Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Los 78 Grados de
Sabiduría del Tarot
Arcanos Menores y Lecturas
EDICIONES URANO
1
Rachel Pollack se ha especializado
en el estudio del Tarot desde un
punto de vista psicológico y sus
obras, publicadas en el Reino
Unido, se reeditan
permanentemente. Ademas de LOS
SETENTA Y OCHO GRADOS DE
SABIDURÍA, ARCANOS MAYORES
y ARCANOS MENORES y
LECTURAS, ha publicado también
la obra THE OPEN LABYRINTH,
en la que, utilizando ejemplos
concretos de su experiencia,
describe en detalle algunas lecturas
de Tarot.
En esta colección
2
Título original: Seventy-Eight Degrees of Wisdom. A Book of
Tarot. Part II: The Minor Arcana and Readings
Editor original: The Aquarian Press Limited
Traducción: Marta I. Guastavino
3
Impreso por Puresa, S. A. - Girona, 206 - 08203 Sabadell
(Barcelona)
4
Versión epub por Rogelio Cruz Rojas
cruzrogelio09@live.com
5
Para Joan Goldstein,
que sabe que las mejores
cartas son las que dicen
la verdad.
6
Introducción
El mazo Rider
7
nuevas cartas hallasen mucho público; como todas
sus obras, su libro sobre el Tarot se dirige
principalmente a personas ya interesadas por la
tradición ocultista. Y sin embargo el mazo Rider —‐
así terminó por ser llamada la baraja— se conoce hoy
en el mundo entero, no sólo en su versión original,
sino en ediciones piratas, en mazos «nuevos» apenas
modificados, en varios tamaños diferentes publicados
solamente por Rider, en ilustraciones para novelas,
libros de psicología, historietas y programas de
televisión. La sorprendente popularidad de este Tarot
esotérico en particular, con preferencia a centenares
de otros mazos, tanto tradicionales como modernos,
se deriva en gran parte de un aspecto de los naipes
que el propio Waite apenas si parece haber advertido:
los dibujos de Pamela Colman Smith, que
revolucionaron los Arcanos Menores.
8
diseñados antes del Rider, las cartas que van de los
números 1 al 10 de los cuatro palos llevan dibujos
geométricos que incluyen el número correspondiente
de espadas, bastos, oros o copas. En esto se parecen a
sus descendientes, los habituales naipes de juego. En
la mayor parte de los mazos, estos diseños son
simples y repetitivos. Como una excepción se destaca
entre ellos el trabajadísimo mazo Crowley (figura de
la derecha). El mazo WaiteSmith, sin embargo, lleva
una ilustración en cada naipe.
9
sólo el Loco y el Mundo se mueven. Es más, danzan.
Pero en los Arcanos Menores, todas las escenas
muestran algo que está sucediendo, como si fuera un
fotograma tomado de una película.
10
ya sea como instrumento o en cuanto fuerza viviente,
les interesaba como un sistema de organización y
estructuración de prácticas esotéricas. Para ellos, el
Tarot constituía un vínculo vital con los sistemas
místicos.
11
muchachos que pelean— sólo sirve para apartar la
atención del simbolismo eterno.
12
usándolas en tiradas y consultas. Una vez que hemos
memorizado las fórmulas relacionadas con cada
naipe, se nos hace difícil ir más allá. En este libro he
intentado crear lo que yo llamo un Tarot
«humanista», derivado no solamente de las verdades
esotéricas, sino también de las intuiciones de la
moderna psicología postjunguiana, para dar así una
imagen más completa de quiénes somos, cómo
actuamos y cuáles son las fuerzas que nos configuran
y nos dirigen. En una visión tal del Tarot, el objetivo
no son los significados fijos, sino más bien un
método mediante el cual cada persona pueda obtener
una mayor penetración en la vida. Por más que el
análisis de cada carta provenga en parte de su uso en
las lecturas, con los significados que corresponden a
la posición normal y a la invertida, lo que tal análisis
revelará principalmente es la forma en que esa carta
enriquece nuestro conocimiento de la experiencia
humana.
13
reflexión, podemos ver en cada carta una experiencia
nueva. Así como las barajas más esotéricas funcionan
mejor para las disciplinas ocultistas, y las más
antiguas para decir la buenaventura, el mazo Rider es
el indicado para quienes usamos las cartas
principalmente para tomar conciencia de nosotros
mismos y del mundo que nos rodea.
14
Algunos autores han afirmado (aunque yo no he
encontrado ninguna prueba de ello en los escritos del
propio Waite) que Smith dibujó las figuras como si
fueran cuatro libros de historietas, uno para cada
palo. La calidad del palo determinaba el carácter del
relato, en el cual los naipes que representan figuras
cortesanas constituían una familia, y las restantes
cartas, numeradas del 1 al 10, eran las cosas que les
sucedían. El llamado Tarot marroquí, basado con
mucha fidelidad en el mazo Rider, se ajusta a este
sistema. Pero esta explicación de las imágenes por la
historieta configura una petición de principio. Lo
importante sigue siendo la relación de la imagen con
el significado.
15
como Crawley y Paul Foster Case, el diseñador del
mazo BOTA.
16
barca», nos lleva a la contemplación de la imagen de
un viaje espiritual o emocional, en el cual cargamos
con nuestros recuerdos y pesares. En el Dos de Varas,
Waite propone dos significados opuestos, y después
dice que la imagen «da una clave» para resolverlos.
En otras ocasiones, sin embargo, el significado
propuesto contradice a la imagen, como en el Dos de
Espadas, donde se nos dice que una poderosa imagen
de aislamiento y defensa representa la «amistad».
17
Los cuatro palos
Si bien en su presentación de las cartas
individuales Waite se apartó de la práctica anterior,
en su disposición de los palos y de sus emblemas se
mantuvo próximo a los mazos precedentes... con una
única excepción. Allí donde los viejos mazos,
remontándose nada menos que hasta el siglo XV y la
baraja Visconti-Sforza, usaban Varas (o Bastos),
Copas, Espadas y Oros, el mazo Rider sustituyó estos
últimos por Pentáculos, es decir, estrellas de cinco
puntas encerradas en discos de oro. Waite introdujo
este cambio por dos razones. La primera, porque
quería que su cuarto palo representara el alcance
cabal del mundo físico y no simplemente el estrecho
materialismo del dinero y los negocios. Y en segundo
lugar porque quería que los cuatro palos fueran
portadores de los cuatro instrumentos básicos de la
magia ritual. En realidad, las dos razones se reducen
a una. Waite sabía que los magos usaban esos
objetos, en parte, porque simbolizan en forma
concreta los diversos aspectos del universo
físico/espiritual.
18
encontramos sus equivalentes en los objetos
simbólicos de que son portadoras las doncellas del
Graal. El propio Waite conocía estos objetos por su
experiencia en las órdenes mágicas. El mazo Rider
también los representa dispuestos sobre la mesa que
hay delante del Mago en los Arcanos Mayores.
19
«señor» es una persona que tiene control sobre su
vida, que es dueña —o dueño— de sí misma.
20
las dos estaciones básicas, verano e invierno, o
también a veces en tres estaciones.)
21
fuego, agua, aire y tierra. Y no solamente
encontramos esta idea en Europa, sino también en
culturas tan diversas como las autóctonas de China y
de América del Norte. Los elementos cambian en
ocasiones; a veces, los números cambian también de
cuatro a cinco, agregando el «éter» o Espíritu a los
cuatro elementos de la naturaleza (de la misma
manera que muchas culturas agregan el «centro»
como una quinta dirección). El concepto básico, sin
embargo, sigue siendo el mismo: que todo puede ser
reducido a sus partes básicas, que el mundo combina
esas cualidades fundamentales de infinitas maneras.
22
inexistente. Para los pensadores medievales, el
elemento Fuego sugería una vasta gama de
asociaciones. Evidentemente, sería un error rechazar
los grandes logros cognoscitivos de lo que llamamos
la ciencia moderna, pero tampoco deberíamos
rechazar las intuiciones de épocas anteriores.
23
aparte de los cuatro elementos Menores simboliza la
intuición de que, de alguna manera, el Espíritu existe
en un nivel diferente del nivel del mundo ordinario.
Al mismo tiempo, el hecho de que para las lecturas
los mezclemos todos nos ayuda a ver que, en
realidad, el Espíritu y la totalidad de los elementos de
la materia operan constantemente juntos. Trabajar
con el Tarot nos ayuda a entender las formas
dinámicas en que el Espíritu confiere significado y
unidad al mundo material. Un verdadero
entendimiento de esta relación tanto en teoría como
en la práctica, constituye un gran paso en el avance
hacia ese «señorío» a que antes hicimos referencia.
24
bien actividades y cualidades de la vida que rasgos de
la psicología individual. Dicho de otra manera, que si
en una lectura dominan las Varas no diremos que la
persona tiene un carácter «fogoso» sino más bien que
en ese momento está pasando por muchas
experiencias de Fuego. Si estudiamos los cuatro palos
por separado, es precisamente para aprender qué es lo
que queremos decir al hablar de experiencias de
Fuego, Agua, Aire o Tierra. Y en las lecturas los
estudiamos juntos para aprender de qué manera la
vida abarca y combina, en la realidad, todos los
elementos.
25
naturaleza y lo maravilloso de la vida ordinaria, lo
que no siempre se percibe, pero que con frecuencia
está oculto bajo la superficie.
26
Pentáculos y Espadas suelen representar los aspectos
más difíciles de la vida. Al mismo tiempo, Copas y
Espadas abarcan la gama general de las emociones,
en tanto que Pentáculos y Varas hacen referencia a las
actividades más físicas. Antes que mostrar
separaciones rígidas, las cartas tienden a formar
combinaciones y a la difuminación de todas las
distinciones.
27
palo, veremos un «problema» y un «Camino hacia el
Espíritu». A modo de ejemplo, el problema para las
Copas es la pasividad, el Camino hacia el Espíritu es
el amor. Por mediación de las diferentes imágenes
vemos cómo las experiencias relacionadas con las
Copas hacen aflorar estas cualidades.
28
es un don, proveniente de una fuente que no podemos
conocer conscientemente, a menos que realicemos el
profundo viaje espiritual que nos mostraron los
Arcanos Mayores. Por esta razón he puesto fin a cada
palo con el As.
El Tetragrámaton
Aparte los cuatro elementos, deberíamos ver
también el otro símbolo implícito en los cuatro palos,
es decir, el del nombre de Dios. Encontramos las
cuatro letras, Yod-Heh-Vau-Heh, dispuestas en la
Rueda de la Fortuna, la décima carta de los Arcanos
Mayores. Con grafía europea, las escribimos YHVH,
o en ocasiones IHVH. Dado que la Biblia no da
vocales para el nombre, de hecho no podemos
pronunciarlo; por lo tanto, simboliza la naturaleza
incognoscible de Dios, la separación esencial entre
Dios y el hombre, característica de la religión
occidental. Distintos autores han asignado los
nombres de Jehová, Jah o Jahvé a estas letras, pero
esto conduce a la confusión. Cuando consultamos los
escritos de los cabalistas descubrimos que las letras
no forman un «nombre», en el sentido humano de
una etiqueta que representa a una persona, sino que
29
enuncian una fórmula. Y esa fórmula describe el
proceso de la creación.
30
energía inquieta de las Varas no puede beneficiarnos
a menos que le demos un propósito definido.
31
escribiendo varios borradores para resolver los
problemas que plantean las imágenes, el ritmo, etc.
Finalmente, el proceso acaba cuando podemos tener
ante los ojos el poema terminado y dárselo a leer a
otros. Un poco de reflexión nos demostrará que la
misma evolución se da respecto de cualquier acción,
ya sea construir una casa, fabricar vino o hacer el
amor.
32
יהוה
Obsérvese cómo Yod, la letra de Fuego, apenas si
tiene forma; se asemeja más bien a un punto, al
destello de un primer impulso. Obsérvese también
que las dos letras Heh recuerdan vagamente tazas o
jarros puestos boca abajo. La primera «recibe» el
impulso, la segunda «recibe» la totalidad del proceso,
y le da forma física. Finalmente, nótese cómo la
tercera letra, Vau, es la extensión de la primera, Yod.
El intelecto —Aire— toma la energía del Fuego y le
imprime una dirección definida.
33
contrarresta agregándole Copas para darle
apreciación emocional. En la sección sobre las
lecturas estudiaremos la manera en que se «añade»
un palo a otro.
34
El mazo Rider estimula positivamente esta
manera de ver, cuya celebración se nos presenta en el
Diez de Copas, y la vemos en la forma más directa en
los Ases, donde cada elemento está presentado como
un don.
35
según mi experiencia estas cartas, en particular,
actúan de esa manera.
36
LOS ARCANOS MENORES
37
1
Las Varas
38
llameante para guardar la entrada. Con su Caída, los
primeros seres humanos se habían alienado del fuego
celestial. Cuando los yoguis, mediante la meditación
y el ejercicio, hacen que se eleve la kundalini, o
fuerza espiritual, experimentan este ascenso como un
gran calor que sube por la columna vertebral. Y en el
mundo entero, los chamanes demuestran su poder
espiritual convirtiéndose en señores del fuego,
danzando entre las llamas o llevando brasas ardientes
en la boca.
39
muestra el fuego interior en la vida ordinaria.
Además del conocimiento específico que de él se
obtiene, un estudio de los Arcanos Menores
demuestra cómo la experiencia terrenal se deriva de
una base espiritual.
40
Mediante las Varas encontramos el Camino hacia el
Espíritu en el movimiento, la acción, el vivir por el
gozo de vivir. Encuentran su expresión más poderosa
en el Cuatro, al salir danzando de la ciudad
amurallada para celebrar el poder vivificante del Sol.
41
El Rey
42
Un Rey (o un Caballero, o un Paje) no significa
necesariamente un hombre, ni una Reina una mujer.
Muestran, más bien, las cualidades y actitudes
simbolizadas tradicionalmente por esas figuras. Las
funciones sociales específicas de un rey, de una reina
o de un caballero evocan determinadas experiencias y
responsabilidades, que son las que las cartas
simbolizan con no menor frecuencia que la edad o el
sexo.
43
El Rey de Varas expresa estas cualidades en los
términos que le marca su palo. Indica una persona de
mentalidad fuerte, capaz de dominar a otros mediante
su fuerza de voluntad. Su poder se deriva de una
sólida fe en su propia justicia. Él sabe la verdad; sabe
que su método es el mejor, y considera simplemente
natural que los demás lo sigan.
44
llamar «la brecha generacional»: el Rey de Varas y el
Loco, ambos llenos de energía, y sin embargo, uno de
ellos es la esencia de la responsabilidad, y el otro la
pura imagen del instinto y de la libertad.
Invertida
45
Algunos comentaristas del Tarot prefieren hacer caso
omiso de los significados invertidos, y es verdad que
en la meditación o en la actividad creativa
consideramos generalmente todas las cartas como si
estuvieran en posición normal. Pero para las
consultas o el estudio, los significados invertidos
duplican con creces los significados posibles en el
mazo. Al mostrarnos el naipe desde un ángulo
diferente, nos dan una comprensión más amplia de lo
que éste realmente significa.
46
otros y, al mismo tiempo, se endurece en su actitud
hacia la vida, que ya no se le aparece como una
contienda tan fácil. Aquí es muy adecuada la fórmula
de Waite: «Bueno pero severo, austero a la vez que
tolerante.»
La Reina
47
Repitamos que no hay por qué aplicar estas
cualidades solamente a las mujeres. Si en una lectura
vemos que la Reina identifica a una persona sólo por
el tipo físico, entonces naturalmente la Reina
significa una mujer. Pero si deseamos aplicar las
cualidades simbólicas a alguien, entonces cualquiera
de las cartas cortesanas puede representar una mujer
o un hombre. Y aparte de las lecturas, la Reina de
Varas representa una apreciación determinada de la
vida.
48
ama la vida, parece que el mundo le respondiera,
protegiéndola de daños y proporcionándole
experiencias jubilosas. No somos capaces de entender
cómo sucede tal cosa sin alcanzar el complejo
conocimiento interior del universo que simbolizan las
últimas cartas de los Arcanos Mayores. Sin embargo,
es algo que puede suceder, y el gato negro nos
muestra esta respuesta de la naturaleza a alguien que
se aproxima a ella inundado de fogoso júbilo.
Invertida
49
Demasiados desastres o una oposición demasiado
encarnizada de la vida (y el punto débil de estas
personas puede ser la tendencia a considerar que la
vida es «injusta») suelen hacer que aflore una vena
peligrosa: la persona puede amargarse, empezar a
mentir, ser infiel o ponerse celosa.
El Caballero
50
Porque el Fuego mismo simboliza el
movimiento, el Caballero de Varas muestra esta
cualidad en forma extrema. Dicho con palabras de
algunos comentaristas, es «Fuego de Fuego» o
«Fuego exaltado». Representa la ansiedad, la acción,
el movimiento por el movimiento mismo, la aventura
y los viajes. Sin alguna influencia que la ate a la
tierra, toda esta excitación puede disiparse mientras
el Caballero intenta volar en todas las direcciones a la
vez. En conjunción con un sentimiento de finalidad y
con la ayuda de alguna influencia de Aire en la
planificación, el Caballero de Varas puede
proporcionar la energía y la confianza en sí mismo
necesarias para un logro importante.
Invertida
51
embargo, es fácil desmontarlo de su caballo. Al no
haberse puesto aún a prueba, toda esa ansia está
teñida de cierta fragilidad. La oposición lo confunde,
e incluso es causa de que sus grandes proyectos se
desplomen estrepitosamente en torno de él. Como
espera que todo caiga ante él, es probable que se
encuentre básicamente en desarmonía con las
personas o las situaciones que lo rodean. Sus
acciones se ven interrumpidas a medida que se
encuentra con que su naturaleza básicamente buena
no concuerda con las personas y las situaciones. En
una lectura, por lo tanto, el Caballero invertido es
símbolo de con fusión, proyectos que se desvían,
colapso y desarmonía.
El Paje
52
Los Pajes representan la cualidad de cada palo en
su estado más simple, en el puro disfrute de sí mismo
de una manera más leve y más juvenil que la de la
madura Reina. Físicamente, los Pajes hacen
referencia a niños. En relación con los adultos,
indican un momento en que una persona experimenta
algún aspecto de la vida simplemente como tal, sin el
condicionamiento de presiones externas. En cuanto
son niños, los Pajes suelen simbolizar los comienzos,
el estudio, la reflexión, las cualidades de los jóvenes
estudiantes.
Invertida
53
Más calmo que el Caballero, al Paje los
problemas no lo sacuden tanto, pero sí lo sumen en la
confusión y la indecisión. Su ansia por comenzar
tropieza con complejidades, cuando no con una
oposición directa que lo deja asustado e incapaz de
expresarse. Como sus cualidades básicas son la
simplicidad y la fidelidad (obsérvese que muchas de
las salamandras de su traje están cerradas, lo que no
significa proyectos terminados como en el caso del
Rey, sino más bien una simple integridad del ser),
cuando está indeciso puede mostrarse inestable y
débil. La persona a quien apunte esta carta necesita
ya sea alejarse de la complejidad o bien alcanzar la
madurez suficiente para enfrentarse con ella. La
indecisión continuada no puede conducir más que a
un mayor debilitamiento de la resolución y de la
confianza en sí mismo.
