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Por otra parte están los chicos que preocupan a todo el mundo. Son los que fuman
compulsivamente, los que beben en exceso, utilizan toda droga que les pueda caer en las
manos, se involucran en algún tipo de violencia, se meten en problemas con la ley, se
convierten en padres a los 15 ó 16 años y quizás hasta mueren – frecuentemente por
suicidio o en un accidente por conducir ebrios.
Con frecuencia vemos a los chicos que tienen dificultades de manera negativa: tienen
“problemas,” o tienen la culpa porque nunca han desarrollado algunas cualidades básicas –
inteligencia, auto control, empatía o persistencia, por ejemplo. Sin embargo, existe otra
manera de considerar este tema: a lo mejor estos adolescentes simplemente no han recibido
de manera suficiente los factores que los adolescentes necesitan en sus vidas a fin de crecer
como adultos exitosos, metódicos y productivos.
Una chica necesita padres dedicados, por supuesto, pero también requiere lecciones
paternales positivas y valores reforzados por lo que ve y oye de otros adultos en la
comunidad y por el comportamiento de la sociedad en general. En realidad, el entorno
influye en la crianza de un niño.
Los estudios del SI muestran que entre más de estos valores positivos posea un adolescente
en su vida, menor es la probabilidad de que se involucre en un comportamiento riesgoso o
experimente situaciones que lo ponen en riesgo. Los comportamientos riesgosos y las
situaciones en cuestión son:
La lista original de los valores positivos para el desarrollo que recopiló SI suman 30, pero
se incrementó a 40 como resultado de la información recibida en las primeras 350,000 o
más encuestas. La lista se obtuvo tanto empíricamente –por ejemplo, como resultado de la
información reunida directamente por el Instituto de Investigación en sí– como con la
ayuda de las teorías e investigaciones de otros.
A pesar de que los estudios del SI parecen mostrar que el número ideal de valores positivos
para el éxito del adolescente en los ámbitos educativo, social y personal es de 31 ó más, un
poco menos del 10% de los adolescentes en realidad tiene esa cantidad. El número
promedio que los adolescentes en muchas comunidades tienen –independientemente de
otros factores tales como el estatus socioeconómico de la comunidad o el nivel de
educación– es solamente de 18 a 20, y más del 60% de los jóvenes encuestados reportan 20
ó menos (Las más de 600 comunidades entrevistadas fueron principalmente de la raza
blanca– cerca del 80 por ciento – pero variaron en estatus económico, educación, tipo de
empleo, características urbanas/suburbanas/rurales, etc.).
La encuesta en sí consiste en 156 ítems, cada uno debe obtener información de un valor
positivo específico, un comportamiento de riesgo o un indicador favorable.Se supone que
la encuesta debe aplicarse solamente a estudiantes (o no-estudiantes, en algunos casos) que
estén entre el 6º y 12º grado. Aunque el SI estima que el tiempo promedio de realización es
de 50 minutos, enfatiza que se puede permitir mayor tiempo del asignado debido a
diferencias en la edad / grado o nivel, destreza lectora, fluidez en el idioma y cualquier otro
factor que pueda requerirlo. El punto no es que termine en un periodo determinado de
tiempo, sino que proporcione información precisa, y que se les permita a los participantes
tanto tiempo como sea necesario para hacerlo.
Algunas comunidades que han encuestado a sus estudiantes han puesto en la Internet sus
planes resultantes. Entre éstos está el Condado Benton, en Oregon (EE.UU.)
