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¿Qué comen los niños pequeños?

La importancia de los primeros alimentos El 44% de los niños de


todo el mundo no comen frutas ni verduras. El 59% de los niños de todo el mundo no reciben los
nutrientes que tanto necesitan de los alimentos de origen animal. Cuando los niños comienzan a
comer alimentos blandos, semisólidos o sólidos a los 6 meses de edad, necesitan una alimentación
nutritiva y segura con una variedad de nutrientes para crecer bien. Si la alimentación de los niños
no es lo suficientemente diversificada, es posible que no obtengan suficientes nutrientes para
crecer bien, lo que puede tener un efecto devastador en sus cuerpos y cerebros. UNICEF y la OMS
recomiendan que los niños a esta edad coman un mínimo de cinco de los ocho grupos de
alimentos. Cereales Productos lácteos Otras frutas y verduras Frutas y verduras ricas en vitamina A
Leche materna Legumbres Huevos Alimentos cárnicos Porcentaje de niños de 6 a 23 meses que
consumen cada grupo de alimentos, por tipo, en todo el mundo, 2018*. Porcentaje de niños y
niñas de 6 a 23 meses que consumen al menos 5 de los 8 grupos de alimentos (diversidad dietética
mínima), por regiones de UNICEF, 2018***. Porcentaje de niños de 6 a 23 meses que consumen
alimentos de al menos cinco de los ocho grupos de alimentos (diversidad alimentaria mínima), por
regiones de UNICEF, 2018**. %

La nutrición de los niños se basa en los mismos principios que la nutrición de los
adultos. Todas las personas necesitan los mismos tipos de nutrientes: vitaminas,
minerales, carbohidratos, proteínas y grasas. Los niños, sin embargo, necesitan
diferentes cantidades de nutrientes específicos según la edad.
Entonces, ¿cuál es la mejor fórmula para promover el crecimiento y el desarrollo
de tu hijo? Échales un vistazo a estos conceptos básicos sobre la nutrición en
niñas y niños de diversas edades, basados en las Pautas Alimentarias para
Estadounidenses más recientes.
Ten en cuenta estos alimentos ricos en nutrientes:

 Proteína. Elige mariscos, carne magra de res y ave, huevos, frijoles,


guisantes (arvejas, chícharos), productos de soja y frutos secos y semillas sin
sal.
 Frutas. Alienta a tu hijo a que coma diversas frutas frescas, enlatadas,
congeladas o deshidratadas, en lugar de jugo de fruta. Si tu hijo bebe jugo,
asegúrate de que sea jugo puro sin azúcares agregados y limita la cantidad
que bebe. Busca frutas enlatadas en cuya etiqueta diga que son de bajo
contenido calórico o que están envasadas en su propio jugo, lo que significa
que tienen poca cantidad de azúcar agregado. Ten en cuenta que un cuarto de
taza de frutas deshidratadas equivale a una taza de frutas. Cuando se
consumen en exceso, las frutas deshidratadas pueden aportar calorías de más.
 Vegetales. Sirve una variedad de vegetales frescos, enlatados, congelados
o deshidratados. Ponte como objetivo proporcionar todas las semanas una
variedad de vegetales, como los de color verde oscuro, rojo y naranja, frijoles y
guisantes (arvejas, chícharos), vegetales ricos en almidón y otros. Cuando
escojas vegetales enlatados o congelados, busca las opciones que tengan
menor contenido de sodio.
 Granos. Elige cereales integrales, como pan de trigo integral, avena,
palomitas de maíz, quinua o arroz integral o silvestre. Limita el consumo de
cereales refinados, como pan blanco, pastas y arroz.
 Lácteos. Alienta a tu hijo a que beba y coma productos lácteos sin grasa o
con bajo contenido de grasa, como leche, yogur, queso o bebidas fortificadas
con soja.
Ponte como objetivo limitar las calorías que consume tu hijo de las siguientes
fuentes:

 Azúcar agregado. Limita el consumo de azúcares agregados. Los


azúcares naturales, como los que se encuentran en las frutas y en la leche, no
son azúcares agregados. Algunos ejemplos de azúcares agregados son el
azúcar morena, el edulcorante de maíz, el jarabe de maíz, la miel y otros.
 Grasas saturadas y trans. Limita el consumo de grasas saturadas: las
grasas que provienen principalmente de alimentos de origen animal, como
carnes rojas, carnes de ave y productos lácteos enteros. Busca maneras de
reemplazar las grasas saturadas por aceites vegetales y de frutos secos, que
proporcionan ácidos grasos esenciales y vitamina E. Las grasas más
saludables también están presentes de forma natural en las aceitunas, los
frutos secos, los aguacates y los mariscos. Limita el consumo de grasas trans
evitando los alimentos que contienen aceite parcialmente hidrogenado.
Si tienes preguntas acerca de la nutrición en los niños o inquietudes específicas
sobre la alimentación de tu hijo, habla con su médico o con un dietista matriculado.

De los 2 a los 3 años: Pautas diarias para niñas y niños

Calorías 1000 a 1400, según el crecimiento y el nivel de


actividad física

Proteína 2 a 4 onzas (55 a 113 g)

Frutas 1 a 1 1/2 tazas

Vegetale 1 a 1 1/2 tazas
s

Cereales 3 a 5 onzas (85 a 142 g)


Lácteos 2 tazas

De los 4 a los 8 años: Pautas diarias para niñas

Calorías 1200 a 1800, según el crecimiento y el nivel de


actividad física

Proteína 3 a 5 onzas (85 a 142 g)

Frutas 1 a 1 1/2 tazas

Vegetale 1 1/2 a 2 1/2 tazas


s

Cereales 4 a 6 onzas (113 a 170 g)

Lácteos 2 1/2 tazas

De los 4 a los 8 años: Pautas diarias para varones

Calorías 1200 a 2000, según el crecimiento y el nivel de


actividad física

Proteína 3 a 5,5 onzas (85 a 156 g)


Frutas 1 a 2 tazas

Vegetale 1 1/2 a 2 1/2 tazas


s

Cereales 4 a 6 onzas (113 a 170 g)

Lácteos 2 1/2 tazas

Una buena alimentación es vital para que el niño crezca sano y fuerte. Comer
bien afecta no sólo a su crecimiento físico, sino también a su desarrollo intelectual.