El Diez
54
Al estar tan relacionadas con el movimiento y la
acción, las Varas suscitan problemas. Constantemente
en conflicto, llegan a atraer enemigos y dificultades.
Esto proviene en parte de la falta de propósito y de
plan, pero también del placer secreto que las Varas
obtienen de cualquier contienda.
55
familiares, laborales— que el mismo se ha creado. Y
no es que lo haya planeado; todo eso creció en torno
de él.
56
hecho, pueden servir como excusa para no hacer nada
realmente constructivo, como podría ser apartarse de
una situación negativa.
Invertida
57
se rebela contra las responsabilidades, sin hacer en
realidad nada constructivo? Una mujer a quien una
vez le hice una lectura describió la situación como
cuestión de tirar los palos hacia adelante o hacia
atrás. Si los tiramos hacia atrás, intentamos seguir
una dirección nueva; tirarlos hacia adelante en
cambio, significa que volveremos a recogerlos y
seguiremos avanzando penosamente por el mismo
camino.
El Nueve
58
embargo, esta predilección por la pelea puede atrapar
a las Varas en pautas conflictivas. En el Nueve
volvemos a ver la imagen de alguien que se ha
enfrentado con mucha oposición de los otros y de la
vida; pero en vez de aceptarla, se ha defendido. El
hecho de pelear ha desarrollado sus fuerzas, y por eso
el naipe nos muestra un hombre musculoso y de
mirada atenta. Las Varas que hay detrás de él pueden
representar los recursos con que cuenta en la vida, o
también los problemas que le acechan. Sea como
fuere, él está listo para la próxima pelea.
Invertida
59
mantenerlos a raya. Existe, sin embargo, otro
significado: ir en busca de un enfoque diferente.
El Ocho
60
El fuego implica rapidez y movimiento. Y
aunque en ocasiones este movimiento carezca de
dirección, aquí vemos la imagen de un viaje que toca
a su fin, o de cosas que se completan. Cuando el
Fuego encuentra su objetivo, los proyectos y las
situaciones llegan a un final satisfactorio. Las Varas
han llegado a tierra. Por consiguiente, la imagen de
esta carta implica la adición de Pentáculos como
fundamento de la energía de las Varas.
Invertida
61
Si está dada vuelta, la imagen pasa a ser de
continuidad, de una situación en que nada finaliza,
especialmente cuando se desea un final. Una
situación o actitud que simplemente se mantiene sin
que se aviste conclusión alguna. Si no se puede evitar
una situación así, entonces es bueno reconocerla y
aceptarla, en vez de permitir que nos cause
frustración o decepción. Por otra parte, hay ocasiones
en que nosotros mismos podemos producir esa
calidad «de estar en el aire», esperando que una
situación siga sin resolverse. Una de las posiciones
más importantes en una lectura es la que se llama
«Esperanzas y Temores»: con mucha frecuencia,
resulta ser una profecía que se autorrealiza.
El Siete
62
Como el Nueve, ésta es una carta de conflicto,
pero aquí vemos la batalla como tal, y el efecto es
estimulante. Con la fuerza y el carácter positivo que
les son propios, las Varas esperan ganar, y
generalmente ganan. Por obra del conflicto activo, la
figura representada en este naipe se alza, por encima
de cualquier depresión, en el aire claro y
embriagador. En cierto sentido, esta carta muestra un
antecedente del Nueve. Nos ponemos a la defensiva y
nos comprometemos a pelear gracias a una
experiencia anterior victoriosa, de estar en la cima.
Mientras la pelea continúa, disfrutamos de ella.
Quienes están bajo la influencia de las Varas
necesitan saber que están vivos, precisan esa descarga
de adrenalina que les muestre que el Fuego sigue
circulando en sus venas. Sólo más tarde llega a
aislarlos el hábito constante de la batalla.
63
Invertida
El Seis
64
A medida que van descendiendo hasta el As, las
Varas se fortalecen. El acento se desplaza de los
problemas a la alegría, de la actitud defensiva al
optimismo, hasta que con el As llegamos a
unificarnos con el Fuego dador de vida. El Seis
señala un punto de inflexión. En el sistema del Alba
Dorada, la carta lleva el nombre de «Victoria», y en
ella vemos realmente un desfile de victoria, en que el
héroe, coronado de laureles, va rodeado por sus
seguidores. Sin embargo, no ha llegado todavía a su
destino. (Esto es, naturalmente, una ficción; lo mismo
podría estar regresando a casa. En este punto sigo a
Waite.) Está dando por sentada la victoria. El
optimismo produce, precisamente, el éxito que espera
y desea.
65
mismos para encontrar la energía necesaria para
realizar lo que queremos. Es más, es esa fe lo que ha
de inspirar a nuestros seguidores. El Seis (de
cualquier palo) tiene que ver con la comunicación y
los dones. Aquí, las Varas otorgan a la gente que las
rodea la fe que el Fuego tiene en la vida.
Invertida
El Cinco
66
Nuevamente aparece el conflicto, pero más leve.
Es parte de la naturaleza de las Varas ver la vida
como una batalla, pero en su mejor sentido la batalla
se convierte en una pugna emocionante, que se busca
ansiosamente. Los Cincos, en general, muestran
alguna dificultad o pérdida, pero el elemento Fuego
convierte los problemas en competidores, viéndolas
como una manera que tiene la gente de comunicarse
con la sociedad, y también entre sí. Los jóvenes
pelean, pero no para hacerse daño. Como niños que
jugasen a los caballeros, golpean unos con otros sus
palos sin pegar realmente a nadie. No tienen la
intención de destruir, sino sólo de competir por el
puro gozo de la acción.
Invertida
67
En posición normal, la incitante competición
lleva implícito un sentimiento de las reglas y del
juego limpio, porque sin acuerdos conocidos se
vuelve imposible hacer de la pugna un juego.
Invertido, el naipe indica que se abandonan las
reglas, que de hecho la batalla ha asumido un carácter
más grave y peligroso. El sentimiento del juego se
convierte en amargura o desilusión en la medida en
que los participan tes tratan efectivamente de hacerse
daño unos a otros. La actitud del Fuego,
especialmente cuando no se ve fortalecida por la
comprensión y la prudencia de las Espadas, exige que
la vida responda positivamente y que no muestre su
aspecto más cruel. El Cinco de Varas invertido vuelve
a traer a la memoria aquello de «el fuego se ha
extinguido».
El Cuatro
68
El número cuatro, con su imagen de la plaza,
implica estancamiento o solidez. Sin embargo, la
irreprimible energía de las Varas no necesita vallas
protectoras como, por ejemplo, los Pentáculos. Es
una energía que no se dejará contener, y por eso
vemos a la gente marchando extáticamente hacia la
más simple de las estructuras, confiando en que el sol
disipará con su ardor cualquier nube perturbadora. La
carta representa un ambiente doméstico rebosante
con el optimismo, la exaltación y el regocijo del
Fuego. Lo mismo que en el Seis, vemos que hay
gente que sigue a los danzarines, pero a diferencia de
lo que pasaba en aquel naipe, donde los soldados
seguían al líder carismático, aquí la gente va
transportada por el júbilo.
69
y su coraje los llevan de una actitud defensiva a otra
de apertura. Podemos contraponer esta imagen a la de
la Torre (figura derecha). Las dos figuras del Arcano
Mayor están vestidas de manera muy similar (incluso
en lo que se refiere a las túnicas azul y roja) a las dos
que aparecen en el Cuatro de Varas. En sus
significados menos esotéricos, la Torre muestra la
explosión que resulta cuando la gente deja que una
situación represiva o desdichada se mantenga hasta
alcanzar un nivel intolerable. En el Cuatro de Varas,
el optimismo y el amor a la libertad llevan al pueblo,
unido, a salir de su ciudad amurallada antes de que
ésta se les convierta en una prisión como la Torre.
Invertida
70
ortodoxa, por lo menos en relación con las actitudes y
expectativas de otras personas
El Tres
71
explorar nuevos territorios mientras él se queda atrás.
En contraste con el Caballero, la imagen hace pensar
en mantener una base sólida en lo que ya hemos
realizado, mientras seguimos abriendo en nosotros
mismos territorios e intereses nuevos. A veces, en
una lectura, esto puede significar el mantenimiento
de un compromiso básico con las relaciones
existentes, sin por eso dejar de buscar nuevos amigos
o amantes.
72
inmenso Mar. Los barcos representan aquella parte de
nosotros que se aventura en la experiencia profunda,
en tanto que el hombre expresa la importancia de
haber echado raíces en la realidad ordinaria antes de
intentar ningún tipo de viaje metafísico. Esta
explicación esquemática no nos da más que una débil
sombra intelectual de los verdaderos significados del
naipe. Un significado que aflora en la experiencia de
unirnos con la imagen hasta que las naves nos lleven
a los ámbitos desconocidos del sí mismo, del ser
interior. Significativamente, es la adición del Agua y
la Tierra —en la forma del mar y de la roca— lo que
encamina las imágenes hacia el máximo potencial del
Fuego. Pero, pese a ello, la cualidad especial de este
Portal —la de la exploración de lo desconocido—
pertenece al Fuego.
Invertida
73
de distanciamiento y reflexión, pues la imagen en
posición normal transmite cierta sensación de
aislamiento. Finalmente, puede indicar que a uno le
perturban los recuerdos.
El Dos
74
decía que lloró después de haber conquistado el
mundo conocido, porque entonces ya no se le ocurría
qué más hacer con su vida (su muerte, acaecida poco
después, dio indudablemente más pábulo a esta
leyenda).
Invertida
75
el miedo que a ambos acompaña. El naipe habla muy
especialmente a las personas que han vivido durante
largo tiempo en alguna situación desagradable o
insatisfactoria, y que finalmente deciden hacer un
cambio en forma imprevista.
El As
76
llegan como manos que salieran de las nubes. Sólo
llegando a los supremos estados de conciencia que
nos muestran las últimas cartas de los Arcanos
Mayores podemos entender las fuentes de esas
irrupciones de energía elemental, pero en las
situaciones ordinarias basta con que sepamos
experimentarlas y apreciarlas.
Invertida
77
nosotros lo hemos echado a perder con demasiada
energía mal dirigida. Esto puede suceder en un nivel
práctico, por exceso de actividad, por comenzar
demasiadas cosas nuevas sin consolidar los logros
pasados; en el emocional, por haberse confiado
excesivamente en la amistad o simplemente por ser
despótico; o, finalmente, en el sexual, por la negativa
a dominar un apetito sexual demasiado fogoso.
78
2
Las Copas
79
puesta debajo de un recipiente convertirá en vapor la
sustancia, de suyo informe, del agua. Al mismo
tiempo, la vida no puede existir ni crecer sin una
generosa mezcla de estos dos primitivos opuestos.
80
Todos los ríos van a dar a la mar. Por más que
nuestro ego insista en nuestra separación del resto de
los vivientes, nuestros instintos —el lado de Agua
que todos tenemos— nos recuerdan nuestra armonía
con el universo. La cultura occidental ha puesto el
acento en la idea del individuo como algo único y
separado del mundo. El Tarot no niega el carácter
peculiar del individuo —más bien insiste en él,
subrayando estrictamente la intransferibilidad de las
lecturas—, pero describe en cambio al individuo
como una combinación de elementos (una carta
astrológica, con sus doce signos y sus doce casas, nos
enseña la misma lección). Y uno de esos elementos
sigue siendo la conexión básica de la persona con el
resto de la vida.
81
disuelven en la vaguedad y la apatía, o se quedan en
sueños vacíos. Las Varas confieren energía a las
Copas, las Espadas definen y orientan esa energía
emocional, ayudándole a entender las cosas (aunque
una tormenta de Aire agitará la disposición pacífica
del Agua), mientras que los Pentáculos vuelven a
llevar las fantasías al nivel de los proyectos reales.
82
El Rey
83
negocios, de derecho, de religión». En cierto sentido,
el Rey ha vencido a su palo; pero el agua necesita
fluir, no estar confinada.
84
interpretación proviene de la idea de que los reyes
representan el Aire y, consiguientemente, el Rey de
Copas es Aire de Agua, las emociones perturbadas
del Aire cubiertas por la influencia benigna del Agua.
Invertida
85
un amante —en ocasiones una mujer, pero con más
frecuencia un hombre— deshonesto y dominante.
La Reina
86
Menores, la Reina es casi una versión mundana del
danzarín del Mundo. Situada entre la responsabilidad
exterior del Rey y la pasividad del Caballero, muestra
la posibilidad de fundir la imaginación y la acción, la
creatividad y la utilidad social. Su trono, decorado
con sirenas en forma de querubes, se apoya en tierra,
lo que indica su conexión con el mundo exterior y
con las otras personas, una relación más real que la
del Rey. Al mismo tiempo, el agua fluye sobre sus
pies y se confunde con su vestido, lo que significa la
unidad del sí mismo con la emoción y la
imaginación. El agua sugiere también fuerzas
inconscientes —las pautas espirituales subyacentes
que nos muestran los Arcanos Mayores— que
alimentan la vida consciente. La unidad del agua, la
tierra y la Reina implica que no alimentamos a la
Imaginación dándole total libertad de vagabundear a
su antojo, sino más bien encauzándola hacia una
actividad valiosa, una idea que la mayoría de los
artistas suscribirían, y que vuelve a aparecer con más
fuerza en el Nueve de Pentáculos, emblema de las
disciplinas creativas.
87
Hasta la edad moderna (y todavía hoy, en las culturas
más arcaicas), todas las formas del arte expresaban y
glorificaban la experiencia espiritual. La reina mira
con fija intensidad la copa, mostrando el poder de la
voluntad que dirige y modela la fuerza creativa, sin
suprimirla. Al mismo tiempo, su mirada sugiere que
la persona creativa deriva su inspiración para la
actividad futura de sus logros pasados. Compárese la
fiereza de su mirada con el aire soñoliento del
Caballero o con las nebulosas fantasías del Siete.
88
Waite habla de «inteligencia amante y de ahí el
don de la visión», palabras que sugieren que una
visión tan jubilosa de la vida sólo puede llegarnos
como un don, pero el amor puede abrirnos a la
recepción de ese don y permitirnos reconocer su
existencia. Con la inteligencia unida al amor
devolvemos el regalo, adueñándonos de la visión
para hacer con ella algo real y perdurable.
Invertida
El Caballero
89
En cuanto figura menos desarrollada que la
Reina o el Rey, el Caballero no ha aprendido a dirigir
su imaginación hacia el mundo. Por lo tanto, los
sueños dominan esta carta, con sus imágenes de una
montura lenta y un jinete perdido en las seducciones
de su copa, símbolo de la imaginación. Al mismo
tiempo, la fuerza creativa es menos poderosa aquí
que en cualquiera de las otras cartas cortesanas de
Copas. Sólo un estrecho río fluye a través de una
tierra reseca. El Caballero no ha aprendido que la
verdadera imaginación se nutre de la acción antes que
de la fantasía. Con esto quiero decir que si no
hacemos nada con ellos, nuestros sueños seguirán
siendo vagos y careciendo de relación con el resto de
nuestra vida.
90
se alimenta. ¿De principios interiores, como en el arte
basado en mitos o arquetipos, o de complacencia en
sí mismo, como sucede con el soñar despierto y con
el arte escapista, ya sea en el cine o en la literatura?
El poeta inglés Samuel Taylor Coleridge distinguía
entre «imaginación» y «fantasía». Ambas apartan la
mente de la experiencia y de las percepciones
ordinarias. Sin embargo, mientras que la primera se
deriva de una percepción de la verdad espiritual
subyacente y conduce a ella, la segunda no produce
más que caprichos que pueden interesar y excitar,
pero que en última instancia carecen de auténtico
significado. Provienen del ego, más que del
inconsciente.
91
pasividad puede, en ocasiones, ser una pose, casi
exagerada con el propósito de negar las tentaciones y
los deseos que perturban su paz. Desde el punto de
vista del amor, el Caballero puede representar un
enamorado o enamorada que no quiere
comprometerse, que es quizás atractivo, pero al
mismo tiempo pasivo, retraído o narcisista.
Invertida
92
que una persona pasiva se ve empujada a la acción o
a un compromiso, y que eso no le agrada. Aun sin
resistirse exteriormente, la persona puede rechazar
esas exigencias. El resultado puede ser una muralla
que se alza entre el Caballero y las personas que le
están haciendo asumir sus responsabilidades. Esta
actitud puede dar como resultado una tendencia
hipócrita o manipuladora y, en ocasiones, mentiras y
jugarretas.
El Paje
93
fantasía son muy adecuadas para una persona. No hay
exigencias externas que perturben la tranquilidad de
su contemplación. Como resultado, el pez de la
imaginación lo mira desde el interior de su copa. Y
él, entretenido, lo mira a su vez sin la necesidad que
tenía el Caballero de penetrar tan profundamente
dentro de sí mismo. Aquí, la imaginación es su propia
justificación.
Invertida
94
nuestro sentido común. Vemos el Paje invertido cada
vez que compramos algo que no necesitamos y que,
en realidad, ni siquiera queremos; lo vemos cuando
hacemos promesas que no podemos cumplir o
asumimos compromisos que en realidad no significan
nada.
El Diez
95
Por ser el número más alto, el Diez significa en
su plenitud la cualidad del palo. En las Varas veíamos
un exceso de cargas; en las Copas encontramos el
júbilo y la maravilla de la vida que se extienden a
través del cielo. El Santo Graal, símbolo del amor y
de la gracia de Dios, constituye la base de este naipe,
que nos muestra cómo el amor, la imaginación y la
alegría llegan a nosotros como dones. La Biblia nos
dice que Dios hizo el arco iris como una promesa de
que el mundo no volvería jamás a sufrir una
inundación de destrucción. Pero el arco iris es
además portador de otra promesa todavía más
positiva: que la vida nos da felicidad y no sólo una
ausencia de dolor.
96
danzan sin mirar hacia arriba: simbolizan la
inocencia, que toma la felicidad como la condición
natural de la vida. Los niños esperan la felicidad,
pero no la dilapidan. Al mostrar una familia, la carta
se refiere principalmente a la felicidad doméstica,
pero puede indicar cualquier situación que provoque
un brote de júbilo. Se refiere en especial al
reconocimiento de las cualidades valiosas de una
situación. Este significado se relaciona especialmente
con las lecturas en que el Diez de Copas aparece en
contraste con el Diez de Pentáculos.
Invertida
El Nueve
97
Del regocijo profundo pasamos a los placeres
más simples de las festividades y el contentamiento
físico. Como ya vimos antes, los Nueves representan
los compromisos que hacemos con la vida. Las Varas
mostraban una defensa fuerte; las Copas, más
benignas, muestran la actitud de evitar la
preocupación y los problemas, concentrándose en los
placeres ordinarios. A veces la gente reacciona con
antagonismo ante esta carta, quizá porque desea verse
a sí misma más allá de la superficialidad. En
ocasiones, especialmente después de haber pasado
por problemas o por un período prolongado de
trabajo duro, nada puede venirnos mejor que
simplemente pasarlo bien.
