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Relaciones poliamorosas, en contraste con la identidad afectiva

Rubén Darío Ramírez Arroyave

Introducción

Al referir el polimaor es importante reconocer lo que representa en términos de


relación y de afecto. Ello se inscribe en el texto, desde mi posición, respecto a este tipo de
manifestaciones afectivas que están latentes en los discursos sociales hoy, donde esta
sociedad se ve avocada a nuevas maneras de entender su corporalidad y sus afluentes
sensuales.

Lo que es importante denotar es que no comparto esta manera de vivir el afecto, lo


respeto porque considero que cada quien posee la libertad para afrontar su vida afectiva, sin
embargo desde mi situación de padre de familia no lo determino como válido para entender
e integrar el núcleo social que es la familia: primera espacio para el afecto.

La cuestión del Poliamor es un tema que se presta para hacer una interpretación
sobre todo lo que intuye la cuestiones de una moralidad latente. La moralidad es una
condición que se suscita como un principio que regula y anima las acciones desde
principios de autonomía y de responsabilidad.

En oposición a esto, en días anteriores se presentó una conferencia de la dra. Isabel


Cristina Bernal sobre el poliamor: ella desde sus posiciones narró que es necesario
considerar estas maneras de vivir y de actuar, acordes con la evolución del ser humano que,
desde su naturaleza busca propiciar espacios para realizar sus anhelos, en una sociedad que
se transforma y que debe admitir nuevas maneras de considerar las relaciones, entre ellas
las afectivas.

Luego se pone de manifiesto la posición que se nos recomienda en el texto de


[ CITATION Ald18 \l 9226 ] en su texto Del poliamor y otros demonios, donde nos dice que,
las relaciones entre afecto y sociedad capitalista y consumista, están mediadas por la
información y lo que incitan los medios de comunicación , ello lo plantea en términos de
una situación que se explica inicialmente como:
El poliamor se ha planteado como una alternativa a los modelos
hegemónicos de relacionamiento que encuentran su soporte en una lógica de
posesividad, exclusividad, fidelidad, heteronormatividad y otros supuestos
de la monogamia. Por ello se considera revolucionario en tanto logra
desafiar el componente primario de la familia nuclear, tal y como la
conocemos hoy en día (p.1)

Tal situación aduce las relaciones que se establecen entre lo que es el poliamor y sus
efectos que es el contraste con la familia.

La familia es el centro de la sociedad, ella es adjudicada como el pilar que educa y


forma los ciudadanos del mañana, en la familia se reconocen los valores que deben
caracterizar la vida del futuro, de esa sociedad ideal donde cada uno aporte desde sus
condiciones esenciales para fortalecer el mundo.

El poliamor resulta ser contario lo que se plantea en el mismo derecho de familia


cuando insinúa desde la misma normatividad el concepto de familia, en ello se busca
contextualizar en el país lo que es la familia y su influjo en el desarrollo de una sociedad
integral.

Y se acuña con lo que reza ley 1361 de 2009, cuando afirma: Familia: “Es el núcleo
fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la
decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad
responsable de conformarla” (Ley 1361, 2009)

Es importante referir como en el derecho y la ley, la familia, en Colombia respecto


del derecho positivista se expondrá que no es solo una persona, jurídica, sino que es una
institución de corte social que es permanente y singular. Se explicita desde una condición
de procreación y de establecer el cultivo de los hijos haciendo de ellos mediante unas
costumbres sociales seres que determinan con sus actos una mejor sociedad.

Así desde mi posición de hombre de familia, que busca consolidar espacios para
denotar los atributos de los ciudadanos del mañana, debo admitir que no comparto desde
ningún punto de vista experiencias afectivas basadas en el poliamor.
Es un acto que degrada el amor. Es un acto que enfría los sentimientos, es una acto
que revoluciona esta sociedad liquida y que aboca al despertar de los sensible donde se
acude solo a manifestaciones momentáneas de entrega que se terminan en actos de
relaciones poco profundas.

