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Retén la respiración contando hasta tres, luego suelta el aire teniendo en cuenta que
la mano de tu pecho debe permanecer quieta y la de tu abdomen debe bajar a la vez
que espiras. Mucho mejor ¿verdad?
Inspira lenta y profundamente, la mano de tu pecho debe subir a la vez que coges
aire y la de tu abdomen debe permanecer quieta. Debes apreciar como tu caja
torácica se llena y se vacía y como tu abdomen permanece quieto mientras tanto.
Continúa con el siguiente ejercicio.
Ejercicio 3: respiración clavicular
Este tipo de respiración es pobre y superficial y predomina normalmente en personas
con ansiedad. Puede provocar hiperventilación dando lugar a mareos y vértigos por
lo que solo debes realizar este ejercicio para comprobar los músculos que
intervienen y no como un entrenamiento diario.
Mientras estas de pie contén la respiración por unos segundos, ahora baja
nuevamente pero esta vez exhalando hasta que llegues hasta el final. Y repite entre
tres y siete veces el ejercicio completo
Ejercicio 7: Respiración 4 7 8 para conciliar el sueño
Inicia colocando una mano sobre el abdomen y la otra en el pecho; respira profunda
y lentamente desde el abdomen mientras cuentas hasta cuatro. Contén el aire y
cuenta del uno al siete.
Por último exhala lentamente mientras cuentas del ocho al uno, para que al finalizar
hayas sacado todo el aire de los pulmones. Repite entre tres y siete veces el
ejercicio, o hasta que te sientas más tranquila.
Al llegar al pico de la inhalación, tape la fosa nasal izquierda, luego exhale a través
de la fosa nasal derecha. Continúe este patrón, inhalando por la fosa nasal derecha,
luego cerrandola con el pulgar derecho y exhalando a través de la fosa nasal
izquierda.
¿Listo para hacer brillar tu día de adentro hacia afuera? Este comienza con una larga
y lenta inhalación, seguida de una rápida y poderosa exhalación generada desde la
parte de abajo de la panza. Una vez que estés cómodo con esta contracción, sube el
ritmo a un inhalar-exhalar (todo por la nariz) cada 1 o 2 segundos, por un total de 10
respiraciones, cuidando bien de no hiperventilarte.
Para los que sufren de ansiedad y pánico, se recomienda aspirar por la nariz, contar
hasta 5 mientras se tensan los músculos, y por último, largar el aire por la boca.
Dirígete con tu mente a ese “lugar feliz”, sin limitarte. Respira profundamente
mientras te concentras en imágenes positivas y placenteras para reemplazar
cualquier pensamiento negativo.
La psicóloga Ellen Langer explica que mientras que es solo un recurso para alcanzar
mindfullness, “la visualización guiada ayuda a ponerte en el lugar que quieres estar,
antes que dejar que tu mente haga ese diálogo interno que es tan estresante.”