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Enfermedades diarreicas agudas en niños menores de 5 años

EDAS

Se define diarrea aguda o gastroenteritis


aguda, a la disminución de la consistencia
usual de las heces (líquidas o acuosas), casi
siempre con aumento de su frecuencia
habitual (más de tres en 24 horas), en
ocasiones precedidas o acompañadas de
vómito, de menos de dos semanas de
duración.

El número de evacuaciones intestinales


hechas en un día varía según la dieta y la edad de la persona. Los lactantes
alimentados al seno materno a menudo tienen evacuaciones blandas o liquidas
y mas frecuentes; esto no es DIARREA.

En la diarrea las evacuaciones contienen más agua de lo normal. También


pueden contener sangre, en cuyo caso se conoce como disentería, según su
duración, la diarrea se clasifica en aguda y persistente. La diarrea aguda
comienza súbitamente y tarda menos de dos semanas. La diarrea persistente
comienza como diarrea aguda, pero dura 14 días o mas.

Las enfermedades diarreicas pueden ser: Diarreas agudas y diarreas


persistentes, o acuosas y disentéricas, muchas de estas autolimitantes o de
fácil manejo y tratamiento.

Características y principales

Etiologías

DIARREA ACUOSA: Diarrea sin sangre, pudiendo estar asociada a vómitos,


fiebre y disminución de apetito.

 Rotavirus
 E.coli enterotoxigénica
 V. choleraeGiardia lamblia

DIARREA DISENTÉRICA: Diarrea con sangre, pudiendo estar acompañada,


de: fiebre elevada, mal estado general, cólicos, pujo y tenesmo, convulsiones
en ocasiones (presencia de shigella).

 Shigella sp.
 Campylobacter jejuni
 E.coli enteroinvasiva
 Entamoeba histolytica}
Prevención

Entre las medidas de prevención o profilaxis de las diarreas se incluyen los


siguientes aspectos:

 Lactancia materna.
 Higiene personal y doméstica (lavado de manos, manipulación de
alimentos).
 Evacuación de basuras.
 Lucha contra las moscas.
 Instalación de letrinas.
 Agua potable accesible.

Tratamiento

El manejo de los caso de


Edas se basa
principalmente en tres
planes generales de
tratamiento:

Plan A: Para pacientes


con enfermedad diarreica
sin deshidratación con
atención en el hogar:

 Continuar con la
alimentación
habitual.
 Aumentar la ingesta
de los líquidos de uso regular en el hogar así como Vida Suero Oral
 Capacitar a la madre para reconocer los signos de deshidratación y
otros de alarma por enfermedades diarreicas: (sed intensa, poca ingesta
de líquidos y alimentos, numerosas heces líquidas, fiebre, vómito y
sangre en las evacuaciones), con el propósito de que acuda
nuevamente a solicitar atención médica en forma oportuna.

Plan B: Para pacientes con diarrea y deshidratación con atención en CS:

 Administrar Vida Suero Oral 100 ml por kilogramo de peso, en dosis


fraccionadas cada30 minutos durante cuatro horas.
 Si el paciente presenta vómito, esperar 10 minutos e intentar otra vez la
hidratación oral,más lentamente.
 Al mejorar el estado de hidratación, pasar al Plan A. En caso contrario,
repetir el Plan B por otras cuatro horas, de no existir mejoría pasar al
Plan C.
 Si los vómitos persisten, existe rechazo al Vida Suero Oral, o gasto fecal
elevado (más de10 g/kg/hora o más de tres evacuaciones por hora) se
hidratará con sonda nasogástrica, a razón de 20 a 30 ml de Vida Suero
Oral por kilogramo de peso, por hora.
Plan C: Para pacientes con choque hipovolémico por deshidratación:

 Inicie inmediatamente administración de líquidos por vía intravenosa,


con solución Hartmann; si no se encuentra disponible, use solución
salina isotónica al 0.9.
 Uso de Antimicrobianos. Los antimicrobianos no son útiles en el
tratamiento de las enfermedades diarreicas en el 90% de los casos. Por
otra parte, su uso puede propiciar que la enfermedad se prolongue y
ocasionar resistencia bacteriana.
 Los antimicrobianos sólo están indicados en casos de diarrea por:
Shigella sp, Vibrio cholerae, presencia de trofozoitos de Entamoeba
histolytica o Giardia lamblia.

Gastritis

Se le denomina gastritis a la inflamación de la mucosa gástrica, que en la


gastroscopía se ve enrojecida, presentándose en diversas formas de imágenes
rojizas en flama o como hemorragias subepitelial . Sin embargo, el diagnóstico
de certeza se obtiene por exploración endoscopica. Es posible que sólo una
parte del estómago esté afectada o que lo esté toda la esfera gástrica. Son
varias las causas, como los malos hábitos alimenticios, el estrés, el abuso en el
consumo de analgésicos
(aspirina, piroxicam,
indometacina, etc.), desórdenes
de autoinmunidad o la infección
por Helicobacter pylori.

Síntomas

En ocasiones no se presentan
síntomas pero lo más habitual es
que se produzca ardor o dolor en
el epigastrio, acompañado de
náuseas, mareos, etc. Es
frecuente encontrar síntomas relacionados al reflujo gastroesofágico, como la
acidez de estómago. Los ardores en el epigastrio suelen ceder a corto plazo
con la ingesta de alimentos, sobre todo leche. Pero, unas dos horas tras la
ingesta, los alimentos pasan al duodeno y el ácido clorhídrico secretado para la
digestión queda en el estómago, lo que hace que se agudicen los
síntomas.También puede aparecer dolor abdominal en la parte superior (que
puede empeorar al comer), indigestión abdominal o pérdida del apetito. En
caso de que exista un componente ulceroso que sangre puede cursar con
vómitos con sangre o con un material similar a posos de café, y heces oscuras.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza por medio de la endoscopia del aparato digestivo


superior . En el examen de los tejidos (histopatológicamente) se observa
infiltración de polimorfonucleares (glóbulos blancos).

Clasificación
La clasificación de la gastritis se basa en la evolución, histología y la patogenia.

Clasificación de las gastritis:

I. Gastritis aguda

Infección aguda por H. pylori


Otras gastritis infecciosas agudas
 Bacteriana (aparte de H. pylori)
 Helicobacter helmanni
 Micobacterias
 Sífilis
 Víricas
 Parasitarias
 Fúngicas

II. Gastritis atrófica crónica

o Tipo A: autoinmunitaria, predominante en el cuerpo del estómago.


o Tipo B: relacionada con H. pylori, predominante en el antro del
estómago.
o Química (producida por agentes antiinflamatorios, alcohol, estrés,
tabaco)

III. Formas poco frecuentes de gastritis

o Linfocítica
o Eosinófila
o Enfermedad de Crohn
o Sarcoidosis
o Gastritis granulomatosa aislada

Las causas más frecuentes de gastritis aguda son infecciosas. La infección


aguda por H. pylori induce gastritis. La gastritis por H. pylori se describe como
un cuadro de presentación brusca con dolor epigástrico y algunas veces
náuseas y vómitos. También se demuestra un intenso infiltrado de neutrófilos
con edema e hiperemia en el estudio histológico. Si este cuadro no se trata con
un nivel de atencion de primero y segundo nivel, avanzará a gastritis crónica.

Después de la infección aguda por H. pylori se puede producir una


hipoclorhidria de más de un año de duración.

Gastritis crónica

La gastritis crónica es una inflamación del revestimiento del estómago que se


presenta gradualmente y que persiste durante un tiempo considerablemente
prolongado. Las hay de un mes y hasta de un año.

 Tipo A. Afecta al cuerpo y el fondo del estómago sin involucrar el antro,


por lo general asociada a una anemia perniciosa. Se presume que tiene
una etiología autoinmune.
 Tipo B. Es la forma más frecuente, afecta al antro en pacientes jóvenes
y a toda la mucosa del estómago en personas mayores, y es causada
por la bacteria Helicobacter pylori.

Tratamiento

La gastritis tipo B se trata sólo cuando se presenta infección sintomática. Se


usa claritromicina, amoxicilina y tetraciclina. Anteriormente se utilizaba
metronidazol, pero ahora se sabe que se presenta resistencia en más del 80
por ciento de los casos. Los tratamientos de gastritis suelen ser antiácidos
(Almax, Urbal) o reguladores de la acidez gástrica (ranitidina) o que disminuyan
la secreción gástrica, del tipo del Omeprazol y sobre todo una dieta adecuada:
las bebidas gaseosas retrasan la digestión, por lo que aumentan la secreción
de ácidos en el estómago. Una dieta para el estómago delicado se suele llamar
dieta blanda.

Etiología

La gastritis crónica puede ser ocasionada por la irritación prolongada debido al


uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), infección con
la bacteria Helicobacter pylori, anemia perniciosa (un trastorno autoinmune),
degeneración del revestimiento del estómago por la edad o por [reflujo biliar
crónico][1]. En Sudamérica es muy frecuente la gastritis crónica por abuso de
yerba mate y otros estimulantes ricos en cafeína como el guaraná y el café.
Asimismo es cada vez más común la presencia de gastritis crónica por el
abuso de bebidas cola y otras gaseosas que contienen fosfatos y ácido
fosfórico, como estimulantes de la sed. Muchos individuos que padecen
gastritis crónica no presentan síntomas de este padecimiento.

Signos y exámenes

 EGD (esofagogastroduodenoscopía) y biopsia que muestran gastritis


 CSC que muestra anemia
 Guayacol en heces
 Rojizo

Gastritis atrófica

Puede ser el paso final de una gastritis crónica que puede causar:

 Desaparición de los pliegues (se observan los vasos sanguíneos de la


submucosa);
 la pared de la mucosa se ha perdido en partes o en su totalidad.

Los factores desencadenantes son múltiples. Al examen microscópico por lo


general hay escasas o ninguna glándula; puede haber cambios de metaplasia
intestinal. Los síntomas clínicos son inespecíficos, el diagnóstico se realiza por
medio de la endoscopia y la biopsia. Se ha discutido si la gastritis atrófica es
precancerosa. En los últimos estudios se ha encontrado un asociacion con la
anemia megaloblastica pentilifome.
Síndrome de malabsorción

Síndrome de mal absorción es una dificultad del cuerpo para absorber


correctamente las vitaminas, minerales y otros nutrientes, que proceden de los
alimentos. Los individuos desarrollan carencias aún cuando su dieta es la
adecuada. Puede ser debido a una digestión incorrecta o a una absorción
incorrecta de nutrientes a través del tracto digestivo, o a ambas causas.

Causas
Muchas enfermedades pueden causar malabsorción. La malabsorción
generalmente es la incapacidad para absorber ciertos azúcares, grasas,
proteínas o vitaminas de los alimentos. También puede implicar una absorción
general insuficiente de alimento. Algunas de las causas de la malabsorción
son, entre otras:

 SIDA y VIH
 Atresia biliar
 Ciertos medicamentos(colestiramina, tetraciclina, algunos antiácidos,
algunos medicamentos empleados para tratar la obesidad, colchicina,
acarbosa, fenitoína)
 Ciertos tipos de cáncer (linfoma, cáncer pancreático, gastrinoma)

Ciertos tipos de cirugía (gastrectomía con gastroyeyunostomía, tratamientos


quirúrgicos para la obesidad, extirpación parcial o completa del íleon)

 Colestasis
 Enfermedad hepática crónica
 Intolerancia a la proteína de la leche de vaca
 Enfermedad de Crohn
 Daño por tratamientos de radiación
 Infección parasitaria, incluyendo giardia lamblia
 Intolerancia a la proteína de la leche de soya
 Enfermedad de Whipple

La absorción deficiente de la vitamina B12 puede deberse a:

 Anemia perniciosa
 Resección del intestino
 Infección por tenia (diphyllobothrium latum)

Manifestaciones

Se derivan de la disminución del contenido de principios inmediatos en el


organismo y del aumento del contenido intestinal de los nutrientes no
absorbidos ¿ Se caracteriza por pérdida de peso, esteatorrea, diarrea acuosa,
distensión y dolor abdominal, meteorismo, timpanismo, borborigmos. El déficit
de principios inmediatos, minerales, oligoelementos y vitaminas dan lugar a
signos y síntomas específicos.
Síntomas

 Distensión, cólicos y gases


 Heces voluminosas
 Diarrea crónica (puede no ocurrir con la absorción de vitamina)
 Retraso en el crecimiento
 Heces grasosas (esteatorrea)
 Atrofia muscular
 Pérdida de peso
 La malabsorción puede afectar el crecimiento y el desarrollo o puede
llevar a enfermedades específicas.