Invertida
98
Por una vez, el significado de la carta invertida
representa una mayor toma de conciencia o, para
decirlo con la fórmula de Waite, «verdad, lealtad,
libertad». En relación con lo que significa la carta en
posición normal, estas palabras implican un rechazo
de los valores superficiales, pero se refieren también
a situaciones muy enmarañadas u opresivas, en las
que, siguiendo empeñosamente el hilo de la verdad, o
manteniéndonos leales a nosotros mismos —o a los
demás, o a un propósito—, podemos alcanzar la
victoria y la liberación.
El Ocho
99
hacer. El Ocho comienza (o termina) una serie de
cinco cartas que se ocupan del problema que tiene el
Agua con la acción. En esta carta vemos a alguien
que da la espalda a una doble hilera de Copas, todas
de pie, que simbolizan una situación que no sólo ha
sido fuente de felicidad, sino que sigue siéndolo
efectivamente. En contraste con el Cinco, todas las
Copas están en pie; ninguna ha sido volcada. Y sin
embargo, la persona sabe que ha llegado el momento
de irse. La imagen sugiere uno de los verdaderos usos
del instinto del Agua: la capacidad de percibir cuándo
algo se ha terminado, cuándo es el momento de irnos,
sin esperar a que todo se seque o se desmorone a
nuestro alrededor.
100
de sí mismo. Al principio, parece que la escena
tuviera lugar de noche; pero cuando miramos mejor,
vemos que en realidad representa un eclipse, en que
la luna pasa a través del sol. Una fase de la luna, esto
es, un período de percepción interior, ha prevalecido
sobre la actividad dirigida desde afuera. Al unir la
imaginería lunar a una escena de movimiento, la carta
nos enseña que cultivar un sentimiento más profundo
de sí mismo es también una acción. Recuérdese que
el Ermitaño, al invertir la polaridad sexual de la
Suma Sacerdotisa (véase el libro sobre los Arcanos
Mayores), combina la acción y la intuición en un
programa preciso de conocimiento de sí.
101
Invertida
El Siete
102
Con el Siete, el problema de las Copas aparece
en su forma más directa. La emoción y la
imaginación pueden producir visiones maravillosas;
pero sin un fundamento, tanto en la acción como en
las realidades externas de la vida, esas imágenes
fantásticas no pasan de ser ensoñaciones, «fantasías»
sin valor ni significado auténtico. Obsérvese que las
visiones abarcan la gama completa de las fantasías,
desde la riqueza (las joyas) a los laureles de la
victoria, pasando por el miedo (el dragón), la
aventura (el castillo) e incluso los arquetipos de la
mitología: un rostro divino, una misteriosa figura
radiante y una serpiente, símbolo universal de la
sabiduría psíquica. Es un error pensar que las
ensoñaciones no tienen sentido a causa de su
contenido; por el contrario, es frecuente que surjan de
necesidades e imágenes arquetípicas profundas.
103
Carecen de significado porque no se relacionan con
nada exterior a ellas mismas.
Invertida
El Seis
104
idealicemos el pasado y lo veamos a través de un
velo de seguridad y felicidad. El emblema de esta
segunda actitud es la infancia, representada como una
época segura, en la cual los padres, o los hermanos y
hermanas mayores, nos protegían y nos daban todo lo
que necesitábamos. A veces, una actitud así puede
producir un sentimiento de cálida seguridad que
ayuda a la gente a enfrentar sus problemas actuales.
En este sentido, la carta muestra cómo el pasado (el
enano) hace una ofrenda de recuerdos al futuro,
simbolizado por la niña. Otras veces, sin embargo,
una fijación en el pasado puede impedir que una
persona enfrente sus problemas actuales. El pasado
puede distraer del presente tanto como las fantasías
pueden distraer del futuro.
Invertida
105
mirar más bien hacia el futuro que hacia el pasado.
Las dos cartas invertidas son muy similares; la
diferencia es que el Seis muestra una actitud, en tanto
que el Siete indica pasos que se dan efectivamente.
El Cinco
106
Los Cincos hacen referencia a la pugna, y en
ocasiones al dolor. Con las Varas veíamos la aventura
de la competición; las Copas nos enseñan la reacción
emocional ante la pérdida. La imagen representa
sufrimiento, pero también aceptación. Tres copas
yacen derramadas, pero dos permanecen en pie, aun
cuando por el momento la figura se concentre sobre
las otras tres. En las lecturas he visto con frecuencia
que esta carta se vincula ya sea con el Tres de Copas
en cuanto felicidad o esperanza que ha fracasado, o si
no, con el Tres de Espadas; las dos copas que siguen
en pie han sido referidas con frecuencia al Dos de
Copas, es decir, el apoyo recibido de un amante o un
amigo.
107
envuelve en la capa de la sabiduría para que lo
sostenga en su empresa de mirar dentro de sí en
busca de una visión de su vida, la visión que aceptará
en la Justicia.
Invertida
108
intereses nuevos después de algún acontecimiento
triste o inquietante. Y finalmente, puede acentuar la
conciencia de lo que sigue siendo importante y
permanente frente al dolor. En este sentido, la mujer
se vuelve de las tres copas a las dos. Aquí las dos
copas simbolizan la base sólida de la vida de una
persona; se mantienen en pie porque no son tan
fáciles de derribar. Y la conciencia de ello indica que
las tres copas caídas simbolizan algo menos
importante de lo que pudo parecer inicialmente, en el
momento de su destrucción.
El Cuatro
109
«imaginación negativa» nos hace verlo todo aburrido
o sin valor. No parece que haya nada por lo cual
valga la pena levantarse, nada que valga la pena
hacer, nada digno de ser examinado.
Invertida
El Tres
110
El Tres muestra una apreciación del significado y
del valor del palo. Debido a que el Graal está en la
base del palo, el Tres de Copas indica júbilo,
celebración y, sobre todo, compartir la maravilla de la
vida. Como si hubiéramos pasado la crisis de la
acción, las tres cartas finales en su totalidad, de
acuerdo con sus números, rebosan felicidad. Aquí
vemos a las mujeres celebrando, como en una
cosecha. O bien ha terminado una crisis, o el trabajo
ha producido buenos resultados.
Invertida
111
También aquí se presentan varios significados.
Antes que nada, la carta en esta posición puede
mostrar la pérdida de algo que daba felicidad. Con
mucha frecuencia indica que lo esperado no se ha
producido. Puede significar también el fracaso de una
amistad y la desilusión de descubrir que los amigos
no nos han apoyado cuando los necesitábamos, o la
dispersión de un grupo de amigos.
El Dos
112
En muchos sentidos, esta carta actúa como una
versión menor de los Enamorados. En tanto que el
triunfo enseña el gran poder de las relaciones
sexuales maduras, el Arcano Menor pone el acento en
el comienzo de una relación. El Dos puede mostrar
en las lecturas una unión o una amistad que se
prolonga, quizás en un nivel más ligero que el de los
Enamorados. Sin embargo, en el estudio, y muy
comúnmente en la práctica, el naipe significa
promesa de amistad, comienzo de una relación
amorosa.
113
producen en sus vidas algo que trasciende lo que
cualquiera de las dos habría logrado sola. El león
simboliza la sexualidad, las alas el Espíritu. El amor
engrandece el significado del impulso sexual que nos
acerca a él.
114
Invertida
El As
115
A partir de las emociones conflictivas del Rey, y
pasando por diversos grados de equilibrio entre
celebración y pasividad, llegamos finalmente al As,
emblema del amor que apuntala la vida. El As de
Copas tiene el significado inmediato de una época de
felicidad y amor, un don de júbilo. De la misma
manera que el fuego hace el mundo, el amor le
confiere valor.
116
(porque los caballeros de Arturo no supieron
acercársele con un talante espiritual), el reino se
desintegró. La alegoría nos cuenta que el mundo
funciona principalmente no por sus leyes, su orden
moral y sus estructuras sociales, sino más bien por la
base espiritual que da significado a todas estas cosas
y las protege de la corrupción. Cuando consideramos
la existencia como algo que está destinado a ser
conquistado (la forma en que los caballeros de Arturo
fueron en pos del Graal), no alcanzamos más que el
caos. Las Copas —el Agua— simbolizan la
receptividad. Al amor, y en última instancia a la vida,
no se lo puede atrapar, sino solamente aceptarlo.
Invertida
117
nos ofrece la vida, o bien al reaccionar violentamente
cuando lo que necesitamos es calma.
118
3
Las Espadas
119
valor y el significado de la vida mientras no hayamos
aprendido a reconocer y aceptar la verdad, por más
dolorosa que sea.
120
reemplazándolo por otra cosa, sino más bien
combinándolo con otros elementos. El hecho es que
cuanto más confundidos estamos más necesidad
tenemos de nuestra mente, porque ninguna otra cosa
puede distinguir la verdad. Sin embargo, necesitamos
también combinar el Aire con el Agua, es decir, la
emoción con la receptividad. Precisamos combinarlo
con el Éter, con el Espíritu: con los valores profundos
arraigados en la verdad espiritual/psicológica, que
vemos encarnados en los Arcanos Mayores. Entonces
el problema del Aire se transforma en el Camino, la
sabiduría.
121
El Rey
122
directamente hacia arriba, hacia la pura sabiduría,
sino que se inclina ligeramente hacia la derecha, el
lado de la acción. La exigencia de actuar según sus
juicios tiende a desvirtuar el poder del juicio mismo,
un hecho que podemos observar si comparamos la
situación de un observador teórico de la política con
la de alguien que gobierna un país.
123
lejos de la pasión fogosa, de las emociones acuosas y
de la terrestre corrupción material. El número dos,
por otra parte, simboliza la opción, la tensión
constante entre el pensamiento abstracto y la acción
que es menester emprender en el mundo.
124
compromiso con la honestidad intelectual, y la
necesidad de poner en práctica el conocimiento. Al
igual que la Justicia, y en esto es la única entre todas
las cartas cortesanas, nos clava directamente la
mirada, como un maestro de sabiduría que nos obliga
a reconocer y defender la verdad.
Invertida
125
La Reina
126
aire de la verdad. Un solo pájaro, símbolo de la
pureza de su sabiduría, vuela muy alto por encima
suyo. Su espada, como la de la Justicia y como la del
As, se eleva directamente hacia arriba.
Invertida
127
Cuando la gente se le opone, la Reina se vuelve
malévola, intolerante, fanática y, como el Rey, usa
sus actitudes para imponer su personalidad a las
gentes que la rodean. Ya sea que represente un exceso
de dolor o de egoísmo, ha perdido el compromiso con
la verdad que caracteriza a este naipe en posición
normal.
El Caballero
128
hábil y fuerte, tiende también a la violencia, e incluso
al fanatismo. No reconoce límites.
Invertida
129
desaforada, una respuesta errónea a una situación que
requiere un enfoque más tranquilo y más cuidadoso.
El Paje
130
Si la situación es tal que requiere ser encarada
con displicencia, entonces la actitud desapegada del
Paje es muy beneficiosa. Pero si está en juego un
problema más difícil, entonces la actitud del Paje se
hace difícil de mantener. Exige «vigilancia», por
decirlo a la manera de Waite, asegurarse.de que la
gente o las situaciones no se nos aproximen
demasiado. Gran parte de la energía del Paje se le va
en mirar por encima del hombro. Como estudiante ya
un poco mayor, Hamlet encarnaba la actitud de
observación e ironía del Paje. Su situación, sin
embargo, requería la manera agresiva de encararla del
Caballero.
Invertida
131
fueran enemigos. Lo que empezó como un
sentimiento de «Yo estoy por encima de todo esto, no
necesito preocuparme por ello», se con vierte en una
obsesión con los problemas y en una aparente
incapacidad de hacer nada para resolverlos. Esos
sentimientos de debilidad son endémicos en las
Espadas, que necesitan de las Varas para tener coraje
y optimismo.
El Diez
132
la muerte, ni siquiera una especial violencia.
Significa una reacción ante los problemas más que
los problemas mismos.
Invertida
133
La carta guarda relación con el Diez de Varas
invertido, donde veíamos el peligro de volver a
recoger los palos una vez que la situación se ha
calmado.
El Nueve
134
nos sucede directamente, sino a alguien a quien
amamos.
Invertida
135
sospecha, duda, miedo razonable y vergüenza.» Estas
palabras configuran un esta do de ánimo, o más bien
una progresión de estados, que se da cuando la gente
se retira dentro de sí para huir de algún problema que
no se atreve a enfrentar.
136
racionalmente que no hay razón para sentir nos
avergonzados, que en realidad la vergüenza deberían
sentirla los que nos han oprimido o ridiculizado. A
menos que la persona oprimida e insegura de sí se
decida a actuar, expresando su enojo, e introduzca en
su vida cambios reales, la vergüenza profundamente
reprimida no desaparecerá.
El Ocho
137
no la encierran, y que las cuerdas no le inmovilizan
las piernas, en tanto que quienes la han atado no
aparecen en la carta. En pocas palabras, que nada le
impide que se vaya, sin más ni más.
138
primer paso hacia el verdadero conocimiento y, con
frecuencia, el más difícil de dar.
Invertida
El Siete
139
El tema de la lucha continúa. Aquí vemos la
imagen de alguien que emprende una acción contra
los problemas. A veces, el naipe significa
simplemente un acto de osadía, incluso un golpe que
mella el filo de la oposición. Con más frecuencia,
representa un acto impulsivo cuando lo que se
requiere es un plan cuidadoso.
140
ocultar habitualmente, y con frecuencia sin ninguna
razón válida, nuestros verdaderos planes o
intenciones.
Invertida
141
El Seis
142
bien un pasaje tranquilo por una época difícil. Waite
dice: «La carga es ligera», y Eden Gray escribe: «Las
espadas no hunden el bote». Aunque carguemos con
nuestros problemas, nos hemos adaptado a ellos: no
nos hundirán ni nos aplastarán. En un nivel simple, el
naipe significa funcionar en alguna situación difícil
sin abordar los problemas. Puede referirse a un
problema inmediato o a una situación que se ha
prolongado durante años. Si miramos más
profundamente vemos la imagen de un dolor —del
cual el duelo es un ejemplo, pero no el único— que
una persona ha padecido durante tanto tiempo que ya
no la hace sufrir, sino que se ha convertido en parte
de su vida.
143
sobre la mente, y después, lentamente, un sentimiento
de movilización del sí mismo.
Invertida
144
puede ser dolorosa. También puede dar comienzo a la
curación.
El Cinco
145
identifiquemos con las dos figuras vueltas de
espaldas, que han perdido alguna batalla, y ahora el
mundo entero les pesa: el agua inquieta, el cielo
turbulento. Un sentimiento de humillación y de
debilidad acompaña a su derrota.
Invertida
146
Las Espadas dan una visión más pesimista que
ninguna carta de los Arcanos Mayores. Tornados
aisladamente, ninguno de los palos Menores puede
mostrar el verdadero equilibrio de la vida;
descomponen la experiencia en partes y,
consiguientemente, la deforman y exageran. Un
exceso de cartas de Espadas necesita, más que
cualquier otro palo, del equilibrio de experiencias y
actitudes provenientes de los otros palos.
El Cuatro
147
reacciona ante las dificultades aislándose,
ocultándose literalmente en su casa, o simplemente
atenuando sus reacciones emocionales para refugiarse
dentro de sí misma. Esta carta apareció una vez en
una lectura para un hombre acostumbrado a tratar
enérgicamente a todos los que le rodeaban. La carta
le hizo ver que cuando su agresividad fracasaba, o
cuando la máscara de seguridad se le hacía
demasiado pesada, se ocultaba del mundo antes que
mostrar otro aspecto de sí mismo o de intentar
colaborar con los demás.
148
bendición del Graal, y la princesa, símbolo del miedo
neurótico a la vida, durmió hasta que el príncipe, no
permitiendo que la maraña de espinas lo detuviera (
el neurótico se vale de la fuerza de su personalidad
para erigir barreras contra las demás personas), la
despertó por medio de la vitalidad de la energía
sexual (con un beso en la versión de Disney, con el
contacto sexual en los cuentos populares). El
retraimiento, aun cuando su propósito sea la
recuperación, puede aislar a una persona del mundo,
creando una especie de hechizo que sólo una energía
exterior es capaz de romper.
Invertida
El Tres
149
El título que da a este naipe el Alba Dorada es
«Dolor». De todos los naipes de Espadas, el Tres es
el que representa más abiertamente el dolor de un
corazón destrozado. Sin embargo, con todo lo que
tiene de sombría, la imagen transmite cierta calma
con la simetría de sus espadas. Ante el verdadero
dolor no podemos tener más que una respuesta:
guardarlo en nuestro corazón, aceptarlo y superarlo.
El Nueve planteaba la cuestión de cómo seguir
adelante después de una gran angustia. El Tres nos
dice que no debemos apartar de nosotros el dolor,
sino hallar la forma de interiorizarlo profundamente
hasta que se transforme por obra del coraje y del
amor.
150
pensé que eso significaba contraponer la alegría y la
amistad al dolor. Dos car tas del mismo número, sin
embargo, significan con frecuencia una
transformación. Y la carta que cruza a la primera
suele emerger de ella de alguna manera. Al
profundizar en la lectura, vi que las dos se
relacionaban, no se oponían. La aceptación y el amor
pueden convertir el dolor en un re cuerdo gozoso, en
un abrazar la vida.
Invertida
151
El Dos
152
Obsérvese, sin embargo, el efecto que tiene esta
postura sobre la mujer. Ante todo, los brazos
cruzados excluyen y aíslan el corazón. La imagen de
las emociones bloqueadas se continúa en la forma en
que el vestido gris parece confundirse con el asiento
de piedra. Al mismo tiempo, el peso de las espadas
eleva el centro de gravedad desde el plexo solar al
pecho. Cuando una persona contiene sus emociones,
la respiración se vuelve superficial y el cuerpo se
pone rígido. Paradójicamente, el intento de frenar la
emoción vuelve más emotiva a la persona, en cuanto
no piensa ni actúa a partir de su centro, sino desde el
pecho constreñido, y en vez de ver el mundo, ve su
propia imagen por detrás de la venda que le cubre los
ojos.
153
El peso de las espadas puede fácilmente
desequilibrar a la mujer y hacerla caer en las aguas
agitadas. Al hacer que nos concentremos en las
emociones, una actitud defensiva nos hace más
propensos a los estallidos, la cólera y la histeria.
Invertida
El As
154
La última (o primera) carta de Espadas nos
devuelve a la verdadera esencia del palo, es decir, al
intelecto. Apuntando directamente hacia arriba en
busca de la percepción verdadera, la espada traspasa
la corona del mundo material. La sabiduría nos lleva
más allá de las engañosas ilusiones y las limitaciones
que la vida impone a la verdad espiritual. Muchas
cartas de Espadas se resienten de la falacia de que la
vida no contiene más que sufrimiento y dolor. Las
montañas simbolizan la «verdad abstracta», los
hechos objetivos de la existencia, que no dependen
del punto de vista ni de la experiencia personales.
Los Arcanos Mayores nos presentan esta verdad, y‐
más que ninguna otra de las cartas Menores el As de
Espadas consigue llegar hasta el quinto elemento. Sin
embargo, el intelecto solo, divorciado de la intuición,
no hará más que llevamos a nuevas falacias. Para
encontrar la verdad necesitamos el As de Copas, es
155
decir, el amor; y sin embargo, sólo el intelecto puede
llevarnos más allá de la experiencia inmediata.
