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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA.

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES.


CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA.
INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA POLÍTICA.
II SEMESTRE DE 2013.
PROFESOR MIGUEL ANGEL HERRERA.

Ficha crítico-conceptual Número 20.


Unidad temática cuatro.
Comportamiento y Funciones Políticas: Dominación, Hegemonía, Legitimidad,
Legalidad y Excepcionalidad.

- Cristhian David Gavilán Domínguez. Código: 25381640.

-ACKERMAN, Bruce. Prólogo, Introducción, Capítulo I, IV. En: La nueva división de


poderes. FCE. México, 2007. Páginas: 9-74, 124-128.

-Citas Textuales:

-“el gobierno emanado de un sistema de división de poderes no parece muy atractivo. No


sólo está estropeado por (innecesarias) crisis de gobernabilidad, sino que el ejercicio de la
autoridad absoluta esta también lleno de peligros: preferencia por el símbolo más que por la
sustancia, legalismo a largo plazo más que eficacia a alcance medio. Todavía peor, la
división de poderes bloquea la consideración seria de la representación proporcional, una
reforma que tiene muchas otras características atractivas. En vez de ello, la división de
poderes invita a los ciudadanos a invertir sus pasiones en la personalidad de un solo líder, en
vez de depositarlas en los principios que nos deberían gobernar a todos” Página 49.

-“Dentro del marco del parlamento acotado, a ninguna institución por sí sola se le confiere
un monopolio sobre el poder de legislar. EN vez de concentrar el poder al estilo
Westminster, la constitución que se propone aquí intenta inmunizar a una serie de diferentes
actores institucionales contra el control parlamentario directo. Nuestros poderes separados
incluyen hasta el momento: el pueblo actuando a través de referéndum en serie, un tribunal
constitucional y un senado federal débil o uno nacional más poderoso.” Página 74.

-“Al separar el poder entre Presidente, Cámara y Senado, el esquema madisoniano no sólo
genera un sinnúmero de patologías legislativas, sino que también desequilibra la coherencia
de la administración pública profesional. En contraste, este modelo (parlamento acotado)
mantiene un cierto número de funciones especiales fuera del control parlamentario directo
sin generar los penetrantes desequilibrios burocráticos características del sistema
estadounidense.” Página 126.
-Preguntas Clave:

-¿Cuáles son los argumentos según los cuales el autor critica el sistema de división de
poderes?

-¿En qué consiste el parlamento acotado, y la cámara y media y por qué el autor las escoge
como propuestas en pro de una democracia deliberativa y en que consiste dicha propuesta?

-Análisis Conceptual:

El texto estudia y propone una propuesta alterna a la división de poderes del modelo
norteamericano y al sistema Westminster; el prólogo realizado por Irma Eréndira Sandoval
habla en términos generales de la propuesta de Ackerman del parlamentarismo acotado,
teniendo en consideración siempre la necesidad de una democracia extendida y evaluada por
la naturaleza de sus vínculos con la sociedad civil. A continuación, en la introducción, el
propio Ackerman, justifica su producción teórica en dicho libro por el intento de pensar la
división de poderes más allá del modelo norteamericano, mencionando para el caso la
historia Alemana e italiana de división de poderes, el espacio del constitucionalismo
democrático liberal, y tres reflexiones que estarán siempre presente en su obra: la utilidad de
la división de poderes, la competencia profesional en esta, y la protección y aplicación de los
derechos fundamentales. De esta manera, determina su intención en los diversos capítulos,
destacando nosotros para este caso el capítulo I y el capítulo IV; el primero como evaluación
de la división del poder de la legislatura entre diferentes ramas; y el segundo, la conclusión
general del libro, donde pretende evidenciar los múltiples usos del parlamento acotado para
diferentes necesidades, y en definitiva, esclarecer su propuesta global teórica como base de
propuestas prácticas serias.

Así, el primer capítulo aborda tres asuntos, primero una crítica del sistema presidencialista,
segundo el ideal de la democracia dualista, y por último, un análisis de la legitimidad
democrática al encontrarse con el problema del federalismo. De esta forma, el primer debate,
comienza con la indagación sobre la cantidad de elecciones que debe ganar un movimiento
político para obtener autoridad legislativa, exponiendo, la postura del modelo de
Westminster donde un movimiento necesita ganar solo una elección para tener autoridad
plena y donde dicho primer ministro determina el momento de la siguiente elección
(limitado); por otro lado, la división de poderes plantea la negativa de una sola victoria
electoral para tener capacidad plena legislativa debido a que los diferentes poderes
legislativos operan sobre un calendario electoral escalonado.

