UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES

Y EDUCACIÓN

ENSAYO ESCATOLÓGICO SOBRE EL ISLAMISMO

El Apocalipsis y el Día del Juicio Final

ALUMNOS:
Reyes Bernilla, Willian.
Ruiz Alcántara, Yadira Elizabeth.
Saavedra Castro, Pablo César.
Tineo Díaz, Jersabell Diana.
Villar Cuadros, Maria Claudia Stefhany.

CURSO:
Religión Comparada

DOCENTE:
Luis Alfredo Narváez Vargas

SEMESTRE:
2019- II

CICLO:
X

Lambayeque, 06 de enero del 2020.

 ENSAYO ESCATOLÓGICO: EL APOCALIPSIS Y EL DÍA DEL JUICIO FINAL | ARQUEOLOGÍA

EL APOCALIPSIS Y EL DÍA DEL JUICIO FINAL

INTRODUCCIÓN

La palabra árabe “Islam” es una palabra que proviene de un verbo: “aslama” que es la acción de
entregarse y someterse voluntariamente y pacíficamente. Esto significa que el Islam, es un ideal
abstracto o el seguimiento de un líder; es decir; entregarse voluntariamente a Dios, obedeciendo
sus mandamientos y doctrinas, sometiendo cada una de sus acciones a su voluntad, comprobando
que éstas vayan acordes a lo que el creador manda y adorándolo según la forma de adoración que
él puntualmente designó.

A mediados del siglo VII de nuestra era, ocurrió uno de los cambios más drásticos de la historia
medieval. En la Península Arábiga apareció una nueva religión que rápidamente se extendió desde
Europa occidental hasta el Océano Indico, pugnando y derrotando a los antiguos poderes de estas
regiones. Esta nueva religión, el Islam, implicó cambios en el devenir espiritual y religioso para
su peregrinos, además tuvo importantes efectos en todos los planos, ya que afectó a todos los
ámbitos de la sociedad, actuando como una especie de expansiva de múltiples pueblos y culturas
diferentes como árabes, bizantinos, persas, beréberes o la población hispano-visigoda, y ha
perdurado hasta nuestros días.

El libro sagrado, el Corán. El término «Corán» procede del árabe al-qur’an, que significa
literalmente “recitación” o “texto sagrado que se recita”. Es el libro santo por excelencia del Islam,
para los musulmanes, representa la revelación de Dios. Se le considera la autoridad final, la base
de la fe y la guía del musulmán por el camino recto. Fue revelado por Dios (Alá), según la
creencia de los musulmanes, por medio del ángel Gabriel al profeta Mahoma (Muhammad). Esto
sucedería hacia el año 609, cuando el profeta meditaba en una caverna en el monte Hira, cerca de
La Meca, lo que actualmente es Arabia Saudita; en ese momento Mahoma recibiría la primera de
muchas revelaciones divinas.

El Corán está compuesto de 114 capítulos de diferentes tamaños y 6.536 frases. Cada capítulo es
llamado sura o azora (palabra árabe españolizada) y cada oración o frase del Corán es llamada
aya o aleya que significa ‘señal’. Como la Biblia, el Corán está dividido en discretas unidades,
referidas como versículos. Estos versículos no son de tamaños o métrica estándar, y donde
comienzan o terminan, no fue decisión de los seres humanos, sino dictado por Dios. Cada uno es
un discreto acto de locución con un significado. Trata muchos temas diferentes, incluyendo a
Dios, los ángeles, los profetas, el juicio futuro, los libros santos y el yihad. Detalla reglas acerca
de la modestia, el matrimonio, el divorcio, la herencia, el alcohol, el juego, los hábitos
alimentarios, el hurto y el comportamiento sexual. Condena la explotación de los huérfanos, las
viudas y los pobres. Otorga ciertos derechos a las mujeres y establece reglamentos para operar en
los negocios. Exige hospitalidad y responsabilidad social, tanto hacia los miembros de la
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comunidad como hacia los extraños. Imparte instrucciones para los rituales del culto y los
estándares de pureza. Exige donativos para los pobres y establece las creencias y costumbres del
Islam.

En el libro sagrado se hace mención de 25 profetas, de los cuales la mayoría se menciona también
en la Biblia. Estos personajes cumplen un ciclo profético que inicia con Adán y culmina con
Muhammad. El libro revela los datos acerca de su tiempo, de su prédica y de la recepción del
mensaje entre sus contemporáneos.

Sus pilares son cinco: “la profesión de fe en Alláh y en su profeta (shahada), la oración ritual
cinco veces al día (salat), la ofrenda de la limosna ritual (zakát), el ayuno durante el mes del
Ramadán (sawm) y, por último, la peregrinación a La Meca, que ha de ser realizada al menos una
vez en la vida por los que tengan la posibilidad de hacerla (hajj)” (Paolucci y Eid, 2001). Estos
pilares son obligatorios para todos los que profesan el Islam y que hayan llegado a la edad de la
pubertad.

En esencia, el Corán es un libro que trata de un solo Dios verdadero. “Alá”, la palabra árabe para
Dios, se menciona más de 2,500 veces. Dios es el eje central del libro, el cual enseña que es
trascendente, todopoderoso y omnisciente. Es el creador, sustentador y juez de todas las cosas.

