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Procesos sedimentarios

La sedimentación tiene lugar cuando se combinan de una determinada manera una serie de
procesos físicos, biológicos y químicos que actúan a escalas muy diferentes, desde local a global y
su importancia relativa varía de unos medios a otros.

Procesos físicos

Los procesos físicos son los más importantes en la erosión, transporte y sedimentación de los
sedimentos clásticos. Los más importantes son las corrientes, que tienen dos orígenes: la fuerza de
la gravedad, responsable por ejemplo, del movimiento de agua en un río o de las corrientes de
turbidez, y la radiación solar, que al calentar desigualmente la superfi cie terrestre provoca
diferencias de temperatura y, por tanto, corrientes convectivas en la atmósfera (vientos) y en el
agua (corrientes marinas y lacustres). El viento, a su vez, puede provocar las olas en la superfi cie
del mar y el transporte a ellas asociado. Un caso especial de corrientes es el de las mareas,
causadas por la combinación de los campos gravitatorios de la Luna y el Sol sobre la Tierra. Otros
procesos físicos secundarios son la meteorización mecánica debida a diferencias bruscas de
temperatura o la debida a la acción alternativa de agua y hielo en las grietas periglaciares. Las
corrientes tienen capacidad para transportar un rango variable de tamaños de grano y pueden ser
estables (p. ej., los ríos) o variar ampliamente de forma periódica (p. ej., las mareas) o episódica (p.
ej., el viento). La densidad y viscosidad del fl uido en que se mueven las partículas tienen una
importancia fundamental en la capacidad de transporte de una corriente: cuanto más elevados
son estos parámetros, mayor es su capacidad de transporte. En los fl ujos naturales, esta
gradación creciente sería: 1. viento, 2. agua, 3. flujos masivos. Por encima de un umbral de
velocidad, las corrientes son erosivas. Las variaciones de velocidad en las corrientes dan lugar a la
estratificación de los sedimentos terrígenos y tienen lugar incluso en los tipos más estables, como
las corrientes marinas geostróficas o las de los lagos profundos. Pueden variar de forma periódica
(las mareas) o de forma ocasional e impredecible (las tormentas).

Procesos biológicos

Los procesos biológicos derivan de la actividad fisiológica de animales y plantas que pueblan los
diferentes medios y su interacción con los materiales del sustrato. Estos organismos producen
sedimentos y/o ayudan a fi jarlos en el medio; también tienen un importante papel regulador de la
geoquímica de los fluidos presentes en el mismo. En algunos medios, como ciertos lagos o zonas
marinas profundas, la acumulación de esqueletos de organismos unicelulares puede ser la única
fuente de sedimentos; en arrecifes y llanuras mareales carbonatadas, los organismos controlan la
mayor parte de los procesos de sedimentación; por último hay que hacer notar que la acción
humana sobre medios terrestres (deforestación, roturación de tierras vírgenes, pastos abusivos,
incendios, cultivos, etc.) puede acelerar o desacelerar la tasa de erosión en ciertas zonas en un
factor de quinientos o más. Uno de los procesos biológicos fundamentales es la fi jación del
carbonato cálcico que forma los arrecifes y plataformas carbonatadas por organismos tales como
algas, corales, briozoos, estromatopóridos, rudistas y bivalvos, entre otros. Los carbonatos
primarios pueden ser destruidos total o parcialmente por procesos de bioerosión, que degradan
los fragmentos litifi cados a fi nas partículas de limo calcáreo; éste es el principal proceso de
formación de carbonatos micríticos. Otro proceso biológico importante es el aporte constante de
sedimentos fi nos tanto carbonatados como siliciclástico por parte de organismos unicelulares
planctónicos que viven en aguas superfi ciales de mares y lagos a las zonas pelágicas de estos
medios, en forma de lluvia continua de esqueletos mineralizados tras su muerte. El estudio de las
relaciones entre la fauna y fl ora y los sedimentos es parte de la Paleoecología, que se divide en
dos ramas según Laporte (1979): Sinecología, que trata de la distribución de la totalidad de las
faunas y fl oras de ambientes determinados, y la Autoecología, que lo hace de grupos concretos y
su interacción con otros grupos de seres vivos y con la condiciones del ambiente

El clima y su influencia en los procesos sedimentarios

El clima condiciona los procesos físicos y biológicos antes mencionados de forma fundamental. Los
procesos meteorológicos actuales fueron muy diferentes en épocas pasadas, especialmente en
intensidad y frecuencia, pero sus procesos fundamentales, temperatura, vientos y precipitación
siempre han sido el resultado combinado de la radiación recibida del Sol, la velocidad de rotación
de la Tierra y la distribución de continentes y mares. La insolación en las zonas ecuatoriales
calienta el aire que asciende al perder densidad, se desplaza hacia los polos a través de las capas
altas de la atmósfera, donde se enfría, y gana densidad; luego desciende para cerrar el circuito por
la superfi cie. Este sencillo esquema se complica en la realidad por la forma esférica de la Tierra y
su movimiento de rotación, de una velocidad de 1.666 km/h hacia el Este en el Ecuador. La
rotación de la Tierra produce un efecto deviatorio importante conocido como «fuerza de Coriolis»
en cualquier partícula que se mueva cambiando de latitud. Si una masa de fl uido (aire o agua) se
mueve desde el Ecuador hacia uno de los polos, conserva inicialmente su velocidad rotacional,
pero pasa a zonas donde ésta es menor en superfi cie; por tanto, tiende a desplazarse hacia el Este
más deprisa que la superfi cie sólida sobre la que pasa, es decir hacia el Este según viaja hacia el
Norte o el Sur. Lo contrario ocurre cuando una masa de fl uido se desplaza desde latitudes altas
hacia el Ecuador. Su velocidad rotacional es progresivamente menor comparada con que la de la
superfi cie sólida y se desplaza más lentamente que ella, quedando retrasada y desplazándose
hacia el Oeste (fi gura 2.1a). Por eso, la desviación es hacia la derecha en el hemisferio norte y
hacia la izquierda en el sur y se forman los cinturones de vientos alisios y los del NW en ambos
hemisferios. El aire húmedo y caliente de la zona ecuatorial se enfría en su ascenso, descargando
lluvias en esta zona; al llegar a los trópicos ocupa una zona de menor tamaño que el ecuador, por
lo que se comprime y aumenta de densidad, descendiendo a la superfi cie ya seco. Así se forma la
zona subtropical de altas presiones donde se localizan desiertos cálidos. La circulación global se
completa de igual manera con otras dos células de vientos en cada hemisferio (fi gura 2.1a,  b),
cuya posición latitudinal ha variado en el decurso del tiempo geológico según la radiación solar
recibida y la capacidad de almacenaje calórico de la atmósfera. Las variaciones climáticas ocurridas
en los últimos decenios han renovado el interés de científi cos ajenos a la Geología y a amplias
capas de la sociedad acerca de las variaciones que se pueden observar en el registro geológico y su
posible uso como guía en predicciones de la evolución climática en el futuro más próximo. Se
deben destacar los trabajos de Martín Chivelet (1999) y Duarte (2009) como obras introductorias
rigurosas en español sobre circulación atmosférica y cambio climático global y las de Grehard,
Harrison y Hanson (2001), Barry y Chorley (2003), Houghton (2004) y Cowie (2007) como
equivalentes en inglés. Los procesos oceanográfi cos asociados están descritos de forma breve y
precisa en las obras de Open University Course Team (2002a, b).

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