Una correcta alimentación del niño durante los primeros años de vida puede
repercutir positivamente en su estado de salud, así como en su habilidad para
aprender, comunicarse con los demás, pensar y racionalizar, socializarse,
adaptarse a nuevos ambientes y personas y, sobre todo, en su rendimiento
escolar. Una buena alimentación puede influir notablemente en su futuro.

Consejos para una nutritiva alimentación infantil


La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y
social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento
sea óptimo. Es recomendable no abusar de las grasas vegetales y comer al
menos, cinco veces al día frutas y verduras.

Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra


numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por
vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su
evolución.

Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través


del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Durante
este período, los niños pueden adquirir buenos hábitos alimenticios en lo que se
refiere a la variedad de los alimentos y al sabor de las comidas.

Alimentación para bebés de 0 a 4


meses
En esta etapa los bebés se alimentan, única y exclusivamente, de leche,
materna o artificial
Alberto PachecoBiólogo
13 de marzo de 2019

Durante los 4 primeros meses de vida la mejor alimentación para el bebé es


la leche materna que se realizará de forma exclusiva y sin necesidad de
introducir ningún otro alimento. En caso de que la madre no pueda amamantar al
bebé, el bebé habrá de tomar biberones elaborados con leche de fórmula.

La leche materna ha de administrarse a demanda durante las primeras semanas,


aunque si el bebé no se despierta por la noche, es conveniente levantarle para
que coma ante el peligro de que se deshidrate. En cuanto a la fórmula de inicio-1
se administrará cada 3-4 horas.

Lo que la madre no debe ingerir durante la lactancia

Para que la lactancia materna sea cómoda para ambos, la mamá debe sentarse
con la espalda bien apoyada y recta, el ambiente tranquilo, con la luz adecuada y
si es posible siempre en el mismo lugar de la casa. El bebé debe estar en posición
incorporada, podemos ayudarle para que abra bien la boca y tome todo el
pezón para una correcta succión.

La madre debe suprimir durante toda la época que dure la lactancia materna el
tabaco, alcohol, té, café y medicamentos sin receta médica. Una buena técnica
de lactancia materna consistirá en dar un pecho durante unos 7-8 minutos y pasar
al segundo hasta que el niño se canse y quede satisfecho. En la siguiente toma se
empezará por éste ultimo y así sucesivamente, para evitar a que el bebé se canse,
trague aire y le cause cólicos.

1) Bebidas estimulantes: Café, té, bebidas con cola, chocolate y cacao

2) Bebidas alcohólicas: Vino, aperitivos, cerveza (incluido las denominadas sin


alcohol) y licores en general. El alcohol ingerido pasa a la leche materna y
perjudica al niño.
3) Vegetales: Coliflor, col, alcachofas, espárragos, pepino, pimientos ya que
pueden cambiar el sabor natural de la leche materna.

4) Medicamentos: No debe automedicarse, solo los estrictamente recomendados


por su médico.

Introducción de los nuevos alimentos del bebé

Mi opinión y recomendación es la misma de la OMS (Organización Mundial de la


salud) y la de UNICEF que sugieren una lactancia materna exclusiva hasta los
seis meses (ni agua). A partir de los seis meses se continua junto con la
alimentación complementaria, siendo la lactancia su principal alimento hasta los
12 meses. Se puede continuar hasta los 2 años o más, si así lo decide la madre.

La leche materna es considerado el alimento ideal de forma exclusiva hasta los 6


meses porque es producida por la propia madre y contiene todos los nutrientes
necesarios para el adecuado crecimiento y desarrollo de su hijo. Además provee
innumerables beneficios tanto para el niño como para la madre, e incluso para la
familia, por el ahorro desde el punto de vista económico.

Otro punto importante es que la leche materna se modifica según las necesidades
del bebé, por lo que se conoce como pre-calostro (antes del nacimiento), calostro
(desde el nacimiento hasta el cuatro o quinto día), leche intermedia o de transición
(del quinto a decimoquinto día) y la lecha madura (de los 15 días en adelante).

Cómo debe ser la alimentación con leche materna

Si has optado por la lactancia materna en exclusiva puede que no sepas muy bien
cómo debe de ser esta. En realidad la forma más adecuada de alimentar a tu
bebé es a libre demanda. ¿Qué significa esto? Que no debe haber horario, ni
tiempo, ni cantidad, ni sitio para amamantarlo, o sea, el bebé mama cuándo,
cuánto, cómo y dónde quiera, ya que él es el único que conoce sus necesidades
alimenticias. 

No se debe imponer horarios ni tiempo. Él pide el pecho, se le ofrece, toma su


alimento y lo suelta cuando esta saciado. Puede alimentarse frecuentemente,
ya que la leche materna se digiere rápidamente, de 10 a 90 minutos
aproximadamente, porque la caseína (beta-caseína) que contiene es de fácil
digestión y los coágulos que forma son blandos, en comparación con la leche de
vaca.

Nuestro organismo es muy sabio y producirá la cantidad que él necesite,


aunque la producción nunca termina mientras el bebé se mantenga succionando. 
Pero el bebé puede recibir otro alimento antes de los seis meses. Se le puede
ofrecer fórmula artificial, que es un producto hecho a base de leche de vaca con
ingredientes y nutrientes lo más parecido a la leche humana, pero que nunca
sustituirá a la leche materna, ya que sus beneficios no son comparables con ésta.

