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PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DE LA TRIBUTACION EN COLOMBIA

LEGALIDAD

Este principio determina que todo tributo debe ser establecido por ley, "no hay obligación tributaria sin ley
que la establezca".

Nuestra Constitución establece en el Artículo 338:

ARTICULO 338. En tiempo de paz, solamente el Congreso, las asambleas departamentales y los concejos
distritales y municipales podrán imponer contribuciones fiscales o parafiscales. La ley, las ordenanzas y los
acuerdos deben fijar, directamente, los sujetos activos y pasivos, los hechos y las bases gravables, y las
tarifas de los impuestos.

La ley, las ordenanzas y los acuerdos pueden permitir que las autoridades fijen la tarifa de las tasas y
contribuciones que cobren a los contribuyentes, como recuperación de los costos de los servicios que les
presten o participación en los beneficios que les proporcionen; pero el sistema y el método para definir tales
costos y beneficios, y la forma de hacer su reparto, deben ser fijados por la ley, las ordenanzas o los
acuerdos.

Las leyes, ordenanzas o acuerdos que regulen contribuciones en las que la base sea el resultado de hechos
ocurridos durante un período determinado, no pueden aplicarse sino a partir del período que comience
después de iniciar la vigencia de la respectiva ley, ordenanza o acuerdo.

IGUALDAD O EQUIDAD

Según este principio, en un Estado de derecho, todos los ciudadanos son iguales frente a la ley.

En materia tributaria la Igualdad está condicionada a la capacidad económica del sujeto: a igual capacidad
económica igual tratamiento fiscal y a desigual capacidad económica desigual tratamiento fiscal.

Dicho de otro modo, la equidad tributaria se refleja según las circunstancias que sean similares para las
personas. Por ello al aparecer diferencias se justifica la creación de categorías de contribuyentes.

LA PROPORCIONALIDAD

Consagra que a mayor capacidad de pago, mayor impuesto, pero únicamente en términos relativos; es decir,
la tarifa permanece constante pero el monto del impuesto aumenta a medida que se eleva la base gravable.
Por consiguiente, la tarifa es la misma, cualquiera que sea la cuantía del hecho o base gravable.

GENERALIDAD

Según este principio: un impuesto se aplica por igual a todas las personas afectadas o sometidas al mismo.
Es tratar por igual a todas las personas que se hallan en la situación contemplada en la norma.

Sin embargo existen excepciones, como por ejemplo la relacionada con el principio de la capacidad de pago,
porque quien nada posee y devenga simplemente un salario insu-ficiente para subsistir, nada debe pagar por
no tener capacidad para ello. Es una excep-ción a la generalidad.

PROGRESIVIDAD

Se relaciona íntimamente con el principio de la equidad vertical y con la capacidad de pago. Para su
comprensión es necesario considerar los elementos económicos de riqueza y renta.

La renta se analiza tanto desde su capacidad para incrementar la riqueza como para generar gasto o
consumo. Cuando no se tiene en cuenta la riqueza, la renta o, en general, la capacidad de pago, se está
frente a un impuesto regresivo.

IRETROACTIVIDAD

Según lo previsto en el inciso final del Artículo 338 de la Constitución Nacional.


"Las leyes, ordenanzas o acuerdos que regulen contribuciones en las que la base sea el resultado de hechos
ocurridos durante un período determinado, no pueden aplicarse sino a partir del período que comienza
después de iniciar la vigencia de la respectiva ley, ordenanza o acuerdo".

En otras palabras, las normas tributarias no pueden regular hechos riscales sino a partir de su promulgación.
No pueden tener vigencia sobre periodos anteriores a la misma ley.

Para aplicar este principio, debe tenerse en cuenta si el impuesto es instantáneo o de:

Período. En el primer evento, la nueva ley no podrá modificar elementos de la obligación tributaria (hechos,
bases, sujetos o tarifas) para acontecimientos ya consolidados antes de la promulgación de la respectiva ley.

