Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Dimensiones Organizacionales
- El proyecto.
- La estructura.
- Las personas.
- La dimensión vincular intersubjetiva.
- El poder.
- La conducción y el liderazgo.
- El contexto.
Estas siete dimensiones son siempre relevantes, incluso en los casos en que algunas no
parezcan referir a cuestiones críticas. Ninguna de estas dimensiones se puede dejar de lado
a la hora de realizar un análisis, ya que rediseñar un sistema y ajustarlo a cambios para un
funcionamiento efectivo exige de un panorama global de la situación interna y de la
relación de la organización con el contexto.
El Proyecto:
Toda Organización supone un proyecto, la idea de algo que pueda crearse mediante un plan
explicito para satisfacer las necesidades de:
Para que un proyecto sea bueno, este debe ser coherente, realista, realizable, promotor de
efectividad, tener partido. El proyecto se puede sintetizar en un conjunto de conceptos
fundamentales.
El proyecto refiere a una dimensión prospectiva, temporal. Señala un rumbo, un vector por
el cual transita la empresa al buscar el derrotero que justifique su fundación. El proyecto se
dirige hacia fuera: el contexto, el mercado y el futuro.
En las PyME, la situación suele ser diferente, por lo general carecen de planes globales
explícitos y formalizados, tanto como de áreas funcionales definidas y con asignaciones
particulares y concretas. En consecuencia, la falta de plan suele restar a la PyME
efectividad y sustentabilidad en el mediano y largo plazo, haciéndola depender
sustancialmente de la calidad personal de sus líderes.
La estructura:
Las Personas:
Los procedimientos de Recursos Humanos permiten trabajar con las personas en forma
sistemática y homogénea para toda la organización empleando un lenguaje y parámetros
articulados y compartidos. Entre los más importantes se cuentan:
La existencia de un proyecto y una estructura que señalan la orientación y los límites de los
roles del sistema, da marco y forma a un proceso dinámico donde las personas, relacionadas
por una finalidad común, están involucradas con sus vivencias, motivaciones, necesidades y
deseos, con su individualidad y su modo de vincularse.
Desde el punto de vista de las personas que la integran, toda organización supone un juego
de atracciones y complementariedades que se combinan con tensiones, diferencias
interpersonales y conflictos. La interacción entre lo que congrega y lo que disgrega se
amalgama en un factor dinámico de movimiento y cambio que hace a la vitalidad del
sistema. En algunos momentos, las relaciones interpersonales se desequilibran. Las
diferencias cobran protagonismo abriendo paso a la aparición de tensiones. Situaciones de
esta clase se agudizan en los momentos de crisis.
El Poder:
El cumplimiento de las metas exige a quienes dirigen la organización interactuar con una
variedad de grupos significativos de poder, internos y externos, organizados como tales o
no. Esos grupos están integrados por individuos que, o bien, ocupan roles dentro de la
estructura ejecutiva formando parte del sistema interno: dueños, accionistas, gerentes,
operarios, empleados, colaboradores; o bien, mantienen una relación relevante con el
quehacer de la organización como integrantes del sistema externo.
La conducción y el Liderazgo:
Cuando todas las dimensiones están alineadas detrás de una estrategia común, la estructura
ha sido definida y las personas ocupan los roles adecuados, corresponde encarar las tareas
de conducción y liderazgo, dimensión que integra a las demás en un sistema único,
dinámico y flexible. El liderazgo ejecutivo se define como el ejercicio legítimo de la
autoridad que tiene el ocupante de una posición para conducir a un grupo de individuos en
pos del cumplimiento de metas organizacionales.
En las PyME, cuando hay un dueño que representa la mayoría del capital, este suele ser a
su vez el ejecutivo principal y aparentemente no responde ante un nivel de conducción
superior dentro de la empresa, pero sí responde ante grupos representativos de poder que
integran el sistema externo. Cuando los socios son varios, la unidad necesaria para ejercer
la conducción de todo el sistema puede verse resentida ante la ausencia de mecanismos
concertados para resolver diferencias en los casos de disenso. Es importante contar con una
organización interna que prevea la existencia de accionistas y socios para encausar sus
decisiones opiniones e influencias. De lo contrario, la conducción y el liderazgo se ven
resentidos.