156
Invertida
157
4
Los Pentáculos
158
fuerza creativa de Dios. Para nosotros, la creación
significa el mundo de nuestros sentidos. Por más
lejos que podamos llegar en nuestras meditaciones
espirituales, debemos iniciar y terminar esos viajes
aquí... o, si no, perdemos en el proceso.
159
En su forma inicial de Oros, los Pentáculos
representaban principalmente el materialismo, en el
estrecho sentido del dinero y el trabajo. En el mazo
Rider siguen viéndose estas importantes cualidades, y
de hecho los Pentáculos dan expresión al problema
de llegar a interesamos tanto por estas cosas que nos
olvidemos de todo lo demás: lo contrario, en cierto
sentido, de lo que le sucedió al rabino Akiba. El
mazo Rider, sin embargo, añade al cuarto palo la
dimensión, más vasta, de la naturaleza. No sólo
echamos raíces en nuestro trabajo, sino en el amor
por el mundo que nos rodea.
160
El mismo carácter terrenal de la vida cotidiana
asegura, en virtud de una especie de ley de
reciprocidad, que tales cosas posean una «magia»
mayor que las atracciones más inmediatas de los
otros elementos. Es esta una paradoja que no
podemos entender inmediatamente; necesitamos
sopesarla y experimentarla. Hay dos hechos, ambos
referentes a los Pentáculos/Tierra, que apuntan a su
verdadero valor. Primero, al estudiar las cartas de los
líderes religiosos antiguos y modernos, el astrólogo
Ronnie Dreyer ha descubierto que entre ellos
predominan los signos de Tierra. Segundo, el palo de
Pentáculos contiene más cartas Portales que ninguno
de los otros.
El Rey
161
El carácter mundano de los Pentáculos va muy
bien con la responsabilidad social del Rey, que nos
presenta la imagen misma del hombre que triunfa en
los negocios o en su profesión. La despreocupación
con que está sentado en su trono y el afecto con que
mira a su pentáculo que es aquí el símbolo de su
capacidad y de sus logros muestran que está
satisfecho con la vida. Es generoso, e incluso
valiente, aunque no especialmente dado a la aventura.
El rol de Rey no lo frustra, como frustra al Rey de
Varas y al de Copas. Quizás en una etapa anterior de
su vida y de su carrera pueda haber sufrido por obra
de la impaciencia o de la duda. Ahora, su éxito ha
justificado su vida, y le permite relajarse y disfrutar
de ella.
162
parecen mucho en su combinación de colores). La
conjunción forma un buen ejemplo de lo que yo
llamo tiempo vertical y tiempo horizontal, esto es, los
mundos interior y exterior. El Rey simboliza la
actividad ordinaria, los logros, la posición social, el
éxito, mientras que el Loco representa la libertad
espiritual interior que permite a una persona disfrutar
de tales cosas y edificar sobre ellas sin verse atrapada
en una estrecha visión materialista. Considérense dos
personas con el mismo mundo exterior: ambas
triunfadoras, respetadas, adineradas. Y sin embargo,
interiormente una de ellas puede estar tensa, frustrada
o temerosa, en tanto que la otra no ha perdido su
júbilo ni su paz.
Invertida
163
mediocridad. La falta de realización genera
insatisfacción, sentimientos de debilidad, y duda. Si
lo tomamos de otra manera, podemos ver que el Rey
invertido simboliza la corrupción de la idea del éxito,
la imagen de un hombre o de una mujer que recurre a
cual quier medio para conseguir sus objetivos.
La Reina
164
Así como el Rey está sentado delante de un
castillo, el trono de la Reina, enmarcado de rosas,
está en medio de un campo. Mientras que el Rey
simplemente mira su Pentáculo, ella lo sostiene con
ambas manos, plenamente consciente de la magia de
la naturaleza y de la fuerza que obtiene de ella. Más
que cualquier otra de las cartas Menores, ésta
representa el amor por el mundo y la unidad con él.
El conejo que aparece en el ángulo inferior derecho
no sólo representa la fertilidad sexual, sino también la
fructificación espiritual de una vida que ha
encontrado su propio ritmo en el mundo que la rodea.
165
fuerzas, permitiéndoles que a través de ella fluyan al
interior de su vida cotidiana.
Invertida
166
arraigo de las emociones en las cosas naturales, en
los placeres comunes, en un trabajo satisfactorio.
El Caballero
167
Aunque también él sostiene un Pentáculo, no lo
mira, sino que en cambio observa fijamente por
encima de él. El simbolismo hace pensar que ha
perdido de vista la fuente y el significado de su
fuerza en la vida. Al dedicarse a cuestiones
puramente prácticas, se ha aislado de las cosas más
profundas de la Tierra.
Invertida
168
Otro ejemplo sería una mujer que haya dedicado su
vida a sus hijos, y que se encuentre ahora con que
han crecido y se han alejado de ella.
El Paje
169
En contraste directo con el Caballero, el Paje no
mira nada más que su pentáculo, que sostiene
delicadamente en el aire. Así como el Caballero es el
trabajador arquetípico, el Paje representa al
estudiante, perdido en sus estudios, fascinado, que
poca preocupación siente por ninguna otra cosa. Y
sin embargo, participa de la naturaleza práctica del
palo, en cuanto simboliza el trabajo efectivo del
estudiante, el estudio y la erudición, por
contraposición con la inspiración, simbolizada por el
Paje de Copas.
Invertida
170
su sentido del esfuerzo, se entrega a la extravagancia
y la disipación, lo que Waite llama la «prodigalidad».
En ocasiones, sin embargo, la carta puede significar
simple mente que uno se relaja después de una tarea
difícil, como un estudiante después de los exámenes.
El Diez
171
hogar establecido, la vida buena, una posición
cómoda y segura en el mundo. Sin embargo, pare ce
que las personas en cuestión dieran por sentada toda
esa comodidad; la seguridad se les hace aburrida o
sofocante. En contraste con el Diez de Copas (las dos
cartas suelen aparecer juntas en las lecturas), aquí no
parece que hubiera comunicación entre los miembros
de la familia. El hombre y la mujer están mirando en
sentido contrario, aunque la mujer dirige una mirada
ansiosa al hombre, por encima del hombro. El niño se
cuelga nerviosamente de su madre, pero aparta la
vista. Y ninguno de ellos advierte al anciano que está
más allá de la arcada.
172
operar generalmente más aceptadas de la naturaleza,
como la gravedad o el electromagnetismo. No porque
los aprendamos en la escuela debemos considerar
menos maravillosos esos fenómenos. El hecho es que
no damos importancia al universo simplemente
porque funciona tan bien.
173
Todas esas maravillas, todos esos signos ocultos,
apuntan al tema básico de los Pentáculos: el mundo
cotidiano contiene una magia mayor de lo que
ninguno de nosotros habitualmente puede ver. La
magia nos rodea por todas partes, en la naturaleza, en
el hecho mismo de que la vida exista y de que este
vasto universo no se nos desintegre.
174
más en ella podemos vivenciar ese universo
fantástico y vibrante que existe en el centro mismo de
lo ordinario.
Invertida
175
tenemos. Esta situación se agudiza cuando el Diez de
Pentáculos aparece con el Diez de Copas.
El Nueve
176
En cuanto cartas materiales, los Pentáculos se
refieren al éxito y a lo que éste significa en la vida de
una persona. A diferencia de la figura que aparece en
el naipe Diez, aquí la mujer tiene clara conciencia de
las cosas buenas que hay en su vida. Su mano se
apoya en los Pentáculos, con el pulgar enganchado en
un tallo de la vid. Uno de los significados básicos de
la carta es la conciencia; especialmente, conciencia
de sí y de la capacidad de distinguir lo que tiene
importancia en la vida, los objetivos que realmente
nos exigen nuestro mejor esfuerzo. La carta significa
éxito, pero no simplemente beneficios materiales;
significa igualmente el sentimiento de seguridad, la
certidumbre que da el saber que uno ha hecho las
opciones correctas y ha llevado a cabo las acciones
necesarias para alcanzarlas. Los pentáculos que
crecen en los arbustos simbolizan una vida
productiva y activa.
177
sello de la persona evolucionada (un tema que se
profundizará al final de la sección sobre lecturas); por
consiguiente, el estudio y la meditación sobre esta
carta nos ayudarán a conseguir esa certidumbre.
178
gratificaciones que proporciona el cultivo de sí
mismo.
Invertida
179
El Ocho
180
llegar a ser famosos, jamás lo conseguirán. Tiene que
importarnos el trabajo mismo.
Invertida
181
El Siete
182
Invertida
El Seis
183
Demuestran al mismo tiempo la diferencia entre
niveles de interpretación y esa dimensión extra que
yo llamo el Portal, porque mientras que el Cinco
permite múltiples significados, el Seis nos muestra el
propio mecanismo del Portal.
184
materiales, pero escasa satisfacción o poca
probabilidad de progresar; o con una relación en que
las personas son desdichadas, pero se sienten cómo‐
das; o con una situación política en que la gente
reconoce que está oprimida, pero no quiere poner en
peligro la poca seguridad que tiene.
185
ejemplo, las avergüence o las asuste. Lo mismo
puede ser válido para quienes se ofenden por la
«caridad» e incluyen en esa categoría cualquier
ofrecimiento de ayuda. Por lo tanto, el Seis de
Pentáculos puede indicar que se da a la gente lo que
ésta es capaz de recibir.
186
La idea de dar a la gente lo que es capaz de
recibir tiene también un significado religioso. Tanto
los místicos como los esoteristas suelen decir que la
verdad oculta en el seno de una religión determinada
puede ser casi lo opuesto de lo que esa religión
parece decir en la superficie. Por ejemplo, mientras
que quizá la doctrina nos enseñe a controlar nuestros
deseos con pensamientos piadosos, tal vez el ocultista
intente hacer aflorar sus necesidades más ocultas para
trabajar con ellas. Esta escisión existe porque la
mayoría de las personas no sólo son incapaces de
toda forma de trato con las enseñanzas religioso-
psicológicas en su forma no suavizada, sino que no
están dispuestas a intentarlo siquiera. E incluso
muchas de las que lo intentan, encuentran que la
verdad les es imposible de asimilar. Recuérdese al
rabino Ben Abuysh, que perdió la fe cuando le
pareció ver dos Dioses.
187
persona con aspecto de mercader»: no un mercader,
sino una persona «con as pecto» de serlo. Y
Nietzsche, en As{ hablaba Zaratustra, hace que un
ermitaño diga a Zaratustra: «Si quieres acercarte a
ellos, no les des más que una limosna, y deja que te la
pidan.» Si les das más, nadie te escuchará.
188
Seis de Pentáculos, me hice a mí misma una lectura
de Tarot, en la que el Seis salió cruzando al Caballero
de Copas. Lo entendí en el sentido de que sería
beneficioso para mí mantener una disposición
anímica meditativa. Ahora bien, esto sucedió algunos
meses después de la muerte de mi madre, y mientras
visitaba a mi padre empecé a usar una mezuzah (una
especie de amuleto judío) de mi madre. La mezuzah
llevaba una inscripción con el nombre Shaddai, en el
que reconocí uno de los nombres de Dios, aunque no
sabía qué significaba. Dos o tres días después de la
lectura asistí con mi padre en una sinagoga a los
oficios del Sábado (algo que yo no habría hecho por
mi cuenta). Por el camino vi el nombre Shaddai en
una joya expuesta en un escaparate y mencioné mi
curiosidad respecto de su significado.
189
puede subyugarnos (aunque ordinariamente no lo
haga si no lo deseamos) con el milagro espiritual. Y
toda esa comprensión intuitiva (que, por haberla
experimentado, significaba más para mí de lo que
habría significado intelectualmente, como idea), la
había alcanzado yo poniéndome literalmente en
posición de recibir, es decir, yendo con mi padre a la
sinagoga.
Invertida
190
superioridad. Entonces, el (o la) donante es capaz de
dar con mayor libertad, sin calcular lo que puede o no
permitirse, sino compartiendo realmente. Otras veces,
la carta señala el resentimiento de las personas que
reciben la caridad, o su contrapartida, la piedad.
El Cinco
191
Los diversos significados de esta carta ilustran
una vez más el problema de la certidumbre que
analizaremos en la sección destinada a las lecturas.
¿Cómo podemos saber con seguridad qué significado
es válido para una situación real? Al mismo tiempo,
los significados muestran cómo una situación puede
encaminarse por direcciones muy diferentes.
192
materiales puede poner a prueba su unidad; también
es probable que las personas crean que eso puede
suceder, y que por eso teman al cambio.
193
también cabe comparar el Cinco con el Seis. Allí, el
mercader puede simbolizar la iglesia secular
moderna, que da la asistencia material que puede (o
que quiere), en tanto que de las necesidades
espirituales de la gente nadie se ocupa.
194
los orienta en todas las situaciones. Aquí (figura 52a),
las personas han rechazado esas doctrinas, o
simplemente han descubierto que no venían al caso.
Invertida
El Cuatro
195
Lo primero que vernos es la imagen de un avaro,
y por extensión, el hecho de depender, para sentirse
seguro, de la comodidad y la estabilidad materiales
simbolizadas por el número Cuatro. A manera de
respuesta a los problemas y dificultades que nos
mostraba el naipe anterior, el hombre se ha provisto
de una capa protectora contra cualquier problema
económico (o de otra índole) que pudiera surgir en el
futuro. Sin embargo, así como en el Cinco veíamos
dos personas, aquí hay una sola, cuya necesidad de
seguridad personal excluye a los demás.
196
pies. La gente que hace meditación con los chakras
reconocerá que los dos primeros son puntos vitales de
conexión con el Espíritu y con las demás personas.
Cubrirnos los pies simboliza un bloqueo que nos
separa del mundo circundante. Sin embargo, el
hombre no puede protegerse la espalda. Siempre
seguirnos siendo vulnerables a la vida, por más
centrados en nosotros mismos que procuremos estar.
197
como las describen el Diez y el Seis. Más bien lo
complementa, al mostrar que la gente no sólo percibe
aquellas fuerzas, sino que de hecho las ayuda a
funcionar. El que los seres humanos existamos en el
universo como creadores y no como meros
observadores pasivos constituye uno de los puntos de
encuentro entre las enseñanzas místico-esotéricas y la
física contemporánea.
Invertida
El Tres
198
Volvemos aquí al tema del trabajo, visto tanto en
su sentido literal como en cuanto símbolo de
evolución espiritual. El hombre situado a la izquierda
es un escultor, un maestro de su arte. La carta aparece
a veces en relación con el Ocho de Pentáculos, lo que
significa que el esfuerzo y la dedicación laboral han
dado como resultado o lo darán el dominio y la
maestría.
199
dentro de un triángulo de Agua, que apunta hacia
abajo y simboliza la necesidad de que ese trabajo
arraigue en la realidad del mundo y en las
necesidades de la comunidad. En cuan to reflejo de
esta dualidad, la carta como el Nueve hace referencia
al trabajo concreto, y sin embargo puede ser también
un símbolo del ser interior evolucionado. Estos dos
significados no se excluyen recíprocamente. Como
observamos antes, el trabajo manual, hecho a
conciencia y con ánimo comprometido, puede ser el
vehículo de la evolución del sí mismo.
Invertida
200
El Dos
201
aparece por encima de la cabeza del Mago, y de la
mujer en la Fuerza. Hay gente que cree que el
desarrollo espiritual se produce sólo en momentos de
seriedad. Pero el placer y la diversión también
pueden enseñarnos mucho, siempre y cuando les
prestemos atención.
Invertida
El As
202
El don de la Tierra: naturaleza, riqueza,
seguridad, vida gozosa. Sólo en este As no hay
ninguna letra Yod cayendo del cielo. La Tierra, en su
totalidad y en su sólida realidad, produce su propia
magia.
203
tanto en la naturaleza como en la civilización, y
después nos anima a trascenderlas, aproximándonos a
ese conocimiento más vasto que simbolizan las
montañas. La salida del jardín forma un arco muy
similar al laurel de la victoria que rodea al danzarín
del Mundo. Al término de los Arcanos Menores, el
As de Pentáculos nos muestra una vez más cómo,
cuando estamos listos el Portal se abre siempre hacia
la verdad.
Invertida
204
desea seguir aferrándose a ese refugio una vez
llegado el momento de abandonarlo. Como el
Ermitaño invertido, puede simbolizar una negativa a
crecer, y específicamente, a independizarnos de
nuestros padres.
205
LAS LECTURAS
206
5
Introducción a la adivinación por el
Tarot
El uso de los naipes de Tarot para hacer lecturas
—o «adivinación», para dar a la práctica su
verdadero nombre— ha sido motivo de controversia
por lo menos desde el siglo XVIII, época en que los
ocultistas iniciaron, desde su punto de vista, el
estudio «serio» de las cartas. Paradójicamente, al
mismo tiempo que muchos ocultistas miran con
desdén la adivinación, la mayoría de las personas no
saben que pueda haber otro propósito en el estudio
del Tarot.
207
hacer dinero diciendo la buenaventura: a los ricos en
cámaras privadas donde nadie pudiera enterarse de
sus secretos, a los pobres en tiendas y caravanas,
durante ferias y festivales.
208
mismos ocultistas quienes limitan el verdadero valor
del Tarot.
209
intentado disipar la imagen trivial de la adivinación.
Esta indiferencia se ha extendido incluso a la
totalidad de los Arcanos Menores. Como las cartas
Menores van asociadas con las lecturas, muchos
libros serios sobre el Tarot las tratan muy a la ligera,
si es que las tratan (el comentario de Waite se
aplicaba solamente a los Arcanos Mayores). El libro
de Paul Foster Case sobre el Tarot sólo da las
fórmulas más escuetas en una especie de apéndice al
final. Otros libros no tratan más que las cartas
Mayores. La obra de Crowley The Book of Toth [El
libro de Toth] es prácticamente el único de los
estudios esotéricos modernos que profundiza en el
significado de los Arcanos Menores, relacionándolos
con un complicado sistema astrológico.
210
adivinación. Desdichadamente, al tratar las lecturas
de manera tan displicente, los primeros autores
crearon una tradición formada por fórmulas de las
cuales a los modernos les ha resultado difícil
desprenderse. Así, nos seguimos encontrando el
mismo tipo de explicaciones para los Arcanos
Menores, en el estilo de «Todo no se ha perdido
todavía; aún puede haber buena suerte» (Douglas); y
con las mismas descripciones breves de las tiradas,
con explicaciones del tipo de «el mejor resultado
posible» para las posiciones. En la línea iniciada por
Crowley y otros, varios libros contemporáneos han
intentado ampliar el significado de los naipes
vinculándolos no solamente con la astrología y la
Cábala, sino con el I Ching, la psicología junguiana,
el tantrismo e incluso con las mitologías de América
Central. Establecer estas vinculaciones ayuda al
entendimiento, especialmente a las personas con un
conocimiento previo del otro sistema (sería
interesante ver un libro, digamos, sobre psicología de
la gestalt que explique su tema en función de la
correspondencia con el Tarot, y no a la inversa). Aun
así, en cualquier estudio cuidadoso del Tarot se ha de
seguir poniendo el énfasis en las cartas mismas, y en
el uso que les cabe en la meditación y en las lecturas.