Para el segundo evento, cuando el impuesto es de período, la ley no podrá alterar los elementos del tributo
del período en curso, sólo operan las modificaciones para el período que inicia después de entrar en vigencia
la ley tributaria.

ECONOMÍA

Según este principio "toda contribución ha de ser establecida de forma que la cantidad que absorba de los
bolsillos del pueblo exceda lo menos posible de la que haga entrar en el tesoro público"

Dicho de otra forma, se trata de que un tributo debe ser económico, esto es, que no tenga un costo muy
elevado en su recaudo, control y administración. Si se mira por ejemplo, lo que acontece con los peajes, este
recaudo deja mucho que desear frente a este principio, ya que sus costos pueden llegar a ser excesivamente
altos frente al monto recaudado.

JUSTICIA

"La justicia es virtud cardinal que representa el orden y la recta razón aplicables en la interacción del
individuo y la sociedad buscando la realización del bien".

El deber tributario es parte de la justicia social que se da a través del derecho. Es indiscutible que todo
cuesta y el hecho de pertenecer a una sociedad, le da el derecho a recibir servicios, protección, honra y
disfrutar de bienes y comodidad dentro de un orden dispuesto por el Estado, para el individuo, la familia y la
sociedad; generando el deber de pagar tributos. Es justo pagar tal precio y cuanto más alto sentido social
tenga el individuo, mayor voluntad y gusto tendrá de pagar sus impuestos.

Pero la justicia tributaria también se predica respecto del sujeto activo, pues el orden social se ve perturbado
cuando la carga fiscal se torna insoportable.
En consecuencia, el legislador debe procurar que las leyes sean justas, no excesivas, que graven a cada uno
según su capacidad contributiva y….. Que una vez expedidas se exija el cumplimiento a todos los obligados!

CERTEZA

Se dice que se tiene certeza cuando es claro el conocimiento sobre los elementos del tributo y demás
aspectos referidos al mismo, tanto para los servidores públicos que tienen a su cargo la administración de los
impuestos como para el contribuyente.

COMODIDAD

Toda contribución ha de ser recaudada en la época y forma que más convengan para el contribuyente,
además así se atenúa la resistencia entre los sujetos pasivos. En aplicación a este principio, los impuestos
indirectos y las retenciones en la fuente se aplican simultáneamente con la ocurrencia del hecho generador
de la obligación tributaria.

Otra aplicación tiene que ver con la concesión de plazos para el pago de impuestos, tal es el caso del
impuesto sobre la renta y complementarios para grandes contribuyentes y personas jurídicas, cuya
distribución en cuotas es diferente y, si adicionalmente se deben realizar inversiones forzosas, la fecha de
realización de la inversión no debe coincidir con la fecha del vencimiento de la declaración y pago en el
Impuesto sobre la Renta y Complementarios".
REPRESENTACIÓN

Este principio se refiere a que en una democracia no será obligatoria la ley creada sin representación del
pueblo.

La sociedad se somete a las leyes aprobadas por sus representantes y la función de representar está
asignada al conjunto de ciudadanos que son elegidos por una colectividad mediante voto popular, para que
conformen el Congreso, las Asambleas y los Concejos Distritales o Municipales. En estos cuerpos colegiados
se estudian y promulgan las normas que regirán para toda la sociedad.

PRACTICABILIDAD

Plantea que las medidas tributarias deben ser materializables, es decir, que se puedan realizar en la práctica.
No deben concebirse sólo en un marco teórico dejando de lado las reales circunstancias y vivencias de los
asociados, a fin de prever las dificultades de su aplicación.

Aunque no se le ha dado la importancia que merece, bajo este principio deben examinarse además los
factores sicológicos; por ejemplo: analizar y prever la resistencia que se puede encontrar en los sujetos
pasivos, ya que se pueden ver seriamente comprometidas la eficiencia y la eficacia de los tributos.