Una vez que una comunidad (o, más probablemente, un sistema escolar, una organización
con base en la comunidad, grupos de padres o un organismo gubernamental u oficial de la
comunidad) ha decidido tratar de establecer un enfoque de desarrollo de valores positivos,
¿Cómo debería ser ese enfoque? Existen algunas características específicas comunes en un
minucioso proyecto de desarrollo de valores positivos:
Al mismo tiempo, se debe entender que los valores positivos que se necesitan pueden
reflejar déficit – violencia juvenil sin control, bajo desempeño en las escuelas, abuso de
sustancias por los adolescentes, etc. La tarea de desarrollar valores positivos puede estar
acompañada o puede ser expresada a través de estrategias que buscan corregir problemas y
evitar su reincidencia. A pesar de que, con el tiempo, los valores positivos pueden acabar
drásticamente con la incidencia de la violencia juvenil, por ejemplo, también es importante
controlarla ahora, para que no mueran más jóvenes mientras tanto. También se le puede dar
un giro positivo y orientado al futuro al proyecto en general y aun así encargarse de los
problemas inmediatos. No deje que la ideología lo distraiga de la realidad.
En el vecindario urbano de clase trabajadora donde el autor creció, por ejemplo, los
adultos conocían a todos los chicos y no dudaban en regañarles o llamar a su madre si los
encontraban haciendo algo malo. A pesar de que esto hacia de las travesuras infantiles un
problema, también significaba que los niños se sentían bastante seguros.Sabían que los
adultos intervendrían para mantenerlos a salvo y también que las reglas se aplicarían de
igual manera en todo el vecindario. En ese entorno, casi todos los adultos se sentían
responsables de los niños, aun sin siquiera ser padres.
Apoyo
o Apoyo familiar – La vida en familia brinda niveles elevados de amor y
apoyo.
o Comunicación familiar positiva – El / la joven y sus padres se comunican
positivamente; el joven desea buscar consejo y asesoría de los padres.
o Otras relaciones con adultos –El / la joven recibe apoyo de tres o más
personas adultas que no sean sus padres.
o Vecindario comprensivo –El / la joven tiene vecinos afectuosos o
comprensivos.
o Ambiente escolar acogedor –La escuela proporciona un entorno acogedor y
alentador.
o Participación de los padres en la educación del joven – Los padres están
involucrados activamente en ayudar al/la joven a tener éxito en la escuela.
Potenciación
o La Comunidad valora a los jóvenes – El / la joven percibe que los adultos
en la comunidad los valoran.
o Los jóvenes como recursos – Se le dan al /la joven roles útiles en la
comunidad.
o Servicio a otros – El joven presta servicios a la comunidad una hora o más
por semana.
o Seguridad – El joven se siente seguro en casa, en la escuela y en su
vecindario.
Límites y expectativas
o Límites familiares – La familia tiene reglas claras y consecuencias, y
monitorea el paradero de los jóvenes.
o Límites escolares – La escuela provee normas claras y consecuencias.
o Límites del vecindario – Los vecinos toman la responsabilidad de
monitorear el comportamiento de los jóvenes.
o Adultos como modelos a seguir– Los padres y otros adultos modelan el
comportamiento positivo y responsable.
o Influencia positiva de los amigos – Los mejores amigos de los jóvenes se
comportan responsablemente.
o Expectativas altas –Tanto padres como maestros incentivan a los jóvenes a
hacer las cosas bien.
Uso constructivo del tiempo
o Actividades creativas – El joven pasa tres o más horas por semana en
lecciones o práctica de música, teatro u otras artes.
o Programas juveniles – El joven pasa tres o más horas por semana en
deportes, clubes, u organizaciones en la escuela y/o en la comunidad.
o Comunidades religiosas – El joven pasa una o más horas por semana en
actividades en una institución religiosa.
o Tiempo en casa – El joven está fuera de casa con sus amigos “sin nada
especial que hacer” dos o menos noches por semana.
o Valores Positivos Internos
Compromiso con el aprendizaje
o Motivación para los logros – El joven está motivado para hacer las cosas
bien en la escuela.
o Compromiso escolar – El joven está comprometido activamente con el
aprendizaje.
o Tareas – El joven reporta que dedica por lo menos una hora para hacer sus
tareas escolares todos los días.
o Vínculos con la escuela – El joven se preocupa por su escuela.
o Lectura por placer – El joven lee por placer tres o más horas a la semana.