Se puede utilizar como único alimento, en caso de que la madre así lo decida o
que por razones de salud no pueda amamantar; también se puede ofrecer junto
con la lactancia materna y a esto es lo que llamamos lactancia mixta. En este caso
lo ideal y más sano para el bebé es ofrecer primero la leche materna y, luego si es
necesario, se ofrece la formula artificial.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) en un reporte del año 2.001


abogaba fuertemente por la lactancia materna por encima de las formulas
artificiales y recomendaba solo utilizarlas en caso de inusuales circunstancias.

Ofrecer agua durante los primeros 6 meses, ¿sí o no?

Otra duda que muchos padres y madres tienen es si deben darle agua al bebé
para que no se deshidrate. No es necesario porque la leche materna en su
composición contiene un 88% de agua (es el mayor contenido), lo que cubre las
necesidades hídricas del bebé durante los primeros seis meses de vida. La
ingestión de agua u otras bebidas en estos primeros seis meses puede acarrear
en el bebé el riesgo de contraer infecciones gastrointestinales, como
gastroenteritis, colitis u otras enfermedades.

Además el agua es un líquido que no contiene nutrientes y la capacidad


gástrica del bebé es pequeña, por lo que se sentiría saciado y no estaría
interesado en la toma del pecho o el biberón, lo que espaciarían las tomas de
alimento y acarrearía pérdidas de peso y mala nutrición.

Riesgos de introducir la alimentación complementaria


antes de los 6 meses

La introducción de nuevos alimentos a la dieta de un lactante antes de los seis


meses de edad acarrea una serie de problemas y patologías en el pequeño debido
a las siguientes causas:

- El sistema digestivo del bebé aún está inmaduro para procesar y digerir otros


alimentos que no sea leche materna y/o artificial, por lo que hay mayor incidencia
de patologías enterales: gastroenteritis, colitis, etc.

- El sistema renal también está inmaduro, por lo que los riñones pueden


sobrecargarse por la filtración de proteínas o sodio y pueden llegar a su colapso y
posterior. 
- Riesgos de alergias alimentarias y patologías autoinmunes.

- Mayor riesgo de atragantamientos y ahogamientos por presencia del reflejo de


extrusión (la lengua automáticamente expulsa los alimentos de la boca). Ellos solo
saben tragar la leche por el reflejo de deglución.   

- Y la falta de sostenimiento del tronco y la cabeza también aumenta el riego


de atragantamiento. 

Para terminar y, a modo de conclusión para que no tengas ninguna duda, habría
que destacar tres ideas importantes en la alimentación de los niños hasta los seis
meses de edad: 

- Los bebés de 0 a 6 meses solo deben recibir como alimento, leche materna
exclusiva, fórmula artificial o alimentación mixta (leche materna y formula artificial).

- No ofrecer ni papillas, sopas, jugos, cereales o agua.

- No ofrecer té o infusiones de hierbas (pueden producir intoxicaciones y hasta la


muerte del bebé).

Alimentación para bebés


- Mayor riesgo de obesi

de 7 a 12 meses
A los 7 meses de edad, los bebés, en su gran mayoría, ya podrán probar
carne en las comidas
Marisol Nuevo
9 de abril de 2017

Por los 6 o 7 meses llega el momento en que los bebés dejan de ser alimentados
exclusivamente con la leche materna o leche artificial, para empezar la etapa de
las papillas, los purés... de probar sus primeras cucharadas. Es momento para
comenzar a introducir las papillas al bebé y con ellas, poco a poco, nuevos tipos
de alimentos, de manera semisólida o sólida como las frutas, las verduras, la
carne o el pescado. Sin embargo, todavía se hace indispensable, que los bebés
sigan tomando, al menos medio litro de leche al día. Ya sea en biberón, con
lactancia materna o en papillas de cereales.

Cómo deben alimentarse los bebés de siete meses a un


año de edad

A partir de los 6 o 7 meses, el pediatra del bebé empezará a indicar qué alimentos
debes ir introduciendo a la dieta de tu pequeño, en forma de puré, de papillas, o
de pequeños trozos. Lo importante es hacerlo poco a poco, con paciencia, dando
de probar al bebé un alimento cada vez, y observar su reacción y su nivel de
tolerancia.

A los 6 meses el aparato digestivo del bebé, de un modo general, ha madurado


para aceptar nuevos alimentos, que deben ser ofrecidos al bebé con el siguiente
orden. Claro que se debe seguir las orientaciones del médico, sobretodo.

 A los 6 meses: se introducen las papillas de frutas como manzana,


naranja, pera o plátano. Al mismo tiempo se da a probar verduras y
hortalizas como patata, zanahoria, judías verdes, además de cereales sin
gluten.
 A los 7 meses: se da al bebé para probar nuevas verduras y hortalizas que
no sean indigestas, como el calabacín, el puerro… Ya va siendo hora de
añadir carnes blancas, como el pavo y el pollo, que deberán ser añadidas al
puré, todo triturado. Se empieza a introducir el gluten.
 A los 8 meses: la introducción de carnes rojas. Se añade la ternera
alternándola con el pollo en la comida. Según el nivel de deglución del
bebé, se podrá ofrecerle trocitos de alimentos blandos como jamón cocido,
patata cocida, para que él vaya se acostumbrando a masticar y tragar.
 A los 9 meses: se inicia una papilla en la cena, con la introducción del
pescado blanco, como la merluza, rape, lenguado...). Se puede ofrecer de 3
a 4 veces a la semana.
 A los 10 meses: se da a probar al bebé una yema de huevo.
 A los 12 meses: Huevo entero y legumbres.

De esta manera, cuando el bebé llegue a los 12 meses, habrá probado


prácticamente todo tipo de alimentos, menos los que son menos digeribles o que
sean más alérgicos, como los frutos secos y otros. 

El aporte de leche en esta edad todavía es básico para un buen


desarrollo por lo que no debe ser inferior a los 500 cc /día. Para ello el día que
deseemos darle pescado a nuestro bebé, suprimiremos la papilla de frutas y
administraremos una papilla de fórmula de continuación-2 con cereales igual a la
del desayuno.

