LOS FUNDADORES

Hay muchos pensadores que han contribuido al desarrollo de la sociología; algunos por ejemplo,
citan a Henri de Saint Simón (1760-1825) como uno de los que trazó el camino al anunciar el
advenimiento de una nueva etapa en las sociedades, en la cual la racionalidad de la industria y la
lógica de la producción ocuparían el lugar central. Se daría inicio a una etapa caracterizada por la
utilización de la ciencia para la comprensión de la realidad social. El la denominó psicopolítica,
luego "ciencia del hombre", "fisiología social", "fisiología positiva", aplicándole a este nuevo campo
de estudio, los métodos de las ciencias de la observación, cuyos razonamientos eran, según
Saint Simón, "el razonamiento y la experiencia". Fuera de este pensador, hay muchos más, pero
hay consenso en citar a cinco grandes estudiosos como los padres de la disciplina y los más
influyentes en la sociología moderna; ellos son: Auguste Comte, Herbert Spencer, Emile
Durkheim, Carlos Marx y Max Weber. Juntos abarcan casi todo el siglo diecinueve y principios del
XX, época en la que se formó la sociología. Además, representan los centros más importantes del
pensamiento europeo de la época: Francia, Inglaterra y Alemania, donde floreció la disciplina y de
donde arranca la tradición moderna de la Sociología.

Auguste Comte 1798-1857

Francés, Discípulo de Saint Simon y su secretario durante algunos años, dio a la sociología su
denominación, constituyendo para muchos autores su mayor mérito: Inventó ese neologismo,
combinando la raíz latina societas con la griega logos, tratado. En su sentido etimológico
sociología es "el tratado de la sociedad". Comte proclamó su fe en el porvenir de esta disciplina y
le señaló atribuciones, como dice Inkeles (1968), poniendo en ello mayor empeño, que en designar
su objeto. Sin embargo, cabe reconocer su esfuerzo por sistematizar la disciplina y su
entusiasmo científico que lo llevaron a enunciar como componentes imprescindibles de la
sociedad dos fenómenos importantes que él denominó: Orden y progreso; es decir, la estática y
la dinámica sociales. Para él, el progreso es el tránsito de la sociedad hacia una civilización regida
por la ciencia. Haciendo honor a su época, Comte creía en el progreso evolutivo de la sociedad,
argumentando que toda sociedad pasa por diferentes etapas, siendo la última una etapa "positiva",
regida por la ciencia, el amor y el respeto a la especie humana.

"El estudio estático de la sociología consiste en investigar las leyes de acción y reacción de
las distintas partes del sistema social". Las partes de una sociedad no pueden
considerarse por separado, "…como si tuviesen existencia independiente". Por el contrario,
deben ser miradas, "como en relación mutua…formando un todo que nos obliga a tratarlas
en conjunto".

Fuente: Auguste Comte , The Positive Philosophy of Auguste Comte, New York, Blanchard,
1855, pp-442,457,458.

Herbert Spencer 1820-1903

El inglés H. Spencer escribió Principles of Sociology (Principios de Sociología), obra en tres

tomos, publicada en 1877. Este fue el primer estudio sistemático en gran escala dedicado al
análisis sociológico. Desarrolló la sociología denominada evolucionista, basada en un paralelismo
entre las sociedades y las diversas formas de la naturaleza, en las cuales encontró grandes
similitudes. En realidad se adelantó al mismo Darwin, al abordar los procesos de mutación de los
organismos. Spencer equipara la sociedad con un organismo vivo, en el cual todas las partes son
independientes y en el que funcionan una serie de sistemas: Nutritivo, distributivo, militar -que, en
forma parecida a la circulación, digestión y sistema nerviosos, desempeñan funciones muy
precisas.

El objeto de la sociología comprendía para Spencer, bastantes elementos conocidos, aunque no

utilizó los términos que hoy usa con rigor la sociología. Por ejemplo, lo que él denominó "sistema
de restricciones" es lo que la moderna sociología llama "control social". Spencer enumeraba los
siguientes temas como campos de la sociología: La familia, la política, la religión, el control social
y la industria o el trabajo. También se interesó por el estudio sociológico de las asociaciones, de
las colectividades, la división del trabajo, la diferenciación o estratificación social, la sociología del
conocimiento y de la ciencia y del arte y la estética. Tomó toda la sociedad, globalmente, como
unidad de análisis y recalcó la obligación de la sociología de analizar las interrelaciones entre las
diversas partes de la sociedad, explicando cómo las partes influyen en el todo y a su vez reciben
sus reacciones. Existe una "relación continua" e "influencias recíprocas" entre las partes, que la
hacen una "entidad", objeto de investigación científica.

Fue muy específico en los campos de estudio de la sociología, como lo afirma Inkeles (1968), de
quien reproducimos esta cita sobre Spencer tomada de su obra Los Principios de Sociología

"La Ciencia de la Sociología tiene que explicar cómo sucesivas generaciones de unidades se
producen, crecen y se adaptan para cooperar. El desarrollo de la familia se halla en primer
término…La Sociología tiene luego que describir y explicar el nacimiento y desarrollo de la
organización política, que regula de distintos modos los asuntos, combina las actividades de
los individuos…y pone ciertos límites a algunas de las relaciones de éstos entre sí…Tiene
que explicar de manera análoga la evolución de las estructuras eclesiásticas y sus
funciones…También debe tratar del sistema de restricciones que rigen las actividades
secundarias de los ciudadanos…Han de estudiarse las fases o etapas porque pasó la parte
industrial…(así como) el crecimiento de las estructuras reguladoras que la parte industrial
desarrolla dentro de sí…".