DEBIDO PROCESO

Consagrado en la C. N. en su Artículo 29, debe ser aplicado a todo tipo de actuaciones judiciales y
administrativas, ya que en caso contrario puede generar nulidades. El contribuyente y la administración
tributaria (o fisco), son iguales ante la ley, ambos deben acatarla tanto en su parte sustantiva como en su
procedimiento y en sus ritualidades.

Este principio tiene mucho que ver con la aplicación práctica de la norma y, de manera especial, cuando se
surten los procesos de determinación, discusión y cobro de los impuestos conforme a lo previsto en el Libro V
del Estatuto Tributario, el cual es aplicable en tributos territoriales, aduaneros y en los parafiscales.

LA BUENA FE

Este postulado contenido en el Artículo 83 de la C.N. es del siguiente tenor:

"Las actuaciones de los particulares y de las autoridades públicas deberán ceñirse a los postulados de la
buena fe, la cual se presumirá en todas las gestiones que aquellos adelanten ante éstas".

Teóricamente no se debería desconfiar de los datos consignados en las declaraciones tributarias, pero la
evasión y la elusión son conductas inherentes a la cultura de los colombianos. No es del caso analizar aquí
qué tanta responsabilidad tenga el Estado en esa "incultura'', lo cierto es que los males que aquejan al país
en buena parte corresponden al ejemplo dado por nuestros legisladores y gobernantes; que tal como se
explicó en anteriores apartes, son producto de las elecciones mediante el voto popular.

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES

Derecho Tributario

LEGALIDAD E IRRETROACTIVIDAD DE LAS NORMAS


[§0002] C. N.

ART. 150.—Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de ellas ejerce las siguientes funciones:

(...).

2. Expedir códigos en todos los ramos de la legislación y reformar sus disposiciones.

(...).

10. Revestir, hasta por seis meses, al Presidente de la República de precisas facultades extraordinarias, para
expedir normas con fuerza de ley cuando la necesidad lo exija o la conveniencia pública lo aconseje. Tales
facultades deberán ser solicitadas expresamente por el gobierno y su aprobación requerirá la mayoría
absoluta de los miembros de una y otra cámara.

El Congreso podrá, en todo tiempo y por iniciativa propia, modificar los decretos leyes dictados por el
gobierno en uso de facultades extraordinarias.

Estas facultades no se podrán conferir para expedir códigos, leyes estatutarias, orgánicas, ni las previstas en
el numeral 20 del presente artículo, ni para decretar impuestos.

11. Establecer las rentas nacionales y fijar los gastos de la administración.

12. Establecer contribuciones fiscales y, excepcionalmente, contribuciones parafiscales en los casos y bajo
las condiciones que establezca la ley.

(...).

19. Dictar las normas generales, y señalar en ellas los objetivos y criterios a los cuales debe sujetarse el
gobierno para los siguientes efectos:

a) Organizar el crédito público;

b) Regular el comercio exterior y señalar el régimen de cambio internacional, en concordancia con las
funciones que la Constitución consagra para la Junta Directiva del Banco de la República;

c) Modificar, por razones de política comercial los aranceles, tarifas y demás disposiciones concernientes al
régimen de aduanas;

d) Regular las actividades financiera, bursátil, aseguradora y cualquiera otra relacionada con el manejo,
aprovechamiento e inversión de los recursos captados del público;

e) Fijar el régimen salarial y prestacional de los empleados públicos, de los miembros del Congreso Nacional
y de la fuerza pública, y

f) Regular el régimen de prestaciones sociales mínimas de los trabajadores oficiales.

[§0002-1] C. N.

ART. 338.—En tiempo de paz, solamente el Congreso, las asambleas departamentales y los concejos
distritales y municipales podrán imponer contribuciones fiscales o parafiscales.

