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Jesucristo en el Antiguo

Testamento
El Torá, Los Profetas y Salmos
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Raymond D. Lombard
RECONOCIMIENTO

Mis más sinceros agradecimientos a mi esposa, Amanda, por la


inspiración, aliento, apoyo y edición de este libro.

A mis alumnos de la Escuela Bíblica durante los últimos 20 años – gracias


por los desafíos que continuamente ponen delante de mí.

A Adri Theron, por su ardua labor y asistencia respecto al diseño y


realización de este libro – gracias por el excelente trabajo.

Al pastor Kenny Slater, también mi agradecimiento por la traducción del


Afrikáans al Inglés.

Este libro va dedicado con mi más profunda gratitud y reconocimiento a


mi Padre Celestial, a Su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo.
Jesucristo en el Antiguo Testamento
Derechos de Copia © 2016 por Raymond D. Lombard

Todas las citas de las Escritura son tomadas de la versión Reina Valera
Actualizada®, a menos que se indique. Copyright © 1982 por Thomas Nelson,
Inc. Utilizado con permiso.

Todos los derechos son reservados. Ninguna porción de esta publicación ni parte
de ella puede ser reproducida de ninguna forma o por ningún medio, sean
electrónicos, mecánicos, por fotocopia o por grabaciones de ninguna manera, sin
el consentimiento por escrito del editor. Los derechos completos de copia son
reservados.
Traducido del Afrikáans al Inglés por el pastor Kenny Slater
Traducido del Inglés al Español por el Misionero: Adin Rodriguez Acebedo
Impreso por Durbanville Commercial Printers en Cape Town, Sudáfrica.
Índice
Prólogo
Parte 1: El Tabernáculo

Capítulo 1: Introducción al estudio del tabernáculo…………….3


Capítulo 2: La construcción del tabernáculo………………………..17
Capítulo 3: Los siete muebles del tabernáculo…………………….31
Capítulo 4: Acceso al tabernáculo……………………………………….67
Capítulo 5: Los viajes del arca del pacto………………………………81
Capítulo 6: Templos en las Sagradas Escrituras…………………..89

Parte 2: El Sacerdocio

Capítulo 7: El Sacerdocio……………………………………………………99

Parte 3: Las Ofrendas

Capítulo 8: Las Ofrendas……………………………………………………119

Parte 4: Las fiestas del Señor

Capítulo 9: Las fiestas del Señor…………………………………………143


Capítulo 10: La fiesta de la Pascua, el pan sin levadura,
Y las primicias…………………………………………………………………….151
Capítulo 11: La fiesta de las semanas (fiesta de la cosecha)
El pentecostés……………………………………………………………………163
Capítulo 12: Las fiestas al son de las trompetas, la
Expiación y la reunión (fiesta de los tabernáculos)……………..181

i
Parte 5: El Ángel del Señor

Capítulo 13: El Ángel del Señor…………………………………………..195

Parte 6: Jesucristo en el Antiguo Testamento

Capítulo 14: Jesucristo en el Antiguo Testamento………………209

Referencias…………………………………………………………………………………….221

ii
PRÓLOGO

Las palabras de nuestro Señor Jesucristo, el que es Exaltado,


el Salvador Resucitado en Lucas 24 son conmovedoras:
Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para
creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario
que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su
gloria? Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas, les
interpretaba en todas las Escrituras lo que decían de él y se
decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros
cuando nos hablaba en el camino y nos abría las Escrituras? Y
les dijo: Estas son las palabras que les hablé estando aún con
ustedes: que era necesario que se cumplieran todas estas
cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés, en los
Profetas y en los Salmos. (Lucas 24:25-27, 32 y 44).

Estas palabras de nuestro Señor Jesucristo en el día de su


resurrección conmovieron mi corazón. Una pregunta muy
importante sobre la conversación de Jesús con los discípulos
en el camino entre Jerusalén y Emaús es: ¿Qué Escrituras
posiblemente usó Jesucristo después de su resurrección para
probar todas las cosas que pertenecían a él?

La búsqueda de estas respuestas fue lo que me condujo a


esta investigación y estudio del Antiguo Testamento, y
también me llevó al tema de este libro: Jesucristo en el
Antiguo Testamento (El Torá, los profetas y los Salmos).

Por consiguiente, vemos a Jesucristo en el Tabernáculo, el


Sacerdocio, las Ofrendas y las Fiestas del Señor. Después de
eso, observamos al Ángel del Señor en el Antiguo
Testamento y terminamos con las posibles Escrituras que
Jesús habría usado para probar lo que las Escrituras se
relacionan con Él.

Seguramente esta no es la última palabra sobre este


importante tema en la Biblia, pero confío en que este libro,
“Jesucristo en el Antiguo Testamento”, ayudará a abrir
nuestras mentes para una mejor comprensión de las
Escrituras (Lucas 24:45).

Raymond D. Lombard
Parte 1
El Tabernáculo
Capítulo 1

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL


TABERNÁCULO

A la pregunta: "Pero, ¿por qué estudiar el tabernáculo?" La Biblia


contesta: El tabernáculo y todo sobre ello, nos habla de Cristo
(Heb. 8:1-6; 9:11-14, 24-28; 10:12, 19-20). Cristo también confirmó
que el tabernáculo era únicamente sobre sí mismo y Su obra de expiación,
cuando habló al pueblo de Emaús: Y comenzando desde Moisés y todos los
Profetas, les interpretaba en todas las Escrituras lo que decían de él.
(Lucas 24:27). Adicionalmente, leemos en Romanos 15:4: Pues lo que fue
escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza…Una vez más lo
leemos en 2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es
útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la
instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente capacitado para toda buena obra.

Como acertadamente comentó un judío mesiánico: “El Antiguo


Testamento es el candado, el Nuevo Testamento es la llave; ¿De qué sirve
un candado sin una llave? De la misma manera, el conocimiento del
Antiguo Testamento es necesario para entender correctamente el Nuevo
Testamento. Los dos se complementan y forman un libro perfecto. Otra
razón por la cual el estudio del tabernáculo se considera importante, se ve
en el hecho que Dios solo dedica dos capítulos al tema de la creación, el
caos, la recreación de la tierra y la creación del hombre (Gn. Cap. 1 y 2).
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Por otro lado, dedica no menos de 50 capítulos (13 en Éxodo; 18 en
Levítico; 13 en Números; 2 en Deuteronomio; y 4 en Hebreos) al
tabernáculo y los rituales que lo acompañan. El tabernáculo y todos los
sacrificios ritualistas eran sombras de la encarnación de Cristo. Este
tabernáculo era una figura de aquel que es Celestial como se registra en
Hebreos 8:5; 9:24.

EL ORIGEN DEL TABERNÁCULO

El tabernáculo tuvo su origen en Dios (Éxodo 25:1-9; Heb. 8:5). Este


tabernáculo que Dios ordenó a Moisés que hiciera en el desierto poco
después de la liberación de Israel de Egipto es una figura perfecta y la
sombra del Señor Jesucristo. Cada detalle del tabernáculo y su
estructura, materiales, muebles y el ministerio del tabernáculo revelan
algunos u otros aspectos de la gracia infinita, los atributos, el don, la
personalidad y la obra de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, como
leemos en Hebreos:

• por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo,
esto es, de su carne. (Heb. 10:20).

• Pues el Tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte,


llamada el Lugar santo, estaban el candelabro, la mesa y los
panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte
del Tabernáculo llamada el Lugar santísimo. Allí había un
incensario de oro y el Arca del pacto cubierta de oro por todas
partes, en la que había una urna de oro que contenía el maná,
la vara de Aarón que reverdeció y las tablas del pacto. Sobre la
urna estaban los querubines de gloria que cubrían el
propiciatorio. De estas cosas no se puede ahora hablar en
detalle. Así dispuestas estas cosas, en la primera parte del
Tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir

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los oficios del culto. Pero en la segunda parte sólo entra el
sumo sacerdote una vez al año, llevando la sangre que ofrece
por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo. El
Espíritu Santo da a entender con esto que aún no se había
abierto el camino al Lugar santísimo, entre tanto que la
primera parte del Tabernáculo estuviera en pie. (Heb. 9:2-8).

• Pero estando ya presente Cristo, Sumo sacerdote de los bienes


venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no
hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre
de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre,
entró una vez para siempre en el Lugar santísimo, habiendo
obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de
los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
impuros, santifican para la purificación de la carne ¿cuánto
más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo? (Heb. 9:11-14)

• La Ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la


imagen misma de las cosas, nunca puede por los mismos
sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer
perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de
ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no
tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios
cada año se hace memoria de los pecados, porque la sangre de
los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no
quisiste, mas me diste un cuerpo. Holocaustos y expiaciones
por el pecado no te agradaron. Entonces dije: “He aquí vengo,
Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está

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escrito de mí.” En esa voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
(Heb. 10:1-7, 10)

Al estudiar el tabernáculo, llegamos a comprender la forma en que el


Señor Dios se preparó, o los pasos que el Señor ha puesto en marcha para
que la gente pecadora pueda acercarse a un Dios Santo. El propósito
principal de Dios al crear al hombre fue para que pudiera tener comunión
con él. Por consiguiente, el tabernáculo fue el lugar donde el Señor recibió
al pecador (Lev. 1:4); ahora en el Nuevo Testamento Dios acepta al
pecador en Cristo (Ef. 1:5-6; 2:13; Heb. 10:19-20). El tabernáculo también
era el lugar donde Dios perdonaba al culpable (Lev. 4:20, 26, 31 y 35; Lev.
5:10, 16 y 18); ahora la persona recibirá el perdón de los pecados en
Cristo (Ef. 1:7; Col. 1:14).

DIOS, EL ARQUITECTO DE LA SALVACIÓN

La única construcción erigida en la tierra que fue perfecto en cada


detalle desde el principio, y que nunca fue necesario agregar o
cambiar, fue el tabernáculo en el desierto.

El proyecto, la presentación y el plano con todas las especificaciones


fueron diseñados en el cielo. Luego fue transmitido a Moisés de parte
del Señor para Israel. Moisés lo recibió mientras estaba en el Monte
Sinaí, poco después del éxodo de Israel y su liberación de Egipto.

El detalle más mínimo del tabernáculo y cada aspecto particular


fueron diseñados por el Dios Todopoderoso. Cada característica tiene
un significado profético y redentor que se cumplió en Cristo.

No existe ninguna Escritura más rica en significado, más perfecta en la


enseñanza del plan de salvación, que esta construcción divinamente
diseñada: El tabernáculo.
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Dios mismo fue el Arquitecto. Cada detalle apunta a un cierto aspecto
del carácter y obra de la persona del Hijo de Dios, Jesucristo. En su
forma completa, el tabernáculo es probablemente la revelación más
detallada de Jesucristo, el Hijo de Dios y el plan de salvación en todo
el Antiguo Testamento.

A primera vista, la apariencia externa del tabernáculo no era muy


atractiva. Desde el exterior, había muy poca indicación de la gloria, el
esplendor, la belleza y la magnificencia que existían dentro. El sacerdote
que miraba desde afuera no podía ver la belleza intrínseca y la
impresionante gloria.

Solo después de entrar al patio por la puerta del lado este, se detenía
en el altar de bronce con su holocausto, y luego se lavaba las manos y
los pies en la fuente, podía entrar para ver la gloria de lo que estaba
dentro del tabernáculo.

Este tabernáculo en tierra salvaje o desierto se convertiría en el lugar


central de toda la adoración para los hijos de Israel durante su
peregrinación según lo determinado por el Dios del cielo. Moisés
recibió repetidamente la orden de hacer una réplica exacta de aquella
que Dios le había mostrado en el Monte Sinaí (Éxodo 25:40; Heb. 8:5).
Así pues, lo que Dios le mostró era uno que ya existía en el cielo. ¡El
tabernáculo era una figura, una imagen, una sombra de algo con
escencia real que ya existía!

Algo es absolutamente cierto: ¡Que el tabernáculo de Dios en la tierra


fue un prototipo o prefiguración del Señor Jesucristo! Aquí es donde
se encuentran Dios y el hombre, donde la Deidad y la humanidad
convergen en una persona (Heb. 8:1-2). Así que en Cristo encontramos
la respuesta perfecta al significado espiritual del tabernáculo. En Juan
1:14 Leemos: Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…
(Literalmente, tabernáculo)…
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Cada aspecto detallado del tabernáculo reflejan diferentes aspectos
de la persona y obra de Cristo nuestro Salvador. El tabernáculo sería el
epítome de la provisión completa y plena de la salvación en Jesús.
Pero más que una simple imagen de Jesucristo, el tabernáculo en un
sentido secundario, es una imagen del creyente.

El creyente EN CRISTO es el lugar donde Dios mora. Nosotros también


somos el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19; 2 Corintios 6:16).
Esto no es solo una imagen del Señor Jesucristo y el creyente, sino
también una imagen completa de la salvación en un plan séptuple:

Uno: estando como pecadores parados afuera, tenemos que entrar por la
puerta (la entrada) y detenernos en el ALTAR: el lugar del sacrificio
(la cruz, el punto de partida de nuestra experiencia de salvación).

Dos: Posteriormente, continua la reclusión y limpieza diaria en la FUENTE.

Tres: Luego avanzamos a la comunión con la Palabra o el alimento en la


MESA CON EL PAN DE LA PRESENCIA.

Cuatro: Aprendemos a caminar a la luz del CANDELABRO DE ORO (1 Juan


1:7).

Cinco: Ahora, y solo ahora es que llegamos al lugar del poder cuando
oramos en el ALTAR DE ORO DE INCIENSO.

Seis: Ahora estamos listos y entramos al LUGAR SANTÍSIMO para el


supremo servicio del tabernáculo en la presencia íntima de Dios.

Siete: Esto nos lleva a un completo descanso y paz en la sangre esparcida


de el PROPICIATORIO del ARCA DEL PACTO bajo la sombra de los
querubines de gloria.

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Es sorprendente pensar que todo esto ocurre en un pequeño pedazo de
tierra en medio del pueblo que está en el desierto.

El tamaño del terreno rectangular era: 75 pies


de ancho (22.86 metros) y 150 pies de largo
(45.72 metros).

Era del mismo tamaño que un terreno normal para una casa en la vida de
la ciudad posterior de la nación de Israel. Este lote rectangular, en la que
se apoyaba el tabernáculo, estaba cerrado con una cerca de siete pies y
medio (2,3 metros) de altura. Al este estaba la puerta de entrada, que era
el único lugar de acceso a esta área sagrada.

La idea del tabernáculo era que Dios se convirtiera en peregrino estando


con peregrinos y vivía en una "tienda de campaña" con personas que
vivían en tiendas o Dios bajó a donde estaba el hombre para poder tener
comunión con él. Y allí me reuniré contigo (Éxodo 25:22). En Cristo, Dios
moraría debajo de la columna de nubes (Juan 1:14). Tabernáculo es un
nombre formado de la palabra latina que significa TIENDA, literalmente
en hebreo: MORADA (Éxodo 25:8-9). Jesús vino a vivir con nosotros (Juan
1:14), y en Apocalipsis 21:3 Dios el Padre mora con el hombre para
siempre. El tabernáculo hecho por manos humanas, fue diseñado por el
Señor mismo. Todo el diseño y la distribución del tabernáculo del Señor
fue mostrado a Moisés en el Monte Sinaí. Se le ordenó a Moisés que
construyera el tabernáculo en estricta conformidad con las claras
instrucciones del Señor Dios.

MOISÉS EN EL MONTE SINAÍ

Cuando Moisés iba a recibir el plan del tabernáculo, esperó seis días antes
que Dios lo llamara (Éxodo 24:15-18). Durante los cuarenta días y las
noches en la montaña, Dios le dio el plan del tabernáculo a Moisés. Tenía

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que ser erigido de manera precisa según el plan. Leemos muchas veces:
Como el Señor le había ordenado a Moisés. Y luego: Así lo hicieron (Éx.
38:22; 39:1-7, 21, 26, 31-32, 42-43; 40:16, 21, 29).

¿Qué recibió Moisés de Dios en el Monte Sinaí? Moisés recibió dos cosas.
Primero, la Ley, las cuales son dos tablas de piedra con los Diez
Mandamientos. Y segundo, recibió el modelo o planos del tabernáculo
con todos sus muebles y accesorios.

• La Ley – Es para mostrar la justicia y santidad de Dios al hombre. Al


mismo tiempo, lo horroroso del pecado y la incapacidad del
hombre para guardar la ley, lo cual conlleva al juicio y al castigo.

• El Tabernáculo – Es la solución de Dios para la culpa del hombre:


esto es para planear una salida a las personas que violan la santa
ley de Dios. En efecto, el tabernáculo refleja la gracia de Dios, el
perdón, clemencia, reconciliación, redención y salvación.

Moisés recibió estas dos cosas de Dios, la Ley y el tabernáculo. La primera


(La Ley) acusó, convenció de pecado, y mostró al hombre su incapacidad
de hacer algo al respecto y también su falta de esperanza. El segundo, (el
tabernáculo) proporciona la solución de Dios para el pecado y cómo
encontrar misericordia, perdón y clemencia de Dios.

También leemos en los capítulos 8 y 9 del libro de Hebreos que estas


cosas, el tabernáculo y sus accesorios, eran una copia y sombra de las
cosas celestiales (8:5), y que el santuario hecho con manos, era copia de
la verdad. (9:24). Todo esto gira en torno a la persona y obra de
Jesucristo. Él era el cuerpo del cual el tabernáculo era una sombra. Él era
el santuario en el cual Dios habitaba entre nosotros. En Cristo habitaba
toda la plenitud de Dios corporalmente.

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¿CÓMO SE PROPORCIONÓ EL MATERIAL PARA LA
CONSTRUCCIÓN DEL TABERNÁCULO?

La pregunta es: ¿De dónde procede la gran cantidad de material que se


utilizó en la construcción del tabernáculo? Nuestra respuesta se
encuentra en Éxodo 3:21-22 …de modo que cuando salgan no se vayan
con las manos vacías. 22 Cada mujer pedirá a su vecina y a la que habita
en su casa, objetos de plata, objetos de oro y vestidos, los cuales pondrán
sobre sus hijos e hijas. Así despojarán a los egipcios. Este es un
cumplimiento de la promesa a Abraham más de cuatrocientos años antes:
ero yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después de esto
saldrán con grandes riquezas. (Gn. 15:14). Así que, la nación de Israel
donde eran esclavos dejó a Egipto como una nación realmente rica, según
Éxodo 11:2-3 y Éxodo 12:35-36. Esta colección de artículos preciosos de
Israel era simplemente una compensación por los años de trabajo de
esclavitud que tuvieron que realizar. El verdadero propósito de esta
colección era para la construcción y decoración del tabernáculo en el
desierto, que construirían más adelante.

Cuando llegó el momento de la construcción y levantamiento del


tabernáculo, Moisés pidió al pueblo que hiciera una ofrenda voluntaria al
Señor (Éxodo 25:2; 35:4-9; 21-29). Pero tan grande fue la respuesta del
pueblo que Moisés luego tuvo que pedirles que dejaran de traer más
artículos (Éxodo 36:3-6). El Espíritu del Señor inspiró a Bezaleel y Aholiab a
convertirse en artesanos. Llenos del Espíritu Santo, ellos comenzaron
entrenar y enseñar a otros a crear aquella obra de arte (Éxodo 31:1-6;
35:30-35).

El método de Dios para hacer las cosas es el mismo hoy. Pablo explica
que: …hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo y hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo y hay diversidad de
actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
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Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de
todos. (1 Cor. 12:4-7). Todo esto es de Dios, para que también podamos
construir su Iglesia en la tierra.

¿POR QUÉ SE PROPORCIONÓ EL TABERNÁCULO?

Era el lugar de morada de Dios en medio Israel durante casi 500 años,
desde el tiempo de Moisés con Dios en el Monte Sinaí hasta que el rey
Salomón completara el templo (1,450 – 960 a.C.). Así que, el tabernáculo
era sólo una morada temporal. También se llama:

• El tabernáculo del Testimonio – Números 17:7-8.

• El tabernáculo del Testimonio – Apocalipsis 15:5.

La Biblia da tres razones por las cuales Dios le dio a Israel un tabernáculo.
• Era el lugar donde Dios se reunía con el pueblo. En Éxodo 25:21-
22, Dios afirma claramente que se reuniría con el pueblo del
propiciatorio en el tabernáculo (véase Ex. 29:42-43; Ex. 30:6). El
propiciatorio era el lugar donde se roció la sangre de la expiación
por el pecado (Lev. 16:14, 30). El propiciatorio es el lugar
(hilasterion-propiciación) Heb. 9:5) donde el rociaba de la sangre
que satisfizo la ira de Dios, en el que se castigaba el pecado. En 1
Juan 4:10, la Palabra declara que Jesús es nuestra propiciación
(hilasterion). Juan declara que Jesús era el lugar donde Dios se
encontraba con el pecador. La crucifixión de Jesús fue el lugar
donde la justicia de Dios y su misericordia se unieron. Fue en la
cruz donde hemos visto a la gracia de Dios traer el sacrificio por el
pecado, que Su santidad y justicia requerían. Al ir Jesús a la cruz, el
amor de Dios pagó el castigo que Su justicia requería.

• Era el lugar donde el Señor Dios habitaba entre su pueblo. Dios


quiso morar entre su pueblo para revelarse a ellos como su Dios. Y
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que me hagan un santuario, para que pueda habitar entre ellos
(Éxodo 25:8). También leemos en Éxodo 29:45 Moraré entre los
hijos de Israel y seré su Dios. Así es exactamente cómo Israel llegó
a conocer al verdadero Dios. Las personas a su alrededor
inventaron sus propios dioses, pero Israel había experimentado y
conocido a Dios como el Dios que se preocupa por su pueblo y que
ha hecho historia con ellos. Hoy el Señor no mora entre su pueblo
en un tabernáculo hecho con manos, sino en el corazón de sus
hijos (1 Corintios 3:16; 2 Corintios 6:16; Efesios 2:19-22).

• Era el lugar de testimonio. En dos ocasiones, en Números 17:7-8,


se hace referencia al tabernáculo como el tabernáculo del
testimonio. Pero, ¿de qué fue testigo? El Arca de la Alianza con las
tablas de piedra grabadas con los Diez Mandamientos estaba en el
Lugar Santísimo. Estas dos piedras hablan de una ley quebrantada.
El Arca con la ley rota estaba cubierta por el propiciatorio de oro
que encajaba perfectamente en el arca del pacto.

Además de las dos tablas de piedra de la Ley que estaban en el arca,


también estaba el frasco de oro del maná, que era testimonio de la
provisión de Dios para los cuarenta años de peregrinación de Israel en el
desierto. También estaba la vara de Aarón que se había reverdecido para
atestiguar qué tribu había elegido el Señor Dios para que fuera la tribu
sacerdotal (Heb. 9:4).

Por consiguiente, el Lugar Santísimo del tabernáculo testificó de (a) Dios,


(b) una ley disfuncional, (c) Gracia, (d) sangre y (e) cubrimiento. En efecto,
testifica el hecho que un Dios santo por gracia cubrió la ley disfuncional
completamente con sangre. El testimonio principal del tabernáculo del
Calvario fue profético. ¡El tabernáculo fue una profecía del Calvario!

En Cristo encontramos la respuesta perfecta al significado espiritual del


tabernáculo. Leemos en Juan 1:14: Y el Verbo se hizo carne y habitó entre
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nosotros lleno de gracia y de verdad (literalmente: "tabernáculo") – y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.

EL TABERNÁCULO ERA UNA FIGURA DE CRISTO

En Hebreos 8:5 y 9:9 leemos: los cuales sirven a lo que es figura y sombra
de las cosas celestiales… Lo cual es símbolo para el tiempo presente… La
palabra figura significa "tipo" o "sombra". Entonces, se nos recuerda que
el tabernáculo era solo una sombra de algo más grande que se encuentra
en el futuro (Hebreos 9:11-14). Por lo tanto, el tabernáculo en el desierto
era una imagen, una sombra de Él (Cristo) quien vendría luego.

Los muebles del tabernáculo estaban arreglados de modo que tuvieran la


forma de una cruz. Por ello, el tabernáculo habla predominantemente de
una cosa; nuestra salvación en la obra de Jesucristo en la cruz del Calvario.
Una vista cercana de la disposición de los muebles en el tabernáculo
muestra una verdad asombrosa, el tabernáculo completo lleva el sello de
la cruz. Al pie de la cruz es el lugar del sufrimiento y la muerte, el altar de
los holocaustos. La cabeza o la parte superior de la cruz está detrás del
velo en el Lugar Santísimo, el lugar de gloria: la Shekinah de una obra
completa. De afuera hacia adentro hay un camino recto de salvación,
limpieza, intercesión (oración) y un velo rasgado (Hebreos 10:20-22),
directamente en la presencia de Dios Padre. A la derecha e izquierda de
los dos brazos de la cruz hay dos áreas de bendición: la comunión en la
mesa (pan de la presencia), el testigo, la luz, el candelabro de oro. El
tabernáculo es el testimonio de Dios a la cruz del Calvario.

Sin el tabernáculo, sus muebles, el significado espiritual que contenía y


que estaba representado, nunca entenderíamos completamente la
doctrina de Salvación; Reconciliación, Sustitución, Expiación, Justicia,
Justicia imputada, Oración, Santificación, Perdón y Misericordia.

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¿CUÁNDO SE CONSTRUYÓ EL TABERNÁCULO?

Las doce tribus de Israel abandonaron Egipto el día 15 del primer mes
(Éxodo 12:1-13), después de una estadía de 430 años en Egipto (Éxodo
12:40; Gálatas 3:17), y llegaron tres meses más tarde en el Monte Sinaí
(Éxodo 19:1). Diez meses después, al primer día del primer mes del
segundo año, Moisés levantó el tabernáculo (Éxodo 40:17).

UNA BREVE RESEÑA DE ÉXODO

Debemos tomar nota con mucho cuidado el orden de la historia,


registrada en los capítulos 1 al 40 de Éxodo.

• Éxodo 1-19: Esta sección trata sobre la historia de un pueblo


(Israel) en cautiverio (en Egipto), el nacimiento de un líder
(Moisés), la liberación de Israel de Egipto y el viaje al Monte Sinaí.

• Éxodo 20-24: Aquí vemos la versión detallada de los


mandamientos, leyes y regulaciones que Dios impuso a Israel por
medio de Moisés.

• Éxodo 25-31: Una versión de los procedimientos del tabernáculo.

• Éxodo 32-34: El pueblo rompe la ley, Moisés ora por el pueblo y


sube a la montaña para recibir de nuevo las dos tablas de piedra.

• Éxodo 35-40: En estos capítulos particulares tenemos el edificio


real y la construcción del tabernáculo.

En consecuencia, Éxodo 1-19 trata sobre la historia de Israel, mientras que


los capítulos 20-40 tratan sobre la legislación. Las leyes se pueden dividir
en tres categorías diferentes, es decir, las leyes morales, civiles y las leyes
ceremoniales. Estas categorías son hechas por el hombre. La Biblia no
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hace explícitamente estas distinciones. Es útil para nosotros entenderlo
de esta manera.

Las leyes morales contralaban la vida individual y las leyes civiles


(ciudadanos), la vida estatal de la gente, mientras que las leyes
ceremoniales controlaban la vida religiosa.

LA TIENDA DE REUNIÓN DE MOISÉS

Moisés tomó una tienda de campaña y la armó a cierta distancia fuera del
campamento. La llamó «la Tienda de la reunión». Cuando alguien quería
consultar al Señor, tenía que salir del campamento e ir a esa Tienda.
Siempre que Moisés se dirigía a ella, todo el pueblo se quedaba de pie a la
entrada de su carpa y seguía a Moisés con la mirada, hasta que este
entraba en la Tienda de reunión. En cuanto Moisés entraba en ella, la
columna de nube descendía y tapaba la entrada, mientras el Señor
hablaba con Moisés. Cuando los israelitas veían que la columna de nube
se detenía a la entrada de la Tienda de reunión, todos ellos se inclinaban a
la entrada de su carpa y adoraban al Señor y hablaba el Señor con Moisés
cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés
regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se
apartaba de la Tienda de reunión. (Ex. 33:7-11 NVI).

Al nombrar la tienda, Moisés tenía en mente el tabernáculo que debía ser


construido. Esta tienda de campaña fuera del campamento era el lugar
donde Dios y Moisés se reunieron durante casi un año antes que se
levantara el tabernáculo en medio del campamento.

16
Capítulo 2

CONSTRUCCIÓN DEL
TABERNÁCULO

J usto al inicio del estudio sobre este tema, se debe tomar una decisión:
¿Comenzamos en el Lugar Santísimo como lo hace la Biblia en Éxodo
25, con los cimientos de plata del tabernáculo en sí, o con el patio, la
cerca exterior del tabernáculo? Generalmente, casi sin excepción,
cualquier estudio sobre el tabernáculo comenzará en uno de los tres
temas mencionados anteriormente. Comenzaremos nuestro estudio a
partir de los cimientos de plata de la construcción del tabernáculo. En
Éxodo 26 encontramos la descripción de los cimientos de plata donde el
tabernáculo descansaba.

LOS CIMIENTOS DE PLATA DEL TABERNÁCULO

La palabra "tabernáculo" simplemente significa "tienda" o "morada". Era


un edificio rectangular de aproximadamente 45 pies (13, 8 m.) de largo
por 15 pies (4, 6 m.) de ancho con dos habitaciones: el primer y el
segundo santuario sagrados, también son llamados, lugar santo y lugar
santísimo. El cimiento consistía en cien bases de plata (Éxodo 38:27).
Estas bases se organizaron de la siguiente manera: cuarenta al sur (Éxodo
26:18-19); cuarenta en el lado norte (Éxodo 26:20-21); dieciséis al oeste
(Éxodo 26:25), y cuatro al frente (este) del Lugar Santísimo: los cuatro
pilares sobre los cuales colgaba el velo que separaba el Santuario del
Lugar Santísimo (Éxodo 26:31-32). Cuando las bases de plata se colocaron
17
en filas, probablemente se unieron entre sí mediante un método conocido
como unión de cola de milano. Cada base estaba conectada a la siguiente
y juntas formaban una base que era lo suficientemente fuerte como para
sostener los tres muros dorados de la tienda en posición vertical. Cada
base de plata pesaba un talento (60 kg.) (Éxodo 38:27), lo que hace que el
peso total de las cien bases de plata sea de 6 toneladas. Estas bases de
plata fueron colocadas sobre arena del desierto. Los tableros verticales de
madera de acacia cubiertos en oro (las paredes de la tienda), encajaban
en las bases de plata en los zócalos. Todo el edificio, el propio
tabernáculo, descansaba sobre plata pura, un cimiento de bases de plata.

LA COLECCIÓN DE PLATA

La plata se obtuvo de cada israelita de más de veinte años que fue


redimido de Egipto, ya que tuvieron que pagar medio siclo de plata al
Señor como rescate.

• “Cuando hagan el censo para obtener el número de los hijos de


Israel, según los que sean contados de ellos, cada uno dará al
SEÑOR el rescate por su persona. Así no habrá mortandad entre
ellos, cuando hayan sido contados. Esto dará todo el que sea
contado: la mitad de la moneda del santuario. Esta moneda tiene
diez gramos de plata. Cinco gramos de plata será la ofrenda alzada
para el SEÑOR. Cada uno que sea contado, de veinte años para
arriba, dará esta ofrenda alzada para el SEÑOR. Al entregar la
ofrenda alzada para el SEÑOR a fin de hacer expiación por sus
personas, el rico no dará más ni el pobre dará menos de cinco
gramos de plata. Tomarás de los hijos de Israel el dinero de las
expiaciones y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión.
Ello será para que los hijos de Israel se acuerden, delante del
SEÑOR, de hacer expiación por sus personas”. (Ex. 30:12-16).

18
• Así todos los hijos de Israel fueron contados según sus casas
paternas, de veinte años para arriba, todos los que en Israel podían
ir a la guerra. Todos los contados fueron seiscientos tres mil
quinientos cincuenta. Pero los levitas no fueron contados con ellos
según los clanes de sus padres. (Nm. 1:45-47). ¿Y la razón de eso?
La respuesta se encuentra en Números. 1:48-51.

Por consiguiente, había 603,550 medios siclos para producir las bases de
plata. Cada talento pesaba 6,000 siclos de plata. Así que quedaron mil
setecientos setenta y cinco siclos (alrededor de 350 kg de plata) (Éxodo
38:25). La plata que quedaba se usó para los ganchos de plata, bandas de
plata y puntas de plata en los postes de la cerca. (Ex. 38:27-28; 27:9-17).

Por consiguiente, toda la plata se usó con el fin de mantener el


tabernáculo en posición; nada fue desperdiciado o dejado de lado. Todo
el tabernáculo se mantiene en posición por el dinero de la expiación que
los hombres israelitas tenían que pagar.

CRISTO Y NUESTRA SALVACIÓN

Debemos tener en cuenta lo siguiente con mucho cuidado: En valor, Dios


consideraba igual a todos los israelitas, porque cada uno tenía que pagar
exactamente el mismo monto de dinero por la expiación: Ni el rico dará
más ni el pobre dará menos... (Éxodo 30:15). La plata aquí se llama
"dinero de expiación" (Éxodo 30:16). Dios considera y atesora a todos los
pecadores con el mismo valor, por ello, el precio a pagar para todos es
exactamente el mismo para ricos y pobres, el rey y el mendigo, el más
grande y el más pequeño. Debido a que Dios no hace acepción de
personas (Ro. 2:11), cada alma tiene el mismo valor ante Dios. La plata es
un símbolo del dinero de la expiación, el dinero de la redención y el precio
para una alma humana (Éxodo 30:11-16). Los esclavos se vendian por
plata (Éxodo 21:32), José fue vendido por plata (Gn. 37:28), Jesús fue

19
traicionado por plata (Mateo 27:1-9); como fue profetizado años antes
por el profeta Zacarías (Zac. 11:12-13).

El creyente es comprado a un precio, el cual pagó Jesucristo, "el dinero de


expiación". Su propia sangre santa y sin pecado. (Ver también Lev. 17:11).

• Tengan presente que han sido rescatados de su vana manera de


vivir, la cual heredaron de sus padres, no con cosas corruptibles
como oro o plata sino con la sangre preciosa de Cristo como de un
cordero sin mancha y sin contaminación. (1 Pe. 1:18-19).
• Tengan cuidado por ustedes mismos y por todo el rebaño sobre el
cual el Espíritu Santo les ha puesto como obispos, para pastorear
la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante su propia
sangre. (Hechos 20:28).
• Pues han sido comprados por precio. Por tanto, glorifiquen a Dios
en su cuerpo. (1 Cor. 6:20).

La relación de Cristo quien es el Cordero de Dios, con el hombre se basa


en su obra de expiación y su redención de la humanidad de la maldición
del pecado (Gálatas. 3:13). Basado en el hecho que el pecado es castigado
en Cristo, y que Dios se satisface en ello, (reconciliado) ahora Dios puede
recibir y perdonar al pecador que se vuelve hacia Él. Siendo hombre
perfecto, Cristo vino como propiciación por nuestros pecados (1 Juan 2:2;
4:10). Su muerte en nuestro lugar, fue el cumplimiento de los requisitos
de la santidad y la justicia de Dios que dice: el alma que pecare (Rom.
3:23) esa morirá. La ira de Dios se aleja de nosotros y ahora somos
redimidos y entregados en Cristo Jesús (1 Tim. 2:5-6).

Cristo es el fundamento (1 Cor. 3:11) de nuestra salvación eterna (nuestra


reconciliación). El tabernáculo, que es una sombra, se basa en el dinero de
la expiación recibido de los hijos de Israel. Era una sombra, una imagen
20
del precio de la redención y la reconciliación, es la sangre preciosa de
Jesucristo.

LOS MARCOS DEL TABERNÁCULO

Las dos habitaciones del tabernáculo, el lugar Santo y el lugar Santísimo,


se construyeron de 48 marcos de madera de acacia cubierta con oro
(Éxodo 26:15-30; 38:8-31). Las dos habitaciones estaban compuestas de
tablas o planchas verticales (de acacia) y se cubrían con cortinas y
cubiertas de diferentes materiales. Cada marco tenía dos proyecciones
que encajaban en las bases de plata. Los marcos estaban cubiertos de oro
y se unían con quince barras transversales, también cubiertas de oro.

Una característica resaltante de la madera de acacia es la durabilidad. Es


totalmente resistente a cualquier condición climática. A lo largo de este
tema, tenemos un doble símbolo, Cristo y su doble naturaleza: humana y
divina. La madera de acacia refleja Su humanidad y el oro, Su divinidad.
Figurativamente, la madera de acacia habla de la humanidad perfecta de
Cristo. Su cuerpo nunca vio corrupción (Hch. 2:31). Por ende, es una
imagen de una humanidad perfecta, sin pecado y en efecto, inmortal.

En Juan 8:58, Jesús declaró que Él estaba antes que Abraham, debido a
ello, también estaba antes que Su madre. Esto muestra que la madre de
Jesús no le dio su personalidad o esencia, porque Él ya lo tenía en su
preexistencia, pero lo que recibió de la madre fue su naturaleza humana.

En la madera de acacia vemos a Cristo en su humillación. Subió como un


retoño delante de él, y como una raíz de tierra seca... (Is. 53:2).

Los marcos de madera de acacia estaban recubiertos de oro (Ex. 26:29).


La madera era un material separado del oro con el que estaba cubierta.
En este sentido, los marcos consistían en dos materiales separados. La

21
dualidad de los marcos es un hermoso símbolo de las dos naturalezas del
Señor Jesucristo: divina y humana en una sola Personalidad. La madera de
acacia simboliza Su naturaleza humana; el oro tipifica Su naturaleza
divina. La madera nunca se convirtió en oro y el oro nunca se convirtió en
madera. Del mismo modo, las dos naturalezas de Jesús también están
separadas entre sí. Aunque estas dos naturalezas distintas están en Él. Él
no es dos personas, sino una sola. El Señor Jesucristo es un hombre real –
Jesucristo hombre. (1 Tim. 2:5), el verdadero Dios–El Gran Dios y Salvador
Jesucristo (Tito 2:13). El misterio de cómo las dos naturalezas distintas se
complementan en una persona, es un misterio más allá de lo razonable.

• La verdadera humanidad de Jesucristo puede verse mejor en sus


limitaciones humanas. Estaba hambriento (Mateo 4:2); Tenía sed
(Juan 19:28); Estaba cansado (Juan 4:6); Durmió (Mateo 8:24); y
también lloró (Juan 11:35). En todo esto, Él era el verdadero
hombre; no obstante, afirmó ser parte de la Divinidad.
• La verdadera deidad de Jesucristo es reconocida por el Padre. Tu
trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos (Hebreos 1:8). En Juan
8:58, Jesús dijo a los judíos: De cierto, de cierto os digo, antes que
Abraham fuese, YO SOY. Jesús confirma sin lugar a dudas que Él es
el "YO SOY" de Israel, y se identifica a sí mismo como el Dios que
se apareció a Moisés en la zarza ardiente: YO SOY EL QUE
SOY (Éxodo 3:14). Esto es lo que Jesús quiso decir y lo que los
judíos entendieron, por esa razón querían apedrearlo (Juan 8:59).
(Véase también Juan 5:18; Juan 10:30-36; Juan 20:28).

LAS VIGAS TRANSVERSALES DEL TABERNÁCULO

Los 48 marcos que encajaban en la parte inferior de las bases plateadas,


se mantenían unidas por 15 barras transversales que estaban recubiertas
de oro como los marcos. Había cinco barras transversales en cada uno de
22
los lados norte, oeste y sur. Había dos barras transversales cortas en la
parte superior de una barra transversal larga y continua, y dos en la parte
inferior (Ex. 26:26-30). Los aros que servían como soportes para que los
barrotes los mantuvieran en posición, estaban hechos de oro (Ex. 26:29).

El propósito de estos travesaños era mantener unida toda la construcción


del tabernáculo para que no se derrumbara. Los marcos verticales se
mantienen en su lugar mediante cinco barras transversales horizontales
en cada lado. Esto refleja el poder de Cristo con el que sostiene todo,
porque, como dice Pablo: Él antecede a todas las cosas, y en él todas las
cosas subsisten. (Col. 1:17). Este es poder con el que Él rodea y protege a
la Iglesia (el Lugar Santo del tabernáculo, del cual se hablará más
adelante)...las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mt. 16:18).

LOS RECUBRIMIENTOS DEL TABERNÁCULO.

El techo del tabernáculo consistía en cuatro capas de material. Debido a


esto, podemos hablar de las dos cubiertas interiores como el cielo raso
del tabernáculo y las dos cubiertas exteriores como el techo. La Biblia lo
llama "cubiertas". El techo (cielo raso) consistía en dos cubiertas
interiores y dos exteriores, cada una diferente de la otra, pero juntas
formaban una unidad compuesta. Al igual que los cuatro evangelios están
completos dentro de sí mismos, también cada cubierta estaba completa
en sí misma. Sin embargo, todos ellos son necesarios para darnos la
imagen completa. Con el estudio de las cubiertas encontraremos que
apunta a Cristo y su obra victoriosa.

LAS CUBIERTAS INTERNAS (Ex. 26:1-14; 36:8-19)

Las dos cortinas internas se llaman "el tabernáculo" (Éxodo 26:6) y "la
tienda" (Ex. 26:11).

23
• EL TABERNÁCULO (Ex. 26:1-6) - Este conjunto de cortinas se llama
"tabernáculo" porque en realidad formaba el cielo raso del mismo.
Esta cortina de diez partes y multicolor (púrpura, azul y rojo) de
lino fino torcido con querubines en alto relieve, solo era vista por
los sacerdotes que hicieron servicio en el tabernáculo. Todo señala
a la gloria interior oculta de Cristo es decir, Su justicia, Su
divinidad, Su majestad y Su humanidad. La luz del candelabro de
oro no era muy brillante en el lugar santo y, por lo tanto, el
esplendor del tabernáculo no era claramente visible. De la misma
manera hoy, la gloria de Cristo en la Iglesia (el lugar Santo en el
tabernáculo) es invisible hasta cierto punto.

Por otro lado, el Lugar Santísimo estaba iluminado por la gloria de


Dios. El sumo sacerdote podía contemplar claramente la belleza y
el esplendor del tabernáculo bajo esa luz. La gloria de Cristo será y
solo se podrá ver un día cuando estemos en el cielo. A la luz
gloriosa de Dios, contemplaremos a Cristo, en todo Su poder,
majestad y esplendor: Ahora vemos oscuramente por medio de un
espejo, pero entonces veremos cara a cara. (1 Cor. 13:12). Sólo
entonces lo veremos tal como es. (Ap. 1:13-16).

