Sei sulla pagina 1di 46

FISTING

De Hugo Abraham Wirth


Personajes

Wanda

Rogelio

Iris

Monty

Ciro

Tres voces.

Nota: Se proponen tres espacios (recepción de la casa de masajes, privado y uno

indeterminado). En algunas acotaciones se especifican imágenes que pueden o

no ser ilustradas de alguna forma. Queda a criterio de los creativos tomarlas en

cuenta o desecharlas según sus objetivos.

1
1

Privado. Cama, sillas, casillero y un buró. Hay una cámara de vigilancia

instalada en una de las esquinas. Rogelio está parado frente a Iris recargado en la

pared. Iris viste una bata muy pequeña y está descalza. Pequeña pausa. Iris se

dispone a desnudarse.

Rogelio: Hoy no.

Iris: Pensé que usted quería…está bien, señor.

Rogelio: Tal vez sólo una mamada… pero después. Iris, quisiera hablar con

usted.

Iris: ¿De qué, señor?

Rogelio: Siéntese.

Iris: Muy amable, señor.

Rogelio: Estire las piernas.

Iris: ¿Así le gusta?

Rogelio: Inmejorable. Iris… tengo entendido que ha estado leyendo poemas a los

clientes.

Iris: No pensé que fuera malo.

Rogelio: ¿Usted los escribe?

Iris: Si.

Rogelio: ¿Son bellos? ¿Les gustan?

Iris: No son bellos, señor… a algunos les gustan.

2
Rogelio: No, Iris, no les gustan. Se han quejado ¿sabe porqué? Porque lo que

quieren de usted son unas mamadas, que les abra el culo y que finja orgasmos

cuando se la cogen. Eso es lo que realmente les interesa y no sus ejercicios

literarios.

Iris: Ya lo sé…

Rogelio: ¿Entonces porqué escribe esa mierda? ¿Es que no se siente bien?

Iris: Últimamente no, señor.

Rogelio: No me diga señor.

Iris: Ya lo sé…

Rogelio: Pues deje de decirme así.

Iris: No volveré a hacerlo.

Rogelio: Eso espero.

Pausa.

Iris: ¿Se la mamo?

Rogelio: No. Aún no he terminado de hablar.

Iris: Continúe.

Rogelio: ¿Por qué no se ha sentido bien, señorita Iris?

Iris: Me he sentido rara últimamente… sola.

Rogelio: No entiendo. ¿Ya no está a gusto aquí? Todos en este putero la

apreciamos.

Iris: Lo sé… gracias.

Rogelio: ¿Quiere un aumento en su comisión?

Iris: No… tal vez. Es un estado existencial.

3
Rogelio: Usted es la primera puta que conozco que tiene conflictos

existenciales… no se ofenda por lo de puta.

Iris: No se preocupe. Eso soy. Una puta que siente que se está volviendo loca.

Rogelio: ¿Ha estado bebiendo mucho últimamente, Iris?

Iris: Por supuesto.

Rogelio: ¿Se masturba usted?

Iris: Constantemente.

Rogelio: ¿No le bastan los clientes?

Iris: No, Rogelio ¿puedo llamarle Rogelio?

Rogelio: Señor Rogelio.

Iris: Cuando no tengo cliente, entro a un privado y me meto cosas, señor Rogelio.

Si no hay privado libre, me masturbo en la recepción.

Rogelio: ¿Qué cosas se mete, Iris?

Iris: Lo que sea… me gustan las botellas de Gueitoreid.

Rogelio: ¿Cómo lo hace?

Iris: No entiendo, señor Rogelio.

Rogelio: Si, cómo se las mete.

Iris: Dilatando.

Rogelio: ¿Qué más se mete?

Iris: Lo que sea… lo que sea.

Rogelio: ¿Puede meterse una sandía?

Iris: No… no lo he intentado.

Rogelio: En Costa Rica conocí una puta que se la tragaba.

Iris: Ellas tienen un culo enorme.

4
Rogelio: Si, también las brasileñas, cubanas y una que otra alemana. Pero

estamos hablando de lo que usted se mete.

Iris: Tengo ascendencia española.

Rogelio: Ahora comprendo ¿Qué es lo que más le gusta meterse?

Iris: Las Manos.

Rogelio: ¿Manos?

Iris: Con el puño cerrado.

Rogelio: ¿Hasta dónde?

Iris: Arriba de la muñeca, señor Rogelio.

Rogelio: Me sorprenden sus capacidades. ¿Le gusta algún tipo de mano en

especial?

Iris: Que sean suaves, dedos delgados, manircura en las uñas.

Rogelio: ¿Le gustan mis manos?

Iris: Tienen callos.

Rogelio: Soy un hombre trabajador, es inevitable. Es usted muy bonita, Iris.

Iris: Gracias señor… Rogelio.

Rogelio: ¿Qué edad tiene?

Iris: En un mes exacto cumplo los diecisiete.

Rogelio: ¿Comprende la decadencia, el fracaso y la vergüenza en la que ha caído

a tan temprana edad?

Iris: Por eso escribo poesía, señor.

Rogelio: ¿Tuvo unos padres malvados?

Iris: No sé.

Rogelio: ¿Cómo que no sabe?

5
Iris: Es difícil saberlo.

Rogelio: No se haga la graciosa. ¿Le pegaban? ¿Su padre la violó?

Iris: Eso es imposible, mi padre dice que soy fea.

Rogelio: ¿Su madre la quiere?

Iris: Sí. Ella me abraza.

Rogelio: Debería regresar a casa de sus padres.

Iris: Imposible, ahí es donde me siento más sola.

Pausa.

Rogelio: Estire las piernas. Relájese.

Iris: Es muy gentil, señor Rogelio.

Rogelio: Ambos somos gentiles, Iris.

Iris: Si usted lo dice.

Rogelio: ¿Por qué se siente una puta enloquecida, Iris?

Iris: La locura no me deja sentir. No lo sé.

Rogelio: ¿Qué hace usted cuando le llega esa sensación de locura?

Iris: Escribo poesía.

Rogelio: ¿Qué más?

Iris: Me dan ganas de suicidarme.

Rogelio: No se le vaya a ocurrir hacerlo aquí. En donde quiera, pero aquí no.

Iris: Lo que menos quiero es causarle problemas.

Rogelio: Más le vale.

Iris: Le aseguro que no va a enterarse cuando lo haga, señor.

Rogelio: ¿Porqué quiere suicidarse, Iris?

Iris: Estoy enamorada.

6
Rogelio: Mierda.

Iris: Profundamente, señor.

Rogelio: ¿De algún cliente?

Iris: Eso está prohibido, no hago lo que me prohíben.

Rogelio: Que bien, Iris.

Iris: Trato de ser profesional y eficiente.

Rogelio: ¿A quién ama Iris?

Iris: A Wanda.

Rogelio: ¿Quién es Wanda?

Iris: La compañera que corrió hace dos días.

Rogelio: Esa perra. Olvídela.

