Maria Camila Espíndola

Maria Camila Espíndola

Tutor: Camilo Ordoñez Robayo

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
Facultad de Artes Visuales

Bogotá, Colombia
2018
 CONTENIDO

Introducción 4

GERMINANDO LA RUTA 5

-Impulso vital
-Re-conociendo el territorio
Remembranzas botánicas: 11

-Deseo al viento
-La yerba de la buena suerte 16
-Mirar, pero no tocar 18

-Otras hierbas

-La planta buena para todo 19

-Contra olvido
-El árbol bendito 20
-El árbol mala fama

HERBOLARIO NÓMADA 21
-Sobre herbarios y herbolarios.
Buscanzo la raíz 22

-Un viejo Mundo Nuevo

-Mujeres que curan
-Travesía en busqueda de la raíz
-Archivo
Grieta en floración 32

- Identificadores de flora urbana

-Intervenciones

SE ABREN CAMINOS 34

BIBLIOGRAFÍA 35
Introducción
A partir de determinadas experiencias
personales a bordo de una bicicleta y, pa-
ralelamente, a través de la conexión que
he establecido con el reino de las plantas,
nace CiclOfficinalis como un proyecto
que tiene la necesidad de revitalizar la
unión de dos elementos que se han ve-
nido entretejiendo en mi diario vivir: la
bicicleta y las plantas de poder. La inten-
ción del proyecto surge desde un impulso
vital por explorar el territorio por medio
del uso de la bicicleta y a su vez, dar
cuenta de las relaciones que se estable-
cen con el entorno en la experiencia de
viaje. Me propongo desarrollar trabajos y
prácticas que reúnan mis intereses como
artista gráfica y viajera; de esta man-
era CiclOfficinalis se plantea como una
colección de material gráfico que surge
a partir de la observación, evidencia
los procesos, aprendizajes y resultados
de determinados recor-
ridos rurales y urbanos.
Dicha colección obedece a diferentes mo-
mentos importantes en este andar que ex-
pondré a lo largo de este texto, en la prim-
era parte, “Germinando la ruta”, presento
una suma de trabajos que conforman
parte importante del origen de CiclOffici-
nalis, ya que se vinculan directamente
con el recorrido, la bicicleta y las plantas
siendo estas las nociones principales en
este proyecto. La segunda parte, “Herbo-
lario nómada” se propone como un ejer-
cicio de exploración y al mismo tiempo
de registro de un recorrido premeditado
que busca llegar al territorio materno, en
búsqueda de mis raíces y los saberes ru-
rales en torno a las plantas en ese lugar.
4
La última parte “Grieta en floración”,
reúne el vínculo que he establecido con
el territorio urbano en Bogotá, por me-
dio de acciones como recorridos e in-
tervenciones, que tienen como finalidad
el reconocimiento y la reconexión con
las propiedades mágicas y curativas de
plantas comunes que se encuentras en
calles y jardines de la ciudad. Con este
proyecto se busco reconocer, preservar y
compartir mis experiencias alrededor del
uso de la bicicleta y de las plantas, como
herramientas para cuestionar hábi-
tos comunes del modo de vida actual.
CiclOfficinalis se define como la unión
entre el concepto: “cicla” y el termino: of-
ficinallis, cuyo significado es la propie-
dad curativa que se le atribuye al nom-
bre científico de un grupo determinado
de plantas1, enlazando así dos palabras
que declaran el uso de la bicicleta como
un medio terapéutico. La intención es
articular experiencias pasadas y nue-
vas entorno al andar en bicicleta. Por un
lado, está la noción de ir al encuentro,
la necesidad del uso del cuerpo como eje
fundamental para transitar el territorio,
visitar parajes y abordar experiencias
planeadas o inesperadas; por otro lado,
la noción de recolectar saberes, desde
donde surge la necesidad por acercarme
a los conocimientos heredados gen-
eracionalmente, que me relacionan con
la tierra y el uso de plantas de poder.
1 Este epíteto latino medieval que denota especies —principalmente plan-
tas— con usos en la medicina y herbolaria, fue acuñado por Carlos Linneo
en 1975 cuando invento el sistema binomial de nomenclatura de su Systema
Naturae
GERMINANDO
la ruta
Impulso vital
Las nociones de exploración y de recorrido
han estado presentes a los largo de mis pro-
cesos de creación, permitiéndome entrar
en contacto con el entorno de una manera
más directa. Esta primera parte hace ref-
erencia a dos cuestiones cruciales que me
interesa vincular, primero: la germinación,
como punto de partida; y segundo: la ruta,
como camino.
Primero, surge la germinación como brote
que manifiesta un inicio, una aparición, un
despertar; que en este proyecto busca en-
raizarse al arraigo de la tierra, al territorio
que pisamos y recorremos a diario. A través
de las radículas que asoman en el pro-
ceso, brota la germinación como despliegue
del potencial vital que se esconde entre la
semilla pero lo que germina no es solo la
semilla, germina un inicio, un camino, un
destino por explorar y los encuentros en
este tránsito que se puedan dar.
Ejecutar un recorrido es manifestar la
búsqueda de algo que se intuye, algo que se
presiente, inicialmente puede ser un acto
sin pretensión (un simple tránsito desde un
punto A hasta un punto B) que surge en el
día a día en la cotidianidad. Pero, a medida
que se repite, resulta no ser un simple de-
splazamiento sino un acto introspectivo y
una manera consciente de relacionarse con
el entorno. Es así como nace la idea inicial
de este proyecto.
He germinado recorridos a través del andar.
Llevo movilizándome en cicla casi a diario
en los últimos 6 años, y puedo afirmar que
en el acto de salir a pedalear he encontra-
do un medio revitalizador con el entorno,
donde se abren nuevos espacios, nuevos
parajes, nuevos encuentros con la ciudad.
5
A través de este andar me he vuelto una
habitante errante recorriendo rutas que
conectan el paisaje urbano con el rural.
Al avanzar kilómetros en carretera y atrave-
sar departamentos enteros para llegar a al-
gún destino o simplemente a diario atrave-
sando la ciudad, el oficio de usar la bicicleta
como medio tanto de transporte como de
ocio, de escape o de conexión, me ha per-
mitido reflexionar sobre mi noción de habi-
tar los caminos, es a partir de este punto
de partida donde encuentro nociones a fines
con un texto del músico y activista David
Byrne, quien centrando su interés en el uso
de la bici como herramienta para conectarse
con la ciudad, redactó su libro Diarios de
bicicleta donde, bajo una perspectiva socio-
cultural, relata su experiencia recorriendo
diferentes ciudades del mundo en cicla.
Es a raíz de la introducción del texto donde
enlazo su postulado con el punto de par-
tida anteriormente planteado donde Byrne
(2009) afirma “para mí la sensación física
del transporte auto impulsado, junto con
la impresión de autocontrol inherente a
esta situación sobre dos ruedas, tiene un
efecto vigorizante y tranquilizador… Suena
como una forma de meditación y de alguna
manera lo es… Es una actividad repetitiva,
mecánica, y distrae y mantiene ocupada
la parte consciente de la mente… Eso fa-
vorece un estado mental que permite que
una parte, aunque no demasiado grande,
del inconsciente fluya. Para quien crea
que una parte importante del origen de su
trabajo y de su creatividad se debe a ese
fluir, este es un buen sitio donde buscar
esa conexión.” (p. 7).
El estado mental inconsciente al que se re-
fiere Byrne, se plantea entonces como un
medio que permite conectar el impulso vital
interior con el exterior, el cual surge desde
un proceso de introspección que se da desde
la cotidianidad, y el cual remite a ciertas
nociones de deambulación que establecieron
los situacionistas en sus ejercicios a través
de derivas.
En la lectura de “Walkscapes, el andar como
practica estética” del arquitecto italiano
Francesco Careri (2002: pág 68), se enun-
cian respecto al acto deambulativo afirma-
ciones como la siguiente:
“La deambulación consiste en alcanzar,
mediante el andar, un estado de hipnosis,
una desorientadora pérdida de control. Es
un médium a través del cual se entra en
contacto con la parte del inconsciente del
territorio.”
La bicicleta entonces es el medium en el
que declaro mi estado constante de deam-
bulación, de exploración. Al mando de ella
me apropio de la experiencia de transitar la
ciudad y otros lugares que pueda habitar, y
de esta manera poder contactarme de otra
manera con el espacio.
Reconociendo el territorio
Andar o pedalear son acciones cotidianas,
que al ser usadas de una manera consiente,
abren una brecha, una nueva mirada, un
llamado a eso que permanece oculto todavía
en el territorio. De esta forma el territorio
se puede entender de múltiples maneras, el
territorio físico que pisamos a diario, el ter-
ritorio de nuestro cuerpo, el territorio donde
habitamos, donde deambulamos, etcétera.
Todos estos territorios recorridos y que se
mimetizan al andar, me hacen entender el
andar desde sus múltiples posibilidades.
Desde que tengo memoria, he sentido la ex-
ploración como un llamado constante al des-
cubrimiento de lugares, historias y nuevos
aprendizajes. En especial al encuentro de
ecosistemas naturales como paramos, desi-
ertos, montañas y volcanes, con los cuales
he podido establecer contacto por medio
del andar a pie o en bicicleta. Estos lugares
han despertado un interés a vincularlos a
varias facetas de mi exploración como ar-
tista, desde lo experiencial, lo simbólico y
lo representativo.
germinando la ruta
¬En mayo del 2015 emprendí una serie de
exploraciones a los cerros orientales de Bo-
gotá, esta extensa cadena montañosa ha
despertado un gran afecto desde mi niñez,
pues además de representar un espacio sim-
bólico del territorio bogotano para poder ubi-
carse espacialmente, crecí observando su
imponencia desde la ventana de mi casa, su
despliegue monumental siempre me remitió
a la superficie de la columna vertebral de
un prehistórico reptil que reposa adorme-
cido, camuflado en el habitual paisaje de
la ciudad.
El impulso por explorar este vasto territorio,
que siempre ha permanecido presente para
mí pero a la vez completamente desconocido
me ha llevado a introducirme en él. De esta
manera hice visitas donde, por medio de
caminatas, recorridos y exploraciones, re-
alicé una serie de acciones que fueron emer-
giendo espontáneamente a medida que en
el andar y, en cada recorrido, se establecía
una conexión con el ecosistema visitado. El
rumbo del proyecto “Paisaje en transito”,
tuvo diversas transformaciones, el resultado
final desembocó en el uso de mi cuerpo por
medio de un happening. De esta manera me
dispuse al paisaje desnuda, entregándome
a la inmensidad de la montaña emulando la
visita que hacían los antiguos habitantes de
la sabana a lo alto de los cerros para ofrecer
sus rituales y pagamentos a los astros, pues
allí, se está más cerca de ellos.
6
 (fig. 1) “Paisaje en transito”, 2015, Fotografía digital.
Se realizaron una serie de rutas de ascenso
partiendo de la quebrada La Vieja, hasta
el Páramo del Verjon Alto a 3.300 m.s.n.m.
Arriba en el páramo hubo un punto estra-
tégico, una mirador sobre una roca, el cual
fue uno el sitio predeterminado para las
acciones rituales que se hicieron con el cu-
erpo. Entendiendo el rito como una acción
especial que cumple un ciclo determinado,
que nos lleva de la visión y la invocación a la
iniciación y finalmente a la transición de un
estado a otro, surge de este modo el interés
por vincular la noción del rito con el estado
de cambio permanente de las fases lunares.
El resultado fue un registro fotográfico de
un “Paisaje en transito”, el paisaje de mi
cuerpo, de las montañas mimetizadas en
un mismo escenario en un mismo andar,
de acciones donde el territorio de mi cuerpo
fue dispuesto al territorio de la montaña.
germinando la ruta
Las fotografías fueron intervenidas en un
montaje digital, donde las diferentes pos-
turas del cuerpo las relacione con las 4 fases
lunares principales, finalmente las imágenes
fueron reproducidas en cianotipia. (fig. 1).
Lo inquietante de iniciar una exploración
a un territorio que se desconoce, es la falta
de certeza de lo que pueda ocurrir en su
descubrimiento, la vitalidad de ir al encuen-
tro. Estar abierto a lo que pueda suceder, es
también una manera de auto-conocimiento,
una prueba, en especial cuando se trata de
destinos a los que nos es fácil llegar, una
conexión con el instinto. El acto de recor-
rer, al andar, resulta entonces ser un acto
vital. Al deambular, un paso llama a otro
paso para atravesar lugares impensados en
el territorio, de la misma manera ocurre en
el espacio bidimensional donde trazo a trazo,
se propician desplazamientos a un sin fin
de imaginarios.
7
Así, resultaron imágenes y proyectos en
diferentes medios gráficos, que aluden a
intereses específicos desde lo auto-expe-
riencial. Estos intereses se enfocaron en
hacer un acercamiento general a diversos
aspectos de la bicicleta desde su forma, sím-
bolo y significado. De esta manera surge la
noción de Bicidelia, que relaciona a la bici
como un medio para alterar la percepción
y el sentido.