Diagnóstico

El diagnóstico del síndrome de malabsorción es realizado por el médico


general, el internista o el especialista en patología digestiva en la consulta del
centro médico u hospital. El diagnóstico se basa fundamentalmente en:
Exploración física adecuada del paciente Sintomatología que presenta
Resultado de los estudios complementarios que se realicen entre los que
destacan una analítica de sangre completa para demostrar déficits específicos,
un análisis de las heces, un estudio nutricional y diferentes estudios
complementarios dirigidos a descartar las posibles causas de malabsorción.

Exámenes

Tomografía computarizada del abdomen

 Prueba de hidrógeno en el aliento


 Examen de Schilling para la deficiencia de vitamina B12
 Examen de estimulación de secretina
 Biopsia del intestino delgado
 Coprocultivo o cultivo del aspirado del intestino delgado
 Prueba de grasa en materia fecal (ver: determinación cuantitativa de
grasa en las heces)
 Radiografía u otros exámenes imagenológicos del intestino delgado

Tratamiento

El tratamiento va a depender de la causa desencadenante de este síndrome.


En el caso de que sea por una enfermedad celíaca, lo más importante es
eliminar el gluten de la dieta (cereales, maíz y soja), ya que es esta sustancia la
que desencadena el cuadro intestinal.

En la enfermedad de Crohn, uno de los principales objetivos del tratamiento es


el alivio de las manifestaciones clínicas hasta que el cuadro remita
espontáneamente.
La ingesta excesiva de alcohol es una de las principales causas de pancreatitis
crónica, por lo que su supresión es la primera medida a adoptar para evitar la
progresión del cuadro.

En algunas ocasiones es necesario un aporte extra en la dieta o bien en forma


farmacológica de aquellos nutrientes que no son absorbidos para evitar las
complicaciones asociadas a su déficit o la malnutrición.

Complicaciones

 La malabsorción prolongada puede ocasionar:


 Anemia
 Cálculos biliares
 Cálculos renales
 Osteoporosis y enfermedad ósea
 Desnutrición y deficiencias vitamínicas.

Parasitosis intestinal

Infección intestinal causada por


protozoarios y/o helmintos. Esta
infección es muy frecuente en
personas que carecen de servicios
de agua y desagüe,
especialmente en áreas rurales.
Es muy frecuente en la selva,
donde afecta el crecimiento y
desarrollo de los niños. Algunas
parasitosis pueden causar diarrea
o anemia importantes.

Evaluación y diagnóstico

 La infección puede ser asintomática y hallada en un examen de heces


de rutina.
 Los síntomas son generalmente inespecíficos y de intensidad y duración
variable.
 Puede haber malestar o dolor abdominal de localización variable.
 El paciente puede referir anorexia, náuseas, vómitos, diarrea (algunas
veces con moco y sangre), flatulencia y prurito anal.
 Puede haber fiebre, cefalea, intranquilidad, insomnio, síntomas de
anemia (fatiga, debilidad, mareos) y pérdida de peso.

Examen Físico:

1. Muy raras veces se compromete el estado general.


2. Puede haber sensibilidad abdominal, palidez.

Exámenes Auxiliares:
1. Se emplea examen fecal bajo microscopio con técnicas de
concentración en muestras seriadas (generalmente tres) para detectar la
presencia de huevos y parásitos.
2. Examen de heces frescas o con fijadores como poli-vinil-alcohol (PVA) o
merthiolate-iodo-formol (MIF) cuando se sospecha de amebiasis.
3. Coloración de Ziehl-Neelsen modificado para coccidias (Isospora,
Cryptosporidium, Cyclospora).
4. Técnica de Graham para Enterobius.
5. El hemograma puede mostrar anemia y/o eosinofilia.
6. Evidencia de malabsorción intestinal de grado variable.

Diagnóstico diferencial:

1. Diarrea acuosa por otras causas.


2. Disentería bacilar, principalmente shigellosis.
3. Síndrome de colon irritable.
4. Colitis ulcerativa.
5. Sprue tropical.
6. Ulcera péptica, colecistitis, colangitis, apendicitis aguda.

Tratamiento:

1. No requiere de dietas o medidas especiales.


2. Si el paciente tiene diarrea debe ser hidratado adecuadamente.

Farmacológico:

Los esquemas recomendados se presentan en la tabla:

Tabla. Esquema de tratamiento farmacológico en parasitosis intestinal

Parásito Droga de Elección Droga Alternativa


Ancylostoma Mebendazol: 100mg, BID x 3 Albendazol: 400mg dosis única
duodenale días o Niños: Idem
500mg dosis única
Niños: Idem
Ascaris Mebendazol: 100mg, BID x 3 Albendazol: 400mg dosis única
lumbricoides días o Niños: Idem
500mg dosis única
Niños: Idem
Entamoeba Portador asintomático: Portador asintomático:
histolytica Iodoquinol: 650mg, TID x 20 Secnidazol: 1gr, VO, BID x
días 1día
(Niños: 30–40mg/kg/día, (Niños: 30mg/kg/día x 1día)
máximo 2gr, TID x 20 días) Quinfamida: 100mg, TID x
1día (Niños < 9 años:
Colitis: Metronidazol, 500 – 4.3mg/kg, TID
750mg TID x 10 días x 1día)
(Niños: 35–50mg/kg/día, TID Colitis: Tinidazol: 2gr/día x 3
x 10 días) días; en casos severos,
800mg, TID x 5 días
Mebendazol: 100mg dosis Albendazol: 400mg dosis
única, única,
Enterobius repetir en 2 semanas repetir en 2 semanas
vermicularis Niños: Idem Niños: Idem
Giardia lamblia Metronidazol: 250mg TID x 5 Tinidazol: 2gr dosis única
días Niños: 50mg/kg, máximo
Niños: 15mg/kg/día, TID x 2gr, dosis única
5días Secnidazol: 1gr, BID x 1
día
Niños: 30mg/kg x 1día
Necator americanus Mebendazol: 100mg, BID x 3 Albendazol: 400mg,
días o dosis única
500mg, dosis única Niños: Idem
Niños: Idem

Taenia saginata o Praziquantel: 10mg/kg, dosis Niclosamida: 1gr


T. solium única masticado,
Niños: Idem repetir en 1h
Niños: 20mg/kg
masticado,
repetir en 1h
Trichuris trichiura Mebendazol 100mg, TID x 3 Oxantel–pyrantel: 10–
días o 20mg/kg
500mg, dosis única - Niños: dosis única
Idem
Las tabletas deben masticarse.

Seguimiento:
 Entamoeba, Balantidium, Giardia: Examen de heces a la semana de
terminado el tratamiento.
 Nemátodos, Hymenolepis: Examen de heces a las dos semanas de
terminado el tratamiento.
 Strongyloides: Examen de heces a las dos semanas, 30 días o tres meses de
terminado el tratamiento.
 Taenia sp: Examen de heces a 1, 2 y 3 meses de terminado el tratamiento.
 Indicaciones clínicas para tratamiento quirúrgico o procedimientos invasivos:
 Cuadro de abdomen agudo.
 Obstrucción intestinal.

Indicaciones clínicas para referir pacientes:


Si no se erradica la infección.
Si los síntomas (dolor abdominal, diarrea, dispepsia) persisten o se intensifican.

Indicaciones clínicas para hospitalización:


Deshidratación severa.
Pobre tolerancia oral.
Abdomen agudo.
Mal estado general, desnutrición severa, edema.
Compromiso de otros órganos.

Salmonelosis
La salmonelosis constituye un grupo de infecciones producidas por
microorganismos del género Salmonella, adquiridas por la ingestión de
alimentos o bebidas contaminadas y caracterizadas por presentar síndromes
febriles asociados a manifestaciones gastrointestinales o sistémicas, con
frecuencia severas.

Etiología

El género Salmonella, definido por su conjunto de características bioquímicas,


reúne cerca de 2.000 tipos serológicos. Cada tipo serológico a su vez está
caracterizado por antígenos específicos que pueden ser identificados mediante
pruebas serológicas. Los antígenos que caracterizan los tipos serológicos de
las salmonellas son los antígenos O (somáticos), y los antígenos H (flagelares);
algunos presentan un tercer tipo el denominado antígeno Vi.

Existen tres tipos de Salmonella, la S.Choleraesuis, la S.typhi y la S. enteritidis.

Las dos primeras corresponden a un sólo serotipo; la S.enteritidis engloba los


demás serotipos.

Patogenia

Las salmonellas son bacterias invasoras y enterotoxigénicas. La infección se


localiza principalmente en el íleo terminal y en el intestino grueso. Las
salmonellas tíficas y paratíficas normalmente invaden la circulación, mientras
que las otras están limitadas a la mucosa intestinal. Algunas como la S.dublin y
S.panamá invaden la circulación. El mecanismo de producción de la diarrea,
está relacionado más directamente con el de las diarreas de tipo secretorio, en
el que la respuesta inflamatoria debida a la penetración de la salmonella
produce liberación de prostaglandinas, que a su vez estimulan la poducción de
AMP cíclico y como consecuencia, secreción activa de líquidos. El papel de las
enterotoxinas es aún discutible.

La fiebre tifoidea producida por la S.typhi es una enfermedad exclusiva del


hombre, el no ser posible reproducirla en ninguna otra especie animal, hace
difíciles los estudios experimentales sobre su patogenia; los datos conocidos
corresponden a estudios realizados en voluntarios humanos.

La puerta de entrada es la vía digestiva. El bacilo debe sobrepasar la barrera


defensiva representada por la acidez gástrica. Son más susceptibles los
individuos con aclorhidria y aquellos que ingieren antiacidos. El agente que
consigue sobrevivir las primeras 24 a 72 horas en el intestino, penetra el
epitelio donde se multiplica y produce alteraciones histopatológicas. En el caso
de la fiebre tifoidea los bacilos buscan un hábitat intracelular, lo que
corresponde a la llamada fase mesentérica en la cual los gérmenes penetran a
los ganglios y continúan multiplicándose para posteriormente pasar a la
circulación sanguínea y a las placas de Peyer, órganos linfoides del intestino.

Muchas de las manifestaciones de la fiebre tifoidea son causadas por los


metabolitos del ácido araquidónico, los radicales libres de oxígeno y otros
mediadores liberados por las células mononucleares y los macrófagos.
Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas de las salmonelosis se presentan básicamente


bajo tres modalidades: las denominadas fiebres entéricas entre las cuales la
más común es la fiebre tifoidea producida por la Salmonella typhi; las
gastroenteritis producidas por varios tipos, entre ellas la S.typhimurium; y la
forma septicémica, caracterizada por la bacteremia asociada a lesiones focales
debida frecuentemente a la S.choleraesuis.

Dentro de las manifestaciones clínicas comunes está la fiebre acompañada de


dolor abdominal, evacuaciones intestinales frecuentes, líquidas, de aspecto
verdoso, fétidas, mucoides y en ocasiones con estrías de sangre. Estos
cuadros clínicos son más severos en los niños y en los viejos. En niños
desnutridos puede observarse la diseminación hematógena dando lugar a
bacteremias con compromiso de otros órganos tales como las meninges, el
oído, los pulmones, los riñones y el hueso.

Fiebres entéricas (fiebre tifoidea)

Es clásico dividir las manifestaciones clínicas de la fiebre tifoidea de acuerdo a


su evolución en semanas o
septenarios. Se sabe que la
salmonella tiene un período de
incubación que se calcula en
aproximadamente 10 días. La
enfermedad tiene un período
inicial de una semana
caracterizado por la aparición de
fiebre, en forma escalonada y
progresiva asociada a cefalea
intensa, astenia y anorexia. En el
segundo período
correspondiente a la segunda y
tercera semanas, los síntomas
se acentúan, la fiebre se
estabiliza, la cefalea es continua
y no responde a los analgésicos
comunes, el estado de
conciencia se altera y el paciente
entra en estado de sopor está delirante e indiferente (tiphus), presenta diarrea
profusa y signos de deshidratación; en la piel aparecen como elementos
caracteríticos las "manchas rosadas". En 60-70% de los casos puede
observarse esplenomegalia. El cuarto período corresponde al estadío de
declinación; la fiebre empieza a disminuir en forma progresiva; mejoran el
estado de conciencia, la cefalea, las manifestaciones gastrointestinales y el
paciente inicia la recuperación.

Las complicaciones pueden presentarse en cualquier órgano, sin embargo las


más severas y más temidas son la hemorragia digestiva y la perforación
intestinal. Otras complicaciones de las salmonelosis son los aneurismas
micóticos los cuales han sido descritos a nivel de la aorta abdominal, las
arterias poplítea, ilíaca y carótida. Esta condición requiere un diagnóstico
temprano y de tratamiento médico y quirúrgico debido al riesgo de hemorragias
cataclísmicas.

