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2.

TRANSITORIOS GENERADOS POR


VALVULAS Y BOMBAS

Pedro Luís Iglesias Rey


Joaquín Izquierdo Sebastián
F. Javier Martínez Solano
Vicente S. Fuertes Miquel

2.1. INTRODUCCIÓN.

Los transitorios hidráulicos pueden producirse por diferentes causas y, a su vez, de


múltiples maneras. Entre las principales causas que provocan un flujo transitorio
destacan tanto por su frecuencia de ocurrencia, como por la magnitud del transitorio
hidráulico producido, principalmente dos:
1. Maniobras y cambios de posición de válvulas.
2. Variación en el punto de funcionamiento de bombas.
Además de las perturbaciones producidas por los cambios de operación de los
elementos anteriores en situaciones previstas y durante maniobras programadas o
realizadas por los operadores del sistema hidráulico voluntariamente, deben tenerse en
cuenta obligadamente todos aquellos acontecimientos imprevistos que puedan
desencadenar directa o indirectamente un fenómeno transitorio, en general más
peligroso que los anteriormente citados.
Probablemente, la situación de riesgo más común es la parada accidental de las bombas
debido a un fallo en el suministro de energía eléctrica a los motores de accionamiento
de dichas bombas. Asociado con este suceso de parada de bombas, puede ocurrir un
"clapeteo en la válvula de retención" que suele colocarse en la salida del grupo de
bombeo, fenómeno que se conoce en la literatura anglosajona como "check valve slam".
El análisis de todos estos regímenes no estacionarios es absolutamente necesario para
garantizar un correcto funcionamiento a corto y largo plazo de todo sistema hidráulico,
teniendo un interés preventivo, para evitar la ocurrencia de accidentes más o menos
importantes, pero siempre indeseados.
Los acontecimientos imprevistos se clasifican en dos grupos:
1. Controlables por los operadores.
2. Externos o incontrolados.

2.1
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

En ambos casos, el proyectista tiene la responsabilidad de prever adecuadamente la


posible ocurrencia de los mismos, y diseñar las protecciones idóneas del sistema para
que su respuesta se encuentre dentro de los límites técnicos de seguridad o de los rangos
establecidos en las especificaciones técnicas.
En el presente capítulo se van a tratar las perturbaciones generadas por apertura o cierre
de válvulas, y las ocasionadas por la parada de grupos de bombeo. En general, todas
ellas deben ser controladas por los operadores, pero como ya se ha comentado, se
enfatiza en la ocurrencia imprevista de una parada accidental de las bombas, que merece
una atención muy especial, ya que normalmente provoca un transitorio más severo.
Justificado el indudable interés práctico del análisis de transitorios hidráulicos en
sistemas hidráulicos originados por las denominadas perturbaciones no periódicas, debe
enfatizarse la enorme importancia que tiene caracterizar con suficiente precisión todos
los elementos que intervienen: válvulas y grupos motor-bomba.
El cálculo de los transitorios producidos en un elemento consiste en la resolución del
correspondiente sistema de ecuaciones, expuesto en el capítulo anterior, con las
condiciones de contorno respectivas. La complejidad de la resolución de este problema
reside en la seria dificultad en caracterizar los elementos activos, sobre todo su
comportamiento dinámico.
La definición de manera precisa de los elementos válvulas y bombas, no es fácil, sobre
todo en el caso de régimen transitorio, pero su influencia en los resultados del cálculo,
se efectúe éste por unos u otros procedimientos (por ejemplo, método de las
características) es, más que relevante, decisiva en muchos casos.
El objetivo que persigue este capítulo es fundamentalmente justificar y enfatizar la
importancia de la etapa previa de caracterización de los elementos que ocasionan esa
perturbación, puesto que de la bondad de dicha modelación dependerá la validez de los
resultados obtenidos, aplicando uno u otro método. Esta primera etapa de elaboración de
la base de datos necesaria para calcular un transitorio y proceder después a la selección
de los dispositivos de protección (directos o indirectos) no es en absoluto puro trámite, y
requiere más rigor que otras etapas posteriores, donde se introduce un margen de
seguridad o un coeficiente de garantía.
La consideración de la incertidumbre que preside la elaboración y actualización de la
información contenida en las bases de datos es, también, un aspecto importante.

2.2
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

2.2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS.

Uno de los efectos característicos de las válvulas instaladas en los sistemas hidráulicos a
presión son la generación de fuertes transitorios en las instalaciones cuando se procede a
la maniobra de las mismas. Así, el cierre de las válvulas, en sus diferentes tipos son el
origen de la aparición en las instalaciones hidráulicas de las sobrepresiones y
depresiones más importantes.
El conocimiento de los diferentes transitorios generados por los cierres de válvulas es
fundamental para seleccionar las maniobras de operación sobre las mismas. En esta
dirección se presentan a continuación, antes de proceder al estudio en detalle de los
cierres reales de las válvulas, algunos conceptos que son fundamentales en el análisis
(los conceptos de cierre rápido y cierre lento, la fórmula de Michaud, la fórmula de
Mendiluce, etc).

2.2.1. Concepto de cierre rápido y cierre lento

Considérese la instalación de la Figura 1, en la que al final de la conducción se halla una


válvula cuyo tiempo de maniobra, Tc, es variable. Si, partiendo de las condiciones de
régimen, se produce un cierre instantáneo y total (Tc = 0), se generará, obviamente, una
sobrepresión máxima igual al pulso de Joukowski ∆p = ρaV0, como consecuencia de
que todo el fluido es obligado por la válvula a pararse de manera inmediata. El resto de
la columna va deteniéndose de manera progresiva, con una celeridad a, como
consecuencia de admitir efectos elásticos en fluido y paredes.

H0 V0

Figura 1. Descarga de un depósito controlada por una válvula.

Tras el cierre de la válvula la onda de presión viaja en el sentido de aguas arriba, hasta
el depósito a donde llega en el instante L/a y allí se refleja, invirtiéndose el signo de su
pulso. Posteriormente, en el tiempo t = 2L/a la onda llega nuevamente a la válvula que
la generó. La evolución de la presión y de la velocidad en el punto medio de la tubería,
que muestra la figura 6, posibilita una mejor comprensión del fenómeno.

2.3
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

H0+∆H

H0

H0-∆H
t
L L 3L 2L 3L 4L 5L 6L 7L
2a a 2a a a a a a a
V

V0

t
0

-V0

Figura 2. Variación de la presión y de la velocidad del punto medio de la conducción


(Figura 1), tras un cierre instantáneo (Tc=0).

Supóngase ahora que el cierre ya no es instantáneo, (Tc > 0), pero se cumple la
desigualdad Tc < 2L/a. Es claro que se alcanzará en la válvula la máxima sobrepresión
∆p = ρaV0 antes de que las primeras ondas que partieron de ella estén de vuelta con su
signo invertido. Lógicamente, en este caso, se alcanza tal sobrepresión máxima por
suma de una serie de ondas infinitesimales que son la consecuencia de los distintos
cierres progresivos de la válvula hasta el cierre total. A un cierre como éste, que no es
instantáneo pero que no impide que se alcance la sobrepresión de Joukowski, se lo
llama cierre rápido.
Si, finalmente, Tc es superior a 2L/a, aún no se habrá cerrado por completo la válvula
cuando las primeras ondas negativas, procedentes del depósito, estén ya de vuelta. Estas
ondas negativas de retorno, tras el nuevo rebote con la válvula, serán origen de nuevas
ondas negativas que se compensarán de alguna forma con las ondas positivas que
todavía produce la válvula que aún se está cerrando. En consecuencia, no se alcanzará la
máxima sobrepresión ρaV0 y se dirá que se trata de un cierre lento.
El planteamiento precedente se corresponde con el cierre de una válvula en donde el
tiempo operacional queda perfectamente definido a partir de Tc. Sin embargo, para otros
tipos de perturbaciones, como por ejemplo la parada de una bomba, es posible

2.4
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

generalizar este concepto, y se habla, en general, de acontecimiento rápido y


acontecimiento lento. En el caso de la parada de una bomba, por ejemplo, se toma como
equivalente al tiempo de cierre Tc, el tiempo transcurrido desde que se opera la parada
de la bomba, en cuyo instante la velocidad del fluido es igual a Vo, y el momento en que
el flujo de agua invierte su sentido. Si este tiempo de inversión de flujo, Ti, es inferior a
2L/a se habla de parada de bomba rápida (o acontecimiento rápido). Si, por el contrario,
el sistema tuviera una notable inercia el tiempo de inversión Ti sería superior a 2L/a y se
hablaría de una parada lenta (o acontecimiento lento).

