Sei sulla pagina 1di 2

¿Los peruanos tenemos identidad nacional?

Joselyn Góngora Marcos


Reseña Crítica

¿El Perú es una nación, lo ha sido, lo será algún día? ¿Es, ha sido o será un conjunto de
naciones? Por lo mismo, ¿ha tenido , tiene o tendrá una identidad nacional, o varias?
¿Por qué los peruanos hablamos de identidad nacional? ¿Porque no la tenemos, no es
una sola, no es clara, es nueva? ¿Desde cuándo es un problema, un motivo de
preocupación intelectual? ¿Acaso desde la guerra con Chile? Lo cierto es que Perú busca
su identidad desde hace muchos años.
La identidad nacional se basa en una condición social, cultural y especial. Es la identidad
basada en el concepto de nación, es decir, el sentimiento de pertenencia a una
colectividad histórico-cultural. Si la nación peruana significaba una comunidad de origen,
lengua, cultura y ciudadanía, que debía instaurar una igualdad y fraternidad real entre sus
miembros, entonces, la nación se encontraba todavía en camino de formación. Si nuestra
construcción nacional está todavía en proceso, ¿En qué estado se encuentra nuestra
identidad nacional? Un individuo puede reclamar, su identidad religiosa, su identidad
racial, su identidad económica, etc. Podríamos continuar con otras identidades
individuales posibles, sin embargo, lo que queremos resaltar es que, en el caso peruano,
existe una sola identidad nacional dominante: ser peruano.
La historia de Perú nos muestra un proceso inacabado de formación de una nación con
ingredientes diversos. El Perú que conocemos e integramos se ha constituido lentamente.
Es obra de muchas generaciones, un resultado histórico, una consecuencia, un ser nuevo
que antes no existía, que se ha formado y sigue formándose, pues el proceso no ha
concluido.
La necesidad de reconocernos y aceptarnos como sociedad conlleva la necesidad de
reflexionar sobre aquello que define y describe la identidad nacional en el Perú. Ahora
bien, los intentos por describir o definir la identidad nacional peruana aparecen como una
tarea difícil de acometer en la medida en que la peruanidad y lo peruano suponen una
abstracción socio-política, adherida a un espacio geográfico que es el Perú. Se ha referido
que el problema de definición de la identidad peruana se relaciona con los conflictos
intergrupales internos expresados en las fronteras étnicas, el racismo y la discriminación
predominantes en el país
La identidad nacional alude también a un sentido de continuidad entre sucesivas
generaciones. Aquí es donde la deuda con los muertos se hace importante. Todos los
muertos nacionales, destacando los héroes de la patria, forman parte de una sola
comunidad nacional donde conviven los peruanos vivos y los peruanos muertos. Es por
ello que la nación está compuesta tanto por las glorias como por las derrotas de los
hombres y mujeres del pasado y del presente. Hay una continuidad inquebrantable (una
herencia genética, cultural e histórica) entre los antepasados y los hombres del presente
Muchos elementos que componen la identidad nacional son creados y recreados
permanentemente por la creatividad de sus diferentes clases sociales. Los guardianes de
la tradición, los intelectuales, políticos, militares, escritores, burócratas, artistas,
sacerdotes e historiadores registran, modifican y transmiten una gran cantidad de mitos,
símbolos, recuerdos, valores y creencias, que se convierten en tradiciones veneradas por
los ciudadanos de un país.
Dentro de los procesos de superación de conflictos, la construcción de una memoria
nacional que incluya la experiencia de todos los grupos, aceptando los sufrimientos de
todos y reconociendo sus aportes es central. Es decir, se busca una memoria nacional
“feliz”, que implica reconocer el sufrimiento del otro, pero connotar lo positivo de él
también. Este ejercicio nacional de memoria colectiva puede ayudar a reforzar un
autoconcepto nacional positivo, reforzar la valoración del grupo nacional, y finalmente
reforzar la identidad y cohesión nacional
Mi conclusión es que ha sido poca o ninguna: "identidad cultural", "espacio audiovisual",
"cultura nacional" y otras, funcionan como "agarraderos" de cierta utilidad, ya que ofrecen
respetabilidad e identificación para una diversidad de proyectos político-económicos que
rivalizan entre sí en el dominio de la cultura. Sin embargo, una vez que se empieza a
examinar estas cuestiones, es imposible evitar discusiones de orden tétrico que yacen
bajo la confusión aparente en la superficie. Los peruanos contamos con una herencia
histórica excepcional (que se encuentra en el inconsciente de todas las naciones del
planeta). Ello nos permite construir una identidad nacional única y muy rica. Esta
formidable ventaja comparativa no ha sido, sin embargo, totalmente aprovechada.
Finalmente, tanto para reforzar la identificación nacional, la valoración positiva de la
supra-categoria peruana, y un estereotipo nacional positivo, congruente con un proceso
de recategorización en una nueva identidad común, como para mejorar la valoración e
identificación con los sub-grupos étnicos peruanos, congruentes con un proceso de
identidad dual y diferenciación complementaria, se debe trabajar en el debilitamiento de
las creencias de dominación social, de los valores jerárquicos y el fortalecimiento de los
valores de trascendencia del yo. Dado que los valores de trascendencia del yo o de baja
jerarquía, como el universalismo, se asociaron a más identificación con diferentes grupos
étnicos y con un menor prejuicio o mejor valoración de todos los grupos, incluidos los
peruanos en general y los blancos, ocurriendo lo contrario con los valores de promoción
del yo. Es decir, estos últimos valores obstaculizan tanto la valoración e identificación con
la supra-categoría nacional, como la percepción diferenciada positiva de los sub-grupos
étnicos que componen a la primera, es decir, socavan la identidad dual y complementaria
con las categorías étnicas. Este proceso de cambio de creencias de dominación grupal a
creencias y valores igualitarios es un camino para construir una identidad nacional
inclusiva.

Potrebbero piacerti anche