesto incluso a sufrir a
condición de que ese sufrimiento tenga un sentido”.

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Para Jung, el viaje del héroe viene a ser un viaje al fondo de sí mismo, en un
camino de evolución permanente, con la finalidad de trascender la identidad que
representa el ego, o en otras palabras, conectarse a la mente suprema, en una
tendencia a la unidad del todo, como sospechaba Jung, al plantear esa conexión
con la materia inorgánica, y que hoy los físicos nos aportan al respecto, al hablarnos
del campo unificado de la realidad, que fue llamado por él como unus mundos (el
mundo único, dentro del cual la materia y la psique no están discriminadas o
separadas de la realidad). (Von Franz)
Según Campbell, (citado en J. Riveri, 2006) los planes comunes del camino de vida,
como si fueran los pasos del “Viaje del Héroe” (secuencia de eventos que parecen
compartidos en los mitos épicos de todas las culturas) incluyen:
1. Escuchar un llamado: corresponde a nuestra identidad, en sentido de vida o
misión. Podemos elegir aceptar o ignorar el llamado.
2. Aceptar el llamado: lo que nos lleva a enfrentarnos a una frontera o umbral
de nuestras capacidades presentes o del mapa del mundo.
3. Cruzar el umbral: que nos empuja hacia un nuevo “territorio” vital fuera de
nuestra zona de comodidad. Un territorio que nos fuerza a crecer y evolucionar
y nos exige encontrar apoyo y orientación.
4. Encontrar a un guardián o mentor: Lo que surge naturalmente por haber tenido
el coraje de cruzar el umbral. (Se dice que cuando el estudiante está listo,
aparece el maestro)
5. Enfrentar un reto (o demonio): Es también resultado natural de cruzar un
umbral. Los “demonios” no son necesariamente malos o malignos; son
simplemente un tipo de “energía” o de “poder” que debemos aprender a combatir
o aceptar. A veces no son más que el reflejo de nuestros propios temores
internos y sombras.
6. Transformar el “demonio” en un recurso o un consejero: lo que se logra sea:
Desarrollar una habilidad especial, o descubrir un recurso o herramienta
especial.
7. Completar la tarea a la cual hemos sido llamados y encontrar la forma de
cumplir el llamado: se logra finalmente al crear un nuevo mapa del mundo que
incorpore el crecimiento y los descubrimientos ganados en nuestro viaje.
8. Encontrar el camino a casa: como una persona transformada y compartir con
los demás el conocimiento y experiencia ganados gracias al viaje. (Esto me
recuerda la bella historia de Juan Salvador Gaviota de R. Bach).

En general, cada persona busca cambiar su presente y construir un camino hacia


un futuro, y para eso debemos luchar contra las incertidumbres y los cambios.
La noción de “llamado”, simboliza, por ejemplo la visión y misión que está
persiguiendo esa persona. Es el futuro que lo llama.
El “umbral” representa lo desconocido y la incertidumbre que debe
enfrentar la persona para poder transformar la visión en acción. Es un espacio no
vivido, y eso es la incertidumbre. El símbolo del “demonio”, refleja los desafíos del
contexto, las creencias limitantes u otros obstáculos y crisis que emergen de
circunstancias cobre las cuales creemos no tener control.

Puede ser un buen ejercicio preguntarse cómo nos vemos, ¿como “víctimas”
o como “Héroes”?

1.4 El trabajo con los arquetipos: De Víctima a Héroes

Generalmente, si escuchamos mensajes negativos desde nuestro interior,


como respuesta a un desafío externo, estamos cayendo en energías de baja
frecuencia que nos hacen sentirnos descentrados y faltos de recursos, es decir,
víctimas de las situaciones que nos rodean.

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Cada uno afecta la realidad, aunque queramos escondernos y actuar como
víctimas. Los físicos modernos nos aportan esta mirada, y es que no se puede eliminar
el papel del observador en la realidad observada. El observador influye en lo
observado, modifica y transforma su interior y su entorno con su voluntad e
intención.
Podemos elegir desde donde queremos mirar la realidad, podemos elegir cómo
queremos pararnos y posicionarnos de nuestra identidad y de los atributos y regalos
que traemos para compartir, podemos gozar de ese libre albedrío que nos fue
conferido como seres conscientes, creadores y transformadores de realidades.
Podemos elegir sentirnos víctimas (aunque jamás lo somos), o héroes de nuestra
historia.
Víctor Frankl señala que cuando un hombre descubre que su destino es sufrir,
ha de aceptar dicho sufrimiento, pues ésa es su sola y única tarea. Ha de reconocer el
hecho de que, incluso sufriendo, él es único y está solo en el universo. Nadie puede
redimirle de su sufrimiento ni sufrir en su lugar. Su única oportunidad reside en la
actitud que adopte al soportar su carga. Pero además, de los cambios que puede
introducir en su vida. ¡No vinimos a sufrir, vinimos a ser felices!.
El héroe viaja, cual guerrero parte a matar esos dragones represivos. La
Conquista del héroe asume su sombra, se reconcilia su conciente e inconciente,
en un matrimonio simbólico, logrando un equilibrio de su naturaleza y la cultura
que lo contiene, un equilibrio entre la pulsación interna y la externa.
Nuestros recursos serán los valores, las habilidades conductuales y las
capacidades cognitivas que se activan para poder batallar con la complejidad, la
incertidumbre y la resistencia.
Es un área donde la persona debe crecer para poder desarrollar la flexibilidad y
creciente despliegue de requisitos que son necesarios para navegar con éxito en este
nuevo mar, y superar los obstáculos que surgen en el camino.
Los “guardianes” son nuestro patrocinio interno y las relaciones que nos
ayudan a crear competencias, a creer en nosotros mismos y seguir perseverando en
nuestros objetivos. La conquista se hace en equipo, cada uno de nuestros
mentores que acompañan e iluminan el camino, son fuerzas que potencian la
nueva conquista. (J. Riveri). Todos estos dominios nos abren ese espacio que
necesitamos crear en nosotros mismos para transitar y trascender.