Valores Positivos
o Cuidado – El / la joven le da gran valor a ayudar a otros.
o Igualdad y justicia social –El / la joven valora la promoción de la igualdad
y la reducción del hambre y la pobreza.
o Integridad – El / la joven actúa con convicción y lucha por sus creencias.
o Honestidad – El / la joven “dice la verdad aun cuando no es fácil”.
o Responsabilidad – El / la joven acepta y adquiere responsabilidad personal.
o Abstinencia – El / la joven cree que es importante no ser sexualmente
activos o utilizar drogas o alcohol.
Competencias sociales
o Planificación y toma de decisiones – El / la joven sabe cómo planificar y
hacer elecciones.
o Competencias interpersonales – El / la joven tiene empatía, sensibilidad y
habilidad para hacer amistades.
o Competencia cultural – El / la joven tiene conocimiento y se siente cómoda
con personas de diferentes procedencias culturales/raciales/étnicas.
o Capacidades de resistencia – El / la joven puede resistirse a la presión
negativa de sus amigos y a situaciones peligrosas.
o Resolución pacifica de conflictos – El / la joven busca resolver conflictos de
manera no violenta.
Identidad Positiva
o Poder personal – El / la joven siente que tiene el control de “las cosas que
le suceden”.
o Autoestima – El / la joven informa que tiene una autoestima elevada.
o Sentido del propósito – El / la joven reporta: “mi vida tienen un propósito”.
o Visión positiva del futuro personal – El / la joven es optimista sobre su
futuro personal.
Aunque que el número promedio de valores positivos parece ser medianamente estable en
las comunidades, los valores positivos particulares presentes o ausentes en muchos de los
jóvenes en una comunidad dada están en función de la naturaleza de la comunidad. Así, a
pesar de que los adolescentes en cinco comunidades encuestadas elegidas al azar pueden
todas poseer un promedio de 19 de los 40 valores positivos para el desarrollo, los valores
positivos reales en cuestión son probablemente significativamente diferentes para cada
comunidad. Del mismo modo, los adolescentes en cada comunidad pueden exhibir
diferentes comportamientos de riesgo y también distintos indicadores favorables. La
encuesta permitirá a cada comunidad comprender exactamente qué valores positivos,
comportamientos riesgosos e indicadores florecientes son comunes entre los jóvenes.
Lo que la investigación no parece explicar es qué valores positivos están conectados a qué
comportamientos riesgosos y a qué indicadores favorables; sin embargo, el sentido común
puede probablemente indicarle algunas conexiones lógicas a una comunidad.
A pesar de estas excelentes razones para buscar el desarrollo de valores positivos, también
existen algunas precauciones antes de proceder a hacerlo.
Los datos en los que se basa el enfoque se limitan sólo a una población
principalmente blanca, de solamente jóvenes. El hecho de que de los más de
1,000,000 de participantes en la encuesta del SI sean blancos casi en un 80% no es
representativo de un país cuya población “minoritaria” rápidamente está
alcanzando el 50%.Además, encuestar solamente a jóvenes crea varios problemas:
o Primero, a pesar de los intentos de la encuesta por corregir respuestas
intencionalmente falsas, ésta no puede necesariamente corregir
percepciones falsas.La visión de un adolescente acerca de su propia vida y
situación puede no necesariamente reflejar la realidad objetiva, o puede ser
lo suficientemente contraria a la percepción de otros como para suscitar
preguntas.
o Segundo, causa alarma el hecho de que la mayoría encuestada sea jóvenes
que están en la escuela y de que los chicos con menos valores positivos y
con las mayores necesidades son los desertores. ¿Se deben ignorar
simplemente las deserciones escolares – las cuales significan un gran
porcentaje de los jóvenes mayores de 16 años en algunos sistemas escolares
urbanos?
o Finalmente, ¿No cuentan las percepciones de los adultos? El Desarrollo de
Valores Positivos Comunitarios para los Jóvenes (CADY, por sus siglas en
inglés), encuesta también a los adultos que son significativos en la vida de
muchos adolescentes, y así se pueden obtener una visión más equilibrada de
la situación en una comunidad.