Ya con lo anterior claro, se proponen diferentes situaciones y su desarrollo en los ya


mencionados sistemas; así, es expuesto el problema del impasse en la división de poderes,
donde la cámara y el presidente pertenecen a diferentes partidos generando hipotéticamente
una de tres condiciones: la negociación o esperanza madisoniana, la ruptura constitucional o
pesadilla linziana (ataque mutuo destruir rival), y la crisis de gobernabilidad
(descalificaciones mutuas y encierro en sí mismo); es contrastando lo previo, con la
situación de Westminster donde puede llegar a consolidarse una dictadura, pero hay menos
crisis de gobernabilidad, y en sus mejores tiempos se tiene un programa pragmático más
coherente que en el sistema anterior. Por otro lado, se estudia la idea de autoridad absoluta
como el momento cuando un mismo partido gana seguidamente todas las elecciones y toma
el control de los principales poderes, haciendo una caracterización de los sistemas en la
división de poderes de acuerdo a la dificultad para que en el sistema se presente dicha
situación, siendo estos débiles si se presenta con poca dificultad (Caso de Francia) y fuertes
si se presenta con una serie de condiciones de difícil cumplimiento (E.U). Seguidamente, se
determina la condición de un gobierno en la división de poderes que presenta autoridad
absoluta en contraposición a un gobierno en el sistema de Westminster; viendo al primero,
en una carrera contra el reloj constitucional donde trata de imponer una gran cantidad de
nuevas que versaran entre contenido fuerte simbólico inmediato y programas que consideren
impasses futuros con la tendencia a legislaciones abstractas que ‘amarren’ a sus remplazos
para actuar. El segundo, es expuesto con la realización de un programa pragmático de
mediano alcance que no se preocupa por quién lo reemplazara. Con esto, el autor evidencia
la necesidad de un programa de corto alcance que funcione muy bien y por lo tanto si el
gobierno cambia tenga que continuar por su eficacia. Igualmente, es expuesto el problema
del sistema de representación proporcional en el sistema de Westminster al engendrar una
cantidad grande de pequeños partidos que forman diversas coaliciones según sus propios
intereses y que apartan la atención de la política y haciendo que cada funcionario se
preocupe solo por la obtención de un empleo; solucionando esto con ingeniería
constitucional de diversas formas: colocando un umbral alto de respaldo popular para la
conformación de partidos e implementado la medida del voto constructivo de no confianza
en el cual la oposición debe proponer un gabinete de gobierno alterno si pide por la salida
del que está en ejercicio; mostrando con esto, la importancia de la ingeniería constitucional
para crear gobiernos concentrados en su eficacia a mediano plazo. Por el contrario, cabe
destacar que en un sistema de Westminster no se presenta dicha particularidad al no permitir
la aparición de partidos políticos pequeños manteniendo la coherencia del Congreso frente a
un posible impasse.

Por lo mismo, el autor presenta la combinación de un presidente popularmente electo y de un


congreso elegido por sistema de representación proporcional como el más nocivo de los
casos de la división de poderes; lo primero porque tiende al culto de la personalidad, con un
control, denuncia y remoción muy difícil del ejecutivo, e intervención personal del mismo en
relación con el gabinete y programa poniendo ideas por encima de las de su propio partido
con la posibilidad de degenerar hacia el clientelismo; en contraste, al primer ministro en
cualquiera de esas circunstancias, sería sustituido, desprestigiado, obligado o dimitir, o
perdería todo respaldo, situaciones incomprensibles debido a la concepción tradicional de los
sujetos en el cargo, de su partido no como plataforma política de su personalidad sino como
‘partido de principios’ con programa fijo y a futuro.
Abordando el segundo tema del debate, se habla del error de la suposición de que la victoria
electoral marque un apoyo concreto del pueblo para las propuestas del partido ganador y del
error que en sí mismo consiste eso, así es como para remediarlo se formula ye expone, por
un lado, el sistema Westminster que da autoridad absoluta en materia legislativa a los
ganadores; y por el otro, en las constituciones modernas donde se utilizan dos vías
legislativas: alta (mayoría) y normal para solucionar el problema. Además, se plantea el
modelo del parlamentarismo acotado como opción donde la autoridad legislativa es como en
el modelo de Westminster pero la producción legislativa está limitada por principios, y
legitimada en un proceso legislativo superior con diferentes materiales constitucionales.
Procesos constitucionales que son expuestos a continuación encontrando el referéndum
popular como elemento crucial en la construcción constitucional pensado con múltiples
votaciones que aumentarán la discusión de los temas dejando al parlamento las decisiones
rutinarias de gobierno y al pueblo las decisiones estructurales del país; generando con esto,
la necesidad de un tribunal constitucional para convertir los principios del pueblo en realidad
y práctica, formulando así el conjunto de parlamento- pueblo-tribunal.