Por otro lado, para poder tener un buen entendimiento acerca de los temas religiosos, y sus libros
sagrados, es importante y necesario tener en cuenta términos esenciales, como son: Teología,
escatología y hierofanías, ya que para cada religión resulta particular cada uno de ellos; por ende
se debe ahondar un poco en estos temas asociándolos al mundo coránico e islámico.

La teología Islámica abarca los problemas metafísicos, la terminología y la concepción de Dios.

El Islam presenta un Dios sin misterio, un Dios de los filósofos, que podría ser más fácilmente
aceptado que el Dios del monte Sinaí. Es Dios, Uno, —dice la sura— Dios, el Eterno. No ha
engendrado, ni ha sido engendrado. No tiene par». El Islam no conoce, —rechaza— la idea de un
mediador. Mahoma es salvador únicamente en cuanto informador de que Dios puede disponer
arbitrariamente del hombre. En definitiva, se puede afirmar que el desarrollo del pensamiento
islámico proviene de un periodo intenso de traducción de textos griegos, los cuales influyen
intensamente en la filosofía islámica. Sin embargo el pensamiento islámico pudo perfeccionar y
desarrollar su propio movimiento. “La filosofía árabe plantea cuestiones similares a las
anteriormente estudiadas por los antiguos griegos, pero aportando sus métodos, ideas e influencias
que pueda transmitir el Corán, es decir, la base del pensamiento islámico es la herencia de la
filosofía griega y las cuestiones que surgen del estudio del Corán y su intención de resolver las
confrontaciones entre ambos” (Borja, 2015).

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También el Islam tiene una potente escatología, cuyos elementos aparecen en el Corán. La
escatología se constituye como el conjunto de creencias religiosas sobre las realidades últimas
(Sayés, 2006), es decir sobre el destino último del ser humano y el universo. La escatología del
Corán describe con relativa abundancia lo que sucederá durante los Últimos Tiempos: fin del
mundo, resurrección de los muertos, juicio, retribución en el paraíso o en el infierno, con la
finalidad de advertir a los ricos injustos del castigo que les espera si no modifican su actitud para
con los pobres. Esta intención, que persiste a través de todo el Corán y de la entera historia del
islam, se extiende al conjunto de la vida moral. Pero la escatología proporciona también todo su
sentido al futuro del mundo, al tiempo y a la historia y, finalmente, al significado del propio ser
humano.

Así mismo, cabe argumentar sobre el término Hierofanía. Eliade propone un acercamiento a partir
de "lo sacro", acuñando este término: como manifestación de lo sagrado. "De la hierofanía más
elemental (por ejemplo, la manifestación de lo sagrado en un objeto cualquiera, una piedra o un
árbol) hasta la hierofanía suprema, que es para un cristiano, la encarnación de Dios en Jesucristo,
no existe solución de continuidad. Se trata siempre del mismo acto misterioso: la manifestación
de algo completamente diferente, de una realidad que no pertenece a nuestro mundo, en objetos
que forman parte integrante de nuestro mundo natural, profano" (Eliade, M. 1981;, citado por
Bahamondes, 2007)

¿QUÉ ES EL APOCALIPSIS Y EL DÍA DEL JUICIO FINAL?

Según la Real Academia Española el término apocalipsis se refiere a una situación catastrófica,
ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total. En tanto
para Bezerra (2004), la palabra apocalipsis es una transliteración (traducción literal) de la palabra
griega apocalipsis que significa “revelación”. Este término suele ser traducido como “un acto de
develar algo que estaba oculto”, “quitar el velo”, “un acto de descubrir algo que estaba cubierto”
o “una divulgación”. Comúnmente este término también se le asocia con el fin del mundo, con
estrellas y torres cayendo sobre sus cabezas. Además de eso, él habla sobre el gran sufrimiento
que los cristianos pasarán.

Los hechos que se mencionan en el apocalipsis ocurrirán antes que el juicio final, de la religiones
monoteístas, ya que consideran que un día se tendrá que rendir cuentas a Dios, para (Mallen; S.f),
“El Juicio Final”, es el último acontecimiento en el cual Dios tratará con los incrédulos, y es aquí
donde él ajustará cuentas con todos aquellos que durante todo el tiempo de la humanidad negaron
su existencia y no hicieron su voluntad. Tanto en el cristianismo como en el Islam notamos que
existe un único Dios, el creador de todas las cosas y es a quien se le tiene que rendir cuentas al
final de nuestras vidas, donde las personas serán recompensadas por Dios de acuerdo a sus
acciones que realizaron en la tierra.

