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ESPAÑOL
AL SUR
(Compiladoras)
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Publicación sujeta a revisión de pares.
Luscinia Ediciones
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DE PURO GUAPO, DE CURDA NOMÁS Y OTRAS
CONSTRUCCIONES EXCLAMATIVAS CON DE EN ESPAÑOL
RIOPLATENSE
Laura KORNFELD
1. INTRODUCCIÓN
35
(1) a. ¡Qué lindo es!
b. Es de lindo...
c. Si vieras lo inteligente que es ese chico...
d. Es LO lindo.
36
Di Tullio (2004) que comparten la aparición de la preposición
de. Luego, trazaremos una caracterización general de estas
construcciones y nos detendremos particularmente en el patrón
de combinación con adjetivos y sus propiedades gramaticales
en relación con la modalidad oracional, la negación, la
subordinación, etc. A partir de esa base, propondremos un
análisis sintáctico que no solo dé cuenta adecuadamente de sus
propiedades, sino que pueda extenderse también a otras
construcciones de valor semejante encabezadas por
preposiciones.
37
allí citadas), como muestra el siguiente contraste entre adjetivos
calificativos (cfr. 4.a) y adjetivos relacionales y deverbales
delimitados (cfr. 4.b):
38
que Di Tullio denomina «de ponderativo»:
(6) a. Es de simpático…
b. Está de flaca…
c. Lo compró de barato…
d. Tiene unos ojos de grandes…
39
Además, el de ponderativo es incompatible con otros
elementos de grado, sean sintácticos o morfológicos, como
muestra (9):
40
cláusulas subordinadas, es decir que normalmente no
constituyen por sí mismas una oración completa, aunque sí
pueden ser fragmentos (cfr. 10.a-b) o respuestas a preguntas,
como en (11):
41
también de nombres. De hecho, al revisar datos provenientes de
diversas variedades del español, como los que proporciona el
Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), de la Real
Academia Española, se advierte que estadísticamente la
expresión es mucho más frecuente en la función de modificador
de nombres: en el caso de los nombres de masa (cfr. 13.a), la
interpretación es fácilmente deducible del significado «literal»
de la preposición y del adjetivo puro; hay cierta metaforización,
en cambio, cuando aparecen nombres contables, como en
(13.b). En ambos casos, se observa que el adjetivo puro
presenta concordancia en género con el nombre y, en el caso de
los nombres de masa, puede variar su posición sintáctica sin
modificar radicalmente el significado de la construcción (cfr.
13.c):
42
y número con el adjetivo (cfr. 14.a); este fenómeno, penado
desde el punto de vista normativo, se corrobora también con
cuantificadores de grado que corresponden al español general,
como los de (14.b).
43
b. De puro nervioso que me puse, lo dejé pasar.
44
construcciones tienen la ambigüedad propia de las cláusulas
causales, ya que se ubican no solo en la posición de
modificadores del núcleo oracional (como en la mayoría de los
ejemplos anteriores, entre ellos los de 12, que reproducimos en
21) sino también en la de adjuntos del predicado o Sintagma
Verbal (como en 22):
45
lo traje.
c. *Se equivocó de puro muy / super / demasiado
tarada / curda / inútil.
46
más coloquiales un cacho, un cachito o un toque (cfr. Kornfeld
2010), que tampoco se combinan con cualquier adjetivo
graduable.
Sin embargo, la restricción señalada no se verifica de
modo absoluto: de puro también puede combinarse con ciertos
adjetivos simples (27) o derivados (28) que señalan cualidades
que en principio calificaríamos como positivas:
47
(30) a. es tan linda que de puro linda se volvió
arrogante
(www.buscacuentos.com/ver_cuento.phtml?cod=15648)
b. ritmo suave y alucinante de puro lógico
c. tal vez lo pasa mal de puro inteligente (Carmen
Martín Gaite, Nubosidad variable)
d. dos testimonios casi asépticos de puro precisos
48
puede aplicarse a ellos siempre que la interpretación sea
(metafóricamente) atribuida a un estado anímico de un sujeto
humano (por ejemplo, De puro caliente, lo insulté de arriba
abajo), pero no si se refiere literalmente a la temperatura del
agua, de la comida, de un objeto, etc. (*Me dio chuchos de puro
frío). Un contraste semejante se verifica con cuadrado, entre su
significado literal aplicable a objetos (*No me gusta la mesa de
puro cuadrada) y su significado metaforizado referido a
personalidades (De puro cuadrado, no quiso invitarla a salir), y
podemos imaginar igualmente ejemplos en los que algunos
pares que en (31) hemos señalado como agramaticales sean
aceptables en combinación con de puro siempre que se apliquen
a personalidades (e.g., dulce/ amargo, blando/ duro).