En esta sección del libro esperamos dar una idea de
lo complejo y profundamente instructivo que puede
ser el Tarot en cuanto instrumento adivinatorio.
211
El sentido común
212
conforman con que las cosas sigan igual, en un
equilibrio de dolor y felicidad con una gran dosis de
aburrimiento y frustración y un nivel mínimo de
desdicha; pero incluso una estabilidad así se les
aparece como improbable. A los ojos de la mayoría,
las cosas no pueden menos que empeorar; y lo más
probable es que empeoren.
213
Hay también otro aspecto en esta cuestión de
aceptar las cartas. La gente que va a hacerse leer el
Tarot, con frecuencia tiene la actitud de querer que le
«muestren» algo. Como consideran que la
adivinación es algo «mágico» (aunque en realidad no
sepan lo que eso significa), quieren que el lector les
demuestre que tiene poderes mágicos. Para ellos, el
valor de la lectura reside en la precisión con que
armonice con lo que ellos ya saben de su vida, con el
agregado, naturalmente, de un pelín de información
nueva. Para asegurarse de que el lector —o la lectora
— es «honesto», le ocultan de su vida todo lo
posible. Recuerdo una mujer que vino a pedirme
consejo por cuestiones de trabajo. Durante toda la
lectura me miró (o miró las cartas) con aire
inexpresivo, sin darme indicación alguna de si lo que
yo le decía tenía algún sentido para ella. Después, sin
embargo, repasó una por una las cartas,
explicándome cómo se relacionaban directamente
con su experiencia del momento.
214
—Oh, pero no debes hacer eso. No sabes las
cosas que hace esa gente. Se van al ayuntamiento y al
registro civil para averiguar todos tus datos, cuándo
naciste, dónde vives ...
215
astrólogos y los yoguis) desde el siglo XVII.
Irónicamente, las propias ciencias naturales, y en
especial la física, se están apartando de la idea de un
universo estrictamente mecanicista. Sin embargo, el
retraso cultural asegura que la mayoría de las gentes
sigan pensando en la ciencia en términos del siglo
XIX.
216
oponía en forma deliberada a la visión religiosa del
mundo de su época. Los primeros en practicarla y en
teorizar sobre ella, como Francis Bacon, se
consideraban revolucionarios que proponían una
relación totalmente nueva con la naturaleza, una
relación que iría más allá de ensanchar y enriquecer
el conocimiento. La ciencia, predicaban, crearía un
mundo nuevo. Incluso hoy, en cuanto institución, la
ciencia conserva un carácter dogmático y evangélico.
La fama y la popularidad de Immanuel Velikovsky se
derivaron, en parte al menos, del histerismo con que
lo atacaron los científicos (que en Holanda, la tierra
de la tolerancia, intentaron conseguir que el gobierno
prohibiera los libros de Velikovsky). Y recuérdese
también la organización formada recientemente por
Carl Sagan, Isaac Asimov y otros con el fin de atacar
la popularidad de la astrología.
217
¿Cómo podemos caracterizar, pues, este sentido
«común» (compartido, ordinario)? Pues porque
insiste, principalmente, en que entre acontecimientos,
objetos o pautas no puede existir más que una sola
forma de relación, que es la de causa física directa. Si
empujo algo, se cae. Eso tiene sentido. ¿Tiene sentido
que si pienso en algo, se caiga? ¿O que se caiga un
edificio si golpeo una maqueta?
218
del sol. Sin embargo, la regularidad del movimiento
no nos permite que lo llamemos coincidencia. Por
ende, los científicos se inventaron conceptos tales
como los de «leyes naturales» y «campos de fuerza».
A la misma persona que nos dice que «no tiene
sentido» que alguien derribe una silla con el
pensamiento le parecerá perfectamente sensato que la
«gravedad» haga que la tierra gire alrededor del sol.
219
A pesar de esta «no-comunidad», los dos puntos
de vista se superponen a veces. La gente que desea
justificar la astrología a los ojos de la mayoría suele
invocar la «ley» de la gravedad para explicar las
influencias astrológicas, pese al hecho de que el tipo
de influencia que se atribuye a cada planeta depende
en gran medida de las asociaciones mitológicas que
las antiguas civilizaciones asignaron a cada uno de
ellos.
220
Para muchas personas, la autoridad de la
astrología se deriva de la vastedad del cosmos y, en
última instancia, de Dios. Tiene «sentido» que algo
tan pequeño como un ser humano haya de recibir su
personalidad de los vastos movimientos de los
planetas. Y por más que la gente pueda avergonzarse
de decirlo, sabemos quién empezó poniendo en
movimiento las estrellas y los planetas. Pero a los
naipes los barajan gentes como nosotros. Y si
vuelven a barajarlos, el diseño que obtienen es
diferente. Entonces, ¿cómo es posible atribuirles
ningún significado serio?
221
El Tarot, en cambio, es más bien dinámico que
determinista. Ninguna regla fija rige la forma en que
una persona ha de barajar las cartas, y siempre es
posible volver a barajarlas. (Yo he llegado a hacer
hasta seis lecturas para una pregunta, y cada vez
obtuve básicamente la misma respuesta, aunque con
variaciones importantes, pero muchas de las cartas
volvían a aparecer en cada una de ellas. La
observación de que algo funciona, de todas maneras,
no explica cómo funciona.)
222
conecta ninguna causa observable y, sin embargo,
existe entre ellos un significado. Por ejemplo, si
necesitamos consultar cierto libro inhallable, y sin
tener noticia de tal necesidad alguien se nos aparece
en casa con un ejemplar del libro, a esta conjunción
la llamamos sincrónica.
223
En cierto sentido, la adivinación se deriva
realmente de una visión del mundo más antigua aún
que la de las correspondencias. Una visión que
llamamos «arcaica», y en la que Dios o los dioses
están presentes en cada momento, tomando parte
activa en el destino y en el funcionamiento del
universo. En un mundo así, nada sucede obedeciendo
a ninguna ley, sino más bien porque Dios decide
hacer que suceda. Para esta concepción no es la
gravedad, sino la Gran Madre, lo que hace que la
primavera siga al invierno. E igualmente podría hacer
que no fuera así.
224
valiéndose de los dados, las entrañas de los animales,
el vuelo de los pájaros, los tallos de aquilea o las
cartas.
225
hacer el uso adecuado del cegador relámpago que es
la palabra de Dios. Si pese a todo queremos, en
cuanto personas normales, obtener alguna
información proveniente de Dios —es decir, de más
allá de nuestras propias y limitadas percepciones—
necesitamos una manera de ver del otro lado de las
anteojeras que nos aíslan del mundo de la Verdad.
Necesitamos producir la sincronicidad.
226
La moderna teoría de los quanta sugiere que, en
el nivel más básico, la existencia no sigue ninguna
regla o ley determinada. Las partículas interactúan al
azar, y lo que observamos como leyes naturales son
de hecho agregados de probabilidad que dan la
apariencia de determinismo, de manera semejante a
como una moneda arrojada al aire el número
suficiente de veces dará como resultado un número
parejo de caras y cruces, de modo tal que alguien
podría pensar que una «ley» del equilibrio requería
una distribución pareja. (De hecho, mucha gente cree
que la «ley del promedio» puede regir el resultado de
algún acontecimiento en particular —«Ya has fallado
tantas veces que por la ley del promedio esta vez
tiene que salirte bien»—, cuando lo que señala la
probabilidad es precisamente lo opuesto, es decir, la
imposibilidad de predecir acontecimientos
específicos.)
227
que nos transmiten los sentidos. Y los métodos
usados para «contactar con el inconsciente» no han
cambiado desde los que se empleaban hace miles de
años para hablar con los dioses: son los sueños, el
trance (del cual la libre asociación freudiana es una
especie de versión menor), el arrojar monedas.
228
significado. O mejor dicho: el significado emerge de
los acontecimientos. De todos los precipitados y
súbitos torbellinos de partículas emerge la materia
sólida. De las acciones y experiencias separadas que
forman la vida de una persona emerge una
personalidad. Del acto de mezclar las cartas del Tarot
emerge una toma de conciencia.
229
espiritualidad, la creencia en la necesidad y en el
valor del cambio...
230
emociones nos nublan la intuición. El subconsciente
cierra el paso al inconsciente. (En la nota 3 se aclara
la diferencia entre «inconsciente» y «subconsciente.)
231
derecho del cuerpo se ocupa de la intuición y el
izquierdo de la racionalidad.) Este «descubrimiento»
trae a la memoria la discusión sobre si fue Colón,
Leif Ericson o san Brendan quien descubrió América.
Así como los indios llevaban miles de años viviendo
allí, los practicantes del esoterismo conocían desde
hacía siglos la escisión del cerebro.
232
(el número 10). Esta última carta ofrece una visión
del mundo en el tiempo (recuérdese la versión de
Wirth, en que la Rueda descansa en una barca —la
conciencia— que flota sobre el mar de la existencia).
Sin embargo, el significado impuesto por la
conciencia sólo alcanza verdadero valor si nos
abrimos a las imágenes y al influjo que éstas ejercen
sobre nosotros. Por consiguiente, las lecturas del
Tarot sugieren la Suma Sacerdotisa (número 2), pero
también el Colgado (número 12), imagen de una
conexión tan íntima con la vida que dejamos de
vernos como algo separado de ella o que se le opone.
Y la carta que relaciona los triunfos 10 y 12 puede
también representar el emblema mismo de las
lecturas del Tarot: la Justicia, con su balanza
eternamente equilibrada, no por una cuidadosa
ponderación de los opuestos —tanto de intuición por
tanto de conocimiento objetivo—, sino por un vivo
compromiso con la verdad.
233
6
Los tipos de lecturas
234
de todas las cartas ha de emerger —eso esperamos—
una pauta orgánica.
235
representado niños (hay quien ve en la pérdida de la
virginidad la frontera entre la niñez y la edad adulta),
los Caballeros hombres jóvenes, las Reinas mujeres y
los Reyes hombres mayores y más maduros.
236
Reyes y las Reinas simbolizan valores diferentes y
distintas maneras de enfocar la vida, también ellos
pueden representar tanto a un consultante varón como
a una mujer. Una ex alumna mía, una psicoterapeuta
que se vale del Tarot como aproximación a los
problemas de sus clientes, sigue esta práctica. A
menos que vea una clara indicación en contrario, yo
escojo generalmente a una Reina para representar a
una mujer, y a un Rey para un hombre. Recuerdo, sin
embargo, a un hombre que me impresionó fuertemente
como la Reina de Espadas, con su gran sentimiento de
tristeza. Cuando le enseñé la carta y se la describí, se
mostró totalmente de acuerdo.
237
Un sistema más objetivo se vale de los signos
astrológicos. Tal como ya se dijo, los cuatro elementos
significan signos zodiacales, además de los palos del
Tarot. La mayoría de las personas conocen su signo
solar, y si no, el lector puede determinarlo fácilmente
preguntando la fecha del cumpleaños. Por cierto que
la mayoría de los astrólogos dicen que el signo solar
no es más que una duodécima parte de la carta de una
persona, y es probable que otro elemento domine.
238
situación desde el punto de vista del consultante—, la
influencia que el marido ejerce sobre ella. Si el marido
tiende a ser inmaduro o a depender de la mujer,
entonces es posible que aparezca el Caballero en vez
del Rey.
239
del sujeto— no deja de ser, para la mayoría, uno de los
elementos más difíciles en el momento de leer el
Tarot. Generalmente, hace falta experiencia y una
intensa sensibilidad hacia las cartas para que le ayuden
a uno a dar la interpretación correcta, e incluso los
lectores con mucha práctica se encontrarán con
frecuencia frente a alternativas desconcertantes.
240
muy completo, este método encarna un valioso
simbolismo. Cualquier lectura del Tarot representa
una pauta personal que emerge del caos de las
combinaciones posibles. Incluso si no leemos más que
diez cartas, el mazo todo lleva la impronta de la
persona que lo mezcló por última vez. Al desparramar
el mazo, lo devolvemos al caos; cuando volvemos a
juntarlo, está configurado por la nueva pauta.
241
ellas hay centenares, y de las tres que se presentan
aquí, una es invención mía, en tanto que las otras dos
son variaciones sobre temas tradicionales. Cualquier
libro sobre el Tarot seguramente ofrecerá al lector
otras disposiciones.
La Cruz Celta
242
Tal como cabía esperar, los comentaristas no están
de acuerdo sobre el significado de las distintas
posiciones y la descripción que dan de ellas. Algunos,
como Waite y Eden Gray, sugieren al lector una
especie de ritual que se ha de pronunciar mientras se
disponen los naipes: «Éste lo cubre» o «Éste está
debajo de él». Otros prefieren una fraseología más
243
convencional. El sistema que usemos no tiene
importancia, en tanto que sea siempre el mismo. Los
significados, tal como los describo a continuación, son
los que yo uso. Se ajustan al sistema tradicional,
aunque con algunos cambios.
La cruz pequeña
244
conducta más sensata. Si el Loco estuviera cruzado
por la Templanza, podríamos hablar de oposición, ya
que la Templanza se refiere generalmente a cautela.
Pero si el que lo cruza es el Caballero de Varas, las
dos cartas tenderían a reforzarse recíprocamente, y de
hecho seria posible que los naipes restantes señalaran
la necesidad de una influencia más apaciguadora para
equilibrar tanta ansiedad.
245
Otro ejemplo ayudará a aclarar este punto, el más
valioso en la lectura de una Cruz Celta. El As de
Copas en el Centro indicaría una época de felicidad en
la vida de una persona, o más exactamente, una
probabilidad de ser feliz, ya que los Ases representan
oportunidades. Si el Diez de Copas cruzara el As, los
dos juntos darían a entender que la persona reconoce
las oportunidades y es capaz de usarlas. Pero si el As
estuviera cruzado por el Cuatro de Copas, de ello se
desprendería un significado diferente: una actitud
apática impide que la persona aprecie lo que le ofrece
la vida. La apatía, sin embargo, no anularía la
oportunidad.
246
ellas proporcionan los detalles. Tal como se ve en mi
libro sobre los Arcanos Mayores, las expresiones
«tiempo vertical» y «tiempo horizontal» se derivan de
ciertas interpretaciones simbólicas de la crucifixión,
para las cuales la Eternidad, encarnada en Cristo en
cuanto Hijo de Dios, interseca el movimiento
«horizontal» de la historia, esto es, la muerte de un ser
humano único. A los místicos cristianos, el hecho de
la crucifixión les permite —mediante la meditación
sobre la cruz y otros métodos de identificación con
Cristo— introducir un sentido del tiempo «vertical»
en los hechos horizontales de su propia existencia
física. En muchas otras culturas, la imagen de una
cruz simboliza las cuatro direcciones horizontales a lo
largo de la superficie terrestre, en tanto que el centro,
el lugar de encuentro de las cuatro, sugiere la
dirección esencialmente vertical del centro. La cruz,
por consiguiente, simboliza también al propio Tarot:
los cuatro brazos son los cuatro palos, y el centro los
Arcanos Mayores.
247
amorosa, y su carrera como cantante profesional no se
había concretado. La lectura se inició con la Suma
Sacerdotisa, cruzada por el Hierofante. Ahora bien,
estos dos naipes, a los que en ocasiones se llama la
Papisa y el Papa, representan a primera vista valores
contradictorios. La Suma Sacerdotisa es la imagen del
instinto, el misterio, la inmovilidad, en tanto que el
Hierofante, como predicador de una doctrina por la
cual la gente puede regir su vida, representa la
ortodoxia, la conducta planificada, la claridad.
Consiguientemente, parecía que los dos simbolizaran
enfoques incompatibles de la vida. Pero cuanto más
miraba yo ambas figuras, con su imaginería religiosa,
más tendía a pensar en conjunciones y no en opuestos.
Casi parecía que los dos prescribieran una manera de
hacer frente a la vida. La Suma Sacerdotisa indicaba
que, dentro de sí, ese hombre llevaba cualidades de
instinto y entendimiento que quizá no pudieran aflorar
nunca por completo, pero que podían dar sustancia a
su vida. El Hierofante, por su parte, mostraba que en
su vida diaria el consultante necesitaba un plan de
acción más racional; necesitaba organizarse y tomar
decisiones definidas para lograr lo que quería. Pero
esos planes y esa actitud práctica funcionarían mejor
si estaban respaldados por sus propios instintos y por
su conciencia íntima que apoyándose en ideas
convencionales acerca de los fines y los
comportamientos adecuados. Cuando intenté
explicarle cómo podían complementarse esas
248
cualidades, el hombre me dijo de pronto cómo se veía
a sí mismo en una oposición constante, oscilando
entre dos polos, cediendo primero a sus deseos —o,
simplemente, a su pasividad— para después pasar al
otro extremo, a una acción ortodoxamente dirigida,
como podía ser buscarse un trabajo «responsable», en
vez de insistir en su vocación de cantante. Parte de la
misión que me cupo en la lectura fue enseñarle cómo
podían colaborar esas cualidades.
La Base
249
Generalmente, la Base no muestra un tema tan
amplio, pero con frecuencia indica efectivamente una
situación previa, en especial si existe una relación con
el número o el palo de una de las dos primeras cartas.
Considérense estas tres cartas: el Mago cruzado por el
Cinco de Copas, y debajo de ellas el Cinco de Espadas
250
(ver figura). El Mago, en cuanto representa lo que es
la persona, muestra una personalidad fuerte,
sumamente creativa y dinámica. El Cinco de Copas,
sin embargo, indica que la persona está en ese
momento preocupada por alguna pérdida, de modo
que esa personalidad poderosa está amortiguada. Si lo
expresamos en función de las imágenes, diríamos que
el Mago ha recubierto su deslumbrante vestimenta
roja y blanca con una capa negra. El Cinco de
Espadas, sin embargo, muestra que la pérdida se inició
como una derrota humillante y dolorosa. Esta derrota
es lo que ha oscurecido el fuego del Mago. Pero el
paso de Espadas a Copas muestra que se ha iniciado
ya un proceso de renovación. La persona puede
empezar a ver que la situación es motivo de pesar y no
de vergüenza. Lo que hace posible este movimiento
son las cualidades del Mago, actualmente ocultas,
pero todavía activas en la vida de la persona.
El Pasado Reciente
251
situaciones que afectan al sujeto, pero que han perdido
importancia o la están perdiendo. Generalmente, se
refiere en efecto a sucesos recientes, pero hay veces
que puede aludir a alguna cosa que se remonta a
mucho tiempo o tuvo gran importancia. En el ejemplo
que citamos, de la mujer cuyo padre la afectaba con
tal intensidad, si el Emperador hubiera aparecido en el
Pasado Reciente y no en la Base, habría indicado que
el bloqueo estaba diluyéndose en su vida, y que ya no
la afectaría tanto en el futuro.
El Desenlace Posible
252
siendo vaga y que quizá nunca llegue a realizarse.
Significa simplemente que la persona marcha en esa
dirección.
253
Hay otra manera de comparar el Desenlace
Posible con el Desenlace, en especial si los dos, en
vez de complementarse, como en los ejemplos citados,
se contradicen, o si muestran una relación directa,
como puede ser el mismo palo o el mismo número. En
estas situaciones, leo el Desenlace Posible como algo
que podría haber pasado, pero que no sucederá. En ese
caso, hay que estudiar las otras cartas para hallar la
razón de que haya de producirse, en cambio, el
Desenlace.