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El juicio final según el Corán

En la religión islámica el juicio final también es conocido como el Día de la Verdad, Día de la
Reunión, Día de la decisión y también como la Hora. Según Jomier (1987) el islam busca la
felicidad en este mundo y en el otro, en caso de conflicto entre ambas es la del más allá la que
tiene que prevalecer; desde el comienzo, la predicación del paraíso y del infierno estuvo en el
corazón mismo del mensaje coránico. Para Maíllo (S.F), la ascensión al paraíso o el descenso al
infierno, será según hayan sido los hombres buenos o malos. El infierno, según la creencia
mayoritaria de los musulmanes, no será eterno para los creyentes, pues la intercesión del profeta
ante la divinidad terminará por sacarlos de allí. Según Jomier (1987) el juicio confirma la
predicación coránica: son condenados en primer lugar aquellos que no ayudan a los pobres, que
asocian otras divinidades a Dios, que no creen en la resurrección, que tratan de mentirosos a los
profetas. Se dice que el infierno es eterno, pero en este punto el texto se fue suavizando poco a
poco en largas discusiones teológicas, que de hecho han llegado a prometer la salvación a todos
los musulmanes, aunque sea después de una estancia temporal en el infierno (Jomier 1978).
Nadie sabe cuándo ocurrirá el día del Juicio Final, solo Dios sabe la fecha exacta de estos
acontecimientos, pero a través de sus mensajeros enseñó algunas señales que alertan sobre el
hecho de que la Hora se acerca. Según Zarabozo (2012), las señales de la Hora pueden dividirse
en dos tipos. Primero, están aquellas que ocurren como parte de los cambios en la vida cotidiana.
Se conocen como las “Señales Menores”. El segundo son los eventos extraordinarios o
sobrenaturales que ocurrirán justo antes de la llegada de La Hora. Estos son conocidos como las
“Señales Mayores”.
 Las señales menores : Las Señales Menores son aquellas que pueden ocurrir mucho antes
del verdadero Día Final y, en general, están relacionadas con cambios cotidianos que
ocurrirán en eventos mundanos; a continuación mencionaremos algunos pasajes que se
refieren a este hecho.
“De entre las señales de la Hora está la práctica frecuente de actos inmorales, los
esfuerzos de la gente por promover la inmoralidad, el rompimiento de todos los lazos de
parentesco y la confianza en los mentirosos”. (At-Tabarani) (Citado en Zarabozo 2012).
“Entre las señales de la Hora están la abundancia de riqueza, el incremento de la
ignorancia, numerosas tribulaciones y la globalización del comercio y los negocios”.
(Al-Hakim). (Citado en Zarabozo 2012).
 Las señales mayores : Según Zarabozo (2012), Las Señales Mayores son aquellas que
ocurrirán relativamente cerca al Día del Juicio e involucran asuntos que pueden ser
considerados, por lo general, “fuera de lo común” o que son sensacionales. Estas señales
están relacionado con personajes y hechos concretos, recogidos por el profeta; entre los
cuales se menciona ,el humo, el Falso Mesías, la bestia, la salida del sol desde el oeste, la
segunda venida de Jesús hijo de María, Gog y Magog, y deslizamientos de la tierra en tres
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lugares. También, parece cierto que cuando estas señales comiencen a suceder, una seguirá
a la otra a un ritmo relativamente rápido. Sin embargo, no se conocen el orden en que
sucederán.
“Las señales deberán aparecer una tras otra, así como los eslabones en una
cadena se suceden uno a otro” (At-Tabarani). (Citado en Zarabozo 2012).

- Al-Dayyal (El Falso Mesías): Son numerosos los Hadices del Profeta que tratan de la
venida del Dayyal o Falso Mesías, quien recorrerá a gran velocidad la tierra y entrará
en ciudades excepto Medina y la Meca, según la descripción de los Hadices se trata de
un hombre tuerto. “Dios no es tuerto y he aquí que el Dayyal es ciego del ojo derecho
y su ojo es como una uva flotante”. Abu Said al-Judri relato el siguiente mensaje del
falso profeta.

“Vendrá, pero no le será permitido entrar por los pasos de la montaña hacia
Medina. Así que se detendrá en algunas zonas de tierra (que contienen altas
concentraciones de sal y donde se producen filtraciones que las hacen estériles)
adyacentes a la ciudad de Medina, y una persona saldrá (a donde el Dayyal) y le
dirá: ‘Doy testimonio de que eres el Dayyal sobre el que el Mensajero de Dios
(la paz sea con él) nos informó’. El Dayyal dirá entonces (a sus seguidores):
‘Cuál sería su opinión si matara a esta persona y luego lo trajera de nuevo a la
vida, ¿aún así albergarían alguna duda sobre este asunto?’ Ellos le responderán:
‘No’. Entonces, él matará (al hombre) y luego lo traerá de nuevo a la vida.
Cuando traiga a esa persona de regreso a la vida, ésta dirá: ‘Por Dios, no hay
mejor prueba del hecho (que eres el Dayyal) que lo que acabas de hacer’. El
Dayyal intentará entonces matarlo (de nuevo), pero no será capaz de hacerlo”.
(Citado en Zarabozo 2012).