1.5 El proceso de individuación

Es un proceso en torno a Sí Mismo que implica la integración total de la


personalidad. A decir de von Franz, (2002) los hombres a lo largo de todas las
edades, se han dado cuenta de este centro interior, que los griegos llamaron el
Diamon interior del hombre; en Egipto se expresaba con el concepto de alma-ba; y los
romanos lo veneraban como el genius innato de cada individuo.
Desde una perspectiva mística, Rudyard kipling (en Sternberg y Lubart, 1999)
señala “ …cuando tu Daemon está a cargo, no piensas concientemente, vas a la
deriva, esperas y obedeces”. Es decir, esta voz interior es la que te daría luz para las
decisiones y acciones.
Von franz señala que este “sí mismo” interior puede definirse como un factor de
guía interior que no es lo mismo que la personalidad conciente y que puede
captarse, por ejemplo mediante la investigación de los propios sueños. El
desarrollo va a depender de si el ego está dispuesto a escuchar el mensaje de este “sí
mismo”, podríamos decir, de este observador interno, que se observa a sí mismo.
Esta conexión se dará sólo si el individuo se da cuenta, y como dice Sternberg, la
creatividad es una decisión, por tanto, en este caso, se toma la decisión de esta
comunicación para el desarrollo.

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Hay quien puede temer a lo desconocido, (misoneísmo), y hay quien a fuerza
de voluntad creativa intenta alcanzar una forma de existencia más profunda y
amplia de conciencia.
La Iniciación del proceso de individuación comienza en nuestra niñez, con las
primeras experiencias de confusión, sufrimiento, amor intenso, añoranza y frustración.
Nos vemos ante situaciones que nos abren al misterio de la vida. Muchas veces,
son situaciones de crisis las que despiertan la conexión con algo que está más
allá de nuestros sentidos, así, las transiciones a lo largo de la vida son los espacios
privilegiados para tomar contacto con estos elementos trascendentes, sean dadas por
crisis propias del desarrollo evolutivo o situaciones específicas.
A través de la conciencia de sentido, nos abrimos a acoger la realidad y
tomar conciencia de algo mayor y desde donde somos capaces de crear vida, desde
la unicidad de nuestro camino de ser. En la psicología jungiana se considera al
alma como sinónimo de psique o inconsciente colectivo desde donde emergen los
arquetipos.

“El camino gira en torno al desapego


que implica no relacionarse
con la realidad desde la necesidad
sino que desde las preferencias.
Con certeza este proceso supone
haber vivido el apego,
amar a otros,
para dejar ir y confiar ante todo
en la sabiduría de la vida que fluye
a través del universo
y en nosotros mismos”.
Pearson

1.6 Cambiar la Realidad … del Estado Actual al Estado Deseado

“¿Qué es, en realidad, el hombre?


Es el ser que siempre decide lo que Es.
Es el ser que ha inventado las cámaras de gas,
pero asimismo, es el ser que ha entrado en ellas
con paso firme musitando una oración”.
Víktor Frankl

Una persona puede perder ese equilibrio con el centro regulador de su alma si
no maneja su sombra, o si sueña mucho despierto perdiendo la concentración en su
aquí y ahora, o si por el contrario, tiene un ego muy exacerbado, o en palabras de von
Franz, el lado oscuro de “sí mismo”, y que piensa que tiene todos los enigmas
resueltos, perdiendo el contacto con la realidad humana.
Podemos tomar dos caminos, uno, desde una mirada prudente, práctica,
sujeta a condicionamientos, otra, caminar el camino del alma, aquel que sigue la
unicidad del ser. Puede que algunas personas no entiendan la elección que
hacemos, y aún así no tenemos la garantía de llegar al final, pero este camino no vale
la pena por el resultado, sino por el viaje en sí mismo. Un camino que supone un
misterio que se devela en tanto se camina.
Muchas son las técnicas que se conocen para buscar ese equilibrio
interior, como lo son las prácticas orientales, como el yoga, o la interpretación de los
sueños que propone Jung, como el contacto con esos mensajes del mundo
inconsciente, otra son los mandalas utilizados por algunos pueblos utilizados para
favorecer la paz interior y el sentido de orden de la vida y el cosmos.