Este concepto abarca una serie de explora-

ciones graficas alrededor de la cicla por me-
dio del diseño de tipografía, dibujos, y pub-
licaciones, en donde se dispone a la bici como
objeto de diseño, como medio de transporte,
como vehículo deportivo, curativo, como
caballo de acero, como puesto de trabajo,
como cómplice, como portal, como mecánica,
como un pájaro para montar, como un me-
dio de escape, como física mecánica, como
refugio, como una nave voladora, como barco
que naufraga en el asfalto, en conclusión: La (fig. 2.) “Bicidelia” Revista de ciclismo ur-
bicicleta como fenómeno que potencializa los bano.(Portada) 2015, Publicación impresa.
sentidos, capaz de generar transformación
interna, social y cultural.

Una de estas exploraciones gráficas que con-

sidero más sólida se encuentra en la fase
editorial de Bicidelia, donde desarrollé la pro-
puesta conceptual y visual de una revista de
ciclismo urbano.

La publicación propone una contenido que

en su primera parte evidencia los beneficios
físicos y emocionales de usar la bicicleta,
en la segunda y tercera parte pone en evi-
dencia personajes y ciudadanos que tienen
una relación especifica con la bici, (trabajo-
activismo). En la cuarta parte se desarrolla
la noción de una crónica sobre anécdotas y
en la parte final se presenta algún artista o
proyecto que trabaje alrededor del imaginario
de la bicicleta. (fig. 2, fig. 3, 4).