- El regreso de Jesús: Otras de las señales que ocurrirán antes del juicio final será el
retorno de Jesús el hijo de María, Muhammad reconocía a Jesús como un profeta,
estimaba de manera especial a los cristianos y creía en la segunda venida de Cristo.
Anuncio que Jesús aparecerá después del anticristo, el mesías impostor, durante ese
tiempo acabara con el cerdo, quebrara la cruz, repartirá las riquezas, desaparecerán las
religiones excepto el Islam, acabara con el anticristo y extenderá la paz.
- Las tribus de Gog y Magog: Las tribus de Gog y Magog aparecerán poco después
del regreso de Jesús a la tierra, estas tribus representan las influencias maléficas que
producirán desolación y corrupción en la tierra y serán destruidas por dios.
“Luego él [Dul-Qarnain] siguió (otro) camino. Hasta que al alcanzar las barreras
de las dos montañas encontró detrás de ellas a una gente que apenas comprendían

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una palabra. Dijeron: ¡Dul-Qarnain! En verdad Gog y Magog son corruptores en

la tierra. ¿Quieres que te entreguemos un tributo para que hagas entre ellos y
nosotros una muralla? Dijo: El poderío que mi Señor me ha dado es mejor.
Ayúdenme con fuerza física y pondré una barrera entre ustedes y ellos. Tráiganme
lingotes de hierro. Y cuando hubo nivelado las dos vertientes de la montaña dijo:
Soplen. Y una vez que había hecho fuego dijo: Tráiganme cobre fundido para
verterlo encima. Y no pudieron [Gog y Magog] escalarla ni hacerle ningún
socavón. [Dul-Qarnain] dijo: Esto es una misericordia de mi Señor, pero cuando
la promesa de mi Señor llegue, la reducirá a polvo; la promesa de mi Señor es
verdadera. Y ese día [cuando Gog y Magog vengan] dejaremos que unos se
mezclen con otros, se soplará en el cuerno y los reuniremos a todos”. (Corán
18:92-99)(Citado en Zarabozo 2012).
- Los tres deslizamientos de la tierra: Según Zarabozo (2012), Uno ocurrirá en el
oriente, otro en el occidente y otro en la Península Arábiga. No se ha dado mucha más
información acerca de estos eventos, y por consiguiente no puede agregarse mucho.
Sin embargo, el reconocido exégeta de Hadices, Ibn Hayar, observa que los
deslizamientos de tierra son acontecimientos bien conocidos y han ocurrido a menudo.
- El humo: Entre las señales mayores del día del juicio también se menciona el humo,
dios se refiere a este evento en el Corán, diciendo: “Aguarda el día en que el cielo
aparezca con un humo evidente que envolverá a los hombres. Ese será un día
doloroso”. (Corán 44:10-11)(Citado en Zarabozo 2012).
- La salida del sol por el occidente: En uno de los hadiz se menciona que Dios ordenara
que el sol se levante por occidente, justo antes del día de la resurrección.
“La Hora no será establecida hasta que el sol salga desde el occidente; y cuando
salga (del occidente) y la gente lo vea, todos van a creer. Y este es (el momento)
en que no le servirá al alma creer”. (Citado en Zarabozo 2012).
- La bestia de la tierra: En uno de los pasajes del Corán se menciona. “Cuando se
haga realidad la palabra decretada contra ellos, haremos salir para ellos una bestia
de la tierra que les hablará. Realmente los hombres no tenían certeza de Nuestros
signos”. (Corán 27:82)(Citado en Zarabozo 2012). Cuando la bestia venga,
distinguirá a la gente y declarará quién es creyente y quién es incrédulo.

