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Técnica de los
recursos
ordinarios
2da. Edición
La Plata, 2004
1a edición, agosto de 1985
1a Reimpresión inalterada, agosto de 1988
2a Reimpresión inalterada, mayo de 2000
Edición al cuidado de
Enrique H. Bonatto
ISBN: 950-536-166-1
Eduardo J. COUTURE
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PRIMERA PARTE
TEORÍA GENERAL DE LA IMPUGNACIÓN
(ANATOMÍA DE LA IMPUGNACIÓN)
CAPÍTULO I
TEORÍA GENERAL DE LA IMPUGNACIÓN
I. GENERALIDADES
A. CONCEPTO DE IMPUGNACIÓN
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impugnación ha dicho: "Lo que ocurre es que nuestro modelo procesal -se refiere
al español- ha preferido introducir en la mayoría de los casos una segunda oportu-
nidad de revisión y control. En primer lugar para neutralizar en la medida de lo
posible, los juicios de valor contenidos en una sentencia, sometiéndolos a un se-
gundo juicio. En segundo lugar para reforzarla jerarquía del sistema, de manera tal
que un órgano superior tenga la posibilidad de fiscalizar la labor de los órganos
inferiores" (RAMOS MÉNDEZ, Francisco, El sistema procesal español, Bosch, Barcelo-
na, 1992, p. 393, 395).
5 Véase HITTERS, Juan Carlos, Técnica de los recursos extraordinarios y de
a
la casación, Platense, 2 . ed., 1998, p. 167.
6 ALSINA, Tratado teórico práctico de derecho procesal civil y comercial,
Ediar, Buenos Aires, 1961, v. IV, pp. 184/5. Cfr. FAIRÉN GUILLEN, Víctor, ob. cit., pp.
329 a 333.
7 CALAMANDREI, Estudios sobre el proceso civil, Ejea, v. III, p. 251.
8 KELSEN, Teoría general del derecho y del estado, trad. GARCÍA MAYNEZ, 2a
ed. México, 1958, Imprenta Universitaria, pp. 182 a 183.
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casación como vía de impugnación, Rev. Col. de Abogados de La Plata, v. 43, año
XXIV, p. 171.
22 CARNELUTTI, Sistema..., ob. cit., v. III, pp. 607 a 613. No obstante ello,
existen en el derecho privado algunos negocios que son por esencia irrevocables,
como por ejemplo: el contrato, por oposición a otros, naturalmente revocables como
los testamentos.
23 COSTA, S., Manuale di diritto processuale civile, quinta edizione, Utet,
Torino, 1980, p. 434.
24 GUASP, ob. cit, p. 1323.
25 GUASP, ob. cit., pp. 1325/6.
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B. MEDIOS DE GRAVAMEN Y ACCIONES
DE IMPUGNACIÓN
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Brasil, por regla, cada fallo tolera un solo remedio, ya que éstos no son fungibles.
En este sentido -agrega- el código ritual de 1939 había dejado sentado en forma
expresa tal pauta, mientras que el vigente (del año 1974) la da por sobreentendida.
44 BALLESTER, Horacio C, Medios de impugnación de actuaciones y resolu-
ciones judiciales, deducción múltiple y subsidiaria. La cuestión en los códigos pro-
cesales en lo civil y comercial de la provincia de Buenos Aires y de la Nación, Der.,
v. 71, pp. 627/630.
45 GUASP, ob. cit., pp. 1425 y ss.
46 Aunque en puridad de verdad, debe quedar en claro que tales pautas
distintivas, se observan con nitidez en la llamada casación "pura", como por ejem-
plo la que tiene vigencia en Francia, donde al operar el reenvío, se nota diáfanamente
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54 Claro que todo depende del concepto que se tenga de sentencia firme,
pues para algunos autores el decisorio recién toma el atributo de "cosa juzgada"
cuando ha transcurrido el plazo para interponer el recurso de revisión, por supues-
to, siempre y cuando el mismo esté legislado.
55 El código procesal civil y comercial de La Rioja uno de los primeros
sancionado en el país, tipificó expresamente el recurso de revisión en su artículo
265 legislando las siguientes causales:
o
1 ) "Cuando después de pronunciadas se recobran documentos decisivos
ignorados, extraviados o retenidos por fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo
favor aquellos han sido dictados, o por un tercero".
2°) "Cuando han recaído en virtud de documentos que al tiempo de dictarse
ignoraba la parte recurrente que hubiesen sido reconocidos o declarados falsos, o
cuya falsedad se reconoció o declaró después de la sentencia".
o
3 ) "Cuando fueron dictadas en virtud de prueba testimonial, y alguno de los
testigos es condenado por falso testimonio en su declaración".
o
4 ) "Cuando se han obtenido en virtud de cohecho, violencia u otra maqui-
nación fraudulenta".
56 IBAÑEZ FROCHAM, Tratado de los recursos en el proceso civil, ob. cit., n°
365, p. 562.
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a) Generalidades
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por entonces concebido, dado que -como vimos- el juicio era una
expresión de la divinidad y tenía -como resalta el nombrado autor
uruguayo- el carácter infalible de ésta. Mas cuando el proceso fue
influido por la laicización y el que decide no es más el soberano sino
el juez, ahí aparecen los remedios contra sus pronunciamientos60.
b) El derecho romano
c) La revocatio in duplum
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d) La in integrum restitutio
e) La appellatio
63 PAULO, S. v. 5, 7 y 8.
64 PONTES DE MIRANDA, A. Ação rescisória contra as sentenças, Río de
Janeiro, 1934, p. 100. Cfr. COSTA, Stéfano, // dolo processuale in tema civile e pénale,
Librería Scientifica, p. 112.
65 HITTERS, Revisión de la cosa juzgada, ob. cit., 2da. edición, p. 35.
66 PETIT, ob. cit, p. 937.
67 SAVIGNY, M. F. de, Sistema de derecho romano actual, trad. Manuel POLEY,
ed. Góngora y Cía., Madrid, v. IV, p. 18.
68 SCIALOJA, Vittorio, Procedimiento civil romano, Ejea, n° 46, p. 348.
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f) Evolución posterior
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las interlocutorias y contra las definitivas; en este último caso, el remedio cumplía
la función de una tercera instancia, pues como se trataba de órganos supremos
que representaban al Rey, sus proveimientos no eran apelables, simplemente se
podía suplicar respetuosamente ante el mismo cuerpo. La L E. C. de 1855 lo supri-
mió como vía de ataque contra los fallos finales, manteniéndolo para funcionar
contra las interlocutorias de los cuerpos colegiados. El ordenamiento adjetivo de 1881
todavía lo contempla y se incoa "contra las sentencias o autos resolutorios de inciden-
tes que se promuevan durante la segunda instancia... para ante la misma Sala, den-
tro de los cinco días...". El recurso de Segunda Suplicación llamado también "de la ley
de Segovia", se interponía ante el Tribunal Supremo, que actuaba en tercera instan-
cia, para controlar el fallo de segunda instancia (CARAVANTES, ob. cit., v. IV, p. 73).
87 Disponía la Novísima Recopilación, que se debía interponer ante el
Tribunal Supremo, contra las sentencias del Tribunal Superior de la causa, en
juicios cuya primera instancia "se hubiese seguido ante el juez inferior", siempre y
cuando resultara de autos una notoria injusticia. Es de hacer notar que dicho
remedio se parece al extraordinario de inaplicabilidad de ley de la Provincia de
Buenos Aires, aunque a diferencia de éste, aquél era resuelto con reenvío, ya que
si el órgano supremo entendía que había habido injusticia notoria, casaba la reso-
lución atacada, y la remitía al inferior para que juzgue de nuevo, con expresa
aclaración de que la Sala debía integrarse con jueces distintos a los que habían
fallado con anterioridad (CARAVANTES, ob. cit., v. IV, pp. 75 a 79). Conviene acotar,
que en la práctica, una vez interpuesto este remedio, se dada traslado al vence
dor, antes de decidir sobre su admisibilidad; trámite similar al receptado por el
artículo 57 de la ley 22.434, respecto del recurso extraordinario federal.
88 RAMOS MÉNDEZ, Derecho procesal civil, ob. cit., p. 667. Con relación a la
L.E.C. anterior decía el autor que aunque en verdad es dable remarcar que su
ámbito de aplicación es más limitado que la reposición, pues no se da contra las
providencias de mera tramitación, dado que éstas no toleran recurso alguno, salvo
el de responsabilidad (arts. 401 y 405 de la L.E.C). Contra las sentencias o autos
resolutorios de incidentes que se promuevan durante la segunda instancia se pue-
de interponer el referido canal impugnatorio, ante la misma Sala y dentro de los
cinco días (arts. 402 y 405 L.E.C). De lo que se infiere que sólo quedan excluidos
de esta vía los decisorios definitivos y los autos que ponen término al juicio.
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SEGUNDA PARTE
I. PRINCIPIOS GENERALES
A. CONCEPTO
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a
8 SCHÓNKE, ob. cit., p. 299. ídem, PRIETO CASTRO, Derecho procesal civil, 1
parte, ob. cit, pp. 571/72.
9 COUTURE, ob. cit, p. 350.
10 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., 2da. edición,
pp. 605 a 607.
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la ley 10.149 y 81 del decreto reglamentario 6409/84. (Del voto del Dr. HITTERS).
f) Si el accionante no declinó expresamente la instancia administrativa antes
de la resolución que fijó la indemnización, el conflicto no podrá dirimirse en sede
judicial. (Del voto del Dr. SALAS).
g) La declinación de la instancia administrativa debe ser producto de una
manifestación de voluntad clara e inequívoca por parte del interesado. (Del voto del
Dr. SALAS).
h) Resulta inatendible la alegación en un proceso -en el caso la declinación
de la instancia administrativa antes de la resolución que fijó el monto indemnizatorio
por un accidente laboral- que se contradice con los comportamientos anteriores y
posteriores jurídicamente relevantes y plenamente eficaces. (Del voto del Dr. SALAS).
("Tirelli, Hilda M. c/ Municipalidad de San Pedro s/ Indemniz. accid, de trabajo",
sent. del 6/8 de 2003).
19 BALLESTER, ob. cit., Der., v. 71, pp. 627 y ss.
20 HITTERS, Tribunal Superior de la causa (a tos fines del recurso extraordi
nario federal), Der., v. 107, p. 833.
21 GOLDSCHMIDT, ob. cit., pp. 295 y 402.
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C. FUNDAMENTO. FINALIDAD
a) Generalidades
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b) Gravamen
1) Presupuestos
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2) Conclusiones
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II. CLASIFICACIONES A.
GENERALIDADES
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48 IBÁÑEZ FROCHAM, ob. cit, pp. 52/53; Cfr. GUASP, ob. cit, pp. 1324 y 1325.
49 BARBOSA MOREIRA, O novo processo civil brasileño, Río de Janeiro, Edi-
tora Forense, año 1982, 5ta. edicao, p. 159. Cfr. mismo autor Comentarios..., ob.
c/f.,v. V, p. 286.
50 Cfr. BERMUDES, Sergio, Comentarios ao Código de Processo Civil, San
a
Pablo, Brasil, 1 ed., p. 93.
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B. DIVERSAS CLASIFICACIONES
a) Remedios y recursos
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CAPÍTULO III
PROPEDÉUTICA RECURSIVA
A. GENERALIDADES
23. Hemos advertido que para que los recursos tengan cabida
debe invocarse un vicio de la sentencia que, a su vez, cause un
agravio al impugnante (véase nQ 14), ya que de no darse esta
situación carecería de sentido el ataque, pues se estaría actuando
en el solo interés de la ley, o para satisfacer pruritos formales, o
por vocación ateneísta o académica, por lo que el embate se
tornaría insustancial.
El vicio del decisorio se erige en el antecedente de los recursos
ya que, en definitiva, a través de éstos se pretende enmendar a
aquél, y todo ello con evidente finalidad de evitar el agravio al
litigante.
Tenemos entonces a nuestra consideración esta trilogía: vicio
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B. CONCEPTO
24. Antes que nada es preciso apuntar que los términos vicio
y error son utilizados aquí como sinónimos, lo que significa que
no son esgrimidos en su acepción técnica como defectos de la
voluntad, sino como imperfección del acto sentencial, por lo cual
para su aparición en nada influye la condición sociológica del
juzgador; esto es si el mismo se equivocó a sabiendas o no; lo
trascendente para nuestra temática es el resultado, la
consecuencia. Por ello lo que importa a estos fines es que haya
existido un error decisorio sin que nos deba preocupar si el
magistrado produjo el yerro de buena o mala fe3.
No será inoportuno distinguir el error o vicio, de la
ignorancia, ya que los dos primeros se refieren al juicio, mientras
que la segunda al juez; por ignorancia el fallador dicta un
proveimiento erróneo. Ignorancia significa en definitiva: ausencia
o escasez de conocimientos; y ella puede conducir a un
razonamiento deficitario.
Sintetizando: el error es el modo de ser del juicio y, por ende,
del acto que él refiere. Y cuando hablamos del vicio, como paso
previo del agravio para la procedibilidad de los recursos ordinarios,
no nos estamos refiriendo al vicio de la voluntad, sino al defecto
del acto que, a su vez, puede ser de hecho o de derecho4.
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a
16 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., 2 . edición, ob. cit.,
p. 232.
17 Tan importante es para CALAMANDREI la clasificación apuntada, y tanto
sentido práctico le asigna, que resalta la importancia del artículo 517 del viejo códi-
go procesal civil italiano (derogado), que diferenciaba los vicios del juicio, de los
vicios de actividad (véase Estudios..., ob. cit., p. 178). Sin embargo, el código de
1940 dejó sin efecto la distinción haciendo referencia exclusivamente a la "viola-
ción de las normas de derecho" (art. 360), siguiendo el esquema de la legislación
germánica que reunió ambos defectos bajo el acápite genérico de "violación de ley"
(párrafo 549 de la Z.P.O.) Véase LEÍBLE, Stefan, ob. cit. p. 417.
18 Oportuno resulta señalar que CHIOVENDA ha advertido (Principii..., ob.
cit, p. 1030) que puede ocurrir que un defecto de actividad (in procedendo) se
presente como vicio del juicio (in iudicando), y ello se da cuando el juez se pronun-
cia expresamente sobre las actividades procesales, y en base a ello, decide sobre
el mérito, o por el contrario, anuncia no poder pronunciarse sobre el fondo.
19 HITTERS, Juan Carlos, Motivos que habilitan la casación, Der, v. 101,
pp. 814 a 825.
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A. GENERALIDADES
27. Antes que nada conviene repetir que es el juez del recurso
22 Fundamentos..., ob. cit., p. 347.
23 PODETTI, Tratado..., ob. cit., pp. 37/38.
24 CARRIÓ, El recurso extraordinario por sentencia arbitraria, ob. cit., v. I, p.
41 y ss.
25 PODETTI, Tratado..., ob. cit., p. 38.
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voluntariamente en juicio. Pero en tal caso, coincidimos con PALACIO, en que por lo
menos antes de concedérsele el recurso al tercero, deben ser escuchadas las par-
tes, las que podrían sostener que el impugnante no ha acreditado sumariamente
que la sentencia pudiere afectar su interés propio, o que según las reglas del dere-
cho sustancial, hubiese estado legitimado para demandar o ser demandados en
juicio (art. 90, Cód. proc. civ. y com. de la Nación).
39 S. COSTA, ob. cit, pp. 55/56 y 102.
40 FENOCHIETTO-ARAZI, Código..., ob. cit., v. I, p. 767.
41 A. COSTA, ob. cit., p. 50 y ss. Véase también FENOCCHIETTO-ARAZI, ob. cit,
v. I, p. 767.
42 IBAÑEZ FROCHAM, ob. cit., p. 44.
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A. GENERALIDADES. DISTINCIÓN
30. Como cualquier otro acto procesal -el recurso lo es, sin
duda- encontramos en los medios de impugnación dos momentos
perfectamente diferenciables; ellos son la admisibilidad, y la
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55 CALAMANDREI, Casación civil, ob. cit., p. 116. Aunque cabe señalar que el
citado jurista cuando habla de la poca importancia de esta temática, se refiere al
recurso de casación, aunque de todos modos los conceptos valen para todo el
sistema impugnativo.
a
56 CHIOVENDA, Istituzioni..., ob. cit., 1 ed., v. II, p. 622.
57 HITTERS, Juan Carlos, Admisibilidad y procedencia de los recursos ex-
traordinarios, Jus, Órgano de la Fundación Jus, v. 34, p. 16.
58 PODETTI, ob. cit., p. 26. idem, GOLDSCHMIDT, ob. cit., pp. 242/4. Aclara el
primer autor que una petición es admisible cuando reúne las condiciones de las
que depende el posterior examen de su contenido que están determinadas por el
derecho procesal; una vez comprobada la admisibilidad -añade- se entra en el
análisis de fondo, y se considera fundada (procedente) cuando es adecuada para
producir la resolución que se solicita.
59 PRIETO CASTRO, Derecho procesal civil, ob. cit., primera parte, v. V, p. 43.
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B. ADMISIBILIDAD. REQUISITOS
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C. PROCEDENCIA. REQUISITOS
D. ADMISIBILIDAD, PROCEDENCIA
Y COSA JUZGADA
33. Parece notorio que hay una estrecha relación entre los
conceptos de "admisibilidad", "procedencia" y "cosa juzgada",74 y la
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20 de mayo de 1977, in re, "Bemuchi, Gabriel Ángel contra Banco del Norte". En un
caso similar, la Cámara Segunda, sala II de La Plata (Prov. de Bs. As.), ha decidido
que la providencia sujeta a recurso extraordinario no adquiere firmeza (lo subraya-
do es nuestro) hasta que éste no es rechazado (causa B-45.987, del 10 de abril de
1979, "Bagó contra Bianchi"); reg. int., n° 89; ídem, Cámara Segunda, sala I, La
Plata, causa B-44.672, del 2-6-78, reg. int. 124/78, véase SCBA, Ac. P 81.273 del
26-2-2003.
78 Fundamentos de derecho procesal civil, ob. cit., p. 407; Cfr. GOLDSCHMIDT,
Derecho procesal civil, ob. cit, año 1936, p. 396 y 541; idem, JOFRÉ, Código proce-
a
sal civil. Anotado, 2 ed., p. 259, n° 1.
79 Código..., ob. cit, ed. 1969, v. II, p. 80. Cfr. DEVIS ECHANDIA, Nociones
generales de derecho procesal civil, Bogotá, Colombia, pp. 529 y 668. ídem, SAVIGNY,
Sistema de derecho romano actual, ob. cit., v. VI, p. 323. Cfr. CALAMANDREI, La casa-
ción civil, ob. cit., v. I, p. 94, nota 54.
80 Es dable dejar bien en claro que no debe confundirse la "firmeza" de
una resolución, con su "ejecutoriedad", ya que como resulta obvio, estamos en
presencia de dos conceptos bien distintos que no es posible englobar bajo un mis-
mo acápite. Nótese que hay decisiones judiciales que se pueden "ejecutar" sin
estar "firmes", como por ejemplo en el caso de un recurso concedido con efecto
devolutivo; y en estas situaciones a nadie se le ocurrirá que se trata de un fallo
ejecutoriado.
Sucede lo mismo en el recurso de queja. En efecto, las leyes adjetivas
permiten en ciertas oportunidad la ejecución (provisoria) de la sentencia sometida
a dicho mecanismo recursivo, pero ello de ningún modo autoriza a pensar que se
trata de una providencia firme.
Bajo este cristal, distingue LIEBMAN (Eficacia y autoridad de la sentencia, pp.
56 y 57) claramente la "eficacia" (firmeza o inmutabilidad), de la "autoridad"
(ejecutoriedad o imperatividad), de la sentencia, "porque a veces aquélla es
imperativa y produce todos sus efectos aún antes e independientemente del hecho
de pasaren autoridad de cosa juzgada" (Cfr. CARNELUTTI, Rivista di Diritto processuale
Civile, 1930, v. I, p. 109; idem, DEVIS ECHANDÍA, ob. cit, p. 528).
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a) Verdadero enfoque
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a la posibilidad de una revisión de las sentencias diciendo que "la revisión satisface
la índole humana, porque los hombres no aceptan una decisión adversa, principal-
a
mente cuando es única". (Introdução ao Processo Civil, 2 Edição, Editora Forense,
Río de Janeiro, 1996, p. 148).
90 Como acota CALAMANDREI, la equidad del decisorio viene a ser tomada
en consideración de un modo indirecto {Estudios..., ob. cit., p. 440).
91 Este concepto de recurso (o medio de gravamen) -dice CALAMANDREI- en
su moderna concepción determina que la validez de cualquier sentencia de grado
inferior, nace en un estado incompleto de imperfección, de pendencia (Estudios...,
ob. cit, p. 440).
92 CHIOVENDA, Principios..., ob. cit., v. II, p. 599.
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B. LA CUESTIÓN EN LA ARGENTINA
100 Rocco, ob. cit., v. I, p. 386. Señala este autor que la jurisdicción múlti
ple de los órganos del Estado, implica pese a todo, una manifestación única de su-
voluntad. En el mismo sentido sostiene Juan MONTERO AROCA (El proceso laboral,
Biblioteca Procesal, Barcelona, 1979, v. I, p. 28). "Que la jurisdicción como potes-
tad dimanente de la soberanía del Estado es necesariamente única; ya que es
imposible conceptualmente que el Estado tenga más de una jurisdicción".
101 BETTI, Diritto processuale civile italiano, p. 638.
102 Sistema delle impugnazioni civile..., ob. cit, p. 137.
103 GUASP, Derecho procesal civil..., ob. cit., p. 1322.
104 Rocco, ob. cit., v. I, p. 386.
105 MERCADER, Naturaleza y límites de la jurisdicción procesal, Rev. Col.
Abog., v. 4, n° 11,1963, p. 349.
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106 El recurso de apelación..., ob. cit., pp. 18/19. Cfr. PODETTI, Tratado...,
ob. cit., p. 75.
107 IBÁÑEZ FROCHAM, ob. cit, p. 90.
108 Si bien nosostros asociamos la instancia única a la oralidad (véase
HITTERS, Juan Carlos, El juicio oral en materia civil y comercial, ob. cit., pp. 7/9),
como una dupla verdaderamente inescindible, no olvidamos que CALAMANDREI -como
apuntamos- defendió la compatibilidad entre oralidad y doble instancia (véase SEN-
T(S MELENDO, Teoría y práctica de proceso, v. III, p. 36).
109 PODETTI, ob. cit, p. 78.
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110 Sobre el particular puede verse: ALVARADO VELLOSO, Adolfo, El juicio oral
en la provincia de Santa Fe, Jus, v. 7, p. 11.
111 HITTERS, El juicio oral, ob. cit., p. 24.
112 Sobre este tema puede verse BERMEJO, Patricia, Los recursos en los
tribunales de familia de la Provincia de Buenos Aires (ley 11.453), Revista de Dere-
cho Procesal, Rubinzal-Culzoni, 1999, n° 2, Tomo I, P. 175 y ss.
113 Como bien lo ha expresado LOUTAYF RANEA -refiréndose al proceso ci-
vil- "De ninguna parte de la Constitución Nacional surge que la doble instancia
constituya un requisito de la defensa en juicio de los asuntos que corresponden a
las jurisdicciones locales, de conformidad con el art. 67 inc. 11; no emana de la
formulación genérica de la garantía realizada en el art. 18, ni de las normas refe-
rentes a la justicia nacional (arts.94 y ss), ni del artículo 5 que manda que cada
Provincia debe dictar su Constitución, en donde solamente se exige el aseguramiento
de la administración de justicia". (LOUTAYF RANEA, Roberto G., Recurso Ordinario de
Apelación en el Proceso Civil, Astrea, 1989, T. I, p. 31).
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C. CONCLUSIONES
114 CSN, Fallos, v. 238, p. 503; v. 243, p. 296; v. 244, p. 260; v. 311, p. 272;
v. 312, p. 195, entre muchos otros.
115 COLOMBO, Código procesal civil y comercial de la Nación..., ob. cit., v. II,
p. 433.
116 HITTERS, Juan C, Criterios establecidos por los órganos jurisdicciona-
les de los sistemas Interamericano y Europeo, Revista La Ley, 2003-D-1373.
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(véase nros. 4 a 9), dado que tanto el poder real como la iglesia
buscaban a través de los recursos quitarle facultades a los señores
feudales; de ahí que luego con la decadencia de éstos se haya
originado una reacción contra el sistema amplio de la apelabilidad,
corrompido por su onerosidad y lentitud124.
Tan es así que las leyes de Partida (Ley 13, Tít. 23, Partida 3a)
prohibían la apelación de las sentencias interlocutorias, disponiendo
luego la Ley 23, Tít. 20, libro II de la Novísima Recopilación, lo
siguiente: "Establecemos que de las sentencias interlocutorias no
hay Alzada y que los juzgadores no la otorguen ni la den".
Paralelamente el Concilio de Trento moderó la libertad de
impugnación absoluta que daban los cánones, limitando las
posibilidades de combatir este tipo de fallos.
No obstante la regla de inapelabilidad de las
interlocutorias, en ciertos casos se permitió su ataque cuando
causaban agravio que no podía repararse en las sentencias o
cuando irrogaban indefensión (Ley 23, Tít. 20, libro XI, Novísima
Recopilación)125.
Dicho sistema se trasvasó a la ley de enjuiciamiento civil
española del año 1855, permitiéndose la apelabilidad de las
providencias definitivas e interlocutorias, que decidan artículo,
como asimismo tolerándose la reposición contra las mismas126.
Como observa Díaz, se advierte una cierta tendencia
evolutiva que arranca en el antiguo derecho español, hacia la
limitación de la recurribilidad de las interlocutorias, aunque en
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a) Italia
127 DÍAZ, ob. cit., p. 152. E:n este aspecto repárese en que la ley 50 tuvo
una mejor técnica legislativa que la actual ley 22.434, ya que aquélla disponía en
su artículo 206 que: "el recurso de apelación sólo se otorgará de las sentencias
definitivas, y de las interlocutorias que causen perjuicio irreparable por aquéllas",
mientras que la vigente sienta un criterio amplio de recurribilidad al edictar en el
artículo 242, inciso 2° que las interlocutorias son apelables, sin imponer ningún tipo
de limitación (ob. cit., p. 152).
128 CARNELUTTI, Istituzioni..., ob. cit., v. II, pp. 91 y 145. ACOTA ROCCO (Trata-
do..., ob. cit., v. II, p. 260, nota 4) que extraña que el propio CARNELUTTI criticara
dicha lexicografía de "sentencia parcial", cuando él mismo con anterioridad la ha-
bía propuesto. Lo cierto es que este autor cambió de criterio, prefiriendo luego
hablar de decisiones interlocutorias.
129 Rocco, Tratado..., ob. cit., v. II, p. 260, y v. III, pp. 222/223.
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b) Alemania
c) Brasil
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d) España
136 Sobre este tema y con referencia al viejo Código brasileño del año
1939 véase: BUZAID, Del agravio en el auto del proceso, en Revista de Derecho
Procesal, 1951, v. 1, p. 116 y ss.
137 BARBOSA MOREIRA, Comentarios..., ob. cit, v. V, p. 552.
138 No resultará ocioso señalar que ciertos autores españoles como GUASP
(Derecho procesal civil, ob. cit., p. 530) consideran inaceptable que las llamadas
sentencias interlocutorias puedan gozar de una autonomía funcional, ya que según
éste se trata de meras resoluciones judiciales. Al respecto apunta el citado publicista,
que la dicotomía entre providencias definitivas y las que deciden "cuestiones no de
fondo", o interlocutorias, es dogmáticamente inaceptable; "las sentencias
interlocutorias no son realmente tales, sino resoluciones judiciales de otra clase, a
las que por las razones que sea, se las quiere revestir de las modalidades solem-
nes de una sentencia. Esto es lo que ocurre en el derecho positivo español, en el
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que el artículo 369 de la L.E.C., al definir las sentencias como una clase de resolu-
ciones, habla de las que deciden definitivamente las cuestiones del pleito en una
instancia o recurso extraordinario, las verdaderas sentencias, pero les añade: las
que recayendo sobre un incidente, pongan término a lo principal, objeto del pleito,
haciendo imposible su continuación y las que declaren haber o no lugar a oír a un
litigante condenado en rebeldía, supuestos -finaliza GUASP- que son más bien ejem-
plos de resoluciones interlocutorias, a no ser que, al margen del pensamiento legal,
se configuren los incidentes y las audiencias al rebelde como procesos especiales
que reciben una decisión propia, igual que cualquiera otros".
139 Por su parte el artículo 382 del referido ordenamiento edictaba que:
"Las sentencias definitivas de todo negocio y de los autos resolutorios de excepcio-
nes dilatorias o incidentes serán apelables dentro de cinco días". La novela del año
1984, hizo algunos retoques a esta temática.
140 PALACIO, Tratado..., v. V, p. 91.
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Técnica de los recursos ordinarios
141 DÍAZ, Sobre la apelabilidad..., ob. cit., Revista del Colegio de Abogados
de La Plata, p. 156.
142 PALACIO, Tratado..., v. V, pp. 91/92.
143 En lo que hace a los procesos sumarios y sumarísimos, las limitacio-
nes son desde luego de mayor severidad (PALACIO, Tratado..., v. V, p. 92).
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A. DERECHO COMPARADO
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155 MENDONCA LIMA, Alcides de, Sistema de normas gerais dos recursos
a
civies, Río de Janeiro, 1976, 2 ed., p. 237.
156 BARBOSA MOREIRA, Comentarios.,,, ob. cit, v. V, p. 422.
157 PODETTI, Tratado de los actos procesales, ob. cit., p. 246.
158 PALACIO, Derecho..., ob. cit., v. IV, p. 79.
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Técnica de los recursos ordinarios
159 Ello significa, como decía C ARNELUTTI, que los términos para la
impugnación son en general fatales, por ende el derecho para ejercerla se pierde,
automáticamente, sin necesidad de declaración alguna, si no se la propone en
tiempo idóneo (Sistema..., ob. cit., v. III, p. 508).
160 S. COSTA, Manuale..., ob. cit, p. 429.
161 Rocco, ob. cit., v. III, p. 321/2.
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166 MORELLO, PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos procesales..., ob. cit.,
a
1 ed.,v. II, p. 729.