Fuente: Alex Inkeles, ¿Qué es la Sociología? (traducido por Prentice-Hall, Inc), México, Uteha,
1968, p.8

Aunque estos pensadores fueron revolucionarios en el terreno científico, sus teorías han nutrido un
conservadurismo político que las encontró idóneas como apoyo de regímenes autoritarios.

Carlos Marx 1818-1883

Marx nació en Alemania, pero después de haber sido expulsado de varios países por sus
actividades revolucionarias, finalmente se estableció en Inglaterra. Escribió brillantemente sobre
temas tan diversos como filosofía, economía, ciencia política e historia. Nunca se vio a sí mismo
como sociólogo, pero su trabajo ha sido de gran importancia para la disciplina, de tal suerte que
es considerado como uno de los más profundos y originales pensadores de la sociología. Millones
de personas han vivido bajo regímenes o sistemas políticos llamados marxistas y en naciones
occidentales capitalistas muchas reformas sociales deben sus orígenes a organizaciones
fundadas sobre ideas marxistas. Es importante tener en cuenta que marxismo no es lo mismo
que comunismo. El mismo Marx, sin duda, habría rechazado muchas prácticas de movimientos
llamados comunistas.

Para Marx, la tarea de la ciencia social, no era solamente describir el mundo, sino cambiarlo. Marx
vio el conflicto social como un elemento fundamental en las sociedades y a la revolución como
inevitable. El creía que el conflicto de clases era la clave de la historia: La lucha entre los que
poseen los medios de producción y los que alquilan su fuerza de trabajo, lucha que solo terminaría
al derrocar a los explotadores y establecer una sociedad humana, libre y sin clases. Marx le dio un
énfasis especial a la instancia económica como base o fundamento de la sociedad. Argüía que el
carácter de prácticamente todos los otros órdenes o instancias eran determinados por el modo de
producción y por las relaciones existentes entre aquellos que trabajan para producirlos y aquellos
que viven de lo que otros producen. Sociólogos modernos, entre los que se cuentan aquellos que
rechazan otros aspectos de su teoría, reconocen, de modo general, la influencia fundamental de la
economía en otras áreas de la sociedad.

Vinculó la historia con la economía y la política para brindar una interpretación holística de la
estructura social y de los métodos para lograr una sociedad más justa.

Por su rechazo a las teorías sociales que lo precedieron y por la audacia de sus afirmaciones,
Marx estuvo muy alejado de la sociología académica durante su vida. Solamente en épocas
recientes, la sociología ha incorporado muchas de sus ideas, las cuales, enriquecidas y pulidas
con el tiempo, forman parte del acervo sociológico. También vale la pena comentar que, durante
mucho tiempo, en los países "comunistas", no se enseñaba la sociología como una disciplina
específica, porque era considerada una "ciencia burguesa" y, mucho menos, se utilizaba el
método sociológico para medir o cuantificar fenómenos sociales.

Emile Durkheim 1858-1917

Sociólogo francés, que impulsó la utilización de los datos estadísticos y se interesó por la
cohesión interna de la sociedad, dedicándose al problema del orden social. Argumentaba que las
sociedades se mantenían unidas por las creencias y valores compartidos por sus miembros,
especialmente como ellas se expresan en los rituales y en las doctrinas religiosas. Se propuso
analizar cómo las diversas partes de una sociedad contribuyen a su mantenimiento como un todo;
así, su método consistió en averiguar qué función desempeña un elemento dado en la sociedad
para mantener el orden social. Dio un paso muy importante en las investigaciones sociológicas
con su concienzudo trabajo estadístico sobre el suicidio en varios grupos de población, que
mostró que la tasa de suicidio varía de un grupo a otro y que este fenómeno está influenciado por
fuerzas sociales; no es simplemente una cuestión individual, como aparecía a simple vista.

Max Weber 1864-1920

Sociólogo alemán ha sido, quizá, el individuo más influyente en la sociología occidental. Fue un
intelectual completo, cuyas investigaciones cubren campos tan diversos como la política, el
derecho, la economía, la música, las ciudades y el inmenso campo de las religiones.

Durante su vida adulta, Weber experimentó una constante tensión entre su rol de intelectual e
investigador, observando objetivamente la sociedad, y su deseo de ejercer influencia en eventos
importantes, a través de un liderazgo político. Es muy probable que esta tensión hubiera
contribuido al severo trastorno mental que lo incapacitó por varios años. Aun hoy en día Weber se
ve como una figura enigmática y melancólica en la historia de la sociología. El vio con disgusto la
dirección que iba tomando el cambio social en la sociedad industrial, sintiendo que el mundo
estaba siendo "desilusionado" por la burocracia, por la fría racionalidad de los expertos de rangos
inferiores o "mandos medios", quienes no conocían otro valor que el de la eficiencia.

Gran parte del trabajo de Weber puede verse como un debate con Marx; aunque admiraba
profundamente su trabajo, Weber discutió y emprendió el estudio de muchos de los tópicos
estudiados por Marx. Creía que las tendencias hacia una mayor igualdad social eran inevitables,
pero no las recibía con particular entusiasmo pues también creía que traerían aparejadas un
aumento del poder del estado sobre el individuo. Además, Weber tampoco creía que el cambio
social fuera siempre determinado por cambios en la economía, como lo afirmó Marx, sugiriendo
otros factores como las ideas religiosas que, según su opinión podían jugar un papel
independiente. Quizá una de sus contribuciones más importantes y controvertidas -sobre todo
debido a malas interpretaciones- es la que dice que los sociólogos debe estar "libres de valores"
(o de valoración) durante su trabajo. Esto indica que sus convicciones personales o"sesgos" no
debería jugar ningún papel en sus investigaciones o conclusiones, contrariamente a lo que Marx
opinaba.