ENSAYO: Contaminación por mercurio en la bahía de

Minamata – Japón (1932 – 1968)

Minamata es un pueblo japonés situado a las orillas del mar Shirnui y del río Minamata,
conformado por personas humildes, pescadores y trabajadores de la tierra.

Al comienzo de los años 50, el grupo Chisso construyó una fábrica en Minamata a unos 25
kilómetros al suroeste de Tokio. La compañía fabricaba fertilizantes nitrogenados y pronto se
convirtió en la industria líder en su campo.

En 1954, la oficina de saneamiento de la ciudad de Minamata comenzó a recibir informes de

una epilepsia desconocida como la aflicción que desde entonces se conoce como “La
enfermedad Minamata”. Ya que no se había identificado las causas de la enfermedad, los
pacientes eran aislados para prevenir la propagación.

En 1957, el grupo de investigación de la enfermedad de Minamata de la Universidad de

Kumamoto anunció que la enfermedad de Minamata es un trastorno tóxico del sistema
nervioso central causado por ciertos compuestos orgánicos de mercurio transmitidos a través
de la ingesta de mariscos, así el mercurio orgánico era la única causa a través de una serie de
experimentos con gatos aislados. La enfermedad de Minamata es una condición neurológica
producida por el mercurio, el cual envenena el centro del sistema nervioso, daña el sistema del
equilibrio y afecta las habilidades motoras que conducen convulsiones corporales cada vez
más intensas y, en última instancia, la muerte.

En el mismo año, se detectaron niveles extremadamente tóxicos de mercurio orgánico en

pacientes humanos. El informe presentado por el Ministerio de Salud y Bienestar declaró que
la causa subyacente era el mercurio orgánico en mariscos y se sospechaba que las aguas
residuales de las fábricas tenían era la fuente de los contaminantes. Se siguieron encontrando
pacientes hasta 1960, hubo una erupción de bebés nacidos con daño cerebral y discapacidades
físicas extremas. El gobernador de Kumamoto solicitó una prohibición voluntaria de la pesca
de mariscos de la bahía.

El gobierno tomó medidas en el asunto, pero las víctimas no serían indemnizadas hasta el año
1996. Más de 2995 víctimas fueron diagnosticadas a finales del 2001. El daño ya estaba hecho.
Ante esta exposición de la humanidad al contacto con compuestos contaminantes tóxicos
¿Estaremos realmente conscientes de nuestros actos? Recordemos que todos somos
humanos, la mortalidad nunca debe ser así. Debemos valorar nuestro planeta, estamos a
tiempo.