167 En este aspecto ha dicho la jurisprudencia que cuando ambas partes
han recurrido de la sentencia, el término para expresar agravio es individual, y por
ende se computa para cada una de aquéllas desde la respectiva notificación (Cám.
nac. federal contencioso-administrativa, sala III, diciembre 16/981, "Supermerca-
dos El Manantial contra Gobierno Nacional", Rep. La Ley, 1982, p. 2062). En con-
cordancia con lo expuesto señaló otro pronunciamiento que "el plazo para expresar
agravios cuando se ordenó que se presentaran por su orden, comienza a contarse
desde la notificación a cada parte, independientemente de la recibida por la otra"
(Cám. II, sala III, La Plata, causa B-47.677, Reg. Sen. 19/80, del 4-3-80, autos "Giúdice
contra Jordán"). Expresó que "El plazo para apelar es perentorio (art. 155 CPC) y
corre desde la notificación o desde que la parte revela en autos tener conocimiento
del fallo del que se agravia (doct. art. 244 CPC)" (CC0000 PE, C 1866 RSI-110-96 I
31-5-1996, "R., F. E. C/E., H. D. s/alimentos").
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168 SCBA, causa Ac. 24.721, "Roldan Ramos, S.B. contra Scacco, N. y
otro. Inexistencia del acto jurídico", 10-X-78, (DJJBA, 27-III-79, v. 116, p. 153). Cfr.
Ac. 27.463 "Consorcio de Propietarios Edificio Horizonte contra Yáñez, Rogelio y/o
inquilinos. Medida preliminar"; 7-VIII-79. (DJJBA, 13-IX-79, v. 117, p. 191).
169 Cám. de Comercio, sala B, La Ley, v. 119, p. 983,12.316. Cfr. MORELLO,
a
PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos procesales..., ob. cit., 1 ed., v. III, p. 341.
170 SCBA, Ac. 46.571, sent. del 10-3-92.
171 Como acotamos, además de ser perentorio, no se interrumpe por la in-
terposición de recursos improcedentes (SCBA, causa B. 46.458, "García de Soria, M.
A. contra Sciammarella, F. Diligencia preliminar precautoria". Cám. II, apel. civ. y com.,
Dto. Jud. de La Plata, 2-VIII- 79; DJJBA, 30-XI-79, v. 117, p. 416).
172 CC0100 SN 5512, fallo del 17-12-2002.
173 SCBA, Ac. 84.543, "Marleillac..." (año 2000).
126
CAPÍTULO IV
EFECTO DE LOS RECURSOS
A. GENERALIDADES
a) Distintos efectos
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b) Terminología
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c) Antecedentes
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opinaron que no había sido echado del todo por la borda sino
simplemente limitado (véase no 206, nota 1).
Los que participan de la primera opinión sostuvieron que si
bien el código pide bajo pena de decadencia la reproducción en la
segunda instancia de las excepciones no acogidas (artículo 346),
no exige, empero, que se exprese dicha voluntad bajo ningún tipo
de formalidad; por lo tanto el apelado debe manifestar solamente
de modo claro la intención de mantener su postura. En este orden
de ideas ha dicho la jurisprudencia que la parte victoriosa no tiene
obligación de proponer, lo que allí se llama impugnación inciden-
tal, para que se decidan en la segunda instancia los planteos
efectuados en la primera, bastando con que exprese de manera
inequívoca que no ha desistido de ellos22.
Sintetizando, repárese entonces en que en Italia el efecto
devolutivo es utilizado con un criterio distinto al que se maneja
en la Argentina o en España, ya que en estos países se hace
referencia al mismo para indicar la posibilidad de ejecutar
provisionalmente el fallo impugnado cuando los códigos admiten
excepcionalmente tal temperamento (art. 243 apartado 32 del
Código Procesal de la Nación) (véase no 207).
En este aspecto el derecho brasileño se asemeja bastante al
nuestro, pues allí el efecto suspensivo opera por vía de principio,
funcionando el devolutivo en algunas hipótesis particulares
enumeradas en el artículo 520 de dicho cuerpo legal, actuando
sobre todo en materia de alimentos y también respecto de las
medidas cautelares23 (véase nos. 149 y 153).
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Esta problemática es tratada por la mayoría de los autores
en el ámbito de la apelación, empero, como consideramos que dicho
instituto es aplicable a todos los recursos, hemos preferido
estudiarlo aquí con un criterio abarcador y con la idea de enfatizar
sobre la validez general que tiene en todo el campo impugnatorio
y no sólo para la apelación, aunque allí es donde con mayor
frecuencia se manifiesta31.
Como dice COUTURE, tal postulado se ve de alguna manera
como un principio negativo que manda a no hacer algo. Resulta
imposible reformar un fallo en desmedro del atacante. El mismo
está apontocado en ciertos apotegmas romanos que, a su vez,
tienen un sustento lógico y jurídico, como luego veremos. Así, por
ejemplo, se refieren a este tema los adagios tales como: nemo ju-
dex sirte adore; o, nec procedat judex ex officio (que no admiten la
iniciativa del juez en cuanto a la puesta en marcha de las
pretensiones de las partes); y tantum devolutum quantum
appellatum (que tipifica el agravio como medida del recurso),
(véase no229)32.
Es evidente entonces que sobre la base de estas pautas,
enmarcadas, como más adelante pondremos de manifiesto, en el
principio dispositivo33, si el perdidoso no se queja no puede el ad
quem beneficiarlo, pues ello equivaldría a que, por ejemplo, en la
instancia de origen el juez oponga defensas que no han sido
esgrimidas por el interesado34.
Es cierto que si se tienen en cuenta estrictas razones de
justicia en el sentido de obtener como resultado final del juicio
una paz acorde a los fines del ordenamiento jurídico por medio de
la intervención del poder jurisdiccional, podría admitirse el
principio opuesto al que venimos estudiando, es decir el de la
reformatio in mellius. Tan es ello así que la legislación alemana35
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B. FUNDAMENTO DE LA PROHIBICIÓN
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1) En materia penal
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en el año 1968, disponía en el artículo 478 que, "El recurso atribuirá al tribunal de
Alzada el conocimiento del proceso sólo en cuanto a los puntos de la resolución a
que se refieren los agravios. Los recursos interpuestos por el Ministerio fiscal per-
mitirán modificar o revocar la resolución aun en favor del imputado. Cuando hubiere
sido recurrida solamente por el imputado o a su favor, la resolución no podrá ser
modificada en su perjuicio, en cuanto a la especie o cantidad de la pena ni a los
beneficios acordados".
70 CSN, 18-6-889, Fallos, v. 36, p. 226, con disidencia del doctor U. FRÍAS.
Cfr.: CSN, 1-7-1899; "Fariña", v. 79, p. 339, del 31-8-1899; "Bertino", Fallos, v. 80,
p. 431, 21-10-1899; "Pistoni", Fallos, v. 82, p. 258.
71 La Ordenanza Procesal Penal alemana se ocupa de la reformatio in
peius, en los artículos 331 y 358, II (SCHONKE, Derecho procesal civil, p. 304).
72 CSN, 22-8-1911, "Oroz", Fallos, v. 114, p. 379. ídem, fallo del 29-8-
1921, "Herbssomer", Fallos, v. 135, p. 31.
73 DE LA RÚA, Límites..., ob. cit., p. 107.
74 CSN, sentencia del 29-9-39, "Bianco", Fallos, v. 184, p. 684. ídem, 3-5-
46, "Saá", Fallos, v. 204, p. 487 (Rep. La Ley, v. VIII, p. 962, sum. 117).
75 CSN, 6-4-1956, "Gómez, M.S.", Fallos, v. 234, p. 270, publicado tam-
bién en Revista La Ley, v. 82, p. 535. La Corte declaró: I) Sin acusación no puede
haber proceso ni condena de segunda instancia, sin apelación; II) No se puede
acusar por un delito y condenar por otro más grave, incluso cuando el cambio sea
sólo de calificación si ésta resulta sorpresiva; III) El Fiscal de Cámaras no puede
ser obligado a mantener la apelación y su desistimiento deja firme el fallo de prime-
ra instancia, sin que éste requiera fórmulas sacramentales porque lo principal es la
intención; IV) El artículo 693 del Código de procedimiento criminal no permite mo-
dificar la sentencia en sentido desfavorable al procesado, sin recurso fiscal, aun
que haya recurso de la defensa; V) Al desconocerse esos principios, se viola el
derecho de defensa que la Constitución consagra (es el reconocimiento del carác-
ter constitucional de la garantía, como expresión de la defensa en juicio); VI) La
competencia del órgano de Alzada está dada por la medida del recurso concedido;
Vil) La consulta ha sido establecida a favor del encartado.
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2) En materia civil
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XII-82 y 31.747 del 30-VIII-83, entre otros, prohibiendo la reformatio in peius. Dijo
más recientemente que "La reformatio in peius es un principio de jerarquía consti-
tucional -derivado del apotegma tantum devolutum quantum apellatum- que indica
que el juez de la apelación no tiene más poderes que los que caben dentro de los
límites de los recursos deducidos y que veda la posibilidad de agravar, perjudicar o
empeorar objetivamente la situación del recurrente, e impide que se prive a la
impugnación de su finalidad específica de obtener una ventaja o un resultado más
favorable" (SCBA, Ac. 74.134 S 13-9-2000, "Arancibia, Rosario C. c/ Transportes
Automotores Pueyrredón S.A. de Transportes Financiera e I. L. 275 y otros s/ suma-
rio"). Expresó el Tribunal que 1. "El principio de la reformatio in peius impide empeorar
la situación del recurrente" (SCBA, Ac. 83.124 S 5-3-2003, "Gómez, Walter José c/
Capuzzi, Juan Carlos s/daños y perjuicios").
87 C.S.N. 17-6-60, "Elelmberger contra Lurazchi", (Fallos, v. 247, p. 109,
Rep. La Ley, v. XXI, p. 990, sum. 44). "Incurre en reformatio in peius con infracción
a las normas que gobiernan la competencia funcional de los tribunales de apela-
ción y afectación del patrimonio del recurrente, la decisión que -a valores constan-
tes- ha disminuido una regulación de honorarios sin que mediare apelación por altos"
(SCBA, AC 78830 S 20-12-2001, "Terrón, Sergio Manuel s/ incidente de determina-
ción de honorarios en 'Monterrubianesi, Osear P. c/Provincia de Buenos Aires. Ampa-
ro' y demás incidencias vinculadas y acumuladas").
88 CSN, Fallos, v. 244, p. 409 (La Ley, Suplemento diario del 11-2-60, fallo
n° 3335-S). ídem SCBA P. 2290-S-15-3-00. "El fallo de la Excma. Cámara que modi-
ficó la situación en perjuicio del imputado sin que el alcance del recurso fiscal la
habilitara transgrede los arts. 342 del Código de Procedimiento Penal (según ley 3589
y sus modif.) y 18 de la Constitución nacional -además del 314 del primero-, pues
afectó el derecho de defensa en juicio al avanzar ilegítimamente sobre la situación
procesal alcanzada por el imputado al incursionar en una cuestión que había pasado
en autoridad de cosa juzgada" (SCBA, P 62494 S 20-11-2002, "C, W. s/ Robo califi-
cado"). Señaló en otro pronunciamiento que: "La decisión de la Cámara de declarar
reincidente al procesado 'ante la omisión del sentenciante' resulta violatoria de las
reglas del debido proceso y de la defensa en juicio (art. 18, C.N.) en tanto la declara-
ción de reincidencia aparece ex novo en el trámite del expediente, sin que las partes
pudieran expedirse a su respecto. De ese modo el pronunciamiento avanzó
ilegítimamente sobre la situación procesal alcanzada por el imputado, incorporando
tal declaración que produce en cuanto al mismo efectos jurídicos más gravosos con la
consecuente conculcación de sus garantías constitucionales (art. 18, cit.)" (SCBA, P
50642 S 30-8-2000, "S., C. A. s/ Robo calificado").
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D. CONCLUSIONES
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A. GENERALIDADES
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B. DESISTIMIENTO
a) Principios generales
92 BARBOSA MOREIRA, Comentarios..., ob. cit., v. V, pp. 373, 374 (nota 464)
y 385. Cfr. SCHÖNKE, Derecho procesal civil, ob. cit., p. 303.
93 Por supuesto no nos estamos refiriendo a los llamados recursos
"devolutivos" ya que si se trata, por ejemplo de una reposición, el que resuelve es el
mismo juez.
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b) Requisitos
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c) Efectos
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a
110 Derecho procesal civil, ob. cit, 1 parte, p. 584.
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a) Concepto
111 PELLEGRINI GRINOVER, Ada, Direito processual civil, San Pablo, Brasil,
1974, pp. 113/114.
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112 SCHÖNKE, ob. cit, p. 302: COLOMBO, ob. cit, v. II, p. 452.
113 SCHÖNKE, cit., p. 302; GOLDSCHMIDT, ob. cit., p. 408.
114 Ob. cit., p. 302. Cfr. A. COSTA, El recurso ordinario..., ob cit., p. 92.
115 Al igual que el código de Brasil, el Anteproyecto de Código Modelo
para Iberoamérica, en su art. 211 inc. 2 se ocupa de esta posibilidad diciendo:
"Puede renunciarse en forma expresa o tácita, al derecho de recurrir independien-
temente de la aceptación de la otra parte y sin perjuicio de lo dispuesto por el art.
16. La renuncia tácita deriva del simple vencimiento del término así como de la
realización de un acto incompatible con la voluntad de recurrir".
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117 SCHÖNKE, ob. cit, p. 302. ídem, A. COSTA, ob. cit., p. 102.
a
118 PRIETO CASTRO, Derecho procesal civil, 1 parte, pp. 583/4.
119 ALMAGRO- NOSETE-FENECH- PRIETO CASTRO, ob. cit., unidad temática, v.
XXII, p. 49.
120 COLOMBO, Código..., ob. cit, v. II, p. 452. Cfr. A. COSTA, ob. cit, p. 99.
121 En este sentido se ha expresado la jurisprudencia, agregando ade-
más que el mandato para renunciar al recurso, es válido para consentir expresa
mente el fallo (Cám. apel. Azul, sala civil y com., 27 de feb. de 1969, causa n° 5724,
in re: "Pucci de Mancusso Rosa, Mancuso o Mancussi, Severo -Sus sucesiones-",
DJBA, 30-III-70, t. 89, p. 148).
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organización judicial y su reglamentación atañe al interés colectivo
representado por la justicia y la seguridad jurídica. Darle luz verde
a esto -agrega- sería como tolerar la regulación convencional del
procedimiento127; lo que sí puede hacer, en la opinión de este
publicista, que en esto sigue a CHIOVENDA128 , es desistir luego de
haber sido emitido el pronunciamiento.
Agustín COSTA129 , inspirado en MATTIROLO y en la corriente
francesa posibilita la renuncia previa, siempre y cuando ambas
partes la hayan efectuado, y se trate de derechos susceptibles de
transacción y, además, no sea genérica (doctrina del art. 19 de
nuestro Código Civil). En definitiva, sostiene que la misma es
válida si surge de una convención (pues de lo contrario se viola la
igualdad) y si las partes son capaces de transar130.
JOFRÉ, sobre la base de los dispuesto en el artículo 1883 inc.
3Q del Código Civil, le da luz verde a esta posibilidad131.
PALACIO -como COSTA- está por la admisibilidad, siempre que
sea bilateral132. Agrega el nombrado jurista que la prohibición
del llamado "proceso convencional" no excluye la existencia de
pactos destinados a regular aspectos particulares del juicio y
además la segunda instancia depende de un criterio de política
procesal, por lo que su mantenimiento no está para nada vinculado
con el orden público ni es requisito constitucional, en lo que hace
a la defensa enjuicio. Aunque aclara, con muy buen tino, que ello
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133 Cám. nac. civ. sala F, in re, Der.,v. 45, p. 251, fallo 21.150. ídem, CSN,
3-11-2002. Se destacó en tal orden de ideas que: "Resulta procedente el recurso
de queja por apelación denegada toda vez que la renuncia anticipada a interponer
recurso de apelación -en el caso, surgía de un mutuo hipotecario- sólo afecta a una
de las partes, pues de lo contrario resultaría quebrantado el principio de igualdad
de raigambre constitucional" (CNCI A, Capital Federal, 14-12-1998, "Banco Bansud
S.A. c/ Di Fonzo, Fernando A.", LL 1999 D, 55-98979).
"Si bien el ordenamiento procesal está estructurado de acuerdo con el siste-
ma de doble instancia, en virtud del cual el conocimiento del proceso corresponde
a órganos unipersonales cuyas decisiones son susceptibles de recursos ante órga-
nos colegiados, la limitación a la intervención de éstos puede ser legal -v. g. arts.
o
242 inc.3° y 74 inc. 5 , Cód.Procesal-, o convencional, cuando las partes pactan
expresamente la renuncia a tal derecho. Cabe hacer lugar a la renuncia anticipada
al derecho de interponer recurso de apelación, procedencia fundada en los arts.
o
872 y 1881 inc. 3 del Cód. Civil, pues la renuncia constituye un derecho del indivi-
duo que no afecta el orden jurídico y, asimismo, la doble instancia no configura un
requisito de la garantía constitucional de defensa en juicio. Si sólo una de las
partes del contrato renunció anticipadamente al derecho de apelar, se produce un
quebrantamiento al principio de igualdad ante la ley" (CNCI G, Capital Federal, 18-
9-1997, "The First National Bank of Boston c/ Lamanna, Juan C", LL 1998 B, 242-
96842).
134 COLOMBO, ob. cit, v. II, pp. 452 y 455. ALSINA, ob. cit, v. IV, p. 207. Dijo
un fallo sobre el tema de la renuncia a apelar los honorarios, que si se llegó a un
arreglo entre las partes estableciéndose que "todos los honorarios judiciales y
extrajudiciales correspondientes a ese juicio son a cargo de la parte demandada,
cuyo monto queda sometido a regulación... y que ambas partes se comprometen a
respetarlos como decisión definitiva e inapelable", dado con lo dispuesto en el art.
o
1881, inciso 3 del Código Civil, es válida la convención de renuncia ai derecho de
apelar, ya que ello no viola ningún principio de orden público (véase JOFRÉ, ed.
anotada por HALPERÍN, V. I, p. 35 y nota en Juris. Arg., v. 1, p. 67).
"Si esa renuncia puede hacerse en los casos comunes, con mayor razón
ello ocurre en materia de honorarios cuando, como en este caso, se consideran por
el apelante de fs.... elevados los mismos, ya que según lo ha establecido la juris-
prudencia, lo que la ley 12.997 prohibe, son los convenios de honorarios por una
suma menor a la que por la ley se señala para cada actuación (Juris. Arg., 1951, v. II,
p. 370) pero eso no impide desde luego, renunciar a la impugnación, por vía de ape-
lación, de honorarios que se consideren elevados" (Cám. nac. com., sala B, abril 6-
956, "Nidarill S.A. contra Atalaya Soc. Resp. Ltda.", La Ley, v. 85, p. 58).
164
Técnica de los recursos ordinarios
A modo de síntesis podemos colegir que no resulta del todo
fácil tomar posición en lo que hace a esta cuestión de la renuncia
anticipada, y si bien consideramos que le asiste razón a la mayoría,
tanto doctrinaria135 como jurisprudencial, que está por la tesis de
la permisibilidad, no se nos escapa que en determinadas ocasiones
se puede incurrir en una verdadera injusticia, por ejemplo, si la
sentencia ha sido extra petita136 o citra petita137 o cuando se trata de
contratos de adhesión, donde pueden perpetrarse verdaderos
casos de abuso138.
De cualquier manera coincidimos con quienes auspician este
tipo de liberalidad, ya que en definitiva estamos cabalgando en el
principio dispositivo, y si el Código Civil aprueba la renuncia de
los derechos del acreedor, aun de aquellos que sean eventuales o
condicionales (art. 872) no vemos óbice para que se pueda hacer
lo mismo con sendas impugnatorias de la sentencia. No olvidamos
empero, como dice PODETTI, que la organización judicial es de orden
público, pero en el caso de la eliminación de la Alzada, ya que
ésta, como lo ha puntualizado reiteradamente la Corte Suprema
Nacional (véase nos. 37 y 38) no es requisito constitucional, y si el
más Alto Cuerpo de Justicia de la Nación trabaja en determinadas
circunstancias en instancia única, también debe permitirse el
abandono de la impugnación139. Tampoco resulta satisfactoria la
posición de PODETTI cuando sostiene que la implementación de los
recursos significa una garantía de justicia y de la seguridad, ello
así porque la doble gradación no asegura de por sí ninguno de
estos dos valores (véase no 35 in fine).
165
Juan Carlos Hitters
166
TERCERA PARTE
LOS RECURSOS EN PARTICULAR
(FISIOLOGÍA DE LOS RECURSOS)
SECCIÓN PRIMERA
EL LLAMADO RECURSO
DE ACLARATORIA
CAPÍTULO V
ACLARATORIA. PRINCIPIOS RECTORES
Sumario: I. Generalidades. A. Finalidad de la aclaratoria. B. In-
terpretación, corrección e integración de la sentencia. C. Antecedentes.
D. Naturaleza jurídica.- II. Trámite. Condiciones para el ejercicio.
I. GENERALIDADES
A. FINALIDAD DE LA ACLARATORIA
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B. INTERPRETACIÓN, CORRECCIÓN
E INTEGRACIÓN DE LA SENTENCIA
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Técnica de los recursos ordinarios
C. ANTECEDENTES
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Técnica de los recursos ordinarios
La antigua Ley de Enjuiciamiento Civil española de 1881,
utilizando una terminología que hemos heredado, disponía en el
artículo 363 que no es posible alterar las sentencias luego de dic-
tadas, "pero sí aclarar algún concepto oscuro o suplir cualquier
omisión que tenga sobre un punto discutido en el litigio". En cuanto
al plazo para su ejercicio -que era improrrogable (art. 310 no 4)- si
la aclaración es de oficio, es de un día hábil siguiente a la publica-
ción, y si es a petición de parte, dicho término se cuenta desde la
notificación, y es igualmente de un día.
Pero la reforma a la norma procedimental española opera-
da en el año 2000 si bien mantuvo el instituto, le efectuó algunas
modificaciones.
En efecto el art. 214 mantiene las causales del viejo art. 363,
en cuanto a "aclarar algún concepto oscuro y rectificar cualquier
error material de que adolezcan", pero modifica los plazos de la ley
anterior, disponiendo que si la aclaración es de oficio, o a pedido de
parte el plazo para efectuar o interponer la misma es de dos días.
Pero lo novedoso es que el art. 215 del actual texto legal
incorpora como causal la de subsanar omisiones diciendo que "Las
omisiones o defectos que pudieran adolecer sentencias y autos
que fuere necesario remediar para llevar plenamente a efecto di-
chas resoluciones podrán ser subsanadas mediante auto, en los
mismos plazos y por el mismo procedimiento establecido en el
artículo anterior".
Más adelante el mismo artículo aclara que si se trata de
sentencias o autos que hubieren omitido pronunciarse sobre pre-
tensiones deducidas y sustanciadas en el proceso, el plazo para
que la parte solicite completar la omisión es de cinco días.
De esta solicitud el Tribunal le debe dar traslado a la con-
traparte por el plazo de cinco días, y luego de esto resolver com-
pletando la resolución con el pronunciamiento omitido o recha-
zando el pedido.
A su vez, en el inciso 3 de este mismo artículo se permite la
posibilidad de que si el Tribunal advirtiera una omisión, proceda
de oficio en el plazo de cinco días, a completar la resolución, pero
sin modificar ni rectificar lo que se hubiere acordado.
Por último el inciso 4 dispone que no cabrá recurso alguno
contra los autos que completen o que denieguen completar las
resoluciones, sin perjuicio de los recursos que procedan contra la
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13 PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit, p. 99. ídem, IBÁÑEZ FROCHAM,
ob. cit, p. 121.
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D. NATURALEZA JURÍDICA
a) Generalidades
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c) Tesis negatoria
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Técnica de los recursos ordinarios
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78. Antes que nada debemos tener en cuenta que hay que
guardar mucho cuidado en identificar como lo ha hecho SENTÍS
MELENDO, la solución que da el ordenamiento italiano, con la de
las leyes rituales argentinas, porque en aquel país, a diferencia
del nuestro, tanto el código derogado como el actual (art. 343)
legislan la apelación incidental de modo autónomo a la princi-
pal36 (véase no 139).
Por otra parte como bien lo apunta PALACIO36, ante la varie-
dad de causales que tipifican los cuerpos legales en materia de
aclaratoria, el aserto de que por mediación de la misma resulta
inadmisible reparar un déficit de contenido, sólo es válido en lo
que hace al supuesto de un fallo emitido con expresiones oscuras,
pero no es extensivo, sin más, a las restantes causales que le dan
pie a este remedio. En efecto, tal cual ya adelantamos, se produ-
cen a veces ciertos errores materiales cuya aclaración afecta sin
duda el contenido sustancial del decisorio37. Tan es ello así que la
Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires ha dejado perfec-
tamente en claro que a través de este carril se puede inclusive
alterar lo sustancial del proveimiento pues la limitación del artí-
culo 166, inciso 2S del Código Procesal es sólo para el caso de que
se trate de un concepto oscuro38, pues si media error material este
óbice desaparece.
Por otra parte aun en el supuesto de que no se modifique a
través de la aclaratoria la "voluntad judicial", lo cierto es que si la
petición tiene éxito se produce una verdadera alteración del fallo,
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Técnica de los recursos ordinarios
a) Legitimación. Inescindibilidad
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Técnica de los recursos ordinarios
a
45 Cámara II de Apelación, sala 3 , La Plata, causa B-50.359, "Oricchi y
otros contra Provincia de Buenos Aires. Cobro ordinario", DJBA, v. 122, p. 403 del
30 de junio de 1982. "La resolución que acoge parcialmente la aclaratoria inter-
puesta respecto de la sentencia, integra la misma y forma con ella un todo orgánico
y lógico que debe computarse como una pieza única y por ende el plazo para
recurrir debe contarse desde su notificación" (SCBA, Ac. 57.584121-2-1995, "Con-
cha, José N. c/ Lidia Mandojana e hija Soc. de hecho y ots. s/indemnización por
accidente. Recurso de queja", SCBA, Ac. 73.170 I 22-12-1998, "Escalante de Za-
pata, Laura E. c/ Diez, Vda. de Polo, Nelly E. y ot. s/ acc. de trabajo", SCBA, Ac
84199 I 2-10-2002, "Cuevas, Jorge S. c/ Profumo, Sergio y ot. s/ accidente ley
24.557 y acción civil. Rec. de queja".
46 SCBA, noviembre, 3-981, "U.O.M.R.A. contra Talleres Adabor, Socie-
dad Anónima", DJBA, v. 122, p. 157; Rep. La Ley, v. XLII, 1982, p. 2036.
47 Expresó la jurisprudencia que "La aclaratoria de un fallo integra -en
forma inseparable- el mismo, formando con él un todo indivisible y, por consecuen-
cia, sus efectos se retrotraen a la fecha del dictado del pronunciamiento principal"
(Cám. II de apelación, sala III, La Plata, causa B-50.359 "Oricchi y otros contra
Provincia de Buenos Aires. Cobro ordinario", DJBA, v. 122, p. 403 del 30 de junio
de 1982). Ver nota 45.
48 Dijo otro Tribunal que: "Si bien es cierto que el Código Procesal omite
legislar sobre la forma de impugnar las resoluciones que se van expidiendo duran-
185
Juan Carlos Hitters
te el proceso arbitral, dado que sólo prevé las impugnaciones comunes contra el
laudo final, no hay impedimento alguno para aceptar la procedencia de la aclaratoria
y el recurso de reposición ante el propio Tribunal, en tanto que es el medio idóneo
para corregir cualquier error o desviación durante el curso del proceso" (CC0102
MP114973 RSD-30-1S 20-2-2001, "Benavídez, Juan Carlos c/Aguirrezábal, Raúl Horacio").
49 Revista de derecho procesal, ob. cit., p. 21.
a
50 Cám. civil 1 capital, septiembre 21 de 1938, Juris. Arg., v. 63, p. 883 y La
Ley, v. 12, p. 264. Sobre el particular se puede ver, JOFRÉ, Código de procedimiento
civil y comercial de la Provincia de Buenos Aires, Depalma, 1966, p. 128.
51 Señaló coincidentemente la jurisprudencia bonaerense que "el recurso
de aclaratoria no se limita a las sentencias definitivas, sino que es extensivo a
todas las providencias; incluso errores materiales de las Cámaras de apelación"
(SCBA, Juris. Arg., 1945, v. II, p. 730, y DJBA, v. 12, p. 345; Ídem, Ac.ySent, 1957,
v. V, p. 205; conforme CSN, Fallos, 1957, v. 5, p. 205).
Puso de relieve también: 1. "Las potestades decisorias de la Cámara de
Apelación se agotan con sus pronunciamientos, quedando como único remedio
ante el mismo Tribunal, el recurso de aclaratoria (art. 267 Código Procesal). Y los
recursos extraordinarios ante el órgano ad quem, que deben deducirse en su opor-
tunidad legal (arts. 278 y sigts. del Código Procesal), por lo que resulta manifiesta-
mente improcedente el planteo nulitivo ante este mismo órgano actuante, respecto
o o
de una sentencia interlocutoria (arts. 36 inc. 3 , 166 inc. 2 , 242, 246, 260, 261, 267
Código Procesal)", (CC0201 LP 90229 RSI-259-98 I 10-11-1998, "Sandaza, Sixto
c/ Giralde, María s/fijación régimen visitas"). 2. "Las potestades decisorias de la
Cámara de Apelación se agotan con sus pronunciamientos, quedando como único
remedio ante el mismo Tribunal, el recurso de aclaratoria (art. 267, Código Proce-
sal) y los recursos extraordinarios ante el órgano adquem, que deben deducirse en
su oportunidad legal (arts. 278 y sigtes., Cód. cit.). Siendo ello así, resulta manifies-
tamente improcedente el planteo nulitivo ante este mismo órgano actuante, res-
pecto de una sentencia interlocutoria" (CC0201 LP 94685 RSI-195-00 I 5-10-2000,
"Cruz Roja Argentina c/ Mangano, Alberto A. y ot. s/ sumarísimo"). 3. "No requiere
la formalidad del acuerdo y voto individual la resolución aclaratoria que en función
de lo resuelto en nada modificó la sentencia" (SCBA, L 78979 S12-12-2001, "Acosta,
Ornar A. c/ Provincia de Buenos Aires y otro s/ daños y perjuicios").
52 PALACIO, ob. cit., v. V, p. 72; ídem, ALSINA, Derecho procesal civil, ob. cit, p. 256.
53 La Ley II, Tít. 22 de la Partida Tercera, decía que las sentencias
interlocutorias podían enmendarse, en cualquier tiempo (aun después de consentidas).
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65 Cfr. PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit, p. 112. ídem, PALACIO,
Derecho procesal civil, ob. cit, v. V, pp. 72/73.