(fig. 3.) “Bicidelia” Revista de ciclismo ur-

bano.(Intro) 2015, Publicación impresa

germinando la ruta
8

(fig 4.) “Bicidelia Type” Diseño de familia
tipografica, 2013, Cartel 70x50 cms
Encuentro en la experiencia de trasladarse
en bicicleta un acto que genera una ap-
ertura interna, donde a partir de estímulos
físicos y emocionales se redescubren las no-
ciones del espacio, del tiempo y la manera
de ver y de sentir. Conceptos afines se en-
cuentran en el concepto de Ciclo-geografía
desarrollado por el artista, viajero y poeta de
la bicicleta, Álvaro Moreno Hoffman, quien
a partir de señalar que la bicicleta presta
un servicio al humano, deriva unas serie
de relaciones que se establecen en esa in-
teracción.
germinando la ruta
Una de estas nociones y en la que encuentro
especial afinidad, es el aspecto de Nomadolo-
gia que enuncia, definiendo la cicla como una
herramienta de constante flujo, que permite
recorrer el camino yendo de un lado al otro,
viviendo la experiencia interna que se genera,
estableciéndola como base fundamental del
paisaje rural y urbano, logrando relacion-
arse con el exterior y el interior propio. En el
texto Epistemología de la bicicleta, Hoffman
(2010) define:
“No es una actividad al servicio de intereses
competitivos, comerciales o espectaculares.
No se trata de llegar a una meta, de batir un
record o de desafiar a nada ni a nadie.
Prevalece el interés en el camino mismo,
en la experiencia actual del espacio tiempo,
en la búsqueda de sentido de los diferentes
lugares y en el disfrute pleno del recorrido
mismo. Es una práctica independiente, que
nos relaciona en forma inédita con el me-
dio ambiente, con la gente y con el propio
fenómeno interior.”
De esta manera, como a Hoffman, me inte-
resa postular la bicicleta en un nivel más
amplio al de un medio de transporte con-
siente. A medida que aumenté la práctica
de la bicicleta en mi vida, surgió una fijación
más detallada con el entorno que me rode-
aba. De esta manera, empecé a forjar una
nueva relación con la ciudad y también con
los espacios afuera de ella que he podido
vivenciar en salidas y viajes en bicicleta. Al
estar descubierto a nivel físico, impulsan-
do un vehículo de tracción humana, uno
se encuentra completamente expuesto. La
respuesta fisiológica de los sentidos se abre,
de esta manera la percepción del clima, la
temperatura, los olores, el tacto con el ter-
reno y lo que se observa tiene una impli-
cación directa en el sentir, disponiéndose
abiertamente a nuevas sensaciones, descu-
brimientos y destinos.
9
Comencé a observar lo que antes no había
visto, “nuevas” calles, callejones, calles cer-
radas, parques, esquinas, que improbable-
mente conocería si no fuera por el ejercicio
de explorar en la bicicleta. Y es un ejercicio
constante que sigo haciendo a diario, de esta
manera empecé a tener otra mirada sobre
lo que aparentemente era cotidiano. Fije mi
atención en los espacios que reverdecen en
medio del concreto y empecé a observar la
vegetación de la ciudad.
Cuando se empieza a sentir la naturaleza
que habita en las calles, uno se da cuenta
que está rodeado de diversos micro-ecosiste-
mas que se resisten al orden establecido por
la dictadura del asfalto. Cualquier esquina o
calle por inhóspito que parezca proporciona
una suerte de hábitat adecuada para deter-
minadas formas de vida que muchas veces
hasta pisamos sin darnos cuenta.
Pero no importa porque se propagan sin
piedad, pues siempre han estado y siguen
estando ahí, siendo cotidianas a nuestra mi-
rada, siendo comunes, ordinarias, habitu-
ales. Como señalaría Perec (2008) “Ya no lo
exótico, sino lo endotico” en su texto de Lo
infra ordinario, donde presta especial aten-
ción por interrogar lo habitual, proponiendo
una manera distinta de acercamiento a la
realidad y comprensión del mundo.
Al retroceder por las rutas que a diario ven-
go realizando en la ciudad desde hace var-
ios años atrás, encuentro que los primeros
acercamientos han surgido por un llamado
propio, un llamado intuitivo por acercarme
a determinadas plantas. He centrado mi
atención en jardines ajenos, en esquinas
comunes, separadores olvidados, en grietas,
caños y puentes donde emergen diversos ti-
pos de hierbas.
germinando la ruta
A medida que he aprendido a reconocerlas, al
acercarme a ellas he encontrado que tienen
diferentes características y me he sorpren-
dido con las propiedades y usos que hay de-
trás de cada una. También me ha inquietado
como he empezado a identificar plantas con
las que previamente establecí un vínculo an-
tes de haberlas encontrado en las calles de
Bogotá.
Siguiendo la preocupación que postula Perec
(2008), pero esta vez centrada en esa veg-
etación común, ordinaria que habita las
calles de Bogotá, cito un cuestionamiento
que enuncia el autor, y que representa la
hipótesis principal en CiclOfficinalis:
“Como hablar de esas cosas , máss bien,
¿como acorralarlas, como hacerlas salir?
Arrancarlas del caparazón al que permane-
cen pegadas, como darles sentido, un idi-
oma: que hablen por fin de lo existente, de
lo que somos.”
Una sabedora de plantas me decía: “cuando
más crece una planta en un determinado
territorio, es porque su población más la
necesita”. No es casualidad que la ubicación
estratégica en la que se encuentra el terri-
torio bogotano, sea un lugar idóneo para el
crecimiento y reproducción de plantas me-
dicinales. No es gratuito tener la presencia
de tantas plantas con infinitas propiedades
curativas al alcance. Tal vez esta vegetación
que no ha podido ser domesticada, brota del
asfalto para recordarnos sobre la condición
del ser salvaje, reivindicando nuestra pert-
enencia a la naturaleza y poniendo en evi-
dencia todo un mundo oculto por descubrir.
10
Remembranzas botánicas
De esta manera surge una primera trans-
formación en la mirada, la observación
surge como un acto intuitivo al momento
que percibo el entorno mientras monto en
mi bicicleta. Entrar en contacto con la ciu-
dad por medio de la acción de pedalear me
ha permitido establecer una conexión mas
profunda con sus calles, con sus habitantes
y no precisamente solo con los habitantes
humanos. En el plano vegetal bogotano hay
diversas comunidades de plantas que han
llamado mi atención, hice un listado de los
escenarios principales y surgieron tres lu-
gares determinantes en donde en donde con-
viven especies de plantas como aromáticas,
malezas o arvenses, frutales y un algunos
árboles en especial.
1. Jardines tradicionales Bogotanos:
(Afuera de casas, antejardines/ Aromáticas,
frutales, malezas).
2. Espacios verdes en calles:
(Separadores, parques, potreros/ Aromáti-
cas, frutales, malezas).
3. Asfalto puro:
(Muros, alcantarillas, puentes, andenes/
Malezas, frutales).
Estos espacios los encuentro como lugares
de aprendizaje, donde por medio de la vista
,el tacto y el olfato he aprendido a identificar
determinadas especies. Con las cuales he
forjado un vínculo a nivel visual y sensitivo,
y el cual se hace explícito en las siguientes
remembranzas describiendo la relación que
ha surgido con cada una de estas plantas.
germinando la ruta
-DESEOS AL VIENTO (Diente de león)
Taraxacum Officinalis / Maleza, arvense,
silvestre, medicinal.
El viento es el médio propagador de esta
planta común que crece invasivamente en
calles, jardines, postes y separadores. Se en-
cuentra como la referencia principal de las
mal llamadas malas hierbas o malezas que
son, plantas silvestres que crecen libres de
la domesticacion humana abriéndose paso
duro en el asfalto.
Finalizaba mayo del 2016 y me encontraba
en recuperación luego de haber permane-
cido un mes hospitalizada por pielonefritis
(infección en las vías urinarias). Las sigu-
ientes dos semanas estuve incapacitada,
al regresar a casa recibí un envió especial
de parte de mi abuela materna, el encargo
provenía desde el jardín de su casa en el mu-
nicipio de La Calera. Eran hojas, tallos y flo-
res del común diente de león, mi abuela me
mando con mi madre una selección especial
de esta planta y me recomendó que tomara
a diario infusiones hasta que terminara mi
proceso de recuperación y así sucedió.
En ese lapso de tiempo en el que estuve “in-
troduciendo” el ejemplar a mi organismo,
investigué sobre las propiedades detrás de
esta poderosa planta, la cual ya distinguía
y veía a diario en cada calle de la ciudad,
de hecho, es una planta que me remite a mi
infancia y la cual habia tenido en cuenta en
la elaboración de algunos collages e ilustra-
ciones, sin embargo, desconocía sus usos.
Desde hace un tiempo atrás me ha inquieta-
do la naturaleza en la ciudad, a corta edad
cuando mi mamá me llevaba al jardín en las
mañanas, me enseñaba a identificar a los
copetones y las mirlas, aprendí a identificar-
los por su canto. Especies animales y veg-
etales se han adaptado al entorno urbano,
los escuchamos y vemos a diario, compar-
timos un mismo escenario un mismo lugar.
11
 (fig. 5) “Levitaciones de la niña-mirla” Collage digital.
Encuentro esencial la relación que se ha
entretejido entre plantas florales con algu-
nas aves e insectos, unos existen gracias a
los otros, insectos y aves nectarívoras par-
ticipan en ciclos vitales de las plantas co-
laborando en su polinización, permitiendo
así su reproducción y la consecuente for-
mación de frutos y semillas. En el collage
“Levitaciones de la niña-mirla” (fig. 5). Me
interesaba evidenciar ese ciclo permanente
a nuestro alrededor, el viento y las aves son
seres primordiales en el ejercicio de reverde-
cer la ciudad, en este escenario de carácter
onírico que plantée, destaqué al diente de
león mimetizándolo con la infraestructura
urbana. Nos sorprendemos por los ecosis-
temas vírgenes y áreas protegidas, pero a la
vuelta de la esquina tenemos una ciudad bi-
odiversa que sutilmente se resiste en medio
de los procesos de urbanización. El diente
de león es un gran ejemplo de esta resilien-
cia, esta planta común tiene la capacidad de
emerger y fortalecerse en entornos contami-
nados, lo que es un indicador claro de toda
la potencia de sus propiedades. Es símbolo
de resistencia, independencia y adaptación.
germinando la ruta
El diente de león abunda en las calles de
Bogotá, hace parte del paisaje cotidiano ur-
bano. Encontré que es una planta amarga,
tanto sus partes aéreas como sus raíces
tienen una gran cantidad de propiedades
curativas que aportan nutrientes al siste-
ma urinario, pues tiene propiedades diu-
réticas, depurativas y estimula el sistema
digestivo aumentando la secreción de bilis,
jugos gástricos beneficiando el hígado, los
riñones y el páncreas. En síntesis es una
de las plantas mas adecuada para la des-
intoxicación del organismo. Además es un
alimento nutritivo muy rico en potasio,
magnesio, calcio y otros minerales. Es tan
potente esta planta en todo su esplendor
que se encuentra presente en el imaginario
colectivo como una potente maleza, lo que ha
llamado la atención de la industria químico-
farmacéutica de Monsanto, ha encontrado
una oportunidad de negocio para vender un
producto enfocado en erradicar esta “mala
hierba”.
12
 (fig. 7), Pantallazo de la publicidad del producto.

En el comercial de promoción aparece es-

pecíficamente el diente de león siendo ex-
terminado por este nefasto producto y en la (fig 8.) “Su salud esta por el suelo”, 2011, Instalación
publicidad en redes sociales la acusan de ser
una “planta criminal” (fig. 7) me pregunto
Mientras comenzaba a informarme sobre
que pasaría si el conocimiento detrás de esta
las propiedades del dientes de león y a cues-
planta se empieza a propagar tal cual como
tionarme sobre las dimensiones sociales,
lo hace la misma planta en la ciudad? ¿Que
económicas, y culturales en que puede llegar
necesidad tiene el monopolio multinacional
a incidir esta planta, por esos mismos días
de Monsanto en señalar negativamente a
tomaba las infusiones y me recuperaba .
esta poderosa planta? ¿Que relación existe
Entre en dialogo con taraxacum officinalis,
entre estos entes de control alimentario y
que es el nombre científico que se le atribuye
entre la industria farmacéutica? ¿Acaso
al diente de león, me des atrasaba del mes
necesitan de un población enferma depen-
de ausencia académica y consecuentemente
diente de fármacos para que compren sus
me propuse a desarrollar un par de traba-
medicamentos?
jos para proyectos editoriales teniendo como
En contraste el artista bogotano Antonio protagonista a esta planta.
Caro se ha preocupado por dar cuenta de los
beneficios de esta maleza, en el 2001 Caro De esta manera surgió “HERBARIO” un con-
hizo tributo al diente de león por medio de tenedor botánico que contiene una sección
una obra donde resalto todas sus propie- con un herbario urbano ilustrado de plantas
dades medicinales por medio de volantes y (curativas y comunes) que se encuentran en
carteles que contenían dicha información. Bogotá y otra sección que contiene una “oda”
En Su salud está por el suelo (fig. 8.) visibi- a las plantas, poesía y dibujos orgánicos
lizó el estado silvestre de la planta a través (fig. 9). También surgió una compilación de
de registros fotográficos, montados en la imágenes buscadas en google referentes al
instalación tal cual a como se encuentra la diente de león.
planta en la ciudad: en el suelo.

germinando la ruta 13
Hice una determinada selección de la canti-
dad de imágenes y fotografías que apareci-
eron en la búsqueda, por lo visto el diente
de león además de propagarse en las calles
se propaga en las redes virtuales. A partir
de dichas imágenes planteé una narrativa
por medio de palabras y frases cortas que
aludían a un postulado de la planta hablan-
do en primera persona, expresando su es-
tado físico, curativo y simbólico desde una
mirada poética, el resultado fue el fanzine
“Habitando una flor”. (fig. 10, fig. 11).