La ley, las ordenanzas y los acuerdos deben fijar, directamente, los sujetos activos y pasivos, los hechos y
las bases gravables, y las tarifas de los impuestos.

La ley, las ordenanzas y los acuerdos pueden permitir que las autoridades fijen la tarifa de las tasas y
contribuciones que cobren a los contribuyentes, como recuperación de los costos de los servicios que les
presten o participación en los beneficios que les proporcionen; pero el sistema y el método para definir tales
costos y beneficios, y la forma de hacer su reparto, deben ser fijados por la ley, las ordenanzas o los
acuerdos.

Las leyes, ordenanzas o acuerdos que regulen contribuciones en las que la base sea el resultado de hechos
ocurridos durante un período determinado, no pueden aplicarse sino a partir del período que comience
después de iniciar la vigencia de la respectiva ley, ordenanza o acuerdo.

BENEFICIO TRIBUTARIO AL CONTRIBUYENTE, PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO, RETROACTIVIDAD


DE LA LEY TRIBUTARIA

[§0002-2] JURISPRUDENCIA.—Las normas que beneficien al contribuyente son de aplicación inmediata


."Cabe indagar si las previsiones del inciso tercero del artículo 338 superior que se acaba de examinar se
imponen como marco de la conducta legislativa para las regulaciones que suprimen o reducen una obligación
tributaria, esto es, si la norma respectiva tiene aplicación a partir del período que sigue después de iniciarse
su vigencia, o puede comenzar a regir en forma inmediata.

La Corte Constitucional ha tenido oportunidad de pronunciarse sobre el particular y su criterio constante


sobre el tema ha sido, el de que no es aplicable, para estos casos, el inciso 3º del artículo 338, por razones
de justicia y equidad.
Así se expresó:

“Si una norma beneficia al contribuyente, evitando que se aumenten sus cargas, en forma general, por
razones de justicia y equidad, si puede aplicarse en el mismo período sin quebrantar el artículo 338 de la
Constitución. La prohibición contenida en esta norma está encaminada a impedir que se aumenten las cargas
al contribuyente, modificando las regulaciones en relación con períodos vencidos o en curso. La razón de la
prohibición es elemental: el que el Estado no pueda modificar la tributación con efectos retroactivos, con
perjuicio de los contribuyentes de buena fe”.

(...).

Todo lo expuesto lleva a concluir en que el artículo 338 superior constituye ciertamente una regulación
exclusivamente dirigida a la imposición de tributos, es decir, al diseño y establecimiento de una cargo fiscal,
de manera que no es aplicable cuando el legislador pretende, por el contrario, modificar o suprimir tales
obligaciones.

Por lo mismo, las normas que derogan tributos o establecen medidas que eximen o disminuyen de tales
obligaciones a los contribuyentes, tienen efecto general inmediato y principian a aplicarse a partir de la
promulgación de la norma que las establece, salvo, por supuesto, que el legislador expresamente haya
establecido reglas específicas para su vigencia". (C. Const., Sent.C-06, ene.22/98, Exp. D-1726. M.P.
Antonio Barrera Carbonell ).

POTESTAD IMPOSITIVA DEL ESTADO

CLASES DE TRIBUTO, PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA, PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO,


RAMA LEGISLATIVA

[§0002-2A] JURISPRUDENCIA.—El legislador goza de un amplísimo margen de discrecionalidad