66 No procede el recurso extraordinario deducido contra la sentencia de
la cual surge que el a quo incurrió en la parte dispositiva en un error material, ya
que este agravio puede ser subsanado en la instancia ordinaria en virtud de lo
o
dispuesto por el artículo 166, inciso 1 , in fine, del Código procesal de Buenos
Aires, CSN, Fallos, v. 297, p. 302.
67 SCBA, Acuerdo 15.448, "Mastroiani, Pedro Martín contra Bidondo, Pedro
y otro. Desalojo" (DJBA, 14-IV-70, v. 89, p. 192), entre muchos otros. SCBA, L.
51.123, 7-12-93, "Legarreta c/Celanova dif. de salarios".
68 Causa Ac. 16.876 "Bambill, Miguel A. E. contra El Sureño S.A. Indem-
nización" del 16-11-71 (DJBA, v. 1, p. 71, v. 92, p. 165). Cfr. Causa Ac. 20.369 "Nasser
J. J. contra Gómez, G., Daños y perjuicios", del 23-IV-74 (DJBA, 7-XI-74, v. 103, p.
185). Dijo en este sentido dicho órgano, que el "simple error de cálculo en la liqui-
dación de una indemnización sólo es cuestionable por vía de recurso de aclaratoria.
La circunstancia de que el interesado haya dejado pasar la oportunidad procesal
para hacerlo, o equivocado la vía legal correspondiente, no lo autoriza a pretender
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1) El Código Nacional
juez había sido ascendido o estaba en otras funciones, debía remitírsele un extrac-
to del relator que comprenda todo el pleito y sus incidentes. Se admitía, por supuesto,
que en caso de muerte o incapacidad del tallador que dictó el pronunciamiento, no se
puede, ni debe privarse a las partes de la facultad de impetrar la aclaratoria.
84 SCBA, fallo del 29-111-55, Juris. Arg., 1956, v. I, p. 6.
85 Ha expresado la Corte Interamericana de Derechos Humanos que la
aclaratoria debe ser resuelta si es posible, con la misma integración que dictó el
fallo anterior conforme el art. 58.3 del Reglamento de la Corte (Caso de los Barrios
Altos, demanda de interpretación, sentencia del 3/9/2001).
86 SENTÍS MELENDO, Revista de derecho procesal, ob. cit, p. 29.
87 COLOMBO, Código..., v. II, p. 71.
88 Cám. apel. Tucumán, 5-V-23, Juris. Arg., v. 12, p. 975.
89 Lo mismo sucede en los códigos de Buenos Aires, Chaco, Catamarca,
Formosa, Chubut, Rio Negro, etc., excepción hecha de los Códigos de Santa Fe
y La Pampa.
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a
90 Cám. civ., 1 Cap., 21-9-38, Juris. Arg., v. 63, p. 883.
91 SENTÍS MELENDO, Enciclopedia Jurídica Omeba, ob. cit., p. 288.
92 PALACIO, Derecho procesal civil, v. V, p. 74.
93 Algunos autores se han planteado la duda de si la aclaratoria puede
ser cumplida de oficio por el juez hasta que se le notifique a "todas" las partes o
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CAPÍTULO VI
ACLARATORIA (Continuación)
MOTIVOS Y LIMITACIONES
Sumario: I. Motivos. A. Diferencias entre el Código de la Nación
y el de la Provincia de Buenos Aires. B. Enumeración de los motivos.- II.
Límites de la aclaratoria. A. Falta de correlación entre los artículos 36,
inciso 6S y 166 inciso 2Q. B. Análisis jurisprudencial. C. Conclusiones
sobre los límites de la aclaratoria.
I. MOTIVOS
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a) Errores materiales
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15 CSN, La Ley, v. 144, p. 580. Señaló la SCBA que: "Los agravios relati-
vos a meros errores de cálculo susceptibles de ser corregidos en la instancia ordi-
naria por vía de aclaratoria -que en el caso, el apelante debe solicitar- son
inatendibles en casación", (L 73583 S 18-9-2002, "Rodríguez Aruanno, Carlos
Gerardo c/Alerta SA s/ Indemnización por despido, etc.").
16 Cfr. PODETTI, Tratado de los recursos..., ob. cit. p. 105.
17 SENTÍS MELENDO, Aclaratoria de sentencia..., Omeba, ob. cit, p. 285.
18 Dijo en este sentido la Corte Suprema Nacional que "Corresponde dejar
sin efecto el pronunciamiento apelado en cuanto considera que había incurrido en
un error material al consignar el monto regulatorio, modificando por vía de aclaratoria
una resolución que expresamente confirmaba la del inferior, elevando los honora-
rios a un monto cien veces superior, en flagrante apartamiento de lo dispuesto en al
artículo 166, inciso 2° del código proced., al alterar sustancialmente la decisión"
o
(CSN, julio 1 de 1982, "Banco de Intercambio Regional contra Delgado", Reperto-
rio El Derecho, v. 16, p. 758).
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c) Subsanación de omisiones
21 Véase SCBA, Causa L. 29.572, DJBA, v. 122, p. 157 del 26 de marzo de 1982)
AC 53.288, S. 17-2-1998, "Viale, Ricardo. Incidente de verificación tardía"
22 Puso de resalto la Corte Suprema Nacional que: "No procede hacer
lugar a la aclaración pedida, si la sentencia dictada por la Corte Suprema es sufi-
cientemente clara respecto de la inexistencia de cuestión federal apta para la aper-
tura del recurso, inclusive en cuanto refiere que el pronunciamiento apelado se
halla provisto de fundamentos basantes -que se señalan- lo cual importa excluir la
tacha de arbitrariedad formulada" (Fallos, v. 302, pp. 320 y 820). También señaló
que "Corresponde rechazar la aclaratoria en lo referente a los períodos comprendi-
dos en la liquidación si la sentencia de la Corte es suficientemente clara al respec-
to", (CS, 9-2-2001, "Sindicato de Obreros y Empleados de Educación y minoridad
(SOEME) c/Provincia de San Luis", Fallos, 324:2327).
23 Al respecto FALCÓN ha manifestado que la oscuridad comunicacional se
da cuando no se entiende que es lo que se quiere decir en el escrito ya sea porque
la expresión tenga palabras, frases u oraciones "vagas" o "ambiguas", incompletas o
cuando los errores de morfosintáxis o de léxico mencionados en el párrafo anterior
superen el ámbito de la mera corrección material....La oscuridad está relacionada,
como vimos, en primer lugar con dos fenómenos del lenguaje: la vaguedad y la ambi-
güedad. FALCÓN, Enrique M., La aclaratoria, alcance y contenido, Revista de Derecho
Procesal, Rubinzal-Culzoni, 1999, n° 2, Tomo I, p. 46/47.
24 Destacó en ese sentido ese tribunal que "la restricción contenida en el
o
artículo 166, inciso 2°, y en el artículo 36, inciso 3 del CPCC vinculada a que no es
posible alterar lo sustancial de la decisión, está referida sólo al caso de oscuridad
de la sentencia porque en tal supuesto no ha mediado un error material..." (SCBA,
causa Ac. 29.757, "Blanco, Rufino sobre Quiebra: Incidente. Embargo pedido por
Martha Florinda Castellano de Boero", DJBA, v. 120, p. 344 del 5 de junio de 1981)
(SCBA L. 62.764 S 26/10/99. "Wesner, Roberto c/ Pcia. de Bs. As. s/accidente").
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30 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., pp. 638 a 644.
31 La Suprema Corte de Buenos Aires ha entendido por cuestión esencial
aquella que "según las modalidades del caso resulta necesaria para la correcta
solución del pleito, y está constituida por puntos o capítulos de cuya decisión de-
pende directamente el sentido y alcance del pronunciamiento, que por su naturale-
za influya realmente en el fallo y la vinculada a la dimensión cuantitativa del objeto
de la pretensión" (Causa Ac. 26.628 del 20-III-79, DJBA, 4-VI-79, v. 116, p. 433. ídem,
Causa 29.684, DJBA, v. 122, p. 322 del 31 de mayo de 1982). Más recientemente dijo
ese cuerpo jurisdiccional que: "Las cuestiones esenciales a decidir, cuya omisión abre
el recurso extraordinario de nulidad, son las que versan sobre la acción deducida e
influyen preponderantemente en el pronunciamiento, pero no las relacionadas con
otras peticiones que ninguna gravitación pueden tener sobre aquéllas y cuya omisión
puede subsanarse por vía de aclaratoria" (SCBA, L 67.533 S19-10-1999, "De Trocchi,
Carlos A. c/ Especias Vanpai s/ Indemnización por despido, preaviso, etc").
32 Cfr. IBAÑEZ FROCHAM, ob. cit, p. 125.
208
Técnica de los recursos ordinarios
dan con los que posibilita el artículo 166 inciso 2o. A ello debe
agregarse la contradicción existente -que algunos soslayan- en lo
que hace a la oportunidad de su ejercicio, y que el cuerpo legal
nacional con la reforma superó en parte (véase n° 86).
Lo cierto es que en el CPCN, si la aclaratoria es ejercida de
oficio puede el magistrado, según el inciso 6o del artículo 36, corregir
"errores materiales, aclarar conceptos oscuros o suplir cualquier
omisión... siempre que la enmienda, aclaración o agregado no altere
lo sustancial de la decisión" (modif. por ley 25.488 36 inc. 6o).
Se infiere sin hesitación de dicha redacción, que cualquiera
de los tres motivos aludidos tienen la misma limitación; esto es
que el juzgador no altere lo sustancial del proveimiento33.
Ahora bien, si contemplamos la otra cara de esta cuestión y
la observamos desde la perspectiva recursiva, es decir cuando la
aclaratoria es solicitada por las partes, notaremos que la redac-
ción no es homologa. En efecto, en el artículo 166 inciso 2° el refe-
rido límite sólo alcanza para la hipótesis de que se impetre la
aclaración de un concepto oscuro.
De la exégesis meramente gramatical se puede colegir que
si este instituto es manejado de oficio, el juez nunca puede modi-
ficar la sustancia del fallo; en cambio, si el magistrado actúa a
petición -es decir por el canal recursivo- dicho dique de conten-
ción sólo juega cuando se trata de un concepto oscuro.
Es notorio que la redacción certera es la del artículo 166,
pues el dique de marras sólo puede aparecer, como luego vere-
mos, en esta última hipótesis34 , ya que si se supera un error ma-
33 Señaló en ese sentido la SCBA que: "La aclaratoria tiene como límites
para su procedencia la corrección de algún error material o aclaración de un con-
cepto oscuro en la decisión, pero no debe ser acogida cuando so pretexto de corre-
gir un déficit numérico modifica aspectos sustanciales del fallo" (causa L 68.833 S
17-5-2000, "Tello, Lenonardo Gastón c/Stiling S.A. s/accidente"). Añadió el Tribunal
que "No excede su función procesal la aclaratoria que no expresa un cambio de
criterio con lo resuelto en el fallo sino que corrige un error allí incurrido" (L 69.893 S
31-5-2000, "López, Ricardo c/Dycasa SACI s/indemnización ley 9688"). También
se estableció que "Resulta improcedente modificar el fallo por la vía de la resolu-
ción de un recurso de aclaratoria" (causa B 53.108 I 20-5-1997, "Sierra Chica S.A.
c/Munic. de San Vicente s/demanda contencioso administrativa"; ídem, causa B
57.596 I 21-3-2001, "Vinuesa Sanz, Hilario y otro c/Munic. de la Costa").
34 SENTÍS MELENDO, Aclaratoria de sentencia..., Revista de derecho proce-
sal, ob. cit, pp. 40/1.
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B. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
a) Principios básicos
35 El artículo 166, inciso 2°, tiene una redacción casi idéntica a la del viejo
artículo 222 de la ley 14.237, y haciendo una exégesis de este último, SENTÍS MELENDO
sostuvo ya desde hace muchos años, que la limitación de "no alterar lo sustancial
de la decisión" sólo alcanza a la hipótesis de "conceptos oscuros" (véase, la obra
citada en la nota anterior, p. 41).
36 Código..., ob. cit, v. II, p. 69.
37 La Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires puso de relieve
que: "Implica exceso en el ejercicio de la atribución conferida por los artículos 36,
o
incisos 3 y 166, inciso 2° del Código Procesal Civil, la actividad del Tribunal que
ha ef ectuado una modif icació n de u n fallo d efini tivo en un a spect o
incuestionablemente esencial, realizando una nueva evaluación de los mismos
datos con que contara al dictar la sentencia principal, amén de computar otros
nuevos, incrementando, como consecuencia de ello, el importe de la indemniza-
ción total" (causa Ac. 23.404, "Mastroiani, R. D. y otros contra SOMISA, Despido,
preaviso, etc.", 13-IX-77, DJBA, 17-11-78, v. 113, p. 49).
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1) Honorarios
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2) Valor de moneda
mente que "Si bien como principio de carácter general los pronunciamientos de la
Corte no son susceptibles de ser revisados por vía de aclaratoria, ello no obsta a
que en los casos en que se manifiesten con nitidez errores que es necesario sub-
sanar se configure una excepción a ese criterio. Corresponde revocar la regulación
de honorarios efectuada en un pronunciamiento de la Corte si, al ser practicada
sobre la base de otras efectuadas en juicios de igual naturaleza, deriva en una
aplicación mecánica del criterio general utilizado en procesos carentes de conteni-
do patrimonial que no considera la importancia y mérito de los trabajos llevados a
cabo en el litigio" (CS, 2-12-1999, "Asociación de Grandes Usuarios de Energía
Eléctrica de la República Argentina [AGUEERA] c/Provincia de Buenos Aires y otro",
Fallos, 322:2958).
47 Se puso de manifiesto en otro fallo que: "Debe juzgarse extemporánea
la parte del recurso de inaplicabilidad referida al punto de partida de los intereses,
si dicho recurso fue deducido cuando el fallo nada decidía sobre ese tema y se
hallaba pendiente, respecto de él, un pedido de aclaratoria, pedido que fue despa-
chado ulteriormente" (Ac. 14.787, "Pérez, Juan M. y otros contra Compañía Standard
Electric Argentina", 1°-VII-69. Suprema Corte, 1-VII-69, DJJBA, 9-IX-69, v. 88, p.
25; DJJBA, 28-VIII, 69, v. 87, p. 322).
Véase infra, cap. V, nota 95, último fallo citado.
48 Causa L 60204 S 18-3-1997 ("Colabel, María Angélica c/ El Marisco
S.A.C.I. s/lndemnización por accidente de trabajo", AyS 1997 I, 495).
49 Cámara de Apelación Civil y Comercial, sala I, San Martín, expediente
n° 12.724, "Baroffio, Ángel contra Sociedad S.I.F.A., Sociedad de Responsabilidad
214
Técnica de los recursos ordinarios
215
Juan Carlos Hitters
216
Técnica de los recursos ordinarios
es siempre mayor pero, por supuesto, ello así, sin sobrepasar las
fronteras de la razonabilidad y sin omitir observar que a través
de este carril no deben esgrimirse veladamente otros senderos
impugnativos, sobre todo computando que la figura abordada se
resuelve sin traslado.
Por último, debemos recordar que el código ritual ha consi-
derado que no es obligatorio (entiéndase en el sentido de "carga")
ejercer la aclaratoria si se trata de omisiones del fallo de primera
instancia, pues el artículo 278 permite que este error se repare a
través del recurso de apelación55.
217
SECCIÓN SEGUNDA
EL RECURSO DE REPOSICIÓN
219
CAPITULO VII
EL RECURSO DE REPOSICIÓN.
GENERALIDADES
Sumario: I. Generalidades. A. Terminología. B. Finalidad del
recurso. C. Antecedentes.- II. Providencias susceptibles e insusceptibles
de este recurso. A. Generalidades. B. Casos particulares. C. Reposición
contra decisiones de Alzada. D. Reposición contra decisiones de las cortes
provinciales y de la Corte Suprema de la Nación. E. Decisiones de los
secretarios y demás funcionarios.
I. GENERALIDADES
A. TERMINOLOGÍA
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C. ANTECEDENTES
a) Derecho español
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A. GENERALIDADES
cías de trámite y los autos interlocutorios, a fin que el propio Tribunal advertido de
su error, los revoque por contrario imperio". Además no hace diferencia con rela-
ción al grado del Tribunal, por lo que entendemos que se aplica en todas las
instancias.
28 En relación al nuevo Código Procesal Contencioso Administrativo de la
Provincia de Buenos Aires, SOSA ha dicho: "Este recurso en el proceso contencioso
administrativo tiene un ámbito más amplio que en el proceso civil y comercial, que
se limita exclusivamente contra las providencias simples, o sea, aquellas que sin
sustanciación impulsan el desarrollo del proceso u ordenan actos de mera ejecu-
ción. En efecto, como en la dimensión de lo contencioso administrativo no cabe el
recurso de apelación para superar esta situación, se extiende el objeto de este
recurso, a las sentencias interlocutorias, es decir, las que resuelven los incidentes
luego de la pertinente sustanciación". (SOSA, Gualberto Lucas, El régimen de los
medios de impugnación en el nuevo ordenamiento contencioso administrativo de la
Provincia de Buenos Aires, en Revista de Derecho Procesal, Rubinzal-Culzoni,
1999, n° 2, Tomo I, p. 216).
29 El Código Procesal Civil Uruguayo (ley 15.282 de 1989) mantuvo en
general el régimen del anterior, permitiendo que se ataque por medio de la reposi-
ción, las providencias de trámite y las sentencias interlocutorias (art. 254 del CPCC).
(Véase Código General del Proceso de la República Oriental del Uruguay, ley 15.982.
229
Juan Carlos Hitters
a
Adolfo GELSI BIDART, Luis TORELLO, Enrique VÉSCOVI, Gonzalo URIARTE, 3 edición,
Editorial Fundación de Cultura Universitaria, 1992, p. 118).
30 CARAVANTES, ob. cit., v. IV, p. 60.
31 PALACIO, Derecho procesal civil, v. V, p. 55.
32 Dijo la jurisprudencia que "el recurso de reposición o revocatoria está
previsto por el artículo 238 del Código Procesal 'únicamente respecto de providen-
cias simples' para que se revoquen por contrario imperio; y lo que decida causará
ejecutoria, a menos que se interponga apelación subsidiaria (art. 244, Cód. proc. civ.
a
y com.)" (Cám. 1 , sala III, La Plata, causa n° 183.665, Reg. sent. 14/82).
33 IBÁÑEZ FROCHAM, ob. cit, pp. 106/109.
34 Según RIVAS, tal como se dijo al tratar el recurso de aclaratoria, su
deducción es optativa; de tal modo el litigante puede elegir entre ella o la reposi-
ción, incluso con los alcances que esta última tiene, según nuestro pensamiento...
(RIVAS, Adolfo Armando, Tratado de los recursos ordinarios y el proceso en las ins
tancias superiores. Abaco, Tomo I, p. 172). No coincidimos con esta postura, ya
que se trata de dos medios de impugnación diversos, que no son fungibles (véase
n° 12) y que van contra distinto tipo de providencias (la reposición va contra las
simples -véase n° 104- mientras que por la aclaratoria se puede "atacar" todo tipo
de sentencias (n° 80).
35 FENOCHIETTO-ARAZI, ob. cit., v. I, p. 754. Cfr. IBAÑEZ FROCHAM, ob. cit, pp.
107/109.
230
Técnica de los recursos ordinarios
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Juan Carlos Hitters
B. CASOS PARTICULARES
a) Medidas de prueba
232
Técnica de los recursos ordinarios
el tiempo útil para ello, interponerla queja o recurso directo por apelación denega-
da (Corte Suprema Santa Fe, mayo 13,1980, "T.E.M.A. SRL, contra Provincia de
Santa Fe, S.A.", 1981, p. 460). Con similar criterio señaló otro fallo que "si la
denegatoria del recurso de inaplicabilidad de ley deja abierta la posibilidad de acu-
dir a la Corte en queja, es claro que no puede haber reposición contra aquella
providencia" (Cám. criminal correccional, sala V, junio 11,1981, "Fernández", BCNC
y C, 1981, v. Vil, p. 154, Rep. La Ley, XLI, 1981, p. 265).
44 "El recurso de revocatoria resulta formalmente procedente cuando se
dirige a atacar una imposición de costas contenida en sentencia definitiva" (T.S.
Notariado Rosario, abril 8-980, "Monti, Guillermo J.", J. 62-8, Rep. La Ley, año
1981, XLI, p. 265). Dejó establecido en igual sentido otro pronunciamiento que es
susceptible de revocatoria la imposición de costas, efectuada en sentencia definiti-
va -al igual que la determinación del monto del arraigo- pues constituye materia
que no obstante encontrarse contenida en sentencia, dictada previa sustanciación,
en si misma no ha gozado de ella y traduce sólo el cumplimiento del deber judicial
impuesto en el artículo 51 del Código de Procedimientos criminal. Voto en disiden
cia del doctor ALVARADO VELLOSO (Cám. apel. civil y com., Rosario, sala III, agosto 27,
1979, "Rivera de Mussi, Amalia contra Mussi, Osear", J. v. 60, p. 50).
45 Desde otra vertiente pero en sentido coincidente se expresó que: "No
tratándose el decisorio de esta Alzada de una providencia simple -en el caso imposi-
ción de costas- (art. 268 del Cód. Proc), ni tampoco del supuesto error material en
que hubiere incurrido la Cámara, no cabe sino concluir que la revocatoria interpuesta,
resulta manifiestamente improcedente" (CC0203 LP, B 80291 RSI-74-95128-3-1995,
"Chuchi, Segundo c/ Sosa, Raúl s/ Daños y perjuicios").
En tanto las sentencias definitivas e interlocutorias no son susceptibles de
ser modificadas por la vía intentada (arts. 238 y 160 del CPCN) corresponde rechazar
el recurso de reposición. Debe rechazarse el recurso de reposición si ni las
constancias del expediente ni lo alegado en el recurso permiten apartarse del
principio objetivo de la derrota en lo referente a la imposición de costas por la
excepción resuelta. Sólo corresponde establecer cuál es el magistrado que debe
entender en el pleito cuando es llamado a dirimir un conflicto jurisdiccional trabado
de acuerdo con la legislación vigente o cuando existe una efectiva privación de
233
Juan Carlos Hitters
justicia (CS, 19-9-2000, "Central Dock Sud S.A. c/ Provincia de Buenos Aires",
Fallos, 33:2728).
46 Cám. nac. civ., sala E, febrero 28,1979, "Piñeyro, Pedro A. contra Piñeyro,
María del C. y otra", Den, v. 84, p. 372. La resolución del juez que fija una suma
para gastos de diligencias que deben realizar los peritos sólo es susceptible de
reposición, y por ende, resulta formalmente improcedente el recurso de apelación
interpuesto (CC0001 LM 182 RSI-7-2 I 14-2-2002, "Calculli, Felisa y Otra c/ Rossi,
Pablo y otra s/ Cobro ejecutivo de dinero").
47 PODETTI, Tratado de los recursos..., ob. cit, p. 88. En este sentido ex
presó un fallo que: "Tratándose el caso de un recurso de reposición contra un auto
que resuelve una medida de no innovar, medida cautelar contemplada en el artícu-
lo 118, Código procesal y que se tramita sin audiencia a la otra parte (art. 86, Cód.
proa), corresponde se declare la inadmisibilidad formal del remedio intentado toda
vez que la resolución impugnada fue sustanciada con la única parte que permite el
catálogo procesal (Cód. proa art. 253)" (Sup. Tribunal Just. La Rioja, 22-12-81, "Molina
Torres, Diógenes V.", La Ley, Rep. 1982, p. 631).
48 Expresó la CSN, respecto a un recurso de reposición en dicho ámbito
que: "Corresponde -por vía del recurso de reposición- revisar la denegatoria de una
medida cautelar cuando las circunstancias de hecho que acompañan al nuevo pe-
dido resultan novedosas respecto de las ocurridas al momento de su rechazo" (CS,
234
Técnica de los recursos ordinarios
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236
Técnica de los recursos ordinarios
237
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b) Jurisprudencia
a
60 Cám. 2 La Plata, resolución del 7 de marzo de 1978, causa B-44.108;
idem, causa B-44.534 del 11 de abril de 1978. ídem, CC0101 LP 239128 RSI-144-
2 I 11-4-2002, "Bruno, Adrián C. y ot. c/ Bruno, Raúl O. y ots. s/perjuicios".
61 En este sentido han expresado varios pronunciamientos que: "Las re
soluciones dictadas en segunda instancia no son, en principio, susceptibles de
reposición en razón de su carácter definitivo, salvo cuando se trata de enmendar
un error o se recurre contra providencias de mero trámite". (Cám. nac. civ., sala E,
marzo 23-981, "Arias Arguello, Amanda E. contra Suipacha 1210, Sociedad en
Comandita por Acciones y otros", La Ley, 1981, v. C, p. 655 (35.920-S). Reciente
mente, CC0102 MP 115425 RSI-644-1 I 10-7-2001, "Marexport S.R.L. y otros s/
quiebra s/ incidente de determinación de tasa de justicia"; CC0102 MP 118054 RSI-
1074-1 I 13-11-2001, "Soldi Irma c/ Basqueto Enrique s/ ejecución hipotecaria";
CC0102 MP 123163 RSI-1823-2 I 10-12-2002, "Coronello, Alejandro c/ Pandolfi,
María y otro s/ daños y perjuicios". En ese sentido:".. .si bien el recurso de revocatoria
en el procedimiento de segunda instancia sólo está previsto respecto de providen-
cias de trámite dictadas por el Presidente del Tribunal (art. 268 del PCC y su
doctrina), corresponde hacer excepción de aquella regla general cuando, como en
la especie, el Tribunal advierte -de oficio o a instancia de parte- que ha padecido
error en el dictado de alguna resolución susceptible de causar un daño cierto e
injustificado a derechos de superior jerarquía. Y precisamente, se configura ese
supuesto al haberse concedido un recurso de nulidad extraordinario sin haberse
completado, en el escrito de interposición respectivo, los recaudos de admisibilidad
formal legalmente exigidos (arts. 281 y 297 del CPCC); cuya tramitación, en fun-
ción del tiempo que demande, de por sí lesiona el derecho de propiedad del actor,
quien se vería en el caso, de tal modo, injustamente postergado de usar y gozar el
inmueble cuya restitución le ha sido jurisdiccionalmente reconocido en ambas ins-
tancias" (CC0002 SM 50539 RSI-225-2 I 23-5-2002, "Gauna, Gustavo Ceferino c/
Oyhanarte, Roxana Patricia y otros s/desalojo").
238
Técnica de los recursos ordinarios
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Técnica de los recursos ordinarios
Corte Suprema no son susceptibles del recurso de nulidad. Si bien las sentencias
de la Corte Suprema no son susceptibles de ser revisadas por vía de del recurso de
reconsideración, revocatoria o nulidad, corresponde hacer lugar a este último en el
caso en que la Corte Suprema solicitó la remisión de los autos principales y deses-
timó las quejas por aplicación del art. 280 del CPCN, sin advertir la falta de remisión
de una pieza -trascendente para la suerte de la apelación-, a pesar de que la recu-
rrente concretamente así lo había solicitado" (CS, 24-8-2000, "Resguardo Compa-
ñía Argentina de Seguros S.A.") (Fallos, 323:2182).
73 En lo que hace a las sanciones disciplinarias, se dijo que: "Como lo
dispone el artículo 19 del decreto-ley 1285/58, las sanciones disciplinarias que apli-
ca la Corte Suprema sólo son susceptibles de un recurso de reconsideración. El
recurso de nulidad que, como principio, no es admisible ni contra fallos dictados
por la Corte Suprema, según reiterada jurisprudencia, es obviamente ajeno a los
procedimientos disciplinarios" (Fallos, v. 300, p. 253). Se dijo en un fallo más re-
ciente que "Las facultades sancionatorias de los jueces no deben confundirse con
las atribuciones de idéntica naturaleza conferidas al Tribunal de Disciplina del Co-
legio Público de Abogados por la ley 23.187, pues aquéllas tienen por objeto man-
tener el buen orden y el decoro en los juicios sometidos a la dirección del juez
interviniente, mientras que éstas persiguen un objetivo más amplio como el de
asegurar el correcto ejercicio de la abogacía en todos los ámbitos de la actuación
profesional. El llamado de atención que los jueces realizan a los letrados de las
partes no configura, como principio, una sanción disciplinaria en sentido estricto.
Por tanto, es inadmisible el recurso de revocatoria interpuesto" (CFCC I, Capital
Federal 16-2-1999, "Tulman, Sara B. c/ Obra Social Unión Personal Civil de la
Nación", LL 2000 B, 510-100127).
o
74 El artículo 38, inciso 1 , apartado "d" del Código procesal civil y comer-
241
Juan Carlos Hitters
242
Técnica de los recursos ordinarios
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Juan Carlos Hitters
244
CAPÍTULO VIII
EL RECURSO DE REPOSICIÓN (Continuación).
TRÁMITE. LA APELACIÓN EN SUBSIDIO
A. LEGITIMACIÓN
1 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., 2a. ed. pp. 213 a 239.
2 Véase HITTERS, Motivos que habilitan la casación, Den, v. 101, p. 814 a 825.
3 Para PEYRANO, "La llamada reposición oficiosa, no se encuentra regula
da en el Código Procesal Civil nacional. Sí, en cambio, en otros ordenamientos
procesales civiles provinciales. Adherimos a la posición que interpreta, que pese
al silencio guardado por el Código Procesal Civil nacional, existe tal atribución, en
cabeza de los magistrados que aplican dicho cuerpo legal" (PEYRANO, Jorge W.,
ob. cit, n° 2, Tomo I, p. 74).
245
Juan Carlos Hitters
a
4 Cám. II, sala 1 , La Plata, causa B-42.793. Coincidentemente destacó
otro decisorio que "al igual que el de apelación, el recurso de reposición supone la
existencia concreta de un gravamen que la resolución impugnada le causa a quien
recurre" (Cám. nac. penal económico, sala III, "Compañía Azucarera Bella Vista",
La Ley, 1980, v. D, p. 756, 35.682-S).
a
5 Cám. I, sala 3 , La Plata, expediente 179.992, reg. int. 180/81. Véase
PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit, p. 87, quien en este aspecto dice que el
interesado debe tener interés, lo que en definitiva significa lo mismo (cfr. PALACIO,
ob. cit, v. V, p. 56).
6 Ob. cit, c. V, p. 53.
7 Cám. Com. Capital, Juris. Arg., v. 16, p. 691.
8 En algunos ordenamientos, se regula la reposición de oficio, tal lo que
surge del art. 21 in fine del Código de Santa Fe que dice: "...Pueden también de
oficio, revocar sus propios decretos, y resoluciones interlocutorias, que no se
hubieren notificado a ninguna de las partes, y disponer cualquier diligencia, que
fuere necesaria, para evitar la nulidad del procedimiento".