254
deriva de las cartas específicas, sino de las
configuraciones que éstas forman al unirse.
El Futuro Inmediato
255
la situación no durará. Y si se diera el caso opuesto (es
decir, una situación feliz que dejará paso a una
desdichada), el lector puede esperar simplemente que
la persona pueda usar bien la información. Las malas
noticias son siempre más difíciles de dar que las
buenas.
El Consultante
256
El Ambiente
257
Por encima del Ambiente se encuentra una
posición similar al Consultante, pero definida en
forma más nítida. Es la que llamamos Esperanzas y
Temores, porque muestra de qué manera afectan las
actitudes que la persona tiene hacia el futuro a la
forma en que llegan a resolverse las cosas. Es
frecuente que esta carta domine, o poco menos, la
lectura, especialmente si el Desenlace es muy
diferente del Desenlace Posible e indica que lo que
parece probable, finalmente no sucederá. La influencia
que se expresa en esta carta puede actuar en favor o en
contra de la persona. Supongamos que la lectura se
refiere a una relación amorosa, y que la mayoría de las
cartas tienden al éxito, con el Dos de Copas como
Desenlace Posible. Sin embargo, el Desenlace muestra
a los Enamorados en posición invertida, un claro signo
de que la relación anda mal. Si la carta de Esperanzas
y Temores era el Tres de Espadas, señalaría en el
consultante un miedo al sufrimiento que le ha
impedido asumir el compromiso emocional necesario.
Otras veces, una carta muy positiva en esta posición,
tal como pueden ser la Estrella o el Seis de Varas
(ambas cartas significan esperanza), indicaría que la
actitud de la persona puede condicionar el éxito.
258
posición de Esperanzas y Temores apareciera el Dos
de Copas invertido, y el Ocho de Espadas fuera la
Base, esto indicaría que un trasfondo de celos provoca
una actitud muy negativa para la continuación de la
relación.
259
Estrella. Muy frecuentemente, si el sujeto y el lector
examinan juntos la actitud del primero de ellos hacia
una de estas imágenes en la posición de Esperanzas y
Temores, se revela una ambivalencia. El encierro es
más seguro que la libertad. Como el componente
desagradable el miedo al amor (o al éxito), o la
esperanza del rechazo (o del fracaso) se mantiene con
frecuencia oculto para los deseos conscientes, el
descubrimiento de esta ambivalencia puede ayudar al
sujeto a crear lo que él —o ella— realmente quiere.
260
empieza por atender a la seguridad, antes de tener en
cuenta otras consideraciones. Y la seguridad se
obtiene mediante la repetición.
El Desenlace
261
Viene, finalmente, el Desenlace. Esta carta reúne
y sintetiza todas las otras. Más aún, las equilibra y
muestra qué influencias son las más fuertes, y de qué
manera colaboran en la producción del resultado. En
ocasiones, el Desenlace será un acontecimiento.
Entonces, la cuestión importante es cómo se produjo,
y no solamente en qué consiste. Si el sujeto lo
considera un acontecimiento desagradable, puede‐
mirar las otras cartas para ver qué influencias trabajan
en esa dirección, con la esperanza de poder modificar
la situación. Si el Desenlace se le aparece como
deseable, una observación similar puede ayudarle a
fortalecer aquellas influencias, ya marcadas, que
puedan tender a ese resultado.
262
En algunos casos podemos hacer lecturas
ulteriores para obtener más información sobre una
carta específica en la primera lectura. Podríamos tener
que preguntar algo sobre una persona a la que se hace
referencia en la posición del Futuro Inmediato. En esta
situación, algunos lectores usan la carta en cuestión
como Significador para la lectura siguiente. Así como
el Significador original ayudó a la persona a
concentrarse en sí misma, la nueva carta le ayuda a
concentrarse en la pregunta que ahora se formula.
263
a la consultante si últimamente se había sentido triste.
Para sorpresa mía, me dijo que sí.
264
265
Empecé dando a la consultante una interpretación
general Ella estaba pasando por una época de
transición en la cual muchas pautas y modelos
antiguos iban agonizando. El efecto de todo ello era
no sólo euforia, sino también miedo. La tristeza se
originaba en la comprensión de lo que había perdido,
como también en el hecho de que había crecido y
cortado los vínculos con su niñez. La situación no se
resolvería con demasiada rapidez, y existía incluso la
probabilidad de que evolucionara mal, en especial si la
consultante se dejaba asustar por el Futuro Inmediato,
que indicaba estancamiento, y adoptaba una actitud
muy negativa. Sin embargo, las personas que la
rodeaban le brindaban muchísima apoyo, pero en
última instancia era ella quien debía hallar la solución.
266
una base sólida para buscar trabajo en el futuro. Ya
antes de que profundizáramos en estos hechos, lo que
ellos significaban se hacía patente en la imagen del
hombre de pie sobre el acantilado, mientras envía sus
barcos a explorar nuevas tierras.
267
Ahora bien, el Caballero de Copas estaba
cruzando el Tres de Varas, y aquí el segundo naipe
aparecía en gran medida como una consecuencia del
primero, porque el Caballero de Copas significa
interés por uno mismo, mirar hacia adentro. Juntas, las
dos cartas decían que en el centro de su vida, en aquel
momento, la mujer estaba contemplando el pasado,
pensando en lo que había sido su vida y esperando el
futuro. Pero, de todos los Caballeros, el de Copas es el
menos relacionado con la acción; cuando se trataba de
dar pasos prácticos, la consultante se sentía muy
indecisa.
268
Obsérvese el parecido del Caballero de Copas con
la Muerte. Como el triunfo se encontraba en la Base
—el pasado—, y la carta Menor en el presente,
podemos decir que el Caballero era una evolución
práctica a partir del arquetipo de la Muerte. Es decir,
que en lo profundo ella experimentaba la pérdida de
su vida anterior, pero en la superficie se encontraba
falta de confianza, tanto en el nivel emocional como
en el práctico, sobre cómo debía actuar en ese
momento.
269
echara de menos su manera de ser anterior porque
temía a la vida. La tristeza era aquí más auténtica y, de
hecho, coexistía con el júbilo y la emoción, no menos
reales, que yo había percibido ya antes de la lectura.
270
El Mundo invertido representa el no-movimiento,
la falta de éxito y la incapacidad de organizar las
cosas. Como el Futuro Inmediato, indicaba que su
vida seguiría siendo inestable durante algún tiempo,
sin que avanzara mucho en su carrera ni en otros
sentidos. Vemos, por ende, que ese nuevo ser que se
mostraba como posible podía resultar derrotado si no
llegaba a alcanzar resultados prácticos. El hecho de
que el Tarot hubiera advertido a la consultante de ese
período de estancamiento podía ayudarle a superarlo,
lo mismo que el hecho de saber que se trataba sólo del
Futuro Inmediato y no del Desenlace.
271
había permitido esa actitud por la seguridad que
representaba para ella. Y ni siquiera en ese momento,
según me explicó, sus padres —y especialmente el
padre— podían aceptar que la hija había crecido, y
que debía tomar sus propias decisiones y correr sus
propios riesgos. Y a ella misma, naturalmente, el
cambio se le había hecho difícil de aceptar. Ir a la
facultad de derecho había sido el primer paso, antes
del cual ella nunca se había tomado a sí misma con la
seriedad suficiente para hacer algo importante. Al
mismo tiempo, la universidad había sido otro «jardín»,
es decir, una situación en la que no tenía que tomar
decisión alguna, sino que se limitaba a seguir una
pauta estricta que le imponían desde afuera. Cuando le
llegó el momento de examinarse, se asustó, y la
verdad era que acudió a un terapeuta para que le
ayudase a aprobar. Y la terapia la ayudó, pero hizo
además otras cosas: le hizo ver que ya no era una niña
que podía dejar que otros decidiesen por ella. De esa
pérdida provenía la tristeza.
272
personas, un apoyo especialmente importante ante la
posibilidad de verse derrotada por un período de
estancamiento. El Tres de Copas no muestra, en modo
alguno, apoyo en el sentido de caridad ni de sacrificio
de sí. Las tres mujeres están bailando juntas. La gente
que rodeaba a la consultante la fortalecía,
simplemente, por estar con ella, por compartir sus
experiencias y dejarse, a su vez, apoyar por ella.
Obsérvese también el contraste entre el Tres y el Seis.
Aquí las mujeres son todas iguales; el naipe no
transmite ninguna sensación de protección ni de
mimos.
273
había logrado se dispersara. Un miedo que podía
fácilmente convertirse en una profecía, que podía
autorrealizarse, conduciendo al Cinco de Espadas
invertido, en especial si un éxito inmediato no venía a
tranquilizar y animar a la consultante.
274
subconsciente no acepta la realidad, y fácilmente
puede convencerse de que el fracaso de los planes
actuales tendrá por resultado un retorno a aquella
seguridad.
275
Ahora bien, esto no quería decir que perdiera o
rechazara el apoyo proveniente de su medio. En todo
caso, indicaba la necesidad de valerse de tal apoyo
todo lo posible. Porque el Ermitaño señalaba que, por
más que otros pudieran ayudarle, ella debía tomar sola
las decisiones. Como la figura en el Tres de Varas, el
Ermitaño está solo, de pie en lo alto de su montaña.
276
En cuanto Desenlace, por lo tanto, el Ermitaño
indicaba que la mujer llegaría a entender y a aceptar
los cambios que ella misma, a medias
conscientemente, había introducido en su vida. El
simbolismo de la montaña relacionaba la última carta
con la primera, el Tres de Varas. La relación, a su vez,
señalaba el éxito, tanto emocional como práctico.
277
El Ciclo del Trabajo
278
dicho de otra manera: ¿Cuáles son los cambios
posibles que puedo introducir?
279
recordarán que mi interpretación divide los triunfos,
una vez puesto aparte el Loco, en tres líneas de siete
cartas cada una; en esta división, cada línea representa
una etapa de evolución diferente. Quizás el lector
recuerde también que cada línea se descompone
además en tres partes. Las dos primeras cartas
significan el punto de partida de la línea, los
arquetipos o cualidades básicas que la persona debe
usar para ir pasando por las experiencias que muestra
esa línea. Las tres cartas del medio representan el
trabajo principal de la línea, lo que la persona debe
aprender o superar. Y las dos últimas cartas nos
enseñan el resultado. Así, por ejemplo, en la primera
línea el Mago y la Suma Sacerdotisa indican los
arquetipos básicos de la vida; la Emperatriz, el
Emperador y el Hierofante muestran los diferentes
aspectos del mundo exterior que hemos de enfrentar
cuando crecemos, y los Enamorados y el Carro
simbolizan el desarrollo y el triunfo del individuo. El
Ciclo del Trabajo se adueña, adaptándola, de esta
estructura tripartita.
280
forman una cruz pequeña, que se interpreta de manera
muy semejante a la de la disposición anterior,
acentuando quizás algo más, en este caso, que la carta
que cruza al Centro es un desenlace o desarrollo de la
primera.
281
Cruz Celta. Las dos cartas, juntas, muestran lo que ha
sucedido y lo que la persona espera, teme o
simplemente cree que sucederá.
282
Trataré ahora de dar un ejemplo de las tres como
combinación. Supongamos que el tema de una lectura
es ese antiguo motivo favorito: un nuevo idilio. Una
mujer ha conocido a alguien que le gusta, pero no sabe
qué es lo que el hombre en cuestión siente por ella, ni
si ella debe hacer algo con sus sentimientos. En la
lectura, la sección del Trabajo muestra el Cinco de
Varas, el Ermitaño en posición invertida y el Dos de
Copas (figura 62).
283
relación amorosa, independientemente de lo que dure,
afectará intensamente su vida.
284
empeñarse en evitar el conflicto, usar la energía que
por mediación de él se libera.
285
detrás de sí. El Tres refuerza esas ideas de un nuevo
compromiso, y muestra una actitud muy optimista,
que le permitirá superar los conflictos que se planteen.
286
El Desenlace indica cómo evolucionarán
probablemente las cosas. Por su parte, el Resultado
indica la reacción de la persona ante tal evolución o el
efecto que ésta tendrá sobre la vida de la persona. Este
efecto puede ser tanto una experiencia como una
actitud. Por ejemplo, puede indicar un acontecimiento
o una modificación ulterior que se produce a causa del
Desenlace. El Cinco de Copas seguido por el Ocho de
Copas significa que la persona pierde algo, o que algo
termina mal, y como resultado de ello, la persona
decide abandonar la empresa, irse a otra parte o iniciar
una nueva fase en la vida.
287
desea ver la situación desde un punto de vista
diferente. En un caso así, el lector puede disponer otra
línea de cartas directamente debajo de la primera. Las
posiciones siguen siendo las mismas, y las siete cartas
siguen estando relacionadas con la cruz pequeña
originaria, que delineó la situación básica. Y sin
embargo, como empezamos desde un punto de partida
distinto, la línea nos permite ver la situación de
diferente manera.
288
vuelvan a aparecer las mismas cartas, tiende más a
mostrar diferentes aspectos de la situación.
289
los celos y las discusiones, la consultante podía
obtener gran felicidad de la situación si conseguía
resolverla en forma adecuada. La primera línea se
iniciaba en forma muy positiva con el As de
Pentáculos como la Experiencia Pasada, y el Sol como
una Expectativa sumamente optimista para el futuro.
Ahora bien, el As de Pentáculos, además de mostrar
felicidad y placer, transmite también un clima de
seguridad, de una situación protegida y aislada.
Durante algún tiempo, la mujer y su amante no se
habían relacionado mucho con otras personas,
construyendo en cambio, como lo muestra el
simbolismo del As, un recoleto «jardín» emocional en
torno de ellos (estaban, de hecho, viviendo en una
remota casa en la campiña galesa).
290
para aventurarse en experiencias más abiertas. Y como
el As de Pentáculos se había convertido en el
momento de la consulta en el As de Copas, por lo
menos como posibilidad, las cartas mostraban que la
consultante había comenzado a aflojarse y a dejar fluir
sus emociones sin tener en consideración la seguridad.
291
Diablo daba a entender que la consultante haría un
intento de liberarse de las cualidades sofocantes de su
situación. El Resultado, sin embargo, mostraba que
probablemente no lo conseguiría. La feliz y cómoda
seguridad del As de Pentáculos se había convertido en
una represión diabólica, en virtud de la cual ella y su
primer amante estaban encadenados a una situación
que ninguno de los dos quería realmente.
292
La segunda carta llevaba más lejos esta idea. La
Justicia no sólo mostraba la esperanza de que todos
fueran más bien «justos» antes que represores o
egoístas, sino también un deseo de verlo todo con
claridad y de enfrentar su propia verdad, es decir, lo
que ella había hecho con su vida y, además, las
reacciones de los otros. Con una actitud mucho más
dura e implacable que la del Sol, la Justicia
simbolizaba un compromiso con la realidad, con la
creación de un verdadero futuro para sí misma.
Obsérvese que el Sol nos presenta un niño, libre y sin
responsabilidades: el opuesto de la Justicia.
293
rodar. La Justicia se convertía entonces no en una
mera esperanza, sino en el camino principal para
apartarse de la pasividad y la subjetividad.
294
«libertad» y de relaciones abiertas sin consecuencias
dolorosas que ella se sentía presionada para desear ese
tipo de comportamiento «solar». Pero en realidad, le
importaba mucho más la Justicia, la verdad. El
resultado del punto de partida de la segunda línea, más
áspero y realista, mostraba el sentido de lo que decía
la consultante. En la posición del Desenlace estaba la
Reina de Varas, con el Seis de Varas como Resultado.
La Reina indicaba que, al considerar antes la Justicia
que un Sol excesivamente optimista, la mujer
encontraría la alegría y el sentido de su propia fuerza.
Llegaría a depender más de sí misma que de la
situación externa, y de ello obtendría la confianza y la
fe del Seis, un optimismo capaz de arrastrar consigo a
otras personas.
El Árbol de la Vida
295
es lo que nos proporciona la lectura que sigue, el
Árbol de la Vida, en la que nos valemos de todo el
mazo, y cuyo alcance es similar al de la carta natal
astrológica (aunque quizá se concentre más
estrictamente en el dominio espiritual/psicológico).
296
títulos cabalísticos son necesariamente abstractos;
contienen una descripción mística de la creación y de
la estructura del universo, e igualmente un camino
hacia un mayor conocimiento de Dios. Por eso
quienes, como yo, usamos el Árbol de la Vida para
practicar la lectura del Tarot, hemos escogido
significados más terrenales.
297
luz para crear la primera sephirah. A medida que la
luz de la creación viajaba a través de los diferentes
triángulos, se diluyó —e incluso hay quienes dicen
que se corrompió— cada vez más, hasta que en la
última y solitaria sephirah quedó contenida dentro del
mundo físico de carne, rocas y agua. (Por cierto que
una descripción tan breve desfigura enormemente la
filosofía cabalística, y si la doy aquí es sólo para dar
cierta visión del fundamento de la lectura que sigue el
Árbol de la Vida.)
298
La posición inferior, situada aparte, no representa
una cualidad personal, como las otras, sino el mundo
exterior donde vive la persona. Podemos considerarla
similar al Ambiente en la Cruz Celta, pero en un nivel
mucho más amplio.
299
la Gracia. La Suma Sacerdotisa cumple la función de
la Reconciliación, equilibrando en su perfecta
inmovilidad los opuestos del yin y el yang.
300
En la meditación usamos esta imagen
principalmente 6 para ayudarnos a ascender a través
de las sephiroth hacia la unión con aquel aspecto de
Dios que experimentamos en el éxtasis místico. Dicho
de otra manera, a través de la meditación desandamos
el camino del rayo, como si estuviéramos
desenmarañando el universo para llegar a su fuente. El
rayo que se abate sobre la Torre en los Arcanos
Mayores 10 simboliza esta luz de la iluminación.
301
adecuados pueden atraer sobre el mago un relámpago
no sólo de comprensión, sino también de gran poder.
A quien sigue estas prácticas ocultas se le advierte que
no ha de buscar ese poder para su ventaja personal,
sino solamente con fines que sirvan a la comunidad.
(Estas advertencias en contra de posibles abusos le
dan a uno a veces la impresión de ser similares a las
advertencias que aparecen en los libros pornográficos:
«Este material es exclusivamente para uso médico»)
La tirada
302
El Significador permanece expuesto por encima
de la lectura. Cuando ya están dispuestas las diez
primeras cartas, el lector dispone sobre ellas otras
diez, y así sucesivamente, hasta que en cada lugar
haya una pila de siete cartas. Ahora bien, al haber
sacado el Significador, en el mazo quedan setenta y
siete cartas, once veces siete. Por ende, al lector le
quedarán siete cartas extra. Muchos cabalistas hablan
de una undécima sephirah «invisible», a la que se
conoce como Daath, o Conocimiento. Generalmente,
los cabalistas colocan esta sephirah extra en el pilar
del medio, entre las sephiroth primera y sexta, es
decir, entre el triángulo superior y el del medio. En las
lecturas del Tarot la situarnos al costado, o bien en la
parte inferior, y la leernos después de todas las otras.