(fig 9) “HERBARIO urbano ilustrado” (Cubierta), 2016, publicacion impresa,

!fig. 10) “Habitando una flor” (fanzine y stickers) 2016,

publicación impresa
germinando la ruta 14
(fig. 11) “Habitando una flor” (contenido) 2016, publicación impresa, 14x10 cms

desde el año 2000 generan encuentros co-

El diente de león es la más abundante de las
plantas urbanas. Su forma se ha inscrito
en un lugar común de imaginario gráfico, a
pesar de su imagen propagante, desconoc-
emos las poderosas propiedades que la hab-
itan. Esta planta también es la consigna
de “Echando lápiz”, proyecto artístico lo-
cal interesado en rescatar el conocimiento
popular de las plantas a través del dibujo.
Esta iniciativa se enuncia como un proyecto
colectivo y colaborativo coordinado por Ma-
nuel Santana y Graciela Duarte, quienes
15
munitarios a través del dibujo de la flora ur-
bana. Estos exploradores urbanos proponen
desarrollar una mirada poética a las plan-
tas que crecen en la ciudad, a partir de la
construcción de un diario de observaciones
que contiene un registro dibujado y escrito a
lápiz. El año pasado se desarrolló “Jardines
de maleza” un taller presencial organizado
por Echando lápiz y Maleza proyectos, en
el que tuve la oportunidad de ser asistente
del taller y poder entrar en contacto con el
colectivo.
Al final de cada sesión se hacía una retroali-
mentación donde se hablaba de las plantas
que cada uno había observado, generando
un espacio de diálogo para el intercambio
de anécdotas y saberes.
La participación en este taller me permitió
establecer los fundamentos con los que
plantearía mi proyecto de Trabajo de Grado,
pues además de tener elementos en común,
se despertaría mi interés por recolectar los
saberes populares en torno a las plantas,
transmitidos de manera oral, de esta manera
acercándome a las personas, estableciendo
un dialogo y dejando en un segundo plano
las fuentes oficiales bibliográficas y de In-
ternet.
Este principio me permite establecer una
recopilación de información primaria en el
proceso investigativo del proyecto, y en es-
pecial en lo que abarca la salida de campo
en el capítulo de “Buscando la raíz”.
-LA YERBA DE LA BUENA SUERTE
(RUDA)
Ruta Graveolens / Aromática, medicinal,
Los encuentros con las plantas se han dado
en las calles, en los parques, en las plazas,
me desvío de las rutas habituales y siempre
hay un nuevo encuentro. Las he invocado
dibujándolas, incluyéndolas en mis trabajos,
recogiéndolas de jardines ajenos. También
las encuentro manifestándose entre mis
sueños. Recuerdo sueños simbólicos y sue-
ños predictores con plantas. Una vez soñé
comiendo flores de páramo en el jardín de
mi abuela, a las pocas semanas visite sin
planearlo el parque de los nevados. El año
pasado soñé con una planta de hinojo que
brillaba, semanas después estaba sembran-
do hinojo en un taller de agricultura urbana.
He soñado con viveros en el interior de mi
taller, con tener frailejones en la sala.
germinando la ruta
Hace poco soñé con grandes plantas de ma-
cetas en la sala de mi casa, en cada esqui-
na habían diferentes plantas, reconocí una
planta de ruda. Era muy alta, tenia muchas
flores y estaba en un envase de vidrio con
agua, al observar los tallos veía que estaba
empezando a brotar raíces. En el sueño en-
tendí que eran esquejes que yo había puesto
en agua y me alegraba por que empezaron a
enraizar. El simbolismo onírico de esta plan-
ta remite a su significado en el uso popular,
donde se le atribuye el poder de neutralizar
las energías negativas, soñar con esta planta
en buenas condiciones simboliza la super-
ación de obstáculos y debilidades.
La ruda apareció en mi diario vivir, las
primeras veces que observé la planta fue
en el jardín de mi abuela, las primeras veces
que la use fue en floreros para decorar mi
mesa al participar en ferias. Fue un impulso
intuitivo, no me había tomado la molestia
de investigar sobre la planta solo sabia que
era de buena suerte tenerla cerca, luego
entendí que absorben la mala energía de
los lugares, si se marchita pronto la planta
da cuenta que el espacio estaba cargado y
la planta esta cumpliendo su tarea. Si la
planta permanece verde es indicio que no
hay negatividad cerca, hasta hoy día suelo
tener un florero con ruda en mi habitación
o espacio de trabajo. Hace poco la empecé a
tomar en infusión.
También le tengo buen agüero, desde hace
algunos años he participado en ferias de
publicaciones con productos gráficos que
diseño, allí la ruda me ha acompañado, pues
la pongo en floreros junto a los productos y
resulta que no hay feria que donde estando
la ruda me halla ido sin vender. Inicialmente
la compraba a algún vendedor ambulante
de yerbas o en plazas, pero desde hace un
tiempo procuro liberarla de algún jardín
cercano, pues leí que al tomar ruda ajena
se potencializan sus propiedades mágicas.
16
Es una planta amarga distinguida por su
fuerte olor, en Bogotá es común encontrarla
en floreros en negocios o tiendas , también
es muy común encontrarla en las entradas
de las casas y jardines de toda la ciudad.
Al transitar nuevas calles, nuevos jardines,
pedaleando a diario encuentro siempre nue-
vas rutas, nuevas rudas para saludar. La
presencia de la ruda es habitual en el uso
diario de la tradición popular bogotana,
cuando la veo en negocios y casas me he
acercado a preguntarle a la gente para que
la usan, y he obtenido respuestas similares:
Para atraer buena suerte, protección.

- Para alejar ladrones.

- Para espantar malos espíritus.
- Para atraer dinero, amor.
- Contra el mal de ojo, envidia.

También hace parte del listado de plantas

para baños de limpieza energética, como
lo es el baño de plantas dulces y amargas. (fig. 12) “Paraisos orgánicos” Plumilla, collage. 2014. 40x40 cms
La ruda es una de las plantas de la mujer,
pues tiene propiedades antiespasmódicas
muy adecuada para el malestar de cólico,
también tiene propiedades emenagogas, es
decir que estimula el flujo sanguíneo y fa-
vorece la regulación de la menstruación, por
lo que puede ser abortiva. En la sanación
femenina, y limpieza del útero es muy im-
portante pues tiene la función de limpiar y
despojar energéticamente, es usaba en ba-
ños de asiento o baños de vapor.

Siendo fiel planta de la mujer, incluí dibu-

jos de la ruda en la composición de Par-
aísos orgánicos (fig. 12 fig. 13), una serie
de dibujos hechos en plumilla y collage en
territorio vivo. Del vientre brotan texturas,
líneas, recorridos que remiten las formas
orgánicas, los seres elementales de la tierra
y el agua. Capas y capas de tramas lineales
que hablan de un ciclo infinito, de un linaje
ancestral, de un territorio sagrado donde (fig. 13) “Paraisos orgánicos” Plumilla, collage. 2014. 40x40 cms
emerge la vida, de este interior brota una
rama de ruda abriendo paso a la sanación,
a la transformación interna que florece.