246
Técnica de los recursos ordinarios
B. FUNDAMENTACIÓN. INFORMALIDAD
247
Juan Carlos Hitters
C. PROCEDIMIENTO
13 Cám. Nac. civ., sala E, noviembre 16,1979, "P. de P. E.E. contra P.J.R.",
La Ley, 1980, v. B, p. 474.
14 Es ésta una tendencia hacia la deformalizzazione que se advierte en el
proceso general (DENTI, Un progetto per la giustizia civile, Bologna, 1982, pp. 331 a
335) y en particular en materia impugnatoria (GOLDSCHMIDT, ob. cit., p. 402), a través
del llamado recurso indiferente (FALCÓN, El recurso indiferente, La Ley, 1975, v. B,
p. 1139). (Véase nos. 251 y 252).
15 "Cuando el recurso de apelación se ha interpuesto subsidiariamente
con el de reposición, no resulta admisible ningún escrito para fundar la apelación,
pues ello constituiría una fundamentación redundante que contraría los principios de
economía y celeridad procesal" (CC0101 MP 83667 RSI-444-92 I 4-6-92, "Créditos
Premier C.P.L. Sociedad Anónima s/ Ejecución efecto devolutivo art° 250 del CPC").
16 En el ámbito capitalino se ha dicho que: "Habiéndose deducido recur-
so de reposición en los términos del art. 238 del Cód. Procesal, no debió admitirse
en la causa ningún escrito posterior para fundar la apelación subsidiaria, por ello,
no corresponde que sean objeto de análisis los argumentos contenidos en la men-
cionada pieza..." (Cámara Nacional de apelaciones en lo Civil, sala G, 1998/04/22,
"Mind Opener S.A. c. Hirz, Carlos", La ley 1999-E, pág. 19 - DJ 1999-2, pág. 552).
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b) Sustanciación
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"Marini, Celestino A. contra Miño Justa Ríos, Vda. de Z.", 1979, v. 18, p. 110, Rep.
La Ley, XL, 1980, p. 2188). Estableció en el mismo sentido la Suprema Corte de
Salta que "la apelación interpuesta en subsidio del recurso de reposición, debe
deducirse en el término hábil para éste; por lo que rechazado el de reposición por
estar vencido el plazo, tampoco procede el de apelación interpuesto en subsidio,
aunque no se encontrase vencido el término para interponer el recurso de apela-
ción por vía principal" (Sala II, abril 11,1951, "M. de B.l. contra B., J.", La Ley, v. 64,
p. 566).
30 Cám. Nac. civ., sala C, La Ley, v. 136, p. 1056, n° 22.045-S. Acotó la
jurisprudencia que "aun cuando la revocatoria sea extemporánea, debe concederse
como apelación directa interpuesta en subsidio si lo ha sido dentro del plazo del
artículo 244 del Código Procesal" (Cám. nac. civ., sala G, diciembre 26,1980, "Bader
Salen", La Ley, 1981, v. C, p. 80).
31 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 64.
32 COLOMBO, Código..., ob. cit, v. II, pp. 444/445.
33 PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit, p. 94.
34 Dijo un fallo que "el pedido de desglose del escrito formulado por su
contraria por haber sido presentado fuera de término implicó un recurso de reposi-
ción intentado contra la providencia que tuvo por contestado el traslado conferido.
En tales condiciones debía rechazarse in limine por haberse interpuesto fuera del
plazo de tres días previsto por el artículo 239 del Código Procesal, y encontrándose
consentida con relación al recurrente y firme también para el juzgado la providencia
respectiva" (Cám. nac. civ., sala F, febrero 11,1982, "Trevisán, José contra Zimmer,
José", 36.371-S, p. 591, La Ley, 1983, v. C, p. 222).
35 Cfr. FENOCHIETTO-ARAZI, ob. cit., v. 1, p. 760.
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f) Reposición de oficio
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A. GENERALIDADES. TERMINOLOGÍA
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C. TRÁMITE
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SECCIÓN TERCERA
EL RECURSO DE APELACIÓN
263
CAPITULO IX
APELACIÓN. GENERALIDADES.
ANÁLISIS HISTÓRICO-COMPARATISTA
Sumario: I. Generalidades. A. Concepto. B. Naturaleza.- II. Aná-
lisis histórico-comparatista. A. Perspectiva histórica. Remisión. B. Aná-
lisis comparatista
I. GENERALIDADES
A. CONCEPTO
265
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5 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., pp. 297 y ss.
6 CALAMANDREI, Estudios..., ob. cit., pp. 440/41.
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Técnica de los recursos ordinarios
B. NATURALEZA
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Técnica de los recursos ordinarios
revisión (véase nros. 132 y 134)13, puesto que como es sabido, los
códigos generalmente limitan la posibilidad de ofrecer pruebas
en la Cámara, las que sólo pueden proponerse en casos muy
excepcionales (véase nros. 259 y 264).
La actual Ley de Enjuiciamiento Civil Española se ha
mantenido en el mismo sendero de sus predecesoras, y para evitar
equívocos, así lo ha puntualizado en la Exposición de Motivos:
"La apelación se reafirma como plena revisión de la actividad
jurisdiccional de la resolución apelada, y, si ésa es una sentencia
recaída en primera instancia, se determina legalmente que la
segunda instancia no constituye un nuevo juicio, en que puedan
aducirse toda clase de hechos y argumentos o formularse
pretensiones nuevas sobre el caso...". (Véase Ley de Enjuiciamiento
Civil, La Ley, Madrid, 2000, p. 32).
Para finalizar este punto, creemos que es difícil tomar partido
a priori respecto de las bondades o desventajas de la corriente
renovadora respecto de la revisora, pues todo depende de las
previsiones normativas de los diversos ordenamientos, aunque de
todos modos no cabe duda de que en nuestro país -pese a la variedad
ritual- tiene vigencia el modelo que PRIETO CASTRO denomina "recurso
déla Alzada"14, como dijimos, de típico corte castizo, por oposición a
los esquemas italiano (véase nros. 137 y 140) y alemán (véase no
147); y con grandes similitudes al brasileño (véase no 105)15.
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Técnica de los recursos ordinarios
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B. ANÁLISIS COMPARATISTA
a) España
19 Por eso algunos autores como ALMAGRO NOSETE y PRIETO CASTRO (Dere-
cho procesal, v. I, ob. cit., unidad temática XXII, p. 50) prefieren hablar de Alzada en
lugar de segunda instancia (véase n° 130), pese a que al autor citado en último
término, tampoco le convencía aquella terminología.
20 PRIETO CASTRO, Derecho procesal civil, primera parte, ob. cit., pp. 586
y ss.
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b) Italia
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2) Juez de la apelación
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31 En Italia el término citación (art. 163, del Código de Proc. Civile), equi-
vale a escrito postulatorio.
32 Este tipo de apelación funciona cuando la parte vencida en primera
instancia, ataca el fallo en forma autónoma e independiente de cualquier otro re-
curso que pueda haber sido propuesto contra la misma sentencia.
33 Rocco, ob. cit, v. III, p. 342.
34 Sostiene CARNELLUTTI (Istituzioni..., ob. cit., v. II, p. 137) que en el Códi-
go actual ha desaparecido la distinción entre apelación incidental y apelación
adherente, por cuanto la última entra en el concepto genérico de la primera. Que la
impugnación adherente -replica Rocco- se presente en la forma de un ataque inci-
dental, es indiscutible, "pero ello no le quita que desde el punto de vista sustancial
sea una la posición de la impugnación incidental verdadera y propia, en que se
hacen valer motivos propios y autónomos de impugnación, y sea otra la posición
de la impugnación en vía adherente, en la que quien impugna la sentencia no hace
valer motivos propios de impugnativa, sino que adopta y hace suyos los motivos
propuestos ya por una de las partes, en vía principal o en vía incidental" (véase
Rocco, ob. cit., v. III, p. 319, nota 14).
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a) Trámite
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c) Alemania
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4) Trámite. Suficiencia
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Técnica de los recursos ordinarios
La Z.P.O. permite que la fundamentación se lleve a cabo en
el mismo acto de incoación, o por separado, dentro del plazo de un
mes de interpuesto recurso, término que puede ser prorrogado
por el presidente del Tribunal si encuentra motivos justificados.
La expresión de agravios -o escrito de motivación, como lo
denomina la Z.P.O.- debe cumplir ciertos requisitos de suficiencia,
los que están enumerados en el párrafo 519, a saber: 1) una
exposición del alcance de la impugnación y de las modificaciones
que se solicitan (pedimento de apelación)49; 2) la designación
circunstanciada de las causales (motivos de apelación), como
asimismo la referencia a los hechos nuevos, medios de prueba y
excepciones que la parte proponga para justificar el embate; 3)
constancia del valor del gravamen, cuando consista en una suma
líquida y dependa de él la admisibilidad de la apelación.
De los escritos de recurso y motivación tiene que darse
traslado a los apelados.
Cumplidos los trámites que anteceden, el Tribunal debe
dedicarse al análisis de admisibilidad examinando de oficio si la
providencia atacada es recurrible, si se han observado las formas
y plazo legales tanto del escrito impugnativo como de su
fundamentación.
Si dicho órgano da por satisfechos esos recaudos se da vista
a las partes para que objeten, si lo consideran pertinente, el auto
que declara la admisibilidad; posteriormente se designa la
audiencia para que el Tribunal de apelación resuelva -previo de-
bate- dentro de los límites de las peticiones formuladas en el recurso
(párr. 525 de la Z.P.O.).
En la vista de la causa, los justiciables están facultados para
informar (in vocé) sobre el fallo atacado y las resoluciones
antecedentes al mismo, como asimismo pueden objetar sus
fundamentos y el procedimiento o prueba cumplidos en la instancia
liminar.
El decisor goza de ciertas potestades sanatorias, ya que si el
presidente estima que los informes (o alegatos) son deficitarios o
incompletos, debe disponer su ampliación o corrección.
291
Juan Carlos Hitters
292
Técnica de los recursos ordinarios
petición del recurrente. Añade el párrafo siguiente de la Z.P.O.,
fijando los límites de la Alzada, que "serán objeto de examen y
resolución del Tribunal de apelación, todos los puntos litigiosos
referentes a la acción anteriormente estimada o desestimada, en
cuanto el examen y la resolución sean necesarios por el tenor de
las peticiones del recurso, y aunque en primera instancia no se
hubiera debatido lo resuelto sobre esos puntos".
Como en todos los cuerpos rituales, la Z.P.O. impone al ór-
gano de apelación la obligación de componer positivamente el liti-
gio, en caso de anular la sentencia motivo de embate; no obstante
ello y para los supuestos que se haga imprescindible el reenvío -
tal cual lo señalamos- el par. 538 establece taxativamente51 los
casos en los que se permite la remisión a primera instancia para
un nuevo juzgamiento52 (véase no 144).
Añade el párrafo siguiente, que si en el trámite de primera
instancia se hubiere cometido un error esencial (vicios in pro-
cedendo), el ad quem, después de anular la providencia y el
procedimiento, en la medida que corresponda, remitirá la causa
al órgano inferior.
Siguiendo los principios de economía y celeridad, preceptúa
el párrafo 543, que el Tribunal de apelación, al exponer los hechos
en el fallo, puede remitirse a la de la instancia liminar.
La sentencia de reenvío es, según el derecho alemán, lo
mismo que en Italia, susceptible de casación, pues según la
jurisprudencia la considera definitiva a esos efectos53.
Señalemos por último, que como bien acota WACH54, el
organismo de apelación debe examinar -como vimos- la providencia
sometida a su consideración teniendo en cuenta el material
litigioso aportado en la instancia primera, y también el que se
hubiera traído a la segunda, en los casos permitidos, pero siempre
dentro de los límites del recurso55. Para cumplir con esa tarea -
293
Juan Carlos Hitters
Así por ejemplo el párrafo 528 de la Z.P.O. alemana, dice que las excepciones
dilatorias renunciadas en la instancia original sólo pueden hacerse valer en la ape-
lación, si se prueba que hubo impedimento de haberlas utilizado con anterioridad.
A su vez el párrafo 532 expresa que la confesión prestada en primera instancia,
conserva su fuerza ante el ad quem. 56 WACH, ob. cit., p. 292.
294
Técnica de los recursos ordinarios
La apelación tiene andamiento en el Código de Processo Civil
de Brasil contra cualquier sentencia, entendiendo por tal, según
el artículo 162 par. ls del mismo, aquel acto jurisdiccional por el
cual el juez pone fin al procedimiento de primer grado, decidiendo
o no el mérito de la causa57.
AMARAL SANTOS define el recurso bajo análisis, como "el que
se interpone contra los fallos de los judicantes de primer grado
para llevar a cabo un reexamen a través de los Tribunales de
segundo grado, por medio del cual se intenta obtener una reforma
total o parcial de la decisión impugnada o su invalidación
(nulidad)"58.
Son atacables por este medio-(arts. 162 1o y 513), tanto los
fallos pronunciados en los procesos contenciosos como en los
voluntarios, como los que despachan medidas cautelares en los
de ejecución, y en general los dictados en todo tipo de
procedimientos; siempre y cuando causen un agravio59, no importa
el valor de la causa60, pues el instituto de la summa gravaminis
no tiene andamiento en el Brasil para los recursos ordinarios61,
como tampoco en España (véase no 159).
Se debe incoar dentro del plazo de quince días (art. 508),
sea cual fuera el procedimiento de donde emane el proveimiento
atacado, pues como señalamos antes, rige en ese país el criterio
del plazo único para las impugnaciones (véase no 48).
El recurrente debe manifestar su voluntad a través de una
petición ante el mismo juzgador que dictó el fallo atacado, que
tiene que contener -según el artículo 514 del código- los siguientes
requisitos de suficiencia: 1) el nombre y demás datos de las partes;
2) los fundamentos de hecho y de derecho de la apelación; 3) el
pedido de un nuevo fallo62.
a
57 BARBOSA MOREIRA, Comentarios ao Código de processo civil, 7 edição,
v. V, p. 402 a 475.
a
58 AMARAL SANTOS, Primeiras Linhas de Direitto Processual Civil, 4 edic,
v. III, n° 708.
59 JÚNIOR, Humberto Theodoro, Processo de Conhecimiento, Forense, Río
de Janeiro, 1981, v. II, p. 720.
a
60 BARBOSA MOREIRA, O novo ....ob. cit, 19 edição, p. 131.
61 El Código ritual de 1939 tipificaba algunos casos excepcionales donde
se limitaba la apelación en razón del monto: eran las llamadas "causas de algada".
62 Esta solicitud puede apuntar a un nuevo decisorio de mérito favorable al
295
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Técnica de los recursos ordinarios
152. Se infiere del artículo 515 del código sub examine que
la apelación "devuelve" al tribunal de Alzada el conocimiento, en
la medida de la impugnación, ya que como entre nosotros, se aplica
en ese país el bocárdico latino tantum devolutum quantum
appellatum (véase no 229).
Así ha establecido la jurisprudencia que si el embate del quejoso
se limita a un determinado punto del fallo, no es lícito que el órgano
de apelación decida sobre puntos no planteados por el recurrente; y
por la misma razón -sostuvo otro fallo- le está vedado a dicho órgano
ocuparse de nulidades no argüidas por el apelante67.
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CAPITULO X
ADMISIBILIDAD DE LA APELACIÓN.
RESOLUCIONES APELABLES E INAPELABLES
I. RESOLUCIONES APELABLES
A. GENERALIDADES
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1) Providencias simples
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4 Cám. nac. civil, sala F, marzo 18, 1982, "Canosa, Osear y otro c/
Abramovich, Luis", Der., v. 99, p. 633.
a
5 Cám. III, sala 1 , La Plata, fallo del 30-VI-81, expediente A-36.201. Así
por ejemplo tampoco es apelable la providencia simple que concede este recurso
(PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit, v. V, p. 112) (Cam. Civil y Comercial Mar
del Plata 112608-RSI-387-00-I27-4-00).
6 Podemos citar como ejemplo de este sub-grupo, el artículo 131 del Códi-
go de Mendoza y el de Tierra del Fuego (art. 272).
7 Entre estos es posible nombrar, los Códigos de Santa Fe (art. 347) y de
Córdoba en su anterior redacción (art. 1241). Sin embargo, el artículo 1240 de este
cuerpo legal establecía: "El recurso de apelación, salvo lo dispuesto en los casos
especiales, procederá solamente:
"1) De las sentencias definitivas sobre lo principal, en toda clase de juicios y
actos de jurisdicción voluntaria";
"2) De los autos que resuelvan incidentes, siempre que causen gravamen
irreparable que no pueda ser reparado en la sentencia definitiva";
"3) De las providencias o autos de mero trámite, que cambien la naturaleza
del juicio que la ley prescribe para la acción entablada";
"4) De las providencias o autos que importen la paralización del juicio o del
incidente".
Ello demuestra que en el Código cordobés eran apelables en forma
independiente las providencias simples o de mero trámite, si cambian la naturaleza
o
(o ritual) que la ley dispone para el juicio (art. 1240, inc. 3 ). El nuevo código cordobés
ha adoptado una postura más amplia y precisa diciendo en el art. 361 que: "El
recurso de apelación salvo disposición en contrario, procederá solamente respecto
de :1) las sentencias, 2) los autos, 3) las providencias simples que causen grava-
men que no pueda ser reparado por la sentencia". (Ver FERREYRA DE DE LA RÚA ,
Angelina y GONZÁLEZ DE LA VEGA DE OPL, Cristina, ob. cit, T. II, p. 659).
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2) Providencias interlocutorias
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13 Como dice PALACIO (Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 88), los
Códigos de Córdoba en su texto anterior (art. 1240) y de Santa Fe (art. 346), son
particularmente explícitos al expresar que este recurso procede "de las sentencias
definitivas sobre lo principal, en toda clase de juicios y actos de jurisdicción
voluntaria".
14 El Anteproyecto de código Modelo para Iberoamérica, en su art. 220
regula las resoluciones materia de medios de impugnación diciendo: "Procede el
recurso de apelación: 1) Contra las sentencias definitivas, sin más excepciones
que las de segunda instancia, y las demás que expresamente establezca la ley. 2)
Contra los autos interlocutorios, excepto los dictados en el curso de una instancia
cuya sentencia definitiva no es apelable y los dictados en el curso de un incidente.
La apelación contra los autos interlocutorios será siempre necesariamente subsi-
diaria del recurso de reposición, debiéndose deducir ambos recursos de manera
conjunta y dentro del plazo para apelar. 3) Contra las providencias de trámite que
aparejen gravamen irreparable, en cuyo caso se las considerará autos
interlocutorios".
15 Cfr. A. COSTA, ob. cit, pp. 111 a 118.
16 Cfr. PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 34.
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a) Generalidades
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1) Sentencias interlocutorias
3) Honorarios
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165. Dejó sentado ese Alto Tribunal que para que proceda el
recurso ordinario de apelación ante ese cuerpo es requisito esencial
demostrar, sobre la base de las constancias de la causa que el
"valor disputado en último término" -es decir, el monto del agravio-
excede el mínimo legal53 (véase Cap. XIX).
Resaltó en otro decisorio que es inadmisible el recurso
ordinario si la actora critica el pronunciamiento de la Cámara
por no haber ésta hecho lugar a la actualización de las sumas
adecuadas por la demandada, pero no acredita que el valor que se
disputa -que surge de la diferencia existente entre el monto de la
condena y lo pretendido por la recurrente- supere el mínimo legal54.
52 Cám. nac. trab., sala IV, agosto 31, 1981, "Puppo, Ricardo y otros c/
Deutz Argentina Sociedad Anónima", B. C. N. Trab., 1981, v. 39, p. 10, Juris. Arg.,
1982, v. II, p. 27; Rep. La Ley, 1982, p. 2061.
53 Corte Suprema, mayo 12, 1981, "Lamaro Sociedad Anónima c/ Banco
Hipotecario Nacional", CSN, Fallos, v. 303, p. 662. Más modernamente véase en el
mismo sentido: "Farías c/Estado Nacional", del 19-11-2002, LL 11-3-03, 4-105183;
"Segba c/Municipalidad de Lomas de Zamora", del 28-3-2000, Fallos, 323:591.
54 Corte Suprema, mayo 12, 1981, CSN, Fallos, v. 303, p. 662. Coinci-
diendo con tales pautas expresó que "Resulta necesario demostrar el valor dispu-
tado en último término, o sea aquel por el que se pretende la modificación del fallo,
o el monto de agravio, respecto de las pretensiones individuales, de cada una de
las partes, excede el mínimo legal a la fecha de interposición, de acuerdo con lo
dispuesto por el art. 24, inc. 6, ap. A, del dec-ley 1285/58 y resolución de la Corte
1360/91. El incumplimiento de la carga de demostrar que el monto del agravio
excede el mínimo legal a la fecha de interposición del recurso ordinario de apela-
ción trae aparejada la improcedencia formal de la apelación ante la Corte por au-
sencia de uno de los presupuestos esenciales de admisibilidad del recurso, sin que
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Técnica de los recursos ordinarios
a) Antecedentes
obste a esa decisión el hecho de que la Cámara lo haya concedido" (CS, 14-6-
2001, "Carlos Maximiliano y otros c/ Ministerio de Educación", Fallos, 324:1846.
CS, 9-4-2002, "Cristalera La Esperanza S. A. Concurso preventivo s/ Incidente de
verificación por Dirección General Impositiva", Fallos, 325:579).
55 Cám. nac. civ., sala B, La Ley, 1978, v. C, p. 456.
56 FENOCHIETTO-ARAZI, ob. cit., v. 1, p. 771.
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D. INAPELABILIDAD EN RAZÓN DE
'LA NATURALEZA DEL JUICIO' O
'DEL TIPO DE LA RESOLUCIÓN RECURRIDA'.
JURISPRUDENCIA. EXCEPCIONES
a) Generalidades
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a
62 C.Nac.Civ. y Com. Fed., sala 2 ., 10-5-2001, "Golitz, Catalina y otro c/
Gaillardou, Claudio Gabriel s/recurso de queja causa n° 2051/01".
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3) Concursos
326
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a a
72 Cám. 1 , C. y C, Bahía Blanca, sala 1 , 6-4-81, "Monte Pasco, Socie-
dad Anónima, suc", fallo n° 31.272, Juris. Arg., 1982, v. II, p. 117.
a
73 Cám. 1 , civ. y com., Tucumán, 19-3-81, "López, Guillermo F. conc",
fallo n° 31.286, Juris. Arg., 1982, v. II, p. 155.
a
74 Cám. 1 , C. y C, Tucumán, 22-4-81, "Aguirre, Reinaldo L", Juris. Arg.,
1982, v. II, síntesis, p. 619.
75 Cám. II, sala II, La Plata, causa B-44.776, fallo del 27 de abril de 1978.
a
76 Cám. 1 C. y C, Tucumán, 22-4-81, "Aguirre, Reinaldo L.", Juris. Arg.,
1982, v. II, síntesis, p. 615.
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81 "La resolución del Juez que intima a cumplir con la publicación de edic-
tos no puede considerarse recurrible so pretexto de que tal requisito no es exigible
en los 'pequeños concursos'. Tal decisorio se encuentra alcanzado por el principio
general de inapelabilidad previsto en el art. 273 inc. 3 de la ley 24.522 ya que la
providencia en cuestión se encuentra enmarcada en el trámite regular del proceso
concursal" (Cám. Civ. Mar del Plata, "Mordcovici, Mónica Sandra s/concurso pre-
ventivo", 110.879, RSI-875-99 I 23-9-99). "Las excepciones al principio de
inapelabilidad se circunscriben a lo determinado en los arts. 13, 17, 24, 51, 58, 59,
o
61, 63, 65, 96, 103, 117, 118, 144 inc. 7 , 191, 206, 210, 214, 218, 232, 255, 259,
260, 262, 272, 281 y 285 de la Ley de Concursos y Quiebras, y fuera de estos
supuestos cuando excepcionalmente están en juego cuestiones que exceden el
normal desarrollo del procedimiento o se puedan afectar garantías de rango cons-
titucional, como son la de defensa en juicio y la del derecho de propiedad" (CC0101
LP 239324 RSI-556-2 I 12-11-2002, "Argentrade S.R.L. s/ Inc. de apelación (art.
250 inc. 2° CPCC) en autos Argentrade S.R.L. s/Concurso preventivo"). En el mis-
mo sentido se pronunció la Cámara en "Laratonda, Hugo s/incte. de verificación de
crédito en autos Surplet s/concurso preventivo" 231094 RSI 26-2-I, 19/02/02.
82 "La ley concursal ha establecido un criterio restrictivo en materia
recursiva, consagrando la apelabilidad sólo cuando la misma se encuentra
específicamente admitida (art. 273 de la Ley de Concursos)" (Cám. Civil Mar del
Plata, "Salvador de Otamendi, Mercedes y otra s/concurso civil", 86421, RSI -218-
3 111-3-2003).
83 "La ley de Concursos y Quiebras 24.522 vigente, igual que la anterior,
organiza un régimen de recursos contra la sentencia de quiebra que le es propio. Tal
sistema se estructura sobre la base de un recurso contra la quiebra directa necesaria
a pedido del acreedor, que en el art. 94 de la ley señalada denomina reposición, que
lleva a la sustanciación de un incidente, cuya resolución sí puede resultar motivo de
apelación. Por lo tanto, queda claro que no existe recurso de apelación directo contra
la sentencia de quiebra decretada a pedido del acreedor, sino el trámite previsto en
los arts. 94 y 95 de la ley 24.522" (Cám. Civil y Comercial San Isidro, "Di Sario, Rober-
to s/ quiebra s/ incte. de apelación", 82973 RSI-433-00, S, 30-05-00).
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94 Dijo la doctrina forense que "son inapelables para el ejecutado las re-
soluciones que se dictan durante el trámite de cumplimiento de la sentencia de
remate" (Cám. nac. civ., sala E, febrero 4,1982, "Arilco, S.C.A. c/ Rodríguez Rivas",
Rep. Der., v. 16, p. 770; ídem, Cám. nac. fed. contencioso-administrativo, sala III,
agosto 27,1981, "Gobierno Nacional -Ministerio de Bienestar Social- contra Capano,
C. Cía. S.R.L.", La Ley, BCNFed., agosto 1981, v. 102, núm. 208).
95 Ha señalado la jurisprudencia que: "Las apelaciones en el juicio ejecu-
tivo deben concederse con efecto diferidlo, salvo la apelación dirigida contra la sen-
tencia de remate y la providencia que denegare la ejecución" (CC0101 MP 115782
RSI-377-1117-4-2001, Juez de Carli. "Banco de Galicia y Buenos Aires c/Hernández,
Héctor s/Ejecución hipotecaria"). "En el juicio ejecutivo las apelaciones en la etapa
anterior al cumplimiento de la sentencia de remate deben concederse en efecto
diferido con excepción de las que procedieron contra la sentencia de remate y la
providencia que denegare la ejecución. Siguiendo el criterio expuesto, el recurso
contra la resolución que recae en un incidente de nulidad debe concederse con el
efecto aludido" (CC0101 MP 88016 RSI-250-94 I 24-3-1994, "González Álvarez c/
Barhonuevo de Garro, Nora s/ejecución de alquileres". ídem, CC0101 MP 110623
RSI-1433-00 I 24-10-2000, "Municipalidad de General Pueyrredón c/Fernández,
Daniel s/apremio". 118944 RSI-149-2 I 26-2-2002, "Dimuro, Gustavo Salvador c/
Zurita, Daniel s/ejecución"; CC0102 MP 121666 RSI-1643-2 I 14-11-2002, "Pérez,
Héctor y otra c/Ridigos, Julio Miguel s/ejecución hipotecaria").
96 CCO00O JU 34666 RSD-15-41 S 14-2-2000, Juez Brignardello (MA),
"Cooperativa Agropecuaria Ltda. de Carabelas c/Maroscia, Juan y ot. s/cobro
ejecutivo".
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so ordinario rige el principio de irrecurribilidad (art. 359 CPCB), sin perjuicio del
examen de mérito que corresponda efectuar en oportunidad de dictarse sentencia
si se trata de pruebas que incursionan sobre temas vedados en el marco del juicio
ejecutivo" (CC0100 SN 981629 RSI-540-98 I 20-10-1998, "Banco de la Provincia
de Buenos Aires c/ Giuliani, Vilma Alicia s/Cobro ejecutivo").
"En caso de desestimación de la prueba de la excepción interpuesta no rige
el principio de inapelabilidad del art. 377 CPC, sino que puede interponerse
temporáneamente el recurso de apelación correspondiendo su concesión en efec-
to diferido a fin de su tratamiento en oportunidad en que se resuelva sobre la ape-
lación de la sentencia definitiva (arts. 247, 547, 555 CPCC)" (CC0002 AZ 45108
RSD-194-2 S 21-11-2002, "Banca Nazionale del Lavoro S.A. c/ Lamacchia, Héctor
Daniel y otra s/cobro hipotecario").
"Las apelaciones en el juicio ejecutivo deben concederse con efecto diferido,
salvo la apelación dirigida contra la sentencia de remate y la providencia que
denegare la ejecución" (CC0101 MP 115782 RSI-377-1 I 17-4-2001, "Banco de
Galicia y Buenos Aires c/ Hernández, Héctor s/Ejecución hipotecaria").
"Siendo las medidas de prueba irrecurribles dentro del proceso de
conocimiento (ordinario y sumario), debe aplicarse también al proceso ejecutivo en
virtud de la remisión efectuada en los artículos 547 in fine y 495 del C.Pr." (CC0101
MP 115782 RSI-377-1 117-4-2001, "Banco de Galicia y Buenos Aires c/ Hernández,
Héctor s/ Ejecución Hipotecaria. Recurso de Queja").
101 HITTERS, J. C, La cosa juzgada en los denominados procesos suma-
rios propiamente dichos, Juris. Arg., 1981, v. III, p. 713 y siguientes.
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a
103 HITTERS, Juan Carlos, Técnica de los recursos extraordinarios, 2 edi-
ción, ob. cit, pp. 522 a 527.
104 Ha dicho la Corte Suprema de la Nación que:
"1. El certificado de deuda librado por la Dirección Gral. Impositiva constituye
título hábil para la ejecución fiscal en tanto permite identificar con nitidez las circunstancias
que justifican el reclamo -en el caso, se recurre por la vía extraordinaria la sentencia
que hizo lugar a la excepción de pago- y cuenta con un grado de determinación suficiente
a fin de que la ejecutada no quede colocada en estado de indefensión (Fallo del 10/10/
2000, "D.G.I. c. Rubrex S.R.L.", La Ley, 2001-B DJ 2001-2).