No existe una guía real de cómo desarrollar valores positivos. Aunque la
capacidad de cada comunidad para planificar sus necesidades, las cuales son únicas
y propias, es definitivamente una ventaja, no contar con una guía u otra
información instructiva para mejores prácticas es definitivamente una desventaja.
Si se utiliza la encuesta del Instituto de Investigación, todo lo que se obtiene es el
análisis. No hay seguimiento o consulta sobre cómo proceder a partir de allí, y no
hay asesoría de cómo desarrollar los valores positivos específicos en los que se ha
elegido enfocarse.
La comunidad es dependiente del SI (u otra entidad, si se utiliza un sistema
diferente – vea el cuadro a continuación) para analizar las encuestas. Eso
significa pagar las tarifas, las cuales pueden ser un problema para algunas
comunidades, y esperar por lo menos tres meses para que los resultados de las
encuestas estén disponibles.Cuanto más grande sea la comunidad – o cuanto más
detallado sea el análisis que necesite – mayor será el costo.
El CADY encuesta al personal de la escuela, a los padres, a los líderes y a los miembros de
la comunidad, así como a los jóvenes, y promete asistencia técnica a lo largo la vida del
proyecto de desarrollo de valores positivos.Además, publica el análisis de sus encuestas en
línea y proporciona acceso inmediato a información tal como qué valores positivos parecen
afectar qué déficits, así como las prácticas prometedoras para desarrollar valores positivos
particulares.
Al mismo tiempo, el modelo del CADY, a diferencia al del SI, excluye cualquier aporte de
los jóvenes en la planificación o coordinación del programa de desarrollo de valores
positivos, y generalmente se organiza de arriba hacia abajo.El liderazgo viene de las
escuelas y/o agencias, los funcionarios y las organizaciones, no de la comunidad como un
todo.Además, al igual que el SI, el CADY requiere una inversión financiera de la
comunidad, lo que puede hacerla una elección poco realista para algunos (Información
sobre el CADY se puede encontrar contactar a su diseñador, el Prof. William Donohue,
donohue@msu.edu).
La imagen del SI de un adolescente con todos los valores positivos deseados, es con
frecuencia la de una chico ideal desde la perspectiva del adulto (con buenas calificaciones,
le gusta la escuela, ayuda a otros, no experimenta con algo potencialmente dañino).
Algunas veces perdemos la visión del hecho de que los adolescentes necesitan rebelarse,
cuestionar, trastabillar –que ese es el trabajo de un adolescente, y que es necesario para
formar su identidad. El ideal es proporcionarles una manera de hacer esto de manera
segura… pero no todos los adolescentes desean hacerlo de esta manera, con valores
positivos o no.
Luego están los poetas, los soñadores, los transgresores de las reglas que se rehúsan a estar
ligados a la convención.Pueden pasar su adolescencia torturados, frecuentemente porque
ya sea sus familiares o la sociedad no los apoyan por lo que son. Algunos de ellos crecen
frustrados y llevan vidas fracasadas – y otros de ellos, literalmente cambian el mundo.
Puede ser que no se ajusten al perfil de los valores positivos ideales, pero pueden estar
desarrollando valores positivos internos que más adelante los dirigirán hacia grandes
logros e influencia.
No cabe duda que los niños y los adolescentes necesitan y se benefician de estos 40 valores
positivos para el desarrollo, particularmente del apoyo de adultos comprensivos.Sin
embargo, los valores positivos internos que el SI considera muy importantes pueden
desarrollarse simplemente más adelante, a medida que los adolescentes, un poco mayores,
se prueban a sí mismos en contra del mundo adulto. El hecho de que parezcan todavía no
tener esos valores puede ser una función de esas pruebas, y puede ser una parte necesaria
para la adolescencia de muchos chicos.No es completamente claro que el enfoque de
desarrollo de valores positivo tome en cuenta la necesidad de los adolescentes de rebelión
y de pruebas –y de fracaso ocasional –, la cual crea una identidad adulta.