Diagnóstico de laboratorio

Dadas las variadas manifestaciones clínicas de las salmonelosis, la


confirmación del diagnóstico de estas infecciones, requiere de métodos
microbiológicos que permitan el aislamiento o identificación del agente causal o
de pruebas serológicas que facilitan reconocer anticuerpos específicos
presentes en el suero de los pacientes.

Hemocultivo: es el procedimiento de elección, cuando se realiza


apropiadamente y en medios selectivos a base de bilis. Coincidiendo con la
fisiopatología de la infección, son positivos especialmente durante la primera
semana de la infección; se calcula que al final de la tercera semana de
positividad solamente alcanza un 50%.

Mielocultivo: el cultivo del aspirado de médula ósea se considera como el mejor


método para el aislamiento de salmonella en los pacientes con fiebre tifoidea y
paratifoidea. Aunque el procedimiento produce una molestia transitoria, en
general es bien tolerado y los cultivos son más rápidamente positivos. Se
recomienda sea practicado por personal con experiencia. Pueden ser positivos
aún cuando los hemocultivos sean negativos.

Coprocultivo: puede ser positivo desde el comienzo de la infección, aunque su


máxima positividad en la infección aguda, se observa durante la tercera
semana. Es particularmente útil para el control postratamiento de los pacientes
y para detectar los portadores crónicos.

Cultivo de bilis duodenal: obtenido por aspiración o utilizando la técnica que


lleva un dispositivo en cápsulas de gelatina. No es superior al hemocultivo y
con certeza no supera a la asociación del hemocultivo con el coprocultivo.

Urocultivo: su valor diagnóstico es muy limitado pues la bacteriuria no es


continua. Su máxima positividad está en la tercera semana. La Salmonella
también puede ser aislada de otros productos como las manchas rosadas o
reoseolas tíficas, de la secreción bronquial, del líquido articular, etc.

Tratamiento

Fiebre tifoidea

En la terapéutica de la fiebre tifoidea y las fiebres entéricas se deben


considerar:

a) El tratamiento antibacteriano específico


b) Las medidas generales de soporte
c) El tratamiento de las complicaciones
d) El tratamiento de los portadores crónicos

Tratamiento específico: en la actualidad se dispone de varios antimicrobianos


útiles para el tratamiento de las infecciones pos salmonella, dentro de las
cuales están el cloramfenicol, la ampicilina, la amoxacilina, el sulfametoxazol -
trimetoprim, las cefalosporinas de tercera generación, como la cefotaxina, la
cefoperazona, la ceftriaxona; y las fluoroquinolonas como la ciprofloxacina y la
ofloxacina.

Cloramfenicol: continua siendo el medicamento de primera elección para el


tratamiento de las infecciones por S.typhi sensibles. Tiene muy buena difusión
tisular y bajo costo. La dosis diaria es de 50 mg/kg/día repartida en cuatro
tomas. Se recomienda la administración por 15 días más a partir del momento
de la apirexia. La aparición de cepas multiresistentes viene a complicar la
selección del antibiótico. El inconveniente del cloramfenicol es su toxicidad
hematológica caracterizada por la depresión medular relacionada con la dosis y
representada por reticulocitopenia, vacuolización de los eritrocitos, aumento del
hierro sérico y de la celularidad de la médula ósea. La segunda forma, mas rara
y de mayor gravedad es la pancitopenia o aplasia medular idiosincrásica.

Ampicilina: tiene buena concentración sanguínea y linfática; cuando se


administra por vía oral se concentra y elimina en forma activa por la bilis. Dosis:
100 mg/kg/día. Por 10 a 15 días. Algunos recomiendan iniciar el tratamiento por
vía endovenosa y continuarlo por vía oral.

Amoxacilina: del grupo de las ampicilinas, tiene la ventaja de tener mejor


absorción, mayor concentración y menores efectos gastrointestinales que la
ampicilina. Dosis: 100 mg/kg/día, por 10 a 15 días. Se utiliza como alternativa
al cloramfenicol. Otra indicación son los pacientes con contraindicaciones
hematológicas para el uso de cloramfenicol.

Sulfametoxazol-trimetoprim: se utiliza en el tratamiento de fiebres entéricas


incluida la fiebre tifoidea. Los resultados han sido variables.

Fluoroquinolonas: varias de ellas han demostrado ser muy activas in vitro


contra salmonella, incluida la S.typhi. Dentro de éstas la ciprofloxacina es una
buena alternativa. La norfloxacina es útil en el tratamiento de portadores
crónicos de S.typhi, observándose negativización de las heces y la bilis en
dosis de 400 mgs. Igualmente, ha sido utilizada la ofloxacina en el tratamiento
de los portadores crónicos.

Cefalosporinas: dentro de éstas, las cefalosporinas de tercera generación son


las mejor estudiadas en el tratamiento de las bacteremias y fiebres entéricas
por salmonella, incluidas aquellas por S.typhi. Los mejores resultados
observados son los obtenidos con la cefoperazona y la ceftriaxona.

Corticoides: el uso de dosis elevadas de dexametasona en el manejo de la


fiebre tifoidea y solo debe ser usada en el tratamiento de la fiebre tifoidea
severa y en forma temprana. De ésta manera de dexametasona puede reducir
la mortalidad en forma importante.

Medidas generales: dentro de ellas están el reposo, los cuidados de enfermería


que permitan mantener el control del estado de conciencia, la tensión arterial,
el pulso, la diuresis, evitar las úlceras cutáneas, las lesiones de la boca, los
ojos, o detectar en forma temprana cualquier complicación.
Se deben mantener una adecuada hidratación y el control de líquidos y
electrolitos.

No se recomienda el uso de la aspirina por el riesgo de producir hipotermia


profunda o hipotensión; tampoco es recomendable el uso de antidiarréicos
pues la falta de motilidad intestinal puede producir perforación intestinal.

Tratamiento de las gastroenteritis

El manejo, en las formas no complicadas, es sintomático encaminado a evitar


la deshidratación. Los pacientes severamente enfermos o con bacteremia
pueden ser tratados con sulfametoxazol-trimetoprim, dos veces al día;
ampicilina 100 mg/kg/día o ciprofloxacina 500-750 mg/12 horas.

Tratamiento de la bacteriemia por salmonella

Puede manifestarse por fiebre prolongada o recurrente y asociarse a lesiones


locales óseas, articulares, pleurales, pulmonares; y con aneurismas micóticos
de la aorta abdominal, que es la manifestación observada en pacientes con
infección VIH. El tratamiento es el mismo de la fiebre tifoidea. Se recomienda la
ciprofloxacina en dosis de 750 mg dos veces al día.

Tratamiento de las complicaciones

Recaídas: en la fiebre tifoidea se recomienda seguir un esquema similar al del


episodio agudo y la colecistectomía como medida complementaria.

Enterorragias: dependiendo del volumen se trata con transfusión de glóbulos


rojos y líquidos parenterales.

Perforación: es la más temida de las complicaciones. Usualmente se requiere


la administración de otros antibióticos, tales como aminoglucósidos,
cefalosporinas antipseudomonas, metronidazol y de otras medidas para el
control del choque séptico por la peritonitis.

Abscesos: cuando estos aparecen es necesario drenarlos quirúrgicamente.

Tratamiento de los portadores: se utilizan varios antibióticos dentro de los


cuales están la ampicilina, la amoxacilina, y el sulfametoxasol - trimetoprin. Se
utilizan con éxito las quinolonas en especial la ciprofloxacina y la ofloxacina. Es
recomendable practicar la colecistectomia.

Prevención: está orientada en primer lugar al control y tratamiento de las


fuentes de agua y de los sistemas de abastecimiento, a través de controles
sanitarios apropiados, que garanticen su potabilidad.

Vacunas: En la actualidad existen dos: una para administración oral y otra


parenteral. Están indicadas para las personas que viajan a regiones
endémicas, para las que viven en regiones de alta incidencia.

Enfermedades prevenibles con vacunación universal


Difteria

Es una enfermedad aguda infecciosa debida a la exotoxina proteica producida


por el virus C. diphtheriae que afecta las amígdalas, faringe, laringe, nariz, piel
y, ocasionalmente los ojos y la vagina. Produce una inflamación de las vías
respiratorias y problemas respiratorios. El niño puede también tener estridor, un
sonido de tono alto que se escucha normalmente cuando el niño toma aire
(aspiración).

La bacteria se transmite si una


persona sana tiene contacto
con esputo al toser, estornudar
y hablar de una persona
enferma. También puede
contagiarse si alguna de estas
gotas cae en una herida o un
corte de la piel o por medio de
objetos en los que haya saliva
del enfermo, así también por
saludar de mano o besar a una
persona enferma

Síntomas

Los síntomas se desarrollan de dos a seis días después del contacto con la
persona enferma, aunque hay casos donde las personas infectadas no
presentan síntomas. Hay dos tipos de difteria; una respiratoria y otra que daña
la piel. En las vías respiratorias afecta la nariz y la garganta. Los síntomas son:

• Respiración rápida y con dificultad.


• Dolor en la garganta y al tragar. Voz ronca.
• Los ganglios linfáticos se agrandan (como grandes prominencias
alrededor del cuello)
• El corazón late rápido.
• Al meter aire en la respiración hay un ruido como chillido respiratorio
(estridor).
• Escurrimiento nasal líquido y con sangre
• Babeo
• Inflamación del paladar (techo de la boca)
• Fiebre (menos de 39 °C.)
• Escalofríos
• Malestar general

Se puede formar una membrana de color blanco grisácea en la garganta, que


cubre hasta la campanilla y en casos graves cierra la garganta y muere el
enfermo por asfixia. Hay complicaciones que afectan el corazón, se presentan
cuando la toxina que libera la bacteria llega a la sangre; también puede afectar
el sistema nervioso; los ojos con conjuntivitis (ojos rojos), úlceras y secreción;
el oído, la vejiga, la uretra, la vagina y el pene.

La difteria cutánea (afecta la piel) es menos frecuente, las lesiones son


dolorosas, hinchadas y enrojecidas. 
Rotavirus

El rotavirus es llamado así por sus partículas virales en forma de rueda vistas
en el microscopio electrónico. El rotavirus es la principal causa de enfermedad
diarreica y deshidratación en niños pequeños. Produce así la pérdida de
sustancias necesarias para la absorción de sodio y agua; asimismo hay
disminución en la absorción de proteínas, grasas y carbohidratos. La muerte de
pequeñas zonas del intestino produce un aumento en substancias toxicas,
provocando más daño al intestino, que produce aumento en el movimiento
intestinal por parte del sistema nervioso intestinal, dando como resultado una
mala absorción de los alimentos.

Síntomas

Después de 18 a 24 horas del contagio,


aparecen los síntomas. El niño presentará
diarrea líquida (las heces se hacen aguadas
o completamente líquidas), el bebé evacúa
un mayor número de veces al día
(presentando hasta 20 en un día en los
casos muy graves), las evacuaciones salen
con mucha fuerza (lo que se le llama como
explosivas), con moco, por lo general sin
sangre; hay fiebre, náuseas y vómitos.

Las náuseas y la fiebre por lo general


desaparecen en unos dos días, pero la diarrea puede durar hasta siete días. En
algunos casos tienen síntomas respiratorios. Hay dolor e inflamación de la
panza y enrojecimiento del ano. El bebé no tolera la leche presentando diarrea
posterior a tomarla.

La complicación más grave es la


deshidratación por la pérdida de agua
excesiva en las evacuaciones, lo que
puede provocar la muerte. Por la
deshidratación el niño deja de hacer pipí,
tiene la boca seca, cuando llora no le
salen lágrimas, se le ven los ojos
hundidos, la mollera está hundida, está
muy irritable o somnoliento, hay
debilidad, incapacidad para beber
líquidos, respiraciones profundas, manos
y pies fríos. El bebé se puede desnutrir. A consecuencia de la deshidratación
puede haber alteraciones tan graves como pérdida de la conciencia, crisis
convulsivas y daño en los riñones que puede ser permanente.

Enfermedad neumocócica
La enfermedad neumocócica es cualquier infección provocada por una bacteria
llamada neumococo (Streptococcus pneumoniae). Existen muchos tipos de
neumococo, (hasta 91) y sólo algunos provocan enfermedad.

Esta bacteria habitualmente puede encontrarse en la garganta o las vías


respiratorias de los seres humanos. Puede infectar el oído. Puede llegar a la
sangre y provocar enfermedad invasiva, infectando el líquido cefalorraquídeo,
las articulaciones, el tejido que cubre los pulmones (pleura) o que cubre el
corazón (líquido pericárdico).