2. Debe considerarse sentencia definitiva -a los efectos de la procedencia
del recurso extraordinario- la dictada en un proceso de ejecución fiscal que admite
la excepción de pago, pues según lo dispuesto por el art. 92 de la ley 11.683 (Adía,
LVIII-C, 2969)- aquélla no resulta apelable por las vías ordinarias.
3. Es arbitraria la sentencia dictada en un proceso de ejecución fiscal que
admitió la excepción de pago por entender que el Fisco, al contestar el traslado de
la defensa, había consentido los depósitos realizados por la demandada, y considerar
inadmisibles los antecedentes del certificado de deuda aportados, pues esta última
circunstancia no puede llevar a concluir que dicho título ejecutivo es incompleto"
(Fallo del 25/06/1996, "Dirección Gral. Impositiva c/ Chami, Pablo A.", La Ley, 1997-
C DJ 1997-2).
4. Las decisiones recaídas en juicios ejecutivos y de apremio no constituyen,
como regla, la sentencia definitiva a la que alude el art. 14 de la ley 48 (Adía, 1852-
1888, 364). Sin embargo, es procedente la vía extraordinaria si el fallo apelado
desestimó la acepción de prescripción, pues supone -en el caso- dar curso a la
ejecución fiscal, sin que el agravio que de ello resulta pueda ser revisado en trámite
ulterior, pues ya no sería admisible.
5. Es procedente el recurso extraordinario contra la sentencia recaída en un
juicio de apremio que rechaza la excepción de prescripción, pues dicho
pronunciamiento ha sido dictado por el superior tribunal de la causa, dado que no
es apelable, según la reforma introducida en al art. 92 de la ley 11.683, por la ley
23.658 (Adía, XXXVIII-D, 3476, t.o., XLIX-A, 3) y, por otra parte, los agravios suscitan
cuestión federal suficiente.
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105 Cám. nac. fed., sala II, La Ley, 1978, v. D, p. 133. Dicha restricción no
alcanza a la producción de prueba anticipada, ni a las resoluciones sobre medidas
cautelares. ídem, CC0002 SM 42801 RSI-288-97 I 20-11-1997, "Jofman de
Schimkiewicz, Perla c/ Jofman, Susana Elizabeth s/Desalojo s/Recurso de queja".
Conf. CC0100 SN 970865 RSI-607-97 I 11-12-1997, "B.I.R. Coop. Ltdo (su quie-
bra) c/ Giuggia, Osvaldo Pedro s/Cobro ejecutivo. Recurso de queja".
106 CC0001 QL4342 RSI-70-1 I 15-5-2001, "Fernández, Julio Alberto c/
Bargo, Horacio s/Daños y perjuicios".
107 Véase FENOCHIETTO-ARAZI, ob. cit, v. 2, p. 340.
"Conforme a lo dispuesto por el art. 377 el CPCC, las resoluciones del juez
de primera instancia sobre producción, denegación y sustanciación de las pruebas
son -por principio- irrecurribles; tal limitación recursiva alcanza a las resoluciones
que, como la atacada, desestiman el pedido de trasladar la carga del anticipo de
gastos (art. 461 CPCC), a la parte que no ofreció la respectiva prueba pericial"
(CC0002 QL 1111 RSI-124-96 I 28-11-1996, "S. G. P. c/ S. A. D. s/Reconocimiento
de filiación").
108 Cám. nac. civ., sala E, junio 10,1981, "Avila, Osvaldo S. y otro c/ López
Salas, Eloy y otro", Rep. Der., v. 16, p. 771. Pero ha aclarado la jurisprudencia que:
"Si bien el auto de apertura a prueba es en principio irrecurrible tanto en los proce-
sos sumarios como ordinarios (arts. 358, 359, 377 y 494 CPC), conforma doctrina
uniforme que tal regla no es absoluta y opera con criterio restringido máxime si está
de por medio la denegación de toda o prácticamente toda la prueba ofrecida por la
parte, ya que de no ser así se afectaría el derecho constitucional de defensa en
juicio protegido por el art. 18 de la Constitución Nacional" (CC0100 SN 960987
RSI-69-9714-3-1997, "Visciarelli, Luis Alberto c/ Flores, Luis s/Daños y perjuicios").
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109 Cám. nac. civ., sala G, mayo 28,1981, "Petersen Thiele y Cruz Socie-
dad Anónima c/Arayjo de Cao, Aurora y otras", La Ley, 1982, v. A, p. 218, Rep. La
Ley, año 1982, p. 2055.
110 Se decidió desde este cuadrante que "todas las resoluciones que ver
sen sobre producción, denegación y sustanciación de las pruebas son irrecurribles,
principio que se extiende a aquellos proveídos que deciden un planteo de nulidad
a
referido a cuestiones probatorias" (Cám. II, sala 2 , La Plata, 22-2-77) (C. Civil Mar
del Plata, 116.843, RSI 629-1-1,12-6-01. "Marengo, Raúl c/Sáenz, Griselda y otros
s/ejecución").
a
111 Cám. I, sala 1 , La Plata, causa 181.171, reg. int., 33/81. Cfr. Cám. II,
a
sala 1 , La Plata, causa B-45.618, idem, causa B-43.136. Cam. Civ. Mar del Plata:
115.159 -RSI-1630-00-1-30-11-2000 ("Nemerovsky, Mará c/Sajnovich, María s/ejec.
hipotecaria").
112 Cám. nac. civ., sala C, agosto 25,1981 "K. de B. C", Der., v. 99, p. 645.
113 Se expresó con igual criterio que si bien conforme con el artículo 307,
Código Procesal deTucumán son inapelables las actuaciones de prueba, al haber
se planteado la cuestión que motivó la resolución apelada por vía del incidente de
a
nulidad, resulta la misma recurrible (Cám. 1 , civ. y com. Tucumán, 30-4-81, "Cria-
do, Gustavo J., c/D. I. Valle Molina, Miguel Ángel", Juris. Arg., 1982, V. I, p. 615,
síntesis). Se dijo en forma coincidente "que la decisión que, a efectos de meritar en
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5) Acumulación de procesos
122 Cám. nac. civ., sala B, marzo 13, 1982, Den, v. 99, p. 634.
123 "La acumulación de procesos no responde solamente a la necesidad
de evitar sentencias contradictorias sino que obedece también a la conveniencia
de proveer a la más rápida y económica tramitación de los juicios, fundamento de
la conexidad instrumental. Por ello, dado que mantener la acumulación no causa
ningún gravamen y, antes bien, aparece como la conducta procesal que favorece
la amplitud de la prueba y de la defensa, corresponde revocar la resolución que
dispuso la desacumulación" (CFCC II, Capital Federal 28-8-1997, "Sade El Juri,
Robert C. c/Gorenstein, Germán", LL 1997 F, 455-96419).
124 Cám. nac. civ., sala G, diciembre 11,1980, "C. de P. A. B. c/A. B.", Rep.
Der., v. 16, p. 770.
125 Cám. nac. civ., sala G, diciembre 11,1980, "C. de P, A. B. c/ P, A. B.",
Rep. Der., v. 16, p. 770.
126 Es apelable el rechazo de acumulación de procesos (PALACIO, Lino E.,
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Juan Carlos Hitters
183. Como resulta sabido las decisiones que dictan los jueces
en uso de sus atribuciones ordenatorias e instructorias (artículo
36, inciso 2- del Código Procesal de la Nación) son por regla,
inapelables128, aunque ciertos fallos hablan de irrecurribilidad129.
Derecho Procesal Civil, Bs. As., Abeledo-Perrot, T. I, p. 469; MORELLO, SOSA, BERIZONCE,
Códigos Procesales, cit, T. III, p. 135 ap. 5 b'.; FENOCHIETTO-ARAZI, Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación comentado y concordado con el Código Procesal
Civil y Comercial de la Pcia. deBs.As., Bs. As., Astrea, T. I, p. 735/736; FASSI-YAÑEZ,
Código Procesal Civil y Comercial comentado, anotado y concordado, Bs. As., T. II
p. 32/34 (CC0203 LP 95105 RSI-12-1 I 12-2-2001, "La Ráfaga c/Agüero, Rolando
Lauro y otro s/ Daños y perjuicios").
127 Cám. Nac. Esp. Civ. y Com., sala III, agosto 28, 1981, "Calafell Loza,
Mariano en: Alpargatas Sociedad Anónima c/ Fernández, Armando", Der., v. 97, p. 170.
128 "Si bien como principio general las medidas para mejor proveer son
inapelables, tal regla no resulta absoluta o irrevisable para la Alzada, cuando a
través de su estricta aplicación, podrían llegar a vulnerarse legítimos derechos del
reclamante al sometérselo a recaudos que considere inapropiados o no exigidos
por la ley" (CC0001 QL661 RSI-113-9611-10-1996, "Cambellotti, Carlos Alejandro
c/Ríos de Álvarez, Salomé y otros s/cobro ejecutivo"). "En principio es inapelable el
decisorio que ordena una medida instructoria en orden a la averiguación de los
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8Q) Resolución sobre acumulación de procesos (artículos 191
y 194) (véase no 181).
9 S ) Resolución que fija el tipo de proceso para la
determinación de los daños y perjuicios causados por las medidas
cautelares; esta decisión es irrecurrible (artículo 208).
10) Resolución recaída respecto de la revocatoria decidida
en la Alzada (artículo 273) (véase no 124).
11) Resolución que desestima la caducidad de instancia
(artículo 317) (véase no 112).
12) Resolución que deniega medidas preliminares (artículo
327).
13) Resolución respecto a la falta de legitimación para obrar,
cuando el juez decide que no es manifiesta (aunque puede
considerarse en la sentencia definitiva, según los artículos 347,
inciso 3S y 353) (véase no 185).
14) Resolución que abre la causa a prueba (artículo 359 de
CPCBA) (véase no 179), no aplicable al CPCN.
15) Resolución que al desestimar la oposición mantiene la
apertura a prueba (artículo 359 del CPCBA) (véase no 179), no
aplicable al CPCN.
16) Resolución que admite el hecho nuevo (artículo 366)
(véase nros. 266 y 267).
17) Resoluciones sobre producción, denegación y
sustanciación de las pruebas (artículos 379) (véase no 177).
18) Caso en que el juez modifica el contenido de las posiciones
(artículo 411).
19) Caso en que la parte considera impertinente una posición
y se deja constancia en acta (artículo 414).
20) Resolución que decide sobre la recusación de los peritos
(artículo 467).
21) Distintas resoluciones en el juicio sumarísimo (artículo
498, inciso 6o) (véase no 173).
22) Resolución que rechaza las excepciones, en la ejecución
de sentencia, por no haberse acompañado los documentos
pertinentes; esta decisión es irrecurrible (artículo 507).
23) Resolución que condena a hacer determinación del tipo
de proceso; esta providencia es irrecurrible (artículo 513).
24) Resolución que condena a entregar cosa, determinación
del tipo de proceso; ésta es también irrecurrible (artículo 515).
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356
CAPÍTULO XI
PROCEDENCIA DE LA APELACIÓN.
LEGITIMACIÓN. AGRAVIOS. REMISIÓN
I. LEGITIMACIÓN ACTIVA.
QUIÉNES PUEDEN APELAR
357
Juan Carlos Hitters
saber: que el que los incoe sea -en principio- parte en el litigio;
que haya recibido un perjuicio; y que el embate se presente ante
el órgano habilitado para decidirlo. Pero también hay que
cumplimentar los requisitos objetivos, en el sentido de que el sendero
de impugnación sea idóneo y jurídicamente posible (véase no 27).
Nos ocuparemos ahora de los primeros (los subjetivos), es
decir, de la legitimación (véase no 14).
Acotamos antes que como regla genérica puede sostenerse
que son titulares de esta potestad quienes posean en el proceso la
calidad de partes. Aunque en ciertas oportunidades los terceros
tienen la posibilidad de apelar; y en otras los propios litigantes
carecen de esa facultad, por ejemplo cuando las leyes adjetivas
declaran la inapelabilidad de ciertas providencias (véase nros. 158
a 160).
Pusimos de relieve también que es presupuesto para la
viabilidad de este canal de ataque, y de todos en general, que el
quejoso haya recibido un agravio 2; aunque en verdad no todo
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a) Antecedentes históricos
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a
21 Cám. II, sala 3 , La Plata, fallo del 25-4-78, expediente A, 31.788.
22 Por el contrario otra jurisprudencia ha dicho: "Cuando el adquirente de
un automotor en subasta judicial solicita la cancelación de los impuestos que lo
gravan y se adeudan, sin que existan fondos en autos para hacer frente a su pago,
corresponde que el recurso se sustancie con el acreedor fiscal respectivo" (CC0002
QL 1564 RSI-188-97 I 17-12-1997, "Automotores San Telmo S.A. c/ Farías Manuel
Antonio y otra s/Ejecución prendaria").
"Las resoluciones que disponen intimaciones no siempre devienen
inapelables, ya que si el requerimiento provoca un gravamen irreparable, procede
la apertura de la segunda instancia. De allí que si el adquirente en subasta,
consideraba que no correspondía que se le exigiera ninguna otra suma en concepto
de saldo de precio, no podía dejar consentir la decisión que lo constreñía -con un
grave apercibimiento- a que depositara el importe de las expensas adeudadas"
(CC0102 MP 111345 RSI-363-1 I 4-5-2001, "Consorcio Asociación Viajantes de
Mar del Plata c/ García Medina, Federico y ots. s/Ejecución de expensas").
"El comprador en subasta, si bien resulta un sujeto ajeno a la relación procesal
de las partes, debe considerársele legitimado para apelar aquellas decisiones que
se refieren a la entrega de la posesión del bien adquirido (máxime -como ocurrió en
el caso- si ya se había abonado el saldo de precio), pues con respecto al mismo
posee un interés real y directo" (CC0102 MP 111236 RSI-1001-99 I 28-10-1999,
"García Leonor c/ Consorcio Edificio Eiffel s/Tercería").
23 Cám. nac. civ., sala F, abril 15, 1981, "R. M. R.", La Ley, 1982 v. A, p.
575, 36.051-S. Se destacó que: "Es principio recibido que solamente se hallan
legitimados para apelar las partes, principales y litisconsortes, sea que actúen
como actores o demandados dentro del proceso, o los terceros que pudieren ver
se afectados en la medida de su interés o sufran un agravio personal (arg. art. 242
del CPCC)". CPCB Art. 242 (CC0101 LP 238586 RSI-94-2 I 12-3-2002, "Trifiro,
Carmelo y otro c/ Bellipani, Carlos José s/Anul. doble dominio").
365
Juan Carlos Hitters
"Si bien es cierto que solamente se hallan legitimados para apelar las partes,
principales o litisconsortes, sea que actúen como actores o demandados dentro del
proceso, o los terceros que pudieran verse afectados en la medida de su interés,
no es menos cierto que, en cambio, aun cuando se halla declarado que el peticionario
no reviste la calidad de parte, se ha considerado que ello no justifique que se le
deniegue el recurso de apelación que así lo resuelve, pues la misma le afecta el
interés que esgrime" (CC0002 LM 235 RSI-65-2 I 27-6-2002, "Miraglia Eduardo
Osear c/ Furci María Cristina s/Cobro ejecutivo de dinero").
24 Cám. nac. civ., sala F, abril 15,1981, "R. M. R.", La Ley, 1982, v. A, p.
575, 36.051-S.
25 No debemos perder de vista, que en Italia de conformidad con lo que
surge de los artículos 331 y 332 del Código de 1940, en caso de litisconsorcio se
produce la integración de las impugnaciones. Cfr. Rocco, ob. cit, v. III, p. 325.
a
26 O novo processo..., 6 edição, 1984, ob. cit, p. 173. Este autor prefiere
366
Técnica de los recursos ordinarios
hablar del "efecto extensivo de los recursos", cuando los mismos benefician o perjudi-
a
can a los demás litisconsortes (Comentarios..., 4 edição, 1981, ob. cit., v. V, p. 292).
27 A. COSTA, ob. cit., p. 58.
28 MATTIROLO, Tratado..., ob. cit., v. IV, p. 337. Este publicista recién en la
cuarta edición de su obra se adscribió a la corriente de la personalidad de los
recursos.
29 Véase MORELLO, PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos procesales...,
a
1 ed.,v. III, p. 338.
30 A. COSTA, ob. cit, pp. 58-59.
31 Dijo en este sentido la jurisprudencia que: "Aun cuando los litisconsortes
que consintieron la sentencia no tienen facultad para intervenir en la sustanciación
del recurso del otro, se ven beneficiados por la revocatoria que este último lograre
pues el fallo de Alzada tiene efectos respecto de todos" (Cám. nac. civ., sala C, julio
2,1981, "Guerheri, Eladio J. c/ Kanmar, Sociedad Anónima", Der., v. 96, p. 305, La
Ley, Rep. 1982, p. 2056).
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A. GENERALIDADES
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B. PAUTAS JURISPRUDENCIALES
a) Principios generales
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b) Casos particulares
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4) Proceso sucesorio
374
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a
52 Cám. II, sala 1 , La Plata, expediente, B-42.829, del 10-3-77. En el
mismo sentido hemos dejado sentada nuestra posición en minoría diciendo: "La
controversia en relación con la imposición de astreintes, la proyección de los mis-
mos sobre la renta pública, y la naturaleza de la cuestión que excede el interés
individual, conllevan a que el fallo recurrido sea, en cuanto a sus efectos, equipara-
do a sentencia definitiva que habilita la vía recursiva extraordinaria, ya que genera
un agravio de imposible o muy dificultosa reparación ulterior". SCBA, AC 82458 I
19-9-2001, "Monterisi, Ricardo Domingo c/ Banco Central de la República Argenti-
na s/ Incidente de ejecución de sentencia". SCBA, Ac 83269113-2-2002, "Monterisi,
Ricardo Domingo c/ Banco Central de la República Argentina s/ Incidente de ejecu-
ción de sentencia. Recurso de queja".
375
CAPITULO XII
EFECTOS DE LA APELACIÓN. EFECTO
SUSPENSIVO Y DEVOLUTIVO. EL EFECTO
DIFERIDO
A. GENERALIDADES
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B. EL EFECTO DEVOLUTIVO
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te el interesado en que la sentencia sea revisada por la Cámara, de modo tal que a
él le compete colocar las actuaciones en condiciones de cumplirse dicha instancia
de apelación, pues de lo contrario la ejecución debe continuar adelante directa-
mente con las actuaciones principales" (Cám. nac. civ., sala F, 4-6-81, "De Achával
deGreen, María B. c/Green, Juan H.", fallo n° 31.729, Juris.Arg., 1982, v. IV, 295).
9 Cabe añadir que "En el juicio de desalojo, el recurso de apelación contra
el auto que dispuso la desocupación inmediata del inmueble en los términos del
arts. 684 bis, Cód. Procesal -texto según ley 25.488- debe concederse con efecto
devolutivo, ya que dicha medida reviste carácter precautorio o de tutela anticipada
-art. 198, ordenamiento citado-" (CNCIV Capital Federal 2-7-2002, "Tubio, Francis-
co E. c/ Gerola, Alcides A." LL 2002 D, 695-104075", JA 17-7-02, 65, comentado
por Jorge Kielmanovich).
a
10 PRIETO CASTRO, Derecho procesal civil, ob. cit., 1 parte, p. 574. En la
Ley de Enjuiciamiento Civil Española, ello se infiere de los artículos 943, 1674, III,
y 1786.
11 CHIOVENDA, Principios..., v. II, p. 509. Cfr. S. COSTA, Manuale..., ob. cit.,
p. 417.
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A. GENERALIDADES. ANTECEDENTES
a) Generalidades
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b) Antecedentes
a criterio de ellos, no debe interpretarse como un efecto, sino que es una conse-
cuencia del trámite de la apelación que importa dilatar la sustanciación del recurso
a una etapa posterior del proceso. (Ver ARAZI, Roland y ROJAS, Jorge A., en ob. cit.,
T.I., p. 769).
17 DÍAZ, Clemente A., Sobre la apelabilidad de las sentencias interlocutorias,
ob. cit., Revista del Colegio de Abogados de La Plata, ob. cit, 1961, v. 1, p. 159.
18 La ley 12.948, aprobatoria del decreto ley 32.347/44, introdujo, según
Clemente A. DÍAZ (ob. cit., p. 159), la apelación diferida en nuestro país. El artículo
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b) Procesos de ejecución
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CAPITULO XIII
FORMAS DE CONCEDER LA APELACIÓN.
EN RELACIÓN Y LIBRE
I. GENERALIDADES
A. ANTECEDENTES
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a) Antecedentes
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b) El Código de Córdoba
una parte del memorial agregado por el apelante se corre traslado al apelado, quien
puede contestarlo, asegurándose así una mejor defensa de sus derechos; por otro
lado se autoriza al juez de primera instancia a declarar desierto el recurso cuando
el vencedor no presenta memorial o lo hiciere fuera de plazo, con lo que se evita,
en esas hipótesis tan frecuentes, que el expediente deba pasar al tribunal ad quem
al solo efecto de hacer aquella declaración de rutina".
17 Sin embargo, recuérdese que la ley 3823, modificó esta regla "autori-
zando" a las partes a presentar una memoria, como hacía la ley 4128 para Capital
:
F ederal.
18 PODETTI, Tratado de los recursos..., ob. cit., p. 233.
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c) El Código de Mendoza
a) Características
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a
33 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., 2 ed., p.
526 (véase nota 35).
34 Expresó la SCBA: "El pronunciamiento de la Cámara confirmatorio del
de primera instancia que desestimó el planteo de nulidad de notificación de la de-
manda efectuado por la Fiscalía de Estado accionada basado en que, por aplica-
ción de la ley 7543, debió correrse traslado de la misma por el término allí estable-
cido y diligenciarse la notificación ante la sede del Fiscal de Estado, reviste carác-
ter definitivo en los términos del art. 278 del CPCC porque su efecto inmediato es
impedir al recurrente el ejercicio pleno de la defensa de los intereses provinciales
comprometidos y que provoca la intervención de ese organismo, generando un
agravio de imposible reparación ulterior (Ac. 87.705, de marzo de 2004; conf. cau-
sas Ac. 45.277, 12-6-1990; Ac. 48.886, 3-9-1991; Ac. 49.955, 23-4-1992).
35 Señalo ese Tribunal que el pronunciamiento de Cámara que hace lu-
gar a la excepción de inhabilidad de título al decir que los fiadores han cesado por
el vencimiento del término de la locación (art. 1582 bis, CC) es definitivo en los
términos del art. 278 del CPCC, ya que lo resuelto no puede ser revisado en el
juicio ordinario posterior (Ac. 88.019 de febrero de 2004)
36 Véase n° 176.
37 CSN, causas "Strada, Juan...", del 18-4-1986 (LL, 1986-B-476), "Di
Mascio, Juan R....", del 1-12-1986 (véase SAGÜÉS, Néstor Pedro, El recurso extraor-
dinario..., LL 1989-B-413. Estas pautas se reiteraron con posterioridad y hasta el
presente.
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a
38 HITTERS, Juan Carlos, Técnica de los recursos extraordinarios..., 2 ed.,
p. 158.
39 Ver FALCÓN, Enrique M., Derecho Procesal..., ob. cit., T. I., p. 763.
405
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en los casos concedidos en relación esto sucede, mas con los libres,
el recurso se presenta en primera instancia pero se funda en
segunda, por lo cual el juez sólo debe resolver en este caso sobre
la admisibilidad, por lo cual a su criterio la modificación debe
tenerse por no escrita.
Afirma el mencionado autor que este error de redacción se
debió a que el proyecto de reformas de 1997 del Ministerio de
Justicia había modificado el sistema de apelación libre, enviando
la misma y su sustanciación a primera instancia. Pero la ley 25.488
copió el artículo 166 de aquel proyecto, sin modificar el sistema
de los recursos, por lo cual la nueva redacción del artículo 166 inc.
6 no tiene sentido.
Apuntamos también que a su vez resulta distinto el trámite
sentencial, pues en el libre es imprescindible el voto individual de
los camaristas, mientras que en el en relación no existe -por regla-
tal requisito (véase no 284).
También varía el campo probatorio en la segunda instancia,
si se tiene en cuenta que, como ya lo señalamos, en la apelación
amplia se pueden ofrecer probanzas -y acreditar hechos nuevos-
en esa oportunidad procesal, posibilidad ésta que resulta vedada
en caso de que sea otorgado en relación (véase no 259 y 264).
Además de los diversos procedimientos fijados para el
recurso libre, y para el concedido en relación, lo que de por sí
atenta contra los principios modernos de la unicidad de los
recursos, y contra la uniformidad del ritual impugnatorio, el
referido ordenamiento lleva a cabo un desdoblamiento que nos
parece innecesario, ya que dentro de la apelación amplia hay que
distinguir según se trate de juicio ordinario o sumario, pues varían
los plazos de fundamentación -diez días para el primero y cinco
para el segundo (artículo 259)- en tanto que en el último no es
posible según el artículo 274, exigir confesión a la parte contraria
en la Cámara, sobre hechos que no hubiesen sido objeto de esa
prueba en la instancia anterior.
De lo expuesto se colige que el código de marras fija tres
procedimientos diversos según la apelación haya sido concedida en
relación, o libremente, en el juicio ordinario o en el proceso sumario.
En lo que hace al trámite impugnatorio, sus
particularidades, nos remitimos al capítulo XV donde abordamos
en especial dicha temática (véase no 246).
406
CAPITULO XIV
OBJETO DE LA APELACIÓN.
LIMITES DEL TRIBUNAL DE ALZADA
Sumario: I. Introducción. Poderes de la Cámara. A.
Generalidades. B. Límites de la Alzada. Jurisprudencia.- II. Adhesión a
la apelación. Apelación incidental. Replanteo implícito de los planteos
del vencedor. A. Adhesión a la apelación y apelación incidental.- III. El
vencedor no puede apelar. Adhesión implícita. Jurisprudencia. Adhesión
a la apelación. A. El sistema del Código Procesal Nacional. B. La adhe-
sión "implícita" a la apelación. C. ¿Debe el vencedor contestar
necesariamente la expresión de agravios para mantener sus pretensiones
en la Alzada?
A. GENERALIDADES
407
Juan Carlos Hitters
408
Técnica de los recursos ordinarios
3 Por ello quedó bien en claro a través de sucesivos fallos que: "En nuestro
derecho, la apelación constituye un procedimiento cuyo objeto consiste en verifi-
car, sobre la base de la resolución o acto impugnado el acierto o el error con que
éste ha valorado los actos instructorios producidos en la instancia precedente. No
se trata de un nuevo juicio en el sentido de que a través de la sustanciación del
recurso el órgano superior se halle facultado tanto para diligenciar ex novo los
actos producidos en la instancia anterior cuanto para admitir la interposición de
nuevas pretensiones y oposiciones o el ofrecimiento indiscriminado de nuevas prue-
bas. Se trata en el caso de confrontar el contenido de la resolución con el material
fáctico y jurídico ya incorporado a fin de determinar si ese material ha sido o no
correctamente enjuiciado" (Cám. nac. civ., sala F, noviembre 10, 1981, "Centro de
Suboficiales Retirados del Ejército Aeronáutico, Asoc. Mutualista c/ Instituto de Ac-
ción Mutual", La Ley, 1982, v. C, p. 273).
4 Véase IBÁÑEZ FROCHAM, ob. cit, p. 208; Ídem, PODETTI, Tratado de los
recursos, ob. cit., pp. 114-115.
a
5 PRIETO CASTRO, Derecho procesal civil, 1 parte, ob. cit, pp. 586 y ss.
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Técnica des los recursos ordinarios
a) Generalidades
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14 Dijo la SCBA que "Infringe el art. 272 del CPCCBA el fallo de Alzada
que modifica un aspecto del apelado que no había sido cuestionado por el apelan
te" (SCBA, Ac. 77.452 S 12-9-2001, "Di Nucci, Carlos h. Concurso civil s/incidente").
15 MORELLO, PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos procesales..., ob. cit.,
a
1 ed.,v. III, p. 355.
16 Véase HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., p.
381.
412
Técnica de los recursos ordinarios
juicio pleno y están obligados a juzgar las cuestiones de hecho, y
su prueba, conforme a las normas pertinentes"17.
Aunque como es sabido la questio facti que controla el ad
quera debe haber estado, por supuesto, planteada en primera
instancia18 (véase no 228).
En síntesis no resultaría ocioso repetir que el órgano de
apelación pese a las cortapisas ya enunciadas, goza de amplias
libertades respecto del objeto litigioso sometido a su consideración,
pues falla sobre los hechos y el derecho con las mismas posibilidades
que el a quo; teniendo la aptitud de revocar, reformar o confirmar,
en todo o en parte, la providencia atacada. Y en esta hipótesis está
potenciado para utilizar la motivación del inferior, ampliarla o
reformarla a su manera (art. 271 del Cód. Proc. de la Nac.)19.
413
Juan Carlos Hitters
por la conformidad de las partes ni por la resolución del juez de primer grado, aun
cuando ésta se encuentre consentida" (Cám. nac. civ., sala F, julio 11,1980, "Dave,
José, suc", Rep. Der., v. 16, p. 762). Como asimismo que: "Dentro de las faculta-
des del tribunal de Alzada está la de examinar la procedencia y admisibilidad del
recurso, así como también las formas en que se lo ha concedido, ya que sobre el
punto no está ligado por la conformidad de las partes ni por lo resuelto por el infe-
rior; aun cuando se encuentre éste consentido corresponde declarar mal acordado
el recurso de apelación" (Cám. nac. civil, sala B, setiembre 3, 1981, "Comini,
Humberto, A. c/ Banco Ciudad de Buenos Aires", Rep. Der., v. 16, p. 762).
21 "El control de admisibilidad que realiza la Cámara de apelaciones -de
carácter oficioso y previo al examen de la fundabilidad del recurso- comprende la
verificación de que el remedio en cuestión se dedujo en tiempo" (CNCI K, Capital
Federal, 10-5-2002, "Marrón, María y otros c/O.C.B.A.", LL 2002 C, 895-103777).
22 SCBA, "Laffite, Alcira Margarita c/ Freijó, Graciela, restitución de servi-
dumbre de tránsito", L. 30.254. AC 76326 del 14-5-2003.