Cuando se consideran juntas, las ventajas enlistadas aquí parecen pesar más que las
desventajas potenciales.Quizá una razón predominante para considerar el desarrollo de
valores positivos como un medio para formar una comunidad es que la crianza de las
próximas generaciones es una de las funciones más importantes de una comunidad. Se
puede argumentar que un proyecto comunitario inclusivo y participativo que brinde apoyo
e ideales internos y autodisciplina a los jóvenes, agudizará el enfoque de los ciudadanos
acerca de lo que es y lo que hace una comunidad. El resultado mejorará la calidad de vida,
no solamente para los jóvenes, sino también para la comunidad entera.
Esta sección examina un modelo lógico específico –el de tratar con los 40 valores positivos
necesarios para el crecimiento y éxito de los adolescentes– propuesto por el Instituto de
Investigación. La concepción del SI de aquel modelo incluye adquirir sus servicios
comprando el número de copias necesario de su encuesta y también el análisis e informes
de los resultados de la administración de la encuesta. El problema aquí es que no todas las
comunidades tienen los recursos – o el deseo – de lograr el desarrollo de valores positivos
de una manera tan formal.
Existen otras formas de hacerlo. Una – quizá la mejor (y la más común, juzgando por el
número de sitios Web de la comunidad que parecen reflejar esto) – es enfocarse en el
desarrollo y/o fortalecimiento de valores positivos para el desarrollo.Otro es concentrarse
en un área particular que se sabe representa una deficiencia para su comunidad – reclutar
jóvenes para participar en el gobierno de la ciudad y en servicio comunitario
(potenciación), por ejemplo, o crear o fortalecer programas de tutelaje para padres y
adolescentes (apoyo).Una tercera forma consiste en crear un método propio para identificar
valores positivos y deficiencias – lo cual es más probable si se tiene la ayuda de una
universidad, pero no está totalmente fuera de alcance para una comunidad con los recursos
correctos.
Una cuarta posibilidad es que se puede emplear el desarrollo de valores positivos como
parte de una iniciativa comunitaria mucho más amplia (Vea Ciudades saludables/
Comunidades saludables) Su iniciativa quizá quiera tomar en cuenta los 40 valores
positivos fundamentales del SI, pero no usarlos como el fundamento de su esfuerzo.
Mucha de la información a continuación asume que se utilizarán los métodos del SI, y
quizá sus servicios también. Es importante considerar, sin embargo, que esa no es
necesariamente la única manera de tratar con los valores positivos para el desarrollo en su
comunidad.
Alguien tiene que tomar la iniciativa. Sea su plan o no utilizar la encuesta del SI, la
comunidad tiene que educarse acerca de los bienes o valores positivos para el desarrollo y
prepararse para enfocarse en ellos.Los esfuerzos existentes parecen con más frecuencia
estar encabezados por las escuelas, pero también pueden ser llevados a cabo por otras
entidades como:
Forme una coalición u otro grupo para introducir el desarrollo de valores positivos (y
la idea de la encuesta / la evaluación de valores positivos) a la comunidad. El grupo
deberá contener gente de todos los sectores de la comunidad, incluyendo jóvenes, y debería
ser participativo, incluyendo a todos en la toma de decisiones.
Quienquiera que tome el liderazgo inicial se espera que sea un líder colaborativo y que
permita la posibilidad de compartir el liderazgo a un miembro de la comunidad o del grupo
o de cedérselo.