germinando la ruta 17
-MIRAR, PERO NO TOCAR (ORTIGA)
Urtica Dioica/ Maleza, medicinal
Para aprender de plantas es necesario po-
tencializar nuestros sentidos. En mi caso la
observación fue determinante para abrir el
espectro del mundo vegetal, pues la mirada
fue el primer contacto que establecí con la
mayoría de plantas citadas en esta recop-
ilación botánica.
La infancia es otro determinante al respon-
derme del porqué me atrae estar en contacto
con la naturaleza, con las plantas, distingo
al sauce por su olor el cual me remite a la
etapa del primer colegio, desde aquel enton-
ces reconozco el aroma húmedo y fresco de
estos árboles que crecen bordeando cuer-
pos de agua. Los frutos de las moras que
recogíamos en cosecha, en una finca que
tuvo mi papa, me remite a semanas enteras
jugando con mis primos y yendo de cami-
nata y exploraciones con mis hermanos.
Uno de los tantos sitios de juego se centró
también en el jardín de la casa de mi abuela
en La Calera, trepábamos a un árbol sauco
que ya no existe, nos escondíamos en los
matorrales de helechos y flores de fucsias,
nos aventurábamos a buscar frutos escon-
didos en laberintos de uchuvas o tratando
de trepar al árbol de feijoas. Pero también
temíamos a una planta en especial: la ortiga.
Los adultos nos advertían que tuviéramos
precaución con aquella planta, había una
zona especial del jardín invadida por com-
pleto, en algún momento cada uno se al-
canzó a picar sin culpa, escuchábamos his-
torias de mi abuelo de niños que castigaban
con ramilletes de ortiga, me aterraba pensar
en eso. Sin embargo, doce años después
al amanecer de mi primera toma de yagé,
me encontraba semidesnuda con más per-
sonas en una limpia de ortiga, el taita nos
hacía rezos mientras agitaba un ramillete
sobre nuestros torsos, una sensación ex-
trañamente aliviadora en ningún momento
sentí picor.
germinando la ruta
. Comprendí el valor purificador y reactiva-
dor de esta planta a nivel energético, años
más adelante por medio de mi abuela pater-
na me entere de sus propiedades curativas.
Pues en ese entonces salía de una intoxi-
cación etílica que me había generado una
gastroenteritis, mi abuela me explico cómo
hacerme infusiones y en seguida empecé un
tratamiento con ortiga blanca la cual tiene
grandes propiedades para desintoxicar la
sangre y el organismo.
El manojo lo conseguí en una plaza de
mercado y paralelo al tratamiento empecé
a encontrarme a doña ortiga en jardines y
calles. Me pareció curioso empezar a obser-
var ortiga por lugares donde nunca pensaría
encontrarla, pues es una planta invasora,
resistente, y más común de lo que pareciera.
Hace parte de las plantas acusadas de malas
hierbas o malezas, un día pedaleando cerca
de la calle 45 con cr 28 encontré un anden
con una gran cantidad de ortiga, con unos
guantes pude liberar una de las plantas con
raíces y la trasplante a una matera.
Continuamente sigo encontrando nuevas
invasiones de ortiga, suelen disponerse en
grupos numerosos invadiendo jardines y ter-
renos baldíos, no son tan abundantes como
en la escala que se encuentra el diente de
león, pero puedo especular que por menos
existe un jardín o anden con ortiga en cada
barrio de la ciudad, tal como la siguiente
esquina que esta reseñada en la guía de
“Grieta en floración”. (fig.14)
(fig. 14) Invasión de ortiga en la calle 32 con carrera 18.
Teusaquillo, Bogotá
18
OTRAS HIERBAS
-LA PLANTA “PARA TODO” (Sábila)
Aloe vera/ Suculenta, medicinal
La primera vez que recurrí a las propiedades
de la sábila, fue para refrescar mi piel del sol
después de una larga jornada de pedalear.
Viajábamos en bicicleta desde Bogotá, con
destino a San Agustin, Huila, el bloqueador
había quedado en el olvido, no había tiendas
cercanas en el camino, nos agarró la noche
en un hotel de pueblo donde encontramos
una gran planta de sábila, mis compañeros
no dudaron en cortar una penca y me ense-
ñaron como hacer uso de los cristales para
aliviar la piel irritada por el sol.
La sábila es una planta milenaria, pues hace
parte del listado de las plantas más antiguas
del planeta, es una de las plantas con mayor
cantidad de propiedades curativas para el
organismo, hay una larga lista de usos para
sacar provecho de la potencia de sus cris-
tales hasta en el mercado hay un montón de
productos debidamente procesados y embo-
tellados que dicen estar hechos a base de la
planta. Las paradojas de las dinámicas del
consumo: la domesticación al plástico de un
ser vivo que podemos encontrar caminando
en cualquier jardín o parque.
La sábila también está presente entre an-
denes y jardines en Bogotá, puedo record-
arla especialmente, colgando de un hilo
rojo sobre la entrada de tiendas, talleres y
negocios de contextos populares, pues se le
tiene como planta de buen agüero. También
se encuentra muy puestecita en su matera a
la entrada de casas, muy alerta de proteger
quien sale o quien llega.
-CONTRA-OLVIDO (Romero)
Rosmarinus Officinalis/ Aromática, medici-
nal
El año pasado empecé a establecer contacto
con la planta de romero, tenía conocimien-
to del romero por el uso culinario, pero
desconocía sus propiedades medicinales y
energéticas.
germinando la ruta
Después de aprender a identificar la planta
empecé a encontrar en numerosos jardines
con su presencia, el más abundante es en
un espacio público, es un separador com-
pleto en la carrera 24 con calle 86 el cual
está invadido por esta planta aromática ar-
bustiva. Puedo señalar ese y un montón de
jardines más con romero presente. Me pre-
gunto el origen de esta vecindad de romeros,
y él porque es tan frecuente en los jardines
si no se le atribuye un uso esotérico tan
popular como el de la ruda o el de la sábila.
Sin embargo, esa sutileza es lo que más
ha llamado mi atención. Entré en contacto
con sus propiedades curativas en baños de
asiento, con una infusión que también se
hace con ruda y albahaca. a ruda despoja,
el romero purifica y la albahaca armoniza.
Últimamente lo he venido ingiriendo en in-
fusiones, suelo tener ramitas frescas y se-
cas cerca, su refrescante aroma armoniza y
despeja la mente, pues tiene un componente
que potencializa el funcionamiento cerebral
como la concentración y la memoria.
El romero también es una planta milenaria,
los antiguos médicos solían recetar un ex-
tracto de romero bebido por la mañana para
fortalecer la memoria, mientras que los as-
trólogos enseñaban que llevar siempre en el
bolsillo una hoja de romero impedía el olvido.
Desde los tiempos más remotos, el romero
ha representado un papel importante tanto
en bodas como en funerales y se ha encon-
trado un féretro o entre las flores con el sim-
bolismo de amor duradero y de vínculo que
jamás llegará a romperse, Shakespeare, en
Hamlet, hace referencia al romero cuando
Ofelia, personaje de esta obra, dice: “He aquí
el romero, con el fin de que te haga recordar”.
19
-EL ÁRBOL BENDITO (SAÚCO)
Sambucus nigra/ Arbustivo, medicina
Para finalizar la lista añado dos árboles que
ya distingo desde hace un buen tiempo atrás
y han estado presentes en las observaciones
que hago a diario. Los árboles también
son plantas y hacen parte importante de
la memoria ciudadana, en el texto Arboles
ciudadanos, se puede encontrar un recono-
cimiento a los arboles bogotanos desde su
valor simbólico, histórico y cultural, para
visibilizarlos como patrimonio natural vivo.
German Ferro Medina investigador del texto,
dedica una parte especial en la publicación
a los arboles medicinales de Bogotá, Ferro
(2011) afirma: “La tradición del conocimiento
sobre el poder curativo y mágico de los árbo-
les ha construido una nomenclatura basada
en su noción de uso para aliviar diversas y
múltiples afecciones, para producir efectos
fisiológicos y para intervenir directamente
sobre algunos órganos… Debemos destacar
la preeminencia en toda la ciudad del saúco,
un árbol cultivado desde el neolítico y que
tiene el mayor reconocimiento por su poder
curativo: es el rey contra la tos, diurético y
sudorífico, tolerante a todos los suelos, re-
sistente y de crecimiento rápido.”(p.36-37)
El sauco es uno de los primeros árboles
que reconocí con propiedades medicinales,
el edificio donde vivo está rodeado por estos
árboles, en las calles de Bogotá es una de
las especies de arboles más abundantes. He
visto varias personas intentar agarrar hojas
o flores, pues es popular hacer infusiones o
vaporizaciones por su potente respuesta a
problemas respiratorios y malestares gri-
pales. También he confirmado sus propie-
dades antiinflamatorias, recuerdo una vez
que tuve un accidente en bicicleta y termine
con las piernas llenas de hematomas, por lo
que una tía me recomendó que me pusiera
sobre los golpes compresas con la infusión
de las hojas de este árbol, fue como dice el
adagio popular santo remedio.
germinando la ruta
-EL ÁRBOL DE MALA FAMA (Borrachero)
Brugmansia arborea/ planta sagrada, tóx-
ica, alucinógena.
Otro arbol que ha llamado mi atención, es
una especie nativa de américa del sur, una
planta de mucho poder y respeto usada por
los indígenas y que lamentablemente se le
ha dado un uso inadecuado en el contexto
urbano.
Conocido en Bogotá como cacao sabanero,
es una de las plantas sagradas más po-
tentes, a la cual se le ha atribuido que es
una planta maldita, la planta del diablo, se
le conoce como borrachero ya que con sus
componentes quimicos se crea la burundan-
ga una sustancia para sedar a la personas,
el cual ha sido utilizado con fines delictivos.
El borrachero en la medicina tradicional in-
dígena es una planta maestra y curadora.
Pero no una planta cualquiera. Es una
planta de mucho respeto y que solo pueden
manipularla y usarla los sabedores, es decir
los chamanes. Han sido los taitas del Valle
de Sibundoy a quienes se les reconoce como
quizá los mayores sabedores sobre ellas.
Pero es un conocimiento en extinción. En
Plantas de los Dioses, Hofmann y Shultes
aseguran que, a pesar de su belleza, las flo-
res de Brugamsia ocasionan dificultades,
donde afirman que “son un regalo perenne
que recuerda que no siempre es fácil tener
una audiencia con los dioses”.
A pesar de la mala fama que se la ha hecho
a esta mágica planta más reconocida en el
borrachero, es importante evidenciar el uso
terapéutico y curativo que también puede
brindarnos, la infusión de sus hojas sirve
para los dolores reumáticos y artríticos.
En la industria farmacéutica los medica-
mentos antiespasmódicos más utilizados
como la buscapina se extraen de este árbol,
al igual que la atrofina y la escopolamina
que son útiles para la anestesia general en
cirugías.
20
Siempre que veo un árbol de borrachero me
remito a mi abuelo, pues el practicaba una
creencia mágica alrededor de esta poderosa
planta, era el de sembrar 3 árboles en trian-
gulo alrededor de fincas o casas con el fin
de mantener protegidos los terrenos. Cada
vez que encuentro un borrachero lo saludo
y saludo a mi abuelo.
Sigo encontrando invasiones de ortiga en
separadores y andenes olvidados. Abundan-
tes dientes de leones, rugiendo a la deriva
del viento, girando en la dirección del sol,
mutando de forma, persistiendo en el lugar
menos esperado. Plantas de ruda al mando
en la parte izquierda de entradas y jardines
de casas, o dispuestas en floreros, siempre
bien puestas protegiendo, devorando som-
bras absorbiendo la mala energía, atrayendo
la suerte.
Las plantas nos benefician en el plano me-
dicinal, emocional y energético. Empezar a
entrar en contacto con ellas, a reconocerlas,
a encontrarlas, a usarlas, genera una ap-
ertura con el pasado, lleno de tradiciones,
mitos y creencias. Las plantas nos remiten al
poder de lo sobrenatural, de la magia.
Las experiencias y acercamientos anterior-
mente remembrados, enuncian el vinculo
que he podido establecer con aquellas plan-
tas, entrar en dialogo con ellas implica una
apertura hacia el conocimiento, voluntad y
constancia, hay que poner en practica lo que
se aprende. Considero esencial este ejercicio
de remembranza pues esta experiencia, gen-
era un trasfondo y me permite poder desar-
rollar el siguiente capitulo de CiclOfficinalis.
21
Herbolario
Nómada
Sobre herbarios y herbolarios
Se germinan rutas, se observa el entorno, se
siente el territorio, se establece un vínculo,
empieza un camino y emerge un recorrido
que es guiado por las plantas. En esta parte
del proyecto, Ciclofficinalis se torna en un
dispositivo de rastreo botánico, que está en
constante movimiento, explorando lugares,
recolectando a modo de herbario, anécdotas
y saberes en torno a intereses específicos del
uso de plantas.
El concepto de herbario hace referencia
a una colección con cientos de tipos de
plantas, en la que cada una es registrada
y clasificada para diferentes intereses de la
botánica. El oficio tradicional de recolectar
y organizar especies, tiene origen con el
surgimiento de los herbarios medievales,
los cuales hacían referencia a libros de bo-
tánica específicamente relacionados con
las plantas medicinales, hacia finales de la
edad media, aparecerían los primeros her-
barios con especímenes de ejemplares vivos,
preservados en forma permanente. Encuen-
tro similitudes en el impacto que tienen los
herbarios con el impacto que puede llegar a
tener , los herbarios aparecen para guardar
la memoria vegetal de la tierra, un herbario
archiva los encuentros de una exploración,
los almacena para luego poder ser compar-
tidos y consultados.
En el ámbito de las artes visuales el con-
cepto de herbario, ha tenido diversos tipos
de apropiaciones, una de estas es el proyecto
“Herbario de plantas artifíciales” del artista
bogotano Alberto Baraya. En esta colecci-
ón de plantas hechas de plástico y tela, el
artista apropia la forma de las láminas de
las expediciones botánicas, para presentar
unas especies que a simple vista parecen
ejemplares comunes.
Resulta interesante el poder acercarse a
esta colección para descifrar en detalle el
origen de esta flora artificial, lo que genera
un cuestionamiento frente a la veracidad de
los herbarios y métodos científicos, siendo
la profundización sobre la mirada a lo que
nos rodea el punto de partida en su obra.
La bicicleta y yo componemos el dispositivo
de rastreo botánico sin espacio fijo, el cual
bautizo como HERBOLARIO NÓMADA, el
cual tiene un carácter expedicionario con el
territorio, pues se adentra al paisaje rural
y al urbano.