A los 10-12 meses de vida se introduce el huevo para la cena alternando con el


pescado una vez a la semana. Primero será huevo duro y solo la yema. Lo podrás
administrar completo pasadas 2-3 semanas. En forma de tortilla francesa se
iniciará a los 12-15 meses dependiendo de la habilidad del bebé para la
masticación.

dad, mal nutrición y posibles problemas de diabetes.

Alimentación para bebés de 1 a 2


años
En esta etapa los niños empiezan a comer alimentos troceados
Guiainfantil.com
5 de noviembre de 2019

Al cumplir su primer año, el bebé empieza una nueva etapa en su alimentación. A


esta edad el niño ya puede comer todo tipo de alimento, aparte de que podrá
adquirir hábitos saludables.

Poco a poco, el niño ya podrá masticar alimentos troceados y disfrutar de todo lo


que come, compartiendo mesa con los demás de la familia. También podrá
experimentar una comida más completa, con un primer plato (puré de
verduras, sopas, etc.), un segundo (carnes, huevo, etc.), y un postre (yogur,
fruta, etc.)

Índice

1. Necesidades nutricionales para un bebé de 1 a 2 años

2. Menú para niños de entre 1 y 2 años

Necesidades nutricionales para un bebé de 1 a 2 años


Las necesidades nutricionales de un niño dependerán de su desarrollo, de su peso
y medidas, y también de su grado de actividad, si camina, gatea, etc. En líneas
generales, debería ingerir:

- Calorías - 1.200 a 1300 Kcal/día


- Proteínas - 25 a 30 gr/día
- Hidratos de carbono - 100 a 160 gr/día
- Grasas - 35 a 45 gr/día

Entre el primer y el segundo año de vida, la leche es un alimento muy


importante para satisfacer las necesidades diarias de vitamina D de los bebés. A
esta edad el bebé necesitará de 500cc a 700cc de leche entera al día. También se
puede reemplazar parte de la leche con productos lácteos como un yogur, quesos
y otros. Lo ideal es que el bebé vaya dejando el biberón para pasar a tomar leche
en vaso o taza.

Aparte de la leche, es importante ofrecer una variedad de alimentos nuevos al


bebé. Se debe vigilar la calidad de los alimentos y no tanto las cantidades. Es
importante que los bebés coman diariamente cereales, ya que le provee hierro,
coman 2 porciones de vegetales crudos o cocidos, una porción de fruta, 50 a 100
gr de carne, y que se siente en la mesa con la familia, por lo menos una vez al día.

A esta edad los bebés todavía imitan los buenos hábitos de los adultos. Además,
los padres podrán vigilar a su bebé por si se atraganta o se mancha. La calidad de
los alimentos es lo más importante. Se debe evitar los alimentos o
preparaciones, muy condimentadas, picantes, saladas o azucaradas.

Menú para niños de entre 1 y 2 años

Desayuno Media Comida Merienda Cena


mañana

Media taza de Un yogur Media taza de 30 gr de queso Media taza de pasta


ensalada fresco
leche de zanahoria o petit suisse con queso rallado
cocida
de vaca entera
y tomate con
aceite de oliva

60 - 120 gr. de Media 80 - 100 gr. de Media taza Tortilla francesa


cereales rebanada pollo de pera
de un huevo
 sin azúcar
de pan a la plancha cortada en
integral cubitos

Media taza de Media taza Media taza de Media 60 - 100 gr. de


manzana de pera arroz rebanada espinacas
cortada en cortada en con calabacín de pan rehogadas con
cubitos cubitos integral aceite
a la plancha

Alimentación para niños de 2 a 3


años
A los 2 o 3 años de edad, los niños ya empiezan a hacer 4 comidas
diarias
Guiainfantil.com
25 de febrero de 2016

A partir de los 2 años de edad el niño hace 4 comidas al día (desayuno,


comida, merienda y cena) y en algunos casos puede tomar un suplemento lácteo
en forma de leche con galletas antes de acostarse.

Es de fundamental importancia repartir los aportes calóricos de las cuatro comidas


básicas ya que esos hábitos alimentarios adquiridos a esta edad serán la guía
para la época adulta.

Índice

1. Dieta adecuada para niños de 2 o 3 años

2. Las calorías deben ser repartidas de la siguiente forma


3. Necesidades nutricionales diarias de 2-3 años

Dieta adecuada para niños de 2 o 3 años

Entre los 2 y los 3 años de edad, los niños empiezan a tener la capacidad de
morder y masticar gracias a que les salen los segundo molares de su dentadura
de leche. En esta etapa, ya se puede añadir algunos trocitos de carne, de
verduras o de frutas a sus papillas y purés. Es importante que los niños aprendan
a masticar para que adquieran buenos hábitos alimenticios.

A estas edades, es muy normal que algunos niños deseen imitar a sus padres
intentando comer con los cubiertos. Al principio les será difícil con lo que
necesitarán los dedos de las manos para agarrar los alimentos.

La dieta de un niño de 2 o 3 años, suele incluir carne, cereales, legumbres,


huevo, pescado, leche y derivados, etc. Se recomienda el consumo de medio litro
de leche al día, que su desayuno sea completo, es decir, con leche, pan y fruta, y
que se eviten alimentos azucarados, grasos y calóricos, como forma de prevenir
la obesidad infantil.

En cuanto a los hábitos de alimentación, a estas edades, se debe compartir mesa


y comida con ellos. Es importante que el momento de la comida o la cena, sea un
encuentro familiar de comunicación. También es recomendable que se fomente
la higiene de los dientes, con un cepillado tras las comidas principales. Los padres
deben dar el ejemplo.

Las calorías deben ser repartidas de la siguiente forma

Desayuno 25% del aporte calórico del día

Comida 30% del aporte calórico del día

Merienda 15% del aporte calórico del día

Cena 30% del aporte calórico del día

Hay que estar atento para evitar a que el niño no adquiera conductas


alimenticias caprichosas y monótonas con preferencia para unos alimentos y
aversión a otros. Eso puede provocar una alimentación carencial en sustancia
nutritiva. Una dieta equilibrada, variada y completa aporta al niño lo que él
necesita. 