Iris: No puedo, señor Rogelio. Haría cualquier cosa por ella.

Rogelio: Qué asco.

Iris: No opino lo mismo, señor.

Rogelio: ¿Cómo puede amar a alguien que no tiene verga?

Iris: No lo sé, señor Rogelio.

Rogelio: ¿Se lo ha dicho?

Iris: Ella también me ama, señor.

Rogelio: En ese caso no comprendo su estado de ánimo.

Iris: Me atormenta que no esté conmigo todo el tiempo.

Rogelio: Sé que es difícil para usted que ella no labore más aquí, pero existen

soluciones. Puede verla cuando termine su turno.

Iris: No es lo mismo. Ella me ayudaba a soportar todo esto.

Rogelio: ¿Quiere renunciar?

7
Iris: No. Quiero que regrese.

Rogelio: No es posible. Ha cometido muchos errores. Salúdela de mi parte.

Sandra: Podría decirle que venga a saludarlo personalmente.

Rogelio: Yo no tengo deseos de volver a verla. Es poco profesional.

Iris: Como usted quiera.

Pausa

Rogelio: ¿Qué hace cuando está con ella?

Iris: Muchas cosas.

Rogelio: Es lógico. Seré más específico ¿Cómo logran satisfacerse?

Iris: Con el cuerpo.

Rogelio: ¿De qué forma?

Iris: Tocándonos, nos rozamos, la chupo, me mete sus dedos…

Rogelio: Suficiente. No comprendo… falta algo… una verga.

Iris: A nosotras no nos hace falta.

Pausa.

Rogelio: ¿Se está divirtiendo?

Iris: ¿Con qué, señor Rogelio?

Rogelio: Con esta conversación.

Iris: Ohh si, mucho.

Rogelio: Pues yo no. Preferiría viéndola en cuatro patas mientras se introduce

una botella de Gatorade por el ano.

Iris: No tengo una por el momento, señor.

Rogelio: Lo que quiero que entienda, Iris, es que el cliente no sabe las causas por

las que una puta le recita poemas. Ellos vienen a una cosa, pagan por re-la-jar-se.

8
Iris: Lo siento.

Rogelio: Y me importa un carajo que esté enamorada de esa puta apestosa.

Usted es eficiente y me dolería mucho tener que despedirla o intercambiarla. Me

queda poco personal. Esto no ha marchado muy bien y tengo que renovar el

personal, así que le pido su cooperación para que no perdamos más clientes.

Iris: Prometo no hacer más poesía, señor.

Rogelio: Ahora saque mi verga y chúpela.

Iris: Con todo gusto, señor.

Rogelio: Señor Rogelio… no lo olvides.

Recepción de la casa de masajes. Sofá de piel, un teléfono. Monty está detrás de

un mostrador que tiene condones, lubricantes, películas pornográficas, etc. A su

lado izquierdo, un monitor que muestra imágenes de las cámaras de vigilancia de

todos los privados. Puede estar a la vista del espectador o no.

Monty: Lo siento, Wanda.

Wanda: Entiéndeme, cabrón.

Monty: Ya no puedes pasar.

Wanda: Dile a Iris que venga.

Monty: Tiene cliente.

Wanda: Al menos déjame sacar mis cosas.

Monty: El señor Rogelio ya limpió tu casillero y tiró todo a la basura.

Wanda: Hijo de su puta madre ¿está aquí?

Monty: Fue a dejar a su hijo a la escuela.

Wanda: Entonces déjame pasar y mándame un cliente en lo que llega.

9
Monty: Me da mucha pena, Wanda, sólo cumplo órdenes.

Wanda: Si, ya sé. Entiéndeme un poquito, ando bien jodida, y tú puedes hacerme

el paro si me dejas trabajar mientras no esté ese puto.

Monty: No puedo, si te ayudo a mi me chingan.

Wanda: En todas la calles hay putas que me hacen bronca y acá ya tengo clientes

fijos… ¿no han venido a buscarme?

Monty: El de siempre.

Wanda: ¿Y que hace cuando le dices que ya no estoy?

Monty: Dice que volverá mañana.

Wanda: No seas cabrón, dame chance, ese viejo panzón me quiere bien y si lo

trabajo dos días, seguro se casa conmigo.

Monty: Ya te dije, no insistas.

Wanda: A cambio te doy un privadito.

Monty: No tengo ganas.

Wanda: Nunca tienes ganas.

Monty: Ustedes tienen la culpa.

Wanda: ¿Nosotras tenemos la culpa de que no se te pare?

Monty: Me cuesta trabajo sentir algo después de vigilarlas doce horas. Es como si

viera una película porno diferente todos los días. Estoy saturado de vergas, tetas y

culos.

Wanda: Malo, Monty, muy malo.

Monty: Ya llégale.

Wanda: ¿Todas tienen chamba?

Monty: Si.

10
Wanda: ¿Y si llega un cliente?

Monty: Le diré que espere.

Wanda: ¿Y yo?

Monty: Vienes de visita.

Wanda: Pinche ojete. Pensé que me eras mi cuate.

Monty: Lo soy. Pero no puedo ayudarte. Cualquier cosa menos darte chamba.

Wanda: Háblale a Iris.

Monty: Cuando se desocupe.

Wanda: Déjame ver qué hace.

Monty: No.

Wanda: Ándale, quiero ver qué hace.

Monty: ¿Y después te vas?

Wanda: Si.

Monty: Espérame.

Wanda: ¿Quiénes están?

Monty: En el cinco: Frida y un viejito en fase dos, en el siete está Moira a punto de

terminar…

Wanda: Aburrido.

Monty: En el trece, Alicia con anal; en el cuatro, Iris con la pucha en la cara de un

cliente… y en el nueve, Bertha haciendo…

Wanda: Quiero ver a Iris.

Monty: ¿Te excita?

Wanda: Me encanta ¿puedes acercar la imagen a su carita?

Monty: No le encuentro lo excitante.

11
Wanda: Es bonita.

Monty: Mucho, pero eso no basta para que se me pare.

Wanda: La tienes que sentir para entenderlo, hacerte preguntas ¿Qué estará

sintiendo cuando esa lengua roza su labios vaginales, su cuerpo se arquea, se

abren sus poros, derrama sus jugos, manipula ese músculo tenso que presiona su

clítoris…

Monty: Lo mismo de siempre.

Wanda: Pezones pequeños, los ojos en blanco, párpados temblorosos…

Monty: Estás tratando de hablar como ella.

Wanda: ¿Cómo?

Monty: Tú no dices cosas bonitas como Iris.

Wanda: Yo no soy una artista.

Monty: Pero tratas de imitarla.

Wanda: Me di cuenta que no porque seas puta tienes que hablar como güarra,

eso no quiere decir que pretenda imitarla.

Monty: Es una niñita muy sensible.

Wanda: No la jodas.

Monty: Le va a dar gusto verte.

Wanda: A mí también

Monty: Se ve muy concentrada.

Wanda: Es la única manera de soportar el paso del tiempo. Su mente está en un

poema.