En las cortinas multicolores del tabernáculo, que representan el


esplendor múltiple de Cristo, también se retrataron los
querubines. Ellos hablan del intenso juicio inquebrantable de
Cristo (Gn. 3:24). El Señor no solo es un Dios de amor sino que
también es el Juez del mundo (Hechos 17:31; Juan 5:22). Stephen
Olford unifica todo muy bien cuando escribe: “Así, en esta gloriosa
cortina interior tenemos un cuadro completo del Hijo de Dios en
Su humanidad, Su divinidad, majestad, humildad y Su severidad en
el juicio venidero. ¡Qué incomparable, glorioso y victorioso es el
Cristo de Dios!

24
• LA TIENDA (Ex. 26:7; 36:14-18) – La tienda de pelo de cabra señala
a diferentes aspectos de la vida de Cristo en la tierra.

Dios decidió que las damas hicieran la tienda de pelo de cabra.


(Ex. 35:26). En lo que respecta a la naturaleza humana del Señor
Jesús fue el resultado de mujeres elegidas por Dios. A través de los
siglos, desde el tiempo de Eva, Dios seleccionó a mujeres por
medio de las cuales Cristo eventualmente vendría al mundo. En la
genealogía en Mateo 1:1-17 se nombran cinco mujeres: Tamar,
Rahab, Rút, Betsabé y María. Por medio de ellas se tejía la
humanidad del Hijo de Dios, al igual que las mujeres elegidas tejían
el pelo de la cabra. La tienda tipifica la humanidad de Jesús. (Heb.
2:16-17).

La tienda que cubría el pelo de cabra estaba en once tiras, diez


no eran visibles y una sí. (Ex. 26:7-9). Diez de once partes de la
cubierta de la tienda estaban debajo de los carneros y los tejones
escondidos. El undécimo panel que estaba frente al tabernáculo
fue doblado dos veces y debido a ello, era visible. Cuando miramos
la vida de Cristo, rápidamente vemos el significado de esto.
Slemming lo explica así para nosotros: "Cristo pasó
aproximadamente treinta y tres años en esta tierra es decir, once
veces tres. Diez undécimos de esta vida, que son treinta años, se
pasaron en secreto. . . Luego, a la edad de treinta años, Juan dijo:
'He aquí' y señaló a la gente al 'Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo' y así, durante el último undécimo de su vida,
en un ministerio de tres años, Él fue revelado al mundo – ¿Cómo
qué? Como ofrenda por el pecado, tal como lo declaró Juan.

La tienda del pelo de cabra habla de la ofrenda por el pecado.


(Lev. 9:15). Leemos en Levítico 4:23 y 24 que la persona que
pecaba, tenía que poner sus manos sobre la cabeza de la cabra y
luego sacrificarla como expiación. La colocación de las manos
25
sobre la cabeza de la cabra era para representar la transferencia
de los pecados de la persona a la cabra. Igualmente, Cristo tomó el
pecado del hombre sobre sí, y por tanto, se convirtió en pecado
por nosotros (2 Cor. 5:21), para llevar la culpa de nuestro pecado
en lugar nuestro (Rom. 8:3; 1 Pe. 2:24). Aquí tenemos los dos
aspectos de las dos cabras, uno fue sacrificado y el otro fue
perseguido vivo en el desierto. Así que Jesús primero tuvo que
morir antes de poder llevar nuestros pecados: "Él (ha y...) vertió su
alma...hasta la muerte...Mientras Él...llevó el pecado de muchos".
(Is. 53:12).

LAS CUBIERTAS EXTERIORES (Ex. 26:14; 36:19)

Como en las cubiertas interiores, también hay dos cubiertas exteriores.

• LAS CUBIERTAS DE PIELES DE CARNEROS TEÑIDAS DE ROJO (Ex.


26:14; 36:19) – Estas pieles se refieren en primer lugar a:

o La muerte sustitutiva de Cristo. El carnero se representó


como sustituto del ser humano en las Escrituras: Abraham
fue, tomó el carnero... (Gn. 22:13). El carnero no solo es
provisto por Dios como sustituto, sino que también se le
llama "el carnero de la consagración" (Ex. 29:26-27, 31). Al
unir los dos pensamientos, podemos decir que Cristo
mismo se rindió totalmente al Dios Padre para morir en la
cruz como sustituto del pecador (Is. 53:6; 1 Pe. 3:18; Rom.
5:8; Gal. 3:13). El sacrificio expiatorio de Cristo no fue un
asunto forzado, por el contrario, Parker escribe: "En la cruz,
Cristo fue atrapado voluntariamente en la espesura de la
Ley de Dios, y se sacrificó en lugar del mundo cuyos
pecados lo retuvieron allí". Cristo voluntariamente entregó
su vida por nosotros (Juan 10:18).

26
o En segundo lugar, vemos que las pieles de carnero teñidas
de rojo no muestran ninguna medida. La cubierta, que
también refleja la obediencia voluntaria de Cristo hasta la
muerte, tampoco muestra ninguna medida. Se refiere a la
obra expiatoria infinita de Cristo en la cruz (Juan 3:16).

• LA CUBIERTA DE LAS PIELES DE TEJONES (Ex. 26:14; 36:19) – Las


pieles de tejón no eran para embellecer, sino para proteger. Esta
fue la cubierta más externa de todas las diferentes cubiertas. Era
aburrida y poco atractiva, nada llamativo para observar. Nadie que
mirara el tabernáculo cubierto con pieles de tejón habría
imaginado el esplendor y gloria que contenía dentro. Solo cuando
alguien estaba dentro, podía contemplar.

En la cubierta de las pieles de tejón, también tenemos una imagen


perfecta de la humanidad de Cristo. Esto muestra que el Hijo de la
humanidad de Dios en la tierra no era atractivo, era insignificante en
contraste con su gloria celestial: ...No hay parecer en él ni hermosura; lo
vimos, pero no tenía atractivo como para que lo deseáramos. (Isa. 53:2).
Nadie que mirara a Jesús en su estado pobre exterior, hubiera pensado
que Él es el Creador del universo. Nadie podía ver en él como...quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder... (Heb. 1:3).
Exteriormente, nadie podía ver en él la gloria de Dios (Hebreos 1:3). Sin
embargo, Él nos prometió su protección.

RESUMEN

En conclusión, podemos decir que las cubiertas cuádruples del techo y los
lados del tabernáculo juntas, apuntan a Cristo. Las pieles de tejón hablan
de su humanidad; las pieles de carnero teñidas de rojo señalan el
compromiso de Cristo y su obediencia hasta la muerte; el pelo de cabra y
el lienzo tipifican la ofrenda por el pecado de Cristo; y la cortina de doble
de lino fino refleja Su Gloria.
27
De pieles de tejón – era la cubierta más externa (Ex. 26:14).

Las pieles de carneros – estaban debajo de las pieles de tejón (Ex.


26:14).

Pelo de cabra blanca – Esta cubierta de la tienda estaba debajo de la


piel del carnero. (Ex. 26:7).

Lino fino torcido – el cielo raso también era llamado “Tabernáculo”


(Ex. 26:1).

LA ENTRADA DEL TABERNÁCULO EN SÍ

Los cinco pilares en la entrada del tabernáculo estaban hechos de madera


de acacia y revestidos de oro, pero estaban en cinco bases de bronce (Ex.
26:36-37) y no en bases de plata como los cuatro pilares (Ex. 26:31-33)
entre el lugar santo y el lugar santísimo. La razón por la que estos cinco
pilares se apoyaban en las bases de bronce era porque estaban colocados
justo afuera del tabernáculo, en la entrada. Por consiguiente, son
considerados parte de la corte donde el resto de los sócalos de la corte
eran de bronce (Ex. 27:17). El ‘bronce’ refleja el juicio, y ‘cinco’ la Gracia.
Es solo por la gracia de Dios, que en Cristo ya hemos sido juzgados y que
ahora tenemos acceso a los lugares santos y la presencia más santa de
Dios, también se nos permite tener comunión con un Dios Santo.

EL PISO DEL TABERNÁCULO

El suelo de la tienda era de ¡arena del desierto! En consecuencia, los pies


del sacerdote estaban siempre en la arena del desierto, ya que no hay
asientos en el tabernáculo. El sacerdote tuvo que hacer su trabajo de pie
en la tierra, el suelo sobre el que caminaba. El hecho de no haber ningún
piso ni asiento significaba que el sacerdote estaba en contacto constante
con la tierra, la arena del desierto. El Señor dijo después de la Caída: ...sea
28
maldita la tierra por tu causa... (Gn. 3:17). Independientemente del
tabernáculo, su gloria, redención, expiación y salvación que representó, al
hombre se le hacer recordar su peregrinaje diario y esfuerzo que aún
estaba viviendo en un mundo sucio y pecaminoso. Jesús nos enseña en
Juan 13:10 El que se ha lavado (que nace de nuevo) no tiene necesidad de
lavarse más que los pies (purificar nuestros pecados diarios), porque
nosotros, como hijos de Dios, todavía estamos en un mundo pecaminoso.
Tenemos una promesa maravillosa en 1 Juan 1:7: Pero si andamos en luz,
como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su
Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.

29
Capítulo 3

LOS SIETE MUEBLES DEL


TABERNÁCULO

E n el atrio exterior encontramos dos cosas a las cuales podemos


prestar atención, es decir, el altar de bronce y la fuente. En total,
había siete artículos o muebles relacionados con el tabernáculo:

• El altar del holocausto. – (Ex. 27:1-8; 38:1-7)

• La fuente de bronce – (Ex. 38:8; 30:17-21)

• La mesa con los doce panes (pan de la presencia) – (Lev. 24:5-7)

• El candelero de oro puro – (Ex. 25:31-37)

• El altar de incienso – (Ex. 30:1-10; 34-36)

• El Arca – (Ex. 25:10-22; Heb. 9:4-5)

• El propiciatorio – (Ex. 25:17-22)

Dos estaban en el atrio exterior, tres en el lugar santo y dos en el Lugar


Santísimo. Ahora veamos al primero, como lo encontró el sacerdote
cuando entró al atrio exterior – el altar del holocausto (altar de bronce).

31
EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO O ALTAR DE BRONCE

El altar del holocausto era el único y simplemente el único lugar donde se


permitían las ofrendas a Dios. Así que, había solo un tabernáculo (tienda
de reunión), y solo un lugar de sacrificio.

• Cualquier hombre de la casa de Israel que dentro o fuera del


campamento degüelle una vaca, un cordero o una cabra y no lo
traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecerlo como
sacrificio al SEÑOR delante del tabernáculo del SEÑOR, ese hombre
será considerado reo de sangre. Derramó sangre; ese hombre será
excluido de entre su pueblo. (Lev. 17:3-4).

Antes que alguien pueda ser salvo, debe entender que no puede salvarse
a sí mismo. Adán fue el primero en aprender esta verdad. Cuando pecó,
pensó que podía cubrir su pecado o deshacerse de él a través de sus
vestimentas hechas por sí mismo. Cuando el Señor se le apareció, ignoró
las hojas de higuera de Adán y pronunció una maldición sobre él, su
esposa, sus descendientes, la serpiente y la tierra. Entonces, Dios
proporcionó la solución al mostrarle a Adán el único camino. Dios mismo
proporcionó, la solución, cuando mató a un animal y tomando la piel del
sangriento sacrificio, hizo ropa para Adán y su esposa y los vistió con
pieles de estos animales sustitutos (Gn. 3:21).

Cuando se levantó el tabernáculo, solo había un lugar de ofrenda


permitido y era en el altar dentro de la entrada del tabernáculo, al entrar
en el atrio exterior. Hoy todavía hay un solo camino hacia Dios, es el único
lugar donde Dios se encuentra con el pecador. El tabernáculo en el
desierto pronosticó esto, y aquel es el Señor Jesucristo, el Cordero de Dios
(Juan 1:29), la cual señala a la cruz del Calvario. En efecto, Jesucristo
puede decir: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre

32
sino es por Mí (Juan 14:6). Pedro también pudo declarar: Y en ningún otro
hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12). Sin fe en Él y sin su
sangre, todos nuestros mejores esfuerzos simplemente son obras
muertas.

En el procedimiento estipulado en Levítico, se asume un lugar santo, un


altar y un sacerdocio (Levítico 1-7). Además, vemos que en lo que se
refiere al altar, la instrucción está registrada en:

• Harás un altar de madera de acacia. Será cuadrado, de dos metros


veinticinco centímetros de largo, de dos metros veinticinco
centímetros de ancho y de un metro treinta y cinco centímetros de
alto. Le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán de
una misma pieza y lo recubrirás de bronce. También harás sus
bandejas para las cenizas, sus palas, sus tazones para la aspersión,
sus tenedores y sus baldes. Harás de bronce todos sus utensilios. Le
harás una rejilla de bronce en forma de red, y sobre la red harás
cuatro aros de bronce en sus cuatro extremos y la pondrás por
debajo y alrededor del borde del altar. La red llegará hasta la
mitad del altar. “Harás varas para el altar, varas de madera de
acacia, y las recubrirás de bronce. Las varas se meterán por los
aros. Esas varas estarán a los dos lados del altar cuando sea
transportado. Harás el altar hueco, hecho de tablas. De la manera
que te fue mostrado en el monte, así lo harán. Hizo también el
altar del holocausto de madera de acacia. Era cuadrado, de dos
metros veinticinco centímetros de largo, de dos metros veinticinco
centímetros de ancho y de un metro treinta y cinco centímetros de
alto. (Ex. 27:1-8; 38:1).

33
El altar era el centro y el fundamento de la religión de Israel. En realidad,
todo giraba alrededor de este altar. No había acceso a Dios, y ninguna
religión era aceptable para Dios, excepto a través del altar.

Dios quiere morar entre Su pueblo. ¿Cómo puede un Dios santo morar
entre gente pecadora? El requisito de Dios era que el hombre debía traer
un sacrificio por sus pecados. Según la determinación de Dios, la sangre
del animal sacrificado cubriría el pecado que haría posible que el que hizo
el sacrificio permaneciera en la presencia de Dios; permitiendo así la
reconciliación por medio de la sangre.

El altar era un gran objeto rectangular hecho de madera de acacia. La


acacia es un árbol que puede crecer en un clima hostil como en un
desierto. Tiene una raíz muy larga que crece en profundidad para obtener
la humedad necesaria. Ya vimos que el profeta Isaías escribió profecía
sobre la humanidad de Jesucristo: Subirá cual renuevo delante de él, y
como raíz de tierra seca... (Is. 53:2). La madera estaba cubierta de bronce,
y el altar era lo suficientemente fuerte como para soportar cualquier
sacrificio. El bronce refleja el juicio divino. Aquí se ofrecían animales por
los pecados del pueblo. Era un lugar de sufrimiento y constantemente
llevaba la marca del pecado. Cristo en su humanidad tomó el castigo de
Dios por nuestros pecados sobre sí mismo: Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre Él... (Is. 53:5).

También leemos que el Señor le ordenó a Moisés: Y le harás cuernos en


sus cuatro esquinas... (Ex. 27:2). La ofrenda se ataba a los cuernos del
altar con una cuerda, y una vez que el sacrificador había puesto sus
manos sobre el animal, su pecado se transfería al sacrificio. Luego, el
sacerdote sacrificaba al animal, recogía la sangre y la vertía junto al altar,
a continuación el cuerpo del animal era quemado sobre el altar. La llama
ascendente le decía al sacrificador que su sacrificio era aceptado. El fuego

34
consumía todo lo que podía ser consumido. En consecuencia, el
sacrificador era absuelto del fuego del juicio de Dios, porque tenía un
sustituto que cumplía las exigencias de una ley que había quebrantado. El
altar era para hacer expiación (Lev. 8:15). Por este motivo, nosotros en el
altar de bronce tenemos un tipo de cruz de Cristo. En el altar de bronce se
ofrecían sacrificios de sangre por los pecados del pueblo. Así como el altar
de bronce era el único lugar al que los hijos de Israel podían acudir para
expiar sus pecados, la cruz de Cristo es hoy el único lugar donde el
pecador puede recibir el perdón de sus pecados. De la misma manera
hoy, el hombre pecador solo puede venir al Señor al aceptar a Cristo
como su sustituto (Juan 1:12). Los holocaustos eran una ofrenda quemada
de grato olor al SEÑOR. (Lev. 1:9). Así que, Cristo: ...se entregó a sí mismo
por nosotros como ofrenda y sacrificio en olor fragante a Dios. (Ef. 5:2).

El fuego era una parte inseparable del altar de bronce. Esto es lo que el
Señor mandó: El fuego ha de arder permanentemente en el altar; no se
apagará. (Lev. 6:13). Leemos que cuando las primeras ofrendas fueron
traídas por Aarón, Entonces salió fuego de la presencia del SEÑOR y
consumió el holocausto y los sebos sobre el altar. Al ver esto, todo el
pueblo gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros. (Lev. 9:24). El juicio
de Dios contra el pecado devoró la ofrenda como un fuego consumidor.

El Señor ordenó a los sacerdotes que tuvieran que llevar las cenizas de la
ofrenda quemada a un lugar limpio fuera del campamento (Lev. 6:11). El
Nuevo Testamento confirma que en Hebreos 13:11-13: Porque los cuerpos
de aquellos animales, cuya sangre es introducida por el sumo sacerdote en
el lugar santísimo como sacrificio por el pecado, son quemados fuera del
campamento. Por lo tanto, también Jesús padeció fuera de la puerta de la
ciudad para santificar al pueblo por medio de su propia sangre. Salgamos
pues a Él, fuera del campamento, llevando su afrenta.

35
El altar de bronce tenía dos palos que se usaban para llevarlo de un lugar
a otro (Ex. 27: 6-7). De esta manera, el mensaje de la crucifixión de Cristo
era llevado a todo el mundo: el mensaje de que Él es el cordero expiatorio
(Juan 1:29) que murió por nosotros (1 Cor. 5:7) y que resucitó de entre los
muertos (Hechos 2:23-24).

Finalmente, debe notarse que el altar de bronce estaba en el lado Este del
tabernáculo, y el arca estaba en el lado Oeste del mismo. El lado Este era
el lugar más alejado del arca. El rey David también lo confirmó en Salmos
103:12: Tan lejos como está el oriente del occidente así hizo alejar de
nosotros nuestras rebeliones.

LA FUENTE

El segundo elemento que encontramos es la fuente. Después de que el


sacerdote hacía el sacrificio en el altar del holocausto, se dirigía a la
fuente para limpiarse antes de estar listo para entrar al tabernáculo. Este
fue un mandato estricto del Señor como se registra en Éxodo.

• El SEÑOR también habló a Moisés diciendo: “También harás una


fuente de bronce para lavarse, con su base también de bronce. La
pondrás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en
ella agua. Aarón y sus hijos se lavarán en ella las manos y los pies.
Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua,
para que no mueran. Cuando se acerquen al altar para servir y
presentar la ofrenda quemada al SEÑOR, también se lavarán las
manos y los pies, para que no mueran. Esto será un estatuto
perpetuo, tanto para él como para sus descendientes, a través de
sus generaciones”. También hizo la fuente de bronce y su base de
bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del
tabernáculo de reunión. (Ex. 30:17-21; 38:8).

36
La fuente y su base estaban hechas de espejos de bronce pulido, que las
mujeres judías tomaron de las mujeres egipcias en el momento del éxodo
que salieron de Egipto (Ex. 38: 8). La fuente estaba llena de agua.

Como es el caso de las bases de bronce de los pilares y el altar de bronce,


el bronce refleja el juicio divino. Al mirar en el espejo, el sacerdote podría
evaluar su apariencia exterior. La fuente es uno de los objetos
indispensables al acercarse a Dios para tener comunión con Él en el
santuario. Leemos que Aarón y sus hijos podían lavarse las manos y los
pies con agua antes de poder entrar a la tienda de reunión, para que no
murieran. Era una declaración divina de que no se permitiría ninguna
impureza en la santa presencia de Dios. Vemos que el propósito de la
fuente es hacer que los sacerdotes sean aptos para la comunión y el
servicio en el Santo Lugar.

Tipológicamente, no estamos lidiando con la culpa del pecado, el cual se


ha tratado en el altar, sino con la inmundicia interna en la vida del hijo de
Dios.

Los sacerdotes tenían que ir a la fuente de los espejos pulidos para lavarse
– en consecuencia, se veían obligados a mirar los espejos para evaluar su
apariencia. Los espejos en la Biblia simbolizan la Palabra de Dios escrita
por medio de la cual el creyente se evalúa a sí mismo: Porque cuando
alguno es oidor de la palabra y no hacedor de ella, este es semejante al
hombre que mira su cara natural en un espejo. Se mira a sí mismo y se
marcha, y en seguida olvida cómo era. Pero el que presta atención a la
perfecta ley de la libertad y persevera en ella sin ser oidor olvidadizo sino
hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. (Santiago
1:23-25). ¿Cuál es el propósito de una fuente sin agua? Si la fuente refleja
a la palabra escrita, entonces el agua en la fuente, sin duda, refleja al
Espíritu Santo (Juan 7:38-39). Es el Espíritu Santo a través de los esfuerzos
de la Palabra que nos guía a la verdad (la Palabra - Juan 17:17). Debemos

37
recordar que el agua es una imagen de la Palabra, porque en Efesios 5:26
encontramos que Cristo: a fin de santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua con la palabra.

A Aarón y sus hijos se les advirtió seriamente que se lavasen las manos y
los pies en la fuente para que no murieran. Por lo tanto, antes de
emprender cualquier trabajo en el Lugar Santo, la limpieza tenía que
llevarse a cabo. Las manos y los pies reflejan naturalmente sobre la vida
cotidiana y el caminar en este mundo pecaminoso. Así nosotros, como el
sacerdocio de Dios hoy en día, deberíamos (1 Pedro 2:5-9) limpiarnos
diariamente mediante el uso y aplicación de la Palabra y la obra de
limpieza del Espíritu Santo (Juan 15:3). Jesús lo dice así en Juan 13:10: El
que se ha lavado (bañado o regenerado [Tito 3:5]) no tiene necesidad de
lavarse más (limpiar - 1 Juan 1:9; 2:1) que los pies (o los pecados de
nuestro diario vivir) pues está todo limpio. Ya ustedes están limpios...

Así que necesitamos ver el proceso de santificación en la limpieza diaria


de las manos y los pies, esa es nuestra parte. Así que, amados, ya que
tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de
espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. (2 Cor. 7:1).
También leemos en la exhortación de Pablo a la iglesia en Tesalónica:
Porque Dios no nos ha llamado a la impureza sino a la santificación. Por lo
tanto, el que rechaza esto no rechaza a hombre sino a Dios quien les da su
Espíritu Santo. (1 Tes. 4:7-8). El mensaje de la fuente habla clara y
característicamente al hijo de Dios en Santiago 1:21: Por lo tanto,
desechando toda suciedad y la maldad que sobreabunda, reciban con
mansedumbre la palabra implantada la cual puede salvar su vida. Si
queremos entrar al lugar santo de Dios donde está Cristo ahora, las
Escrituras no nos dejan ninguna duda sobre la manera en que debemos
buscar acceso: Así que, hermanos, teniendo plena confianza para entrar al
lugar santísimo por la sangre de Jesús, por el camino nuevo y vivo que él
nos abrió a través del velo (es decir, su cuerpo), y teniendo un gran

38
sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en
plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y
lavados los cuerpos con agua pura. (Heb. 10:19-22).

En resumen podemos decir que no es la fuente primero y luego el altar de


bronce, sino primero el altar y luego la fuente. Dicho de otra manera:

• El altar proclama el mensaje de la justificación.

• La fuente proclama el mensaje de la santificación.

• En el altar escuchamos: Sin el derramamiento de sangre no hay


perdón. En la fuente escuchamos: que sin la santificación nadie
verá a Dios (Hebreos 12:14).

• En el altar, escuchamos a Jesús decir: "He venido para que tengan


vida". Por la fuente, oímos: "Yo he venido para que tengan vida
abundante y para que la tengan en abundancia".

• En el altar escuchamos: Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel


y justo para perdonarnos. En la fuente, escuchamos: Él es fiel y
justo para limpiarnos de toda maldad.

• Un pecador arrepentido está en el altar, clamando: Oh Dios, ten


piedad de mí, pecador. En la fuente, el creyente clama: Oh Dios,
crea en mí un corazón limpio (Salmos 51:10).

En primer lugar, no somos limpiados de nuestros pecados para que


podamos ir a la cruz por la expiación de nuestros pecados. Primero vamos
a la cruz para recibir la expiación por nuestros pecados, y luego el perdón
por nuestras transgresiones y pecados diarios.

39
LA MESA CON LOS DOCE PANES DE LA PRESENCIA

El tercer elemento en servicio del tabernáculo es la mesa con los doce


panes de la presencia en el Lugar Santo.

En el lugar santo del tabernáculo, encontramos tres artículos distintos: la


mesa con el pan de la presencia sobre ella, el candelero dorado y el altar
dorado de incienso. Mientras que el tabernáculo como tal tipifica a Cristo,
el Lugar Santo es visto como una figura de Iglesia en la tierra. Por lo tanto,
el Lugar Santo del tabernáculo con sus accesorios, refleja a la Iglesia de
Cristo en la tierra.

La instrucción respecto a la mesa en el Lugar Santo se encuentra en Ex.


25:23-30; 40:4-5 y la instrucción respecto a los doce panes en Lev. 24:5-9.

• Harás una mesa de madera de acacia. Será de noventa


centímetros de largo, de cuarenta y cinco de ancho y de
sesenta y cinco centímetros de alto. La recubrirás de oro puro y
le harás una moldura de oro alrededor. Le harás también un
marco alrededor, de siete centímetros de ancho, y al marco le
harás una moldura de oro alrededor. Le harás cuatro aros de
oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que
corresponden a sus cuatro patas. Próximos al marco estarán
los aros, donde se colocarán las varas para llevar la mesa.
“Harás las varas de madera de acacia y las recubrirás de oro;
con ellas será llevada la mesa. También harás sus platos, sus
cucharas, sus vasijas y sus tazones para hacer la ofrenda ritual
de un líquido; los harás de oro puro y pondrás sobre la mesa el
pan de la Presencia, continuamente, delante de mí. (Éxodo
40:4-5) Meterás la mesa y la pondrás en orden. Meterás
también el candelabro y encenderás sus lámparas. Pondrás el

40
altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y
pondrás la cortina a la entrada del tabernáculo. (Ex. 25:23-30;
40:4-5).

• Toma harina fina, y haz con ella doce panes. Cada pan será de
cuatro kilos. Los colocarás en dos hileras, seis en cada hilera,
sobre la mesa de oro puro, delante del SEÑOR. Pondrás
también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan
como señal, una ofrenda quemada al SEÑOR. Cada sábado los
colocarás siempre en orden delante del SEÑOR, de parte de los
hijos de Israel como pacto perpetuo. Serán para Aarón y para
sus hijos, quienes los comerán en un lugar santo, porque es
cosa muy sagrada para él, de las ofrendas quemadas para el
SEÑOR. Esto es un estatuto perpetuo”. (Lev. 24:5-9).

Vale la pena señalar que aquí en Éxodo 25 se menciona por primera vez
en la Biblia una mesa. Y es una mesa con pan encima. En consecuencia,
esto señala a una comida, una celebración y satisfacción, así que es la
comunión completa.

La mesa del pan de la presencia estaba en el lado derecho en el Lugar


Santo (Ex. 40:22); Estaba hecha de madera de acacia y revestida de oro. La
mesa tenía una formación de oro alrededor. Probablemente fue para
evitar que los objetos cayeran de la mesa. Se hicieron diferentes utensilios
o herramientas para ser utilizados en el ministerio de la mesa; platos,
sartenes, jarras y copas. (Ex. 25:29; Nm. 4:7). Todo estaba hecho de oro.
Había anillos y palos para que la mesa pudiera llevarse de un lugar a otro
durante el peregrinaje de Israel a través del desierto. La mesa del pan de
la presencia se paró en frente del candelero en el lugar Santo.

El pan de la proposición significa literalmente: pan de la Presencia (Lev.


24:5-6, 8). El pan es un recordatorio de que Dios alimentó a Israel. El pan
de la presencia estaba delante del Señor en el Lugar Santo de sábado a
41
sábado. El sábado siguiente, era reemplazado por otros nuevos. El pan
que estaba ante el Señor la semana anterior era comido por los
sacerdotes en el Lugar Santo. Se colocaban doce panes nuevos cada
sábado en la mesa, uno para cada tribu. Los sacerdotes tenían que
reunirse en el Lugar Santo cada sábado para comer el pan y reemplazarlo
por otros nuevos. Los doce panes eran dos pilas de seis panes, uno
encima del otro (Lev. 24:6). Se añadía incienso a cada fila (Lev. 24:7). Este
pan también se llama el pan continuo (Nm. 4:7). Este pan se hacía de
harina fina (sin levadura-levadura) (Lev. 24:5). La harina fina refleja la
perfección y uniformidad: lo que se muele, se tamiza y se prueba. La fina
harina blanca sin levadura refleja la santidad, pureza, verdad y justicia (1
Cor. 5:6-8). Pilato dice de Cristo: No encuentro falta en este Hombre.
(Lucas 23:4). El pan se colocaba cuidadosamente en orden sobre la mesa
(Ex. 40:23). Los sacerdotes tenían que comer el pan todos los sábados
dentro del Lugar Santo y en ningún otro lugar. Aunque no se menciona,
está claro que las jarras y sus tazones (Ex. 25:29; Nm. 4:7) se usaron para
sostener el vino y para verterlo: ...sus vasijas y sus tazones para hacer la
ofrenda ritual de un líquido... (Ex. 25:29).

La primera tarea de los sacerdotes en el Lugar Santo era la comunión con


el Señor.

El significado de la tabla con los doce panes de la proposición es


importante para Israel. Por medio de esto, cada tribu admitía su
dependencia de Dios como el Dador de la vida, y el pan continuo es un
recordatorio constante de la bondad de Dios al satisfacer las necesidades
de Su pueblo. ¡Todos alrededor de una mesa juntos! La mesa rompe todas
las barreras y hace que todas sean una. El incienso se agrega como
sacrificio de fuego y una ofrenda conmemorativa. Esto refleja la oración.

Jesucristo anuncia al pueblo de Israel: Yo soy el pan de vida. Yo soy el pan


vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan vivirá para

42
siempre... (Juan 6:48, 51). Los creyentes en Cristo también son un
sacerdocio santo (1 Pedro 2:5). Como sacerdocio espiritual, solo podemos
tener comunión con Dios en y a través de Cristo. Sin Cristo, el hombre no
puede tener comunión con Dios el Padre. En Cristo, los creyentes también
tienen comunión unos con otros. Cada sábado los sacerdotes debían
reunirse en el Lugar Santo para comer el pan. En esta comida, estaban
felices en comunión juntos. Entonces, ¿debe la Iglesia en Cristo también
reunirse alegremente el primer día de la semana para partir el pan, literal
y figurativamente? (Hechos 20:7; Heb. 10:25). También vemos en el pan la
Palabra de Dios, la Palabra viva de Dios que permanece para siempre, la
buena semilla, la semilla incorruptible (1 Pedro 1:23, 25). Además,
también vemos al usar la comunión que compartimos en Cristo si
hacemos lo que Él mandó: “Tomen, coman. Esto es mi cuerpo que por
ustedes es partido. Hagan esto en memoria de Mí”. (1 Cor. 11:24; Mt.
26:26).

Solo los creyentes, verdaderamente hijos de Dios nacidos de nuevo,


pueden participar en la mesa del Señor. Pablo lo explicó así: La copa de
bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El
pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Puesto que el
pan es uno solo, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues
todos participamos de un solo pan. (1 Cor. 10:16-17).

Justo antes de su crucifixión, Jesucristo dijo a sus discípulos: Yo, pues,


dispongo para ustedes un reino, como Mi Padre lo dispuso para Mí, para
que coman y beban en Mi mesa en Mi reino... (Lucas 22:29, 30).

EL CANDELABRO DE ORO

El cuarto elemento en servicio del tabernáculo era el candelabro de oro


en el Lugar Santo. Ya hemos dado atención al altar, a la fuente y a la mesa
con los doce panes. Ahora prestaremos atención al candelabro en el Lugar

43
Santo. Además de iluminarse a sí mismo, el candelabro también arrojaba
luz sobre las otras dos piezas de muebles en el Lugar Santo: la mesa con
los doce panes y el altar de oro del incienso. Encontramos la descripción
del candelabro de oro en Ex. 25:31-40.

• Harás un candelabro de oro puro modelado a martillo. El


candelabro con su base, su tallo, sus cálices, sus botones y sus
flores será de una sola pieza. Seis brazos saldrán de sus lados: tres
brazos del candelabro de un lado, y tres brazos del candelabro del
otro lado. Habrá tres cálices en forma de flor de almendro en un
brazo, con un botón y una flor; y tres cálices en forma de flor de
almendro en el otro brazo, con un botón y una flor; así en los seis
brazos que salen del candelabro. En el tallo del candelabro habrá
cuatro cálices en forma de flor de almendro, con sus botones y sus
flores. Habrá un botón debajo de dos brazos del mismo, otro botón
debajo de otros dos brazos del mismo, y otro botón debajo de los
otros dos brazos del mismo; así con los seis brazos que salen del
candelabro. Sus botones y sus brazos serán de una sola pieza con
él; todo será una pieza de oro puro modelado a martillo. “Además,
le harás siete lámparas y las pondrás en alto, para que alumbren
hacia adelante. También sus despabiladeras y sus platillos serán de
oro puro. Lo harás de treinta y tres kilos de oro puro, junto con
todos estos accesorios. Mira y hazlos conforme al modelo que te
ha sido mostrado en el monte. (Ex. 25:31-40).

El candelabro de oro estaba en el Lugar Santo, en el lado Sur, frente a la


mesa del pan de la presencia (Éxodo 40:24). El candelabro tenía que ser
martillado en una sola pieza de oro (Éxodo 25:31, 36); una base, un tallo,
y del tallo seis ramas, tres a cada lado. Notamos que seis ramas salen del
tallo así como el mismo tallo surge de la base. Todo en una sola pieza de
oro sólido, un talento en peso (60 kg) (Ex. 25:31). Tenía que ser trabajado
con martillo (versos 31, 36). Al martillar entendemos que tuvo que ser

44
golpeado para que tenga forma. Por lo tanto, el oro no se vertió en un
molde para formar las ramas del candelero; sino que se formó mediante
un proceso de martilleo. El candelabro consistía en un tallo y seis ramas,
tres ramas a cada lado. El tallo del candelero tenía cuatro cálices, flores y
botones. Cada rama tenía tres cálices, flores y botones. En consecuencia,
el tallo desde la base era más alto que las ramas porque tenía cuatro
cálices en lugar de tres como las ramas. En la parte superior del tallo y en
cada brazo había una lámpara llena de aceite de oliva puro y una mecha
de lino.

El candelabro dorado con las siete lámparas proporcionaba luz en el Lugar


Santo y también era la única luz, ya que no había ventanas en el Lugar
Santo que permitieran la entrada de luz natural. Estas lámparas ardían
continuamente (Ex. 27:20). Desde la tarde hasta la mañana (Ex. 27:21); y
cada mañana, cuando el sacerdote preparaba las lámparas, y cuando
Aarón las encendía al anochecer (Ex. 30:7-8).

La importancia del candelabro de oro y sus lámparas: Cuando el


tabernáculo y sus accesorios reflejan a Cristo, vemos en el candelabro de
oro una imagen de Cristo y su Iglesia. El candelabro que fue martillado de
una pieza de oro refleja a Cristo. El profeta Isaías pronosticó a nuestro
Jesucristo: ...Nosotros lo tuvimos por azotado, como herido por Dios y
afligido. Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por
nuestros pecados... (Is. 53:4-5).

Respecto a la base del candelabro, Slemming escribe: "La palabra hebrea


traducida 'base' es yarek y significa 'muslo'. Génesis 46:26, Ex. 1:5 y Jueces
8:30 muestran que YAREK está conectado con el nacimiento, "las almas
que salen de los descendientes de Jacob". ¡Cristo, el YAREK, “procedemos
de Él y somos de Él!” Cristo en su humanidad es el tallo (el Yarek), está
ungido por encima de sus compañeros (Heb. 1:9); la vid (Juan 15:1); la
Iglesia es sus brazos extendidos, las ramas (Juan 15: 5). La unidad entre el

45
tallo y las ramas, entre la vid y las ramas es también la de Cristo y su
Iglesia: porque “en él vivimos, nos movemos y somos” (Hechos 17:28). Las
seis ramas representan a la Iglesia de la que Pablo dijo: en medio de una
generación torcida y perversa, en la cual ustedes resplandecen (los
creyentes y la iglesia) como luminares en el mundo, (Fil. 2:15). Cristo
necesita que la Iglesia dé su luz o revelación al mundo.

La belleza del tallo también estaba en cada rama, es decir, los cálices,
botones y flores. La forma de los cálices era como las flores de almendro.
Las almendras nos recuerdan la edad (Eclesiastés 12:5-7), el cuidado de
Dios y la resurrección. Este es el árbol que florece primero después del
invierno. El botón es una revelación de la vida. Cuando se abre, las flores
aparecen primero y luego la fruta, este es el resultado de los botones de
adorno.

El candelabro no significaba nada sin las lámparas. El candelabro revelaba


cosas que estaban ocultas de la luz natural. Las lámparas se alimentaban
con aceitunas puras cosechadas y finamente selladas (no finamente
molidas, sino finamente selladas) hace que el aceite sea más puro que
cuando se muele finamente (Ex. 27:20). Notamos que en la preparación
del aceite se había producido una separación. El aceite de oliva separado
era producto de la trituración. Sabemos que el aceite es un símbolo del
Espíritu Santo (1 Juan 2:27). Cristo mismo es el Ungido; la palabra
"Mesías", el mismo que cuando se traduce "Cristo", literalmente significa
el Ungido (Hechos 10:38, Heb. 1:9). De Cristo el profeta dice: El Espíritu
del SEÑOR Dios está sobre Mí, porque me ha ungido el SEÑOR. Me ha
enviado para anunciar buenas nuevas...” (Is. 61:1). El candelabro
representa a Jesucristo y al aceite al Espíritu Santo.

En nuestras vidas, como en la vida de Cristo, dependemos totalmente del


Espíritu Santo para que haya función y poder en nuestra vida espiritual. La
Iglesia debe revelar las cosas espirituales las cuales es imposible que el

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hombre natural pueda entender (1 Cor. 2:9-16). Al mismo tiempo, la tarea
de la Iglesia es dar testimonio del Señor. Cuando el apóstol Juan fue
exiliado en la isla de Patmos, vio al Señor Jesucristo caminando entre los
siete candelabros de oro; estas son las siete iglesias (Ap. 1:12-13, 20).
Cada una de las siete iglesias está representada por su propio candelabro.

Las lámparas del candelabro en el tabernáculo tenían que ser recortadas


cada mañana, porque cuando las luces ardían, el hollín comenzaba a
acumularse, lo que hacía que las lámparas finalmente se atenuaran. En
cada mecha, junto a cada lámpara, se acumulaba una capa de hollín que
hacía imposible que la mecha que estaba en el aceite diera una luz
brillante. El sacerdote tenía que tomar los recortadores de mecha y cortar
el hollín de cada una en las mañanas. Luego tomaba el cáliz de oro con
aceite de oliva puro y llenaba las lámparas con aceite fresco. Así se
recortaban las lámparas. Entre nosotros, la Iglesia, nuestro Sumo
Sacerdote camina alrededor de las lámparas del candelabro (su iglesia)
para recortarnos. Él no desea extinguir las mechas de lámparas apagadas,
sino liberarlas del hollín y suministrar aceite fresco para que la Iglesia (los
creyentes) pueda arder como la luz del mundo. El apóstol Pablo es el que
exhorta a la Iglesia de Éfeso: porque, si bien en otro tiempo eran tinieblas,
ahora son luz en el Señor. ¡Anden como hijos de luz! (Efesios 5:8). Esto se
debe a que Dios dijo que de la oscuridad debe brillar la luz – es Él quien
brilló en nuestros corazones para iluminarnos del conocimiento de la
Gloria de Dios en la presencia de Jesucristo (2 Cor. 4:6).

Luego, Jesús da una advertencia oportuna en la parábola de las diez


vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio: A la
medianoche se oyó gritar: “¡He aquí el novio! ¡Salgan a recibirle!”.
Entonces, todas aquellas vírgenes se levantaron y alistaron sus lámparas y
las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos de su aceite, porque
nuestras lámparas se apagan”. Pero las prudentes respondieron diciendo:
“No, no sea que nos falte a nosotras y a ustedes; vayan, más bien a los

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vendedores y compren para ustedes mismas”. Mientras ellas iban para
comprar, llegó el novio; las preparadas entraron con Él a la boda y se cerró
la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: “¡Señor,
señor, ábrenos!”. Pero él respondiendo dijo: “De cierto les digo que no las
conozco”. Velen pues, porque no saben ni el día ni la hora. (Mt. 25:6-13).

La Iglesia (todo creyente nacido de nuevo) es responsable de permitir que


brille la luz de Cristo. El creyente es la mecha que está en el aceite.
Cuando una lámpara se apaga, es porque hay muy poco aceite: la mecha
no está empapada en aceite, o está tan incrustada con hollín, el cual debe
eliminarse con la ayuda de un cortador de mechas. Si es necesario,
nuestro fiel Sumo Sacerdote Cristo, lo hará para que la Iglesia (los
creyentes) brille como luz en una generación torcida y perversa (Fil. 2:15).

EL ALTAR DE ORO DE INCIENSO

Este altar, como la quinta pieza de del tabernáculo, se encontraba justo


frente al velo del Lugar Santo, pero un poco más profundo que la mesa de
pan y el candelero de oro. El altar de oro de incienso es el tercer elemento
en el Lugar Santo. Estaba justo frente al arca de Dios, donde estaba el
trono de Dios. El velo separaba el altar del incienso y el arca.