El hecho de que no la vayamos disponiendo
ordenadamente con las otras cartas, sino que
simplemente usemos para ella las siete cartas
303
«sobrantes», subraya su peculiaridad. La pila de Daath
no pertenece a ninguna de las áreas generales de
influencia, y algunos lectores piensan que se refiere al
futuro inmediato.
304
Sin perder de vista estos significados, descubrí
que era un valioso recurso usar la pila Daath como
una descripción de los medios por obra de los cuales
cambia una persona. Relacionada con la totalidad de
la lectura, esta sephirah destaca las conexiones que
establece una persona entre los diferentes niveles. Las
diferentes sephiroth/posiciones tienden a mostrar
distintos niveles y condiciones del ser. La pila Daath
nos ayuda a ver de qué manera nos movemos entre
ellos. Por eso le he dado el nombre de
Transformación.
1 Kether o la Corona
La suprema evolución espiritual Con esto aludimos a
las cualidades mejores y más auténticas de la persona,
y a los caminos por los cuales ésta llega a tales
305
niveles. La Corona no siempre mostrará cualidades
muy positivas o jubilosas. Algunas personas alcanzan
lo mejor de su evolución mediante la lucha o la
tristeza. Recuerdo una lectura en que la Torre ocupaba
el centro de la línea Kether, con la Estrella a dos cartas
de distancia. Al consultante se le hacía muy difícil
evolucionar de manera estable. Tendía siempre a pasar
por ciclos de tensión, explosión y liberación, un tema
que resonaba durante toda la lectura, hasta el final, en
que el Diablo aparecía en el centro de su línea Daath.
2 Hokmah o la Sabiduría
La segunda sephirah, Hokmah o la Sabiduría,
representa la Inteligencia Creativa, las formas en que
la persona avanza hacia el objetivo de la Evolución
Suprema. Relacionada generalmente con la línea de la
Corona, esta sephirah destaca más bien el proceso de
la evolución que su resultado. Por ejemplo, si el Sol
aparece en la línea de la Corona, lo interpretaremos
como júbilo y libertad, apreciados por sí mismos. Si
apareciera en la Inteligencia Creativa, pensaríamos en
aquellas cualidades como medios para alcanzar
cualquier cosa que hubiéramos visto en la Corona.
Como la primera línea, la Inteligencia Creativa
también puede incluir cartas difíciles o desagradables,
como representación de lo que la persona usa para
crecer.
306
Cuando aparecen tales cartas, es importante
considerarlas no solamente en relación con su función
—para ver cómo la persona puede usarlas de manera
creativa—, sino también en relación con las otras
cartas de la línea. Por ejemplo, supongamos que el
Nueve de Varas apareciera en Hokmah. El lector
insistiría primero en la fuerza y la determinación, más
que en la rigidez inherente al naipe. Pero supongamos
que en la misma línea apareciera también el Cuatro de
Varas; entonces, hay que ver el Nueve como parte de
un ciclo de defensa y apertura, en que ambas se
ayudan y fortalecen recíprocamente. Y como aparecen
en la segunda línea del triángulo del Espíritu,
pensaríamos en ellas no simplemente como un ciclo
que repite una y otra vez la misma experiencia, sino
como una espiral que conduce a las imágenes, sean las
que fueren, que aparecían en Kether.
3 Binah o el Entendimiento
El triángulo se completa con Binah, el Entendimiento.
En la Cábala, la diferencia entre Sabiduría y
Entendimiento se refiere principalmente a la forma en
307
que el alma contempla a Dios y se autocontempla. En
la experiencia, más terrenal, de una lectura, podemos
considerar como Entendimiento aquellas experiencias
que frenan nuestra evolución, es decir, las Penas y las
Cargas. Aquí, las cartas muestran las limitaciones de
la persona, y esta vez es necesario adaptar las
imágenes más positivas a los términos de la línea. Al
mismo tiempo, el título original, el Entendimiento,
nos lleva a considerar la forma en que pueden ser
superadas estas limitaciones.
4 Gevurah o el Juicio
En la posición opuesta a los Logros Terrenales se
encuentra Gevurah, o el Juicio, que representa las
Dificultades. Éstas pueden incluir cualquier cosa,
desde problemas de dinero a soledad. En una lectura,
la Reina de Espadas en esta línea me indicó que la
consultante era viuda.
5 Hesed o la Misericordia
La quinta sephirah representa los Logros Terrenales,
lo cual significa aquello que la persona ha de alcanzar
en la vida en los dominios del trabajo, el hogar, el
dinero, los amigos, etc. Por lo común, la línea
acentuará factores de éxito antes que de fracaso.
308
También puede indicar las maneras en que los Logros
Terrenales afectan al carácter de la persona. Los tres
triángulos forman un diseño único, un hecho que por
lo común se pone cada vez más de manifiesto a
medida que se avanza en la lectura y las relaciones se
muestran con más fuerza. Por lo tanto, será frecuente
que las preocupaciones triviales de los Logros
Terrenales reflejen la conciencia espiritual de la
Fuerza Creativa que está por encima de esta posición.
Muchas veces, la comprensión de las posiciones
inferiores en el Árbol será la clave que permita volver
atrás e interpretar las superiores.
6 Tifereth o la Belleza
La punta del triángulo representa a Tifereth, la
Belleza. En las lecturas, me valgo de esta posición
para indicar la Salud. Usar el Tarot para diagnosticar
problemas físicos específicos puede ser una operación
muy engañosa, aunque hay sugerencias para hacerlo,
relacionando por lo general las cartas con aspectos
astrológicos o con otros sistemas. Según mi
experiencia, es mejor obtener de la línea un cuadro
más general, que no tenga en cuenta solamente el
estado físico, sino también la salud emocional y
espiritual.
309
persona, aunque, naturalmente, naipes como el Diez o
el Nueve de Varas, lo mismo que cuando las cartas de
este palo aparecen invertidas, pueden indicar lo
opuesto. Las Copas y Espadas tienden a revelar la
condición emocional y espiritual de la persona, en
tanto que los Pentáculos suelen señalar una salud más
débil, o la necesidad de ocuparse más del cuerpo. El
Cinco, por ejemplo, sería una clara advertencia. Un
predominio de Arcanos Mayores en la línea es más
difícil de interpretar, y su significado depende de las
cartas que aparezcan. La Fuerza, naturalmente,
indicaría buena salud en general, la Templanza una
enfermedad evitada mediante precauciones, en tanto
que el Diablo podría significar malestar o hipocondría.
A veces, una única carta Mayor puede simbolizar
alguna situación especial que ha aparecido o aparecerá
en la vida de la persona. Las secuencias temporales en
esta línea, y en el Árbol en su totalidad, son un
problema difícil, especialmente para el lector
principiante.
310
superior e inferior, en tanto que el nivel medio —las
experiencias conscientes de la persona— forma un
vínculo entre los dos.
7 Netzach o la Eternidad
La séptima sephirah, Netzach, significa la Eternidad.
En este sistema, la he usado como representación de la
Disciplina, las formas en que la persona puede poner
en funciona miento su imaginación. Al decir
«disciplina» no me refiero al tipo de reglas estrictas
que normalmente evoca la palabra, sino a la dirección
311
y al entrenamiento deliberados que simboliza el
halcón encapuchado del Nueve de Pentáculos. Bajo
una disciplina tal, el poder creativo no resulta
confinado ni se debilita, sino que, estimulado, se
libera. Ello ocurre porque el beneficio que rinde a
nuestra vida esta cualidad del inconsciente se
incrementa más cuanto más la dirigimos. Esto es algo
que saben bien la mayoría de los artistas y las
personas que han trabajado seriamente en ocultismo.
312
Como la mayor parte de las personas no se
sienten movidas, ni menos aún impulsadas, a trabajar
en el dominio de lo «psíquico» o del ocultismo,
generalmente encontramos preocupaciones más
corrientes reflejadas en esta posición, posición que
puede referirse, aunque no necesariamente, al trabajo
artístico. Para algunas personas, el inconsciente se
expresa en una carrera, o en la creación de un hogar
acogedor y cálido para su familia. Lo importante en
esta línea es que muestre la formación o el trabajo
necesarios para que la persona haga algo con potencial
creativo. Si en esta línea aparecen cartas bloqueadas,
como el Ocho de Espadas, eso puede ser muy
significativo para toda la lectura, ya que una parte
muy importante de nuestra vida depende de la
liberación de la energía inconsciente.
8 Hod o la Reverberación
Del otro lado del triángulo encontramos la octava
sephirah, la Reverberación. El título adivinatorio para
esta línea —Amor y Sensualidad— hace generalmente
que el consultante se ponga alerta y escuche con gran
atención. Esta línea muestra el impulso sexual del
individuo y la forma en que sus necesidades funcionan
en la práctica, es decir, lo que quiere y lo que obtiene.
Según las personas, esta línea puede ser también la
clave para todas las otras, aunque tal vez no con tanta
frecuencia como cabría esperar.
313
Obsérvese que la posición del Amor y la
Sensualidad se encuentra en el lado restrictivo del
Árbol, en tanto que la Disciplina aparece del lado de
la expansión. Esta construcción refleja el hecho de que
con frecuencia nuestros impulsos sexuales nos
dominan, haciéndonos hacer cosas que de otra manera
evitaríamos, o impidiéndonos la liberación de
potencialidades pertenecientes a otros campos. La
Disciplina, por otra parte, se vale de la energía
imaginativa, orientándola en la dirección de la
transformación hacia lo espiritual. Es dable que las
cartas sexuales no aparezcan en la posición de Amor y
Sensualidad, sino en la de Disciplina, lo que sugiere
que la persona evoluciona por mediación del amor, tal
como lo simboliza el ángel que se eleva entre el
hombre y la mujer en los Enamorados. Para personas
así, el amor es tanto una disciplina como una tentación
o una debilidad.
9 Yesod o el Fundamento
La novena sephirah, Yesod o el Fundamento,
representa la Imaginación, que de muchas maneras
314
constituye el auténtico fundamento del sí mismo. Para
la mayoría de las personas, que no se plantean
programas de autocrecimiento, et inconsciente jamás
llega a hacerse consciente. No por eso deja de ser la
fuente y la fuerza impulsora de la
personalidad.Tenemos un atisbo de esta energía en
actividades tales como los sueños, las fantasías, los
deseos ... dicho de otra manera, lo que habitualmente
llamamos la imaginación. Pero al llamar Imaginación
a la línea del Fundamento, de hecho aludimos a
mucho más que esas manifestaciones. El término
representa aquí la energía misma, enroscada por
debajo de la personalidad consciente, que envía sus
destellos hacia el mundo exterior. Los naipes que
salen en esta línea revelan la configuración y el ánimo
del inconsciente de la persona. Con frecuencia se
relacionan muy directamente con la línea de la
Evolución Suprema, situada por encima de ellos.
10 Malkuth o el Reino
Debajo de la Imaginación se encuentra Malkuth, o el
Reino, es decir, el mundo que rodea a la persona. Aquí
vemos las influencias externas, las otras personas, las
situaciones personales tanto como las sociales y
políticas. Generalmente, por cierto, las indicaciones de
estas fuerzas exteriores aparecen en el curso de toda la
lectura. En una lectura que hice, el Emperador —
representante del marido dominante de la mujer—
apareció en el centro mismo de la línea de la Salud, es
315
decir, en el centro exacto del Árbol Sin embargo, la
última línea destaca las influencias externas y
demuestra, además, el efecto de éstas sobre el sujeto.
Podemos considerar esta posición como similar al
Ambiente en la Cruz Celta, pero mucho más
expandida.
Daath
Finalmente llegamos a Daath. Aunque la dejamos
aparte del Árbol al sacar las cartas, muchos lectores
preferirán situarla debajo de Malkuth, con lo que se
obtiene un Árbol simétrico que, al mismo tiempo,
demuestra gráficamente cómo hay conexiones
subyacentes en todas las posiciones.
316
recomendarla a los lectores que se hicieran un
esquema del Árbol, marcando las posiciones y los
naipes individuales. A la mayoría de las personas
también les resulta útil grabar una cinta de cassette,
que vuelve accesible en cualquier momento esa
enorme cantidad de información.
317
Recuérdese también que cada línea contiene siete
cartas. Cada línea constituye, en sí misma, una lectura.
En ocasiones, las siete cartas se presentan como un
grupo de experiencias individuales, pero lo más
frecuente es que se forme un diseño dentro de la línea.
Nuestra comprensión de la línea puede ir, digamos, de
izquierda a derecha, casi como si leyéramos un relato;
o podemos concentrarnos en la carta central como
tema dominante, e interpretar parcialmente las cartas
que la rodean de acuerdo con sus posiciones. Con
frecuencia me he encontrado con una clave importante
en la simetría: las cartas uno y siete se relacionan entre
sí, lo mismo que la dos y la seis, etc. O bien las tres
cartas de la derecha pueden mostrar una característica,
en tanto que las de la izquierda apuntan a alguna otra,
posiblemente contradictoria. Cada línea es portadora
de su propio movimiento, de su propia perfección.
318
7
Cómo usar las lecturas del Tarot
El valor de una lectura depende, por lo menos
para el consultante, de lo que éste haga después con
ella. A las personas que vienen a hacerse una lectura
por curiosidad, o como si se tratara de un juego, lo
más probable es que no las afecte vitalmente, como si
se tratara de un espectáculo que ven desde la platea.
Pero éste es un espectáculo que les concierne, y si la
lectura significa algo real, querrán sacar de ella alguna
utilidad práctica.
319
cuenta de cosas que te habrían pasado inadvertidas
cuando apenas comenzabas.
320
Llevar un cuaderno de notas sirve también a otro
fin. Tal como ya dijimos, las lecturas del Tarot nos
ayudan a alcanzar el equilibrio entre la intuición y la
acción, entre la Suma Sacerdotisa y el Mago. Tomar
notas es una manera práctica de lograrlo, porque en
ella se combinan nuestras propias impresiones con las
ideas que hemos aprendido en los libros. Y hacer tu
propio libro es especialmente importante si eres de
esas personas que creen en lo que aprenden de un
libro o de un maestro. El lector eres tú, y en cualquier
situación las cartas estarán frente a ti y frente a nadie
más. Sin la capacidad de responder instintivamente a
las imágenes, jamás serás capaz de escoger entre las
interpretaciones posibles, y mucho menos de
encontrar un significado nuevo que sea precisamente
el que requiere esa lectura.
321
También puedes ejercitar la intuición dedicando
tiempo a las imágenes, mirándolas, mezclándolas,
combinando relatos con ellas, y sobre todo
olvidándote de lo que se supone que significan.
Olvídate del simbolismo cuando prestas atención a los
colores, las formas, el tacto y el peso de las cartas.
322
Las lecturas del Tarot pueden, por ende, darnos
información. Pero actuar de manera acorde con esa
información, especialmente si va en contra de nuestros
deseos, sigue siendo muy difícil.
323
El problema que se plantea al tomar una decisión
basada en una lectura del Tarot es que nunca sabemos
cómo habrían sido las cosas en caso de haber actuado
de otra manera. Supongamos que una estudiante
piensa en dejar la universidad y las cartas le señalan
inequívocamente que no debe hacerlo. Si la
consultante sigue el consejo, jamás sabrá qué podría
haber sucedido si, en cambio, hubiera obrado según
sus deseos. Claro que todo el sentido de la lectura
reside en que efectivamente nos dice lo que habría
sucedido. Pero siempre podemos preguntarnos: «¿Y si
no hubiera sido cierto?» Una predicción,
especialmente si proviene de un mazo de naipes,
jamás puede transmitir el mismo impacto que una
experiencia real. La curiosidad, por sí sola, puede
llevarnos a hacer cosas desastrosas.
324
yo podía haber aportado a la situación, lo que las
cartas indicaban era verdad. Pero, aun así, se me hizo
difícil hacer caso de la predicción y no seguir adelante
con el proyecto.
325
Entonces, buscaba en la lectura alguna imagen muy
positiva, como podía ser el As de Copas, y me decía:
«Esto no puede ser verdad, de semejante follón no
puede salir nada bueno.» Y entonces, sobre la base de
que si esa carta no tenía sentido ninguna de las demás
podía tenerlo, restaba importancia a toda la lectura.
Otra treta a la que recurría era echar las cartas en
forma muy despreocupada, de modo que si aparecía
algo malo podía decirme: «Bueno, esta tirada en
realidad no vale, no la estaba haciendo en serio.» Sólo
pude empezar a hacer mis propias lecturas cuando
empecé a tratarlas de la misma manera que trataba una
lectura para un tercero: a mezclar cuidadosamente las
cartas, a trabajar con las imágenes, a tratar de sacar
alguna orientación respecto a lo que tenía que hacer (o
no hacer).
326
La gente puede usar la idea de «Ahora que sé lo
que dice ya puedo hacer algo al respecto» como
excusa para obrar según sus deseos. Sin embargo, lo
dicho sigue siendo válido. Quizá tengamos una actitud
muy pesimista, o un miedo exagerado, o una
esperanza irrazonable. Reconocer estas cosas nos
ayuda a tener una perspectiva más clara. Tal vez
nuestra experiencia pasada rija nuestro
comportamiento o confunda lo que esperamos del
futuro. Saber conscientemente todo esto puede ser el
primer paso para superarlo. También puede ser que las
cartas nos muestren los celos o el ánimo vengativo de
alguna persona, y entonces podremos hacer lo
necesario para liberarnos de su influencia. O, si las
cartas nos muestran el amor y el apoyo de alguien,
sabremos que podemos confiar en esa persona.
327
Por encima de todo, el lector debe aprender a
sacar de la lectura una pauta coherente. Con
frecuencia, los lectores principiantes se aprenden las
cartas y avanzan hasta el punto en que tienen la
habilidad necesaria para interpretar cada imagen en su
posición específica. Al final de la lectura, el sujeto se
encuentra ante una maraña de puntos diferentes y sin
ninguna idea clara de cómo se ensambla todo eso. Un
buen lector es capaz de resumir en unas pocas
oraciones lo que expresa la lectura. Yo, generalmente,
intento hacerlo tanto al comienzo como al final de la
lectura, para imprimir en la mente del sujeto los
puntos más importantes. El Ambiente, ¿es un apoyo o
un obstáculo? Las Expectativas de la persona, ¿[a
ayudan o le hacen daño? ¿El Desenlace aportará un
Resultado valioso? El sujeto necesita que estas
cuestiones le sean respondidas, no solamente en toda
su complejidad, sino también de una manera tan
simple como sea posible. ¿y cómo se deriva una cosa
de otra? ¿De qué manera colabora el pasado en la
formación del futuro? ¿Qué es lo que la persona
aporta a la situación global?
328
debe decirlo, pero también puede decir qué es —si
hay algo— lo que puede hacer la persona. ¿Qué es lo
que produce ese Desenlace desagradable? ¿No se
pueden alterar o evitar esas influencias? ¿Cómo se las
puede contrarrestar, o por lo menos amortiguar? ¿Qué
elementos hay que muestren otras posibilidades?
¿Podemos esperar que en la situación se origine algo
bueno? Si el Desenlace se genera en alguna línea de
acción determinada, ¿debe abandonarla la persona?
Cuando hacemos una lectura de Tarot para alguien,
asumimos la responsabilidad de tratar de orientar a esa
persona en una dirección positiva.