Síntomas

De acuerdo al sitio que infecte serán los síntomas, puede causar enfermedad
no invasiva o invasiva. Una de las enfermedades no invasivas es la otitis
(inflamación del oído) y la conjuntivitis (ojos rojos, inflamados). Las
enfermedades invasivas ocurren cuando la bacteria afecta pulmones, la
sangre, o el tejido que cubre el cerebro.

Lo más frecuente es la infección en los pulmones (neumonía). El niño puede


tener fiebre, respiración rápida, dificultad para respirar, entre otros síntomas.
Provoca meningitis, se produce por la inflamación de las meninges que son
unas membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Puede provocar
retraso psicomotor, sordera, convulsiones y la muerte. Los síntomas son fiebre,
dolor de cabeza, vómito en proyectil (es el vómito arrojado en forma rápida),
molestia al mirar la luz (fotofobia), irritabilidad, rechazo al alimento, rigidez en el
cuello, tendencia al sueño y convulsiones.

La bacteriemia, infección en la que el neumococo está en la sangre, produce


fiebre y puede dar lugar a alguna de las otras infecciones graves. Provoca otitis
con presencia de dolor, fiebre, escalofrío y llanto intenso, presentando en
ocasiones secreción.

Hepatitis B

Es una enfermedad del hígado


causada por el virus de la hepatitis B,
perteneciente a la familia
Hepadnaviridae (virus ADN
hepatotrópico). Es una enfermedad
infecciosa del hígado causada por este
virus y caracterizada por necrosis
hepatocelular e inflamación. Puede
causar un proceso agudo o un proceso crónico, que puede acabar en cirrosis
(pérdida de la "arquitectura" hepática por cicatrización y surgimiento de nódulos
de regeneración) del hígado, cáncer de hígado, insuficiencia hepática e incluso
la muerte.

Se transmite por contacto directo con líquidos del cuerpo como sangre, la
saliva, el semen, los líquidos vaginales; de personas infectadas. Las personas
que se contagian pueden tener el virus y no tener síntomas (son portadoras) y
además continuar transmitiendo el virus a otros, aun años después.

Modo de contagio

• Una madre infectada le puede


pasar el virus a su bebé a la
hora del parto.
• Por medio de transfusiones de
sangre que contenga el virus o
de cirugía.
• Por relaciones sexuales (por vía
vaginal, anal u oral) con una
persona infectada.
• Entre personas drogadictas que
comparten agujas
contaminadas con el virus.
• Por usar agujas o equipo no estéril (no está completamente limpio) para
hacerse tatuajes, perforarse los oídos, o en acupuntura.
• Compartir objetos personales como máquinas de afeitar, cepillos dentales y
otros objetos, de personas infectadas.

Parotiditis

Enfermedad contagiosa que puede ser aguda o crónica, localizado


fundamentalmente en una o ambas
glándulas parótidas, que son glándulas
salivales mayores ubicados detrás de las
ramas ascendentes de la mandíbula. Es
causado por un virus de los
Paramyxoviridae.

Se transmite por medio del contacto con


gotitas de flush y por medio de la saliva de
una persona infectada. La parotiditis puede
transmitirse de una persona a otra desde
tres días antes de la inflamación de la
glándula parótida hasta una semana
después.

El virus no sólo se queda en la garganta, puede llegar a la sangre y de ahí


distribuirse a otros sitios.

Síntomas

Cada persona puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Hay
inflamación y dolor de la quijada, o el cuello, puede ser unilateral o bilateral.
Hay fiebre, dolor muscular y de cabeza, dificultad para masticar, dolor al
deglutir y bebidas ácidas (frutas y jugos de cítricos), no comen. Hasta un 20-
40% de las infecciones no producen síntomas.
Complicaciones, como la inflamación del tejido que cubre al cerebro y la
médula espinal (meningoencefalitis), incluyen síntomas como disminución de la
consciencia, fiebre, dolor de cabeza, rigidez de cuello, vómitos, irritabilidad y en
ocasiones convulsiones.

En los hombres se inflaman los testículos (orquitis) con dolor y aumento de la


sensibilidad, fiebre, escalofríos, ganas de vomitar (nauseas) y vómitos. El dolor
se quita en una semana, queda la sensibilidad. En las mujeres se inflaman los
ovarios (ooforitis). Puedan quedar estériles y que no puedan tener hijos.

Es posible que afecte otros órganos causando pancreatitis (inflamación del


páncreas), afecta los riñones y otras glándulas como la tiroides. La inflamación
de las glándulas parótidas disminuye en tres a siete días y antes de que
regresen a su tamaño normal la fiebre habrá desaparecido. El diagnóstico lo
hace el médico mediante la revisión física, la confirmación de la infección
mediante exámenes de laboratorio en ocasiones sirve.

Poliomielitis

La poliomielitis es una enfermedad


causada por la infección con el
poliovirus, el cual se propaga por
contacto directo de persona a
persona, por contacto con moco o
flema infectados de la nariz o de la
boca o por contacto con heces
infectadas.

El virus entra a través de la boca y


la nariz, se multiplica en la
garganta y en el tracto intestinal
para luego ser absorbido y
diseminarse a través de la sangre y
el sistema linfático. El tiempo
desde el momento de resultar infectado con el virus hasta el desarrollo de los
síntomas de la enfermedad (incubación) oscila entre 5 y 35 días con un
promedio de 7 a 14 días.

Los riesgos son:

• Falta de vacunación contra la poliomielitis y luego la exposición a esta


enfermedad
• Viajar a un área en donde se haya presentado un brote de polio

Síntomas

Hay tres patrones básicos de infección por polio: infección subclínica, no


paralítica y paralítica. Aproximadamente el 95% son infecciones subclínicas
que pueden no tener síntomas.
Infección subclínica

• Molestia general o inquietud


(malestar general)
• Dolor de cabeza
• Garganta enrojecida
• Fiebre leve
• Dolor de garganta
• Vómitos

Las personas con la infección de polio


subclínica podrían no presentar
síntomas o sus síntomas podrían durar
72 horas o menos.

La poliomielitis clínica afecta al sistema


nervioso central (el cerebro y la
médula espinal) y se divide en las
formas no paralítica y paralítica. Se
puede presentar después de la
recuperación de una infección
subclínica.

Poliomielitis no paralítica

• Dolor de espalda o lumbago


• Diarrea
• Cansancio excesivo, fatiga
• Dolor de cabeza
• Irritabilidad
• Dolor en las piernas (músculos de la pantorrilla)
• Fiebre moderada
• Rigidez muscular
• Sensibilidad muscular y espasmos en cualquier área del cuerpo
• Dolor y rigidez en el cuello
• Dolor en la parte anterior del cuello
• Dolor o rigidez en la espalda, brazos, piernas y abdomen
• Erupción o lesión en la piel acompañada de dolor
• Vómitos

Los síntomas generalmente duran de 1 a 2 semanas.

POLIOMIELITIS PARALÍTICA

• Fiebre de 5 a 7 días antes que otros síntomas


• Sensaciones anormales (pero sin pérdida de la sensibilidad) en un área
• Distensión abdominal
• Dificultad para respirar
• Estreñimiento
• Dificultad para comenzar a orinar
• Babeo
• Dolor de cabeza
• Irritabilidad o poco control del temperamento
• Espasmos o contracciones musculares, particularmente en la pantorrilla,
el cuello o la espalda
• Dolor muscular
• Debilidad muscular asimétrica (sólo en un lado o empeora en un lado)

El médico puede encontrar signos de irritación meníngea (similar a la


meningitis), como rigidez de nuca o espalda con dificultad para doblar el cuello.
La persona también podría tener dificultad para levantar la cabeza o las piernas
cuando está acostada boca arriba y sus reflejos podrían ser anormales.

Los exámenes abarcan:

Análisis de LCR de rutina


Examen para niveles de anticuerpos frente al virus de la polio
Cultivos virales de mucosas, heces o líquido cefalorraquídeo ( LCR)
El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas mientras la infección sigue
su curso.

Las personas con casos graves pueden necesitar medidas de salvamento,


particularmente ayuda con la respiración.

Los síntomas se tratan con base en su gravedad y esto abarca:


• Antibióticos para las infecciones urinarias
• Medicamentos, como el betanecol, para la retención urinaria
• Calor húmedo (paños calientes, toallas
calientes) para reducir el dolor y los
espasmos musculares
• Analgésicos para reducir el dolor de
cabeza, el dolor muscular y los
espasmos (en general, no se
suministran narcóticos porque
aumentan el riesgo de dificultad
respiratoria)
• Fisioterapia, dispositivos ortopédicos o
zapatos correctivos, o cirugía
ortopédica para ayudar a recuperar la fuerza y funcionalidad muscular

Tosferina

La tos ferina, también conocida como pertussis o síndrome coqueluchoide, es


una enfermedad muy contagiosa, afecta principalmente a los bebés y a los
niños pequeños.

Es provocada por una bacteria (Bordetella pertussis) y la característica principal


es la tos convulsiva (ataques fuertes de tos, por varios minutos), que termina
con un silbido característico cuando se respira el aire y que por ello se llama
“ferina”.

Síntomas
Cada niño puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los
síntomas aparecen de 6 a 21 días (promedio 7-10) después de haber estado
en contacto con la bacteria y pueden distinguirse tres etapas (“enfermedad
clásica”):

Etapa catarral (dura entre una a dos semanas):

• Tos moderada.
• Fiebre baja.
• Goteo nasal.
• Etapa aguda o paroxística (dura varias semanas):
• la tos empeora, convirtiéndose en tos convulsiva, más frecuentes en la
noche
• la tos es seca y violenta
• la tos termina con un silbido al respirar el aire (conocido como canto de
gallo)
• pueden presentarse vómitos junto con la tos, y puede parecer que el
niño se ahoga con el vómito
• la tos puede comenzar como consecuencia de varios factores como por
ejemplo, al alimentarse, al llorar o al jugar

La enfermedad puede ser leve, y difícil de diagnosticar, porque los síntomas se


parecen a los del resfriado; existe tos prolongada pero sin el silbido típico de
esta enfermedad.

Las complicaciones más importantes son las infecciones secundarias


(añadidas), como la bronquitis (inflamación de los bronquios), la neumonía y las
infecciones en el oído. En todas ellas hay mal estado general y fiebre. La
neumonía es la causa de muerte más importante en pacientes con tosferina.

Otras complicaciones son la deshidratación (sobre todo en niños muy


pequeños) y el daño al sistema nervioso centra

Diagnóstico

Suele hacerse por los síntomas de la enfermedad. En los casos en los que el
paciente ha estado en contacto con un enfermo de tosferina, el conocer este
hecho es de gran ayuda para el diagnóstico.

Se toma una muestra de secreción de la nariz y garganta. Se cultiva la muestra


para tratar de encontrar la bacteria que provoca la enfermedad. Esto tarda
varios días en realizarse. Los procedimientos de laboratorio tienen limitaciones
y no siempre se llega a hacer el diagnóstico.

Tratamiento

La eritromicina, pueden hacer desaparecer los síntomas más rápidamente si se


inician bien temprano. Infortunadamente, la mayoría de los pacientes reciben el
diagnóstico demasiado tarde cuando los antibióticos no son muy efectivos. Sin
embargo, los medicamentos pueden ayudar a reducir la capacidad del paciente
para diseminar la enfermedad a otros.
Los bebés menores de 18 meses requieren constante supervisión, ya que la
respiración puede detenerse temporalmente durante los ataques de tos. Los
bebés con casos graves se deben hospitalizar.

• Se puede utilizar una tienda de oxígeno con bastante humedad.


• De igual manera, se pueden administrar líquidos por vía intravenosa si
los ataques de tos son tan severos que impiden que el paciente beba lo
suficiente.
• A los niños pequeños se les pueden recetar sedantes
• Los jarabes para la tos, los expectorantes y los antitusígenos por lo
general no sirven y NO se deben utilizar.

Tuberculosis
meníngea

Es una enfermedad
infecciosa causada por
una bacteria
(Mycobacterium
tuberculosis) llamada
también bacilo
tuberculoso. Es muy
contagiosa. 

Las bacterias entran por


las vías respiratorias y
llegan al pulmón,
destruyen unas células que ayudan a combatir infecciones y se multiplican. Si
logran llegar a la sangre, pueden infectar a diferentes partes del cuerpo
(huesos, articulaciones, riñones, corazón, ganglios, intestinos, etc.), si infecta el
tejido que cubre el cerebro y la médula espinal (meninges) producen la
tuberculosis meníngea. Los niños de 0 a 4 años de edad, los desnutridos y con
bajo peso al nacer son los más vulnerables para enfermar de tuberculosis
meníngea.