para establecer las clases de tributos y sus características. "Esta corporación ha sido constante en
reconocer la potestad impositiva del Estado, la cual ha sido confiada a los órganos de representación política,
en especial el Congreso de la República, quien la ejerce “según la política tributaria que estime más
adecuada para alcanzar los fines del Estado”(18). En tal sentido, el legislador goza de un amplísimo margen de
discrecionalidad para “establecer las clases de tributos y sus características, precisar cuáles son los hechos
gravables, contemplar las tarifas aplicables, señalar la fecha a partir de la cual principiarán a cobrarse y
prever la forma de recaudo, los intereses y las sanciones correspondientes, entre otros aspectos”, así como
para modificarlos, reducirlos, aumentarlos y derogarlos, y también para crear exenciones (19) ; es decir,
dispone de amplias facultades para elegir los medios que estime más adecuados para la consecución de los
fines de la política tributaria dentro de criterios de equidad, razonabilidad, proporcionalidad, igualdad y
progresividad. De tal suerte que “se presume que su decisión es constitucional y la carga de demostrar lo
contrario recae sobre quien controvierta el ejercicio de su facultad impositiva” (20). El legislador dispone pues
de una amplia libertad de configuración en materia tributaria, teniendo como límites las propias disposiciones
y postulados constitucionales". (C. Const., Sent. C-341, mayo 9/2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto).

(18) Sentencia C-222 de 1995.

(19) Sentencias C-335 de 1994 y C-709 de 1999.

(20) Sentencia C-341 de 1998, reiterada en las sentencias C-261 de 2002, C-1074 de 2002 y 776 de 2003 y
otras como las siguientes: C-335 de 1994; C-222 de 1995; C.-341 de 1998; C-478 de 1998; C-485 de 2000;
C-925 de 2000; C-804 de 2001, C-261 de 2002; C-1074 de 2002 y C-776 de 2003.

[§0002-2B] DOCTRINA.—Una actuación contraria a derecho no puede producir efectos tributarios. "De
acuerdo con lo anterior, teniendo en cuenta que frente al caso consultado en los términos manifestados por
la Superintendencia Nacional de Salud la concesión de servicios de salud es improcedente legalmente, este
despacho se remite a lo considerado en anterior oportunidad frente a una situación similar de una actuación
no permitida por la ley, en la cual se manifestó:

(...).

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, es claro que los supuestos de hecho de los interrogantes
planteados en su comunicación comportan una situación ilegítima que, como tal, no puede producir efectos
en el plano tributario. En consecuencia, no es factible para este despacho conceptuar sobre el tratamiento
impositivo de una actuación contraria a derecho porque, sencillamente, tales actuaciones no son objeto de
regulación ni están amparadas por la legislación tributaria” ".(DIAN, Conc.23881, abr.8/2010).

FACULTAD DE IMPOSICIÓN DEL GOBIERNO EN ESTADO DE EXCEPCIÓN

[§0002-3] C. N.

ART. 215.—Cuando sobrevengan hechos distintos de los previstos en los artículos 212 y 213 que perturben o
amenacen perturbar en forma grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país, o que
constituyan grave calamidad pública, podrá el Presidente, con la firma de todos los ministros, declarar el
estado de emergencia por períodos hasta de treinta días en cada caso, que sumados no podrán exceder de
noventa días en el año calendario.

Mediante tal declaración, que deberá ser motivada, podrá el Presidente, con la firma de todos los ministros,
dictar decretos con fuerza de ley, destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la extensión de
sus efectos.

Estos decretos deberán referirse a materias que tengan relación directa y específica con el estado de
emergencia, y podrán, en forma transitoria, establecer nuevos tributos o modificar los existentes. En estos
últimos casos, las medidas dejarán de regir al término de la siguiente vigencia fiscal, salvo que el Congreso,
durante el año siguiente, les otorgue carácter permanente.

El gobierno, en el decreto que declare el estado de emergencia, señalará el término dentro del cual va a
hacer uso de las facultades extraordinarias a que se refiere este artículo, y convocará al Congreso, si este no
se hallare reunido, para los diez días siguientes al vencimiento de dicho término.

El Congreso examinará hasta por un lapso de treinta días, prorrogable por acuerdo de las dos cámaras, el
informe motivado que le presente el gobierno sobre las causas que determinaron el estado de emergencia y
las medidas adoptadas, y se pronunciará expresamente sobre la conveniencia y oportunidad de las mismas.