2.2.2. Ejemplo: Estudio del cierre de válvula más adecuado para una instalación.

Se dispone de una aducción por gravedad desde un depósito de traída hasta la entrada a
una población, tal como muestra la figura. Por necesidades de operación en el sistema
la válvula de entrada a la población debe cerrarse en diversas ocasiones a lo largo del
día, por lo que se aborda estudiar como debe ser el cierre de dicha válvula para no
generar fenómenos transitorios no deseados en la conducción.
50 m Se supone que la población
mantiene en todo momento una
contrapresión en el punto aguas
abajo de la válvula de valor
0m
aproximado a 30 mca.
Las características principales de
la conducción son: diámetro
interior 400 mm; factor de
fricción (que ha sido adecuadamente calculado a partir de la rugosidad del material)
f=0’016; y celeridad de la onda de presión (por simplificar) 1000 m/seg.
La válvula situada en el extremo aguas abajo de la aducción es de diámetro nominal
300mm, conun coeficiente de caudal a válvula completamente abierta de valor:
Kv0=1960 m3/h (kg/cm2)
Se admite que la evolución del coeficiente de caudal de la válvula en función del grado
de apertura es el que se indica en la Figura 3, siendo el grado de apertura de la válvula
inicial del 65%.
El cálculo del caudal de régimen se obtiene a base de considerar las pérdidas por
fricción en la conducción y las pérdidas de la válvula para el grado de apertura del 65%.
Para dicho grado de apertura el valor de Kv/Kv0 es 0’41, por lo que el coeficiente de
caudal es 811 m3/h (kg/cm2). El caudal final de circulación por la conducción en
régimen es de 185 l/seg.

2.5
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

0,8

Kv/Kv0 0,6

0,4

0,2

0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Grado de apertura

Figura 3. Característica de cierre de una válvula de asiento.

Mediante diferentes simulaciones por ordenador se trata de ver cómo puede realizarse
un breve análisis de las diferentes alternativas de cierre posibles de la válvula.

2.2.2.1. Estudio de cierres rápidos en la conducción.

A partir de los datos de la conducción puede establecerse la frontera entre lo que se


denominaría un cierre rápido y un cierre lento:
2L
T= = 6 seg.
a
Por tanto, si se generan cierres de la válvula en tiempos inferiores a 6 segundos se
generarán sobrepresiones y depresiones en la conducción de valor igual al pulso de
Joukowsky. En este caso el pulso de Joukowsky vale:
a 1000
∆H = V0 = 1472
' = 150'07 mca
g 9'81

En definitiva, las sobrepresiones máximas que se generan en los puntos próximos a la


válvula serán igual al valor de la piezométrica en régimen en el punto inmediatamente
aguas arriba de la válvula más el valor del pulso de Joukowsky originado por el cierre
de la válvula:
Hmáx = H0 + ∆H = 3’75 + 150’07 = 186’82 mca
A continuación se realiza una simulación mediante ordenador programando el cierre de
la válvula en un tiempo, por ejemplo de 6 segundos, con lo cual se garantiza que en el
punto situado junto a la válvula aparecerá el pulso máximo de Joukowsky. El valor

2.6
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

máximo de presión obtenida en el punto situado inmediatamente aguas arriba de la


válvula es:
Hmáx=192.87 mca
valor ligeramente superior al establecido tan solo considerando el pulso de Joukowsky.
Esto es debido al efecto del empaquetamiento de las ondas tras producirse el cierre de la
válvula, que origina un aumento ligeramente superior al de Joukowsky. Más detalles
sobre el fenómeno de empaquetamiento pueden seguirse en Abreu et al (1995).

2.2.2.2. Estudio de cierres lentos.

Se trata ahora de estudiar para tiempos mayores de 6 segundos como se comportan las
depresiones y sobrepresiones generadas en la instalación para diferentes tiempos de
cierre. Así, en base a realizar simulaciones sucesivas sobre la misma instalación se
obtiene la siguiente tabla:
TC(seg) 6 10 15 16 17 18 20 30 40 50 60 100
Hmáx 192.9 163.4 129.5 123.7 118.5 113.8 107.8 82.3 71.8 66.1 62.5 56.2
Hmín -83.9 -56.9 -14.7 -7.76 -1.19 4.50 14.5 36.7 36.7 36.7 36.7 36.7

cuya representación gráfica es:


Evolución de las alturas piezométricas máxima y mínima junto a la válvula.
200
180 Tubería de 25 atm
160
140
120
Tubería de 16 atm
100
80
H (mca)

Tubería de 10 atm
60
40
Tubería de 6 atm
20
0
-20 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

-40
Tc (seg)
-60
-80
-100

Figura 4. Representación gráfica de la evolución de las alturas piezométricas máximas


y mínimas para diferentes tiempos de cierre.

Sobre la gráfica de la figura anterior pueden analizarse diversas situaciones que


permiten establecer algunas directrices sobre la maniobra de la válvula. Para ello se va a

2.7
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

centrar el análisis tan solo en lo que ocurre en las inmediaciones de la válvula; si bien en
un estudio más detallado deberían analizarse el resto puntos de la conducción también
con detalle. Asimismo se admite que para el timbrado de la conducción existen
diferentes clases de tubería de presiones de trabajo: 4, 6, 10, 16 y 25 atm.

En base a los criterios establecidos y a la gráfica obtenida mediante la realizaciones de


simulaciones sucesivas se puede concluir:
• Tiempos de cierre inferiores a 17 segundos originan problemas de depresiones
al menos en el punto situado aguas abajo arriba de la válvula. Para tiempos
superiores a 17 segundos deberían analizarse con detenimiento otros puntos.
• Si el tiempo de cierre es aproximadamente de 17 segundos no se tienen
problemas de depresiones, pero se necesita timbrar la tubería a 16 atm, por
cuanto las presiones generadas en las proximidades de la válvula son del orden
de 120 mca; muy superiores a la siguiente clase de precisión.
• Maniobras entre 17 y 26 segundos no presentan ninguna ventaja, por cuanto el
aumento del tiempo de maniobra no compensa la reducción de presión máxima
lo suficiente como para reducir una clase de timbrado de tubería.
• Con tiempos de maniobra entre 26 y 60 segundos puede emplearse en el tramo
junto a la válvula un material de presión de trabajo 10 atm.
• Si pueden conseguirse maniobras superiores a los 60 segundos las depresiones
son tan bajas que puede reducirse la clase de timbrado hasta 6 atm.
• Finalmente, aunque las presiones mínimas son del orden de 3’6 atm, no podría
llegarse a emplear nunca materiales de timbrado inferior a 6 atm, por cuanto el
siguiente material sería de 4 atm y el valor de la presión en régimen estático
(con la válvula completamente cerrada) es de 5 atm (50 mca).

2.2.3. La fórmula de Michaud.

La fórmula de Michaud como recurso para evaluación del golpe de ariete en una
instalación tiene una validez muy limitada. Sin embargo, y dado que en España goza de
una muy amplia difusión, creemos interesante presentar sus hipótesis, por constituir la
mejor manera de conocer las propias limitaciones que la expresión tiene.
Considérese el mismo sistema hidráulico de la Figura 1, en el que se opera la válvula de
su extremo de aguas abajo con un tiempo de cierre Tc superior al período característico
del transitorio 2L/a, lo que supone considerar un acontecimiento lento. Esto equivale a
decir, como se ha visto, que está retornando una onda negativa que alcanza la válvula en
2L/a, y que al reflejarse en la propia válvula, genera una nueva onda de idéntico signo a

2.8
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

la incidente, por lo que se debe superponer con las ondas positivas que la válvula sigue
generando. El resultado es bien claro: en estas circunstancias el aumento de presión que
se genera en la válvula mediante el progresivo cierre es compensado de alguna manera
por las ondas negativas que allí llegan.
La fórmula de Michaud supone que la sobrepresión máxima se alcanza precisamente en
t = 2L/a y proporciona su valor ante el supuesto adicional de que la velocidad disminuya
linealmente, es decir, siguiendo la ley:

 t 
V (t ) = V0 1 −  (2.1)
 Tc 

que, a su vez, proporciona un disminución temporal de velocidad en la tubería igual a:

 2L  2 LV0
∆V = V  t =  − V0 = − (2.2)
 a  aTc

Con estas hipótesis, pues, la sobrepresión alcanzada en la válvula en t = 2L/a, calculada


mediante el pulso de joukowsky es:

ρa 2 LV0
∆p = (2.3)
aTc

o bien en altura de presión:

2 LV0
∆H m = (2.4)
gTc

que resulta más familiar y conocida.


La fórmula de Michaud, a la vista de lo expuesto, es válida para unas condiciones de
disminución de velocidad perfectamente establecidas. Pero si estas condiciones no se
verifican puede proporcionar valores para la sobrepresión máxima distintos de los
verdaderos. Esta afirmación queda enfatizada y desarrollada en los siguientes párrafos.
En primer lugar, se debe hacer constar que la disminución de velocidad del fluido en la
tubería es un efecto, siendo la causa la gradual reducción de la sección de paso de la
válvula. En consecuencia, la aplicación de la fórmula de Michaud no ofrece garantía a
priori. En efecto, en función del tipo de válvula accionada, la disminución de la
velocidad del fluido puede seguir leyes de variación bien distintas.
Resulta natural pensar, de acuerdo al planteamiento efectuado, que sólo cuando la
disminución de la velocidad se corresponde con la gráfica a) de la Figura 5 será correcta

2.9
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

la aplicación de la fórmula de Michaud. Por otra parte, para una ley de variación tipo b),
en la que ∆V2 < ∆V1, la fórmula de Michaud deberá proporcionar una sobrepresión
superior a la real. Además la máxima presión que se alcanza en la válvula no acontece
en el instante 2L/a, dado que las ondas que vienen reflejadas del depósito tienen mucha
menor entidad que las generadas a partir de este momento en la válvula, por sufrir el
fluido una brusca deceleración precisamente a partir de ese momento (t = 2L/a) y hasta
Tc.
Finalmente si la disminución de la velocidad sigue la variación c) el valor que
proporciona la fórmula de Michaud es inferior al real, como consecuencia de verificarse
∆V3 > ∆V1.
V(t)

V0
d) b>2 ∆V1
∆V2

a) b=1
∆V3

b) b=2
c) b<1

t
0
2L/a Tc

Figura 5. Reducciones de la velocidad en la válvula en cierres lentos.

