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1Ensayo sobre el los paradigmas de la creación de la sociología del derecho.

Universidad Antonio Nariño

Juan Sebastián Valencia Santofimio


2020
1 Ensayo sobre el los paradigmas de la creación de la sociología del derecho.

Universidad Antonio Nariño

Nombre del docente


Docente

Juan Sebastián Valencia Santofimio


2020
¿Qué características y retos tiene la sociedad moderna?

Permítaseme intentar una respuesta a esta pregunta con una expresión muy usual
en los tiempos corren.

¿En qué mundo vivimos?

Ello a propósito de las muy frecuentes noticias en nuestro país y el resto del
mundo que nos refieren situaciones de desequilibrios económicos, tráfico de influencias,
corrupción estatal, discriminación sexual, racial y xenofobias. Todas estas
problemáticas, que son características de la sociedad moderna y, por ello mismo, retos
que se hace necesario enfrentar, se relacionan con dos conceptos fundamentales de toda
democracia; esto es: la desigualdad y tolerancia.

Cuando hablamos de desigualdad en las sociedades occidentales


contemporáneas estamos aludiendo a la diferencia de oportunidades que los hombres,
entiéndase ciudadanos, deben enfrentar a la hora de acceder a los bienes materiales o
inmateriales (vivienda y salud por ejemplo) que todo Estado Social de Derecho debe
procurar a su población. Y no todos tenemos las mismas oportunidades de acceder al
bienestar social porque cuando las instituciones del Estado se ponen al servicio del
sector financiero o, por tráfico de influencias, se entregan los Programas de
Alimentación Escolar a empresas que inflan presupuestos y entregan comida dañada a
los niños, se producen las desigualdades. Encontrar una solución a este problema es un
reto que el Estado puede alcanzar si vela porque su engranaje, entiéndase sus
instituciones, tuvieran como una de sus prioridades velar por la transparencia de sus
actos y gestionar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.

De otro lado, pero si continuamos en la misma línea de reflexión, detengamos a


pensar en las situaciones que crean los comportamientos que discriminan la opción
sexual, la pertenencia racial y las prácticas xenofóbicas. Todas las situaciones anteriores
son características de nuestra sociedad y también son retos a superar porque generan
desigualdad.

Si pensamos esta idea desde la biología, desde la naturaleza, encontraremos que


los seres humanos somos diferentes porque no nacemos iguales; nacemos desiguales por
varias las razones: por género, por raza, condiciones sociales y marcos culturales. El
problema radica en que la desigualdad no es lo mismo que diferencia. Recordemos que,
en la ciencia del Derecho, el propio concepto de igualdad tampoco es natural porque
éste concepto fue estructurado por las instituciones políticas y jurídicas del Derecho
moderno.

Pensemos en qué es lo que le pedimos al Derecho libre, a las instituciones


estatales cuando pedimos igualdad. Lo que pedimos es que todos los rasgos,
pertenencias y prácticas que nos identifican como seres humanos, es decir: hombre o
mujer, raza, opción sexual, oportunidades económicas, prácticas culturales y religiosas,
todos esos elementos puedan desarrollarse en libertad, con igualdad, sin ser coartados
para favorecer a otros.

Ejemplos de las situaciones anteriormente señaladas, los podemos encontrar en


las siguientes noticias: los calificativos con que a la alcaldesa de Bogotá le hacen sus
opositores políticos cuando, para cuestionar su plan de trabajo frente al coronavirus, la
tildan de “machito de pueblo”. El rechazo, por parte de países europeos, a barcos
cargados de inmigrantes que huyen de las hambrunas y las guerras en distintos países
del África, países que durante el siglo XIX fueron colonizados por los europeos que
ahora los rechazan.

Son este tipo de situaciones las que cuestiona el concepto de igualdad. Porque
también tenemos derecho a pedir el respeto a la diferencia, porque la igualdad no puede
tolerar la desigualdad. Sin embargo, la igualdad tiene que tolerar la diferencia porque en
este caso lo que estamos pidiendo es que se respeten nuestros rasgos identitarios,
nuestras costumbres. Todo ello será válido mientras esos rasgos identitarios, esas
costumbres no atenten contra el derecho de los demás.

Entonces toda democracia, toda sociedad civilizada debe saber guardar el


equilibrio entre la igualdad y la diferencia, este concepto es central en nuestra
constitución (buscar el articulo)

En el fondo de este argumento subyace la idea de que no podemos tolerar la


desigualdad pero debemos tolerar la diferencia, dicho más claramente tolerar la igualdad
respetando las diferencias.
Bibliografía

KANTOROWICZ, HERMANN, «La lucha por la ciencia del derecho», en AA.VV, La


ciencia del derecho, Losada, Buenos Aires, 1949, pp. 332-341.

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