Ciclofficinalis encuentra una relación di-

Buscando la raíz
recta entre la postura del artista frente al
Este primer recorrido del Herbolario Nó-
fenómeno de la observación, donde afirma,
mada tiene como finalidad un destino es-
“La mirada artística aporta otro tipo de visi-
pecífico. Aborda la noción de recorrido con
bilidad a asuntos precisos, distinta a la que
el propósito de poder llegar al territorio de
podrían aportar otras áreas del conocimien-
donde provienen mis raíces maternas. con el
to. Esa sensibilidad permite llegar más pro-
fin de explorar, encontrar, buscar, recolectar
fundamente al corazón del que lo ve”.
y compartir, saberes en torno a las plantas
de ese territorio. La bicicleta entonces es el
Esa declaración se vincula de manera
medio para llegar, no se podría haber elegido
directa con el propósito de CiclOfficinalis,
otro medio, ya que se busca reiterar su uso
donde se plantea relatar los recorridos
para dar cuenta de una expedición que sea
ejecutados por medio de la exploración gra-
consecuente con la esencia de CiclOfficinalis:
fica ha desarrollar. Sin embargo, encuentro
la cicla como medio terapéutico.
nociones más afines con otro tipo de artistas
vinculados a diversos tipo de iniciativas y
El planteamiento de esta salida de campo
proyectos, como el colectivo interdisciplinar
surgió por la necesidad de entrar en con-
de Savias y Sabias, que en el 2015 inauguró
tacto con ese lugar para poder comprender
su exposición participativa “Savias y sabias:
parte de mi origen. De esta manera busque
arvenses, (malezas) medicinales”. Llevada al
poder entrar en contacto con el conocimiento
cabo en la universidad Nacional de Colom-
popular del uso de plantas, estableciendo un
bia, la cual fue una muestra museográfica
contacto directo con mujeres propias de este
que invitaba a reconocer la riqueza, mítica,
territorio, que aun residen allí. Ellas son en
mágica, estética y curativa de las malas hi-
esta fase investigativa del Herbolario
erbas. En la muestra de carácter instalativo
Nómada, parte de la fuente de información
integraron diferentes técnicas como la foto-
primaria ya que constituyen el origen de la
grafía, el dibujo y la ilustración, generando
colección de saberes que se forja en CiclOf-
una suerte de colección de herbario que gira-
ficinalis. Con el material recolectado se bus-
ba en torno a 7 tipo de malezas medicinales.
ca crear un archivo con el registro escrito,
fotográfico y gráfico (fig. 15) en piezas repro-
El concepto de herbario se direcciona y toma
ducibles a modo de fanzine que de cuenta
la forma de Herbolario, termino que refiere
de esta experiencia de encuentro.
a un conjunto de conocimientos relativos a
las propiedades de plantas curativas, y que
también hace referencia a un lugar donde se
pueden encontrar dichas plantas.

Entonces el herbario deja de ser un libro

compuesto por especímenes y el herbolario
se sale de sus dimensiones tradicionales,
deja de ser un lugar estático, pues emprende
una ruta, recorre caminos, recolecta histo-
rias, saberes, registra, graba, dibuja, anota.
22
herbolario nómada

(fig. 15) Bitácora de viaje “Buscando la raíz”. 2018
Un viejo Mundo Nuevo
Detrás de las cadenas montañosas que ro-
dean Bogotá, hacia el nororiente de la ciu-
dad se encuentra el municipio de La Calera,
lugar donde actualmente reside mi abuela y
casi toda mi familia materna. Hace aproxi-
madamente 40 años atrás, los papas de mi
mamá se trasladaron a este pueblo en busca
de mejores oportunidades, dejando atrás la
vereda donde nacieron y donde también cri-
aron a sus hijos. Este corregimiento llamado
Mundo Nuevo se encuentra entre los límites
de La Calera con el municipio de Choachi y
limita en la parte occidental con el Parque
Nacional Natural Chingaza.
Los primeros acercamientos a este territorio,
fueron por medio de las enigmáticas his-
torias que contaba mi abuelo, que en paz
descansa; y también por las anécdotas y
recuerdos que he escuchado narrar de mi
mamá y de mi abuela. Recuerdo haber he-
cho un par de viajes familiares fugaces a
esta vereda, pero siempre quede inquieta de
poder explorar un poco más aquel territorio.
23
En el proceso de CiclOfficinalis el contac-
to con el adulto mayor, específicamente el
contacto con mis abuelas, es parte funda-
mental del proyecto, pues a pesar de que
no sean propiamente curanderas, cuentan
con saberes sobre usos curativos de ciertas
plantas.
En momentos que he padecido enferme-
dades los conocimientos que ellas me han
transmitido, han resultado una alternativa
para sanar, generándome un gran interés
y curiosidad por acercarme al mundo de la
hierbas.
Mujeres que curan
La mujer de edad representa el origen, la
fuente del saber. Las plantas son femeninas,
son la fuerza del universo, las plantas nos
oyen nos sienten, nos recargan, nos limpian,
nos sanan. Están presentes todo el tiempo,
han estado presentes mucho antes que la es-
pecie humana. Son seres milenarios, su sabi-
duría se ha transmitido generacionalmente
por medio de los mayores, de los chamanes,
de los taitas, de las abuelas, las brujas, las
curanderas.
Existe un importante vinculo en la relación
que se ha establecido entre la mujer y el uso
de las plantas desde hace mucho tiempo
atrás. “Durante mil años la bruja fue el único
médico del pueblo” afirma Michelet (2004)
en su obra La bruja, donde evidencia la ne-
fasta persecución de la iglesia a las mujeres
que tenían el conocimiento de trabajar cura-
ciones con plantas. Antes de que fueran acu-
sadas, tachadas de malditas, las brujas se
conocían como curanderas o mujeres sabias.
Por fortuna este conocimiento sigue hoy vivo
en muchas mujeres mayores, en nuestras
abuelas y en comunidades indígenas como
lo es el pueblo cofan, Molano (2011) “las
abuelas transmiten el conocimiento sobre
las propiedades medicinales y espirituales
que tienen las plantas a sus aprendices, la
mujer cofan juega un papel relevante en la
comunidad, transmite el conocimiento an-
cestral”.
herbolario nómada
 En Bogotá existe el “Instituto de botánica
Mágica Tihiki”, una iniciativa independiente
que se ha preocupado por la recuperación
de este conocimiento, por medio de talleres
y charlas han generado grupos de encuentro
para compartir los saberes de la medicinal
ancestral. Una de las charlas fue dirigida
por la abuela Mati, sanadora de vientres
y hacedora de chicha dulce, quien recibió
el legado de esta tradición de autoridades
indígenas, hablaba sobre su relación con
las plantas y con el alimento. En una de
sus reflexiones mas profundas, nos invitaba
a repensar en las plantas para empezar a
sentirlas como un ser con quien se puede
establecer un diálogo pues todo el tiempo se
refería a ellas como mujeres muy antiguas,
como abuelas, que están presentes con toda
su sabiduría.
Bajo este contexto se forjan aspectos fun-
damentales para el desarrollo de Buscando
la raíz, donde convergen los intereses princi-
pales en CiclOfficinalis, la acción de recorrer
el territorio por medio de la bicicleta y es-
tablecer contacto con el territorio, con seres
vegetales y humanos, en este caso mujeres
de edad.
24
Travesía en búsqueda de la raíz
A pesar de que actualmente no hay famil-
iares cercanos en Mundo Nuevo, por medio
de mi abuelita Ana Beiva me contacte con
una tía abuela que se ha resistido a dejar
su tierra. Me comuniqué con ella vía tel-
efónica comentándole mis inquietudes e
intereses de querer acercarme al caserío
y sin conocerme me abrió las puertas de
su hogar.
Bitácora de viaje
02-abril/2018
Municipio de La Calera, casa de mi abuela
Ana Beiva Florez.
Lunes – Cielo nublado
10:00AM
Maleta lista, voy sin alforjas, llevo lo básico.
Una bitácora, cámara de bolsillo, mi celu-
lar cargado, bateria portatil, mecato para
el camino (bocadillos, frutas, hidratacion),
impermeable, una muda de ropa y una li-
breta de apuntes. Despues de una charla
sobre hierbas con mi abuelita, me despido,
hago un par de vueltas en el pueblo, antes
que todo llamo a la tia-abuela Temilda para
avisarle que voy hacia alla, me dice que ha
llovido mucho, no importa, voy preparada.
herbolario nómada
Emprendi la ruta, la cual revise la noche
anterior por google maps, tenia una vaga
idea de la ruta, pues aunque la habia re-
corrido previamente en carro, esta fue la
primera vez que pedaleaba por esa area del
municipio.
(fig.16) .Registro técnico y satelital del recorrido
“Cielo en escala de grises, subida en los
primeros kilometros. GPS de la aplicación
de Strava activado para trazar la linea de
recorrido que empieza. Ya he identificado
ruda, calendula y cardos por las casas por
las que he pasado. Primer cruze, no hay se-
ñalizacion, ¿ a donde girar? Una mujer me
indica que tome a la izquierda”