La instrucción del Señor sobre el altar de oro del incienso se registra en


Éxodo:

• Harás asimismo un altar para quemar incienso. Lo harás de


madera de acacia. Será cuadrado de cuarenta y cinco
centímetros de largo, de cuarenta y cinco centímetros de ancho y
de noventa centímetros de alto. Sus cuernos serán hechos de la
misma pieza. Lo recubrirás de oro puro, tanto su cubierta como
sus paredes alrededor y sus cuernos. Le harás alrededor una
moldura de oro. Le harás también dos aros de oro debajo de su

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moldura en sus dos costados, en sus dos lados, donde se
colocarán las varas con que será transportado. Harás las varas de
madera de acacia y las recubrirás de oro. “Pondrás el altar
delante del velo que está junto al arca del testimonio y delante
del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me
encontraré contigo. Aarón quemará incienso aromático sobre él;
lo quemará cada mañana cuando prepare las lámparas. Cuando
encienda las lámparas al anochecer, también quemará incienso
delante del SEÑOR, continuamente, a través de vuestras
generaciones. No ofrecerán sobre el altar incienso extraño ni
holocausto ni ofrenda vegetal. Tampoco derramarán sobre él
vino como ofrenda. Una vez al año Aarón hará expiación sobre
los cuernos del altar. Con la sangre de la víctima para la
expiación por el pecado, hará expiación sobre él, una vez al año,
a través de sus generaciones. Será muy sagrado al SEÑOR”. El
SEÑOR dijo también a Moisés: “Toma especias: estacte, uña
aromática, gálbano e incienso puro; igual peso de cada cosa. Haz
con ello el incienso aromático, obra de perfumista, salado, puro y
santo. Molerás una parte de él muy fina y la pondrás delante del
testimonio, en el tabernáculo de reunión, donde yo me
encontraré contigo. Será para ustedes cosa muy sagrada. (Ex.
30:1-10, 34-36).

El altar del incienso estaba hecho de madera de acacia y revestido de oro.


Tenía cuatro cuernos y una moldura dorada alrededor de la parte superior
del mismo para evitar que los carbones se cayeran. El incienso debía
quemarse todas las mañanas y todas las noches en este altar. El crisol
tenía que estar lleno de carbones encendidos. El carbón provenía del altar
de bronce donde se hacían las ofrendas, y fueron estas brasas las que
encendieron el incienso sobre el altar de oro del incensario. En Levítico
16:13 leemos sobre esto: Pondrá el incienso sobre el fuego delante del
SEÑOR, y la nube de incienso cubrirá el propiciatorio que está sobre el
testimonio... Una vez al año durante el Día de la Expiación, el sumo
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sacerdote hacía expiación en los cuernos del altar de oro del incensario:
...Con la sangre de la víctima para la expiación por el pecado, hará
expiación sobre él... (Ex. 30:10). La primera mención de un altar en la
Biblia es la de Noé y fue para adoración: Entonces edificó Noé un altar al
SEÑOR... ofreció holocaustos sobre el altar. El SEÑOR percibió el grato
olor... (Gn 8:20-21).

Cuando miramos el altar del incienso, volvemos a recordar la doble


naturaleza de Cristo en la madera de acacia y el oro que cubría el altar del
incienso: la naturaleza humana de Cristo (la madera) y su naturaleza
divina (el oro). La corona de oro alrededor del altar del incienso nos
refleja a Cristo glorificado y elevado a la diestra del Padre como nuestro
defensor (Hebreos 7:25; 8:1; 1 Juan 2:1).

Los cuatro cuernos, como en el caso del altar de bronce, también nos
reflejan al poder. En el caso del altar de bronce, nos reflejó el poder en la
sangre. En este caso nos habla del poder de la oración. ¿Quién es el que
fortalece nuestras oraciones además de Cristo? ...Abogado tenemos
delante del Padre, a Jesucristo el justo. (1 Juan 2:1).

Este altar ocupaba un espacio central en el Lugar Santo: se encontraba


entre la mesa del pan y el candelabro de oro justo frente al velo. El altar
del incienso también fue el elemento más alto en el Lugar Santo, y
también habla del mayor acto posible de adoración, oración, alabanza, e
intercesión. La oración es el ministerio más importante. En el altar de
bronce encontramos sangre que fue derramada para hacer posible la
expiación; en el altar del incienso encontramos a Cristo viviendo en el
cielo e intercediendo por nosotros. En este sentido, el altar de bronce
refleja la muerte de Cristo. El altar del incienso refleja al Señor Jesucristo
vivo, resucitado y digno de alabanza. Por tanto, estos dos altares reflejan
la muerte y resurrección de Jesucristo; esto también es el evangelio (1
Cor. 15:3-4).

50
Aarón quemaba incienso dulce todas las mañanas y noches en el altar
como incienso perpetuo de dulce aroma ante el Señor. Llenaba todo el
tabernáculo y especialmente el Lugar Santísimo, donde estaban el arca y
el propiciatorio con los querubines. Leemos de este incienso en Ex. 30:34-
38. El incienso tenía cuatro ingredientes: estacte, uña aromática, gálbano
e incienso puro, todos en cantidades iguales (Ex. 30:34). Cada uno de
estos ingredientes tiene su propio aroma, pero cuando se mezclan, se
diseminan como uno solo. Las cuatro combinaciones de incienso reflejan
la vida, muerte, resurrección y ascensión de Cristo. (Ef. 5:2; Heb. 7:27).
Estos cuatro aspectos de Cristo son inseparables entre sí; uno no puede
ser entendido completamente sin el otro. Cada uno le da al otro pleno
significado.

La sal tuvo que ser agregada al incienso (Ex. 30:35). La Biblia habla del
pacto de sal (Nm. 18:19; 2 Crónicas 13:5) y representa la Palabra de Dios;
un pacto inquebrantable. La sal no está sujeta a destrucción, por ende es
una imagen de solidez. Un compromiso firme y continuo que en realidad
se renueva repetidamente cuando se agrega sal al incienso. Jesús mismo
dijo una vez: Porque todo será salado con fuego. Buena es la sal; pero si la
sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Tengan sal en ustedes y vivan
en paz los unos con los otros. (Marcos 9:49-50). Sobre tus muros, oh
Jerusalén, he puesto guardias. Jamás callarán... (Is. 62:6). El valor del altar
estaba en el incienso, y el incienso refleja la oración. El rey David dice en
Salmos 141:2 Sea constante mi oración delante de ti, como el incienso... El
apóstol Juan en su visión del cielo nos dice: Cuando tomó el libro, los
cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del
Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son
las oraciones de los santos. (Ap. 5:8).

Adicionalmente, leemos en Apocalipsis 8:3-4: Y otro ángel vino y se puso


de pie delante del altar. Tenía un incensario de oro, y le fue dado mucho
incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el

51
altar de oro, que estaba delante del trono y el humo del incienso con las
oraciones de los santos subió de la mano del ángel en presencia de Dios.
Los sacerdotes nunca llegaron al Lugar Santo sin ofrecer incienso con
acción de gracias e intercesión. Antes de que se quemara el incienso de la
mañana, se encendía el sacrificio vespertino, de modo que había incienso
continuo delante del Señor. Así que Cristo siempre vive para interceder
por nosotros al Padre, y así nosotros (la Iglesia) por medio de él podemos
traer nuestras ofrendas de acción de gracias, nuestras ofrendas de
alabanza, nuestra adoración y oraciones como dulce aroma de olor
fragante. (Heb. 13:15; Sal. 141:2).

En Lucas 1:5-13 leemos que Zacarías sirvió como sacerdote ante Dios en el
orden de su división. Según la costumbre sacerdotal, la suerte cayó sobre
él para ir al templo del Señor y quemar incienso y toda la multitud de
gente estaba afuera orando a la hora del incienso y allí se le apareció un
ángel del Señor, estaba del lado derecho del altar del incienso... El ángel le
dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída...Zac. 1:23

Con respecto a los creyentes, se dice: Pero gracias a Dios que hace que
siempre triunfemos en Cristo y que manifiesta en todo lugar el olor de su
conocimiento por medio de nosotros. Porque para Dios somos olor
fragante de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden. (2 Cor.
2:14-15).

El Señor dejó en claro que las especias del incienso deben ser puras y
santas (Ex. 30:35-37). El rey David preguntó: ... ¿Quién permanecerá en su
lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón... (Sal. 24:3-4). En este
sentido, cada creyente debe reverenciar al Señor Dios en su corazón para
que pueda traer una ofrenda de olor agradable y dulce al Señor con el
fruto de sus labios (Hebreos 13:15).

EL ARCA DEL TESTIMONIO


52
Los únicos dos objetos en el Lugar Santísimo detrás del velo son el arca y
el propiciatorio. El arca es el sexto elemento del tabernáculo que veremos
a continuación. El arca generalmente es llamado el:

• El Arca del Testimonio (Ex. 26:34), porque el testigo constante de


la ley estaba en el arca.

• El Arca del Pacto (Nm. 10:33; Heb. 9:4), Porque representaba el


pacto mosaico entre Dios e Israel.

• El Arca de tu Poder (2 Cr. 6:41), porque el arca representaba lo


que Dios era para Israel en poder y bendiciones, y todas las obras
maravillosas que hay en este.

• El Arca sagrada (2 Cr. 35:3), Porque el arca de Dios, representaba


Su santidad.

El arca con su propiciatorio junto a este, fue el lugar donde Dios se reunió
con los hijos de Israel (Ex. 25:22). Una descripción detallada del arca se
encuentra en Éxodo y Hebreos:

• Harás un arca de madera de acacia. Será de un metro con diez


centímetros de largo, de sesenta y cinco centímetros de ancho, y
de sesenta y cinco centímetros de alto. La recubrirás de oro puro;
por dentro y por fuera la recubrirás, y harás sobre ella una moldura
de oro alrededor. Para ella harás cuatro aros de oro fundido, los
cuales pondrás en sus cuatro patas: dos aros a un lado de ella, y
dos aros al otro lado. Harás unas varas de madera de acacia, las
cuales recubrirás de oro y meterás las varas por los aros a los lados
del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas permanecerán en
los aros del arca; no se quitarán de ella. 16 Pondrás en el arca el
testimonio que yo te daré. “Harás un propiciatorio de oro puro.
53
Será de un metro diez centímetros de largo, y de sesenta y cinco
centímetros de ancho. Harás también dos querubines; de oro
modelado a martillo los harás en los dos extremos del
propiciatorio. Harás un querubín en un extremo, y el otro querubín
en el otro extremo. De una sola pieza con el propiciatorio harás los
querubines en sus dos extremos. Los querubines extenderán las
alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus caras
estarán una frente a la otra; las caras de los querubines estarán
mirando hacia el propiciatorio. “Pondrás el propiciatorio sobre el
arca, por encima; y dentro del arca pondrás el testimonio que yo te
daré. Allí me encontraré contigo, y desde encima del propiciatorio,
de en medio de los querubines que están sobre el arca del
testimonio, hablaré contigo de todo lo que te mande para los hijos
de Israel. (Ex. 25:10-22)

• Ahora bien, el primer pacto tenía reglamentos acerca del culto y


del santuario terrenal. El tabernáculo fue dispuesto así: En la
primera parte, en lo que llaman el lugar santo, estaban las
lámparas, la mesa y los panes de la Presencia. Tras el segundo velo
estaba la parte del tabernáculo que se llama el lugar santísimo. Allí
estaban el incensario de oro y el arca del pacto enteramente
cubierta con oro. En ella estaban un vaso de oro que contenía el
maná, la vara de Aarón que reverdeció y las tablas del pacto. Sobre
ella, los querubines de la gloria cubrían el propiciatorio. De todas
estas cosas no podemos hablar ahora en detalle. (Heb. 9:1-5).

El arca era una caja rectangular en la cual se guardaban las dos tablas de
piedra y los Diez Mandamientos (Ex. 25:16). El arca estaba hecha de
madera de acacia y era el único elemento en el tabernáculo mencionado
especialmente cubierto por dentro y por fuera de oro. El arca tenía una
moldura de oro alrededor de sus lados en la parte superior. Se hizo justo

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debajo del borde superior de la caja de manera que sobresalía
ligeramente para mantener el propiciatorio en posición. El tamaño del
arca era de 1,15 metros de largo, 0,7 metros de ancho y 0,7 metros de
altura. En las cuatro esquinas del arca había cuatro anillos de oro en los
que se colocaban los dos polos, que nunca se podían quitar. De esta
manera el arca podía ser transportada durante los viajes por el desierto.
El Arca sagrada nunca puede ser tocada por manos humanas (Nm. 4:15;
Ex. 25:15). Uza extendió su mano hacia el arca de Dios, la tomó, pero lo
hizo a expensas de su vida (2 Samuel 6:6-7). En toda la peregrinación de
Israel, el arca era llevada específicamente por el sacerdote, pero
particularmente por la familia sacerdotal de Cohat, los cohatitas (Nm.
3:27-31; 4:1-4, 15, 17, 18).

En Hebreos 9:4 leemos sobre los objetos en el arca:

• Las tablas del pacto (Ex. 25:16).

• La vasija que contenía el maná (Ex. 16:33-35).

• La vara de Aarón que reverdeció (Nm. 17).

Además del arca, el libro de leyes o la Torá también se colocó en el Lugar


Santísimo (Dt. 31:9, 24-26). Cada séptimo año, el libro de leyes completo
fue leído durante la fiesta de los tabernáculos por los sacerdotes a toda la
gente (Neh. 8:1-19).

El arca del Pacto o Testimonio fue el eje central en todo el tabernáculo;


estaba en el lugar más sagrado donde se escuchaba la voz de Dios sobre el
propiciatorio, el lugar donde los dos querubines con las alas extendidas
uno frente al otro estaban dentro el propiciatorio. Una vez al año, el sumo
sacerdote tenía que rociar sangre como ofrenda por el pecado allí (Lev.
16: 3-16). El arca hecha de madera de acacia refleja una vez más de la
humanidad de Jesucristo. Además, estaba recubierto con oro que
55
caracteriza la divinidad de Cristo. El arca era el lugar donde Dios se reunía
con el pueblo (Ex. 25:22) de la misma forma, el hombre y Dios en el Nuevo
Testamento también pueden reunirse no en un lugar, sino en Cristo (Juan
14:6; Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:3-6). En el momento del viaje de Israel por
el desierto, los sacerdotes llevaban el arca (aunque cubiertos) sobre sus
hombros para que todos pudieran ver y seguir (Nm. 10:33, Josué 3:3-4).
La última tela que cubrió el arca fue púrpura: literalmente azul púrpura
(Ex. 25:4, Núm. 4:5-6). De manera similar, la Iglesia debe levantar a Jesús
en el mundo (Juan 12:32). La corona de oro (moldura) de oro puro
alrededor del arca refleja el hecho que Dios coronó a Cristo con Gloria y
honor en el cielo (Heb. 2:9, Fil. 2:9-11). La Gloria (Shekinah) de Dios
descansó sobre el arca (Ex. 40:21, 33-34).

Las tablas del pacto

Este fue el segundo juego de tablas que contenía la ley escrita de Dios,
que Él escribió con su propio dedo (Deut. 10: 1-5).

• “En aquel tiempo el SEÑOR me dijo: ‘Lábrate dos tablas de piedra


como las primeras y sube hacia Mí al monte. Haz también un arca
de madera. Yo escribiré en esas tablas las palabras que estaban en
las tablas primeras que rompiste, y las pondrás en el arca’.
“Entonces hice un arca de madera de acacia y labré dos tablas de
piedra como las primeras. Después subí al monte con las dos tablas
en mi mano y él escribió en las tablas lo mismo que estaba escrito
en las primeras: Los Diez Mandamientos que el SEÑOR les había
hablado en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Luego el SEÑOR me las dio. Di vuelta y descendí del monte, y puse
las tablas en el arca que había hecho. Allí están, como el SEÑOR
me mandó.
Aquí no hay sombra ni imagen; Aquí, en el corazón del arca, está
literalmente la Palabra viva de Dios, escrita con su propio dedo en dos

56
tablas de piedra. Este fue el tesoro más preciado que Dios confió a Moisés
y al pueblo de Israel.

El arca con la ley refleja a Cristo, de quien leemos: Entonces dije: “He aquí,
yo vengo. En el rollo de pergamino está escrito acerca de mí: ‘El hacer tu
voluntad, oh Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi
corazón’”. (Sal. 40:7-8). Cuando Jesús vino en la carne, pudo decir: No
piensen que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido
para abrogar, sino para cumplir. (Mt. 5:17). ¿Cómo cumplió la ley?
Obedeciendo sus requisitos (Gálatas 3:10-13), y esto fue después de que
Él la cumpliera (Juan 8:46; 1 Pedro 2:22), y muriera por pecadores en la
cruz. La ley ahora está satisfecha de que el hombre pecador en Cristo fue
castigado y así Cristo: “Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo
aquel que cree”. (Rom. 10:4). El apóstol Pablo también explica: Así que
consideramos que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley.
(Rom. 3:28; 10:8-13). Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes, ya
que no están bajo la ley sino bajo la gracia. (Rom. 6:14). Ver Hechos 15
donde se dio una respuesta decisiva sobre el asunto relacionado con la ley
y la Iglesia.

La vasija de oro que contenía el maná

Había una vasija de maná en el arca (Ex. 16:13-15, 33-35).

Al atardecer vinieron las codornices y cubrieron el campamento y al


amanecer había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se
evaporó la capa de rocío, he aquí que sobre la superficie del desierto había
una sustancia menuda, escamosa y fina como la escarcha sobre la tierra.
Al verla, los hijos de Israel se preguntaron unos a otros: ¿Qué es esto?
Pues no sabían lo que era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que el
SEÑOR les da para comer. . . Moisés también dijo a Aarón: Toma una
vasija y pon en ella como dos kilos de maná; colócala delante del SEÑOR,

57
para que sea conservado para las generaciones de ustedes y Aarón lo puso
delante del Testimonio, para que fuera conservado, como el SEÑOR había
mandado a Moisés. Los hijos de Israel comieron el maná durante cuarenta
años, hasta que llegaron a tierra habitada. Comieron maná hasta que
llegaron a la frontera de la tierra de Canaán.

El maná era el pan del cielo que el Señor daba al pueblo estando en el
desierto mientras se dirigían a la Tierra Prometida. La vasija de oro del
maná fue uno de los dos recordatorios que el Señor le ordenó a Moisés.
Aarón tenía que colocarla en el arca. Esta vasija de oro con maná les hacía
recordar y les traía a la memoria al pueblo sobre la misericordia y Gracia
divinas de la provisión de Dios para sus necesidades. Dios alimentó a su
pueblo durante cuarenta años con pan del cielo. El maná en la jarra era un
milagro, ya que el pueblo tenía que reunirse según las exigencias de cada
día. Si se reunían más de lo que se requería durante el día, salía mal (Ex.
16). Y sin embargo, el maná en la vasija de oro se conservaba.

Jesucristo personalmente nos muestra que Él es el gran prototipo del


maná en Juan 6. Cuando los judíos le dieron crédito a Moisés por el maná
del cielo, Jesús aclara este hecho al decir que fue su padre quien le dio el
pan del maná (Juan 6:31-32): Nuestros padres comieron el maná en el
desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Por tanto Jesús
les dijo: De cierto, de cierto les digo que no les ha dado Moisés el pan del
cielo sino mi Padre les da el verdadero pan del cielo. Jesús continuó y
explicó que Él es el verdadero pan (maná) del cielo: “Porque el pan de
Dios es aquel que desciende del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor,
danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida. El que a mí
viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás”
(Juan 6:33-35), y que ellos deben comer del pan: “De cierto, de cierto les
digo: El que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Sus padres
comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que desciende
del cielo para que el que coma de él no muera. Yo soy el pan vivo que

58
descendió del cielo; si alguno come de este pan vivirá para siempre. El pan
que yo daré por la vida del mundo es Mi carne” (Juan 6:47-51). El creyente
es alimentado por el Señor Jesucristo, quien fue humillado, crucificado,
pero también es glorificado. Entonces, Él quien también le dio a su Iglesia
(la congregación) una preciosa promesa: “El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al que venza le daré de comer del maná
escondido...” (Ap. 2:17). ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree
que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:5).

La vara de Aarón

Además de las tablas del pacto y el maná, la vara de Aarón también


estaba en el arca (Hebreos 9:4). La vara era el símbolo del sacerdocio
elegido de Dios, la de Aarón.

Coré, uno de los líderes en Israel, y con él Datán, Abiram y doscientos


cincuenta hombres, se rebelaron contra la autoridad de Aarón y su familia
sacerdotal. Leemos de esta rebelión en Números 16 y las consecuencias
desastrosas de la misma. Dios tuvo que castigar a los rebeldes y confirmar
la autoridad y el servicio de sus siervos elegidos. En lo que respecta al
sacerdocio elegido, leemos en Números 17:1-10:

Entonces el SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Habla a los hijos de Israel y


toma doce varas, una vara por cada casa paterna, de todos sus dirigentes
de casas paternas. Escribe el nombre de cada uno en su vara, y en la vara
que corresponde a Leví escribe el nombre de Aarón; pues habrá una vara
para cada jefe de su casa paterna. Pondrás estas varas en el tabernáculo
de reunión, delante del testimonio, donde yo me encontraré con ustedes y
sucederá que florecerá la vara del hombre que yo escoja. Así quitaré de
sobre Mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra
ustedes”. Moisés habló a los hijos de Israel, y todos sus dirigentes le dieron
varas, una vara por cada dirigente de cada casa paterna, doce varas en

59
total y la vara de Aarón estaba entre sus varas. Luego Moisés puso las
varas delante del SEÑOR en el tabernáculo de reunión y sucedió que al día
siguiente Moisés entró en el tabernáculo de reunión y vio que la vara de
Aarón, de la casa de Leví, había brotado, echado botones, dado flores y
producido almendras maduras. Entonces Moisés llevó de delante del
SEÑOR todas las varas a los hijos de Israel. Ellos las vieron y tomaron cada
uno su vara. Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: “Vuelve a poner la vara de
Aarón delante del testimonio, para que sea guardada como señal para los
rebeldes. Así harás cesar sus quejas contra mí, para que ellos no mueran”.

Cada una de las doce tribus tuvo que poner una vara, con el nombre del
jefe de su tribu, delante del Señor en el tabernáculo frente al arca. Al día
siguiente, cuando Moisés entró en el lugar más sagrado, vio que: la vara
de Aarón, de la casa de Leví, había brotado, echado botones, dado flores y
producido almendras maduras. (Verso 8). Después de esto, sin duda
alguna en medio de los jefes de la tribu había personas que Dios había
elegido como su tribu sacerdotal.

En la vara de Aarón, tenemos una imagen ilustrativa de la encarnación de


Cristo: ...y como una raíz de tierra seca. No hay parecer en él ni
hermosura... (Is. 53:2). Así como la vara de Aarón fue llevada ante los
demás, también lo fue Cristo ante el hombre, para ser crucificado (Juan
19:5). Él fue asesinado : ...Porque él fue cortado de la tierra de los
vivientes... (Is. 53:8). Pero después resucitó de los muertos (Rom. 6:9).
Entre los árboles, el almendro es el primero en florecer. Las flores hablan
de vida y resurrección. Él es: ...el primogénito de entre los muertos... (Col.
1:18). Las flores reflejan la belleza: Tú eres el más hermoso de los hijos del
hombre... (Sal. 45:2). La almendra refleja la fertilidad: “...Cuando se haya
puesto su vida como sacrificio por la culpa, verá descendencia....” (Is.
53:10); La posteridad le servirá. (Sal. 22:30, Y otra vez: “...He aquí, yo y los
hijos que Dios me dio”. (Heb. 2:13). En la vara vemos la muerte, la
resurrección y la gloria de Cristo.

60
EL PROPICIATORIO

El propiciatorio era un símbolo del trono de Dios y su presencia gloriosa.


Este es el séptimo y último elemento del tabernáculo. Dios le dijo a
Moisés: “...pues yo me manifestaré en la nube, sobre el propiciatorio”.
(Lev. 16:2). En Éxodo 25:17-22 encontramos la descripción del
propiciatorio.

• “Harás un propiciatorio de oro puro. Será de un metro diez


centímetros de largo, y de sesenta y cinco centímetros de ancho.
Harás también dos querubines; de oro modelado a martillo los
harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás un querubín en
un extremo, y el otro querubín en el otro extremo. De una sola
pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos
extremos. Los querubines extenderán las alas por encima,
cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus caras estarán una
frente a la otra; las caras de los querubines estarán mirando hacia
el propiciatorio. “Pondrás el propiciatorio sobre el arca, por
encima; y dentro del arca pondrás el testimonio que yo te daré. Allí
me encontraré contigo, y desde encima del propiciatorio, de en
medio de los querubines que están sobre el arca del testimonio,
hablaré contigo de todo lo que te mande para los hijos de Israel”.
(Ex. 25:17-22)
El propiciatorio era un pedazo de oro sólido que cubría el arca, mientras
que al mismo tiempo era el trono de la Gracia de Dios. El Señor le dijo a
Moisés: “Allí me encontraré contigo, y desde encima del propiciatorio…
...hablaré contigo de todo lo que te mande para los hijos de Israel”. (Ex.
25:22). Por consiguiente, primero, era el lugar de reunión ordenado por
Dios. Segundo, era el lugar donde se rociaba la sangre de la expiación por
el pecado: “Tomará luego parte de la sangre del novillo y rociará con su
dedo por encima del propiciatorio … Porque en este día se hará expiación

61
por ustedes para purificarlos, y quedarán purificados de todos sus
pecados” (Lev. 16:14, 30). El Señor ordenó a Moisés: “Harás también dos
querubines; de oro modelado a martillo los harás en los dos extremos del
propiciatorio”. (Ex. 25:18). Los dos querubines y el propiciatorio estaban
hechos de una sola pieza: eran una unidad. Los dos querubines fueron
trabajados en martillo. El martilleo nos hace pensar en sufrimiento,
destrucción y aplastamiento. Los querubines estaban en el propiciatorio y
formaban parte de este. Sus rostros, uno frente al otro, estaban
enfocados en el propiciatorio.

Respecto al Señor Jesucristo leemos en Romanos 3:25 “...Dios lo ha


puesto a él como expiación por la fe en su sangre...” La palabra
"propiciación" es la traducción de la palabra griega hilastērion, que
significa literalmente "propiciación". En este sentido, "Expiación"
(hilastērion) significa el lugar donde se realizó el hilasmos o expiación. En
el Antiguo Testamento estaba en el propiciatorio (Ex. 25:17; Heb. 9:5). Si
hilastērion (propiciación) significa literalmente "expiación" y Cristo es
nuestro hilastērion o propiciación (Romanos 3:24; 1 Juan 4:10), entonces
esto nos dice que Cristo mismo es el lugar donde el Dios santo y el
hombre pecador se encuentran. Presentado de otra manera, estando
Jesús en la cruz fue el lugar donde la justicia y la paz de Dios se besaron
(Sal. 85:10); donde Dios fue reconciliado y satisfecho, que a través de la
muerte de Cristo, el pecado fue castigado. Al ir Jesucristo a la cruz, el
amor de Dios pagó el castigo necesario de su justicia para el pecador.
Debido a que Dios ahora está satisfecho (propiciado) de que el pecado
haya sido castigado, Él puede perdonar y adoptar al pecador que viene a
él, no basado en la simple indulgencia divina, sino en una base legal.

La cara de los dos querubines dorados con las alas extendidas, estaba
enfocada en el propiciatorio sobre el cual se esparcía la sangre. Los seres
celestiales en el cielo, querubines y ángeles, están muy ansiosos por saber
y ver las cosas que afectan a la Iglesia de Jesucristo (1 Pedro 1:12; Lucas

62
15:10; Efesios 3: 8-10). Los ojos de los dos querubines miraban
constantemente la sangre. No hay evidencia de que la sangre haya sido
borrada del propiciatorio. Estaba manchada de rojo con la sangre de años
de ofrendas por el pecado. La sangre en la que estaban enfocados sus
rostros, habla de misericordia y perdón debido a la propiciación. En
Hebreos 4:16, se insta a los creyentes: “Acerquémonos, pues, con
confianza al trono de la gracia para que alcancemos misericordia y
hallemos gracia para el oportuno socorro”.

La Shekinah gloria de Dios brilló en el Lugar Santísimo, era donde se


encontraba la expiación, la misericordia y la gracia. Juan en la isla de
Patmos vio al Cordero como si hubiera sido sacrificado: Y en medio del
trono y de los cuatro seres vivientes y de los ancianos vi un Cordero de pie,
como inmolado . . . Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del
trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era
miríadas de miríadas y millares de millares y decían a gran voz: “Digno es
el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría,
la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza”.” (Ap. 5:6, 11-12). Es este
Cristo quien, habiendo venido como Sumo Sacerdote de las cosas buenas
por venir, por medio de un tabernáculo mayor y más perfecto, no hecho
con manos, es decir, no de esta creación, ni a través de la sangre de
cabras y terneros; sino por su propia sangre, entró una vez en el Lugar
Santísimo y produjo la redención eterna. Porque Cristo no entró en un
tabernáculo hecho con manos, una copia de lo real, sino en el cielo
mismo, para aparecer ahora en la presencia de Dios para nosotros; no
para sacrificarse con frecuencia, como lo hacía el sumo sacerdote cada
año cuando entraba en el santuario con sangre que no era la suya, porque
entonces habría tenido que sufrir a menudo desde la fundación del
mundo. Mas ahora, una vez en el cumplimiento de las edades, ha
aparecido para eliminar el pecado con su sacrificio: “Pero este, habiendo
ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la
diestra de Dios” (Heb. 9:11-12; 24-26; 10:12).

63
Como creyentes nacidos de nuevo, lo sabemos y estamos seguros de que
podemos tener: “...hermanos, teniendo plena confianza para entrar al
lugar santísimo por la sangre de Jesús, por el camino nuevo y vivo que él
nos abrió a través del velo (es decir, su cuerpo)” (Heb. 10:19-20).

Justo al comienzo de la descripción del tabernáculo leemos que el Señor


mandó: Que me hagan un santuario, y yo habitaré en medio de ellos. (Ex.
25:8). Después de la finalización, leemos: ... y la gloria del SEÑOR llenó la
morada. (Ex. 40:34).

Nosotros podemos decir como Pablo: Él mismo nos capacitó como


ministros del nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra
mata, pero el Espíritu vivifica y si el ministerio de muerte, grabado con
letras sobre piedras, vino con gloria tanto que los hijos de Israel no podían
fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual
se había de desvanecer, ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del
Espíritu! Porque si el ministerio de condenación era con gloria, ¡cuánto
más abunda en gloria el ministerio de justificación! Porque si lo que se
desvanecía era por medio de gloria, ¡cuánto más excede en gloria lo que
permanece! Así que, teniendo tal esperanza, actuamos con mucha
confianza; no como Moisés, quien ponía un velo sobre su cara para que los
hijos de Israel no se fijaran en el fin de lo que se estaba desvaneciendo. Sin
embargo, sus mentes fueron endurecidas; pues hasta el día de hoy,
cuando leen el antiguo pacto, el mismo velo sigue puesto, porque solo en
Cristo es quitado. Aún hasta el día de hoy, cada vez que leen a Moisés, el
velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al
Señor, el velo será quitado. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el
Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, todos nosotros, mirando a
cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor. (2 Cor. 3:6-9, 11-18).

64
65
Capítulo 4

EL ACCESO AL TABERNÁCULO

E l atrio del tabernáculo tenía 45m de largo, 22.5 metros de ancho y


casi 2½ metros de altura si tomamos la medida generalmente
aceptada de un codo de 21 pulgadas de largo (Éxodo 27:9-18 RVA).

La cortina del atrio consistía en sesenta pilares que estaban espaciados


unos cinco codos entre sí; veinte en el lado sur, veinte en el lado norte,
diez en el lado oeste y diez en el este. La puerta (entrada) estaba en el
lado este entre cuatro pilares. La puerta era la única entrada desde el
exterior al tabernáculo en el patio.

Se colgaron un total de 56 pilares con paredes cubiertos de lino fino


blanco tejido, mientras que la puerta (entre los 4 pilares) se cubrió con
lino fino tejido de varios colores de azul, púrpura y carmesí (Éxodo 27:16).

El atrio servía como barrera entre el campamento de Israel y el


tabernáculo. Esto evitaba que la gente viniera directamente al
tabernáculo donde Dios moraba.

La descripción de la cortina alrededor del atrio se encuentra en Éxodo


27:9-18.

• Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur,


tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud
para un lado. Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de
67
bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. De
la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien
codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de
bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. El
ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta
codos; sus columnas diez, con sus diez basas y en el ancho del atrio
por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. Las cortinas
a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres,
con sus tres basas y al otro lado, quince codos de cortinas; sus
columnas tres, con sus tres basas y para la puerta del atrio habrá
una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino
torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus
cuatro basas. Todas las columnas alrededor del atrio estarán
ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce. La
longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un
lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas
de lino torcido, y sus basas de bronce. (Ex. 27:9-18)

Una descripción detallada del atrio del Tabernáculo hace manifiesto tres
aspectos importantes:

• El atrio en sí (Ex. 27:9, 11-13);

• La puerta (Ex. 27:16); y

• La estabilidad (Ex. 27:19; 35:18).

EL ATRIO EN SÍ

• El atrio constaba de cinco tipos de material diferentes.

• Las cortinas – hechas de lino fino tejido (Ex. 27:9; 11-13). Estas
cortinas blancas (mamparas) en los 56 pilares formaban el atrio. La
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tela fina estaba hecha de lino y el lino proviene de la tierra. Es una
planta fibrosa que es un material de base para productos de lino.

• Los pilares de madera de acacia (Ex. 27:10-12). No se menciona


que los pilares fueron hechos de madera de acacia. Asumimos que
este es el caso, porque ese era el único tipo de madera que se
utilizó en el tabernáculo (Éxodo 26:32, 37). Había un total de
sesenta pilares en la cerca; Veinte en cada lado más largo, y diez
en los dos lados más cortos.

• Las bases de bronce de los pilares (Ex. 27:10-17; 38:17). La base


de los sesenta pilares de la cortina tenía sesenta casquillos de
latón, sobre los cuales descansaban los pilares.

• Los capiteles de plata de los pilares (Ex. 27:10-11; 38:17). Cada


pilar tenía tapas (capiteles) con bandas y anillos, todo de plata en
los que se colgaba el lino tejido fino.

• Las estacas del atrio. (Ex. 27:19; 35:18; 38:20; 39:40). Las estacas
eran bronce con cuerdas. Estas estaban en el suelo o en la arena y
conectadas con cuerdas a los anillos de plata en los capiteles de
plata de los pilares; con esto se estabilizó las cortinas

LAS CORTINAS DEL TABERNÁCULO

La cortina refleja a Jesús como el Mediador entre Dios y el hombre (1 Tim.


2:5; Heb. 8:6). Nadie puede ir directamente a Dios, excepto a través de
Jesús el Mediador (Juan 14:6). El lino blanco refleja a Cristo en su absoluta
pureza y justicia (Hebreos 7:26). La cortina hecha de lino que crece en la
tierra, habla de la humanidad de Cristo sin pecado y del ministerio
terrenal, aquel que se hizo hombre para poder llevarnos a Dios (Hebreos

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2:14-15). De la misma manera, un día la iglesia también estará vestida con
ropa blanca (Ap. 19:8).

Los pilares de madera de acacia representan la perfecta humanidad de


Cristo. Los pilares se colocaban en bases de bronce (bases). El bronce
representa el juicio. Cuando el Hijo de Dios murió en un árbol, fue para
traer el juicio del pecado sobre él. Después de su resurrección, el apóstol
Juan lo vio en la Isla Patmos: y sus pies semejantes al bronce bruñido (Ap.
1:15). El bronce habla del juicio justo de Dios sobre el pecado. Él no puede
tolerar el pecado y debe pisotearlo bajo sus pies (bronce) (Rom. 8:1-3).

Los capiteles de plata de los pilares se moldearon con medio siclo de plata
que cada hombre que tenía 20 años o más tenía que pagar al Señor (Ex.
30:12-16). Era conocido como dinero de expiación (Ex. 30:16); También
era conocido como rescate (Ex. 30:12), y también como plata de los que
estaban empadronados (Ex. 38:25). Consecuentemente, el mensaje de la
plata es muy claro: expiación o redención. El Señor se refiere a sus
redimidos como plata (Mal. 3:3). Por ello, los pilares representan la
salvación (plata) del juicio (bronce) por medio de la muerte de Jesucristo
en la cruz (el madero).

La cortina estaba anclada con estacas y cuerdas. Lo que Dios ha


prometido es la esperanza del creyente, y la tenemos como un ancla para
el alma, segura y firme, que ingresa al interior del velo donde Jesús, como
nuestro precursor, ha entrado (Hebreos 6:18-20). ). El completo trabajo
redentor de Cristo garantiza la firmeza de su propósito (estacas) y su amor
infinito (cuerdas) para nosotros (Oseas 11:4).

La entrada estaba ubicada en el lado este de la cerca (salida del sol), y el


punto de entrada estaba ubicado entre los cuatro pilares. De la misma
manera, Cristo es nuestra única forma de acceso (Efesios 2:18; 3:12) a una
verdadera relación con Dios (Juan 14:6). Los ganchos de la entrada eran

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diferentes a los del atrio; estaban hechos de material azul, púrpura y
escarlata, que representa a Cristo. Los colores de los ganchos nos
recuerdan el cielo (la gloria) de Cristo, su muerte dolorosa y su majestad.

Cuando miramos las cortinas del tabernáculo, una vez más se nos
recuerda el hecho que con celos santos por su Nombre, Dios rodea lo que
es santo para Él con una cortina (cerca) de Verdad y Santidad. Sin lugar a
dudas, hay una barrera entre un Dios santo y un hombre pecador. Así
como el tabernáculo era la morada de Dios y el campamento de Israel era
el lugar designado de la gente, la cerca estaba en una posición distinta
entre las dos moradas.

Cristo es nuestro Mediador (1 Tim. 2:5; Heb. 8:6) del Nuevo Pacto (Heb.
12:24). Él se interpone entre Dios y el hombre, y como mediador es
responsable de satisfacer a ambos y de lograr la reconciliación. Jesucristo
hizo esto a la perfección. Para llegar al Lugar Santísimo en el tabernáculo,
uno tenía que pasar por tres lugares de acceso: en primer lugar, la puerta
del lado este en la cortina del atrio; en segundo lugar, la entrada o puerta
en el lado este del tabernáculo que conducía al Lugar Santo; en tercer
lugar, el velo que colgaba en el lado este del Lugar Santísimo. El velo
separaba el lugar santo del lugar santísimo.

LA PUERTA EN LAS CORTINAS DEL ATRIO

La descripción de esto se encuentra en Éxodo 27:13-16 y Ex. 38:18-20.

• “Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá


cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán de
quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas y al otro lado,
quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas y
para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul,

71
púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus
columnas cuatro, con sus cuatro basas”. (Ex. 27:13-16)

• “La cortina de la entrada del atrio era de obra de recamador, de


azul, púrpura, carmesí y lino torcido; era de veinte codos de
longitud y su anchura, o sea su altura, era de cinco codos, lo mismo
que las cortinas del atrio. Sus columnas eran cuatro, con sus cuatro
basas de bronce y sus capiteles de plata; y las cubiertas de los
capiteles de ellas, y sus molduras, de plata. Todas las estacas del
tabernáculo y del atrio alrededor eran de bronce”. (Ex. 38:18-20).

Esta puerta en las cortinas tenía entre cuatro pilares y unos 9,2 metros de
ancho y 2,3 metros de altura. La puerta era la única entrada desde el
exterior al tabernáculo en el atrio. Prestemos especial atención a tres
cosas: la puerta en sí, las cortinas y los pilares. La puerta estaba en el lado
este, el lado del sol naciente. Lo primero que se notaba una vez que se
atravesaba la puerta era el altar de sacrificios. Las ofrendas por los
pecados y las ofrendas de acción de gracias que fueron hechas en el atrio.
Había cuatro pilares en la puerta, estos estaban hechos de madera de
acacia. En ninguna parte se dice que estos pilares fueran de madera de
acacia. Suponemos que este es el caso, porque este es el único tipo de
madera que se usó en el tabernáculo (Éxodo 26:32, 37). Los pilares tenían
bases de bronce, mientras que los capiteles estaban recubiertas con plata;
los ganchos y las bandas en los capiteles eran de plata (Éxodo 38:17). La
cubierta (cortinas) de la puerta era de lino fino torcido, tejido con hilo
azul, púrpura y carmesí y el blanco en el lino fino torcido (Éxodo 27:16).
Cada uno de los colores tiene un significado característico.

La puerta como la única entrada al atrio del tabernáculo nos refleja a


Cristo, que es el único acceso a una posición correcta ante Dios (Ef. 2:18;
3:12; Juan 10:9; 14:6). Los cuatro pilares simbolizan la vida del Señor
Jesucristo tal como se registra en los cuatro Evangelios:
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• Mateo lo vio como el rey – el púrpura es también el color de la
realeza.

• Marcos presenta a Jesús como el siervo perfecto que fue


obediente hasta la muerte; el rojo sangre (carmesí) en los puntos
de cobertura de su sufrimiento, muerte y victoria (Ap. 5:6; 19:13;
Is. 63: 1-6).

• Lucas presenta a Jesús como el Hijo del hombre; el lino blanco


representa a Cristo como un hombre con pureza y justicia
inmaculadas (Ap. 19:8; Heb. 7:26).

• Juan ve al Cristo como el Hijo de Dios, azul púrpura. Es un color


celestial y nos refleja el cielo. Jesús declaró que bajó del cielo
(Juan 3:13).

Debemos tener en cuenta que para entrar por la puerta del atrio del
tabernáculo, se tenía que acercarse desde el campamento de Judá, ya que
este campamento estaba ubicado en el lado este del tabernáculo, frente a
la entrada. Nuestro Señor Jesucristo emana de los descendientes de Judá
(Hebreos 7:14). Las bases de bronce o basas de los pilares reflejan el
juicio. El buen bronce habla del juicio justo de Dios sobre el pecado. En el
libro de Apocalipsis leemos de Jesús, el Hijo del Hombre: y sus pies
semejantes al bronce bruñido, (Ap. 1:15). Al mirar las bases o los zócalos
de los pilares, vemos el juicio; La tierra sobre la cual descansan, están bajo
el juicio. Al mirar los capiteles de los pilares, solo vemos plata. Las basas
de las columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus
molduras, de plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de
plata; y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata. (Éxodo
38:17). En Éxodo 38:25-28 esta plata se llama la plata de aquellos que
fueron empadronados. Éxodo 30:11-16 explica que la plata de los
empadronados se llamaba el dinero de rescate y expiación. Todo hombre
de 20 años o mayor tenía que pagar el rescate del Señor (medio siclo de
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plata). Esta plata se usó para las bases del Lugar Santo, los capiteles, los
anillos y ganchos de los pilares. La plata refleja a la redención o
reconciliación. El Señor Dios se refiere a sus redimidos como plata: Y se
sentará para refinar y purificar la plata. . . (Mal. 3:3). Los pilares del atrio
en la puerta reflejan la: Salvación (plata) juicio (bronce) por medio de la
crucifixión (madera) del Señor Jesucristo.