El juicio final según el cristianismo

El cristianismo al igual que en el Islam, el hombre tendrá que rendir cuentas de lo que ha hecho
con su libertad, Dios les juzgará de acuerdo a sus actos que realizaron en su paso por la tierra, y
estos hechos del fin de la tierra o el juicio final se resumen mejor en el libro de Apocalipsis, donde
aparece sucedido después de ciertos acontecimientos. “Y vi un gran trono blanco y al que estaba
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sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para
ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que
estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la
muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según
sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y
el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” (Apocalipsis 20:11-
15).
Después del juicio final el propósito será establecer el orden y crear un mundo donde reine la paz
y el amor. Vi un cielo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la tierra pasaron, y el mar ya
no existía más (Apocalipsis 21:1). Los sucesos o hechos antes del día del juicio final sucederán o
ya están sucediendo algunos de ellos. A diferencia del Corán, el libro del Apocalipsis contiene
historia escrita con antelación, que lleva un orden. En él se describen en forma más o menos
detallada los acontecimientos que culminarán con el “Cielo nuevo y tierra nueva y la Nueva
Jerusalén”.
Los siete sellos del apocalipsis
Según el libro de apocalipsis en el trono se observa a Dios, sosteniendo en la mano un libro
sellado con los siete sellos, que nadie podía abrir dicho libro, entonces Juan se angustio mucho,
y uno de los ancianos le dijo “no llores he aquí el León de la tribu de Judá, la Raíz de David
han vencido para abrir el libro y sus siete sellos”. (Apocalipsis 5:5). A continuación
mencionaremos los contenidos de cada sello del libro.
 Cuando se abre el primer sello Juan ve un caballo blanco, su jinete tenía en la mano
un arco blanco, se le entrego una corana y salió venciendo para vencer. (Apocalipsis
6:1).
 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente gritar: “Ven “salió entonces
otro caballo de color rojo fuego .al que lo montaba se lo ordeno que desterrara la paz
de la tierra y se le dio una gran espada para que los hombres se matasen unos a otros.
(Apocalipsis 6:3-4). Este color en la Biblia está asociado a la guerra y la muerte.
 Cuando se abrió el tercer sello, oí gritar al tercer ser viviente: “ven “esta vez el caballo
era negro; el que montaba tenía una balanza en la mano. Entonces se escuchó una voz
en medio de los cuatro seres que decía: “una medida de trigo por una moneda de plata;
tres medidas de cebada por una moneda también; ya no gastes el aceite y el vino”.
(Apocalipsis 6:5-6).Según el cristianismo el caballo negro representaría la crisis
económica, muerte, penuria y hambruna.
 Cuando se abrió el cuarto sello, oí el grito del cuarto ser viviente: “ven” se presentó
un caballo verdoso. Al que lo montaba lo llamaban la muerte y detrás de él iba otro:
él mundo del abismo. Se le dio poder para exterminar a la cuarta parte de los habitantes
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de la tierra por medio de la espada, el hambre, la peste y las fieras. (Apocalipsis 6:7-
8).
 Cuando abrí el quinto sello, divisé debajo del altar las almas de los que fueron
degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. Se
pusieron a gritar con voz muy fuerte: “santo y justo señor, ¿hasta cuándo vas a esperar
a hacer justicia y tomar venganza por nuestra sangre a los habitantes de la
tierra?”(Apocalipsis 6:9-10). Representa a la tribulación y persecución a los
verdaderos cristianos
 Mire cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto, el sol se puso negro
como vestido de luto, La luna entera se tiñó como de sangre y las estrellas del cielo
cayeron a la tierra como una higuera deja caer sus higos verdes al ser agitada por el
huracán. El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla y no quedo cordillera
o continente que no fueran arrancados de su lugar. (Apocalipsis 6:12-14).
 Cuando el cordero abrió el séptimo sello, se produjo en el cielo un silencio como media
hora. Luego vi a los siete ángeles que estaban de pie delante de Dios; se le entregaron
siete trompetas, compuesto por estos siete eventos (cap. 8 y 9 del Apocalipsis para los
seis primeros). Al sonar las trompetas se van revelando algunos sucesos que se darán
antes del retorno de Cristo y son los siguientes que aparecen en apocalipsis (UCG.org;
2000):
 Primera (Apocalipsis 8:7): la devastación de una parte de la vegetación de la tierra.
 Segunda (vv. 8-9): la devastación de parte de los océanos y mares.
 Tercera (vv. 10-11): la devastación de parte de los ríos y del agua fresca.
 Cuarta (v. 12): se oscurecen parcialmente el sol, la luna y las estrellas.
 Quinta (Apocalipsis 9:1-11): dolorosas aflicciones a los seres humanos.
 Sexta (vv. 13-19): tremenda destrucción militar.
 Séptima (Apocalipsis 11:15): anunciará el retorno triunfal de Jesucristo a la tierra.

UNA CRÍTICA DESDE EL CRISTIANISMO

Las religiones y los movimientos religiosos que existen en el mundo actual sea como hubiese
aparecido tratan de explicarnos en base a sus principios éticos y religiosos acerca de la presencia
de Dios (con o sin nombre, de ser profetas o no) y de su poder de destruir o modificar las cosas;
sea verdad o no, el Islamismo se ha considerado uno de los exponentes religioso de vital
importancia en el camino de la feligresía, de seguir a Dios y su hijo, según Jomier (1987) Dios
en el Islamismo: “él es el encargado de restituir el verdadero retrato de Jesús y su doctrina,
corrompidos por los cristiano” y como conclusión a su cita, debemos recalcar lo que busca, es
decir: En una palabra, nos invita a la reflexión (Jomier, 1987). Respeto a sus ideales, su

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sensibilidad, sus dificultades, su manera de expresarse, y lo más importante su posición frente al

cristianismo, ya que hoy en día vemos lo que sucede con personajes que practican la religión
cristiana, son muchas veces acorralados, perseguidos hasta matarlos e igualmente ocurre con
personas creyentes en el islam al toparse con cristianos ultraconservadores que actúan de igual
manera.

En el Corán, un libro sagrado y realizado por inspiración de Dios bajo la sombra de un solo
hombre, trata de diversos temas concernientes a la fe, a actividades y diferentes hechos ocurridos
en la época de Mahoma, y organizados por capítulos cuya finalidad es transmitir enseñanzas, y
acciones para así llegar ante la misericordia de Dios (Alá); como menciona Ferrer (2006) no existe
una religión verdadera y no es que exista una verdad absoluta que sea defendida en las diversas
religiones existentes en el mundo sino que cada religión posee únicamente una parte de la verdad
y que necesita de las demás para así complementar su verdad parcial. El islam también plantea un
grave problema teológico que ensombrece las relaciones entre ambas religiones, considerando el
nacimiento, bautismo, transfiguración, crucifixión y resurrección de Jesucristo, ¿qué necesidad
hay de una nueva revelación seis siglos más tarde? Además, el estatuto teológico de Cristo abre
una brecha entre cristianismo e islam. Si para los cristianos Jesús es hijo de Dios y Dios mismo,
para los musulmanes es uno de los grandes profetas de Dios (Ferrer, 2006). Al estudiar otras
formas de acercamiento a Dios, para nosotros los cristianos existe una manera de acercarnos que
se denomina Mediación, que son cauces simbólicos o representativos mediante los cuales la
propia divinidad se acerca al creyente o éste puede comunicarse con el misterio. Mientras que
para el Islam, los datos parecen apuntar a la inexistencia del recurso de la mediación en el Islam.
Esta falta de mediación es rastreable debido dos razones que no existen y no está contemplado en
el libro sagrado que es el Corán, tenemos por una parte, la ausencia de un sacerdocio consagrado
a la defensa de la ortodoxia y que pueda a su vez tener un contacto directo con lo sacro, del que
quedan excluidos los demás fieles. Por otra parte, la falta de una autoridad suprema que sancione
la santidad para que ésta actúe como mediadora (Dra. ABUMALHAM MAS, 2010).