El razonamiento anterior es solo correcto de manera parcial, ya que si bien resulta del
todo cierto que con una ley de cierre de tipo c) se alcanzan valores superiores a los
proporcionados por la fórmula de Michaud se deben destacar los siguientes hechos:
• Una ley de cierre tipo c) no acostumbra a darse en la práctica toda vez que las
válvulas, por lo general, cierran más lento al principio que al final. Luego por
esta vía el valor que da la fórmula de Michaud es raramente superado. De
hecho es un tip de reducción de velocidad más característico de paradas de
bomba.
• No puede concluirse de manera categórica que con una ley de cierre tipo b) la
sobrepresión real esté necesariamente por debajo de la expresión de Michaud. En
efecto, un cierre inicial poco significativo y un cierre final muy brusco puede
echar por tierra, como de hecho ocurre, el razonamiento efectuado al principio
del epígrafe. Si se asume para la variación de la velocidad un comportamiento
dado por:

2.10
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

  t 
b

V (t ) = V0 1 −    (2.5)
  Tc  

puede comprobarse que para valores del exponente b entre 1 y 2 la


sobrepresión real es, en efecto, inferior a la que da la fórmula de Michaud,
mientras que para valores de b superiores a 2 el efecto descrito en este párrafo
(cierre inicial poco significativo y final brusco) hace que la situación se
invierta. La Figura 5 ilustra estos hechos.

De cuanto antecede se concluye que a la fórmula de Michaud sólo se le puede atribuir


un valor orientativo, aunque ciertamente representativo, del valor de la sobrepresión
máxima obtenida durante un transitorio.
Una consecuencia del uso extendido de la fórmula de Michaud es la expresión de
Mendiluce para el cálculo de las depresiones y sobrepresiones generadas en impulsiones
al producirse un fallo de la energía eléctrica. La fórmula de Mendiluce se basa en una
utilización de la expresión de Michaud a partir de estimar, mediante coeficientes
determinados semiempíricamente, el tiempo de parada (cierre de la válvula de
retención) del grupo de bombeo. El uso extendido que la fórmula de Mendiluce ha
tenido en España justifica la mención realizada, si bien debe tenerse en cuenta que todas
las restricciones establecidas a la hora de hablar de la fórmula de Michaud, y alguna
más pueden realizarse sobre ella.

2.2.4. Los cierres reales de válvulas.

Los conceptos mostrados con anterioridad, relativos a cierres rápidos y cierres lentos, y
fundamentalmente la fórmula de Michaud adolecen de un problema que los hacen
difícilmente extrapolables cuando de cierres de válvulas reales estamos hablando.
Durante el cierre de una válvula en ningún momento el operario dispone de control
sobre la evolución de la velocidad V(t) (o caudal Q(t)) en la válvula a lo largo del
tiempo. En el mejor de los casos, si se conoce la característica hidráulica de la válvula
(coeficiente de pérdidas en función del grado de apertura) puede controlarse la
evolución del coeficiente de pérdidas que introduce la válvula, maniobrando
adecuadamente la misma. Por ello, todos los razonamientos hechos con anterioridad
relativos a la evolución de la velocidad en la válvula carecen de importancia, por cuanto
esta evolución no depende de la maniobra de la válvula, sino que es un resultado de la
operación sobre la válvula y la influencia de la misma sobre el sistema.

2.11
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

La relación que expresa el comportamiento de una válvula durante el régimen


transitorio no es más que una extrapolación de su comportamiento en régimen
transitorio. Se trata de una expresión del tipo:

Q = K v ( θ ) ∆H (2.6)

donde el coeficiente de caudal Kv(θ) es función del grado de apertura θ (Kv,0 para
válvula completamente abierta). ∆H es la caída de presión (o de altura piezométrica) en
la válvula, y Q es el caudal circulante por la misma.
En el caso de emplear el coeficiente de pérdidas K (valor a válvula totalmente abierta
K0), en lugar del coeficiente de caudal, la válvula se modeliza mediante la expresión

∆H = K( θ ) Q
2
(2.7)

El grado de apertura θ será, ahora, 1 en el caso de válvula totalmente abierta


(Kv(1) = Kv,0 y K(1) = K0), y 0 en el caso de válvula totalmente cerrada (Kv(0) = 0 y
K(0) = infinito).
A su vez, el grado de apertura es en realidad función del tiempo θ(t), ya que durante el
tiempo de maniobra de la válvula irá modificándose. Se trata por tanto de un dato del
problema, y mediante el conocimiento de la misma podremos determinar el valor de Kv
en cualquier instante t, conocidos sus valores para cualquier grado de apertura θ.
Generalmente los fabricantes proporcionan para cada grado de apertura θ la relación
entre el coeficiente de caudal para el citado grado de apertura θ y el correspondiente a
válvula abierta (θ = 1). Denominaremos ϕ(θ) a la citada relación

Kv (θ )
ϕ(θ ) = (2.8)
K v,0

Así pues, para cualquier instante t, conocida la ley de movimiento de la válvula θ(t), es
posible determinar el valor de ϕ. A partir de la expresión anterior, y conocido el valor
de Kv,0, se calcula el valor de Kv(t).

2.12
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

1
Asiento
Esfera
Mariposa
0,8 Aguja
Diafragma
Compuerta
0,6
Kv/Kv0

0,4

0,2

0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Grado de Apertura

Figura 6. Diferentes características de válvulas.

La Figura 6 representa gráficamente diversas formas de la función ϕ para válvulas de


características diferentes. Para las válvulas de asiento plano se puede observar cómo el
cierre se intensifica al final de la carrera, mientras que lo contrario ocurre con las de
mariposa.
La interpretación de la evolución del coeficiente de pérdidas en función de grado de
apertura de las diferentes válvulas de la Figura 6, ofrece la posibilidad de comparar el
comportamiento de diferentes válvulas. No obstante, el efecto real que cada tipo de
válvula tiene sobre la instalación no depende tan solo de su característica, sino de otros
factores tales como la maniobra realizada, la instalación concreta sobre la que se instala
o el diámetro de la misma.
Existen en la bibliografía diversos estudios en los que se recoge de forma gráfica las
sobrepresiones y depresiones generadas por el cierre de una válvula maniobrada
uniformemente. A modo de ejemplo recogemos las elaboradas por Wood y Jones
(1972), que proporcionan unas gráficas donde, para diferentes tipos de válvulas, se
relacionan los valores adimensionales de las condiciones iniciales α, el incremento
máximo de presión alcanzado ∆hm y el tiempo de maniobra de la válvula tc, cuya
definición es la que se recoge en las expresiones siguientes

2.13
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

g H0 g( H m - H 0 ) a Tc
α = ∆ hm = tc =
aV 0 aV 2L

En las expresiones anteriores, H0 es la altura piezométrica aguas arriba de la válvula en


régimen; Hm la altura piezométrica máxima aguas arriba de la válvula; V0 la velocidad
del fluido en régimen; Tc el tiempo de cierre de la válvula; a la celeridad del pulso de
presión en la conducción; y L la longitud de la conducción.
En la Figura 7 se presenta una de las gráficas mencionadas, correspondiente a la válvula
de mariposa. Las gráficas de Wood y Jones (1972) se han obtenido considerando que no
existen pérdidas por fricción en la tubería, así como un accionamiento lineal del vástago
de la válvula. Su uso se puede extender al caso de impulsiones cuando se cierra la
válvula de regulación a la salida del grupo en marcha, siempre y cuando el tramo de
curva característica de la bomba a la izquierda del punto de funcionamiento de régimen
sea bastante plano.

Figura 7. Sobrepresión debida al accionamiento lineal de una válvula de mariposa.

2.2.5. Ejemplo: Cierre programado de una válvula.

Se dispone de una aducción por gravedad en cuyo extremo se desea diseñar el cierre de
una válvula de compuerta de forma tal que no se generan ni sobrepresiones ni

2.14
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

depresiones importantes en la instalación. Las características de la instalación son las


que se recogen de forma esquemática a continuación:
• Longitud: 4500 m.
• Conducción de diámetro 1200 mm de fundición dúctil, que supone una
celeridad de la onda de presión de 1043 m/seg,
• Caudal de régimen 1906 l/seg, que equivale a una velocidad media en la
conducción de 1’69 m/seg.
Si se produce un cierre instantáneo, el valor de la presión alcanza el valor de 265’05
mca, ya que el valor del pulso máximo de Joukowsky es de 179’7 mca. A partir de esta
referencia si se desea evitar que las sobrepresiones sean tan elevadas se plantea el
realizar el cierre de la válvula de compuerta situada en el extremo en un tiempo mayor.
Lógicamente, para que las sobrepresiones empiecen a descender, el tiempo de cierre
debe ser lo que con anterioridad se ha denominado cierre lento, es decir, debe ser
superior al periodo característico:
2 L 2 ⋅ 4500
TC > = = 8'63 seg.
a 1043
Se plantea entonces un cierre en un tiempo claramente superior al tiempo calculado, por
ejemplo un cierre en 20 segundos. El resultado obtenido es que la presión máxima llega
hasta 260’73 mca, lo que apenas supone diferencia sobre el caso de un cierre
instantáneo. El planteamiento a realizar en este caso puede ser el de aumentar
progresivamente el tiempo de cierre: así para un tiempo de cierre de 2 minutos la
presión máxima se reduce a 227’01 mca.
El problema del diseño de la maniobra de cierre estriba en el comportamiento de la
evolución del caudal en la válvula. En la figura siguiente se analizan los resultados
obtenidos en la válvula para un tiempo de cierre de 20 segundos. Obsérvese como aunque
la válvula se acciona de forma progresiva, el caudal en la válvula no sufre ni muchísimo
menos una evolución progresiva. Esto es debido a que la instalación tiene unas pérdidas
importantes, y hasta que la válvula no se encuentra muy cerrada no introduce unas
pérdidas significativamente importantes.
La alternativa a la maniobra de cierre es realizar ésta en dos etapas diferentes. Así, en
una primera etapa se realiza el cierre de un porcentaje muy alto de la válvula en un
tiempo muy breve. De esta forma en poco tiempo se alcanzan los porcentajes de cierre
de la válvula a partir de los que resulta eficaz el cierre. Posteriormente se cierra el
porcentaje final en un tiempo de cierre adecuado.