Muy semejante a la de de puro + A es la distribución
con adjetivos de de + A + nomás (construcción que –como
hemos señalado– parece exclusiva de algunos países
sudamericanos: Argentina, Uruguay, Chile, Perú). Mientras que
(33) muestra adjetivos que ya hemos visto como complemento
de de puro, los ejemplos dejan ver el rechazo de la expresión a
adjetivos referidos a entidades inanimadas (34) o con
significado puramente positivo –algunos de los cuales hemos
visto que sí es posible combinar con de puro (cfr. 35.b con 28):
49
también una causa con una connotación globalmente negativa
(más allá de la posibilidad de que se seleccionen adjetivos que
indican, en abstracto, cualidades positivas, como valiente en
29.a) y se utiliza en referencia a personas, y no a objetos
inanimados, al igual que de puro.
En cambio, de tan + A manifiesta una distribución
diferente a de puro + A o de + A + nomás, ya que se combina
con cualquier adjetivo graduable, negativo o positivo, referido a
entidades humanas o no, tal como puede advertirse en los
siguientes ejemplos:
50
que completa la expresión: tan es un cuantificador, mientras que
puro implica una gramaticalización desde un significado básico
ponderativo y nomás funciona como elemento topicalizador.
51
b. ??¿De puro tarada/ de tarada nomás lo hiciste o
fue a propósito?
52
También es idéntica a la de las exclamativas
pronominales (cfr. 46) la incompatibilidad de estas
construcciones con índices de polaridad positiva o negativa (cfr.
47) dentro de la cláusula subordinada:
53
(50) a. Me sorprendió que, de puro gorda / de gorda
nomás, se haya comido esa torta.
b. Imaginate que se comió toda la torta, de tan
gorda que es.
c. Me contó que se comió toda la torta, de puro/
tan gorda / de gorda nomás.
(52) a. Es de simpático…
b. Está de flaca…
c. Lo compró de barato…
d. Tiene unos ojos de grandes…
54
(53)
SGrado
2
Esp. Grado'
2
Gradoº SAdj
g g
[+Q] / [Enf] Adj’
g
Adjº
g
qué /de lindo
55
de tan + A, haciendo hincapié no solo en la posibilidad de estas
construcciones de expresar el grado de la cualidad designada
por un adjetivo sino también en su relación con la modalidad de
la oración. Adoptamos para ello la propuesta de Rizzi de que la
proyección más alta de la oración, el Sintagma de Fuerza,
alberga los subordinantes que y si, los sintagmas interrogativos,
exclamativos o relativos movidos a la posición de especificador
y, simultáneamente, codifica el valor pragmático (interrogativo,
imperativo, etc.) de la oración.
Al contrario de Di Tullio, no postulamos que de sea, en
sí mismo, el núcleo del Sintagma de Grado. Más bien
suponemos que, en tanto preposición, encabeza una
construcción causal; para aquellos casos en los que nuestras
construcciones exclamativas aparecen como una cláusula
completa en la típica posición de modificador del núcleo
oracional (por ejemplo, De tan gorda que estaba/ De gorda
nomás / De puro gorda, no pudo correr), la preposición toma
como complemento un Sintagma de Fuerza que, a su vez, tiene
en una posición privilegiada a un Sintagma de Grado. De este
modo, las tres construcciones se podrían representar en una
estructura como la siguiente:
(54)
SFu
ro
SP SFu /Fu’
2 6
P’ ‘no pudo correr’
ro
P SFue
‘de’ ro
SGrado Fue’
2 ro
Grado’ SFue
2 6
[grado alto] SA ‘que estaba’
6
‘gorda'
56
En el esquema de (54), la construcción encabezada por
de está adjuntada al Sintagma de Fuerza, lo cual es consistente
con su incompatibilidad con determinadas modalidades
oracionales (interrogativa e imperativa), según hemos visto en
los ejemplos (39 y 44-45). Recordemos que de puro + A y de +
A + nomás pueden aparecer en preguntas u oraciones
desiderativas solo en el caso de que se ubiquen dentro del
predicado, esto es en el Sintagma Verbal (cfr. ejemplos de 38.b
y 41). En este caso no tendrán relación con la modalidad de la
oración, como en (54), sino que se adjuntarán, justamente, al
Sintagma Verbal o al Sintagma de Flexión (Tiempo); es desde
esa posición, que carece de entonación propia, que aceptan
formar parte de preguntas.