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Se puede aprender muchas tecnologías pero si ellas no están alineadas a la matriz
profunda motivacional del individuo, será sin duda un débil cimiento.
La programación neurolingüística también se ha interesado por esa búsqueda,
y en líneas generales no le interesa revolver el pasado, sino que prefiere como
planteamiento, mirar el futuro deseado. Centrar la conciencia hacia lo que se quiere
lograr y no hacia lo que se quiere evitar. Para ello, utiliza múltiples mecanismos que
conecten con los recursos del propio individuo, esos que permanecen en su
inconsciente esperando ser activados para traerlo al presente y proyectarlos al futuro.
Se trata de conectar desde otra perspectiva, tal como lo hacía Maslow en sus
estudios, al centrarse en las personas sanas y no en las enfermas. El énfasis es
aprender de lo que funciona bien. ¿Cómo lo hacen quienes cultivan una vida
saludable? ¿Cómo se motivan? ¿Qué factores son claves en cuanto a sus acciones?,
¿Cuáles son las cualidades personales que distinguen a las personas saludables de
las que no?. Hay personas que conocemos que nos parecen que son excepcionales.
Puede ser alguien que se recuperó de una enfermedad terminal; alguien que escribe
bellas poesías; alguien que posee una actitud positiva ante las dificultades; que es un
líder magnífico; etc. A la vez, muchas veces, cada uno de nosotros hemos tomado
buenas decisiones, hemos sido creativos, empáticos, asertivos, afectuosos, líderes,
etc. El requisito será entonces: aprender de la excelencia.
Para enfocarnos en un cambio con miras a un futuro más pleno, nos
preguntamos: ¿Cuál es nuestro estado presente?, ¿qué queremos cambiar en
nuestra vida?, ¿tengo alguna creencia acerca de mí mismo que me esté
limitando mi desarrollo?, ¿qué quiero lograr en mi vida?, etc. La PNL, enfatiza la
creación y/o toma de conciencia del guión de aprendizaje que atraviesa las
diferentes experiencias de vida y se enfoca a potenciar los recursos
considerando todas las dimensiones del ser.
Son estas combinaciones o interacciones de elementos que tienen por
consecuencia un comportamiento exitoso o problemático, y son los responsables de
los procesos psicológicos en la base de patrones conductuales de excelencia o
disfuncionales.
Muchas veces nos encontramos que la diferencia esencial entre algo que
funciona bien y lo que no, es la ausencia de algún factor o la alteración de una
secuencia. Es el cambio de un eslabón en el puente que une un Estado Presente
con un objetivo determinado o Estado Deseado o Futuro.

CUANDO CAMBIAS...

Cuando cambias tus pensamientos,


tú cambias tus creencias,
cuando cambias tus creencias,
tú cambias tus expectativas.

Cuando cambias tus expectativas,


tú cambias tus actitudes,
cuando cambias tus actitudes,
tú cambias tus conductas.

Cuando cambias tus conductas,


tú cambias tu comportamiento,
cuando cambias tu comportamiento,
tú cambias tu vida.

Suzi Smith

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1.7 Relación de las dimensiones humanas (mente, cuerpo, emoción,
espíritu)

“Los arquetipos no sólo encajan en situaciones externas, sino tienden a manifestarse en


un arreglo sincrónico que incluye a la vez materia y psique”. Von Franz

Jung señala que el hombre primitivo estaba gobernado por sus instintos y el
hombre actual racional, ha tendido a controlar y dominar los impulsos instintivos, y a la
vez, hemos ido separando progresivamente nuestra conciencia de los profundos
estratos instintivos de la psique humana y hasta de la base somática del fenómeno
psíquico.
No sólo la teoría de Sistemas nos habla de que somos parte de un
sistema y de que cada sistema está en interacción con los demás, sino que
también dan cuenta de ello las nuevas teorías de la física y de la naturaleza.

Por su parte, Echeverría (R. Echeverría, 2003), nos habla desde la Ontología
del Lenguaje. Señala que los seres humanos no son solamente seres
lingüísticos. En la existencia humana se reconocen tres zonas diferentes y
definidas: El Dominio del Cuerpo; El Dominio de la Emocionalidad y El Dominio
del Lenguaje. Cabe destacar que en esta postura se deja fuera el espíritu de la
persona.
Postula la definición de una coherencia (relación, unión) entre los tres
dominios primarios del ser humano: Lenguaje, Emocionalidad y Cuerpo. Al
establecer una coherencia entre los tres dominios significa que actuando sobre uno
de ellos nos permite comprender y darle sentido a los otros dos.
El observador que somos está constituido por una combinación del
estado de ánimo en el que nos encontramos, más el cuerpo disponible que
tenemos para la acción, más la conversación (interna o externa) que tenemos.
(R. Echeverría, 2003)
En otro sentido, no nos peleamos por los hechos, dice Maturana, sino por la
interpretación de ellos. Esto nos lleva a pensar que sigue habiendo una lucha de
paradigmas y formas de mirar de la realidad desde la separación, desde la
fragmentación entre el mundo de las ideas, las emociones, los valores y las
acciones. La lucha de poderes económicos y políticos nos evidencia día a día el doble
discurso de muchos voceros que dicen una cosa y que hacen otra.
En la vida cotidiana, en la escuela, cada vez que nuestro sistema sensorial
capta un mensaje y nuestro sistema cognitivo capta otro, se produce lo que se
llama, disonancia cognoscitiva, es como si nuestro sistema se bloqueara de alguna
forma, y al haber una comunicación distorsionada, no solamente se afecta el
destinatario. Por ejemplo, un niño pequeño puede adquirir conductas de hiperkinesia
porque en realidad no sabe como comportarse, no hace una metacomunicación para
ser conciente de la distorsión, sencillamente, responde de alguna manera. En otro
sentido, el emisor también se afecta ya que cada vez que hay una disociación entre
sus sistemas, ya sea lo que piense, sienta o actúe, estará mayormente debilitado, con
sus energías dispersas. Muchas personas se quejan por ejemplo, de estar trabajando
en algo que no les gusta, y se enferman, ya sea con estrés o con depresión o con
otras tantas manifestaciones de estados negativos de salud. En este caso, desean una
cosa, pero hacen otra.
Cuando perdemos el control sobre nuestras emociones, cuando la
sombra gana escenario y se ubica de protagonista, es sin duda, en instancias de
descentración o falta de unidad o de alineamiento para saber estar bien posesionados,
poner límites necesarios, y actuar con mayor asertividad y certeza.

