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Relatoría N°: 1. Economía vs.

Economía Política
Nombres: Maribel Redondo Mendoza, Yuleimis Amaya Mendoza
Maestría: Cooperación Internacional y Gestión de Proyectos.
Fecha: 12 de mayo de 2015.

En la primera sesión correspondiente al módulo Economía Política del Desarrollo se abordó


fundamentalmente la temática Economía y Economía Política; en la cual se establecieron
las principales diferencias y también, aspectos característicos que permitieron establecer un
comparativo entre estos dos enfoques. Inicialmente, se indicó que la Economía como
ciencia social divide al ser humano de acuerdo a dos perspectivas: ser económico y ser
social; de la primera de estas se encarga la Economía y de la segunda la Economía Política.
Esta economía tradicional que se centra en la persona como ser económico tiene sustento a
partir de los principios y preceptos de los economistas ortodoxos o neoclásicos, quienes la
conciben como una ciencia exacta y predictiva de los fenómenos sociales. Esta concepción
puede entenderse claramente a partir de 1871 con la “Revolución Marginalista” liderada
por Stanley Jevons, Carl Menger  y Leon Walras; la cual convierte a la economía en un
estudio de variables relativas a otras, por lo tanto no existe una magnitud económica
absoluta.
Así, los ortodoxos definen la economía “la ciencia que estudia la asignación eficiente de
recursos escasos ante el problema fundamental de la escasez de estos”. De lo anterior
surge el siguiente interrogante ¿Por qué los recursos son escasos? Sencillamente porque los
deseos del ser humano son ilimitados; mientras, que los recursos o medios para satisfacer
dichos deseos son limitados. Frente a esto se plantea explicar el comportamiento del
individuo dentro de una economía capitalista, entendiendo cómo los consumidores y
productores toman decisiones, ya sean de consumo o producción respectivamente.
En este orden de ideas, la escuela neoclásica posibilita el análisis de fenómenos económicos
a partir de las conductas individuales; individuos libres que persiguen sus propios fines; en
pocas palabras, las relaciones entre los individuos no es más que la sumatoria de conductas
individuales donde las acciones son coordinadas mediante respuestas a las señales de los
precios formados en el mercado, de esta forma es como se establece el equilibrio general
que construye un mundo estático, cerrado y determinista.
Es así como el enfoque neoclásico de la economía se consolida bajo las siguientes medidas:
- La racionalidad económica tiende a la optimización de los recursos dados los fines
del individuo o agente económico, la consecución de dichos fines producen la
utilidad y su optimización equivale a la maximización de la utilidad subjetiva.
- Los medios y los fines están dados, por tal lo imprevisible se presenta en cierta
distribución de probabilidad.
- El único medio de interacción de los individuos es el mercado y los fines
individuales se integran en este mediante los precios. Y por último,
- La preocupación principal se centra en el equilibrio.

Por otro lado, como un opuesto a las ideas neoclásicas anteriormente planteadas, surge la
economía política sustentada por economistas heterodoxos como Marx, Keynes y los
institucionalistas. Esta se soporta sobre la base que las relaciones sociales priman sobre
cualquier metodología y el poder es lo que explica cada uno de los fenómenos sociales. De
este modo consideran que la economía política es “el estudio de la provisión social de
bienes y servicios, producción y consecuente distribución de la misma”.
Mientras que el problema en la economía neoclásica se fundamenta en la escases, en esta el
manejo de la abundancia es la principal problemática. Las ideas de los heterodoxos se
desarrollan bajo la concepción de que las relaciones sociales son importantes y esto es lo
que hace al ser social, lo que explica decisiones de consumo, producción y sociedad.
Además consideran que las instituciones están vinculadas a redes sociales y son moldeadas
por el régimen de la acumulación.

Todo lo anterior se puede sintetizar partiendo de los principios esenciales de que la


economía se centra en la idea de la concentración material para satisfacer las necesidades y
deseos individuales, en pocas palabras esta tiene su hilo conductor dado por la riqueza,
producción, distribución y consumo. En cambio, la economía política esta directamente
relacionada con la adaptación de los medios a los fines, relacionándose con la economía
natural en cuanto a las acciones humanas afectándola de forma positiva o negativa.
Finalmente sin llegar a considerar un enfoque mejor que el otro si se puede establecer que
por más exacta que se quiera estructurar, el simple hecho de que la economía es una ciencia
social la convierte en cambiante, con pocas certezas, esta no puede pensarse ni concebirse
alejada de las interacciones o relaciones sociales.
Teniendo en cuenta las diferencias entre economía como la producción y distribución de
bienes y servicios escasos para una población con necesidades ilimitadas e insatisfechas, y
que en la economía política donde las estructuras (sociedad, cultura, religión) se tienen en
cuenta que los recursos son mal distribuidos y que la abundancia de los mismos es mal
utilizada, nos hace reflexionar en una frase de uno de los hombres más reconocidos por su
carácter altruista, abogado, pensador y político hinduista, Mahatma Gandhi: “en la tierra
hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto para satisfacer la
avaricia de algunos”.
Este principio nos hace fijar nuestras miradas frente a un hecho de inequidad social
persistente e involutivo; en un país como el nuestro con riquezas naturales y tierras aptas
para el cultivo donde la oligarquía y el hambre desmedido por el poder hacen que se
pierdan 16 millones de hectáreas de tierras aptas para cultivar y que de 21 millones de
hectáreas que hay en Colombia para uso agrícola solo 5 millones son efectivamente
productivas y los 16 restantes están concentradas en manos de acumuladores de tierra 1,
podemos concretar claramente que los recursos no son escasos si no mal distribuidos.

Bibliografía:

- Rodríguez Salazar, Óscar. Economía institucional, corriente principal y heterodoxia,


Revista de Economía Institucional, vol. 3, núm. 4, primer semestre, 2001, pp. 52-77.
Universidad Externado de Colombia. Bogotá, Colombia
- Diario el Universal de Cartagena, Noviembre de 2014.
- Crespo, Ricardo F. La crisis del modelo neoclásico, Económica, La Plata Vol.
XLIV, N° 1-2, año 1998.

1
Tomado del diario El Universal. 10 de Noviembre de 2014

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