Monty: Me gusta.

Wanda: Es mi vieja.

12
Monty: ¿Qué está pensando?

Wanda: Aún busca lo imposible: tratar de sentir algo. Cuando compruebe que no

hay más allá que mete-saca, se va a convertir en la puta más eficiente y el trabajo

más tedioso.

Monty: Como el mío.

Wanda: Eso es lo que nos excita: la ingenuidad de esperar más.

Rogelio: ¿Cómo entró esta piruja?

Wanda: Ya me iba. Vengo por mis cosas.

Rogelio: ¿Qué quieres?

Wanda: Dejé algo en mi casillero.

Rogelio: Ya no hay nada, puedes irte.

Wanda: Dame mi llave.

Rogelio: Monty, saca esta mierda de aquí.

Wanda: No voy a irme.

Rogelio: Monty…

Wanda: No tienes que hablarme así.

Rogelio: ¿Y si lo hago? ¿Vas a golpearme?

Wanda: Sabes que puedo.

Rogelio: Monty,no me pases llamadas, estaré en el privado cuatro…

Monty: Está ocupado. El tres está libre.

Rogelio: Mándame a Lola y me avisas cuando llegue Ciro.

Monty: Lola está ocupada.

Wanda: ¿Quieres que te dé un masaje?

Rogelio: No quiero nada contigo, puta lesbiana.

13
Monty: Habló un señor Ciro, viene a verlo.

Wanda: ¿Tienes otra trabajito especial para mí?

Rogelio: Lárgate.

Wanda: Sí lo tienes y lo sabes.

Rogelio: No sé que quiera. Mándalo al privado cuando llegue.

Wanda: Conmigo quedó contento, tal vez quiere consentirme otra vez.

Rogelio: ¿Te gustaría volver a trabajar con él?

Wanda: Ahora me estás entendiendo.

Rogelio: Ni lo pienses.

Wanda: ¿Crees que alguna de estas pendejas aguantará lo mismo que yo?

Rogelio: Puedes sacar tus cosas, pero no vas a trabajar con Ciro.

Wanda: Eso debe decidirlo él.

Rogelio: Monty, dale la llave.

Monty: Tenemos problemas, el viejito está golpeando a Frida.

Rogelio: Déjala, no vayas. Dale la llave a Wanda y que se largue.

Monty: Pero Frida me está haciendo señas.

Rogelio: Ahorita se calma.

Wanda: No creo que esos golpes sean una broma.

Rogelio: Cuando saques tus cosas, te vas a la chingada.

Wanda: Voy a esperar a Ciro.

Rogelio: Te vas o te saco a madrazos.

Wanda: Piénsalo. Voy a tardar un poco en sacar mis cosas. Estaré disponible, no

tengo prisa.

Monty: Frida se ve mal.

14
Rogelio: Ve a sacar al viejo.

Monty: ¿A chingadazos o plan amable?

Rogelio: Amable.

Monty sale.

Wanda: ¿Me vas a dar otro chance?

Rogelio: No vuelvas a hablar de Ciro.

Wanda: ¿Por qué? No es nada malo.

Rogelio: No voy a repetirlo.

Wanda: ¿Te da miedo?

Rogelio: La llave de tu casillero está en el cajón de abajo. Si quieres que

hablemos de esto, espérame en un privado y en cuanto termine mi reunión con

Ciro te llamo.

Wanda: Parece que estás entrando en razón.

Rogelio: Nos veremos más tarde.

Wanda: ¿Tardará mucho en llegar Ciro?

Rogelio: No sé.

Wanda: Adiós, papi.

Rogelio: Jódete.

Wanda: Era un lugar muy grande. Cuando tosía se escuchaba un eco, vacío. Era

imposible ver algo. No existía diferencia si cerraba los ojos o los abría.

Iris: Así debe ser la muerte.

15
Wanda: Sentía la sangre acumulada en secciones de todo mi cuerpo. Un bulto de

sangre en las tetas, en mi estómago, otro en los pies y en los brazos. La soga

apretaba todo y mi cabeza colgaba. Hubo un momento en que vi una lucecita y

después escuché la voz de Ciro.

Iris: ¿Es guapo? ¿Te gusta?

Wanda: No, es como todos. Pero tiene una forma de hablar que me prende. Me

dijo que unos amigos suyos querían tocarme, que fuera cariñosa con ellos. Yo no

podía decir nada, sentía seca la lengua y la boca adormecida por la franela que

me tapaba.

Iris: ¿Cuántos amigos eran?

Wanda: No sé, eran muchas manos casi iguales, muy suaves, era como un

monstruote de muchas manos que me manoseaban y apretaban las sogas tanto

que yo pensé que la sangre me iba a salir por los bultos. Después, la cosa se puso

fea.

Iris: Ya no me cuentes.

Wanda: Esa misma sensación tuve cuando llegué aquí y tuve que darle la prueba

a Rogelio. Pero esta vez tuve más miedo. Me quitaron las sogas y me pidieron que

corriera. Todo oscuro, atadas las manos, la boca tapada, corriendo por ese lugar

sin saber a dónde voy, un golpe en la pierna, topando con la pared en un impacto

seco directo en el rostro, alguien me pone el pie, el piso frío, mis tetas entre sus

dientes, me levanto, sigo corriendo. Otro me coloca un putazo en la cara, tablazos

en las nalgas, una tabla con ácido, me quema la piel, arde… hasta que caí otra

vez y ya no pude levantarme.

Iris: Hijos de puta.

16
Wanda: Pagaron bien.

Iris: Ya no hables de eso.

Wanda: ¿Vas a leerme algo?

Iris: Hoy no.

Wanda: Entonces te sigo contando.

Iris: Ya no quiero escuchar.

Wanda: Falta lo del caballo.

Iris: Ya no hables de eso, por favor.

Wanda: Pensé que tu si querías escucharme.

Iris: Después me cuentas.

Wanda: Rogelio tampoco quiso saber lo que pasó.

Iris: Me preocupé.

Wanda: Yo me la pasé muy bien los días que estuve en el hospital. Fueron unas

vacaciones aburridas pero hace mucho que no descansaba.

Iris: ¿Por qué aceptaste?

Wanda: Quiero comprarte un regalo.

Iris: No seas estúpida.

Wanda: Me falta un poco de dinero para comprarlo, pero te va a gustar.

Iris: Uno de estos días pueden matarte si sigues haciendo pendejadas.

Wanda: Podrás escribir tus poemas y se verán más bonitos.

Iris: ¿Me estás escuchando?

Wanda: ¿Quieres saber qué es?

Iris: Wanda.

Wanda: Es una sorpresa.

17
Iris: Me importa una mierda lo que quieras darme.

Wanda: Tú no me quieres.

Iris: ¿Qué vas a regalarme?

Wanda: No te importa.

Iris: Me preocupas.

Wanda: Sé cuidarme.

Iris: Prométeme que no vas a ir.

Wanda: Sólo una vez más. Por favor.