Con respecto al tema del: “Apocalipsis y el Día del Juicio Final”, las ideas que se encuentran
presentes en el libro de El Corán y en comparación con la biblia tenemos que, la diferencia
principal entre ambos libros es que en el conjunto del Corán corresponde aproximadamente a dos
terceras partes del Nuevo Testamento; además el mensaje de los profetas es más variado en la
biblia que en el Corán. En primer lugar, porque las situaciones con que tuvo que enfrentarse el
pueblo hebreo a lo largo de la historia fueron mucho más variadas que las que tuvo que arrostrar
Mahoma durante los veinte años de su ministerio. El siervo doliente de Isaías y el hijo del hombre
de Daniel no tienen un equivalente en el Corán. Mientras que en la biblia un profeta como
Jeremías conmina a sus oyentes a creer en el cariño de Dios y les suplica que se vuelvan a él para
evitar el severo castigo que les amenaza, en el Corán la predicación se centra en algunos puntos
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sobre los que insisten continuamente los profetas: adorar a Dios, temerle, obedecer a sus enviados.
En el Corán la exposición ofrece una relectura de algunos acontecimientos del pasado con el
propósito de encontrar en ellos una lección concreta, mientras que en la biblia se nos presenta más
bien una historia densa. Se trata siempre, tanto en un caso como en el otro, de volver a Dios, pero
las expresiones son diferentes y están marcadas en el fondo por el tipo mismo de las relaciones
entre Dios y el hombre que nos ofrecen las respectivas Escrituras. Se sigue manteniendo la idea
de que: el Corán goza de un privilegio único entre los demás libros. Mientras que según ellos la
biblia y los evangelios fueron manipulados hasta el punto de dejar asomar dudas sobre el valor de
sus versículos, el Corán tiene en su opinión un texto protegido y garantizado por Dios. Sólo el
Corán goza de plena autoridad: «Hacemos descender (del cielo) la amonestación (del Libro) y
somos sus custodios ». Según los comentaristas, Dios asegura por estas palabras que velará por
la conservación del Corán (Jomier, 1987).

Herbst (2019) refiere que para el cristianismo con su libro sagrado que es la Biblia, existe una
manera de conceptualizar o entender lo que escribió el discípulo de Jesús, quien es conocido como
Juan, manifestando lo siguiente: “Lo que sea que uno vea, definitivamente parece que el libro del
Apocalipsis funciona como la conclusión apropiada para el drama entero de la Biblia. La visión
final de Juan cierra la historia completa en un círculo. Y al final es un nuevo comienzo: “El que
estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Yo hago nuevas todas las cosas!”. Al final de los tiempos los
hombres resucitarán para el juicio, es decir para la recompensa o el castigo: “¡Señor! Tráenos lo
que prometiste por tus profetas-enviados. No nos entristezcas el día de la resurrección. Porque no
dejas sin cumplir tus promesas (Jomier, 1987).

Pero como es posible esta recompensa como es la resurrección luego de El Día del Juicio Final,
para dar explicación el Corán en palabras de Jomier (1987), Dios es el señor y el dueño de todas
las criaturas (rabb). Él es quien las ha hecho y las hace existir, el que les ha dado y les da todo. El
Corán considera de este modo el dominio de Dios sobre el cosmos, sobre los seres animados e
inanimados. Algunos versículos relativos a la creación aluden a esta sumisión de los seres
materiales: «Luego (Dios) se volvió hacia el cielo que humeaba y le dijo lo mismo que a la tierra:
¡Venid los dos de grado o por fuerza! Los dos respondieron: 'Vamos, obedeciéndote'. Esta
sumisión total del cosmos a Dios es llamada algunas veces el islam cósmico. Representa un
elemento esencial en la historia de los hombres, Al comienzo del mundo, Dios habría reunido de
antemano a todos los seres humanos que deberían nacer de la descendencia de Adán y les habría
planteado esta pregunta: «¿No soy vuestro Señor»?; la respuesta habría sido entonces: «¡Sí! Lo
atestiguamos». Todo ello para que los hombres no tuvieran ninguna excusa en el día del juicio
final, si por ventura abandonaban el reconocimiento de la unidad de Dios, único dueño y señor de
las criaturas El Corán ofrece lo que se llama a veces el pacto primordial, una imagen viva para
fijar en el espíritu una proposición simple y profunda. Recuerda que la unidad y el señorío de
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Dios están inscritos en la naturaleza humana y que todos deberían ser conscientes de ello. Vemos
así por qué se le llama frecuentemente a Dios en el Corán «Señor» y especialmente «Señor del
universo» (literalmente «Señor de los mundos»).