Necesidades nutricionales diarias de 2-3 años

Calorías.......................... 1.300-1.400 Kcal/día

Proteínas........................ 30-40 grs/día

Hidratos de carbono....... 130-180 grs/día

Grasa.............................. 45-55 grs/día

Alimentación del niño preescolar


El ejemplo de los padres es clave para que el niño acepte nuevos
alimentos
Carlota ReviriegoNutricionista
13 de febrero de 2020

A la hora de escoger la alimentación más adecuada para nuestros pequeños, es


conveniente conocer las diferentes necesidades nutricionales dependiendo de
la etapa de crecimiento en la que se encuentre el pequeño. ¿Cómo debe ser la
alimentación del niño preescolar? ¡Te lo contamos! 

Índice

1. La relación los niños en edades preescolar con la comida

2. Pautas de alimentación saludable para niños en el periodo preescolar  

3. Menú para niños de entre 3 y 6 años:

La relación los niños en edades preescolar con la


comida
Los niños en edad preescolar, entre los 3 y los 5-6 años, se caracterizan
generalmente por ser individuos muy activos, tanto física como intelectualmente,
ya que disponen de muchos más recursos para el movimiento que cuando eran
bebés, pero también se encuentran en una etapa de gran absorción de
conocimientos, en la que el avance en su capacidad de comunicación es clave.

Por otra parte, durante estos años, los niños pasan por una etapa en la que su
interés por los nuevos alimentos se ve mermado, aumentando el rechazo a
incorporar estos alimentos a su dieta e, incluso, pudiendo rechazar algunos que ya
estaban previamente establecidos.

Si bien este rechazo a la comida suele ser una causa de estrés en los padres, en
condiciones normales en las que el niño está sano y se le ofrece una dieta
equilibrada, la etapa suele pasar sin tener ninguna consecuencia ni en su salud ni
en su crecimiento, puesto que no es un problema de falta de apetito, sino una
pieza clave en los entresijos de su proceso natural de maduración.

Es conveniente continuar con las comidas habituales sin demasiada variación,


incluyendo tanto alimentos nuevos como otros ya conocidos en los platos del
pequeño de manera diaria, permitiéndole familiarizarse con cualquiera de las
nuevas opciones sin forzar y, por supuesto, respetando sus propias señales de
saciedad.

Además, a esta edad, el niño debe tener suficiente autonomía como para
comer solo, manejando los cubiertos con destreza, ya que su desarrollo
psicomotor así lo permite. Sin embargo, lo más importante es que la comida
sea un momento familiar en el que los padres puedan dar ejemplo y permitir a
sus hijos observar e imitar tanto sus movimientos de masticación como la
utilización de los cubiertos, sin olvidar de que el ejemplo de los padres es clave
para la aceptación de nuevos alimentos.

Pautas de alimentación saludable para niños en el


periodo preescolar 

Deberían establecerse una media de 5 ó 6 comidas al día, dependiendo de los


horarios y la edad del pequeño y acompañarlas de agua como bebida única y
principal. En general, estas comidas deben espaciarse unas 3 horas, haciendo
especial hincapié en dos comidas más calóricas, la comida y la cena, pero sin
saltarse ninguna.

Los niños de esta edad necesitan entre 1250 y 1500 kcal diarias, dependiendo de
su edad y el tipo de actividad física que realicen. Esta cifra es muy general, ya que
las necesidades basales de cada niño deberían calcularse de manera individual,
teniendo en cuenta no solo su edad y género, sino también su peso y talla. A estas
necesidades basales se suele añadir unas 200-400 kcal, dependiendo de la
intensidad de la actividad física que el niño realice en su vida diaria.

La distribución de macronutrientes en la dieta del niño en edad preescolar no


suele diferir demasiado de la de los niños más mayores, con un 55-60% de la
energía procedente de carbohidratos sin superar el 10% de energía de azúcares
sencillos, un 25-30% de energía a partir de grasa, asegurándose que la gran
mayoría sean grasas mono y poli insaturadas (no superar el 10% de grasas
saturadas) y un aporte proteico de entre el 15 y el 20% del aporte energético total.

El desayuno es imprescindible, y deben evitarse tanto las galletas como los


cereales azucarados, así como el tradicional cacao soluble. Estos alimentos
contienen cantidades excesivas de azúcares sencillos y deben sustituirse por otras
versiones más naturales. El cacao soluble puro es una buena opción, así como la
avena o los cereales integrales, y por supuesto el pan tostado.

Los lácteos son primordiales y deben tomarse al menos dos raciones diarias.


Debido a su aporte de micronutrientes necesarios para el crecimiento, es
imprescindible que incluyamos los lácteos (u otros alimentos ricos en calcio y
vitamina D) en la dieta del niño. Leche, queso y yogures pueden ofrecerse tanto
en el desayuno como en el almuerzo o la merienda, acompañados de fruta o frutos
secos para complementar el aporte de nutrientes.

La comida y la cena no tienen que consistir en tres platos, sino más bien en
porciones variadas de diferentes alimentos para conseguir aportar la variedad
nutritiva necesaria. Además, deben escogerse alimentos con alta densidad de
nutrientes ya que a estas edades todavía los niños comen pequeñas cantidades, y
así aseguramos que el aporte de micronutrientes no se ve comprometido.
Las legumbres, los frutos secos, las carnes y pescados o el huevo, por ejemplo,
son alimentos con alta densidad nutritiva.
Para asegurar un consumo de fruta aceptable, es mejor ofrecerla entre las
comidas principales y no como postre, y preferiblemente en porciones enteras en
lugar de exprimida.