Iris: No tienes que hacer eso. Estamos bastante jodidas trabajando aquí pero no

es necesario caer más bajo.

Wanda: Yo aguanto lo que sea.

Iris: Estoy pensando en regresar con mis padres.

Wanda: ¿Qué dices?

Iris: Te voy a llevar conmigo.

Wanda: ¿Me vas a dejar sola?

Iris: No. Vamos a ir juntas. Quiero que te conozcan, que sepan que te quiero a ti.

Wanda: No soy hombre.

Iris: Lo sé.

Wanda: ¿Por qué quieres irte?

Iris: Tenemos que dejar de hacer esto.

Wanda: No sirvo para otra cosa.

Iris: ¿Te gusta estar aquí?

Wanda: ¿Tengo otra opción?

Iris: Hay otras cosas…

18
Wanda: No.

Iris: Como quieras.

Wanda: Te quiero a ti.

Iris: Idiota.

Wanda: Dime un poema.

Iris: Está prohibido. Ayer hice llorar a un cliente.

Wanda: ¿Lo sublimaste?

Iris: Lo sublimé.

Wanda: Me gusta hablar bonito. Enséñame otra palabra rara.

Iris: Fisting.

Wanda: ¿Qué es?

Iris: Amar con las manos.

Wanda: Que bonito. Otra.

Iris: Hermenéutica.

Wanda: Está fea. Otra.

Iris: Languedociano.

Wanda: Mierda ¿Qué significa?

Iris: Habitante de Langedoc.

Wanda: ¿Es de un cuento?

Iris: Es una región de Francia.

Wanda: ¿Ya fuiste a Francia?

Iris: Si. Me gustaría vivir ahí.

Wanda: ¿Cómo es?

Iris: Te voy a llevar.

19
Wanda: ¿Seremos languedocianas?

Iris: Marcianas.

Wanda: Dime un poema.

Iris: No quiero hacerte llorar.

Wanda: Eres talentosa.

Iris: Lo estoy creyendo.

Wanda: Me imagino la cara del cliente ¿era viejo?

Iris: Maduro. Era de esos tipos a los que les gusta hablar. Cuando lo vi encima de

mí y alzó el rostro, me miró y dijo que cojerme había sido glorioso. Un cuerpo

bonito que abre las patas y dice poemas es lo que va a ponerse de moda.

Wanda: ¿Te imaginas, Iris? Si tú y yo pusiéramos una casa de masajes donde las

putas fueran actrices sin trabajo y mientras los clientes las montan ellas recitan tus

poemas, revolucionamos la empresa.

Iris: No estaría mal.

Wanda: ¿Cómo se llamaría?

Iris: Tendría que ser un título poético puerco.

Wanda: “Las flores de carne”

Iris: Algo más, una palabra fuerte, muy sexual, que implique un acto sexual que

tenga un fondo poético.

Wanda: Culo.

Iris: ¿Qué es lo que más te gusta hacer?

Wanda: Mamar los huevos.

Iris: Mamar no tiene metáfora poética.

Wanda: Hacer pis en la cara del cliente.

20
Iris: Podría ser.

Wanda: Buscarte el punto g.

Iris: Claro.

Wanda: Punto G.

Iris: Poco original.

Wanda: Amar con las manos.

Iris: Fisting.

Wanda: Eso.

Iris: Tus manos dentro de mí, tus manos desgarrándome, tus manos explorando

mi interior delicadamente, buscando satisfacer mi deseo, me palpa, me lastima

hasta que encuentran ese pequeño lugar, rugoso con forma de frijol… tus manos

se concentran, tienen ojos, me seducen hasta que encuentran mi grito, mi paz, tus

manos mis amantes, tus manos que se mojan con mi placer para ser devoradas,

amadas por mi.

Wanda: Que bonito.

Iris: ¿Nos masturbamos?

Wanda: Sigue hablando.

Iris: Quiero cojerte, quiero tus manos dentro.

Wanda: ¿Te gustan mis manos?

Iris: Me inspiran.

Wanda: Vamos a hacerlo.

Iris: ¿Con qué?

Wanda: No me refiero a eso. Vamos a inaugurar “Fisting”.

Iris: Tal vez.

21
Wanda: Te lo prometo.

Iris: Si se puede, lo haremos. ¿De acuerdo?

Wanda: Cojamos.

Iris: Con las manos.

Wanda: ¿Cuándo iremos con tu padres?

Iris: Ya no quiero hablar. Cojamos.

Wanda: ¿Y después me dices?

Privado.

Rogelio: No puedo.

Ciro: Hay decisiones que un hombre debe tomar. Debe reflexionarlas, masticarlas,

hasta saber que está haciendo lo correcto. Si la decisión que toma es errónea y

mal pensada, tiene que tomar en cuenta que esa mala decisión puede afectar a

otras personas.

Rogelio: Ya he decidido.

Ciro: Le aseguro que no lo ha hecho. Si se deja llevar por el impulso,

seguramente puede arrepentirse cuando se dé cuenta que no procesó bien la

información. ¿Cómo está su hijo?

Rogelio: No estamos hablando de mis hijos.

Ciro: Tiene mucho que ver ¿cómo está su pequeño?

Rogelio: Tengo tres.

Ciro: En realidad tiene uno.

Rogelio: Tres.

22
Ciro: Los otros dos son datos estadísticos. Una niña de dieciséis, un niño de ocho

y el pequeño de dos ¿estoy bien informado?

Rogelio: ¿Cómo lo sabe?

Ciro: El que le importa más es el pequeño. Ha centrado toda su atención en

Lucio, al cual le acaba de festejar su cumpleaños con una gran fiesta en el patio

del edificio en donde tiene su departamento de soltero.

Rogelio: ¿Me está espiando?

Ciro: Vuelva a sentarse ¿podría darme algo de tomar?

Rogelio: No hay nada.

Ciro: Me parece un poco incómodo que estemos hablando de esto aquí.

Rogelio: ¿Por las cámaras?

Ciro: Si. Además no sé si estoy sentado en un lugar limpio. Me refiero a que tal

vez haya esperma fresco en el lugar en el que estoy sentado.

Rogelio: No se preocupe, lo limpiamos cuando termina cada sesión.

Ciro: Volvamos a la decisión. Un día llega a su departamento de soltero,

exhausto. Ha tenido un día difícil: por la mañana le dio un fuerte dolor de cabeza

que lo altera más de lo normal en su camino al trabajo. Todo marcha como

siempre; al mediodía llega un hombre a este negocio, solicita los servicios de sus

hermosas masajistas, su amable recepcionista le muestra a las chicas disponibles

y va a un privado como este acompañado de la masajista que eligió. Ella le da al

hombre un masaje en la espalda y él lo disfruta mientras el recepcionista espía

cada movimiento de ambos a través de las cámaras. De pronto la chica le ofrece

discretamente un servicio extra y nuestro caballero accede.