LA ENTRADA (PUERTA) DEL TABERNÁCULO

Esta entrada estaba en el lado Este del tabernáculo. Solo había una
entrada o puerta que conducía al Lugar Santo, y era a través de la cortina
que colgaba frente al tabernáculo. Esta era la puerta o primera cortina
que conducía al primer Lugar Santo. Leemos sobre la puerta del
tabernáculo en Éxodo 26:36-37; Hebreos 9:2-3.

• “Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul,


púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador y harás para
la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás
de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce
para ellas”. (Ex. 26:36-37).

• “Porque fue preparada la parte anterior del tabernáculo, en la que


estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición; ésta
se llama el Lugar Santo. Tras el segundo velo, estaba la parte del
tabernáculo llamada el Lugar Santísimo”. (Heb. 9:2-3).

Solo los sacerdotes podían entrar en este primer lugar santo. El servicio y
la comunión son la idea principal aquí. La medida de la entrada de la
tienda era el doble de la altura de la puerta y la mitad del ancho de la
puerta. Esta diferencia es importante. La puerta era ancha, pero la puerta
del Lugar Santo era estrecha. La entrada era para todos, mientras que la
puerta era solo para los sacerdotes.

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La cortina o colgante de la puerta de la tienda (tabernáculo) colgaba de
cinco pilares de madera de acacia completamente recubiertos de oro. Los
ganchos de los que colgaban las cortinas también eran de oro. Las bases
(zócalos) de los cinco pilares eran de bronce.

La doble naturaleza de Cristo se vuelve emblemática en estos cinco


pilares; en la madera (humanidad), y en el oro (divinidad). La entrada
tenía cuatro pilares, pero la puerta del Lugar Santo tenía cinco pilares.
Cinco es el número de la gracia. Solo aquellos que fueron participantes de
la gracia de Dios pueden entrar al Lugar Santo. En el otro lado de la puerta
había una mesa con los doce panes sagrados (comunión con Cristo); el
candelero de oro (luz y testimonio); y el altar de oro (alabanza, adoración,
oración). Las bases de estos pilares eran de bronce y no de plata, porque
los pilares eran parte del atrio y no parte del tabernáculo. Fueron
colocados justo afuera de la tienda de campaña del testimonio. Por tanto,
estas bases de bronce nos recuerdan el sacrificio que Jesucristo ha hecho
para eliminar el juicio del pecado sobre nosotros. Aquí vemos las
cicatrices del juicio que Jesús nos dio para que podamos entrar al Lugar
Santo.

La primera cortina (mampara) colgaba de estos cinco pilares. Esta cortina


era una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido... (Ex. 26:36). Los
colores de la cortina nos hablan de cristo.

EL SEGUNDO VELO EN EL LUGAR SANTÍSIMO

La tercera entrada es el velo en el Lugar Santísimo. Este velo separó el


Lugar Santo del Lugar Santísimo (Éxodo 26:33). Solo Aarón podía ir detrás
de este velo y solo una vez al año, como sumo sacerdote para cumplir con
los requisitos del gran día de la expiación que leemos en Levítico 16.
Después de haberse sacado sus hermosas vestiduras sacerdotales y lo
reemplazara con un simple Vestido de lino blanco, entró en una nube de
75
incienso y con una copa de sangre para hacer expiación por sí mismo y
por el pueblo. Leemos sobre esto en Éxodo 26:31-33; Levítico 16:11-16.

• “También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido;


será hecho de obra primorosa, con querubines; y lo pondrás sobre
cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus
capiteles de oro, sobre basas de plata y pondrás el velo debajo de
los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del
testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y
el santísimo”. (Ex. 26:31-33)

• “Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará
la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el
becerro que es suyo. Después tomará un incensario lleno de brasas
de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del
perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo y pondrá el
perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume
cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no
muera. Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su
dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio
esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre. Después
degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y
llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como
hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio
y delante del propiciatorio. Así purificará el santuario, a causa de
las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus
pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de
reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas”. (Lev.
16:11-16).

El velo en el tabernáculo servía como una división entre los lugares santos
y y los lugares santísimos e impedía que los sacerdotes que servían
76
diariamente en el lugar santo, entraran al Lugar Santísimo y murieran. Las
figuras de los querubines que estaban bordadas en el velo representaban
la protección o vigilancia (Gn. 3:24), y eran un recordatorio constante a
los sacerdotes de que no entraran al Lugar Santísimo. Una vez al año, el
día de la expiación, solo el sumo sacerdote podía entrar con sangre en la
presencia directa de Dios, para hacer expiación por sí mismo y por todo el
pueblo (Lev. 16:24, 29-31).

El velo era de material azul, púrpura y carmesí, y el lino fino torcido:


trabajo artístico con querubines tejidos en él. Leemos que Bezaleel y
Aholiab fueron ungidos con el espíritu de sabiduría, entendimiento,
conocimiento, y la capacidad de idear planes hábiles y ejecutarlos (Éxodo
31:1-10). Este velo (cortina) colgaba de cuatro pilares de madera de acacia
recubiertos en oro. Los pilares estaban en bases de plata (sócalos). En la
parte superior de los pilares había ganchos de oro con cierres en los que
se colgaba el velo.

Como hemos visto, las cortinas bordadas: el material azul, púrpura,


carmesí y el fino lino blanco; todo artísticamente tejido - representa a
Cristo como Rey, su sufrimiento, muerte y victoria, su pureza y justicia, y
el hecho que Él vino del cielo.

Los querubines estaban bordados en estas cortinas que protegen el Lugar


Santísimo; el propósito de esta cortina era mantener a las personas
alejadas. Los querubines en el velo eran emblemas de vigilantes que
cuidaban. El trono de Dios y su santidad (el propiciatorio) están siendo
custodiados. Esto se confirma de nuevo por el hecho que dos querubines
estaban sentados en el propiciatorio. Una vista cercana de las Escrituras
confirma que los querubines, más que cualquier otra criatura, estaban
destinados a mostrar el poder, la majestad y la gloria de Dios. Son los
guardianes y portadores del trono de Dios (Ez. 1 y 10).

77
Según Hebreos 10:19-20, este velo interior nos señala a Cristo.

• “Así que hermanos, teniendo entera libertad para entrar en el


Lugar Santo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo
que Él abrió para nosotros a través del velo, esto es, de su carne”.
(Heb. 10:19-20).

Podemos ver claramente aquí que el velo es la "carne" de Cristo, esto es


su vida aquí en la tierra. Las Escrituras también están claras en Hebreos
9:8, en que el camino al Lugar Santísimo no estaba abierto antes de que
se rasgara el velo. En este sentido, el velo representa su vida y el desgarro
de su muerte. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14).
Dios se manifestó en la carne (1 Tim. 3:16), nacido de una mujer (Gal. 4:
4). Fue cuando Jesucristo colgaba de la cruz, clamó y luego entregó el
espíritu del cual leemos: Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de
arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron... (Mateo 27:51).
Según Hebreos 10:20, es su muerte y no su vida por medio de la cual
tenemos acceso a Dios. El rasgado del velo, sin duda, refleja la muerte de
Cristo. Al rasgarse de inmediato abrió un camino para que nosotros
entremos al Lugar Santísimo. La muerte de Cristo por los pecadores nos
abrió un nuevo camino a Dios en el cielo.

¿En qué sentido la muerte de Cristo nos da acceso para estar con Dios en
el cielo? Cristo se identificó con el hombre pecador por medio de su
encarnación y la toma de nuestros pecados sobre él (Is. 53:5; 2 Cor. 5:21),
y pagando nuestra deuda mediante la muerte en la cruz. Quien acepta a
Jesucristo como su Salvador personal, se identifica con su muerte, ahora
está reconciliado y en paz con Dios (Romanos 5:1, 8-10). El creyente ahora
puede acercarse con valentía a Dios (Hebreos 4:16; 10: 19-22).

El hecho que las Escrituras declaren que el velo se rasgó de arriba hacia
abajo (fue divinamente rasgado), muestra que es imposible que haya sido
hecho por manos de hombre. Fue únicamente un acto de Dios. En esto,
78
tenemos una ilustración del hecho que la crucifixión de Jesús no estaba en
manos de seres humanos (Juan 10:17-18), sino más bien fue un acto
realizado por Dios (Sal. 22:15-16; Is. 53:10).

Esto permite a los creyentes que están unidos en Cristo por el Espíritu
Santo, entrar con valentía al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús (Heb.
10:19), por el mérito de su muerte expiatoria. El velo que tuvo que causar
la separación entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo (Ex. 26:33), fue
quitado por un acto de Dios mismo. Todos los creyentes tienen acceso a
través de la sangre de Cristo, a la santísima presencia de Dios.

El Lugar Santísimo, que era un misterio y al que el sumo sacerdote solo


podía entrar una vez al año, ahora está abierto. Cualquier creyente puede
ahora por la sangre de Jesucristo entrar al Lugar Santísimo diariamente
(Hebreos 4:16; 10:19-20).

La gran y profunda lección para aprender de esto es: Atreverse a entrar al


Lugar Santísimo sin la sangre, sería fatal (Heb. 9:22): acerquémonos con
corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones
purificados de mala conciencia, y los cuerpos lavados con agua pura. (La
sangre de Jesucristo) (Hebreos 10:22; 12:24).

La tipología, figuración o sombras ahora se han desvanecido, mientras


que las nuevas realidades muestran su increíble luz. La muerte de Cristo
cambió las sombras (Heb. 8:5; 10:1) en esencia, y eso es una realidad. El
velo que se rasgó en dos, señala el final de la dispensación anterior y el
comienzo de uno nuevo (Mt. 26:26-28).

79
Capítulo 5

LOS VIAJES DEL ARCA DEL PACTO

E l arca del pacto del Señor se construyó al pie del Monte Sinaí.
Después que se hicieron el arca y el Lugar Santísimo, comenzaron
los viajes del arca del pacto. Podemos describir los viajes del arca de
dos maneras:

• Los viajes del arca del pacto desde el Monte Sinaí hasta la tierra de
Canaán; y

• Los viajes del arca del pacto desde su llegada a la tierra de Canaán,
hasta su lugar de descanso en el templo en Jerusalén.

1450 a.C.

Éxodo 25. Dios ordenó a Moisés, en el monte Sinaí, que construyera el


arca del pacto.

Éxodo 26:30-34. A Moisés también se le ordenó hacer un velo de material


azul, púrpura, carmesí y lino fino torcido.

Éxodo 40:1-21. El arca del pacto se colocaba en el Lugar Santísimo dentro


del tabernáculo. El arca no se convirtió en un Lugar Santo hasta que fue
colocado en el Lugar Santísimo y la gloria del Señor se posó sobre él
(versículos 34-35).
81
Números 3:30-31; 4:2-18. El arca del pacto era llevada exclusivamente a
través de todos sus viajes por los coatitas. En Números 10:33 leemos
sobre el primer viaje del arca. En este caso, el viaje duró tres días. A veces
los viajes duraban más y otras veces eran más cortos. Israel vagó por el
desierto durante cuarenta años (en realidad 39) con el arca del pacto que
siempre estaba en la cabeza.

Números 14. El viaje de Horeb (Sinaí) a Cadés-Barnea duró once días


(Deuteronomio 1:2). Luego enviaron a los 12 espías, pero debido a su
incredulidad, el Señor guió al pueblo de regreso al desierto, por donde
circularon durante casi 40 años como castigo por su incredulidad y
desobediencia.

Números 17:8-10. La vara de Aarón se colocó delante del arca del


testimonio como una indicación de a quién Dios había elegido para
ejercer la función sacerdotal.

Josué 3-4. Menciona que los sacerdotes llevaban el arca del pacto por el
río Jordán. Doce piedras fueron instaladas en aquel río Jordán después
que este río se había abierto.

Josué 6. El arca del pacto fue llevado alrededor de la ciudad de Jericó.

Josué 7-8. Como resultado de la derrota de Israel en Hai, Josué cae


delante del arca suplicando al Señor por los pecados del pueblo. Después
de la invasión y destrucción de Hai, se construyó un altar para el Señor en
el Monte Ebal. En este lugar, Josué escribió una copia de la Ley de Moisés
sobre las piedras mientras el pueblo estaba a ambos lados del arca del
pacto.

82
Josué 18:1-10. El tabernáculo (tienda de reunión) fue presentado en Silo
(dentro del territorio de la tribu de Efraín), porque los israelitas habían
sometido la tierra de Canaán.

Josué 22:12-19. Los hijos de Israel se reunieron en Silo, porque era el


lugar donde se encontraban el tabernáculo y el arca.

1400 a.C.

Jueces 18:31 y 19:18. El lugar en Silo donde se colocaba el tabernáculo se


llamaba la casa de Jehová / Dios.

Jueces 20:18, 26-27. El arca del pacto y el tabernáculo fueron colocados


en Betel (dentro del territorio de la tribu de Benjamín).

1 Samuel 1:3; 3:3. Este fue el sitio permanente del arca del pacto y la
tienda de reunión hasta la época del rey David y Salomón. El arca del
Señor estaba aquí en Silo, donde estaban Eli y sus dos hijos, Ofní y Fineés,
los sacerdotes del Señor. Jehová habló al pequeño Samuel, que dormía
cerca del arca de Dios. Jehová Dios pronunció un juicio sobre la casa de
Elí.

1 Samuel 4. Los filisteos tomaron el arca de Dios, y ese mismo día


murieron Elí y sus dos hijos.

1 Samuel 5:1-12. Los filisteos tomaron el arca de Dios y se lo llevaron a


Asdod, luego de Asdod a Gat, y después a Ecrón. Los tres eran pueblos
filisteos. El arca del Señor permaneció un total de siete meses en la tierra
de los filisteos (1 Samuel 6:1).

83
1 Samuel 6. Después que la mano del Jehová se había ocupado de los
filisteos, devolvieron el arca del Señor Dios a Israel, a la ciudad de Bet-
semes.

1 Samuel 6:19-21. El pueblo de Bet-semes miró el arca del Señor por


curiosidad y, como resultado, murieron 50,070 personas. Nadie puede
mirar o tocar el arca (Nm. 4).

1 Samuel 7:1-2. El pueblo de Bet-semes luego envió mensajeros a los


habitantes de Quiryat-jearim para que les llevaran el arca del Señor. Esta
arca fue llevada a la casa de Abinadab en la ciudad Quiryat-jearim donde
permaneció durante veinte años. El hijo de Abinadab, Eleazar, fue
consagrado para cuidar el arca de Jehová Dios.

1 Samuel 14:18. Saúl ordenó al sacerdote Ahías que trajera


temporalmente el arca del Señor al campo de batalla.

2 Samuel 6:1-9. David decidió traer el arca de Jehová a Jerusalén. Uza fue
castigado con la muerte porque tocó el arca. David, por temor al Señor,
dejó que el arca se convirtiera en la casa de Obed-Edom. El arca
permaneció en su casa durante tres meses (2 Sam. 6:10-11).

1000 a.C.

“Tenle en cuenta, oh Jehová, a David, todos sus desvelos; de cómo juró a


Jehová y prometió al Fuerte de Jacob: No entraré en la morada de mi casa,
ni subiré sobre el lecho de mi descanso; no daré sueño a mis ojos, ni a mis
párpados adormecimiento hasta que halle lugar para Jehová, una morada
para el Fuerte de Jacob. He aquí oímos que está en Efrata; la hallamos en
los Campos del Bosque. Entremos en su tabernáculo; postrémonos ante el
estrado de sus pies. Levántate oh Jehová, hacia el lugar de tu reposo, tú y
el arca de tu poder. Tus sacerdotes se vistan de justicia y se regocijen tus

84
santos. Por amor de David tu siervo, no rechaces el rostro de tu ungido.
Juró Jehová a David una verdad de la que no se retractará: de tu
descendencia pondré sobre tu trono. Si tus hijos guardan mi pacto, y mi
testimonio que yo les enseñaré, sus hijos también se sentarán sobre tu
trono para siempre. Porque Jehová ha elegido a Sión; la quiso por
habitación para sí. Éste es para siempre el lugar de mi reposo; aquí
habitaré, porque la he preferido. Bendeciré abundantemente su provisión;
a sus pobres saciaré de pan. Asimismo vestiré de salvación a sus
sacerdotes, y sus santos darán voces de júbilo. Allí haré retoñar el poder
de David; he dispuesto lámpara a mi ungido. A sus enemigos vestiré de
confusión, más sobre él florecerá su corona”. (Sal. 132)

2 Samuel 6:12-17. Después de escuchar que el Señor había bendecido la


casa de Obed-Edom, el rey David trajo el arca del pacto a Jerusalén. Esta
vez, el arca fue transportada correctamente, sobre los hombros de los
sacerdotes levitas. David colocó el arca dentro de la tienda que él había
presentado para ella en la ciudad de David.

2 Samuel 7:1-29. David deseaba construir una casa para el arca del Señor,
pero Dios no le permitió a David construir un templo para él. Dios le
prometió a David que de sus descendientes, uno de sus hijos construiría
una casa (templo) para el Nombre del Señor.

2 Samuel 15:25-29. David huyó de Jerusalén de su hijo Absalón; El


sacerdote Sadoc siguió a David con el arca del Señor. David le ordenó a
Sadoc que devolviera el arca del Señor a la ciudad; Sadoc y Abiatar
llevaron el arca del Señor de nuevo a Jerusalén, y allí se quedó.

1 Reyes 8. El rey Salomón construyó el templo del Señor y llevó el arca del
pacto de la ciudad de David a la habitación más interior del templo, el
Lugar Santísimo. Allí el arca del Señor encontró su lugar de reposo.

85
2 Crónicas 34:14; 35:3. Josías rey de Judá, escuchó que se encontró el
libro de la ley del Señor y que él había colocado el arca santa en el templo
de Salomón.

AÑOS 600– 586 a.C.

2 Reyes 24-25; 2 Chronicles 36. Los babilonios se llevaron los objetos del
templo del Señor, luego destruyeron y quemaron el templo. Antes que los
babilonios finalmente destruyeran y quemaran el templo en el año 586
a.C., saquearon el templo y retiraron los objetos sagrados (2 Crónicas
36:18).

El arca del pacto fue tomada y destruida por los babilonios o escondida
por los sacerdotes y los levitas. La existencia del arca o su ubicación sigue
siendo un misterio hasta el día de hoy.

El profeta Jeremías escribió que no pensarían en el arca del pacto del


Señor, y que no se buscaría ni se volvería a hacer otro. Que sería
reemplazado por la presencia del Señor (Jer. 3:16-17).

AÑOS 27-33 d.C.

A finales del primer siglo después de Cristo, el escritor de los hebreos (el
pueblo judío) escribió: Pero estando ya presente Cristo, como sumo
sacerdote de los bienes venideros, entró por otro más amplio y más
perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación y
no por medio de la sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por
medio de su propia sangre, entró una vez para siempre en el santuario,
habiendo obtenido eterna redención. (Heb. 9:11-12).

86
100 d.C.

Adicionalmente, en el libro de Apocalipsis leemos lo que el apóstol Juan


escribió:

Y el santuario de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se dejó


ver en su santuario. Y se produjeron relámpagos, voces, truenos,
terremotos y gran granizo. (Ap. 11:19).

Finalmente, leemos que cuando amanezca el cielo nuevo y la tierra nueva


y la nueva Jerusalén descienda del cielo:

Y no vi en ella santuario; porque el Señor Dios Todopoderoso es el


santuario de ella, y el Cordero. (Apocalipsis 21:22).

87
Capítulo 6

LOS TEMPLOS EN LAS SANTAS


ESCRITURAS

A través de los siglos, el mero pensamiento sobre Jerusalén ha


despertado las emociones más profundas tanto en judíos como en
cristianos. Jerusalén – ¡Jerusalén, la ciudad del Dios viviente!

En el Evangelio de Lucas leemos: Y cuando llegó cerca, al ver la ciudad,


lloró sobre ella, diciendo: ¡Si también tú conocieses, y de cierto en este tu
día, lo que es para tu paz! Mas ahora está oculto a tus ojos. Porque
vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te
sitiarán, y por todas partes te estrecharán y te derribarán a tierra, y a tus
hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no
conociste el tiempo de tu visitación. (Lucas 19:41-44). Jesús lloró por
Jerusalén donde estaba el templo del Señor. El profeta Isaías habló de
esta ciudad y lugar: Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será
asentado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes y será
exaltado sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones y vendrán
muchos pueblos y dirán: Venid y subamos al monte de Jehová, a la casa
del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus
sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
(Is. 2:2-3).

En la historia y las profecías de Israel, hay referencias a los siguientes


cuatro templos:
89
• El templo de Salomón;

• El templo de Herod;

• El templo de la Tribulación;

• Y el templo del reino del Mesías.

EL TEMPLO DE SALOMÓN
Estudiaremos los templos en este orden. El primero es el templo de
Salomón, el cual también es conocido como "el primer templo".

Las Escrituras proporcionan muchos detalles sobre la construcción de este


templo por el rey Salomón en 1 Reyes capítulos 5-8, y 2 Crónicas capítulos
3-7. La estructura básica del templo era la misma que el tabernáculo de
Moisés, excepto que la dimensión era el doble en tamaño. Por medio de
su Espíritu, el Señor le dio el modelo y el plan al rey David, que luego
transmitió a su hijo Salomón (1 Cr. 28-29).

Tomó siete años completar el templo (1 Reyes 6:37-38), y el arca del


pacto se colocó en el Lugar Santísimo, no un arca nueva, sino la misma
que estaba en el tabernáculo de Moisés.

Algunos de los aspectos más destacados con respecto al Templo de


Salomón fueron:

• El templo del Señor fue construido en Jerusalén, la ciudad del Dios


viviente.

• El templo fue construido en el monte Moría, donde Abraham


ofreció a Isaac (Gn. 22).

90
• El templo fue construido en la era de Ornán el jebuseo en
Jerusalén en el Monte Moría (2 Cr. 3:1). Leer también 2 Samuel 24
y 1 Crónicas 21.

• El templo fue construido con piedras que se completaron en la


cantera y luego se llevaron al área del templo (1 Reyes 6:7).

• El templo se construyó con madera de cedro y ciprés, que estaba


recubierta de oro (1 Reyes 6).

• Los muebles del templo eran los mismos que los del tabernáculo
que Moisés había construido.

• El templo fue construido para el Nombre de Jehová Dios, como fue


el caso del Tabernáculo de Moisés (1 Reyes 8:18, 29, 41-43).

• El templo fue dedicado al Señor por medio de ofrendas de sangre


(1 Reyes 8).

• El templo fue consagrado a través de la presencia y la gloria del


Señor Dios, como fue el caso del Tabernáculo de Moisés (1 Reyes
8:9-11 y Éxodo 40:33-35).

• El arca del pacto se guardó en el lugar santísimo del templo y solo


las dos tablas de piedra que Moisés había recibido de Dios se
guardaban en el arca (1 Reyes 8:9).

Cuatrocientos años más tarde, el rey Nabucodonosor, rey de Babilonia,


demolió el templo y lo redujo a cenizas. El Señor Dios permitió esto
porque Israel estaba ocupado con la idolatría y las abominaciones en el
templo (2 Reyes 25:8-17; Jer. 7:1-14; Ezequiel 8-10).

91
EL TEMPLO DE HEROD
La reconstrucción del templo al final de los 70 años del exilio babilónico
fue de hecho iniciada por Zorobabel (Esdras 1:3; 3:12, 13; 4:1-24; Hageo
2:15-19; Zac. 6:12-15; Mal. 3:1).

Este templo reconstruido fue saqueado continuamente por los reyes del
norte (Siria) y los reyes del sur (Egipto) durante los siguientes 400 años. El
rey Herodes reconstruyó el templo un siglo antes que llegara Cristo, para
ganar el favor de los judíos. Le tomó 46 años construirlo y adornarlo (Juan
2:20).

También este es el templo que estuvo en el tiempo de Jesucristo cuando


caminó sobre la tierra. También se le conoce como "el segundo templo".

En su ministerio de tres años y medio, Jesucristo también habló del


templo como “la casa de Mi Padre” (Juan 2:16-20; Mateo. 21:12-15). Por
consiguiente, Jesús aún reconoció el Antiguo Pacto a pesar del estado
hipócrita del servicio en el templo durante sus días.

Este templo fue destruido en el año 70 d.C. por los soldados romanos bajo
Tito. Este fue el cumplimiento de la profecía por parte de Jesucristo casi
40 años antes (Mateo 23:38; 24:1-2 y Lucas 19:41-46).

EL TEMPLO DE LA TRIBULACIÓN
Este templo de la Tribulación será construida en los días previos o durante
la primera parte de la Gran Tribulación venidera (Mateo 24:21), la semana
70 de Daniel, por el pueblo judío en Jerusalén. En 2 Tesalonicenses 2:1-12
leemos sobre este templo donde el Anticristo, el hombre de pecado, se
declarará Dios y se sentará en el templo como Dios y fingirá que él es
Dios.

92
El libro de Apocalipsis se refiere a la medición del templo en Jerusalén,
pero también a su profanación: Entonces me fue dada una caña
semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el
santuario de Dios, el altar, a los que adoran en él y el patio que está fuera
del santuario déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los
gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
(Ap. 11:1-2).El apóstol Juan recibió la profecía del tercer templo 25 años
después del templo de Herodes (el segundo templo) fue destruido por los
romanos en el año 70 d.C. Por lo tanto, solo puede relacionarse con un
futuro templo.

Este tercer templo será contaminado después de 3 años y medio por el


falso mesías: “Y hará que se concierte un pacto con muchos por una
semana; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda; y en
el ala del templo estará la abominación horrible, hasta que la ruina
decretada se derrame sobre el desolador”. (Dan. 9:27). A este tiempo
también se conoce como el tiempo de angustia para Jacob (Jer. 30:7), o
como la Gran Tribulación (Mt. 24:21-22; Ap. 7:13-14). A mediados de la
Gran Tribulación de siete años, el Anticristo que inició el pacto de siete
años lo romperá. Este período es uno de los períodos de tiempo más
registrados en toda la Biblia (Dan. 7:25; 9:27; 12:7; Ap. 11:2-3; 12:14;
13:5). Esto tiene vastas implicaciones para el pueblo de Israel en los
últimos tiempos.

El Señor Jesucristo, en estrecha relación con Daniel, se refirió a la horrible


imagen del Anticristo que se levantaría en el templo justo antes del inicio
de la Gran Tribulación (los últimos 3½ años de la Tribulación). “Por tanto,
cuando veáis la abominación de la desolación...” (El falso mesías y su
imagen) anunciada por medio del profeta Daniel (templo) “porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá jamás”. (Mt. 24:15-21). Al final del
tiempo, los judíos desilusionados en Israel tendrán que huir rápidamente
porque el Anticristo en medio de la Tribulación, después que rompa su
93
pacto, tratará de destruirlos cuando se nieguen a adorarlo o a su imagen.
Pablo también se refiere a la profanación del templo en medio de la
tribulación cuando el Anticristo se declare a sí mismo dios. Él describe a
este hombre de pecado como: “el cual se opone y se exalta sobre todo lo
que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el santuario
de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”. (2 Tes. 2:4).

Apocalipsis 11 se refiere explícitamente al servicio y profanación del


templo en el período de la tribulación. Entonces me fue dada una caña
semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el
santuario de Dios, y el altar, y a los que adoran en él y el patio que está
fuera del santuario déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado
a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos
meses. (Ap. 11:1-2). El patio es el lugar donde se realizó el comercio. Fue
entregado a los gentiles donde, bajo el gobierno del Anticristo, pisotearán
la ciudad santa durante cuarenta y dos meses. Este período es un período
medido bajo determinación divina. Es 1,260 días o tres años y medio.

Las implicaciones completas de la instalación de este ídolo en el templo se


muestran en Apocalipsis 13. Consistirá en la adoración forzada del
Anticristo como el autoproclamado dios de este mundo, así como una
cierta sentencia de muerte para cualquiera que se niegue a adorarlo como
dios. El falso profeta le dará vida oculta a la imagen: Y se le permitió
infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia
pudiese incluso hablar y hacer matar a todo el que no la adorase. (Ap.
13:15). El falso profeta no solo traerá fuego del cielo, sino que también
engañará a los habitantes de la tierra diciendo que deben adorar al
Anticristo (Ap. 13:12-14). Aquellos que se rehúsen a adorar al Anticristo
pagarán con sus vidas, otros con sus ingresos (Ap. 13:16-18).

Cuando el Anticristo se declare a sí mismo Dios, no solo prohibirá todos


los sacrificios judíos, sino también todas las demás religiones (Ap. 17:1-7,

94
16-18). Todas las demás formas de adoración serán estrictamente
prohibidas y castigadas con la muerte.

De todos los datos bíblicos, está claro que el tercer templo, el de los días
de la Gran Tribulación, se construirá pronto en Jerusalén porque la
profecía bíblica establece claramente que existirá un templo en el tiempo
final. También se harán sacrificios en aquel tiempo, lo que significa que el
servicio en el templo será restablecido por los líderes espirituales de la
nación de Israel (Dan. 9:27). El Anticristo sacará provecho de esta
situación para su propio beneficio (Mt. 24:15-21; 2 Tes. 2:3-9; Ap. 11:1-2;
13:4-18).

El cumplimiento de las profecías con respecto a la reconstrucción del


templo en Jerusalén se llevará a cabo en los últimos días antes o durante
la primera mitad de la Gran Tribulación. Para que la profecía bíblica se
cumpla con respecto al Anticristo y su aparición ante el verdadero Mesías,
Jesucristo, aparece desde el cielo, debe establecerse un templo en
Jerusalén en los últimos días.

EL TEMPLO DE REINO DEL MESÍAS


Este nuevo templo se construirá en Jerusalén después de la venida del
verdadero Mesías (capítulos 40-44 de Ezequiel). Este es el cuarto templo y
será el lugar de culto para la nación restaurada de Israel en el reinado
milenario de Cristo.

El profeta Ezequiel describe el plan de un templo literal que estará en la


tierra en la ciudad de Jerusalén durante el reinado milenario de Cristo (Ap.
20:1-3).

El templo del milenio tendrá el beneficio de referirse nuevamente al


sacrificio del Mesías como el Cordero de Dios que fue sacrificado por los
pecados del mundo durante los 1,000 años de paz (Hebreos 10:5-12). El

95
plano del piso del templo tiene la forma de una cruz en la que hay siete
puntos de referencia donde se colocan los objetos para el servicio en el
templo. La línea uno comienza en la puerta exterior, la cual alude a Jesús
de manera simbólica. Él es la puerta por medio del cual podemos acceder
al Lugar Santo y al trono de la misericordia de Dios. El siguiente punto en
la línea es el altar del sacrificio que señala al sacrificio de Jesús. Luego está
la fuente en la que se mezclan la sangre y el agua, la prueba de la obra
completa o el sacrificio de Cristo. Aún en la misma línea vertical llegamos
al altar del incienso en el templo, que se refiere a la oración en el nombre
de Jesús. A través de la oración obtenemos acceso al velo rasgado, al
trono de la gracia. La otra línea que cruza esta para formar una cruz se
extiende desde el candelero de oro hasta la mesa con el pan de la
proposición. La luz ardiente se refiere a Jesús como la luz del mundo, los
panes a Jesús y Su Palabra como el pan de vida.

Según Ezequiel 43:6-12, el Señor dio todos los detalles para que los judíos
puedan enfocarse en la santidad de Dios, y que aquello puede llevar a un
cambio de corazón. La adoración se basa en el orden levítico bajo la ley
mosaica.

En esta descripción del templo milenario, el profeta Ezequiel aseguró al


pueblo que el Señor cumpliría sus promesas de pacto, y que un día
volverían a tener la gloria de la presencia de Dios entre ellos como nación.

Otros profetas también tuvieron una palabra de aliento para el pueblo


(Isaías 2:1-5; 60:1-13; Jeremías 33:18; Joel 3:18; Miqueas 4:2; Hageo 2:7-
9; Zacarías 6:12-15; 14:16-21; Ezequiel 37:24-28).

96
Parte 2
El Sacerdocio
Capítulo 7

EL SACERDOCIO

H asta ahora, hemos estudiado el tabernáculo en relación con su


estructura y decoración (piezas de adornos y objetos) con el
énfasis en la verdad de que Dios vino al hombre. Ahora vemos al
sacerdocio con el énfasis en que el hombre entra en la presencia de Dios.

Mientras meditamos en el tabernáculo, debemos echar un vistazo al


pueblo que Dios apartó para servir en el tabernáculo: los sacerdotes y los
levitas. Dios apartó a un hombre que se convirtió en una gran nación,
Abram, a quien más tarde cambió de nombre por "Abraham". El nombre
de la nación que nació de él fue Israel. Ellos serían su propia nación
escogida de todos los pueblos, un reino de sacerdotes y una nación santa
(Éxodo 19:5-6). El Señor apartó una tribu de estas personas, que es la
tribu de Leví, para ser en un sentido literal, una generación sacerdotal. De
la tribu de Leví, Dios apartó una casa, es decir, la de Aarón para
desempeñar el oficio del sacerdocio. “Harás llegar delante de ti a Aarón tu
hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean
mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar...” (Ex. 28:1).
En efecto, Aarón, el sumo sacerdote y sus cuatro hijos fueron los primeros
sacerdotes. Luego, al pasar los años, los que eran sacerdotes eran
descendientes de la casa de Aarón. El hijo mayor del antiguo sumo
sacerdote siempre tomaba su lugar. La palabra hebrea para "sacerdote"
también se puede traducir como ministro. El oficio de los sacerdotes era
triple. En primer lugar, tenían que servir en el tabernáculo. Tenían que

99
ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar y el altar del incienso, y eran
responsables de todas las tareas en el Lugar Santo y en el Lugar Santísimo.

En segundo lugar, ellos tenían que enseñar o instruir al pueblo sobre sus
obligaciones con Dios. “Porque los labios del sacerdote han de guardar la
sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque él es el mensajero
de Jehová de los ejércitos”. (Mal. 2:7). No es una coincidencia que el
nombre de Aarón signifique "iluminado" o "informado", el que recibe la
luz, iluminado por Dios para compartir la luz con los demás.

En tercer lugar, era deber de los sacerdotes bendecir al pueblo. Jehová


habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así
bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga y te
guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti
misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz y pondrán mi
nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré. (Nm. 6:22-27).

Los sacerdotes eran los líderes espirituales y los maestros del pueblo de
Dios, y el progreso espiritual de la gente dependía de su obediencia y
fidelidad a su supremo llamamiento.

Todos los descendientes de Leví nacieron levitas excepto, como ya se dijo,


la casa de Aarón, que tenía un cargo superior de sacerdocio. Además de
Aarón, el sumo sacerdote, solo había cuatro sacerdotes al principio, que
eran los cuatro hijos de Aarón. Pero todo lo que se contaba de los levitas,
todos los varones de un mes de edad o más eran veintidós mil; y los
soldados de entre ellos de treinta años a más hasta cincuenta eran ocho
mil quinientos ochenta. El Señor dice esto de ellos: “Sino que pondrás a
los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y
sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y
todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán alrededor del
tabernáculo y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo

100
desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo
armarán; y el extraño que se acerque morirá. (Nm. 1:50-51).

Toda la tribu de Leví fue entregada a los sacerdotes (la casa de Aarón) con
el propósito de asistirlos y ayudarlos en sus deberes sagrados. Excepto en
una emergencia absoluta, a los levitas no se les permitía cumplir ninguna
tarea sacerdotal. No se les permitió ofrecer sacrificios, derramar o
esparcir sangre, colocar incienso en el altar o hacer cualquier otro trabajo
en el Lugar Santo. Sin embargo, ellos podían ser muy útiles como
sirvientes de los sacerdotes en el desempeño de sus tareas.

Un caso excepcional en que los levitas ayudaron a los sacerdotes fue


cuando el rey Ezequías limpió el templo y los sacerdotes tuvieron que
sacrificar las ofrendas sagradas, seiscientos bueyes y tres mil ovejas 2 Cr.
29:33. En la Biblia encontramos: “Mas los sacerdotes eran pocos, y no
bastaban para desollar los holocaustos; y así sus hermanos los levitas les
ayudaron hasta que acabaron la obra, y hasta que los demás sacerdotes
se santificaron; porque los levitas estaban más dispuestos de corazón para
santificarse que los sacerdotes”. (2 Cr. 29:34).

La variedad de tareas en la tienda de reunión que es el tabernáculo, era


completamente abrumadora para que Aarón y sus hijos pudieran
realizarlas solos. Los sacerdotes requerían bastante trabajo físico en la
preparación de las ofrendas para el altar. En consecuencia, el Señor Dios
les dio a sus hermanos, los levitas para ayudarles en todas sus tareas. Los
levitas estaban siempre dispuestos para ayudar a los sacerdotes de
cualquier forma en que los sacerdotes requerían ayuda.

A pesar de todos sus pecados y defectos, los sacerdotes y levitas


preservaron las Santas Escrituras al leer y declararlas al pueblo de Dios en
el templo y las sinagogas hasta el tiempo de nuestro Señor Jesucristo.

101
Muchos de los sacerdotes y levitas cumplían con sus deberes para con
Dios y con el pueblo hebreo para traer gloria al Señor Dios.

Además, vemos que Levi tuvo tres hijos: Gersón, Coat y Merarí. En efecto,
hubo tres generaciones entre los levitas y los deberes de todos están
claramente indicados en el cuarto capítulo de Números:

• Los hijos de Coat (Nm. 4:2-20; 3:30-31);

• Los hijos de Gersón (Nm. 4:22-28; 3:25-26); y

• Los hijos de Merarí (Nm. 4:29-33; 3:36-37).

El trabajo de los sacerdotes en contraste con los levitas se describe en


Números 18, así como la provisión de los medios de vida para ambos. Este
capítulo indica la relación mutua entre los sacerdotes y los levitas.

En lo que respecta a la casa de Aarón, él y sus hijos tenían que supervisar


el oficio sacerdotal con respecto a todos los asuntos del altar y todo lo
que estaba dentro del velo (Nm. 18:7). Por lo tanto, tenían que supervisar
los deberes del Lugar Santo y el del altar (Nm. 18:5).

Los levitas, la tribu de Leví (Coatitas, Gersonitas y Meraritas) tenían que


supervisar los deberes y el servicio del tabernáculo (Nm. 18:2-4, 6). El
trabajo de los levitas se limitó al servicio del tabernáculo (Nm. 3:6-9).

En contraste con los levitas, los sacerdotes tenían acceso al Lugar Santo
“...y el extraño que se acerque, morirá.” (Nm. 3:10). Con respecto a los
ingresos de los sacerdotes y los levitas, vemos lo siguiente:

Los sacerdotes fueron dados. “todas las cosas consagradas” (Nm. 18:8),
una porción de cada grano, pecado y expiación por la culpa (v. 9-10);
todas las ofrendas (v. 11). Lo mejor del aceite, el vino y el trigo (v. 12); las
102
primicias de la tierra (v. 12); todo lo consagrado (verso 14); el primogénito
de los animales limpios (versos 15, 17-18); el rescate del primogénito del
hombre y los animales inmundos (versos 15-16); El diezmo de los diezmos
(versos 25-32).

El ingreso de los levitas consistía en los diezmos de las personas


(versículos 21-24, 30 y 31). Tenían que dar a los sacerdotes la décima
parte del diezmo que recibían (versículo 26). Ahora veremos el alto cargo
sacerdotal de Aarón y Jesucristo.

EL SUMO SACERDOCIO

Aarón – el sumo sacerdote (Ex. 28; 39:1-31).

Moisés y Aarón eran de la tribu de Leví. El Señor nombró a Aarón, el


hermano de Moisés, como el primer sumo sacerdote. Aarón fue
consagrado para ser sacerdote; también tuvo que mantenerse alejado de
cualquier cosa que pudiera contaminarlo porque era el mediador entre el
Señor Dios e Israel. Solo a los descendientes de Aarón se les permitió ser
sacerdotes y servir en el sacerdocio. A los levitas se les permitió entrar al
tabernáculo para servir y llevarlos a lo largo de su viaje por el desierto.

El sumo sacerdote usaba prendas especiales para ciertas tareas que tenía
que realizar. Las prendas consistían en un pectoral (coraza), un efod, un
manto, una túnica bordada, una mitra y un cinturón. En la parte superior
del efod había dos piedras de ónix en las que estaban grabados los
nombres de las doce tribus de Israel. El sumo sacerdote llevaba la coraza
de juicio sobre su pecho que contenía el Urim y Tumim, que se usaba en
raras ocasiones para determinar la voluntad de Dios.

La tarea del sumo sacerdote era ofrecer sacrificios de toros y cabras por
sus propios pecados, así como los del pueblo. También se presentaba ante

103
el Señor para pedir dirección antes de tomar decisiones. Parte de sus
deberes eran el cuidado y también el servicio en el tabernáculo.

Jesucristo, el gran sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Heb.


4:14-16; 5:5-10; 6:19-10:22).

Jesús es el cumplimiento del sacerdocio perfecto. Como sacerdote-rey,


Melquisedec era una figura de Cristo. La figura se refiere estrictamente a
la obra sacerdotal de Cristo en su resurrección, porque Melquisedec es
una representación de la conmemoración del sacrificio, el pan y el vino
(Gn. 14:18). El reinado y el sacerdocio originalmente iban juntos, debido a
ello vemos la relación rey-sacerdote en Cristo y en Melquisedec.

"...Según el orden de Melquisedec". (Sal. 110:4; Heb. 5:5, 6; 6:20, etc.) Se


refiere a la autoridad majestuosa y eterna duración de Cristo como sumo
sacerdote (Hebreos 7:23-24). El sacerdocio de Aarón era interrumpido
constantemente por la muerte del sacerdote. Cristo es sacerdote según el
orden de Melquisedec: como Rey de justicia y Rey de paz (Isaías 11:4-9;
Hebreos 7:2), en su sacerdocio eterno, mientras que el sacerdocio de
Aarón tipifica las tareas sacerdotales de Cristo.