El Congreso, durante el año siguiente a la declaratoria de la emergencia, podrá derogar, modificar o


adicionar los decretos a que se refiere este artículo, en aquellas materias que ordinariamente son de
iniciativa del gobierno. En relación con aquellas que son de iniciativa de sus miembros, el Congreso podrá
ejercer dichas atribuciones en todo tiempo.

El Congreso, si no fuere convocado, se reunirá por derecho propio, en las condiciones y para los efectos
previstos en este artículo.

El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el estado de emergencia sin
haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por
cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al gobierno durante la
emergencia.

El gobierno no podrá desmejorar los derechos sociales de los trabajadores mediante los decretos
contemplados en este artículo.

PAR.—El gobierno enviará a la Corte Constitucional al día siguiente de su expedición los decretos legislativos
que dicte en uso de las facultades a que se refiere este artículo, para que aquélla decida sobre su
constitucionalidad. Si el gobierno no cumpliere con el deber de enviarlos, la Corte Constitucional aprehenderá
de oficio y en forma inmediata su conocimiento.

SOLO LOS MUNICIPIOS PUEDEN GRAVAR LA PROPIEDAD INMUEBLE

[§0002-4] C. N.

ART. 317.—Solo los municipios podrán gravar la propiedad inmueble. Lo anterior no obsta para que otras
entidades impongan contribución de valorización.

La ley destinará un porcentaje de estos tributos, que no podrá exceder del promedio de las sobretasas
existentes, a las entidades encargadas del manejo y conservación del ambiente y de los recursos naturales
renovables, de acuerdo con los planes de desarrollo de los municipios del área de su jurisdicción.

SOLO PUEDEN COBRARSE LOS TRIBUTOS QUE FIGUREN EN EL PRESUPUESTO


[§0002-5] C. N.

ART. 345.—En tiempo de paz no se podrá percibir contribución o impuesto que no figure en el presupuesto
de rentas, ni hacer erogación con cargo al tesoro que no se halle incluida en el de gastos.

Tampoco podrá hacerse ningún gasto público que no haya sido decretado por el Congreso, por las asambleas
departamentales, o por los concejos distritales o municipales, ni transferir crédito alguno a objeto no previsto
en el respectivo presupuesto.

EQUIDAD, EFICIENCIA Y PROGRESIVIDAD

[§0002-6] C. N.

ART. 363.—El sistema tributario se funda en los principios de equidad, eficiencia y progresividad.

Las leyes tributarias no se aplicarán con retroactividad.

PRINCIPIO DE EFICIENCIA TRIBUTARIA, PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA, PRINCIPIO DE


PROGRESIVIDAD TRIBUTARIA, PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO

[§0002-6A] DOCTRINA.—No existe norma que prohíba cobrar o gravar un impuesto con otro impuesto,
pero se deben tener en cuenta los principios constitucionales. "El sistema tributario, de acuerdo con lo
estatuido en el artículo 363 de la Constitución, se funda en los principios de equidad, eficiencia y
progresividad.

De todo lo dicho resulta que, si bien encuentra límites y restricciones que se desprenden del mismo texto
constitucional, la atribución de legislar en materia tributaria, principalmente encomendada al Congreso de la
República, es lo bastante amplia y discrecional como para permitirle fijar los elementos básicos de cada
gravamen atendiendo a una política tributaria que el mismo legislador señala, siguiendo su propia
evaluación, sus criterios y sus orientaciones en torno a las mejores conveniencias de la economía y de la
actividad estatal.

Así, mientras las normas que al respecto establezca no se opongan a los mandatos constitucionales, debe
reconocerse como principio el de la autonomía legislativa para crear, modificar y eliminar impuestos, tasas y
contribuciones nacionales, así como para regular todo lo pertinente al tiempo de su vigencia, los sujetos
activos y pasivos, los hechos y las bases gravables, las tarifas y las formas de cobro y recaudo”. ". (DIAN,
Conc.95903, sep.29/2008).