El poliamor es contario a lo que establece una moral fundamental una moral que
acuña valores y de cuya esencia brota la armonía en las relaciones. A este punto es
interesante leer la posición de Jurista y catedrático universitario uruguayo. Experto en
Derecho Privado, Derecho Internacional Privado y Bioderecho: [ CITATION ÁLv15 \l 9226 ]
quien escribe:

No se necesita mucha formación humana para apreciar a que grado de


desintegración y desvinculación está llegando la sociedad posmoderna. Las
personas se consumen como si fueran cosas, y luego, claro, se desechan. El
sentido del compromiso no existe, es deleznable para esta concepción del
llamado “poliamor”, que de amor, claro, no tiene nada. (p. 5)

La postura que hace el teórico es clave para dentar el sentido de la polaridad


afectiva, la manera como se van aflorando sentimiento contrarios a la naturaleza del amor y
de cuya esencia luego se asumen maneras particulares de ver el sentido de la afectividad.

Frente a esto sigo insistiendo como hombre, como esposo y padre que soy que el
polimaor es una aberración a la naturaleza del amor. Es contraria a lo que el mismo Dios
dispuso para acercar a la pareja a una revelación de fidelidad.

La entrega se sustrae a las condiciones psicológicas, es decir no representan solo lo


que se aduce internamente sino que se hace posible una manifestación afectiva externa…
Ahí es cuando se ven el reflejo de unos hijos que se van volviendo el núcleo de esa misma
exteriorización de dicho amor.

No concibo que un niño advierta que su padre comparte la cama y espacios de


intimidad diversa con dos mujeres y tal vez con otro hombre y de cuya esencia broten
juegos y expresiones sensibles que denoten pasión y lujuria.
La imagen que todo niño tiene de su padre debe ser el de un hombre comprometido
con su esposa, que la ama y la cuida en tanto que eso será el reflejo de su vocación al
matrimonio futuro.

La felicidad no está solo en la entrega pasional o desenfrenada producto de lo


meramente fisiológico…está en cuidar y proteger lo que se ama. Considero que todos estos
movimientos lo que pretenden es que se pierda de vista el amor como cuidado integral del
otro, se vuelca en poner la mirada en momentos manifestados en distintas personas y
diversas eventos de relaciones sin pensar en el futuro, en esos espacios de vejez y compañía
juntos, rodeados de una familia producto de luchas y de amor, de entrega y de servicio, de
valores y de comunión que surgen de la intimidad del hogar. A esto es importante
referenciar lo que nos escribe el papa Francisco en su carta “Amoris Letitia” y donde nos
narra:

Atravesemos entonces el umbral de esta casa serena, con su familia sentada


en torno a la mesa festiva. En el centro encontramos la pareja del padre y de
la madre con toda su historia de amor. En ellos se realiza aquel designio
primordial que Cristo mismo evoca con intensidad: «¿No habéis leído que el
Creador en el principio los creó hombre y mujer?» (Mt 19,4). Y se retoma el
mandato del Génesis: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su
madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne» (Gn. 2,24).

Lo que se ve en el texto teológico es el umbral de las relaciones un mandato moral


que es la base para armonizar la familia, para ajustar las relaciones a lo establecido por el
mismo Dios cuando nos unió como pareja y cuando nos instituyó como célula protectora de
los valores que deben caracterizar la vida social.

Conclusión

Frente al tema queda claro lo que implica y lo que representa para la sociedad
consumista. Queda además claro que, no es una manera muy adecuada para fortalecer los
vínculos afectivos. El poliamor desde lo banal se ve como una referencia de compartir
sentimientos y emociones desde lo que irradia el sentido individual, pero que desde mi
perspectiva es un irrespeto y una condición que limita la formación y conformación de
valores tan necesarios para la vida social. Es además una contrarespuetsa a la amoral, es
una manifestación sensitiva, de cuyo efecto no brota la armonía que debe caracterizar la
vida familiar.

Referencias bibliográficas

Aldana Leiton, A. L. (05 de marzo de 2018). dialnet.com. Obtenido de dialnet.com:


file:///C:/Users/COMPAQ/Downloads/Poliamor%20en%20Colombia.pdf

ÁLvarez Cozzi , C. (12 de junio de 2015). https://adelantelafe.com. Obtenido de


https://adelantelafe.com: https://adelantelafe.com/poliamor/

Ley. (03 de Diciembre de 2009). https://www.minsalud.gov.co. Obtenido de


https://www.minsalud.gov.co:
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/DIJ/Ley-
1361-de-2009.pdf

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