Síntomas

Los primeros síntomas duran más de 2 semanas a meses, con fiebre sin que
se le encuentre una causa, malestar general, falta de apetito, el niño está
irritable, con dolor de cabeza, dolor de espalda y vomito ocasional.

Hay síntomas por daño al sistema nervioso, la cefalea se hace más fuerte, hay
más sueño durante las mañanas; se afecta la memoria y la conciencia. La
fiebre continúa.

La meningitis (inflamación del tejido que cubre el cerebro y la médula espinal),


con vómito y rigidez en el cuello; los nervios dejan de hacer su función, puede
haber parálisis (no se mueven) o falta de sensibilidad de ciertas partes del
cuerpo.
Se presentan convulsiones de una parte del cuerpo (un brazo o una pierna).
Incrementa la presión que hay en el cerebro (hipertensión endocraneana), Se
acumula más líquido de lo normal en el cerebro (hidrocefalia), y aparecen
trombos (coágulos de sangre en el cerebro). A pesar de dar el tratamiento
adecuado, las consecuencias son graves. Por último todos los síntomas
empeoran, hay mayor aturdimiento y se llega al coma o a la muerte.

Rubeola

Es una enfermedad
contagiosa causada por un
virus. Afecta niños y adultos.
Cuando la mujer
embarazada adquiere la
infección durante los
primeros tres meses del
embarazo, la rubeola puede
provocar aborto, muerte
fetal, parto prematuro o
defectos congénitos (SRC).
Si la madre sufre la
enfermedad en las primeras
10 semanas del embarazo
tiene un riesgo hasta del
90% de que el bebé adquiera la infección, provocando el Síndrome de Rubeola
Congénita, con malformaciones graves en el bebé. Cuando un niño nace con el
SRC puede continuar transmitiendo el virus hasta por un año, mediante las
secreciones de la garganta.

Mediante el contacto, con el saludo, el estornudo o al toser, de las secreciones


nasales (moco) y de la garganta (saliva), sangre y orina de las personas
enfermas. Se transmite desde 7 días antes de que inicien las manchas en la
piel hasta cuatro días después.

Inicia con fiebre leve, catarro (coriza), ojos rojos (conjuntivitis), tos y la aparición
de bolitas atrás de las orejas y el cuello dolorosas (inflamación de ganglios o
linfoadenopatía); de 5 a 10 días después aparecen en la piel manchas
pequeñas, puntiformes y rojas (erupción máculo-papular), que inician en cara y
luego en el cuello, en el pecho y después en todo el cuerpo. Hay dolor de las
articulaciones y malestar general.

Todo esto se quita solo, a veces es necesario tomar medicamentos para aliviar
la fiebre y el dolor. Sin embargo también pueden aparecer complicaciones
como la inflamación del cerebro (encefalitis). Las consecuencias graves de la
rubéola en el Síndrome de Rubeola Congénita son las siguientes:

Provoca sordera.

Los bebés quedan ciegos debido a cataratas (opacidad en los ojos), afecta los
nervios del ojo y hay incremento de la presión del ojo (glaucoma), nacen con
ojos muy pequeños (microftalmia), y presentan inflamación de partes
importantes de los ojos (corioretinitis).

Afecta el corazón provocando malformaciones; lo que produce en el bebé


dificultad para alimentarse, que tenga soplos, no suba bien de peso o que se
ponga de color azulado (cianosis).

En el sistema nervioso, ocasiona que el cerebro sea pequeño, en consecuencia


la cabeza también (microcefalia), provoca inflamación del tejido que cubre al
cerebro y del mismo cerebro (meningoencefalitis), retardo mental, e incluso que
nazca sin cabeza el bebé (anencefalia).

Al nacimiento el bebé puede presentar peso bajo, en la piel manchas rojas


(erupción máculopapular). El bebé no crece en peso ni en estatura, hay daños
en el hígado y el bazo, también defectos en los huesos, entre otros.

Sarampión

Es una enfermedad aguda, muy contagiosa,


causada por un virus. Puede provocar la muerte.
Al respirar pequeñas gotas de secreciones
expulsadas por una persona enferma al hablar,
toser o estornudar. Se puede transmitir desde tres
días antes de iniciar la fiebre y la tos, y hasta
cuatro días después de que aparecen las ronchas
(exantema).

El diagnóstico lo realiza un médico, quien


identifica los signos y síntomas característicos de
la enfermedad y lo confirma por laboratorio
mediante muestras de sangre, orina y muestra de
la garganta (exudado faríngeo).

Síntomas

Los síntomas generalmente comienzan de 8 a 12 días después de la


exposición al virus, lo que se denomina período de incubación.

Los síntomas pueden abarcar:

• Ojos inyectados en sangre


• Tos
• Fiebre
• Sensibilidad a la luz (fotofobia)
• Dolor muscular

Erupción cutánea que:


• aparece generalmente de 3 a 5 días después de los primeros signos de la
enfermedad, puede durar de 4 a 7 días
• empieza usualmente en la cabeza y se extiende a otras áreas y progresa
cuerpo abajo
• puede aparecer como áreas planas y decoloradas ( máculas) o áreas
sólidas, rojas y levantadas ( pápulas) que después se juntan
• produce prurito o picazón
• Enrojecimiento e irritación de los ojos (conjuntivitis)
• Rinorrea
• Dolor de garganta
• Diminutas manchas blancas dentro de la boca (manchas de Koplik)

La enfermedad es más grave en menores de un año de edad y adultos por las


complicaciones, las cuales son: infecciones del oído, neumonía, diarrea,
ceguera, o un sarampión hemorrágico que causa sangrados en varias partes
del cuerpo e inflamación del cerebro (encefalitis).

Con la aplicación de la vacuna antisarampión, contenida en la vacuna doble


viral (SR) o en la vacuna triple viral (SRP).

Si hay una persona enferma con


una erupción, se debe de evitar el
contacto con ella, taparse la boca al
toser o estornudar, lavarse
frecuentemente las manos y no
acudir a lugares concurridos.

La vacunación es altamente
efectiva en la prevención del
sarampión. Las personas que no
reciben la vacuna o que no la han
recibido completa están en alto
riesgo de contraer la enfermedad.

Vacuna influenza estacional

Se aplica mediante una inyección. En el muslo izquierdo en los menores de 18


meses de edad; y en el brazo izquierdo en los mayores de 18 meses de edad.
En las siguientes edades:

Niños de 6 meses a 59 meses de edad: 2 dosis con un intervalo mínimo de


cuatro semanas entre cada una. Posteriormente se les aplica una vez al año.

Niños de 5 a 8 años de edad con factor de riesgo: 2 dosis con un intervalo


entre ellas de cuatro semanas. Posteriormente se les aplica una vez al año.

Mayores de 9 años de edad con factor de riesgo, embarazadas, cuidadores de


menores de 5 años de edad y los trabajadores de la salud: una dosis al año.

Adultos de 50 a 59 años de edad con factor de riesgo y mayores de 60 años:


una dosis cada año.
Influenza estacional

Son enfermedades que afectan el aparato respiratorio. Pueden tener su origen


en procesos infecciosos, mecánico-obstructivos y alérgicos.

Ésta enfermedad es producida por los virus A, B y C de la Influenza. El virus C


ocasiona una enfermedad muy ligera y no ocasiona brotes o epidemias. En
cambio los virus A y B si pueden causar dichos eventos.

El virus A es el responsable de los grandes brotes que se presentan


anualmente mientras que el virus B causa brotes reducidos. Durante la actual
temporada de Influenza se hallan circulando dos tipos de virus A y uno de virus
B.

El cuadro clínico de la Influenza presenta:

• Fiebre (generalmente más de 39Cº),


• Dolor de cabeza,
• Dolor muscular intenso,
• Cansancio intenso,
• Tos seca,
• Ardor y/o dolor de garganta,
• Congestión nasal.

En los niños se puede presentar nausea, vómito y diarrea más frecuentemente


que en los adultos.

Es frecuente que se confunda al Catarro Común con la Influenza. La siguiente


tabla muestra las diferencias, en cuanto síntomas y signos, que existen entre
ambas enfermedades.

Existen algunos medicamentos que pueden ser empleados en el tratamiento de


la Influenza. Dichos fármacos incluyen la amantadina, la rimantandina, el
oseltamivir y el zanamivir. Los dos primeros están disponibles en México y
únicamente son efectivos contra los virus A.

Cualquiera de estos fármacos acorta la enfermedad en aproximadamente un


día, siempre y cuando se administren dentro de las primeras 48 horas de
iniciado el padecimiento.

Los medicamentos antiinfluenza no están exentos de efectos secundarios;


pueden causar nerviosismo, ansiedad, dificultad para concentrarse, sensación
de “cabeza hueca”, náusea e hiporexia, agitación, delirio, alucinaciones y
convulsiones.

Los medicamentos antiinfluenza son de uso delicado y sólo el médico está


capacitado para determinar si deben ser administrados a un paciente.
Vacunas

Vacuna anti hepatitis B

La vacuna contiene una de las proteínas que cubren al virus de la hepatitis B y


que es llamado antígeno de superficie de la hepatitis B, la vacuna actualmente
se fabrica usando ADN recombinante (son proteínas producidas mediante
levaduras modificadas), sin ninguna sangre humana o productos de sangre o
cualquier otra sustancia de origen humano por lo que no puede contagiar el
virus de la hepatitis B o el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

La vacuna se aplica mediante inyección, en el muslo izquierdo en los menores


de 18 meses de edad.

La vacuna contra la hepatitis B se aplica en los menores de 5 años de edad, el


esquema consiste de 3 dosis, la primera dosis se aplica de preferencia el día
de su nacimiento (en caso extremo dentro de los primeros 7 días de vida); la
segunda dosis a los 2 meses y la tercera a los 6 meses de edad.

En caso de que por otras razones no sean vacunados dentro de los primeros 7
días de nacidos, la vacuna se aplica a los 2, 4 y 6 meses de edad. Son
necesarias las 3 inyecciones para estar completamente protegido. Una
consideración importante son los niños que al nacer pesan menos de 2 Kg, ya
que en ellos se les aplica 4 dosis: al nacer y a los 2, 4 y 6 meses de edad.
Es una vacuna segura; lo que se puede presentar posterior a su aplicación es
dolor en el lugar de inyección, se pone roja o dura la piel en el sitio de
aplicación. Se quita sin necesidad de tratamiento.
Otros eventos que se pueden llegar a presentar, se resuelven
espontáneamente y su frecuencia es muy baja, son: fiebre de 38.5ºC, fatiga,
náuseas, vómito, diarrea y dolor abdominal, ocasionalmente dolor de cabeza,
escalofríos, dolor de músculos, dolor de articulaciones, manchas y comezón en
la piel.

Vacuna influenza AH1N1

Existen dos vacunas, el adyuvante es una sustancia que ayuda en la


producción de defensas del cuerpo, está hecha de fracciones del virus AH1N1,
contiene conservador y adyuvante.

Se aplica a:
 Niños de 6 a 35 meses de edad, 2 dosis, cuatro semanas de intervalo
entre cada dosis.
 Personas con factores de riesgo de 3 a 9 años de edad: 2 dosis,
intervalo de cuatro semanas entre cada dosis.
 Personas con factores de riesgo mayores de 10 años de edad: una
dosis.
 Mujeres embarazadas: una dosis.

Sin adyuvante se produce en células de embrión de pollo, está hecha de


fracciones de virus inactivados (muertos), no contiene adyuvante, puede
contener conservador.

Se aplica a:
Personas mayores de 18 años de edad: una dosis.

Contra indicaciones
 Vacuna con o sin adyuvante:
 Niños menores de 6 meses.
 Antecedente de una reacción alérgica al huevo o a una dosis previa de
vacuna contra influenza.
 Tener fiebre mayor o igual a 38.5ºC.
 Antecedente de Síndrome de Guillain Barré. En el caso de pacientes con
este antecedente, pero que cuentan con alguno de los factores de riesgo
para desarrollar enfermedad grave, deberá valorarse el riesgo-beneficio
de vacunar.

Vacuna con adyuvante:

Las anteriores contraindicaciones, y además:


Menores de 18 años.
Mujeres embarazadas.

Vacuna influenza estacional


Se fabrica la vacuna de acuerdo a la composición de los virus que circulan
según los laboratorios de la Organización Mundial de la Salud.

La vacuna contra la influenza estacional se elabora con virus inactivados


fraccionados; contiene conservador.

Existe una vacuna preparada con virus atenuados, sin embargo esta no se
emplea de forma rutinaria en nuestro país.