23
En el momento justo en que la masajista convertida en puta se mete el pene del

hombre a la boca, entran cuatro hombres más al negocio. Usted está feliz y los

recibe con amabilidad. Se ha equivocado. Estos hombres son inspectores y vienen

a cerrar el lugar.

Rogelio: ¿Quiere intimidarme?

Ciro: Escuche… escuche… en menos de dos minutos sacan a los clientes, las

putas y a usted. Colocan sellos en la puerta de su negocio… Clausurado. Está

dispuesto ir a reclamarle al tipo que tenía un arreglo económico con usted para

evitar una penosa situación como esta pero se percata que ya va tarde para ir a

recoger a su hijo. Camina hacia la guardería que le queda a unos pasos de lo que

hasta hace unos minutos era su negocio sintiendo esas mismas miradas

incómodas que le tiran los vecinos cuando lo ven pasar. La maestra de su hijo le

dice que alguien más ha venido a recoger a Lucio. Frío. Hace las llamadas

necesarias para corroborar que nadie tiene a su hijo. ¿Qué sentiría?

Rogelio: Salga de aquí.

Ciro: No me malinterprete, sólo trato de ayudarlo a tomar la decisión correcta.

Después de buscar a su hijo toda la tarde y parte de la noche, está usted frente al

refrigerador, le da un trago a un envase de leche y de pronto llega la claridad.

Alguien está tratando de afectarlo. En algún momento, en algún lugar, por

cualquier cosa que haya hecho, se ha ganado un enemigo. De pronto, nadie lo

protege y es como si todos estuvieran de acuerdo para hacerle la vida más

infernal de lo que ya es. Tenga cuidado… hay personas muy poderosas, que no

conviene tener de enemigas. Conozco a algunas personas que quieren ser sus

amigos y también sus enemigos. Todo depende de usted.

24
Rogelio: Ya entiendo.

Ciro: Estamos muy satisfechos con todos los favores que usted nos ha hecho. Y

queremos reafirmar esta amistad solicitándole este favor, que de cumplirse, le

aseguro que usted tendrá la amistad incondicional de estos respetados señores y

la mía. Créame, ser nuestro amigo le traerá grandes ventajas. Estas amistad que

se le está ofreciendo es especial y requiere que sea secreta ¿me entiende?

Rogelio: Está claro.

Ciro: Tome en cuenta estos detalles, reflexione y dígame su decisión.

Rogelio: ¿Cuánto vale para ustedes una de ellas?

Ciro: Vale mucho, por eso no se preocupe.

Rogelio: ¿Quién vale más?

Ciro: Eso está a su consideración. Pero es importante que tenga en cuenta que

debe ser alguien a quien dificilmente puedan extrañar. Sin que esto implique que

el material demerite en calidad.

Rogelio: Ustedes se encargan de todo lo demás.

Ciro: Las personas desaparecen sin que podamos explicarlo.

Rogelio: No estoy de acuerdo con lo que hacen… sin embargo, este negocio ha

pasado últimamente por una crisis. No sé que es lo que no esté funcionando pero

ya no hay tantos clientes como antes.

Ciro: Podemos dar trescientos mil. Y le aseguro que su negocio será muy

recomendado.

Rogelio: ¿Quiere que le envíe a Wanda?

25
Ciro: Wanda está bien. En este lugar pasaremos por ella mañana a las once.

Tacón alto, falda plateada, blusa azul, chamarra negra, bolso pequeño. Ningún

objeto personal. Si no va así, el chofer no la recogerá y el trato está anulado.

Sabré su decisión real cuando todo haya salido bien. De otra manera, tomaremos

esto como una decisión poco sensata de su parte. El dinero lo tendrá mañana

después de mediodía en la cuenta que usted me proporcionó.

Rogelio: Son muchas cosas ¿podría repetírmelo?

Ciro: Si usted me ve por aquí mañana en la noche, será porque algo no salió bien.

Rogelio: No fallará. Yo mismo voy a llevarla.

Ciro: Eso espero.

Rogelio: Pero que quede claro. No me gusta nada de lo que hacen.

Ciro: A nadie le gusta.

Rogelio: Ustedes se encargan de…

Ciro: Pierda cuidado.

Rogelio: Lo acompaño.

Ciro: Quédese aquí. Aún tiene cosas que pensar.

Recepción.

Monty: A veces pienso que no debería estar haciendo esto.

Wanda: Cualquiera quisiera estar en tu lugar.

Monty: Al principio me sentía afortunado ¿qué mas puedo pedir? Un putero lleno

de mujeres jóvenes, con la piel húmeda y suave, desnudas, cojiendo sin

importarles el tipo de hombre que esté con ellas, sólo su dinero. Verlas en acción,

26
teniendo el control de todo. Pero me duele verlas siendo usadas después de

conocer lo que los demás no ven.

Wanda: Eres cursi.

Monty: Te ves bien.

Wanda: ¿Te gusto? ¿Qué opinas, Iris?

Iris: Mi opinión seguramente no te interesa.

Wanda: Deja de preocuparte.

Iris: Me vale madre. Haz lo que quieras.

Monty: ¿Tienes miedo?

Wanda: No pasará nada.

Iris: Chinga tu madre.

Wanda: Monty ¿te gustaría trabajar con nosotras? Iris y yo vamos a poner un

negocio.

Monty: Estoy decidido a retirarme de esto. Pero gracias por tomarme en cuenta.

Wanda: Será un concepto diferente.

Monty: Prefiero trabajar en un centro comercial.

Wanda: Voy a subirte el sueldo ¿Cuánto quieres?

Iris: Deja de decir pendejadas.

Wanda: No son pendejadas, tu y yo nos prometimos…

Iris: No te prometí eso. Es imposible ¿crees que por ganar una mierda

exponiendo tu vida vamos a poner un negocio?

Wanda: Pensé que tú estabas dispuesta…

Iris: Entiende… no vamos a salir nunca de esto. Debes discernir entre lo que

puede ser y lo que no.

27
Wanda: ¿Qué es discernir?

Iris: Tener la capacidad de ubicar lo imposible de lo que sueñas. Estás viviendo

fuera de los horizontes de esta puta realidad.

Monty: Acepto el trabajo.

Wanda: Lo siento, Monty. Iris ya no quiere.

Monty: ¿Cuándo empiezo?

Iris: Deja de joder, Monty.

Monty: Estoy hablando con Wanda.

Wanda: ¿Vamos a dejar sin trabajo a Monty? Hay que hacerlo. Cuando regrese,

te voy a demostrar que si podemos.

Iris: Me caga que sean tan pendejos.

Wanda: Dime un poema antes de que me vaya.

Iris: Quédate.

Wanda: Dime un poema.

Iris: Ya no hay más poemas.

Wanda: ¿Cómo te voy a comprar una computadora si ya no escribes poemas?

Iris: ¿Qué?

Wanda: Era una sorpresa, no debí decirlo.

Iris: Esta puta perdió la inspiración.

Wanda: Puta es una palabra es muy fea.

Rogelio: Ya es hora, Wanda.