El Contexto:
Capítulo 3
Análisis Organizacional como Estrategia de Cambio
Esta forma de trabajo puede ir acompañada o ser sucedida por un proceso de investigación
sistemática a fin de testear ciertos hallazgos o atributos de las entidades estudiadas
utilizando criterios de validez y confiabilidad propios de los estándares de la investigación
científica.
Encuadre General:
Como parte de los requisitos que hacen a la intervención y rubricando condiciones que
hacen a la transparencia generadora de confianza, el proceso y las entrevistas deben
encuadrarse en un contrato que defina de forma explícita, clara y consensuada:
Por lo general, preferimos comenzar con entrevistas individuales y/o con pequeños grupos,
si estos se presentan como tales, a los fines del relevamiento de información. Consideramos
necesario que la participación sea voluntaria. En las etapas preliminares de un proceso de
cambio, pueden existir resquemores, prevenciones o reticencias a brindar información. La
voluntariedad de la participación contribuye a brindar seguridad psicológica y garantía de
confidencialidad a los participantes.
Capítulo 7
La Estructura Organizativa
- La organización formal.
- La organización existente.
- La organización presunta.
- La organización requerida.
Como tantas otras de su tipo, Envases de Azul era una empresa que había ido desarrollando
su estructura en forma no planeada, a través de un proceso espontáneo signado por el
incremento de la demanda de sus productos y servicios. Los roles que fueron surgiendo
respondieron así a la complejidad creciente del negocio, que fue determinando a su vez la
emergencia del sistema ejecutivo-gerencial. Describimos en este apartado a cada uno de los
roles según la información surgida de las entrevistas aplicadas para su análisis.
Posteriormente, ubicamos dentro del esquema general de los estratos ejecutivos los roles
previamente descritos, y las líneas de dependencia y autoridad que los vinculaban dentro de
un sistema unificado global. El Cuadro 2 presenta los principales roles de la estructura de la
empresa en la etapa inicial del proyecto de desarrollo. El gráfico señala la existencia de tres
estratos necesarios para organizar el flujo de trabajo, así como tres bandas para cada uno
(alta, media y baja).
En rigor, el empresario desempeñaba varios roles en forma simultánea: titular del capital,
fundador y creador de la organización, autoridad ejecutiva principal. Sus funciones y tareas
dada su condición, auto asignadas se organizaban en torno a un proyecto laboral personal,
que creaba el marco para el desarrollo de la empresa. Ese proyecto tenía un carácter
informal: no poseía objetivos explícitos ni un plan estratégico formalmente formulado,
discutido y compartido con sus empleados. Sin embargo el proyecto era claro y podía ser
apreciado por todos.
El horizonte temporal más largo abarcado por el rol era de dos años. De acuerdo con el
cuadro presentado en el Capítulo 4 este rol estaría ubicado en el estrato III que, según la
metodología utilizada, determinaba el nivel de la empresa. El trabajo realizado por el rol era
predominantemente operacional concreto, asociado a resultados cuantitativos. No obstante,
algunas decisiones y proyectos se inscribían en una visión superior a los dos años, por
ejemplo, análisis estratégico de amenazas y oportunidades en el mercado relacionadas con
posibles inversiones a mediano plazo. Esto no estaba inscrito en un plan estratégico
sistemáticamente formulado con objetivos y metas.
Como se deduce de lo anterior, el equipo de conducción estaba conformado por los jefes de
las áreas de Presupuestos, Ventas, Administración, Desarrollo de Productos, Preparación
Técnica y Taller. La integración de las mencionadas funciones conformando una unidad
operativa ejecutiva, convertía a la empresa en una unidad de negocios. La ausencia de una
delimitación clara de responsabilidades no solo volvía borrosas las autoridades conferidas
sino también las responsabilidades específicas y la rendición de cuentas. Dentro de este
nivel considerado de estrato II, dadas las asignaciones ejecutadas por los miembros del
equipo y que se detallan más adelante, se apreciaba la necesidad de un mayor desarrollo
gerencial marcado por un crecimiento progresivo de la empresa.
Los presupuestos constituían en este caso una herramienta clave para la captación y
retención de los clientes. El conjunto de los presupuestos permitían la planificación de la
producción. De ella surgían programas y órdenes de trabajo que involucraban una
perspectiva semestral. No había un plan de producción formulado que, no obstante, se hacía
necesario para organizar el flujo de trabajo. Para poder formular los presupuestos, se
requería un conocimiento técnico especializado del producto y de los procesos. El
ejecutante de este rol gozaba de un poder significativo en la empresa.
Capítulo 8