DEBER DE CONTRIBUIR

[§0002-7] C. N.

ART. 95.—La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional. Todos están en
el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta
Constitución implica responsabilidades.

Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes.

Son deberes de la persona y el ciudadano:

(...).

9. Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y
equidad.

PRINCIPIO DE CAPACIDAD CONTRIBUTIVA TRIBUTARIA, PRINCIPIO DE EFICIENCIA TRIBUTARIA, PRINCIPIO


DE EQUIDAD TRIBUTARIA, PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD TRIBUTARIA, PRINCIPIOS DEL DERECHO
TRIBUTARIO

[§0002-8] JURISPRUDENCIA.—El deber constitucional de contribuir y los principios de equidad, eficiencia y


progresividad que rigen el sistema tributario. "De acuerdo con lo previsto en el artículo 95-9 de la
Constitución, con el objeto de lograr una convivencia social conforme a los valores y principios contenidos en
la misma Carta Política y lograr los fines del Estado, es deber de los ciudadanos contribuir al financiamiento
de los gastos e inversiones del Estado dentro de los conceptos de justicia y equidad.

Cabe recordar, que este deber ciudadano tiene como fundamento el principio de reciprocidad que rige las
relaciones de los ciudadanos con el Estado y entre estos y la sociedad, a fin de equilibrar las cargas públicas
que estructuran y sostienen la organización jurídico-política de la cual hacen parte, para armonizar y darle
efectividad al Estado social de derecho, siempre dentro de los conceptos de justicia y equidad (1).

De acuerdo con el artículo 363 de la Constitución, el sistema tributario se funda en los principios de equidad,
eficiencia y progresividad, los cuales constituyen el marco general que guía la imposición de las cargas
fiscales a través de las cuales el Estado obtiene los recursos necesarios para su consecución y
funcionamiento.

Como ya ha sido determinado de manera reiterada por esta corporación, el principio de equidad tributaria se
desenvuelve como derecho a la igualdad dentro del campo fiscal, en íntima correspondencia con el principio
de la generalidad del tributo que de suyo constituye basamento del derecho a la igualdad frente a las cargas
públicas(2). Así, la equidad tributaria es un criterio con base en el cual se pondera la distribución de las
cargas y de los beneficios o la imposición de gravámenes entre los contribuyentes para evitar que haya
cargas excesivas o beneficios exagerados(3). De manera tal, que a partir de la materialidad económica del
hecho en cuestión pueda el operador del derecho asentar la información dentro de un marco jurídico preciso
y secuencial que le permita identificar la clase de hecho imponible que se da, la particular condición que
asume el sujeto pasivo de cara a su correspondiente extremo activo y al desdoblamiento de la prestación en
cuanto dar, hacer o no hacer, los eventuales beneficios fiscales que puedan militar a favor del sujeto pasivo,
la periodicidad fiscal del tributo en términos de causación, el régimen tarifario aplicable, la liquidación, y por
contera, la forma y plazo para el pago de la exacción determinada (4).

Por ello, el sentido de la igualdad en sede fiscal debe reconocerse tanto desde el punto de vista de la regla
general que compele al ciudadano a tributar, como desde la óptica de las excepciones que con riguroso y
estricto acento establece algunos beneficios asociados a determinados hechos económicos (5).

Por su parte, en cuanto al principio de progresividad, ha considerado la Corte de manera reiterada, que se
deduce del principio de equidad vertical y hace referencia al reparto de la carga tributaria entre los diferentes
obligados a su pago, según la capacidad contributiva de que disponen, y permite otorgar un tratamiento
diferencial en relación con los contribuyentes de mayor renta, de manera que progresivamente terminan
aportando más ingresos al Estado por la mayor tributación a que están obligados (6).