Wanda: Iris está enojada. Dile que no me va a pasar nada.

Rogelio: ¿No tiene cliente, señorita Iris?

Monty: Tenemos la casa vacía.

28
Rogelio: Entonces no tiene caso que estén de ociosos. Cierra el lugar y limpien

antes de irse.

Monty: ¿Va a regresar, señor?

Rogelio: No.

Wanda: ¿Me veo bien? ¿Así es como querías?

Rogelio: La bolsa que llevas es muy grande.

Wanda: Es la única que tengo.

Rogelio: Entonces no lleves bolsa.

Wanda: Voy a llevar la bolsa.

Rogelio: ¿Por qué es tan importante?

Wanda: Es un secreto.

Iris: Señor Rogelio ¿se acuerda de lo que le dije?

Rogelio: ¿Acerca de que?

Iris: Voy a esperar a Wanda ¿puedo quedarme aquí?

Rogelio: Es mejor que vaya a su casa. Wanda le llamará cuando regrese.

Iris: Por favor.

Rogelio: Vámonos.

Wanda: ¿No hay poema, Iris?

Rogelio: Me alegra que no haya poemas.

Iris: A mí también me alegra, señor Rogelio.

Wanda y Rogelio salen.

Monty: ¿Cuánto tiempo vas a esperarla?

Iris: Lo que sea.

Monty: Entonces me quedaré contigo.

29
Iris: Va a regañarte si no cierras.

Monty: Podemos decir que llegó algún cliente.

Iris: ¿Por qué haces esto?

Monty: Hoy voy a renunciar. Tendré un nuevo empleo.

Iris: Te felicito.

Monty: Era divertido cuando recitabas poemas.

Iris: ¿Mis poemas te divierten?

Monty: No quise decir que me daban risa. A mí me divierte algo que me permite

conocer otras cosas.

Iris: Voy a estar en mi privado.

Monty: Quédate conmigo. Esperemos juntos.

Iris: Quiero esperar sola.

Monty: Voy a decirles a las demás que se vayan.

Iris: ¿Para qué?

Monty: Ellas no esperan a alguien.

Iris: No lo sabemos.

Monty: Tienes razón, pero estoy seguro que va a tardar en llegar. Es mejor que

descansen.

Iris: Hasta mañana.

Monty: Relájate.

Iris: ¿Eres gay?

Monty: Me da igual.

Iris: ¿Quieres hacerlo conmigo?

Monty: No podría.

30
Iris: Entonces eres marica.

Espacio vacío. Oscuridad total.

Voz 1: Empiezo a cansarme.

Voz 2: Si no pasa algo en diez minutos tendré que disculparme.

Voz 1: Sería una pena que se perdiera esto.

Voz 3: Tendremos que reunirnos pronto para determinar algunas cosas.

Voz 2: ¿Cómo cuales?

Voz 3: Cambiar algunos procedimientos, yo ya no aguanto estos lentes.

Voz 2: Puedo suponer que a ninguno de los presentes le agrada este aditamento,

pero no encuentro alguna otra solución posible.

Voz 1: Seguramente se nos ocurrirá algo.

Voz 2: Tendrá que ser otro día, esta experiencia me ha dejado exhausto.

Voz 3: Acordemos entonces nuestra cita.

Voz 1: Tengo que viajar a Zürich el próximo martes.

Voz 2: ¿Les parece el domingo?

Voz 3: Yo no tengo problema.

Voz 1: Por la tarde, en la mañana debo llevar a los niños al club.

Voz 2: El domingo a las cuatro en mi casa ¿todos de acuerdo? ¿de acuerdo, Ciro?

Voz de Ciro: Como dispongan.

Voz 1: ¿Como está nuestra amiga?

Voz de Ciro: Aún no cede.

Voz 2: Algo salió mal, compañeros.

Voz 3: No comprendo que.

31
Voz 1: Pareciera que se aferra.

Voz 2: ¿A qué?

Voz 3: Debo confesar que este caso me ha decepcionado un poco. Me parece

aburrido y es necesario darle fin.

Voz de Ciro: ¿Traigo a los perros?

Voz 1: Espera un momento, Ciro. Sin duda, tenemos que aceptar que estamos

ante un caso excepcional y asombroso. El final de todo esto ya lo conocemos. Sin

embargo esta vez se ha excedido del margen de tiempo al que estamos

acostumbrados, por tanto, nos parece tedioso. Esta mujer nos ha superado y

debemos reconocerlo.

Voz 3: No entiendo a donde nos lleva su reflexión, compañero.

Voz 1: Me despierta mucha curiosidad qué es lo que mantiene con vida a esta

mujer después de más de tres días en los que hemos experimentado nuestros

más oscuros pensamientos, creativos y enriquecedores de nuestro espíritu. En lo

personal me voy satisfecho con todo lo que he aprendido por medio de esta mujer

que hemos sacrificado. Pero me siento insatisfecho en el morbo que ha

despertado en mí la capacidad de esta mujer de aferrarse a ese pequeño soplo de

vida que le queda.

Voz 2: Comparto ese punto de vista.

Voz 3: Yo también estoy de acuerdo, por lo que sugiero hacerle un favor a este

generoso espécimen y acelerar su destino inevitable.

Voz 1: Propongo lo contrario. Me gustaría documentar el caso para compartirlo

con otros miembros: tomar algunas fotografías para nunca olvidarnos de este

rostro angustiado que sin duda nos proporcionará placer en otro momento.

32
Voz 2: Podría empezar a hacerlo, para perder el menor tiempo posible.

Voz 1: Le agradezco su disposición.

Voz 3: Con todo respeto, aún no encuentro en sus argumentos la razón para

dejarla con vida.

Un flashazo deja distinguir por un momento la escena. Espacio vacío, Wanda en el

piso desnuda, a su lado Ciro, las tres presencias de espaldas al público

semidesnudos. Llevan algunos accesorios en diferentes partes del cuerpo y tienen

en los ojos unos lentes de visión nocturna.

Voz 1: La respuesta a este magnífico enigma sería preguntándole cuál es la razón

por la que no se muere, (flash) pero dudo mucho que ella pueda responder dadas

las condiciones en las que se encuentra (flash) y si acaso llega a hacerlo,

desconfiaría en su respuesta.

Flash.

Voz 3: Podríamos intentarlo ahora mismo.

Voz 2: Considero que las fotografías que he tomado son suficientes. Tengo que

irme.

Voz 1: Espere… prometo que accederé a terminar con esto si no hay más

remedio. Ciro ¿puedes hablar con nuestra amiga?

Voz Ciro: Con todo gusto. Wanda… ¿puede escucharme?

Voz 3: Es imposible.

Voz Ciro: Wanda… responde…

Voz 1: Dígale que puede marcharse.

Voz Ciro: Se acabó, puede irse.

Voz Wanda: ¿ter…mi…nó?

33
Voz de Ciro: Aún puede hablar.

Voz 1: No deje de hablar con ella, Ciro.

Voz de Ciro: Hable conmigo.