Se aplica mediante una inyección. En el muslo izquierdo en los menores de 18


meses de edad; y en el brazo izquierdo en los mayores de 18 meses de edad.
En las siguientes edades:

• Niños de 6 meses a 59 meses de edad: 2 dosis con un intervalo mínimo


de cuatro semanas entre cada una. Posteriormente se les aplica una vez
al año.
• Niños de 5 a 8 años de edad con factor de riesgo: 2 dosis con un
intervalo entre ellas de cuatro semanas. Posteriormente se les aplica
una vez al año.
• Mayores de 9 años de edad con factor de riesgo, embarazadas,
cuidadores de menores de 5 años de edad y los trabajadores de la
salud: una dosis al año.
• Adultos de 50 a 59 años de edad con factor de riesgo y mayores de 60
años: una dosis cada año.

Contraindicada en:

• Lactantes menores de 6 meses.


• Antecedentes de un evento de alergia al huevo o a una dosis previa de
vacuna contra influenza.
• Presentar fiebre mayor o igual a 38.5ºC.
• Antecedente de síndrome de Guillain Barré (una enfermedad que afecta
el sistema nervioso y que ocasiona debilidad muscular, las causas son
muchas).

Vacuna de poliomielitis Sabin

Compuesta de virus vivos atenuados (debilitados), contiene los antígenos de


los virus tipo 1, 2 y 3 de la poliomielitis, por ello es trivalente; también contiene
un estabilizador.

La vía de aplicación es oral. Se dan dos gotitas de la vacuna.

En México la vacuna Sabin sólo se administra en la Primera y Segunda


Semanas Nacionales de Salud, a niños de seis meses a cuatro años, que ya
hayan recibido dos dosis de vacuna de poliovirus inactivada (VIP o Salk),
incluida en la vacuna Pentavalente acelular.

La vacuna se recomienda a todos los niños. Sólo deberá evitarse en aquellos


que presenten los siguientes problemas:

Si hay antecedente de un evento grave o reacción alérgica a dosis previas.


Enfermedad aguda con temperatura mayor a 38.5°C.

Tener inmunodeficiencia congénita (problemas de defensas desde el


nacimiento) o padecer SIDA.

Estar en tratamiento con medicamentos que disminuyan las defensas (el


sistema inmune), como los corticoesteroides, radioterapia, quimioterapia.

Si se padece cualquier tipo de cáncer maligno.

Vacuna rotavirus

Existen dos tipos de vacuna hasta el momento:

Monovalente: que está hecha de virus vivos atenuados (debilitados) que


contiene un serotipo del virus. Se presenta en un frasco que contiene la vacuna
y una jeringa que contiene un líquido llamado carbonato de calcio, el cual
disminuye la acidez del estómago evitando que se inactive el virus de la
vacuna.

Pentavalente: la cual se elabora con virus vivos que originalmente se aislaron


en humanos y en bovinos, contiene 5 serotipos de virus vivos atenuados. Se
presenta en un tubo de plástico con tapa de rosca que contiene una sola dosis
de la vacuna.

Las vacunas proporcionan protección contra nuevas infecciones por Rotavirus


evitando que se desarrolle enfermedad grave, con deshidratación y muerte del
niño. No contienen conservador ni adyuvante.

Ambas vacunas se administran por la boca (vía oral).

Actualmente en el esquema de vacunación se emplea la vacuna monovalente,


a los 2 y 4 meses de edad, preferentemente. Si por algún motivo no se llegase
a cumplir este horario de aplicación, se podrá administrar antes de los 8 meses
de edad, con un intervalo de 4 semanas entre cada dosis.

Para la vacuna pentavalente se aplican 3 dosis, la primera dosis entre las


semanas 6 y 12 de edad. Las dosis siguiente con un intervalo de al menos 4
semanas entre cada una. La última dosis se debe aplicar siempre antes de que
el niño cumpla 8 meses de edad. No es necesario suspender el consumo de
alimentos o líquidos al lactante, incluyendo la leche materna, ya sea antes o
después de la vacunación.

Contraindicaciones:

Con antecedente de alergia grave conocida a la aplicación previa de la vacuna.

Quien tenga el antecedente de alguna enfermedad crónica de los intestinos,


incluyendo cualquier malformación del intestino con la que haya nacido el bebé
y no se haya corregido.
Tener precaución al dar la vacuna si el paciente tiene fiebre mayor de 38.5
grados, diarrea y vómito. En estos casos se recomienda posponer la
vacunación hasta que desaparezcan los síntomas.

No se aplica a los mayores de 8 meses de edad.

Vacuna triple viral SRP

Está hecha de virus vivos atenuados (debilitados), protege contra el sarampión,


la rubéola y la parotiditis. Toda fabricación de vacuna se realiza bajo estrictas
condiciones de calidad y seguridad. Los virus atenuados de sarampión se
preparan en células de embrión de pollo o en células humanas. Los virus
atenuados de rubéola se preparan en células humanas. Los virus atenuados de
la parotiditis en células de embrión de pollo o en células humanas.

Existen diferentes presentaciones de la vacuna, de acuerdo al tipo de


preparación y a los virus empleados, pueden o no contener antibiótico para
evitar el desarrollo de otros microorganismos no deseables en las vacunas,
además contiene estabilizador.

La vacuna se administra mediante una inyección en el brazo izquierdo.


El esquema es de 2 dosis:

• La primera a los doce meses de edad.


• La segunda dosis se aplica a los 6 años de edad o al ingresar a la
escuela primaria

Vacuna doble viral SR

La vacuna doble viral o SR se elabora utilizando virus vivos atenuados


(debilitados) de sarampión, preparados en células humanas o en células de
embrión de pollo; y virus vivos atenuados de rubéola, preparados en células
humanas. La vacuna protege contra el sarampión y la rubéola. Dependiendo
del fabricante la vacuna puede o no elaborarse con antibiótico.

La vacuna se aplica en el brazo izquierdo mediante una inyección, como dosis


única, entre los 13 hasta los 39 años de edad. Toda aquella persona que no
haya recibido las dosis de triple viral (SRP) que se recomiendan, deberá acudir
para que se le administre la vacuna doble viral o SR; esto está dirigido a
mujeres, hombres, trabajadores de la salud, estudiantes de enseñanza media y
superior, empleados del ejército y la armada, los que viajan fuera del país, los
de servicios turísticos, etc.

La vacuna se puede administrar en el grupo de 1 a 4 años de edad y esto es


por políticas sanitarias. Sólo en situaciones excepcionales, cuando haya casos
de sarampión en una región, se aplicará a partir de los seis meses de edad sin
que esta dosis forme parte del esquema de vacunación. Y en las campañas
nacionales de puesta al día se aplica de forma indiscriminada.

Vacuna BCG
Bacteria o bacilos llamados Mycobacterium bovis, los cuales se encuentran
atenuados.

Si es segura. La molestia más frecuente en el lugar donde se aplicó la vacuna


es la aparición de un nódulo dos a cuatro semanas después de la aplicación de
la vacuna; luego se forma una úlcera que se resuelve sin ningún tipo de
tratamiento y que solo debe mantenerse limpia; después sale una costra en la
sexta a doceava semana después de la vacunación, que al final deja una
cicatriz. Pueden inflamarse los ganglios de la axila, se sienten como bolitas. La
recuperación es espontánea.

Las personas que tienen alteración de la inmunidad (inmunodeficiencias)


pueden presentar la formación de úlceras o abscesos en sitios lejanos al sitio
de la aplicación de la vacuna, o extenderse al hueso; por lo que en estas
personas está contraindicada la vacuna.

Contraindicaciones

• Si se encuentra enfermo con fiebre mayor de 38.5 °C,


• Si hay lesión de la piel deberá ser revisado para ver si se le puede
aplicar.
• Enfermos de leucemia o de otro tipo de cáncer.
• Enfermos con tratamiento inmunosupresor (que disminuye sus
defensas) como: corticoesteroides, antimetabolitos, agentes alquilantes,
radiaciones.
• Pacientes CON síntomas de SIDA por VIH.
• Embarazadas.
• Cuando se estén tomando medicamento contra la tuberculosis.
• Los bebés con peso menor de 2000 gramos al nacer.

Vacuna contra el neumococo

La vacuna que se emplea en los adultos y es llamada de polisacáridos contiene


23 tipos (serotipos) distintos de proteínas que cubren a la bacteria
Streptococcus pneumoniae (neumococo) y contiene conservador.

En los niños se aplica la vacuna de 7, 10, ó 13 serotipos (llamada también


vacuna conjugada) y el esquema de vacunación consta de tres dosis, a los 2, 4
y 12 meses de edad.

Si por alguna razón la primera dosis o las siguientes dosis a la primera, no se


aplican a la edad determinada, entonces se debe acudir de inmediato a la
Unidad de Salud para completar el esquema. La vacuna se aplica en el muslo
derecho mediante una inyección.

Contraindicaciones en :

• Ante la presencia de fiebre mayor de 38.5ºC.


• En personas con antecedente de reacciones graves a los componentes
de la vacuna.
• Los adultos mayores de 65 años que ya han recibido una dosis de
vacuna polisacárida en los últimos cinco años.
• Pacientes que van a ser sometidos a una terapia inmunosupresora
(quimioterapia, radioterapia, ó corticoides a altas dosis, vacunar dos
semanas antes o tres a cuatro meses después de la terapia.
• Embarazadas.

Vacuna pentavalente, DPT

La vacuna pentavalente: es una vacuna combinada, que contiene diferentes


sustancias que son parte de las bacterias contra las que protege la vacuna: el
toxoide diftérico purificado (contra la Difteria); el toxoide tetánico purificado
(contra el Tétanos); el toxoide pertússico purificado adsorbido (contra la
Tosferina); los virus de la poliomielitis inactivados tipos 1, 2 y 3; y una proteína
de la bacteria Haemophilus influenzae tipo b. Son cinco las enfermedades
contra las que protege la vacuna. Además contiene estabilizador, conservador
y adyuvante.

Se le llama acelular porque la fracción que protege contra Tosferina contiene


sólo fragmentos de proteína de la bacteria.

Mediante una inyección en el muslo derecho en los menores de 18 meses de


edad. En el brazo izquierdo a partir de los 18 meses de edad.
Deben administrarse cuatro dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad.

Se pueden presentar a las 24 horas o dos días después de haber sido


vacunado: dolor, induración, enrojecimiento y calor en el sitio de la aplicación.

La vacuna DPT

La vacuna DPT o triple bacteriana, contiene los toxoides diftérico (contra la


Difteria) y tetánico (contra el tétanos), así como los antígenos derivados de la
bacteria B. pertussis, que protege contra la Tos ferina.

Existen dos tipos de vacuna DPT,

La vacuna de células enteras (DPT), compuesta por partículas de la bacteria B.


pertussis inactivadas mediante calor u otras sustancias, también contiene
adyuvante y conservador. La que se aplica a los cuatro años de edad

La vacuna acelular (DPaT), que está compuesta por fragmentos de proteína de


la bacteria B. pertussis.); la vacuna acelular (DPaT) la cual se aplica a los 2, 4,
6 y 18 meses de edad.
Infección de vías
urinarias.

El sistema urinario consta de


riñones, uréteres, vejiga
urinaria. Las ondas peristálticas
impulsa la orina desde los
riñones que es donde se forma,
hacia abajo por los uréteres
hasta la vejiga urinaria que
almacena de forma temporal la
orina.

Los trastornos mas frecuentes del sistema urinario suelen darse a


consecuencia de una obstrucción, de neoplasias cálculos o infecciones, o bien
una interrelación entre todos.

Infección del aparato urinario

Infección en cualquier parte del tracto urinario provocado por las bacterias
principalmente echerichacoli y el riesgo y la gravedad aumenta en función de
factores como:

 Echerichacoli; es una bacteria se encuentra en los intestinos de los


animales y aguas negras es anaerobia Gram – y se encuentra en el ano o
vagina.
 Un problema en las vías urinarias llamado reflujo vesicouretral presente al
nacer. Esta afección permite que la orina fluya de nuevo hacia los uréteres y
los riñones.
 Enfermedades del sistema nervioso o del cerebro (como el
mielomeningocele, lesión de la medula espinal hidrocefalia) que complica
vaciar completamente la vejiga.
 Prendas de vestir demasiado estrecha
 Cambios o anomalías en las vías urinario
 No orinar con suficiente frecuencia en el día
 Limpiarse de atrás hacia adelante

Las infecciones se clasifican en altas y bajas; las infecciones del tracto urinario
inferior son:

 Uretritis; infección de la uretra


 Cistitis; infección localizada en la vejiga
 Prostatitis; infección de la glándula prostática debido a una infección uretral
ascendente
Las principales infecciones del tracto urinario superior son:

 Pielonefritis: infección que provoca inflamación del parénquima renal,


producida por una infección ascendente del tracto urinario inferior

Infecciones de vías urinarias bajas:

Uretritis:

Inflamación, irritación de la uretra provocada


por una infección bacteriana o por un
problema estructural.