Llegue sobre la 1pm y enseguida llame a la

tia abuela, Ana Temilda Pulido de florez, es
la viuda de un hermano de mi abuelita, la
unica familiar que actualmente reside aca, y
quien se ha resistido a cambiar su lugar de
origen y sus costumbres por las dinamicas
de otros pueblos, ciudades o paises, como
lo han hecho sus hermanos, hijos y nietos.

25 herbolario nómada
Texto vivencial despues del recorrido TEMILDA PULIDO DE FLOREZ 80 años
02-04/2018 “Me toco ir donde el mata –sanos.”
10:28pm
Casa de tia Temilda, mundo nuevo, la calera.

La bicicleta como medio conector, para partir,

para llegar, para re-conocer el territorio de
mis raices maternas. Emprendi ruta por las
carreteras que conectan cacerios, veredas,
peñas, pueblos y caminos de herradura, los
cuales a pie o en “bestias” recorrieros mis
ancestros. Emule los pasos de mis abuelos
pero esta vez sobre un caballo de acero, sin
conocer la ruta me aventure a llegar, a pre-
guntar, a parar, a creer que habia tomado la
ruta equivocada.

Esquivando la niebla, aceptando la lluvia, so-

portando el peso de la maleta, contemplando
siempre lo que me rodeaba, reconociendo ar-
boles, plantas, aves y paisajes que ya habia
visitado algun tiempo atrás. Ascendiendo y
descendiendo, guiandome por los escasos
letreros y siguiendo indicaciones, finalmente
despues aproximadamente de casi tres ho-
ras pedaleando 26 kilometros por carretera
destapad,a logre llegar al cacerio de Mundo
Nuevo.
Este mini pueblito comunica al municipio de
la calera con el de choachi por medio de una
angosta carretera solitaria, por donde suelen
transitar volquetas y pequeños buses inter-
municipales. Un par de veces vine en paseos
familiares de un dia, a pesar que es una
carreteera donde algunos ciclomontañistas
vienen a entrenar, creo que no se me habia
ocurrido antes haber venido en bicicleta.
La tia vive en una casa campesina acom-
pañada de dos perros, dos gatos, y una
colección de plantas que ha recolectado por
medio de “piesitos” de los lugares que a visi-
tado. Me conto una anecdota con una hi-
erba medicinal y luego me contacto con otras
“comadres” de la vereda con quienes charlse
sobre las propiedades curativas y mágicas
de las plantas, las presento a continuación:
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Hace unos 20 años le agarro un dolor in-
tenso en las extremidades, tan intenso que
no podia mantenerse de pie, estuvo de ur-
gencias y fue al medico mas de una vez pero
ningun farmaco logro curarla. Un vecino
de la vereda que es un docente de bogota la
conecto con un taita, quien estuvo por esos
dias alla, y quien le receto una planta de la
cual ella no recuerda el nombre pero de la
cual afirma, fue la unica que logro colmar su
dolor y sanarla. De aquella planta saco un
“piecito” y actualmente se ha expandido en
su jardin, traje conmigo un esqueje de dicha
planta la cual esta tratando de adapatarse
a una matera.
Fragmentos de la entrevista sobre la yerba
del taita:
“No podia yo moverme de las rodillas
para abajo, droga y droga y nada.”
“Vine donde el matasanos” (La tia se
refiere a los medicos como mata sanos).
“Una pasta diaria, me daban, me habian
remitido a otro hospital y nada”
“yo ya no podia caminar, no sentia el cu-
erpo de la cintura para abajo”
herbolario nómada
ELVIA CIFUENTES 83 años
“Para todo es bueno tener la ruda en casa” Fragmentos de la entrevista sobre la ruda:

-“Tiene uno suerte ”

-“Asi para todo es bueno tenerla en la casa,
para remedios para la matriz, cuando una
mujer esta enferma, embarazada que va a
tener el criaturo se le da con chocolate o
con huevo”
-“Esas pepitas, mire estas pepitas, hay unas
que tienen de a 5 punticos. Esas la llevan
entre la cartera y que nunca les roban un
peso. Sera la suerte. Eso hacen baños para
la casa que no le entre ningun mal, se les
quita el mal.”
-“Entonces me contaba Luz que en la casa
de la mama habian dejado un entierro y no
se habian dado cuenta, una vaina mala, de
brujeria, a la mama le pasaron cosas malas,
y que cuando ella cojio y fue hizo baños de
ruda, lavo la casa con todo y como a los
dos dias que hizo el lavado, encontro el en-
tierro, la ruda la tiene como una reliquia,
tiene harto merito”

CARMEN VARGAS , 75 años

La señora Elvia otra amante de las plantas, “Cuando entro a una casa lo primero que
me hablo de las plantas de su jardin y de miro es el jardin, si no hay jardin me da
los usos que le daba, me hablo del cidron, tristeza”
del toronjil, del tomillo, de la sabila, de la
calendula, de un “arbol santo”, de la suelda
con suelda y la matricaria, hizo mucho en-
fasis en la planta de ruda refiriendose a sus
propiedades curativas y especialmente con-
tandome anecdotas de vecinas que le tienen
mucho agüero a esta planta. ¬También me
hablo de las propiedades de la caléndula y
me regalo semillas de sus flores.Resumida-
mente la señora elvia me compartio los usos
que le da a estas plantas:

Matricaria: para el higado

Sábila: para la tos, para las quemaduras,
para todo
Cidrón: para aromatica
Ruda:para dolor de cabeza
Tomillo:
Brevo: para dilatar el utero
Toronjil: para el corazon
Suelda consuelda: para el sarampion
Caléndula: para las heridas, aromaticas
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herbolario nómada