Entonces, si bien hay una concurrencia entre los principios de progresividad y equidad —en la medida en que
ambos se refieren a la distribución de las cargas que impone el sistema tributario y los beneficios que este
genera— una diferencia importante entre ellos consiste en que el principio de equidad es un criterio más
amplio e indeterminado de ponderación, relativo a la forma como una disposición tributaria afecta a los
diferentes obligados o beneficiarios a la luz de ciertos valores constitucionales, mientras que el principio de
progresividad mide cómo una carga o un beneficio tributario modifica la situación económica de un grupo de
personas en comparación con los demás(7).

Y en cuanto al principio de eficiencia, también ha considerado la Corte, que resulta ser un recurso técnico del
sistema tributario dirigido a lograr el mayor recaudo de tributos con un menor costo de operación; pero de
otro lado, se valora como principio tributario que guía al legislador para conseguir que la imposición acarree
el menor costo social para el contribuyente en el cumplimiento de su deber fiscal (gastos para llevar a cabo
el pago del tributo)(8) (C. Const., Sent. C- 989, oct. 12/2004, Exp. D- 5100, M.P. Clara Inés Vargas
Hernández).

(1) Ver sentencias, C-741 de 1999, M.P. Fabio Morón Díaz y C-261 de 2002, M.P. Clara Inés Vargas
Hernández, entre otras.

(2) Ver entre otras sentencias las C-183 de 1998, C-1107 de 2001, C-711 de 2001, C-261 de 2002, C-776
de 2003.

(3) Sentencia C-734 de 2002, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.

(4) Sentencia C-711 de 2001, M.P. Jaime Araújo Rentería.

(5) Sentencia C-711 de 2001, M.P. Jaime Araújo Rentería.


(6) Ver entre otras sentencias las C-419 de 1995, C-261 de 2002 y C-776 de 2003.

(7) Sentencia C-776 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.

(8) Sentencia C-419 de 1995, M.P. Antonio Barrera Carbonell y C-261 de 2002, M.P. Clara Inés Vargas
Hernández.

ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA

ELEMENTOS DE LAS OBLIGACIONES TRIBUTARIAS, OBLIGACIONES TRIBUTARIAS, PRINCIPIOS DEL


DERECHO TRIBUTARIO

[§0002-9] DOCTRINA.—La obligación tributaria y sus elementos. "Tal definición, que ya puede considerarse
clásica, es la de Dino Jarach y está concebida en los siguientes términos:

"La obligación tributaria en general, desde el punto de vista jurídico, es una relación jurídica ex lege, en
virtud de la cual una persona (sujeto pasivo principal, contribuyente o responsable), está obligado hacia el
Estado u otra entidad pública, al pago de una suma de dinero, en cuanto se verifique el presupuesto de
hecho determinado por la ley".

(...).

La definición alude igualmente al sujeto activo, al sujeto pasivo y el objeto, que son los elementos
tradicionalmente considerados como constitutivos de la obligación de derecho privado. Aunque estos
coinciden con los de la obligación tributaria, es necesario señalar que tratándose de ésta, ellos presentan las
siguientes particularidades:

a) El sujeto activo es siempre un organismo que actúa a nombre del Estado en ejercicio de competencia
tributaria señalada por la ley;

b) El sujeto pasivo se obliga, aun contra su voluntad, en cuanto se realicen los hechos señalados por la ley
como generadores de la obligación;

c) El objeto se concreta en una prestación de dar no originada en estipulaciones contractuales sino de la


aplicación de normas legales de carácter general, y

d) La cuantía de tal prestación se determina por medio de factores definidos en la ley, tales como las bases
gravables, las tarifas y los descuentos.

En consecuencia, además de los elementos constitutivos de la obligación tributaria se deben mencionar los
elementos determinantes de su cuantía, que son aquellos por medio de los cuales se establece el monto de
la prestación exigible a título de impuesto". (SIERRA MEJÍA, Hernando. El derecho y el revés del impuesto.
Señal Editora, Medellín, 1988, pág. 67).

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