Cistitis:

Una infección de orina en bebes o niñas; si


no pasa de ser infección de las vías urinarias
bajas, es mas común en las niñas debido a la
manera de limpiarse.

Prostatitis:
Infección que provoca la inflamación de la próstata, ocasionado por el retroceso
de la orina infectada.

Los factores de esta infección son:


 Infecciones en la vejiga y el tracto urinario
 Infecciones frecuentes en cualquier parte del cuerpo
 Por anomalías congénitas en el tracto urinario
 Por tener una próstata de gran tamaño, pues al inflamarse mucho la
próstata cierra la uretra e impide la salida de la orina.

Síntomas de infecciones de vías urinarias bajas (ivub)

 Molestias supra púbicas


 Lumbalgia
 Espasmos vesicales
 Disuria
 Sensación urente de orinar
 Frecuencia urinaria
 Urgencia urinaria
 Nicturia
 Hematuria
 Piuria
 Orina mal oliente
 Temperatura elevada

Infecciones de vías urinarias altas:

Pielonefritis:
Infección del riñón, ocurre cuando existe un reflujo vesico-uretral (orina hacia
atrás). a consecuencia de las infecciones de vías urinarias bajas, pues se
ocasiona un estrechamiento en la uretra que impide el paso hacia la vejiga

Síntomas de la infección de vías


urinarias altas:

 Dolor en el flanco
 Riñón sensible, aumentado de
tamaño
 Sensibilidad costo vertebral
 Rigidez abdominal
 Fiebre
 Escalofrío
 Malestar general
 Anorexia
 Nauseas, vómitos
 Disminución de la diuresis
 Leucocitos elevados
 Cultivo de orina positivo

Tratamiento
 Antibioticoterapia determinada por el cultivo de orina y pruebas de
sensibilidad
 Ingesta forzada de líquidos, por vía oral o endovenosa
 Reposo en cama con un retorno gradual a las actividades según tolerancia
 Intervención quirúrgica, para la obstrucción
 Los baños de asiento y el calor pueden aliviar las molestias.

Cuidados de enfermería

 Para prevenir las recidivas es indispensable la educación de los pacientes:


 Limpiase de adelante hacia atrás después de cada defecación
 Tomar abundantes líquidos, sobre los tres litros, salvo a contraindicación
 Llevar ropa interior de algodón. Evite llevar pantalones muy ajustados
 Proporcionar una buena higiene perineal; mantener la piel limpia y seca
 Valorar la temperatura cada cuatro horas y registrar
 Observar las características de la orina
 Administración de antibióticos según prescripción
 Obtener muestras repetidas de orina, a fin de realizar cultivos y pruebas de
sensibilidad, para determinar la respuesta de la terapia
 Medir y anotar la diuresis en cada micción
 Palpar la vejiga cada cuatro horas para determinar si existe distensión.
Proporcionar una zona bien iluminada a los pacientes con nicturia.
 Instruir al paciente para que evite el consumo de café, té, cola y bebidas
alcohólicas
 Valorar la naturaleza, intensidad, localización, duración de factores
desencadenantes y paliativos del dolor
 Proporcionar medidas de bienestar no farmacológicas: ayudar a los
pacientes a asumir una posición cómoda, proporcionándoles baños de
asiento y compresas perineales calientes, enseñarles técnicas de
relajación, visualización y o actividades de diversión.

Fármacos:
 Terapéutica antibiótica
 Antisépticos del tracto urinario
 Analgésicos
 Antiespasmódicos
 Barbitúricos
 antimicrobianos

Las infecciones del tracto urinario (ITU) son un proceso inflamatorio


determinado por la invasión y multiplicación de cualquier microorganismo
desde la uretra hasta el riñón. Con una prevalencia del 40 %, la ITU es la
infección nosocomial más frecuente y el origen más importante de sepsis por
gramnegativos en pacientes hospitalizados.

En dependencia de la etiología y la patogenia de la ITU, así se impondrá el


tratamiento farmacológico adecuado, teniendo en cuenta si el paciente
presenta una ITU baja, alta, complicada o no complicada.

El objetivo del tratamiento es erradicar los síntomas, prevenir las recidivas,


evitar la cronicidad y esterilizar la orina;
Los fármacos de elección utilizados en las ITU son las quinolonas, las
sulfonamidas, el cotrimoxazol y como alternativas de tratamientos están la
nitrofurantoína, las cefalosporinas, amino penicilinas y aminoglucósidos.

Pruebas y exámenes

Se necesita una muestra de orina para diagnosticar una infección urinaria en


los niños. La muestra se examina bajo un microscopio y se envía a un
laboratorio para realizar un urocultivo.

En los niños que no tienen control de esfínteres, obtener una muestra de orina
puede ser difícil. El examen no puede hacerse usando un pañal mojado. Las
posibles maneras de recoger una muestra de orina en niños muy pequeños
abarcan:
 Bolsa de recolección de orina: se coloca una bolsa plástica especial sobre
el pene del niño o la vagina de la niña para recoger la orina; éste no es el
mejor método debido a que la muestra puede contaminarse.
 Urocultivo en muestra por sondaje: una sonda plástica (catéter) puesta
dentro de la punta del pene en los niños o directamente dentro de la uretra
en las niñas, recoge la orina directamente de la vejiga.
 Recolección de orina suprapúbica: se coloca una aguja a través de la piel
de la parte baja del abdomen y los músculos, dentro de la vejiga, y se utiliza
para recoger la orina.

Si ésta es la primera infección urinaria de su hijo, se pueden llevar a cabo


exámenes imagenológicos especiales para averiguar por qué se presentó la
infección o para ver si hay algún daño al riñón. Los exámenes pueden abarcar:

 Ecografía del riñón.


 Radiografía tomada mientras el niño está orinando (cistouretrograma
miccional).

Estos estudios se pueden efectuar mientras el niño tiene una infección. La


mayoría de las veces se hacen de semanas hasta varios meses después.

El médico considerará muchas cosas al decidir si y cuándo se necesita un


estudio especial, incluyendo:

 ¿Cuál es la edad del niño? (Los lactantes y niños pequeños generalmente


necesitan exámenes de control.)
 ¿Ha tenido el niño infecciones en el pasado?
 ¿Es grave la infección?
 ¿Tiene el niño otras enfermedades?
 ¿Tiene el niño un problema con la médula espinal o defectos en las vías
urinarias?
 ¿Ha respondido el niño
rápidamente a los antibióticos?

Tratamiento

En los niños, las infecciones


urinarias deben tratarse
rápidamente con antibióticos para
proteger los riñones. Cualquier
niño de menos de 6 meses o que
tenga otras complicaciones debe
ser visto por una especialista
inmediatamente.

Los bebés más pequeños


normalmente permanecerán hospitalizados y se les administrarán antibióticos a
través de una vena. Los bebés mayores y los niños se tratan con antibióticos
por vía oral. Si esto no es posible, son ingresados al hospital, donde les
administran antibióticos por vía intravenosa.
Es importante que su hijo tome mucho líquido durante el tiempo en que tenga
una infección urinaria.

Algunos niños se pueden tratar con antibióticos por períodos largos de tiempo
(hasta 6 meses a 2 años). Este tratamiento es más probable cuando el niño ha
tenido infecciones repetitivas o una afección llamada reflujo vesicoureteral, la
cual provoca que la orina se devuelva hacia los uréteres y los riñones.

El médico también puede recomendar antibióticos en dosis bajas después de


que los primeros síntomas hayan desaparecido. Este tipo de tratamiento es
menos común ahora de lo que alguna vez fue.

Los antibióticos frecuentemente empleados en los niños abarcan:

 Amoxicilina o amoxicilina/ácido clavulánico (Augmentin)


 Cefalosporinas
 Doxiciclina (no debe usarse en niños menores 8 años)
 Nitrofurantoína
 Trimetoprim con sulfametoxazol

Se pueden necesitar urocultivos de control para constatar que las bacterias ya


no estén más en la vejiga.

Meningitis

Es la inflamación de las
meninges. Las
meninges son unas
membranas que cubren
el sistema nervioso
central, es decir el
cerebro y la médula
espinal. Las meninges
están bañadas en un
líquido (líquido cefalo-
raquídeo) y protegen el
cerebro.

Causa

La inflamación de las meninges, en prácticamente todos los niños con


meningitis, está causada por una infección. Los gérmenes responsables de las
infecciones que pueden ocasionar meningitis, salvo muy raras excepciones,
son virus o bacterias. 
Las meningitis causadas por virus (meningitis virales) son las meningitis más
frecuentes de la infancia. Más del 90% de estas meningitis están causadas por
virus pertenecientes al grupo llamado de los enterovirus y la evolución y el
pronóstico, salvo casos excepcionales, son favorables. Este tipo de meningitis
suele presentarse de forma de epidemias fundamentalmente, finales de
primavera y, ocasionalmente, en otoños.
Las meningitis causadas por
bacterias (meningitis
bacterianas) son menos
frecuentes.

Las bacterias implicadas con


mayor frecuencia en nuestro
medio son: neumococo,
meningococo (tipos B y C) y,
menos, haemophilus
influenzae tipo b. La
meningitis bacteriana es una
enfermedad extremadamente
grave, de ahí los esfuerzos
médicos en intentar por un
lado erradicarla (por medio de vacunas incluidas en el calendario de vacuna:
anti-haemophilus influenzae tipo b, y, por otro, tratarla de manera agresiva una
vez adquirida. Este tipo de meningitis es más frecuente en los meses
invernales. 

Diagnostico

La presentación de la meningitis es diferente en función de que se trate de una


meningitis viral o bacteriana, y también en función de la edad del niño. Hay que
recordar, de todas maneras, que, en su fase inicial (las primeras horas) una
meningitis es indistinguible de una infección viral sin importancia.

 Un niño mayor con una meningitis viral suele referir dolor de cabeza
intenso y presentar vómitos y fiebre, que generalmente suele ser
moderada. 
 Si es un niño pequeño, la cefalea es sustituida por una sensación de
irritabilidad (llanto continuo). 

Los niños pueden estar así varios días. 

 Un niño mayor con una meningitis bacteriana presenta dolor de cabeza,


vómitos y fiebre generalmente elevada. En estas primeras horas puede
ser indistinguible de un proceso gripal. En pocas horas, el estado del
niño empeora de manera llamativa (decaimiento, tendencia al sueño),
además de persistir los síntomas iniciales. En ocasiones, aparecen
manchas en la piel.
 Un niño pequeño con una meningitis bacteriana presenta, en las
primeras horas síntomas que similares a los que provocan otros
procesos infecciosos sin importancia: fiebre, vómitos e irritabilidad. En
pocas horas, comienza a predominar el decaimiento y el niño comienza
a presentar mal aspecto, apareciendo, en ocasiones, manchas en la
piel. 

Cómo confirmar el diagnóstico

Cuando un niño tiene una meningitis, además de la inflamación de las


meninges, el líquido cefalo-raquídeo que baña las mismas también se altera.
Para realizar el diagnóstico se requiere examinar el líquido cefalo-raquídeo que
baña las meninges del paciente. Para conseguir una muestra de este líquido,
es necesario hacer una punción lumbar. Esta punción consiste en pinchar al
niño en un espacio situado entre 2 vértebras en la parte baja de la columna
vertebral (columna lumbar). Así se obtiene una muestra de ese líquido, cuyo
análisis confirmará o descartará la existencia de una meningitis. El análisis de
este líquido también es útil para diferenciar si un niño padece una meningitis
viral o bacteriana.

La decisión de realizar una punción lumbar la toma el médico tras una


exploración minuciosa del niño. 

Acciones de enfermería

 Si pensamos que un niño puede tener una meningitis, debemos acudir


rápidamente a un hospital.
 No todos los niños que presenten un dolor de cabeza discreto, vómitos y
fiebre deben acudir a un hospital. En la gran mayoría de las ocasiones
se tratará de enfermedades banales (infecciones virales, procesos
gripales,...) o enfermedades menos severas (neumonía, infección del
tracto urinario,...) que pueden ser diagnosticadas por el pediatra habitual
del paciente. 
 En cambio, si el niño presenta un deterioro del estado general
(tendencia al sueño, le cuesta responder o hablar espontáneamente,...)
es recomendable consultar con rapidez en un Servicio de Urgencias.