Voz 2: Conmovedor.

Voz 3: Jamás he visto algo como esto.

Voz Wanda: ¿tengo… que … tomar… taxi?

Voz 1: ¿Qué dice?

Voz Ciro: Taxi.

Voz 2: ¿Qué quiere?

Voz 3: ¿Un taxi?

Voz 1: Llamemos a uno.

Voz 2: Imposible.

Voz 3: Tomemos el riesgo.

Voz 1: Morirá en el camino.

Voz 2: Si tuviera más tiempo, seguiría con esto.

Voz 3: El tiempo no puede exigirnos ignorar este acontecimiento, debemos saciar

nuestra curiosidad.

Voz 1: Tomemos una decisión.

Voz 2: No puedo quedarme un segundo más. Esta mujer va a morir, no hay

ningún enigma. Aquí o en el taxi, es inevitable.

Voz 1: Sea paciente, debemos estar preparados para recibir sorpresas. El clímax

se ha retardado. Nuestro orgasmo ha sido insatisfecho porque la muerte se ha

retrasado, pero no hay nada mejor que un orgasmo interrumpido y en cualquier

momento puede llegar, trayendo consigo el placer máximo.

34
Voz 2: Sus disertaciones carecen de sentido.

Voz 1: Debemos tomar el riesgo. Darle a esta mujer lo que quiere y esperar el

desenlace.

Voz 3: Voto a favor de la propuesta.

Voz 2: Como quieran, pero yo no puedo quedarme más.

Voz 1: Ninguno de ustedes tiene posibilidades de conocer el desenlace porque no

sabemos cuánto durará. Salgan a cumplir sus responsabilidades. Mis asuntos no

son tan urgentes como los suyos. Ciro y yo nos encargaremos de darles un

informe detallado de la culminación de este arriesgado experimento.

Voz Ciro: No omitiré ningún detalle.

Voz 3: Sugiero que nuestro amigo Ciro cumpla con todos los deseos de nuestro

espécimen. Lo que sea.

Voz 2: Está bien, no me opongo.

Voz 1: Ciro, a partir de este momento te pones al servicio de esta mujer mientras

viva. Cuando acabe, limpia y guarda todo. Yo te alcanzaré en un momento. Nos

veremos el domingo, compañeros.

Voz 2: Como siempre, un placer compartir esto con ustedes.

Voz 3: Ha sido una experiencia estimulante.

Voz 1: Los acompaño a la salida.

Silencio.

Voz Ciro: ¿Necesitas algo? Lo que sea.

Voz Wanda: Luz.

Voz Ciro: Aún no puedo encenderla.

Voz Wanda: Agua.

35
Voz Ciro: Iré a buscarla.

Recepción.

Iris: ¿Dónde está?

Monty: Privado tres. Encerrado.

Iris: Se caga de miedo.

Monty: ¿Te cansaste de esperar?

Iris: ¿Tú no?

Monty: Nunca esperé.

Iris: ¿Lo sabías?

Monty: No quise decir eso.

Iris: ¿Por qué no me dijiste?

Monty: Yo no sabía.

Iris: ¿Te hiciste pendejo todos estos días?

Monty: A mí no debes reclamarme.

Iris: Eres más mierda que él.

Monty: Deja de chingarme putita. Tú también sabías que no iba a regresar.

Iris: No la habría dejado irse.

Monty: Será mejor que te vayas.

Iris: Lo haré.

Monty: ¿Y que esperas?

Iris: Quiero verlo.

Monty: No sabe nada.

36
Iris: Y si lo supiera no lo diría. Sólo quiero que me dé sus cosas y que me pague.

Monty: Regresa otro día.

Iris: Marica.

Monty: Perra lesbiana.

Iris: Repítelo.

Monty: Perra…

Iris golpea a Monty.

Iris: Dilo otra vez, pendejo.

Entra Rogelio.

Rogelio: ¿Qué hace, Iris?

Iris: Me voy.

Rogelio: Que le vaya bien.

Iris. ¿Dónde está ella?

Rogelio: ¿Quién?

Iris: Wanda.

Rogelio: ¿Quién es Wanda?

Iris: ¿No recuerda?

Rogelio: Oh si, creo que sé a quién se refiere. Era su novia ¿no? Siempre ha sido

usted una puta enloquecida.

Iris: Ya no soy puta, sigo enloquecida pero de una manera distinta y sí ES la

mujer de la que estoy enamorada. ¿Dónde está?

Rogelio: No lo sé. Tal vez le fue mejor en otro lugar y se olvidó de usted.

Iris: Vaya a la mierda.

Rogelio: Tenga cuidado con lo que dice. Que le vaya bien.

37
Rogelio sale.

Monty: ¿No te vas?

Iris: Si. Pero dudo que sea esta la última vez que me veas.

Monty: ¿Crees que puedes hacer algo?

Iris: Tomaré el riesgo.

Wanda entra caminado lentamente, lleva la misma vestimenta con la que la vimos

en la escena 4, menos los zapatos. La suciedad se confunde con marcas de

golpes en todo su cuerpo. Tiene una mano cubriendo su ojo izquierdo. Iris y Monty

la observan sin moverse. Wanda se deja caer en el sillón sin despegar la mano del

ojo.

Wanda: Ya acabó (Pausa) Me perdí… Casi no recordaba como llegar.

Iris: Te estuve esperando.

Wanda: No quise preocuparte ¿estás bien?

Iris: Bien, como siempre.

Wanda: Se portaron muy amables conmigo. No podía hablar, Iris… estaba ronca.

Iris: Tengo que llevarte con un médico… déjame ver tu ojo.

Wanda: No… me siento bien. Estoy cansada. Ya no soy la misma, Iris, no voy a

gustarte.

Iris: Me gustas como siempre, no ha cambiado nada.

Wanda: La sangre se salió de su lugar, la siento por todos lados.

Iris: Vámonos.

Wanda: Quédate aquí. Ya es nuestra casa.

Iris: No, Wanda. Tenemos que irnos.

Wanda: Quiero dormir.

38
Iris: Tengo que llevarte a…

Wanda: Llévame a la cama… es nuestra casa.

Monty: Yo la llevo.

Wanda: Ven conmigo, Iris.

Iris: Ahora voy, nena. Tengo que avisarle a Rogelio que ya llegaste, le va a dar

mucho gusto verte.

Monty: Ni se te ocurra.

Iris: ¿O qué pendejo?

Wanda: No le hables así a Monty es nuestro amigo, nos va a cuidar, no te tardes

Iris… estás contratado Monty.

Monty carga a Wanda y la lleva al privado. Iris llora. Sale en la misma dirección en

que se fue Rogelio. En el monitor se ve a Rogelio sentado, inmóvil.

Iris: (en off) Regresó Wanda. Está… muy mal… ¿me está escuchando? SE ESTÁ

MURIENDO… TIENE QUE VER COMO LA DEJARON… ¿VALE LO QUE

PAGARON?…NO CHINGUES… PUTA MADRE… NO CHINGUES.

