Templo “Nuevo Pacto” casas, no cesaban de enseñar y predicar a Dios aprobado, como obrero que no Jesucristo.” tiene de qué avergonzarse, que usa Hechos 5:42 bien la palabra de verdad” 2ª Timoteo 2:15 Callejón 12 de Octubre #14, Col. Benito Juárez, Cuautla, Mor.
Tema: La Oración Eficaz
TEXTO: “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.” Lucas 11:1. INTRODUCCIÓN: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo (cobrador de impuestos), puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aún alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio (ten compasión) a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado (aceptado por Dios) antes que el otro. Lucas 18:10-14 PRESENTACIÓN: ¿Qué es orar? ¿Nunca se ha preguntado por qué muchas personas reciben respuesta a sus oraciones, de una manera maravillosa, mientras que las suyas parecen quedar sin respuesta? ¿O por qué algunas personas parecen orar muy fácilmente a Dios, mientras usted no sabe qué decir? Los discípulos de Jesús sintieron la necesidad de saber cómo orar, por esta misma razón. Cuando Dios nos hizo, nos formó con la necesidad de que le busquemos y recurramos a Él. Pero el orar, no es sólo pedirle a Dios por nuestras necesidades; orar es mucho más que eso, es adorarle, honrarle, servirle y hacerlo en la actitud correcta, sabiendo que Él escucha nuestras oraciones (1ºR.8:38-39). ¿Cómo debemos orar? Cuando nos acerquemos al Padre en oración, debemos hacerlo primeramente, en el Nombre de Jesús, las oraciones son como cheques en blanco, firmados por Jesucristo, si no llevan esa Firma no nos darán efectivo (Juan 14:13; Hebreos 10:19-22; 4:14-16). Importa también mucho la actitud que tomemos al orar: Debemos acercarnos con respeto y sumisión, reconociéndo que estamos delante de nuestro Hacedor y dispuestos a realizar lo que nos ordene. Tener gratitud aún antes de obtener respuesta y confianza, siendo pacientes al esperar en Él. Debemos humillarnos ante Él, no mostrar una actitud altiva como la del fariseo, sino estar verdaderamente arrepentidos por nuestros pecados. El odio y el resentimiento son un estorbo en nuestras oraciones, debemos perdonar y amar a los demás. (Mateo 6:14,15; 5:23,24) Ser sinceros, a Dios no lo vamos a engañar, y por último perseverar en nuestra oración (Lc.18:1-8; Col. 4:2). ¿Dónde y en qué posición debemos orar? Debemos recordar que Dios está en todas partes y por tanto, Él nos oye y nos responde en cualquier parte. Sin embargo, la Biblia nos dice que hay lugares especiales para orar. Nuestras iglesias han sido dedicadas a Dios como su casa. Son lugares especiales de oración (Marcos 11:17). Jesús también nos dijo que podíamos orar en privado en nuestros hogares (Mateo 6:6). Es bueno tener un sitio en donde reunirnos a solas con Dios en forma regular. También la Palabra de Dios nos enseña que podemos orar juntamente con otros, con una amigo, con la familia o con nuestros hemanos en la fe (Mateo 18:20). Algunos personajes en la Biblia se ponían en pie para orar, demostrando respeto y reverencia (1ºR.8:54-56); otras oraron arrodilladas, porque sabían que estaban en la presencia del Rey; hubo quienes oraron en sus camas (2ºR.20:1-2) o sentados como los 120 en el Pentecostés, alzando sus manos y mirando al cielo o con los ojos cerrados. Lo que importa es nuestra actitud interior. APLICACIÓN: Hermanos y amigos, oremos al Señor confiadamente.
Texto para Memorizar
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” Santiago 5:16