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Resumen
El presente trabajo se propone indagar el funcionamiento de una serie de
construcciones que involucran patrones fonológicos particulares, con entonación
suspendida, enfática o acentuada, y, en particular, la construcción “LO + adjetivo”,
como en María es LO inteligente/ aburrida/ linda/ fea/ desprolija, propia del español
hablado en la Argentina. Así, el patrón entonacional de la construcción con LO la
emparenta al caso de los determinantes acentuados con valor ponderativo de Tiene LA
plata (cfr. Di Tullio & Masullo, 1996), pero, paralelamente, al combinarse con adjetivos
se asemeja al de ponderativo con entonación suspendida de Es de lindo... (cfr. Di Tullio,
2004) y al llamado “lo enfático” con entonación exclamativa o suspendida, como Lo
interesante que es ese libro (cfr. Bosque & Moreno, 1989; Leonetti, 1999). Este trabajo
pretende, por un lado, discutir qué tipo de construcción se encuentra involucrado: si LO
es un determinante y la construcción tiene carácter nominal, al igual que el lo sin valor
ponderativo (cfr. Kornfeld & Saab, 2005), o si actúa en realidad como un modificador
de Grado, como ocurre en el caso antes mencionado del lo enfático. Por otro lado, se
establecen las principales propiedades gramaticales de LO: significado, función
sintáctica, combinatoria con adjetivos y compatibilidad con distintas modalidades
oracionales, patrones de concordancia.
*
Universidad Nacional de General Sarmiento, Universidad de Buenos Aires, CONICET. Dirección
electrónica: laura_malena@yahoo.com.ar.
1
Abstract
This paper intends to analyze several constructions in which phonological
patterns are involved, with suspended, emphatic or stressed entonation, and –
particularly– the Argentinian Spanish construction “LO + adjective”, as in María es LO
inteligente/ aburrida/ linda/ fea/ desprolija. The phonological pattern of this LO
construction is directly related to the stressed determiners with ponderative value in
Tiene LA plata (cf. Di Tullio & Masullo, 1996), but it is also related to other adjective
constructions as the ponderative de with suspended entonation of Es de lindo... (cf. Di
Tullio, 2004) and the so-called “emphatic lo”, with exclamative or suspended
entonation, as in Lo interesante que es ese libro (cf. Bosque & Moreno, 1989; Leonetti,
1999). On the one hand, this paper intends to discuss which is the nature of the
construction: whether LO is a determiner, as in the lo without ponderative value (cf.
Kornfeld & Saab, 2005), or whether it is actually a Degree modifier, as in the case of
the “emphatic lo”. On the other hand, the main grammatical properties of LO are
characterized: meaning, syntactic function, combinatory with adjectives, compatibility
with different sentential modalities, patterns of concord.
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entonación suspendida de Es de lindo... (cfr. Di Tullio, 2004), el llamado “lo enfático”
de Lo inteligente que es Amelia (cfr. Bosque & Moreno, 1989) y los determinantes
acentuados o enfáticos del tipo Tiene LA plata (cfr. Di Tullio & Masullo, 1996). En la
segunda sección, proponemos un análisis de la construcción “LO + adjetivo”, para lo
cual describimos sus propiedades sintáctico-semánticas. Nos ocupamos particularmente
de caracterizar su significado, su función sintáctica, sus posibilidades combinatorias con
determinados adjetivos, su compatibilidad con distintas modalidades oracionales y sus
patrones de concordancia, con el fin de discutir los posibles análisis que puede recibir
esta construcción.
3
acentuados o enfáticos del tipo Se compró EL auto o Tiene LA plata (cfr. Di Tullio &
Masullo, 1996), propios también del español de nuestro país.
I.1) El de ponderativo
(2) a. Es de simpático…
b. Está de flaca…
c. Lo compró de barato…
d. Tiene unos ojos de grandes…
(3) a. Es más bueno…
b. Dice cada disparate…
c. Hace un frío…
d. Se portó tan mal…
Las construcciones de (2), a las que Di Tullio dedica su artículo, son estructuras
modalizadas propias del español rioplatense coloquial, que contienen la partícula de
seguida de un sintagma adjetivo o, también, adverbial o nominal: Está de lejos... / Trajo
de chocolates... Al igual que las construcciones de (3), se caracterizan por un esquema
tonal suspendido propio de una construcción incompleta o “abierta”, ya que el final no
es descendente, como el de las oraciones declarativas o el de las exclamativas
pronominales, ni tampoco marcadamente ascendente, como el de las interrogativas. La
entonación suspendida permite la gramaticalidad de la oración y, de hecho, las
secuencias serían agramaticales si se les superpone una entonación “cerrada”. Di Tullio
observa que todas las construcciones de (2-3) forman parte del grupo de las
exclamativas no pronominales, que carecen de palabras exclamativas especializadas,
pero contienen elementos funcionales que, en combinación con la entonación
suspendida, se reciclan como partículas ponderativas. Así, en los ejemplos de (2), el
cuantificador es el de ponderativo; en los de (3), puede ser un término especializado
(como más y tan) o no (cfr. el determinante indefinido un o el distributivo cada). Todas
indican el grado en que se cuantifica una cierta propiedad, una entidad o un evento, ya
que hay un constituyente cuantificado (Sintagma Adjetivo, Sintagma Adverbial,
Sintagma Nominal) en posición posverbal.