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Stanley Keleman (1997) señala que “…la forma humana en su conjunto,
está constituida por acontecimientos vivos de la misma manera que el universo
está compuesto por subsistemas vivos. Cada vida es un proceso”.
Nuestro cuerpo responde a mecanismos de expansión y contracción, de
abrirse y replegarse. Si observamos nuestro cuerpo y sus sensaciones fisiológicas,
nos damos cuenta que ante situaciones de agrado, nos acompaña una emoción de
apertura, esto se llama, estados apetitivos, en esta emoción nos sentimos dispuestos
a recibir y a dar, alimentarnos, tener relaciones sexuales, interactuar con el entorno, en
un estado fisiológico contrario, nos sentimos con tensión (a veces se siente
particularmente en la zona del plexo solar), y respondemos replegándonos o
agrediendo, como mecanismo de defensa.

En relación algunas funciones de nuestro cuerpo:


Los músculos, los patrones musculares profundos o lentos representan nuestro yo
estable, un cambio a otra situación requiere una nueva forma de relación.
Los huesos. Cuando hay algún tipo de lesión, afecta a la imagen corporal, causando
muchas veces, inseguridad y ansiedad por sentir carecer de sostén interior.
La respiración. El movimiento de la respiración refleja los poderosos modelos
arquetípicos que tienen sus raíces en la acción ondulante y en la pulsación de las
células.
El sistema nervioso central. Reside en el cerebro anterior o córtex, donde tienen
lugar las sensaciones y la discriminación muscular. Aquí es donde se aprenden las
actividades de planificación, asociación de ideas y acciones. Es el área del control
voluntario. (S. Keleman, 1997)

Mucho podríamos decir respecto a la vinculación motora, sensorial y cognitiva y


sus relaciones de unas con otras, así de cómo muchas enfermedades psíquicas están
relacionadas con ciertas partes del cuerpo. Lo que parece reforzarse, desde diferentes
perspectivas, es que hay una interrelación en cada uno de nuestros sistemas,
donde cada uno influye en el resto en un continuo devenir. Si tiene una emoción
que no le gusta, nos plantea la ontología del lenguaje, observe su postura corporal
(cuerpo) y su diálogo interno, ¿qué cosas se está diciendo?, (lenguaje). Por otra parte,
hay situaciones donde se ve afectado el cuerpo, como una grave enfermedad terminal,
donde los médicos no dan esperanzas de vida, pero la persona, tiene la emoción y la
intención puesta en la mejora, tal es el caso de innumerables curaciones con placebo
en casos muy extremos.
Desde la creatividad tenemos un interesante estudio realizado por saturnino de
la Torre (2005), donde el poder de la mente y su interrelación mente-cuerpo y la
creatividad como energía que fluye y transforma, dieron lugar a la comprobación
de la eliminación del alcohol en el cuerpo, a través de técnicas de hipnosis y
concentración mental.
Una de sus conclusiones es que “La mente, en interacción con todas las
energías de su entorno, es capaz de crear estados de bienestar y salud o por el
contrario de malestar y desequilibrio”. Se reafirme el hecho de que hay una conexión
en los factores cognitivos, físicos y biológicos. Y en consecuencia: “La mente
humana puede desencadenar una energía aún desconocida respecto a los
fenómenos dentro del campo natural y de la paranormalidad”.

Existen muchas formas de trabajar estados de Centración de nuestros


sistemas, como son la Biodanza que trabaja, Cuerpo, emoción y música; estados
meditativos o vibración creativa cuántica; técnicas de programación
neurolingüística, y por cierto, el trabajo con las fuentes de las energías
arquetípicas.

10
Todas estas técnicas de Centración y búsqueda de equilibrio
mencionadas, como otras no aludidas, tienen la potencia de incrementar la
conexión con las diferentes dimensiones del ser humano: corporal, emocional,
mental y espiritual.

EL AGUA DEL GANGES


(Cuento Hindú)

- Maestro- dijo un discípulo-, enseñas que Dios está en el interior de cada uno
de nosotros, pero ¿cómo puede la divinidad, tan vasta como es, caber dentro
de nosotros?
- Ve hasta Ganges y tráeme un litro de agua
- Le respondió el maestro al discípulo.
- Cuando éste hubo traído el agua, el maestro quedó asombrado:
- ¡Pero si ésta no es agua del Ganges!...
- Por supuesto que sí, la he sacado yo mismo del río!
- Exclamó el discípulo.
- Pero ¿dónde están las tortugas, los peces, las gentes que en él se bañan, las
embarcaciones, los cadáveres que arrastra y los monjes que hacen sus
abluciones en él?. Yo no veo nada de todo esto en ella. ¡No puede tratarse del
agua en cuestión! ¡Corre a arrojarla al Ganges!
- Cuando el discípulo regresó, el maestro le dijo:
- Ahora, tu litro de agua, mezclado con el agua del río contiene tortugas, peces y
todo cuanto le faltaba antes. Esa sí que es agua del Ganges.