23 Sobre esta base argumental se expresó que: "A pesar de la inexistencia
de apelación por parte de ambos padres -separados de hecho y que han formado
nueva unión con terceros-, el tribunal considera atendibles las razones expresadas
por el Asesor de Menores de Cámara para mantener el interpuesto por el Ministerio
a
Pupilar de 1 instancia, pues en los procesos relativos a la tenencia de hijos ha de
protegerse prioritariamente el interés de los menores, y como de los fundamentos
de su dictamen se desprende que persiste el deseo del padre de mantener el hijo
consigo, corresponde examinar las circunstancias del caso a fin de apreciar cuál es
la solución más conveniente para el menor" (Cám. nac. civ., sala C, agosto 13,
1981, "B., J. N. c/ B. de B., J. R.", La Ley, 1982, v. A, p. 498, con nota de Jorge
Adolfo MAZINGHI, Der., v. 96, p. 670). Agregó ese cuerpo que: "Por tratarse de una
cuestión en la cual está comprometido el orden público, toda vez que se refiere a la
jurisdicción y a la competencia funcional, la Cámara tiene facultades que la habilita
para examinarla admisibilidad del recurso de apelación, sin estar obligada ni por la
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Técnica de los recursos ordinarios
voluntad de las partes, ni por la concesión hecha por el juez inferior, por más que se
halle consentida; ello legitima la actuación de oficio de las facultades indicadas,
entre las cuales se encuentra la de decidir sobre lo atinente a los términos, no
modificables, para recurrir" (Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, 8-11-83,
"Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Cacheiro, Juan y otra. Expropiación", Ac.
31.821).
24 Cámara de Apelación de Junín, causa 18.620, "Fandiño de Benedetto c/
La Roque de Badaroux. Daños y perjuicios", DJBA, v. 122).
25 Expresó la Suprema Corte de Buenos Aires, sobre esta cuestión que:
"Examinar la procedencia formal de un recurso, si ha sido bien o mal concedido, o
si los agravios no son suficientes es facultad propia del órgano de segunda instan-
cia, que según las circunstancias, puede o poner en ejercicio" (Causa Ac. 29.282,
"Bidegain e Hijos S.C.A. Quiebra", DJBA, v. 120, p. 229 del 24 de abril de 1981.
ídem, Cám. nac. civil, sala A, agosto 11, 1981, "Yesurúm, José y otra c/ Di Filippo,
J.A."; CC0101 MP 109601 RSD-133-99 S 29-4-1999, "Brandinelli, José María c/
E.D.E.A. S.A. s/ Proceso sumarísimo". ídem, CC0101 MP 118602 RSD-14-2 S 14-
2-2002, "Bronzini, Juan Alberto y otro c/ Luque, Carlos Enrique s/ Violación ley
13.512 y daños y perjuicios").
26 "La Cámara es el juez de recurso de apelación, teniendo suficientes
facultades para examinar de oficio la concesión del recurso, sin encontrarse ligada
por la resolución de primera instancia ni la conformidad de las partes. Sí se en
cuentra limitada por la relación procesal y los agravios del recurrente" (CC0002 LM
339 RSI-7-3 I 20-2-2003, "Zurita, Venido c/ Cisneros, Osear Osvaldo s/ Desalojo").
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27 Dijo la Corte Federal que: "La cámara no puede pronunciarse más allá
de la materia planteada por el recurso interpuesto. Los Tribunales Nacionales de
ben ajustarse a las oportunidades procesales previstas en los arts. 4, 10 y 352 del
CPCN para declarar su incompetencia" (CS, 27-3-2001, "Blanco Encalada S. C. S.
C/ IMOS", Fallos, 324:898).
28 GUASP, Jaime, Los limites temporales de la cosa juzgada, Anuario de
Derecho Civil, Madrid, año 1929, v. III, pp. 435 a 472.
a
29 Véase HITTERS, Revisión de la cosa juzgada, ob. cit, 2 ed., p. 144.
30 Todas las sentencias están basamentadas en ciertos acontecimientos
-hace ver GUASP- que al ser valorados por el órgano jurisdiccional conducen la
dirección del fallo a una conclusión determinada. En efecto, si en un juicio por
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Tribunal que: "La competencia funcional del Tribunal de Alzada está determinada
por los motivos invocados por el recurrente en función de los agravios por el perjui-
cio ocasionado por el fallo. Para ser válida la actuación de dicho Tribunal, debe
existir un recurso válido deducido por parte legítima que padezca un perjuicio o
invoque un agravio" (Causa n° P. 31.369, "Braticevic, Jorge. Estafa, defraudación,
infracción art. 302, Cód. Penal", DJBA, t. 125, p. 161, 8-9-83).
55 "El principio de la reformatio in peius, de jerarquía constitucional, deriva
do del apotegma tantum devolutum quantum apellatum, prohibe la posibilidad de
agravar, perjudicar o empeorar objetivamente la situación del apelante" (SCBA, Ac.
74.366 S 19-2-2002, "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/Fernández y Rovatti,
Norma Luz María s/expropiación").
56 SCBA, Causa Ac. 16.832, "Delia, Roque c/ Provincia de Buenos Aires.
Delegación de Obras Sanitarias. Desalojo", 16-111-71 (DJJBA, 20-V-71, v. 93, p. 53).
57 Corte Suprema, diciembre 2, 1980, "Repuestos Digra, S.A.", Fallos, v.
302, p. 1435. Dijo en este sentido que "Los tribunales no pueden decidir cuestiones
que no hayan quedado firmes porque, en tal caso, se causará agravio a las garan-
tías de defensa en juicio y propiedad" (SCBA, Ac. 72.148 S 19-2-2002, "Berenguer
de Moreno, Ibis Sara y otros Appezzatto, Alejandro Carlos y otra s/daños y perjui-
cios", DJBA 161, 163).
426
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232. "Si bien el juez debe fallar conforme con las pretensiones
deducidas en juicio, es obvio que éstas deben haber sido traídas
en la debida oportunidad según las reglas que gobiernan el
proceso"60.
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A. ADHESIÓN A LA APELACIÓN Y
APELACIÓN INCIDENTAL
a) Antecedentes
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72 A. COSTA, ob. cit., p. 87. Sin embargo, otros autores prefieren hablar de
apelación adhesiva, cuando beneficia a la contraparte (MORELLO, PASSI LANZA, SOSA,
a
BERIZONCE, Códigos procesales.,., 1 ed., v. III, p. 364).
432
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gravedad, debe aplicarse con criterio favorable al apelante" (CC0001 LM 187 RSI-
42-2 I 16-5-2002, "Donghia, Ángel Donato y otra c/ Performance Propiedades y
otro s/ Cobro sumario de dinero"). Otro fallo expresó que: "Este Tribunal tiene como
guía una amplia tolerancia en materia del contenido de las expresiones de agravio
y su análisis a la luz de las disposiciones del artículo 260 del ritual; ello en aras de
no afectar el principio superior de defensa en juicio. Pero lo antedicho no implica
hacer abstracción de una notoria insuficiencia recursiva para atender luego en el
asunto. Ello ocurre cuando, como en el caso de autos, se omite todo análisis acer-
ca de los argumentos que fundaron la sentencia" (CC0002 LM 299 RSI-123-2 112-
11-2002, "Marasia, Nicolás c/ López, Mario Abel s/ Cobro ejecutivo de dinero".
57 "Si bien en segunda instancia no rige la excepción de defecto legal (art.
o
347, inc. 5 , Cód. Proa), no deja de haber sanción a la falta del deber procesal de
exponer con claridad los hechos y el derecho. La misma consiste en la deserción
del recurso (art. 266, Cód. cit.) cuando al soslayarse la regla de la cabal expresión
de los agravios se coloca en un estado de indefensión a la otra parte y no se
alcanza a dar a entender las supuestas razones para sostener una revisión de la
sentencia recurrida" (Cám. nac. civ. sala C, octubre 7-1980, "Spada, Francisco c/
Affani Rodríguez, Jorge y otra", Rep. Der., v. 16, p. 761.
58 MORELLO, Augusto Mario, Acerca del abuso de deserción de la apela-
ción, Juris. Arg., 1978, v. III, p. 750; y De nuevo sobre la deserción de la apelación
(la estimulante enseñanza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), trabajos
ambos reeditados en su obra sobre Los recursos extraordinarios y la eficacia del
proceso, ob. cit., v. I, pp. 175 a 180.
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e) Plazo. Copias
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a
62 Cámara II, sala 3 , La Plata, causa B-47.677, reg. int., 19/80, del 4-3-
80, "Giúdice de Willahoz, Elva Catalina c/ Jordán, Rubén H. sobre cumplimiento de
contrato", DJBA, n° 8713 del 15-5-80, p. 287.
63 La presentación del mandato conferido al letrado en secretaría diversa
a aquella en que tramita la causa pertinente no cumplimenta las exigencias del art.
48 del CPC, desde que juegan en el caso los mismos principios que atribuyen
ineficiencia a la expresión de agravios presentada en una secretaría de primera
instancia en lugar de hacerlo ante la Alzada.
(CC0100 SN 981109 RSD-137-98 I 2-4-1998, "Gutiérrez, Juan Antonio y
otra c/ Fiorito, Pablo Germán y otro s/ Daños y perjuicios"). En el orden nacional se
puntualizó: "Corresponde declarar la deserción del recurso de apelación si la
expresión de agravios fue presentada en la mesa receptora de escritos, pero
consignándose que debía ser remitido al juzgado de primera instancia, pues la
presentación en primera instancia de un escrito en el cual se expresan agravios
constituye un error inexcusable, de ahí que en la fecha del cargo que usó el
funcionario autorizado de la Secretaría actuaría no tiene ningún valor en la segunda
instancia a los efectos de considerar si el escrito se presentó en plazo" (CNCI F,
Capital Federal 6-5-2002, Tripodi, Vicente O. c/ M.C.B.A,. LL2002 E, 747-104395).
64 TARSIA, ob. cit, p. 38.
65 SCBA, Causa Ac. 18.778, "Carvajal, L. F. c/ Ruiz Díaz, L. y otros, co
bro", 28-XII-72 (DJBA, 3-IV-73, v. 98, p. 165). En ese sentido se puso de relieve
que: "El artículo 120 del CPCC debe interpretarse en armonía con los dispositivos
específicos que rigen según el acto procesal de que se trate. Así, en el caso de la
expresión de agravios el número de copias dependerá del de aquéllos a quienes,
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C. DESERCIÓN Y DESISTIMIENTO
DE LA APELACIÓN
a) Deserción
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b) Desistimiento
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CAPÍTULO XVI
PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA INSTANCIA
(Continuación). FASE PROBATORIA
Y FASE DECISORIA
A. APERTURA A PRUEBA
Derecho comparado
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que: "No cabe admitir por vía recursiva la incorporación de nuevas alegaciones,
o la agregación de documentos que no hayan sido sometidos a la consideración
del juez de grado, puesto que la labor revisora del Tribunal de Alzada, se encuentra
limitada a la justicia con que el fallo ha sido dictado, y con los mismos elementos
que el sentenciante tuvo para decidir (CC0202 LP 96357 RSD-2-2 S 5-2-2002,
"Registro de contratos públicos N° 6. Localidad:Tigre. Leber Eduardo Adolfo").
15 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 282.
a
16 Cám. 1 , civil y com. Mercedes, causa 73.672, del 1-XII-70, véase TARSIA,
ob. cit., p. 41.
17 Ob. cit, v. V, p. 283.
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a
22 Cám. II, sala 2 , La Plata, causa A-17.947. Se anotó en tal vertiente:
"La prueba de confesión en la Alzada es complementaria de la similar producida en
la primera instancia, razón por la que no puede producirse la misma ante la Cáma-
ra, si no se produjo prueba de esta índole en la instancia de origen, con motivo del
desistimiento formulado con relación a esa prueba por el recurrente" (CC0203 LP,
B 70914 RSD-44-91 S 26-3-1991, "Auge de D'Ovidio, Rosa Antonia c/ Mobilio,
Mario Celeste Vicente s/ Desalojo").
23 Véase TARSIA, ob. cit., p. 42. Concordantemente se expresó que: "Para
que tenga cabida el replanteo de prueba en Alzada, el peticionante debe justificar
cumplidamente que de su parte no medió negligencia, demora o desinterés en la
producción de la misma en la otra instancia e impugnar los fundamentos de la
resolución que le dio por perdido el derecho" (CC0101 MP 124765 RSI-665-3 I 27-
5-2003, "Rusilla, Antonio Luis c/ Repetto, Carlos Alberto s/ Daños y perjuicios").
"El replanteo de prueba en la Alzada debe ser admitido cuando el juez denegó
mal la prueba o decretó indebidamente la negligencia, privando así a la parte de
formar favorablemente con la prueba frustrada la convicción del juez respecto de
los hechos por él invocados. Claro está que, para que el superior pueda apreciar la
justicia de la denegación o del decreto de negligencia, éstos deben haber sido
fundados. Con el pedido de replanteo habrá de explicarse por qué, si se hubiera
hecho lugar a la prueba, su convicción hubiera formado la convicción favorable del
juez" (CC0002 LM 193 RSI-15-2 119-3-2002, "Mayo, Moisés c/ Castagnola, Daniel
Ángel y otro s/ Desalojo").
a a
24 Cám. 1 , sala 2 , La Plata, JUS, v. 16, p. 260. (Véase PALACIO, ob. cit., v.
V, p. 285). En base a ello se estableció que "La apertura a prueba en la Alzada tiene
un carácter de excepción; las situaciones que la autorizan son expresadas en la ley
de modo limitativo y dentro de las hipótesis planteadas. La procedencia de la medi-
da debe encararse con criterio estricto para no convertir a la Cámara en una faz de
dilación del proceso y desequilibrar la igualdad de las partes o reabrir procedimien-
o o o o
tos precluidos (art. 255, incs. 2 , 3 , 4 y 5 , CPCC)" (CCESPE LP 235549 RSD-48-
2 S 9-12-2002, "E. Z., O. R. s/ Recurso ley 9671. Colegio de Abogados de la Provin-
cia de Buenos Aires").
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a) Generalidades
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b) Derecho comparado
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Exégesis
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33 Código procesal, ob. cit, v. II, p. 560. En igual sentido, Cám. nac. de
paz, sala I, 27-VIII-68. FASSI, ob. cit., v. I, p. 714. PALACIO, ob. cit, v. V, p. 287.
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34 Cám. nac. civil, sala A, 15-111-68, fallo citado por COLOMBO, Código pro-
cesal civil, ob. cit., v. II, p. 560. Cfr. MORELLO, PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos
a
procesales..., ob. cit, 1 ed., v. III, p. 42. Véase también CC0000 TL 10346 RSI-23-
39 I 14-4-1992, "Fernández, Luis Ricardo y otra c/ Laboranti, Alfredo y otros s/
Daños y perjuicios".
35 Cám. nac. civ., sala E, La Ley, 1980, v. C, p. 217, N° 78.513. Dijo la
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jurisprudencia que: "La admisibilidad del hecho nuevo invocado en la Alzada está
condicionada no sólo por la oportunidad del planteo, sino fundamentalmente por la
necesaria relación que guarde con la cuestión que se ventila, de modo que sea
susceptible de influir en la decisión final. La conexión, conducencia y encuadramiento
dentro de los requisitos propios de la pretensión, configuran condiciones de
admisibilidad del hecho nuevo en la Alzada" (CNCI G, Capital Federal 13-2-1997,
"Casado, Aquilina c/ Empresa de Transporte Ideal San Justo"). Se señaló también
que "El hecho nuevo implica la incorporación al proceso de nuevos datos fácticos
que, sin alterar ninguno de los elementos constitutivos de la pretensión, tienden a
confirmar, complementar o desvirtuar su causa. El hecho nuevo, para que sea pro-
cedente debe tener relación directa con la cuestión que se ventila, lo cual acarrea
para quien lo invoca la carga de concretar y explicitar cuál es ese grado de vincula-
ción y, por ende, de pertinencia. La apertura a prueba en la Alzada es de carácter
excepcional y de integración restrictiva, pues de lo contrario se dilatará la sentencia
con medidas que no hacen al fondo de la cuestión o que han sido denegadas en la
instancia originaria" (CNCI A, Capital Federal 12-5-1998, "Picarle, Jorge O. c/ Suen,
Dante J. A. y otro", LL 1998 D, 431-97604).
36 ACOSTA, José A., ob. cit., v. I, p. 267. Véase TARSIA, ob. cit., p. 43.
37 Se destacó que: "Tratándose de la alegación de hechos nuevos ante la
Alzada, corresponde meritar si aquélla es temporánea, si el hecho nuevo guarda
relación con los elementos de la pretensión, y verificar con los datos obrantes en el
expediente o las pruebas arrimadas, si las nuevas circunstancias fácticas se pro-
dujeron o llegaron a conocimiento del alegante en el período que corre luego del
quinto día de notificado el auto que abrió a prueba el proceso. Por último, cabe
meritar si el hecho nuevo es capaz, prima facie de influir en la decisión final" (CC0002
QL2616 RSI-52-99127-5-1999, "R.I.M. c/W.R. s/ Divorcio vincular contradictorio").
38 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit, v. V, p. 287.
39 Cám. nac. civ., sala F, La Ley, v. 136, p. 956. Va de suyo que si ha
habido, por ejemplo, una agravación de las lesiones, en un proceso de indemniza-
ción de daños y perjuicios, o ha sobrevenido la muerte del enfermo, estamos ante
488
Técnica de los recursos ordinarios
típicos hechos nuevos. No pueden ser considerados tales si se basan en una cau-
sa petendi distinta, como por ejemplo si hubo otro accidente (La Ley, v. 131, p.
1103, N° 17.704-S). CARNELUTTI, distingue claramente las nuevas demandas (que
no pueden por supuesto plantearse en la Alzada) y los nuevos hechos y pruebas
nuevas (Sistema..., v. III, p. 679). Se destacó que: "La Alzada debe considerar los
hechos nuevos siempre que no alteren los elementos sobre los que se trabó la litis.
Y ello es así, porque el tribunal de apelación está encorsetado por los capítulos que
se propusieron al inferior al momento de trabarse la relación jurídico procesal (doc.
art. 272 del Código Procesal)" (CC0103 LP 219597 RSD-330-94 S 13-12-1994,
"Monsalvo, Leonel el Dittler, Néstor R. y otras s/ Medianería y daños").
40 CARNELUTTI, Sistema..., ob. cit., v. III, pp. 678/9. Se estableció desde tal
punto de mira, que "La apertura a prueba de los autos en la Alzada, además de
tener carácter de excepción y ser de ponderación restrictiva, sólo resulta suscepti-
ble de poder llegar a tornarse procedente frente a la existencia de hechos nuevos,
o cuando la Cámara considere equivocada la denegación de las medidas de prue-
ba ofrecidas en Primera Instancia, mas no cuando -como en el caso que nos ocu-
pa- al margen de no haberse denunciado hechos nuevos, la declaración de puro
derecho dispuesta por el sentenciante de mérito ya tuvo oportuna confirmación por
fallo firme de ésta Sala" (CC0002 QL 863 RSD-157-98 S 7-10-1998, "Macías, Julia
c/ Ruiz, Abel Adrián y otros s/ Desalojo").
41 SCBA, fallo del 28-12-71, La Ley, v. 147, p. 586, fallo 68.051. Sostuvo
allí dicho órgano que se viola el artículo 18 de la Constitución Nacional y los princi-
pios generales de la defensa enjuicio, si en la Alzada se admiten defensas opues-
tas por la parte demandada que no fueron planteadas en el momento idóneo (véa-
se TARSIA, ob. cit., p. 43). La jurisprudencia nacional ha destacado tales criterios al
sostener: "La articulación de un hecho nuevo en la Alzada requiere la relación di-
recta con la cuestión que se ventila; lo que implica que debe ser debidamente
concretado, explicitando la vinculación que guarda con las pretensiones alegadas
en los escritos constitutivos del proceso, y ha de ser útil como factor de solución y
susceptible de influir sobre el derecho invocado por las partes. Todo ello supedita
do a la satisfacción de los restantes recaudos de índole formal establecidos en el
489
Juan Carlos Hitters
art. 260 del Cód. Procesal" (CNCO A, Capital Federal 10-9-1999, "Brosman, Daryl
y otro c/ Bel Ray Arg. S. A.", LL 2000 B, 239-100046).
"Los hechos nuevos invocables en la Alzada, además de que deben
relacionarse con la cuestión controvertida y ser conducentes, no pueden importar
la transformación de la pretensión o la interposición de una pretensión nueva, pues
ello implicaría viabilizar en la segunda instancia un nuevo juicio, posibilidad que
resulta ajena a nuestra legislación" (CC0002 QL 2554 RSD-61-99 S 28-4-1999,
"Coronel de Orpela, Elsa G. c/ Dirección de Serv. Sanit. S.A. s/ Daños y perjuicios").
42 En el caso, el pronunciamiento de la Cámara que rechaza el hecho
nuevo invocado y las medidas probatorias propuestas, ordenándose el desglose
de las piezas adjuntadas, no reviste carácter de definitivo. SCBA, AC 82679 I 26-9-
2001, "Uhart, Adolfo c/ López de Belva, Carlos y ot. s/ Daños, recurso de queja".
a
43 Cám. 2 , sala III, La Plata, causa B-27.950, JUS, v. 16, p. 261. Véase
CC0203 LP B 68800 RSD-38-90 S 20-3-1990, "José Persiani e Hijos c/Atencio,
Sergio s/cobro de pesos sumario".
490
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C. EL REPLANTEO DE LA PRUEBA
a) Generalidades
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c) Naturaleza jurídica
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gravedad, debe aplicarse con criterio favorable al apelante" (CC0001 LM 187 RSI-
42-2 I 16-5-2002, "Donghia, Ángel Donato y otra c/ Performance Propiedades y
otro s/ Cobro sumario de dinero"). Otro fallo expresó que: "Este Tribunal tiene como
guía una amplia tolerancia en materia del contenido de las expresiones de agravio
y su análisis a la luz de las disposiciones del artículo 260 del ritual; ello en aras de
no afectar el principio superior de defensa en juicio. Pero lo antedicho no implica
hacer abstracción de una notoria insuficiencia recursiva para atender luego en el
asunto. Ello ocurre cuando, como en el caso de autos, se omite todo análisis acer-
ca de los argumentos que fundaron la sentencia" (CC0002 LM 299 RSI-123-2 112-
11-2002, "Marasia, Nicolás c/ López, Mario Abel s/ Cobro ejecutivo de dinero".
57 "SI bien en segunda instancia no rige la excepción de defecto legal (art.
o
347, inc. 5 , Cód. Proa), no deja de haber sanción a la falta del deber procesal de
exponer con claridad los hechos y el derecho. La misma consiste en la deserción
del recurso (art. 266, Cód. cit.) cuando al soslayarse la regla de la cabal expresión
de los agravios se coloca en un estado de indefensión a la otra parte y no se
alcanza a dar a entender las supuestas razones para sostener una revisión de la
sentencia recurrida" (Cám. nac. civ. sala C, octubre 7-1980, "Spada, Francisco c/
Affani Rodríguez, Jorge y otra", Rep. Der., v. 16, p. 761.
58 MORELLO, Augusto Mario, Acerca del abuso de deserción de la apela-
ción, Juris. Arg., 1978, v. III, p. 750; y De nuevo sobre la deserción de la apelación
(la estimulante enseñanza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), trabajos
ambos reeditados en su obra sobre Los recursos extraordinarios y la eficacia del
proceso, ob. cit., v. I, pp. 175 a 180.
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e) Plazo. Copias
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a
62 Cámara II, sala 3 , La Plata, causa B-47.677, reg. int., 19/80, del 4-3-
80, "Giúdice de Willahoz, Elva Catalina c/ Jordán, Rubén H. sobre cumplimiento de
contrato", DJBA, n° 8713 del 15-5-80, p. 287.
63 La presentación del mandato conferido al letrado en secretaría diversa
a aquella en que tramita la causa pertinente no cumplimenta las exigencias del art.
48 del CPC, desde que juegan en el caso los mismos principios que atribuyen
ineficiencia a la expresión de agravios presentada en una secretaría de primera
instancia en lugar de hacerlo ante la Alzada.
(CC0100 SN 981109 RSD-137-98 I 2-4-1998, "Gutiérrez, Juan Antonio y
otra c/ Fiorito, Pablo Germán y otro s/ Daños y perjuicios"). En el orden nacional se
puntualizó: "Corresponde declarar la deserción del recurso de apelación si la
expresión de agravios fue presentada en la mesa receptora de escritos, pero
consignándose que debía ser remitido al juzgado de primera instancia, pues la
presentación en primera instancia de un escrito en el cual se expresan agravios
constituye un error inexcusable, de ahí que en la fecha del cargo que usó el
funcionario autorizado de la Secretaría actuaría no tiene ningún valoren la segunda
instancia a los efectos de considerar si el escrito se presentó en plazo" (CNCI F,
Capital Federal 6-5-2002, Tripodi, Vicente O. c/ M.C.B.A,. LL2002 E, 747-104395).
64 TARSIA, ob. cit, p. 38.
65 SCBA, Causa Ac. 18.778, "Carvajal, L. F. c/ Ruiz Díaz, L. y otros, co
bro", 28-XII-72 (DJBA, 3-IV-73, v. 98, p. 165). En ese sentido se puso de relieve
que: "El artículo 120 del CPCC debe interpretarse en armonía con los dispositivos
específicos que rigen según el acto procesal de que se trate. Así, en el caso de la
expresión de agravios el número de copias dependerá del de aquéllos a quienes,
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C. DESERCIÓN Y DESISTIMIENTO
DE LA APELACIÓN
a) Deserción
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b) Desistimiento
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CAPITULO XVI
PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA INSTANCIA
(Continuación). FASE PROBATORIA
Y FASE DECISORIA
A. APERTURA A PRUEBA
Derecho comparado
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que: "No cabe admitir por vía recursiva la incorporación de nuevas alegaciones,
o la agregación de documentos que no hayan sido sometidos a la consideración
del juez de grado, puesto que la labor revisora del Tribunal de Alzada, se encuentra
limitada a la justicia con que el fallo ha sido dictado, y con los mismos elementos
que el sentenciante tuvo para decidir (CC0202 LP 96357 RSD-2-2 S 5-2-2002,
"Registro de contratos públicos N° 6. Localidad:Tigre. Leber Eduardo Adolfo").
15 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 282.
a
16 Cám. 1 , civil y com. Mercedes, causa 73.672, del 1-XII-70, véase TARSIA,
ob. cit, p. 41.
17 Ob. cit, v. V, p. 283.
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480
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a
22 Cám. II, sala 2 , La Plata, causa A-17.947. Se anotó en tal vertiente:
"La prueba de confesión en la Alzada es complementaria de la similar producida en
la primera instancia, razón por la que no puede producirse la misma ante la Cáma-
ra, si no se produjo prueba de esta índole en la instancia de origen, con motivo del
desistimiento formulado con relación a esa prueba por el recurrente" (CC0203 LP,
B 70914 RSD-44-91 S 26-3-1991, "Auge de D'Ovidio, Rosa Antonia c/ Mobilio,
Mario Celeste Vicente s/ Desalojo").
23 Véase TARSIA, ob. cit., p. 42. Concordantemente se expresó que: "Para
que tenga cabida el replanteo de prueba en Alzada, el peticionante debe justificar
cumplidamente que de su parte no medió negligencia, demora o desinterés en la
producción de la misma en la otra instancia e impugnar los fundamentos de la
resolución que le dio por perdido el derecho" (CC0101 MP 124765 RSI-665-3 I 27-
5-2003, "Rusilla, Antonio Luis c/ Repetto, Carlos Alberto s/ Daños y perjuicios").
"El replanteo de prueba en la Alzada debe ser admitido cuando el juez denegó
mal la prueba o decretó indebidamente la negligencia, privando así a la parte de
formar favorablemente con la prueba frustrada la convicción del juez respecto de
los hechos por él invocados. Claro está que, para que el superior pueda apreciar la
justicia de la denegación o del decreto de negligencia, éstos deben haber sido
fundados. Con el pedido de replanteo habrá de explicarse por qué, si se hubiera
hecho lugar a la prueba, su convicción hubiera formado la convicción favorable del
juez" (CC0002 LM 193 RSI-15-2 119-3-2002, "Mayo, Moisés c/ Castagnola, Daniel
Ángel y otro s/ Desalojo").
a a
24 Cám. 1 , sala 2 , La Plata, JUS, v. 16, p. 260. (Véase PALACIO, ob. cit, v.
V, p. 285). En base a ello se estableció que "La apertura a prueba en la Alzada tiene
un carácter de excepción; las situaciones que la autorizan son expresadas en la ley
de modo limitativo y dentro de las hipótesis planteadas. La procedencia de la medi-
da debe encararse con criterio estricto para no convertir a la Cámara en una faz de
dilación del proceso y desequilibrar la igualdad de las partes o reabrir procedimien-
o o o o
tos precluidos (art. 255, incs. 2 , 3 , 4 y 5 , CPCC)" (CCESPE LP 235549 RSD-48-
2 S 9-12-2002, "E. Z., O. R. s/ Recurso ley 9671. Colegio de Abogados de la Provin-
cia de Buenos Aires").
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a) Generalidades
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b) Derecho comparado
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1) Exégesis
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33 Código procesal, ob. c/í., v. II, p. 560. En igual sentido, Cám. nac. de
paz, sala I, 27-VIII-68. FASSI, ob. cit, v. I, p. 714. PALACIO, ob. cit, v. V, p. 287.
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34 Cám. nac. civil, sala A, 15-111-68, fallo citado por COLOMBO, Código pro-
cesal civil, ob. cit, v. II, p. 560. Cfr. MORELLO, PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos
a
procesales..., ob. cit, 1 ed., v. III, p. 42. Véase también CC0000 TL10346 RSI-23-
39 I 14-4-1992, "Fernández, Luis Ricardo y otra c/ Laboranti, Alfredo y otros s/
Daños y perjuicios".
35 Cám. nac. civ., sala E, La Ley, 1980, v. C, p. 217, N° 78.513. Dijo la
487
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jurisprudencia que: "La admisibilidad del hecho nuevo invocado en la Alzada está
condicionada no sólo por la oportunidad del planteo, sino fundamentalmente por la
necesaria relación que guarde con la cuestión que se ventila, de modo que sea
susceptible de influir en la decisión final. La conexión, conducencia y encuadramiento
dentro de los requisitos propios de la pretensión, configuran condiciones de
admisibilidad del hecho nuevo en la Alzada" (CNCI G, Capital Federal 13-2-1997,
"Casado, Aquilina c/ Empresa de Transporte Ideal San Justo"). Se señaló también
que "El hecho nuevo implica la incorporación al proceso de nuevos datos fácticos
que, sin alterar ninguno de los elementos constitutivos de la pretensión, tienden a
confirmar, complementar o desvirtuar su causa. El hecho nuevo, para que sea pro-
cedente debe tener relación directa con la cuestión que se ventila, lo cual acarrea
para quien lo invoca la carga de concretar y explicitar cuál es ese grado de vincula-
ción y, por ende, de pertinencia. La apertura a prueba en la Alzada es de carácter
excepcional y de integración restrictiva, pues de lo contrario se dilatará la sentencia
con medidas que no hacen al fondo de la cuestión o que han sido denegadas en la
instancia originaria" (CNCI A, Capital Federal 12-5-1998, "Picarle, Jorge O. c/Suen,
Dante J. A. y otro", LL 1998 D, 431-97604).