4
Di Tullio agrega que los diversos elementos cuantificadores pueden interpretarse
también como el primer componente de un constituyente discontinuo trunco: una
oración comparativa (4a) o consecutiva (en los otros casos):
Otra construcción del español vinculada con los modificadores de Grado que
tiene también entonación suspendida o exclamativa es el llamado “lo enfático”1, que se
reconoce en casos como los siguientes (cfr. Bosque & Moreno, 1990; Leonetti, 1999):
Leonetti observa que, desde el punto de vista semántico, las construcciones de (5)
equivalen a exclamaciones: ¡Qué interesante (que) es ese libro!, ¡Cuán curiosa es
Amanda! En español peninsular, pueden aparecer tanto en oraciones principales como
en subordinadas. Vale la pena observar que, por el contrario, en español rioplatense los
ejemplos de (5) son agramaticales (o, al menos, muy marginales), ya que en la oración
principal se prefiere claramente el uso del pronombre exclamativo qué. En cambio, la
construcción con “lo enfático” es perfectamente natural en cláusulas subordinadas,
como la de (6):
Entre las diferencias entre el “lo enfático” y el “lo normal”, se cuentan los
patrones de concordancia, tal como han notado Bosque & Moreno (1990). Con el “lo
normal” solo es posible la forma masculina singular del adjetivo (cfr. 7), mientras que
las construcciones de (5) exigen concordancia con el nombre (cfr. 8):
(7) a. Lo interesante del libro son las citas / Lo curioso de Amanda es su conducta
b. *Lo interesantes del libro son las citas/ */ Lo curiosa de Amanda es su conducta
(8) a. Lo interesantes que son esos libros/ Lo curiosa que es Amanda
1
Si bien reproducimos este nombre por ser utilizado en la bibliografía, la entonación de esta construcción
es exclamativa o suspendida.
5
b. *Lo interesante que son esos libros/ *Lo curioso que es Amanda
Según Bosque & Moreno, los contrastes de (7-8) indican que lo encabeza una
construcción nominal en el primer caso, y fuerza, así, la concordancia por defecto, en
masculino singular, en el adjetivo. En cambio, en (8) lo funciona como una expresión
cuantificativa (i.e., un modificador de Grado) del adjetivo, lo cual se desprende de la
concordancia del adjetivo con el nombre al que se refiere.
Los dos fenómenos anteriores mantienen una relación obvia con la construcción
de LO que presentamos en (1) en la medida en que se vinculan (ambas) con adjetivos
calificativos o graduables. Sin embargo, desde el punto de vista fonológico, las
construcciones con LO de (1) no tienen entonación suspendida y se asemejan más a las
construcciones del español rioplatense que involucran los determinantes acentuados (o
enfáticos) con valor ponderativo de (9):
6
(11) a. Pablo tiene LAS casas de la ciudad.
(cfr. Pablo tiene las casas más caras de la ciudad.)
b. Hoy di LA clase de mi vida.
(cfr. Hoy di la mejor clase de mi vida.)
c. Miterrand fue EL estadista de la Francia de la posguerra.
(cfr. Miterrand fue el más grande estadista de la Francia de la posguerra.)
En cambio –observan-, los nombres que funcionan como modificadores de EL / LA no
pueden ser acompañadas por cláusulas relativas o por adjetivos calificativos, como
muestran los siguientes ejemplos:
II. ANÁLISIS DE LO
Al referirse al fenómeno del “lo enfático”, Leonetti (1999: 830) ha notado que es
posible proporcionar dos análisis distintos para la construcción, dependiendo de los
7
datos en que nos basemos. En la primera posibilidad, el lo sería un determinante, lo cual
estaría sostenido en el obvio paralelismo con los artículos no enfáticos. Por otro lado, el
patrón de concordancia del adjetivo (cfr. ejemplos de 8) lleva a pensar que el “lo
enfático” no funciona como un determinante, sino, como afirman Bosque & Moreno
(1989), como un cuantificador que opera sobre el adjetivo. Nótese que, como señala
Leonetti (1999), cada uno de los análisis se basa en una propiedad distinta, que parecen
contradictorias a simple vista.