Herbst (2019) en la literatura apocalíptica, un visitante del cielo—en ocasiones un ser angelical—
revela los secretos del mundo invisible a través de símbolos vivos. Este visitante típicamente toma
al destinatario de la visión en un viaje por el cielo, revisando eventos pasados y acontecimientos
futuros con el fin de explicar el conflicto presente entre el bien y el mal y animar a los fieles a
perseverar. En el caso del Apocalipsis, la carta de Juan describe los desafíos intensos que
enfrentan sus iglesias con el imperio romano a través de un lente cósmico, de otro mundo.

Según Zarabozo (2010) existe un personaje de nombre Judaifa b. Usaid al-Guifari que narró: "El
Mensajero de Dios vino a nosotros de repente mientras estábamos (ocupados en una discusión).
Dijo: '¿Qué están discutiendo?' Ellos (los Compañeros) dijeron: 'Discutimos sobre la Hora'.
Entonces, él dijo: 'No vendrá hasta que aparezcan diez señales previas' como el humo, el Falso
Mesías, la bestia, la salida del sol desde el oeste, la segunda venida de Jesús hijo de María (la paz
sea con él), Gog y Magog, y deslizamientos de tierra en tres lugares, uno en oriente, otro en
occidente y uno en Arabia, al final de los cuales un fuego arderá desde Yemen y conducirá a la
gente al lugar de su reunión". En este último relato donde se ofrece a una persona que conducirá
a un lugar de reunión y que saldrá de Yemen, este personaje seria el descenso de Jesús, hijo de
María (la paz sea con ellos) como lo ha manifestado un islamista conocido como Muslim. En
similitud a lo que refiere la Biblia, el Apocalipsis de Juan –si bien está lleno de continuas
referencias a sufrimientos, tribulaciones y llantos, la cara os cura de la historia– presenta, al
mismo tiempo, frecuentes cantos de alabanza que –por así decirlo– representan la cara luminosa
de la historia. Por ejemplo, en él se habla de una muchedumbre inmensa que canta a gritos:
«¡Aleluya!», porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso, ya ha establecido su reinado.
«Alegrémonos, pues, y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero
y su Esposa se ha engalanado» (libro de Apocalipsis 19,6-7). Nos encontramos, por tanto, ante la
típica paradoja cristiana según la cual el sufrimiento nunca se nos manifestó como la última
palabra, sino que lo vemos como un momento de paso hacia la felicidad, que ya está
impregnándose misteriosamente de la alegría que brota de la esperanza. La constatación de la
primera y fundamental visión de Juan nos invita a hacer estas reflexiones que atañen a la figura
del Cordero, quien, a pesar de llegar a estar degollado, permanece en pie (como se lee en: Ap 5,6)
en el mismo trono en el que se establece Dios. Además se conoce que las historias dichas en el
apartado tienen como objetivo la reclamación o ver el desacuerdo con las autoridades de la época,
es decir con los romanos quienes controlaban la zona y se observa en la sección de los monstruos.

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Hay otro par de Hadices en los que el Profeta menciona algunos de los mismos eventos anteriores.
En estos Hadices, no los menciona como señales específicas de la Hora. En su lugar, el Profeta
dio una fuerte advertencia y una alerta de que la gente debe realizar sus buenas obras antes de que
ocurran estos eventos, pues ellos anuncian directamente el final del tiempo de las obras y el inicio
del tiempo del ajuste de cuentas. Abu Huraira narró que el Mensajero de Dios dijo: "Apresúrense
a hacer buenas obras antes que seis cosas sucedan: la salida del sol por occidente, el humo, el
Falso Profeta, la bestia y (la muerte) de uno de ustedes o la confusión general". (Muslim citado
en Zarabozo, 2010). Finalmente, el designio de Dios, tal como lo presenta el Corán, se centra en
el envío de unos profetas que irían llegando uno tras otro para restaurar en toda su pureza la
religión primordial.

En última instancia, el Apocalipsis ofrece esperanza; promete que Dios “les enjugará toda lágrima
de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor.” Pero hasta ese momento, Juan
sugiere que nos enfrentamos a las dificultades y la hostilidad de nuestro mundo con
“perseverancia,” poniendo nuestra fe en Dios y confiando en sus caminos. Visto de esta manera,
el libro del Apocalipsis puede ser beneficioso para las personas de fe de hoy en día (Herbst, 2019).
La creación recuerda que Dios es lo bastante poderoso para llevar a cabo esa segunda creación
que habrá de ser la resurrección de los muertos. Lo mismo que preside los fenómenos de la
concepción, de la gestación y del nacimiento, es capaz de realizar ese segundo nacimiento que es
la resurrección. Dios, que por medio de la lluvia devuelve la vida a los desiertos, es igualmente
capaz de devolver la vida a los huesos descarnados en el día de la resurrección.

Finalmente muchos cristianos creen que las visiones y profecías del Apocalipsis siguen sin ser
cumplidas. Ellos creen que el libro de Apocalipsis proporciona pistas para cuándo Cristo vuelva
y establezca su reino en la tierra por un tiempo y que Dios iniciará un “cielo nuevo y una tierra
nueva” para siempre.