Menú para niños de entre 3 y 6 años:

Y ahora viene lo más difícil. Teniendo en cuenta todo lo que te hemos dicho, ¿qué
pongo sobre la mesa cada día? ¿Qué le preparo al niño? Sin entrar en cantidades,
aquí te hemos diseñado unas ideas de 'menús orientativos'.  

Desayuno Media Comida Merienda Cena


mañana

Vaso de leche  Pieza de Lentejas Batido casero de Crema de


fruta  estofadas con frutas sin azúcar  calabaza
Tostada de pan con,
arroz casera 
mantequilla tomate
o miel Fruta Croquetas
caseras 
Un vaso de
leche 

Vaso de leche Pan con   Fruta fresca de Judías verdes


hummus temporada  con patatas
Porción de bizcocho Espaguetis con
casero cocidas
casero tomate y carne
picada Tortilla
francesa
Fruta
Vaso de leche

Un yogur Queso  Puré de verduras  Jamón o jamón Caldo de sopa  


fresco con serrano con pan
con cereales sin Albóndigas Lenguado a la
nueces  integral 
azúcar caseras plancha
Pieza de fruta  Fruta  Un vaso de
leche
Decálogo de la alimentación
saludable para los niños
10 consejos para una alimentación infantil adecuada, rica y saludable
para los niños

Lucía BultóNutricionista y dietista


1 de abril de 2019

La salud y el bienestar de los niños depende de la alimentación. Los padres y


educadores deben transmitir al niño la idea de que con la alimentación no se juega
porque nuestra salud depende de ello y debemos darle a la comida la importancia
que se merece. Esto significa hacer una pausa al día para sentarnos a la mesa y
tomar protagonismo como comensales frente a los alimentos que vamos a tomar.

10 consejos para la alimentación de los niños

Actualmente, en nuestra sociedad los hábitos de alimentación han cambiado.


Mientras antes existía un gran respeto hacia algo vital como son los alimentos y el
momento de la comida, hoy en día se come cualquier cosa improvisada sobre la
marcha, de pie y sin horarios.

Cambiar la manera en la que nos alimentamos en cuanto a modales es tan


importante como otorgar a los alimentos la importancia que tienen y se merecen.
Ambas son buenas normas y costumbres con las que deben familiarizarse los
niños en casa. 

Lucía Bultó, nutricionista y autora del libro 'Los consejos de Nutrinanny. Las
soluciones que funcionan para la alimentación de los niños', ha elaborado un
decálogo en el recoge los principios básicos de una alimentación adecuada para
la salud de los niños. Y además, añade que 'tan importante como que el niño
coma adecuadamente, es que realice actividad física todos los días':

1. No existen alimentos 'malos', sino frecuencias de consumo inadecuadas.


Adapta las cantidades a la edad y al desarrollo del niño.

2. Frutas y verduras a diario. Ofrece al niño frutas y verduras diariamente, de


temporada, que aporten a su organismo vitaminas, minerales y fibra.

3. Tres o cuatro raciones de productos lácteos al día. Sirven para asegurar el


calcio que los huesos, en pleno desarrollo, necesitan. Las opciones descremadas
aportan la misma cantidad de calcio que las enteras.

4. Utiliza aceite de oliva. Es el más recomendable para cocinar y tomar en crudo.

5. Dos tomas de proteínas al día. Dos tomas moderadas al día de pescado,


carne, huevos o jamón son suficientes para aportar al organismo de los niños la
cantidad de proteínas que necesitan.

6. Hidratos de carbono integrales. El pan, el arroz, la pasta, las patatas,


las legumbres y los cereales aportan los hidratos de carbono complejos que el
niño necesita. Si compras productos integrales, le aportarás fibras y aumentará su
ingesta de vitaminas y minerales.
7. Una buena hidratación es importante. Para beber, siempre agua. Los
refrescos sólo en momentos puntuales y sin cafeína.

8. Alimentación variada. Programa una alimentación que incluya alimentos de


todos los grupos, sin abusar de ninguno de ellos. Todos los alimentos son buenos,
lo importante es el equilibrio entre ellos.

9. Alimentos envasados. La industria alimentaria ofrece productos de calidad que


se adaptan a las nuevas tendencias de vida. Opta por los pescados en conserva y
las verduras envasadas.

10. Predica con el ejemplo. Cuida tu alimentación y tu hijo te imitará.

La importancia de la alimentación
durante la primera infancia
Creciendo sanos Septiembre 01, 2017
La alimentación durante la primera infancia es fundamental para sentar las
bases alimentarias del resto de la vida, así como también para proteger al
niño de posibles enfermedades. El organismo de los peques está en pleno
desarrollo, motivo por el cual es imprescindible que reciban una nutrición
equilibrada y saludable desde la concepción.

Ahora bien, ¿a qué llamamos alimentación equilibrada? ¿Qué podemos hacer si


los peques no quieren comer de todo? En Educo, respondemos a estas preguntas
¡y mucho más!

La importancia de la alimentación durante los


primeros años de vida
Lactancia materna
La lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida
aporta muchos beneficios tanto al niño como a la madre. Entre ellos destaca la
protección frente a las infecciones gastrointestinales, que se observa no solo en
los países en desarrollo, sino también en los países industrializados. El inicio
temprano de la lactancia materna (en la primera hora de vida) protege al recién
nacido de las infecciones y reduce la mortalidad neonatal. El riesgo de muerte por
diarrea y otras infecciones puede aumentar en los lactantes que solo reciben
lactancia parcialmente materna o exclusivamente artificial.

La leche materna también es una fuente importante de energía y nutrientes para


los niños de 6 a 23 meses. Puede aportar más de la mitad de las necesidades
energéticas del niño entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24
meses. La lecha materna también es una fuente esencial de energía y nutrientes
durante las enfermedades, y reduce la mortalidad de los niños malnutridos.

