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29.6.2.1. Residuos
29.6.3. Político/Participativo
propuesto la utilización de los llamados techos verdes, que por estar cubiertos
de vegetación mitigan los efectos del calentamiento global 1 y algunos
problemas medioambientales, a la vez que equilibran biológicamente las aéreas
urbanas.
Los techos verdes, además de ser agradables a la vista, forman un valioso
paisaje en la ciudad, mejoran el aire y tienen considerables ventajas técnicas y
físicas, enfrían en verano, calientan en invierno y prolongan la vida útil del techo.
Además de tener un gran impacto estético, son filtros purificadores de bióxido de
carbono y agentes, productores de oxigeno.
Están compuestos por una serie de capas que se colocan sobre el techo de la casa:
una membrana impermeable, un elemento de aislamiento, su riego y filtración; tierra
y césped. El producto final puede ser del tipo extensivo ,que consiste en pasto y
flores, que no necesita mucho manejo; o intensivo, que incorpora arbustos y
1
El calentamiento global está asociado a un cambio climático, que puede tener causa antropogénica o no. El
principal efecto que causa el calentamiento global es el efecto invernadero, fenómeno que se refiere a la
absorción —por ciertos gases atmosféricos; principalmente C02— de parte de la energía que el suelo emite
como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar.
árboles, lo que requiere de una actividad más intensa. En efecto, los techos
verdes son jardines encima de las casas, que pueden incluso incorporar otros
elementos propios de estos espacios. Algunas de las ventajas del uso de techos
verdes son la absorción del sonido, su resistencia al fuego, la protección de la
cubierta del techo y la creación de un área de hoja verde.
Su vegetación absorbe solamente de 2 a 3 decibelios, pero si se coloca una capa
de tierra de 12 cm de espesor, se reduce la transferencia de sonido en 40
decibelios y con una capa de 20 cm, la disminución llega a 46 decibelios. Su
resistencia al fuego es muy importante.
En Alemania, los techos verdes son considerados como techumbre sólida, lo que
significa que no se quemarán en caso de incendio, siempre que la capa de tierra
tenga un mínimo de 3 cm de ancho. Esto es especialmente importante para salvar
vidas en grandes edificios, cuando la gente queda confinada y no pueden escapar
hacia abajo.
Otras cubiertas, como las membranas o ripias de bitumen o alquitrán, tablas de
madera y planchas de plástico, se deterioran cuando están expuestas a los rayos
ultravioleta o a grandes diferencias de temperatura. Esto es solucionado mediante
el sustrato y la vegetación, por lo tanto, si están bien diseñados, tienen una
vida útil extremadamente larga y difícilmente necesitarán cuidados o reparaciones.
Influencia de la inclinación
Los techos verdes inclinados no necesitan una capa especial de drenaje, si la
pendiente es de más de un 5%, pero si es de más del 20% serán necesarias barreras
especiales u otros recursos que impidan que el sustrato se lave o deslice.
También el mantenimiento es más difícil de realizar sobre una pendiente.
Influencia del espesor del sustrato
Los techos verdes extensivos, que no necesitan cuidados, deben tener un espesor
de sustrato de no más de 15 a 18 cm, con poca sustancia nutritiva. De lo
contrario la vegetación crecerá en altura, se volverá más sensible al viento y a la
sequía, por lo que podría no sobrevivir o requerirá de más cuidados y
mantenimiento, tal como los intensivos. De acuerdo con el espesor del sustrato y
las condiciones climáticas deben seleccionarse diferentes tipos de plantas. En el
clima del centro y norte de Europa y América, es posible construir techos verdes
inclinados con solo 3 cm de espesor de sustrato. En este caso solo especies de
musgo o sedum son aptas para sobrevivir, si son resistentes al viento y a la sequía,
así como a las heladas. Dado que no se crea una capa verde densa y espesa,
tienen muy poco efecto con respecto a la calefacción y refrigeración pasiva.
Los techos verdes sin inclinación necesitan tener más de 30 cm de sustrato o
tierra y una capa especial para el drenaje. Si fuese de solo 3 a 15 cm, será
necesaria una vegetación especial, resistente a la sequía —y en climas más fríos
también a las heladas—, césped y hierbas silvestres o especies particulares de
sedum o siemprevivas.
Como vemos, el uso de los techos verdes, además de tener innumerables
ventajas, mitiga el impacto ambiental, tanto en la ciudad como en el campo, ya que
el problema del efecto invernadero es global. Todos somos responsables del
deterioro del ambiente y todos podemos contribuir a su recuperación.