COMENTARIOS FINALES

El apocalipsis y el día del juicio final son temas sustanciales dentro de la sociedad que profesa
cualquier religión. Como se ha detallado anteriormente el Islam, no es la excepción. Para entender
el aspecto escatológico desde la visón cristiana católica, resulta un poco complicado. En primer
lugar por el idioma, además del sustancial factor ideológico que tiene lugar en estos diferentes
seguidores religiosos. Actualmente existen traducciones del Corán en las principales lenguas del
mundo. Sin embargo, para los musulmanes el Corán es únicamente el Corán árabe y sólo él está
marcado por un carácter sagrado. La legitimidad de las traducciones ha conllevado a complejas
discusiones, por lo que se ha admitido las traducciones, pero solo con la finalidad de compartir
las ideas, pues no sirve para el uso litúrgico.

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Entonces, como se sabe, la Biblia y el Corán, como libros sagrados constituyen la base de la fe.
Muy aparte del carácter sagrado que le otorgue su respectiva religión, estos son libros de consulta
donde están reveladas el propósito que tiene Dios para cada uno de nosotros y es un medio que
permite acercarse hacia él, y comprender y ordenar el mundo que habitamos, a través de las
historias que se narran, como el origen de la humanidad y la historia de la salvación. Entendiendo
que Dios es el único que posee este tipo de conocimientos, las profecías en las religiones
monoteístas dan a la historia de los hombres un sentido lineal que culminará en un día. Es decir,
el avance de la humanidad en una sola dirección y que tendrá su fin indefectiblemente en el Juicio
Final.

Popularmente la concepción escatológica está fuertemente arraigada en lo visible, en lo material,

por lo cual el Purgatorio, el Infierno y el Cielo no son estados del alma, sino lugares en los que
moran las almas. Sin embargo par los islámicos esto va más allá de solo un lugar, se trata más de
un proceso de sentimientos y estados, como un estado de sueño inconsciente en el que desaparece
la conciencia del tiempo, a través del cual el ser o alma espera la llegada de Jesucristo y el juicio
final. En el Corán la concepción del ser está asociada “al humano y su comportamiento en su vida
tanto colectiva como individual, exponiendo claramente los deberes y responsabilidades morales
que este tiene en estos dos ámbitos, los cuales responde a una cosa, la ley moral de los designios
de Dios” (Araya, 2012), por lo que la conducta moral, en el contexto islámico tiene una naturaleza
de ley divina. Pero el ser, la esencia o alma, de la persona es un concepto realmente profundo, no
solamente para el islam, sino para las distintas religiones. En el Corán se asocia al humano, ligado
a la vida terrenal y también supra terrenal, aquella vinculada a la presencia no física. “… el
humano está “constituido” de un cuerpo físico con cualidades finitas, que comprende el
pensamiento, flaquezas y debilidades morales. Pero también es portador de una esencia o
inteligencia que trasciende la existencia presencial y que es sustento de la vida como creación.
Esta idea se vincula directa con la concepción de Dios o absoluto, que es pensado como un único
sí mismo, manifestado en lo “particular” en el corazón humano como Alma.” (Araya, 2012). Es
decir que, de acuerdo al Corán, el humano adquiere en una doble composición, como un portador
de debilidades, pero también como una criatura deiforme dotada de una inteligencia capaz de
concebir el Absoluto aunque solo de manera conceptual.

El libre albedrío, la conducta moral, el camino de cómo el individuo vive su vida, si conforme a
la regla moral Dios o las reglas de la vida terrenal, juega un papel sustancial en el Islam. Se
evidencia la preocupación por lo que va existir o suceder después de la muerte terrenal, y el día
que llegue el juicio final, ya que si se ha seguido en vida la línea correcta, el Dios del Corán,
determina la bienaventuranza y si es lo contrario el castigo (el infierno). Es el Ser o alma de los
bienaventurados tienen acceso directo al paraíso o gloria de Dios. Y “las almas de los humanos

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que a la hora de su muerte corporal no reconocieron la verdad, al sostener una idea herrada de
existencia autónoma, sufren los designios eternos del infierno” (Araya, 2012).

La escatología islámica hace una distinción entre el fin de la historia y el fin del mundo. Existen
dos acontecimientos separados. Para el islámico la muerte “se presenta como el final definitivo
de la existencia histórica y terrena de todos los hombres” (Ruiz, 2007). Se considera como un
juicio antecesor al verdadero y final, como un juicio menor, que el ángel de la muerte realiza en
la tumba de cada persona a partir de algunas interrogantes, decidiendo así sobre la promesa del
paraíso o la amenaza de infierno; “los justos ven cumplida la promesa de entrada al paraíso y los
condenados sufren las penas del infierno (Sura 62 Azora XXXIII)” (Ruiz, 2007), el alma
permanece junto a la tumba aguardando el último y definitivo juicio.

El fin del mundo llegará y se acabará cuando el presente universo material se transforme en algo
diferente, donde el espacio y el tiempo en el nuevo mundo serán diferentes. Así mismo, acabará
con la Resurrección, y los muertos salgan de sus tumbas en una nueva vida para ser juzgados, por
Dios en el Juicio Final.

Los acontecimientos del tiempo final es un tema usual en muchas suras del Corán, “describen un
gran cataclismo escatológico que sacude a todo el universo. Es evidente la similitud con la
escatología judía y cristiana.” (Ruiz, 2007). El punto central y decisivo de este “día del juicio
final” o “la hora” es la resurrección de los muertos. Los cuales irán a la izquierda de Dios, al
infierno; o a la derecha de Dios, al paraíso.

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