COMO TIPO O IMAGEN

Melquisedec es una imagen de Cristo (Hebreos 7:15) y como tipo es de


carácter profético porque anunció el futuro de Cristo.

En su sacerdocio fue hecho igual al Hijo de Dios. Él no tuvo un sucesor y


nunca habrá nadie que pueda seguir a Jesús como sumo sacerdote. En
todos los aspectos, Melquisedec era un tipo de Cristo. Melquisedec no era
un sacerdote por un árbol familiar de sacerdotes como Aarón y Levi.
Melquisedec recibió su sacerdocio directamente de Dios. Se basaba en el

104
carácter y no en un árbol genealógico. Tal es el sacerdocio de nuestro
Señor Jesucristo (Hebreos 7:13-17; Hebreos 5:4-6).

Debido al periodo de su sacerdocio...permanece sacerdote a perpetuidad.


(Heb. 7:3). De Melquisedec, sigue siendo cierto en este sentido: no hay
registro de la finalización de su sacerdocio por la muerte o de otra forma.
Así como no lo recibió de sus padres ni lo obtuvo por medio de su árbol
genealógico, tampoco renunció a su sacerdocio. En Cristo Jesús, nuestro
sumo sacerdote, el gran antitipo, tenemos un sacerdocio que no tiene
sucesión (Heb. 7:24). Él es sacerdote según el orden de Melquisedec. Él
vive por siempre para interceder por nosotros (Hebreos 7:25).

LA MANERA EN EL CUAL LA FUNCIÓN SENCILLA DE AARÓN Y


LA DE MELCHIZEDEK DIFIEREN

La diferencia entre el sacerdocio de Aarón y el de Melquisedec es


claramente distinguible en la persona, el orden instituido y la duración.

PERSONA

Bajo el orden de Aarón, los sacerdotes eran personas falibles y


pecaminosas (Heb. 5:1-3). Bajo el orden de Melquisedec, los que no
tenían pecado fueron tipificados (Hebreos 4:15; 7: 26-28).

ORDEN INSTITUIDO

Dios instituyó el orden de Aarón de la familia de Leví (Nm. 17:1-8: Éxodo


28:1). El orden de Melquisedec fue anterior a la de Levi, ya que los
descendientes de Levi fueron elegidos 430 años más tarde para ser la
tribu sacerdotal de las 12 tribus de Israel.

105
DURACIÓN

Aarón murió y otro le sucedió (Hebreos 7:23). Por ello, fue un sacerdocio
temporal. Jesús posee un sacerdocio que intransferible (Heb. 7:24). En él
tenemos un Sumo Sacerdote Eterno e Inmortal. Así como Melquisedec
recibió los diezmos de Abraham, también nuestro Señor Jesucristo,
nuestro fiel sumo sacerdote, recibe los diezmos de su iglesia (Heb. 7:5-
10).

¿CUÁNDO COMENZÓ ESTE SACERDOCIO DE JESÚS?


Encontramos una declaración muy excepcional en Salmos 110. Primero
encontramos la declaración del Señor (Yahvé) a Jesús en el versículo 1:
“...Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de
tus pies”. Más adelante en el versículo 4 dice: Juró Jehová, y no se
arrepentirá: tú eres sacerdote para siempre, según el orden de
Melquisedec.” Históricamente, Salmos 110 comienza con la resurrección
de Jesucristo de entre los muertos. Ver Hechos 2:33; 7:56; Heb. 10:11-13
y Heb. 7:25-28 como el cumplimiento del tipo de Melquisedec en la
persona de Cristo después de su resurrección de entre los muertos.

Podemos ver en el Nuevo Testamento que el Señor (Adonai) del Salmos


110 es Jesucristo. Además, se dice de él:

• Salmos 110:1 – Siéntate a mi diestra. Por las Escrituras, sabemos


que el único que fue invitado a sentarse a la diestra del Padre, fue
Jesucristo.

• Salmos 110:1 – Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies. Esto solo puede suceder cuando Jesús sea exaltado a la
diestra del Padre. “Esperando de ahí en adelante hasta que sus
106
enemigos sean puestos por estrado de sus pies” (Heb. 10:13). Jesús
está ahora en el cielo y esperando que suceda el día de Su glorioso
regreso visible del cielo, cuando todo y todos estarán sujetos a Él.

• Salmos 110:4 – “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de


Melquisedec”. Todos los demás sacerdotes han muerto (Hebreos
7:23-24), pero Jesús tiene el sacerdocio eterno.

• Salmos 110:6 – “...Juzgará entre las naciones”. El día que regrese,


las naciones de la tierra serán separadas, las naciones de cabras y
ovejas (Mateo 25:31-46). Una gran guerra y juicio se medirá este
día sobre las naciones cuando Él los juzgue (Ap. 19:11-21).

David confirma dos grandes verdades en Salmos 110, El Salmo Mesiánico:

• La Deidad del Mesías; y

• El Sumo Sacerdocio del Mesías.

Cristo es el Sacerdote Mesiánico (El ungido), no designado ni ordenado


por el hombre, sino por un juramento de Yahvé Dios que confirmó a
Cristo como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.

Este Sacerdote Ungido no tiene sucesor; ¡Su sacerdocio es eternamente


único!

Como se registra en Hebreos 5-9, el Salmos 110:4 habla de la obra


sacerdotal de Cristo para su pueblo.

Además, vemos que cuando Jesús aparece después de su resurrección de


entre los muertos, que Él está...vestido de una ropa que llegaba hasta los
pies... (Ap. 1:13). El griego para vestimenta es pondores. La misma palabra
se usa cuando se refiere a la túnica del sumo sacerdote.
107
LA TRIBU DE JUDÁ Y LA TRIBU DE LEVÍ
Nuestro Señor Jesús vino de la tribu de Judá, y Moisés no mencionó nada
sobre el sacerdocio con respecto a aquella tribu (Hebreos 7:12-14). Judá
es la tribu real y Leví la tribu sacerdotal.

La palabra latina para sacerdote es pontifex que significa "constructor de


puentes". En efecto, el sacerdote tenía la función de construir un puente
entre Dios y el hombre; por eso se interpuso entre Dios y el hombre.

Es un hecho extraño y realmente increíble que todo el sacerdocio judío se


basó en la genealogía. Las características personales no jugaron ningún
papel. Jesucristo fue el verdadero sacerdote, pero no porque lo heredó,
sino porque Él es el que es. Aquí había un sacerdote más grande que
cualquier otro entre la tribu de Leví.

El sacerdocio de Jesús es mayor que el de los levitas porque su sacerdocio


fue confirmado con un juramento (Heb. 7:20-21; Sal. 110:4).

Nadie podrá quitar este sumo sacerdocio de Jesús (Hebreos 3:1), porque
Él sigue siendo el que presenta al hombre a Dios por toda la eternidad.

Jesucristo es el mejor sumo sacerdote. Él nunca sacrificó ningún animal,


porque la sangre de los animales no quitaba el pecado, sino que en el
mejor de los casos solo lo cubría (Hebreos 10:1-4), y por lo tanto solo
limpiaba al pueblo ceremonialmente. Cristo, el Cordero perfecto de Dios
se sacrificó así mismo (Juan 1:29), y este sacrifico fue el único que eliminó
el pecado para siempre (Heb. 10:5-18). Este acto voluntario fue el
SACRIFICIO FINAL. Ahora sabemos que, mas éste, por cuanto permanece
para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también
salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre
para interceder por ellos (Heb. 7:24-25). Amén.

108
Después de analizar el sacerdocio de Aarón en contraste con Jesucristo
como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec en la parte 1 de
este capítulo, ahora podemos enfocarnos en Aarón y su Dios, Aarón y sus
hijos, y cómo esto tipifica la tarea sacerdotal de Cristo y de los creyentes.

AARÓN Y SU DIOS (Ex. 28:1-2)

En las palabras de Dios a Moisés, primero tenemos el nombramiento de


Aarón como sacerdote y segundo, la vestimenta sacerdotal de Aarón.

Constitución sacerdotal de Aarón. El escritor a los hebreos nos recuerda


que: “Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es
constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que
presente ofrendas y sacrificios por los pecados... Y nadie toma para sí esta
honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón”. (Heb. 5:1-4). El
nombramiento u ordenación de Aarón incluye inicialmente dos aspectos
importantes, es decir:

• Purificación de Aarón (Ex. 29:4). Después de que Aarón se separó


del pueblo, su dignidad moral y aceptación como sumo sacerdote
de Dios debían demostrarse en público. Del mismo modo, Cristo
fue designado como el Gran Sumo Sacerdote por el Padre
(Hebreos 2:16-17). La dignidad moral de Cristo para ser sumo
sacerdote, sucedió después de su bautismo por Juan el Bautista en
el Jordán. Fue entonces cuando Dios habló desde el cielo y dijo:
“Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mt. 3:17).

• Santificación de Aarón (Ex. 29:7). Cabe señalar que después de ser


limpiado, Aarón fue ungido por su cuenta con aceite. En esto él
tipifica a Cristo como Sumo Sacerdote. Luego, fue ungido con sus
hijos (Lev. 8:12-21, 30), lo cual representa el sacerdocio de todos
los creyentes en Cristo (1 Pe. 2:9). De Cristo podemos decir: “Por

109
tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión,
Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó...” (Heb. 3:1-2).

La Vestidura sacerdotal de Aarón (Ex. 28:2). Era distintiva, lo distinguía


como sumo sacerdote y enfatizaba la reverencia y santidad de su llamado.

• La túnica (Ex. 29:5). “Bordarás una túnica de lino...” (Ex. 28:39).


La túnica fina de Aarón representa la perfección sin pecado y la
justicia de Cristo (Heb. 7:26; Ap. 19:8). Jesucristo se convirtió
en Sumo Sacerdote después de levantarse de entre los
muertos. Ahora lo vemos glorificado en el cielo “vestido con
una vestidura que le llegaba hasta los pies...” (Ap. 1:13). La
palabra traducida hasta los pies es poderes y es la misma
palabra que se usa en el Antiguo Testamento griego (LXX o
Septuaginta) al describir la túnica del sumo sacerdote (Ex. 28:4,
29:5; Lev. 16:4). La vestidura sacerdotal de Aarón de lino fino
representa a Cristo como nuestro sumo sacerdote en el cielo.

• El cinto (cinturón) (Ex. 39:29). El cinturón multicolor


representa al servicio de Cristo como Sumo Sacerdote (Ap.
13:13). Cristo como nuestro Sumo Sacerdote intercede por
nosotros a Dios (Efesios 4:11-16, 2:4-7; Hebreos 7:25).

• El manto (Ex. 28:31-35). El manto era una prenda superior que


estaba tejida en una sola pieza y sin mangas, con un agujero
para la cabeza en el medio y se usaba sobre la túnica blanca
(Éxodo 39:22-23). Era más corto que la túnica, pero más largo
que el efod. Pegadas a las orillas del manto habían granadas de
azul, púrpura y carmesí (Ex. 39:24). Entre cada granada había
campanillas de oro puro (Ex. 39:25-26). Esta túnica solo la
usaba Aarón como sumo sacerdote y no sus hijos como
sacerdotes ordinarios. Las campanillas de oro sonaban cuando
110
el sumo sacerdote se movía. Esto daba evidencia a los que
esperaban afuera, que el sumo sacerdote todavía estaba vivo y
que estaba obteniendo la expiación de Dios por ellos. En
efecto, estas campanillas representan la intercesión perfecta
de Cristo por nosotros a Dios (1 Jn. 2:1-2) en el cielo. También
vemos que los primeros discípulos esperaron hasta el día del
Pentecostés para confirmar que Jesús había intercedido por
ellos ante Dios (Lc. 24:46-51; Hch. 1: 4-5, 12-14; 2:1-4, 32-33).

• El efod (Ex. 28:6-14; 39:2-7). La gente no podía entrar en la


santa presencia de Dios. Sin embargo, sí tenían acceso a Dios
por medio de su sumo sacerdote quien tenía sus nombres en
su hombro. Igualmente, Jesucristo nuestro perfecto mediador
y sumo sacerdote, quien siempre vive para interceder por
nosotros, (Heb. 7:24-25) presenta nuestros nombres (Mt.
10:32), nuestros intereses, preocupaciones y necesidades ante
Dios, nuestra Padre (Sal. 55:23; 1 Pe. 5:7).

Las dos piedras de ónice en el efod le recordaron a Dios los


nombres de los hijos de Israel. Por eso, fueron piedras
conmemorativas. Ónice significa "iluminar con el brillo del
fuego". Jesucristo nuestro Sumo Sacerdote prometió: “El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que
venza le daré de comer del maná escondido, y le daré una
piedrecita blanca y en la piedrecita un nombre nuevo escrito,
que nadie conoce sino el que lo recibe”. (Ap. 2:17). Es un hecho
significativo que en el nuevo orden cuando la nueva Jerusalén
descienda del cielo (Ap. 21:2), se dirá que el tabernáculo de
Dios está con los hombres (Ap. 21:3), los nombres de las Doce
tribus de los hijos de Israel estarán en las doce puertas (Ap.
21:12), y los nombres de los doce apóstoles del Cordero
estarán en los doce cimientos de la ciudad (Ap. 21:14). En
efecto, la Nueva Jerusalén pertenece a Israel y a la Iglesia.
111
• La coraza (el pectoral – Ex. 28:15-30). El sumo sacerdote llevaba
los nombres de los hijos de Israel en la coraza del juicio sobre su
corazón, y así los recordaba ante el Señor. En el pectoral del juicio
del sumo sacerdote estaban el Urim y el Tumim, por medio de los
cuales obtenía la voluntad divina en casos muy especiales (Nm.
27:21; Dt. 33:8; 1 Sam. 28:6; Esd. 2:63). Urim y Tumim y la coraza
indicaban que el sumo sacerdote estaba equipado con la autoridad
para dar el juicio de Dios al pueblo en situaciones de emergencia.
El Urim es la luz y la perfección del Tumim. Se desconoce la forma
de los dos objetos. De una u otra manera se obtuvo juicio del
Señor en casos especiales. Por medio de palabras o declaraciones
de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, tenemos los medios por los
cuales obtenemos luz y revelación completa de Su voluntad y Su
camino para nosotros (Juan 17; 2 Tim. 3:16-17).

• La túnica y la lámina (Ex. 28:36-39). El sumo sacerdote fue


coronado con una túnica de lino fino que tenía una lámina en la
parte delantera y en ella estaban grabadas las palabras:
"SANTIDAD AL SEÑOR". Era la pieza de coronación de las
vestiduras sacerdotales de gloria y esplendor (Éxodo 29:6). Cuando
Aarón vino a la presencia del Señor, Dios vio la corona "SANTIDAD
AL SEÑOR" y por eso, lo recibió. Por lo tanto, Aarón podía traer la
deuda del pueblo concerniente a sus ofrendas y regalos
inadecuados delante de Dios e interceder por ellos, para que
puedan ser encontrados aceptables ante el Señor.

La coronación con santidad de Aarón o la separación completa para Dios


es característica de Cristo quien llevó nuestra culpa, nuestras ofrendas y
regalos inadecuados. Solo a través de él, la verdadera reconciliación y la
limpieza del pecado pueden ser ejecutadas por Dios (Hebreos 2:17; 4:15,
16; 7:24-28), para que nuestros sacrificios espirituales inadecuados a Dios
puedan ser aceptados (Efesios 1:6).

112
AARÓN Y SUS HIJOS (Levítico 8).

Primero vimos a Aarón solo, mas ahora lo analizaremos junto con sus
cuatro hijos como un tipo del sacerdocio de todos los creyentes. Vemos
que Aarón y sus hijos:

• Fueron llamados (Ex. 28:1). Asimismo, a través de la fe en Cristo,


somos llamados a un “sacerdocio santo” (1 Pe. 2:5). Todos los
creyentes son sacerdotes de Dios en el verdadero sentido de la
palabra. Por tanto, no tenemos grupos específicos de personas
como mediadores necesarios para interceder a Dios por nosotros.
Como sacerdotes, en sujeción al Gran Sumo Sacerdote (Heb. 3:1),
tenemos acceso al Lugar Santísimo en el cielo por de Cristo (1 Tim.
2: 5).

• Fueron limpiados (Ex. 29:4). Hubo una limpieza legalista (Éxodo


29:11). Ellos solo calificaban para adorar a Dios por la ofrenda por
el pecado y el derramamiento de sangre. En nuestro caso es igual.
Solo podemos entrar en la presencia de Dios por medio de la
sangre del Cordero para realizar nuestro servicio sacerdotal (Ap.
1:5-6). También hubo una limpieza moral (Éxodo 29:4). Ningún
sacrificio o servicio podía llevarse a cabo sin lavarse en la fuente.
Para nosotros, como creyentes, existe el lavado inicial al nacer de
nuevo, al que Pablo se refiere en Tito 3:5. Después de eso, hay una
limpieza constante y diaria a través de la Palabra (Efesios 5:25-26).

• Fueron vestidos (Ex. 28:40-42). Los hijos de Aarón fueron vestidos


con los siguientes artículos:

Túnicas (Ex. 28:40). La túnica representa la salvación. Solo cuando


estemos vestidos con la santidad y la justicia de Cristo (1 Cor. 1:30)
podemos estar delante de Dios y servirle.

113
Cintos (Ex. 28:40). El cinturón hace referencia a servicio. Como
sacerdotes espirituales, siempre debemos estar listos para realizar
servicio espiritual (Lucas 12:35-36).

Mitras (sombreros – Ex. 28:40). La mitra representa sumisión. Del


mismo modo, el Señor quiere obediencia, para llevar cada
pensamiento, palabra y acción a Cristo.

Pantalones de lino (Ex. 28:42). Los pantalones de lino representan


la eliminación del ego. Pablo exhortó a los creyentes a vestirse con
el Señor Jesucristo y no hacer provisión para la carne y sus deseos
(Romanos 13:14).

• Fueron ordenados (Ex. 29:9). Esta ceremonia de ordenación se


describe en Ex. 29:10-36. Implica compromiso personal (Ex. 29:15-
18). Antes de poder servir a Dios como sacerdotes espirituales,
debemos saber qué significa presentar sus cuerpos como sacrificio
vivo, santo, aceptable a Dios (Romanos 12:1). ...Todo el carnero
sobre el altar. (Éxodo 29:18), esto constituye nada menos que el
compromiso total de todas nuestras habilidades y talentos.

• Separación moral a obediencia (Ex. 29:19-21). Primero, la sangre


en el lóbulo derecho representaba un oído abierto para escuchar y
obedecer lo que Dios les ordenó que hicieran. Del mismo modo,
nosotros, como sacerdocio, estamos separados para escuchar y
obedecer lo que Dios nos dice por su Espíritu y la Palabra escrita.
Así que echemos un vistazo a la seria advertencia de Cristo: “Cuida
lo que escuchas” (Mc. 4:24) – lo que escuchamos es el mensaje de
Dios y no el de un hombre. “Por tanto, mira cómo oyes” (Lucas
8:18): la forma en que escuchamos se refleja en la actitud que
adoptamos después de escuchar a Dios hablarnos. Entonces, "El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". (Ap. 2:7).

114
Segundo, apartado para disposición. El pulgar derecho cubierto de
sangre representa una mano dispuesta que ejecuta celosamente y
con diligencia los mandamientos de Dios. Como sacerdocio
espiritual, también estamos apartados para el servicio del Señor.
También debemos traer sacrificios espirituales al Señor (1 Cr. 29:5;
Dt. 16:16; Heb. 13:15).

Tercero, separado para un caminar espiritual. El dedo del pie


derecho cubierto de sangre representa un pie apresurado que
camina en el sendero de la justicia.

Como sacerdocio espiritual, también estamos separados para andar en los


caminos del Señor (1 Juan 1:7). No tenemos derecho a andar en una vida
que no sea en comunión con Dios y de santificación (Rom. 8:8-15; 1 Cor.
1: 9; 2 Cor. 6:14-18; 7:1).

Ahora hemos visto lo que nos enseña el llamado, la limpieza, la


vestimenta y la ordenación de los sacerdotes. Como sacerdocio real y
espiritual (Ap. 1:5, 6; 1 Pe. 2:5, 9), caminamos para agradar al que nos
llamó y nos apartó. Cada creyente en Cristo como miembro de un
sacerdocio santo tiene un llamado superior a ser ejemplo de la luz y la
gloria de Dios y de Cristo, al caminar y enseñar el evangelio de Jesucristo y
dejarlo brillar.

115
Parte 3
Las Ofrendas
Capítulo 8

LAS OFRENDAS

C cuando estudiemos las ofrendas del Antiguo Testamento según lo


registrado en Levítico 1-7, sería bueno recordarnos que:

• Por medio del TABERNÁCULO hay un camino a Dios – Cristo es


el lugar de encuentro;
• Por medio del SACERDOCIO hay un camino a Dios – Cristo es
nuestro Sumo Sacerdote;
• Por medio de las OFRENDAS hay un camino a Dios – Cristo es
nuestro cordero sacrificial; y
• Por medio de las CELEBRACIONES hay un camino a Dios –
Cristo es nuestra celebración.

Las ofrendas fueron un aspecto de la religión de Israel dentro del marco


de la revelación que se recibió en el Monte Sinaí. Los procedimientos
establecidos en Levítico asumen un Lugar Santo, un altar y un sacerdocio.

El Significado de las Ofrendas de Sangre

Todas las ofrendas son traídas por fe (Heb. 11:6, 28). En este sentido, las
cinco ofrendas del Antiguo Testamento eran ofrendas de fe. En la orden
del Antiguo Testamento, el israelita tenía que creer que Dios lo
perdonaría si traía su ofrenda de acuerdo con el procedimiento correcto.
119
En el Nuevo Testamento, el creyente debe creer en la ofrenda del Cordero
de Dios, Jesucristo (Heb. 10:19-22; 4:2-3; 1 Pe. 1:18-21; 1 Juan 5:4-5, 13).

Vemos que el uso de ofrendas, en las que se derrama sangre de animales,


tiene su origen desde el principio, de como Dios lidia con el hombre
pecaminoso. (Gn. 3:21; 4:4; 8:20-22), y se extiende a través de toda la
Biblia. Todas las ofrendas en el Nuevo Testamento encuentran su
cumplimiento en la muerte de Jesucristo (Hebreos 9:12 hasta 10:18).

La palabra traducida como "ofrenda" significa "regalo". En el versículo


clave, Levítico 17:11, se afirma que la ofrenda es un regalo de Dios para el
hombre; es su provisión para sus necesidades. “Porque la vida de la carne
en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar
por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona”.
Pero, ¿cómo puede lo que Dios le da al hombre, ser interpretado como
algo que el hombre le da a Dios?
Dos ideas importantes sobre el significado de la sangre y las ofrendas se
nos dan en Levítico 17:11.

• Efectos de la Sangre – "La Reconciliación". Esto significaba que


había que pagar un precio, un rescate. La sangre consagra al
ofensor porque por medio de ella se proporciona el precio que
paga la deuda de los pecados ante Dios. Solo cuando se paga este
precio, el pecador puede esperar perdón y nuevamente aparecer
en la presencia de Dios. Esto, que se declara en Levítico 17:11, es
exactamente lo que se hace posible a través de la sangre.

• La sangre tiene poder de expiación porque la "vida de la carne"


está en ella. El principio esencial para un castigo justo es que "la
vida será perpetua" (Dt. 19:21). Una vida paga por la otra. Por
tanto, así como "reconciliar" significa pagar un rescate, la vida de
la carne significa que una carne o una vida paga por otra.

120
En otras palabras, sangre significa muerte (Génesis 9:5; 37:26). En la
ofrenda, se termina la vida del animal. La sangre derramada es símbolo y
prueba que la vida es tomada como pago por los pecados del culpable y
como sustituto de su vida pecaminosa. Por consiguiente, las ofrendas de
animales demuestran que la persona que la ofrece da su vida a Dios por
medio de la vida del animal. Las ofrendas de animales expresaban este
principio y por la muerte de Jesucristo (el Cordero de Dios) se logró esto
en plenitud. En el Antiguo Testamento, el pueblo tenía una prefiguración
de la sangre de Jesús que fue derramada por nosotros dada por Dios, y
también de su muerte sustituta en nuestro nombre por nuestros pecados;
el Justo por el injusto, de una vez por todas (Hebreos 10:10, 12, 14).

Hay cinco ofrendas diferentes que cumplen estos objetivos, que son
mostrar alabanza, acción de gracias, adoración compromiso y
reconciliación, así como el cubrimiento, eliminación de la culpa y el
pecado.

Dos palabras describen todas estas cinco ofrendas: "adoración" y


"perdón". La presentación de ofrendas era por esta razón: La persona que
ofrece desea el perdón busca la comunión con Dios. Las cinco ofrendas
son: holocausto, ofrenda de paz, ofrenda de grano, ofrenda por el pecado
y ofrenda por la transgresión.

Explicación de las cinco ofrendas (Lev. 1-7)

En Hebreos 5:1 Leemos, “Porque todo sumo sacerdote tomado de entre


los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se
refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados”. Aquí se
nos dan dos categorías de ofrendas para ser traídas a Dios, es decir,
regalos y ofrendas. Esta clasificación es la clave de los primeros siete
capítulos de Levítico, donde leemos acerca de cinco ofertas diferentes. Las
tres primeras son ofrendas de dedicación y las dos últimas de penitencia.

121
• El holocausto representa el compromiso total y rendición a Dios.
• La ofrenda de grano representa gratitud a Dios.
• La ofrenda de paz representa comunión y paz con Dios.
• La ofrenda de pecado representa el pecado en contra de Dios.
• La ofrenda por las transgresiones representa el pecado de un
hombre contra sus semejantes y luego de restitución.

PRESENTACIÓN DE OFRENDAS - LEVÍTICO 1-5

OFRENDA D PROPÓSITO SIGNIFICADO CRISTO EL SACRIFICIO


E
D PERFECTO
Holocausto I El adorador viene a La aceptación por Cristo se sacrificó a sí
C
(Lev. 1) Dios para su adopción. parte de Dios está mismo o se ofreció a la
A
C "Olor agradable asegurada. adopción por el Padre (Ef.
I (dulce)". 5:2).
Ó
Ofrenda de N Tributos y gratitud. Todo lo que La vida perfecta de Cristo,
Granos (Lev. tenemos quien lo entregó todo a
O
2) F
pertenece a Dios. Dios.
R
Ofrenda de E Se persigue una Comunión con Cristo, nuestra comunión
N
paz (Lev. 3) D
relación correcta con Dios. con Dios.
A Dios.

Ofrenda de E Ofrenda de expiación: Muestra la La muerte expiatoria de


X
pecado P
el hombre viene como seriedad del Cristo restaura nuestra
(Lev. 4) I pecador y autor para pecado relación con Dios.
A recibir castigo (deuda
C del pecado).
I
Ofrenda por Ó Para hacer sacrificio por Provee restitución La muerte de Cristo elimina
las N los pecados cometidos a nuestros las consecuencias fatales
transgresion contra Dios y contra los semejantes para del pecado. Él hizo la
es demás (prójimo) compensar los restitución en su totalidad.
(Lev. 5) (Pecados de ofensa) daños causados.

Ahora echamos un vistazo a las cinco ofrendas, como lo explicó el Dr. AH


Verster.

122
OFRENDAS DE DEDICACIÓN

Las tres ofrendas de dedicación reflejan a Cristo principalmente como un


"sabor dulce " para el Señor.

REGALOS (Heb. 5:1) El holocausto (Levítico 1)

• Era un holocausto, un aroma dulce al Señor (v. 9, 13, 17). En las


"ofrendas de aroma dulce", la persona que hace el sacrificio, venía
para ser aceptada como adoradora y no como pagadora de sus
pecados.

El holocausto de olor agradable representa a Cristo (Efesios 5:2),


no como el que cargó nuestros pecados en su cuerpo en la cruz,
sino como un hombre perfecto que se ofreció a Dios para que
nosotros, gracias a nuestra unión con él, podamos llegar al Padre
como adoradores y ser recibidos (Ef. 2:18; 3:12).

• Fue un holocausto aceptable en la presencia del Señor (v. 3 NVI).


En otras palabras, es llevada a Dios para asegurar la aceptación de
la persona que realiza el sacrificio, de modo que sea aceptable
para el Señor (v. 3-4 NVI).

Cristo, como el holocausto y como representante del hombre,


tomó su lugar así como lo encontró, es decir, bajo la ley; y allí, en
obediencia a la ley, se sacrificó o se ofreció a sí mismo para que el
Padre lo aceptara. Estando el hombre bajo la ley y por ende,
incapaz de cumplirlo (Rom. 8:3), no podía ofrecerse a Dios para ser
aceptado, pero en Cristo Dios es "reconciliado" o satisfecho que el
pecado sea castigado y Él puede recibirnos como perfectos.

123
• Fue un holocausto de vida ofrecida en el altar (v. 5). El holocausto
tenía que estar vivo y sin mancha (v. 3).

Cristo, estando sin pecado, vino como el holocausto en forma de


hombre para cumplir la voluntad de Dios concerniente al hombre
(Juan 8:46; 2 Cor. 5:21; Heb. 4:15; 10:5-7). En su justicia perfecta,
Cristo cumplió con todos los requisitos de Dios…el cual mediante el
Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios… (Heb.
9:14).

El apóstol Pablo escribe: Así que, hermanos, les ruego por las
misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio
vivo, santo y agradable a Dios, que es su culto racional. (Rom.
12:1). Con la vida de Cristo en nosotros, también podemos llevar
nuestro ser como sacrificio vivo y sin mancha a Dios (Gal. 2:20).

• Era un holocausto que tenía que ser totalmente quemado en el


altar. (v. 9).

En el holocausto, vemos la rendición completa de Cristo de sí


mismo, en todas las cosas al Padre. La cabeza muestra su mundo
de pensamientos; la grasa refleja su salud y vitalidad generales (Dt.
32:15; Sal. 92:15) las entrañas reflejan sus aflicciones emocionales,
los pies representan su caminar por la vida y su comportamiento.
Todo lo que Jesús hizo de palabra y hecho, lo hizo por Dios (Juan
4:34; 5:36; 7:16; 8:28; 14:10), él no lo siguió por sus propios
intereses o deseos.

Dios también espera que nosotros, como sus hijos, le sirvamos con
toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas; que lo
serviremos en amor a lo largo de nuestro caminar en la vida
(Mateo 22:37). Solo podemos lograr esto por medio de Cristo

124
quien lo hizo por nosotros. Podemos hacerlo por el poder que
habita en Él y a través del Espíritu Santo.

En resumen, podemos decir que la persona en su holocausto, es


decir, en Cristo, acude a Dios como adorador y se prepara a sí
mismo para que Dios lo acepte, porque se ha reconciliado
totalmente a Dios y ha cumplido la ley de Dios que dice: “Y amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas”. (Marcos 12:30).

La ofrenda de granos (Levítico 2)

Segundo, ahora nos dirigimos a la ofrenda de granos. Esta ofrenda es la


única de las cinco que no tiene sangre y, por lo tanto, no representa la
muerte de Cristo, sino su vida y carácter perfectos durante su tiempo en
la tierra. La ofrenda representa a Cristo, quien como nuestro alimento
(grano), se ofreció a Dios.

• Consistía en harina fina (v. 7)

No hay inconsistencia en la harina fina; Toda la harina se muele


igualmente bien. Representa la humanidad perfecta y equilibrada
del Señor Jesús. Él era santo, inocente, sin mancha, apartado de
los pecadores… (Heb. 7:26). Es por eso que, la gente podía
testificar correctamente: “…Todo lo ha hecho bien…” (Mc. 7:37).

Como pecadores no se puede decir esto de nosotros, pero… Yo


(nosotros) todo lo puedo (podemos) en Cristo que me (nos)
fortalece. “Porque Dios es el que en vosotros opera tanto el querer
como el hacer, por su buena voluntad”. (Fil. 4:13; 2:13).

125
• Sobre el cual se derramará aceite (v. 1)

La harina fina, como ya se dijo, representa la humanidad perfecta


del Salvador. Por tanto, el aceite derramado sobre la harina,
representa el Espíritu Santo con el que Jesús fue ungido cuando Él
mismo, como ofrenda humana, se ofreció a Dios en su ministerio
público (Mateo 3:16). También leemos que cómo ungió Dios con el
Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret... (Hechos 10:38).

“Como tú Me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”.


(Juan 17:18). Para vivir y hacer lo que el Señor ha hecho, debemos
ser llenos y bautizados con el Espíritu Santo. Por esta razón Jesús
también mandó a sus discípulos: …quédense ustedes en la ciudad
hasta que sean investidos del poder de lo alto. (Lucas 24:49).

• Fue necesario agregarle incienso. (v. 1)

El incienso es un tipo de pegamento de olor dulce. La fragancia


completa solo se obtiene cuando se prende fuego al incienso.

Esto representa la relación de Cristo con su Padre. Concerniente a


esta relación Él dijo: yo hago siempre lo que le agrada (Juan 8:29).
Jesús dijo más adelante: …Mi comida es que haga la voluntad del
que Me envió, y que acabe su obra. (Juan 4:34). En este sentido,
todo lo que Cristo dijo e hizo, subió como ofrenda y sacrificio a
Dios en olor fragante. (Ef. 5:2).

• Era necesario agregar sal (v. 13).

La sal es un conservante contra la descomposición. En la Escritura


la sal se usa con respecto al habla: “Que la palabra de ustedes sea
siempre agradable, sazonada con sal… (Col. 4:6).

126
Las palabras del Salvador siempre estuvieron llenas de gracia y
salvación para el alma que lo escuchaba y aceptaba. Por ello, Jesús
también podía decir: …las palabras que yo os he hablado son
espíritu y son vida. (Juan 6:63). La aceptación de la Palabra de
Cristo obrará contra la corrupción del pecado en la vida del
creyente; lo salvará de ello y lo preservará (Sal. 119:9-11; Prov.
4:20-22; 7:24-25; 16:20; 1 Pedro 1:23). Como resultado de ello,
Pablo escribió en Colosenses 3:16: La palabra de Cristo habite
ricamente en vosotros… para que a su vez podamos hablar
palabras de salvación y con Pablo podamos decir: “Porque no me
avergüenzo del evangelio Cristo, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree” (Rom. 1:16).

• No había levadura o miel en la ofrenda de granos. (v. 11)

La levadura en sí misma causa y produce deterioro y es un símbolo


de una doctrina falsa y errónea (Mt. 16:6-12). En otras palabras, es
un símbolo de la carne y su injusticia. No solo es un símbolo de las
malas acciones, sino también del pecado inherente de la carne:
sino el pecado que mora en mí…en mis miembros...por la carne...
(Rom. 7:20-23; 8:3). La exclusión en la levadura de la ofrenda de
granos no solo es un testimonio de que en palabra y obra Cristo no
tenía pecado, sino que no había ningún pecado en su naturaleza
humana (2 Cor. 5:21; 1 Pedro 2:22).
La miel se menciona aquí con levadura y por ende, habla también
del pecado, pero en una forma diferente. Si la levadura se refiere a
los pecados de acción, entonces la miel representa los deseos
naturales –…amadores de los deleites… (2 Tim. 3:4).

En algún momento, la miel se agriará. Así que, gocen de los


deleites temporales del pecado (Hebreos 11:25) que luego también
se convertirán en una vida agria.

127
• Una parte de esta ofrenda tenía que comerse (Lev. 6:14-16)
Después que Jesús, como el sacrificio perfecto, se entregara a sí
mismo en la cruz, se convirtió en el Pan (carne) de los creyentes
(Juan 6:51-53). ¿Qué es la carne? Es el lado mortal de una persona.
¿Qué es la sangre? Es el elemento de la vida en el cuerpo. La carne
sin sangre no tiene vida, pero la carne con sangre vital constituye
una persona. Así que, comer y beber la carne y la sangre del Señor
Jesucristo es simplemente participar en su persona y vida a través
de la apropiación y la regeneración porque, este es el testimonio:
que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El
que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no
tiene la vida. (1 Juan 5:11-12).

Debemos meditar constantemente y diariamente en el Señor Jesús


y su Palabra (Col. 3: 1-4) y así permitir que el Espíritu Santo
inculque la naturaleza y actitud de Cristo en nosotros hasta que
Cristo se forme en nosotros (nosotros) (Gálatas 4:19) y que
podemos llegar a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del
Hijo de Dios (Ef. 4:13).

La ofrenda de paz (Lev. 3:1-17; 7:11-21, 29-34)

Esta es la tercera y última de las ofrendas de dedicación como grato


aroma para el Señor. En el holocausto, tenemos un tipo de ofrenda de
Cristo mismo a Dios como el devoto perfecto; la ofrenda refleja la vida
perfecta de Cristo durante su vida en la tierra; y como resultado de los
dos anteriores, la ofrenda de paz refleja el aspecto de la comunión.

La ofrenda de paz difiere de las dos anteriores en que Dios, los sacerdotes
y el que la ofrece, todos juntos disfrutan del mismo sacrificio y se llenan.
Primero, Dios tiene su parte del sacrificio que solo Él puede disfrutar, es
decir, las partes internas, la grasa y los riñones o la sensibilidad tierna de

128
Cristo mismo, y está satisfecho (Lev. 3:16b, 17b). La persona que ofrece
recibe su parte de la misma ofrenda (Lev. 7:16), también los sacerdotes, y
todos están satisfechos y contentos (Lev. 7:31).

• En la ofrenda de paz, la persona que ofrece es saciada. En la


ofrenda de paz, la persona que ofrece (el israelita) come la carne
del sacrificio que representa "el cuerpo de Cristo" (Hebreos 10:5),
y como un dulce aroma ya ha satisfecho a Dios (Lev. 3:5). También
le da a la persona ofrenda, es decir, la satisfacción de Cristo con su
propio sacrificio (Isaías 53:11). Cristo como la Ofrenda hizo todo
por nosotros (Efesios 5:2); por consiguiente, como él es, así somos
nosotros en este mundo. (1 Juan 4:17). Como Él era el que Ofrenda
y la Ofrenda, así estamos nosotros en Él. Al estar Él saciado en su
propia ofrenda, nosotros también lo estamos por su sacrificio.

Tal como la comunión de Cristo con Dios solo puede ser a través
de su propio sacrificio perfecto, nosotros también podemos tener
realización espiritual y comunión con Dios solo por medio del
sacrificio perfecto de Cristo (1 Pedro 2:5). Debido a que nuestra
vida y nuestra adoración son deficientes, Dios nunca la puede
aceptar a menos que lleguemos a él con olor fragante del sacrificio
perfecto con el que Él se satisface.

• Dios tiene una fiesta con el que ofrece ofrenda de paz – Con la
ofrenda de paz, la persona tiene una comida con Dios y disfruta
de la misma ofrenda. De la misma forma, Cristo compartió el
sacrificio de su vida con su Padre.

Nosotros no podemos compartir nada con Dios; sino que tenemos


que compartir algo con él. Él no participará en lo inmundo. La
oferta de nosotros mismos, nuestra vida y nuestra adoración son
demasiado patéticas para que Dios la comparta con nosotros, pero

129
gracias a Dios, hay un sacrificio perfecto sin lugar para nosotros, es
decir, es la de cristo. Es con esta ofrenda que podemos compartir
con Dios y tener comunión.

• En la ofrenda de paz, la persona que ofrece tiene un banquete


con el sacerdote (Lev. 7:32).
Así que Cristo, como el que ofrece y yo como el sacerdote (1 Pedro
2:5) disfrutamos de un banquete junto con su sacrificio (lo que
hizo en la cruz). Si yo, como sacerdote de su sacrificio, vivo esta
vida, tengo algo en común con él (1 Juan 1:7).

• El significado de las obligaciones del que ofrece. La ofrenda de


paz podía traerse de dos formas: como ofrenda de acción de
gracias (Lev. 7:12) y como voto o sacrificio voluntario (Lev. 7:16).

Como ofrenda de acción de gracias vemos a Jesús como el que se


dio a sí mismo para ser sacrificado para alabar la Gloria de Dios;
como voto u ofrenda voluntaria, Él se sacrificó para servir a Dios.

• Cuando se traía una ofrenda de paz (Lev. 7: 12-15), tenía que ser
tortas sin levadura de harina fina y aceite. (Lev. 7:12-13). Ya
hemos señalado que la levadura simboliza el pecado, la harina fina
humanidad perfecta y el aceite la unción de Cristo con el Espíritu
Santo. La levadura puede no estar presente en nada de lo que se
ofrece en el altar (Lev. 2: 4, 8, 9, 11). Solo lo que es sin mancha,
puro y santo, puede ser sacrificado en el altar a Dios.

De esta manera, Jesús, que no tenía pecado, se ofreció perfecto y


lleno del Espíritu Santo como un sacrificio de alabanza a Dios.

• Deben ser tortas de pan con levadura. (Lev. 7:13). El pan con
levadura no debía ofrecerse como holocausto a Dios. Sin embargo,

130
se traía a la presencia de Dios junto con la ofrenda de acción de
gracias del olor fragante (Lev. 7:13).

El pan con levadura aquí representa al creyente con su naturaleza


pecaminosa interior (Romanos 7:17-20) quien trae su sacrificio de
alabanza a Dios. No obstante, él solo puede traerlo al Señor junto
con la expiación meritoria de Cristo. Solo en Cristo podemos ser
adoptados por Dios (Ef. 1:6; 3:12). Cuando comparamos Levítico
7:13 y 7:20, se nos presentan dos cosas, el pecado DENTRO DE
nosotros y el pecado SOBRE nosotros, es decir, nuestra conciencia.

Se permite la levadura (pecado EN nosotros), porque la naturaleza


humana es pecaminosa. Por este pecado nosotros estamos
muertos (Rom. 6:7, 11). Por ejemplo, leemos que el sacerdote que
recibió el pan leudado, también debe ser el que derrama la sangre
sobre el altar (Lev. 7:14). En efecto, Cristo puede recibirnos porque
Él primero derramó su sangre por nosotros. Aunque el pecado está
en nosotros, Dios no lo ve; Él ve la sangre que pagó por nosotros y
está satisfecho de que el pecado sea castigado. Basado en esto, Él
nos permite tener comunión con Él.