¿Qué es lo que no debemos hacer? 

Sin consultar previamente con el pediatra, no administraremos al niño


antibióticos. Si el niño presenta dolor de cabeza, vómitos y fiebre es bueno
consultar, pero no administrar un antibiótico por nuestra cuenta. En el caso de
que el niño padezca un proceso viral, el antibiótico no tiene ninguna utilidad y,
si el niño padece una meningitis, un antibiótico por vía oral no cura jamás a un
paciente y, en cambio, puede dificultar el llegar a un diagnóstico correcto.

¿Cómo se trata?

 Meningitis viral: un niño con una meningitis viral requiere reposo, tomar
líquidos abundantes y
analgésicos
(ibuprofeno o
paracetamol). 
 En el caso de que un
niño presente cefalea
muy intensa o vómitos
repetidos es necesario
el ingreso transitorio en
el hospital para
administrar líquidos y/o
analgésicos
intravenosos. 
 Meningitis bacteriana: el tratamiento será siempre hospitalario. El niño
debe ingresar en un Hospital para ser tratado y observado. Incluso, en
ocasiones, los niños requieren permanecer las primeras horas en una
Unidad de Cuidados Intensivos. 

¿Cómo prevenir?

Vacunaciones: el desarrollo de ciertas vacunaciones ha conseguido


prácticamente erradicar algunas enfermedades, no sólo algún tipo de
meningitis bacteriana. Es el caso de la vacuna anti-haemophilus influenzae tipo
b (anti-Hib). Esta vacuna fue introducida hace ya años en nuestro calendario
vacunal habiendo disminuido dramáticamente la incidencia de meningitis por
este germen..

Desgraciadamente aún no se dispone de vacuna frente a los gérmenes que


ocasionan la  meningitis bacterianas frecuentes en nuestro medio: 
meningococo tipo B. No existe vacunación frente a los virus causantes de
meningitis virales.

 Contacto con meningitis virales: no se requiere ninguna medida especial.


 Contacto con meningitis bacterianas: en caso de contactos estrechos
(convivientes o compañeros de aula escolar) con niños que padecen una
meningitis bacteriana por meningococo (tipos B y C) o haemophilus
influenzae tipo b, está indicada la administración de un antibiótico profiláctico
lo antes posible (a ser posible, en las primeras 24 horas).

Esto no sucede en el caso de que la meningitis bacteriana esté causada por un


neumococo.

Tras recibir el alta hospitalaria, un niño que ha padecido una meningitis


bacteriana puede reincorporarse a su vida habitual (familia, colegio,...), sin
ninguna medida especial. 

Vigilancia de los niños que han contactado con un paciente con meningitis
bacteriana: los niños que han contactado con una meningitis bacteriana en su
escuela, jardín o su familia deben ser observados. Los niños expuestos que
comiencen con un proceso febril requieren una valoración inmediata por un
pediatra.

¿La meningitis tiene secuelas?

 Meningitis virales: son prácticamente inexistentes, y las raras excepciones


se dan en los niños más pequeños. Aun en estos últimos la curación sin
secuelas es la norma. 
 Meningitis bacterianas: una meningitis bacteriana no tratada es una
enfermedad devastadora que conduce a la muerte o deja unas secuelas
neurológicas muy graves. 
 Hoy en día, con una tratamiento adecuado y rápido, la mortalidad se sitúa
alrededor del 4-5% de los pacientes y las secuelas observadas con mayor
frecuencia son la afectación de la audición y pequeñas discapacidades
intelectuales.

Todos los niños menores de 2 años de edad deben recibir la vacuna


antineumocócica conjugada. La vacuna debe aplicarse a los 2, 4, 6 y el
refuerzo entre los 12 a 15 meses de edad. Si se inicia su aplicación después
del año, sólo se aplica una dosis. También se les debe aplicar a los niños entre
los 2 y los 5 años, en especial a los que tienen algún problema de salud que los
hace estar en riesgo de adquirir el neumococo.

Encefalitis

Es la irritación e hinchazón (inflamación) del cerebro, casi siempre debido a


infecciones.

Causas, incidencia y
factores de riesgo
La encefalitis es una
enfermedad poco común. Se
presenta casi siempre en el
primer año de vida y
disminuye con la edad. Las
personas muy jóvenes y los
ancianos son más propensos
a presentar un caso grave.

La causa más frecuente de la


encefalitis es una infección
viral y muchos tipos de virus
la pueden provocar. La
exposición a los virus puede suceder a través de:

 Inhalación de las gotitas respiratorias de una persona infectada


 Alimentos o bebidas contaminados
 Picaduras de mosquitos, garrapatas y otros insectos
 Contacto con la piel

Los diferentes virus se presentarán en diferentes lugares y muchos casos


tenderán a agruparse en una cierta temporada.

La encefalitis causada por el virus del herpes simple (virus de la familia


Herpesviridae) es la causa principal de los casos más severos en todas las
edades, incluyendo los recién nacidos.

Muchos de los virus para los cuales ahora hay una vacuna también pueden
causar encefalitis, como:

 Sarampión
 Paperas
 Polio
 Rabia
 Rubéola
 Varicela

Otros virus que pueden causar encefalitis abarcan:

 Adenovirus ((Adenoviridae) son una familia de virus que infectan


tanto humanos como animales. Los adenovirus fueron aislados en
las adenoides (amígdalas) de los humanos, de donde deriva el nombre.)
 Virus de Coxsackie (coxsackievirus, o virus de Coxsackie, es
un virus perteneciente a la familia Picornaviridae, del género
Enterovirus.)
 Citomegalovirus (citomegalovirus (CMV), es una forma de herpesvirus;
en humanos es conocido como Human herpesvirus 5 (HHV-5).
Pertenece a la subfamilia Betaherpesvirinae de la familia Herpesviridae.
Su nombre alude al aumento de tamaño que se observa en las células
infectadas producto del debilitamiento del citoesqueleto.)
 Virus de la encefalitis equina oriental (Las encefalomielitis equinas son
virosis febriles del caballo y el hombre con implicación variable de SNC,
transmitidas
por mosquitos, propias
del continente
americano y causadas
por agentes del
género Alphavirus.)
 Ecovirus
(Un Echovirus es un tipo
de virus ARN que
pertenece al
género Enterovirus de
la familia Picornaviridae.
Se encuentran en el
tracto gstrointestinal (de ahí el nombre del género Enterovirus) y su
exposición es causa de enfermedades e infecciones oportunistas.)
 Virus del Nilo occidental (El WNV West Nile virus crece y se propaga de
un ave a otra a través de mosquitos infectados. Si los mosquitos
infectados con el virus pican a loscaballos o a los humanos, el animal o
la persona pueden enfermarse. )

El virus causa inflamación del tejido cerebral. Este tejido se hincha (edema
cerebral), lo cual puede destruir neuronas, provocar sangrado en el cerebro
(hemorragia intracerebral) y daño cerebral.

Otras causas de encefalitis pueden abarcar:

 Una reacción alérgica a vacunas


 Enfermedad autoimmunitaria
 Bacterias como la de enfermedad de Lyme (Borrelia burgdorferi es
una especie de bacteria de la clase Spirochaetes y del género Borrelia.
Bacterias patógenas que puede sobrevivir sin hierro, sustituyendo todas
las enzimas de la familia hierro-sulfuro con enzimas que contienen
manganeso, evitando el problema que tienen muchas bacterias
patógenas para conseguir el hierro. ), sífilis y tuberculosis
 Parásitos como nematodos, cisticercosis y toxoplasmosis en pacientes
con SIDA y otras personas que tengan un sistema inmunitario debilitado
 Efectos del cáncer

Síntomas
Algunos pacientes pueden tener
síntomas de un resfriado o de
una infección estomacal antes
de que los síntomas de
encefalitis comiencen.

Cuando un caso de encefalitis


no es muy severo, los síntomas
pueden ser muy similares a los
de otras enfermedades,
incluyendo:

 Fiebre que no es muy alta


 Dolor de cabeza leve
 Baja energía e inapetencia

Otros síntomas abarcan:

 Torpeza, marcha inestable
 Confusión, desorientación
 Somnolencia
 Irritabilidad o poco control del temperamento
 Sensibilidad a la luz
 Rigidez del cuello y de la espalda (ocasionalmente)
 Vómitos

Los síntomas en los recién nacidos y niños pequeños pueden no ser tan fáciles
de reconocer:

 Rigidez en el cuerpo
 Irritabilidad y llanto con más frecuencia (estos síntomas pueden
empeorar cuando se recoge al bebé del suelo)
 Alimentación deficiente
 La fontanela en la parte superior de la cabeza puede sobresalir más
 Vómito

Síntomas de emergencia:

 Pérdida del conocimiento, baja reacción, estupor, coma


 Debilidad muscular o parálisis
 Crisis epiléptica
 Dolor de cabeza intenso
 Cambio repentino en las funciones mentales:
o estado de ánimo "llano", ausencia de estado de ánimo ostensible
o temperamento inadecuado para la situación
o deterioro de la capacidad de discernimiento
o inflexibilidad, egocentrismo extremo, incapacidad para tomar
decisiones o apatía hacia la interacción social
o menor interés en las actividades diarias
o pérdida de la memoria (amnesia), deterioro de la memoria a corto
o a largo plazo

Signos:

 Reflejos anormales
 Aumento de la presión intracraneal
 Confusión mental
 Úlceras bucales
 Debilidad muscular
 Rigidez del cuello
 Signos en otros órganos como el hígado y los pulmones
 Erupción cutánea
 Problemas del habla

Exámenes:

 Resonancia magnética del cerebro


 Tomografía computarizada de la cabeza
 Cultivo de líquido cefalorraquídeo, hemocultivo o urocultivo (sin
embargo, este examen en pocas ocasiones es útil)
 Electroencefalograma ( EEG)
 Punción lumbar y examen de líquido cefalorraquídeo
 Exámenes para detectar anticuerpos contra un virus (pruebas
de serología)
 Exámenes para detectar cantidades diminutas del ADN de un virus
(reacción en cadena de la polimerasa o PCR, por sus siglas en inglés)

Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son brindarle al paciente cuidados
complementarios (reposo, nutrición, líquidos) para ayudarle al cuerpo a
combatir la infección, y aliviar los síntomas. A las personas con estados de
confusión o delirio les puede servir la reorientación y el apoyo emocional.

Los medicamentos pueden abarcar:

 Medicamentos antivirales, como aciclovir (Zovirax) y foscarnet


(Foscavir), para tratar la encefalitis por herpes u otras infecciones virales
severas (sin embargo, en la mayoría de los casos, no hay medicamentos
antivirales específicos disponibles para combatir la infección).
 Antibióticos si la infección es provocada por ciertas bacterias.
 Anticonvulsivos, como la fenitoína, para prevenir crisis
epilépticas (convulsiones).
 Esteroides (como la dexametasona) con el fin de reducir el edema
cerebral en algunos casos.
 Sedantes para tratar irritabilidad o inquietud.
 Paracetamol (acetaminofeno) para la fiebre y el dolor de cabeza.

Si la función cerebral resulta gravemente afectada, se pueden requerir


intervenciones como la fisioterapia o la terapia del lenguaje, después de que la
enfermedad esté controlada.

Pronóstico
El pronóstico varía. Algunos casos de esta enfermedad son leves, cortos y la
persona se recupera por completo; mientras que otros casos son graves y
pueden ocasionar deterioro permanente o posiblemente la muerte. La
fase aguda de la enfermedad dura normalmente de 1 a 2 semanas, con
desaparición gradual o súbita de la fiebre y de los síntomas. Algunas personas
pueden tardar varios meses para una recuperación completa.

Complicaciones
El daño cerebral permanente puede ocurrir en casos severos de encefalitis y
puede afectar:

 La audición
 La memoria
 El control muscular
 La sensibilidad
 El lenguaje - La visión

Prevención
Los niños y los adultos deben evitar el contacto con alguien que tenga
encefalitis.

El control de los mosquitos (una picadura de mosquito puede transmitir algunos


virus) puede reducir la posibilidad de que algunas infecciones puedan llevar a
que se presente encefalitis.

 Aplique un repelente de insectos que contenga el químico DEET cuando


salga a áreas abiertas (pero nunca use productos con DEET en bebés
menores de dos meses).

Vacune los animales para prevenir la encefalitis causada por el virus de la


rabia.

Las vacunas humanas que están disponibles abarcan:

 Una vacuna para prevenir una forma de encefalitis viral que a menudo
afecta a las personas que viven en dormitorios o en el ejército.
 Herpes zóster.
 Sarampión.

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