2.15
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

Figura 8. Cierre en 20 segundos de una válvula de compuerta de 1200 mm.

Si el cierre programado se realiza de forma que en un tiempo de 5 segundos se cierra el


90% de la válvula y el 10% final se cierre en 40 segundos más, la presión máxima
alcanzada es de 106 mca, tan solo 21 mca por encima de la estática de la instalación.
Nótese que anteriormente, sin accionar la válvula en dos tiempos con dos minutos de
tiempo de cierre la presión máxima era de 227’01 mca.
Otros factores de diseño sobre los que se puede operar para mejorar la maniobra de
cierre de la válvula son el tipo de válvula y el diámetro de la misma. Así, a fin de poder
comparar se ha realizado el cierre de la válvula situada en el extremo de la conducción,
pero en este caso la válvula en lugar de ser de diámetro 1200 mm es de 900 mm, y
además la válvula en lugar de ser de compuerta es de mariposa. El efecto comparativo
de ambas se localiza cuando se ve la evolución del caudal en la válvula.

2.16
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Figura 9. Cierre en 20 segundos de una válvula de mariposa de 900 mm.

2.2.6. Diseño de la maniobra de cierre de la válvula de una estación de bombeo.

Sea una instalación como la de la figura en la que se impulsa un caudal de 25 l/seg a


través de una conducción de fibrocemento de diámetro nominal 175 mm.
La instalación dispone de un sistema de protección contra transitorios originados por la
parada accidental de las bombas, pero se desea diseñar una maniobra de cierre de las
válvulas situadas en el extremo aguas abajo de la bomba a fin de poder posteriormente
proceder a detener éstas sin afectar a la conducción. El elemento de protección de la
instalación se ha diseñado de forma que en ningún momento aparecen depresiones en la
conducción, por lo que el diseño de la maniobra de cierre deberá realizarse de forma que
tampoco aparezcan éstas.
El fenómeno que aparece en este caso al probar cierres de las válvulas uniformemente
accionados es similar al que ocurría en el ejemplo anterior. Así, por ejemplo, un tiempo
de cierre uniforme de 20 segundos en una válvula de compuerta de 150 mm genera una
envolvente de alturas piezométricas máximas y mínimas como el que recoge la Figura
11.

2.17
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

∆z=50 m

Caudal = 75 l/seg

L=750 m

Figura 10. Esquema de la impulsión del ejemplo.

Figura 11. Envolvente de alturas piezométricas máximas y mínimas tras un cierre


uniforme de la válvula de compuerta en un tiempo de 20 segundos.

Las tremendas depresiones generadas se deben a que la válvula, aunque accionada de


manera uniforme, apenas afecta al caudal circulante, tal como puede verse en la Figura
12 que recoge la comparativa de la evolución de la presión y el caudal en la bomba en
función del tiempo.

2.18
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Figura 12. Evolución de la presión y el caudal a la salida de la bomba durante el cierre


de la válvula de compuerta (cierre uniforme en 20 seg.).

Nótese como el efecto generado por el cierre de la válvula sufre los mismos problemas
que en el caso del ejemplo anterior. La solución se centra pues en diseñar una maniobra
de cierre en dos tiempos, de forma que se optimice el tiempo de cierre.
Como solución se decide probar una maniobra de cierre consistente en cerrar un 85% de
la válvula en un tiempo de unos 3 segundos aproximadamente y aprovechar los 17
segundos restantes en cerrar el 15% final. Los resultados que se obtienen con esta
maniobra son los que se recogen en la Figura 13.
Si la maniobra de cierre en lugar de realizarla con una válvula de compuerta se realiza,
por ejemplo, con una válvula de mariposa, de mayor capacidad de regulación, puede
obtenerse una envolvente de alturas piezométricas absolutamente simular con una
maniobra de cierre de 10 segundos, en lugar de 20 necesarios para la de compuerta.

2.19
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

Figura 13. Envolvente de piezométricas tras un cierre en dos escalones de la válvula


de compuerta durante 20 segundos.

2.3. TRANSITORIOS GENERADOS POR BOMBAS.

La impulsión de un fluido desde una cota inferior a otra superior es una exigencia que
en la práctica se requiere con mucha asiduidad: abastecimientos de agua, regadíos,
trasvases, centrales reversibles, etc. En consecuencia el análisis de sistemas de
impulsión y su correcto dimensionado resulta ser una necesidad sentida por un buen
número de especialistas hidráulicos lo que justifica, a nuestro parecer, el que deba
dedicarse al tema más atención. No obstante, existen muchos más casos donde
funcionan grupos de bombeo y resulta obligado analizar los transitorios producidos por
su arranque y parada, o en general con su participación. En definitiva, y como ya se
justificó en la introducción de este capítulo, es fundamental caracterizar dichos
elementos, que constituyen una condición de contorno muy frecuente y decisiva en un
transitorio hidráulico.
La instalación más característica en la que los transitorios originados por bomba se
ponen de manifiesto es la impulsión en una tubería simple, dotado el sistema de bombeo
de válvula de retención a la salida del mismo (ver Figura 10).
De hecho la disposición de una válvula de retención a la salida del grupo motor-bomba
tiene por objeto el proteger el motor eléctrico de arrastre ya que, sin su presencia, al
perder el fluido su inercia en la tubería e iniciar el retroceso en dirección a la bomba,
ésta comenzaría a funcionar como turbina llegando a arrastrar al motor en sentido de
giro contrario al normal, lo que en absoluto es conveniente, dependiendo de las
características del motor el máximo giro inverso tolerado que, como mucho, suele

2.20
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

alcanzar el 30 ÷ 40% del valor nominal. Concretamente si la válvula de retención


fallara, la velocidad de giro inverso podría superar la nominal, lo que se traduciría
probablemente en un serio peligro de deterioro del grupo de bombeo.
La protección del motor-bomba con la válvula de retención se hace, sin embargo, a
costa de que la tubería soporte una sobrepresión mayor al actuar la válvula como un
verdadero tapón. En consecuencia, en instalaciones de una cierta entidad el notable
incremento en el costo de la tubería que comporta el disponer la válvula de retención no
está justificado y se coloca una válvula motorizada que con un cierre controlado permite
hasta un cierto punto el flujo inverso a través de la bomba, estudiándose la solución para
que la velocidad en giro inverso del motor no rebase el valor autorizado por el
fabricante. Obviamente la mayor complejidad está justificada en base a la importancia
de la instalación. Piénsese, por ejemplo, en los grupos de bombeo de una central
reversible.

2.3.1. Caracterización hidráulica de un grupo impulsor.

Tanto para el estudio analítico como gráfico se requiere modelizar el comportamiento


del grupo elevador. Por ello, y como cuestión previa, nos vamos a plantear en este
apartado la caracterización analítico-gráfica de la bomba instalada en su funcionamiento
dentro del primer cuadrante H-Q, a distintas velocidades de giro. Su comportamiento
integral, generalizando el funcionamiento en todos los cuadrantes, será abordado en un
apartado posterior.

2.3.1.1. Curvas características de la bomba en el primer cuadrante del diagrama H-Q.

Toda bomba instalada en un sistema tiene unas curvas que caracterizan su


funcionamiento y que debe proporcionar el fabricante para la velocidad nominal de
régimen, es decir, para N = No. Como ejemplo se muestran las curvas de dos bombas,
una horizontal y otra vertical, ambas pueden funcionar a velocidad variable. Dichas
características se detallan en la Figura 14 y en la Figura 15. Cuando se trata de resolver
una impulsión con válvula de retención a la salida del grupo el caudal a través de la
bomba no puede ser negativo pues lo impide la válvula (supuesta ideal) y, en
consecuencia, no se puede pasar al segundo cuadrante (en él Q<0) careciendo de interés
su modelización en esa zona. Sin embargo la bomba, tras la parada, se decelera y gira
con N<No por lo que sí importa saber su comportamiento a velocidades inferiores a las
nominales de régimen, aunque siguiendo dentro del primer cuadrante. (Q y H mayores
que cero).

2.21
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

Figura 14. Curvas características de una bomba horizontal.