La levadura (el pecado EN nosotros) está permitida en la comunión


con Dios, pero la inmundicia (el pecado SOBRE nuestra conciencia)
no se permite en absoluto, porque la persona que viene así a Dios
para la comunión será separada de su pueblo (Lev. 7:20). En otras
palabras, si permitimos que el pecado se convierta en pecado
hecho, nos volvemos impuros y nuestra comunión con Dios se
nubla. Por tanto, debemos asegurarnos que nuestros pecados se
limpien diariamente confesándolos al Señor (1 Juan 1:9).

• La carne debe ser consumida el mismo día. (Lev. 7:15). La ofrenda


debía disfrutarse el mismo día hasta la mañana del día siguiente.

131
Así que también necesitamos disfrutar el sacrificio de Cristo en el
día de la gracia, desde su crucifixión hasta la mañana de su regreso
(Éxodo 12:8-10).

• Cuando se hace un voto o una ofrenda voluntaria, la carne debe


ser consumida el primer y segundo día (Lev. 7:16-17). Se fijó el
primer y segundo día para consumir la ofrenda voluntaria, esta
ofrenda no debía consumirse al tercer día.

El tercer día aquí se refiere a la resurrección de Cristo de entre los


muertos (Lucas 13:32; 1 Corintios 15:4), cuando todos los sacrificios
tipológicos de la ley llegaron a su fin (Rom. 10:4; Gálatas 3:10, 24). Esta
abolición de los tipos se describió en la quema de los restos de las
ofrendas de paz al tercer día. Si nos alimentamos de esas figuras, después
de la resurrección de Cristo de entre los muertos, significa regresar a los
débiles y pobres rudimentos (Gal. 4:9-11).

Con esto concluyen las tres ofrendas de dedicación. Ahora vamos a ver las
dos ofrendas de expiación. Antes de hacer eso, primero examinemos las
ofrendas de bebidas.

Las ofrendas de bebidas

Leemos sobre este tema en Números 15:1-13. Debe indicarse que las
ofrendas de bebidas se mencionan en Levítico 23:13, 18 y 37, pero las
regulaciones no se explican aquí. Al igual que la ofrenda de granos, la
ofrenda de bebida se traía después que las ofrendas de animales se
colocaran en el altar (Nm. 29:6, 11, 18-19). El reglamento para la ofrenda
de bebidas era: De vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un
hin, (3½ litro) además del holocausto o del sacrificio… (Nm. 15:5). El vino
se derramaba sobre el animal. Ni la persona que ofrecía, ni el sacerdote
bebían de este vino porque todo se derramaba sobre el animal y el altar.

132
El derramamiento del vino era un símbolo de la vida que se derrama a
Dios en sumisión y devoción. También leemos que cuando Jesús estaba en
la cruz (Salmos 22), el Salmos mesiánico dice: He sido derramado como
aguas, (versículo 14), y en Isaías 53:12 leemos que derramó su vida hasta
la muerte. David se negó a beber el agua y la derramó al Señor (2 Sam.
23:14-17). El apóstol Pablo escribió a la iglesia de los filipenses: Y aunque
sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe… (Fil.
2:17), también escribió desde una prisión romana a Timoteo: Porque yo
ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. (2
Tim. 4:6). Pablo ve su vida, su ministerio y su partida (la muerte) como
una ofrenda de devoción al Señor.

OFRENDAS DE EXPIACIÓN

En las dos ofrendas de expiación restantes, Cristo refleja la miseria y el


castigo del pecado.

OFRENDAS (Heb. 5:1)

La ofrenda de pecado (Lev. 4:1-5, 13).

En las tres ofrendas de dedicación todo es para Dios; todo en las dos
ofrendas de expiación es para el hombre. Cristo se tipifica en la ofrenda
por el pecado; quien se entregó como sacrificio a Dios por el hombre.

• La ofrenda por el pecado no era de aroma dulce. Las ofrendas de


aroma dulce estaban en adopción; la ofrenda por el pecado era
para la penitencia. En las ofrendas aromáticas de aroma dulce, la
persona que la ofrenda viene como adorador, de modo que a
través de su ofrenda, el cual representa a él mismo, le daría algo
dulce y agradable al Señor. En las ofrendas de expiación, la
persona que ofrece se presenta como un pecador culpable, de

133
modo que a través de su ofrenda, el cual representa a él mismo,
puede recibir el castigo de Dios.

En las ofrendas por fuego, el animal de sacrificio era quemado en


el altar en el patio y esto demuestra la aceptación y satisfacción de
Dios con la persona que la ofrece. Pero con la ofrenda por el
pecado, esta tenía que ser quemada fuera del patio del
tabernáculo. Mostraba que la persona que la ofrecía a través de su
sacrificio soportaba el juicio de Dios.

En otras palabras, en las ofrendas por fuego, Cristo fue el que se


entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante (Ef. 5:2); en la ofrenda por el pecado se dio a sí mismo por
nuestros pecados… Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado (Gal. 1:4; 2 Cor. 5:21).

Sin embargo, la ofrenda por el pecado tenía que ser "sin mancha"
(Lev. 4:3). Por tanto Cristo fue sin mancha; de lo contrario, Él no
podría haber llevado los pecados de otros, y habría necesitado la
expiación por su pecado. Él fue probado por Dios, el hombre y el
diablo, lo cual probó que Él es "el Santo de Dios" (Marcos 1:24).

• La ofrenda por el pecado era sacrificio por el pecado, y no por la


transgresión. La distinción entre el pecado y las ofrendas por la
transgresión es esta: por un lado la ofrenda por el pecado es por
nuestra naturaleza. Por otro lado, la ofrenda por la transgresión es
por nuestras acciones, el fruto de nuestra naturaleza pecaminosa.
Si resumimos todo con seriedad, podemos decir que la ofrenda
por el pecado lidia principalmente con la reconciliación.

• Esta ofrenda tenía que ser quemada fuera del campamento.


Todas las demás ofrendas eran quemadas sobre el altar en el atrio

134
del tabernáculo. En contraste con eso, la ofrenda por el pecado
era completamente quemada fuera del campamento (Lev. 4:11,
12). Muestra cómo este sacrificio fue asociado completamente
con el pecado. Como pecadores, estábamos completamente
separados de Dios y de su comunión (Ef. 2:12-13). De la misma
manera, Jesús también tuvo que sufrir fuera de Jerusalén (Hebreos
13:12) cuando se convirtió en pecado por nosotros (2 Cor. 5:21).

Así como la ofrenda por el pecado se quemaba hasta convertirse


en cenizas fuera del campamento, el fuego de Dios de juicio
consumidor contra el pecado cayó sobre Cristo (Sal. 88:8, 16-18;
39:11b). Así como el leproso fue expulsado fuera del campamento
debido a su condición (Lev. 13:45-46) y lejos de todos sus seres
queridos y de su comunión, también Cristo se separó de la dulce
comunión con su Padre cuando Él se convirtió en pecado por
nosotros (2 Cor. 5:21). En efecto, tenía tormento y angustia
porque a pesar de nunca saber o probar lo que significaba tener
un solo pensamiento fuera de la comunión con su Padre, tuvo que
estar por un tiempo completamente separado de la comunión con
su Padre. Cuando se convirtió en pecado en la cruz por nosotros,
sus propias palabras reflejan su angustia y sufrimiento cuando
clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mt.
27:46; Sal. 88:14).

Él tomó nuestro lugar para que podamos tomar el suyo: fue


expulsado de la comunión con Dios, para que nosotros podamos
ser llevados allí (Efesios 2:13).

Ofrenda por las transgresiones (Lev. 5:14-6:7)

Si la ofrenda por el pecado era exclusivamente para restitución, ¿cuál es la


idea central de la ofrenda por la transgresión?

135
En esta ofrenda, la persona reconciliada venía a Dios para hacer
penitencia por sus transgresiones, o actos pecaminosos contra Dios (Lev.
5:15-16) y su prójimo (Lev. 6:2-4).

• Esta ofrenda era por las transgresiones. La ofensa no es solo de


conciencia, sino que también involucra pecados inconscientes
(Lev. 5:15, 17-19). De esto se deduce que ni nuestra conciencia ni
nuestra comprensión del pecado es el estándar por el cual el
pecado y las transgresiones son determinadas, sino la verdad de
Dios. Si nuestra conciencia o comprensión del pecado es nuestra
norma, entonces cada persona tendría su propio estándar para lo
que es correcto o incorrecto, y no estaría investido en la verdad de
Dios. La ignorancia no hace correcto a lo malo y tampoco es una
excusa; ante los ojos de Dios permanece mal.

Para el judío de antaño que quería ser justificado por el pecado de


transgresión, se esperaba que él ofreciera un carnero sin mancha.
Cristo cumplió este tipo de sacrificio en la cruz. No solo Jesús quien
se entregó a sí mismo por nuestros pecados... (Gal 1:4) – La raíz
del pecado, es decir, el pecado en la carne. (Rom 8:3) – como la
ofrenda por el pecado, pero Él también se entregó a sí mismo para
hacer de Su alma una ofrenda en expiación (Isaías 53:10) y fue
herido por nuestras transgresiones – el fruto del pecado en
nosotros (Isaías 53:5). De esto parecería que Jesús no solo murió
por nuestras transgresiones, sino también por nuestros actos
pecaminosos de ofensa. Aquí, al igual que en la ofrenda por el
pecado, Cristo se mantiene como el justo por los injustos (1 Pedro
3:18) y confiesa los pecados de su pueblo como propios e hizo
plena restitución por sus transgresiones; y por esto también
satisfizo a Dios por medio de sí mismo.

Surgen dos verdades importantes de las afirmaciones anteriores:

136
o El creyente puede pecar aún. Después que el israelita
pecador se reconciliaba con Dios a través de su ofrenda, no
significaba que ya no podía pecar. No, al contrario, las
Escrituras nos enseñan en 1 Juan 2:1 que la persona
reconciliada todavía puede transgredir: Hijitos míos, os
escribo estas cosas para que no pequéis; y si alguno
peca…En consecuencia, todavía puede pecar, aunque no
tenga que hacerlo (Rom. 8:12).

Por tanto, aún tenemos la vieja naturaleza y está inclinada


al pecado (Rom. 8:7-8). También tenemos la nueva
naturaleza, el Espíritu Santo, pero no puede pecar (1 Juan
3:9; 5:18). Si el creyente comete pecado, debe confesarlo
como transgresión contra Dios (1 Juan 1:9). Cristo nuestro
Sumo Sacerdote toma esta confesión y la lleva al Padre
(Heb. 3:1), y debido a que Dios es fiel y justo (1 Juan 1:9), Él
recibirá la confesión, nos perdonará y nos purificará de
toda iniquidad.

o Las graves consecuencias de los creyentes que pecan. A la


luz de la ofrenda por la transgresión, aprendemos que la
ofensa del israelita contra su hermano era considerada
como pecado contra Dios (Lev. 6:1-2). Esta verdad también
se comparte en Hechos 9. Saulo persiguió a la iglesia, pero
Cristo desde el cielo dijo: “…Yo soy Jesús, a quien tú
persigues…” (Hechos 9:5). En esta declaración, el Señor
Jesús en el cielo se asocia con aquellos en la tierra que
creen en él, como uno consigo mismo (1 Cor. 6:17).

Por lo tanto, cuando un cristiano peca contra alguien, peca


contra otro miembro del cuerpo de Cristo (1 Cor. 12:26-27)
y en efecto, también contra el Señor mismo.

137
• La ofrenda por la transgresión era para restitución. En esta
ofrenda, el infractor tenía que reembolsar a su prójimo por el daño
que había hecho. La cantidad del daño sufrido, según la estimación
del sacerdote, debía pagarse en siclos de plata del siclo del
santuario (Lev. 5:15). Una quinta parte de la cantidad principal se
tenía que agregar a la parte principal (Lev. 5:16; 6:5).

Aquí se nos presentan dos verdades:

o Restauración (Lev. 5:15). La idea aquí no es tanto que el


infractor sea castigado, sino que la víctima sea compensada
por lo que ha sufrido. Dios y el hombre están separados
por la transgresión y el pecado de Adán; ambos recibirán
por medio de Cristo Jesús hombre, el segundo o último
Adán, como la ofrenda por la transgresión.

Dios es maltratado y ofendido por las transgresiones del


hombre en las cosas santas del Señor; sus derechos no se
cumplen, sus demandas no se tienen en cuenta porque
muchas veces el hombre roba lo que le pertenece a Dios.
Entonces Dios, es el perdedor, pero por Cristo esto se paga.
Ya sea el honor, servicio, adoración o cualquier otra cosa a
la que Dios tiene derecho, el hombre que le ha robado lo
recibió de nuevo del hombre Cristo Jesús en la nueva raza
de creyentes nacidos de nuevo. Al final, Cristo restaurará al
mundo entero, que ahora está bajo la autoridad y dominio
del dios de este mundo (1 Jn. 5:19; Jn. 12:31; 14:30; 16:11)
hacia Dios, libre de La maldición del pecado (Rom. 8:19-21).

Por medio de las transgresiones el hombre no solo falla a


Dios, sino que el al hacerlo, está robando Su honor y gloria.
Así como Dios es compensado una vez más en Cristo, el

138
hombre también es compensado en Cristo. Él puede
recuperar la gloria y honor en Cristo siendo el resplandor de
su gloria (Heb. 1:3). En Cristo, Dios nos muestra el patrón
del hombre perfecto; el hombre como Dios originalmente
quiso que fuera (Col. 3:4; Fil. 3:20, 21; 1 Jn. 3:2; Rom. 8:29).

o Además (Lev. 5:16; 6:5). La pérdida original que se sufrió


no solo era pagada, sino que también se tenía que agregar
una quinta parte del valor de la cantidad total determinada
por el sacerdote. Jesús no solo devolverá el mundo y el
hombre a Dios tal como fue creado originalmente, sino que
lo devolverá con algo más y esa es la gloriosa añadidura
que la cruz trae al Dios Padre, muchos hijos a la gloria (Heb.
2:10), no solo un mundo que está libre de la maldición del
pecado (Rom. 8:19-21), una nueva Raza formada por hijos
de Dios nacidos de nuevo, que cumplirán el propósito
divino y satisfarán todas las demandas divinas y agradarán
a Dios en todo. Una nueva raza que dará testimonio a todo
el universo que la gloria de Dios no fue solo por la
redención de la creación, sino por el incomparable y
sublime amor y gracia que su hijo nos ha dado.

Expiación por los pecados

Por consiguiente, en el Antiguo Pacto (Antiguo Testamento) vemos que el


tipo de ofrendas era sangre de animales (Ex. 12:5; Lev. 1-7).

• La calidad de las ofrendas no era suficiente, ya que debía repetirse


constantemente (Lev. 1-7; Heb. 9:7-9; 10:3, 4).

• Se traían ofrendas constantemente para la expiación de los


pecados. (Lev. 1-7; Heb. 10:1).
139
• Las ofertas eran válidas por un día o por un año. (Ex. 29-30; Heb.
10:1-4).
• Las ofrendas eran solo temporales y el sumo sacerdote tenía que
entrar al Lugar Santo cada año con la sangre de la ofrenda por el
pecado. (Ex. 30:10; Heb. 9:25).

En el Nuevo Pacto (Nuevo Testamento) vemos que la ofrenda fue la


sangre de Jesucristo (Heb. 9:12; 13:12; 1 Juan 1:7).

• La calidad de la ofrenda que Jesús trajo fue una vez por todas
(Heb. 9:12, 26).

• La ofrenda del cuerpo de Jesucristo fue una vez para la expiación


de los pecados. (Heb. 9:25-26).

• La ofrenda que hizo Cristo nunca se repetirá, sino que fue para
producir salvación eterna (Heb. 7:26-27; 9:12-15).

• En este sentido, la muerte por la cual Cristo pasó fue definitiva y


fue una vez y para siempre (Rom. 6:10; Heb. 9:25-28).

Un análisis cuidadoso del libro de Hebreos deja claro que las ofrendas del
Antiguo Testamento eran en el mejor de los casos una solución preliminar
al problema del pecado (Hebreos 10:1-4). La ofrenda de Jesucristo
finalmente puso fin a todas las otras ofrendas. De nuestro estudio
mencionado anteriormente de las cinco ofrendas de Levítico 1-7, está
claro que aunque las ofrendas han desaparecido, nos ayudan
considerablemente a comprender mejor la ofrenda de Jesucristo.

140
Parte 4
La Fiestas del Señor
Capítulo 9

LAS FIESTAS DEL SEÑOR

E n el libro de Levítico vemos que el Señor habló a Moisés con


respecto a las santas convocaciones: Las fiestas solemnes de Jehová,
las cuales proclamaréis como santas convocaciones… (Lev. 23:2).

Las fiestas son convocaciones santas de Dios donde la gente descansaba y


celebraba. El significado de la palabra fiesta descrita en Levítico 23:2 es la
palabra "moed" que significa literalmente "una cita, hora o temporada
fija, ciclo o año, asamblea, hora determinada, hora establecida u hora
exacta" (Concordancia de la Biblia Strong – C.B.S.). En este sentido, las
fiestas eran más que solo festivales e indicaban una hora específica o cita.
La palabra festival en hebreo es "chag" que significa "moverse en círculo,
marchar en una procesión sagrada, celebrar, bailar, hacer una fiesta
solemne o festividad" (C.B.S.). Estas fiestas y festivales se celebraban en
un lugar muy especial, como vemos en Deuteronomio 16:15. Siete días
celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová
escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y
en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. Aquí
vemos el corazón del festival, es decir: ¡y estarás verdaderamente alegre!

Con respecto a las fiestas y festivales, vemos que desde los tiempos más
remotos el año judío estuvo marcado por festivales importantes – las
fiestas del Señor. Dios determinó que algunas fiestas coincidieran con las
estaciones, para recordar a la gente que Él se preocupa por ellos y les da
la oportunidad de expresar su gratitud a Dios. Otros festivales celebraban
143
grandes eventos en la historia de Israel en los tiempos en que Dios actuó
de una manera muy distinta para salvar a su pueblo. Todos los festivales
fueron ocasiones de gozo y disfrute incondicionales de los regalos de la
gracia de Dios, pero al mismo tiempo reuniones solemnes para pedir el
perdón y la limpieza de Dios.

El objetivo de las fiestas era espiritual, un gran y glorioso encuentro entre


Dios y su pueblo. A menudo, en aquellos tiempos Dios enviaba a sus
profetas, que se pronunciaban firmemente contra aquellos que
degradaban las fiestas a meras formalidades y rituales vacíos.

Probablemente había muchas fiestas locales (Jueces 21:21), pero todos


los hombres judíos tenían que asistir a las tres principales celebraciones
nacionales. Las fiestas se llevaban a cabo según Deuteronomio 16:14-17
“Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios
en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura,
y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los
tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos
vacías” (v. 16).

Las fiestas se explican con más detalle en Levítico 23:

• La Pascua y la fiesta de los panes sin levadura y la fiesta de los


primeros frutos. (Lev. 23:5-6; 10-14; Ex. 12:1-20). Estas tres
fiestas se celebraban juntas para conmemorar el éxodo de Egipto
(Éxodo 11-12). Comenzaba el día 14 del primer mes y duraba una
semana. El 14 de aquel mes por la tarde era la Pascua del Señor...
y el día 15 del mes se llevaba a cabo la fiesta del pan sin levadura
del Señor; Siete días debes comer pan sin levadura. La fiesta de las
primicias caía el día 18 del primer mes, mientras que el grano aún
estaba parcialmente brotando (Lev. 23:8-14). Durante el festival, la

144
gavilla de los primeros frutos fue agitada ante el Señor, para ser
aceptada en su nombre.

• La fiesta de semanas (La fiesta de la cosecha) (Ex. 23:16; Lev.


23:16). La fiesta que luego se conoce como Pentecostés, se celebra
50 días después del comienzo de la Pascua. Durante la fiesta, los
primeros panes debían ser traídos como ofrenda mecida ante el
Señor. Era esencialmente un festival agrícola donde las primicias
de la cosecha eran dedicadas a Dios. Esta fiesta se realizaba el día
después del sábado. En otras palabras, el primer día de la semana.

• La fiesta al son de trompetas y de la ciega (Fiesta de Trompetas)


(Lev. 23:23-43; Ex. 23:16). El primer día (luna nueva) del séptimo
mes era un día conmemorativo con el toque de las trompetas (Nm.
29:1). El décimo día era el Día de la Expiación (Lev. 23:27). El día 15
del séptimo mes y durante siete días, se celebraba la fiesta de los
Tabernáculos del Señor. En agradecimiento por la cosecha, el
pueblo vivía en chozas hechas de ramas durante siete días, pero
también servía como un recordatorio de los días en que vivían en
tiendas en el desierto (Lev. 23:43). Al final de la cosecha de frutas,
esta fiesta era una fiesta de otoño.

Estas tres fiestas que se celebraban en el año, se consideraban


convocaciones santas en las que se suspendía el trabajo ordinario.

Otras celebraciones también se introdujeron más adelante y no se


mencionaron en las leyes bíblicas (Libros de Moisés). Una fue la fiesta de
Purim (Ester 9), para conmemorar el rescate de los judíos de manos de
Amán. Más adelante, leemos sobre la Fiesta de la Dedicación (Juan 10:22),
que conmemoraba la limpieza del templo después de su profanación por
Antíoco Epífanes en el año 168 a.C.

145
Las fiestas que Moisés tuvo que proclamar a los hijos de Israel se
extendieron entre el primer y el séptimo mes. Las fiestas del Señor
comenzaron con la Pascua (Pascua) y terminaron con la fiesta de las
trompetas.

El primer mes (Abib) era la Pascua y la fiesta del pan sin levadura; era la
primera convocación santa. La segunda convocación santa era en el tercer
mes (Sivan), la Fiesta de las Semanas (Fiesta de la Cosecha), también
conocida como Pentecostés. La tercera convocación santa fue en el
séptimo mes (Tishri), la Fiesta de los Tabernáculos y la Fiesta de las
trompetas que la acompaña.

Las fiestas comenzaban un sábado, un día completo de descanso y


terminaban en un día de descanso, con celebraciones intermedias.
Leemos en Colosenses 2:16-17: No permitan, pues, que nadie los juzgue
por lo que comen o beben, o en relación con los días de fiesta, la luna
nueva o los días de reposo. Todo esto no es más que una sombra de lo que
está por venir; pero lo real y verdadero es Cristo. En efecto, las fiestas del
Señor proporcionan una sombra (como las ofrendas) de eventos futuros y,
por lo tanto, son importantes para examinar. En Hebreos 10:1 leemos:
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la
representación misma de las cosas… y deducimos de eso, que la sombra
apunta al futuro, y puede verse como profecía, que se cumplió en Cristo.
Los aspectos proféticos del cumplimiento de las fiestas que apuntan a
Cristo, lo vemos en:

• La pascua – la muerte del verdadero Cordero de Dios en la cruz, a


través del cual el creyente es justificado por la fe en la sangre de
Cristo, y así experimenta salvación en Cristo.

• El pan sin levadura – El entierro de cristo. Para el creyente que


limpia y remueve el pecado.

146
• La primicias – La resurrección de Cristo. El creyente camina en una
nueva vida con la garantía de una resurrección.

• La fiesta de las semanas (Festival de la cosecha) – La promesa de


Cristo de la manifestación del Espíritu Santo (El pentecostés). El
creyente lleno del poder del Espíritu Santo trae la cosecha y
también es parte de la cosecha de Cristo.

• El son de las trompetas – preparación para la venida de cristo. Un


llamado para que los creyentes estén listos.

• Día de la expiación – Cristo es nuestra ofrenda por el pecado que


quita nuestra deuda (pecado).

• La fiesta de la ciega (Fiesta de los Tabernáculos) – Cristo traerá la


cosecha, y se cumplirá cuando regrese. El creyente finalmente
también entrará en el descanso de Dios y vivirá para siempre con
Cristo. Esta fiesta ocurría en el séptimo mes. El número siete es el
número de la plenitud y la perfección. En esta fiesta, el creyente es
llevado a la plenitud de la Deidad.

EL CUMPLIMIENTO DE LOS FESTIVALES JUDÍOS

Con respecto a los festivales, la pregunta podría ser: ¿Deberían las fiestas
ser interpretadas literal o espiritualmente o parte de ella literal o parte de
ella espiritual? La clave para entender las fiestas es la cruz de Jesucristo y
su obra completa en el Calvario en relación con el Antiguo Testamento y
su cumplimiento.

Bajo el Antiguo Pacto Mosaico todo lo relacionado con las fiestas tenía un
cumplimiento histórico y literal. Se realizaba en días específicos, con
sacrificios de animales y ceremonias físicas. Se lograba todo esto durante
147
las fiestas. Cuando Jesucristo vino, Él cumplió todo en sí mismo,
históricamente, personalmente y como figuración. Lo cumplió todo y al
hacerlo, lo anuló y lo eliminó (Col. 2:14).

Es importante tener en cuenta que las fiestas comenzaron y se originaron


en el Señor, y no a través de los hijos de Israel. ¡Era el deseo de Dios
reunirse con su pueblo, bajo Sus términos, en Sus terrenos y bajo sus
condiciones!

Las fiestas solo se daban para el pueblo judío. A las naciones paganas no
se les permitía compartirlas. La única forma en que un no judío podría
participar sería si fueran prosélitos (es decir, convertidos a la religión
judía, el judaísmo). En consecuencia, Dios ordenó que cualquier persona
que quisiera participar tuviera que ser circuncidado (Ex. 12:43-48). Fue
parte del pacto Abrahámico (Gn. 17:1-14, especialmente los versículos 12
y 13) lo que los llevó a una relación de pacto con Dios, y luego tuvieron
derecho a las promesas y privilegios de tal pacto.

Debemos tener en cuenta que las fiestas se estipularon principalmente a


los israelitas para que pudieran aprender verdades espirituales sobre su
relación con Dios por medio de prácticas físicas y rituales.

Las fiestas no eran tanto sobre comer y beber y el disfrute asociado. Más
bien, se trataba de reuniones religiosas para encontrarse con Dios de una
manera muy especial y a través de ella, recibir bendiciones como Dios
había prometido. Estas fiestas tenían que señalar constantemente a su
Mesías. Él sería la transición de lo físico a lo espiritual.

Los creyentes del Nuevo Testamento deben estar familiarizados con los
rituales hebreos y las verdades espirituales que se describen ahí, y cómo
todas estas fiestas y verdades se han cumplido en Jesucristo, el Hijo de
Dios. Ahora que Jesucristo, el Mesías ha venido, no es necesario buscar a

148
Dios a través de rituales religiosos (fiestas), porque tenemos acceso
directo a Dios por medio de Jesucristo (Juan 14:6; Efesios 2:11-18;
Hebreos 10:19-22).

En estas fiestas de Israel, vemos los propósitos eternos de Dios en


Jesucristo, su Hijo. Que al estudiar las fiestas Dios nos conceda un
entendimiento y con una adoración profunda y humilde para declarar con
el apóstol Pablo: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo (Efesios 1:3).

El apóstol Pablo es de la opinión en 1 Corintios 5:7-8 Purificaos, pues, de


la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así
que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de
verdad. Por eso la vida cristiana es una celebración en Jesucristo. El
creyente observa las fiestas caminando en pureza y en verdad en Cristo
Jesús.

149
Capítulo 10

LA FIESTA DE LA PASCUA, EL PAN


SIN LEVADURA Y LAS PRIMICIAS

E xaminemos la primera de las tres cosechas sagradas o fiestas del


Señor, que los israelitas tenían que observar cada año calendario.
Los tres eventos se llevaron a cabo el primer, tercer y séptimo mes.

• El primero: La pascua, la fiesta el pan sin levadura y las


primicias (Ex. 12:1-20; Lev. 23:5-6; 10-14).

• El segundo: La fiesta de las semanas (la fiesta de la cosecha) –


El pentecostés (Ex. 23:16: Lev. 23:15-22).

• El tercero: La fiesta de las trompetas, la expiación y la ciega (la


fiesta del tabernáculo) (Ex. 23:16; Lev. 23:23-43).

Todos los hombres judíos tenían que asistir a las tres principales fiestas
nacionales según lo prescrito en Deuteronomio 16:14-17. Ahora
examinaremos la Pascua del Señor (Éxodo 12:11).

La Pascua es la primera temporada festiva. Esta fiesta fue dividida en tres


celebraciones:

• La Pascua (Pascha) (Lev. 23:5). En el mes primero, á los catorce del


mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.
151
• La fiesta del pan sin levadura (Lev. 23:6). Y a los quince días de
este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová;
siete días comeréis panes sin levadura.

• La fiesta de las primicias (Lev. 23:10). Habla a los hijos de Israel y


diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis
su mies, traeréis al sacerdote un gomer por primicia de los
primeros frutos de vuestra siega.

EL CALENDARIO JUDÍO

Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero
en los meses del año (Ex. 12:2). Los judíos trabajan acorde con dos
calendarios, un calendario religioso y un civil (ciudadano). El calendario
religioso está determinado por Dios (Ex. 12:2), y el civil es un calendario
secular que se basa en las temporadas agrícolas. En nuestro mundo
moderno de hoy, usamos el calendario occidental (calendario gregoriano).

Al revisar las tres estaciones festivas del antiguo Israel, encontramos los
siguientes nombres si lo comparamos con el calendario de hoy.

Calendario Religioso Calendario Civil Calendario Gregoriano


Primer mes – ABIB (Pascha) Nisan Marzo – Abril
Tercer mes – (La fiesta de semana Siwan (Ester 8:9) Mayo – Junio
(La fiesta de la cosecha))
Séptimo mes – ETANIM (La fiesta Tisjri Septiembre - Octubre
de las trompetas – Fiesta del of
tabernáculo)

Durante el exilio babilónico, los nombres del calendario religioso original


cambiaron a nombres civiles (ver Ester 8:9-12; 9:1, etc.). El calendario
judío es un calendario lunar y se basa en el movimiento de la luna que
orbita la tierra. Su día comienza al atardecer (Gn. 1) (alrededor de las 6
pm) y dura 24 horas. A la luna le toma 29¼ días orbitar la tierra. En
152
consecuencia, 12 meses lunares son aproximadamente 354 días (un año
lunar). Un año solar toma once días más que un año lunar, en este
sentido, los judíos agregan un mes de 29 días (Adar Sheni-) cada 3 años
para adaptarse al año solar y las estaciones. Nuestro calendario occidental
(gregoriano) es un calendario solar, que está determinado por el tiempo
que la Tierra tarda en orbitar el sol. Las diferentes estaciones son
causadas por la posición cambiante de la tierra que orbita el sol. A la
tierra le lleva 365 días para orbitar el sol. Cada cuatro años se agrega un
día para completar 366 días (año bisiesto).

En el caso del antiguo Israel durante el exilio babilónico, el nombre de su


primer mes religioso (Abib) cambió a Nisan, el séptimo mes en el
calendario civil. Esto corresponde a nuestro calendario occidental, del 15
de marzo al 15 de abril. La temporada agrícola en ese mes es cuando se
produce la cosecha de cebada y se celebra la Pascua (Pascha).

El Señor dijo a Moisés: Las fiestas solemnes de JEHOVÁ.... estas son mis
fiestas... en el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes,
pascua es de Jehová. (Lev. 23:2-5). Habrán de conmemorar este día. Lo
habrán de celebrar como fiesta al SEÑOR a través de sus generaciones. Lo
celebrarán como estatuto perpetuo... “Este es el sacrificio de la Pascua del
SEÑOR, quien pasó de largo las casas de los hijos de Israel cuando mató a
los egipcios y libró nuestras casas”. (Ex. 12:14, 27).

El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, los discípulos se


acercaron a Jesús diciendo: ¿Dónde quieres que te hagamos los
preparativos para comer la Pascua? Él dijo: Vayan a la ciudad, a cierto
hombre, y díganle: “El Maestro dice: ‘Mi tiempo está cerca; en tu casa voy
a celebrar la Pascua con mis discípulos’ ”. Los discípulos hicieron como
Jesús les mandó y prepararon la Pascua. (Mt. 26:17-19).

153
Examinando cuidadosamente las instrucciones que el Señor Dios dio a los
israelitas en la primera Pascua cuando los sacó de la esclavitud de Egipto
en Éxodo 12, observamos lo siguiente:

• El día 10 del primer mes (Abib) Nisan, cada hombre tenía que
llevar un cordero para su familia. Tenía que ser un cordero sin
mancha (Éxodo 12:3-5).

• A este cordero se mantenía durante 5 días para asegurarse que


estaba sin mancha – tenía que ser examinado a fondo (Ex.do 12:6).

• El 14 de Nisan, este cordero tenía que ser sacrificado en el poste


de la puerta, preferiblemente a las 3 p.m. para que se comiera a
las 6 p.m. (el comienzo del día 15) (Éxodo 12:6).

• La sangre del cordero debía acumularse en el poste de la puerta y


aplicarse al poste superior (dintel) y a los dos postes laterales de la
puerta (Éxodo 12:7). La aplicación de la sangre en el dintel y los
postes laterales también forma una cruz.

• La familia tenía que pasar por este dintel a la casa donde estaban
protegidos de la plaga (ángel de la muerte) que pasaría por la
tierra; la plaga pasaría sobre el poste de la puerta (PASAR-pass;
SOBRE-over = passover en inglés y en español, pascua) (Ex. 12:13).

• El cordero entero tenía que ser asado y comido; no quedaba nada


para el día siguiente. Se debía comer con pan sin levadura y
hierbas amargas (Éxodo 12:8-10).

• En la preparación del cordero, ninguno de sus huesos debían


romperse (Éxodo 12:46). Para asar un cordero de acuerdo con
estas reglas, debió haber sido necesario colocar el cordero en un
154
asador para que el cuerpo pudiera extenderse sobre el fuego. La
saliva necesariamente habría sido en forma de cruz.

• Ninguna persona no circuncidada podía participar en la Pascua


(Éxodo 12:48). La circuncisión era la señal externa que esta
persona estaba en el pacto de Dios, un pacto de sangre. De este
modo, también tenía derecho a los beneficios del pacto.

Vale la pena mencionar aquí, que cuando Israel se estableció en su tierra y


se construyó el templo en Jerusalén que es el lugar que Dios había
elegido, la gente llevó el cordero al templo y lo sacrificó allí, en lugar de
hacerlo en su propia puerta. Más tarde, los levitas criaron corderos en
Jerusalén y los vendían durante la Pascua a los que asistían a la fiesta.

CRISTO EN LA PASCUA

Cuando Juan el bautista vio a Jesucristo, proclamó: ¡He aquí! ¡El cordero
de Dios que quita el pecado del mundo! (Juan 1:29).

Cuando se acercó el momento en que Jesucristo tuvo que morir, organizó


deliberadamente su programa y sus actividades personales en torno a los
eventos asociados con la selección, preparación y sacrificio del cordero
pascual. De esta manera, los judíos podían entender más adelante quién
era Él: su cordero de la pascua. Cristo estaba destinado a ser crucificado
en el mes exacto, en el día y la hora exactos en que los judíos han lidiado
con los corderos de la Pascua por casi 1500 años durante su Pascua.

• El día 9 de Nisan, Jesucristo vino a Betania (Juan 12:1), y entró en


Jerusalén el 10 de Nisán (Juan 12:12-13).

155
• Los líderes religiosos de Israel "investigaron" al Cordero de Dios
durante 5 días por medio de interrogatorios y
contrainterrogatorios (Mt. 21-22).

• Jesucristo fue crucificado el día 14 de Nisan. Fue clavado en la cruz


a las 9 a.m. y murió la tarde a las 3 p.m. (Marcos 15:25; 33-37).

Josefo, el historiador judío del siglo primero, escribió que


aproximadamente 256,500 corderos fueron sacrificados en Jerusalén en el
año en que Jesucristo fue crucificado. Debido a que había tantos corderos,
fue necesario que los levitas judíos y los sacerdotes comenzaran a
prepararlos a partir de las 9 a.m. para el sacrificio. Los corderos eran
sacrificados a las 3 p.m. para que la Pascua pudiera completarse antes de
las 6 p.m. cuando comenzaba el nuevo día.

Cristo se entregó totalmente para pasar por el fuego del juicio de Dios
cuando murió en la cruz por nuestros pecados.

Por lo general, las piernas del que estaba siendo crucificado se rompían
justo debajo de las rodillas para acelerar la muerte. Esto tenía que ocurrir
antes de las 6 p.m. para que el cuerpo pudiera ser bajado de la cruz.
Ninguno de los huesos de Jesús se rompió (Juan 19:31-33), aunque sí se
rompieron los huesos de los dos criminales que fueron crucificados con él.

El cordero tenía que ser macho, sea oveja o cabra (Éxodo 12:5). En Isaías
53:7 encontramos la profecía donde el Mesías sería llevado como un
cordero al matadero. De igual manera Cristo, el Hijo de Dios, el Cordero
de Dios, sacrificó su vida. La sangre del animal del sacrificio solo cubría el
pecado (Hebreos 10:1-4); La sangre de Cristo elimina el pecado por
completo (Hebreos 10:5-18).

156
EL PAN SIN LEVADURA

Los detalles de esta fiesta (pan sin levadura) están interrelacionados con
los de la Pascua, y estas dos fiestas se celebraban casi simultáneamente.
El cordero de la Pascua era en realidad la base de todas las demás fiestas,
pero en particular, esto introdujo la Fiesta de los Panes sin Levadura.

En Levítico 23:5-7 leemos sobre esta fiesta: en el mes primero, a los


catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová y a los quince
días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová;
siete días comeréis panes sin levadura... La fiesta duró siete días, del 15 al
21 del mes de Nisan (Abib). Esta fiesta era una celebración de su ruptura y
separación de Egipto. Era para recordarles siempre que fueron liberados
de Egipto de su aflicción, esclavitud, tristeza y sufrimiento. Dejaron todo
esto atrás como parte de su antigua vida (Ex. 13:3-8). Cuando Faraón en
Egipto les dio permiso a los israelitas para que se mudaran, tuvieron que
hacerlo apresuradamente antes de que cambiara de opinión, y no hubo
tiempo para hacer pan con levadura para el viaje. En la Biblia, la levadura,
debido a las cualidades de fermentación y penetración, se usa
generalmente como una metáfora del pecado. Límpiense de la vieja
levadura, para que sean una nueva masa, como lo son en realidad sin
levadura; porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido sacrificado. Así
que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con pan sin levadura, de sinceridad y de verdad.
(1 Cor. 5:7-8).

Cristo también habla de la levadura como metáfora de las falsas


enseñanzas y la hipocresía (Mateo 16:11-12; Marcos 8:15; Lucas 12:1).

En el Nuevo Testamento, encontramos que Jesucristo es el Pan de Vida


que bajó del cielo, y en Él no había levadura. Estaba sin pecado (Juan 6:32-
35, 47-51, 53-58; 2 Cor. 5:21; 1 Juan 3:5).

157
En el Antiguo Testamento, Dios demostró a su pueblo a través de la fiesta
del pan sin levadura, cómo deben diferenciarse y en efecto, separarse de
Egipto. El creyente del Nuevo Testamento en Cristo que es redimido por la
sangre del Cordero de la Pascua, Jesucristo, también debe ser apartado
del pecado, las falsas enseñanzas y toda hipocresía.

LAS HIERBAS AMARGAS

Dios ordenó al pueblo de Israel asar el cordero de la Pascua en el fuego;


con pan sin levadura, y con hierbas amargas lo comerán (Éxodo 12:8). Las
hierbas amargas les recordarán el trabajo duro, la labor de esclavos que
sufrieron bajo latigazos de los capataces egipcios (Ex. 1:14). Por ende, la
amargura era un símbolo de la amarga esclavitud en Egipto y del pecado.

Cristo soportaría la amargura del pecado por nosotros (Salmos 69:21;


Isaías 53:4-5, 8; Juan 19:28-30; 2 Cor. 5:21).

LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS

El Señor ordenó a Moisés: Habla a los hijos de Israel y diles: ‘Cuando


hayan entrado en la tierra que yo les doy y hayan segado su mies, traerán
al sacerdote un manojo de espigas como primicia de su siega. Este mecerá
el manojo delante del SEÑOR, para que sean aceptados. El sacerdote lo
mecerá el día siguiente del sábado. (Lev. 23:10-11).

Está claro que los hijos de Israel no pudieron celebrar esta fiesta en el
desierto. No solo debían estar en Canaán, sino que tenían que poseer la
tierra antes de poder cosechar y traer los primeros frutos a Dios.

Esta fiesta se realizaba al día siguiente al sábado. Era el 17 de Nisan, por lo


tanto, era domingo, el primer día de la semana. Para los hebreos, el
propósito del festival era la dedicación de la cosecha de la cebada al
158
Señor. Dios había proporcionado a la tierra y tenía derecho a toda la
cosecha. Las personas eran solo los administradores y al traer las primicias
de la cosecha al Señor, en realidad era y representación de toda la
cosecha. Las primeras gavillas eran agitadas ante el Señor por el sacerdote
como ofrenda mecida.

Los primeros frutos de las gavillas nos recuerdan a Jesucristo como


nuestro Proveedor y también a nuestra Resurrección. Pablo escribió Pero
ahora, Cristo sí ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los
que durmieron... Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias;
después, los que son de Cristo...” (1 Cor. 15:20-23).

Jesucristo se levantó de entre los muertos después del sábado, el primer


día de la semana (Juan 20:1, 19). Él cumplió la fiesta de las primicias,
cuando fue resucitado como el primer fruto de entre los muertos, su
resurrección introdujo el comienzo de la cosecha de las almas que fueron
consagradas a Dios (Isaías 53:10-12; Heb. 2:9-13).

LA ÚLTIMA PASCUA – LA SANTA COMUNIÓN

Cuando Jesús celebró la Pascua con sus discípulos (Mateo 26:17-20),


anunció que estaba a punto de cumplir la cita que su Padre hizo para él,
para ser el Cordero de la Pascua (Mateo. 26:26-30; Lucas 22:14-22).
…porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido sacrificado. (1 Cor. 5:7).
Se menciona más de 30 veces en el Nuevo Testamento que Cristo es el
Cordero.

Durante la comida de la Pascua se comía pan sin levadura con hierbas


amargas. El pan era sin levadura, redondo, tortas planas, y esto testifica
de la prisa (Éxodo 12:39). Las hierbas amargas hacen recordar la amargura
que los israelitas experimentaron bajo la esclavitud. Los egipcios hicieron

159
sus vidas amargas por el trabajo duro con barro y ladrillo, y haciendo
varias tareas en los campos (Éxodo 1:14). Compare Juan 19:29-30.

