Sei sulla pagina 1di 3

¿Qué pensaba Aristóteles sobre la felicidad?

Andrés Santiago Parga Cubillos


Universidad Santo Tomás
Derecho
Bogotá
2020
Para poder hablar de la concepción de Aristóteles de la felicidad, debemos entender que

para él es “el más alto bien y ella es energía y práctica perfecta de la virtud.” (p. 309) y más

allá de esto está lo que conforma la felicidad del hombre: la virtud, los bienes y la polis.

Cada aspecto hace parte de la naturaleza humana, “y su naturaleza es, en sí misma, un fin”

(p. 39). Pero ¿qué es un fin? Para Aristóteles “el fin de una cosa es lo mejor.” (p. 39), y lo

mejor para el hombre es apegarse a la naturaleza, porque “decimos que nada llega a su

pleno desarrollo (…) si no es siguiendo su proceso natural.” (p. 39)

Entonces, teniendo en cuenta que “Toda polis es, de alguna manera, una comunidad”

(p.35), que “toda comunidad es instituida en vista de un bien” (p. 35) y que “toda polis es

una asociación natural”(p. 39), podemos ver que el hecho de pertenecer a una polis influye

directamente en la felicidad del hombre, ya que obedece a su instinto natural de asociarse.

Pero para formar parte de una polis, se debe tener virtud, ya que Aristóteles dice que la

virtud es necesaria para el hombre y su felicidad porque “si no tiene virtud, es el más

profano y salvaje, el más voluptuoso y glotón” (p. 40), características que dificultan la

convivencia entre hombres, y “quien es incapaz de vivir en sociedad (…) es una bestia, o es

un dios, pero no es parte de la polis” (p. 40), porque “el ser humano está naturalmente

equipado con armas al servicio de la inteligencia y las virtudes, pero que puede usar para

los fines peores” (p. 40)


Lo anterior en cuanto a la relación entre la polis y el ser humano, y en cuanto a la

relación del ser humano consigo mismo, Aristóteles establece lo siguiente: “Nadie,

ciertamente, dudaría que hay una sola división de bienes en tres clases: a saber, los

exteriores, los del cuerpo, y los del alma; todos los cuales han de poseer los hombres

felices” (p. 291) y estos bienes son:

 Bienes exteriores: “tienen un límite, como cualquier instrumento, pues todo lo que

es útil pertenece a aquellas cosas cuyo exceso perjudica o no sirve de nada a los

dueños” (p. 292)

 Bienes relativos al alma: “cada uno de los bienes relativos al alma cuanto más se

excedan tanto más útiles son, si a ellos pueden aplicarse los términos no sólo ‘útiles’

sino ‘hermosos’.” (p. 292)

 Bienes del cuerpo: “ya consista para los hombres en el placer, ya en la virtud, ya en

ambas; que se dan más en quienes han cultivado sobremanera el carácter e

inteligencia.” (p. 292)

Cabe aclarar, que “la causa de los bienes exteriores al alma es espontánea, frutos del

azar, mientras que nadie es justo ni prudente por azar, o debido al azar” (p. 293). En

conclusión, el hombre no solo debe ser feliz por sí mismo sino también buscar un entorno

que le ayude a encontrar la felicidad, adaptarse a él y nutrirlo con su virtud, porque “la

mejor polis es a la vez feliz y procede bien; pero es imposible que tengan prosperidad

quienes no realizan buenas acciones”. (p. 293)

Potrebbero piacerti anche