“Cuando estamos vinculados a la inmensidad, somos ricos de todo aquello que


contiene”
(A. Jodorowsky, 2004).

1.8 Estado ampliado de conciencia

Transitar por un camino que nos lleve a ampliar nuestros horizontes, es una vía
de desarrollo que nos trae infinitas posibilidades de crecimiento y armonía.
Ampliar nuestra conciencia, es ampliar nuestros caminos de acción.
Muchas veces arrastramos problemas o realidades pues no tenemos más opciones de
respuesta o de manejo de la situación. Todas las vías que nos ayuden a abrir
opciones en este sentido, serán válidas en tanto resuenen con nuestro ser
interno, dado por hecho que hay una intención, una decisión de emprender este
viaje, sabiendo que veremos nuestra sombra, y algunos dragones en el camino. Se
trata con ello de aumentar nuestra efectividad como creadores de nuevas
realidades.
Un estado conciente es una pequeña parte de nuestra capacidad de estar en el
mundo. Procesamos alrededor de 2000 bits por segundo en comparación de lo que
capta nuestro cerebro, que son, 400.000 bits. ¿Dónde queda toda esa otra información
almacenada? ¿Somos concientes de cuando sale a relucir?. La realidad se torna
borrosa cuando no interactuamos con ella con nuestra conciencia despierta.
Estar en estado de vigilia, o despiertos, no necesariamente indica que estamos
en una constante, más bien, es un devenir dinámico que nos trasporta a diferentes
realidades, seamos concientes o no de ello. Somos un organismo interconectado
con el entorno y esto va a influir en como pienso y en como me comporto. “La
consciencia es pues discontinua e intermitente y si nos parece continua es por el
efecto del recuerdo. Dentro de los contenidos de lo inconsciente Jung dice que unos
son asequibles, otros medianamente asequibles y otros inasequibles” (Pérez, 2002).

11
Jung también hace mención a lo relativo de la conciencia en términos que dentro de
sus límites, no hay una sola conciencia, sino toda una escala de intensidades de
conciencia. Así lo confirma Wilber en el estudio del espectro de la conciencia
(Sombra, ego, biosocial, existencial, transpersonal, mente) y en sus niveles de
desarrollo (preegoico, egoico, prepersonal, personal, organísmico, social y
transpersonal).
Debemos aprender a discriminar entre los contenidos intencionados y no
intencionados de la mente. Los primeros deriven del ego de la personalidad, de
la identificación, los segundos, provienen de otro lado, y ese misterio el que interesa
develar, traer lo invisible a la conciencia, pero ya no la conciencia del ego, sino la
conciencia ampliada en su percepción de sí misma y de su entorno.
La conciencia civilizada se ha ido separando en forma constante, a decir de
Jung, de sus instintos básicos, pero ellos no han desaparecido, simplemente se ha
perdido el contacto conciente con ellos, y han tenido que manifestarse de forma
indirecta. Esto puede notarse precisamente en el desequilibrio del cuerpo y de las
emociones, como síntomas físicos o cambios de humor, olvidos o equivocaciones,
todos sin causa aparente.
Según Jung, hay cuatro medios evidentes por los cuales la conciencia obtiene
su orientación hacia la experiencia: La Percepción sensorial, que nos dice que algo
existe; el pensamiento nos dice lo que es; el sentimiento nos dice si es agradable o
no lo es; y la intuición nos dice de donde viene y adónde va (Jung, p. 57). También
señala que son sólo puntos de vista ya que hay muchos otros factores, como la fuerza
de voluntad, temperamento, imaginación, memoria entre otros.
Lo importante de las aportaciones de Jung, es que las explicaciones de la
ciencia a los fenómenos que antes tenían un interés causal, él propone ir más allá de
la causa y responder el “para qué”, es decir, las conexiones que existen en la
naturaleza.

La reproducción de formas arquetípicas de la conducta psíquica, pueden


crear un horizonte más amplio y una extensión mayor de la conciencia,
considerando que pueda integrar a la mente conciente esos contenidos. Ello
modificará la personalidad y facilitará el proceso de conciliar los opuestos y
facilitar la individuación.

1.9 Caminos para la Creatividad

“¿Qué es la creatividad sino otro modo de nombrar al Espíritu?"


K. Wilber

La palabra creatividad deriva del latín “creare” que significa engendrar,


producir, hacer algo nuevo y valioso, “para bien de los demás” como dice De la
Torre. Para Jung, la creatividad es parte de los impulsos instintivos y merece una
consideración especial, ya que le asigna una conexión especial con los instintos. La
creatividad cuenta con un estilo de pensamiento flexible e innovador, alineado
con los desafíos contemporáneos, que son sin duda, los avances científicos y otros
campos, pero también producto del aceleramiento general, aporta al equilibrio y el
desarrollo interno y transpersonal.
Hay muchos creadores capaces de inspirar por su trabajo, perseverancia
y capacidad de enfrentar la adversidad, lo que De la Torre, denomina “Creatividad
Paradójica”, (S. de la Torre, 2006). Por ejemplo, Einstein, con su forma de pensar,
le permitió construir modelos nuevos de mundo y enfrentarse creativamente a
supuestos básicos de los modelos existentes en su tiempo.