Para el creyente del Nuevo Testamento, Jesucristo es nuestro Cordero


pascual. El corazón de cada creyente que está en Cristo es circuncidado
cuando nace de nuevo (Juan 3:1-7; Rom. 2:29; Fil. 3:3; Col. 2:11; Dt.
10:16).

Nuestro Cordero de la Pascua que es Jesucristo también introdujo la Santa


Comunión durante la última Pascua (cena) (Mt. 26:26-28). La Pascua
culmina en la Santa Comunión y debe celebrarse hasta la venida de Cristo
(1 Cor. 11:26). Quienquiera que participe en la Sagrada Comunión tiene
parte del Nuevo Pacto, el Nuevo Testamento que fue ratificado por la
sangre de Cristo (Heb. 9:11-17). Entonces, el participa en el sacramento
de la comunión confiesa la muerte reconciliadora de Jesucristo y su
esperado regreso (1 Cor. 11:23-32). La Comunión no es una tradición
humana, esto se origina en Jesucristo durante la última Pascua.

La comunión primero fue un rito, es decir, la Pascua, que a través de la


mediación de Cristo en el Nuevo Testamento se convirtió en un santo
sacramento. En otras palabras: el sacramento de la comunión es un rito
que se ha convertido en una obligación debido al mandato de Cristo y a la
relación que tiene con las verdades esenciales centrales con respecto a la
salvación. En consecuencia, el sacramento de la Sagrada Comunión es una
señal sagrada y visible, instituida por Cristo Jesús para garantizarle al
hombre su promesa de perdón de pecados y hacerlo comprender mejor.
El uso de la Santa Comunión también nutre y sostiene nuestra fe en
Cristo, el Cordero de la Pascua.

En este sentido, nunca debemos olvidarnos las palabras de nuestro Señor


Jesucristo: Coman, beban; este es Mi cuerpo... Esta copa es el nuevo pacto
de mi sangre; hagan esto en memoria de Mí… (1 Cor. 11:24-25). Cristo

160
instituyó la Comunión y lo hizo la noche en que fue traicionado, justo
antes de ser asesinado como nuestro cordero pascual (1 Cor. 5:7).

Así como la Pascua tuvo que recordar a los judíos la gran liberación de
Egipto, la Comunión es una señal al creyente del Nuevo Testamento para
recordarle el sufrimiento y la muerte de Cristo, por los cuales fuimos
salvos del poder del pecado, el mundo y el diablo. Por ende, la Comunión
nos recuerda la ratificación del Nuevo Testamento (Lucas 22:20). Ahora
somos parte de un nuevo pacto – el Nuevo Testamento que Cristo ha
establecido para nuestra salvación, redención y perdón en su preciosa
sangre.

Por consiguiente, el creyente del Nuevo Testamento no guarda el


memorial o el recuerdo de la Pascua, sino que guarda la comunión que
Cristo, nuestro cordero pascual instituyó durante la última cena.

El Calvario no solo inauguró una nueva era, sino también un nuevo


comienzo para aquellos que han encontrado la salvación por medio del
Cordero que fue sacrificado (2 Cor. 5:17; Gál. 6:15).

La muerte y la resurrección de Jesucristo están entrelazadas para siempre


con la Pascua y su simbolismo. El cordero pascual aludía al Cordero de
Dios por venir. La liberación de Egipto fue una sombra de la mayor
redención que Cristo traería. Lo anterior fue una sombra de las cosas por
venir; no obstante, la realidad se encuentra en Cristo Jesús.

161
Capítulo 11

LA FIESTA DE LAS SEMANAS (FIESTA


DE LA COSECHA) – EL PENTECOSTÉS

L as tres fiestas de la Pascua, Pentecostés y Tabernáculos representan


las tres principales convocatorias que Dios tiene con Israel.

La primera convocatoria que tenemos con Dios a través de Jesucristo


nos trae perdón y reconciliación con nuestro Creador. El resultado es que
tenemos paz con Dios y la paz de Dios. Por esta razón, la Pascua es la
primera de todas las fiestas en el calendario judío. Nuestra aceptación de
Cristo como nuestro Cordero de la Pascua sacrificado trae paz con Dios
(Rom. 5:1, 8-9). Aceptar a Cristo como nuestro Señor y Salvador es el
primer gran encuentro que tenemos con Dios. Así encontramos la paz con
Dios y eso es lo que la fiesta de la Pascua simboliza para nosotros.

La segunda convocatoria que tenemos con Dios, se celebra con la fiesta


de las semanas (fiesta de la cosecha): El Pentecostés representa el poder
de Dios. Solo podemos experimentar el poder de Dios una vez que
tengamos paz con Él por medio de Cristo. Por esta razón, el Pentecostés
es la segunda fiesta en el calendario judío.

La tercera convocatoria, es la fiesta de los tabernáculos que tenemos con


Dios en Cristo, representa el descanso divino en el que entramos. La paz
de Dios viene primero, luego Su poder y después, el descanso de Dios.

163
Dios da las siguientes instrucciones sobre la fiesta de las semanas (fiesta
de la cosecha) en Levítico 23:15-21: Contarán siete semanas completas
desde la mañana siguiente al sábado, desde el día en que presentaron el
manojo de espigas de la ofrenda mecida. Contarán cincuenta días hasta la
mañana siguiente al séptimo sábado. Entonces presentarán una ofrenda
vegetal nueva al SEÑOR. Desde los lugares donde habiten traerán dos
panes para ofrenda mecida, que serán de cuatro kilos de harina fina,
cocidos con levadura, como primicias al SEÑOR. Ofrecerán con el pan siete
corderos de un año, sin defecto, un novillo y dos carneros. Serán el
holocausto al SEÑOR, junto con sus ofrendas vegetales y sus ofrendas de
líquidos. Esta es una ofrenda quemada de grato olor al SEÑOR. Ofrecerán
además un macho cabrío como sacrificio por el pecado y dos corderos de
un año como sacrificio de paz. El sacerdote los presentará como ofrenda
mecida delante del SEÑOR. Junto con el pan de las primicias, los dos
corderos serán cosa sagrada al SEÑOR, para el sacerdote. En este mismo
día convocarán una asamblea sagrada; no harán ningún trabajo laboral.
Este es un estatuto perpetuo a través de sus generaciones, dondequiera
que habiten.

El comienzo de la cosecha de la cebada se conmemora con la fiesta de la


Pascua, y la recolección de la cosecha del trigo se celebra con la fiesta del
Pentecostés. Esta fiesta se conoce popularmente como la "fiesta de las
semanas". En el Nuevo Testamento encontramos que se habla de la fiesta
como "Pentecostés" (Hechos 2:1). El primer nombre se da porque siete
semanas completas, o una semana de semanas, se contarán desde el
momento en que se agitaba la primera gavilla ante el Señor y esta fiesta
se realizaba el día después de las siete semanas y el quincuagésimo día
después de la primera fiesta de las primicias (Lev. 23:16).

El día después del sábado de la semana de la Pascua, el Señor Jesucristo


resucitó de los muertos y se convirtió en la Primicia (primera gavilla) de
aquellos que fallecieron. De esta manera, el cumplimiento llegó el mismo
día que los judíos lo celebraron, la fiesta de las primicias.
164
La fiesta de las primicias y la fiesta de las semanas (cosecha de trigo) están
ahora conectadas. Ambas fiestas, la primera gavilla que se agitaba y el pan
de los primeros frutos (el Pentecostés) cincuenta días después, se
conectaron entre sí porque a las dos se las llamó primicias.

EL PAN DE LAS PRIMICIAS COMO OFRENDA MECIDA


En Levítico 23:20 leemos: Y el sacerdote los presentará como ofrenda
mecida delante de Jehová… La ofrenda más importante en este momento
era la ofrenda mecida de pan (pan de las primicias para una ofrenda
mecida ante el Señor). Tenía que estar hecho de harina fina con levadura,
tamizado cuidadosamente para eliminar cualquier forraje. La presencia de
levadura es muy importante. Leemos que este pan con levadura
(levadura) debía ser horneado –…cocidos con levadura, como primicias al
SEÑOR. (Lev. 23:17). No había levadura en la primera gavilla y eso refleja
al Señor Jesucristo, porque Él estaba sin pecado. Él era el impecable,
Santo Hijo de Dios. Por esta razón, no se menciona una ofrenda por el
pecado en relación con esta fiesta cuando la gavilla que maduró primero
fue mecida ante Dios. Esta fiesta del pan de las primicias muestra
claramente que se trata de una ofrenda por el pecado. Ofreceréis además
un macho cabrío por Expiación… (Lev. 23:19). Por lo tanto, leemos de la
levadura (levadura) y también de una ofrenda por el pecado que se asocia
con la fiesta de las semanas (Pentecostés), la ciega del trigo.

Esta ofrenda de los dos panes mecidos en Pentecostés era una expresión
de la dependencia de la gente en la cosecha del trigo para su pan diario.
Con esta ofrenda, el pan del día se dedicaba al Señor en agradecido
reconocimiento mientras el pueblo comía. En este sentido, la ofrenda era
también una ofrenda de paz porque una vez más expresó la dependencia
de los hebreos en Dios por su pan de cada día.

En Levítico 23:21 se enfatiza que "ese mismo día", deben proclamar una
santa convocación. Este es el día del Pentecostés (especialmente el verso
165
16) – cincuenta en griego: pentakosté, de ahí el nombre de "Pentecostés".
La gran cosecha comenzaba así con una fiesta de descanso. Entonces,
desde este día es que se traen las primicias (versículo 11), hasta el
quincuagésimo día (versículo 16) la cosecha maduraba aún más. Más
tarde, cuando los judíos se dispersaron por todo el mundo, Pentecostés
perdió su principal importancia como fiesta de la cosecha, porque en la
diáspora (dispersión) había muy pocos judíos que tenían cosechas reales
para celebrar. Tradicionalmente, los judíos creían que Dios le dio la Ley a
Moisés en el día del Pentecostés. Este día era para ellos un recordatorio
de la ley en Sinaí. En el tercer mes (Sivan), después de la salida de los hijos
de Israel de Egipto, llegaron al desierto del Sinaí el mismo día. Para los
hebreos, este tiempo también se conocía como "la época de la entrega de
la ley". Podríamos llamarlo el "nacimiento del judaísmo" porque el
judaísmo tiene que ver con la Ley de Moisés.

Esta fiesta de semanas (fiesta de la cosecha), Pentecostés, de hecho


recordaba a los judíos que la cosecha en realidad pertenecía al Señor.

• Dos panes con levadura como ofrenda mecida (Lev. 23:17). Eran
dos décimas de un efa de harina fina. La harina de trigo era de la
primera de la cosecha. La levadura, que generalmente estaba
prohibida en los sacrificios, tenía que ser agregada. En este caso la
levadura debía estar presente en los dos panes. Esto declara que
incluso el fruto de nuestro trabajo es afectado por el pecado.
También puede mostrar que no solo la materia prima, sino
también el resultado del trabajo de nuestras manos, pertenecen a
Dios. En otras palabras: incluso después de haber transformado
una pieza de madera en bruto en un gabinete, una mesa o una silla
al final, Dios todavía es el dueño de la obra de nuestras manos.

• La ofrenda quemada de corderos de siete años, un novillo y dos


corderos de dos años por una ofrenda de paz (Lev. 23:18, 19). El
holocausto muestra un compromiso total con el Señor. El hecho de
166
juntar la ofrenda quemada con la primicia del pan, enfatizó el
hecho que en el sacrificio de nuestro trabajo a Dios todavía
tenemos pecado por el cual necesitamos reconciliación.

• Ofrendas de Granos y Bebida (Lev. 23:18). Estos sacrificios hablan


de nuestra relación con Dios y que todo le pertenece. Las ofrendas
de bebidas hablan de entrega y devoción a Dios.

• Un macho cabrío como ofrenda de pecado (Lev. 23:19). Esta


ofrenda era por expiación. En esta ofrenda, la persona venía como
un pecador culpable para recibir el castigo de Dios; aquí se busca
la reconciliación con Dios.

• Dos corderos de un año en sacrificio de paz (Lev. 23:19). Aquí


experimentamos el compañerismo y la paz con Dios cuando
nuestro pecado es quitado.

Cuando el israelita que está agradecido trae sus primicias de pan al


sacerdote (Lev. 23:20), viene con un corazón agradecido al Señor, por
su provisión de la siguiente cosecha. El Pentecostés era un momento
para dar gracias por los aspectos básicos de la vida y para confirmar
que Dios es el gran Dador de todas las cosas buenas.

EL DÍA DEL PENTECOSTÉS


El día del Pentecostés no se originó en el cristianismo, sino que es una
fiesta judía en la que Dios eligió enviar el poder del Espíritu Santo después
que el Señor Jesucristo fue glorificado y ascendió al cielo.

El derramamiento del poder del Espíritu Santo fue el resultado directo del
hecho que el Señor Jesucristo glorificado tomara su lugar a la diestra de
Dios, después de haber ascendido al cielo (Lucas 24: 46-51; Hechos 1:4-
14; 2:1-4). El día del Pentecostés fue exactamente cincuenta días después

167
de la resurrección de Jesús, por tanto, Él derramó el poder de su Espíritu
Santo sobre los discípulos diez días después de haber ascendido al cielo.

El día de la fiesta judía fue el día del Pentecostés, que Dios Padre decidió
derramar el poder del Espíritu Santo. Muchos judíos de todo el mundo se
reunieron para celebrar la fiesta del Pentecostés (Hechos 1:5-11). Fue en
este mismo día que el Padre, en su consejo omnisciente, decidiera
derramar el poder del Espíritu como testimonio para todo el mundo.

La fiesta de la Pascua representa la salvación, mientras que la fiesta del


Pentecostés representa el testimonio y el servicio (Hechos 1:8).

EL BAUTISMO CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO


He aquí yo enviaré el cumplimiento de la promesa de mi Padre sobre
ustedes. Pero quédense ustedes en la ciudad hasta que sean investidos del
poder de lo alto. (Lc. 24:49). Aquí Jesús llama a la "promesa" "poder de lo
alto". Un estudio más detallado de Hechos 1 revela que la "promesa" a la
que se refiere Jesús en Lucas 24, es igual a "(el) Espíritu Santo" (Hechos
1:4-5). "El Espíritu Santo" (en griego pneuma hagion, sin el artículo
definido) es entonces "poder de lo alto".

Un renombrado teólogo escribió en su libro The Giver and His Gifts (El
Dador y Sus regalos): Cuando hayamos examinado los cincuenta pasajes
en los que aparece esta expresión (pneuma hagion), encontraremos que
este es el resultado general, que nunca se usa en el sentido en que (de
pneuma a hagion) "pneuma el Santo" es usado: es decir, nunca es usado
por el Espíritu Santo, sino siempre por lo que Él hace; nunca es usado por
el Dador, sino siempre por Sus dones y operaciones.

En consecuencia, Pedro declara a los que eran de la circuncisión, lo que


sucedió cuando él se hospedaba en la casa de Cornelio. Cuando comencé
a hablar, el Espíritu Santo cayó sobre ellos también, como sobre nosotros

168
al principio. Entonces me acordé del dicho del Señor, cuando decía: “Juan
ciertamente bautizó en agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu
Santo”. Así que, si Dios les dio el mismo don también a ellos, como a
nosotros… (Hechos 11:15-17). Ver también Hechos 2:38-39. Aquí Pedro
conectó la "promesa" aquel "poder de lo alto", o el poder del bautismo
del Espíritu Santo, como sinónimo del don del Espíritu.

Por consiguiente, bautizarse con el Espíritu Santo es lo mismo que la


promesa de la cual habló Jesús, que es recibir poder de lo alto, el don del
Espíritu Santo. En el momento en que recibieron la "promesa del Padre",
es decir, "poder de lo alto", en el momento en que fueron "bautizados" o
"se llenaron" con el poder del Espíritu Santo...y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. (Hechos 2:4).

La llenura del Espíritu Santo en Pentecostés fue acompañado con el


milagro de las lenguas. Fue la manifestación visible que fueron bautizados
con el Espíritu Santo.

¿QUIÉN ES EL QUE BAUTIZA CON EL PODER DEL ESPÍRITU


SANTO?
En Mateo 3:11(b), Juan el Bautista define claramente quién es el que
bautiza con el poder del Espíritu Santo. Él os bautizará con Espíritu Santo y
fuego. Aquí Juan se refiere a Jesús, cuyos zapatos no era digno de usar.

Incluso antes que Jesús comenzara su ministerio terrenal, se dijo de él: Él


les bautizará con (el) Espíritu Santo. Los cuatro evangelios hacen esta
declaración (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33). Al final del
ministerio terrenal de Jesús, justo antes de ir a su Padre, Él hace esta
declaración en Lucas 24:49: He aquí yo enviaré el cumplimiento de la
promesa de mi Padre sobre ustedes...

169
¡Jesús es el que Bautiza con el poder del Espíritu Santo! Los cuatro
evangelios confirman el testimonio de Juan el Bautista: Él los bautizará
con el poder (del) Espíritu Santo.

El contraste es claro: Que Juan bautizaba con agua, Jesús bautiza con el
poder del Espíritu Santo.

No es el Padre o el Espíritu Santo quien nos bautiza con el poder del


Espíritu Santo, sino “el poder de lo alto", es Jesús quien nos bautiza. Los
apóstoles obedienciendo la fe pusieron manos a los creyentes (Hechos
8:14-18; Hechos 19:6) y oraron, pero el que Bautiza con el poder del
Espíritu Santo es Jesucristo.

IMPACTO DEL BAUTISMO CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO


Nos centramos aquí en el libro de los Hechos. Hay muchas escrituras que
explican con precisión lo que sucede cuando ocurre el bautismo con el
poder del Espíritu Santo.

• Hechos 1:8. Recibiréis poder. Esto se refiere al poder del Espíritu


Santo.

• Hechos 1:8. Y Me seréis testigos.

• Hechos 2:4. Comenzaron a hablar en otras lenguas.

• Hechos 2:38. En tiempo futuro: recibiréis el don del Espíritu Santo.

• Hechos 8:18. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos
de los apóstoles se daba el Espíritu Santo…

• Hechos 10:46-47. Cuando recibieron el Espíritu Santo (poder o


don), les escucharon hablar en lenguas y magnificar a Dios…

170
• Hechos 11:16-17...mas ustedes serán bautizados con el Espíritu
Santo. Si Dios, les concedió también el mismo don que a nosotros…

• Hechos 19:6. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre


ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

LA DISTINCIÓN ENTRE LA PERSONA Y EL REGALO, O EL PODER


DEL ESPÍRITU SANTO
Vemos que Pedro y los demás, como creyentes ya tenían el Espíritu Santo
en ellos antes del Pentecostés (Juan 3:5-8). Incluso el rey David podría
decir en Salmos 51:11 ..y no quites de mí tu Santo Espíritu.

Por tanto, la morada del Espíritu de Dios en el hombre es una experiencia


del Antiguo y Nuevo Testamento para todos los creyentes, pero el
bautismo del Espíritu Santo es exclusivamente una experiencia del Nuevo
Testamento (Lucas 24:49; Hechos 1:4-8).

Todo creyente nacido de nuevo tiene al Espíritu Santo como persona que
recide en su corazón, mientras que el bautismo del poder del Espíritu
Santo es una experiencia adicional. Es por eso que Jesús ordenó a sus
discípulos, quienes ya tenían el Espíritu en ellos, que permanecieran en
Jerusalén hasta que hubieran recibido el bautismo con el Espíritu Santo.

Samuel Chadwick afirma que el bautismo en el Espíritu Santo es algo que


sigue a la regeneración: "En la regeneración hay un don de vida en el
Espíritu, y quien la reciba se salva (salvación); el bautismo en el Espíritu es
un don de poder (poder del ministerio) y por medio de él, el creyente está
equipado para el servicio ".

El creyente nacido de nuevo es candidato para participar en una segunda


experiencia. Su primera experiencia es su conversión donde recibió al
Espíritu como persona y la segunda experiencia es el bautismo con el

171
poder del Espíritu Santo. En este sentido, en el Nuevo Testamento
distinguimos entre la persona y el poder del Espíritu con respecto al
bautismo y el Espíritu Santo.

Ser hijo de Dios significa tener al Espíritu viviendo contigo y estará en ti


(Juan 14:16-17), mientras que ser bautizado con el poder del Espíritu
Santo y el hablar con otras lenguas (extrañas) demuestra que ha recibido
el don de lenguas (1 Cor. 12:10), que es uno de los nueve dones. La
prueba que usted es hijo de Dios, se ve en el fruto del Espíritu en su vida,
la evidencia que es bautizado con el Espíritu Santo es hablar en lenguas
nuevas o extrañas que no le enseñaron.

OCHO MOTIVOS POR LAS QUE LOS CREYENTES SON


BAUTIZADOS CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO
Aquí nos centramos principalmente en los pasajes de Hechos y Corintios.

• Hechos 1:8. La persona recibió el poder del Espíritu Santo.

• Hechos 2:14. Varones testigos. Pedro, el antiguo cobarde (Juan


18:25, 20:19), ahora se pone de pie, después del bautismo con el
Espíritu Santo y habla (sin temor) a miles de personas.

• 1 Corintios 14:2. La comunicación con Dios sucede de una manera


muy especial y sobrenatural.

• 1 Corintios 14:4. El espíritu de quien habla en una lengua es


edificado, refrescado y fortalecido.

• 1 Corintios 14:2. Por medio del Espíritu se expresan los misterios


de Dios.

172
• 1 Corintios 14:14. El espíritu del hombre está orando ahora, no su
entendimiento.

• 1 Corintios 14:15. El espíritu del hombre canta ahora, no su


entendimiento.

• 1 Corintios 14:16. El espíritu del hombre bendice (da gracias) ahora


– no su entendimiento.

El bautismo o la llenura del poder del Espíritu Santo es tan importante


para los creyentes que Jesús les ordenó que esperaran en Jerusalén hasta
que recibieran la promesa del Padre (Hechos 1:4).

Cuando alguien es bautizado con el poder del Espíritu Santo, los


siguientes elementos están presentes:

• Communicación sobrenatural con Dios.

• Edificación espiritual en la vida de la persona.

• Libertad extraordinaria en el Señor Jesús.

• Celo evangelístico.

• Poder para ministrar.

• Fortaleza Epiritual.

CONDICIONES PARA EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO


• Hechos 2:37-38. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron
a Pedro y a los demás apóstoles: Varones hermanos, ¿qué
haremos? Pedro les dijo: Arrepiéntanse, y bautícense cada uno de

173
ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibirán el don del Espíritu Santo.

• Hechos 8:12. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el


evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres.

• Marcos 16:16, 17. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas
el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas.

• 1 Corintios 12:31. Procuren, pues, los mejores dones. Mas yo les


muestro un camino aún más excelente.

• 1 Corintios 14:1. Sigan el amor y procuren los dones espirituales…

• Hechos 8:15. los cuales descendieron y oraron por ellos para que
recibiesen el Espíritu Santo.

• Hechos 9:11-17. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se


llama Recta, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de
Tarso; porque mira, está orando...Fue entonces Ananías y entró en
la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el
Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me
ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu
Santo.

• Hechos 19:6. habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre


ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

Cinco puntos clave se enfatizan en las escrituras anteriores:

• Conversion.
174
• Baptismo en agua.

• Fe.

• Deseo.

• Imposición de manos.

Sin embargo, cuando observamos la casa de Cornelio, vemos que Dios no


está limitado (Hechos 10:45-47).

Tenga en cuenta que en ninguna parte del Nuevo Testamento se dice que
debemos esperar el bautismo del Espíritu Santo, es solo en el caso de
Pedro y los demás, porque el poder del Espíritu Santo nunca se había
derramado como lo fue en el día del pentecostés. Ya no tenemos que
esperar el derramamiento del Espíritu Santo, porque ya sucedió hace
unos, hace 2,000 años en el día del Pentecostés.

BARRERAS AL BAUTISMO CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO


Se analizan las razones más comunes.

Incredulidad – La incredulidad y el miedo van de la mano. Este no es el


momento ni el lugar para la incredulidad. La Palabra de Dios es clara.

• Marcos 16:17. Y estas señales seguirán a los creen...hablarán


nuevas lenguas. Nosotros creemos en la Palabra de Dios.

Culpa

Algunos luchas con preguntas como: "¿Es posible que todavía no haya
pecado en mi vida? ¿Dios ha perdonado todos mis pecados?" En
respuesta, ofrecemos:

175
• 1 Juan 1:9. Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

La falta de voluntad de parte de Dios

¿Quién dice que Dios quiere bautizarme con el Espíritu Santo? Tal vez sea
solo para otros creyentes. En respuesta ofrecemos:

• Marcos 16:17. Estas señales seguirán a los que creen: En mi


nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas.

• Hechos 2:38. Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de


vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y
recibiréis el don del Espíritu Santo.

• 1 Corintios 14:1. Seguid el amor y procurad los dones espirituales,


pero sobre todo que profeticéis.

Dios tiene su propio tiempo

Otro obstáculo para el bautismo del Espíritu Santo es creer que uno debe
esperar hasta que Dios decida cuando sea conveniente. Un estudio
cuidadoso de las Escrituras muestra que el tiempo de Dios siempre es
ahora.

Cuando los discípulos en Samaria recibieron la Palabra y se bautizaron,


enviaron a los apóstoles Pedro y Juan a que oren por ellos para que
reciban el Espíritu Santo (Hechos 8:14-17). No hubo periodo de espera.

Después que Pablo llegó a Efeso y los discípulos fueron bautizados, Y


habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y
hablaban en lenguas y profetizaban. (Hechos 19:6). Una vez más, no hubo
tiempo de espera.

176
Percepciones incorrectas

Algunas personas creen que algo extraño les sucederá cuando sean
bautizados con el Espíritu Santo. Por ejemplo, se caerán, harán cosas
contra su voluntad, perderán la conciencia, se enredarán en el Espíritu y
no sabrán lo que están haciendo.

Todos estos conceptos erróneos son rechazados. La palabra de Dios es


clara con respecto a los dones del habla: Y los espíritus de los profetas
están sujetos a los profetas. (1 Cor. 14:32).

En respuesta, ofrecemos: ¡Todo lo raro es que la persona está hablando


en un idioma extraño y desconocido mientras el Espíritu le da expresión!
Los sonidos son extraños, porque es el espíritu del hombre que habla por
medio de las cuerdas vocales, Porque si yo oro en lengua desconocida, mi
espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. (1 Cor. 14:14).

¿CÓMO RECIBO EL DON O BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO?


La pregunta que sigue ahora es, ¿cómo se recibe el don o bautismo del
Espíritu Santo? Aquí hay dos aspectos que son importantes. Primero, uno
debe orar con fe y segundo, hablar con fe.

Orar en Fe

Pide a Jesús, el Bautista con el Espíritu Santo, que te bautice ahora en el


poder de su Espíritu. Agradézcale con fe y alabanza.

Hablar en Fe

Obrseve lo siguiente con cuidado:

• Hechos 1:14. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y


ruego…
177
• Hechos 2:4. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron
a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que se
expresasen.

• Hechos 10:46. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que


magnificaban a Dios.

• Hechos 19:6. ...y hablaban en lenguas y profetizaban.

• 1 Corintios 14:2. Porque el que habla en lenguas no habla a los


hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el
Espíritu habla misterios.

• 1 Corintios 14:4. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se


edifica…

En cada caso anterior, la persona hizo algo, ¡él habló!

Es imposible hablar si la boca de una persona está cerrada. La persona


debe hablar, adorar y alabar a Dios. El que habla no espera a Dios, está
esperando que la persona abra la boca y comience a adorarlo y alabarlo
en un maravilloso lenguaje celestial que el Espíritu le da.

El día del Pentecostés se cumplió hace siglos. El don del Espíritu ya ha sido
derramado por Jesús. Los creyentes ahora deben recibirlo por fe.

El Señor desea que todos sus hijos hablen en lenguas, nuevas lenguas que
el Espíritu les da. Quisiera que todos ustedes hablen en lenguas... (1 Cor.
14:5). Cada hijo de Dios también debe esforzarse por adorar a Dios en un
lenguaje celestial en su vida de oración.

178
De nuestra discusión, así como de las Escrituras mencionadas, es muy
claro que un creyente, después de haberse arrepentido y bautizado,
puede recibir el Espíritu Santo una vez más. Pero esta vez no recibe a la
persona del Espíritu Santo, sino al don o al poder del Espíritu Santo. Como
se vio en los casos anteriores, cuando se recibe el don del poder del
Espíritu Santo, es acompañado de una señal física observable. Los
creyentes hablaron en lenguas.

Cada uno de nosotros debe esforzarse por recibir el don del Espíritu
Santo. Hablar en lenguas es una señal y una evidencia del bautismo con el
poder del Espíritu Santo, pero cada manifestación posterior de hablar en
lenguas se considera un regalo del grupo de los nueve dones, según
consta en 1 Corintios 12:8-10.

Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas. (1


Cor. 14:39).

Los creyentes del Nuevo Testamento deben orar y confiar en el Señor


Jesucristo para tener una experiencia pentecostés como la que sucedió
con los creyentes del Nuevo Testamento en el libro de Hechos en el día
del Pentecostés, ¡y posteriormente!

179
Capítulo 12

LA FIESTA AL SON DE LAS


TROMPETAS, LA EXPIACIÓN Y LA
COSECHA
(LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS)

L
as fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas
convocaciones... (Lev. 23:2). Las fiestas son convocaciones santas de
Dios donde la gente descansaba y celebraba. Se debe recordar que
Jehová esperaba que todos hombre judío mayor de veinte años asistiera a
las tres celebraciones principales nacionales en el año (Dt. 16:14-17).

Hasta ahora hemos hablado de cuatro festivales. La fiesta de la Pascua, la


del pan sin levadura, la de las primicias (primera gavilla) y el Pentecostés.
Los primeros tres festivales, que fueron consecutivos, se realizaron el
primer mes, el cuarto festival (Pentecostés) se realizó el tercer mes. La
fiesta al son de las trompetas, la expiación y la fiesta de los tabernáculos
se celebra el séptimo mes (Etanim), luego conocido como Tishri. Ahora
también veremos el festival en el séptimo mes.

La importancia y el significado del séptimo mes era que fue al final del año
agrícola y que el día de la Expiación y la fiesta de los tabernáculos
sucedieran este mes.

181
LA FIESTA AL SON DE LAS TROMPETAS
Leemos sobre esta fiesta en Levítico 23:23-25: Y habló Jehová a Moisés,
diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero
del mes tendrán día de reposo, una conmemoración al son de trompetas y
una santa convocación. No harán ningún trabajo de siervos; y ofrecerán
ofrenda encendida a Jehová. (Ver también Números 10:1-10).

Hubo un largo intervalo entre la fiesta de las primicias y la fiesta de las


trompetas, porque la primera se celebraba a principios del tercer mes y la
última el primer día del séptimo mes.

Hasta esta fiesta los períodos de tiempo se calculaban a partir de la


Pascua. El cordero de la Pascua fue sacrificado el día 14 del mes y la fiesta
del pan sin levadura comenzó al día siguiente. Al día siguiente del sábado
de esa semana, la gavilla de los primeros frutos se meció ante el Señor y
se contaron 50 días desde aquel día hasta el Pentecostés. Pero ahora el
período de tiempo entre el Pentecostés y la fiesta de las trompetas ya no
se cuenta en días, porque siempre ha caído el primer día del séptimo mes.
El día 14 del mes por supuesto, podría ser cualquier día (como se explica
en la lectura sobre la Pascua), pero la fiesta de las trompetas siempre se
celebra el primer día del séptimo mes. Así que el período de tiempo entre
las dos fiestas (el Pentecostés y el son las de Trompetas) fue un período
indefinido que fue diferente cada año. Espiritualmente, vemos algo
extraordinario en esto: nos muestra que hay un período de tiempo
indefinido entre el Pentecostés y la Segunda Venida; ninguno de nosotros
sabe cuánto tiempo durará (1 Cor. 15:51-53; 1 Tesalonicenses 4:15-18).

También podemos nombrar la fiesta de las trompetas (al son las


trompetas), una fiesta de la luna nueva cuando sonaron las trompetas el
primer día del mes: el mes comenzaba con la luna nueva. Los sacerdotes
anunciaron este día y mes como una conmemoración al son de

182
trompetas… (Lev. 23:24). Según la tradición judía, en esta ocasión se tocó
un cuerno de carnero (shofar) y no las trompetas de plata.

Las trompetas estaban hechas de plata (Núm. 10:1-10). Esta plata se


usaba en el servicio del tabernáculo y, por ende, era dinero de expiación
(Éxodo 30:11-16). Así, el mensaje de las trompetas vino como resultado
de la reconciliación con un pueblo redimido. Números 10 claramente
explica que las trompetas regulaban la vida de los hijos de Israel.
Originalmente las dos trompetas de plata sonaron. Los hebreos siempre
sonaban las trompetas el primer día de cada mes, para que todos
pudieran saber que comenzaba un nuevo mes (Núm. 10:10). Pero en la
fiesta de las trompetas las tocaban mucho más tiempo y más fuerte,
durante todo el día: En el séptimo mes, el primero del mes, tendrán santa
convocación; ninguna obra de siervos harán; será día de sonar trompetas.
(Num. 29:1). Más tarde, las dos trompetas de plata fueron reemplazadas
por el sonido del shofar. Este tipo de trompeta que sonaba era el cuerno
de un carnero. La palabra hebrea es SHOFAR. Este se sopla en memoria
del carnero que era sacrificado por Abraham en lugar de Isaac (Gn. 22:13).
Según Números 10, las trompetas sonaban por diferentes motivos. En
Josué 6 leemos sobre la destrucción de la ciudad de Jericó después que
tocaron siete trompetas ante el arca del SEÑOR. Desde entonces, el
pueblo hebreo llamaba al Señor su Dios el cuerno de mi salvación (1 Sam.
2:1, 10; 2 Sam. 22:3; Sal. 18:2, 75:10, 89:17-24; 112:9). El significado de
esto era que el SEÑOR los salvará, peleará sus guerras por ellos y los
librará de las manos de sus enemigos.

Jesucristo lo hizo de manera maravillosa y magnífica (Lucas 1:68-71):


Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo y
nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo… Así es
como Juan lo había escuchado el día de la aparición de Jesús a él en la isla
de Patmos: Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí
una gran voz como de trompeta... (Ap. 1:10-20). También cuando Cristo
esté listo para tomar posesión de su reino, el séptimo ángel tocará su
183
trompeta. “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el
cielo que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y
de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis 11:15).
La trompeta también será tocada el día de la venida de Cristo por su
iglesia (1 Cor. 15:51-53; 1 Tes. 4:16-17). Incluso en el terrible día de su
segunda venida al final de la Gran Tribulación, cuando Cristo aparezca, el
día de la guerra y la batalla se acompañarán con el sonido de las
trompetas (Sof. 1:14-18).

El sonido del shofar (cuerno de carnero) en la fiesta de las trompetas, no


solo les recordaba a los judíos que había llegado el primer día del séptimo
mes, sino que también les recordaba que debían prepararse para el día de
la Expiación que se llevaría a cabo unos días después.

EL DÍA DE LA EXPIACIÓN
Las últimas tres fiestas (la fiesta de las trompetas, el día de la expiación y
la fiesta de los tabernáculos) siguieron en rápida sucesión y se realizaban
el primero, el décimo y el decimoquinto día del mismo mes, el cual era el
séptimo mes. El día de la expiación (en hebreo: Yom Kippur) es la segunda
fiesta en el séptimo mes. Este día también se conoce como el Sábado de
todos los sábados. De todos los eventos religiosos y sagrados judíos, este
es el más serio y sombrío. Durante el año, los hijos de Israel traían sus
pecados y ofrendas de deuda al Señor y recibían, el perdón y la limpieza.
El pecado era lidiado, pero en este día de expiación se revisaba lo del año
anterior.

En Levítico 23:26-32 leemos sobre este día de expiación: Habló Jehová a


Moisés y le dijo: A los diez días de este séptimo mes será el día de
expiación; tendrás santa convocación, afligirás sus almas y presentarás
una ofrenda quemada a Jehová. Ningún trabajo harán en este día, pues es
184
día de expiación, para reconciliarse delante de Jehová, su Dios. Toda
persona que no ayune en este día, será eliminada de su pueblo y cualquier
persona que haga algún trabajo en este día, yo haré perecer a la tal
persona en medio de su pueblo. Así pues, no harán ningún trabajo.
Estatuto perpetuo les será por sus generaciones, dondequiera que
habiten. Día de descanso será para ustedes y ayunarán, comenzando el
día nueve del mes en la tarde; de tarde a tarde guardarán su descanso.

La exposición completa de este día se registra en el capítulo 16 de


Levítico. Este día de la expiación era un día nacional de limpieza y
arrepentimiento de los pecados. En aquel día, Dios juzga los pecados de
toda la nación. Las palabras "Yom Kippur" en hebreo significa "cubrirse" y
pagar un "rescate" o "un precio", de ahí el nombre "día de expiación" o
"expiación" (Levítico 23:28). También era conocido como el "día del
juicio". Según Levítico, tenían que traerse dos cabras, una para el Señor y
otra para Azazel (soltarse, irse o ser un chivo expiatorio) (Levítico 16:8).

El toro de la ofrenda por el pecado fue sacrificado y su sangre se usó para


rociar en el lugar más sagrado cuando el sacerdote va detrás del velo para
hacer la expiación. Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con
su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio
esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre. (Levítico 16:14). En
realidad, había tres animales de sacrificio en cuestión: los dos primeros en
Levítico 8:14-15, 18; 16: 3 y el tercero en Levítico 16:10, 20-22.

En estas ofrendas del día de expiación, no solo vemos los actos de pecado
(que serían una ofrenda por la transgresión), sino el pecado mismo (una
ofrenda por el pecado – Lev. 16:11) el cual está siendo tratado. La otra
cabra se refiere a Cristo quien estaba dispuesto a llevar nuestros pecados,
los actos pecaminosos al desierto (Hebreos 13:11-13). El hecho de prestar
atención al pecado (en singular) y no a los pecados, vemos en el toro de la
ofrenda por el pecado que es ofrecido (Lev. 16:11). La diferencia entre la
transgresión y la ofrenda por el pecado se encuentra claramente en los
185
capítulos 4-7 de Levítico. En la ofrenda por la transgresión se confiesan los
actos pecaminosos, mientras que en la ofrenda por el pecado no se ve el
pecado, sino que el pecador se presenta ante Dios; No se toma en
consideración lo que hizo, sino quién es él. Todavía había una diferencia
adicional entre las dos ofrendas: era que la ofrenda por la transgresión se
comía, pero la ofrenda por el pecado no (Lev. 7:5-7; 6:30). Esta verdad
también está claramente representada en Cristo en Heb. 13:11-12. Cristo
es nuestra ofrenda por el pecado (2 Cor. 5:21; Heb. 9:11-14; 10:3-14).

Levítico 16:12-13 se refiere al incienso que fue golpeado finamente. Este


incienso consistía en goma de olor dulce. Normalmente se habría
quemado lentamente con un ligero olor, pero cuando fue golpeado
finamente y el polvo se arrojó sobre las brasas ardientes, una nube espesa
de incienso de olor dulce se levantó. Esto representa la oración (Ap. 5:8,
8:4-5; Sal. 141:2). Afligirán sus almas – claramente, Dios busca humildad
genuina (Lev. 23:27). El Día de la Expiación también es un día de reposo.
Aunque es un momento de aflicción (humillación), la fiesta también
conduce a un período de reposo (Lev. 16:31, 23:32). El creyente ahora
encuentra este reposo de Dios en Jesucristo (Hebreos 4:1-10).

El hecho que el chivo expiatorio, la cabra viva fuera llevado y liberado en


el desierto después de la imposición de las manos (Lev. 16:21), y que se
confesaran los pecados de la gente, también es significativo. Esto
simboliza a Cristo (Isaías 53:11; Juan 1:29; 2 Cor. 5:21; Heb. 13:11-12).

El día de la expiación concluyó con el sonido del shofar. Un aspecto


interesante es que, aunque Yom Kippur está dedicado a la reconciliación,
no hay garantía de perdón del pecado en el judaísmo. Hay un deseo por
ello; una esperanza de perdón, pero no hay seguridad. Esta seguridad solo
puede ser dada por el Hijo de Dios a aquellos que vienen con fe (Juan
6:47; 10:28; 1 Juan 5:11-13; 1 Juan 2:1-2), porque Él es nuestra
reconciliación con Dios (Romanos 5:10; 2 Cor. 5:18-21; 1 Juan 4:10).

186
LA FIESTAS DE LOS TABERNÁCULOS
Ahora analizaremos la última de la serie de siete fiestas que fue prescrita
por el Señor para Israel. La última fiesta en la temporada de festivales es
la Fiesta de los Tabernáculos, también conocida como sukkot (en hebreo).
Esta fiesta sucedía del 15 al 21 del séptimo mes. Hay un sábado especial
celebrado el 22 del mes, era el momento final en la cosecha.

Esta fiesta se registra en Levítico 23:33-36, 39-44. El SEÑOR habló a


Moisés diciendo: “Habla a los hijos de Israel y diles que el día quince de
este mes séptimo será la fiesta de los Tabernáculos celebrada al SEÑOR,
durante siete días. El primer día habrá asamblea sagrada. No harán
ningún trabajo laboral. Siete días presentarán una ofrenda quemada al
SEÑOR. El octavo día tendrán una asamblea sagrada y presentarán una
ofrenda quemada al SEÑOR. Es asamblea festiva; no harán ningún trabajo
laboral. . . ‘Pero el día quince del mes séptimo, cuando hayan almacenado
los productos de la tierra, celebrarán la fiesta del SEÑOR durante siete
días. El primer día será una fiesta sabática, y el octavo día será una fiesta
sabática. El primer día tomarán para ustedes frutos de árboles hermosos:
ramas de palmera, ramas de árboles frondosos y de sauces de los arroyos;
y se regocijarán delante del SEÑOR su Dios durante siete días. Celebrarán
fiesta al SEÑOR durante siete días cada año. Esto es un estatuto perpetuo
para ustedes, a través de sus generaciones. La celebrarán en el mes
séptimo. Siete días habitarán en cabañas. Todo natural de Israel habitará
en cabañas, para que los descendientes de ustedes sepan que yo hice
habitar a los hijos de Israel en cabañas cuando los saqué de la tierra de
Egipto. Yo, el SEÑOR, su Dios”. Así habló Moisés a los hijos de Israel acerca
de las fiestas solemnes del SEÑOR.