Independientemente del método que se emplee en el cálculo de los transitorios


producidos en la instalación, por arranque o parada del grupo, se precisa siempre la
familia de curvas H-Q para diversas velocidades, lo que puede alternativamente
conseguirse mediante la aplicación de las fórmulas de semejanza a la curva H-Q de
partida, a velocidad nominal.
Generalmente el fabricante sólo proporcionará la familia de curvas H-Q a diferentes
velocidades cuando se trate de una bomba de eje libre, o un grupo motor-bomba de
velocidad variable. Y aún en este caso particular sólo suele proporcionar la gama de
curvas características entre el 50% y el 100% de las prestaciones nominales.
Si el problema se decide resolverlo analíticamente, por ejemplo por el método de las
características, se precisa expresar el comportamiento de la bomba instalada mediante
un sistema de ecuaciones que modelice adecuadamente el mismo.

2.22
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Figura 15. Curvas características de una bomba vertical.

Usualmente se proponen para bombas centrífugas polinomios de segundo grado en


función del caudal tanto para el rendimiento global de la bomba, η, como para su altura,
H, resultando:

H = A + BQ 2 + CQ 2 (2.9)

η = DQ + EQ 2 (2.10)

donde el término independiente del polinomio que expresa el rendimiento no aparece


por pasar esta curva η-Q por el origen de coordenadas. Para este punto, el rendimiento
global de la bomba es obviamente cero, al ser nulos el caudal y la potencia útil.
En general, el orden de los polinomios de ajuste en función del caudal, puede ser mayor,
consiguiendo con ello una mejora en la bondad del ajuste, siempre y cuando se disponga
de una buena y amplia base de datos experimental. Esto está más justificado en el caso
de bombas de tipo mixto, axial y con otros rodetes especiales. No obstante, la elevación
del grado del polinomio presenta serios inconvenientes, como una mayor incertidumbre
en el valor de los coeficientes y un error mayor en la extrapolación. Estas desventajas se

2.23
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

acrecientan cuando se dispone de pocos puntos de ensayo y pertenecientes a un rango


relativamente estrecho entorno al punto óptimo, situación bastante frecuente.
La determinación de los coeficientes de las ecuaciones (2.9) y (2.10) se lleva a cabo
mediante ajuste numérico, por ejemplo con el método de los mínimos cuadrados. en el
que se procede a realizar el ajuste numérico correspondiente a una serie de parejas de
valores, procedentes de un ensayo o de la información aportada por el fabricante de la
bomba.
En este aspecto conviene explicar que, normalmente, la información relativa al
comportamiento de una bomba aparece recogida en gráficas del catálogo del fabricante,
y en pocas ocasiones se adjunta también una tabla de valores correspondientes a un
ensayo normalizado de la bomba. La precisión y la validez en todo el rango de esta
información suele ser bastante desconocida, sobre todo cuando se trata de bombas en
servicio durante mucho tiempo y con un mantenimiento deficiente.
En cualquier caso, dado que se trata de las características de una gama de producto, la
información corresponde a la promediación de las prestaciones de ese conjunto, en base
al ensayo normalizado de las mismas, por tanto debe aceptarse una dispersión en los
valores.
Con el objeto de determinar con mayor claridad cual debe ser la garantía de los datos en
servicio de una bomba, se recomienda consultar las normas de pruebas y ensayos de
grupos de bombeo, entre las que destacan la norma ISO 2548, la norma francesa NF X
10-601 y la norma DIN 1944. En todas ellas se emplea el concepto de zona y curva de
garantía de una bomba, tal y como se resume en la Figura 1.4, donde se establece la
banda de confianza de la curva de una bomba genérica.
En base a lo dicho, la extrapolación de las curvas del fabricante, en cuanto a rango de
caudales o cambio de velocidad, supone un riesgo y por ello debería exigirse la
realización de un ensayo para caracterizar la bomba en todo el rango y no sólo en un
entorno de su punto óptimo de funcionamiento. La comprobación de sus características
principales H-Q, Potencia-Q y velocidad de giro es muy importante, tanto para su
diagnóstico, como para su posterior modelización en el cálculo de los transitorios
hidráulicos, objetivo de este capítulo.

2.24
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Figura 16. Expresión gráfica de la norma ISO 2584 de ensayo de bombas.

2.3.1.2. Comportamiento de la bomba a diferentes velocidades de giro.

Finalmente, la consideración de velocidad de giro distinta a la de régimen se contempla


con el parámetro adimensional α

N
α= (2.11)
No

de manera que el comportamiento de la bomba a una velocidad genérica dada por α, y


diferente de la nominal N0, puede aproximarse en base a la teoría de semejanza absoluta
aplicada a una misma bomba, pero girando a diferentes velocidades, según

2.25
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

H = Aα 2 + BαQ + CQ 2 (2.12)

Q Q2
η=D +E (2.13)
α α2

tras aplicar las relaciones de semejanza. Se remite al lector interesado en seguir el


desarrollo anterior, a la Ref. Cátedra de Mecánica de Fluidos, (1987).
Dado que la validez de la expresiones anteriores está restringida como es lógico, a un
rango de variación de la velocidad de giro N, normalmente hasta un 50 % de reducción
de su valor nominal, debería corregirse en base a la teoría de semejanza restringida o
mejor aún, procediendo al ensayo de la bomba a velocidades de giro diferentes. La
advertencia anterior es fundamental, sobre todo, si se tiene en cuenta que tanto en el
proceso de arranque, como en el de parada, la bomba gira a velocidades bastante
menores que la nominal, y su comportamiento durante esos transitorios debe ser
modelizada convenientemente.
Desafortunadamente, la mayor parte de las instalaciones de bombeo actualmente en
servicio y las que se encuentran en fase de construcción y proyecto, suelen ser de
velocidad fija, y no se dispone de información técnica relativa a su comportamiento a
velocidades distintas de la nominal. Pero incluso, en el caso particular de tratarse de
bombas que van a funcionar a velocidad variable, o son de eje libre, la información
suministrada por el fabricante se ciñe estrictamente a su rango de utilización, lo que
resulta insuficiente para la modelización matemática de su comportamiento transitorio.
En general y debido a las circunstancias expuestas anteriormente, se recomienda hacer
uso de las curvas de Marchal-Suter para caracterizar las bombas a otras velocidades y
rangos más amplios, y en todo caso comparar los resultados obtenidos con este
procedimiento con las que se obtendrían de aplicar la ley de semejanza absoluta a las
curvas proporcionadas por el fabricante.
La recomendación anterior se basa entre otras razones en el hecho cierto del
mantenimiento a lo largo del tiempo de las curvas universales de Marchal, desde su
publicación en 1965, lo que garantiza en cierto modo su validez, y la continua referencia
a su utilización por parte de muchos autores desde entonces hasta hoy.
En cualquier caso, y dada la transcendencia del análisis de un transitorio hidráulico en la
prevención de posibles accidentes y fallos de un sistema, o de los elementos que lo
componen, parece lógico y necesario, efectuar un análisis de la sensibilidad y
repercusión en los resultados del cálculo, de todos los parámetros que caracterizan el
comportamiento de la bomba. En particular, es muy conveniente emplear varios
métodos, comparándolos entre sí, para disponer de los resultados más exigentes desde el
punto de vista del riesgo de fallo del sistema analizado.

2.26
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Sin entrar a determinar la validez y precisión de la información técnica facilitada por el


fabricante de la bomba, la cual suele ser desconocida, parcial o totalmente, debe siempre
tenerse en consideración, que el objetivo principal de dichos documentos es la
caracterización de sus productos para ser adecuadamente seleccionados por el cliente,
entre la gama ofertada por el proveedor, y ello por supuesto, en el régimen permanente
cercano a los respectivos puntos óptimos de funcionamiento de cada elemento, o en un
rango más o menos amplio de operación.
Después de lo afirmado anteriormente, es necesario exigir al fabricante una información
más amplia y detallada de sus bombas, que no sirva únicamente para decidir entre las
posibles candidatas, que constituyen un conjunto discreto, cuál es la más adecuada para
equipar la instalación. La realización de ensayos de las bombas, en bancos de pruebas
pertenecientes a laboratorios, o in situ, es cada vez más frecuente y necesaria.
Cuando, por diferentes razones no sea posible disponer de la valiosa información
anterior, esta deficiencia deberá ser en parte paliada por el empleo conjunto de los
métodos expuestos, obteniendo un rango de resultados posibles, que deberán ser
comparados, para escoger el conjunto adecuado, o mejor el intervalo más probable de
valores, con una medida de su dispersión.

