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Vamos a leer….
¿QUE ES REPARAR?
El hecho de hacer enmienda, implica la intención de restaurar las cosas a su
condición de normalidad y pureza, a cómo estaban antes de que algo malo fuese
hecho. Se aplica generalmente a recompensar por las pérdidas sufridas o los
daños causados por una mala acción moral.
Por eso, toda auténtica reparación es seguir el camino inverso al del pecado, es
caminar por el sendero adecuado.
La reparación lleva consigo poner toda nuestra confianza en Dios por encima de
uno mismo y de toda otra persona humana, en cualquier circunstancia en que
nos encontremos, por más oscura, adversa y contradictoria, en la que nos
veamos inmersos y envueltos.
Ahora leamos con nuestra familia los pasos para hacer una
verdadera reparación e invitación a seguir estos pasos los 25 de
cada mes….
1ª Una absoluta, total y pronta confianza en Dios, nuestro Padre, que puede y quiere
ayudarnos, porque nos ama.
En julio de ese año se desató una epidemia del cólera. Murieron dos hermanas del
Beaterio de Belén y otras estuvieron muy graves. Sor Encarnación Rosal sintió
amargura en su corazón, como una agonía de muerte. Pensó en esos momentos
en promover la devoción de los dolores del Corazón de Jesús y se lo ofreció.
Todo volvió a la calma.
ORACIÓN:
¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los
ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio! Vednos postrados ante vuestro
altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los
hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.
Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad de
la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras
almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no
sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de
la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como a Pastor y Guía,
o, conculcando las promesas del Bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra
ley.