Aunque la fiesta comenzaba el día 15 del mes y continuaba durante siete


días, se dijo explícitamente que solo se celebraría después de la cosecha
del fruto de la tierra (Lev. 23:39). En Deuteronomio 16:13 leemos que
habría una doble cosecha. Celebrarás durante siete días la fiesta de los
187
Tabernáculos, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar.
En ese momento, las tierras ya habían sido cosechadas y la gente ahora
podía descansar de su trabajo, era un momento de gran alegría. Los
hebreos vinieron de todas partes al templo en Jerusalén. Trajeron sus
diezmos y ofrendas y cumplieron sus votos al Señor. Además del carácter
agrícola que tenía la Fiesta de los Tabernáculos, también fue un
recordatorio de la gran liberación de Dios de su pueblo de Egipto, y sus 40
años de vagar en el desierto, cuando vivían en tiendas y cabañas (Lev.
23:43 ). Esta fiesta conmemora principalmente los viajes del desierto de
los israelitas desde Egipto a la Tierra Prometida.

Por consiguiente, la fiesta consta de dos elementos principales: construir


una cabaña temporal y traer diezmos y ofrendas (Lev. 23:34-43; Nm.
29:12-40; Dt. 16:13-17). La fiesta conmemora el reposo que Dios les ha
traído, el descanso de la recolección de la cosecha y el descanso de su
viaje por el desierto.

Para esta fiesta, los israelitas tuvieron que mudarse de sus hogares y
construir una estructura temporal o cabaña con ramas y cubrirla con
follaje u hojas de palmeras. La fiesta se llama así porque Israel tuvo que
vivir en cabañas de follaje que estaban hechas de hojas. También se le
llama la fiesta de la ciega (Dt. 16:13). Luego, la familia traía frutas y
regalos que colocaban o colgaban en la mesa. Durante siete días, toda la
familia vivía en el refugio temporal mientras se regocijaban enormemente
en su Señor. A través de eso conmemoraban la fidelidad de Dios, su
presencia, protección y provisión. La importancia de la provisión
totalmente suficiente de Dios se enfatiza aún más porque el hombre
puede descansar y por ende, también puede entrar en el descanso de
Dios.

Tradicionalmente, el "lulav" y la "cidra" se llevan a la sinagoga y se mecen


ante el Señor con alegría, según Levítico 23:40. Este lulav consta de lo
siguiente: Rama de palma: solo lleva fruta pero no tiene fragancia dulce.
188
Ramita de mirto - solo una fragancia agradable pero sin fruta. Rama de
sauce - sin fruta ni fragancia. Fruto cítrico - esta rama tiene un fruto y una
fragancia dulce. Todas estas cosas juntas simbolizan la verdadera vida del
israelita delante de Dios.

LA CABAÑA O SUKKAH
La característica o rasgo más importante de la sukkah es su naturaleza
temporal, ya que se construía con ramas.

La estructura consiste en un techo con cuatro lados de los cuales un lado


está descubierto. El techo está cubierto de ramas, que tenían follaje u
hojas.

En Levítico, donde se hace referencia a esta fiesta, solo se mencionan las


ramas de palmeras y sauces, aunque también se habla de follaje
decorativo y denso (Lev. 23:40), pero en Nehemías 8: 14-15, vemos que
las ramas de olivo y Las ramas de mirto también fueron incluidas en el
mandato divino. Así pues, tenemos el olivo, la palmera y el mirto; los tres
se usaron para hacer estas cabañas, que ciertamente estaban
entrelazadas y unidas con ramas de sauce.

La cubierta tenía que ser de tal naturaleza que las estrellas fueran visibles
a través de ella por la noche. Los lados podrían estar cubiertos con
cualquier material temporal. El interior estaba decorado con cualquier
tela tejida, manta o material. Toda la familia traería frutas y nueces al
stand y celebrarían la fiesta, juntos. Toda la familia bailaba generalmente
en un círculo, se alegraban exuberantemente y se regocijaban en el Señor.
Esta imagen de una reunión familiar muestra el corazón de Dios como
Padre. Cuando el israelita vive en su sukkah, no hay distinción: todos son
iguales, los ricos y los pobres.

189
El olivo habla de la plenitud del poder espiritual (Zac. 4:2-6), la palmera de
la victoria triunfante (Sal. 92:12; Juan 12:12-13), el mirto del gozo y la
alegría (Is. 55:12-13), y el sauce de lágrimas y dolor (Sal. 137:1-2). Los
recuerdos del pasado son tanto de lágrimas como de victoria.

DOS RITUALES JUDÍOS CON LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS


Hay dos rituales judíos asociados con la Fiesta de los Tabernáculos.
Jesucristo afirmó que ambos rituales se referían a Él.

• El ritual del "derramamiento del agua en el templo" el último día


de la Fiesta de los Tabernáculos es nombrado por los judíos
"Hoshana Rabbah" (el día de la gran hosanna). En este día, las
oraciones judías son en particular sobre la salvación de Dios por
medio del Mesías. Este ritual tiene un significado físico y espiritual.

El significado físico: al comienzo de la temporada de lluvias de invierno, se


pusieron de pie y trajeron una ofrenda especial de acción de gracias por la
lluvia que Dios les iba a enviar. Necesitaban lluvia para empapar la tierra,
para poder arar el suelo.

El significado espiritual: se refiere al Mesías venidero que les daría el agua


viva de su Espíritu.

El ritual de la "salida del agua" se lleva a cabo de la siguiente manera. Un


cierto sacerdote ungido fue a sacar agua con una copa de oro del lago de
Siloé. Lo llevó al sumo sacerdote en el templo, quien vertió esta agua en
un recipiente al pie del altar. De otra copa se vertió vino en la misma
copa. Aquí el agua y el vino se mezclaron y luego fluyeron por las tuberías
especiales de regreso al río Kidron.

190
Los sacerdotes tocaban las trompetas y al mismo tiempo los levitas y la
gente mecían las palmas (lulavs – hebreo) mientras cantaban los Salmos
del 113 al 118.

Jesucristo asistió a la fiesta en Jerusalén en obediencia a la ley (Juan 7:2,


8-10). Justo cuando la celebración estaba en su apogeo durante la Fiesta
de los Tabernáculos, y con el derramamiento del agua, Jesús hizo una
declaración convincente. Preste mucha atención a lo siguiente: En el
último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la
Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu
que iban a recibir los que creyesen en él; pues aún no había sido dado el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. (Juan 7:37-39).

• El ritual de la "iluminación del templo". Decenas de miles de


peregrinos, que vinieron a Jerusalén para la fiesta de los
tabernáculos, se reunieron en el área del templo. Todos tenían
una antorcha encendida. Toda la ciudad era iluminada por
kilómetros sin fin. Aquí de nuevo hay un significado físico y
espiritual.

Se necesitaba mucho sol con lluvia para tener una temporada agrícola
favorable. Los judíos agradecían a Dios por la luz del sol que Él daría.
También reconocieron que Dios mismo era la Verdadera Luz que les dio
Luz y Vida espirituales por medio del Mesías. Estas palabras convincentes
de Jesús leemos en Juan 8:12. …Yo soy la luz del mundo; el que Me sigue,
de ningún modo andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. En
el apogeo de ambas fiestas, Jesús hizo declaraciones distintas y poderosas
que en realidad se referían a él. El Mesías es tu alegría, provisión, salud y
paz (Fiesta de los Tabernáculos) (Hebreos 4:1-10).

Esta fiesta refleja proféticamente a la recolección de la cosecha (almas) al


final del siguiente descanso (mil años de paz), para aquellos que son
191
justificados por Jesucristo. Esta fiesta también se celebrará anualmente
durante el reinado de mil años. Y todos los que sobrevivan de las naciones
que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a
Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos y
acontecerá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén
para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia y si
la familia de Egipto no sube y no viene, ¿no caerá sobre ellos la plaga?
Vendrá la plaga con que Jehová herirá a las naciones que no suban a
celebrar la fiesta de los tabernáculos. Éste será el castigo del pecado de
Egipto, y del pecado de todas las naciones que no suban para celebrar la
fiesta de los tabernáculos. (Zac. 14:16-19).

Con respecto a la nación de Israel, la fiesta de los tabernáculos habla de


las bendiciones que disfrutarán durante el reinado milenial. Con respecto
al creyente de hoy, habla del reposo en el cual entramos en Cristo Jesús
(Hebreos 4:1-14). Jesucristo es el verdadero tabernáculo de Dios (Juan
1:14; Col. 2:9).

Finalmente, Cristo cumplirá la fiesta de los tabernáculos en su venida.


Entonces habrá un descanso literal para la tierra y sus habitantes (Isaías
2:4, 10-11; Jer. 23:5-6; Dan. 7:18-27; Amós 9:11-12, 14-15 Mic. 7:11; Sof.
3:9; Lucas 1:31, 32; Hechos 15:15-16; Ap. 20:1-7). Esta era mesiánica
traerá innumerables bendiciones a Israel. El mismo Mesías será Rey sobre
el pueblo judío. El milenio o reinado de mil años realiza las promesas
incumplidas de los pactos judíos, las fiestas y las profecías no cumplidas
del Antiguo Testamento. La fiesta de los tabernáculos encuentra su mayor
cumplimiento en los próximos mil años del reinado de Cristo en la tierra.

192
Parte 5
El Ángel del Señor
Capítulo 13

EL ÁNGEL DEL SEÑOR

E ntre todos los demás, este extraordinario ángel está separado en las
Escrituras. Este ángel es mencionado constantemente en el Antiguo
Testamento (incluidos: Gn. 16:7, 9-11, 21:17, 22:11, 48:16; Éxodo
3:2, 14:19; Nm. 22:22; Jueces 2:1-4, 6:11, 13:3-21; Is. 63:9; Zac. 1:12, 12:8;
Mal. 3:1).

Un análisis cuidadoso de las Escrituras trae a la luz lo siguiente. El es


llamado:

• El Ángel del Señor (Gn. 16:7)

• El Ángel del Señor (Gn. 21:17)

• El Ángel de Su Presencia (Is. 63:9)

• El Mensajero o Ángel del pacto (Mal. 3:1 Versión Amplificada)

En Génesis 31:11-13, el ángel declara a Jacob: Y me dijo el ángel de Dios


en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí y él dijo: Alza ahora tus ojos, y
verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados,
pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.
Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un
voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu
nacimiento.

195
En Éxodo 3:2-6 vemos que el mismo ángel se aparece a Moisés: Y la mujer
respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente
dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de
él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el
mal. Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era
agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó
de su fruto, comió y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

En su auto-revelación al hombre, este Ángel está claramente identificado


como el Señor mismo. Además, vemos que los atributos y privilegios
divinos se atribuyen a este Ángel:

• El Ángel del Señor dijo a Agar: Le dijo también el Ángel de Jehová:


Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a
causa de la multitud (Gn. 16:10).

• Agar llama a este ángel del Señor: Tú eres Dios que ve… (Gn. 16:13).

• Jacob se refiere al Ángel como: el Ángel que me liberta de todo mal,


bendiga a estos jóvenes… (Gn. 48:16).

• Moisés tuvo que escuchar que el lugar donde se le apareció el


Ángel del Señor era tierra santa (Éxodo 3:5), mientras que la
adoración a los ángeles comunes estaba estrictamente prohibida
(Ap. 22: 8-9).

• Debemos escuchar atentamente y obedecer la voz de este ángel,


...porque Mi nombre está en Él… (Ex. 23:20-23).

196
Esta expresión, el Ángel del Señor aparece por primera vez en Génesis
16:7. Este no es un ángel ordinario, sino una revelación especial de Dios.
Por un lado, Él habla y actúa como si fuera el mismo Señor, como en
Génesis 16:10-13, 22:11, 48:16; Éxodo 3:2; Números 22:22 y Jueces 2:1;
6:11; 13:13, mientras que a veces se distingue de Dios por ejemplo, en
Génesis 16:11; Éxodo 23:20-33, 33:14 e Isaías 63:8-9.

APARICIONES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


Las apariciones del Ángel del Señor en el Antiguo Testamento siempre
tienen que ver con los actos de Dios y su relación con Israel, el pueblo de
Dios. Cada aparición del Ángel del Señor revela su relación con el pueblo.
Existe un vínculo claro entre el pueblo de Israel y el ángel del Señor.

Un análisis exhaustivo de todas las Escrituras del Antiguo Testamento


también lo confirmará.

• La aparición del Ángel del Señor a Agar (Gn. 16:7-13).

Agar era la sierva de Sara. Sara era la esposa de Abraham, y él era


el patriarca de Israel. Agar tendría un hijo para Abraham, Ismael y
él se convertiría en una gran nación (Gn. 17:20), el padre de las
naciones árabes. De parte del hijo de Abraham, Isaac a quien
Saradio a luz, Dios construiría una nación del pueblo Israel. A lo
largo de los siguientes siglos, Dios usaría a la gente de Ismael para
oprimir a su pueblo Israel elegido y para castigar a Israel por sus
pecados cuando se apartaron de Dios.

• La aparición del Ángel del Señor a Abraham (Gn. 18:1-2, 22:11-18).

La promesa de Dios a Abraham fue que, debido a que había obedecido


al Señor, Dios lo bendeciría abundantemente y que sus descendientes
(Israel) se multiplicarían enormemente como las estrellas del cielo y

197
como la arena a la orilla del mar. Los descendientes de Abraham
(Israel) tomarían posesión de las puertas de sus enemigos, y que a
través de su descendencia (Israel) todas las naciones de la tierra serían
bendecidas.

• La aparición del Ángel del Señor a Jacob (Gn. 28:11-22; 32:24-32;


48:15-16; Os. 12:4-5).

Dios cambió el nombre de Jacob, de la simiente de Abraham, a


Israel (Gn. 32:28). Y el Señor también le dijo: …Yo soy Jehová, el
Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás
acostado te la daré a ti y a tu descendencia (Gn. 28:13). Más tarde
se llamaría la tierra de Israel.

• La aparición del Ángel del Señor a Moisés (Éxodo 3:2-14).

El mandamiento del Señor a Moisés fue: Ven, por tanto, ahora, y


te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los
hijos de Israel. ...Y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a
la tierra del cananeo... a una tierra que fluye leche y miel (Ex. 3:10,
17). This land, the land of Canaan, would become the land of
Israel.

• La aparición del Ángel del Señor a Balaam (Nm. 22:22-35).

Cuando Balac, el hijo de Zippor, vio todo lo que Israel había hecho
a los amorreos, envió a Balaam con estas palabras: Ven pues,
ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que
yo... (Nm. 22:6). El Ángel del Señor se le apareció a Balaam: ...Ve
con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás…
(Nm. 22:35). El Señor prohibió estrictamente a Balaam que
maldijera a Israel.

198
• La aparición del Ángel del Señor a Josué (Josué 5:13-15; Éxodo
23:20-21).

Mientras Josué estaba en Jericó en vísperas de la invasión de Israel


de la tierra de Canaán desde Jericó, el ejército del Señor se le
apareció a Josué. Fue un cumplimiento de la palabra de Dios a
Moisés anteriormente: He aquí yo envío mi Ángel delante de ti
para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo
he preparado. Pórtate bien delante de él, y oye su voz; no le seas
rebelde; porque él no perdonará tu rebelión, porque Mi nombre
está en él. (Ex. 23:20-21). Josué, el sucesor de Moisés, el líder de
Israel, recibió la visita del Ángel en la víspera de la invasión de
Israel a Jericó.

• Aparición del ángel del Señor a Israel (Éxodo 14:19; Jueces 2:1-4).

Cuando Israel huyó de Faraón, vemos que el Ángel del Señor luchó
por Israel. Además, vemos que las tribus de Israel no expulsaron
completamente a la gente de Canaán. Por eso, el Ángel del Señor
reaccionó apareciéndose a Israel y reprendiéndolos. Mientras el
ángel del Señor habló estas palabras a todos los hijos de Israel, la
gente alzó sus voces y lloró. Llamaron al lugar Bochim, significa:
lloradores. Dios les había advertido previamente que debían
escuchar al Ángel (Éxodo 23:20-21).

• Aparición del Ángel del Señor a Gedeón (Jueces 6:11-24).

Cuando Israel hizo lo malo ante los ojos de Jehová, los entregó a
sus enemigos, los madianitas. La reunión de Gedeón con el Ángel
del Señor y su llamamiento provocó una gran victoria para Israel
sobre sus enemigos, porque el Ángel del Señor escuchó su llanto y
equipó a Gedeón para lograr una victoria para ellos.

199
• Aparición del Ángel del Señor a Manoa (Jueces 13:2-22).

Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de


Jehová, y Jehová los entregó en manos de los filisteos por cuarenta
años. (Jue. 13:1). El Ángel del Señor se le apareció a un hombre
llamado Manoa y su esposa, les dijo que nacería el niño Sansón, y
por medio de quien Dios salvaría a Israel de la mano de los
filisteos.

• Aparición del ángel del Señor a Isaías. (Is. 63:8-9).

Dios habla a su pueblo por medio de Isaías: ...Ciertamente mi


pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda
angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó;
en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó
todos los días de la antigüedad. (Is. 63:8-9). El Señor le recuerda a
su pueblo que Él fue el que los sacó de Egipto y porteriormente
muchas veces más. Esto lo hizo, es decir, a través del Ángel por
medio de quien Dios se había revelado a Israel. El Ángel de su
Presencia significa una presencia personal y reconocible. Este
Ángel de su presencia es completamente igual al Ángel del pacto.
Esta presencia era más que la simple existencia de Dios en medio
de Israel, es una indicación de la manifestación de Dios mismo en y
por medio de este Ángel.

• Aparición del Ángel del Señor a Zacarías (Zac. 1:8-13; 3:1-10).

• El profeta Zacarías describió aquí a una persona gloriosa, un ángel


del Señor, que estaba entre los árboles de mirto. El ángel del Señor
preguntó en nombre del pueblo de Israel: “Oh SEÑOR de los
Ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás compasión de Jerusalén y de
las ciudades de Judá contra las cuales has estado airado durante
setenta años?”. (Zac. 1:12). El ángel de Jehová está preocupado

200
por el bienestar de Israel. El profeta Zacarías también vio cómo el
Ángel del Señor intercedió por Josué, el sumo sacerdote, cuando
Satanás, parado a su mano derecha, lo acusó.

CARACTERÍSTICAS SOBRESALIENTES DEL ÁNGEL DE JEHOVÁ


• El Ángel de Jehová se identifica así mismo como Dios.

Y llamó el Ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el


cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová… (Gn. 22:15-16).
Luego habló del Ángel de Dios… Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú
ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto… (Gn. 31:11-13).

• Otros identifican al Ángel del Señor como Dios.

El Ángel del Señor le dijo: … Entonces llamó el nombre de Jehová


que con ella hablaba: Tú-Eres-Dios-Que-Ve… (Gn. 16:9-13).

• El Ángel del Señor aceptó la adoración que pertenecía


legítimamente a Dios.

Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio


de una zarza… Y dijo: No te acerques; quita tus sandalias de tus
pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. (Ex. 3:2-5).

Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo,
el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de
Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra… porque a
Dios hemos visto. (Jue. 13:20-22).

201
EL HIJO DE DIOS PRE-ENCARNADO
A la luz de la revelación del Nuevo Testamento, este Ángel del Señor del
Antiguo Testamento puede ser identificado como el Hijo de Dios pre-
encarnado. Esta teofanía o aparición de Dios alcanza su punto álgido en
Cristo, en quien Dios está completamente revelado.

En Jueces 13:18, el Ángel del Señor se refiere al hecho que su nombre es


Maravilloso. Isaías 9:6 revela que uno de los nombres del Mesías de Israel,
que vendrá, será Maravilloso. Malaquías confirma que, y vendrá
súbitamente a su templo el Señor a quien ustedes buscan... (Mal. 3:1).
Jesucristo también lo cumplió.

De todas estas escrituras aprendemos que Cristo tuvo una existencia


personal diferente durante el período del Antiguo Testamento (Juan 8:56-
58); y que tenía tratos definitivos y perpetuos con los israelitas.

La identificación de este Ángel con Cristo armoniza con su función


distintiva en relación a la deidad: Él es la Palabra eterna a través de la cual
Dios habla y se revela a sí mismo. En el principio era el Verbo, el Verbo
estaba con Dios y el Verbo era Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre. A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer. (Juan 1:1, 14, 18)

En el pasado eterno, el Verbo o Palabra (Cristo) estaba con Dios, y Él era


Dios (Juan 1:1). Fue antes que el mundo fuera (Juan 17:5). Se le llama el
Verbo (Juan 1:1; Ap. 19:13). Un Verbo es un medio de manifestación, un
medio de comunicación y un método de revelación. Como dice la
Escritura, en estos últimos días nos ha hablado Su Hijo (Hebreos 1:1).

202
También es importante señalar que en el Nuevo Testamento no haya más
referencias al Ángel del Señor. El artículo definido 'al' no se encuentra en
ninguna referencia al Ángel del Señor en el Nuevo Testamento. Nota:
Ocurre un ángel del Señor en Mateo 1:20; 2:13, 28:2; Lc. 2:9; Hechos 5:19;
12:7, 23). El único lugar en el Nuevo Testamento donde se usa el ángel del
Señor es en Mateo 1:24, refiriéndose al versículo 20 para explicación.

En el Antiguo Testamento, el Señor se reveló a sí mismo como el Ángel del


Señor, mientras que en el Nuevo Testamento tenemos la revelación del
Verbo encarnado de Dios: Jesucristo, el Hijo de Dios.

Por consiguiente, no puede haber revelación más grande, más alta o más
gloriosa que la de Jesucristo. Es por esta razón que todas las doctrinas
cristianas deben ser probadas cristológicamente. El término
“cristológicamente” se refiere a la doctrina de Cristo.

Con respecto a la doctrina del Antiguo Testamento relacionada con Cristo,


sabemos que, además de revelarse a sí mismo como el Ángel del Señor,
en la historia de Israel, el mismo Jesucristo dijo:

• “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria


que tuve contigo antes que el mundo existiera”. (Juan 17:5).

• “Abraham vuestro padre se regocijó de que había de ver mi día; lo


vio, y se regocijó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes
cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto,
de cierto os digo: Antes que Abraham naciese, YO SOY”. (Juan 8:56-
58). Véase también Éxodo 3:14.

• Con respecto a su preexistencia, los apóstoles aprendieron: En el


principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era
Dios. Éste estaba en el principio junto a Dios. Todas las cosas por

203
medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho,
fue hecho. (Juan 1:1-3).

• El cual, siendo en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios


como cosa a que aferrarse. (Fil. 2:6).

• Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas tienen


consistencia en Él. (Col. 1:17).

• “...a quien designó heredero de todo, por medio del cual hizo
también el universo. (Heb. 1:2). Jesucristo nunca se convirtió en el
Hijo de Dios en ningún día en particular. Él es eternamente el Hijo
de Dios. Sin embargo, se convirtió en el Hijo del hombre en un día
particular. (Fil. 2:5-11).

¿ALGUNA VEZ JESUSCRISTO DIJO QUE ERA EL HIJO DE DIOS?


Por supuesto que sí y lo confirmó repetidas veces:

• Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su hijo


unigénito, para que todo aquel que en Él crea, no se pierda, sino
que tenga vida eterna (Juan 3:16).

• Y Jesús les respondió: Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también


trabajo. Por esto, pues, procuraban más aún los judíos matarle,
porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también decía que
Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. (Juan 5:17-18).

• “… ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es,


Señor, para que crea en él? Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que
está hablando contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró”.
(Juan 9:35-38).

204
• Le respondieron los judíos, diciendo: No te queremos apedrear por
ninguna obra buena, sino por la blasfemia; porque tú, siendo
hombre, te haces Dios a ti mismo… ¿al que el Padre santificó y envió
al mundo, ustedes dicen: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios
soy? (Juan 10:33, 36).

• Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para


la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio
de ella. (Juan 11:4).

EL ÁNGEL DE JEHOVÁ
• El Ángel del Señor del Antiguo Testamento se revela totalmente en
el Nuevo Testamento nada menos como el encarnado Jesucristo.

• El ángel de Jehová, el ángel de Dios, el ángel de Su presencia y el


Ángel del pacto es la misma persona.

• Las apariciones del Ángel de Jehová siempre estuvieron


relacionadas con el patriarca Abraham y la nación de Israel.

• El ángel del Señor se identifica a sí mismo como Dios, es


identificado por otros como Dios y acepta la adoración y loor que
pertenecen solo a Dios.

• En el Nuevo Testamento el término o nombre, el Ángel del Señor,


nunca se menciona y nunca más se usa porque tenemos la
revelación completa del Hijo de Dios en la encarnación de
Jesucristo.

Las apariciones del Ángel del Señor (el Cristo pre-encarnado) en el


Antiguo Testamento se centraron en el plan de salvación de Dios para la
humanidad. En concecuencia, su aparición era siempre con respecto al

205
pueblo de Israel (la formación de la nación, establecimiento y
preservación de la nación) para que Cristo que es el Verbo encarnado, el
Salvador naciera en el mundo.

206
Parte 6
Jesucristo en el Antiguo
Testamento
Capítulo 14

JESUCRISTO EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO

L as profecías y los mensajes mesiánicos trascienden a todas las demás


profecías y mensajes en relevancia; no solo porque la salvación es
por medio de Cristo, sino porque la gran mayoría de profecías en la
Biblia tienen que ver directa o indirectamente con la llegada, la vida, el
ministerio y la segunda venida del Mesías.

LA PRIMERA PROFECÍA

La primera profecía hablada se encuentra escrita en la Biblia en Génesis


3:15: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Una revisión más detallada de Génesis 3:15 muestra que esta primera
profecía es una profecía sobre el Salvador, el Mesías que un día vendría a
derrotar a la serpiente (Satanás). Esta profecía se conoce como la
"promesa de la madre", la madre de todas las promesas.

En esta sección, la semilla de la mujer se refiere a este Uno que nacería de


una mujer. El Señor Dios luego confirmó con Abraham que de su simiente,
que es Cristo, se cumplirían las promesas a Abraham. Ahora bien, a
Abraham fueron hechas las promesas, y a su descendencia. No dice: «Y a
209
los descendientes», como si hablara de muchos, sino como de uno: «Y a tu
descendencia», la cual es Cristo (Gal. 3:16).

La semilla de la mujer (Cristo) es la primera profecía jamás expresada;


también es la "semilla" de toda profecía bíblica. El objetivo y enfoque
principal de todas las profecías bíblicas es Cristo, la semilla de la mujer,
que es el Salvador del mundo.

Por lo tanto, es comprensible que el último libro de la Biblia responda a lo


que el primer libro dijo: Para el testimonio de Jesús (la semilla de la mujer)
es el espíritu de la profecía (Ap. 19:10). El testimonio de Jesús es el
espíritu que sustenta a todas las profecías en las Escrituras. ¡Jesucristo es
el tema principal de toda profecía!

DOS IMÁGENES DIFERENTES DE JESÚS

Las dos imágenes de las profecías mesiánicas representan dos imágenes


distintas: el sufrimiento y la gloria del Mesías (Lucas 24:25-27).

Esta aparente contradicción asombró a los profetas (1 Pe. 1:10-11).


¿Cómo puede ser Cristo, varón de dolores y experimentado en el
sufrimiento? (Isaías 53:3); ¿Y también ser un rey que gobierna como
heredero en el trono de David? (Isaías 9:1-6).

El Salmos 22 asombró a los profetas: los versículos 11 al 19 representa a


un mártir voluntario; el versículo 22 al 24 habla de la revelación de su
nombre y desde el versículo 28 al 31 representa ¡su gobierno!

¿Cómo podemos reconciliar estas interpretaciones divergentes entre sí?


Una pregunta muy importante sobre las profecías mesiánicas y su
cumplimiento es: ¿Qué escrituras posiblemente usó Jesucristo después de
su resurrección de los muertos para probar todas las cosas que se

210
relacionan con él? En el capítulo veinticuatro del Evangelio de Lucas
leemos:

Entonces él les dijo: ¡Insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que
los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas
cosas y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés y siguiendo
por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él
decían. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros,
mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?
Luego les dijo: Éstas son las palabras que les hablé estando aún con
ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí
en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos. Entonces les abrió el
entendimiento para que comprendieran las Escrituras; y les dijo: Así está
escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los
muertos al tercer día; y que se predicara en su nombre el arrepentimiento
y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde
Jerusalén. (Lucas 24:25-27, 32, 44-47).

La pregunta fundamental es: ¿Qué Escrituras usó Jesús? Primero debemos


notar que nuestro Salvador resucitado usó las Escrituras como él mismo lo
menciona – de: la Ley de Moisés y los Profetas y los Salmos.

La Ley de Moisés se refiere a los primeros cinco libros de la Biblia, el


Pentateuco, es decir, desde Génesis a Deuteronomio. Ahora analizaremos
con cuidado las profecías del Antiguo Testamento, del Pentateuco que se
cumplieron en el Nuevo Testamento, (de Génesis a Deuteronomio), los
salmos y los profetas.

211
PROFECÍAS EN LA LEY DE MOISÉS
Profecía del Idea Principal de la Profecía Cumplimiento del
Antiguo Nuevo Testamento
Testamento

Génesis

Génesis. 3:15 La semilla de ma mujer Gálatas 4:4

Génesis. 3:15 Él te herirá en la cabeza 1 Juan 3:8; Col. 2:14,


15; Hebreos 2:14

Génesis. 21:12 A través de Isaac Mateo 1:2

Génesis. 22:18 A través de Abraham Hebreos 2:16;


Gálatas 3:8, 14, 16

Génesis. 28:14 A través de Jacob Mateo 1:2

Génesis. 49:10 No será quitado el cetro de Judá… Hebreos 7:14

Éxodo

Éxodo 12:46 ...ni quebrarán ninguno de sus huesos. Juan 19:33, 36

Números

Números 9:12 ...ni quebrarán hueso en él... Juan 19:33, 36

Deuteronomio

Deuteronomio Profeta como yo (Moisés) Hechos 3:21-26; Juan


18:15 5:46

212
PROFECÍAS EN SALMOS
Profecía del Idea principal en la profecía Cumplimiento del Nuevo
Antiguo Testamento
Testamento

Salmos 2:1-2 Las naciones conspiran contra los Hechos 4:24-27


ungidos.

Salmos 8:2 De la boca de los niños y de los que Mateo 21:15, 16


maman

Salmos 16:10 No dejarás mi alma en Seol Lucas 24:6; Hechos 2:31

Salmos 22:1 Dios Mío, Dios Mío, ¿Por qué Me Mateo 27:46
has abandonado?

Salmos 22:6-8 Ellos se burlan y mueven la cabeza. Mateo 27:39, 41

Salmos 22:16 Traspasaron Mis manos y Mis pies Juan 19:18, 20:25

Salmos 22:18 Reparten entre sí mis vestidos… Mateo 27:35

Salmos 34:20 Él guardará todos sus huesos; ni Juan 19:33, 36


uno de ellos será quebrantado.

Salmos 41:9 …quien comía de mi pan, ha Juan 13:18-21


levantado contra mí su talón.

Salmos 68:18 Subiste a lo alto… llevó cautiva la Lucas 24:51; Efesios 4:8
cautividad…

Salmos 69:8 He venido a ser extraño a mis Juan 1:11, 7:3, 5


hermanos…

Salmos 69:9 Pues el celo por Tu casa me ha Juan 2:13-17


consumido…

213
Salmos 69:21 y para mi sed … bebe vinagre Mateo 27:34

Salmos 78:2 Abriré mi boca en parábolas… Mateo 13:34-35

Salmos 110:1 Siéntate a mi diestra Hebreos 1:3

Salmos 110:4 …“Tú eres sacerdote para siempre, Hebreos 5:10


según el orden de Melquisedec”.

Salmos 118:22 La piedra que desecharon los Mateo 21:42


edificadores…

PROPECÍAS EN LOS PROFETAS


Profecía del Idea principal en la profecía Cumplimiento del Nuevo
Antiguo Testamento
Testamento

Samuel

2 Samuel A través de David Romanos 1:3; Mateo 1:1;


7:12-16 Lucas 1:31-32

Isaías

Isaías 7:14 Emanuel (señal) Virgen Mateo 1:20-23

Isaías 9:1-2 En Galilea... quien caminó en Mateo 4:12-16


oscuridad … ha visto una gran luz

Isaías 11:-2 El Espíritu del Señor reposará sobre Él Juan 3:34; Mateo 3:16;
Hechos 10:38

Isaías 35:5- El ciego ve, el sordo oye y el cojo anda Mateo 11:2-6
6

214
Isaías 40:3- La voz del que clama en el desierto Lucas 3:2-6
5

Isaías 42:1- Luz para los Gentiles Lucas 2:32; Mateo 12:17-
6 21

Isaías 50:6 Dí mi espalda a los que golpearon Marcos 14:65; Mateo


26:67, 68; 27:26

Isaías 53:1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? Juan 12:37-41

Isaías 53:2 …ni hermosura; le veremos, mas sin Marcos 6:1-3


atractivo para que le deseemos.

Isaías 53:3 Despreciado y desechado… Juan 8:48-52

Isaías 53:3 Escondimos de Él nuestros rostros… Marcos 14:27, 50

Isaías 53:4 Llevó él nuestras enfermedades, y Mateo 8:16, 17


sufrió nuestros Dolores…

Isaías 53:4 Por herido de Dios y abatido. Marcos 14:61-65

Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras Rom. 4:25; 1 Pet 3:18
rebeliones…

Isaías 53:5 Por Sus llagas fuimos sanados 1 Pedro 2:21-24

Isaías 53:6 Nos descarriamos como ovejas… 1 Pedro 2:25; Mateo 9:36

Isaías 53:6 Jehová cargó en él el pecado de todos Rom. 5:6-8; 2 Cor. 5:21
nosotros.

Isaías 53:7 No abrió Su boca Mark 15:2-5; Matt.


26:63; 1 Pet. 2:23

Isaías 53:7 Como cordero al matadero… Hechos 8:30-35

215
Isaías 53:9 Con los ricos fue en su muerte… Mateo 27:57-60

Isaías 53:9 Ni hubo engaño en su boca. Hebreos 4:15

Isaías 53:11 Justificará a muchos 1 Juan 2:1; Rom. 3:19-31;


Hechos 13:38-41

Isaías 53:12 Fue contado con los pecadores… Marcos 15:27, 28

Isaías 53:12 Llevó el pecado de muchos Hebreos 9:28

Isaías 53:12 Orado por los transgresores. Lucas 23:34

Isaías 53:12 Le daré parte con los grandes Lucas 22:28-30

Isaías 53:12 Con los fuertes repartirá despojos Filipenses 2:5-11

Isaías 53 El Mesías sufre por nuestros pecados Hechos 3:13-18

El Mesías rechazado y sacrificado Hechos 13:26-33

El Mesías resucitó de los muertos Hechos 13:33-37; 17:1-4

Isaías 61:1, Restaura a los corazón quebrantado Lucas 4:18-19


2

Jeremías

Jeremías Raquel que lamenta por sus hijos Mateo 2:13-18


31:15

Daniel

Daniel 9:26 Se quitará la vida al Mesías (Ungido) Marcos 15:37; Mateo


27:37, 50

216
Oseas

Oseas 11:1 De Egipto llamé a mi hijo. Mateo 2:13-15

Miqueas

Miqueas 5:2 Nació en Belén Mateo 2:1-2

Miqueas 5:2 Sus salidas son desde el principio, Juan 1:1


desde los días de la eternidad.

Zacarías

Zac. 9:9 Rey cabalgando sobre un pollino Marcos 11:1-10; Mateo


21:1-11

Zac.11:13 Treinta piezas de plata Mateo 27:3, 7

Zac. 12:10 Mirarán a Mí, a quien traspasaron Juan 19:34, 37

Zac. 13:7 Hiere al pastor, y serán dispersadas las Mateo 26:56


ovejas…

Malaquías

Mal. 3:1 El Señor vendrá a Su templo Mateo 21:12

Mal. 3:1 El Mensajero prepara el camino Lucas 1:17

JESUCRISTO COMO EL CENTRO

Jesucristo es el eje central a lo largo de las Escrituras, en el Antiguo y


Nuevo Testamento y se pueden dividir en cinco secciones:

• Génesis – Malaquías (Jesucristo en Profecía)


217
• Mateo – Juan (Jesucristo revelado)

• Hechos (proclamando a Jesucristo)

• Romanos – Judas (Jesucristo explicado)

• Apocalipsis (El retorno de Cristo)

Desde la primera profecía en la Biblia (Gn. 3:15), todas las esperanzas se


fijaron en el hombre nacido de una mujer que cumpliría el propósito de
salvación de Dios. En los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento
vemos la gran expectativa: Alguien viene, Aquel de quien todos los
profetas dieron testimonio. Por lo tanto, había una expectativa entre el
pueblo judío (Lucas 2:10).

Es Cristo el que reúne a Israel. Es Él quien, por medio de sus


manifestaciones personales, guía y controla a Israel. Destruye a los
enemigos de Israel durante su regreso y a través de su pueblo, Israel reina
sobre la tierra durante el Milenio. Por eso vemos en las profecías
mesiánicas:

• profecías de los ancestros mesiánicos;

• profecías del nacimiento Mesiánico;

• profecías del personaje Mesiánico;

• profecías de los ministerios Mesiánicos;

• profecías de la naturaleza Mesiánica (El hijo de Dios y el hijo del


hombre);

218
• profecías del sufrimiento y muerte Mesiánica;

• profecías de la resurrección Mesiánica;

• profecías de la ascensión y glorificación Mesiánica y

• profecías del regreso Mesiánico.

Vemos que muchas de las profecías en los veintisiete libros del Nuevo
Testamento ya están cumplidas, mientras que otras esperan que se
cumplan con expectativas.

El mismo Mesías se refirió al menos a veinte personajes del Antiguo


Testamento y citó de diecinueve libros diferentes del Antiguo
Testamento.

Él fue quien con autoridad declaró constantemente: Está escrito. Él podría


declarar con la misma autoridad: He aquí, vengo; en el rollo del libro está
escrito de mí; El hacer tu voluntad, Dios mío… (Salmos 40:7-9; Hebreos
10:7). Cuando el Mesías hizo esta y otras declaraciones similares (Lucas
24:25-47), se refirió a las Escrituras del Antiguo Testamento (las
profecías), porque el Nuevo Testamento solo se escribió después que Él
ascendiera al cielo.

219
REFERENCIAS
Cabe mencionar que la principal fuente de referencia para escribir este libro,
JESUCRISTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO, fue la Santa Palabra de Dios, LA
VERSIÓN: REINA VALERA ACTUALIZADA (RVA). Estas es una lista de las
principales obras consultadas.

Alexander, David en Pat Manual en la biblia


Editorial “Protestantes Unidos”
Edición africana
Ciudad del Cabo
1973

De Haan, M.R. El Tabernáculo


Editorial “Zondervan”
Grand Rapids, Michigan
1972

Stevens, Charles H. Viaje por el desierto


Instituto Bíblico Moody de Chicago
1971

Slemming, C.W. Creado de según la patente


Henry E. Walter Ltd.
Londres y Worthing
1966

Van Zijl, James Las fiestas del Señor


Fe en la palabra Ministerio
PO Box 112, Stanger
4450
1991

221
Grobler, Nannie El tabernáculo
Editorial “Reformados Unidos”
PO Box 40
muelles
1986

De Villiers, H.T. El mensaje del Tabernáculo


Libreria Evangélica de África
Centro de desfile 416
Ciudad del Cabo

Simpson, A.B. Cristo en el Tabernáculo


Publicaciones Cristianas, Inc.
25 South Tenth Street, Harrisburg
Pensilvania

Edersheim, Alfred El Templo, Su ministerio y Sus


servicios. “Publicaciones”
Hendrickson, Inc.
Peabody, Massachusetts, 2006

Conner, Kevin J. El templo de Salomón


Publicación de la Biblia de la ciudad
9200 NE Fremont
Portland, Oregon 97220
1988

Conner, Kevin J. Las fiestas de Israel


Publicación del Templo de la Biblia
7545 N.E. Calle Glisan
Portland, Oregon 97213
1980

Conner, Kevin J. El Tabernáculo de Moisés


222
Ciudad cristiana de publicación
9200 NE Fremont
Portland, Oregon 97220
1976

Geldenhuys, J.N. La Biblia con notas explicativas.


United Protestant Publishers (Pty) LTD,
Ciudad del Cabo
1976

La Biblia de Estudio Del Plan de Vida


Hagee, John C. Biblias de Thomas Nelson
Una división de Thomas Nelson, Inc.
2004

La pascua
Wiese, Rina 402 Diana Street, Lynn Wood, 0081

Desconocido El tabernáculo
Publicaciones Rose
4733 Torrance Blvd, 259
Torrance, CA 90503 U.S.A.
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Libros Escritos por Raymond D. Lombard

Inglés:
• El libro de Apocalipsis (También en Francés, Español, Chino
Mandarín, Hindú, Xhosa y Sesotho)
• El libro de Daniel (También en Francés y Chino Mandarín).
• Mundo Espiritual (También en Francés, Español, Chino Mandarín,
Mongol, Árabe, Xhosa y Sesotho)
• Los Nombres de Dios (También en Francés, y Chino Mandarín)
• El Testimonio
• Teología del Reino (También en Francés)
• Jesucristo en el Antiguo Testamento (También en Francés y Español)
• ¿Qué enseña la Biblia? Volumen 01 (También en Francés, Chino
Mandarín y Español)
• ¿Qué enseña la Biblia? Volumen 02

Afrikáans:
• Die boek Openbaring (Ook in Frans, Spaans, Mandaryn Chinees,
Hindi, Sesotho en Xhosa)
• Die boek Daniël (Ook in Frans en Mandaryn Chinees).
• Die Geesteswêreld (Ook in Frans, Spaans, Mandaryn Chinees,
Mongools, Arabies, Xhosa en Sesotho)
• Jesus Christus in die Ou Testament
• Die Name van God (Ook in Frans en Mandaryn Chinees)
• Die Getuienis
• Koninkryk Teologie (Ook in Frans)
• Sinopsis van die Nuwe Testament
• Wat sê die Bybel? Volume 1 (Ook in Frans, Mandaryn Chinees en
Spaans)
• Wat sê die Bybel? Volume 2

Audio y conferencias también están disponibles en afrikaans.

Para pedidos postales, por favor escríbanos a:

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Parow 7499 – South Africa

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