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2020 – 10
Primer taller
Desde la perspectiva histórica del curso, elaborar un ensayo sobre los fundamentos de
Platón para una teoría del Estado según El mito del Estado de Ernst Cassirer.
La explicación que ofrece Cassirer de la teoría platónica del Estado en su libro El mito del
Estado parte de una aclaración que para este ensayo considero fundamental; es aquella en la
que indica que la filosofía griega antes de pensar el Estado pensó la naturaleza. Fue
posiblemente de este pensamiento de que surgieron los mitos, pero fue también de este
pensamiento y de la observación cuidadosa que surgieron las formas de comprensión
empírica y racional que los hicieron innecesarios. El dominio y el conocimiento de la
naturaleza, mediante la observación y la construcción de artefactos que hacen al hombre
menos indefenso ante ella, resultan en que no sea esta ya el principal caos, sino el cosmos
en el que se desenvuelve el hombre, sujeto ahora de las principales interrogaciones.
Así mismo, el conocimiento cada vez más abarcador resulta en una ordenación progresiva
del universo humano y una dispersión de lo sagrado en una multiplicidad que terminaría
por anularlo. En un mundo en el que todo deviene cosmos, en el que cualquier lugar y
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cualquier objeto son propensos de dar orden y son, por lo tanto, sagrados, tan solo aquello
que permanece aún en el misterio, que se constituye en caos, puede llegar a considerarse
ahora sagrado. El mundo cosmizado se desencanta, deviene profano, y tan solo aquello que
no se conoce, que se presenta como un ideal, puede ser ahora considerado sagrado. Todo
esto me recuerda a una frase escrita en una columna de un bar por Álvaro Barrios Vásquez
que reza “Soñé que Marcel Duchamp había declarado arte todo lo que existe, y acto
seguido había declarado que solo lo que no existe es arte” 1. Algo similar ocurre, propongo,
con la concepción mítica del mundo que se relega no a la comprensión de lo cotidiano e
inmediato, sino a una esfera más propia de la literatura que de la política.
Lo anterior implica considerar la naturaleza humana desde una luz ética, orientada hacia la
idea del bien más que hacia la perpetuación de unos arquetipos tradicionales. El mundo
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Firmado por Álvaro Barrios, 2017. “R” de Revolución, Parque de el Poblado, Medellín, Colombia.
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Este proceso aparece en la teoría de Lluís Duch bajo el nombre de empalabramiento; cada sujeto, mediante
el lenguaje, configura su propio mundo, su panorama de posibilidades y de significados.
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social debía convertirse entonces en un espacio propicio para el desarrollo y el
engrandecimiento del alma individual, puesto que ella era propensa a replicar las dinámicas
que él indica; debía ser pues un ejemplo de virtud que condujese a la reflexión – en forma
de filosofía y autoconocimiento – y a la búsqueda del bien. Un nuevo hombre, que
construye su mundo, necesariamente lo construye de una forma también nueva. Platón
buscaba constituir una nueva política – que parece a veces teología – orientada a la
racionalidad y al orden, no a las querellas explicativas primitivas. Esto se traduce en una
teoría racional del Estado, que es racional no en tanto se piensa sobre su eficacia para
implantarla, sino en tanto tiene como base la razón. Platón plantea un Estado que se piensa,
que se constituye por hombres que se piensan y lo piensan, que apuntan a forjar un entorno
propicio para la transformación humana – que Cassirer llama revolución intelectual – a
partir del camino que se ha recorrido ya. Los ideales que propone Platón, según lo aquí
desarrollado, solo son alcanzables mediante un ejercicio racional – y por ello consciente –
de la ética.
No cuesta mucho trabajo recordar los manuales escolares de filosofía o el primer capítulo
de Cosmos, en el que Carl Sagan explica el paso del mito al logos como un acontecimiento
más o menos tajante. Sin embargo, por lo anteriormente expuesto, más que un paso del
mito al logos, propongo mirar los procesos históricos a los que este trabajo hace referencia
como un paso de la mirada resignada hacia un pasado mítico condicionante, a la mirada
disciplinada – si no virtuosa – hacia un futuro ideal fundamentado en el autoconocimiento y
el autogobierno.