Estudio 3 NOS EMPEÑAMOS EN AGRADARLE

Versículo clave: “Nos empeñamos en agradarle”

(2 Corintios 5: 9, NVI)

El propósito constante de todo aquel que realmente conoce al Señor debería ser
agradarle en todo: vea Juan 8:29 ( Porque el que me envió, conmigo está; no
29 

me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. ), y

compare con Juan 13:16. ( De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor
16 

que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.)   ¿Podría alguien, en

algún lugar, tener una ambición más grande que esta? ¿Es su ambición agradarle?,
porque en esto está ciertamente el secreto de una vida exitosa. 

En esta serie de estudios estamos considerando diez de estos “secretos”, pero sería
correcto decir que los diez están resumidos en el tema de este estudio. No hay nada
más importante que vivir cada día de una manera agradable al Señor en todo. Vea
lo que el Espíritu Santo ha dejado escrito sobre Enoc: Génesis 5:22-24.  dice la
Biblia que camino con Dios y vivió 365 anos pero que un día desapareció porque
Dios se lo llevo….. Hebreos 11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver
5 

muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese

traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

A lo largo de las edades ha habido hombres y mujeres cuya suprema ambición ha

sido agradar a Dios. Hoy en día la mayor parte de la gente está empeñada en
agradarse a si mismos:
a. Jueces 17:6; …. No había Rey…. Cada quien hacia lo que quería…..
b. 1 Corintios 10:5;  Pablo hablando de los Padres antiguos de Israel que
exigían para su beneficios de parte Dios y a pesar de ello eran idolatras
c. 2 Timoteo 3:4; mostraba el carácter de los hombres en los postreros
tiempos……. “ traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites
mas que a Dios….
Pero hay quienes están buscando cumplir las condiciones divinas para una vida
agradable a Él en todo.
1.     ¿CUÁLES SON LAS CONDICIONES PARA AGRADAR A DIOS?
(1)   Hemos de nacer de nuevo.  Vea Romanos 8:8( y los que viven según la
8 

carne no pueden agradar a Dios.) y compárelo con Juan 3:5 ( Respondió Jesús: 5 

De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no

puede entrar en el reino de Dios.) .  Todo hombre y mujer está “controlado por
la naturaleza pecaminosa”, y los que viven “conforme a la naturaleza pecaminosa”
nunca pueden agradar a Dios. Por eso la primera cosa necesaria es nacer de nuevo,
para que vivamos “no controlados por la naturaleza pecaminosa, sino por el
Espíritu” (Romanos 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
9 

Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene

el Espíritu de Cristo, no es de él.).

(2)   Hemos de separarnos de todo lo que sea pecaminoso o dudoso.    Cuando

nacemos de nuevo venimos a ser hijos de Dios (1 Juan 3:1);  pero la vida cristiana
es una guerra y somos soldados: mire 2 Timoteo 2:3-4 ( Tú, pues, sufre penalidades
3 

como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin
de agradar a aquel que lo tomó por soldado).  Las vidas de los cristianos mundanos están
llenas de pecado y obstáculos, pero aquellos que desean agradar a Dios se
desembarazan de las cosas que obstaculizan su vida cristiana.

(3)   Hemos de dedicar nuestras vidas al Señor. DEBEMOS DEDICAR

NUESTRAS VIDAS A EL.  Mire Romanos 12:1 ( Así que, hermanos, os ruego
por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.) y fíjese en las
palabras “santo y agradale a Dios”. La separación de lo pecaminoso, pero la
dedicación de nuestra vida al Señor es lo positivo.
¿Ha llegado a ofrecerle su cuerpo al Señor? ¿Le ha entregado las “partes” de su
cuerpo, sus manos, pies, ojos, oídos, labios… en otras palabras, todo su ser?