12
La mayoría de las personas cuando piensan en él, piensan en fórmulas
matemáticas complicadas, sin embargo su proceso de pensamiento creativo
pensaba básicamente en términos de imágenes visuales construidas y
sensaciones kinestésicas y solamente cuando la imagen estaba ya bien desarrollada
se la podía traducir a una expresión verbal o matemática.

Para Einstein, imaginar era la parte más importante de su estrategia de


pensamiento y llegó a afirmar que “la imaginación es más importante que el
conocimiento” y a declarar “de verdad es un verdadero milagro que los métodos
modernos de instrucción no hayan logrado ahogar totalmente la santa curiosidad de
indagar”.

Buscar estilos de pensamiento de excelencia, o personas que nos sirvan


de modelo o mentor, es una forma creativa de expandir la mirada y la conciencia.

1.10 El Observador que Observa y la Metaposición.

“El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos territorios


sino en tener nuevos ojos” Marcel Proust

Desde el viejo dicho de Descartes “Pienso, luego Existo”, cambiamos a un


nuevo paradigma que podríamos resumir en una frase de Humberto Maturana: “Todo
lo dicho, siempre es dicho por alguien”. Vemos que en este ejemplo, el centro de
gravedad del conocimiento pasa “de lo observado al observador”. Maturana en sus
estudios nos afirma que los seres humanos no disponemos de mecanismos biológicos
que nos permitan tener percepciones de cómo las cosas son. Si esto es así, ¿cómo
alguien podría pensar en tener alguna verdad?.
En todo lo que decimos o en todo lo que hacemos siempre se revela una
comprensión de lo que es posible para los seres humanos. Cada planteamiento de
un observador, nos habla del tipo de Observador que ese Observador considera
ser. Maturana nos señala: “No sabemos como las cosas son. Sólo sabemos como
las observamos o cómo las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos”.
Cada vez que miramos la realidad, la estamos viendo desde nuestro mapa mental, y
cada mapa mental, está condicionado por todas nuestras interpretaciones y
acciones. Los modelos mentales definen como percibimos, sentimos, pensamos e
interactuamos. Cada modelo o mapa mental, está condicionado no sólo por su ego, y
sus identificaciones con ciertos sistemas, sino que además por numerosos filtros,
como por ejemplo: El sistema nervioso (limitaciones fisiológicas); la cultura
(experiencias compartidas); la historia personal (raza, sexo, nacionalidad, educación,
contexto familiar, etc); el lenguaje (capacidad para hacer distinciones y ordenar el
mundo en categorías operativas, inteligencia) y la comunicación.
Surgen problemas de relaciones cuando cada interlocutor cree que SU visión
es LA manera de verlas. En vez de indagar el modelo mental de su interlocutor, se
traba una batalla para definir quién tiene la razón, quien tiene la interpretación correcta
de la realidad.

“No vemos las cosas como son, sino como somos”


El Talmud

El tema que nos interesa es cómo hacer para salir de esa identificación.
Una alternativa es observando nuestro observador. Podemos observar al
observador que somos y si no nos sirve su interpretación, buscar otra que nos apoye
con nuestros planes.

13
¿Cómo se hace? . Observando …
+ nuestra observación.
+ cuales son nuestras creencias o juicios desde donde partimos.
+ el estado de ánimo que tenemos frente a ese desafío.
+ nuestro cuerpo. Muchas veces con sólo cambiar nuestra postura corporal,
podemos ver las cosas diferentes.

El trabajo interior, se puede desarrollar por diferentes vías, como se ha dicho.


Una de esas formas que se puede practicar es el trabajo de disasociación.
Consiste en visualizarse desde fuera de sí, para tener una visión de nuestro
propio ser que observa. Este observador que puede observarse a sí mismo, es la
facultad que tiene la conciencia de expandirse y darse cuenta de sí misma.
Hay una variedad de técnicas donde se ocupa la metaposición, como por
ejemplo, situar un espacio psicográfico distinto al presente, y mirarse desde allí,
esta operación puede incluso multiplicarse en dos o varias metaposiciones que con la
guía de un coach, pueden resultar muy clarificadoras para una situación determinada.
Otra posibilidad más o menos conocida de este uso, es el de situarse en el
lugar de otra persona, como con Einstein, es decir, un mentor, alguien a quien
admiramos por su sabiduría o por alguna cualidad especial. La acción de situarse en el
lugar de ese mentor o mentora, y dar algún mensaje desde esa conciencia –distinta a
nuestro observador personal-, nos abre nuevas posibilidades y miradas. Muchas
veces, estamos tan identificados con aquello que observamos, que nos resulta muy
beneficioso pensar desde otra perspectiva. Tal es el caso de E. De Bono, con su
conocida técnica “Los seis sombreros para pensar”, en la cual, cada sombrero tiene
determinadas características de pensamiento. Otro ejemplo, es la técnica de
creatividad Walt Disney, donde se evalúa un objetivo de cambio, a través de tres
estrategias de pensamiento: El soñador, el realista, y el crítico.