36 ACOSTA, José A., ob. cit., v. I, p. 267. Véase TARSIA, ob. cit., p. 43.
37 Se destacó que: "Tratándose de la alegación de hechos nuevos ante la
Alzada, corresponde meritar si aquélla es temporánea, si el hecho nuevo guarda
relación con los elementos de la pretensión, y verificar con los datos obrantes en el
expediente o las pruebas arrimadas, si las nuevas circunstancias fácticas se pro-
dujeron o llegaron a conocimiento del alegante en el período que corre luego del
quinto día de notificado el auto que abrió a prueba el proceso. Por último, cabe
meritar si el hecho nuevo es capaz, prima facie de influir en la decisión final" (CC0002
QL2616 RSI-52-99127-5-1999, "R.I.M. c/W.R. s/Divorcio vincular contradictorio").
38 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 287.
39 Cám. nac. civ., sala F, La Ley, v. 136, p. 956. Va de suyo que si ha
habido, por ejemplo, una agravación de las lesiones, en un proceso de indemniza-
ción de daños y perjuicios, o ha sobrevenido la muerte del enfermo, estamos ante
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Técnica de los recursos ordinarios
típicos hechos nuevos. No pueden ser considerados tales si se basan en una cau-
sa petendi distinta, como por ejemplo si hubo otro accidente (La Ley, v. 131, p.
1103, N° 17.704-S). CARNELUTTI, distingue claramente las nuevas demandas (que
no pueden por supuesto plantearse en la Alzada) y los nuevos hechos y pruebas
nuevas (Sistema..., v. III, p. 679). Se destacó que: "La Alzada debe considerar los
hechos nuevos siempre que no alteren los elementos sobre los que se trabó la litis.
Y ello es así, porque el tribunal de apelación está encorsetado por los capítulos que
se propusieron al inferior al momento de trabarse la relación jurídico procesal (doc.
art. 272 del Código Procesal)" (CC0103 LP 219597 RSD-330-94 S 13-12-1994,
"Monsalvo, Leonel c/ Dittler, Néstor R. y otras s/ Medianería y daños").
40 CARNELUTTI, Sistema..., ob. cit., v. III, pp. 678/9. Se estableció desde tal
punto de mira, que "La apertura a prueba de los autos en la Alzada, además de
tener carácter de excepción y ser de ponderación restrictiva, sólo resulta suscepti-
ble de poder llegar a tornarse procedente frente a la existencia de hechos nuevos,
o cuando la Cámara considere equivocada la denegación de las medidas de prue-
ba ofrecidas en Primera Instancia, mas no cuando -como en el caso que nos ocu-
pa- al margen de no haberse denunciado hechos nuevos, la declaración de puro
derecho dispuesta por el sentenciante de mérito ya tuvo oportuna confirmación por
fallo firme de ésta Sala" (CC0002 QL 863 RSD-157-98 S 7-10-1998, "Macías, Julia
c/ Ruiz, Abel Adrián y otros s/ Desalojo").
41 SCBA, fallo del 28-12-71, La Ley, v. 147, p. 586, fallo 68.051. Sostuvo
allí dicho órgano que se viola el artículo 18 de la Constitución Nacional y los princi-
pios generales de la defensa enjuicio, si en la Alzada se admiten defensas opues-
tas por la parte demandada que no fueron planteadas en el momento idóneo (véa-
se TARSIA, ob. cit., p. 43). La jurisprudencia nacional ha destacado tales criterios al
sostener: "La articulación de un hecho nuevo en la Alzada requiere la relación di-
recta con la cuestión que se ventila; lo que implica que debe ser debidamente
concretado, explicitando la vinculación que guarda con las pretensiones alegadas
en los escritos constitutivos del proceso, y ha de ser útil como factor de solución y
susceptible de influir sobre el derecho invocado por las partes. Todo ello supedita-
do a la satisfacción de los restantes recaudos de índole formal establecidos en el
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art. 260 del Cód. Procesal" (CNCO A, Capital Federal 10-9-1999, "Brosman, Daryl
y otro c/ Bel Ray Arg. S. A.", LL 2000 B, 239-100046).
"Los hechos nuevos invocables en la Alzada, además de que deben
relacionarse con la cuestión controvertida y ser conducentes, no pueden importar
la transformación de la pretensión o la interposición de una pretensión nueva, pues
ello implicaría viabilizar en la segunda instancia un nuevo juicio, posibilidad que
resulta ajena a nuestra legislación" (CC0002 QL 2554 RSD-61-99 S 28-4-1999,
"Coronel de Orpela, Elsa G. c/ Dirección de Serv. Sanit. S.A. s/ Daños y perjuicios").
42 En el caso, el pronunciamiento de la Cámara que rechaza el hecho
nuevo invocado y las medidas probatorias propuestas, ordenándose el desglose
de las piezas adjuntadas, no reviste carácter de definitivo. SCBA, AC 82679 I 26-9-
2001, "Uhart, Adolfo c/ López de Belva, Carlos y ot. s/ Daños, recurso de queja".
a
43 Cám. 2 , sala III, La Plata, causa B-27.950, JUS, v. 16, p. 261. Véase
CC0203 LP B 68800 RSD-38-90 S 20-3-1990, "José Persiani e Hijos c/Atencio,
Sergio s/cobro de pesos sumario".
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C. EL REPLANTEO DE LA PRUEBA
a) Generalidades
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c) Naturaleza jurídica
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replanteo sólo puede tener andamiento si el proponente logra acre-
ditar que la declaración de negligencia fue injusta e inoportuna; o
infundada la negativa de prueba61.
Empero los corifeos de la tesis, que podríamos llamar
minoritariamente, parten del presupuesto de que la Alzada posee
ciertas "facultades indagatorias"62 por medio de las cuales puede
recibir pruebas -a través del replanteo- si las mismas resultan de
utilidad para esclarecer la verdad de los hechos controvertidos.
Ello así aun en el caso de que las probanzas hayan sido repelidas
con razón por parte del juzgador inicial. Se acotó que esa postura
tiene en miras evitar el exceso de ritual manifiesto; además -se
dijo- "si el replanteo de la prueba constituyera sólo un recurso
para revisar decisiones desacertadas, ¿para qué habría sido lla-
mado de otra manera en lugar de aparecer francamente como una
apelación diferida?"63.
No encontramos razón en la bifurcación que ha hecho el có-
digo entre el replanteo y la apelación diferida, pues se trata, como
hemos apuntado antes, de dos instituciones de características si-
milares, por lo que no se justifica su distinto tratamiento ritual.
Empero estamos con la doctrina mayoritaria, pues, a nues-
tro modo de ver, tanto en el caso de declaración de negligencia,
como en la hipótesis de denegación de prueba y en las demás pre-
vistas en el artículo 379, corresponde demostrar que el fallo de
primera instancia ha sido equivocado, pues la función prístina de
la Alzada, no es la de fallar en primer grado, sino la de "revisar"
las sentencias de los jueces inferiores; y es obvio que si éstas se
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Técnica de los recursos ordinarios
64 COLOMBO, Código procesal civil, ob. cit., v. II, p. 46. ídem, FENOCHIETTO-
ARAZI, ob. cit, v. I, p. 828.
65 MORELLO, PASSI LANZA, SOSA, BERIZONCE, Códigos procesales..., ob. cit.,
a
1 ed.,v. III, p. 359.
66 Cám. fed. de La Plata, La Ley, v. 137, p. 802 (23.089-S).
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a) Traslado
276. Edicta el artículo 261 del CPN que se debe correr traslado
por cinco días a la parte contraria, del escrito en el que se han fundado
las apelaciones diferidas, propuesto documentos en la Alzada, y del pe-
dido de apertura a prueba. Excluye expresamente esa norma la posibi-
lidad de vista de la solicitud de replanteo, como ya lo observamos.
Cumplida la carga de fundar los recursos concedidos con efec-
to diferido, o agregados los documentos a que se refiere el artículo
260, inciso 3S del código Procesal de la Nación, el tribunal debe resol-
ver si abre o no la causa a prueba, o en su caso, si es admisible la
apelación diferida, o el hecho nuevo oportunamente ofrecido76.
b) Trámite
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c) Informe in voce
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Generalidades
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la misma audiencia de prueba, y el nuevo art. 378 del código cordobés, establece
que el alegato sobre el mérito de la prueba será por escrito.
87 SERANTES PEÑA y CLAVELL BORRAS, Código procesal civil y comercial de la
Nación. Anotado, Buenos Aires, 1968, Ethos, p. 186.
88 COUTURE, Del orden para informar in voce en Estudios de Derecho pro-
cesal civil, Depalma, v. III, p. 362.
89 Destaca PEYRANO (ob. cit., p. 754) que la jurisprudencia en algunos ca-
sos, limitó a un máximo de media hora por parte, el lapso para informar.
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A. LLAMAMIENTO DE AUTOS.
SORTEO DE LA CAUSA
b) Libro de sorteos
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92 El Código de Santa Fe, con buen tino, fija el plazo máximo que tiene
cada camarista para el estudio de los actuados. En efecto en la apelación otorgada
libremente se le entrega sucesivamente por un término que no puede exceder de
diez días. Empero en los casos urgentes o de fácil solución, podrá ordenarse que el
estudio se haga simultáneamente, sin ninguno de los vocales se opusiera. En cam
bio en el recurso concedido en relación cada vocal tiene 5 días para cumplir con-
estos menesteres. Agrega el artículo 381 del referido cuerpo normativo, que cuan-
do se trate de incidentes o el superior fuese un órgano unipersonal, la resolución
debe pronunciarse dentro de los veinte días.
93 CHIOVENDA, Principios..., ob. cit, v. II, p. 507.
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c) Acuerdo
284. Una vez que los miembros del Tribunal se han instrui-
do del expediente, corresponde de conformidad al artículo 271 del
Código Procesal que lleven a cabo el acuerdo, el que se debe reali-
zar con la presencia de todos los Vocales y el Secretario. Los pri-
meros deben fundar individualmente su voto o adherirse a los
demás. La sentencia tiene que dictarse por mayoría, y en ella se
tienen que examinar las cuestiones de hecho y de derecho someti-
das a la decisión del juez de primera instancia, que hubiesen sido
motivo de agravios (véase no 222).
Antes de seguir adelante se impone apuntar que como es
obvio existen diferencias entre el acuerdo y la sentencia, ya que el
primero se redacta en un libro especial (art. 272, del Cód. Procesal
de la Nación), mientras que la segunda, se dicta en el expediente95.
Una vez concluido el primero y asentado en el libro, suscripto
por los jueces y autorizado por el secretario, corresponde inme-
diatamente pronunciar el fallo, el que debe ser precedido por una
copia íntegra del acuerdo, autorizada también por el actuario (art.
272 del Cód. citado). Como parece obvio y aunque la ley no contie-
ne referencia al lugar en el cual debe llevarse a cabo el pronuncia-
miento, naturalmente que el mismo tiene que ser cumplido en la
sede donde funciona el órgano de apelación96.
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a
108 Véase HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit., 2
ed., p. 640.
109 Dijo la Suprema Corte que: "Se entiende por congruencia el requisito
de conformación de la sentencia con el pedimento (objeto y cantidad de objetos)".
(Ac. 25.447, "Gugino, Salvador c/ SOMISA. Diferencia de salarios", 20-II-79) (DJBA,
Doctrinas de los fallos, febrero 1979, p. 37, n° 323).
a
110 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios..., ob. cit, 2 ed., p.
650.
111 IBAÑEZ FROCHAM, ob. cit., p. 176.
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SECCIÓN CUARTA
OTROS RECURSOS
CAPÍTULO XVII
EL RECURSO DE NULIDAD
I. GENERALIDADES
A. CONCEPTO
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B. ANTECEDENTES
a
10 Ley 2, Tít. 26, Partida 3 .
o
11 Ley 2, Tít. 27, Libro 4 .
12 Derecho procesal..., v. 2, p. 163.
13 CALAMANDREI, Casación civil, ob. cit, pp. 24/25.
14 Allí la nulidad no sólo se impetraba por acción, sino también por excep-
ción y por recurso (Partida III, Título XXVI, Ley 2), la que inclusive podía demandarse
aun cuando el fallo hubiera adquirido firmeza. La Ley 2, Título II, del Libro de la
Recopilación castellana dispuso: "Si alguno alegare contra la sentencia que es
ninguna (nula), puédalo decir hasta los sesenta días desde el día que fuere dada la
sentencia" (véase n° 9).
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a
15 Véase HITTERS, Revisión..., ob. cit, 2 ed., p. 39.
16 CALAMANDREI, La casación civil, ob. cit., t. I, v 1, p. 163; ídem mismo
autor Casación civil..., ob. cit, p. 23.
a
17 HITTERS, Revisión..., ob. cit., 2 ed., p. 40.
18 CALAMANDREI, La casación..., ob. cit., t. I, v. I, pp. 166 y 176. Destaca
este autor que en la etapa estatutaria había una notable diferencia de esencia
entre la apellattio y la querella nullitatis (ob. cit, p. 166).
19 BARBOSAMOREIRA, Comentarios..., ob. cit., v. V, pp. 124y462. Cfr. PODETTI,
Tratado de los recursos, ob. cit, p. 18.
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20 Pese a ello RODRÍGUEZ ROSSI, LOS recursos..., (ob. cit., pp. 103-104),
estima que igual subsiste dicho carril para los casos de nulidad del fallo, criterio que
no compartimos como luego lo pondremos de manifiesto.
21 Al respecto se debe tener en cuenta que en Córdoba el recurso tenía
su antecedente en la Ley de Enjuiciamiento Civil Española de 1885, que lo moldeó
como lo conocimos en el Código de Procedimientos Civiles de Córdoba de 1896,
para terminar "deglutido" por la apelación en nuestro actual ordenamiento (ley 8465).
Véase: ORTIZ PELEGRINI, Miguel A.; JUNYENTBAS, Graciela; KESELMAN, Sofía Andrea y
MARCELLINO, Verónica, Recursos Ordinarios en la Jurisprudencia Civil y Comercial
de Córdoba, ob. cit, p. 148.
22 Se sostuvo desde esta perspectiva en la Comisión Redactara del Có-
digo bonaerense de 1905 que se suprimió el recurso de nulidad por vicios de forma
de la sentencia, "para evitar en lo posible que, en caso semejante vuelva el asunto
a otro juez para que dicte sentencia en el mismo juicio".
23 Por ello acotó la doctrina forense que: "El recurso de apelación com-
prende el de nulidad, si se funda en defectos de la sentencia y no en errores de
procedimiento que hubieran debido articularse mediante el respectivo incidente"
(Cam. nac. civ., sala G, 28-4-81, "E. de L, J. contra B., A. R.", Juris Arg., 1982, v. I, p.
228, ídem, 14-5-81, "Barkevián, Nuber contra Barkevián deAddis, Rosa", Juris. Arg.,
1982, v. II, p. 54; Der., v. 95, p. 220, ídem, 24-9-81, "Sarro, Eduardo, contra Ofircarf S.
A.", Der., v. 97, p. 716, ídem, 1-3-82, "L, V. R. contra L de Z., V", Den, v. 98, p. 730).
24 PALACIO, Estudio de la reforma..., ob. cit, p. 179.
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C. NATURALEZA JURÍDICA
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Técnica de los recursos ordinarios
La primera fase del embate se llama rescisión (iudicium rescindens)
(véase no 18), aunque, como bien lo pone de manifiesto CARNELUTTI,
existen diferencias entre la impugnación (de fondo) y la
invalidación (por vicios de forma), dado que aquélla no sólo busca
destruir el acto injusto (iudicium rescindens) sino que apunta a
cubrir el vacío dejado sustituyendo una providencia por otra
(iudicium rescisorium)32. Claro está que si bien estas dos fases,
es decir la rescisión y la reposición, constituyen tramos diversos
del procedimiento sentencial, en la práctica se vinculan tan es-
trechamente que pierden autonomía, de tal modo que la primera
resulta la antesala de la segunda, como lo pusimos de relieve en
otra oportunidad33. Tan trascendente es para CARNELUTTI este acer-
camiento, es decir la férrea conexión entre esos dos sectores o tra-
mos, que si al primero no le sigue el segundo, es decir si la resci-
sión resulta autónoma -y hay reenvío- no se debe hablar de
impugnación sino de nulidad, es decir, de invalidación.
La figura analizada es -como dice GUASP- un verdadero re-
curso de apelación, ya que el motivo por el que conoce el ad quem
(nulidad) es indiferente para la configuración de su esencia
impugnativa. Por lo tanto -agrega- cuando en el derecho positivo
se habla de nulidad, para el supuesto de que un procedimiento
haya sido indebidamente abierto por inadecuación objetiva entre
otras hipótesis, no se está fuera del campo normal de la apelación
sino que se está ante una aplicación de la figura en que la nulidad
opera como motivo especificador del recurso correspondiente.
Por lo demás -concluye- con la excepción de casos expresa-
mente señalados por los códigos, la apelación absorbe siempre a
la nulidad, pues el que se queja de un fallo atribuyéndole defec-
tos formales y provoca la intervención superior, apela del mismo,
igual que el que lo considera injusto, "ya que en la inmensa mayo-
ría de los casos injusticia y nulidad constituyen motivaciones
pasibles del recurso de apelación, nueva prueba de que la nulidad
diferida al superior jerárquico es una variante positiva, a lo sumo,
de la apelación, pero no un tipo de recurso independiente"34.
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a) Generalidades
35 Tal unidad conceptual debe mantenerse también para los carriles ex-
traordinarios provinciales, ya que no se justifica, por ejemplo, una independencia
ritual entre los recursos de inaplicabilidad de ley y de nulidad, como lo dispone el
Código procesal civil y comercial de la Provincia de Buenos Aires.
36 En tal sentido se sostuvo que: "Conforme la letra del art. 253 del Cód.
Proc. Civ. y Com. Prov. Bs. As. la vía recursiva de nulidad está involucrada en el
recurso autónomo (CC0001 LM 132 RSI-75-1 I 4-9-2001, "Barbieri, Raúl Oscar s/
Quiebra").
37 PALACIO, Derecho procesal civil, v. V, p. 139.
38 El ritual jujeño obliga al juez en el art. 228 a verificar antes de tratar la
apelación, si en el escrito que se interpuso el recurso no se ha solicitado la nulidad
de la sentencia o de los actos de primera instancia. Si la resolución se anula por
defectos de forma, no se produce el reenvío, sino que el superior es quien resuelve
allí mismo sobre el fondo de la cuestión litigiosa.
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Técnica de los recursos ordinarios
Según PODETTI, "ES verdad que así se ha suprimido una instancia en estos
casos, pues la sentencia declarada nula, debe considerarse como inexistente, como
no sentencia, pero se gana en celeridad y en la práctica, lo mismo da una resolu-
ción anulada, que una resolución revocada. En ambas situaciones, un juez ha re-
suelto y otros jueces han revisado ese fallo, para amoldarlo al derecho, según el
criterio de estos últimos jueces superiores en grado al primero" {Código..., T. II, p.
51, citado por SNOPEK, Guillermo, ob. cit., T. II, p. 54).
39 Ello implica un excesivo formalismo, pues se le exige a la parte una
carga adicional, en cuanto a la individualización del carril que desea utilizar. Como
vimos la tendencia moderna va hacia la simplificación de los medios de impugnación,
inclusive se tiende a llegar al recurso indiferente.
40 Cám. Civil de San Francisco, del 21-8-71, Juris.Arg., 1971, v. 12, p. 742.
a
41 Cám. 2 . Civil de Córdoba, La Ley, 1975, v. C, p. 554, citado por MARTÍNEZ
CRESPO, ob. cit, p. 387.
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E. EL RECURSO DE NULIDAD
EN EL ANTEPROYECTO DE
CÓDIGO MODELO PARA IBEROAMÉRICA
A. PAUTAS PRELIMINARES
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B. OBJETO
58 PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit., p. 242. Cfr. PALACIO, Derecho
procesal civil, v. V, p. 137.
59 Cám. Nac. civil, sala F, 22-10-68, La Ley, v. 135, p. 78.
60 PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit., p. 243.
61 Aunque en la Capital Federal existía un plenario del año 1977 que
había dado de baja al sistema de referencia (véase n° 301).
62 Se dijo sobre el particular, "si el error in iudicando en que ha incurrido
no es susceptible de repararse mediante el recurso de apelación, se impone dejar
sin efecto lo allí resuelto y emitir nuevo pronunciamiento conforme a derecho como
lo establece el artículo 253 del Código procesal, reformado por la ley 22.434" (Cám.
nac. civil, sala F, febrero 3-1982, "P. L. H. contra T. I. L.", Der., v. 99, p. 938; La Ley,
Rep. XLII-1982, p. 2047).
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C. REQUISITOS. TRÁMITE
a) Causales
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66 COLOMBO, ob. cit, v. II, p. 479. Sin perjuicio de ello, alguna jurispruden
cia ha dicho: "El yerro involuntario en la transcripción del año en que se concretó el
hecho no conlleva la invalidez de la resolución emitida por la Cámara, al no haber
se vulnerado garantía constitucional alguna ni causar la misma por sí sola perjuicio
alguno a la parte, amén de que la misma podía haber sido subsanada mediante
una aclaratoria (art. 126 CPPN)" (CNPN I, Capital Federal 21-2-2002, "S., F. J.", JA
2002 IV, 696).
67 IBAÑEZ FROCHAM, Tratado de los recursos, ob. cit, p. 204.
68 COLOMBO, ob. cit., v. II, p. 479. Aclara con buen tino este autor que si la
cita es errónea, no había nulidad.
69 PAYÁ-PERILLO, ob. cit, Der, v. 105, p. 822.
70 Marcando las diferencias que nosotros negamos, ha dicho un pronun-
ciamiento que "El recurso de apelación que comprende el de nulidad, independien-
temente de su viabilidad como tal, puede servir para resaltar la carencia en un acto
o en el procedimiento todo, de los requisitos indispensables para el logro de su
finalidad y dar así pie para ejercer la facultad que le confiere al juzgador el artículo
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b) Formalidades
297. Para poder incoar este medio deben cumplirse los siguien-
tes requisitos, válidos también obviamente para la apelación:
1) la decisión debe ser apelable71.
2) tiene que interponerse el recurso de apelación, y no el
de nulidad72.
3) debe fundarse en el momento oportuno. Aquí hay que rei-
terar que algunos sostienen que pese a la absorción que este re-
medio ha sufrido, la fundamentación debe ser autónoma. Noso-
tros, por lo antes dicho, no compartimos tal criterio.
4) han de cumplimentarse los demás requisitos de
admisibilidad de la apelación.
c) Cuestiones ajenas
172 del Código Procesal, dado que la nulidad puede ser declarada aun de oficio
por el órgano judicial de Alzada" (Cám. nac. civil, sala F, febrero 3-1982, "R, L. H.
Contra T, I.", Der., v. 99, p. 398).
71 Se expresó que: "La nulidad prevista en el art. 253 del ordenamiento
procesal sólo es formalmente admisible cuando la sentencia es recurrible, pues es
de interposición subordinada, automática, incluyendo el recurso de apelación los
agravios que ocasionen a la parte los vicios atribuidos a la sentencia" (CC0100 SN
2975 RSD-294-00 S 9-11-2000, "B. de S. M. A. L. c/ S. M. L. R. s/ Divorcio y tenen-
cia de hijo").
72 FENOCHIETTO-ARAZI, ob. cit., v. I, p. 793.
73 Acotó la doctrina forense que: "La nulidad del fallo sólo es viable cuan-
do se ha dictado sin guardar las formas y solemnidades prescriptas por la ley. El
error en que haya podido incurrir el Juez en la aplicación del derecho, valoración de
la prueba u omisión de alguna defensa no puede fundamentar la nulidad del fallo
por tratarse de agravios reparables por vía del recurso de apelación en que el
Tribunal de Alzada puede examinar los hechos y el derecho con plena jurisdicción.
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unificación". Señalamos con anterioridad que: "La nulidad que comprende el recur-
so de apelación no abarca los vicios de procedimiento que pudieran ocurrir durante
la sustanciación de la causa -que deben ser planteados en la instancia en que se han
producido- sino los defectos inherentes a la sentencia misma (doct. art. 253 del CPC.)
(CPCB Art. 253 CC0202 LP 96814 RSD-20-2 S 26-2-2002, "Registro de Escrituras
Provincia de Buenos Aires eleva exptes. N° 542/98 y 1.102/98 s/ Incumplimiento").
82 Dijeron algunos antiguos fallos, siguiendo las pautas fijadas por la doc-
trina en forma reiterada que: "La nulidad de una sentencia o resolución es improce-
dente si los supuestos vicios pueden repararse por vía del recurso de apelación
también mantenido y en el que la Alzada puede examinar los hechos y el derecho
con plena jurisdicción". (Cám. nac. civ., sala F, Der., v. 36, p. 626, f. 17.815; Id., id.,
Der., v. 69, p. 325, f. 20.678; id. id., causa 217.942, del 22-2-78; id., id., La Ley, 23-
6-78, Id., id., del 15-8-78, en Der. del 26-6-79, f. 31.965.
83 "Para poder pedir la nulidad debe expresarse el perjuicio sufrido y el
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A. ANTECEDENTES
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100 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 138, nota 143.
101 PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit., v. V, p. 138, nota 146.
102 PALACIO, Estudio de la reforma..., ob. cit., p . 179.
103 Cám. nac. civil, en pleno, marzo 22-1977, "Cruz contra Permanente
S.R.L.", Der., v. 72, p. 291 y v. 106, p. 713. Se dijo luego en el mismo sentido que:
"Admitido el pedido de declaración de nulidad de la decisión de la Cámara, corres-
ponde dictar sin más trámite nuevo pronunciamiento: art. 34 inc. 5 ap. D CPCCN"
(CNCO D, Capital Federal 28-10-2002, Olcese, Haroldo J. C/Canteras Argentinas
S.A.", JA 19-3-03, 90).
104 IBAÑEZ FROCHAM, ob. cit., p. 212.
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a
110 HITTERS, Técnica de los recursos extraordinarios, ob. cit, 2 ed., pp. 21 a
28.
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CAPITULO XVIII
EL MAL LLAMADO "RECURSO" DE CONSULTA
I. GENERALIDADES
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II. ANTECEDENTES
A. ANTECEDENTES EXTRANJEROS
3 CARNELUTTI, Sistema..., ob. cit., v. II, p. 93. Cfr. FORNATTI, Enrique, Estudios
de derecho procesal, Valerio Abeledo, p. 184.
4 IBÁÑEZ FROCHAM, Tratado de los recursos, ob. cit., p. 543.
a
5 La Partida 3 , Ley 11, Título 22, prescribía que la consulta debía hacerse
ante el Rey.
6 FORNATTI, ob. cit., pp. 105-108. Cfr. PEYRANO, Cuestiones de derecho pro-
cesal, La Ley, año, 1980, p. 133. ídem, IBAÑEZ FROCHAM, Tratado de los recursos...,
ob. cit., p. 543.
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a
7 BARBOSA MOREIRA, O novo..., ob. cit., 19 , edic, pp. 88-89; ídem, Jus, ob.
cit, p. 97.
8 Véase CAJAS BUSTAMANTE, William, Código Procesal Civil Concordado,
Editorial Rodas, Lima, 1993, p. 203.
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Colegios de Abogados, Buenos Aires, 1937, pp. 234, 239, 246. Cfr. FORNATTI, ob.
o
cit, p. 184). El artículo 17, inciso 4 de la ley 4055 y el artículo 6, de la ley 3952
impusieron también la consulta.
11 Estableció la jurisprudencia que: "La consulta prevista en el artículo 42
de la ley 1532 ha sido instituida con el solo objeto de suplir la negligencia en que
puedan incurrir los representantes legales del fisco, menores de edad, etc., al dejar
de recurrir resoluciones contrarías al interés de su representado, pero no puede
extenderse a los casos en que no cabe interponer recurso alguno (Cám. federal La
Plata, mayo 7 de 1937, Juris. Arg., v. 58, p. 372).
12 PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit., p. 56. Sistema similar al del
o
artículo 307, inciso 7 del Código de Mendoza.
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39 PEYRANO, Cuestiones..., ob. cit., p. 135. Cfr. FALCÓN, ob. cit., v. II, p. 398.
40 En igual sentido KIELMANOVICH afirma que la consulta tramita en rela-
ción, y con efecto suspensivo, no requiriéndose ningún tipo de sustanciación.
(Ver, KIELMANOVICH, Jorge L, Procesos de familia, Abeledo-Perrot, Buenos Ai-
res,1998, p. 296).
41 Pese a que en esas hipótesis, el erario público siempre está represen
tado y defendido por funcionarios que las leyes destacan a tales fines (Procurador
General, Fiscales, etc.) por lo que consideramos innecesaria la consulta.
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CAPITULO XIX
APELACIÓN ORDINARIA ANTE
LA CORTE SUPREMA NACIONAL
I. GENERALIDADES
A. CONCEPTO
1 DIAZ, CLEMENTE, Instituciones..., ob. cit., v. Il-B, p. 581; Cfr. IBÁÑEZ FROCHAM,
ob. cit, p. 173. TAWIL, Guido S., Recurso ordinario de apelación ante la Corte Su-
prema de Justicia de la Nación, Depalma, Buenos Aires, 1990, p. 63.
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Técnica de los recursos ordinarios
B. ANTECEDENTES
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10 Decía esta norma que: "la Corte Suprema conocerá por apelación de
la sentencia definitiva y de todo auto que tenga fuerza definitiva en todas las cau-
sas criminales ante los jueces de Sección y en las causas civiles que quedan expre-
sadas, siempre que el valor dispuesto exceda la cantidad de 200 pesos fuertes; y la
sentencia de segunda instancia, sea que confirme o revoque causara ejecutoria".
11 RODRÍGUEZ ROSSI, Ernesto, Apelación a la Corte Suprema y otras posibi-
lidades recursivas, Ediar, pp. 187, 189.