2.3.2. Inercia de las masas rotantes de un grupo impulsor.

La experiencia demuestra que si bien no existe dificultad alguna en obtener del


fabricante las curvas características de la bomba en el primer cuadrante, con bastante
aproximación, no puede decirse lo mismo cuando se solicita a los proveedores la
información técnica relativa a la inercia de las masas giratorias (del conjunto motor-
bomba). Este dato resulta absolutamente imprescindible para evaluar el golpe de ariete
en una impulsión y, como se justificará, de su valor depende de modo muy directo la
presión resultante. Es decir, se trata de un parámetro muy sensible en el análisis de los
transitorios producidos por arranque y parada de bombas, perturbaciones muy
frecuentes e importantes.
Para poder subsanar la ausencia de este dato se proponen unos procedimientos, que
consisten básicamente en la estimación de su valor haciendo uso de una serie de
expresiones semiempíricas que proporcionan el valor de la inercia equivalente del
conjunto motor - bomba - fluido girando en rodete.
Seguidamente se detallan dos de ellas, que han sido muy utilizadas.
1. Fórmula de Linton

1.435
P
I = 150·  (2.14)
N

2.27
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

Siendo P la potencia nominal del motor en CV; N la velocidad nominal de giro en


r.p.m; e I el momento de inercia del conjunto en Kg.m2.
Esta fórmula, ampliamente utilizada, data de 1960 y se ajustó a partir de motores
situados en el intervalo de (120 ÷1500) Kw y con velocidades de rotación comprendidas
entre (450 ÷1900) r.p.m. Consecuentemente en la actualidad no resulta conservadora
(pues mayora las inercias reales) lo que se justifica teniendo en cuenta que la
construcción de motores en aquella época era más robusta. Por lo tanto, de cara al
dimensionamiento de la tubería y la selección de sus protecciones, habrá que tener en
cuenta este aspecto puesto que una inercia menor lleva consigo la aparición de
sobrepresiones más elevadas. En este sentido, la fórmula de Linton constituye una
frontera superior de la inercia del conjunto, y más bien un límite inferior de las
sobrepresiones esperadas, en consecuencia, se desaconseja su uso actualmente.

2. Expresiones del "Bureau of Reclamation. Denver. Colorado. 1975".


Proporcionan sólo la inercia del motor y sugieren añadir un (10÷15)% para tomar en
consideración la bomba. Son:

N ≈ 1200 rpm I = 0.0045 P1.38 (2.15)

N ≈ 1800 rpm I = 0.00193 P1.38 (2.16)

siendo P la potencia de salida, en Kw, del motor e I su inercia en Kg.m2.


Análogamente, como ocurrió con la fórmula de Linton, han quedado obsoletas.
Más recientemente, se han desarrollado experiencias y ensayos de grupos motor-bomba
que han sido recopilados debidamente en ábacos y ajustados a expresiones similares,
teniendo en cuenta más parámetros y distinguiendo entre motor eléctrico y bomba,
concretamente los correspondientes a los profesores y publicados en el año indicado:
• E. Koelle (Sao Paulo, 1989).
• A.R.D. Thorley (Londres, 1991).
Si se efectúa una comparación de los valores de inercia del conjunto motor-bomba, de
los diferentes procedimientos para un caso concreto pueden observarse diferencias
notables, tanto más acusadas conforme la máquina sea tecnológicamente más moderna y
tenga más rodetes en serie para la misma potencia.
Para cuantificar la importancia que tiene esto, se ha realizado una comparación de todos
los procedimientos anteriores en base al siguiente ejemplo.

2.28
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Ejemplo. Comparación de métodos de estimación de la inercia de un grupo de bombeo.


Repercusión en la magnitud del golpe de ariete.
El problema consiste en analizar el transitorio producido por la parada de bomba en una
determinada impulsión, en particular determinar las presiones máximas en el caso de
existencia de válvula de retención ideal a la salida de la bomba. La base común de
partida consiste en una impulsión cuyos parámetros fundamentales son los siguientes:
Desnivel geométrico = 114.5 m.
Longitud = 1000 m.
Diámetro = 150 mm.
Factor de fricción = 0.02
Celeridad de la onda = 1266 m/s
El punto de funcionamiento requerido viene dado por:
Altura = 128 m.c.a.
Caudal de régimen = 25 l/s
Con estas consideraciones y necesidades se escoge un grupo de bombeo, cuyas
características principales son:
Potencia motor eléctrico = 45 Kw. = 60 CV
Velocidad N0 = 2905 r.p.m.
Curvas altura-caudal y rendimiento-caudal:
H = 182.75 - 283.8 Q - 77629.9 Q2 (Con H en m. y Q en m3/s)
η = 59.87 Q - 1121 Q2 (Con η en tanto p.u. y Q en m3/s)
Las dos curvas anteriores son resultado del ajuste por mínimos cuadrados de la tabla de
valores proporcionada por el fabricante.

Solución.
El cálculo del golpe de ariete producido tras la parada de la bomba precisa, como es
lógico del valor de la inercia total de las masas rodantes del grupo impulsor, para estimar
el valor de dicha magnitud fundamental se emplean los procedimientos expuestos,
haciendo uso de las fórmulas y ábacos respectivos. Además, en este caso el fabricante
proporciona la inercia, resultando un valor bastante menor que el estimado a partir de
dichos métodos.
En la Tabla 1 se resumen los diferentes resultados y además se ha procedido al cálculo
de la presión máxima con cada valor de la inercia mediante la aplicación del método de
las características.

2.29
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

Tabla 1. Resultados correspondientes al Ejemplo con L = 1000 m.

METODO INERCIA (Kg.m2) PRESION MAX


(mca)
LINTON 0.573 184
Bureau of R. 0.363 195
THORLEY 0.316 197.9
KOELLE 0.260 198.2
Catálogo 0.173 206

Si se considera ahora una impulsión de menor longitud, por ejemplo de 250 m., con los
mismos valores de régimen permanente, las diferencias entre los resultados serían más
dispares, como se resume en la Tabla 1.3.
Tabla 2. Resultados del Ejemplo con una longitud menor, L = 250 m.

METODO INERCIA (Kg.m2) PRESION MAX


(mca)
LINTON 0.573 173
Bureau of R. 0.363 182
THORLEY 0.316 187
KOELLE 0.260 193
Catálogo 0.173 200

Los resultados tabulados expresan por sí mismos la importancia de emplear los valores
correctos de la inercia, y en el caso de no disponer de éstos, emplear los ábacos más
recientes. En cualquier caso, cuando se trata de bombas sumergibles multietapa
(asociación en serie de varios rodetes) la discrepancia será todavía mayor.
En el ejemplo analizado, una electrobomba sumergible adecuada para esa impulsión
tendría una inercia de sólo 0.125 Kg.m2. y las fórmulas anteriores no serían válidas en
absoluto. Para cuantificar numéricamente este último caso, si la longitud fuera de 150 m.
y todos los demás parámetros iguales, la presión máxima resultante de considerar la
fórmula de Linton sería de 164 m. y la calculada con el valor de la inercia suministrado
por el fabricante (menor, I = 0.125 Kg.m2) sería en cambio de 200 m.

La conclusión fundamental que se extrae es que se debe emplear la información del


catálogo del grupo motor-bomba en cuestión, y en todo caso las expresiones más
recientes, usando finalmente el valor de inercia más bajo.
Por último, comentar el caso frecuente consistente en la expresión de la inercia por parte
de los fabricantes en la conocida forma

2.30
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

PD 2
I= (2.17)
4

donde P representa la masa equivalente que situada a una distancia D/2, radio de giro
equivalente, del eje de giro tendría una inercia idéntica al conjunto de masas rotantes. El
proyectista debe llevar cuidado tanto en las unidades en las que se expresa dicha
magnitud (Kg.m2, en el S.I.) y en sumar la correspondiente a la parte hidráulica
(bomba) a la inercia relativa al motor eléctrico de arrastre.
Si se desea evaluar con cierto rigor la inercia de la bomba, debería considerarse también
el agua existente en su interior, cuestión ésta que no dejan claro muchos fabricantes.
Actualmente, en algunos catálogos ya se aportan los valores de la inercia de la bomba
incluyendo también el fluido, lo que se denomina inercia de la parte hidráulica con el
rodete inundado. En el caso de no considerar el efecto del fluido la inercia real conjunta
sería, lógicamente, algo menor.
En el caso de asociación en serie o en paralelo de bombas, la inercia equivalente es
obviamente la suma de todas las inercias componentes. También debe añadirse la
inercia de los posibles volantes de inercia y de las transmisiones mecánicas que
pudieran existir en los grupos de bombeo.

2.3.3. Condiciones de contorno del transitorio originado por la parada de una


bomba.

Ya se ha comentado en el Capítulo 1 el papel que desempeñan las condiciones de


contorno. Básicamente resulta ser una ecuación o conjunto de ecuaciones que modelizan
al comportamiento hidráulico de los extremos de un tramo de conducción, aportando
siempre una relación adicional entre velocidad y altura piezométrica que unida a la
característica que proceda (C+ o C-) nos dirá qué ocurre en ese punto.
En el caso de una impulsión simple, Figura 10. el contorno de aguas abajo es bien
sencillo de modelizar (depósito), en tanto que en la salida del grupo, el otro contorno,
pueden distinguirse dos etapas bien diferenciadas según el flujo haya invertido o no su
sentido, esto es, según la válvula de retención esté cerrada o abierta.
Estas dos etapas se analizan por separado en dos fases secuenciales, modelizando
convenientemente el comportamiento de los elementos existentes y que constituyen las
respectivas condiciones de contorno de cada fase.