Nos preguntamos a nosotros mismos:


¿Quién soy yo para ser brillante,
extraordinariamente talentoso y magnífico?
Y en realidad:
¿Quién eres tú para no serlo?
Nelson Mandela

1.11 Creación de realidades positivas

“Los problemas que tienes hoy no pueden ser resueltos


pensando de la misma manera que pensabas
cuando los creaste”.
Albert Einstein

Son muchas las herramientas que se pueden utilizar como vía de desarrollo de
la conciencia y de crear realidades positivas para nosotros y nuestro entorno. Todas
ellas, no son un fin, es decir, no tendríamos que pensar en hacernos yogui ni un ser
que no corresponda a nuestra cultura o valores, el trabajo interior consistirá en que
cada uno llegue a ser un maestro de sí mismo y que pueda ocupar las técnicas
que mejor le resuenen a su forma de ser.
La propuesta entonces se abre en posibilidades, donde lo transdisciplinar
cobra un rol destacado en el proceso de cambio y desarrollo. Se trata de tomar el
conocimiento como una fuente de la cual nos nutrimos para un objetivo mayor. Donde
a través de una alquimia transformadora, pasamos de un estado presente, a un estado
más sublime, con mayor potencial manifestado.

14
Trabajar con el mundo de imágenes interiores, y el mundo de los
arquetipos, nos brinda una manera creativa de abordar nuestro proceso de
desarrollo.

Se propone en el siguiente apartado, tres ejemplos de cómo puede llevarse a


la práctica el trabajo de ampliación de conciencia a través de técnicas de metaposición
con algunos arquetipos, señalando además, que son técnicas que han sido trabajadas
por la autora en distintos contextos educativos y terapéuticos con resultados muy
satisfactorios.

II. EXPERIENCIA PRÁCTICA

PROPUESTA DE TRABAJO VIVENCIAL.

2.1 Trazando el Viaje del Héroe.

Para ayudarle a explorar y prepararse para algunos aspectos claves de su propio viaje
heroico, elija un proyecto, una transición o iniciativa en la que esté involucrado
actualmente o planifique estar y responda a las siguientes preguntas: (Relájese Y
Tómese su tiempo).

a. ¿Cuál es el desafío (demonio) que debe/quiere enfrentar ahora?

b. ¿Cuál es el territorio nuevo que este logro implicará (más allá del umbral)
donde le fuerza a entrar e ir más allá de la situación actual/problema/crisis?

i) ¿Cuál es el llamado a la acción?


ii) ¿Quién sería usted si aceptase ese llamado?. (Es muy útil
responder a esta pregunta bajo la forma de un símbolo o una
metáfora, por ejemplo, “He sido llamado a ser un águila/un
guerrero/un mago, etc.”.

c. ¿Qué recursos tiene ahora disponibles para ello? Y ¿Cuáles necesita


desarrollar en profundidad para poder enfrentar el reto, cruzar hacia lo nuevo y
cumplir con su llamado de identidad?

d. ¿Quiénes son (o serán) sus “compañeros de viaje” para esos recursos?

Una vez que haya identificado a sus patrocinadores, imagine donde estarían
físicamente colocados alrededor suyo para darte el mejor apoyo en el camino.
Uno por uno, póngase en los zapatos de cada uno de los patrocinadores y en
segunda posición o metaposición, pregúntese: “¿Qué mensaje o consejo tienes
para mi?”. Vuelve a tu propia perspectiva (primera posición) y recibe los
mensajes.

e. Integre cada uno de esos mensajes y trace una línea de tiempo hacia su
futuro.

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2.2 Centración con Arquetipos

En el viaje del Héroe, podemos ver una matriz que orienta nuestro comportamiento
humano como parte del legado colectivo. Y en él confluyen arquetipos que definen
comportamientos e incluyen personajes simbólicos.
Algunos de ellos son: El Amante; El Guerrero; El Soberano; El Explorador; El
Creador; El Mago y El Bufón.

A continuación se hará una breve descripción de los mencionados. (Fuente: Riveri, J.


2006)

AMANTE
Meta Unidad, totalidad, conexión
Tarea Compromiso con lo que amas
Regalo Compromiso, pasión, éxtasis
Relación con los
problemas Amarlo
Sombra Celos, envidia, fijación obsesiva con lo amado

BUFON
Meta Gozo, placer, vitalidad
Tarea Confiar en el proceso y disfrutar el camino
Regalo Gozo, libertad y liberación
Relación con los
problemas Jugar, alivianar
Sombra Autoindulgencia, pereza, confusión respecto a sus
necesidades

GUERRERO
Meta Ganar, crear una diferencia, obtener un cmano propio
Tarea Asertividad y pelear por lo que vale la pena
Regalo Coraje, disciplina y habilidades
Relación con los
problemas Vencer y convertir
Sombra Rudeza, obsesión por ganar, ver cada diferencia como
amenaza

DESTRUCTOR
Meta Crecimiento y metamorfosis
Tarea Aprender a dejar ir, dar vuelta la página y aceptar la
muerte
Regalo Humildad y aceptación
Relación con los
problemas Destruir y ser destruido por
Sombra Auto destrucción o destrucción de otros

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EXPLORADOR
Meta Buscar una mejor vida o una mejor manera
Tarea Ser verdadero en un sentido más profundo
Regalo Autonomía y ambición
Relación con los
problemas Escapar, salir, partir
Sombra Excesiva ambición, perfeccionismo, incapacidad de logro,
permanente búsqueda

CREATIVO
Meta Crear nueva vida, realidades
Tarea Autocreación y autoaceptación
Regalo Creatividad, identidad y vocación
Relación con los
problemas Aceptar que es parte de sí mismo
Sombra Creación de circunstancias negativas, creación obsesiva,
vicio por el trabajo “trabajólico”

SOBERANO
Meta Armonía y prosperidad
Tarea Responsabilidad en la vida y expresión de sí mismo
Regalo Soberanía, responsabilidad y competencia
Relación con los
problemas Buscar usos constructivos

Sombra Control, rigidez, conductas manipullativas

De acuerdo a Stephen Guilligan existen tres “energía arquetípicas”


fundamentales y necesarias para completar con éxito el “Viaje del Héroe”:
Fortaleza (poder, determinación, fiereza); Compasión (delicadeza, apertura,
gentileza) y Humor (capacidad de jugar, flexibilidad, creatividad, viveza).