12 Disponía esta norma, que "la Corte Suprema conocerá en última ins-
tancia por apelación y nulidad de las sentencias definitivas de las Cámaras Federa
les de apelación en los siguientes casos:
o
1 De las que fueren dictadas en las demandas contra la Nación a la que se
refiere la ley n° 3952 del 6 de octubre de 1900.
o
2 De las que recayesen sobre acciones fiscales contra particulares o cor-
poraciones sea por cobro de cantidades adeudadas o por cumplimiento de contra-
tos; por defraudación de rentas nacionales o por violación de reglamentos adminis-
trativos y, en general, en todas aquellas causas en que la Nación o un recaudador
de sus rentas sea parte actora, siempre que el valor disputado excediere de cinco
mil pesos.
En la precedente disposición no se comprenden las acciones fiscales por
cobro o defraudación de rentas o impuestos que sean exclusivamente para la Ca-
pital y Territorios Nacionales, y no generales para la Nación.
o
3 De las que recayesen en todas las causas a que dieren lugar los apre-
samientos o embargos marítimos en tiempo de guerra sobre salvamento militar y
sobre nacionalidad del buque, legitimidad de su patente o regularidad de sus papeles.
o
4 De las causas de extradición de criminales reclamados por países ex-
tranjeros.
o
5 De las dictadas en cualquier causa criminal, por los delitos de traición,
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C. REQUISITOS
a) Generalidades
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b) Sentencia definitiva
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D. ÁMBITO DE APLICACIÓN
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1) Antecedentes
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2) Valor disputado
41 D(AZ, ob. cit., v. Il-B, p. 585. Cfr. Corte Suprema Nacional, Fallos, v.
241, p. 218, etc.; ídem, RODRÍGUEZ ROSSI, p. 199; COLOMBO, ob. cit., v. II, p. 484.
"Procede el recurso ordinario de apelación, si trata de una sentencia definitiva,
recaída en una causa en que la Nación es parte indirectamente, y en la cual el valor
cuestionado en último término, sin sus accesorios, supera el mínimo previsto por el
art. 24, inc. 6° apartado a, del decreto-ley 1285/58, con las modificaciones introdu-
cidas por la ley 21.708 y resolución de la Corte 1360/91" (CS, 28-3-2000, "SEGBA
S.A. en liquidación c/ Municipalidad de Lomas de Zamora", Fallos, 323:591).
42 RODRÍGUEZ ROSSI, ob. cit., p. 199; ídem, FALCÓN, ob. cit., v. II, p. 400,
aunque algunos discuten este aserto (véase nota 46). Destacó la Corte que: "Si
bien el recurso ordinario de apelación en tercera instancia ha sido concedido tam-
bién a los particulares que litigan con el Estado, siempre tiene que resultar compro-
metido un interés económico de la Nación" (CS, 9-3-1999, "Central Puerto S.A. c/
Secretaria de Energía de la Nación", JA 6-10-99, 46).
43 Dijo la CSN que "Es formalmente admisible el recurso ordinario de ape-
lación que fue articulado en un proceso en que la Nación es parte y los valores
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Técnica de los recursos ordinarios
a
disputados en último término superan el límite establecido por el art. 24, inc. 6 , ap.
a del decreto-ley 1285/58, con las modificaciones introducidas por la ley 21.708 y
resolución de la Corte 1360/91", B.837 XXXVII, "Banco Ganadero Argentino c/Me-
dicina Técnica s/ejecución hipotecaria", 18-12-03, LL, 21-04-04, n° 107.287.
44 Fallos, v. 264, p. 277, 319:254. Señaló este Tribunal que:" Es improce-
dente el recurso ordinario de apelación en tercera instancia deducido por el Estado
nacional -en el caso, contra la sentencia que hizo lugar a una demanda de indem-
nización por despido- si no demostró que el valor disputado en último término, o
sea aquel por el que se pretende la modificación de la condena, sin sus accesorios,
excede a la fecha de interposición del recurso el mínimo legal (art. 24 inc.6 ap.a,
decreto-ley 1285/58 y resolución 1360/91)" (CS, 19-11-2002, "Farías, Luis F. y otro
c/ Estado Nacional y otro", LL 11-3-03, 4-105183).
45 DÍAZ, ob. cit., v. Il-B, p. 585. Los intereses por ser un "accesorio" se
hallan excluidos del monto computable (Fallos, v. 248, p. 500, 310:1505; 311:232).
46 RODRÍGUEZ ROSSI, ob. cit., p. 203. Estableció ese Tribunal que: "Cuando
el valor cuestionado se encuentra indefinido por hallarse diferida su determinación,
es exigible que el recurrente en la oportunidad idónea -al deducir la apelación-
formule un cálculo estimativo, en términos concretos y circunstanciados" (CS, 27-
5-1999, "Compañía Interamericana de Automóviles S.A. c/ Dirección General
Impositiva", Fallos, 322:1042).
47 CSN, Fallos, v. 250, p. 594. Puso de relieve ese Tribunal que: "Para la
procedencia del recurso ordinario de apelación en tercera instancia, resulta nece-
sario demostrar que 'el valor disputado en último término', o sea aquél por el que se
pretende la modificación del fallo, o el 'monto del agravio', respecto de las preten-
siones individuales, de cada una de las partes, excede el mínimo legal a la fecha de
o
interposición, de acuerdo con lo dispuesto por el art. 24, inc. 6 , ap. a, del dec-ley
1285/58 y resolución de la Corte 1360/91. El incumplimiento de la carga de de-
mostrar que el monto del agravio excede el mínimo legal a la fecha de interposición
del recurso ordinario de apelación trae aparejada la improcedencia formal de la
apelación ante la Corte por ausencia de uno de los presupuestos esenciales de
admisibilidad del recurso, sin que obste a esa decisión el hecho de que la Cámara
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3) Cuestiones excluidas
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el sentido de abarcar los casos en que ella interviene en defensa de los intereses
locales de la Capital Federal o territorios nacionales, ya que de la discusión parla-
mentaria de la referida ley, se infiere que el propósito legislativo fue extender esta
impugnación para los casos en que intervengan entes autárquicos del Gobierno
Federal. Ninguna circunstancia -agregó la Corte en el fallo comentado- autoriza a
entender que la reforma haya tenido por objeto dejar sin efecto o modificar las
restricciones anteriores. Además surge de los mencionados antecedentes parla-
mentarios la preocupación de limitar el número de causas a decidir por la Corte
Nacional.
61 Fallos, v. 286, p. 360.
62 Fallos, v. 286, p. 198.
63 Fallos, v. 289, p. 329.
64 Fallos, v. 287, p. 161. "El recurso ordinario de apelación previsto en el
o
art. 24, inc. 6 del decreto 1285/58, resulta improcedente en aquellos supuestos en
los que la materia debatida ante el Tribunal no afecta el patrimonio estatal; en tanto
el beneficio de la tercera instancia tiene por objeto proteger los intereses del fisco
nacional y conceder mayor seguridad y acierto a las sentencias que deciden cues-
tiones de determinada cuantía, en tanto comprometen de ese modo el patrimonio
de la Nación" (CS, 11-11-1997, "Yacimientos Carboníferos Fiscales s/ Tribunal
arbitral", ED 178, 59-48662, LL 1998 C, 791-97376, JA 1999 I, 51).
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tualizar que todos los procesos en los que se ventilen estos asun-
tos, toleran obviamente el carril sub examine13.
II. TRÁMITE
A. CONCESIÓN
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Una vez que los actuados llegan a la Corte deben ser pues-
tos en Secretaría, correspondiendo que el Presidente dicte la pro-
videncia "de autos" que se notifica personalmente o por cédula
(art. 280) al domicilio que las partes tenían constituido en la Ca-
pital Federal (si el juicio tramitó en este ámbito), o en el que
hubieren fijado en la oportunidad a la que se refiere el artículo
249 del Código Procesal de la Nación (si el proceso hubiere venti-
lado fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
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C. PROCEDIMIENTO POSTERIOR.
PROHIBICIÓN DE APERTURA A PRUEBA Y
DE ALEGACIÓN DE HECHOS NUEVOS
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A. CONSTITUCIONALIDAD
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C. COSTAS
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D. DEFENSAS Y EXCEPCIONES
E. EXPROPIACIÓN
apelación ante la Corte Suprema -art. 19, ley 24.463-, si el pronunciamiento impug-
nado versa sobre las costas del pleito y resulta imposible volver en una etapa pos-
terior sobre lo decidido" (CS, 26-6-2001, "Diez, Rosa Alicia c/ ANSeS", LL 2001 F,
734-102915, Fallos 324:2037).
102 Fallos, v. 219, p. 387. Además aclaró que "No corresponde imponer
costas en la tercera instancia ante la Corte Suprema si la actora no cuestionó la
procedencia formal del recurso ordinario deducido por la demandada", S.1477
XXXVIII, "San Martín Cía. Gral. de Seg. S.A. (T.F. 14.274-1) c/D.G.I.), 21-08-03.
103 Fallos, v. 238, p. 8; Ídem, v. 250, p. 713.
104 La Ley, v. 95, p. 491.
105 La Ley, v. 105, p. 442.
106 Fallos, v. 225, p. 532; v. 230, p. 553; v. 251, p. 140.
107 Fallos, v. 217, p. 982.
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F. CADUCIDAD DE INSTANCIA
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Capítulo XX
EL RECURSO DE QUEJA
Sumario: I. Concepto, objeto y fundamento. A. Generalidades. B.
Queja por denegación o retardo de justicia.- II. Antecedentes en gene-
ral. A. Derecho español. B. Queja por recurso denegado. Antecedentes
en nuestro país.- III. Queja por recurso denegado. Naturaleza jurídica.-
IV. Condiciones para el ejercicio de la queja por recurso denegado. A.
Generalidades. B. Requisitos. C. Procedimiento. D. Efectos. E. Objecio-
nes sobre el efecto de la concesión del recurso. El cuestionamiento del
efecto diferido. Queja
GENERALIDADES
1 PODETTI, Tratado de los recursos, ob. cit, p. 267. IBÁÑEZ FROCHAM, Tratado de
los recursos, ob, cit, p. 507; PALACIO, Derecho procesal civil, ob. cit, v. V, p. 145.
2 SÁNCHEZ BUSTAMANTE, El recurso de hecho en la capital, La Ley, v. 39, p. 1100.
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a) Generalidades. Naturaleza
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b) Trámite
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Tratándose de simple auto o decreto, el superior, una vez sus-
tanciada la queja ordenará al juez que lo emita dentro del plazo que
le fije so pena de incurrir en responsabilidad civil y administrativa".
c) Efectos
A. DERECHO ESPAÑOL
334. Hace ver con claridad COUTURE, que los autores clásicos
que se ocuparon de esta materia en el derecho español, destaca
ron el amplio concepto de la libertad individual, sobre la base de
la defensa del hombre contra el poder, "el individuo sólo defendi-
do por la ley contra el abuso y el exceso de los jueces". Sin embar-
go, a medida que se fortalecen los ordenamientos legales, el re-
curso de queja primitivamente destinado a cumplir los fines de
referencia, fue perdiendo su significado prístino de amparo a las
libertades para transformarse en la forma de controlar la
admisibilidad de la apelación17.
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facilite al apelante el testimonio de que hablan los artículos 391,
392 y 393, en la forma y para los efectos en ellos prevenidos".
El ordenamiento actual mantiene los lineamientos de la
normativa derogada. El art. 494 regula la queja contra las resolu-
ciones que denegaren la tramitación de un recurso de apelación,
como así también, contra la denegatoria de un recurso extraordi-
nario por infracción procesal o de casación.
El mismo dispositivo normativo dispone, que el recurso se
debe incoar ante el órgano que corresponda resolver el recurso no
tramitado, y que las quejas se tramitarán y resolverán con carác-
ter preferente.
En idéntico sentido del art. 494, el art. 457 inc. 4 edicta que
contra la resolución que deniega la preparación del recurso "...sólo
podrá interponerse recurso de queja".
Las forma de sustanciación de esta vía y su decisorio ema-
nan del nuevo art. 495, que mantiene en general la postura adop-
tada por los arts. 398, 399 y 400 del código anterior.
El actual 495 establece que la queja se prepara, pidiendo
dentro del quinto día, la reposición del auto recurrido, y para el
caso que no se la otorguen, testimonio de ambas resoluciones.
Si el tribunal no hiciera lugar a la reposición, mandará que
en el plazo de cinco días, se le entregue testimonio al interesado,
tarea que le compete al secretario, que debe dejar constancia de
la fecha de entrega.
Dentro de los diez días que reciba el testimonio, el solicitan-
te debe interponer el recurso de queja ante el órgano competente,
adjuntando el testimonio obtenido.
Una vez presentado el recurso, el tribunal deberá resolver
sobre su admisibilidad en el plazo de cinco días. Si considera co-
rrecta la denegatoria efectuada por el inferior, mandará ponerlo
en conocimiento del juez o tribunal correspondiente para que cons-
te en los autos.
Si estimare mal denegado el recurso, ordenará a dicho tri-
bunal que continúe con su tramitación.
Contra el auto que resuelve la queja, no cabe recurso alguno21.
21 Tal afirmación -como dice MORELLO- "... reconoce, sin embargo, excep-
ciones en situaciones muy extremas en que por mediar error de hecho evidente o
manifiesto (en el cómputo del plazo para proponer la queja, etc.), procede el recur-
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a) Generalidades
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A. GENERALIDADES
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B. REQUISITOS
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b) Pautas jurisprudenciales
1. Técnica recursiva
o
Art. 4° .- En todos los supuestos previstos por el inciso 1 del artículo 292 y
por la presente, las copias certificadas por letrado o la transcripción deberán ser
reproducción íntegra de la pieza a que se refieren.
Art. 5°.- Si las declaraciones contenidas en la queja no concordaran con las
constancias del expediente principal, el Tribunal podrá aplicar las sanciones perti-
nentes.
o
Art. 6 .- Publíquese".
"Ante mi: Juan Carlos Corbetta".
45 CS, diciembre 17-1981, "Fiscal c/Sayanca, Inca J.", Rep. Der., v. 16, p. 773.
Acotó que: "Corresponde rechazar la invocada insuficiencia de la queja si la
recurrente, en su presentación directa ante la Corte aparte de efectuar remisión a
su escrito de recurso extraordinario, reseña suficientemente los antecedentes de la
cuestión, concreta adecuadamente los agravios que presenta como federales para
la instancia extraordinaria y se hace cargo de las razones del auto denegatorio de
aquél" (CS, octubre 22-1981, "Mirex Argentina S.A.", Rep. Der., v. 16, p. 773). Por
excepción ha dicho ese Tribunal -refiriéndose al RE Federal- que: "Es admisible la
queja, no obstante no incluya una crítica de las motivaciones del auto que denegó
el remedio federal, si de los agravios expresados en la apelación extraordinaria
surgen con claridad las cuestiones constitucionales que se intentan someter a la
Corte. Es admisible el recurso extraordinario, aunque remita el examen de cuestio-
nes de hecho y derecho común, si lo resuelto satisface sólo de manera aparente la
exigencia de constituir una derivación razonada del derecho vigente con relación a
las circunstancias comprobadas de la causa" (CS, Capital Federal 4-5-1995, por
mayoría, "Baqueiro, María F."). En una acordada del año 2003 de ese Tribunal se
estableció que para requerir los autos principales en un recurso de queja y/o solici-
tar dictamen del Procurador General de la Nación, será obligatorio al menos el voto
de tres jueces, (véase Diario Judicial, 27-2-04)
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Benz S.A.", Der., v. 106, p. 759. Expresó ese Alto Organismo que: "No es admisible
la queja que, frente al rechazo del a quo -por razones procesales- del recurso ex-
traordinario, se limitó a sostener que lo resuelto contravenía lo normado en el artí-
culo 953 del Código civil, apreciación dirigida a defender el criterio de la parte sobre
el tema de fondo"(C-629, julio 7-1983, "Casa Bancaria Intercontinental c/ Corres,
Alejandro"). Resaltó otro pronunciamiento que: "Si el a quo rechazó el recurso ex-
traordinario por considerar que la apelada no era la sentencia definitiva, no satisfa-
ce el recaudo de fundamentación suficiente la queja que omite rebatir en términos
precisos las razones dadas por el juzgador, máxime cuando tampoco se invoca,
concretamente, que la resolución apelada cause agravio, de imposible o insuficien-
te reparación ulterior" (R-317, julio 7-1983, "Rodríguez, Gerardo N. c/ Santa Lucía
Cristal Anónima", Der., boletín del 2-9-83. Véase ACOSTA, ob. cit, p. 183).
51 Cám. Apel., civil y com., Santa Fe, sala III, abril 9-1981, "Construccio-
nes de Ingeniería Soc. Anónima c/ Carrara, Luis", Juris. Arg., v. 66, p. 70.
52 Destaca MORELLO que la jurisprudencia de la CSJN ha establecido que:
"corresponde a la queja...cuando la sentencia que se dicta en el juicio de
admisibilidad se apoya en fundamentos aparentes, o incurre en exceso ritual, de
mostrar que no constituyen una derivación razonada del derecho vigente de acuer-
do con las constancias comprobadas en la causa; por ende dicha resolución no
resulta ser un acto válido". Augusto Mario MORELLO, Estudio de la Casación Civil
Española, ob. cit., p. 194.
53 Repárese en que en estos casos estamos hablando de queja por de
negación de recurso extraordinario ante la CSN, pautas que sirven para la queja
por apelación denegada, tal cual lo adelantamos en el texto.
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2) Desistimiento tácito
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Iberoamérica dispone que el recurso debe interponerse ante el mismo tribunal que
dictó la resolución recurrida, dentro del plazo de cinco días.
Pero este órgano -conforme reza el art. 234- debe asentar a continuación
del recurso un informe acerca de los motivos por los que ha denegado el recurso, o
ha concedido la apelación con efecto diferido. Si no lo hiciere al tribunal se le po-
drán aplicar sanciones disciplinarias.
58 Se apuntó desde este cuadrante: "El recurso de queja por apelación
denegada debe bastarse a sí mismo y ser presentado en forma para que con los
elementos acompañados pueda el Tribunal resolver lo pertinente 'sin sustanciación
alguna'. No cumplen con el recaudo contemplado en el artículo 276 del Código
Procesal las copias adjuntadas en las cuales no luce el cargo puesto al pie del
original, puesto que éste es un elemento fundamental para que la Alzada controle
los aspectos relativos a la admisibilidad formal del recurso (CC0102 MP 116354
RSI-273-1 I 17-4-2001, "Immepho S.A. c/ Esteban, Mauricio s/ Cobro de pesos-
Recurso de queja").
59 Véase SÁNCHEZ DE BUSTAMANTE, ob. cit., p. 1108; idem, ACOSTA, ob. cit, v.
I, p. 187, nota 35.
60 Véase ACOSTA, ob. cit, v. II, p. 210.
61 Fallos, v. 212, p. 206.
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5) Plazo
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8) La providencia que deniega la apelación no es apelable.
Remisión.
tación de esa pieza para el apelado es de carácter facultativo, y sólo tiene por
objeto en principio, rebatir los argumentos que introdujo el primero o suministrar
razones en apoyo de la resolución cuya revocatoria se intenta" (Ac. 28.731, "Azzali,
F. y Azzali, M., Concurso comercial preventivo", 3-VI-80, DJJBA, 1-VIII-80, v. 119,
p.481).
Se dijo también que: "Abierta la Alzada a través de recurso directo, la res-
pectiva resolución adquiere definitivo carácter preclusivo; portal razón, no puede el
apelado cuestionar la concesión misma del recurso cuando comenzó su tramita-
ción" (Cám. apel. civ. y comercial Rosario, sala III, octubre 12-1981, "Galliano, Ornar
c/ Conde, Francisco y otros", Juris. Arg., v. 66, p. 124; Juris. Arg., 1982, v. I, p. 694).
69 CC0101 MP 122903 RSI-1428-2 I 19-11-29-92.
70 Arts. 275 y 277 CPCCBA.
71 Véase CC101, Mar del Plata, autos: "Coria... c/ Courtolan..." del 19-
11-2002.
72 CSN, junio 9-1983, "Malavesti c/Inmobiliaria Quintana", Der., v. 105, p. 254.
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349. Hemos visto que para que esta vía tenga andamiento,
debe haber habido una resolución que no haga lugar a la apela-
ción. Entonces, para que encuentre cabida este carril, es induda-
ble que tienen que darse dos presupuestos; por un lado la interpo-
sición de un recurso, y por otro la denegación del mismo. En este
orden de ideas ha dicho la jurisprudencia que tal sendero está
supeditado a "la negativa del iudex a quo a admitir la vía de
impugnación para ante el tribunal ad quem; y, si el juez no ha
decidido la denegatoria mentada, la Alzada no puede entrar a
revisar la admisibilidad de la queja"76.
Ello significa que en el sistema del CPCN -lo mismo que en
el bonaerense-, si el juez no se expide respecto a un recurso inter-
puesto, lo que corresponde es activar tal proveimiento (arts. 34,
inc. 3a, 167 y 168), y no interponer queja. Va de suyo que en los
ordenamientos que regulan la queja por retardo o denegación, debe
incoarse tal canal (véase nQ 331).
Tampoco es procedente presentarse ante la Corte Suprema
73 Cfr. CSN, Fallos, v. 271, p. 380; v. 224; v. 275, p. 223; v. 276, p. 303, v.
296, p. 46 y 570.
74 Fallos, v. 297, p. 331.
75 Ver comentario de Germán BIDART CAMPOS, Der., v. 105, p. 254.
a
76 Cámara II, sala 1 , La Plata, B-44.200.
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13) Legitimación
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C. PROCEDIMIENTO
355. Surge de los artículos 282 y 283 del cuerpo legal nacio-
nal que, como es sabido, este remedio debe interponerse directa-
mente ante la Cámara dentro del plazo de cinco días con la am-
pliación por distancia que corresponda.
Apuntamos que el escrito de marras debe ser fundado, y
bastarse a sí mismo; sin perjuicio de reiterar que tiene que cum-
plimentar los requisitos de admisibilidad del artículo 283 (véase
a a
83 Cám. II, sala 1 , La Plata, causa A-32.229. ídem, Cám. II, sala 1 , La
Plata, julio 25-1978, causa A-32.229, R.D.J., v. 979, p. 37, sum. 114, Rep. La Ley,
1978, p. 1797. Más recientemente y con la misma perspectiva en la Pcia. de Bue-
nos Aires se puso de relieve que: "El art. 292 del Código Procesal Civil y Comercial
establece que el recurso de queja ante esta Suprema Corte debe interponerse
dentro de los cinco días de la notificación de la resolución que deniega los recursos
o
extraordinarios, acompañando las copias que indica en su inciso 1 -entre ellas, de
la sentencia de Cámara-, recaudos cuyo incumplimiento obsta a la consideración
de los motivos que fundamentan la misma". (SCBA.-Ac. 86.86212-4-2003, "Vilaseca,
Silvia E. y ots. c/ Vilaseca, Jorge H. s/ División de condominio y fijación de alquile
res"). Véase supra, nota 58, los considerandos de "Immepho S.A. c/ Esteban,
Mauricio s/ Cobro de pesos-Recurso de queja"; idem, CC0002 SM 51175 RSI-160-
2 I 7-5-2002, "Fernández, Estela Maris c/ Duhalde, Raúl Osear y ot. s/Ejecución
hipotecaria". "CC0002 QL 1867 RSI-62-98 I 19-5-1998, "Bernardo, Mario c/ Di
Cicco, Mariano y otro s/ Interdicto de recobrar-Recurso de queja".
84 El art.. 402 del nuevo código cordobés, ahora sólo requiere para la
queja acompañar copia simple de la resolución recurrida y partes pertinentes
suscripto por el letrado del recurrente.
85 ACOSTA, ob. cit., v. I, p. 186.
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D. EFECTOS
a) Generalidades
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88 Cfr. art. 373 del Código de procedimiento civil italiano, con las modifi-
caciones efectuadas por la novela de 1950 (SATTA, Diritto processuale civile, Cedam,
a
1981, 9 edición, p. 505, n°75).
89 Ac. 87.265, "Carrefour SA..." del 20-2-2003.
90 PALACIO, Derecho procesal civil, v. V, p. 135; CONDORELLI, ob. cit., pp. 91-
94; PODETTI, Tratado de los recursos, v. V, p. 279; IBÁÑEZ FROCHAM, Tratado de los
recursos, p. 511.
91 Fallos, v. 253, p. 445. Cfr. COLOMBO, Código procesal civil, ob. cit., v. II,
p. 589. En los últimos pronunciamientos se ha mantenido este criterio rector (CS,
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98 Causa 29.497, in re, "Oreiro, María Luisa. Sucesión", DJBA, v. 120, p. 218.
99 El referido caso (ver nota anterior) nos sirve para demostrar la impor-
tancia de saber a partir de cuándo adquiere firmeza un fallo sometido a queja. En el
asunto de marras había habido regulación de honorarios de Alzada, y el letrado
beneficiario de la misma, interpuesto contra dicha fijación arancelaria los recursos
extraordinarios de inaplicabilidad de ley, y el federal del artículo 14 de la ley 48. La
Suprema Corte provincial por tratarse de una cuestión arancelaria, ajena, en princi-
pio, a su función controladora, declaró inadmisible dicha impugnación; por lo que el
letrado recurrió en queja, la que finalmente fue repelida por el más Alto Tribunal de
Justicia de la Nación.
Sin embargo, mientras duró todo ese trámite, se promulgó en la Provincia
de Buenos Aires la ley 8904, que en su artículo 61 dispone que la misma no es
aplicable a las regulaciones firmes. Cabe agregar que cuando se publicó dicho
cuerpo legal la queja todavía estaba sin resolver, lo que significa a nuestro modo de
ver que la regulación no había adquirido hasta ese momento el atributo "o condi-
ción", como prefiere llamarla LIEBMAN, de res judicata.
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a
100 Cám. 1 , civil y com., San Isidro, Juris. Arg., 1970, reseñas, p. 372, n° 145.
101 Véase PALACIO, V. V, p. 107.
102 Vale la pena señalar que el artículo 111 del decreto ley 18.345/69,
preceptúa que, en la hipótesis de que se repela una apelación con efecto diferido,
el recurso de hecho por apelación denegada debe considerarse interpuesto por
simple manifestación en los autos de la parte interesada, efectuada en el plazo de
tres días posteriores a la notificación de la denegatoria, debiendo fundarse en el
momento de expresarse agravios contra la sentencia definitiva.
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ÍNDICE ANALÍTICO
(Los números entre paréntesis corresponden a los parágrafos)
facultades de la Cámara (80,
in fine)
Fallos de la Corte Suprema
A Nacional (96)
ACCIONES DE finalidad (70)
IMPUGNACIÓN formalidades (83)
(véase: impugnación) historia (72), (73)
ACLARATORIA honorarios (93)
aclaración de conceptos oscu- incidente (77)
ros (29) integración de la sentencia (71
aclaratoria de oficio (85), (87) a 73)
aclaratoria y apelación. Rela- interlocutorias (80, in fine)
ciones (81) interpretación de la sentencia
aclaratoria y recursos extraor- (71 a 73)
dinarios (81, in fine) interrupción del plazo para
Alemania (72) apelar (82)
antecedentes, (72), (73) Italia (72)
causales (87 a 90) jurisprudencia (92 a 98)
Código de la Provincia de Bue- límites (99)
nos Aires (85) motivos (87 a 90)
conceptos oscuros (89) naturaleza (74 a 78)
condiciones para su ejercicio, omisiones (90)
(79 a 85) plazo (84 y 85)
corrección (71) plazo para apelar (82)
de fallos de alzada (80, in fine) posibilidades (99)
de fallos de la Corte Nacional Provincia de Buenos Aires.
(96) Diferencia con el Código Nacional
de oficio (85), (87) (86)
depreciación monetaria (94) queja (96)
derecho comparado (72) recurso (75), (78)
diferencias entre el Código relaciones con la apelación
Nacional y el de la Provincia de (82)
Buenos Aires (86) requisitos (79 a 85)
efectos de la no interposición, resoluciones susceptibles (80)
con relación a la apelación, (81) restricciones (98)
en sede administrativa (98) subsanación de omisiones (90)
error material (88) sustanciación (84-85)
errores aritméticos (81), in vicios materiales (88)
fine) ADHESIÓN A LA
España (72) APELACIÓN
expropiación (95) adhesión a la apelación en las
extensión (9) distintas provincias (239)
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in integrum restitutio (7) apelación, y apelación incidental,
Italia (137 a 142) (238)
legitimación de los terceros generalidades (238)
para apelar (193) APELACIÓN ORDINARIA
queja (334) ANTE LA CORTE
revocatio in duplum (6) SUPREMA NACIONAL
tendencia hacia la limitación acumulación de acciones y
de los recursos (158) procesos (315), (324)
APELACIÓN ámbito de aplicación (314 a 318)
(véase: recurso de apelación) antecedentes (310)
Apelación adhesiva. Véase apertura a prueba (321)
adhesión de la apelación cámaras federales (311)
APELACIÓN EN RELACIÓN causas en que la Nación es
antecedentes (213), (214) parte (314)
casos en que tolera el recurso causas sin contenido patrimo-
extraordinario (219 y 220) nial (315)
Código de Córdoba (215) concepción (319)
Código de la Nación (217), concepto (309)
(218) Constitución Nacional (323)
Código de Mendoza (216) costas (325)
diferencias entre la apelación cuestiones excluidas (316)
en relación y la libre (218) defensas y excepción (327)
recursos extraordinarios (218 depósito previo en la queja.
219) Innecesariedad (322)
sentencia definitiva (218-219) deserción (320)
trámite (221) diferencias con el recurso ex-
APELACIÓN EN SUBSIDIO traordinario de la ley 48 (311-312)
condiciones para su ejercicio entes autárquicos (314), (316)
(126 a 128) extradición (317)
eventualidad de los recursos frutos (315)
(12) hechos nuevos (321)
procedimiento (128) improcedencia (312)
prohibición del ejercicio even- interés de la Nación (309)
tual de los recursos (12) ley 27 (310)
rechazo de la reposición. Con- ley 48 (310)
cesión de la apelación (127) ley 21.708 (314)
terminología (126) memoriales. Plazo (320)
trámite (128) Municipalidad de Buenos Ai-
APELACIÓN INCIDENTAL res (316)
(139), (237 a 239) navegación en tiempo de gue-
diferencias entre adhesión a la rra (318)
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G I IGNORANCIA (24)
GRAVAMEN
de la comunidad social (14) IMPUESTOS. FALTA
de las partes (191 a 192) DE PAGO (248)
jurídico (14) IMPUESTOS O SELLADOS
material (14) DE JUSTICIA (248)
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Se terminó de imprimir en el mes de septiembre de 2004 en
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