2.31
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

2.3.3.1. Análisis de la 1ª Fase.

En la primera fase el flujo mantiene su sentido inicial y la válvula de retención está


abierta, se admite entonces, como hipótesis simplificativa y razonable, un
comportamiento ideal de la válvula de retención, es decir, sin tomar en consideración
otros modelos de comportamiento de la misma más sofisticados, aunque más realistas.
En esta etapa al encontrarse abierta la válvula de retención hay que considerar la
condición de contorno "bomba" en dicho extremo, y en general la totalidad de factores
que intervienen en el fenómeno durante este período. De una parte se considera la
bomba que, aún decelerándose debido a la parada habida, continua trasegando fluido.
Por otra parte debe tenerse en cuenta la ecuación de inercia del grupo.
El comportamiento de la bomba girando a velocidades inferiores a las de régimen
nominal lo proporciona la expresión (2.12) y la expresión (2.13), según se ha deducido,
mientras que la ecuación de inercia puede expresarse

P γ QH dω
M= = =- I (2.18)
ω ηω dt

siendo M y P par y potencia en el eje de transmisión, γ el peso específico del fluido, con
ω, I y η velocidad de giro, momento de inercia y rendimiento del grupo impulsor
respectivamente.
La integración en primera aproximación de la ecuación diferencial anterior, entre dos
instantes consecutivos separados ∆t segundos, resulta

2 I ω0
β i + β i+1 = ( α i - α i+1 ) (2.19)
M 0 ∆t

donde los subíndices "i" e "i+1" expresan dos instantes consecutivos cualesquiera, en
tanto que β es el parámetro adimensional relación de par instantáneo y de régimen, al
igual que α, recuérdese, cuantifica idéntico cociente entre velocidades.
Se cumplirá, por tanto,

Ni ; = M i
αi= βi (2.20)
N0 M0

En resumen, el sistema a resolver para cada instante ti+1 en función del anterior ti a la
salida del grupo impulsor está formado por las siguientes ecuaciones:

2.32
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

• Ecuación Característica C- entre los puntos extremos que aporta dos incógnitas
Q y H, en el instante ti+1.
• Ecuaciones propias de contorno en el origen de la tubería (Bomba).
1. Ecuación de la inercia.

2 I ω0
β i + β i+1 = ( α i - α i+1 ) (2.21)
M 0 ∆t

2. Curva H-Q de la bomba a la nueva velocidad de giro.

H = A α 2i+1 + B α i+1 Q + C Q2 (2.22)

3. Curva rendimiento - Q de la bomba a la nueva velocidad de giro.

2
 Q   Q 
η i+1 = D   + E   (2.23)
 α i+1   α i+1 

4. Definición de rendimiento de la bomba.

γ QH
M 0 ⋅ β i+1 = (2.24)
α i+1 η i+1 ω 0

sistema de ecuaciones que se denomina conjunto de enlace. Dicho sistema aporta tres
nuevas incógnitas ηi+1, αi+1, ßi+1.
Consiste pues, en un conjunto de cinco ecuaciones con otras tantas incógnitas que puede
resolverse a través de cualquier procedimiento numérico adecuado (Newton Raphson,
p.e.). El problema, por tanto, está definido matemáticamente.

2.3.3.2. Análisis de la segunda fase.

Siguiendo el proceso de cálculo se va avanzando en el tiempo, a intervalos de tiempo


discretos, en tanto que el caudal del fluido a través de la bomba, Q, disminuye. Si se
adopta el modelo simplificado, en el momento en que Q sea igual a cero o negativo, la
válvula de retención cierra y la condición de contorno pasa a ser entonces

Q(t ) ≡ 0 (2.25)

quedando entonces H totalmente determinado, en base a la ecuación característica


simplemente.

2.33
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

2.3.3.3. Consideraciones finales.

Por lo general el problema resuelto con el modelo presentado en este apartado


proporciona soluciones correctas. No obstante, de un juego incoherente de datos o su
uso en instalaciones en que el modelo simplificado de válvula de retención no es
admisible, pueden obtenerse resultados absurdos.
Supongamos, por ejemplo, que la inercia estimada del conjunto motor-bomba es muy
inferior a la real (un orden de magnitud inmediato se obtiene a partir de las ábacos). En
este caso la bomba se decelera muy deprisa, mientras que el fluido continúa
ascendiendo por la tubería pudiendo llegarse a caudales positivos, Q > 0, en tanto que la
bomba consume altura, esto es, H < 0. Ello equivale a que ahora la turbomáquina se
sitúe en el cuarto cuadrante del plano de funcionamiento H-Q. Lógicamente, los
resultados obtenidos del conjunto de ecuaciones (2.21) a (2.24) no son válidos al no
estar adecuadamente modelizada la bomba mediante la ecuación H=h(Q,α) si su
funcionamiento se sitúa en el 4º cuadrante.
Puede ocurrir en instalaciones muy específicas que se presente esta situación con la
inercia real del sistema. En este supuesto, y pese a la existencia de válvula de retención,
las condiciones de contorno a aplicar, por lo que a la bomba dentro del cuarto cuadrante
respecta, son las que se detallarán más adelante.
La simplificación utilizada en el modelo de la válvula de retención puede conducir, de
otra parte, a resultados curiosos. Por ejemplo, en una tubería casi horizontal la
deceleración del fluido se produce muy lentamente y el tiempo de cierre de la válvula
puede alargarse mucho. Sin embargo, el peso real de la lenteja obturadora de la válvula
provocaría el cierre, incluso con velocidades relativamente altas a las que
corresponderían caudales netamente positivos, en tanto que el programa de cálculo no lo
detecta. Son muchos, de hecho, los trabajos realizados tratando de aclarar estos aspectos
y proponiendo modelos más reales de comportamiento. Ello escapa al alcance del
presente texto.

2.3.4. Comportamiento generalizado de una bomba.

2.3.4.1. Introducción.

El máximo giro contrario al sentido de marcha normal debe acotarlo el fabricante de la


bomba para que ésta no se dañe, cuyo valor suele ser 30 ÷ 40 %, y el calculista debe
programar el cierre de la válvula para que bajo ningún concepto se perjudique al grupo
impulsor.
En las condiciones expuestas, la modelización del comportamiento de las bombas
desarrollada anteriormente no es válida, ya que sólo cubría y en parte el primer

2.34
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

cuadrante del plano H-Q. El generalizar tal comportamiento a cualquier punto del plano
H-Q es uno de los objetivos del presente apartado.
También debe contemplarse el caso frecuente de estaciones de bombeo, con varios
grupos de bombeo, funcionando aislados, en serie o en paralelo. En estas estaciones de
bombeo conviene caracterizar cada grupo por separado, y también el comportamiento
de las diferentes asociaciones entre grupos, lo que también puede modelizarse
determinando las curvas de cada conjunto de bombas por asociación de las curvas
características en serie (sumando alturas para cada caudal circulante) o en paralelo
(sumando caudales para cada altura de funcionamiento), este procedimiento puede ser
analítico o gráfico.

2.3.4.2. Análisis del comportamiento general de una bomba.

En los apartados precedentes se ha propuesto un modelo sencillo que expresa el


comportamiento de la bomba y se ha podido resolver sin más el problema de un
transitorio con parada del grupo, siempre y cuando durante el mismo se cumpla

α>0, ß>0, h>0, q>0 (2.26)

debiendo anularse en primer lugar el caudal reducido q, momento en que opera la


válvula de retención (ideal) y aísla el grupo elevador de la tubería de impulsión. Como
allí se hizo constar, de hacerse negativa alguna de las variables α, ß o h y el caudal
reducido q continuase positivo debe abandonarse el modelo allí propuesto (pese a la
existencia de la válvula de retención) y seguir las directrices que en este apartado se
recomiendan.
Las bombas se diseñan, como es bien sabido, para que trabajen en su punto de
funcionamiento y con un rendimiento óptimo. Pero ello no quiere decir que no puedan
existir otros puntos de trabajo en los cuales tengan un comportamiento totalmente
distinto al que para ellas se desea.
A lo largo de un transitorio, en que se pierde el control de la bomba por desconexión del
motor, y el grupo está integrado dentro del sistema tubería-depósito, su comportamiento
es a priori una incógnita hasta que no hayamos resuelto el problema completo. Por ello
resulta imprescindible conocer los posibles funcionamientos de una bomba y
modelizarlos totalmente al objeto de que cualquiera sea la región de funcionamiento el
ordenador conozca cuál es el comportamiento de la bomba.
En el diagrama H-Q la característica completa de una bomba presenta la forma que
muestra la Figura 17. Las tres zonas que se delimitan indican tres comportamientos
distintos de la bomba. En todos ellos, el par de arrastre y la velocidad de giro son
positivos (M>0, N>0) ya que el motor acciona la bomba a la velocidad y en el sentido
previsto. En resumen se distinguen las siguientes zonas

2.35
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

H
B

N=N0
N0>N>0

Q
C
D

Figura 17. Curva característica de la bomba para N=N0>0.