(4)   Hemos de ser buenos testigos.  Dios nos ha confiado su evangelio, ¡qué
sagrada encomienda! El evangelio es para todos y hemos de estar totalmente
dedicados a darlo a conocer: vea 1 Tesalonicenses 2:4 ( sino que según fuimos
4 

aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no
como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros
corazones).  Fíjese en lo que dice Pablo, “…hablamos? ¿Hablamos?  Quizá
necesitemos orar la oración del salmista para agradar a Dios: El Salmo 51:15. Aquí
refiere que Los creyentes que testifican de la gracia y el poder de Dios, con vidas
coherentes y labios dispuestos a hablar por Él, son los que verdaderamente agradan
al Señor.

(5)   Hemos de ser obedientes.  Colosenses 3:20.  Los niños o los hijos agradan a
sus padres cuando les obedecen, ¡cuánto más agradará al Señor la obediencia de
sus hijos! La obediencia es muy importante: vea 1 Samuel 15:22 Samuel el profeta
y juez dijo que en otras palabras, Dios no se complacía de los sacrificios sino de la
obediencia.

(6)   Hemos de tener fe en Dios.  En Hebreos 11:6 se nos dice que si no confiamos
en Dios no podemos agradarle. SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS.
Gracias a Dios que podemos confiar en Él, no sólo en cuanto al perdón (1 Juan
1:9), sino también la comida (Salmo 34:10);  no sólo en cuanto a la salvación
(Hechos 4:12), sino también en que nos proveerá de todo lo necesario (Filipenses
4:19).

(7)   Hemos de ser magnánimos.  Vea Hebreos 13:16 ( sino que según fuimos
4 

aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no
como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros
corazones). Una traducción dice:  “No descuidéis la beneficencia y la
solidaridad”; llena de amor, simpatía, comprensión, disposición a ayudar, ánimo,
generosidad (vea Romanos 12:13 y compare con Gálatas 6:6), ¡así es la vida
cristiana exitosa en acción!

2.     ¿CUÁLES SON LOS RESULTADOS DE AGRADAR A DIOS?

El resultado más maravilloso, si nos empeñamos en agradarle, es tener a Dios
mirándonos con aprobación: compare Juan 8:29 con Mateo 3:17. El Señor Jesús es
el Hijo de Dios en un sentido único, pero cada cristiano es un hijo de Dios por la fe
en Él (Gálatas 3:26).  ¡Qué maravilla que Dios nos mire con aprobación! Tres son
los resultados prácticos de agradar a Dios:

(1) Respuestas a la oración.  Mire 1 Juan 3:21-22 ( Amados, si nuestro corazón

21 

no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 22 y cualquiera cosa que pidiéremos la
 recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son
agradables delante de él) y vea por qué estamos tan seguros de que Dios
escuchará y responderá a nuestra oración. Note también que dice
“cualquier cosa” y esto incluye todas nuestras necesidades. Esta promesa
es un verdadero reto, pues no sólo nos dice cómo podemos tener
respuesta a nuestras oraciones sino que ¡también explica por qué algunas
de nuestras oraciones no son contestadas!

(2) Enemigos reconciliados.  Hay una maravillosa promesa en Proverbios

16:7(Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová,
Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.) ; de nuevo cómo la promesa de
bendición está condicionada a que le agrademos:
¿No necesitas poner a prueba estas promesas del Señor en tus relaciones
con otras personas?

3.     ¿CUÁLES SON LOS MOTIVOS QUE NOS DEBERÍAN APREMIAR A

AGRADARLE?

(1)   El Señor mismo no se agradó a si mismo (Romanos 15:3). Porque ni aun

3 

Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de
los que te vituperaban, cayeron sobre mí.

(2)   Sólo así podemos glorificarle (1 Corintios 10:31). Si, pues, coméis o
31 

bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

(3)   El Tribunal de Cristo (Romanos 14:10 ( Pero tú, ¿por qué juzgas a tu
10 

hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos

compareceremos ante el tribunal de Cristo.) ; 1 Corintios 3:13( 13 la obra de
cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego
será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. ).
Pero asegúrese de no olvidar esto:  No podemos agradarle con nuestras propias
fuerzas: vea Filipenses 2:13.( porque Dios es el que en vosotros produce así el
13 

querer como el hacer, por su buena voluntad.)