Una ambigüedad semejante entre dos análisis posibles, paralelos a los planteados
por Leonetti, puede encontrarse para la construcción de “LO + adjetivo”:
Una primera hipótesis es, pues, que LO sea el núcleo de un Sintagma de Determinante,
al igual que el “lo normal”.
8
también al que plantea Di Tullio (2004) para el de ponderativo y otras construcciones
análogas (cfr. I.1), en el que un determinado patrón entonacional (en este caso, la
acentuación) indica la interpretación cuantificadora de un ítem funcional o cuasi
funcional, que carece normalmente de dicha interpretación.
II.2) Caracterización de LO
Con el fin de evaluar qué análisis es mejor y por qué, repasamos a continuación
una serie de características relevantes de LO, relativas a su significado, su función
sintáctica, las posibilidades de combinación con algunos adjetivos, su compatibilidad
con distintas modalidades oracionales, los patrones de concordancia.
Desde el punto de vista sintáctico, cabe destacar que los adjetivos a los que
modifica LO solo pueden funcionar como predicativos (cfr. 15a) y no como
modificadores en el ámbito nominal (cfr. 15b):
(15) a. Es/ Parece/ Se volvió LO gracioso/ agrandado/ roñoso/ amable/ interesante/ feo.
b. *Es una casa LO kitsch. / * Un chico LO ocurrente me dijo que...
Más aún, el predicativo que encabece LO solo puede depender de verbos como ser,
parecer o volverse, pero no de otros verbos copulativos como estar, encontrar(se),
poner(se), como advertimos si en (15a) disponemos otro predicado:
(15) c. *Está/ *Se encuentra/ *Se puso LO gracioso/ agrandado/ roñoso/ amable/
interesante/ feo.
Nótese que los ejemplos de (15b-c) son perfectamente gramaticales sin LO y que las
oraciones en cuestión admiten distinto tipo de modificadores de Grado: Es una casa
medio kitsch; Un chico bastante ocurrente me dijo que...; Está/ Se encuentra/ Se puso
muy gracioso/ agrandado/ roñoso/ amable/ interesante/ feo.
Los contrastes de (15a-c) sugieren que LO solo es compatible con verbos que
designan estados permanentes, y no transitorios, como verificaremos más adelante en
relación con los adjetivos. El mismo contraste entre estados permanentes y transitorios
9
se advierte cuando LO aparece con verbos que seleccionan una predicación secundaria o
predicativo objetivo2:
Otra conclusión relevante de (15-16) es que, para decidir cuál de los dos
posibles análisis presentados anteriormente es preferible, no basta con observar la
construcción en la que aparece habitualmente LO, ya que la función de predicativo
puede ser cumplida indistintamente por un Sintagma de Determinante (o un Sintagma
Nominal, en la gramática generativa previa a Abney 1987) o por un Sintagma de Grado
(o Sintagma Adjetivo).
2
En todos los casos, el predicativo subjetivo u objetivo debe ser seleccionado obligatoriamente por el
verbo.
3
Nótese, por lo demás, que la mayor parte de los adjetivos de (18b-c) no podría funcionar como
predicativo del verbo ser, con alguna excepción (Es posible).
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Cabe señalar, para los casos de (18c), que los adjetivos formados con los mismos sufijos
sobre bases verbales con el rasgo [–delimitado] sí pueden combinarse con LO: Es LO
ganador/ trabajador / seductor/ increíble / confiable / desafiante/ refrescante (cfr.
Kornfeld, 2008a, para una propuesta de herencia del rasgo [+/–del] en adjetivos
derivados).
(20) *Es LO caído/ cansado/ arruinado/ contento/ feliz/ deprimido/ seco/ mojado.
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En cambio, sí es posible utilizar LO en combinación con ciertos diminutivos: Es LO flaquito/ blanquito/
chiquito, lo cual es coherente con el hecho de que, mientras –ísim(o) puede funcionar como núcleo de un
SGrado, otros afijos (como el diminutivo), no (cfr. Kornfeld, 2008b).
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(21) *Es LO rojo/ negro/ alto/ gordo/ rubio/ morocho/ trigueño/ grande [sentido físico]5
En síntesis, los adjetivos que se combinen con LO deben ser necesariamente graduables
(predominantemente calificativos), evaluativos y designar propiedades permanentes
[individual-level predicates].
5
Los ejemplos de la nota 2 no contradicen esta afirmación, ya que la aparición del sufijo apreciativo
vuelve evaluativas a bases inicialmente descriptivas.