• Zona A: H > 0, Q > 0, N > 0, M > 0 : Zona normal de bombeo, modelizada


según lo analizado anteriormente.
• Zona B: H > 0, Q < 0, N > 0, M > 0 : La altura a vencer resulta superior a la
que puede crear la bomba y al no ser posible el bombeo en estas condiciones, el
caudal se invierte, trabajando la bomba como freno ante el posible vaciado del
depósito superior.
• Zona C: H < 0, Q > 0, N > 0, M > 0 : En esta zona el caudal ha aumentado
tanto que las pérdidas de la bomba superan la altura generada: zona de
disipación energética. En realidad, para que esto ocurra se invierte la altura,
siendo mayor en la aspiración que en la impulsión.
• Zona D: H < 0, Q > 0, N > 0, M < 0 : Si continuamos aumentando la altura en
la aspiración (H<0 y cada vez mayor en valor absoluto), el caudal forzado a
atravesar la bomba produce el arrastre del rodete de manera que el par cambia
de signo, cediendo la bomba energía al motor. La máquina trabaja como
turbina centrífuga.
Como se acaba de explicar, y considerando la teoría de la semejanza hidráulica, podría
generalizarse a velocidades de giro diferentes a las de régimen aunque positivas, de
manera que con respecto a las variables adimensionales, referidas a los valores de
régimen H0, Q0, N0 y M0 definidos positivos, se podría establecer el siguiente cuadro
resumen
ZONA MODO DE TRABAJO h q α β
A Bombeo convencional + + + +
B Bombeo con excesiva altura(bomba freno) + - + +
C Bombeo con excesivo caudal(Disipación) - + + +
D Bombeo con excesivo caudal y altura negativa - + + -
(Turbina centrífuga)

2.36
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

Se encuentran otros dos modos de trabajo si ocurre un caudal descendente, y por tanto
negativo, de manera que la turbomáquina funciona como una turbina centrífuga
convencional y con el sentido de giro del rodete inverso. Bien es cierto que su
rendimiento será muy bajo como consecuencia de que no se dispone del diseño
adecuado para este menester, pero ello apenas importa toda vez que tan sólo
excepcionalmente y de manera no deseada va a funcionar en esta zona. Como
corresponde a toda turbina, el par será de signo opuesto a la velocidad de giro y, en
consecuencia, si N<0, M>0. Se denominará a esta zona con la letra E.
Sin embargo, si el caudal descendente es pequeño, la energía mecánica que el fluido
genera es insuficiente para vencer la totalidad de pérdidas en la máquina. Se entra en
una nueva zona disipativa, la F.
El resumen de estas dos regiones de funcionamiento, refiriéndose nuevamente a las
variables adimensionales, puede observarse en el siguiente cuadro resumen
ZONA MODO DE TRABAJO h q α β
E Turbina centrípeta + - - +
F Turbina centrípeta con escaso caudal (región + - - -
disipativa)

Finalmente queda hacer referencia a las dos últimas zonas que completan el diagrama, y
en las que difícilmente se encontrará trabajando la máquina en un transitorio hidráulico.
Realmente el funcionamiento recae en esta región cuando se conecta el motor de
arrastre con las fases invertidas y se produce el giro opuesto. En estas condiciones, es
bien sabido que la máquina trabaja como bomba con un rendimiento realmente bajo y
una altura generada pequeñísima (zona G), y de aumentar el caudal porque la diferencia
de alturas se invierte (mayor en la aspiración que en la impulsión) las pérdidas son tan
grandes que se situaría nuevamente en una zona disipativa (zona H).
El resumen de estas dos últimas regiones puede apreciarse en el cuadro siguiente
ZONA MODO DE TRABAJO h q α β
G Bomba girando en sentido + + - -
H Bomba en giro inverso - + - -

A modo de conclusión, en la Figura 18 se presenta un diagrama q-α en el que se detallan


las ocho regiones, así como los signos correspondientes de las distintas variables.
En el libro de Mataix (1975) se detalla un banco universal de ensayo de una
turbomáquina en el que puede llegar a determinarse las características completas de
funcionamiento de la misma.

2.37
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

Q
+H
Q
Q +α -H
M H=0
+H
P>0
M Q
M M>0
A
M=0 -H
B C
H>0
D P<0
-q M
+q
P<0 H<0 Q
Q E H -H
+H M<0
F G
P>0
M
M
M=0 H=0
Q -α Q
+H +H

M M
Figura 18. Diversos campos de trabajo de una bomba.

2.3.5. Curvas universales de Marchal, Flesch y Suter.

Al estudiar el transitorio de una estación de bombeo importante el problema principal


que se plantea consiste en conocer el comportamiento de la bomba en cualquier región
de trabajo y no tan sólo en su zona "normal" de funcionamiento, zona A. De hecho,
salvo rarísimas excepciones ningún fabricante proporciona las curvas completas de
trabajo, lo que resulta una limitación definitiva al abordar el estudio de una estación de
elevación en donde la bomba llega a situarse en una región de trabajo distinta de la
convencional (zona A) donde su comportamiento es desconocido. Obviamente, en estos
casos ninguna modelización matemática se puede hacer.
Esta preocupación, compartida por muchos investigadores, ha dado pie a un banco de
datos en el que apoyarse a falta de referencias concretas del fabricante. De hecho Knapp
en 1937, ya aporta unas curvas en las que detalla tal comportamiento, de un modo

2.38
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

genérico. Obviamente era la época de la metodología gráfica, por lo que su contribución


resulta definitiva para poder llevar a cabo el estudio de estos transitorios.
Las curvas de Knapp son poco útiles para el estudio analítico que de una manera
progresiva se va imponiendo en la década de los sesenta. No resulta, por tanto, extraño
que se busquen alternativas en lo que a modelizar, por vía analítica, el comportamiento
de las bombas se refiere.
En 1965, Marchal, Flesch y Suter proponen unas tablas que recogen el comportamiento
completo de cuatro clases de bombas tipo. En efecto, para las velocidades específicas,
adimensionales, Ns = 0.46 ; 1.61 ; 2.74 y 4.94 (Figura 19 y Figura 20), que van desde
una bomba centrífuga hasta otra axial se dan todos los datos necesarios para modelizar
su comportamiento. La expresión para la velocidad específica es

ω Q
Ns= 3/4 (2.27)
(g H)

donde ω es la velocidad angular de giro.

0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330 360
-1

-2

-3

-4
0,46 1,61 2,74 4,94

Figura 19. Evolución gráfica de las curvas de Marchal et al. para la altura reducida.

2.39
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330 360
-1

-2

-3

-4
0,46 1,61 2,74 4,94

Figura 20. Evolución gráfica de las curvas de Marchal et al. para el par reducido.

En un caso práctico y real, si la Ns de nuestra bomba no coincide con los cuatro valores
de referencia deberemos proceder a la interpolación correspondiente, a no ser que el
fabricante aporte los datos concretos, lo que permitiría establecer una comparación
bastante interesante y útil para garantizar la coherencia y validez de los datos.
Pasemos, pues, sin más a exponer cómo presentan estos datos Marchal et al. Como
vimos en la lección anterior, una turbomáquina presenta dos curvas independientes (allí
veíamos H = H(α,Q) y η=η(α,Q)) por lo que el juego de las cuatro variables h, q, α, y ß
se relaciona mediante dos curvas. De hecho se expresan paramétricamente en función
de las cuatro variables reducidas

h   α 
= f ( θ ) = f  arctan    (2.28)
2  
α2+q   q 

β   α 
= ϕ ( θ ) = ϕ  arctan    (2.29)
2 
α2+q   q 

donde se tienen presentes las siguientes consideraciones:


a) Por semejanza se verifica α/q = cte, h/α2 = cte y ß/q2 = cte.

2.40
2. TRANSITORIOS GENERADOS POR VÁLVULAS Y BOMBAS

b) La función arco tangente presenta un valor finito cuando q=0 y el coeficiente


α/q tiende a infinito.
c) Cuando α tiende a 0, q no tiene por qué serlo y, en consecuencia, el binomio
α2 + q2 no se anula, quedando permanentemente definidas las relaciones
h/(α2+q2) y ß/(α2+q2).

Finalmente conviene efectuar dos consideraciones antes de concluir el presente


apartado:
a) Existe una correspondencia biunívoca entre α/v y las funciones h/(α2+v2) y
ß/(α2+v2). En efecto, aunque en la zona G correspondiente a la bomba con
giro inverso el cociente α/q es negativo y la tangente puede recaer también
en el segundo cuadrante, la Figura 9.18 no deja lugar a dudas sobre que el
ángulo θ debe estar entre 270º y 360º.
b) En ocasiones puede encontrarse una cierta desviación entre el
comportamiento real de la máquina y el comportamiento derivado de los
datos de la Tabla de Marchal, incluso en el caso particular cuando la
velocidad específica, Ns, de la bomba coincide con alguno de los cuatro
valores de la tabla. Esta discrepancia se justifica con la existencia de
diferentes diseños del caracol, álabes y demás partes constitutivas de una
turbomáquina, y que influyen en el comportamiento real del conjunto. Sin
embargo, todos los autores coinciden en que la precisión derivada de la
utilización de estas curvas resulte más que suficiente para la resolución de
los diferentes problemas ingenieriles. De hecho, algunos fabricantes
extrapolan el comportamiento de sus máquinas propotipo en base a dichas
curvas.

2.3.6. Conclusión.

La metodología para la modelización de las válvulas y de las bombas, como condición


de contorno, en el caso más general, ha sido estudiada en este capítulo. Se destacaría
finalmente, a modo de resumen, la importantísima laguna en que sume el fabricante de
bombas al proyectista al no aportar dato alguno sobre el comportamiento de los
elementos y máquinas que comercializa en las zonas de operación fuera de lo
convencional. Los datos existentes, aunque permiten salir del paso en algunas
ocasiones, son del todo insuficientes en el análisis riguroso de transitorios hidráulicos
producidos por estos elementos o en instalaciones donde se encuentran presentes.

2.41
MODELACIÓN DE TRANSITORIOS HIDRÁULICOS MEDIANTE ORDENADOR

2.4. BIBLIOGRAFÍA

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