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ANALISIS SENTENCIA #2

VALENTINA VASQUEZ PEMBERTY.

1. PROVIDENCIA QUE SE ANALIZA: SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


SECCION TERCERA
Consejero ponente: ENRIQUE GIL BOTERO
Bogotá D.C., febrero dieciocho (18) de dos mil diez (2010)
Radicación número: 52001-23-31-000-1998-00009-01(17258)
Actor: CARLOS ALBERTO SOLARTE SOLARTE
Demandado: INSTITUTO NACIONAL DE VÍAS

2. TEMA PRINCIPAL: Actos administrativos de tramite y de ejecución


3.
4. PRESENTACIÓN DEL CASO: El demandante en ejercicio de la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, formuló demanda contra INVIAS pidiendo anular
parcialmente unos actos administrativos( las resoluciones 008100 de fecha 19 de
diciembre de 1996, por medio de la cual se ordenó ‘el pago de una obligación de origen
judicial’ y, en cuanto a intereses moratorios ser refiere, ordenó limitarlos a la tasa
establecida para el interés de usura de conformidad con el artículo 235 del Código Penal y
la número 000661 de fecha 12 de febrero de 1997 que la confirmó en todas sus partes)
básicamente pidiendo que se ordene que en cuanto a intereses moratorios, se liquide a
una tasa igual a la doble de la bancaria corriente, sin la limitación del art. 235 del código
penal. El 21 de julio de 1999 el Tribunal Administrativo de Nariño niega las pretensiones
de la demanda (toma decisión inhibitoria), siendo este apelado por el actor.

5. PROBLEMA JURIDÍCO PRINCIPAL: Establecer si la resolución No. 008100 de 19 de


diciembre de 1996, “por la cual se liquida y paga una obligación de origen judicial”, y la
resolución No. 000661 de febrero 12 de 1997, por medio de la cual se resolvió el recurso
de reposición contra la decisión anterior –confirmándola-, son demandables ante la
jurisdicción de lo contencioso administrativo teniendo en cuenta que el a quo se inhibió
para conocer de ellas, pues las calificó de actos de ejecución, y por tanto de no ser
susceptibles de acción autónoma.
6. TESIS DE LA CORTE: Los actos de ejecución, tanto de otros actos administrativos como de
providencias judiciales -sentencias o conciliaciones- no son susceptibles de demandarse en
ejercicio de ninguna acción contenciosa -concretamente las de nulidad y restablecimiento
del derecho o la de reparación directa-, salvo que contengan decisiones nuevas. El
fundamento de esta idea, de origen jurisprudencial, radica en el inciso primero del artículo
135 del CCA., que establece las condiciones para demandar un acto administrativo
particular, y concretamente señala que son aquellos que ponen término a una actuación
administrativa. De esta forma, se excluyen los actos de trámite y los de ejecución.

7. Argumentos:
- PREMISA NORMATIVA:
Constituida por el ART 135 inciso primero CCAy con ayuda del ART 49 CCA,
desarrollado jurisprudencialmente.
Articulo 488 CPC.
Jurisprudencia:
1- Consejo de estado Sección Primera, en sentencia de 11 de abril de 2002 -Exp.
25000-23-24-000-1994-4503-01 (6595). CP. Camilo Arciniegas
2- Consejo de Estado -sentencia de 9 de agosto de 1991, exp. 5.934
3- Consejo de Estado Sección Tercera. Auto de febrero 7 de 2002. Rad. 05001-23-25-
000-2000-2626-01(20869)
4- Sala plena del Consejo de Estado. Providencia del 31 de marzo de 1998, expediente
C-381

- PREMISA FACTICA:
Entre las partes existió un contrato de obra, que dio origen a un proceso contractual
que terminó en conciliación, en virtud de la cual la entidad estatal se comprometió a
pagar al actor una suma de dinero, y en caso de incurrir en mora pagaría intereses, de
conformidad con el inciso 5 del art. 177 CCA

Así mismo, se encuentra demostrado que en el proceso se celebro una audiencia de


conciliación y que se pagarían en la forma prevista en el inciso 5 del art. 177 del CCA.
Luego, para terminar de cumplir, El INVIAS expidió la resolución No. 008100 de 19 de
diciembre de 1996, por medio de la cual ordenó reliquidar “… el pago de una
obligación de origen judicial” –es decir, el acta de conciliación. En esta oportunidad el
INVIAS también argumentó que si bien el inciso 5 del art. 177 CCA., regula los
intereses adeudados, en todo caso debía tenerse en cuenta el límite de la usura,
previsto en el art. 235 del Código Penal, como lo disponía la Superintendencia
Bancaria

El contratista interpuso recurso de reposición contra la anterior decisión, alegando


que la tasa de interés moratorio utilizada fue diferente a la prevista en el art. 177 CCA.
Es decir, cuestionó la aplicación del límite de la usura, porque el art. 235 no aplica al
caso concreto.
Finalmente, se encuentra probado que, la decisión fue confirmada por El INVIAS,
mediante la resolución No. 000661 de febrero 12 de 1997. En la motivación señaló
que los intereses de mora del art. 177 CCA. se deben conciliar con la prohibición de no
incurrir en usura, como lo regula el Código Penal
Se agotó la vía gubernativa, con el recurso de reposición.

8. CONTRA ARGUMENTO: El INVIAS se opuso a las pretensiones, aunque admitió que tenía la
obligación de pagar, pero que así mismo debía aplicar las normas que el Código Penal
contempla sobre la usura. Por esta razón, afirmó que los actos administrativos
demandados se ajustaron al ordenamiento jurídico. Adicionalmente, señaló que la acción
ejercida no debió ser la de nulidad y restablecimiento del derecho, sino la ejecutiva, toda
vez que el cobro proviene de la conciliación, que presta mérito ejecutivo

9. CONCLUSIÓN: En primer lugar, la Sala no estudiará el fondo del asunto, pues considera
que, efectivamente, como lo señaló el a quo, la acción de nulidad y restablecimiento del
derecho no procede para atacar las resoluciones demandadas, ya que se trata de actos de
ejecución de una providencia judicial –la conciliación aprobada en 1994. En este orden de
ideas, la Sala disiente del actor, porque lo decidido en los actos de ejecución demandados
no contienen decisiones nuevas, que justifiquen abrir la jurisdicción a través de una acción
de nulidad y restablecimiento del derecho, porque las resoluciones se limitan a liquidar el
crédito del actor, que surgió en la conciliación.

Efectivamente, existe una innegable unidad temática entre los conciliado y lo ejecutado.
Ahora, no se trata de un tema nuevo, porque la inconformidad del acreedor con los
intereses que le pagó el deudor no constituye una materia extraña a la conciliación, ni una
tergiversación de esta, que suponga la apertura a un proceso de conocimiento que
implique la anulación de un acto administrativo. Simplemente bastaba demandar en un
proceso ejecutivo para que allí se regulara el monto de los intereses, y se librara o no el
mandamiento de pago.

10. DECISIÓN:
PRIMERO. Confirmase la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de Nariño, el
21 de julio de 1999.
SEGUNDO. Ejecutoriada esta providencia, devuélvase el expediente al tribunal de origen.

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