Se necesita fortaleza para seguir comprometido y fijar límites. La fortaleza


sin las fuerzas equilibrantes de la compasión y el humor, puede transformarse
en violencia y agresión. Se necesita compasión para conectarse a los demás,
para lograr la totalidad emocional y para dar y recibir eficazmente el apoyo
necesario para crecer. Se necesita humor para encontrar perspectivas nuevas,
para ser creativo y flexible. Pero el humor sin la fortaleza y compasión pueden
volverse cinismo y engaño superficial.

El desafío es mantener estas tres fuerzas en equilibrio desde nuestro


centro. Cuando desistimos o cedemos nuestro centro a cualquiera de estas energías,
se desintegran y desarrollan su “sombra”. (C. Pearson, Awakening the Heroes within,
1991. en J. Riveri)

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2.3. Ejercicio Vivencial con 3 Arquetipos:

Se trabajará en un cambio de estado negativo a uno de mayor centración a través de


la energía–recurso de tres arquetipos: Guerrero, Bufón y Amante.
Se genera un contexto de respeto, confianza y apertura a la experiencia.

a. Recuerda una experiencia de descentración, pérdida de control o estado de


baja energía. Sitúela en un espacio psicográfico cerca suyo.

b. Colóquese un momento en la experiencia y tráigala de manera asociada (como


si usted la viera desde sus ojos). Explore su postura corporal, sus sensaciones,
emociones y pensamientos que tiene. ¿qué cosas se está diciendo en su
diálogo interno?, ¿cómo siente el cuerpo?, ¿qué imágenes le invaden?.

c. Salga de esa posición y piense en como le habita la energía del Arquetipo


Guerrero, la del Bufón, y la del Amante. (Una vez cada uno).

i) Adopte la postura con cada uno de ellos e identifique al ritmo de su


respiración como se va llenando de los regalos que le traen. Por
ejemplo, ¿cómo se mueve cuando le visita el bufón?, ¿cómo podría
sintetizarlo en un solo movimiento?, amplifíquelo y luego hágalo
sutilmente, ponga una sonrisa brillante en sus ojos a la vez que
hace el movimiento, respire y deje que la energía de gozo,
liberación, juego y vitalidad le invadan. Así, sume también los
arquetipos del Guerrero y del Amante.

ii) Haga una síntesis de cada uno de los movimientos y ánclelo con su
respiración a la vez que se da un refuerzo positivo verbal en su
diálogo interno. (Puede ser alguna frase que le guste
especialmente o algo que le resuene en este momento, por ejemplo:
“Todo está bien”, “En paz y alegría”, etc.).

iii) Integre paso a paso las tres energías en una sola respiración. La
secuencia sería así: Respiración, Sonrisa Brillante, Mensaje Positivo
en su diálogo interno y Postura de Centración.

d. Una vez que sienta que puede centrarse con las energías arquetípicas
accesando a ellas con su movimiento de centración, sitúese nuevamente en la
situación negativa previa y aplique su recurso de centración. Tome conciencia
de las nuevas formas de mirar que aparecen desde este nuevo escenario.

e. Cree un espacio psicográfico futuro donde sospeche que puede descentrarse


y pruebe su recurso.

f. Integre su movimiento de Centración y proyecte a su futuro.

2.4 Ejercicio Vivencial con 7 Arquetipos:

Se busca potenciar el auto conocimiento a través de los arquetipos y fortalecer la


centración en la presencia de cada uno de ellos. Serán todos ellos quienes
acompañarán este camino que busca ampliar una comprensión de ti mismo, desde tu
sabiduría personal.

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a. Desde una metaposición, sitúe en el espacio un Círculo con 7 arquetipos (
Explorador, Destructor, Amante, Bufón, Creativo, Guerrero y Soberano) y un
espacio central para la experiencia de centración.

b. Sitúese en el centro, asociándose a una experiencia en la cual se ha sentido


centrado; lo que permitirá calibrar la vivencia en específico. Una vez asociado
plenamente, explore su fisiología y cree un movimiento/color/sonido/metáfora,
que exprese la vivencia.

c. Sitúese en un arquetipo, accesando y anclando la experiencia y desde esta


posición, cree un movimiento que exprese la vivencia. Tome conciencia
además de si es de los que más o menos le visitan. Transfiera el
movimiento/color/sonido/ metáfora de la posición del arquetipo hacia el centro.

d. Hágalo con cada uno de los siete arquetipos y vaya calibrando su estado de
Centración con sus energías.

e. En cada uno, tome conciencia de las variaciones de la experiencia de los


arquetipos más la centración, ¿ella le fortalece o debilita?, ¿Cómo se modifica
su forma de sentir, creer, y ser en el mundo?

f. Integre en su respiración la centración total, ánclale y transfiérala a su futuro.

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