329
cimentadora de los Pentáculos, el sujeto puede tratar
de hacer cosas de tipo físico, como pueden ser
deportes o jardinería, o de prestar más atención a
actividades más terrenales, tales como el trabajo, el
estudio o las labores de la casa. Si la lectura muestra
una necesidad de las cualidades acuosas de las Copas,
entonces el lector pude enfatizar los sueños y las
fantasías del sujeto, y puede sugerir actividades como
la meditación o el dibujo. Una persona puede
satisfacer una necesidad de Varas vol viéndose
físicamente más activa, compitiendo con otras
personas o empezando proyectos nuevos. Y la
necesidad de Espadas requiere que la situación del
sujeto sea abordada de manera sensata y
cuidadosamente sopesada. Lo importante de estas
recomendaciones es que pueden ir más allá de la
lectura. Se ocupan tanto de las cartas que no apa recen
como de las que sí lo hacen. Por consiguiente, los
lectores principiantes deben usar cuidadosamente este
método, para no dar por sentado demasiado
conocimiento y control de su parte.
La meditación
330
palabras que la describen; es más bien una serie de
imágenes. Y la respuesta más directa a una lectura
depende de que se trabaje con las imágenes mismas.
Para la gente que conoce bien las cartas, o que tiene
cierta experiencia con la meditación, se hace posible
trabajar directamente con las imágenes para ayudar a
la concreción de los efectos asociados con ese naipe.
No hay nada de impreciso ni de misterioso en este
proceso. Exige tanto concentración como sentimiento
instintivo, y no reemplaza los pasos prácticos, aunque
ayuda a que se vuelvan más accesibles. Si en una
lectura aparece la Fuerza como algo necesario para
nuestra vida, ¿por qué no dejar que la carta misma nos
ayude a dárnosla?
331
aquellas cualidades que necesita la persona. Entonces
podemos mostrarle la carta, y hablar con ella de las
ideas asociadas con la imagen. Sin embargo, vale más
darle la posibilidad de una vivencia directa de la carta.
332
Podemos mantener la experiencia en este nivel
básico, o bien llevarla más lejos, haciendo sugerencias
más complejas o empezando a hacer preguntas («Qué
ves?», «¿Qué está haciendo la persona?», «¿Puedes
oír algo?»), de manera que el consultante empiece a
fantasear más allá de nuestras directivas. A veces, la
meditación permite que la persona tenga una vivencia
nueva y diferente de los elementos arquetípicos. En
otras ocasiones, las cosas pueden ir aún más lejos: las
imágenes se transformarán, liberando algún contenido
de especial intensidad dentro de la persona. Varias
veces, después de haber dirigido una meditación en
grupo, trabajando con una clase, alguien ha venido a
decirme que la meditación le había permitido resolver
algún problema o bloqueo emocional que arrastraba
desde hacía tiempo. Estos aparentes descubrimientos,
como es natural, se originaban en las personas
mismas. que ya estaban preparadas —y lo habían
estado durante cierto tiempo— para pasar de su estado
presente a otro nivel, pero no podían decidirse a dar el
salto.
333
atractiva. Empecé por montarle la escena: le estrecha
imagen de un desierto de piedra que daba sobre una
vasta llanura donde se amontonaban los súbditos del
Emperador. Cuando le pedí que describiera a esas
gentes, la mujer las vio a todas encapuchadas —es
decir, sin cara— e inclinadas, ocupadas en tareas que
las hacían parecer robots. La expresión cruel y
colérica del Emperador hacía que la gente no se
atreviera a mirarlo. El pueblo simbolizaba a la mujer y
su mala disposición a aventurarse más profundamente
en el naipe.
334
significado más oculto de la carta en cuanto simboliza
al propio cosmos. Cada vez que proponemos a alguien
una meditación, nosotros mismos participamos en
ella.
335
apoyan en salmodiar [un mantra o una melodía] o en
lograr un completo vacío mental).
336
imagen y sugerir alguna escena asociada con ella. Por
ejemplo, con el Loco, en vez de ese personaje
específico con su vestimenta multicolor, suelo usar
una imagen más simple, la de la cima de una montaña
iluminada por el sol. Es más importante conseguir que
el sujeto (o uno mismo) se sitúe en la escena que
ajustarse exactamente a la carta.
337
palabras. Encarnan un significado a la vez personal y
arquetípico, ya que mientras que las cartas nos
presentan imágenes de un significado muy profundo,
lo que nosotros hagamos con tales imágenes resulta de
nuestras propias necesidades y experiencias.
338
los ojos cerrados o abiertos; eso depende de lo que sea
mejor para ti; la mayor parte de las personas
encuentran que prefieren tener los ojos cerrados, por
lo menos cuando la fantasía se inicia. Procura ver y
sentir que tú mismo estás allí, en ese lugar, con esas
personas y esos animales.
339
personas prefieren poner en marcha la grabación al
comienzo y dejar que lleguen las instrucciones sin
tener que tomar una decisión consciente. Por supuesto,
puedes usar una y otra vez la misma cinta, preparando
pies [como se dice en teatro], para las diferentes
cartas. O también puedes hacer una grabación general,
con las instrucciones para relajarte, entrar en contacto
y unirte con el naipe, y así sucesivamente.
340
motivo de inspiración. Jung llamaba a la imaginación
«el órgano del inconsciente». Si se la deja que se
adueñe de nuestra cabeza, nos llevará allí donde a la
mente consciente no se le habría ocurrido ir ... o no se
habría atrevido.
La creación de un «mandala»
341
cobre vida, encuentro que es un valioso recurso la
creación de lo que yo llamo un «mandala», una pauta
o diseño formado por varias cartas, entre las cuales es
posible incluir no solamente las de la lectura, sino
otras cuyas cualidades refuercen la dirección de las
orientaciones que ésta ofrece. Este acto de añadir
deliberadamente naipes que no son parte de la lectura
vuelve a extender el equilibrio entre consciente e
inconsciente. La lectura se ha adentrado en los
dominios inconscientes del conocimiento para
presentar una imagen de la situación tal como existe
ahora. Por mediación del mandala, y de la
introducción de nuevas cartas sacadas
deliberadamente del mazo, podemos extender o
transformar la situación.
342
La Cruz ejemplificaba perfectamente la situación:
el Dos de Pentáculos cruzado por el Seis de Espadas
mostraba su situación central de fingir que disfrutaba
de la vida y de sus relaciones con otras personas (el
Dos de Pentáculos), con lo que daba la sensación de
343
funcionar bien («las espadas no hunden el bote»), en
tanto que mantenía su incapacidad para relacionarse
con la gente que la rodeaba. Como la mujer del bote,
permanecía silenciosamente envuelta en su sudario.
344
sin embargo varias de ellas —como el Ocho de
Espadas invertido— sugiriesen una lectura positiva,
mostraba la necesidad de cambio. El Rey describía
una actitud que la consultante debía tomar hacia sí
misma y hacia los demás: decidida, y sin embargo,
tolerante con la confusión y la debilidad. La Muerte
invertida, en cuanto inercia, indicaba el peligro de no
hacer nada. La necesidad de ponerla en posición
normal quedó subrayada cuando la comparamos con
el Seis de Espadas, situado por encima de ella. Esa
carta nos muestra un viaje cuyo modelo es el viaje de
las almas muertas. Para liberarse del bote del
aislamiento, del sentimiento de estar viva a medias, la
consultante tendría que completar su viaje
«muriéndose», es decir, renunciando a esa
personalidad que se había acostumbrado a las
relaciones superficiales y al aislamiento íntimo. El
Diez de Pentáculos invertido indicaba que para
conseguirlo tendría que poner sobre el tapete la
seguridad de su situación presente, y forzar a sus
amistades, cómodas pero limitadas, a alcanzar niveles
de mayor intensidad.
345
amor y amistad. Simboliza un viaje —el viaje
espiritual, que se hace por agua— que va llegando a
su fin. Y en forma más directa, significa que la
represión del Ocho de Espadas se transforma en
energía positiva.
346
dudar de la persona con quien convivía, porque en esa
relación recibía un apoyo total, y a ese don debía
responder con su confianza.
347
sí misma, la mujer podría entregarse abiertamente a
las personas que la rodeaban.
348
349
Acto seguido, colocamos cartas en los cuatro
ángulos, en torno de la estructura, empezando por el
Seis de Espadas y el Ocho de Varas en la parte
inferior, a la izquierda y a la derecha. Las cartas
mostraban el viaje y su anticipado final. Para los
ángulos superiores usamos el Ocho de Espadas
invertido y el Rey de Varas invertido: la acción que se
deseaba realizar y la actitud que se necesitaba para
producirla. Finalmente, como «patas» del mandala
colocamos el Diez de Copas debajo del Ocho de
Varas, y el Diez de Pentáculos invertido debajo del
Seis de Espadas. Las imágenes quedaron entonces
como se puede ver en la página siguiente:
350
Ocho de Varas y el Rey de Varas invertido nos darán
nuevos significados al considerarlos juntos, lo mismo
que el Ocho de Espadas invertido y el Seis de
Espadas. Como hemos vuelto a distribuir la lectura en
un diseño geométrico, podemos trazar líneas,
triángulos, etc., que constantemente nos descubren
ideas y pautas nuevas. En cierto sentido, el mandala
crea lecturas nuevas para las mismas imágenes.
351
8
Lo que aprendemos de las lecturas del
Tarot
La mayor parte de las personas consultan el Tarot
en busca de información específica. Quien entiende
un poco más las cartas quizá considere la lectura
como un medio de encontrar orientación. Y quien
sigue una serie de lecturas segura mente ve en ellas
un método para mantenerse en armonía con las
pautas cambiantes de la vida. Pero pasarse largo
tiempo leyendo las cartas es descubrir muchas cosas
que van más allá de la información personal.
352
crezca, y las lecturas del Tarot ayudan a que eso
suceda.
353
provenir de nuestro propio interior antes que de la
situación misma. Nos volvemos más conscientes de
la forma en que nos manejamos con el trabajo y con
los amigos, de nuestras tendencias a desplazar la
responsabilidad, ya sea alejándola de nosotros («No
es justo» o «Mira lo que me hiciste») o atrayéndola
sobre nosotros («Es todo culpa mía»). Observaremos,
por ejemplo, que con frecuencia decir «Es todo culpa
mía» no es más que una treta para no tener que ver lo
que realmente hemos hecho. Al convertirlo en una
situación de todo o nada, hacemos que sea fácil evitar
una auténtica evaluación de la situación.
354
esperanzas y sus miedos ayudan a crear el futuro.
Pero lo que siempre nos sorprenderá son tanto las
situaciones pasadas como las expectativas futuras
específicas.
355
elecciones constantes, o actuamos de acuerdo con el
destino. Para plantearlo en un contexto más moderno,
¿hacemos lo que hacemos como una elección
deliberada de ese momento, o como resultado de toda
una vida (o de muchas vidas) de condicionamiento?
356
embargo, no lo hacemos. Una y otra vez en la vida,
con poco conocimiento consciente, renunciamos a
nuestra libertad de elección, dejamos que sean
nuestros condicionamientos y nuestra historia los que
nos muevan. Lo hacemos, en parte, por ignorancia, y
en parte por dejadez. Es mucho más fácil seguir un
condicionamiento que actuar basándose en decisiones
verdaderamente conscientes.
357
práctica, como en el caso de la mujer que buscaba
cómo hacer frente a los celos de su amante. Un naipe
al que habitualmente se considera positivo, como el
Sol, tendía en realidad a un mal resultado. porque al
estar esperando el Sol la consultante no se enfrentaba
con las exigencias de la situación, y dejaba que las
ideas de los otros se impusieran a lo que ella quería.
358
Pero incluso los Arcanos Mayores no constituyen
más que un elemento que carece de sentido sin los
otros. Los estudiamos aisladamente para precisar su
sabiduría y su poderosa descripción de la existencia,
pero en la práctica, para entender el mundo hay que
mezclar lo espiritual con lo mundano, lo feliz con lo
triste, el amor con la cólera.
359
Aquellos que aceptan esta idea en teoría bien
pueden preguntar: ¿Qué es lo que pesa más, la
situación o la responsabilidad personal? ¿Cuál es la
que realmente controla al individuo? Pero las lecturas
del Tarot nos demuestran qué poco sentido tienen
esta pregunta y otras similares. En algunas lecturas,
la posición del Consultante y la de Esperanzas y
Temores predominan claramente. En otras, los
factores determinantes resultan ser la Base o el
Ambiente; todo esto depende de la persona y de la
situación.
360
puede incluir desde unos pocos días a algunos años,
no solamente hacia el futuro, sino también hacia el
pasado. A veces, para un adulto, ta lectura puede
extenderse hacia atrás hasta la infancia. También el
Árbol de la Vida, por más que general mente dé una
visión global de la vida, en ocasiones puede referirse
a un período más breve, si la persona está pasando
por una época de cambio intenso.
361
persona puede barajar el mazo y, no se sabe por qué,
llegar al centro mismo de la experiencia. E incluso,
en este caso, puede ser que la lectura muestre en toda
su profundidad el pasado o que refleje el potencial de
evolución personal futura.
362
relación amorosa ... especialmente si esa cuestión le
ocupa más espacio mental que la efectivamente
formulada. O, como sucedió en el caso de la mujer
que descubrió que su sexualidad estaba bloqueada
por sus conflictos con el padre, la lectura puede
responder aportando material de algún otro sector.
363
Ignorancia. Y si he escrito la palabra con mayúscula
es para subrayar su cualidad esencial. En tanto que la
mayor parte del conocimiento que vamos reuniendo
en la vida es, en realidad, muy superficial y externo,
la Ignorancia está en la base misma de nuestra
existencia. Ante todo, somos ignorantes de la
verdadera naturaleza de las cosas. Lo que sabemos
del mundo está sujeto a la limitación de nuestros
órganos sensoriales. Para que veamos las palabras
que hay en esta página, es menester que se refleje en
ella la luz que han de recibir nuestros ojos. Entonces,
el nervio óptico transmite los impulsos al cerebro,
que los convierte en otros y los dispone en pautas
significativas que nuestra conciencia en tiende como
un lenguaje. Pero no podemos conocer directamente,
en el sentido de fundirnos con algo que está ahí fuera.
Sólo podemos convertir el universo en impulsos,
pautas, símbolos.
364
muchos años antes de llegar efectivamente a su
objetivo. El tiempo significa también que muchas
veces no podemos saber las consecuencias de
nuestras acciones, por la sencilla razón de que por lo
menos algunas de ellas tal vez no se hagan evidentes
hasta muchos años después. A veces, las
consecuencias de nuestras acciones no se nos
aparecen a nosotros, sino a otras personas. Algo que
hacemos en cierto Jugar puede afectar a personas que
vivirán allí mucho después de que nos hayamos
mudado, o incluso de que hayamos muerto. En la
forma más simple: el tiempo significa que las cosas
deben suceder antes de que podamos conocerlas.
365
El otro lado de la Ignorancia es la Certidumbre,
el estado de conocimiento de la realidad, y no de las
impresiones y los símbolos que nuestra limitada
conciencia se forma de ella. Mucha gente considera
que el éxtasis, la unidad con la luz de Dios, es el
objetivo supremo del místico o del ocultista. Pero,
como lo demuestran los Arcanos Mayores del Tarot,
el relámpago del éxtasis no es más que un paso a lo
largo del camino. La meta es la Certidumbre, el
estado de conocimiento allí donde antes sólo
podíamos conjeturar.
366
subsiguientes, entregándonos cada vez más a las
imágenes, cultivando nuestra intuición, entonces a
veces podemos llegar a experiencias de Certidumbre,
de conocimiento del verdadero significado de algo. Y
si bien tales experiencias tienen su propio valor,
como más nos sirven es dándonos un sentido de la
orientación. Nos ayudan a percibir qué es lo que
queremos lograr.
367
Notas
[1]Estosvínculos provienen de la tradición del Tarot.
Algunos cabalistas usan un orden ligeramente
diferente.<<<
[2]Gorro que solía usarse como símbolo de dignidad
oficial o alto rango. (N. de la T.)<<<
[3]No se ha de confundir el «subconsciente con el
«inconsciente», entre cuyos atributos se cuenta
tanto el coraje como el verdadero conocimiento.
Del uso de estos términos como sinónimos ha
resultado una gran confusión. Aquí me valgo del
término «subconsciente para designar el material
—deseos, angustias, miedos, esperanzas—
reprimido por la mente consciente en su trato con
las realidades externas de la vida. El
«inconsciente» alude a la energía básica de la vida.
un ámbito del ser que trasciende el ego personal. El
subconsciente, a pesar de sus cualidades secretas,
es en realidad una extensión del ego En un sentido,
abarca el dominio absoluto del ego. aquel ámbito
donde éste no tiene ningún compromiso con la
368
realidad Porque no le preocupan las consecuencias,
el subconsciente es el que, con tal de evitar una
conversación desagradable, nos lleva a cruzar la
calle sin ver que viene un camión. El inconsciente,
por otra parte. nos equilibra y nos brinda apoyo al
unirnos con la gran fuente de vida que trasciende
nuestro ser individual. En los Arcanos Mayores, el
Colgado nos ofrece una poderosa imagen de esta
conexión vital.<<<
369
Índice
Arcanos Menores y Lecturas 1
Introducción 7
El mazo Rider 7
Los cuatro palos 18
El Tetragrámaton 29
Las cartas Portales 34
LOS ARCANOS MENORES 37
1 Las Varas 38
El Rey 42
La Reina 47
El Caballero 50
El Paje 52
El Diez 54
El Nueve 58
El Ocho 60
El Siete 62
El Seis 64
El Cinco 66
El Cuatro 68
El Tres 71
El Dos 74
370
El As 76
2 Las Copas 79
El Rey 83
La Reina 86
El Caballero 89
El Paje 93
El Diez 95
El Nueve 97
El Ocho 99
El Siete 102
El Seis 104
El Cinco 106
El Cuatro 109
El Tres 110
El Dos 112
El As 115
3 Las Espadas 119
El Rey 122
La Reina 126
El Caballero 128
El Paje 130
El Diez 132
El Nueve 134
El Ocho 137
371
El Siete 139
El Seis 142
El Cinco 145
El Cuatro 147
El Tres 149
El Dos 152
El As 154
4 Los Pentáculos 158
El Rey 161
La Reina 164
El Caballero 167
El Paje 169
El Diez 171
El Nueve 176
El Ocho 180
El Siete 182
El Seis 183
El Cinco 191
El Cuatro 195
El Tres 198
El Dos 201
El As 202
LAS LECTURAS 206
5 Introducción a la adivinación por el Tarot 207
372
El sentido común 212
6 Los tipos de lecturas 234
Los primeros pasos 234
La Cruz Celta 242
La cruz pequeña 244
La Base 249
El Pasado Reciente 251
El Desenlace Posible 252
El Futuro Inmediato 255
El Consultante 256
El Ambiente 257
Las Esperanzas y los Temores 257
El Desenlace 261
Ejemplo de una lectura 263
El Ciclo del Trabajo 278
La disposición: posiciones y
280
significados
Ejemplo de una lectura 289
El Árbol de la Vida 295
La estructura del Árbol 297
La tirada 302
Las posiciones y los significados 305
7 Cómo usar las lecturas del Tarot 319
La meditación 330
La creación de un «mandala» 341
373
8 Lo que aprendemos de las lecturas del
352
Tarot
374