Los niños y adolescentes que fueron amamantados tienen menos probabilidades


de padecer sobrepeso u obesidad. Además, obtienen mejores resultados en las
pruebas de inteligencia y tienen mayor asistencia a la escuela. La lactancia
materna se asocia a mayores ingresos en la vida adulta. La mejora del desarrollo
infantil y la reducción de los costos sanitarios gracias a la lactancia materna
generan beneficios económicos para las familias y también para los países. 1

La mayor duración de la lactancia materna también contribuye a la salud y el


bienestar de las madres. Reduce el riesgo de cáncer de ovarios y de mama y
ayuda a espaciar los embarazos, ya que la lactancia exclusiva de niños menores
de 6 meses tiene un efecto hormonal que a menudo induce la amenorrea. Se trata
de un método anticonceptivo natural (aunque no exento de fallos) denominado
Método de Amenorrea de la Lactancia.

Las madres y las familias necesitan apoyo para que sus hijos reciban una
lactancia materna óptima. Entre las medidas que ayudan a proteger, fomentar y
apoyar la lactancia materna destacan:

 La adopción de políticas como el Convenio de la Organización Internacional


del Trabajo sobre la Protección de la Maternidad (N.º 183) o la
recomendación N.º 191 que complementa dicho convenio postulando una
mayor duración de la baja y mayores beneficios.
 El Código Internacional de Comercialización de los Sucedáneos de la
Leche Materna y las posteriores resoluciones pertinentes de la Asamblea
Mundial de la Salud.
 La aplicación de los Diez pasos hacia una feliz lactancia natural que se
especifican en la iniciativa «Hospitales amigos del niño», tales como:
 El apoyo de los servicios de salud, proporcionando asesoramiento sobre la
alimentación del lactante y del niño pequeño durante todos los contactos
con los niños pequeños y sus cuidadores, como las consultas prenatales y
posnatales, las consultas de niños sanos y enfermos o las vacunaciones.
 El apoyo de la comunidad, como pueden ser grupos de apoyo a las madres
o actividades comunitarias de promoción de la salud y educación sanitaria.

Las prácticas de lactancia materna responden muy bien a las intervenciones de


apoyo, y es posible mejorar en pocos años la prevalencia de la lactancia
exclusivamente materna y su continuidad.

Alimentación complementaria
Alrededor de los seis meses, las necesidades de energía y nutrientes del lactante
empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo que se
hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria. A esa edad el
niño también está suficientemente desarrollado para recibir otros alimentos. Si no
se introducen alimentos complementarios alrededor de los seis meses o si son
administrados de forma inadecuada, el crecimiento del niño puede verse afectado.
Los principios rectores de una alimentación complementaria apropiada son:

 Seguir con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes, hasta


los dos años o más.
 Ofrecer una alimentación que responda a las necesidades del niño (por
ejemplo, darles de comer a los lactantes y ayudar a comer a los niños
mayores; darles de comer lenta y pacientemente, alentándolos a que
coman, pero sin forzarlos; hablarles mientras tanto, y mantener el contacto
visual).
 Mantener una buena higiene y manipular los alimentos adecuadamente.
 Empezar a los seis meses con pequeñas cantidades de alimentos y
aumentarlas gradualmente a medida que el niño va creciendo.
 Aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos.
 Aumentar el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a
8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos
refrigerios adicionales si fuera necesario.
 Ofrecer alimentos variados y ricos en nutrientes.
 Utilizar alimentos complementarios enriquecidos o suplementos de
vitaminas y minerales si fuera necesario.
 Durante las enfermedades, aumentar la ingesta de líquidos, incluida la
leche materna, y ofrecerles alimentos blandos y favoritos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna
exclusiva durante los primeros 6 meses del bebé y de manera
complementaria con alimentos durante un año, o de posible más
tiempo. Esta misma organización sostiene que "además de los beneficios
inmediatos para los niños, la lactancia materna propicia una buena salud durante
toda la vida.

Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos


tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir
diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia".

Ahora bien, ¿qué sucede cuando el pediatra nos aconseja comenzar con la
introducción de alimentos? Sobre los 6 meses, la mayoría de los doctores
recomiendan comenzar a darle al niño pequeñas porciones de alimentos en forma
de puré (aunque hoy en día también se practica el BLW, o Baby Led Weaning,
donde el bebé prueba directamente trozos de una manera autoregulada). Poco a
poco, el bebé comenzará a incorporar sabores y texturas, pero sobre todo
nutrientes que ayudarán a su desarrollo integral.

Merece la pena destacar que ya desde el embarazo, la alimentación juega un


papel de importancia en la vida del niño. Desde el mismo momento de la
concepción, la nutrición es fundamental ya que los nutrientes ingeridos podrían
incidir en su salud futura.

De hecho, las últimas investigaciones a nivel mundial han llegado a la conclusión


de que los primeros 1000 días de vida del peque (desde la concepción hasta
los dos años de edad) determinan en gran medida su salud a lo largo de su
vida, más allá de los genes.

Como papás y docentes, es imperioso que tomemos esto en consideración: la


alimentación es uno de los pilares de la salud, desde el momento mismo de la
concepción. Por ello, la educación alimentaria cobra hoy en día un rol
determinante.

Comer bien: ¿qué es la alimentación equilibrada?


 Hace un tiempo, te presentamos la pirámide alimentaria infantil. Te
recomendamos que si no la recuerdas, le eches un vistazo pulsando en el
enlace. La base de la alimentación equilibrada es comer de todo ¡en su justa
medida! Es decir que no hablamos de alimentos "malos" o "prohibidos".

Los peques pueden ingerir de todo (siempre adecuado a su edad. Recuerda que
durante la introducción de alimentos, tu pediatra te dirá qué alimentos puede
comenzar a comer para evitar alergias alimentarias) ¡sin exagerar!

Generalmente la introducción de alimentos se inicia con la incorporación de frutas


y verduras, seguidas por cereales como el arroz. Posteriormente, se incorporan
carnes y pescado. La base de la alimentación de los niños, como puedes ver en la
pirámide, son los carbohidratos porque ¡son el combustible que necesitan para
crecer, correr y jugar!