Por su parte, el núcleo del Sintagma de Grado, ocupado
en el esquema por el rasgo formal [grado alto] puede aparecer
realizado por un elemento explícito (como en tan o puro) o
permanecer implícito (como en de gorda nomás, donde el
nomás será un topicalizador adjuntado al Sintagma de Grado).
Podemos mantener que, sobre esta estructura de base,
encontramos diversas variantes o «acortamientos», sea porque
no aparece la cláusula causal completa (cfr. 55), sea porque se
trata de fragmentos oracionales como los que hemos visto en
(9) (cfr. 56):
(55)
SFu
ro
SP SFu /Fu’
2 6
P’ ‘no pudo correr’
2
P SGrado
‘de’ 2
Grado’
2
[grado alto] SA
6
‘gorda'
57
(56)
SFu
ro
SP SFu /Fu’
2 2
P’ ‘exclamativo’
2
P SGrado
‘de’ 2
Grado’
2
[grado alto] SA
6
‘gorda'
58
de (57) y las correspondientes variantes con focos de (58), en
las que se observa que, cuando hay negación, no es posible
focalizar (únicamente) la construcción de grado:
59
(61) a. No se puede ni hacer un chiste, de lo idiota que
se puso.
b. No puede ni pasar por la puerta, de lo gorda
que está.
c. Comí solamente dos bocados, de lo duro que
estaba.
d. No se puede ni pasar por la puerta, de lo
angosto que es el pasillo.
60
B: -¡Por idiota! / ¡Por lo enojado que está!
4. CONCLUSIONES
61
fonológico–entonacionales con otras clases de cuantificadores
ratifica la hipótesis de que el núcleo de un Sintagma de Grado
solo puede saturarse por medio de un único elemento, sea este
de orden sintáctico, morfológico o fonológico. De este modo, se
da sustento empírico a la idea derivada de Abney (1987) de que
el Sintagma de Grado es la proyección funcional asociada con
el ámbito del adjetivo, así como el Determinante lo es con el
Sintagma Nominal y la Flexión con el Sintagma Verbal.
Por otro lado, hemos visto que esas construcciones
presentan una diferente selección de los adjetivos graduables
(no delimitados): mientras que de tan + A admite combinarse
con cualquier adjetivo graduable, de puro + A y de + A + nomás
restringen ese universo: el adjetivo en cuestión deberá ser
pasible de recibir una connotación negativa y, además, de
aplicarse a una entidad humana. Esa diferencia puede ligarse
directamente con los grados diferentes de gramaticalización que
tiene cada expresión.
En relación con sus propiedades gramaticales, podemos
concluir que el hecho de vincularse con la expresión de la
subjetividad del hablante no impide que las construcciones
ponderativas presenten un comportamiento gramatical
predecible y sistemático, en el que no se encuentra ninguna
aleatoriedad.
Por último, el análisis llevado a cabo en este trabajo nos
ha permitido esbozar algunas posibles interrelaciones entre
cuantificación y modalidad, un tema gramatical poco explorado
y que merece la mayor atención, incluyendo no solo el caso de
construcciones de grado que tienen, simultáneamente, alcance
sobre la oración en su conjunto, como las analizadas aquí o en
Di Tullio (2004), sino también el de elementos que pueden
cumplir alternativamente las funciones de cuantificador y de
marcador de modalidad, como re e ité en diversas variedades
del español de la Argentina (cfr. Kornfeld & Kuguel en prensa y
Kornfeld en prensa b, entre otros autores).
62
5. NOTAS
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
63
• KORNFELD, L. (en prensa b): «Cuantificación e
intensificación: algunas notas sobre re e ité en el español del
Cono Sur» in Studies in Hispanic and Lusophone Linguistics.
• KORNFELD, L. y I. KUGUEL (en prensa): «Un afijo re loco
(Notas sobre re)» in Estudios sobre la sintaxis del español de
la Argentina. Buenos Aires: EUDEBA.
• LAKA, I. (1990): Negation in Syntax: On the Nature of
Functional Categories and Projections. Tesis doctoral, MIT.
• RIZZI, L (1997): «The fine structure of the left periphery» in
Haegeman, L. (ed.) Elements of Grammar. Dordrecht:
Kluwer.
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