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No parece casual que las propiedades de LA/EL, que según Di Tullio & Masullo
tienen también valor elativo, sean muy semejantes a las de LO: LA/ EL aceptan la
aparición en subordinadas (cfr. 22 y 25), admiten solo preguntas eco, no aceptan
órdenes (cfr. 23 y 26) y son compatibles con la negación (cfr. 24 y 27):
Por último, cabe destacar que el LO se diferencia centralmente del “lo enfático”
(que tiene concordancia obligatoria con el nombre, cfr. Bosque & Moreno 1989) porque
admite dos patrones distintos de concordancia del adjetivo en género y número. Así, en
los mismos contextos con LO surgen dos alternativas para la realización del adjetivo:
que no haya concordancia (y aparezca por defecto la forma masculina singular), como
en (28) y en paralelo con el “lo normal” de (7), o que el adjetivo establezca
concordancia en género y número con el sujeto, como en (29), al igual que con el “lo
enfático” de (8):
Si bien el patrón de (28) es mucho menos frecuente que el de (29) (y, al revisar el
trabajo, puede corroborarse que los datos generalmente muestran concordancia del
adjetivo con el nombre), ambos patrones son posibles, lo que deberá tomarse en cuenta
al proponer un análisis para el LO.
A partir de los datos vistos previamente, los dos análisis propuestos en II.1)
siguen resultando igualmente factibles. En particular, observamos los datos
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“contradictorios” en relación con la concordancia que se exhiben en (28-29), que
permiten indistintamente tomar a LO como un determinante (ya que puede ocasionar
falta de concordancia en el adjetivo, cuando aparecerá por defecto la forma masculina
singular) o como un modificador de Grado (ya que puede desencadenar la concordancia
en género y número del adjetivo con el sujeto), en exactamente los mismos contextos.
Cabe destacar que esta distribución complementaria no se da con el “lo normal” (que
tiene claras propiedades de determinante), como muestran los ejemplos a continuación,
en los que lo aparece combinado con distintos cuantificadores de Grado:
Para dar cuenta de los datos anteriores, entonces, proponemos que LO sería
núcleo de un Sintagma de Determinante en los casos en que el adjetivo no tiene
concordancia (cfr. 28) y núcleo de un Sintagma de Grado cuando hay concordancia de
género y número con el sujeto (cfr. 29). La explicación que podemos ofrecer para la
coexistencia de los dos patrones es de tipo genética: como corolario o extensión natural
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del caso de los determinantes acentuados LA/ EL estudiados por Di Tullio & Masullo
(1996), surge el LOdet acentuado, que corresponde al ejemplo de (28). A su vez, el
LOgrado acentuado, en el que se da la concordancia del adjetivo con el nombre, como
(29) y la mayor parte de los ejemplos analizados en este trabajo, aparece por analogía
con el LOdet.
Ahora bien, dado que hemos observado que hay un elemento de Grado
involucrado en ambos casos, diremos que en esta construcción el rasgo formal ‘grado
máximo’ (ligado con la entonación acentuada o enfática, idéntica en los dos casos) se
ubica siempre en la posición de núcleo del Sintagma de Grado.
(33)
a.
SV
V SGrado
Grado° Sa
[grado máximo]
b.
SD
D SGrado
[def]
Grado° Sa
[grado máximo]
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La presencia del rasgo ‘grado máximo’ en la posición de núcleo de Sintagma de Grado,
como se ha dicho, es lo que determina la particular acentuación, que es idéntica en
ambas construcciones.
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equivalentes; mientras que las construcciones de grado de (38), semánticamente
equivalentes al superlativo morfológico (simpatiquísimo), son compatibles con el
imperativo, la construcción de (39), sinónima del elativo, no lo es:
III. CONCLUSIONES
A partir del análisis llevado a cabo en este trabajo puede concluirse que las
construcciones con entonación suspendida, como el de ponderativo o el “lo enfático”,
son parte de estructuras truncadas, que involucran o bien un comparativo real o bien una
cantidad en grado alto. En ambos casos, se trata de exclamaciones implícitas, sin
pronombre especializado, como señala Di Tullio (2004) en relación con el primer
fenómeno.
6
Recuérdese que, estrictamente hablando, el “lo enfático” estudiado por Leonetti (1999) no tiene
entonación enfática, sino exclamativa o suspendida (cfr. nota 1).
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validez de los resultados de esta primera exploración, tanto para nuestra variedad como
para otras, deberá ser corroborada en futuros trabajos en los que los fenómenos aquí
tratados sean contrastados con otros en los que también se vea involucrada la
entonación con valor ponderativo.
Referencias bibliográficas
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