Por supuesto, las verduras y frutas también deben comerse diariamente (5 y 3


raciones respectivamente). Ahora bien, según un estudio de Alsalma 2.0, en el
que se analizaron los hábitos nutricionales de un grupo de más de 1.700 niños
españoles, "el 95,9% de los niños de 12 a 36 meses consumen cuatro veces
más proteínas de la ingesta diaria recomendada"

¿Por qué sucede esto? Porque la mayoría de los adultos pensamos que los niños
deben comer como lo hacemos nosotros ¡y eso no es así!

Los niños y niñas de uno y dos años tienen unas necesidades nutricionales
superiores a las de un adulto, ¡llegando a necesitar entre 4 y 7 veces más
nutrientes por kilo que nosotros! Por eso, la dieta infantil debe estar adaptada a
los niños, no sólo en cantidad sino también en calidad.

En Educo preparamos un menú nutricionalmente completo y adaptado para


niños como guía para tu día a día, ¡no te lo pierdas! Y recuerda que otra de las
caras de la pirámide es ¡la actividad física y el descanso! La nutrición va de la
mano de buenos hábitos diarios como el deporte, el aprendizaje, el tiempo libre, el
descanso y la higiene.

Posibles efectos de una nutrición infantil


desequilibrada
En Educo continuamos trabajando para que miles de niños a lo largo y ancho de
España puedan recibir una comida equilibrada y saludable al día pero la ayuda
continúa siendo necesaria: recibimos más peticiones de los colegios en los
que colaboramos y nos llaman de nuevos centros. ¿Nos ayudas a ayudar?

Cuando hablamos de nutrición desequilibrada, no nos referimos solamente a la


desnutrición sino también a la sobrealimentación y a la alimentación inadecuada.
Veamos posibles efectos de cada una de estas situación:

Desnutrición durante los primeros años de vida del niño


Al hablar de desnutrición, no pensamos exclusivamente en los casos extremos
que todos conocemos por las noticias. En nuestro país también es posible
encontrar niños en estado de desnutrición, aunque no presenten los rasgos típicos
a simple vista.

La desnutrición es sencillamente una carencia de nutrientes, es decir que un niño


con una alimentación desequilibrada puede estar mal nutrido y ver afectado su
desarrollo psíquico, motor y emocional.

Por ejemplo, ¿sabías que el bebé nace con un cerebro que pesa alrededor de
35/40 gramos llegando a alcanzar los 900 gramos sobre los 14 meses? Una mala
nutrición puede detener el crecimiento cerebral.

Sobrealimentación infantil y alimentación desequilibrada


Muchos padres cometemos el error de obligar a los peques a terminar el
plato, sin tener en cuenta que su necesidad nutricional es diferente a la
nuestra. Los niños se autorregulan y comen lo que necesitan comer: durante
algunos períodos ingieren mayor cantidad de alimentos pues los necesitan para
crecer y otros, tienen menos apetito pues están en un período de descanso de
crecimiento.

Otro factor de riesgo es la alimentación desequilibrada. Hoy en día se


consumen de manera cotidiana bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados,
sin tomar en consideración el contenido nutricional de los mismos. Las comidas
rápidas, los snacks, los alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares, los
platos congelados y la pastelería deberían consumirse con moderación.

iempre lee las etiquetas de los alimentos para determinar su contenido calórico y


valor nutricional. Tanto la sobrealimentación como la alimentación
desequilibrada pueden generar enfermedades crónicas desde edades
tempranas, como la anemia, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, las caries e
incluso, enfermedades cardiovasculares.

Enseña a tus hijos a comer bien, de manera equilibrada, ¡desde pequeños!

Educación alimentaria: guía para padres y


docentes
 Veamo
s juntos algunos consejos para educar a los niños para comer de manera
equilibrada:

1. Infórmate: el primer paso es saber cómo realizar una compra de


alimentos saludables. Si en casa no tienes alimentos sanos, la alimentación
no será equilibrada. Aprende sobre las necesidades nutricionales de tus
hijos, lee las etiquetas de los alimentos y busca recetas saludables.
2. Da el ejemplo: tus hijos te imitan ¡en todo! Si tú no comes verduras,
ellos tampoco. No dudes en dar el ejemplo. Ayudarás a que incorporen toda
clase de alimentos y ¡mejorarás su salud y la tuya!
3. No tires la toalla: ¿sabías que los niños necesitan probar un
alimentos hasta 10 veces? Si tu hijo dice que algo no le gusta, deja pasar
unos días y prueba otra vez. Puedes cambiarle la cocción, la textura, la
presentación...
4. No obligues a tu hijo a comer: propón alimentos a tus hijos y deja
que los prueben. Si no quieren terminar el plato, no les obligues. Una buena
táctica es pedirles que prueben todo lo que les sirves y asegurarles que si
no les gusta algo, no les obligarás a comerlo. Lo más importante es lograr
que prueben los diferentes alimentos, ¡no que limpien el plato!
5. Sirve platos coloridos: un plato repleto de colores es un plato
nutricionalmente completo. Los colores además pueden resultarle atractivos
a tus hijos y ayudar a que prueben nuevos alimentos.
6. No llenes demasiado los platos: recuerda que los niños necesitan
porciones infantiles.
7. Prepara un menú semanal antes de hacer la compra: el menú te
ayudará a mantener la alimentación equilibrada.
8. No hables de alimentos malos: siempre resalta las bondades de
cada alimento.
9. Permite que tus hijos coman algún trozo de tarta, un chocolate o
un caramelo: recuerda que pueden comer de todo ¡en su justa medida!
Negárselos hará que los deseen aún más. Ten en cuenta que nunca debes
ofrecerlos como premios. ¡Las golosinas no son premios!
10. Elige el agua como bebida de preferencia para los niños: no te
olvides que las bebidas azucaradas (incluidos los zumos de frutas)
contienen un valor nutricional inferior a su contenido calórico. Deja que los
consuman pero ¡con moderación!

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