La señora Carmen me nombró plantas de
las que nunca habia oido hablar me llamó
la atención los nombres y los usos, se refirió
a un importante listado de plantas que se
relacionan con la maternidad, la crianza y la
buena suerte. La visita culminó en el jardin
y huerto de su casa donde tiene muchi-
simas plantas aromáticas, ornamentales ,
medicinales y comestibles. Al final la señora
carmen me regalo una rama de verbena, una
especie de planta arvense (maleza) la cual
fue una de las plantas que mas me llamó
la atencion en esta visita.
Fragmentos de la entrevista sobre diversas
plantas y de su relación con las hierbas:
-“Por ejemplo asi, lo que uno dice que es
maleza en el tiempo de antes por ejemplo
lo que era la moradita, la yerba el dedo, ter-
ciopelo, la tuna, se usaba para quitarle la
pañalitis a los niños bañandolos, no es como
ahorita la crema Número cuatro.”
-“El chirco, cuando un niño esta recién nac-
ido que lo alza una señora con el periodo,
vuelve a los niños pujones. “
-“Hagale lo que le hacía mi mamá, pues
chirco , por alla mando los chinos, se agr-
ran los primeros, botones se calientan y se
pone en cruz y se le pega en el ombligo al
niño, eso es bendito”
-“También el arboloco para sacar el dolor
o el frio”
-“Mastranto para la tensión para adelgazar,
el vira vira”.
-“Hay muchas, pero ahorita como la gente
ya no crreee en eso porque dice que es ve-
neno”
-“La verbena para el dolor de cabeza para
la migraña para fiebre ,inclusibe para los
chicos que son rebeldes un juetazo con eso”
-“La borraja es muy buena para la tos, para
regular la sangre y para las mamas mater-
nas para aumentar la leche, eso y el hinojo
con aguapanela y leche para dar leche, igual
ayuda a regular el periodo”
-“A la hora de la verdad vienen a darle a uno
lo mismo por ejemplo cuando ud tiene una
infeccion en el ojo hace zumo de uchuva y
en la drogueria ud va y consigue lo mismo ”
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-“Me regalan, me venden o robo mis matas”
Texto vivencial antes de la partida
03-04/2018
1:30pm
Tiendita esquinera del cacerio de Mundo
Nuevo.
Espero el colectivo para regresar a la calera.
Hizo sol, luego volvio a llover me despedi de
la tia y en la espera del transporte dibuje la
fachada de la tiendita y tome una cerveza
con jornarelos que acababn de llegar de tra-
bajar. Al frente de la tienda identifiqué un
árbol de saúco. Me soprende el silencio y
la tranquilidad que se siente en este lugar,
pero todo cobra sentido al saber que uno
se encuentra en faldas de uno de los pára-
mos mas importantes del país, el páramo
de Chingaza.
La visita culmino, regresaba con la maleta
cargada de regalos de ese territorio, huevos,
calabaza y ajies de la huerta de la tia. Se-
millas, esquejes, y muestras de hojas de las
plantas que identifique en la visita. Hacia
las 2pm salio el bus, me despedi de la tia,
carge la bicicleta en la cabina y emprendi la
ruta de regreso hacia la calera.
En el recorrido de regreso, reflexionaba so-
bre los encuentros que se generaron con
estas mujeres, con estas abuelas llenas de
tantas historias y saberes por compartir.
Puedo afirmar que son mujeres afortu-
nadas al habitar un territorio fertil que
brinda el alimento y la medicina basica, el-
las son consientes de eso y tal vez por eso
se han resistido a desplazarse a la ciudad.
Hablando con otros habitantes del pueblo
me decian que a la mayoria de los jovenes no
les interesa permanecer allá, pensando en el
progeso y en las oportunidades dejan a un
lado su origen para ser un profesional, para
codearse con el ritmo acelerado, competitivo
que gira entorno a dinero en la gran ciudad.
Resulta tambien paradojico el movimiento
de muchos jovenes de ciudad, que como
yo tenemos nuestras raices en el campo, y
que de alguna manera nos interesa volver a
conectarnos con ese origen.
herbolario nómada
ARCHIVO FOTOGRÁFICO

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Grieta en floración
El Herbolario Nómada entonces regresa a la
urbe de donde emergió. Luego de oxigenarse
en las montañas, el Herbolario revitaliza su
andar al reconocer su ruta de origen. Así
retoma el plano urbano con el interés es-
pecifico de dar cuenta sobre lo que ha venido
encontrando en sus exploraciones

En esta última parte de Ciclofficinalis el Estas plantas forman un listado de diverso,

territorio de la ciudad de Bogotá es el pro-
tagonista, pues acá se da cuenta de una
serie de acciones exploratorias urbanas
vitales para la ciudad. Grieta en floración
se declara como una iniciativa gráfica que
visibiliza determinadas especies de plan-
tas que se encuentran en el ámbito urbano.
La grieta en floración sale en búsqueda de
plantas y actua en la calle, encuentro vital
que en el espacio expositivo del proyecto, los
ejemplares vivos sean los que salgan de su
entorno urbano,
pues cada hacen parte de grupos de plan-
tas aromáticas, malezas, medicinales, y de
arbustos.
1.Diente de león / Taraxacum officinale
2.Ruda / Ruta graveolens
3.Ortiga / Urtica dioica
4.Romero / Rosmarinus officinalis
5. Sábila / Aloe vera
6. Saúco / Sambucus nigra
7. Borrachero / Brugmansia Aurea

Después de definir el listado, se estableció

Identificadores de flora urbana
también que cada cartel de la serie, contend-
ría tres elementos claves en su construcción
El señalamiento de estas especies es por me-
visual, primero una ilustración representa-
dio de intervenciones en el espacio público,
tiva de cada planta, segundo un diseño ca-
donde el afiche o cartel como herramienta
ligráfico destacando el nombre del ejemplar
gráfica es el medio de visualización que es-
y tercero una consigna que evocara algún
tará dispuesto ante cualquier transeúnte
elemento característico de cada planta.
curioso por observar.
Bajo esta premisa se construye el imaginario
Al pensar este proyecto de esa manera, sur-
de la Grieta en floración, que también se in-
gen aspectos determinantes por resolver en
spira estéticamente en el estilo visual de una
cuanto a la forma y diseño adecuada en que
publicación tradicional anual: el almanaque
se construye el cartel, para que al momento
Bristol, y la cual esta estrechamente relacio-
de disponerlo en el espacio público pueda
nada con creencias populares y agüeros. La
cumplir su objetivo: resaltar la existencia
ausencia pictórica de la imágenes pretende
de estas plantas.
concentrar la atención en la forma de las
plantas, por medio de las tramas y texturas.
De esta manera se estableció primero, una
La construcción monocromática o máximo
cantidad especifica de dichas plantas, es-
de 2 tintas, también es un objetivo en la
pecies con las que ya tengo un vinculo es-
serie de los carteles, pues en términos de
tablecido y que fueron presentadas en la
producción seriada como impresión offset o
primera parte de este escrito en la sección
serigrafía es mas asequible. (fig. 24)
de Remembranzas Botánicas.

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Intervenciones urbanas
Son pocas las calles bogotanas donde ex-
presiones artísticas urbanas o grafitis no
estén presentes, pues en la gran mayoría
de avenidas y calles hay un listado de mu-
rales, firmas, tags, stickers y carteles que
convergen con la invasión de publicidad y
anuncios callejeros, todos dialogando en
un mismo escenario. El cartel callejero
hace parte entonces de este universo de
mensajes que con el tiempo desaparecen,
en el ensayo El afiche: publicidad, arte,
instrumento político, mercancía hace
una reflexión frente a la diferenciación
del cartel en sus principales expresiones,
Sontag (1970) afirma: “el afiche a diferen-
cia del anuncio público, presupone el con-
cepto moderno de público, según el cual
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los miembros de una sociedad se definen,
ante todo, como espectadores y consu-
midores. Un anuncio público apunta a
informar u ordenar. Un afiche apunte a
seducir, exhortar, vender, educar, con-
vencer, atraer.”
En ese sentido encuentro en el cartel una
herramienta potencial para darle vos a las
plantas que me interesa resaltar. Por me-
dio de recorridos rastreando las plantas
seleccionadas, se establece la ejecución de
determinadas rutas en el sector de Teusa-
quillo y Barrios Unidos, sectores por los
que suelo transitar a diario y donde he
venido encontrando territorios de estas
especies.
herbolario nómada
 La rueda de la bicicleta girara infinita-
De esta manera en una calle donde ex-
iste una invasión de ortiga se buscara el
mente, ciclicamente, al igual que los ciclos
espacio adecuado para ejecutar la inter- de vida en los seres vivos. Venimos de la
vención del cartel identificando así a esta tierra y volveremos a ella, regresemos a
“comunidad o individuo” vegetal.
nuestro instinto salvaje, indagemos sobre
A partir de estas intervenciones lo que nos rodea. Seamos maleza, resista-
el Herbolario Nómada busca entonces, mos a la adversidad, fuera de la domesti-
establecer una guía ilustrada de bolsillo
donde se evidencien los lugares en el que
cación. Dejemonos llevar como semilla al
fueron realizadas y al mismo tiempo de- viento para volver a renacer, para abrirnos
tallar los usos y propiedades del listado de paso en el ciclo eterno.
plantas selectas . Ciclofficinalis entonces,
desemboca en esta practica que busca
el reconocimiento de ese “otro” habitante CICLOFFICINALIS SE MUEVE
ciudadano, no precisamente humano, CICLOFFICINALIS SE PUEDE DAR
pues las hierbas conforman parte del
ecosistema de la población viva urbana,
EN CUALQUIER MOMENTO EN
hacer parte de la memoria colectiva ciu- CUALQUIER LUGAR, SOLO BASTA
dadana. De esta manera Grieta en flo- RECORER EL TERRITORIO
ración tiene como funcionalidad servir
como un identificador de flora urbana, en
Y OBSERVAR
donde se busca sensibilizar a quien qui-
era observar y visibilizar este ecosistema
de hierbas y plantas de poder.

SE ABREN CAMINOS
Cada planta está ahí para compartirnos
sus propiedades, sus aromas, sus fomas.
Cada una de ella tiene una misión, una
propiedad curativa o mágica para entre-
garnos. Tomémoslas, olámoslas, reconóz-
camoslas, usémoslas, sembrémoslas,
aprendamos a identificarlas. Soñe que
interpretaba las lineas de una hoja gigante
de la planta abrecaminos, el ciclo que se
cierra en CICLOFFICINALIS ha generado
nuevas aperturas, nuevas rutas, entonces
continuo pedaleando, continuo observan-
do, continuo explorando.

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BIBLIOGRAFÍA

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