Monty vuelve al mostrador, descuelga el teléfono y marca un número. Cuelga

inmediatamente. Monty descuelga y marca nuevamente. Cuelga. En el monitor se

ve la imagen de Wanda recostada en la cama que no ha quitado la mano de su

ojo. Está vomitando sangre. Iris regresa y se sienta en el sofá. Monty queda

paralizado.

Monty: ¿Y ahora qué?

Iris: No quiero verla.

Monty: Está muy mal.

Iris: ¿Cómo quieres que esté? ¿Qué le hicieron para dejarla así?

39
Larga pausa.

Monty: Te está esperando.

Iris: Ya voy. Ya voy.

Monty toma una mochila y se dispone a salir. Se detiene. Suelta la mochila. Entra

un hombre (Corresponde a la voz 1 de la escena 5) detrás de él viene Ciro:

Pausa.

Hombre: Giovanna.

Iris: ¿Qué haces aquí?

Monty toma la mochila, trata de escapar y es detenido por Ciro.

Hombre: Así que ahora trabajas de puta.

Iris: ¿Te gusta?

Hombre: Me parece un lugar agradable.

Iris: ¿Por qué vienes con Ciro?

Hombre: Es mi empleado.

Iris: ¿Tienes algo que ver con todo esto?

Hombre: No sé de que hablas.

Iris: ¿Tú mandaste a Ciro?

Hombre: Estás malinterpretando.

Iris: Francamente no me importa.

Hombre: Es una forma de divertirme. Será nuestro secreto.

Iris: ¿Sigo siendo fea?

Hombre: Cuando lloras todo cambia.

Iris: Llévame contigo.

Hombre: Claro que si, hija.

40
Iris: Ahora.

Hombre: Tengo que arreglar algo.

Iris: ¿Buscas a Wanda?

Ciro: ¿Sigue viva?

Iris: Está en ese cuarto.

Hombre: ¿La conoces?

Iris: Es mi pareja.

Hombre: ¿Cómo?

Iris: Estoy enamorada de ella.

Hombre: Me sorprendes…

Iris: Me tiene sin cuidado lo que pienses.

Hombre: Lo siento, hija. Yo no sabía.

Iris: Vámonos.

Hombre: ¿No vas a despedirte de ella?

Iris: No.

Hombre: Tienes que hacerlo.

Iris: No soporto verla así.

Hombre: Ella aún vive por ti. Le pidió a Ciro que la trajera con Iris. Bonito nombre

te inventaste. Quiere estar contigo. Esa es la razón por la que sigue viva.

Pausa. Iris entra al privado. En el monitor se ve la imagen de Wanda tirada en la

cama. Ya no se mueve. Iris se sienta a su lado.

Monty: ¿Puedo irme?

Hombre: ¿Quién eres?

Monty: Amigo de Iris.

41
Hombre: Se llama Giovanna. No importa ¿trabajas aquí?

Monty: Si.

Hombre: Te diré algo. Aún no sé si puedas irte.

Iris se levanta y da vueltas por el cuarto. Grita. El hombre marca un número en el

móvil.

Hombre: Tengo un problema… se ha complicado el asunto… si… está bien… lo

haré… hasta pronto.

Monty: Cállate Iris… deja de gritar… cállate perra.

Iris: (en off) Voy a matar a ese cabrón, voy a matarlo.

Hombre: Ciro, revisa el lugar. Llévate a este y encierra a todos los que encuentres

en un mismo lugar. Debo pensar algo.

Ciro agarra violentamente a Monty..

Monty: Déjeme ir.

Hombre: Aún no sé si puedas irte.

Monty: Prometo no decir nada.

Hombre: Sé que no dirás nada pero no se trata de eso. Tu vida depende de las

decisiones de otros. A veces pasa sin que te des cuenta. No puedo dejarte ir.

Fuera, se escucha que golpean una puerta. Poco después aparece Rogelio. Iris

sigue gritando.

Rogelio: ¿Qué quieren? He cumplido, les entregué a la perra.

Ciro: Algo salió mal.

Hombre: Me está doliendo la cabeza. Necesito pensar. Ciro, enciérralos donde

está esa mujer.

Rogelio: ¿Quién es usted?

42
Hombre: Uno de sus amigos.

Rogelio: Es mejor que se vayan y se lleven a Wanda.

Hombre: Lo haremos, no se preocupe. Tengo que pensar.

Ciro sale con Reogelio y Monty y entran al privado en el que está el cadáver de

Wanda e Iris. Al ver a Rogelio, Iris se abalanza sobre Rogelio y lo golpea sin

cesar. Ciro la detiene y la trae cargando a la recepción.

Iris: Suéltame.

Hombre: Deja de gritar, no puedo concentrarme con tanto ruido.

Pausa.

Iris: Papá.

Hombre: Tengo que organizar todo otra vez. Han sido demasiadas sorpresas.

Pausa.

Iris: Quiero pedirte algo.

Hombre: Lo que quieras.

Iris: Déjame decidir por ti.

Hombre: Dudo que sepas qué hacer en estos casos.

Iris: Shhhh.

Hombre: Me encantaría que me ayudaras pero…

Iris: Tienes que decidir correctamente y estás muy aturdido por lo que ha pasado.

Hombre: Tu también. No podrías ayudarme.

Ciro: ¿Empiezo a limpiar?

Hombre: Yo te digo, Ciro. Tengo que hablar con Giovanna.

Iris: No los dejes ir.

Hombre: ¿Crees que es lo mejor?

43
Iris: Es lo que yo quiero. Hazlo.

Hombre: Si tú piensas que es lo correcto.

Iris: Pero no los mates ahora. Aprovecha la ocasión.

Hombre: No nos gustan los hombres.

Iris: Tienes que probar otras cosas, papá.

Hombre: Vámonos, Iris. Tu madre se pondrá muy contenta.

Iris contempla el monitor, se queda pensando. El hombre dice algo en voz muy

baja a Ciro, toma del brazo a Iris y salen. Ciro observa el monitor.

Ciro: Tomó una mala decisión, encontró enemigos.

Ciro se dirige a la puerta del privado en el que están Monty y Rogelio.

Ciro: Tírense al piso y pongan las manos en la nuca.

Rogelio: ¿Qué?

Ciro: He sido claro. Obedezcan.

Monty: Mierda, mierda, mierda.

Ciro: Silencio.

Rogelio y Monty hacen lo que Ciro les pide. Ciro se dirige al teléfono, marca un

número.

Ciro: Soy yo… la dirección es Ruben Darío 32… necesito una bolsa grande…

femenino, poco peso… dos botes de resistol 5000… guantes, navajas de afeitar…

también eso, de cinco pulgadas… no, mejor de ocho… avísale a los otros,

mañana hay sesión… dos… masculinos… no tardes.

Cuelga. Apaga el monitor. Se dirige al privado. Entra.

Oscuro final.

Morelia, Mich. Julio de 2006

44
45

Potrebbero piacerti anche