La buena comunicación dentro de este grupo – al hablar, escribir y a través de los medios –
es crucial para el éxito de un proyecto de desarrollo de valores positivos, especialmente si
la encuesta del SI va a ser parte de él (Por favor vea Informar sobre asuntos de salud y
desarrollo comunitario, Despertar conciencia e interés a través de la comunicación). Las
personas son siempre muy suspicaces con las encuestas y preguntan qué se va a hacer con
los resultados. A fin de disipar cualquier sospecha, la coalición o grupo aquí tiene que
asegurarse de proporcionar toda la información que la gente necesita, ser absolutamente
franco y directo al responder las preguntas, y tratar de anticipar muchas preguntas antes de
ser consultado. Algunas de las preguntas de la gente en muchas comunidades podrían
incluir:
Una vez que la comunidad acuerda proseguir con el uso de la encuesta, se acordará su
logística. ¿Se llevará a cabo la encuesta en la escuela?¿Se encuestarán a todos los jóvenes
o sólo a aquellos en ciertos colegios o niveles escolares (La encuesta del SI es válida en los
grados que van del 6º al 12º solamente), o sólo una grupo de muestra al azar? Recuerde
que se necesita un cierto número de encuestas (un mínimo de 100 para cualquier grupo
sobre el que se desea información– por ejemplo una escuela particular o vecindario) a fin
de que los resultados sean estadísticamente exactos y completos. El SI no prepara un
informe completo para un grupo de menos de 50 encuestas.
En este punto, mucha gente puede querer ser parte del grupo de coordinación o
planificación.Probablemente sea buena idea mantener al grupo abierto, de cierta forma, a
nuevos participantes; aunque un grupo muy grande puede llegar a ser difícil de manejar.La
formación y uso de subcomités o grupos de trabajo puede ser de una vía para mantener el
grupo de planificación de un tamaño razonable y aun para incluir a casi todos los que
quieren ayudar.
Muchas comunidades sienten que el objetivo apropiado son todos los adolescentes y/o
niños en la comunidad. Una “comunidad,” sin embargo, podría ser un vecindario
relativamente homogéneo, una ciudad diversa o un condado completamente rural. Cómo se
define una comunidad tiene mucho que ver con la posición de su enfoque.
Investigue. Busque qué han hecho otras comunidades y cómo.Diríjase a las prácticas
prometedoras y a la investigación existente acerca de las áreas en las que se está enfocando
su iniciativa. Para ayuda, recurra al profesorado y a los estudiantes en las escuelas y
universidades locales.
Para resumir
El desarrollo de bienes o valores positivos es la promoción de valores positivos para el
desarrollo que los niños y adolescentes necesitan para convertirse en adultos saludables,
afectuosos, productivos, exitosos. El Instituto de Investigación de Miniápolis ha
identificado 40 valores positivos que son necesarios para el desarrollo apropiado del
adolescente. Además vincula la presencia o ausencia de éstos tanto al comportamiento de
alto riesgo como a los “indicadores favorables”, de acuerdo a encuestas realizadas a lo
largo de quince años con más de un millón de estudiantes del 6º al 12º grado.
Los valores positivos están divididos en ocho categorías. Cuatro son externos (apoyo,
potenciación, límites y expectativas y uso constructivo del tiempo) y cuatro son internos
(compromiso con el aprendizaje, valores positivos, competencias sociales e identidad
positiva).
Una base de datos para los 40 valores positivos del Instituto de Investigación
obtenida de una población en un 80% de la raza blanca y únicamente de jóvenes .
No hay una guía real de como desarrollar los valores positivos.
La dependencia de la comunidad en el Instituto de Investigación o en el CADY
para analizar las encuestas.
Limitaciones estadísticas que pueden hacer difícil un análisis exacto para pequeñas
comunidades o escuelas.
La falta de garantía de que el desarrollo de valores positivos se tratará los
problemas reales.
La cuestión de en qué medida son realmente necesarios los valores positivos para el
éxito eventual de muchos jóvenes.
En suma, las ventajas de enfocarse en los jóvenes parecen sobrepasar por mucho las
desventajas; pero incluso así, las desventajas no pueden ignorarse.
A pesar que cada enfoque comunitario para el desarrollo de valores positivos es diferente,
basado en las necesidades y recursos de la comunidad, existen algunos pasos básicos que
se pueden seguir para estructurar el proceso (Estos pasos se basan en la suposición de que
la comunidad utilizará la encuesta del Instituto de Investigación o del CADY.)
Recursos en línea