Reformas Educativas y sus políticas

Laura Rocío Aguilar Escobar

De la catástrofe silenciosa al escándalo educativo

Introducción

Podemos observar como la educación desde los antepasados ha tenido objetivos

planteados, pero a la vez objetivos ocultos. Así mismo, han imperado las
desigualdades sociales, marcadas tanto nacionales como internacionales a la hora
de recibir la educación, donde casi siempre se ha privilegiado a las clases altas.

Dejando de lado a los más necesitados, a los desamparados, a quienes necesitan

de mayores recursos para estar a la par de los que tiene más.

Las escuelas actualmente son miradas como guarderías por parte de los padres
de familia, quienes e conforman con tener quien los cuide durante cuatro u ocho
horas, mientras ellos se encuentran en los trabajos, sin buscar calidad educativa,
ni preocuparse por lo que se les enseña en las aulas.

Por eso y algunas otras situaciones que se exponen a continuación, Gilberto

Guevara Niebla desde hace 20 años habla de “catástrofe silenciosa”.

Desarrollo

Por otro lado, las evaluaciones tanto a docentes como alumnos, nos reprobaron
en el pasado, nos reprueban en el presente y si no logramos realizar un cambio
significativo lo harán en el futuro.

Intento de reformas educativas van y vienen a nuestras aulas, sin embargo, todas
tienen tintes políticos y de beneficio para algunos cuántos ya sea sindicatos o
personajes políticos. La escuela es el mejor espacio para lograr estos fines del
gobierno, ajenos a las prácticas pedagógicas, pero que por costumbre han
formado parte de ellas. Desde campañas políticas, encuestas, colectas,
influencias sociales, entre otras, son acciones que hemos visto pasar por los
pasillos quienes tenemos algunos años de servicio.
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Los sindicatos de maestros viciados, con líderes que solo brincan de un puesto a
otro e incluso heredan a sus hijos dichos cargos, sin dejar huella en los cargos que
desempeñan y en caso que lo lleguen hacer, es de manera negativa en la mayoría
de los casos.

Pareciera que le educación ha perdido su sentido, “ser un medio para mejora la

calidad de vida.” Antes se miraba así, a más de uno nos tocó escuchar a nuestros
padres decir, estudia para que seas algo en la vida.

Hoy por hoy, la realidad es otra, ya no se mira la educación de esa forma e incluso
los alumnos lo reafirman con sus comentarios, queriendo ser de todo, menos
profesionistas para vivir mejor.

Que decir de las prácticas educativas, que se tornan tradicionalistas, como

aprendí hace treinta años, así quiero enseñar, a niños totalmente diferentes a lo
que yo fui; aunado a esto, la falta de capacitación efectiva para docentes por parte
del gobierno e incluso de manera personal. Sumándole los altos costos de cursos,
diplomados, posgrados o grados académicos. Somos de los únicos trabajadores
que tenemos que pagar con nuestros recursos por capacitarte.

¿Y las normales?, desfasadas totalmente de los planes y programas de educación

básica, con falta de profesionalismo, nada innovador para ofrecer, sin crear
pensamiento crítico, sentido científico, investigador, ética, responsabilidad o
vocación por esta noble labor que es la docencia. Recuerdo el año 2018 en donde
se bajó el promedio a 7, para que los estudiantes pudieran ingresar a estas
instituciones formadoras de docentes, esto es un insulto a la sociedad. Ahí
deberían estudiar los mejores, en realidad luchar por ese lugar, ya que al egresar
por lo menos en 30 años, pasarán por sus manos generaciones enteras de niños.
Con docentes normalistas de varios años de servicio, sin ganas ya de trabajar,
porque exceden en realidad la vida laboral recomendable.

Es preocupante la situación de la educación en nuestro país, ya que, en cada

intento de mejorarla, surgen las preocupaciones por obedecer primero políticas
nacionales e internacionales ajenas a la mejora real de esta. Siendo nuestros
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Laura Rocío Aguilar Escobar

alumnos quienes pagan las consecuencias, quedando desfasados para competir a

nivel nacional y mundial con estudiantes de otras partes y con condiciones
totalmente diferentes.

No nos vayamos muy lejos, actualmente nos sobrepasó la educación virtual ante
esta pandemia covid-19, aun cuando hay proyectos y políticas de alfabetización
digital de hace ya varios años, a los cuales se les invirtió una gran cantidad de
dinero, nos dimos cuenta que incluso muchos docentes no manejan las TIC con
fines pedagógicos. Y terminaron trabajando con cuadernillos, por no saber utilizar
algo tan básico como es clasroom. Aunado a esto, la falta de recursos
tecnológicos y económicos de nuestros alumnos, los cuales no pudieron ingresar
con los pocos docentes que, si los trabajaron, por falta de acceso a internet.

Conclusión

Tal como lo menciona la lectura es responsabilidad de nuestra generación hacer

un cambio, desde tu rincón buscar siempre la calidad educativa, capacitarte
constantemente, aun cuando vayas contra corriente.

Ser siempre punta de lanza en lo que propongan las reformas, planes y programas
e incluso políticas ocultas, buscando siempre lo mejor para los alumnos. Romper
paradigmas para enseñar a nuestros alumnos, crear un sentido crítico en ellos,
que puedan razonar de manera autentica. Emplear las TIC con nuestros nativos
digitales para que sepan, que somos parte del mundo que los rodea y no nos gané
su atención el mundo digital.

Pero, sobre todo, como docentes alzar la voz en los espacios correspondientes,
nunca debemos quedarnos callados por temor, o comodidad, ya que somos
quienes hacemos frente a la batalla educativa, quienes conocemos la realidad de
las escuelas y las aulas, la comunidad escolar, a los niños, sus intereses, sus
deseos y anhelos.

Siempre tener en cuenta que trabajamos con humanos y lo que hagamos ya sea
negativo o positivo, marcará su vida para siempre.
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Laura Rocío Aguilar Escobar

“Pero, sobre todo. Sé el maestro que algún día quisiste tener.”