Finalmente, tocando el último tema del debate, es decir, la exposición sobre el federalismo y
sus diversas dinámicas de legitimidad, son propuestos varios escenarios y situaciones de
donde son extraídas propuestas frente a empates en legitimidad, concluyendo la
imposibilidad de una constitución bicameral sin presidente independiente de resolver los
empates de legitimidad debido a la igualdad de poderes de ambas cámaras, y esbozando
soluciones como: la cámara y media como una cámara unionista secundada por una federal,
es decir, una cámara fuerte y otra débil que la sirve y que a su vez se usa de contrapeso de
legitimidad, o un senado y ejecutivo fuertes, posibilitando la tendencia a presidentes
regionalistas o nacionalistas negativos para el país, que pueden ver solución también en el
modelo suizo que encarga el ejecutivo a un consejo que es elegido por el respaldo de ambas
cámaras aunque sacrifique fuerza el gobierno, de esta forma y a manera de ejemplo, el autor
evidencia el papel del Bundesrat alemana y del Colegio Electoral estadounidense como
instituciones federales mal colocada; perfilando así la solución de la cámara y media, o sea,
del debilitamiento de una cámara para evitar empates de legitimidad, fomentar la
deliberación, asumiendo el riesgo de caer en un debate sin sentido por una democracia
deliberativa que tiene en el referéndum popular y periódico su principal herramienta.

Para concluir, en el capítulo IV, el autor hace un recuento de su modelo propuesto


destacando: una cámara democráticamente elegida que se encarga de seleccionar al gobierno
y promulgar la legislatura, que tiene como contrapesos la realización de referéndum en serie
y el respaldo de las decisiones finales allí tomadas en manos de un tribunal constitucional,
que dentro de la especialización funcional funcionan como cinco poderes: supervisor de la
integridad burocrática, supervisor de la regulación, de la democracia, de justicia distributiva
y del tribunal constitucional que protege los derechos humanos, lo anterior, pensado para
superar los tres grande retos de la época moderna: el de hacer del ideal de la soberanía
popular algo veraz, proteger los derechos liberales fundamentales, y redimir el ideal de la
experiencia e integridad burocrática en una base permanente.

-Comentario Crítico Personal:

El apartado anterior trata sobre la propuesta de un nuevo sistema de división de poderes, una
crítica al modelo americano principalmente y al modelo de Westminster, y con esto una
justificación de eficacia y bajo ciertos parámetros de esto del modelo del parlamento
acotado, la cámara media y los cinco poderes producto de estas.

No obstante, cabe preguntarse sobre la falta de ejemplos concretos y reales de las diferentes
posibilidades de degeneración del sistema de división de poderes y casos positivos del
sistema Westminster, que el autor debió haber colocado para dar mayor luz y sustentación
real a sus observaciones que sin dichos ejemplos quedaron solo como hipótesis teóricas sin
validez; nos referimos con esto, al caso de impasse y los tipos de este, autoridad absoluta,
culto a la personalidad o no, ejemplos de tribunales constitucionales actuales. De igual
forma, se ignora la historia cultural y gradual de los diversos sistemas proponiendo un
cambio que es sustentado por criterios de eficacia y error del autor, que tampoco son
expuestos para un mejor entendimiento. En general, un texto que acepta sus limitaciones en
cuanto a aplicación real de propuesta debido a su carencia de estudios comparados y análisis
específicos profundos, y que expone una propuesta interesante que debe ser evaluada y
pensada más a profundidad.

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